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EL PORQUE DE LA DESIGUALDAD INTELECTUAL

POR Erikxon chaves chavez

El aforismo, la sentencia en que yo soy maestro y el primero


entre los alemanes, son las formas de la "eternidad"; mi ambición es
la de decir en diez frases lo que otro dice en un libro, lo que ningún
otro dice en un libro... El ocaso de los ídolos.

El título la desigualdad intelectual tiene el propósito de evocar una imagen diferente.


La desigualdad es como un testigo en una investigación criminal, quizás incluso el
testigo principal. Se le hacen preguntas para que nos manifiesten o en fin ultimas,
que nos muestre si la hay o no la hay, por tanto, si existe esa brecha o a alguna
verdad subyacente sobre el crimen, llamado en este ensayo desigualdad intelectual
o mal llamada injusticia que se ha cometido.

La preocupación no se centra simplemente en el testigo, sino en lo que podemos


aprender sobre temas mucho más amplios al investigar al testigo. Entonces, este
ensayo trata sobre esas preguntas, que nos pueden dilucidar la no existencia o la
existencia del paradigma en sí, a partir o sobre los conceptos que necesitamos para
ello y también sobre la misma desigualdad y la intelectualidad.

El ensayo trata sobre el análisis de clase como una forma de hacer preguntas sobre
la desigualdad, sobre el socialismo como una forma de desafiar la desigualdad y
sobre el marxismo como un marco amplio para relacionar las preocupaciones
morales acerca de la desigualdad con las tareas teóricas de explicación y las tareas
políticas de transformación, dicho en otras palabras, lo que hare o diré, que este
trabajo lo realice con prevarica emoción de trasmitir una idea inocua, inverosímil y
latente en parte muy sustancial de mi estudio y descubrimiento de mis facultades
de mi existencia por antonomasia, es una que solo puede llamarse una, cuando
trasciende, cuando nos damos cuenta de que podemos defenderla y que me hace
la pregunta de porque tengo yo que cuestionarme de lo que se, debo o dejo de
hacer con el conocimiento.

Llamamos desigualdad a la cualidad de ser una cosa diferente de otra, o de


distinguirse de otra por tener características, valores o rasgos que la hacen
diferente. Es lo opuesto a la igualdad.
La desigualdad también puede referirse a la falta de equidad, equilibro o igualdad
entre dos o más personas, cosas, hechos o realidades. En este sentido, puede
relacionarse con cuestiones sociales (desigualdad social, económica, educativa, de
género) de las cuales se ocupa la disciplina de la sociología.

El tema de la desigualdad se aplica con fines comparativos, pues cuando se habla


de desigualdad se hace para establecer las diferencias entre dos cosas.
n el latín es donde se encuentra el origen etimológico del término intelectual que
ahora nos ocupa. Y así lo demuestra el hecho de que se encuentra conformado por
tres componentes de dicha lengua: el prefijo “inter”, que es sinónimo de “entre”; la
palabra “lectus”, que puede traducirse como “leído”, y finalmente el sufijo “-al”, que
es equivalente a “relación” Intelectual que permite hacer referencia a lo
perteneciente o relativo al entendimiento. Por ejemplo: “Este problema es
intelectual, no se soluciona con la fuerza”, “No tengo ganas de hacer un esfuerzo
intelectual cuando voy al cine”, “Los alumnos muestran graves falencias
intelectuales cuando no leen desde pequeños”.

El adjetivo intelectual, por lo tanto, suele utilizarse en oposición a lo corporal o físico,


apareciendo asociado por lo tanto a lo espiritual o simbólico. Si se dice que algo
debe resolverse de manera intelectual, se está afirmando que su solución sólo será
encontrada a través del pensamiento y de la reflexión. Por lo tanto, no importa la
fuerza física que se aplique al respecto.

Eh ahí uno de los primordios filitas en el deber social cuando nos hacemos esa
pregunta de cómo es que la idea se vuelve una, es cuando empezamos a
cuestionarnos y cuestionar a las demás ideas una de tantas que de querer limitar,
una se extra póliza en diferenciar un habituado céntrico modo de vivir de nuestro
orden político y económico coetáneo son las magnas desigualdades. Este anómala,
claro está, es todo menos recientemente conocido, pero tentativas de que la
desigualdad ha espigado a lo largo de innegables dimensiones en las décadas
recientes ha traído un renovado interés en el tema, tanto política como
intelectualmente.

Que es síntesis la desigualdad como factor inherente en la humanidad, podríamos


decir que existe entonces una desigualdad intelectual es decir hay privilegios de que
aprendemos y que no podemos aprender o saber, el saber está limitado a ciertos
círculos de la sociedad es nuevo, viejo; muchas preguntas en verdad y de cada una
de las preguntas una teoría, hipótesis sale a la luz en concreto en este trabajo me
enfatizare en desdeñar históricamente que ha causado la desigualdad intelectual
que es como yo la llamo por tanto la causante de las situaciones que podríamos
descubrir al inmiscuirnos en esta rapaz e inconsciente realidad.
En las últimas décadas, este proceso recibió especial atención en la desigualdad
intelectual que proviene de un enriquecimiento cognitivo individual. Inicialmente las
investigaciones se limitaron, de forma exclusiva, al análisis del resultado o producto
de la desigualdad en un orden moral (progreso cognitivo). Sin embargo, tiempo
después se evidenció la necesidad de una profundización en el estudio de las
características de la desigualdad misma.

Más allá de la presencia de estos tres elementos, existe un desacuerdo teórico con
relación al papel de cada uno de ellos en la estructuración de situaciones
cooperativas. Para Johnson y Johnson (1999) el criterio clave para lograr la
cooperación entre los individuos se encuentra exclusivamente en la estructura de
objetivos. Es decir, crear una situación en la que el único modo de que cada uno
alcance su meta personal sea a través del éxito grupal. A este enfoque se le ha
denominado perspectiva de la cohesión social (Melero Zabal & Fernández Berrocal,
1995).

La noción de que el capitalismo produce desigualdades crecientes ha sido llamada


la “ley del capitalismo” de Pikkety, pero es más una predicción basada en data
histórica que un hecho inevitable. De hecho, Pikkety es cuidadoso al afirmar que la
ecuación básica es una “proposición histórica contingente” y concluye su libro con
una serie de políticas públicas como un impuesto global progresivo al capital que
podría contrarrestar esa tendencia. Pikkety, p. 27, Parte IV.. pero lo más evidente
acá son las implicaciones dinámicas de la propiedad en la concentración de la
riqueza.

Si nos preocupa, por ejemplo, la falta de atención a las necesidades, básicas en


cuestión a cómo podemos sobrellevar la vida en un entorno inhóspito,
entenderemos que nada tiene un centro unilateral en otras palabras encontrar un
punto de igualdad es remotamente imposible además de no benefactor para todos.

En tal sentido una mera idealización de cómo es que se pretende aprender lo que
se quiere, es cuando se limita al ser a seguir los parámetros establecidos, por tanto
es ser no tendrá más que adecuarse a tales caprichos sociales, que lo llevaran a
una inminente ca Evidentemente la humanidad está pidiendo a gritos un cambio un
manera de ser parte de una sociedad con los mismos todo esto es a causa de la
que yo llamo Desigualdad intelectual.

La influencia de la desigualdad intelectual. Desde un punto de punto de vista teórico


general, la colaboración entre pares ha sido entendida básicamente de dos
maneras, las cuales remiten a una clásica antinomia: como un proceso directamente
resultante de la adición de acciones individuales más o menos coordinadas, o como
un producto emergente irreductible a la suma de las actividades de los participantes.
En sentido estricto, ambas posturas representan los extremos de un continuo,
dentro del cual es posible ubicar todas las propuestas específicas desarrolladas
hasta el momento, de acuerdo con el énfasis otorgado al rol del individuo o a lo
colectivo.

Cabe adelantar que, en el presente trabajo, más que tomarse a ambas perspectivas
como opciones teóricas excluyentes entre sí, se las entenderá como niveles de
análisis complementarios.

A continuación, se presentarán algunos lineamientos generales sobre la


colaboración entre pares, los cuales serán ordenados según el continuo
mencionado. Luego de esta aproximación global, se presentarán los antecedentes
directos relativos a la relación entre desigualdad intelectual e interacción
colaborativa. Enfoques teóricos generales sobre la colaboración entre pares Entre
aquellos investigadores que han entendido la colaboración como una sumatoria de
acciones individuales se encuentran Slavin (1999) y 4 Psicología desde el Caribe.
Universidad del Norte. Nº 27: 1-39, 2011 Mariano Castellaro, Martín Dominino y
Néstor Roselli Johnson & Johnson (1999), los cuales constituyen referentes
principales de la línea anglosajona denominada aprendizaje cooperativo. Su punto
de partida teórico fue el trabajo de Deutsch (1949), en el cual se demarcaron tres
situaciones sociales: cooperativa, competitiva e individualista.

La primera de ellas se caracteriza por el hecho de que los objetivos de los individuos
están ligados de tal manera que el éxito de cada uno y del grupo depende de la
consecución de los objetivos particulares y, a su vez, cada uno es recompensado
en función del trabajo de los demás (Serrano, 1996). Según Coll (1984) y Melero
Zabal y Fernández Berrocal (1995), tres estructuras claves determinan que, a partir
de su presencia y variaciones, la sumatoria de acciones se organice cooperativa,
competitiva o individualmente: estructura de objetivos (goal structure), estructura de
incentivos (reward structure) y estructura de la tarea (task structure).

La primera (estructura de objetivos) se refiere a la forma en que los sujetos deben


conseguir sus objetivos, es decir, las características de la interacción para alcanzar
la meta propuesta de antemano. Por lo tanto, si el logro del objetivo de cada
miembro se encuentra determinado por la consecución del logro de los demás, nos
encontramos frente a la cooperación.

La segunda (estructura de incentivos) corresponde al modo en que se refuerza y


premia el objetivo alcanzado. Dicha recompensa puede ser interdependiente
(reconocimiento al grupo por el rendimiento de cada individuo), dependiente
(reconocimiento al grupo sin consideración de las acciones de cada individuo) e
individual (incentivo individual en función de este trabajo).
Por último, la estructura de la tarea hace alusión al grado de especialización de cada
miembro en la tarea grupal. Es posible que cada integrante sea el encargado de
realizar una acción particular y haya un reparto de la responsabilidad; o, por el
contrario, todos trabajen juntos sobre un mismo material. Más allá de la presencia
de estos tres elementos, existe un desacuerdo teórico con relación al papel de cada
uno de ellos en la estructuración de situaciones cooperativas. Para Johnson y
Johnson (1999) el criterio clave para lograr la cooperación entre los individuos se
encuentra exclusivamente en la estructura de objetivos. Es decir, crear una situación
en la que el único modo de que cada uno alcance su meta personal sea a través del
éxito grupal. A este enfoque se le ha denominado perspectiva de la cohesión social
(Melero Zabal & Fernández Berrocal, 1995). Slavin

La influencia de la desigualdad intelectual en la interacción 5 colaborativa de díadas


de niños de ocho años Psicología desde el Caribe. Universidad del Norte. Nº 27: 1-
39, 2011 (1999), por el contrario, insiste en la necesidad de una correcta distribución
de los incentivos y recompensas para asegurar un funcionamiento cooperativo, por
lo cual propone una perspectiva motivacional.

Finalmente, existen propuestas integradoras que consideran objetivos, recompensa


y tarea en un mismo nivel de importancia (Serrano, 1996). Por otra parte, los
desarrollos basados en la psicología genética piagetiana también entendieron la
interacción entre pares desde una perspectiva centrada en el individuo, aunque
desde los presupuestos constructivistas, por cierto, muy diferentes a la propuesta
anglosajona. Según esta concepción, la evolución de la capacidad de cooperar con
otros posee una íntima relación con el desarrollo cognitivo (Tudge & Rogoff, 1995),
el cual es motivado principalmente por factores endógenos.

En este sentido, es posible distinguir entre autismo, obligación social y cooperación,


como tres formas progresivas de descentramiento del sujeto, viendo en las dos
primeras correspondencias con etapas prelógicas y en la última, una actividad
generadora de razón (Piaget, 1932, 1984).

Si bien actualmente no se puede afirmar que Piaget haya negado el papel de la


influencia social en la evolución de la cooperación, al momento de analizar la
interacción entre pares centró su foco de interés en las acciones de cada individuo
y su coordinación con los demás, más que en el espacio intersubjetivo, entendido
como un fenómeno irreductible. Según Mugny y Doise (1983), desde un enfoque
piagetiano ortodoxo, habitualmente se describió a la cooperación como un estado
final del desarrollo, es decir, como variable dependiente producto de los equilibrios
evolutivos correspondientes. Si bien esta noción no es errónea, propusieron
también comprender la cooperación como variable independiente dentro de
aquellas tareas cuya resolución exige la coordinación de acciones.
De esta manera, «(…) al considerar así a la cooperación, es decir, como un proceso
social de construcción, seremos llevados a considerar como cooperativas las
actividades realizadas por los niños más pequeños, incluso cuando éstas no están
organizadas todavía bajo formas muy avanzadas de equilibrio» (Mugny & Doise,
1983, p.54).ída a la ignorancia.

A partir de 1095, individuos y masas se conmueven en la cristiandad occidental y


participan en la gran aventura de la cruzada. Auge demográfico y principios de
superpoblación, codicias mercantiles de las ciudades italianas, política del papado
deseoso de rehacer contra el Infiel la unidad de una cristiandad desunida, estas
causas juntas no lo explican todo, más quizá sí lo esencial.

son lo que deben ser no está aún descifrado porque se le haya leído; muy lejos de
eso, pues la "interpretación" entonces es cuando comienza, y hay un arte de la
interpretación... Es verdad que, para elevar así la lectura a la altura de un arte, es
preciso poseer, ante todo, una facultad que es la que precisamente está hoy
olvidada -por eso pasará aún mucho tiempo antes de que mis escritos sean legibles,
de una facultad que exigiría casi la naturaleza de una vaca, y "no" en todos los
casos, la de un "hombre moderno": me refiero a la facultad de "rumiar". Más allá del
bien y del mal.

Aparentemente la desigualdad no tiene otro motivo si no el de generar una distancia


imperceptible a la mente vaga y sin deseo de descubrir lo no descubierto en cuestión
“la historia de los procesos educativos, de los paradigmas educativos que se han
ido sucediendo..., de las instituciones docentes en un sentido amplio, de las
mentalidades, actitudes y comportamientos en el seno de unas sociedades con
unas prácticas educativas determinadas, del rol social, cultural y pedagógico del
maestro, en perspectiva diacrónica, de su articulación societaria en orden a la
consecución de unos logros profesionales, culturales o sociales, de los
condicionantes políticos que han propiciado un peculiar ordenamiento jurídico de la
educación o de la tardía escolarización de los sectores marginados” RUIZ BERRÍO,
J.: “Metodología docente de la Historia de la Educación”, Revista de Ciencias de la
Educación, nº 157, 1994, pp.73-74.

Por ende, la historia de la educación mantiene una estrecha relación con la Historia
de la Cultura con la que durante muchos años estuvo identificada e incluso todavía
hoy es difícil deslindar el campo de lo educativo del de lo cultural, aun cuando el
fenómeno educativo tenga un sentido más restrictivo que el propiamente cultural.
M. Crubellie.
Luego entonces la consecuencia es más que evidente, la Educación posee el
conocimiento de la Historia de la Literatura, ya que como señala Mª N. Gómez
García, “es en el campo de la ficción donde a veces se expresa mejor la ‘atmósfera
esencial’ del mundo que se pretende historiar... La Historia de la Literatura no es
otra cosa que la Historia del mundo creado por el hombre y percibir en él el papel
asignado a la educación es descubrir la mentalidad de una época desde la visión y
la pluma de uno de sus representantes”. GÓMEZ GARCÍA, Mª N.: Proyecto docente
para la Cátedra de Historia Moderna y Contemporánea, documento inédito, Sevilla,
1994, p. 108.

El proceso de diversificación puede tomar dos formas opuestas o polares, con


efectos sociales y educativos igualmente opuestos. La primera, se asemeja a una
pirámide jerárquica de instituciones, con la universidad tradicional en la cúspide y
los otros tipos de instituciones en orden descendente según la distribución de
estatus y recursos que le otorga cada sociedad. Esta pirámide puede ser
segmentada entre los diversos tipos de instituciones, de tal manera que es casi
imposible la movilidad estudiantil entre los niveles o escalones. Se conforma así una
pirámide de desigualdad social en educación superior. En el presente libro se
argumenta que este es el tipo de diversificación o pirámide que caracteriza al
sistema de educación superior colombiano. En otras sociedades, hay mayores
posibilidades de movilidad y promoción de estudiantes entre los diversos tipos de
instituciones, mediante pasarelas regladas, homologación de créditos, entre otras
opciones.

el conocer humano- es comparar, cotejar, distinguir, discernir; hallar las


desigualdades entre las cosas, los más y los menos. Quien no distingue unos
árboles de otros no sabe de árboles. Quien los distingue sólo por un golpe de vista
sabe poco. Sabe mucho quien puede determinar que los castaños son tanto más
altos o bajos que los abedules, p.ej., y el verde de sus hojas tanto más oscuro o
claro, y que la redondez de su tronco guarda tal o cual proporción con la de los otros
árboles, y así sucesivamente. Si no, no pasamos del «no sé qué»: no somos
capaces de dilucidar ese golpe de vista y nuestro conocimiento es meramente
sensible, no intelectual. El intelecto opera, pues, por distinciones, comparaciones
que aprecian las desigualdades y las presuponen.

Puesto que, en el ámbito de la igualdad o del intelecto, la igualdad no es desigual a


nada, sino que es igual a todo, resulta que en ese ámbito todo es igual, dados los
rasgos de la igualdad, que es una relación simétrica y transitiva. Si A es igual a B,
B es igual a A. Si A y B son iguales, y si B y C son iguales, A es igual a C. En ese
ámbito, pues, todo es igual.
No hay que olvidar, además, el papel que la propia enseñanza de la literatura ha
jugado en los currículos de los escolares como fuente de transmisión de valores y
códigos de conducta, modelos que pueden ser estudiados por el historiador de la
educación, por tanto, toda esta parafernalia de conocimientos antes mencionados,
en su mayoría, escritos en un sin número de libros y trabajos o proyectos, pero lo
que más importa aquí es el porqué de la desigualdad intelectual.

Es cuando, nos damos cuenta que muchos de las evidencias llámese revistas,
artículos, libros de historia y demás, no mencionan por ningún lado que la culpa la
tiene en su conjunto por no decir totalmente, se oculta por miedo a desmeritar una
ciencia, ciencia que a su vez desmerita otra para poder tener validez, en cuanto que
la educación tenga una delimitación entre lo público y lo privado, no más que una
manera casi catastrófica manera de generar una desequilibrio social, comúnmente
la edición a lo largo de la historia nos ha enseñado que no podemos aprender algo
si llegamos o pasamos por un conocimiento previo, si no es así y si lo tenemos
desde un principio ese conocimiento, lo único que nos detiene entonces no la
educación si quien es partidario de esta luego a manera de investigación minuciosa,
nos damos cuenta que no es culpa del estudiante o de los maestros es culpa de un
sistema, por tanto, el sistema no es que este mal, si no que lo hemos hecho a
nuestra imagen un imagen imperfecta que esta por construirse, que de alguna
manera no hace falta cambiarlo todo, no es meramente necesario tratar.

Si bien es cierto no existe un impedimento el acceso a la misma hay que hacer


entonces un estudio de qué fue lo que aprendieron los mejores pensadores de la
historia que los hace diferentes a alguien de su misma época pasada actual o futura
que es entonces lo que genera esa desigualdad intelectual que lo genera entonces
que exista una barrera imperceptible entre unos y otros en cuestiones intelectuales
más sin embargo una de las causantes en la perspectiva neomarxista, Wright fue
ofreciendo, a lo largo de su obra, distintas respuestas al dilema de un grupo que no
pertenecía de manera unívoca ni a la burguesía, ni al proletariado.

Esto en cuanto a la corriente neomarxista. Pero el campo académico-intelectual


también ha sido caracterizado por la tradición neoweberiana. Parado allí, John
Goldthorpe elabora, para caracterizar al campo académico-intelectual, el concepto
de “clase de servicio”. Esta está conformada por los empleados profesionales en el
servicio público –las distintas escalas de funcionarios estatales–, en el sector
privado –al modo de los consultores– y en los servicios sociales –que incluyen al
sector educativo, al periodístico y al investigativo.
Sin embargo, no se trata de una desigualdad generada tanto por la estructura de
clases aunque analizaremos también esta dimensión de nuestro objeto–, sino más
bien de una desigualdad generada por las diferencias en el “estatus” de los distintos
sujetos, potenciales productores de teorías

A partir de ello vamos a tener en cuenta la historiografía de la educación y también


su historia entendiendo a su vez que una vez abolido el sistema colonial en términos
formales, continuó no obstante esta clasificación social mundial, tanto en el plano
valorativo como en el plano de las prácticas, sobre todo porque las sociedades
descolonizadas heredaron esa estructura social, la cual siempre es difícil de
modificar la sociedad actual

Se me preguntará cuál es la auténtica razón de que yo hay contado estas pequeñas


cosas y según este juicio intimidante por parte de lo que la humanidad ha tomado
en serio hasta este momento no son ni siquiera reales, son meras imaginaciones o,
hablando con más rigor, mentiras nacidas de los instintos malos de naturalezas
enfermas, de naturalezas nocivas en sentido más hondo tales conceptos
enaltecidos como dios, alma, virtud, pecado, más allá, verdad, vida eterna.

Empieza mi campaña contra la moral. No es que huela lo más mínimo a pólvora: en


él se percibirán olores completamente distintos y mucho más amables, suponiendo
que se tenga alguna finura en la nariz. Ni artillería pesada, ni tampoco ligera: si el
efecto del libro es negativo, tanto menos lo son sus medios, esos medios de los
cuales se sigue el efecto como una conclusión, no como un cañonazo.

El que el lector diga adiós a este libro llevando consigo una cautela esquiva frente
a todo lo que hasta ahora se había llegado a honrar e incluso adorar bajo el nombre
de moral no está en contradicción con el hecho de que en todo el libro no aparezca
ni una sola palabra negativa, ni un solo ataque, ni una sola malignidad, antes bien,
repose al sol, orondo, feliz, como un animal marino que toma el sol entre peñascos.
En última instancia, yo mismo era ese animal marino: casi cada una de las frases
de este libro está ideada, pescada, en aquel caos de peñascos cercano a Génova,
en el cual me encontraba solo y aún tenía secretos con el mar.

El problema de la procedencia de los valores morales en este caso injustificados en


la desigualdad intelectual es para mí un problema de primer rango, porque
condiciona el futuro de la humanidad.
En la situación indicada, para demostrar que el mundo está en desacuerdo, sin
motivo colectivo positivo, aun así, es Inicialmente, la cuestión de la justicia social se
plantea como si la filosofía moral y social fuese un campo de investigación especial
a través del cual se pueden establecer principios absolutos de ética con toda la
fuerza del derecho moral.

Estos principios pueden ser utilizados, por ejemplo, una vez que han sido
claramente establecidos, para valorar hechos y actividades dentro del contexto
urbano. En este planteamiento se halla implícita la diferencia entre, por un lado, la
observación y, por otro, los valores a partir de los cuales establecemos nuestra
aprobación o reprobación moral. Esta diferencia entre hechos y valores (que se
relaciona con la distinción entre metodología y filosofía) es uno de los innumerables
dualismos que, como numerosos filósofos' han señalado, invadieron la filosofía
occidental después del Renacimiento.

Es evidente que moralmente no somos quien aparentamos ser, es evidente que


algunos de estos problemas conceptuales son debidos a la especialización
académica y profesional en diversos aspectos de la ciudad. Está claro que los
procesos urbanos no pueden ser conceptualizados partiendo de nuestras actuales
estructuras disciplinarias. Y, sin embargo, no parece que en un futuro próximo vaya
a surgir un marco interdisciplinario adecuado, no ya para teorizar, sino ni siquiera
para pensar acerca de la ciudad. Sociólogos, economistas, geógrafos, arquitectos,
planificadores urbanos, etc., parecen encontrarse enclaustrados en sus específicos
mundos conceptuales y dedicarse sólo a desarrollar ciertos aspectos del problema
ligados a su actividad. Leven (196S), lOS.

En una de las tantas epímones no podemos esperar que un tipo de geometría


apropiado para estudiar. un tipo de procesos vaya a ser adecuado para tratar otro
tipo de procesos. La selección de una geometría apropiada es esencialmente un
problema empírico, y debemos demostrar bien por aplicación satisfactoria o bien
por el estudio Isomorfismos estructurales) cómo ciertos tipos de experiencia
perceptual pueden ser proyectados válidamente sobre una determinada geometría.
Los filósofos del espacio nos muestran que, en general, no podemos elegir una
geometría adecuada independientemente del proceso, pues es el proceso el que
indica la naturaleza del sistema de coordenadas que debemos utilizar para su
análisis (Reichenbach), 1958.
Luego tenemos que tener en cuenta cómo han surgido estas nociones de espacio
personal, de qué manera han sido moldeadas por la experiencia, y hasta qué punto
son estables dentro de un contexto de forma espacial cambiante. De nuevo nos
encontramos con que disponemos de escasa información. Muchos de los trabajos
de Piaget e Inhelder (1956) se refieren a la forma en que se desarrolla la conciencia-
espacial en los jóvenes.

La expansión masiva de la educación superior responde tanto a necesidades de


formación de recursos humanos altamente calificados (formación de la masa crítica
requerida para impulsar el desarrollo), como de exigencias sociales de inclusión en
la distribución del ingreso, el estatus y el poder.

Una de las experoiencias mas eficientes

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