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ISSN: 0716-8039
revista.psicologia@facso.cl
Universidad de Chile
Chile
Márquez Barradas, María Luz; Pérez Rosiles, Lourdes; Sibaja Terán, Beatriz
Ser Hombre, Ser Mujer en la Sexualidad Adolescente
Revista de Psicología, vol. XIII, núm. 2, 2004, pp. 43-49
Universidad de Chile
Santiago, Chile
Resumen
Los jóvenes expresan un liberalismo sexual que al parecer es más discursivo que
práctico; los datos que aquí se presentan muestran que sus actitudes siguen siendo
altamente conservadoras. De una muestra de estudiantes de educación media supe-
rior se retoman datos sobre su opinión y valoración acerca de algunas cuestiones
referidas a la sexualidad, y se presentan en forma comparativa hombres y mujeres
con el fin de denotar sus diferencias.
Palabras claves: identidad sexual, adolescencia, razón, emoción, conocimiento y practica
sexual.
Abstract
Young people express a sexual liberalism more discursive than practical. This paper
shows that their attitudes continue being highly conservative. From a high school
sample, data about their opinion and assessmente of some questions referred are
compared in order to denote the differences among them.
Keywords: Sexual identity, adolescent, reason, emotion, knowledge and sexual practical.
1 Investigadoras del Instituto de Investigaciones Psicológicas, Universidad Veracruzana. Xalapa, Veracruz, México.
email: lmarquez@uv.mx
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que los jóvenes – adolescentes– se desenvuel- Pero en la lógica que antes se ha menciona-
ven e influido por factores económicos, so- do, el camino hacia la regla social, no es transi-
ciales y de auto/heteropercepción. En este tado de igual manera entre hombres y muje-
momento de la vida, los jóvenes parecen ac- res, porque a final de cuentas, como dice
tuar en función de sus emociones y su trán- Arroyo, “somos en función de nuestras prácti-
sito hacia la adultés, lo es hacia el uso de la cas y del significado colectivo que ellas adquie-
razón como eje de su actuar (Di Castro, 1999), ren .... y por ello, “la infancia, la adolescencia y
y que, por cierto, es el punto hacia donde se la vejez son vulnerables a los estereotipos crea-
encaminan las acciones de los adultos. dos en las culturas para excluir y marginar”.
(Arriola, 2001:16). Así la historia de las muje-
Si bien es cierto que los jóvenes adolescen- res se empieza a escribir con sufrimiento y
tes tienen una serie de comportamientos co- lagrimas ya que esta mas ligada a la emoción,
munes; el cuestionamiento de la autoridad, la y la de los hombres con honores y valentía,
fijación en la congruencia de los adultos, la puesto que su punto fuerte es la razón, por
necesidad de decidir sobre su vida, formas de decirlo de una manera coloquial.
vestir, de hablar, la inclinación vocacional,
también es cierto que ellos y ellas no transitan Asumir una identidad sexual, como la con-
este momento de la misma manera, y mas aún, vicción personal de ser de este o aquel sexo
su resolución no esta cualitativamente (Craig, 1988), es en todo caso, aprender los
correlacionada entre ellos. Así, decir que los papeles propios del sexo–género, adquirir las
hombres y las mujeres se constituyen de la destrezas y el conocimiento sexual y también
misma manera puede ser acertado, pero tam- –y aquí viene lo más complejo–, entender los
bién lo es decir que los contenidos de la iden- comportamientos, formas de pensar y expre-
tidad–sexualidad, difieren sustancialmente de sarse propios de su rol sexual/género. En este
uno a otra. Porque este periodo de transición marco general, este trabajo proporciona infor-
reafirma una huella que hace la diferencia mación sobre las diferencias de género expre-
entre hombres y mujeres y que en adelante sadas en las prácticas sexuales, actitudes, in-
será un rasgo distintivo de identidad; las tereses y conocimiento sobre salud sexual y
mujeres dirigidas por su emoción y los hom- reproductiva entre los jóvenes.
bres con el uso de la razón.
Para dar contexto a la información que a
De tal manera que al paso del tiempo, continuación se presenta, es necesario consi-
hombres y mujeres llegan a ser los contra- derar que en el Estado de Veracruz, México,
puntos de la emoción y la razón. Este juego habita el 7.08 % de la población total nacio-
de la vida cotidiana, perfila la definición de nal. La población joven (entre 15 y 19 años)
lo que es ser hombre–ser mujer, de la misma en el estado es de 709,056, lo que representa
manera que influencia la concepción de cier- el 10.26% del total de la población en el mis-
tos hechos y acciones de la vida como es todo mo, de estos, el 49.23% son hombres y el
lo referente a la sexualidad. Hay necesidad 50.77% mujeres.
de hacer una serie de ajustes en la manera de
ser y de pensar (Monroy, 1990) para funcio- El municipio de Xalapa cuenta con 390 590
nar en una sociedad determinada y consigo habitantes, de los cuales 39,780 caen en ran-
mismo, los jóvenes comprenden esta situa- go de edad mencionada arriba, lo que repre-
ción, pero también perciben la necesidad de senta el 5.61% de la población. De estos,
construirse así mismos En ese sentido, la 47.58% son hombres y 52.15% son mujeres.
adopción de la regla social como pauta de La población ubicada en el nivel de prepara-
comportamiento implica, principalmente toria y/o Bachillerato –nivel escolar que nos
para los jóvenes, la represión de sus emocio- ocupa– en el municipio es de 14,861 lo que
nes justificada en el uso de la razón. representa el 37.36% de la población en el
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2 INEGI.(2000) Contar 2000. Sistema para la consulta de tabulados y base de datos de la muestra.
3 INEGI, Gobierno del estado de Veracruz y H. Ayuntamiento de Xalapa. Xalapa. Estado de Veracruz. Cuaderno
Estadístico Municipal. Edición 1993.
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Para el caso de la homosexualidad, su opi- chica, es suficiente con que las condiciones se
nión es en el sentido de que cada quien es libre den, para entrar en esta nueva actividad.
de decidir lo que quiera, los hombres pugnan
porque de alguna manera se aliente su prácti- A diferencia de los resultados obtenidos
ca, por el contrario las mujeres en un buen por- en la Encuesta Nacional de la juventud, 2000,
centaje no opinan, y finalmente ambos, con un estos jóvenes iniciaron su vida sexual, en pro-
porcentaje similar las califican de inmorales, medio, a los 15 años, tres años antes que la
coinciden en el juicio moral de los hechos. La media nacional, en el caso que nos ocupa,
opción sexual de compañeros y amigos parece estos representan el 40% de la muestra.
no preocuparlos, en todo caso puede estar ex- La actividad sexual, tiene distintos signifi-
presando un actitud de respeto, el mismo que cados para hombres y mujeres. Mientras las
exigen para si mismos. Por otro lado, puede chicas depositan en el sentimiento su decisión
obedecer a una actitud de “déjennos ser”, sin de tener relaciones, los hombres las conciben
mayor cuestionamiento, en todo caso, su opi- como parte de su experiencia de “conocer el
nión expresa una actitud de mayor tolerancia mundo”. Es de suponerse que tales significa-
que las de los adultos, no escapa, sin embargo, dos conllevan construcciones distintas respec-
al juicio moral de un buen porcentaje, cuya ac- to de un mismo hecho, por un lado el roman-
titud es de intolerancia y crítica, que prejuzga ticismo –cultivar y vivir el sentimiento para
la actuación de los otros. si– y por el otro la experimentación –reforzar
Las discrepancias en la significación se ex- su hombría y habilidad, para mostrase ante
presan de igual manera cuando se les cues- los demás– de ahí que la sexualidad se viva
tiona el porque no tener relaciones sexuales, de manera distinta; las mujeres, en su mayo-
las mujeres están preocupadas por conservar ría, sostienen relaciones con sus novios o pa-
su virginidad, dato que concuerda con el na- rejas permanentes y los hombres reportan mas
cional, lo que muestra una actitud conserva- encuentros ocasionales, ellos tienen su espa-
dora (Ponce, 2001) con respecto al valor de cio para la práctica sexual y ellas, al parecer,
la virginidad, pese a que el discurso de los son invitadas a distintos lugares.
adultos sea liberal, y a que los propios ado- En caso de un embarazo no deseado, la
lescentes muestren un comportamiento de respuesta es contundente, especialmente en
tolerancia hacia quienes trasgreden las nor- el caso de las mujeres, haciendo mas clara una
mas. El temor a las consecuencias es otra de contradicción –al menos en apariencia– ya que
sus razones, y ciertamente ellas, piensan (al ellas (casi la mitad) no hablan de sexualidad
menos el 15%) que el riesgo de un embarazo con nadie, pero ante un problema de esta
temprano esta presente, sin embargo, usan magnitud, su primera intención es acudir a
menos los anticonceptivos, tal vez –como sus familiares Como ya se decía antes, sus
dice Tolbert (1998)–, las adolescentes prefie- padres son su principal fuente de apoyo, pero
ren arriesgarse a sufrir las consecuencias de es predecible la situación de confrontación que
sus actos antes que hacer publico que llevan esto representa; poca comunicación, una acti-
una sexual activa. vidad realizada de manera clandestina, padres
La respuesta de los hombres es concisa, tan conservadores, entre otros son los factores que
solo no han tenido la oportunidad, lo que rodean la acción de comunicar a los padres
muestra su actitud valorativa de las relacio- un embarazo prematuro.
nes sexuales, son capaces de separar sexo de Con respecto a los temas de interés, tal vez
sentimiento, después de todo el cuerpo tiene por las características del cuestionario cuyo
sus necesidades (Ardila, 1998), y por lo tanto contenido incluye aspectos biológicos prin-
no hay necesidad de sentirse atraído por una cipalmente, los jóvenes manifiestan un des-
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interés hacia este tema, si bien no expreso, si pasajera, que refiere a la búsqueda de sus
es indirecto porque eligen otro tipo de temas intereses y la definición de su personalidad,
para se tratados, como lo son, las relaciones de ahí la importancia de tomar en cuenta su
hombre/mujer y los valores éticos que les estado de ánimo, sus intereses y sus capaci-
subyacen, es decir se trata de entender la dades para el diseño y desarrollo de progra-
sexualidad. Esto es de suma importancia mas de educación de la sexualidad.
para programar actividades de atención a su
salud sexual, ya que el tema del desarrollo Bibliografía
biológico parece agotado. Es interesante ha-
cer notar que este interés pueda estar expre- COESPO. Consejo Nacional de Población.
sando una preocupación de fondo que tiene (1982). La educación de la Sexualidad Hu-
que ver con la formación de sus propios va- mana. Colección la educación de la Sexuali-
lores y principios, los que han regir su ma- dad Humana. Educación y Sexualidad. Vol.
nera de comportarse en sociedad, no olvide- 4. México.
mos que se trata de adolescentes.
Ardila, R. (1998) El problema mente cuerpo:
Los resultados muestran que la tendencia implicaciones para la psicología de la sa-
a una educación diferenciada existen, que los lud. Rev. Psicología Contemporánea. Edit.
hombres y las mujeres pueden compartir opi- El Manual Moderno. México. 5(2): 4–9
niones, juicios pero en su hacer y ser son dife-
Arriola, A. (2001) Identidad y racismo en este
rentes y al mismo tiempo complementarios,
fin de siglo. Edit. FLACSO–
la habilidad masculina de separar sus deseos
MAGNATERRA. Guatemala.
de sus sentimientos parece una constante, en
cambio en las mujeres se da, con fuerza el con- D´ Castro, E. (1999). Límites de la subjetividad.
servadurismo respecto de la virginidad. Va- Edit Fontamara. México.
lores que finalmente son apoyados, sosteni-
dos y reclamados pos la sociedad, cuya Monroy, A; Morales, M. (1990) Salud, Sexua-
influencia y determinación es innegable. lidad y Adolescencia. Edit. Pax México
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