Sei sulla pagina 1di 25

el objetivo que los ejercicios trataban de cubrir. Me dije a seguro, pero en realidad no le ocurría nada en el escenario.

raí mismo: "Eso es lo que verdaderamente importa." Conozco Antes de venir a mí, había trabajado con prácticamente todo
a muchos actores que desarrollan un sentido de concentración, el mundo en este negocio. Durante aquellos dos años su tra-
y, sin embargo, el público nunca capta el sentido de "ir hacia bajo era seguro y sencillo, pero siempre mental, siempre pre-
donde están". Esos actores siempre salen para unirse al pú- ciso. Era un billete de banco que parecía auténtico. Su reali-
blico. dad era como si estuviera escondida bajo un velo.
Esta es la diferencia primordial entre dos tipos de actua- Le pedí a esa chica que representase un momento priva-
ción. Uno sale a nuestro encuentro, y se nota y afecta y se do. Lo primero que ocurrió fue íntimo y revelau'u;. J l i z u cosas
demuestra. El otro exige que vayáis donde va; aun cuando no que a las chicas no les gusta descubrir. Se depilo y cusas por
os guste y os resistáis por lo que se está haciendo, esa clase el estilo. Era privado, no demasiado personal, pn 1 i sufi-
de actuación os llevará donde vaya. Como resultado no sólo ciente como para que fuese una clase de compórtame ato del
experimentaréis alegría y placer, sino también las cosas que que normalmente no se habla o se ve en escena. Empezó a
el personaje está experimentando. ocurrirle algo muy bueno. Vimos un aspecto suyo totalmente
Aunque tenemos muchos ejercicios de Stanislavski, no pue- diferente a lo que había aportado anteriormente, y dijimos:
do recordar ninguno que tratase directamente de esta necesi- "Continúa. Piensa en ello."
dad de ser íntimo en público. Así es que me pregunté: "¿Que Un día ella entró y dijo que tenía otro momento privado,
pasaría si yo pidiese a esos actores que hicieran algo que pero que no sabía sí podía hacerlo. Le dije: "Está bien." Trajo
hacen en la vida real, pero que incluso en la vida es tan pri- un fonógrafo y un disco turco que había usado una vez en un
vado que, aunque lo hacen y es auténtico, cuando alguien entre, ejercicio. Se quedó un momento sola, acostada en su habita-
tienen que dejar de hacerlo? Se trata de personas que incluso ción, porque sólo hace esto cuando está sola y en un estado
en la realidad pueden ser íntimos sólo en privado. ¿Qué pa- de ánimo en el que todos estamos a veces. Entonces puso el
saría?" disco de música turca y empezó a bailar. Nunca veréis un
Comenzamos a hacerlo como un ejercicio y sucedieron dos abandono como el que esta chica tenía en eí escenario. Era
cosas: el ejercicio produjo resultados maravillosos en la fe un tipo de baile que yo llamo cargado de electricidad; era ex-
del actor en lo que estaba haciendo, y le condujo a una libe- citante, emocionante y chocante en el sentido de que uno no
ración de su emoción y a un grado de energía teatral que yo lo imaginaba en aquella chica. Simplemente no me había pa-
no había visto antes en estos actores precisamente. De alguna recido ese tipo de chica.
manera, esos objetos del ejercicio, inspirados como estaban Sirvió como tónico. Desde entonces su trabajo cambió.
en la peculiar intimidad del individuo, eran lo suficientemente Hubo una auténtica ruptura en la continuidad de su actua-
fuertes como para provocar esta clase de concentración. Al ción. De hecho, su voz empezó a cambiar, apareciendo en ella
mismo tiempo, la naturaleza improvisada del ejercicio les de- muchas más tonalidades. Empezó a pensar de verdad en es-
jaba libres de continuar con lo que estaban impelidos a hacer. cena y este pensamiento se fue apoderando de ella. Nosotros
Descubrimos un aspecto adicional que yo no había previsto la animábamos a escoger escenas en las que pudiera hacer algo
antes. En la vida la gente hace cosas en una escala de expre- parecido a ese momento privado, y comenzamos a recibir a
sión más amplia y vivida de la que se permitiría usar en el cambio una tranquilidad y una reacción completas. Finalmen-
teatro, incluso en el momento de una buena actuación. Aque- te, en una escena ella continuaba y continuaba hasta que
llos que estaban inhibidos al moverse en el escenario hacían —¡paff!— estalló como en el ejercicio del momento privado.
ejercicios de momento privado en los que se comportaban con Así que no fue posible oponernos a los hábitos inculcados
un abandono sorprendente. Una chica había trabajado con- hacía mucho tiempo de no expresar tan completamente como
migo durante dos años. Había hecho un progreso lento pero podía, lo que en realidad estaba sintiendo.
92

Potrebbero piacerti anche