Sei sulla pagina 1di 120

D ELITO :

INTEGRANTES:
- CABRERA DÍAZ GERALDINE
- CORONEL LLAMO KEYLA
- NICOLÁS BARRIOS ALONDRA
- PADILLA GARCÍA YESENIA
- PASTOR OLIVA LUCILA
- PRADO ALARCÓN OLENKA
- YAMPUFE ESPINOZA RAQUEL

DOCENTE:
DRA. MARY COLINA MORENO

LAMBAYEQUE, 2015
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………………………………................. 4

CAPÍTULO I………………………………………………………………………………………………………………….. 5

NOCIONES GENERALES DE PARRICIDIO…………………………………………………………………………… 5

I. DEFINICIÓN………………………………………………………………………………………………………………….. 7

II. CARACTERÍSTICAS……………………………………………………………………………………………………….. 8

III. ELEMENTOS……………………………………………………………………………………………………………….. 8

IV. CAUSAS……………………………………………………………………………………………………………………… 10

V. ANTECEDENTES HISTÓRICOS………………………………………………………………………………………. 11

VI. REFERENCIAS AL PARRICIDIO……………………………………………………………………………………… 14

CAPÍTULO II…………………………………………………………………………………………………………………. 16

EN LA MENTE DE UN PARRICIDA……………………………………………………………………………………… 16

I. CARACTERÍSTICAS PSIQUIÁTRICAS DEL PARRICIDA………………………………………………………. 17

II. VIOLENCIA DE LOS HIJOS HACIA SUS PADRES……………………………………………………………… 18

III. PERFIL DE UN PARRICIDA…………………………………………………………………………………………… 19

FORMAS DE CRIANZA………………………………………………………………………………………………… 20

CASOS EN AUMENTO………………………………………………………………………………………………… 21

CLAVES PARA DETECTAR A UN PARRICIDA………………………………………………………............ 22

LA PERICIA PSIQUIÁTRICA………………………………………………………………………………………….. 25

TEST DE RORSCHACH…………………………………………………………………………………………………. 27

CAPÍTULO III………………………………………………………………………………………………………………… 31

LEGISLACIÓN PERUANA……………………………………………………………………………………................ 31

I. LEY Nº 29819……………………………………………………………………………………………………………….. 33

2
II. EL PARRICIDIO EN LA CASUÍSTICA JUDICIAL PERUANA……………………………….................. 33

a) ANÁLISIS DEL CASO: PANORAMA GENERAL…………………………………….................... 33


b) ANÁLISIS DEL CASO DESDE LA PERSPECTIVA DOCTRINARIA DELITOS
CONTRA LA VIDA, EL CUERPO Y LA SALUD………………………………………………………… 38
c) DE LA CULPABILIDAD……………………………………………………………………………………….. 43
d) LA PSICOSIS Y SU INCIDENCIA EN EL DERECHO…………………………………………………. 47

CAPÍTULO IV…………………………………………………………………………………………………………….... 51
LEGISLACIÓN COMPARADA DE PARRICIDIO……………………………………………………………………. 51
MODELOS DE REGULACIÓN DEL DELITO DE PARRICIDIO………………………………………………… 52
ESPAÑA……………………………………………………………………………………………………………….. 56
URUGUAY…………………………………………………………………………………………………………….. 61
ARGENTINA………………………………………………………………………………………………………….. 62
VENEZUELA………………………………………………………………………………………………………….. 65
CHILE……………………………………………………………………………………………………………………. 66
MODIFICACIONES DE LA NORMA…………………………………………………………………………………… 82

CAPÍTULO V……………………………………………………………………………………………………………….. 96
CASOS EMBLEMÁTICOS DE PARRICIDIO…………………………………………………………………………. 96
CRIMEN EN LA MOLINA CASO STEPHANIE………………………………………………………………. 97
GIULIANA LLAMOJA HILARES (LA POETISA)…………………………………………………………… 100
ELIZABETH ESPINO VÁSQUEZ………………………………………………………………………………….. 103
MARCO ARENAS CASTILLO…………………………………………………………………………………….. 107

CAPÍTULO VI………………………………………………………………………………………………………………. 111


POLÍTICA CRIMINAL DE PARRICIDIO……………………………………………………………………………… 111

I. PENA O MEDIDA DE SEGURIDAD ………………………………………………………………. 111


II. RIGUROSIDAD EN LAS PENAS…………………………………………………………………….. 114

CONCLUSIONES………………………………………………………………………………………………………….. 115

BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………………………………………………. 116

LINKOGRAFÍA…………………………………………………………………………………………………………….. 117

ANEXOS…………………………………………………………………………………………………………………...... 118

3
INTRODUCCIÓN

El parricidio es visto como un problema que aqueja la vida real, por esta
razón es que trataremos de explicar mediante el análisis qué es parricidio,
el cual ya ha sido definido como una variante rara de asesinato y
violencia intrafamiliar. Según las estadísticas de homicidios en el Perú, se
estima que los parricidios representan un 3 a 5%, pero los casos van en
aumento y las madres son las principales víctimas, esta es la causa que
nos mueve a investigar sobre este problema.

Sin embargo el parricidio no es un delito novedoso, debido a que este


hunde sus raíces en los albores de la humanidad, siendo incluso
considerado “el crimen antiguo por antonomasia”. Por tanto, del
desprecio que despierta dar muerte al padre se ocupan ya las primeras
legislaciones de Babilonia, Egipto, China y Grecia; aunque fue en Roma
donde alcanzó una particular trascendencia. De igual forma,
históricamente, el parricidio se considera de mayor gravedad que el
homicidio al momento de condenarlo penalmente.

Actualmente la ley peruana ha establecido que el que mata, a


sabiendas, a su ascendiente, descendiente, natural o adoptivo, o a su
cónyuge o concubino, será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de quince años. Pero no solamente trataremos de lo que dice la
legislación peruana, sino que también nos ocuparemos de la legislación
comparada, en este apartado se recogerá parte del articulado referente
al delito estudiado, aquello que nos permitirá tener una visión
relativamente amplia del tipo penal.

LAS INTEGRANTES

4
CAPÍTULO I
NOCIONES GENERALES DE
PARRICIDIO

P
or parricidio entendemos, de manera habitual, el acto de asesinar
al padre o a la madre; este acto es considerado uno de los
crímenes cuya violencia no es característica del resto, por esto la
tradición lo llama “crimen increíble” porque atenta contra aquel del cual
se supone el lazo primero y el más privilegiado de las relaciones humanas.
Matar al padre o a la madre tiene una connotación diferente al resto de
los crímenes porque implica matar el ordenamiento de la sociedad; si
este límite social primario se rompe la sociedad quedaría vulnerable a un
probable desencadenamiento de crímenes sin límites. La sociedad
peruana en los últimos años ha dado muestra de muchos casos del
referido “crimen increíble”.

María Rosa Castillo, una próspera empresaria panadera, fue asesinada por
su hijo Marco Arenas en complicidad con su novia Fernanda Lora Paz.

5
Sin embargo el parricidio es un ART. 107º: PARRICIDIO
concepto más amplio pues abarca
El que, a sabiendas, mata a su
también aparte de la muerte de ascendiente, descendiente, natural
ascendientes, la de descendientes y la o adoptivo, o a una persona con
quien sostiene o haya sostenido
del cónyuge o conviviente. Siendo esto
una relación conyugal, de
tipificado en el art. 107° del Código convivencia o sentimental, será
Penal con una pena no menor de reprimido con pena privativa de
libertad no menor de quince años.
quince años. En la actualidad, el
vínculo sanguíneo se considera como La pena privativa de libertad será
no menor de veinticinco años,
un agravante a la hora de juzgar un
cuando concurran cualquiera de las
crimen. Los parricidas, por lo tanto, circunstancias agravantes previstas
reciben una pena generalmente en los numerales 1, 2, 3 y 4 del
artículo 108.
mayor que en otros tipos de asesinatos.

El parricidio, es visto desde los diferentes ángulos de la sociedad, como


una aberración a la vida. El no poder distinguir que se comete un delito
en contra de uno mismo al dar fin a la existencia de alguien que tiene
nuestra propia sangre o que de algún modo u otro comparte lazos
sentimentales es algo que aun en nuestros días, y que con la mentalidad
que tenemos, sea fácil de concebir. De todos los delitos es el que más
común podemos ver.

No obstante, definir al parricidio,


no es tan fácil, adentrarse en el
criminal y detectar que pasaba
por su mente al momento de
cometer el delito es aún más, sin
embargo debemos de hacerlo,
no para justificar sino para poder
definir el problema que tanto
afecta a la sociedad

6
I. DEFINICIÓN

SEGÚN EL DICCIONARIO JURÍDICO El origen etimológico de la palabra


DE CABANELLAS, EL PARRICIDIO ES: parricidio ha sido motivo de debates y

Estrictamente, la muerte criminal discusiones, Parricidio, proviene del


dada al padre. Por extensión, latín “pare” que puede significar, par o
muerte punible de algún íntimo
pariente, por lo que se le definió como
pariente, y que comprende estas
especies: a) el matricidio, o muerte dar muerte a un pariente cercano, sin
dada a la madre, b) el filicidio, embargo su correcta etimología sería
privación delictiva de la vida del hijo
“parens” que significa padres y
o hija, c) sin denominaciones
especiales, la muerte inexcusable “cidium”, que significa matar, lo que
de los abuelos y de los nietos y define a esta palabra como la muerte
ulterior descendencia; d) el
de los padres por el hijo.
homicidio de cualquier pariente por
afinidad en línea recta; e) el
El término parricida, fue usado por vez
conyugicidio, con la variedad de
uxoricidio si la muerte es dada por primera en una ley atribuida a Numa
el marido a la mujer, f) el fratricidio, Pompilio, todo parece indicar que la
o muerte violenta dada a hermano voz se utilizó con el sentido que
o hermana, aun cuando esta forma
actualmente tiene, encargándose de
de parricidio se haya borrado de las
legislaciones actuales; g) el designar estrictamente la muerte de
homicidio de cualquier otro los parientes desde la Ley de las XII
pariente, incluso sobrino o tío, en
tablas.
un concepto por demás severo de la
familia.
El parricidio es un delito cometido por
el que mata a su ascendiente o descendiente, directos o colaterales o a
su cónyuge según algunas definiciones, pero estrictamente hablando es
la muerte dada por un hijo a su padre o a su madre, aunque en esta
última acepción el delito se tipifica como matricidio.

Por tanto, se concluye que el parricidio es un tipo particular de homicidio


individualizado por la relación de parentesco entre el sujeto pasivo y el
activo del hecho.

7
II. CARACTERÍSTICAS
§ La producción de la muerte de un ascendiente, descendiente,
cónyuge o persona que viva maridablemente.
§ El dolo de muerte está limitado únicamente a una persona o sujeto
activo.
§ La relación del sujeto activo con el pasivo de la ascendencia o
descendencia dentro de los grados de parentesco que establece la
ley.
§ La existencia de agravantes en la realización del hecho delictivo.

III. ELEMENTOS
Para desarrollar este tema es necesario establecer que los elementos son
los mismos que se enumeran en el homicidio simple es decir los siguientes:

§ El supuesto lógico o básico, como es la previa existencia de la vida


humana.
§ El elemento material, que es el hecho de dar muerte, o sea, la
supresión de la vida, pero que se agrava por el vínculo de
ascendencia o descendencia que existe entre el sujeto activo y el
sujeto pasivo.
§ El elemento interno, es el conocimiento por el sujeto activo de la
relación que le une con el sujeto pasivo, como ascendiente,
descendiente, marido o mujer o conviviente, se requiere siempre un
actuar doloso y al dolo aquí se le denomina dolo duplicado por la
razón de que se requiere privar de la vida no a un hombre cualquiera
sino a una persona con quien se tiene un nexo.

A parte de los elementos antes referidos podemos citar la naturaleza


jurídica del parricidio, además de que objetivamente se consuma la
muerte de un ascendiente, es requisito que el autor conozca esa relación
en el momento del hecho y con referencia a la persona que mata, en

8
consecuencia, no existe parricidio cuando el autor no entendía matar a
un pariente, sea porque dirigía su acción contra quien no lo era o porque
sabía o creía que no era pariente, para que exista parricidio es, necesaria
la coincidencia objetiva y subjetiva de la agravación.

Entonces para que exista este delito, basta la muerte (el homicidio simple)
de alguna de las personas mencionadas en el texto legal y que el agresor
tenga de conocimiento que mata a un pariente; no es necesario la
concurrencia de premeditación ni de cualquiera de las otras
circunstancias que califican el homicidio, si concurriere alguna de ellas
sería apreciada y produciría los efectos de una agravante.

El parricidio, como el homicidio, no solo se ejecuta por actos positivos,


sino también por omisión. El delito existe aun cuando la muerte no
sobrevenga inmediatamente, la mayor o menor duración de las lesiones
no altera el carácter del delito si al fin se produce la muerte.

Hay parricidio en la muerte dada por el hijo al padre o madre naturales,


cuando lo hayan reconocido, pero no hay parricidio si la filiación no está
legalmente probada.

De esto se deducen dos consecuencias:

§ Que en las hipótesis de error in persona y de aberriato in ictu no


puede hablarse de parricidio, sino de asesinato o simple homicidio.
§ Que el crimen es independiente de toda circunstancia agravante.
La premeditación, por ejemplo, o la alevosía no modifican
esencialmente el parricidio. Por otro lado, trataremos lo del
ensañamiento, que no es otra situación que el hecho de que el
delincuente haya prolongado deliberantemente los
padecimientos de la víctima, satisfaciendo con ello una tendencia
sádica, para afirmar su existencia no es suficiente el hecho de que
se haya inferido un número considerable de heridas como medio
de ejecución del homicidio, el exceso cruel debe estar
representado como un fin específico y autónomo.

9
Por eso es que los clásicos destacan el hecho de que no baste la
comprobación exterior de la existencia de un fin específicamente
orientado hacia la producción de sufrimientos, el ensañamiento,
además de un hecho físico, es un hecho psíquico, en general, la
agravación del parricidio por el ensañamiento se produce cuando
además de existir en el agente una voluntad clara tendiente a causar
la muerte, existe en él; el propósito de causarla de determinada
manera, que aumenta el mal y el sufrimiento de la víctima, y en esa
forma ejecuta el hecho.

IV. CAUSAS
Las causas por las que principalmente el infractor atenta contra la
vida de la víctima son:
§ Sufren de patologías mentales.
§ La víctima agrede física y verbalmente al infractor.
§ El infractor tiene problemas en la personalidad.
§ El infractor tiene mucho odio reprimido hacia la víctima.
§ No recibió una buena educación moral y no manifiesta ningún tipo
de sentimiento hacia la víctima.
§ Efectos del entorno social (amistades, parejas, etc).

10
Según estudios, las madres son las principales víctimas, ello se debe a
que son ellas las que pasan más tiempo con el hijo y, por ende, son las
que les han trasmitido los principios y normas, “de los que quieren
liberarse”.

V. ANTECEDENTES HISTÓRICOS
El parricidio hunde sus raíces en los albores de la humanidad, siendo
incluso considerado “el crimen antiguo por antonomasia”. Del desprecio
que despierta dar muerte al padre se ocupan ya las primeras
legislaciones de Babilonia, Egipto, China y Grecia; aunque fue en Roma
donde alcanzó una particular trascendencia cultural y más brutal
conminación.

GRECIA

En Grecia la manifestación fundamental de parricidio es la obra “Edipo


Rey” escrita por Sófocles, en esta pieza literaria, él retracta lo que para la
antigua Grecia sería el crimen más aberrante.

EDIPO REY
Obra de Teatro escrita por Sófocles que narra la
historia de Edipo, un desventurado príncipe de
Tebas, hijo de Layo y Yocasta. Poco antes de que
Layo y Yocasta se casaran el oráculo de Delfos les
advirtió de que el hijo que tuvieran llegaría a ser
asesino de su padre y esposo de su madre. Layo
tuvo miedo, y en cuanto nació Edipo, encargó a
uno de sus súbditos que matara al niño, pero
dicha persona no cumplió con la orden de matar
a Edipo, lo cual finalmente genera que este
fortuitamente cumpla el oráculo.

11
ROMA
En el primitivo derecho romano
parecía haber servido para calificar
todo tipo de homicidio, sin embargo
desde la ley de las XII Tablas el
alcance de la expresión se
circunscribió para designar
estrictamente la muerte de los
parientes. En la Ley de Pompeya, se
amplió su comprensión, siendo luego
limitada por Constantino al homicidio
de descendientes.

El parricidio fue siempre, considerado un delito excepcional. De ello son


clara prueba las penas que se aplicaran a sus autores en la antigüedad;
siendo del caso asimismo citar la opinión de Solón al respecto, quien se
negó a no atribuir penas en Atenas para los parricidas, en razón de que
no creían que hubiera personas tan perversas que osasen romper los
vínculos sagrados de la naturaleza.

En Roma, antes de la Lex Pompeia de


parricidio, la penalidad era la famosa
del culleum. Aquella ley deroga esta
penalidad, sustituyéndola por
destierro, aunque amplió el contenido
de la palabra parricidio. Al restablecer
Augusto el culleum, Adriano manda
que en el saco se introduzca un mono,
un perro, un gallo y una serpiente,
animales tenidos por parricidas, para
que, según la expresión de Justiniano,
careciese de la vista del cielo antes de
morir y de la tierra después de muerto.

12
OTRAS CIVILIZACIONES
Entre los persas, los tribunales declaraban adulterino al hijo que mataba
a su padre; se trataba de evitar que el pueblo se enterara y por el
contrario se persuadía al mismo mediante esta práctica, de que era
imposible que una persona, aun de las más depravadas, pudiera dar
muerte a su padre.

En Egipto, al parricida, después de torturarle con pequeñas cañas


puntiagudas, se le cortaban pedazos de carne, y colocado sobre haces
de espinos se le quemaba a fuego lento.

13
VI. REFERENCIAS AL PARRICIDIO
§ En Literatura
A lo largo de la Historia de la
Literatura, este aberrante tema se
ha tocado en varias ocasiones,
encontrándose entre las más
conocidas la ya anteriormente
mencionada obra de teatro de
Sófocles, “Edipo”. No se queda atrás
el premio nobel de Literatura,
Camilo José Cela, con su obra “La
familia de Pascual Duarte”, donde
refleja de manera truculenta y
sórdida, el parricidio cometido por
Pascual quien ya cansado de las
tragedias vividas no ve más solución que la muerte de su madre.

Así también, la obra “Los hermanos


Karamazov”, considerada como una
de las grandes obras maestras de la
literatura universal, constituye la
expresión artística más poderosa de
la habilidad de Dostoievski para
traducir a palabras sus análisis
psicológicos y sus puntos de vista
filosóficos. Su argumento, el de una
historia de misterio sobre un
asesinato, se adentra en el terreno
del parricidio y de las tensiones
familiares.

14
§ En Psicología

El parricidio fue situado por Sigmund


Freud como el delito capital, como lo
que dio inicio a la actual organización
social. Él supuso, basado en teorías
darwinianas, que en el origen de
nuestra cultura, existían hordas en las
cuales un padre violento y celoso
gobernaba y se reservaba a todas las
mujeres para sí. Los hijos varones eran
expulsados del clan una vez crecían, y
aquel padre dominante era envidiado
y temido por éstos. Freud advierte que
este estado primordial de la sociedad
no ha sido observado en ningún lugar, pero él elabora este mito -el último
gran mito moderno- sobre el estado original de la sociedad humana.

EL ÚLTIMO GRAN MITO MODERNO

Los hermanos de la horda odiaban al padre; él


constituía un obstáculo para la satisfacción de sus
deseos sexuales y de poder. Arrojados del clan,
deciden unirse para asesinarlo y devorarlo -lo cual
era algo natural entre tribus caníbales-. Logran así
lo que cada uno deseaba: ocupar el lugar del
padre y quedarse con sus mujeres, poniendo fin a
la horda paterna.
Como también amaban y admiraban al padre, tras
su asesinato se abrió paso una serie de
sentimientos que delataban un arrepentimiento
por lo hecho, naciendo de este modo la conciencia
de culpa. El padre muerto se volvió más fuerte de
lo que era en vida y lo que él prohibía fue acatado
por todos los hermanos por tanto ellos declararon
prohibido el parricidio.

15
CAPÍTULO II
EN LA MENTE DE UN PARRICIDA

E
l parricidio es un problema social, un delito, que lentamente ha
ido tomando posición hasta nuestros días, ocasionado por
diversos factores. Entre los factores más comunes tenemos el
económico, pues la generación actual se va degenerando y considera
como primordial el dinero para poder obtener felicidad, acostumbrado
a obtenerlo fácilmente y al ser negado se generan los rencores, el odio,
el deseo de venganza por no habérsele dado; otro factor resaltante es la
diferencia de género que hasta la actualidad a pesar de las campañas
realizadas para erradicarla subsiste en donde es la madre quien impone
autoridad y el padre sin intenciones la desautoriza. Para poder acabar
con este problema es necesario actuar con la población desde su niñez
para plantear en ellos valores suficientes y necesarios para combatir este
caos, y con respecto a las sanciones establecidas en el código Penal
peruano, estas deberían ser más drásticas para aquellos que de forma
consciente lo realicen, pues es un acto macabro el darle muerte a su
progenitor y en muchos casos es realizado con perversidad (agravantes)
con la ayuda de terceros con un determinado fin.

16
I.CARACTERÍSTICAS PSIQUIÁTRICAS DEL
PARRICIDA
Según la literatura internacional se han encontrado ciertas características
comunes entre los parricidas, dependiendo de la situación específica en
que el delito se comete, como la edad, sexo del victimario, y el tipo de
víctima. Al mezclar los distintos factores antes mencionados se configuran
diferentes perfiles probables de parricidas.

Una de las grandes diferencias que se realizan al hacer las descripciones


de perfiles parricidas, tiene relación con el género del agresor, según los
estudios, la gran mayoría de los parricidas son varones, observándose
tasas de hasta un 92%, con una razón de 6 a 1 entre Hombres y Mujeres.

En la investigación realizada por Marleau, Millaud y Auclair se observa,


que la mayoría de los parricidios son cometidos por varones adultos, en
una situación en que hay una víctima y un victimario. Estos sujetos en su
mayoría serían solteros, desempleados y vivirían con sus víctimas. Como
principales patologías psiquiátricas se encuentran: esquizofrenia
paranoide (56%), trastorno bipolar psicótico (13%), y trastorno
esquizoafectivo (8%). Además hasta un 45% tendría trastorno o rasgos de
personalidad narcisista. La mayoría de estos pacientes no estaba bajo
tratamiento al momento del crimen (más del 90%), ya sea porque ellos
mismos suspendían los fármacos o porque no habían sido diagnosticados.

Un segundo tipo de perfil parricida, correspondería a sujetos


adolescentes en tres posibles situaciones psicosociales: el niño
gravemente maltratado {severely abused child), el niño que tiene una
enfermedad mental grave, como psicosis o retardo mental (severely
mentally til child), y el niño peligrosamente antisocial (dangerously
antisocial child).

17
Dentro de los grupos anteriores, el más importante es el del niño
maltratado, quien comete parricidio en defensa propia, en el contexto
de una situación de abuso. En estos casos es más probable que los
adolescentes cometan el acto solos y en situaciones en que los padres
estén desprevenidos (durmiendo, sentados viendo televisión, etc).

II.VIOLENCIA DE LOS HIJOS HACIA SUS


PADRES
La violencia de los hijos
hacia sus padres a veces
es consecuencia de que
los primeros siendo niños y
jóvenes son
mayoritariamente
víctimas de malos tratos,
de tal manera que en
ocasiones actúan como
verdugos con sus
progenitores. Respecto a las Conductas que muestran los Menores
podemos agruparlas en varias categorías:

§ TIRÁNICAS: Son aquellas cuya finalidad es causar daño y/o molestia


permanente. Se utiliza la amenaza y/o agresión para dar respuesta a
un hedonismo (Tendencia a la búsqueda del placer y el bienestar en
todos los ámbitos de la vida) y nihilismo (Negación de toda creencia
o todo principio moral, religioso, político o social). Al posicionarse
como: "somos jóvenes", se produce la urgencia de algunos mal
llamados derechos, de tal manera que culpabilizar y eludir
responsabilidades son uno de los mecanismos fundamentales.

18
§ DE UTILIZACIÓN: Se utiliza al Padre como un dador de dinero, dándose
el "Chantajear" y haciéndolo copartícipe de sus actos.

§ DE DESPEGO: En la que se transmite que profundamente no se les


quiere. En los últimos años, en los juzgados y Fiscalía de Menores hemos
constatado un preocupante aumento de las denuncias de menores
por malos tratos físicos (conllevan psíquicos y efectivos) a las figuras
parentales (casi exclusivamente a la madre). Dichas inculpaciones son
presentadas por vecinos, partes médicos de los hospitales y
puntualmente por la víctima.

III. PERFIL DE UN PARRICIDA:

Según el psicólogo JAVIER URRA PORTILLO el perfil de los parricidas se


puede detallar en:

§ HEDONISTAS-NIHILISTAS: Su principio es "primero yo y luego yo",


entienden que la obligación de los padres es alimentarles, lavarles
la ropa, dejarles vivir y subvencionarles todas sus necesidades o
mejor dicho demandas. El no cumplimiento de sus exigencias
supone el inicio de un altercado que acaba en agresión. Se
implican con grupo iguales de conductas "poco aconsejables". En
síntesis y literalmente hacen lo que quieren.
§ PATOLÓGICOS: Bien sea por una relación amor-odio, madre-hijo,
con equívocos. Otro determinante es la dependencia de la droga,
que impele al menor a robar en casa dinero para comprar
sustancias tóxicas.
§ CON VIOLENCIA APRENDIDA: Como aprendizaje desde la
observación, ya sea porque el padre (por ejemplo: alcohólico)
también pega a la madre; o como efecto "boomerang" por haber
sufrido con anterioridad el maltrato en su propio cuerpo, la
continencia pulsional de padres sin equilibrio, ni pautas educativas

19
coherentes y estables. Cuando su edad y físico lo permiten
"imponen su ley" como la han interiorizado.

Otras influencias que producen la conducta de un parricida son: Los


desajustes familiares, la "desaparición" del padre varón y los niveles
socioeconómicos.

Los parricidios que estremecieron la capital limeña evidencian las


carencias a nivel intrafamiliar, que es donde se forman los valores que
primarán durante toda la vida. “La familia ya no es un espacio de
socialización donde se refuerzan aspectos positivos o generan
satisfacciones afectivas para superar las frustraciones. Los padres han
renunciado a su labor educativa y la han tercerizado a los colegios. Solo
buscan ganarse el afecto del hijo otorgando satisfacciones materiales”,
opina Raúl Calderón, antropólogo y docente de la PUCP.

Así también lo entiende el psiquiatra forense del Instituto de Medicina


Legal, Moisés Ponce: “El principio de autoridad se ha perdido pues los
padres no saben cómo comunicarse e interrelacionarse con sus hijos”.

LAS FORMAS DE CRIANZA

Según los especialistas, el perfil disocial y psicopático del joven parricida


se gesta durante los primeros seis años de vida.

“Los trastornos disociales se manifiestan luego de los 6 años. A esa edad


la persona va desarrollando su conciencia moral, su capacidad para
distinguir lo correcto y lo incorrecto”, precisa Horacio Vargas, director
adjunto del Instituto Nacional de Salud Mental Hideyo Noguchi.

Antes de esa etapa, el niño se rige por lo que dicen sus padres. Sin
embargo, en la actualidad, hay una tendencia complaciente para criar
a los hijos, no se ponen límites. “Se refuerzan las conductas negativas
cuando estas no son corregidas. Por ejemplo, permitir que un niño patee

20
una puerta cuando no se le compra lo que él quiere”, advierte el
psiquiatra Freddy Vásquez.

Los estilos de crianza punitivo y permisivo facilitan que el niño no


desarrolle principios ni valores. “Se acostumbran a conseguir todo sin
mayor esfuerzo, creen que las personas deben estar a su disposición y
pierden el respeto por el otro”, agrega.

El análisis clínico de los adolescentes y jóvenes parricidas revela que el


75% de ellos tiene antecedentes del denominado trastorno negativista
desafiante (niños hostiles que tienden a realizar rabietas). “Estos cuadros
se configuran entre los 3 y 4 años y se agravan a los 6. Si no reciben
tratamiento, el 25% puede convertirse en un trastorno disocial”, señala
Vargas.

CASOS EN AUMENTO

Los casos de violencia filio-parental (agresión de hijos a padres) van en


aumento.

¿Pero por qué son las madres las principales víctimas? Ello se debe a que
son las madres las que pasan más tiempo con el hijo y, por ende, son las
que les han trasmitido los principios y normas, “de los que quieren
liberarse”.

Los expertos coinciden en que los homicidas saben lo que hace. No


podrán medir las consecuencias de sus actos, pero sí tienen plena
conciencia de lo que realizan y saben que matar es malo.

El psicólogo Manuel Saravia es otro especialista preocupado por este


problema. La República le consultó qué sucede con los hijos que asesinan
a sus padres sin remordimiento alguno. "Una persona no se convierte en
parricida de la noche a la mañana", aclara Saravia. "Sus distorsionadas
acciones se observan desde la infancia a través de las malas conductas
que muestran en el día a día", añade.

21
Ya de adolescentes, continúa Saravia, estos hijos son apasionados y
actúan de manera irracional, incluso, les dan poca importancia a los
padres. "Y al no tener empatía con ellos, lejos de dejarse corregir,
reaccionan de manera impulsiva y violenta", manifiesta el especialista. Es
así que ocurren después estos sonados crímenes en el país.

Según Saravia, los jóvenes parricidas conocidos muestran un trastorno en


la personalidad que se refleja en su frialdad. "Es lo que llamamos la
cosificación de la persona, porque ve a su madre como un objeto con el
que puede hacer lo que quiere", asegura.

CLAVES PARA DETECTAR A UN PARRICIDA:

Algunas pautas para identificar a alguien que puede convertirse en un


parricida tiende a:

§ FACETA INTERPERSONAL:
o Mienten patológicamente. Engañan sobre todo para
conseguir beneficios o justificar sus conductas.
o Se comportan manipuladoramente. Y, si son lo
suficientemente inteligentes, los demás no notarán estas
conductas psicopáticas.
§ FACETA AFECTIVA:
o No sienten remordimiento o culpa. Jamás se sienten en
deuda.
o Afectivamente son frívolos y superficiales. No conciben
emociones, aunque pueden simularlas llegado el caso.
o Les falta empatía. Son indiferentes. Y hasta pueden
manifestar crueldad.
o Tienen una incapacidad patológica para asumir su
responsabilidad en los hechos. No aceptan sus errores. Por
ello raramente solicitan una asistencia psicológica, ya que
para ellos el problema siempre lo tienen los otros.

22
§ FACETA ESTILO DE VIDA:
o Necesitan constantemente estímulos. Caen con facilidad en
el aburrimiento.
o Les gusta un estilo de vida parasitario.
o Actúan descontroladamente.
o Carecen de metas realistas a largo plazo. Viven como
nómadas, sin dirección.
o Se comportan impulsivamente. Con recurrentes actos no
premeditados. Sumada una falta de reflexión sobre las
consecuencias de sus acciones.
o Son irresponsables.
§ FACETA ANTISOCIAL:
o Muestran problemas de conducta desde la niñez.
o Padecieron la revocación de su libertad condicional.
o Cuentan con versatilidad para la acción criminal. Tienen
predilección por las estafas y los delitos que requieran de la
manipulación del otro.

Por otra parte, a nivel causal el estudio de la Doctora. Julia Mitrevski del
Programa de Leyes y Psiquiatría de la Universidad de California divide a
los (hombres y mujeres) parricidas en parricidas psicóticos (los que sufren
enfermedad mental severa) y parricidas reactivos (los que no sufren
enfermedad mental severa y matan como una forma de reacción,
aunque el asesinato sea planificado). Respecto a eso tenemos que:

§ EL PARRICIDA PSICÓTICO:
o Tiene un historial de enfermedad psicótica crónica.
o Tiene delirios en relación a la víctima
o Tiene una relación de dependencia (usualmente por la
enfermedad) con la víctima.

23
§ EL PARRICIDA REACTIVO:
o No es psicótico
o Su asesinato es la respuesta a una grave disfunción familiar
o Tiene una relación de hostilidad-dependencia con la víctima
o Usualmente es adolescente.

Por su parte, los factores de riesgo para los parricidas reactivos son los
siguientes:

o Extremo abuso
o Aislamiento
o Vivir con la víctima una relación que tiende a resolver los
conflictos en términos de “ganar o perder”
o Presión para ayudar a los padres o a un pariente
o Ausencia de ayuda en una situación desesperada
o Presencia de armas en la casa
o Represión del enojo (esto hace que el agresor acumule
enojo), de su exteriorización.
o Abuso parental que no puede ser tolerado más y lleva a un
punto de quiebre.
o Odio crónico y prolongado hacia la víctima
o Capacidad de romper con el hogar parental y acarrear las
consecuencias del acto.

Por último, particularmente interesantes son ciertas características del


estadísticamente muy escaso matricida reactivo:

o La mayoría (de matricidas reactivos, no de matricidas en


general) son adolescentes.
o Han tratado de huir o anular cierta situación de conflicto con
la víctima pero no han podido.
o Han sido sexualmente provocados, humillados u oprimidos
por la víctima.

24
o El padre ha estado ausente o ha llevado una actitud de
pasividad ante el conflicto del agresor con la víctima.

LA PERICIA PSIQUIÁTRICA

Los casos de violencia familiar que se manifiestan en el parricidio han


vuelto a destacar la relevancia de las pericias psiquiátricas en este tipo
de delitos, en los que el acusado suele responder a un trastorno mental
comúnmente conocido como sociopatía o sicopatía.

Según la definición legal más admitida, un sociópata es una persona con


trastornos mentales que deja de lado las normas establecidas –sean de
índole legal, familiar o social-. No tienen, en consecuencia, ningún
problema en cometer actos graves con tal de conseguir lo que buscan,
a pesar de saber que están haciendo algo que puede perjudicar a
terceros. Generalmente actúan por impulso. Por ejemplo, los parricidas
por sociopatía suelen ser sujetos aislados de sus familias y, en general, no
tienen vínculos sentimentales con familiares ni amigos, a pesar de su
convivencia.

Por otro lado, el sicópata es una persona que se encarga de elaborar un


plan para conseguir lo que desea. Puede realizar varios actos previos,
como ganarse la confianza de su víctima y de su entorno, o elaborar un
plan alternativo. La intensidad de sus planes suele llevarlo a matar a su
víctima. Algo que los define es que el diseño y ejecución de sus planes
suele ser mucho más elaborado que el simple impulso.

En el caso de los parricidas que sufren de sicopatía, aprovechan la


confianza ganada para poder elaborar un plan que les permita obtener
un beneficio -como dinero-, disfrutan de los momentos en familia a pesar
que no producen ningún sentimiento afectivo, lo que les permite
proyectar el momento ideal para la consumación del parricidio.

Mientas que un parricida sociópata puede ser sometido a un tratamiento


médico-penitenciario que permita controlar su impulso homicida y

25
adecuar su conducta a parámetros normativos adecuados –sociales,
familiares, legales, etc.-; el grado de afectación mental del parricida
sicópata hace difícil que tenga algún tipo de cura en especial, porque
estos nunca la solicitan o la rechazan. A pesar que existen medicamentos
que permitan controlar su sicopatía, esta nunca podrá ser frenada.

Como puede apreciarse, determinar el posible trastorno mental es


importantísimo para poder evaluar el grado de responsabilidad penal
proveniente del comportamiento del parricida. Por estos motivos la
pericia siquiátrica es esencial para que un juez pueda determinar la pena
aplicable a un determinado parricida.

Un diagnóstico pericial tiene como objetivo fundamental establecer las


condiciones psicosomáticas del imputado. Quiere saber, a través de una
evaluación, si su inteligencia es capaz de distinguir entre lo bueno y lo
malo, y una vez determinado esto, si esa misma inteligencia es capaz de
elegir entre lo uno y lo otro.

Quiere saber, en definitiva, si el sujeto puede comprender lo que hace y


actúa según esa comprensión. Dicho de otro modo, al leer esa pericia, el
juez tendrá que determinar si el acusado es responsable “por no haberse
comportado de otro modo”.

Se entiende, por otro lado, que para la realización de esa evaluación, la


participación del propio acusado es imprescindible. El problema surge
cuando este decide no hacerlo, y calla. ¿Qué ocurre entonces, dónde
queda la pericia? ¿Puede el acusado no someterse a la misma?

El Tribunal Constitucional reconoce que “tanto el derecho a declarar


como el derecho a guardar silencio se fundamentan en la dignidad de
la persona y constituyen elementos del derecho a la presunción y del
debido proceso”. Es decir, sí, puede callar, pues forma parte de su
derecho a la defensa. Su alegación es el silencio.

26
La consecuencia, en términos del informe pericial, será que el médico
simplemente indicará que el acusado ha decidido no participar en la
evaluación, sin presentar ningún diagnóstico. A esta conclusión no se le
puede, por si acaso, asignar significado alguno, equivale a una actitud
neutra.

Es más, debe señalarse que una pericia psiquiátrica que se ha realizado


sin advertirle al acusado su derecho a permanecer en silencio podría
generar su nulidad, por haber afectado a un derecho de naturaleza
constitucional.

Otro de los grandes problemas referidos a las pericias psiquiátricas,


independientemente de su procedimiento, surge cuando definen la
inimputabilidad del procesado por enfermedad mental. Como medida
de seguridad, el juez deberá establecer la internación o el tratamiento
ambulatorio del evaluado. La carencia de establecimientos psiquiátricos
penitenciarios en el Perú hace que esta posibilidad pueda verse
seriamente limitada.

En efecto, según un análisis de las cifras aportadas por la Defensoría del


Pueblo, solo existen cinco centros especializados en enfermedades
mentales con servicio de hospitalización (tres de ellos en Lima, uno en
Loreto y otro en Piura). La hipótesis de que un juez, ante la orden de
internar a un acusado declarado inimputable, encuentre que no existe
un lugar donde internarlo no parece nada descabellada.

TEST DE RORSCHACH

El test de Rorschach es una técnica y método proyectivo de


psicodiagnóstico creado por Hermann Rorschach (1884-1922). Se publicó
por primera vez en 1921 y alcanzó una amplia difusión no sólo entre la
comunidad psicoanalítica sino en la comunidad en general.

27
El test se utiliza principalmente para evaluar la personalidad (es utilizado
por algunos psicólogos y psiquiatras para diagnosticar a un parricida).
Consiste en una serie de 10 láminas que presentan manchas de tinta, las
cuales se caracterizan por su ambigüedad y falta de estructuración. Las
imágenes tienen una simetría bilateral, que proviene de la forma en que
originalmente se construyeron: doblando una hoja de papel por la mitad,
con una mancha de tinta en medio. Al volver a desplegarlas, H.
Rorschach fue encontrando preceptos muy sugerentes que daban lugar,
por su carácter no figurativo, a múltiples respuestas. El psicólogo pide al
sujeto que diga qué podrían ser las imágenes que ve en las manchas,
como cuando uno identifica cosas en las nubes o en las brasas. A partir
de sus respuestas, el especialista puede establecer o contrastar hipótesis
acerca del funcionamiento psíquico de la persona examinada.

A continuación presentamos las 10 láminas del test de Rorschard con sus


interpretaciones más comunes.

§ Lámina 1: Las interpretaciones más


frecuentes son mariposa, polilla, murciélago.
Algunas interpretaciones raras pueden ser
máscara o cara de animal (lobo, fiera,..)
Puede sugerir trastornos relacionados con la
paranoia.

§ Lámina 2: La interpretación más frecuente es


ver dos figuras humanas. Se pueden ver
como payasos o enanos con turbante, etc.
Si en esta mancha no se detectan figuras
humanas puede indicar problemas de
relación con la gente.

28
§ Lámina 3: La interpretación más frecuente
son dos personas o dos camareros. Si en esta
figura no se ven figuras humanas, puede
significar que existen problemas para
relacionarse de los demás. Se suelen
identificar como figuras masculinas.

§ Lámina 4: La interpretación más frecuente es


la piel de un animal, o un animal de gran
tamaño. Si decimos que es un animal
atacando o un monstruo podemos estar
denotando cierta relación de miedo o
agresividad con el padre.

§ Lámina 5: La interpretación más frecuente es


murciélago, mariposa, polilla. Ver cabezas de
cocodrilo en los extremos puede indicar
hostilidad.

§ Lámina 6: La interpretación más frecuente es


animal oculto, piel, alfombra. Se pueden ver
otras cosas como vaginas, penes, etc. Pero es
mejor no comentarlo.

§ Lámina 7: La interpretación más frecuente son


cabezas humanas o caras. Refleja la relación
con la madre, así que es mejor no decir que
son brujas.

29
§ Lámina 8: La interpretación más frecuente es
ver dos pequeños animales en las manchas
rosas. También se puede ver como un diseño
heráldico, un árbol, etc. La respuesta más
corriente la relaciona con animales de cuatro
patas, y no verlo es una mala señal: ansiedad.

§ Lámina 9: La interpretación más frecuente es


ver en las zonas naranjas dos personas.
También se puede ver como humo (ojo, según
qué interpretadores verán paranoia en ella),
un mapa, una flor. Ver una vagina en el centro
indica algo malo.

§ Lámina 10: La interpretación más frecuente es


ver en la zona azul animalitos como cangrejos,
arañas. Si ve el humo de una pipa, tiene una
fijación oral. Ver testículos y penes es ansiedad
de castración.

30
CAPÍTULO III
LEGISLACIÓN PERUANA

ART. 107º CÓDIGO PENAL


El que, a sabiendas, mata a su
ascendiente, descendiente, natural o
adoptivo, o a una persona con quien
sostiene o haya sostenido una relación
conyugal, de convivencia o
sentimental, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de
quince años.
La pena privativa de libertad será no
menor de veinticinco años, cuando
concurran cualquiera de las
circunstancias agravantes previstas en
los numerales 1, 2, 3 y 4 del artículo
108.
FUNDAMENTO

En este delito el sujeto activo revela mayor peligrosidad, porque no sólo


viola y destruye el bien jurídico de la vida tutelado por la Ley, sino se
vulnera principios y sentimientos elementales con respeto y acatamiento
más próximo.

NATURALEZA JURÍDICA

Roy Freyre considera que el parricidio constituye para nuestra dogmática


un delito calificado de carácter objetivo, por lo que excluido el vínculo
de parentesco la conducta del agente se subsume en el tipo básico.

BIEN JURÍDICO PROTEGIDO

La vida, además de ella, también se protege las relaciones parentales


generadoras de confianza y afectos entre las personas y no la existencia
de simples vínculos jurídicos.

31
ELEMENTOS CONSTITUTIVOS O TIPO OBJETIVO

§ El art. 337 del C.C.: El parentesco sanguíneo se mueve en línea


recta. Descendientes; son los hijos, nietos, bisnietos, etc.,
ascendientes; los padres abuelos, abuelos, etc. Los padres e hijos
adoptivos están incluidos en el alcance del delito.
§ El art. 259º del C.C: El parentesco legal se limita al producido por el
matrimonio válido.
§ El art. 259º del C.C.: que dice que el matrimonio se celebra en la
municipalidad, públicamente, ante el alcalde que ha recibido la
declaración, compareciendo los contrayentes en presencia de los
testigos mayores de edad y vecinos del lugar.
o Si hubo mala fe en uno de los cónyuges, el matrimonio no
produce efectos en su favor, pero si respecto del otro y de
los hijos. El error de derecho no perjudica la buena fe.
o Preexistencia de una vida humana cierta.
o Existencia de la vida humana. Que la víctima sea
ascendiente, descendiente; cónyuge del homicida.

ELEMENTO SUBJETIVO

Para el parricidio se configure es indispensable que el autor tenga la


certidumbre de que la persona que mata es su pariente.

PENALIDAD

La pena a aplicar es la privativa de libertad no menor de quince años. El


hecho delictivo debe conectarse sabiéndose el agente que la víctima es
una de los parientes referidos por la Ley. El conocimiento del vínculo de
parentesco por parte del sujeto activo. Es elemento ideológico
absolutamente en el delito de parricidio.

32
I. LEY Nº 29819
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA POR CUANTO: El Congreso de la
República; Ha dado la Ley siguiente:

EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA; Ha dado la Ley siguiente: LEY QUE


MODIFICA EL ARTÍCULO 107 DEL CÓDIGO PENAL, INCORPORANDO EL
FEMINICIDIO Artículo único. Modificación del artículo 107 del Código
Penal Modifícase el artículo 107 del Código Penal, en los términos
siguientes: “Artículo 107. Parricidio / Feminicidio El que, a sabiendas, mata
a su ascendiente, descendiente, natural o adoptivo, o a quien es o ha
sido su cónyuge, su conviviente, o con quien esté sosteniendo o haya
sostenido una relación análoga será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de quince años. La pena privativa de libertad será no
menor de veinticinco años, cuando concurran cualquiera de las
circunstancias agravantes previstas en los numerales 1, 2, 3 y 4 del
artículo 108. “

Si la víctima del delito descrito es o ha sido la cónyuge o la conviviente


del autor, o estuvo ligada a él por una relación análoga el delito tendrá
el nombre de feminicidio.

II.EL PARRICIDIO EN LA CASUÍSTICA


JUDICIAL PERUANA
a) “ANÁLISIS DEL CASO. PANORAMA GENERAL”.
1.- PLANTEAMIENTO DEL ASUNTO:
Fluye de autos que, con fecha 23.07.2005 a horas 11.30 am fueron
encontrados en las inmediaciones del sector LA PEÑA LARGA- MALECÓN-
PROVINCIA DE PACASMAYO, las personas de YANINA MARIAM MEDINA
HERRERA( 33) Y SU MENOR HIJO FERNANDO RODRÍGUEZ MEDINA( +), en
estado inconsciente emanando espuma de su boca y nariz, siendo

33
evacuados de emergencia al CENTRO DE SALUD DE PACASMAYO, de
cuyos análisis se desprende: ENVENAMIENTO POR ORGANO FOSFORADO
en ambas personas (a consecuencia del consumo de raticida).
La madre logró salvarse, dado que, recibió oportunamente un lavado
gástrico, suerte que no corrió su hijo quien tuvo el infortunio de llegar
cadáver al centro de salud. Por su parte, de lo investigado se advierte
que YANIRA ha sido víctima de ofensas verbales siendo sus agresores sus
propios padres, determinando en ella la decisión envenenar a su hijo y
posteriormente autoeliminarse, así todo acababa, ya no habría más
sufrimientos y los dos descansarían para siempre. La madre de la
inculpada manifestó que a la edad de trece años recibió tratamiento
psiquiátrico en el Hospital Regional de Trujillo, en cuyo examen se
concluyó que se encontraba bajo un cuadro depresivo a causa de las
constantes discusiones suscitadas entre sus padres. Los móviles que
impulsaron a la inculpada cometer el delito investigado,
presumiblemente fueron descritos en una misiva que fue redactada por
la inculpada, instantes previos a la ingesta del raticida, no logrando su
cometido, puesto que, como se indica, fueron evacuados
inmediatamente al centro de salud del sector.
La misiva fue encontrada entre sus pertenencias por efectivos policiales
de la Comisaría del sector quienes lograron conducir tanto al menor
FERNANDO ALDAIR Y A LA SEÑORA YANINA MARIAM al nosocomio ya
citado.

2.-DETERMINACIÓN DEL LITIGIO.-

El litigio es la contienda judicial entre las partes en la que una de ellas


mantiene una pretensión a la que la otra se opone o no satisface. El litigio
supone la contraposición de una tesis y una antítesis.

§ 2.1.- TESIS ACUSATORIA.- El Señor Fiscal Superior en lo penal de la


Tercera Fiscalía Superior en lo penal de La Libertad con fecha
28.04.2006 FORMULA ACUSACIÓN MATERIAL CONTRA DOÑA

34
YANINA MARIAM MEDINA HERRERA, por la comisión del delito contra
la vida, el cuerpo y salud en la modalidad de PARRICIDIO, previsto
en el Art. 107º del CODIGO PENAL DE 1991, en agravio del occiso
FERNANDO ALDAIR RODRÍGUEZ MEDINA, solicitando se le imponga
25 años de pena privativa de la libertad y se le obligue el pago de
15.000.00 NUEVOS SOLES por concepto de reparación civil que
abonará a favor de los herederos del agraviado.

§ 2.2.- ANTÍTESIS.- La parte inculpada en su declaración instructiva


corriente de folios 50 a 60 de los autos, vierte que desde niña ha
recibido tratamiento psiquiátrico por que constantemente sus
padres discutían. La mayor parte de los problemas, refiere, con su
conviviente se deben a que él siempre la reprocha. Asimismo, luego
de haber tenido una seria discusión con su conviviente en su
domicilio sito en la manzana 56 Lote 04 Las Lomas de Huanchaco-
Trujillo, decidió abandonar su hogar e irse con su hijo a visitar a una
familiar a la Ciudad de Chiclayo, haciendo un alto en la Provincia
de Pacasmayo. Manifiesta no recordar el momento ni en qué lugar
compró el veneno y además no recuerda haber escrito ninguna
carta, no recordando asimismo el momento en que se produjo la
muerte de menor hijo FERNANDO ALDAIR.

3.- ANÁLISIS DEL CASO A LA LUZ DEL CODIGO PENAL PERUANO DE 1991
A nivel del Decreto Legislativo Nro. 635, promulgado con fecha 03.04.1991
y publicado con fecha 08.04.1991 (CODIGO PENAL PERUANO DE 1991), el
legislador ha previsto la figura agravada del PARRICIDIO, tipificado en el
Art. 107º del mencionado cuerpo legal.El tenor literal del Art. 107º del CP
DE 1991, reza: “el que, a sabiendas, mata a su ascendiente,
descendiente, natural o concubino, será reprimido con pena privativa de
la libertad no menor de quince años”.
Se puede destacar, preliminarmente, que se trata de una forma
agravada del tipo base HOMICIDIO SIMPLE, previsto en el Art. 106º del

35
Código Penal. Asimismo, que el legislador al haber agregado la partícula
A SABIENDAS, nos señala que se trata de una figura estrictamente dolosa,
no admitiendo la culpa, aquello que nos conllevaría a concluir que se
trataría de un homicidio culposo, mas no parricidio.

4.-MEDIOS PROBATORIOS VALORADOS EN LA INSTRUCCIÓN ANALIZADA.-

§ 4.1 ACTA DE LEVANTAMIENTO DE CADÁVER.-

Corre a folios 14 este medio probatorio, en que se registra que con


fecha 23.07.2005 a horas 16.20, el Señor representante del Ministerio
Público Dr. Germán Gálvez en su calidad de Fiscal Provincial Mixto
de Pacasmayo, en presencia de uno de los familiares del occiso
Doña Flor Elizabeth Medina Herrera, ordenó el levantamiento del
cadáver del niño FERNANDO ALDAIR. En la referida acta se aprecia
en forma específica las circunstancias en que es encontrado el
cadáver, su identidad, posible data de la muerte y las posibles
causas que originaron la muerte del individuo. El acta de
levantamiento de cadáver, ha sido suscrita por los efectivos
policiales presentes en el lugar donde se encontraba el cadáver
del niño, así como también por parte del familiar del occiso y
finalmente por el Señor Fiscal Provincial en lo penal quien dirigió
esta diligencia.

36
§ 4.2.- MISIVA REDACTADA PRESUMIBLEMENTE POR LA INCULPADA.

Según aparece en el atestado policial, en este medio probatorio


aparecen los móviles que impulsaron a la inculpada cometer el
delito investigado. Este documento, ha sido materia de dos pericias
grafotécnicas, una de ellas efectuada por la dirección de
criminalística de la policía nacional del Perú y por la institución hans
gross- pericias criminalisticas. Corre a folios 189 de los autos el
dictamen pericial de grafotécnia nro. 005-2006 de fecha 16.01. 06
elaborado por la sob f pnp dina Esparta cárdenas adscrita a la
dirección de criminalística de la policía nacional del Perú – Trujillo,
cuyas conclusiones se establece:-“ los manuscritos atribuidos a la
persona de yanina mariam medina herrera, las mismas que se
encuentran trazadas y contenidas en dos hojas rayadas de color
verde, habiendo utilizado para la suscripción bolígrafo de tinta
oleosa de color azul signadas con los folios 21 y 22, presentan
características gráficas compatibles con el provenir del puño
gráfico de yanina mariam medina herrera , por las consideraciones
expuestas en el examen”. Asimismo, corre a folios 231 de los autos
el dictamen pericial de grafotécnia nro. 07-2006, de fecha
16.01.2006 elaborado por el señor tito loyola mantilla, perito
adscrito a la institución Hans gros, en el que se concluye que:
o “Los manuscritos atribuidos a la persona de Yanina Mariam
medina herrera, trazadas en dos hojas rayadas de color
verde, habiendo utilizado para la suscripción bolígrafo de
tinta oleosa de color azul signadas con los folios 21 y 22,
presentan características gráficas compatibles con el
provenir del puño gráfico de la titular”. corre a folios 239 de
loa autos, el acta de ratificación pericial grafotécnico, en el
que tanto la sob f pnp dina Esparta cárdenas adscrita a la
dirección de criminalística de la policía nacional del Perú –
Trujillo y el señor tito Loyola mantilla, perito adscrito a la

37
institución Hans gross, confirman lo concluido en sus
respectivos informes obrantes a folios 189 y 231 del principal.
confirman el hecho que para la elaboración de los informes,
han procedido con absoluta libertad e imparcialidad.
además resaltan que ambos han elaborado en forma
personal los dictámenes periciales materia de ratificación.
debemos precisar que el estudio de la pericia psicológica y
la pericia psiquiátrica recaídas en el proceso penal, serán
abordadas en los capítulos subsiguientes.

b) ANÁLISIS DEL CASO DESDE LA PERSPECTIVA DOCTRINARIA DELITOS


CONTRA LA VIDA, EL CUERPO Y LA SALUD.MODALIDAD: “PARRICIDIO”

1.- TIPO PENAL


La figura etiquetada con el nomen iuris de parricidio, se encuentra
tipificada en el tipo penal 107 del CODIGO PENAL QUE AD PEDEM
LITTERAE, dice:“El que a sabiendas, mata a su ascendiente, descendiente,
natural o adoptivo, o a su cónyuge o concubino, será reprimido con pena
privativa de la libertad no menor de quince años”.

2.- TIPICIDAD OBJETIVA


El parricidio se configura objetivamente cuando el agente o sujeto activo
da muerte a su ascendiente o descendente, natural o adoptivo o a su
cónyuge o concubino, sabiendo muy bien que tiene las cualidades
respecto de su víctima. En otras palabras, el parricidio aparece o se
evidencia cuando el agente con pleno conocimiento que tiene vínculos
consanguíneos ( padre, hijo natural, etc o jurídico( hijo adoptivo, cónyuge
o concubino) con su víctima dolosamente le da muerte. Siendo
irrelevante los medios o formas empleados, circunstancias que sólo
tendrán importancia al momento de graduar la pena e individualizarla.
El conocimiento del vínculo de parentesco consanguíneo o jurídico por
parte del sujeto activo respecto del sujeto pasivo , constituye un elemento
fundamental de éste delito; tal circunstancia hace a la conducta

38
delictiva independiente, autónoma y diferenciable del delito de
homicidio simple. No obstante, cierta parte importante de la doctrina
considera que se trata de un delito derivado del homicidio simple, e
incluso en el CODIGO PENAL ESPAÑOL DE 1995, el legislador ha suprimido
la figura delictiva del parricidio y en adelante las relaciones de
parentesco entre agente y víctima constituyen agravante del homicidio
simple. No obstante consideramos que en nuestro sistema penal se
justifica plenamente la existencia independiente de la figura del
parricidio por las especiales circunstancias que conforman el tipo
objetivo y subjetivo; en consecuencia esperamos que nuestro legislador,
muy propenso y solícito a copiar lo que hacen los españoles, no se le
ocurra suprimirlo de nuestro Código penal.

Por otro lado, el hecho punible de parricidio, por las peculiaridades


especiales que se videncia para su perfeccionamiento , exige mayor
penalidad para el agente; ello debido a que el parricida tiene mayor
culpabilidad al no respetar ni siquiera la vida DE SUS PARIENTES NATURALES
O LEGALES, con quienes hace vida en común, evidenciándose de ese
modo, que el agente está más propenso y solícito a tacar en cualquier
momento a personas que le son extrañas, demostrando peligrosidad
para el conglomerado social.

El español MIGUEL BAJO FERNÁNDEZ (1986, PAG 47), sostiene que la


gravedad de la figura del parricidio se fundamenta en la mayor
culpabilidad del autor presumida objetivamente a partir de la
complicación profunda de las relaciones interpersonales con
acumulación de tensiones durante la convivencia de los parientes.

En tanto que el Dr. RAUL PEÑA CABRERA (1992 pág 90), fundamentaba la
gravedad de la figura del parricidio en el hecho que el sujeto revela
mayor peligrosidad, porque no sólo viola y destruye el bien jurídico vida
tutelado por la Ley, sino que vulnera principios y sentimientos elementales

39
como el respeto y acatamiento a los parientes más próximos,
provocando una singular alarma social.

En consecuencia, para la configuración de este hecho punible, resulta


insuficiente que el agente esté premunido de animus necandi. La Ley
penal requiere además de conciencia y voluntad de matar, que el
agente ejecute la acción “A SABIENDAS”, o mejor dicho, con pleno
conocimiento que extingue la vida de uno de sus parientes considerados
en el tipo penal respectivo( ROY FREYRE, 1989, PAG 119).

EL PARRICIDIO, también puede configurarse por una conducta de


omisión impropia( ART. 13 DEL CP); ello debido a que la relación
interpersonal entre agente y víctima fundamenta la posición garante del
primero respecto al otro.

§ 2.1.- BIEN JURÍDICO PROTEGIDO :

La vida humana independiente comprendida desde el instante del


parto hasta la muerte natural de la persona humana. Ello es
importante tenerlo en cuenta puesto que muy bien puede
verificarse el delito de parricidio cuando padre da muerte a su hijo
en circunstancias que se encuentra siendo expulsado por la madre
del vientre, es decir en la etapa del nacimiento.

§ 2.2.- SUJETO ACTIVO :

El ilícito penal de parricidio como tenemos señalado es un


homicidio de autor, las cualidades de quien puede ser autor,
agente activo o sujeto pasivo viene precisando en forma textual
por el propio tipo penal. De los términos del tipo penal se desprende
que se exige la existencia de una cualidad personal en el sujeto
activo que lo relacione con la víctima, sin el cual el delito de
parricidio se desvanece para dar paso a la figura del homicidio
simple. EN CONSECUENCIA, SOLO PUEDE SER SUJETO ACTIVO EN
LINEA ASCENDENTE: EL PADRE, EL ABUELO, BISABUELO Y EN LINEA

40
DESCENDENTE: EL HIJO, EL NIETO, BISNIETO, TAMBIEN UN CÓNYUGE
O CONCUBINO RESPECTO DEL OTRO.

§ 2.3.- SUJETO PASIVO :

Igual como ocurre en cuanto al sujeto activo, la situación de


víctima en el injusto penal de parricidio también se encuentra
limitado para personas que ostentan cualidades especiales que los
une con el sujeto agente. Sujeto pasivo no puede ser cualquier
persona, sino aquella que tiene una relación parental con su
verdugo. En este sentido, del tipo penal se desprende que la
víctima del delito de parricidio únicamente pueden ser los
ascendientes y descendientes en línea recta del parricida, también
su cónyuge, el hijo adoptivo y finalmente el concubino unido al
sujeto activo.

3.- TIPICIDAD SUBJETIVA


Resulta requisito sine quanom la concurrencia del dolo, no cabe la
comisión por culpa, si ello sucediera, el hecho se subsumirá al homicidio
por negligencia. Aparece el dolo cuando el sujeto activo con
conocimiento y voluntad da muerte a su victima sabiendo que tiene en
realidad un parentesco natural o jurídico debidamente especificado en
el tipo penal. En efecto, si se verifica que el agente no conocía o no pudo
conocer por determinadas circunstancias, que su víctima era su pariente
, el delito de parricidio no se configura, cometiéndose sólo el delito de

41
homicidio simple.- de ello se concluye que el dolo es independiente al
conocimiento de la relación parental.- la frase a sabiendas sirve para
diferenciar la conducta delictiva del parricidio del homicidio simple.

4.- SOLUCION EN CASO DE ERROR

El error sobre el parentesco ya sea natural o jurídico del sujeto activo


respecto del pasivo, excluye el dolo del delito de parricidio, limitándose
de la conducta homicida a un homicidio simple. En este sentido, quien
mata a su cónyuge al haberlo confundido con un extraño contra quien
iba dirigida la acción homicida ( error in persosam) cometerá el hecho
punible previsto en el Art. 106 del CODIGO PENAL, respecto del occiso y
tentativa respecto del extraño .

5.-CONSUMACIÓN.-

EL DELITO SE PERFECCIONA, cuando el agente agota los elementos


constitutivos del tipo penal; es decir, da efectiva muerte a su víctima de
quien conocía tener parentesco consanguíneo o jurídico. Este se agota
con la sola verificación de la muerte del sujeto pasivo a consecuencia
del accionar doloso del parricida.

42
6.- LA PARTICIPACIÓN

La participación el derecho penal se la conceptualiza como la


cooperación o apoyo intencional a un tercero en la comisión de un delito
doloso. El Dr. SALINAS SICCHA, refiere que resulta incongruente y
contradictoria la posición doctrinaria que basándose en lo dispuesto en
el Art. 26 del CODIGO SUSTANTIVO, que recoge la teoría de la
incomunicabilidad de las circunstancias, en virtud del que EL AUTOR DEL
DELITO DE PARRICIDIO RESPONDE POR ESTE DELITO Y LOS PARTICIPES POR
EL DELITO DE HOMICIDIO.

7.- TENTATIVA

Indudablemente, al tratarse el parricidio de un hecho punible factible de


ser desarrollado por comisión y de resultado necesariamente lesivo
contra el bien jurídico vida, es perfectamente posible que la conducta
delictiva se quede en el grado de tentativa, esto es, por ser un delito de
resultado lesivo al bien jurídico vida, es posible que la conducta del autor
se quede en realización imperfecta.

8.- PENALIDAD

Después de probada la comisión del delito de parricidio y el grado de


responsabilidad del acusado durante el debido proceso, éste será
merecederor a una pena privativa de libertad no menor de quince años
y no mayor de 25 años en aplicación de la LEY 26360 DE FECHA
23.09.1994, QUE MODIFICO EL ART. 29 DEL CODIGO PENAL,
PRESCRIBIENDO QUE LA PENA PRIVATIVA DE LA LIBERTAD TEMPORAL
TANDRA UNA DURACIÓN MINIMA DE DOS DIAS Y UN MÁXIMO DE 25 AÑOS.

c) DE LA CULPABILIDAD

1.- LA IMPUTABILIDAD O CAPACIDAD DE CULPABILIDAD

La culpabilidad se basa en que al autor de la infracción penal, del hecho


típico y antijurídico, tanga las facultades psíquicas y físicas mínimas
requeridas para poder ser motivado en sus actos por los mandatos

43
normativos. Al conjunto de estas facultades mínimas requeridas para
considerar a un sujeto culpable por haber hecho algo típico y antijurídico
se llama imputabilidad o más modernamente capacidad de
culpabilidad. Quien carece de esta capacidad, o bien por no tener la
madurez suficiente, bien por sufrir graves alteraciones psíquicas, no
puede ser declarado culpable y , por consiguiente no puede ser
responsable penalmente de sus actos, por más que éstos sean típicos y
antijurídicos.El concepto de imputabilidad o de capacidad de
culpabilidad es, pues, un tamiz que sirve para filtrar aquellos hechos
antijurídicos que pueden ser atribuidos a su autor y permite que, en
consecuencia, éste pueda responder por ellos[9].El código penal vigente
adopta una lógica de delimitación de la imputabilidad a través de una
fórmula de definición negativa. Así el artículo 20, inc. 1 precisa las dos
formas de cómo puede llegar a ser imputable:

1.- Facultad de comprender el carácter delictuoso de su acto.

2.- Facultad de determinarse según esta comprensión. De suerte que la


anomalía psíquica, la grave alteración de la conciencia o sufrir graves
alteraciones de la percepción que afecten gravemente el concepto de
la realidad es tan sólo una catálogo de ejemplos de cómo puede
presentarse la facultad de comprender el carácter delictuoso de su acto,
o la facultad de determinarse según ésta.

2.- EL CONCEPTO DIALECTICO DE CULPABILIDAD.-

El Jurista Español FRANCISCO MUÑOZ CONDE, refiere: “rechazar el


concepto tradicional de culpabilidad no significa necesariamente tener
que renunciar al mismo como categoría jurídico penal, sino la necesidad
de buscarle un fundamento distinto. Para ello hay que empezar por una
buena vez en abandonar la vieja concepción, producto de la ideología
individualista dominante en el momento en el que surgió como categoría
autónoma en el derecho penal, agrega, pero no hay realmente
culpabilidad en si mismo, sino en relación a los demás. la culpabilidad no

44
es un fenómeno individual, sino social. no es una cualidad de la acción
sino una característica que se le atribuye para poder importársela como
autor a alguien y hacerle responder por ella.

3.- ELEMENTOS DE LA CULPABILIDAD

La culpabilidad precisa necesariamente que en la persona, se den una


serie de requisitos sin los cuales no es posible invocar la culpabilidad. En
efecto:

- Aceptando que la culpabilidad antes y después de todo es un reproche


personal, basado en que el autor pudo hacer lo que esperaba de él y sin
embargo, no lo hizo.- El poder de comportarse de acuerdo con lo que el
derecho esperaba, que exige el conocimiento de la antijuricidad. El
derecho los llama imputables y por ende imputabilidad es pues:
capacidad de culpabilidad.

- El Derecho exige normalmente comportamientos no imposibles. Por eso


se dice que el derecho no es para héroes ni santos.En principio, estos tres
elementos reseñados materialmente asumen la posibilidad de
graduación a excepción, de la minoría de edad penal, y es por ello que
cualquier modificación puede determinar tan sólo efecto atenuante de
la culpabilidad, claro está, cuando haya razón sucficiente para excluirla
radicalmente.

4.- CAUSAS DE INIMPUTABILIDAD.-

Es el reverso de la imputabilidad. Es el aspecto negativo de la misma. La


inimputabilidad es la ausencia culpabilidad, de este modo las causas de
inimputabilidad vienen a ser aquellos supuestos de los que se deduce que
la persona no puede ser imputable en el momento de la realización del
delito.En razón del caso estudiado, analizaremos la causal de
inimputabilidad denominada ANOMALIA PSÍQUICA.

45
§ LA ANOMALIA PSÍQUICA, se encuentra prevista en el artículo 20º inc.
1 del Código Penal de 1991, como una causal que exime de
responsabilidad penal.
La psicosis la entendemos como una categoría amplia en la que
se comprende todas la enfermedades mentales que se reconocen
generalmente como anomalías psíquicas de tal entidad que
interese al Derecho, ya que son perturbaciones anímicas causados
por procesos patológicos somáticos, cuyas desviaciones
funcionales radican en el cerebro, y que esta anomalía, cono ya
se dijo, debe ser además de tal magnitud que el individuo no
puede valorar los vínculos con el mundo exterior, o cuando no
puede sobreponerse a los estímulos o motivos que los impulsan a la
acción para dominarlos, frenarlos o realizar una acción .

¿ QUÉ HACER CON LOS INIMPUTABLES PSICÓTICOS O SIMPLEMENTE


PARANOICOS GRAVEMENTE AFECTADOS EN LA COMPRENSIÓN DE
LAS CRIMINALIDAD DE SUS ACTOS?, en principio decimos que EN
VIRTUD DEL CODIGO PENAL NO SE APLICA UNA PENA SINO UNA
MEDIDA DE SEGURIDAD QUE EN NINGUN MODO SIGNIFICA
ABDICACIÓN DE CONTROL SOCIAL SOBTRE ESTOS SUJETOS. El texto
normativo decreta su internación o tratamiento ambulatorio.

5.- EFECTO PSICOLOGICO

Constituye, una perturbación de las facultades intelectuales y volitivas y


esta perturbación debe incidir en la comprensión de la ilicitud del hecho
o en la capacidad de orientar la conducta conforme a dicha
comprensión. Si la perturbación no es plena, sino parcial, la imputabilidad
no quedará completamente anulada, pero sí disminuída, recibiendo el
tratamiento de una eximente incompleta, o de una circunstancia
atenuante.Un coherente derecho penal de culpabilidad debe por tanto,
dar relevancia eximente o atenuante a cualquier trastorno relevante en

46
la capacidad de motivación del sujeto, si bien procurando al mismo
tiempo, por la vía de las medidas de seguridad, que dicho trastorno sea
controlado o tratado de forma adecuada.

d) LA PSICOSIS Y SU INCIDENCIA EN EL DERECHO

1.- DEFINICIÓN DEL FENÓMEMO PSICÓTICO.-


El DR. CARLOS GUTIERREZ FERREIRA refiere que “antes debemos decir que
psicosis en sentido psiquiátrico es sinónimo de enajenación o alineación
mental” ¿cómo podemos definirla?; la psicosis entraña , como
fenómeno, una desintegración casi total de la actividad mental de un
individuo determinado. En todas las psicosis, en diferentes grados, existe
un apartamiento o alejamiento de la realidad; y la mentalidad del sujeto
afectado soporta una desintegración mayor o menor, según el caso de
que se trate. El término psicosis procede del griego psyché, alma, y es
aplicado generalmente a los trastornos mentales de etiología psíquica u
orgánica en los cuales se presentan alteraciones profundas de la realidad
y de la respuesta a estímulos. Este tipo de patología médica produce
grandes desórdenes en las familias, sobre todo en los casos en los que no
existe una causa orgánica (tumor, hemorragia cerebral, etc.), debido a
la incomprensión de tales procesos.

La presencia de un enfermo mental en la familia, trae consigo en un


primer orden la dedicación de gran cantidad de tiempo a esta persona.
Asimismo, la familia debe de armarse de paciencia, pues ante todo, este
tipo de enfermos requiere de la comprensión de sus familiares para poder
salir adelante, si bien, el apoyo médico suele ser esencial. Se trata de una
enfermedad caracterizada por una desorganización de la personalidad,
alteraciones del juicio crítico y de la relación con la realidad, trastornos
del pensamiento, ideas y construcciones delirantes y, frecuentemente,
perturbaciones de la percepción (alucinaciones).

47
Existen diferentes tipos según exista o no un agente externo que la pueda
desencadenar, y de acuerdo con las características que manifieste el
paciente:

- Psicosis afectiva, también conocida como maniacodepresiva. En ella


se suceden episodios de euforia con episodios de tristeza.

- P. Alcohólica: Debida al alcoholismo crónico, es el caso de la P. de


Korsakov caracterizada por confusión, desorientación, amnesia y
alucinaciones.

- P. alucinatoria aguda o delirante aguda: Caracterizada por la aparición


repentina de un delirio transitorio, de tipo múltiple y variable en sus temas

- P. Alucinatoria crónica: Caracterizada por delirios crónicos

- P. Confusional: Caracterizada por alteración de la conciencia,


desorientación temporoespacial y delirios.

- P. Infantil: Término que incluye las psicosis de aparición precoz en la


infancia, como el autismo infantil, la psicosis simbiótica y la esquizofrenia
infantil

- P. Idiofrénica u orgánica, debida a una lesión cerebral

- P. Reactiva desencadenada por circunstancias vitales o ambientales


traumáticas

- P. Tóxica, debida a sustancia tóxicas.

Los factores que intervienen en todos estos procesos son de diferente


naturaleza:

- Factores genéticos (predisposición genética).

- Factores psicológicos (personalidad) .

- Factores sociales (ambiente social que rodea al individuo).


- Factor desencadenante.

48
Los principales síntomas son:

- Alteración afectiva, es decir, las relaciones con otras personas, familia o


no, se ven alteradas, en detrimento de éstas

- Alteraciones en la capacidad intelectual, es decir, trastornos en el juicio


crítico, del pensamiento, etc.

- Alteraciones de la percepción de la realidad, es decir, el paciente


puede sufrir delirios.

- Alteraciones de la actividad física: El paciente puede tener su


capacidad motora disminuida, siendo torpe en sus movimientos y no
puede realizar actividades que requieran destreza y coordinación.

2.- CONCIENCIA Y PSICOSIS

Existen síntomas propios de la esquizofrenia, la más conocida de las


PSICOSIS, que son extensivos a otras psicosis, como la denominada
psicosis maniaco depresiva, así como las reacciones psicóticas o las
llamadas psicosis sintomáticas, generalmente debidas a procesos
generales que comprometen el organismo.

Siguiendo a BLEULER, hay cuatro signos psicopatológicos que la


caracterizan y que son:

- EL AUTISMO, definido como el ensimismamiento, en el cual el sujeto


rompe con la realidad exterior y vive en su mundo psicótico, al punto que
resulta difícil atraer su atención;

- LA APATÍA, que se define como una falta de resonancia o de vibración


afectiva frente a hechos que usualmente provocan respuestas de este
tipo en personas normales.

- LAS AMBIVALENCIAS, definidas como tendencia a emitir juicios opuestos


frente al mismo objeto o persona al mismo tiempo.

49
- TRASTORNOS DE LA ASOCIACIÓN DE IDEAS, que se caracterizan por una
alteración de la estructura del pensamiento, en lo que se refiere a la
continuidad o subsecuencia de las ideas.

Estos síntomas se encuentran en la esquizofrenia con distinto grado de


importancia y frecuencia, en las otras psicosis también, en forma variada.
La anormalidad de la conciencia en la esquizofrenia, es pues, un fino
desorden de la función configuradora de la vivencia.

50
CAPÍTULO IV
LEGISLACION COMPARADA DE
PARRICIDIO

E
s un delito "sui generis". En más de alguna legislación es una forma
de homicidio calificado o asesinato como en Argentina, Italia,
Perú, Uruguay. Otras legislaciones, por el contrario, carecen de
preceptos específicos sobre la muerte cometido sobre un pariente: los
Proyectos Chilenos de 1929 y 1938 lo consideran una suerte de homicidio
agravado y hasta la reforma de la ley 17.266, el parricidio tenía asignada
como pena única, la de muerte. Históricamente ha sido consignado
cómo el crimen más antiguo y en su sentido etimológico y más restringido
se lo ha caracterizado como la muerte del padre por el hijo. En la época
moderna se ha visto extendido, abarcando a otros vínculos de
parentesco, al de matrimonio y a la convivencia, como es el caso del
Código Penal Chileno. A su vez, en el Proyecto de Código Penal Tipo para
Latinoamérica se considera como hipótesis de homicidio calificado al
que mate a un ascendiente, descendiente, cónyuge no separado de
hecho o a la persona con quien se convive maritalmente; en el Código
Penal Argentino, se tipifica el matar al ascendiente, descendiente o
cónyuge, sabiendo que lo son, como homicidio. El Código Español de
1995 no contempla el parricidio como figura separada, solo el homicidio
y el asesinato, este último, sobre la base de las calificantes de alevosía,
premio o promesa remuneratoria y ensañamiento. Lo anterior es sin
embargo de la figuración del parentesco natural o de adopción y del
vínculo conyugal como agravante genérica. En el Anteproyecto de
Código Penal chileno, redactado por la comisión Foro Penal, se excluye
este delito del conjunto que protegen la vida humana independiente.

51
MODELOS DE REGULACIÓN DEL DELITO
DE PARRICIDIO
CLASIFICACION DE LOS ORDENAMIENTOS JURIDICOS

Existen tres posibilidades de


articulación legislativa en cuanto a
la forma de tratar los delitos contra
la vida independiente; en primer
lugar, existe el modelo que
establece una sola figura típica de
homicidio, en que todas las formas
de “matar dolosamente a otro” son captadas por este único tipo.

El argumento central para establecer el homicidio en estos términos


radica en la imposibilidad de encontrar criterios certeros y precisos que
permitan separar y distinguir unos homicidios dolosos de otros. Siendo el
bien jurídico agredido siempre el mismo, no puede decirse que la vida
humana protegida en el asesinato sea más valiosa que la protegida por
el homicidio simple. Con un único tipo penal, la pena será siempre la
misma, otorgándole un amplio arbitrio al juez. Luego, tenemos un modelo
que distingue dos niveles en el homicidio doloso, el asesinato y el
homicidio. Por último, encontramos un modelo que separa tres figuras, ya
que junto al tipo básico de dar muerte a otro, se agrega el homicidio
calificado o asesinato y otro privilegiado o atenuado que sería el
homicidio emocional o afectivo. Como no es materia propia de esta
memoria ahondar en el estudio de los Códigos Penales extranjeros, sólo
haremos alusión al contenido de los mismos, transcribiendo las normas
que parecen de mayor relevancia, esto es, aquéllas que regulan el
parricidio o los vínculos que le son propios, ya sea como delito autónomo
o circunstancia agravante, según sea el caso.

52
Del examen de diferentes Códigos Penales, podemos inferir que la
legislación comparada ofrece las siguientes alternativas de regulación
del parricidio:

a. Legislaciones que no castigan el delito de parricidio como figura


autónoma.

I. Alemania: El Código Penal alemán regula distintas hipótesis de


homicidio, sin considerar un delito autónomo de parricidio entre ellas. En
este sentido, a partir del artículo 211, se castigan los delitos de: asesinato,
homicidio, caso leve de homicidio y homicidio a petición.

II. España: El Título I del Libro II de este Código Penal regula las formas de
homicidio, y no se contempla un tipo de parricidio entre ellas. Es así que
entre los artículos 138 a 143, se castigan los delitos de homicidio,
asesinato, homicidio imprudente e inducción al suicidio.226.

III. Puerto Rico: El Código Penal sanciona “los asesinatos y el homicidio”


entre los artículos 105 y 109. En ellos, se distinguen las figuras de: asesinato,
con sus respectivos grados, asesinato atenuado y homicidio negligente.

b. Legislaciones que no contemplan el parricidio, pero agravan o


califican el homicidio con la circunstancia de parentesco.

I. Francia: En su Código Penal no aparece un delito de parricidio, pero


entre las circunstancias que califican el homicidio se encuentra la de
parentesco, establecida en el artículo 221-4.227

II. Argentina: El artículo 79 del Código Penal establece la figura residual


de homicidio, mientras que el artículo 80 regula las hipótesis agravadas
de este delito, consagrando entre ellas, la muerte ocasionada al
ascendiente, descendiente o cónyuge. Sin embargo, este delito de
homicidio agravado (cuya pena es de reclusión o prisión perpetua),
puede verse atenuado si concurre la circunstancia de matar al otro,
encontrándose en un estado de emoción violenta y que las
circunstancias hicieren excusable.

53
III. Costa Rica: Los artículos 111 a 117 del Código Penal regulan los delitos
de homicidio simple, homicidio calificado, homicidios especialmente
atenuados, tentativa de suicidio, instigación o ayuda al suicidio,
homicidio por piedad y homicidio culposo. No existe en su legislación una
figura autónoma de parricidio, sin embargo, el homicidio se califica por
concurrir la circunstancia de parentesco o concubinato, aunque esta
última agrava el homicidio sólo en ciertos casos. Así, quien mata a “su
manceba o concubinario” comete homicidio calificado cuando se han
procreado uno o más hijos en común y se lleva vida marital por a lo menos
dos años antes de la perpetración del hecho.

IV. El Salvador: A partir del artículo 128 del Código Penal se encuentran
los delitos de homicidio simple, homicidio agravado, proposición y
conspiración en el delito de homicidio agravado, homicidio piadoso,
inducción o ayuda al suicidio, y homicidio culposo. La circunstancia de
parentesco agrava el delito de homicidio en los términos que establece
el artículo 129 N° 1.230

V. Paraguay: Los artículos 105 y siguientes sancionan los hechos punibles


contra la vida. El mismo artículo 105 contempla la figura de homicidio
doloso, cuya pena aumenta cuando concurren ciertas y determinadas
circunstancias, entre las que se encuentra la de parentesco,
conyugalidad o convivencia.

VI. Uruguay: El Código Penal castiga los delitos contra la vida a partir del
artículo 310. El artículo 311 establece las circunstancias agravantes
especiales del homicidio, y contempla en su numerando 1°, el
parentesco, conyugalidad o convivencia. Respecto al parentesco, se
trata de una circunstancia más amplia, que no sólo abarca ascendientes
y descendientes, sino también al hermano y al padre o hijo adoptivo.

54
c. Legislaciones que regulan el parricidio como tipo penal autónomo.

I. Ecuador: El capítulo I del Libro IV del Código Penal regula los delitos
contra la vida. A partir del artículo 448 encontramos las figuras delictivas
de homicidio simple y asesinato, y sin denominarlo parricidio, se castiga
la conducta propia de este delito en el artículo 452: “Los que, a sabiendas
y voluntariamente, mataren a cualquier ascendiente o descendente,
cónyuge o hermano, serán reprimidos con reclusión mayor extraordinaria
de doce a dieciséis años.”

II. Guatemala: Las distintas hipótesis de homicidio se castigan en el Libro


II del Código Penal. El capítulo II de este Título regula especialmente los
homicidios calificados, siendo el artículo 131 el que se refiere al parricidio:
“Quien conociendo el vínculo, matare a cualquier ascendiente o
descendente, a su cónyuge o a la persona con quien hace vida marital,
será castigado como parricida con prisión de 25 a 50 años. Se le
impondrá pena de muerte, en lugar del máximo de prisión, si por las
circunstancias del hecho, la manera de realizarlo y los móviles
determinantes, se revelare una mayor y particular peligrosidad en el
agente. A quienes no se les aplique la pena de muerte por este delito, no
podrá concedérseles rebaja de pena por ninguna causa.”

III. Cuba: Los delitos contra la vida se castigan en los artículos 261 a 266
del Código Penal, mientras los artículos siguientes regulan el aborto. Las
figuras delictivas contra la vida independiente que advertimos son;
homicidio, riña tumultuaria, asesinato, disparo de arma de fuego contra
determinada persona y auxilio al suicidio. Dentro de las hipótesis de
asesinato, el artículo 264 sanciona las conductas que nosotros
conocemos como parricidio e infanticidio. “1. El que de propósito mate
a un ascendiente o descendente o a su cónyuge, sea por matrimonio
formalizado o no, incurre en las mismas sanciones previstas en el artículo
anterior, aunque no concurra en el hecho ninguna circunstancia de
cualificación (…)”

55
IV. Honduras: Regula el delito de parricidio como figura autónoma en el
artículo 118 del Código Penal: 94 “Artículo 118.- Es reo de parricidio, quien
diere muerte a alguno de sus ascendientes o descendientes, a su
cónyuge o a la persona con quien hace vida marital, y sufrirá la pena de
treinta (30) a cuarenta (40) años de reclusión.”

V. Perú: En los artículos 106 a 113 del Código Penal se sancionan los delitos
de homicidio simple, parricidio, homicidio calificado o asesinato,
homicidio por emoción violenta, infanticidio, homicidio culposo,
homicidio piadoso, e instigación o ayuda al suicidio. Los artículos 107 y
109 regulan, respectivamente, el parricidio y la atenuación de pena por
concurrir “emoción violenta”. “Artículo 107.- Parricidio El que, a
sabiendas, mata a su ascendiente, descendiente, natural o adoptivo, o
a su cónyuge o concubino, será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de quince años.

ESPAÑA
Una de las novedades
introducidas por la ponencia del
Congreso de los Diputados en el
proyecto de Código Penal ha
sido la supresión del parricidio. El
proyecto castiga el homicidio -
matar a otro- con 10 a 15 años de
prisión, y con 15 a 20 años de cárcel cuando el homicidio se realizare
concurriendo las circunstancias de alevosía; premeditación conocida;
precio, recompensa o promesa; ensañamiento, aumentando deliberada
e inhumanamente el dolor del ofendido, y "cuando la víctima fuese
ascendiente, descendiente o cónyuge del culpable". A propuesta de IU,
la ponencia aceptó suprimir esta última circunstancia, por entender que,
como prevé la circunstancia mixta de parentesco, "puede atenuar o
agravar la responsabilidad, según la naturaleza, los motivos y los efectos

56
del delito" IU razonó que lo aplicable a los delitos, en general, debe
hacerse, "de igual forma, con el homicidio"

I.-EL CASO RUTH Y JOSE:

Ambos niños de seis y dos años desaparecieron el 8 de octubre de 2011.


Su padre, José Bretón enfrenta un juicio por haberlos quemado en una
hoguera. España sáb jul 6 2013 10:04

José y Ruth. Los niños llevaban el nombre de


sus padres. Ruth tenía seis años y José dos. La
última vez que se los vio con vida fue en
octubre de 2011 en Córdoba, España. Desde
entonces, se destapó una trama morbosa y
macabra que involucra al propio padre de
los niños y que tiene a España atrapada.
Según crónicas publicadas por los medios
españoles El País y El Mundo, José Bretón era
un exmilitar que combatió en Bosnia. Se estaba separando de su mujer
Ruth y vivía en Córdoba. Ese mediodía del 8 de octubre de 2011 pasó a
buscar a sus hijos por la casa de su hermana. Así lo había acordado con
su exmujer. Los fines de semana los niños pasaban con su padre y entre
semana vivían con su madre en Huelva. Ese 8 de octubre, A las 18.40, José
Bretón llamó a la Policía para denunciar la desaparición de sus hijos. Los
primeros días la familia materna pidió colaboración para encontrar a los
pequeños. Es que su padre aseguraba que habían desaparecido
cuando estaban en el parque y que habían sido secuestrados. Sin
embargo poco a poco se fue descubriendo la verdad. Bretón aseguró
que los niños comieron pizza y durmieron la siesta. Luego fueron al parque
y fue la última vez que los vio. Pero la coartada se fue desarmando. Con
el correr de los meses los investigadores fueron descartando versiones. Las
cámaras de seguridad del parque mostraban a Bretón sólo. El hombre
realizó la denuncia una vez que llegó a su casa, y no desde el parque.
Pero la prueba más horrorosa apareció cuando la Policía allanó la finca

57
de la familia en Córdoba: encontró una gran hoguera con huesos que
mucho tiempo después se confirmaría era de niños de la edad de Ruth y
José. José Bretón fue detenido por las contradicciones y lagunas de su
relato de la desaparición de los niños. Desde entonces se sucedieron una
serie de errores en la investigación que todavía no se aclaran. Se
conocieron llamadas telefónicas de José Bretón a una mujer en las que
intentaba conquistarla, minutos después de haber denunciado la
desaparición de sus hijos. Bretón también habló con su exesposa antes
de avisarle que los niños no estaban y cambió el tono de voz en un
instante. Se mostró sumiso y compungido. Además trabajadores de una
estación de nafta aseguraron que Bretón se llevó garrafas de gasoil que
superaban los 250 litros. El juicio contra Bretón por el homicidio de sus hijos
comenzó en junio de este año. Los abogados de la madre de Ruth y José
piden 40 años de prisión para el padre de los niños por homicidio
agravado. La pena máxima en España. Los restos de Ruth y José
permanecen a disposición judicial y su madre no pudo enterrarlos.
"Quiero despedir a mis hijos. Estaban destinados a vivir poco en la tierra y
ser ángeles eternos en el cielo", dijo a los medios españoles.

II.-El parricida de Asturias envolvió en papel de regalo la barra de hierro


con la que mató a sus hijas:

José Ignacio Bilbao mató a sus hijas


a golpes con una barra de hierro
que la Guardia Civil encontró
ensangrentada y envuelta en papel
de regalo en el piso de San Juan de
la Arena (Asturias) en el que vivía de
alquiler desde que se había
separado de su pareja. El hombre
disfrutaba con sus hijas del tiempo concedido por el Juzgado de
Pravia para las visitas tras la separación, fijado entre las seis y las ocho de

58
la tarde todos los martes y jueves, primero golpeó a la mayor, Amets, de
9 años. La niña, alta para su edad, trató de defenderse, como revelan
varias heridas en los brazos y las manos registradas en la autopsia. Luego
se volvió hacia la pequeña, Sara, que había cumplido 7 años el día
anterior. La niña también trató de protegerse con las manos, pero su
padre le arrebató la vida con un solo golpe.

Las alarmas saltaron cuando la Guardia Civil informó a la mujer que su ex


marido se había tirado por un puente después de que éste hubiese
recogido a las niñas en el colegio. Sus cadáveres fueron incinerados. Los
vecinos mantienen que no oyeron nada y que el presunto parricida, que
se encontraba en paro, era un hombre más bien solitario y triste, que se
relacionaba con poca gente y al que solían ver tomar café en un bar
cercano a su domicilio. El alcalde ha sido el encargado de leer hoy un
comunicado en nombre de la administraciones central, regional y local
con el que mostrar su "enérgica repulsa y profunda consternación" por
un crimen "que ha llenado de dolor a toda Asturias", así como su rechazo
unánime a la violencia de género y su compromiso para hacer más
efectivas las medidas de protección contra la violencia machista.

III.-Rina M., la acusada de matar a sus dos hijos ahogándolos en la bañera


en el barrio del Carmel de Barcelona el 7 de abril de 2013 ha admitido
ser la autora de los crímenes: "No quería que sufrieran más", en la
Audiencia de Barcelona, ha añadido: "Estaba en un pozo profundo y no
veía salidas por ningún sitio", ya que su marido les había abandonado, la
seguía maltratando, les iban a desahuciar en semanas de la plaza
Pastrana, no tenía trabajo y estaba en situación irregular en España, por
lo que temía que le retiraran su custodia(Boliviana). Estaba en un pozo
profundo y no veía salidas por ningún sitio", ha afirmado que el día del
crimen ella y sus hijos se tomaron pastillas de benzodiazepina (sedante)
los tres juntos y que posteriormente, cuando sus hijos se durmieron, los

59
sumergió en la bañera y los ahogó, y que su plan era acto seguido
acabar con su vida. "Está claro que yo soy la culpable". Un jurado popular
juzga desde este lunes en la Audiencia de Barcelona a la presunta
infanticida, para quien la Fiscalía pide una pena de 40 años de cárcel -
con un cumplimiento máximo de 25- por asesinar a sus dos hijos de 11 y 9
años el 7 de abril de 2013, ahogándolos en la bañera tras aturdirlos con
barbitúricos. Junto a la Fiscalía, ejerce la acusación particular contra Rina
M., una ciudadana boliviana para quien pide 40 años y 200.000 euros de
indemnización, su propio esposo, quien -según la procesada- la había
abandonado a ella y a sus hijos, sin pasarle manutención alguna y
desentendiéndose del desahucio que se avecinaba, previsto para el 24
de abril de 2013.

IV.-El Supremo confirma la pena a la mujer que mató y congeló a sus bebés El
tribunal ratifica la condena de 35 años de prisión por dos asesinatos con
alevosía

REYES RINCÓN Madrid 11 JUN 2015 - 15:08 CEST

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 35 años de cárcel Sara


L.H., la mujer de Pilas (Sevilla) que mató a dos bebés a los que acaba de
dar a luz y congeló sus cadáveres. El tribunal le considera culpable de
dos delitos de asesinato con alevosía y ratifica las condenas de 17,5 años
de prisión que le impuso por cada crimen la Audiencia Provincial de
Sevilla. Los bebés (uno nacido entre 2001 y 2008 y otro, en 2011) nacieron
vivos y la madre los asfixió, metió los cadáveres en una bolsa de plástico
y los ocultó entre alimentos en el congelador. Uno en el del frigorífico y
otro en un arcón. “La acusada disimuló con eficacia sus embarazos; los
niños nacieron vivos y, precisamente, alumbrados por ella, que dio a luz
en soledad por propia decisión; llegaron a respirar; su muerte no fue
natural y aconteció en este contexto; y fue ocultada, del mismo modo
que el nacimiento, por el procedimiento de encerrar los cadáveres en un
congelador, donde tiempo después serían descubiertos", señala el

60
tribunal. El primer bebé fue encontrado el 9 de noviembre de 2012 por el
entonces marido de la acusada mientras limpiaba el frigorífico y el
congelador. Días después, mientras limpiaba un arcón congelador de su
casa, el padre encontró el segundo cadáver. En el registro de la vivienda
tras el aviso del padre, según el testimonio de uno de los agentes, se
localizaron fajas, dos agendas con un control "estricto" de las
menstruaciones de ella y un ordenador en el que había búsquedas con
las palabras teratógeno, sustancia que provoca malformaciones en el
feto, "rotura de bolsa a los seis meses", "parto prematuro" y "sintrón",
medicamento que le encontraron. El matrimonio tenía tres hijos menores
de edad y cuando se descubrieron los hechos, la mujer, que entonces
tenía 37 años, estaba embarazada de ocho meses, pero nadie de su
entorno lo sabía.

URUGUAY

CÓDIGO PENAL DE URUGUAY


TITULO XII
DE LOS DELITOS CONTRA LA PERSONALIDAD FISICA Y
MORAL DEL HOMBRE
CAPITULO I
Artículo 310. (Homicidio)

El que, con intención de matar, diere muerte a alguna persona, será


castigado con veinte meses de prisión a doce años de penitenciaría.

310 bis. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo siguiente, se considerará


agravante especial del delito, la calidad ostensible de funcionario policial
de la víctima, siempre que el delito fuere cometido a raíz o en ocasión
del ejercicio de sus funciones, o en razón de su calidad de tal. En este
caso, el máximo de la pena se elevará en un tercio respecto de la
prevista en el artículo anterior.

61
311. (Circunstancias agravantes especiales) El hecho previsto en el
artículo anterior será castigado con diez a veinticuatro años de
penitenciaría, en los siguientes casos:

1. Cuando se cometiera en la persona del ascendiente o del


descendiente legítimo o natural, del cónyuge, del concubino o
concubina <<more uxorio>> del hermano legítimo o natural, del
padre o del hijo adoptivo.
2. Con premeditación.
3. Por medio de veneno.
4. Si el sujeto fuera responsable de un homicidio anterior ejecutado
con circunstancias atenuantes.

313. (Infanticidio honoris causa) Si el delito previsto en el artículo 310 se


cometiera sobre la persona de un niño menor de tres días, para salvar el
propio honor o el honor del cónyuge, o de u pariente próximo, será
castigado con seis meses de prisión a cuatro años de penitenciaría. Se
entiende por parientes próximos los padres y los hijos legítimos o naturales,
reconocido o declarado tales, los adoptivos, los abuelos y nietos y
también los hermanos legítimos.

ARGENTINA
LIBRO SEGUNDO - DE LOS DELITOS

TITULO I - DELITOS CONTRA LAS PERSONAS

Capítulo I - Delitos contra la vida


ARTÍCULO 80

Se impondrá reclusión perpetua o prisión perpetua, pudiendo aplicarse


lo dispuesto en el artículo 52, al que matare:
1º A su ascendiente, descendiente, cónyuge, ex cónyuge, o a la persona
con quien mantiene o ha mantenido una relación de pareja, mediare o

62
no convivencia. (Inciso sustituido por art. 1° de la Ley N° 26.791 B.O.
14/12/2012)

Caso Schoklender

Como Caso Schoklender se denomina al parricidio ocurrido en la


madrugada del 30 de mayo de 1981, cuando Sergio y Pablo
Schoklender asesinaron a sus padres en su piso del barrio de
Belgrano en la ciudad de Buenos Aires.

Vísperas del crimen: El jueves 14 de mayo, en un confuso accidente en el


balcón de su casa muere Julio de la Hera, gerente de Pittsburgh. Al día
siguiente, el viernes 15 de mayo de 1981, quince días antes del doble
homicidio, se produjeron tres hechos que condicionaron el escenario del
crimen: un robo, un "intento de homicidio" y un incendio: en la escena del
robo, el actor principal fue Sergio, quien robó a su padre dinero y
documentos, también el hijo mayor de los Schoklender denunció ante las
autoridades de la Pittsburgh (donde estaba empleado junto a su padre)
que alguien lo había dejado encerrado en una cámara frigorífica con la
intención de matarlo. El incendio, habría sido provocado por Pablo, quien
según esta hipótesis entró a la habitación matrimonial, roció con nafta el
piso y prendió fuego. La pareja salió ilesa. El dormitorio se quemó por
completo, igual que el pasillo. Una pericia final determinaría que el
incendio había sido causado por un cigarrillo. La conexión original de
electricidad del departamento queda dañada. El lunes 18, como
consecuencia de un enfrentamiento con su madre, en que ella lo golpeó
y lastimó, Pablo se va a vivir al hotel Normandie. Mauricio inició los trámites
ante el seguro y no le permitió volver porque, como lo consideraba un
desequilibrado, tenía miedo que contara lo que había pasado y que el
seguro no le reconociera los daños. El viernes 29, el matrimonio, Sergio y
Valeria cenan juntos en un restaurante de la costanera. Esperan la
medianoche para brindar por el cumpleaños 23 del hijo mayor.

63
Crimen- El doble homicidio Cristina Silva Romano de Schoklender c. 1960.

En la noche del 29 de mayo de 1981, mientras el resto de la familia


cenaba en la Costanera, Pablo, en ese entonces de 20 años, volvió al
departamento de la calle 3 de Febrero y al oír que regresaban se
escondió en el placar del dormitorio de su hermano. Aproximadamente
a las 3 de la madrugada de ese sábado 30 de mayo, Pablo Schoklender
despertó a su hermano, yéndose ambos a cavilar al living. A esas
cavilaciones les puso fin Pablo cuando al notar que su madre se había
levantado y se dirigía hacia donde ellos estaban, se escondió y
aprovechando que estaba de espaldas, le destroza la cabeza con una
barra de acero de 30 cm. de largo y 3 cm. de diámetro, de las utilizadas
para hacer pesas. El primer golpe se lo asesta en el lado derecho de la
cabeza, haciéndola caer de bruces (en la posterior autopsia hallarían
una concentración de 1,66 de alcohol en sangre en el cuerpo de
Cristina). Habría sido Sergio quien luego le descargó dos golpes más, en
la parte posterior del cuello, cerca de la nuca. Luego buscó una camisa
azul suya que estaba para lavar con la que le apretó el cuello, para
estrangularla. Aún estaba viva. Pablo buscó una sábana con la que la
envolvieron como si fuera una mortaja y le puso una bolsa plástica para
residuos en la cabeza. Con trapos limpiaron la sangre que manchaba el
piso de parquet. Durante las siguientes dos horas los hermanos
deliberaron que hacer con su padre, decidiendo matarlo también. Los
dos fueron hasta la habitación donde dormía, Sergio llevaba la barra de
acero y Pablo tenía una cuerda náutica. Mauricio estaba sobre el
costado derecho de la cama. Con fuertes golpes le destrozan casi todos
los huesos del cráneo. Sergio le pidió la cuerda a Pablo y la pasó por el
cuello de su papá. Hizo un torniquete con la barra y la iba retorciendo. Al
rato lo envolvieron con la sábana de abajo, la que cubría el colchón y
hasta le dejaron la almohada. Le pusieron la bolsa plástica en la cabeza.
Eran las 5 de la mañana.

64
VENEZUELA

TRATADO POR EL ARTÍCULO 408 DEL CÓDIGO PENAL, EN SU ORDINAL 3°,


LITERAL "A"

TITULO IX: DE LOS DELITOS CONTRA LAS PERSONAS

CAPITULO I. DEL HOMICIDIO

Artículo 407.- El que intencionalmente haya dado muerte a alguna


persona será penado con presidio de doce a dieciocho años.

Artículo 408.- En los casos que se enumeran a continuación se aplicarán


las siguientes penas:

1.- Quince a veinticinco años de presidio a quien cometa el homicidio


por medio de veneno o de incendio, sumersión u otro de los delitos
previstos en el título VII de este libro, con alevosía o por motivos fútiles o
innobles, o en el curso de la ejecución de los delitos previstos en los
artículos 453, 454, 455, 457, 460 y 462 de este Código.

2.- Veinte a veintiséis años de presidio si concurrieren en el hecho dos o


más de las circunstancias indicadas en el numeral que antecede.

3.- Veinte a treinta años de presidio para los que lo perpetren:

a) En la persona de su ascendiente o descendiente, legitimo o natural, o


en la de su cónyuge. (PARRICIDIO)

b) En la persona del Presidente de la República o de quien ejerciere,


aunque fuere interinamente, las funciones de dicho cargo.

Artículo 409.- La pena del delito previsto en el artículo 407 será de catorce
a veinte años de presidio:

1.- Para los que lo perpetren en la persona de su hermano.

65
Artículo 410.- En los casos previstos en los artículos precedentes, cuando
la muerte no se hubiere efectuado sin el concurso de circunstancias
preexistentes desconocidas del culpado, o de causas imprevistas que no
han dependido de su hecho, la pena. Será de presidio de siete a diez
años, en el caso del artículo 407; de diez a quince años, en el del artículo
408; y de ocho a doce años en el del artículo 409.

CHILE
TRATADO POR EL ARTÍCULO 390 DEL CÓDIGO PENAL.

TÍTULO VIII: CRIMENES Y SIMPLES DELITOS CONTRA LAS PERSONAS

I. DEL HOMICIDIO

Art. 390. El que, conociendo las relaciones que los ligan, mate a su padre,
madre o hijo, sean legítimos o ilegítimos, a cualquier otro de sus
ascendientes o descendientes legítimos o a su cónyuge, será castigado,
como parricida, con la pena de presidio mayor en su grado máximo a
muerte.

Art. 391. El que mate a otro y no esté comprendido en el artículo anterior,


será penado:

1. Con presidio mayor en su grado medio a presidio perpetuo, si ejecutare


el homicidio con alguna de las circunstancias siguientes:

66
Primera, Con alevosía.
Segunda, Por premio o promesa remuneratoria.
Tercera, Por medio de veneno.
Cuarta, Con ensañamiento, aumentando deliberada e inhumanamente
el dolor al ofendido.
Quinta, Con premeditación conocida.
2. Con presidio mayor en sus grados mínimo a medio en cualquier otro
caso.

TIPO DE PARRICIDIO

Está contenido en el artículo 390 del Código Penal, constituye una figura
especial de homicidio, un título independiente de imputación.

Es un delito "sui generis" con respecto al homicidio. En más de alguna


legislación es una forma de homicidio calificado o asesinato como en
Argentina, Italia, Perú, Uruguay. Otras legislaciones, por el contrario,
carecen de preceptos específicos sobre la muerte cometido sobre un
pariente: los Proyectos Chilenos de 1929 y 1938 lo consideran una suerte
de homicidio agravado y hasta la reforma de la ley 17.266, el parricidio
tenía asignada como pena única, la de muerte. Históricamente ha sido
consignado cómo el crimen más antiguo y en su sentido etimológico y
más restringido se lo ha caracterizado como la muerte del padre por el
hijo. En la época moderna se ha visto extendido, abarcando a otros
vínculos de parentesco, al de matrimonio y a la convivencia, como es el
caso del Código Penal Chileno. A su vez, en el Proyecto de Código Penal
Tipo para Latinoamérica se considera como hipótesis de homicidio
calificado al que mate a un ascendiente, descendiente, cónyuge no
separado de hecho o a la persona con quien se convive maritalmente;
en el Código Penal Argentino, se tipifica el matar al ascendiente,
descendiente o cónyuge, sabiendo que lo son, como homicidio. El
Código Español de 1995 no contempla el parricidio como figura
separada, solo el homicidio y el asesinato, este último, sobre la base de

67
las calificantes de alevosía, premio o promesa remuneratoria y
ensañamiento. Lo anterior es sin embargo de la figuración del parentesco
natural o de adopción y del vínculo conyugal como agravante genérica.
En el Anteproyecto de Código Penal Chileno, redactado por la comisión
Foro Penal, se excluye este delito del conjunto que protegen la vida
humana independiente.

ELEMENTOS DEL PARRICIDIO

§ Vínculo de padre, madre o hijo.


A) En la sesión 78 de la Comisión Redactora del Código Penal Chileno
se dejó constancia de que el parricidio es un atentado contra los
vínculos que la naturaleza ha creado entre padres e hijos por el
hecho de la paternidad, no un atentado contra las relaciones de
padres e hijos. Distinguía el precepto respectivo entre parentesco
legitimo e ilegitimo, el cual comprendía, en la antigua
nomenclatura del Código Civil, el natural y el simplemente
ilegitimo. Hoy todo ello se encuentra modificado por la ley 20.066
sobre Violencia Intrafamiliar estableciendo como elementos del
parricidio la paternidad y ascendencia o descendencia sin hacer
distinciones eliminando una serie de problemas que existían
respecto de los vínculos legítimos e ilegítimos y la legislación civil

68
que ya no hacia ese distingo así como respecto al parentesco por
afinidad o consanguinidad los cuales, a falta de mención, se
entienden ambos considerados por la norma.
B) La adopción crea profundos problemas de interpretación en torno
a si queda o no incluida en el tipo, en el sentido de si es asimilable
o no a los vínculos naturales parentales. Al entrar en vigencia el
Código Penal, la ley chilena no contemplaba la adopción como
filiación, por lo que no constituía ni parentesco ni estado civil. Las
leyes que recaen sobre la materia se dictaron ya entrado el siglo
XX y legislaron únicamente en los aspectos civiles, eludiendo todo
pronunciamiento sobre efectos penales. Actualmente, rige la Ley
19. 620, de cuyas normas debe extraerse la interpretación
respectiva, en cuanto a si en el ámbito del tipo de parricidio cabe
o no incluir el vínculo de adopción entre las relaciones conocidas
que deben unir al sujeto activo con el pasivo. Según el artículo 1 de
la citada ley, "la adopción confiere al adoptado el estado civil de
hijo respecto del o los adoptantes en los casos y con los requisitos
que la presente ley establece." A su vez, el artículo 37, relativo a sus
efectos, dispone que "La adopción confiere al adoptado el estado
civil de hijo de los adoptantes, con todos los derechos y deberes
recíprocos establecidos en la ley, y extingue sus vínculos de filiación
de origen, para todos los efectos civiles, salvo los impedimentos
para contraer matrimonio establecidos en el artículo 5 de la Ley de
Matrimonio Civil, los que subsistirán." En el ámbito de la constitución
y efectos de la adopción, el artículo 26 de la ley establece a su vez
que la sentencia que acoja la adopción ordenará:

Que se remita el expediente a la Oficina del Registro Civil e Identificación,


a fin de que se practique una nueva inscripción de nacimiento del
adoptado como hijo de los adoptantes.

Que se cancele la antigua inscripción de nacimiento del adoptado. Este


conjunto de normas trasunta una clara voluntad de la ley en cuanto a

69
que el adoptado, obtenida que sea esta calidad, queda desvinculado
jurídicamente de su familia de origen y pasa a tener el estado civil de hijo
de los adoptantes. Pero, la propia ley reconoce que esto es sólo para los
efectos civiles y que subsisten los impedimentos para contraer
matrimonio, establecidos en el artículo 5 de la Ley de Matrimonio Civil.
Desde que surgió la primera Ley de Legitimación Adoptiva se ha discutido
en nuestra doctrina si el hijo adoptado (anteriormente conocido como
legitimado adoptivamente) puede o no ser considerado sujeto activo o
pasivo en el tipo de parricidio, tomando en especial consideración que
la ratio legis declarada por la Comisión Redactora del Código Penal
chileno fue que el parricidio es un atentado contra los vínculos naturales
derivados de la paternidad y no contra las relaciones jurídicas. Mientras
estuvo vigente la Ley 16 346, los tribunales sostuvieron, en general, que "El
artículo 390 del Código Penal define y establece los elementos del crimen
de parricidio exigiendo la existencia de una vinculo de parentesco
consanguíneo o por matrimonio entre el autor y la víctima. Todos los casos
señalados por esta disposición legal --salvo el de los cónyuges- dicen
relación con el vínculo natural que nace de la sangre, y no de una ficción
legal como es la legitimación adoptiva que concede el estado civil de
hijo legítimo aun cuando no exista el vínculo natural de padre o hijo La
muerte provocada por uno de los padres a un hijo legitimado
adoptivamente o viceversa no constituye parricidio; a menos que exista
entre ellos el vínculo de la sangre pues la ley 16.346 en su artículo 2°,
autoriza la legitimación adoptiva de un natural. En consecuencia, la
conducta frustrada de la madre de dar muerte a su hijo legitimado
adoptivamente debe calificarse como señalaba la sentencia en alzada.
(Que era la calificación de homicidio). (Corte de Apelaciones de
Antofagasta, 09.09.1986.) En términos generales, pueden agruparse los
argumentos contrapuestos que sustentan respectivamente, a la tesis que
afirma la tipicidad de parricidio en la muerte inferida por el adoptante al
adoptado y viceversa y la que niega tal tipicidad, en los siguientes:

70
A favor de la inclusión.

i) La situación del adoptado genera un vínculo mucho más estrecho y


con efectos jurídicos mucho más intensos que la adopción "clásica". La
intención del legislador, claramente manifestada, es borrar por completo
todos los vínculos con la familia anterior o de origen, disponiendo la
práctica de una nueva inscripción de nacimiento como hijo de los
adoptantes. El adoptado es equiparado legalmente en todo al hijo de
los adoptantes (antiguamente, hijo legitimo), con todos los derechos y
deberes recíprocos. La finalidad de la institución es conceder la calidad
de hijo de los adoptantes al adoptado, en todos sus aspectos y sin
discriminaciones, salvo las necesarias subsistencias de límites legales,
como los impedimentos para contraer matrimonio, que obviamente no
pueden dejar de ser respetados.

En contra de la inclusión.

i) La razón de ser de la agravación del homicidio, en razón del especial


vínculo que une a agente y víctima, deriva del atentado en contra de los
nexos naturales, de sangre, que unen a ambos sujetos y no de la lesión a
relaciones meramente jurídicas. La legislación sobre adopción reconoce
explícitamente la subsistencia de los vínculos naturales, al señalar que la
extinción de ellos -- declarada como principio general- no opera en el
caso de los impedimentos para contraer matrimonio, establecidos en el
art. 5° de la Ley de Matrimonio Civil. En otras palabras, la extinción o
caducidad de los vínculos no es plena o total. La extinción del vínculo
natural anterior es sólo para los efectos civiles, de manera que en cuanto
a los efectos penales, el problema deberá ser resuelto conforme a las
normas de interpretación penal. La ley de adopción crea una ficción de
filiación -- la de hijo- por razones de protección al menor abandonado o
sin familia real, al cual trasplanta jurídicamente de familia, pero no es
posible desconocer los lazos de sangre -- la propia ley los reconoce- entre
el adoptado y su familia procreadora o de origen.

71
En consecuencia, si se adhiere a la tesis de que el tipo objetivo del
parricidio se integra con el vínculo de adopción, el adoptado que mata
a su padre o madre natural y viceversa, comete parricidio. Por el
contrario, si se sostiene que ese vínculo no integra el tipo objetivo, la
muerte inferida por el adoptante al adoptado y viceversa, constituirá
homicidio y parricidio, la muerte inferida por el adoptado a su padre o
madre natural, y viceversa. Lo anterior es sin perjuicio de los problemas
de error de tipo que pudieran plantearse alrededor del conocimiento o
ignorancia del vínculo de unión, como por ejemplo el adoptado por otro
le da muerte a este, sin saber que es su padre adoptivo, el hijo da muerte
a su padre biológico ignorando el vínculo natural que los une, creyendo
que es su tío o los problemas planteados por las hipótesis de aberratio
ictus, compartidos con las hipótesis de parricidio por vínculos de sangre.
En doctrina nacional, el profesor Etcheberry señala que el vínculo de
adopción plena mantiene los vínculos biológicos de filiación para los
efectos de configurar y sancionar el delito de parricidio y confiere a dicha
adopción solo efectos civiles.

De igual opinión es el profesor Garrido Montt, para quien "el adoptado


puede cometer parricidio, pero únicamente si atenta contra la vida de
sus consanguíneos de sangre, si atenta contra el adoptante o viceversa,
incurrirá en homicidio". 2.- Vínculo de Matrimonio Constituiría una

72
excepción al motivo fundante de la agravación basado en el atentado
contra vínculos naturales ya que en este caso, el objeto de la agresión,
además de una persona, es una relación jurídica, un contrato. Por esta
razón, son varios los autores que cuestionan la inclusión de este vínculo
en la tipicidad del parricidio. La ley se refiere, evidentemente, a un
matrimonio existente y válido. Las situaciones de separación de hecho no
influyen para nada, desde que no hay disolución de vínculo matrimonial.
Uno de los problemas más debatidos en esta parte es el relativo a un
"matrimonio anulable", esto es, un matrimonio que no ha sido declarado
formalmente nulo a través de sentencia judicial, pero que posee un vicio
de nulidad objetivamente dado. Por ejemplo, el caso de la mujer que da
muerte a su ex cónyuge, quien se hallaba casada anteriormente en virtud
de vínculo no disuelto (matrimonio "del bígamo"). Ese matrimonio, del
sujeto casado dos veces con distintas cónyuges representa un vínculo
repudiado por la ley civil y penal: constituye causal de divorcio y
configura el tipo penal de celebración de matrimonio ilegal (bigamia),
artículo 382 del Código Penal. Entonces, cabe preguntarse si esa relación
vital entre dos personas, en cuyo contexto una mata a la otra, puede ser
considerada como un bien jurídico digno y merecedor de protección
penal. En otros términos, si ese "matrimonio anulable", por el vínculo
anterior no disuelto, representativo de una ilicitud sancionada por la ley,
puede ser estimado como el bien jurídico que se quiere proteger a través
del tipo del artículo 390 del Código Penal. Las opiniones de la doctrina
están divididas y al respecto pueden consultarse las obras de los
profesores Etcheverry, Grisolía, Bustos, Politoff y Garrido Montt. En materia
de jurisprudencia, se conocía hasta hace algunos años una sola
sentencia, de la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago, que había
efectuado una. interpretación teleológica del bien jurídico matrimonio
como objeto protegido en el parricidio y concluido, frente al caso de la
mujer autora del homicidio de su marido bígamo, que en tal situación no
podía entenderse agredido ese bien jurídico protegido --matrimonio-
castigando sólo por delito de homicidio. (Revista de Ciencias Penales, Nº

73
3, T.XXIV, septiembre-diciembre 1965, pág. 231 y siguientes). En ese fallo
se destacó la contradicción que significaría que un mismo vínculo
matrimonial sea al mismo tiempo un hecho ilícito-delictivo, marginado de
la tutela penal y un bien valioso, amparado por la ley punitiva. La
interpretación es que no podría asignársele a la ley penal la ratio de
proteger todo o cualquier vínculo matrimonial en el parricidio, incluso el
que la propia ley penal repudia y castiga. Hay casos en que a través del
elemento teleológico de la hermenéutica, debe concluirse que están
fuera del ámbito del parricidio determinados matrimonios cuya agresión,
además de la de la vida humana, no compromete el interés público que
es el fin de la tutela normativa. El único matrimonio que reconoce nuestra
legislación es el monogámico, no estando amparada la mera relación
formal que no ha sido disuelta por sentencia. La Ilustrísima Corte de
Apelaciones de San Miguel, a través de sentencia del 14 de Mayo de
1997, comparte mayoritariamente la doctrina del anterior fallo de 1965
(Gaceta Jurídica Nº. 203, pág. 165 y s.s.). En éste último caso, el
procesado dio muerte a su cónyuge, estando en ese momento unido a
otra mujer por vínculo anterior no disuelto El voto de mayoría sostuvo que
no se estaba en presencia de parricidio, sino de homicidio, sobre la base
de los siguientes argumentos esenciales:

i) Que la sanción particularmente grave establecida en el art. 390 del


Código Penal se fundamenta en que la conducta implica no solo un
atentado contra la vida de otro, sino además, una agresión a un vínculo
parental o conyugal. En otras palabras, son dos los objetos jurídicos
protegidos a través del tipo de parricidio.

ii) Que el Código Penal reprueba el hecho de contraer matrimonio


estando válidamente casado con anterioridad, a través del tipo de
bigamia y que cada tipo penal desempeña una función específica de
protección de un bien jurídico, necesitado y digno del amparo penal.

74
iii) Que resulta inaceptable sostener que una misma relación vital origine
paralelamente un objeto jurídico valioso (protegido por el parricidio) y
una situación ilícita repudiada por la ley punitiva (bigamia).

iv) Que en presencia de un "matrimonio-delito" no es posible aseverar que


dicho enlace, ilegítimo en sí mismo, constituye un valor jurídico amparado
por el tipo penal del artículo 390. Por el contrario, es un "disvalor jurídico"
que esta proscrito de la tutela y que no puede representar el objeto
jurídico "matrimonio" cuya protección persigue el parricidio.

v) Que no es primordial la cuestión de que la nulidad debe ser


judicialmente declarada para que surta en este caso sus efectos propios,
ya que el conflicto de fondo se relaciona, no con un problema de
formalidades legales, sino con algo mucho más sustancial, como lo es el
sentido del concepto "matrimonio" en la ley penal y el fin perseguido por
la norma --su ratio legis- al incorporar a dicho vínculo jurídico entre los
objetos protegidos por el tipo de parricidio. Respecto del divorcio, a su
vez, se puede señalar que, inicialmente, este no tenía injerencia en
asuntos de la tipicidad del parricidio toda vez que no disolvía el vínculo
matrimonial. Distinta es la situación luego de la entrada en vigencia de la
nueva ley de matrimonio civil en donde se incorporó en la legislación, y
la sociedad chilena, el divorcio con terminación de vínculo matrimonial
creándose el estado civil de divorciado. En este orden de ideas, si una
persona mata a una persona respecto de la cual tuvo vínculo
matrimonial el cual fue terminado por sentencia de un tribunal de la
República, no se daría el elemento vincular de matrimonio y la situación
sería análoga a la existente respecto de los matrimonios anulados.
Vínculo de convivencia o concubinato. Este elemento fue incorporado el
año 2005 con la ley 20.066 sobre Violencia Intrafamiliar introduciendo a la
protección penal por vía de parricidio al concubinato, probablemente
por amplio revuelo social que ha surgido en torno al tema de la violencia
de género y la violencia en el marco de la familia, revuelo que si bien
puede tener un alto impacto a nivel mediático, no necesariamente

75
pueda tener dicha relevancia a la hora de tomar decisiones legislativas.
El concubinato puede ser definido como la unión afectiva, de cierta
permanencia en el tiempo, entre dos personas, sin que medie entre ellos
un vínculo matrimonial. Así, esto se refiere en términos sencillos a la
generación de una "vida en común" determinada por relaciones de
afecto, apoyo reciproco, eventualmente procreación (elemento
recogido en el artículo 5 de la ley 20.066 al momento de determinar su
ámbito de aplicación y para delimitar lo que se entiende por violencia
intrafamiliar) y demás que podrían existir en un matrimonio, solo que sin la
existencia de este vínculo legal. Atendida la alarma generada por la
cobertura de los medios de comunicación en torno a la denunciada alza
de la violencia en el marco de familias en donde los integrantes no
estaban unidos en vínculo matrimonial, se consideró necesario incorporar
las situaciones de convivencia, sobre las cuales existen serias
inconsistencias a la hora de definir de forma concreta y segura qué se
entiende por esta "convivencia", dentro del ya resistido tipo penal de
parricidio.

Por lo tanto, luego de la reforma de 2005, si una persona mata a otra con
la que se encuentra unida en concubinato, comete parricidio y no
homicidio. La cuestión, que en principio pareció adecuada atendida la
alarma social por el tema e incluso un tema de sencilla implementación,
puede plantear ciertos problemas en lo relativo a la tipicidad de la
situación que ha de entenderse como "convivencia" Y es que cabe

76
preguntarse, particularmente a la luz de los requisitos de scripta, praevia
y sobretodo stricta que debe tener toda ley penal, qué es lo que ha de
entenderse por concubinato. Si bien es cierto que la modificación viene
en el marco de la gran reforma que pretendió incorporar la violencia
intrafamiliar en la legislación general chilena, no es menos cierto que
dicha incorporación no proveyó, al menos en la modificación al tipo de
parricidio, de los insumos normativos suficientes como para poder cumplir
los estándares mínimos requeridos para una norma penal. Lo anterior no
deja de ser relevante a la hora de considerar que lo que se ha modificado
es un tipo penal con una de las penas más monstruosamente altas en el
marco de la legislación chilena, tipo penal que anteriormente era
sancionado con la pena de muerte, pena que por aquella concesión
"humanitaria" fue reemplazada por el presidio perpetuo en su modalidad
calificada. Por tanto, la incorporación de la convivencia al parricidio se
topa con este primer y gran escollo de no existir la claridad suficiente
sobre lo que se va a tener que entender por convivencia. Respecto del
uxoricidio el asunto es más sencillo toda vez que el matrimonio es un
vínculo legal generado en el marco de un contrato, contrato que tiene
fecha cierta y es celebrado ante un funcionario público que lo autoriza,
contrato que, además, encuentra su definición, regulación y efectos en
el Código Civil de Bello con lo que queda satisfecho el requisito de
seguridad jurídica y claridad en los términos del elemento típico. No así
ocurre respecto de la convivencia. Si bien es más o menos claro lo que
puede entenderse por un concubinato, no es menos cierto que es una
situación de hecho no regulada ni menos definida por la ley, situación
que puede tener ciertos elementos o carecer de otros tantos que pueden
entrar a hacer dudar de la certeza de si una situación determinada es o
no concubinato. La misma ley sobre Violencia Intrafamiliar se encarga de
dar algunos criterios para despejar el problema. Particularmente el
artículo 5, al definir la violencia intrafamiliar, y referirse a la convivencia
entre dos personas, marco para que se dé la referida situación de
violencia, se encarga de equiparar a esto el hecho de que dos personas

77
tengan hijos en común. Por tanto, haciendo una interpretación
sistemática de la norma y la definición hecha, puede considerarse que el
hecho de que una pareja viva junta y tenga hijos en común se entiende
como concubinato. Sin embargo nada se dice de los demás casos y
queda a la libre interpretación del juzgador, en base a lo planteado por
los intervinientes de un caso, cuando una situación constituye o no
concubinato. Y pasando del caso de la pareja con hijos en común, el
problema se complica: ¿Basta la vida bajo el mismo techo para poder
hablar de concubinato? ¿Qué ocurre con el hecho de vivir juntos sin
hacer vida en común en donde no existen mayores vínculos que el de
cohabitar una misma casa? ¿Se puede hablar de concubinato y
parricidio si el agente había hecho abandono del hogar común? ¿Puede
entenderse en tal caso como conviviente o solo ex conviviente? ¿Dónde
se termina la convivencia para efectos del parricidio? E incluso el asunto
se puede llevar aún más al extremo: ¿Puede entenderse concubinato y
parricidio en el marco de parejas homosexuales? Ya que el legislador lo
considera como situación análoga el matrimonio, puede señalarse que
como no se concibe un matrimonio de personas del mismo sexo en Chile,
es inaceptable equiparar el concubinato homosexual a una relación
conyugal, pues lo protegido es una situación análoga al matrimonio,
entre un hombre y una mujer. Pero también puede argumentarse sin
mucho problema que precisamente para evitar que las muertes en el
marco de parejas homosexuales, que, al menos por ahora, nunca
podrían estar unidas en vínculo matrimonial, queden fuera de la
protección del parricidio, estas han de incluirse en el concepto de
convivencia incorporado en el parricidio. Como se aprecia, los
problemas respecto al concepto mismo de convivencia, a quienes se
aplica, el catálogo de condiciones que deben darse para poder
considerar su existencia y su cabal definición es algo que no está resuelto
de forma concreta y existen grandes espacios en blanco respecto de los
cuales podrían presentarse serias dudas para poder determinar si lo que

78
se examina es un homicidio o un parricidio, cuestión no menor sin lugar a
dudas.

Conocimiento de las relaciones. De


acuerdo con el texto, debe el sujeto activo
conocer el vínculo que lo une con la
víctima. La Comisión Redactora consignó
expresamente que el parricida debe
conocer la vinculación (Sesión 78).
Pacheco advertía en sus comentarios al
Código Español de 1848-1850, que no
puede haber parricidio si el que mató a su padre no sabía que era tal. "El
que no supo sino que mataba a un hombre cualquiera, el que no tuvo
sino esa intención, no ha cometido otro crimen que el de homicidio." En
cuanto al rol de esta exigencia, es opinión dominante la de que
corresponde al elemento intelectual del dolo, comprensivo de uno de los
elementos objetivos de la descripción típica, el parentesco y el
matrimonio. Se aplican entonces las reglas generales del dolo- conocer y
querer la realización de los elementos del tipo objetivo partiendo del
supuesto que cada tipo posee su propio dolo, en este caso, querer dar
muerte al pariente o cónyuge, sabiendo que lo es. Entre nosotros se
estima suficiente el dolo eventual, no circunscribiéndose, por tanto, la faz
subjetiva al dolo directo (Etcheberry, Labatut, Garrido). En contra,
Grisolía, Bustos y Politoff, quienes creen que el dolo del parricidio debe
restringirse al dolo directo, a la intencionalidad. Invocan, entre otros
argumentos, el de la elevada penalidad asignada- que llego a ser la
pena capital en algún momento - amén de que la explícita mención del
conocimiento en el tipo llevaría a restringir su ámbito al hecho cometido
sólo con dolo directo, de modo que el parricidio con dolo eventual es
homicidio agravado por el parentesco según lo previsto en el artículo 13
del Código Penal. En la doctrina hispana, Del Rosal, Cobo, Mourullo
señalan que quien dispara en contra de una muchedumbre, con

79
intención de matar a cualquiera, se representa como probable la muerte
de un pariente suyo que forma parte de ese grupo de gente y, por
consiguiente, su muerte, y pese a ello, dispara, comete parricidio con
dolo eventual. La hipótesis culposa está absolutamente excluida. No es
concebible el cuasidelito de parricidio, desde que en el tipo imprudente
o negligente no hay una voluntad dirigida a la realización del tipo y en el
parricidio sí es exigible una voluntad orientada hacia el resultado muerte
del pariente o cónyuge, sea que se lo persiga directamente, sea que se
lo acepte, previéndolo como posible. Los autores españoles antes
citados, apuntan que no tiene sentido hablar de parricidio cuando el
agente no conoce la relación de parentesco ni tampoco cuando aun
siendo consciente de ella, no causa dolosamente la muerte. Respecto al
parricidio por omisión, deben reproducirse todas las consideraciones
hechas en la Parte General, al tratar los delitos de comisión por omisión,
con sus elementos esenciales: posición de garante, deber jurídico de
actuación, abstención de la acción debida y esperada.

Pueden consultarse los apuntes redactados por el profesor Künsemüller


sobre "Delitos de omisión." Otro problema central en tipo de es el de la
comunicabilidad o incomunicabilidad del vínculo, que se relaciona con
lo prescrito en el artículo 64 del Código Penal, en relación a las causas
personales de agravación. Estas son incomunicables y afectan
únicamente al sujeto portador de ella, como por ejemplo las relaciones
particulares con el ofendido o cualquiera otra causa personal. Doctrina
y jurisprudencia están de acuerdo en que el vínculo personal es
incomunicable, cuando el autor ejecutor es el vinculado (intraneus) y el
partícipe no lo es (extraneus). Ejemplo típico: el hijo da muerte a su padre,
auxiliado por un amigo, quien le facilita los medios delictivos. La solución
es dividir el título de imputación, parricidio para el intraneus, homicidio
simple o calificado, para el extraneus, aplicando precisamente el citado
artículo 64. La situación no se presenta tan clara cuando el ejecutor es un
extraño y el pariente es partícipe, inductor o cooperador. Por ejemplo la

80
cónyuge de la víctima se concierta
con su amante para darle muerte a
su marido y le facilita la entrada a su
casa donde duerme la víctima
quien es ultimada por el extraño. La
mayoría de nuestra doctrina y
jurisprudencia consideran al
pariente o cónyuge como partícipe
de parricidio, desde que el intraneus
es portador de la causa personal e
interviene en un hecho consistente
en darle muerte a su pariente o
cónyuge, reputándolo autor el art.
15 del C. Penal ("se consideran
autores"). Un sector minoritario,
entiende que hacer responsable al
pariente o cónyuge de parricidio,
cuando lo que en la realidad se ha
cometido es un homicidio --un
extraño ha dado muerte a un
extraño para él- significa hacerle responsable de un delito que no ha sido
realizado. Se hace aplicación del principio de la accesoriedad, de modo
que hay que estarse al tipo efectiva y realmente perpetrado por el
ejecutor, cual es un homicidio y es en relación a este tipo que debe
apreciarse la actuación del intraneus. La conducta del partícipe
(inductor, cooperador) es accesoria respecto del hecho o acto del
ejecutor, que realiza el tipo, este tipo realizado por el ejecutor es el
homicidio y a este accede el comportamiento del partícipe, cómplice o
encubridor, pariente o cónyuge. El título de imputación seria de
homicidio para todos, ejecutor y partícipes, cómplices y encubridores, ya
que sólo tal delito se ha cometido en la realidad, eso sí que con la
agravante del artículo 13 para el intraneus. Grisolia, Bustos y Politoff han

81
defendido entre nosotros esta tesis minoritaria, señalando que el marco
penal aplicable --homicidio agravado- permitiría imponer una pena
suficientemente coherente con la gravedad del hecho.

MODIFICACIONES DE LA NORMA

En el siglo XIX, en las diversas legislaciones latinoamericanas y latino-


europeas, como en las legislaciones germano-europeas, si bien se
mantuvo el delito de parricidio, paralelamente, se estableció el
infanticidio como un tipo penal especial con una pena inferior tanto del
parricidio como del homicidio.
El delito de parricidio en España consistía en matar al padre,
madre, otro ascendiente o al cónyuge y se penalizaba con una pena de
reclusión perpetua a muerte; la misma pena existía en Italia cuando se
mataba al ascendiente o descendiente, al igual que en los demás países
latinoamericanos.

En Chile, el parricidio significa matar al cónyuge, padre, madre, hijo


legítimo o ilegitimo, ascendiente o descendiente legítimo, siempre que el
hechor conozca las relaciones que los ligan; se le impone al hechor la
pena de muerte; en esa época (y hasta 1953) se eximía de pena al
marido que sorprendía a la mujer en acto flagrante de adulterio, a la
inversa, podía constituir una atenuante; esta circunstancia también regía
en el derecho comparado en favor del marido en su defecto significaba
una atenuante.
En esa época, en España se tipificó el infanticidio como la muerte
del hijo dentro de las setenta y dos horas después del parto para ocultar
la deshonra de la madre y lo comete la madre o los abuelos maternos,
tiene una pena de hasta 6 años; en Italia, el infanticidio ocurre cuando la
madre por honor mata al hijo inmediatamente después del parto, hasta
los 12 años; normas similares rigen en los países latinoamericanos.

82
Lo propio ocurrió en los Estados alemanes, donde se rebajó la pena
cuando por razones de honor la madre mataba al hijo recién nacido.
En Chile el infanticidio ocurre cuando el padre, madre y demás
ascendientes legítimos o ilegítimos, dentro de las cuarenta y ocho horas
después del parto matan al hijo o descendiente y se le impone la pena
de presidio mayor en sus grados mínimo a medio (5 años y 1 día a 15
años), la misma que la señalada para el homicidio simple, es decir, en
nuestro país sólo es una figura privilegiada del parricidio. Sin embargo, en
el derecho comparado, el infanticidio es también una figura privilegiada
del homicidio, además del parricidio.

Es en este contexto en el que se ha creado en las distintas legislaciones el


delito específico de infanticidio. El tratadista de derecho penal Francisco
Carrara, de nacionalidad italiana, señala: "La muerte de un niño naciente
o recién nacido, por medios positivos o negativos, por la madre
ilegítimamente fecundada, para evitar el deshonor o inminentes servicias
es justificable".

En la primera mitad del siglo XX, tanto las legislaciones latinoeuropeas


como latinoamericanas establecieron que el parricidio o era una
calificante del homicidio o era un delito especial con una penalidad
equivalente a la del homicidio calificado o asesinato, pero no mayor a
éste. A su vez, en éstas y en las germanoeuropeas, se consolida el
infanticidio corno tipo especial, generalmente cuando se obra para
ocultar la deshonra de la madre, con una pena inferior tanto respecto
del parricidio como del homicidio calificado u homicidio simple.

En España, el delito de parricidio consistía en matar al padre,


madre, hijo u otro ascendiente, descendiente, legítimo o ilegítimo o al
cónyuge; se le imponía la pena de reclusión mayor (desde 20 años) a
muerte; la misma pena que para el asesinato, en tanto que el homicidio
era de reclusión menor (12 a 20 años); si se incurría en infanticidio, o sea

83
la madre que para ocultar su deshonra matare al hijo recién nacido o los
abuelos maternos por el mismo motivo se imponía prisión menor (6 meses
a 6 años).

En Italia, por el asesinato de un ascendiente, descendiente, afín en


línea recta, cónyuge, hermano, hermana, la pena era de reclusión
perpetua a muerte, al igual que para el homicidio agravado; en cambio
en aquella época (década del 30) y tomando en cuenta la
jurisprudencia tradicional en ese momento se estableció en forma
expresa un delito especial denominado homicidio por honor familiar con
una pena de 3 a 7 años para el marido, padre o hermano que matara a
la mujer, hija o hermana si era sorprendida en una relación carnal
ilegítima; por su parte, se mantuvo el infanticidio como figura específica
cuando la madre mataba al feto después del parto por causa de honor,
la pena era de 4 a 12 años.

En Alemania, la pena para el asesinato era hasta privación de


libertad perpetua, la pena para el homicidio era no menor de 5 años y el
infanticidio cometido por la madre era de hasta 3 años.

En Chile, la norma es la misma que la señalada precedentemente


para el parricidio e infanticidio; no obstante, en 1953, se derogó la
disposición de ser eximente para el marido que mataba a su mujer
cuando la sorprendía en acto de adulterio, pudiendo sí constituir una
importante atenuante, pero en este caso también lo era cuando era la
mujer la que mataba al marido al sorprenderlo a él en acto flagrante de
adulterio; la pena por homicidio calificado era de presidio perpetuo, en
tanto que para el homicidio simple era de presidio mayor en sus grados
mínimo a medio (5 años y 1 día a 15 años).

84
En la segunda mitad del siglo XX, el parricidio no es un tipo penal especial
en las legislaciones germano-europeas; en tanto que en las legislaciones
latino-europeas y latinoamericanas constituye una calificante del
homicidio. Tanto si es o no un delito especial tiene una pena inferior al
asesinato o al menos equivalente; además la circunstancia de haber
sufrido servicias, que significa malos tratos graves y repetidos de obra o
de palabra, son tomados en consideración por la jurisprudencia como
una importante atenuante y en algunos casos como eximente de
responsabilidad; también en la mayoría de las legislaciones, se establece
el infanticidio cuando se obra por parte de la madre durante o
inmediatamente después del parto o bajo la influencia del estado
puerperal, como figura privilegiada del homicidio simple.

En Rusia, el homicidio agravado se sanciona con privación de


libertad de 8 a 15 años o con pena de muerte; para el homicidio doloso
no agravado, la pena es de 3 a 10 años; el homicidio doloso cometido
en estado de intensa perturbación psíquica provocado por actos de
violencia u ofensa grave por parte de la víctima se sanciona con trabajo
correccional hasta 1 año o privación de libertad hasta 5 años; el
homicidio por exceso de legítima defensa se sanciona con trabajo
correccional hasta 1 año o privación de libertad hasta 2 años; no hay

85
delito específico de parricidio o infanticidio, los cuales se incluyen en las
diversas formas de homicidio. A los delitos antes señalados, puede
aplicarse la atenuante cuando se comete el delito bajo la influencia de
fuerte conmoción psíquica, provocada por hechos injustos de la víctima,
como también al defenderse de un atentado socialmente peligroso,
aunque haya habido exceso en la legítima defensa.

En Alemania, el delito del que mata por placer, impulso sexual,


codicia, móviles inferiores, alevosa, cruelmente o con medios
comúnmente peligrosos o para posibilitar o encubrir otro delito se
constituye en asesinato y se impone la pena de privación de libertad de
por vida; el que mate sin ser asesino, la pena es no inferior a 5 años; en el
caso de la madre que mata a su hijo al nacer o inmediatamente
después, la pena es la privación de libertad hasta 3 años. A los delitos
antes señalados puede aplicarse la eximente cuando el autor se
extralimite en la legítima defensa por causa de trastorno mental, temor o
miedo.

En Francia, el homicidio en contra de un menor de quince años,


en contra de un ascendiente legítimo o biológico, padre o madre
adoptivo, en contra de una persona particularmente vulnerable debido
a su edad, enfermedad, invalidez, deficiencia física o psíquica o en
estado de gestación, tiene una pena de reclusión perpetua; la misma
pena para el asesinato, cuando va acompañado de violación, tortura,
premeditación; el matar dolosamente a otro o mediante
envenenamiento tiene una pena de hasta 30 años de reclusión. A los
delitos antes señalados puede aplicarse la eximente o atenuante al que
actúe por violencia o por intimidación a la que no han podido resistirse.

En Italia, el matar al ascendiente o descendiente tiene la pena de


reclusión perpetua: en tanto que matar a un afín en línea recta, al
cónyuge, padre, madre o hijo adoptivo tiene la pena de reclusión de 24

86
a 30 años; el homicidio agravado tiene como pena la reclusión perpetua
y entre las circunstancias de éste que además de obrar con crueldad en
contra de la persona, se incluye el haber empleado servicias; el homicidio
simple tiene pena no inferior a 21 años; la penalidad del homicidio de un
pariente es inferior al homicidio agravado y superior al homicidio simple,
o sea, es intermedia entre ambos; se derogó el homicidio por honor
familiar cuando había relación carnal ilegítima de la mujer, hija o
hermana; el homicidio preterintencional, o sea, el que comete lesiones y
sin intención ocasiona la muerte, tiene una pena de 10 a 18 años; a la
vez, el infanticidio lo comete la madre que ocasiona la muerte del feto
durante el parto o del recién nacido, inmediatamente después del parto,
en condiciones de abandono material o moral, y será penado con
reclusión de 4 a 12 años. A los delitos antes señalados puede aplicarse la
atenuante de obrar en estado de ira por un hecho injusto de otro, o si
obrare con motivo de un particular valor moral o social; como también la
eximente de responsabilidad al obrar constreñido por un peligro actual
de un daño grave o amenaza de éste; a su vez, opera como agravante,
además de obrar con crueldad en contra de la persona, el haber
empleado servicias.

En España, el matar al ascendiente, descendiente o cónyuge tiene


una pena de reclusión mayor (20 a 30 años), en tanto que la pena para
el asesinato es reclusión mayor en su grado máximo (26 a 30 años) y para
el homicidio, la reclusión menor (12 a 20 años), vale decir, la penalidad
del parricidio es intermedia entre ambos tipos de homicidio; al
infanticidio, o sea el cometido por la madre para ocultar su deshonra y a
los abuelos maternos por el mismo motivo, se impone la pena de prisión
menor (6 meses a 6 años). Una reforma posterior rebajó las penas para el
asesinato a 15 a 25 años y el homicidio de 10 a 15 años, derogándose el
delito de parricidio, el cual se desplaza a uno u otro tipo de homicidio, sin
perjuicio de la agravación por parentesco, lo que globalmente
considerado significa una rebaja de la pena en relación a la norma

87
vigente con anterioridad; y también se derogó el infanticidio que pasa a
ser considerado como homicidio, pero al cual se le aplica en este caso,
atenuantes, lo que en la práctica significa una pena inferior. A los delitos
antes señalados puede aplicarse la atenuante de obrar por causas o
estímulos tan poderosos que hayan producido arrebato, obcecación u
otro estado pasional de carácter semejante, a la vez otra referida a
cualquier circunstancia de análoga significación (en ésta se incluye el
haber sufrido actos de servicias, violencia o malos tratos por parte del
occiso), como también la eximente de responsabilidad, el obrar
impulsado por miedo insuperable.
En Argentina, el que mata a su
ascendiente, descendiente o
cónyuge, sabiendo que lo son, tiene
una pena de reclusión perpetua, pero
si mediare una circunstancia
extraordinaria de atenuación, podrá
ser de 8 a 25 años. El homicidio
calificado tiene pena de reclusión
perpetua, en tanto que el homicidio
simple, de 10 a 25 años; si bien el
parricidio se tipifica como calificante
del homicidio, el parricidio atenuado
tiene una pena inferior al homicidio
simple; el homicidio que se comete en estado de emoción violenta, que
las circunstancias hicieren excusable la pena, es de 3 a 6 años, la misma
señalada para el homicidio preteritencional. El infanticidio referido a la
madre que para ocultar su deshonra mate al hijo durante el nacimiento
o mientras se encontrare bajo la influencia del estado puerperal, y al
padre, hermano, marido o hijo cuando lo comete en defensa de la
honra de la hija, hermana, mujer o madre, siempre que se encontrare
en un estado de emoción violenta excusable, se le impondrá la pena
de reclusión de 6 meses a 3 años. A los delitos señalados, puede
aplicarse la eximente de responsabilidad, el obrar bajo amenazas de
sufrir un mal grave e inminente.
En Perú, al que a sabiendas mata a su ascendiente, descendiente,
natural o adoptivo, o a su cónyuge o concubino, se le impone una pena
no menor de 15 años; el parricidio es un delito especial con la misma
pena establecida para el homicidio calificado; si se tratare de un

88
homicidio simple va de 6 a 20 años, y si es en un estado de emoción
violenta que las circunstancias hicieren excusable, de 3 a 5 años; el
homicidio preteritencional, de 3 a 6 años; si por piedad mata a un
enfermo incurable que le solicita de manera expresa y consciente para
poner fin a sus intolerables dolores, la pena es no mayor de 3 años; el
infanticidio lo comete la madre que mata a su hijo durante el parto o bajo
la influencia del estado puerperal y se le impone una pena de 1 a 4 años
o prestación de servicio comunitario de 52 a 104 jornadas. A los delitos
señalados, puede aplicarse la eximente de responsabilidad, el obrar bajo
amenaza para la vida, integridad corporal o libertad.

En Colombia, el matar al ascendiente, descendiente, cónyuge,


hermano, pariente afín hasta el segundo grado, adoptante o adoptivo
califica el homicidio con pena de 16 a 30 años, pero una reforma
posterior del homicidio calificado, la aumentó al rango de 40 a 60 años,
es decir, el parricidio es una calificante del homicidio; es también una
califcante del homicidio el, obrar con servicias. El homicidio simple tenía
una pena de 10 a 15 años, pero una reforma posterior la aumentó al
rango de 25 a 40 años; al homicidio preterintencional se le impone una
pena disminuida de un tercio a la mitad; el homicidio piadoso, matar a
otro para poner fin a intensos sufrimientos provenientes de lesión corporal
o enfermedad grave e incurable, la pena es de 6 meses a 3 años; comete
infanticidio la madre que durante el nacimiento o dentro de los 8 días
siguientes matare a su hijo, fruto de acceso carnal violento o abusivo o
de inseminación artificial no consentida, incurrirá en arresto de I a 3 años.
Si el hecho se comete en estado de ira o intenso dolor causado por
comportamiento grave e injusto, la pena será no mayor de la mitad del
máximo, ni de la tercera parte del mínimo del respectivo delito.
A los delitos señalados, puede aplicarse la atenuante de obrar por
motivos nobles o altruistas, también la de obrar en estado de emoción o
pasión excusables, o de temor intenso y cualquier otra circunstancia

89
análoga a ellas (en esta última se incluye el haber sufrido actos de
servicias, violencia o malos tratos por parte del occiso o víctima).

En Chile, el que conociendo las relaciones que los ligan, mate a su


padre, madre o hijo, sean legítimos o ilegítimos, a cualquier otro de sus
ascendientes o descendientes legítimos o a su cónyuge, se le impondrá
la pena de presidio mayor en su grado máximo (desde 15 años y 1 día)
a muerte, configurando el parricidio como delito específico. El homicidio
calificado, vale decir, si concurren las circunstancias de obrar con
alevosía, o sea obrar a traición o sobre seguro, por premio o promesa
remuneratoria, por medio de veneno, con ensañamiento, o sea
aumentado deliberada e inhumanamente el dolor al ofendido o con
premeditación conocida, tiene una pena de presidio mayor en su grado
medio (desde 10 años 1 día) a presidio perpetuo; para el homicidio
simple, el matar a otro sin la concurrencia de las circunstancias
anteriores, la pena es de presidio mayor en sus grados mínimo a medio
(5 años y l día a 15 años); la misma pena aplica al padre, madre o demás
ascendientes legítimos o ilegítimos, que dentro de las cuarenta y ocho
horas después del parto, matan al hijo o descendiente, configurando en
este caso la pena de infanticidio corno equivalente a la del homicidio,
pero es superior por el mayor tiempo que se exige para optar a la libertad
condicional que es de dos tercios. A los delitos señalados puede
aplicarse la eximente de responsabilidad, el que obra violentado por
fuerza irresistible o impulsada por un miedo insuperable.

Históricamente no existe nexo alguno entre la exención de la pena para


el padre de la Época Antigua, especialmente en Roma, con la rebaja
de pena para la madre y algunos parientes a contar de la Época
Contemporánea; dado que en el primer caso es el producto de una
exagerada y brutal potestad del pater familias o el padre, según el caso,
dentro de un contexto patriarcal; en tanto, en el segundo, opera como
consecuencia de las especiales circunstancias de una situación

90
angustiante en que se encuentra la madre, generalmente producto del
abandono físico o moral, o de la presión social y familiar, cuya estructura
se da también en el contexto del que forma parte una subcultura
patriarcal.

Las legislaciones precedentes tienen dos lineamientos jurídicos: la familia


jurídica germana, que incluye la rusa, alemana, entre otras, que no
tipifican expresamente el parricidio, subsumiéndolo en una de las formas
de homicidio; y la familia jurídica romana, que incluye la francesa,
italiana, argentina, colombiana, peruana, las que si bien contemplan el
parricidio, la circunstancia del parentesco configura una calificante del
homicidio, o si es un delito aparte, la pena es equivalente, pero no
superior e incluso puede ser inferior; en el caso de la española, constituye
una agravante genérica por parentesco. También estas legislaciones
incluyen el infanticidio como tipo específico con pena inferior al
homicidio simple, salvo la rusa, francesa y española, pero en éstas las
atenuantes disminuyen notoriamente la pena. La legislación chilena se
adscribe a esta última familia jurídica, pero con una variante, que la
pena para el parricidio está por sobre el homicidio calificado, lo que
conceptualmente la hace diferente a todas las demás; eso significa que
si concurriere una calificante opera independientemente como
agravante pero desde un límite mínimo de pena muy superior; si
concurre una atenuante, también desde un límite mínimo muy superior.
A la vez, el infanticidio es equivalente al homicidio simple, pero se le
exige el cumplimiento de los dos tercios de la pena para optar a la
libertad condicional, por lo que en la práctica es superior a éste, lo que
no se condice con los tipos penales y sus penas señaladas en el derecho
comparado.

Si se establece un resumen jerárquico del derecho comparado,


desde el punto de vista de su punibilidad, se tiene: primeramente el
homicidio calificado, que puede o no tener la circunstancia del

91
parentesco, denominado en este caso parricidio; algunas legislaciones
contemplan la circunstancia de las servicias cometidas con anterioridad
por el hechor, que se agrega a la del ensañamiento; en segundo lugar,
está el homicidio simple cuando no hay ninguna de las circunstancias
calificantes; continúan en esta jerarquía, el parricidio atenuado por
haber ejercido el occiso servicias o violencia en contra del hechor; el
homicidio preterintencional, cuando producto de las lesiones resultare la
muerte; en algunas legislaciones, el homicidio emocional; le sigue el
infanticidio cometido por la madre en contra de un recién nacido; y el
homicidio piadoso, cuando se da muerte a un enfermo incurable a
solicitud de éste. En algunos de estos casos, operan como agravante
genérica, las servicias ejercidas por el hecho, y mayoritariamente como
atenuante o eximente, el obrar bajo amenaza de un mal grave e
inminente.

Si se analiza el derecho comparado, puede establecerse que en


las legislaciones extranjeras, los delitos de homicidio y asesinato tienen en
promedio penalidades más altas que en la legislación chilena; pero
respecto de los delitos de parricidio e infanticidio, es la legislación chilena
la que tiene una penalidad mucho más alta que el promedio de las
legislaciones extranjeras. Esto significa que al comparar ambas
situaciones en relación al contexto jurídico de los diversos países, en la
legislación chilena la mayor pena señalada para el parricidio e
infanticidio implica una punibilidad comparativamente mucho más
gravosa, tanto por el número de años que importa dicha pena, como
respecto de la relación global del contexto en que se da.

A principios del siglo XIX, el sociólogo Emile Durkheim, estableció una


relación inversa para los indicadores de suicidio y homicidio en los
diferentes países europeos. En ese momento, Suecia era el país con un
mayor grado de desarrollo socioeconómico y con las tasas de homicidio
más bajas, en tanto que las de suicidio más alto; a la inversa, España

92
tenía el grado de desarrollo menor, las tasas de homicidio eran más altas
y las de suicidio más bajo.

En 1996, el Anuario Estadístico de Salud Mundial, estableció una relación


similar al comparar países europeos, angloamericanos y
latinoamericanos. Así, las tasas de homicidio por cada 100.000
habitantes, en los diversos países, son las siguientes: Colombia 78.5, Brasil
19.2, México 17.1, Venezuela 15.7, Estados Unidos 9.4, Cuba 7.8, Chile 5.9
(Proyección de Fundación Paz Ciudadana), Costa Rica 5.5, Argentina
4.4, Canadá 1.7, Italia 1.7, Francia 1.1, Alemania 1.1, Gran Bretaña LO,
España 0.9.

Un estudio realizado por la socióloga Doris Cooper Mayr, en 1982, para


la Comisión Nacional Científica y Tecnológica estableció una relación
cuantitativa del total de condenados por los distintos delitos en Chile. De
la población penal rural masculina, el 28% de los hombres cometió
homicidio y 2% cometió parricidio; en tanto que de la población penal
rural femenina, el 6.5°/a de las mujeres cometió homicidio, 6.5% cometió
infanticidio y 50% cometió parricidio. De la población penal urbana
masculina, el 11 .3% de los hombres cometió homicidio y 1 % cometió
parricidio; en tanto que de la población penal urbana femenina, 10.2%
cometió homicidio y 26% cometió parricidio.

En ese mismo estudio, tomando en cuenta únicamente el total de


parricidios, considerando la población rural masculina y femenina, el 8%
lo cometieron hombres (la totalidad de éstos golpeaba brutalmente a su
mujer e hijos); en tanto que el 92% lo cometieron mujeres que se desglosa
en: 52% a maridos, 39% a hijos y 9% a padres (en los casos de parricidio
en contra de los maridos y los hijos, ellas han sido víctimas de violencia
atroz por parte del marido o conviviente; cuando la víctima es el padre,
es por la misma razón). En el caso de la población urbana masculina y
femenina, el 23% lo cometieron hombres (la totalidad de éstos golpeaba

93
brutalmente a su mujer e hijos); en tanto que el 77% lo cometieron mujeres
que se desglosa en: 30% a maridos, 50% a hijos y 20% a padres por las
mismas razones expresadas anteriormente.
La misma autora en una investigación denominada Delincuencia Común
en Chile, publicada en 1994, estableció que la delincuencia femenina
rural alcanza a un 79% de delitos contra las personas, la familia y la moral;
de éstos, un 43% corresponde a parricidio, homicidio del conviviente o
infanticidio; en tanto que en la delincuencia femenina urbana
predominan los delitos contra la propiedad, que se incrementan de un
50% en 1983 a un 79% en 1988, constituyendo el parricidio, homicidio del
conviviente e infanticidio un 14% del total. A su vez, otro estudio de la
misma autora en 1996, entre las condenadas pertenecientes a zonas
urbanas de las regiones de Valparaíso, Santiago, Biobío y Araucanía, del
total de delitos cometidos por mujeres, los homicidios fueron, 12% en
Valparaíso, 5% en Santiago, 7% en Biobío y 7% en Araucanía; de los
parricidios cometidos, 3% en Valparaíso, 3% en Santiago, 9% en Biobío y
17% en Araucanía; cometieron infanticidio, 0% en Valparaíso y Santiago,
9% en Biobío y 5% en Araucanía. Doris Cooper señala que, de acuerdo a
los resultados de sus investigaciones, los delitos cometidos tanto por
hombres como por' mujeres, en las zonas rurales predominan aquellos
contra las personas, la familia o la moral; en tanto que en las zonas
urbanas, predominan los delitos contra la propiedad, bajando
considerablemente el porcentaje de los primeros. En base a lo señalado
por la autora, existe una tipología recurrente para los delitos de parricidio,
homicidio de familiar o pariente e infanticidio: Parricidio del padre;
parricidio o uxoricidio o feticidio del marido o del conviviente, homicidio
del padrastro o conviviente de la madre. Los casos de parricidio del
padre, parricidio o conyugicidio del marido u homicidio del conviviente
homicidio del padrastro o conviviente de la madre se circunscriben
dentro de un contexto de extrema violencia que el padre o quien haga
sus veces ha ejercido prácticamente desde el nacimiento del hijo o hija.
El occiso ha sido en primer lugar golpeador de su mujer, después hace lo

94
propio con los hijos, tratándose de la hija, desde temprana edad, comete
abuso sexual en contra de ella, que al poco tiempo se convierte en
violación incestuosa. Contra los demás miembros de la familia, el padre
ejerce un maltrato físico y comete lesiones cada vez más graves, las que
llegan a provocar aborto a la madre si está embarazada,
acuchillamiento, cortes, heridas, fracturas, quemaduras u otras formas de
tortura; la violencia psicológica del padre es sistemática, la que se
caracteriza por insultos, amenazas y una descalificación permanente a
su mujer e hijos, agravado muchas veces por la ingesta de bebidas
alcohólicas. También la mujer, debido a la situación que vive, maltrata
psicológicamente a sus hijos, generando un estado de tensión
permanente en el hogar. Por la misma razón, en este tipo de hogares, la
mujer, hijos, hijas y demás familiares se encuentran bajo una completa
indefensión, motivo por el cual los hechos no son denunciados, por temor
a represalias del padre, dado que es un hecho que la agresión será aún
peor. Por los motivos más insignificantes, el cielo de violencia se hace más
y más recurrente, a la vez mucho más brutal, e incluso llega a ser
constitutivo de intento de suicidio. La desesperación es tal que en
ocasiones, lleva a alguno de los hijos a intentar suicidarse e incluso a la
madre idear la muerte del marido, hecho que la mayoría de las veces no
llega a concretarse. Un hecho puntual de abuso grave de tipo sexual,
maltrato físico o intento de homicidio por parte del padre, padrastro,
marido o conviviente de la madre, gatilla en los miembros de la familia
por regla general, en forma colectiva, la necesidad de darle muerte. De
esta manera, frente a la amenaza de la sobrevivencia se llega a
situaciones límites de tolerancia y de transgresión a todo código de
normas básicas de convivencia humana; se produce, en estos casos, una
reacción instintiva que sobrepasa ilimitadamente el control social
internalizado por la víctima de malos tratos.

CAPÍTULO V

95
CASOS EMBLEMÁTICOS DE
PARRICIDIO

RELACION DE CASOS EMBLEMÁTICOS DE


PARRICIDIOS

§ Crimen en La Molina caso Stephanie


§ Caso Myriam Fefer
§ Caso Elizabeth Espino Vásquez
§ Caso Giulliana Llamoja hilares
§ Caso Roberto Estelo Sulca
§ Caso Óscar Barrientos Quiroz
§ Caso Marco Arenas Castillo

96
CRIMEN EN LA MOLINA
CASO STEPHANIE
I.DESARROLLO DE LOS HECHOS

No era su hija biológica, pero la


quiso tanto como si lo fuera.
Desde que la adoptó, cuando
apenas tenía tres meses de
nacida, la pequeña Stephanie
fue todo para doña Vilma
Gabriela Niño de Guzmán de la
Rosa, una ex funcionaria de la
Municipalidad de Lima que solo
deseaba ser feliz con la ahora
quinceañera. Por desgracia, la
menor y su enamorado de 16
años, se encargaron de pulverizar
los sueños de la infortunada
mujer. La mataron con crueldad
en su casa de La Molina.

Stephanie, según la policía, no toleró que su madre adoptiva


desaprobara su relación amorosa. Entonces la asesino y luego ocultó el
cadáver de su madre adoptiva por casi dos meses en una de las
habitaciones de la amplia vivienda que compartió con ella desde 1999.

Desde el 11 de enero, día en que ocurrió el crimen, hasta la noche del


domingo último, la adolescente pernoctó bajo el mismo techo con los
restos mortales. Utilizó al menos 20 litros de agua de colonia, así como
desodorantes en spray y otros productos químicos, para contrarrestar el
fuerte hedor, propio de la descomposición orgánica.

97
Sin evidenciar arrepentimiento, la chica continuó desarrollando sus
actividades normalmente en su vivienda de la calle El Corregidor, Mz. O,
lote 10, urbanización Los Girasoles, en La Molina.

Dedicó parte de su tiempo en atender a su padre adoptivo, un anciano


de 90 años que está inmovilizado en una cama desde el 2011, como
consecuencia de un derrame cerebral.

Probablemente Stephanie jamás hubiera sido descubierta, si los


hermanos de la víctima no hubiesen insistido en verla. En efecto, estos la
llamaron insistentemente por teléfono y todas las veces la menor les dio
la misma respuesta: "Mi mami está participando en un retiro espiritual. No
sé por cuanto tiempo".

La respuesta cada vez fue menos creíble y la familia, temiendo lo peor,


decidió recurrir a la policía, que terminó desentrañando el caso.

Ahora se sabe, por confesión de la muchacha, que su enamorado


Fernando Jesús L.H. (16), actualmente no habido, la ayudó a cometer el
homicidio. Él le lanzó un disco de fierro en la cabeza y cuando doña Vilma
Gabriela yacía inconsciente en el piso. La golpearon hasta asesinarla.

II. LEYES PERMITEN SANCIONAR HASTA CON 6 AÑOS A


MENORES INFRACTORES

El psicoanalista, Luis Eugenio Estremadoyro, explicó que los adolescentes


son, por naturaleza, irreflexivos, rebeldes e intolerantes. Suelen
sobrevalorar sus puntos de vista y pueden reaccionar con violencia si se
pretende imponerles por la fuerza algún tipo de conducta.

El especialista aconsejó a los padres no impartir órdenes a sus hijos, como


en un cuartel, porque ellos no son militares. "En este caso, me parece, la
madre adoptiva cometió un grave error al oponerse a la relación
amorosa que mantenía su hija sin darle ninguna alternativa".

98
En tanto, el abogado Víctor Andrés Carrillo explicó que la legislación
vigente ahora permite condenar a los menores por infracción a la ley,
aunque, en ningún caso podrá imponérseles más de 6 años de
confinamiento.

III. ACUSACIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO

El Ministerio Publico consideró como autora del asesinato de Vylma Niño


de Guzmán, ocurrido en su casa de la avenida Alameda de El
Corregidor, La Molina, el 11 de enero pasado, a la hija de esta. El
enamorado de la adolescente fue catalogado como cómplice primario
del delito. Para ambos la fiscalía ha solicitado seis años de internamiento
en un centro de menores y el pago de S/.5 mil como reparación civil.

IV. SENTENCIA

Una sentencia de seis años privada de su libertad recibió la adolescente


de 14 años que el 11 de enero pasado asesinó en La Molina a su
madre, Vylma Gabriela Niño de Guzmán de la Rosa, de 63 años.

99
En tanto su enamorado de 16 años estará recluido cuatro años y seis meses por
ser cómplice primario del crimen. La menor escondió el cadáver casi dos
meses y fue hallado por la policía el 9 de marzo.

La Fiscalía había solicitado en julio pasado para ambos seis años de


prisión en un centro de menores y el pago de S/. 5 mil como reparación
civil. El menor habría cogido de las manos a Niño de Guzmán de la Rosa
mientras su pareja la golpeaba con un objeto contundente hasta
ocasionarle la muerte.

GIULIANA LLAMOJA HILARES


(LA POETISA)
I. EL 5 DE MARZO DEL 2005

La noche de sábado, marzo del


2005 Giulliana (18) se
encontraba en casa con su
madre María del Carmen
Hilares Martínez (47), con la cual
se inició una acalorada
discusión y posterior a ello se
inicia el forcejeo, apagando las
luces de la casa es ahí que
Giulliana atrapada por la ira le
propina 65 puñaladas en el
cuerpo a su madre María,
muriendo esta al poco rato
desangrada.

100
La matricida, asegura que su madre la atacó primero. Las discusiones
entre ambas eran frecuentes. Llamoja es hija de un juez y estudiaba
derecho en la Unifé. Previamente la joven habría intentado envenenarla
dándole a la madre una bebida mezclada con raticida, pero que esta
reconoció el veneno y lo arrojó al piso. Habría sido entonces que tomó el
cuchillo.

"Según Giulliana Llamoja": ella estaba sola en la casa; se estaba


probando un polo y bajó a la sala para mirarse en un espejo grande. En
eso llegó su madre. Esta le increpó algo, el desorden o algo por el estilo.
Empezaron a discutir, como otras veces, y la ira se salió de su cauce.

Un trascendido señalaba que Llamoja insultó a su madre gritándole


ignorante y le sacó en cara que no tuviera formación universitaria como
ella o su papá. La madre le lanzó un adorno de cerámica, que ella
esquivó. Llamoja asegura que la mamá fue la primera en coger el
cuchillo. Lo cierto es que ella también tiene varios cortes. Sin embargo lo
desconcertante se da cuando llega a casa el hermano de Giulliana, Luis
Llamoja, el cual al ver los hechos, se pregunta ¿Qué fue lo que paso? ella
le dice: "estuve discutiendo con mama y luego se suicidó", es decir le
mintió, esto nos da una idea que su intención era ocultar su delito,
empero eso sería imposible ya que a la llegada del fiscal tuvo que
aceptar su crimen.

II. SENTENCIA

Giulliana Llamoja ha sido


condenada a veinte años de
pena privativa de libertad, por
el delito de Parricidio
contemplado en el Art. 107 del
Código Penal.

101
III. REDUCCIÓN DE LA PENA

En el 2007 la Sala Penal Transitoria de la corte Suprema decide rebajar de


20 a 12 años la pena de cárcel para Llamoja. El tribunal fija en S/.30.000
el monto por concepto de reparación civil.

IV. LIBERTAD DE LA PARRICIDA

EN EL 2009 la titular del Juzgado Penal 28 de Lima, otorga el beneficio de


semilibertad a Giulliana Llamoja.

V. REVOCACIÓN DE LA SEMILIBERTAD

En el 2012. El 28 Juzgado Penal Para Reos en Cárcel, que preside Betsy


Munaico Gamarra, revocó la semilibertad otorgada Llamoja.

VI. RETIRÓ DE LA ORDEN DE CAPTURA CONTRA

En el mismo 2012 la Sala Penal para Reos en Cárcel de Vacaciones de la


Corte Superior de Justicia de Lima retiró la orden de captura contra la
joven Giulliana Llamoja, quien aún se encuentra no habida.

102
ELIZABETH ESPINO VÁSQUEZ

I. DESARROLLO DE LOS HECHOS

El crimen se cometió en el 2010 .Este


caso se esclarece bajo arresto el
crimen después de 17 días. Elizabeth
Espino Vásquez confesó que ella
(Elita Espino), su enamorado y un
amigo planificaron y ejecutaron el
asesinato de su madre, porque se
oponía a su relación.

Fue un crimen planificado y llevado a cabo por su propia hija, el


enamorado de esta y un amigo. La abogada Elizabeth Vásquez Marín no
tuvo ninguna oportunidad, tampoco se la dieron, aunque en los minutos
finales suplicó por su vida.

Luego, sus asesinos pretendieron hacer pasar el crimen como un ajuste


de cuentas por parte de un socio descontento, el narcotráfico o
secuestradores al paso, y por ello inventaron la llamada telefónica de
madrugada y abandonaron el cuerpo en la maletera de su auto.

Pero los detectives de homicidios fueron atando cabos y llegaron a la


verdad. Así, Elizabeth Alexandra Espino Vásquez, de 22 años, terminó por
confesar todo abrumado por las evidencias.

“Sí, nosotros la matamos. Estaba cansada de sus reglas, que haz esto,
que haz lo otro, no te juntes con ese chico. Nadie le gustaba, nadie era
perfecto, mientras ella podía hacer todo después de que se separó de
papá”, confesó Elizabeth Alexandra a los policías de homicidios.

103
La joven relató en detalle lo que ocurrió la noche del 27 de enero en su
casa de Lince. Ella, su enamorado Fernando González Asenjo, de 24 años,
y su amigo Jorge Eduardo Cornejo Ruiz, de 21 años, planificaron asesinar
a la abogada Elizabeth Vásquez Marín.

Espino Vásquez relató a la policía que hizo entrar a sus amigos a la casa
cuando su madre se estaba bañando. Al salir de la ducha, la
confrontaron: la víctima se dio cuenta de lo que se iba a suceder e
intentó buscar ayuda.

En ese momento, Fernando González y Jorge Cornejo se avalancharon


sobre la abogada y la golpearon, en el cuerpo y la cabeza, para evitar
que llegue a la puerta en busca de ayuda. Luego la asfixiaron con el afán
de callar sus gritos.

La policía empezó a sospechar la verdad cuando no aparecieron socios


descontentos y cuando se descubrió que no existía la famosa llamada a
las 2:30 de la mañana que había hecho, supuestamente, al salir de su
casa.

En tanto, la empleada doméstica y una amiga de la víctima revelaron


que Elizabeth Vásquez Marín y su hija discutían y peleaban mucho, y que
incluso en algunas ocasiones la hija agredía a su madre.

Ante esta situación, la División de Homicidios pidió y logró a través de la


fiscalía una orden de detención por parte del 16º Juzgado Penal de Lima
Bajo arresto La joven fue detenida a las 11.45 de la mañana. A las 5:23 de
la tarde fue arrestado Fernando González Asenjo, pareja sentimental de
Espino Vásquez, y el tercer cómplice, Jorge Cornejo, a las 10:11 de la
noche.
La joven estuvo acompañada de su padre, el magistrado Alejandro
Espino, y de dos abogados que serían sus defensores. Gonzales tiene
como abogada a Jessica Horna.

104
Aunque en un principio intentó negarlo todo, Fernando González terminó
por confirmar la declaración de su enamorada y su participación en el
asesinato.
Tras su arresto, Elizabeth fue trasladada al médico legista para los
exámenes de ley, en los que se detectó que presentaba lesiones
recientes en el cuerpo. Luego fue sometida a un interrogatorio por los
detectives de Homicidios.
Elizabeth Espino en su primer interrogatorio ocultó y dio información falsa
a la policía en su primer interrogatorio para desviar las investigaciones por
lo que se convirtió con su pareja en los principales sospechosos para
esclarecer el crimen.
Elizabeth había dicho que su madre salió de su casa, ubicada en la calle
Joaquín Bernal 1080, Lince, la madrugada del 27 de enero tras recibir una
llamada telefónica.
Sin embargo, esa llamada nunca ocurrió. Por el contrario, se encontraron
llamadas entre el celular de Elizabeth y su ex enamorado, ese mismo día.
También había declarado que la última persona que vio a su madre fue
el vigilante del edificio en el que vivían. Esta versión fue desmentida por
el guardián, quien aseguró que esa noche la joven le pidió que le
comprara un pollo a la brasa, y cuando regresó, a los 20 minutos, el carro
de la abogada no estaba.
Otra evidencia en su contra fue el hallazgo de gotas de sangre en la
cochera del edificio, luego de que peritos de criminalística realizaran la
prueba del luminol.
La empleada doméstica de la familia afirmó que la relación entre madre
e hija no era buena, “siempre andaban peleando como perro y gato”.
Elizabeth aseguró a la Policía que nunca tuvo peleas con su madre.
Incluso el juez Espino dijo que su familia era unida a pesar de su
separación.
Cuando le preguntaron quiénes podrían ser los asesinos de su ex esposa,
Espino dijo que podría tratarse de la venganza de algún socio, pero jamás
mencionó las desavenencias entre madre e hija.

105
Este caso hace recordar al de Giulliana Llamoja, hija también de un
magistrado, que asesinó de varias puñaladas a su madre. Ahora Elizabeth
y su pareja no solo truncaron la vida de una mujer brillante, como
profesional y empresaria, sino también que perjudican la suya: por ahora
solo les queda la cárcel.

II. ACUSACIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO

La Fiscalía pide 30 años de prisión para los tres implicados en el crimen.

III. SENTENCIA DE LA TERCERA SALA PENAL CON REOS


EN CÁRCEL

Condenó a 30 años de prisión a la joven, tras considerar que participó en


el asesinato de su madre, la abogada Elizabeth Vásquez Marín, el 26 de
enero de 2010.

IV. PRESENTA UN RECURSO DE NULIDAD

Interpuesto por la defensa de ‘Elita’ contra la sentencia del 24 de


setiembre de 2012.

106
V.RATIFICACIÓN DE SENTENCIA POR LA CORTE SUPREMA
La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia decidió,
finalmente, ratificar la condena de 30 años de prisión que se le impuso a
Elizabeth Espino Vásquez (‘Elita’) por el asesinato de su madre, la
abogada Elizabeth Vásquez Marín.

MARCO ARENAS CASTILLO


I.DESARROLLO DE LOS HECHOS

Un horrible crimen sacudió las


portadas de los diarios en noviembre
de 2013. María Rosa Castillo (54),
una próspera empresaria panadera,
apareció calcinada en un
descampado de la zona de
Manchay, tres días después que sus
familiares denunciaron su
desaparición.

La muerte de María Rosa Castillo


conmocionó al país, pues en un
inicio se culpó del mismo a la
galopante inseguridad ciudadana en Lima. Sin embargo, el caso tomó
después un giro macabro: todo apuntaba a que el crimen lo cometió su
hijo, Marco Arenas.

María Rosa Castillo desapareció el 5 de noviembre de 2013. Toda su


familia, incluso su hijo Marco Arenas –que hasta entonces lucía
conmovido por la noticia– clamaba a las autoridades que encuentren a
su madre lo más pronto posible.

107
El 7 de noviembre de 2013 apareció el auto de María Rosa Castillo
totalmente violentado y un día más tarde por fin aparecería la
empresaria pero, para la tristeza de su familia, solo se ubicaron sus restos.

María Rosa Castillo había sido asesinada y no solo eso, fue calcinada aún
con señales de vida y abandonada en un descampado en Manchay. Y
lo peor para sus familiares aún estaba por venir.

El sentimiento de culpa hizo lo que las investigaciones no se pudieran


hacer en ese momento. El 10 de noviembre, 5 días después de la
desaparición de la empresaria, Marco Arenas, su hijo de 22 años,
confesaba haber matado a su madre.

Para colocar elementos aún más escalofriantes a esta historia, el asesino


explicó que el crimen fue planeado y ejecutado junto con su joven
novia Fernanda Lora Paz.

A partir de allí, Marco Arenas dejó el anonimato para convertirse en el


protagonista del caso de parricidio que dejaría en el olvido, por un
momento, a los que envolvieron a Giulliana Llamoja (acusada de matar
a su madre en 2005) y Miriam Fefer (empresaria asesinada,
presuntamente, para el beneficio de uno de sus dos hijos).

A partir de su confesión, se conoció que Marco Arenas asesinó a su madre


mediante golpes y estrangulándola y siguiendo un manual,
presuntamente facilitado por su novia. Luego ambos, según afirmó Marco
Arenas, llevaron a la víctima en su auto hasta Manchay donde
abandonaron sus restos.

La muerte de María Rosa Castillo se trataría de un hecho premeditado ya


que, según confirmaron las autoridades, en la escena del crimen –la casa
de la víctima– también estuvo Fernanda Lora y, al parecer, dos personas
más.

108
Según las autoridades, el móvil del crimen habría sido el odio que sentía
Marco Arenas contra su madre. Odio que según el asesino, fue originado
por los constantes comentarios de Fernanda Lora, quien en algún
momento le llegó a decir “O la matas tú, o la mato yo”.

La pareja con bastante frecuencia ya había robado joyas a María Rosa


Castillo, por lo que el asesinato no era un crimen demasiado lejano.

Exámenes psicológicos revelaron que Marco Arenas y Fernanda Lora


tenían serios problemas psicológicos. Esto también fue confirmado por los
videos que Marco enviaba a su novia, en el cual se deja notar una
relación enfermiza, casi llevada a la obsesión.

II. FISCALÍA PIDE 35 AÑOS DE CÁRCEL

A un año y medio de cometerse el crimen, Marco Arenas y Fernanda


Lora se encuentran con prisión preventiva. Ella en el Penal de Mujeres de
Chorrillos y él en Piedras Gordas. El último martes, la Décima Fiscalía
Superior de Lima pidió 35 años de cárcel para Marco Arenas por el delito
de parricidio y exigió la misma pena para Fernanda Lora. Además, solicitó
que ambos jóvenes paguen S/.200 mil por concepto de reparación civil.

109
Mientras tanto, este 11 de mayo vence la ampliación de la prisión
preventiva para Marco Arenas y Fernanda Lora. De no tener hasta ese
momento sentencia, la joven pareja podría salir en libertad.

110
CAPÍTULO VI
POLITICA CRIMINAL DE
PARRICIDIO

I. PENA O MEDIDA DE SEGURIDAD

ART. 107º: PARRICIDIO El Código Penal peruano reprime al


parricidio con pena privativa de
El que, a sabiendas, mata a su
ascendiente, descendiente, natural libertad no menor de quince años. Así
o adoptivo, o a una persona con
lo establece en su artículo 107, pero
quien sostiene o haya sostenido
una relación conyugal, de existe una atenuante expresamente
convivencia o sentimental, será
señalada en el texto sustantivo: el
reprimido con pena privativa de
libertad no menor de quince años. segundo párrafo del artículo 109. La
La pena privativa de libertad será atenuante se refiere a circunstancias
no menor de veinticinco años,
de emoción violenta en el delito que
cuando concurran cualquiera de las
circunstancias agravantes previstas comentamos, lo que acarrea una
en los numerales 1, 2, 3 y 4 del
penalidad no menor de cinco ni mayor
artículo 108.
de diez años. La reducción de la pena
privativa es notoria, y por lo tanto implica un argumento de defensa
dentro de los límites de la atenuación.

Sin embargo, la defensa de los parricidas encuentra su mejor argumento


en la alegación de locura o inimputabilidad. En tal sentido, cobra
vigencia la discusión sobre las medidas de seguridad aplicadas al
parricidio porque el establecimiento de la internación para tratamiento
psiquiátrico de los parricidas no parece conveniente en el marco de una
estimación social, por tener las medidas de seguridad una finalidad
preventiva y no represiva. La sociedad civil demanda el castigo ejemplar;

111
esto es, la aplicación de la pena privativa de libertad señalada en la
norma. Pero la realidad casuística demuestra que hay atenuantes que
considerar y circunstancias eximentes por aceptar. Entonces es menester
deslindar situaciones entre los agentes del delito, pues las medidas de
seguridad no solamente se aplican a los inimputables desde el momento
en que alcohólicos y toxicómanos imputables no pasan a purgar
condena en los establecimientos penales regulares del país.

Para poder acabar con este problema es necesario actuar con la


población desde su niñez para plantear en ellos valores suficientes y
necesarios para combatir este caos, y con respecto a las sanciones
establecidas en el código Penal peruano, estas deberían ser más
drásticas para aquellos que de forma consciente lo realicen, pues es un
acto macabro el darle muerte a su progenitor y en muchos casos es
realizado con perversidad (agravantes) con la ayuda de terceros con un
determinado fin.

Por esto es que las


políticas de estado
deben adecuarse a las
agravantes que se
presentan en la
actualidad en compañía
con este delito. Se debe
erradicar las diferencias
de género, mediante los
currículos educativos. El
capital no debería ocasionar problemas tanto sociales como familiares,
la economía debería beneficiar a la mayoría de los integrantes de la
sociedad y no excluirlo.

112
Para poder eliminar en parte las causas que ocasionan el parricidio debe
empezarse por la diferencia de géneros, debido a ello es que se origina
muchos de los problemas sociales, empezando desde el hogar en donde
la persona encargada de la educación de los hijos es la madre, y de esta
manera debe procurar una adecuada formación de ellos, es así como
poco a poco va adquiriendo un papel negativo ante los ojos de sus hijos,
que después reciben el apoyo del padre dejándola como “malvada”
ante ellos. Esta puede ser la principal causa de casos de parricidio, pues
se va creando cierto recelo hacia la figura materna. Por esto es necesaria
una revisión del material educativo para eliminar estereotipos de género,
y un lenguaje inclusivo.

Entregar material de apoyo a la población para brindar información


acerca del problema, y las posibles medidas que puedan tomarse para
evitar el aumento de estos casos, pues, el principal origen de esto nace
desde la infancia porque es allí en dónde se van a ir formando los
antivalores o los principios según sean inculcados por sus padres.
Deberían implementarse talleres educativos para jóvenes, de esta
manera se puede influir tanto en lo psicológico como en la educacional,
pues es una forma de recreación e inconscientemente se les estaría
educando, sean practicando deportes u otro tipo de actividades de su
preferencia.

113
Capacitación y orientación a los padres de familia para disminuir los
índices de violencia, pues se les debe enseñar que la mejor forma para
la adecuada educación de sus hijos no es empleando los golpes sino
promoviendo una mejor comunicación asertiva.

II. RIGUROSIDAD EN LAS PENAS:

Por otro lado las penas dadas en el artículo 107 del Código Penal
deberían aplicarse de forma rigurosa y equitativa, pues, el solo hecho de
dar muerte a un familiar sea ascendente o descendente es un hecho
cruel y salvaje, sin considerar qué edad éste pueda tener en el momento,
debido que para realizar una acción como esta no se tiene la inocencia
o la falta de conciencia que se piensa. Por lo contrario es un ser que ha
ido desarrollándose en base al rencor, odiando a todo aquél que pueda,
con una mala influencia sea de los amigos y del grupo social que lo rodee

114
CONCLUSIONES
§ El parricidio es un delito que siempre ha existido y ha sido considerado
como tal desde entonces. Se ha incrementado este problema por la
diferencia de género que existe en la sociedad y por el narcisismo de
quiénes lo conforman. La economía es uno de los factores principales,
debido a que crea una sociedad para cada clase social, dejando la
peor parte a la clase baja.

§ El parricidio es un hecho impactante, que genera múltiples


repercusiones en la sociedad, afortunadamente corresponde a un
delito poco frecuente. Sin embargo, aunque sea de baja frecuencia
en la población general, es un hecho relativamente mayor entre los
pacientes psiquiátricos, siendo para el médico psiquiatra y los
trabajadores de la salud mental de suma relevancia el conocimiento
de este tema, tanto para el tratamiento de estos pacientes una vez
ocurrido el hecho, como para la identificación y posible prevención
de dichos actos.

§ Es indiscutible que la sociedad bajo ningún concepto podrá valorar


en la misma dimensión al que mata a quien le dio la vida, que a la
persona, que tal vez impedida por móviles de un supuesto honor, priva
de la vida a su ascendiente; es decir la muerte ocasionada a un padre
o madre .

§ Tratar de dar una solución a este abominable delito, no es posible,


como surge también en Estados Unidos que es el país que ocupa el
primer lugar a nivel mundial de parricidios, y como lo afirman Freud y
Abrahamson es propiciado por la falta de amor, el maltrato y abuso
infantil lo que lleva a los criminales a cometer dicho delito.

115
BIBLIOGRAFÍA

§ ALONSO ÁLAMO, Mercedes, “Protección penal de la igualdad y


derecho penal de género”, Cuadernos de Política Criminal, nº 95
(2008), pp. 19-52.

§ CARNEVALI RODRÍGUEZ, Raúl, “Derecho penal como ultima ratio.


Hacia una Política criminal racional”, Ius et Praxis, vol. XIV, nº 1 (2008),
pp. 13-48.

§ GONZÁLEZ, Diego. “El delito de parricidio: consideraciones críticas


sobre sus últimas reformas”.

§ GUALLART DE VIALA, Alfonso, “Parricidio”, en: Nueva Enciclopedia


Jurídica, t. XVIII, Barcelona: Seix, 1986, pp. 927-944.

§ LARRAURI, Elena, Criminología crítica y violencia de género, Madrid:


Trotta, 2007

§ TORRES AGUILAR, Manuel, El parricidio: del pasado al presente de un


delito, Madrid: Editoriales de Derecho, Madrid, 1991.

§ Marleau J D, Millaud F, Auclair N. A comparison of parricide and


attempted parricide: a study of 39 psychotic adults. Int J Law Psychiatry
2003; 26: 269-79.

116
LINKOGRAFÍA
§ http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S071792272008000300007&script
=sci_arttext
§ http://www.papelesdelpsicologo.es/vernumero.asp?id=633
§ http://mx.selecciones.com/contenido/a3227_rasgos-de-un-psicopata
§ http://elcomercio.pe/lima/ciudad/parricidio-tendencia-se-inicia-
infancia-noticia-1716283
§ http://archivo.larepublica.pe/13-03-2014/trastornos-de-un-parricida-
pueden-empezar-de-nino-dicen-especialistas
§ http://id.tudiscovery.com/20-claves-para-detectar-a-un-psicopata/
§ http://www.asesinos-en-serie.com/tipos-de-homicidio-asesinatos-de-
familia/
§ http://blog.pucp.edu.pe/blog/derechogerenciaydesarrollo/2013/12/
14/la-pericia-psiqui-trica-en-el-nuevo-modelo-procesal/
§ http://www.psicotecnicostest.com/testdepersonalidad/comorespon
dereltestderorschachparaentrevistaslaborales.asp?TIP_1=Test+de+Per
sonalidad&TIP_2=Como+responder+el+test+de+Rorschach+para+ent
revistas+laborales
§ http://jgpecampos.blogspot.com/2011/03/infanticidio-y-parricidio.html
§ http://vlex.com.pe/tags/jurisprudencia-sobre-parricidio-470793
§ http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S071868512010000100012&script=sci_ar
ttext
§ http://abogadalitigante.blogspot.com/2011/01/el-parricidio.html
§ http://repositorio.uchile.cl/handle/2250/111820

117
ANEXOS

ANEXO N° 1
PARRICIDIO ASOCIADO A MUERTES VIOLENTAS, SEGÚN
CALIFICACIÓN PRELIMINAR DEL TIPO DE HOMICIDIO

2011 – 2013

118
119
120

Potrebbero piacerti anche