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“A mi no me va a pasar”, un libro gratuito

sobre trata de personas


2 años | 2 May 2015
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Esta semana se presentó un libro titulado A mí no me va a pasar, escrito por


varios periodistas y cronistas mexicanos o internacionales residentes de
nuestro país. Esta es una colección de historias que describen experiencia
reales de trata de personas.

El libro se puede descargar libremente en esta página.

Para entender qué es exactamente lo que es la trata de personas y qué tipos


de trata hay, platicamos con Alejandra del Castillo, una de las autoras y
directora del proyecto:

La trata de personas es un acto que representa esclavitud. En nuestra


sociedad, lo vemos y lo vivimos como si no fuera un acto prohibido. Es un
delito muy grave, una de las muchas violaciones a los derechos humanos.

Legalmente, el Protocolo de Palermo y la Ley general para prevenir,


sancionar y erradicar los delitos en materia de trata de personas y para la
protección y asistencia a las víctimas de estos delitos, establecen los tipos
de delito que se juzgan como trata de personas y también las condenas de
acuerdo a la gravedad del crimen.

¿Qué tipos de trata de personas hay?

• Utilizar personas menores de dieciocho años en actividades delictivas


• Tráfico de órganos, tejidos y células de seres humanos vivos
• Prostitución ajena u otras formas de explotación sexual
• Experimentación biomédica ilícita en seres humanos
• Adopción ilegal de personas menores de edad
• Matrimonio forzoso o servil
• Trabajo o servicios forzados
• Condición de siervo
• Explotación laboral
• Mendicidad (pordioseo, mendigar) forzosa
• Esclavitud
¿Cuáles son los tipos más comunes en México y quiénes son las
víctimas principales?

El más conocido en el mundo es la explotación sexual, no por eso los otros


no existen o son menos importantes. Se tiene muy poco conocimiento del
delito y por tal razón, no se reconoce fácilmente. Hay muy pocas
estadísticas confiables, sobre todo porque el índice de denuncia es muy
bajo. Sólo el 0.4 % se detecta y la cifra negra, o sea, la mayor parte de los
casos NO detectados, a nivel internacional se estima en un 99.6%.
Estamos hablando de muchos tipos de víctimas: bebés que son usados para
dar sexo, los niños que son abusados sexualmente para producir videos en
la pornografía infantil, los jóvenes que son usados por la delincuencia
organizada o el narcotráfico. Las mujeres y niñas que son explotadas
sexualmente. Los ancianos o discapacitados que son puestos a mendigar en
las calles para un tercero. Las personas que son tratadas como esclavos. O
las personas que trabajan en condiciones de abuso, maltrato y sin un pago
justo.

La trata de personas es un delito muy grave, que vemos y vivimos en


nuestra sociedad, y no lo reconocemos como prohibido. Es una de las
muchas violaciones a los derechos humanos, una forma extrema de
violencia que representa esclavitud.

De acuerdo al Protocolo de Palermo es, por ejemplo, ‘la captación, el


transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo
a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al
fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o
a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el
consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de
explotación… sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las
prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de
órganos’.

Ley general para prevenir, sancionar y erradicar los delitos en materia de


Trata de Personas y para la protección y asistencia a las víctimas de estos
delitos.

Toda acción u omisión dolosa de una o varias personas para captar,


enganchar, transportar, transferir, retener, entregar, recibir o alojar a una
o varias personas con fines de explotación, establece que se le impondrá de
5 a 15 años de prisión y de un mil a veinte mil días de multa, sin perjuicio
de las sanciones que correspondan para cada uno de los delitos cometidos,
previstos y sancionados en La Ley General y en los códigos penales
correspondientes.
******

Pablo Zulaica, cronista español y también autor del libro nos contó en breve,
algunos ejemplos de las historias compiladas:

1. Erik, un chico al que solía cuidarlo el amigo de su mamá cuando ella


estaba ocupada. El amigo, de máxima confianza para la mamá, lo
consentía, jugaban juntos, pero el amigo también solía grabarlo, y en las
grabaciones, cuando la Policía supo, no sólo aparecieron juegos.

2. Steve es australiano y conoció a Raúl en las redes sociales. Algo surgió


entre ellos, pero no era amor correspondido. En un punto, Raúl amenazó a
Steve con publicar todas las fotos íntimas que le había enviado. Steve era
apenas un niño y tenía demasiado miedo para pedir ayuda.
3. Luisa conoció a Avimael un fin de semana y enseguida se hicieron
novios. Todo avanzó muy rápido, y cuando Luisa quiso denunciar que la
captaron para explotarla sexualmente, en el Ministerio Público le dijeron
que seguramente ella había querido. “Pinche niña berrinchuda, qué se cree
la pendeja”, añadió la licenciada de turno. Luisa, hoy a punto de terminar
la licenciatura en derecho, reconoce que en su ciudad los niños sueñan con
ser padrotes y que ella creía que todas las muchachas que se prostituían
habían decidido hacerlo.

4. Por suerte, hay casos como los de Flor Molina, sobreviviente de trata
laboral. Su historia, que empezó tras una supuestamente buena oferta y un
viaje de pesadilla, fue básica en la redacción de dos leyes californianas
contra la trata de personas.

Pero no todos los casos acaban como el suyo. En el mundo, se calcula que
entre 2 y 4 millones de personas caen en estas redes cada año; en México, la
explotación sexual afecta hasta a 70,000 niños. Hace falta saber qué es trata,
saber cómo se puede denunciar y, sobe todo, mucha conciencia para poder
decir A mí no me va a pasar.

Por Elvira Liceaga (@shubidubi)

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