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Maximiliano Hernández Martínez
Vicepresidente de El Salvador
1 de marzo de 1931-2 de diciembre de 1931
Predecesor Gustavo Vides
Sucesor Andrés Ignacio Menéndez
Información personal
20 de octubre de 1882
Nacimiento
San Matías, El Salvador
15 de mayo de 1966 (83 años)
Fallecimiento Hacienda Jamastrán, Danlí,
Honduras
Causa de la
Homicidio
muerte
Nacionalidad Salvadoreña
Información profesional
Ocupación Militar, General de Brigada
Rango General de brigada
Collar de la Orden de Isabel
Distinciones
la Católica
[editar datos en Wikidata]
Tras realizar sus estudios militares en Guatemala, ascendió en rangos militares hasta ser
general de brigada.34 En 1931, el partido Pro Patria lo postuló a la vicepresidencia, la
cual ganó. Nueve meses después, participó en el golpe de Estado contra el presidente
Arturo Araujo tras el que se autonombró presidente, siendo ratificado al año siguiente
por la Asamblea Legislativa. Prolongó su mandato durante trece años por medio de
elecciones en las cuales era el único candidato, y también a través de decretos
legislativos.56
Índice
1 Familia
2 Estudios y carrera militar
3 Incursión en la política
4 Gobierno de Maximiliano Hernández Martínez
o 4.1 Levantamiento campesino de 1932
o 4.2 Políticas de gobierno
o 4.3 Sus políticas frente a la Segunda Guerra Mundial
o 4.4 Principales logros
o 4.5 Principales críticas
5 Fin de su mandato
o 5.1 Rebelión militar
o 5.2 Rebelión civil
6 Muerte y legado militar
7 Véase también
8 Referencias
9 Bibliografía
10 Enlaces externos
Familia
Sus padres fueron Raymundo Hernández y Petronila Martínez. Contrajo nupcias con
Ana Valeria Flores, con quien tuvo ocho hijos: Alberto, Carmen, Esperanza, Marina,
Eduardo, Rosa, Gloria y Maximiliano.13 Su relación familiar siempre estuvo supeditada
a sus creencias teosóficas y a su cargo como mandatario; ejemplo de eso fue la muerte
de su hijo Maximiliano. El niño enfermó de apendicitis y Hernández Martínez se negó a
que fuese tratado por médicos, puesto que él mismo lo trataría con "aguas azules" (agua
que había pasado mucho tiempo bajo el sol dentro de botellas de color azul); el
resultado fue fatal, el niño falleció y la respuesta del militar fue que sólo quedaba la
resignación porque los "médicos invisibles" no habían querido salvar al infante.14 A sus
costumbres teosóficas se agregaban su vegetarianismo, la obsesión por las ciencias
ocultas y su afición por el estudio de la reencarnación.15 Era absolutamente abstemio,
hábito que inculcó estrictamente a sus hijos.8
Incursión en la política
En 1931, el partido Pro Patria lo incluyó como candidato a la vicepresidencia. Tras
ganar las elecciones, ocupó el cargo de vicepresidente, a la vez que el de Ministro de
Guerra, a los servicios del presidente Arturo Araujo.6 El 2 de diciembre del año de su
elección participó en un golpe de Estado, siendo elegido como presidente de la
República, tras el designio del Directorio cívico instaurado provisionalmente.13 Su
presidencia fue ratificada por el poder legislativo en 1932.16
En el golpe de Estado fue acompañado por una minoría civil y por un buen número de
militares con rangos bajos y medios, los cuales eran conocidos como "Juventud
Militar". Los militares fueron incitados principalmente por incumplimiento salarial del
ejecutivo y por las condiciones poco favorables para el ejercicio de su labor. Tras un día
de deliberación, Hernández fue nombrado presidente interino por haber abandonado al
presidente saliente antes de comenzar
el alzamiento.5
Tras la matanza, Hernández Martínez se ocupó de llevar a todo el país diversas obras
teatrales, tales como Pero también los indios tienen corazón y Pájaros sin nido, cuyo
contenido pretendía matizar los hechos para aplacar los rumores y los reclamos de
algunos sectores. Mandó destruir todos los periódicos, artículos o panfletos que le
fueran contrarios con respecto al tema;22 el objetivo fundamental fue el de convencer a
la opinión pública de que los indígenas fueron confundidos por los comunistas y de que
la insurrección había sido financiada por la Unión Soviética,24 lo cual obligó a la
matanza.25 Además, tras los acontecimientos, Alfredo Schlesinger, simpatizante del
gobierno de Hernández Martínez, escribió un libro titulado La verdad sobre el
comunismo, en el cual contaba la historia según la versión oficial. Más tarde, el mismo
Schlesinger escribió otro libro, titulado Revolución comunista, y que fue publicado en
1946, donde reafirmaba lo que decía en el primero.26 Algunas partes de los libros han
sido fuertemente criticadas por encubrir los hechos,27 aunque también hay críticas por
exagerar los acontecimientos.28 En general, las acusaciones apuntan a que las cifras de
fallecidos son mucho menores de las reales y que se describen actos vandálicos de parte
de los alzados que en realidad no sucedieron.26 En cuanto a medios de comunicación, el
presidente limitó las emisiones radiales, prensa escrita e incluso el cine, intentando dar
un giro a la historia mediante el manejo de la opinión pública.25
Políticas de gobierno
Sus políticas de gobierno tuvieron diversos efectos sobre la vida cultural, política y
económica del país. Sin establecer un gobierno centralizado, participaba casi en todas
las decisiones que tenían que tomarse, dirigiendo casi personalmente cada una de las
actividades de su gobierno.25 Alejó a los militares (con excepción de sí mismo, por
supuesto) de la administración civil, y fue por ello su gabinete minoritariamente
castrense. Los sueldos para los funcionarios de gobierno y para los militares fueron
sumamente bajos, en comparación con épocas anteriores, lo cual ahuyentó
significativamente a los militares interesados en participar del gobierno.2930 Sin
embargo, siempre prefirió estar cercano a la protección militar, por lo cual trasladó el
despacho presidencial y su residencia familiar a la entonces Escuela Normal de Varones,
junto al Cuartel El Zapote.31
En 1943, Hernández Martínez trató de aumentar las tasas tributarias a las exportaciones
para obtener mayores ingresos para el Estado, y eso rompió la relación que mantenía
con los grupos oligarcas.38
El general se sentía muy atraído por los éxitos de los gobiernos fascistas europeos, en
especial por Hitler y Mussolini. De hecho, en 1938 nombró director de la Escuela
Militar a Eberhardt Bohnstedt, general de la Wehrmacht del ejército alemán.539 Además,
abrió relaciones diplomáticas con el dictador español Francisco Franco;9 sin embargo,
estando bajo la presión de los Estados Unidos (principal comprador de café al país
centroamericano), tuvo que olvidarse de sus simpatías y aceptó alinearse al lado de los
Aliados.169 Además, dio el reconocimiento diplomático al Estado títere de Manchukuo, y
removió del cargo a sus funcionarios que tenían ascendencia alemana e italiana.9
Asimismo, a los residentes alemanes e italianos en El Salvador les expropió sus tierras y
los mandó a campos de concentración, lo que valió para obtener el reconocimiento
diplomático de Estados Unidos.5
Ese cambio en su política exterior, al igual que la represión contra los comunistas y
opositores a su gobierno, le permitió obtener mayor apoyo de Washington. Sin embargo,
la situación cambió ante la negativa de Hernández Martínez de recibir a 3000 soldados
estadounidenses para dar protección al Canal de Panamá. Estados Unidos colocó tropas
en los países cercanos al Canal, excepto en El Salvador, dada la negativa presidencial.
El motivo que Hernández Martínez adujo para rechazar el pedido de los
norteamericanos fue que, dado que las tropas que arribarían tendrían un porcentaje de
soldados de raza negra, se corría el inminente riesgo de que se reprodujesen en El
Salvador y que llenasen de niños de color al país.9
Principales logros
Fin de su mandato
Dado que Hernández Martínez tenía pretensiones de extender su mandato más allá de
1944, los militares, inconformes por los fusilamientos de oficiales opositores, se alzaron
contra el gobernante, y lo obligaron a capitular en tres días. Fue entonces cuando la
sociedad civil, manifestándose en contra de los fusilamientos masivos de oficiales
alzados, se rebeló mediante una huelga de brazos caídos que desembocó en la renuncia
del dictador.5
Rebelión militar
Los combates se prolongaron hasta el 4 de abril, cuando las fuerzas leales a Hernández
Martínez aniquilaron a los alzados en una emboscada camino a Santa Ana. Marroquín
presentó la rendición y fue arrestado junto a Calvo, a quien le fue negado el asilo
político en la embajada estadounidense. Ambos fueron fusilados sin juicio al siguiente
día.311
Rebelión civil
La sociedad civil, liderada por el intelectual Joaquín Castro Canizales, quien había
colaborado con Hernández Martínez en 1931, se declaró en huelga paulatinamente.
Desde el 26 de abril, los estudiantes universitarios impusieron una huelga parcial,
seguidos por los estudiantes de educación media, los maestros, los empleados de teatro,
las vendedoras de los mercados, los profesionales, y exactamente un mes después del
alzamiento militar, el 2 de mayo de 1944, rebeldes civiles impidieron que los
ferrocarriles de la capital operasen, dando inicio oficial a lo que se conoce como "la
huelga de brazos caídos",5 en la cual participaron algunos actores que con el tiempo se
convertirían en políticos relevantes: tal es el caso de Schafik Handal, quien aspiraría a la
presidencia de la república varias décadas después.44 Durante la huelga no hubo
producción alguna, por lo cual la presión nacional e internacional creció hasta el punto
de obligar al presidente a deponer su cargo, depositándolo en Andrés Ignacio
Menéndez. Su renuncia fue anunciada por el mismo mediante un comunicado radial el 9
de mayo de 1944 a las 21:00 horas; acabó su discurso con la frase:
No creo en la historia porque la historia la hacen los hombres y cada hombre tiene su
pasión favorable o desfavorable. Yo no creo más que en una cosa: en mi conciencia, y
esa conciencia me dice que he cumplido con mi deber.