DIPLOMA SUPERIOR DE

COMUNICACIÓN Y GÉNERO

Seminario Disidencias Sexuales

Tarea Final

Docente: Emiliano Litardo

Alumna: Patricia García Ces

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Basándome en la siguiente pieza periodística del diario El País: “Asesinatos de personas
trans, la violencia oculta en Argentina” (URL:
https://elpais.com/internacional/2017/08/15/argentina/1502750091_710967.html), la cual, a
partir de dos casos de travesticidio, denuncia la violencia de la que es objeto el colectivo de
personas travestis y trans en nuestro país, voy a destacar tres segmentos de la nota que
ilustran especialmente dicha violencia.

«"El Observatorio nacional de crímenes de odio registró el año pasado

12 asesinatos a personas trans. Este año ya son 6", advierte María
Rachid, directora del Instituto contra la discriminación de Buenos Aires
y secretaria general de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays,
Bisexuales y Trans (FALGBT). Para Rachid, exlegisladora porteña por
el kircherismo, la violencia contra la comunidad trans ha aumentado en
los últimos meses, desde la generalización de insultos y amenazas
hasta agresiones físicas, a menudo a manos de las fuerzas de
seguridad.»

«"Las personas trans tienen una esperanza de vida de entre 35 y 40

años. En Argentina ha mejorado a partir de la ley de identidad de
género (aprobada en 2012), pero aún hay muchos obstáculos. Todavía
no hay políticas públicas para revertir tantos años de marginación y
exclusión", dice Rachid. Hasta hace poco, una inmensa mayoría de los
adolescentes trans abandonaban sus estudios y eran expulsados del
hogar. Ante la dificultad para conseguir un trabajo, muchos optaban por
la prostitución.»

«"Aún hay muchas dificultades para el reconocimiento de los derechos

de las personas trans", denuncia el vicepresidente de la FALGBT y
subsecretario de políticas de Diversidad Sexual de la provincia de
Santa Fe, Esteban Paulón. Considera que el impacto de los
travesticidios es menor que el de las mujeres asesinadas porque la
sociedad argentina aún "antepone la identidad de género a la
persona".»

Considero interesante resaltar que, como dije inicialmente, si bien la nota

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denuncia la violencia social e institucional contra estos colectivos, evidencia,
sin embargo (paradójicamente), instancias de sexismo lingüístico en boca de
la propia Maria Rachid, directora del Instituto contra la discriminación de
Buenos Aires y secretaria general de la Federación Argentina de Lesbianas,
Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT), cuando dice: “una inmensa mayoría de
los adolescentes trans abandonaban sus estudios y eran expulsados del
hogar. Ante la dificultad para conseguir un trabajo, muchos optaban por la
prostitución.” (Las negritas son mías.)

Asimismo, el video que se incluye en la pieza periodística, con una entrevista

a una víctima de violación, está titulado “ayelén, un travesti que fue
violada…”, y la notera también replica esta forma androcéntrica de
tratamiento durante el reportaje.

Como bien se dice al final de la nota, los travesticidios y transfemicidios son

la cara más extrema y visible de los muchos tipos de violencia que sufren
sistemáticamente estas comunidades. Esto pone de manifiesto el hecho de
que los avances en materia de legislación, si bien son fundamentales, por sí
solos no ayudan a lograr una mejora sustancial en la calidad de vida de estas
personas, si no van acompañados de políticas de inclusión y protección
eficaces (campañas masivas de concientización, cambios en el sistema
educativo, etc.) que apunten a lograr el cambio de paradigma necesario para
que las personas con identidades que hoy son considerdas no normativas,
o disidentes, sean vistas, en un futuro cercano, como simplemente
“personas”, sin etiquetas o clasificaciones estigmatizantes y subalternizantes
basadas en sus expresiones sexo genéricas.