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CAPITULO I PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1 Descripción de la Realidad de Problemática


1.2 Delimitación de la Investigación
1.2.1.Social
1.2.2.Espacial
1.2.3.Temporal

1.3 Formulación del Problema de Investigación


1.3.1. Problema General
1.3.2. Problemas Específicos

1.4 Objetivos
1.4.1. Objetivo General
1.4.2. Objetivo Especifico
1.5 Justificación de la Investigación
1.5.1 Social
1.5.2 Laboral
1.5.3 Legal
1.6 Limitaciones de la Investigación

CAPÌTULO II: MARCO TEÒRICO

2.1 Antecedentes
2.1.1 Antecedentes Internacionales
2.1.2 Antecedentes Nacionales
2.2 Bases Teóricas
2.3 Bases Legales
2.4 Definición de Términos Básicos

CAPITULO III: HIPÒTESIS Y VARIABLES

3.1 Hipótesis General


3.2 Hipótesis Especificas
3.3 Variables
3.3.1 Operacionalizacion de las variables

CAPITULO IV: METODOLOGIA DE LA INVESTIGACIÒN

4.1 Diseño de Investigación


4.2 Tipo y Nivel de la Investigación
4.3 Enfoque de la Investigación
4.4 Población y Muestra
4.5 Técnicas e Instrumentos de recolección de datos
4.5.1 Técnicas
4.5.2 Instrumentos
4.5.3 Criterios de validez y confiabilidad de los instrumentos

CAPITULO V: ADMINISTRACIÒN DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÒN

5.1 Recursos
5.1.1 Humanos
5.1.2 Económicos
5.1.3 Físicos
5.2 Presupuesto
5.3 Cronograma

FUENTES DE INFORMACIÒN

ANEXOS
Anexo: 1Matriz de consistencia
Anexo: 2 Instrumentos
CAPÍTULO I

I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1 Descripción de la Realidad Problemática

La defensa posesoria extrajudicial del artículo 920 del Código Civil permite

que el poseedor recupere sus bienes de manera directa, por su cuenta, cuando

ha sido despojado sin que medie orden de autoridad competente. La víctima

puede repeler la fuerza que se emplee contra ella y recuperar la posesión,

siempre que no medie intervalo de tiempo ni utilice herramientas injustificadas

por las circunstancias.

Si alguien es desalojado sin causa, puede inmediatamente expulsar al invasor

y recuperar la posesión utilizando sus propios medios, esto significa que puede

acudir a la fuerza privada disponible. Es una medida excepcional, equivalente a

la legítima defensa que rige en materia penal, que permite a los particulares

retomar sus bienes sin el concurso de la autoridad.

El afectado podría contratar a una brigada para desalojar al intruso y estaría

actuando legítimamente, siempre que los medios empleados sean

proporcionales a la resistencia del asaltante y se actúe de inmediato. La

inmediatez se verifica conforme a las circunstancias y situación del bien; no es

lo mismo recuperar una vivienda que retomar un predio agrícola de gran

extensión.

El derecho a recuperar bienes de manera directa es independiente de la

facultad de la Policía Nacional para actuar en casos de flagrante delito. Dicha


flagrancia permite la detención del agresor si es que la intervención se produce

en el mismo acto, lo que según la ley solo ocurre si no han transcurrido más de

24 horas. Es cierto que la ocupación de un predio ajeno constituye un delito

que amerita la intervención policial para la persecución correspondiente,

empero, la defensa posesoria extrajudicial es otra cosa. Algunos despojados

acuden a la policía para desalojar al invasor y apresarlo, pero eso no constituye

el ejercicio de la defensa extrajudicial que venimos comentando.

El paquete de normas que el Poder Ejecutivo acaba de enviar al Congreso,

contiene un proyecto de modificación del artículo 920 del Código Civil,

señalando que el poseedor despojado tendrá 15 días para recuperar la

posesión, contados desde que toma conocimiento de la usurpación. . La norma

modificada propiciará que el perjudicado organice mejor la fuerza de

recuperación privada y sin duda el mercado dará lugar a servicios

especializados en lanzamiento de intrusos. Sin embargo, no debemos perder

de vista que la justicia por mano propia siempre es peligrosa y puede terminar

alterando la paz social. Sin perjuicio de la solución que el gobierno plantea para

abordar el tema urgente de la defensa posesoria, habría que considerar una

solución intermedia a más largo plazo.

Propongo que pasada la inmediatez del despojo y si la legítima defensa no

pudo ser ejercida por cualquier razón, la recuperación no debería llegar al

Poder Judicial; un funcionario municipal, de la Superintendencia de Bienes

Estatales o de COFOPRI, podría conocer en audiencia e instancia únicas los

hechos de la usurpación y de ser el caso ordenar que la policía proceda al

lanzamiento inmediato del agresor. No olvidemos que la recuperación


posesoria no determina quién es el dueño, sino solo la devolución a quien

estaba poseyendo y fue despojado.

1.2 Delimitación de la investigación

1.2.1 Social

El grupo social objeto de estudio son los procesos de posesión extrajudicial que

residen en el distrito judicial de Barranco, sin hacer ninguna diferenciación de

clase social.

1.2.2 Espacial

Esta investigación recopilará y analizará la información referente procesos de

posesión extrajudicial y la paz social que actualmente residen en el distrito de

Barranco

1.2.3 Temporal

El objeto de la investigación tomará como punto de partida el mes de enero de

2015 - a la fecha, por considerar ser un periodo que permitirá establecer los

objetivos planteados.

1.3 Formulación del Problema de Investigación

1.3.1 Problema General

¿De qué manera la modificación del artículo 920 del código civil nos ayuda a la
paz social en el distrito de Barranco 2016.

1.3.1. Problemas específicos

¿En qué medida la importancia de la competencia perjudica a los mecanismos


protectores en el distrito de barranco 2016?

¿En que magnitud los mecanismos protectores utilizan la fuerza de las armas?

.¿En qué medida la defensa posesoria extrajudicial causa perjuicio social en el

distrito de barranco 2016 ?


1.4 OBJETIVOS

1.4.1 Objetivo general

Determinar de qué manera la modificación del artículo 920 del código civil nos
ayuda a la paz social en el distrito de Barranco 2016.

1.4.2 Objetivos específicos

2 Determinar En qué medida la importancia de la competencia perjudica a


los mecanismos protectores en el distrito de barranco 2016
3 Determinar en qué magnitud los mecanismos protectores utilizan la fuerza
de las armas.
4 Determinar en qué medida la defensa posesoria extrajudicial causa
perjuicio social en el distrito de barranco 2016.

1.5 Justificación de la investigación

Las implicancias que tiene la Ley N° 30230, sobre la regulación de la defensa

extrajudicial de la posesión , existe la posibilidad de autoprotección se

expanda y ya no sea solo para algunos casos, empoderando a los propietarios

para que, en diversas circunstancias, puedan recuperar sus bienes sin importar

el tiempo que pase. Agregó que ya no se necesita ninguna orden judicial de

ningún tipo. La ley dice que si hay invasores o personas que sin ningún título,

sin ninguna autorización están ahí, puedan ser desalojados.

La modificación en el artículo N° 920 del Código Civil que realiza la Ley N°

30230, se indica que un poseedor puede reaccionar si le arrebatan el bien pero

en un plazo de 15 días desde que toma conocimiento del acto de despojo. Si

pasa ese plazo, el propietario ya no podría hacerlo por cuenta propia y tendrá

que recurrir a la autoridad judicial.


Esta regulación a la defensa extrajudicial sí protege mejor a los propietarios. De

todas formas hay una protección a los propietarios. Aparte, más que de

asuntos tributarios, lo que se quiere con esta Ley es incentivar la inversión.

1.5 LIMITACIONES

La limitación que encontramos en el desarrollo de este proyecto es el factor

económico, lo cual también se manifiesta en la ejecución de nuestro trabajo de

investigación; pero gracias al empeño y esfuerzo que pongamos podremos

superar este inconveniente.

Muchas fuentes de primer orden no se encuentran a nuestro alcance, pero si

se dispone de material bibliográfico suficiente sobre la materia.

Debido a nuestra labor nos limita en algo el tiempo a dedicar al presente

trabajo de investigación; pero se estima llevarlo a cabo y concluirlo de la mejor

manera.
CAPÍTULO II

II. MARCO TEÓRICO

2.1 ANTECEDENTES DEL PROBLEMA

Barreda. LA DECLARACIÓN JUDICIAL PREVIA DE LA PRESCRIPCIÓN

ADQUISITIVA Y SU IMPLICANCIA PARA LA DEFENSA DEL DEMANDADO

EN LA PRETENSION REIVINDICATORIA. En el proceso de reivindicación, el

demandado que ha adquirido el derecho de propiedad por prescripción

adquisitiva sin contar con sentencia judicial firme puede invocarla como

excepción material en los fundamentos de la contestación de la demanda, en

cuyo caso el juez debe evaluar si esta se ha producido y resolver la pretensión

restando eficacia a los fundamentos de la demanda. 2. En el proceso de

reivindicación, en el que el demandado opone la prescripción adquisitiva como

excepción material, se atenta contra su derecho de defensa y a la propiedad

cuando el juez no toma en cuenta este argumento de defensa y no verifica si se

ha producido la adquisición de la propiedad por parte del demandado por el

mecanismo de la usucapión. 3. La acumulación vía reconvención de la

pretensión de prescripción adquisitiva de dominio a la de reivindicación, es

procedente por razones materiales y procesales; en el primer caso porque si


bien son pretensiones opuestas no son excluyentes; y en el segundo caso

porque la flexibilización de la regla de acumulación garantiza al usucapiente su

derecho de defensa en términos de “tutela judicial efectiva en tiempo útil”. 4. La

regulación de la excepción procesal de prescripción adquisitiva, permitiría

proteger el derecho de defensa del demandado en un proceso de

reivindicación, pudiendo oponer éste, su derecho de propiedad frente al

demandante reivindicante. Además, se evitaría la emisión de fallos que

vulneren el derecho de propiedad del demandado; protegiéndose por tanto el

derecho de defensa de éste en un proceso de reivindicación, así como demás

principios procesales de celeridad, economía procesal y tutela jurisdiccional

efectiva.

Hidalgo.LAS ACCIONES POSESORIAS. En nuestro sistema no se extiende la

protección posesoria para los bienes muebles. Sin embargo postulamos la

conveniencia de legislar al respecto y extender la protección posesoria a ellos.

En efecto, estos bienes en muchas ocasiones conforman un patrimonio de una

gran envergadura, como sería por ejemplo el caso de joyas valiosas o pinturas

de connotados artistas, con lo que se desvirtúa el pensamiento del legislador al

dictar el código civil, donde se dio mayor importancia a la propiedad

inmobiliaria. Además, si el fundamento de la protección posesoria es evitar la

justicia por si mismos, nada hace suponer que tratándose de bienes muebles,

los involucrados no intenten hacer justicia por sus propias manos, no teniendo

sentido entonces, hacer una distinción, respecto a los bienes inmuebles. Por lo

demás, en el derecho comparado es la tendencia. 2.- creemos que la querella

de restablecimiento no tiene la naturaleza de acción posesoria. Los interdictos


posesorios tienen por objeto amparar la posesión, bien sea contra una

turbación o bien contra un despojo. Pero la finalidad de la querella de

restablecimiento, según se desprende del artículo 928 CC., no es amparar la

posesión, sino destruir los efectos del despojo violento, restituyendo las cosas

al estado en que se encontraban en el momento en que se usó la violencia,

para que, a quienes corresponda, puedan impetrar una acción posesoria, sin

entrar a pronunciarse sobre el derecho a la posesión o tenencia de la cosa

Guardiola . LA PROTECCIÓN DE LAS RELACIONES DE PODER Y LOS

VÍNCULOS ENTRE EL POSESORIO Y EL PETITORIO EN EL NUEVO

CÓDIGO. Más allá de algunas cuestiones menores a las que puede

formulárseles crítica, las normas del nuevo Código siguen en cuanto a las

relaciones petitorio/posesorio las aguas del código velezano y mejoran

notoriamente el régimen de protección de las relaciones reales o de poder

fáctico sobre las cosas, desatando la maraña regulatoria anterior a través de un

sistema simplificado de acciones que se ajusta más a la práctica real y a las

necesidades de seguridad jurídica y previsibilidad en su ejercicio. Tenedores y

poseedores con derecho o no, han resultado beneficiados, al obtener un medio

de tutela más rápido y efectivo contra los menoscabos. Y en ello va también el

interés de la sociedad toda ya que las situaciones de hecho, con provecho

económico y social, tienen un valor per se, no mereciendo ser atacadas o

modificadas por propia autoridad, ya que si son injustas están las vías legales

correspondientes para corregirlo. Y porque autoridades gubernamentales y los

hombres de derecho deben obrar para que unos y otros medios —los que

evitan la justicia por mano propia y los que resuelven el derecho— sean

eficaces.
2.2 BASE TEORICA

El estudio de la materia de derecho civil implica una amplia gama de diversas

disposiciones, tal es así que el mismo código civil ha establecido una división

de acuerdo a la naturaleza disposiciones, es oportuno indicar que el trabajo de

investigación presentado consiguientemente, pertenece al estudio de las

disposiciones establecidas en el Código Civil, el cual lleva por nombre respecto

al tema, La Adquisición Y Defensa De La Posesión, la cual abarca el ámbito de

aplicación de dicha institución; el objeto de la posesión y las cosas poseíbles;

la forma en que puede transmitirse esta figura a otras personas.

El uso de la fuerza a través de las armas de fuego para hacer cumplir la ley es

una medida extrema, que la persona poseedora tiene una gran

responsabilidad, en la cual no debe perjudicar a los demás.

Cuando no se quiere utilizar el uso de la fuerza; puedes usar los interdictos que

se puede utilizar como un medio de protección ante cualquier agresión o

turbación que una persona sufra sobre su posesión.

Cualquier persona puede usar los interdictos cuando creen que su bien está

haciendo perjudicado por los demás así está estipulado en el artículo 921 del

código civil peruano.

Asimismo, lo que se refiere a la defensa o pérdida de la posesión es punto a

tocar en el presente estudio, donde se ven involucrados los elementos "corpus"

y "animus" que son esenciales para el perfeccionamiento de dicha figura, los

cuales le dan forma a ésta; y por último se han desarrollado las clases de

posesión establecidas en el ordenamiento jurídico y en la doctrina peruana,


como también las presunciones posesorias que se dan ante la existencia de la

posesión.

Noción de posesión y antecedentes

Una definición superficial del término posesión nos llevaría a señalar que

poseer es "tener una cosa en su poder, utilizarla o aprovecharla"; sin embargo,

esta definición simple no cubre todos los aspectos de lo que significa "poseer".

Así, poseer no necesariamente implica la tenencia física del bien (como se

entendía históricamente), sino que comprende situaciones en las que incluso,

no encontrándose efectivamente el bien en poder del poseedor, este tiene

derecho a tenerlo. Es así como se entiende que quien habita un inmueble, lo

posee aun cuando pase muchas horas o unas vacaciones fuera de él;

igualmente aquella persona que deja sus muebles en una tapicería para ser

reparados, no dejará de ser poseedora de los mismos por encontrarse lejos de

ellos o no tenerlos a su alcance por determinado tiempo. De ello se concluye

que poseer no significa necesariamente tener aprehensión física u ocupación

sobre la cosa, ni tenerla a su alcance para tal efecto.

Guillermo Borda señala que "se trata simplemente de proteger ciertas

situaciones de disfrute, ciertas conductas del hombre respecto de las cosas. El

presupuesto fáctico de la posesión no es por consiguiente la aprehensión de la

cosa ni la posibilidad de aprehenderla, sino un cierto señorío de hecho sobre

ella. La ley determina qué debe entenderse por tal señorío, para decirlo con

mayor precisión, en qué casos la conducta de una persona respecto de una

cosa merece la protección posesoria".


Debemos entender, luego, que posesión es tanto el poder de hecho que se

tiene sobre una cosa, como la posibilidad de ejercitar ese poder por tener

derecho al mismo.

El artículo 900 del Código Civil de 1984 tiene su antecedente (y similar texto)

en el artículo 843 del Código Civil de 1936; igualmente este tiene su origen en

el artículo 466 del Código Civil de 1852 que regulaba la posesión natural (que

tenía lugar con la aprehensión de las cosas) y la posesión civil (que surgía por

disposición de la ley).

El citado artículo de nuestro Código Civil vigente establece como regla general

para la adquisición de la posesión: la tradición; y, como excepción: la

adquisición originaria establecida por ley

De esta manera nuestra legislación recoge los modos de adquirir las

posesiones establecidas por la doctrina: la adquisición originaria y la

adquisición derivativa.

Adquisición y defensa de la posesión

FUNDAMENTO DE LA POSESIÓN

La posesión se protege, bien, porque constituye un hecho determinado por la

voluntad humana que se realiza sobre las cosas; o bien, como derecho, porque

es el complemento y la plenitud del derecho de de propiedad.1

Por ello mismo la posesión debe protegerse, bien, porque signifique protección

del interés particular del poseedor, o bien, porque significa proteger su utilidad

social.

CONCEPTO DE LA PROPIEDAD

1
VASQUEZ RIOS, Alberto (2005) Derechos Reales Lima Ed. San Marcos, Tomo I
La posesión es el más antiguo de todos los derechos reales, su origen

histórico, pudo haber sido la aprehensión en los bienes muebles y la ocupación

en los bienes inmuebles, adquiridos por la fuerza: ambas constituyeron, desde

entonces, un derecho.

La posesión se incorpora a nuestro mundo jurídico por primera vez en el

Código Civil de 1852 teniendo una extracción Savigniana, siguiendo la

orientación de la teoría subjetivista.

El código Civil derogado de 1936 se alinea dentro de la teoría de Ihering, por

cuanto este último afirma que existe posesión en todos los casos que se

establece una relación material voluntaria con las cosas, situación que fluye del

texto citado.

El concepto de la posesión en el Código actual es el mismo que en el del

Código de 1936, en su art. 896 señala que “la posesión es el poder de hecho

que el hombre ejerce de una manera efectiva e independiente sobre una cosa,

con el fin de utilizarla económicamente, con prescindencia de saber si

corresponde o no a la existencia de un derecho” porque como no existe prueba

directa de la propiedad al poseedor se le reputa propietario mientras no se

pruebe lo contrario.

1. LA ADQUISICIÓN DE LA POSESIÓN

La posesión como imagen de dominio, se adquiere por hechos denominados

modos de adquirir la posesión.

En el Perú la posesión se adquiere con la relación de hecho y también de

derecho que establece el hombre sobre el bien. Naturalmente esto no quiere

decir que no hay animus, lo que no existe es el ANIMUS DOMINI


Definición.- Son los diversos procedimientos que pueden emplearse para

llegar a adquirir la posesión de una cosa.

El artículo 900 del código civil dispone:

La posesión se adquiere por la TRADICION, salvo los casos de adquisición

originaria que establece la ley

De lo antedicho por nuestro código civil se deduce que hay dos formas de

adquirir la posesión:

a. Adquisición originaria (APREHENSION)

b. Adquisición derivativa (TRADICION)

1.1. MODOS ORIGINARIOS

ADQUISICIÓN ORIGINARIA

Lafaille2 llama a este modo de adquirir: adquisición unilateral” y, añade que “tal

adquisición se produce cuando alguien entra a poseer la cosa por un acto

personal, sin recibirla de otro”.

Barbero3 señala: “Se tiene título originario cuando el mismo poseedor ha

reducido el objeto de a su poder de hecho sin cuidarse de otro derecho o

posición jurídica”.

Valencia Zea4 señala: afirma que la adquisición originaria de la posesión

constituye un acto jurídico unilateral y real. Es acto unilateral pues debe mediar

la voluntad de adquirir la posesión y solo la voluntad de quien quiere adquirir

(tal es el caso de la posesión que adquieren quienes se apoderan de cosas

muebles que a nadie pertenecen como los productos de la caza y de la pesca;

o de quienes ocupan ilícitamente un inmueble, como es el caso del usurpador);

y, es real, dada la circunstancia de que no es suficiente la sola voluntad, sino


2
LAFAILLE, Héctor. Ob. Cit., p. 94.
3
BARBERO, Doménico. Ob. Cit., p 391.
4
VALENCIA ZEA, Arturo. Ob. Cit., p 89.
que esta debe estar acompañada de la efectiva adquisición del poder de

hecho, o sea, la constitución de una relación material con la cosa. Hay dos

formas de adquisición originaria: la aprehensión y la ocupación.

Por lo tanto podemos decir que es aquella que tiene lugar como consecuencia

de un hecho propio y exclusivo del sujeto (poseedor), por lo que se le conoce

también como posesión unilateral; surge sin la intervención de otro sujeto, y da

lugar a una nueva posesión.

1.1.1. La aprehensión en bienes muebles

Aprehender una cosa es tomarla o retenerla para. Esta situación desde la

perspectiva del sujeto, implica dos hipótesis:

- Contacto personal con la cosa, objeto de la aprehensión.

- Posibilidad física de tomarla sin ningún obstáculo que le impida, al

poseedor, disponer de ella.

Ahora bien, la aprehensión funciona en relación a los bienes muebles que no

tiene dueño, en virtud del principio res nullius (cosa sin dueño), pero debe

entenderse que es en aquellos donde no exista obstáculo alguno para su

apropiación, porque la aprehensión de bienes muebles trae consigo no solo su

posesión sino también su propiedad.

Los bienes muebles para ser factibles de aprehensión o apropiación deben ser

bienes abandonados, sustraídos contra la voluntad del anterior poseedor. Así,

tenemos que será poseedor de arena quien la recoja de la playa, o de piedras

aquel que las recoja de la calle, pudiendo aplicarse la misma lógica respecto de

cualquier bien mueble que cumpla con las características anteriores.

En ese sentido, el Código, en su artículo 900, hace la salvedad de que la

posesión se adquiere en los casos de adquisición originaria que establece la


ley, si lo concordáramos con el precepto constitucional que contiene el artículo

118º de nuestra nueva carta magna que dice: “Los recursos Naturales

renovables y no renovables son patrimonio de la Nación. Los minerales, tierras,

bosques, aguas y en general, todos los recursos naturales y fuentes de energía

pertenecen al Estado. La fija las condiciones de su utilización por este y de su

otorgamiento a los particulares”; se puede deducir que no todos los bienes

muebles están en la condición de res nullius, pues como estamos apreciando,

los recursos naturales estarían excluidos de tal principio. Esto debe de ser así

porque los recursos naturales son riqueza potencial de considerables

proporciones y constituyen patrimonio de la Nación, en consecuencia, son de

propiedad del estado y no deben ser objetos de apropiación privada. Así por

ejemplo, en el caso de los minerales, el Estado otorga una concesión minera al

titular para fines de explotación del yacimiento, pero no le otorga la propiedad

del yacimiento minero.

Nuestro Código Civil regula en sus artículos 929 y 930 la adquisición de la

propiedad por "apropiación", señalando que las cosas libres, animales de caza

y peces, se adquieren por la persona que los aprehenda o coja; y, atendiendo a

que el derecho a la posesión está implícito en el derecho de propiedad (ya que

corresponde a los atributos: usar y disfrutar), podemos concluir que en los

citados artículos se encuentra regulada implícitamente la adquisición originaria

de la posesión.

1.1.2. La ocupación en inmuebles

En el caso de los bienes inmuebles, según la doctrina, la adquisición originaria

de la posesión se produce con la ocupación del bien. Este un modo de adquirir

muy antiguo, tal vez sea el primero, y consistía en la forma de la posesión de


un inmueble con la intención de convertirse en su propietario. En la actualidad

ya no se adquiere la propiedad mediante la ocupatio, pues en nuestra

legislación es irrelevante el principio res nullius inmobiliarius, porque si los

bienes inmuebles no son de los particulares son del Estado (sea por ser

propiedad estatal de origen o devenir en tal en razón de su abandono a tenor

de lo prescrito por el numeral 4 del artículo 968 del Código Civil), por lo que la

ocupación de un inmueble implicará siempre además de su "posesión", una

"usurpación".

Nuestra legislación no recoge la adquisición de la propiedad inmueble por la

simple posesión (ocupación), encontrándose prevista en los artículos 950 al

953 del Código Civil la prescripción adquisitiva de dominio, para la cual se

requiere además de la posesión del inmueble, que esta sea continua, pacífica y

pública como propietario y que se cumpla con el tiempo establecido por ley.

En efecto, la ocupación en su forma directa ya no puede dar lugar a la

adquisición de la propiedad, salvo que se realice mediante la usurpación, lo

cual importaría un acto ilícito y sancionable penalmente.

Sin embargo la ocupación en su forma indirecta pueda dar lugar a la

adquisición de la propiedad; esto es, que el hecho de la toma de posesión

traiga consigo la titularidad sobre el inmueble, siempre y cuando se hayan

cumplido determinadas formalidades legales establecidas en la ley

normándose en la prescripción adquisitiva de dominio.

1.2. MODOS DERIVADOS

Adquisición Derivativa (Tradicion)


Se la conoce como adquisición bilateral, es posesión derivativa aquella en que

el adquirente fundamenta su posesión en la de otro anterior que se la transfirió,

es la opuesta a la originaria en donde existe una adquirente y un tradente.

ejemplo:

La posesión del heredero, arrendatario, habitador son derivativa, ya que la

recibió del propietario.

La posesión que fluye de un acto traslativo de la propiedad

La posesión del heredero

La adquisición derivativa:

o INTER VIVOS

Se da cuando el poseedor vivo la transfiere a otro igualmente vivo

o MORTIS CAUSA.-

Es la que se transfiere al causante de otra persona viva (sucesión por causa de

muerte)

Cualquiera de ambas formas la posesión no la adquiere unilateralmente, debe

haber pertenecido a otro poseedor

1.3. LA TRADICIÓN Y SUS SUCEDÁNEOS

LA TRADICION (traditio)

Es todo traspaso que se verifica con el asentimiento del anterior poseedor y el

ánimo del que recibe de adquirir el bien. De lo cual fluye que la tradición es

BILATERAL Y VOLUNTARIA

En nuestro país existe la traidito REAL solo en los bienes muebles, se descarta

en los inmuebles; en estos la propiedad y por extensión la posesión se obtiene

por el contrato (949 C.c)

 Tradición real
 Tradición ficticia

a) LA TRADICIÓN REAL.

Entraña la entrega materia del bien el nuevo poseedor, supone poner el bien en

poder y posesión del adquirente.

Aquí la posesión se entrega efectivamente, físicamente al adquirente. (art 901).

b) LA TRADICIÓN FICTICIA

Llamada por igual simbólica sustituye la efectiva aprehensión de la cosa por un

juego de actos que la simbolizan o sustituyen

Aquí no hay desplazamiento, entrega materia (art 902)

Nuestro código civil peruano reconoce en este artículo tres formas de tradición

ficticia:

 TRADITIO BREVI MANU

 TRADITIO CONSTITUTUM POSSESSORIUM

 TRADITIO DE BIEN QUE ESTA EN PODER DEL TERCERO

TRADITIO BREDI MANU

Llamada además entrega de mano en mano significa un cambio en el titulo

posesorio pero donde no se opera la entrega material.

El que posee un bien en virtud de un titulo lo cambia por otro se produce una

variación.

TRADITIO CONSTITUTUM POSSESSORIUM

Ocurre cuando el antiguo poseedor transfiere la posesión de su bien a otro

poseedor de menor rango o jerarquía. A través de un convenio se opera una

conversión del propietario en poseedor, o mejor, el poseedor a nombre de

dueño conviértase en poseedor a titulo de no dueño

TRADITIO DE BIEN QUE ESTA EN PODER DE TERCERO


Se trata de una transferencia de propiedad es decir de una venta o una

permuta

c) TRADICION DOCUMENTAL

Es una clausula de estilo que habitualmente se agregaba a los contratos

documentales en virtud de la cual se entendía hecha la tradición por la

signatura, se declaraba por el comprador tener la posesión de la cosa o se

renunciaba a la tradición material

El código civil contiene solo en el artículo 903 la tradición documental.

“tratándose de artículos de viaje o sujetos al régimen de almacenes generales”

Tampoco hay entrega real si no ficticia “la tradición se entiende realizada con la

entrega de documentos destinada a recogerlos”. La norma tiene gran

aplicación en el comercio internacional, donde más que tradición real se verifica

a través de los documentos, estos lo representan.

Así en los efectos y bienes de viaje, la tradición se realiza a través de la

entrega del conocimiento de embarque, con el cual el interesado puede retirar

los artículos luego de pagar los derechos aduaneros.

En cuanto a los almacenes generales, los bienes (artículos) están

representados en WARRANS; quien posee el WARRANS es poseedor del

título representativo de la propiedad de estos artículos.

Sin embargo el articulo 903 contiene otro supuesto: “el adquiriente de buena fe

de objetos no identificables, a quien se le han entregado es preferido a quien

es solo tenedor de los documentos, salvo prueba en contrario”

Al referirse la norma a los bienes no identificables se refiere a los bienes

comunes y corrientes, lo cual excluye de la regla a los bienes inmuebles.

2. DEFENSA DE LA POSESIÓN
2.1. DEFENSA EXTRAJUDICIAL (ART. 920 DEL CÓDIGO CIVIL)

El poseedor puede repeler la fuerza que se emplee contra el y recobrar el bien,

sin intervalo de tiempo, si fuere desposeido, pero en ambos casos debe

abstenerse de las vias de hecho no justificadas por las circunstancias.

La defensa de la posesión, así como la de cualquier otro derecho o interés está

confiada al Poder Judicial, a fin de que nadie se haga justicia por su propia

mano. La excepción a esta regla lo constituye el art. 920 que autoriza la

defensa privada de la posesión.

Del mismo modo que una persona atacada en su integridad física tiene el

derecho a defenderse con todos los recursos de hecho que sean

proporcionados al ataque, así también puede defender su posesión; lo contrario

sería legitimar, aunque más no fuera transitoriamente, el uso de la fuerza del

usurpador, pues mientras que el atacado tendría que someterse dócilmente al

uso de la injusta fuerza, apelando sólo al recurso de la actuación judicial, el

atacante mientras la justicia llega, estaría gozando de la cosa que ha usurpado.

La posesión del titular o no titular del derecho real, sobre un bien mueble o

inmueble, rústico o urbano, encuentra su primera tutela en la legítima defensa

contra los actos con los cuales se priva o perturba el goce pacífico de un bien.

Por tanto, el poseedor, titular o no titular del derecho, puede repeler la fuerza

que se emplee contra él impidiendo que el agresor tome posesión del bien o

recobrar el bien (mueble o inmueble) si ha sido despojado, sin que con ello

incurra en delito por tomarse la justicia por su propia mano, siempre que lo

haga inmediatamente, no ex intervallo , y lo haga con medios proporcionales a

la ofensa, o sea se debe abstener de las vías de hecho no justificadas por las

circunstancias.
El art. 920 autoriza la defensa extrajudicial en dos situaciones:

1)Para repeler la fuerza empleada contra el poseedor. Supone un acto de

turbación; y

2) Para que el poseedor desposeído recupere el bien. Supone un acto de

despojo.

2.1.1. Requisitos:

a)La violencia empleada por un tercero contra el poseedor . El autor del ataque

se vale de la fuerza, por lo que queda excluido de la defensa privada de la

posesión el supuesto de la usurpación clandestina;

b)Reacción inmediata del poseedor . Entre ataque y defensa debe existir

unidad de tiempo. El poseedor responda inmediatamente rechazando la

perturbación o recuperando el bien del que ha sido desposeído. Si no intenta

recobrar la posesión sin intervalo de tiempo, sólo lo podrá hacer por la vía

judicial.

c) Abstenerse de las vías de hecho no justificadas. La reacción del poseedor no

debe exceder los medios de la legítima defensa, es decir, debe abstenerse de

las vías de hecho no justificadas por las circunstancias.

d)Imposibilidad de la intervención de la autoridad. Aunque el art. 920 no lo

menciona, por tratarse de un remedio excepcional, la defensa privada de la

posesión solamente es admitida cuando no es posible la intervención de la

autoridad, ya que si el poseedor fuera pedir auxilio, al regresar sería terde por

haberse consumado el despojo.

Es lícito que el poseedor se haga justicia por su propia mano repeliendo la

fuerza con la fuerza (vim vi repellere licet ) para impedir ser despojado del bien

o si ya lo fue, para recuperarlo, con tal que reaccione inmediatamente y sin


excederse de los medios de la legítima defensa y siempre que la ley o

resolución judicial no autoricen la privación o perturbación.

Como se aprecia, la defensa privada de la posesión se caracteriza por ser

un medio excepcional de uso de la fuerza por el poseedor para repeler la

fuerza que lo perturba o despoja de la posesión y por referirse a todos los

supuestos de posesión, con independencia del derecho a poseer.

2.1.2. Características:

Es excepcional: La defensa de la posesión, así como la de cualquier otro

derecho o interés está confiada al Poder Judicial, a fin de que nadie se haga

justicia por su propia mano. La excepción a esta regla lo constituye el art. 920

que autoriza la defensa privada de la posesión. Art .35 de la constitución del

Perú.

El poseedor, titular o no titular del derecho, puede repeler la fuerza que se

emplee contra él impidiendo que el agresor tome posesión del bien o recobrar

el bien (mueble o inmueble) si ha sido despojado.

La legítima defensa: La autodefensa de la posesión es sólo una manifestación

de la legítima defensa. La autodefensa de la posesión consagrada en el art.

920 es una aplicación particular del principio general de la legítima defensa

La inmediatez: Sí el poseedor deja transcurrir algún período de tiempo para

accionar aunque sea breve, ya no puede ampararse en la defensa extrajudicial

civil y debe acudir a las acciones judiciales.

2.1.3. El criterio de inmediatez

La autodefensa de la posesión consagrada en el art. 920 es una aplicación

particular del principio general de la legítima defensa ,a la vez el principio de

inmediatez por la que, tanto el poseedor como el servidor de la posesión están


facultados para rechazar por las vías de hecho las perturbaciones a la posesión

pacífica o a contraatacar para recuperar la posesión cuando ha sido privado de

ella, siempre que lo haga en forma inmediata.

Así, el poseedor puede repeler con la fuerza al ladrón que pretende arrebatarle

sus bienes muebles o recuperarlos, también por la fuerza, persiguiendo al

ladrón sorprendido in fraganti. Tratándose de bienes inmuebles, el poseedor

puede rechazar por la fuerza los actos perturba torios y si ha sido despojado

puede contraatacar para recuperar la posesión, siempre que actúe

inmediatamente.

Repeler la fuerza sin intervalo de tiempo, inmediatamente, significa que el

poseedor actúa en el mismo momento en que un tercero emplea la fuerza

contra él y si, no obstante ello, es desalojado, puede reaccionar con toda la

rapidez, de acuerdo a las circunstancias, para recobrar el bien.

2.1.4. La proporcionalidad en el uso de la fuerza

El uso de la fuerza o de armas de fuego para hacer cumplir la ley es,

obviamente, una medida extrema. Esta afirmación se desprende de la

naturaleza del derecho a la vida como derecho humano fundamental. Desde

luego, en un conflicto armado la situación es muy distinta. Conviene, por ende,

explicar los principios que subyacen al uso de la fuerza, sobre todo porque

algunos de ellos, como los de necesidad y proporcionalidad, se aplican tanto a

tareas de mantenimiento del orden como a conflictos armados, pero con

significados completamente diferentes.

2.2. LA DEFENSA JUDICIAL A TRAVÉS DE LOS INTERDICTOS

Los interdictos.
Un interdicto es un procedimiento judicial muy sumario y de tramitación

sencilla, cuyo objetivo es atribuir la posesión de una cosa a una determinada

persona física o jurídica frente a otra, de manera provisional. El interdicto

también se puede plantear para el caso de que exista una reclamación por

algún daño inminente, cuya urgencia habrá de quedar justificada.

Asimismo, el interdicto se puede utilizar como protección ante cualquier

agresión o turbación que una persona sufra sobre su pacífica posesión. Esto

es, cabe emplearlo en el caso de ruidos, olores, etc. que impidan a una

persona disfrutar de la posesión de un bien. Esto hace que sea un proceso al

que se recurre en ocasiones para obligar la paralización de obras cercanas o

de otras actividades molestas (salas de fiestas, etc.) para el propietario de un

inmueble.

Acción de interdicto de retener. Procede cuando el poseedor es perturbado en

su posesión, estas perturbaciones pueden consistir en actos materiales o de

otra naturaleza. Los actos materiales que provocan la perturbación podrían

consistir en emanaciones, ruidos, filtraciones, vibraciones, u otros actos

contaminantes o degradantes del ambiente, impidiendo darle un uso al bien de

acuerdo a su naturaleza. Por ejemplo: El caso del propietario de un predio en el

que se llevan a cabo actividades económica generadoras de combustiones

industriales que afectan directamente las propiedades cercanas dedicadas a la

agricultura, los propietarios cercanos al ser perturbados con los actos

contaminantes que impiden el uso y disfrute del bien conforme a su naturaleza,

pueden utilizar la acción de interdicto de retener como mecanismo de defensa

de sus derechos.
El Código de Procedimientos Civiles contemplaba cinco interdictos: de adquirir,

de retener, de recobrar, de obra nueva y de obra ruinosa. El interdicto de

adquirir tenía por objeto entrar a poseer un bien, para lo cual el demandante

debía acreditar su derecho a la posesión.

No se trataba pues de un verdadero interdicto donde no se discute lo petitorio

(derecho a la posesión), sino lo posesorio (derecho de posesión).

El interdicto de retener procedía cuando el poseedor era perturbado en su

posesión. Tenía por objeto que el demandado se abstuviera de perturbar al

poseedor.

El interdicto de recobrar procedía cuando el poseedor era despojado de su

posesión, siempre que no hubiera mediado proceso previo. Su finalidad era

que el demandado repusiera al demandante en la posesión del bien.

El interdicto de obra nueva tenía por objeto impedir la continuación de una obra

o conseguir la demolición de lo ya edificado en cuanto dañaba la posesión del

demandante. El Código de Procedimientos Civiles hacía alusión al daño en la

“propiedad” del demandante, por lo que alguna jurisprudencia entendió que

este interdicto sólo lo podía utilizar el propietario-poseedor. Esto no era así. Un

poseedor no propietario que veía perturbada su posesión por una construcción

vecina, sí podía defender su posesión a través del interdicto de obra nueva.

Finalmente, el interdicto de obra ruinosa tenía por finalidad obtener la

demolición total o parcial de una construcción que amenazaba ruina, o la

adopción de las medidas de seguridad necesarias por el mal estado de un

edificio, canal, camino, árbol, columna o cualquier otra cosa análoga. Podían

utilizar este interdicto los que tenían la necesidad de pasar por las

inmediaciones del edificio, canal, camino, etc., o los poseedores de alguna


propiedad que sufriera o pudiera sufrir daño con la obra que amenaza ruina.

Con respecto a los primeros, la construcción que amenazaba ruina no

perturbaba la posesión de algún bien, sino la integridad física del demandante.

No era entonces un interdicto posesorio. Con respecto a los segundos, al igual

que con el interdicto de obra nueva, el Código de Procedimientos Civiles se

refería al “dueño” de una propiedad que sufriera o pudiera sufrir daño. Sin

embargo, debía entenderse que el legitimado para ejercer el interdicto era el

poseedor.

El Código Procesal Civil sólo regula los interdictos de recobrar y de retener. El

interdicto de adquirir ha sido eliminado porque como dijimos anteriormente, no

era un verdadero interdicto. Por su lado, la ejecución de obras (interdicto de

obra nueva) y las construcciones que amenazaban ruina (interdicto d e obra

ruinosa) constituían en rigor perturbaciones a la posesión. Por ello, el Código

Procesal Civil las califica acertadamente como perturbaciones para efectos del

interdicto de retener.

2.3. ACCIONES POSESORIAS (ART. 921 DEL CÓDIGO CIVIL)

La posesión es un hecho, pero no cualquier hecho, sino uno protegido por el

derecho, de ahí que el poseedor, sea de buena fe o de mala fe está protegida

en sus situación de poseedor, que sólo puede ser quitada por medio de

sentencia judicial.

Al poseedor le compete la defensa judicial, mediante las acciones llamadas de

interdictos posesorios y la defensa extrajudicial o de hecho en los casos y bajos

las condiciones que la ley establece.

Artículo 921.- Defensa posesoria judicial


Todo poseedor de muebles inscritos y de inmuebles puede utilizar las acciones

posesorias y los interdictos. Si su posesión es de más de un año puede

rechazar los interdictos que se promuevan contra él.

El artículo 921 del Código Civil dice que todo poseedor de muebles inscritos y

de inmuebles puede utilizar las acciones posesorias y los interdictos. Las

acciones posesorias son procesos judiciales en los cuales se protege el

derecho a la posesión. En los interdictos, en cambio, se tutela la posesión en si

misma (derecho de posesión). Los trámites judiciales de ambos procesos son

distintos; la acción posesoria se tramita en el proceso de conocimiento, los

interdictos en el proceso sumarísimo.

Todo aquel que es perturbado o despojado en su posesión puede utilizar los

interdictos con el objeto de que cese la perturbación o de recobrar la posesión.

En los interdictos no se discute la legitimidad de la posesión. Es suficiente que

el poseedor, legítimo o ilegítimo, de buena o mala fe, sea perturbado o

despojado para que proceda el interdicto.

Los Interdictos o Acciones posesorias, están encaminadas a la protección de la

posesión como una presunción de propiedad, la protección se extiende al

propietario, incluso a los usurpadores, en razón que la finalidad principal no

podía obtenerse si no se brinda la protección a todos o sea a propietarios y no

propietarios.

Aunque en algunos casos la propiedad y la posesión se encuentran reunidas

en una sola persona.

2.3.1. CARACTERÍSTICAS

Jurídicamente posesión significa señorío, dominación o poder de hecho sobre

una cosa, lo cual produce efectos de derecho. Es la actitud de comportarse


como titular del derecho, en tal sentido posee una cosa aquel que la tiene bajo

su dominación, adquiriendo por tanto protección jurídica.

Esta definición se justifica por que históricamente la posesión surge cuando la

figura de la propiedad no estaba consolidada, entonces, la ocupación de las

tierras era defendida por cada cual contra los ataques, repeliendo la fuerza con

la fuerza. Luego, con la evolución y consolidación de la figura de la posesión, la

defensa de los bienes ya no se ejercía únicamente con la fuerza, sino con el

derecho, pues la posesión es dotada de posibilidades jurídicas para su

defensa.

Nuestra legislación regula la posesión en el artículo 896° del Código Civil que

establece que

“La posesión es el ejercicio de hecho de uno o más poderes inherentes a la

propiedad”

Entendiéndose como poder inherente a la propiedad los establecidos en el

artículo 923° del Código Civil, que dice:

“La propiedad es el poder jurídico que permite usar, disfrutar, disponer y

reivindicar el bien. Debe ejercerse en armonía con el interés social y dentro

de los limites de la ley.”

Esta definición es infeliz, pues por un lado, no refleja la doctrina sobre el

derecho de posesión, limitándose a incluir una sola de las características que la

doctrina atribuye a la posesión, y por otro lado, no hace más que generar

confusión respecto de su identidad y efectos, en tanto y en cuanto vincula su

significado y connotación directamente con la propiedad, lo cual no tiene por

qué suceder, pues, conforme hemos explicado la posesión y la propiedad son


instituciones jurídicas totalmente diferentes, y por ende su regulación normativa

debe ser de modo separado y diferenciado.

2.3.2. VÍAS PROCEDIMENTALES

La vía procedimental existente en el tema de la posesión esta especificada en

nuestro código procesal civil como los interdictos de recobrar (Art. 603, 604,

605) y los interdictos de retener (Art.606, 607)

Artículo 603.- Interdicto de recobrar.-

Procede cuando el poseedor es despojado de su posesión, siempre que no

haya mediado proceso previo. Sin embargo, si se prueba que el despojo

ocurrió en ejercicio del derecho contenido en el Artículo 920 del Código Civil, la

demanda será declarada improcedente.

Artículo 604.- Demanda fundada e interdicto de recobrar.-

Declarada fundada la demanda, el Juez ordenará se reponga al demandante

en el derecho de posesión del que fue privado y, en su caso, el pago de los

frutos y de la indemnización que corresponda.

Artículo 605.- Despojo judicial y procedimiento especial.-

El tercero desposeído como consecuencia de la ejecución de una orden judicial

expedida en un proceso en que no ha sido emplazado o citado, puede

interponer interdicto de recobrar. El tercero perjudicado con la orden judicial

debe acudir ante el Juez que la expidió solicitando la restitución. Si el Juez

estima procedente el pedido accederá inmediatamente a él. En caso contrario,

lo rechazará, quedando expedito el derecho del tercero para hacerlo valer en

otro proceso.

Artículo 606.- Interdicto de retener.-


Procede cuando el poseedor es perturbado en su posesión. La perturbación

puede consistir en actos materiales o de otra naturaleza como la ejecución de

obras o la existencia de construcciones en estado ruinoso. Si así fuera, la

pretensión consistirá en la suspensión de la continuación de la obra o la

destrucción de lo edificado, aunque se pueden acumular ambas pretensiones.

En todos los casos, la pretensión consistirá en el cese de estos actos.

Admitida la demanda, el Juez ordenará, en decisión inimpugnable, se practique

una inspección judicial, designando peritos o cualquier otro medio probatorio

que considere pertinente. La actuación se entenderá con quien se encuentre a

cargo del bien inspeccionado.

Artículo 607.- Sentencia fundada e interdicto de retener.-

Declarada fundada la demanda, el Juez ordenará que cesen los actos

perturbatorios y lo que corresponda de acuerdo al segundo párrafo del Artículo

606, además del pago de los frutos y de la indemnización, de ser el caso.

3. EXTINCION DE LA POSESIÓN

ARTÍCULO 922: La posesión se extingue por:

 Tradición.

 Abandono.

 Ejecución de resolución judicial.

 Destrucción total o pérdida del bien.

Frank Almanza Altamirano; El Código precedente en su artículo 842 se limitaba

a expresar que se pierde la posesión por abandono y cuando se pierde el

ejercicio de hecho.
Si bien es de apreciarse un gran avance, pues se incluyen cuatro causales de

extinción de la posesión, se ha omitido incluir la cesión a título gratuito u

oneroso, la usurpación, la reivindicación y la expropiación, conforme lo

veremos más adelante.

Para efectos del comentario, nos referiremos una por una a las causales

reguladas por el artículo 922 del Código Civil.

3.1. Tradición

Es el primer caso de extinción de la posesión. La traditio o tradición, derivación

a su vez de tradere, significa entregar. Supone la figura de la adquisición

derivada, esto es, la existencia de una posesión anterior a la que sigue otra

posterior. En términos simples, se podría resumir como la entrega que se hace

de un bien mueble o inmueble, de una a otra persona.

La tradición supone una transmisión del bien mueble o inmueble de mano en

mano. Tiene carácter bilateral ya que intervienen dos sujetos: uno de ellos es el

transmisor, denominado transferente o tradens; el otro es el sujeto que recibe,

llamado adquirente o accipiens.

Debemos precisar que, tratándose de bienes inmuebles, la tradición no

requiere un acto material, siendo suficiente que exista un simple acuerdo, en

virtud del cual el poseedor entregue las llaves a otra persona para que la

posesión de este último quede perfeccionada. La tradición de bienes muebles

se materializa por la entrega del bien (corpus).

3.2. Abandono

Respecto a esta causal de extinción de la posesión, en doctrina existen

posiciones encontradas; algunos sostienen que para que opere el abandono

basta el hecho real de abandonar la posesión del bien (elemento objetivo);


otros, por el contrario, argumentan que es necesario que exista la voluntad de

abandonar (elemento subjetivo).

El profesor Jorge Eugenio Castañeda, partiendo de que la posesión no exige

para su constitución la presencia del elemento subjetivo, es decir el tener la

voluntad de poseer, sostiene que en materia de abandono "nada importa la

voluntad del poseedor, porque la posesión no es una cuestión de ánimo". Esta

tesis se sustenta en la afirmación de que aun cuando exista la voluntad de

seguir poseyendo un bien, si no se realizan hechos materiales de posesión real

y material respecto de dicho bien, la posesión habría sido abandonada.

El profesor Max Arias-Schreiber Pezet considera que si bien el animus no

integra el concepto de la posesión en nuestro Código Civil, "en su pérdida sí se

presenta la intención y esto aparece con claridad cuando consagra el

abandono como una de sus formas".

El profesor Arias-Schreiber considera que: "no se puede concebir la posesión

de un bien, si su titular libremente la rechaza. Quien hace abandono se

desprende del bien con la intención de no ejercitar en lo sucesivo ningún poder

de hecho ni de derecho; en el abandono se conjugan, por consiguiente, los

factores físicos a intencional. El acto de desprenderse del bien identifica al

primero; la voluntad de no ejercitar en lo sucesivo el poder, al segundo".

Wolff, que sigue la doctrina objetivista de Von Ihering, manifiesta que dentro del

abandono "es necesaria una destrucción real del señorío, con la voluntad de no

seguir poseyendo".

La posición que suscribimos es la del profesor Max Arias-Schreiber, pues

consideramos que para que se configure el abandono debe concurrir la

voluntad con el hecho físico, no debe confundirse el abandono con la mera


renuncia de la posesión. Esta ultima no basta, por sí sola, para determinar la

pérdida de aquella, es imprescindible que esté acompañada por el hecho

material o físico de la desaprensión.

3.3. Ejecución de resolución judicial

Otra de las formas de extinción de la posesión prevista en el artículo bajo

comentario, es la ejecución de una resolución judicial.

Al respecto, para que una resolución judicial pueda ser ejecutada, debe estar

firme, ello supone la existencia de un fallo consentido o ejecutoriado (cosa

juzgada) que disponga el fin de la posesión.

3.4. Destrucción total o pérdida del bien

Respecto a la destrucción del bien, prevista como causal de extinción de la

posesión, se ha establecido claramente que el bien tiene que destruirse en

forma total.

En un supuesto de destrucción parcial del bien, es evidente que no se

extinguirá la posesión, la cual se conservará respecto de todo aquello que no

se haya destruido.

Raymundo Salvat, citado por Max Arias-Schreiber, señala de una manera

bastante ilustrativa que la extinción del bien poseído puede producirse por dejar

de existir material o jurídicamente. Citando al artículo 2451 del Código Civil

argentino, señala tres casos, como son:

1) Muerte de la cosa poseída si esta fuese animada, como ocurre con los

animales;

2) Destrucción total de ella, si fuese cosa inanimada. Por ejemplo, destrucción

de los muebles de una casa, destrucción de una casa, etc.;


3) Transformación de una especie en otra, es decir, en el caso de la

especificación, como ocurriría por ejemplo si con la lana se hubiese hecho

vestido. Debe observarse, sin embargo, que en estos diversos casos si bien

desaparece la posesión de la cosa primitiva, ella continúa sin embargo sobre

los restos de la cosa poseída o sobre la de la especie.

Finalmente y respecto a la pérdida del bien, se han omitido mencionar casos

importantes de pérdida de posesión, como son el despojo, la usurpación, la

expropiación y la reivindicación.

PAZ SOCIAL

El estudio de la materia de derecho civil implica una amplia gama de diversas

disposiciones, tal es así que el mismo código civil ha establecido una división

de acuerdo a la naturaleza disposiciones, es oportuno indicar que el trabajo de

investigación presentado consiguientemente, pertenece al estudio de las

disposiciones establecidas en el Código Civil, el cual lleva por nombre respecto

al tema, La Adquisición Y Defensa De La Posesión, la cual abarca el ámbito de

aplicación de dicha institución; el objeto de la posesión y las cosas poseíbles;

la forma en que puede transmitirse esta figura a otras personas.

El uso de la fuerza a través de las armas de fuego para hacer cumplir la ley es

una medida extrema, que la persona poseedora tiene una gran

responsabilidad, en la cual no debe perjudicar a los demás.

Cuando no se quiere utilizar el uso de la fuerza; puedes usar los interdictos que

se puede utilizar como un medio de protección ante cualquier agresión o

turbación que una persona sufra sobre su posesión.


Cualquier persona puede usar los interdictos cuando creen que su bien está

haciendo perjudicado por los demás así está estipulado en el artículo 921 del

código civil peruano.

Asimismo, lo que se refiere a la defensa o pérdida de la posesión es punto a

tocar en el presente estudio, donde se ven involucrados los elementos "corpus"

y "animus" que son esenciales para el perfeccionamiento de dicha figura, los

cuales le dan forma a ésta; y por último se han desarrollado las clases de

posesión establecidas en el ordenamiento jurídico y en la doctrina peruana,

como también las presunciones posesorias que se dan ante la existencia de la

posesión.

Noción de posesión y antecedentes

Una definición superficial del término posesión nos llevaría a señalar que

poseer es "tener una cosa en su poder, utilizarla o aprovecharla"; sin embargo,

esta definición simple no cubre todos los aspectos de lo que significa "poseer".

Así, poseer no necesariamente implica la tenencia física del bien (como se

entendía históricamente), sino que comprende situaciones en las que incluso,

no encontrándose efectivamente el bien en poder del poseedor, este tiene

derecho a tenerlo. Es así como se entiende que quien habita un inmueble, lo

posee aun cuando pase muchas horas o unas vacaciones fuera de él;

igualmente aquella persona que deja sus muebles en una tapicería para ser

reparados, no dejará de ser poseedora de los mismos por encontrarse lejos de

ellos o no tenerlos a su alcance por determinado tiempo. De ello se concluye

que poseer no significa necesariamente tener aprehensión física u ocupación

sobre la cosa, ni tenerla a su alcance para tal efecto.


Guillermo Borda señala que "se trata simplemente de proteger ciertas

situaciones de disfrute, ciertas conductas del hombre respecto de las cosas. El

presupuesto fáctico de la posesión no es por consiguiente la aprehensión de la

cosa ni la posibilidad de aprehenderla, sino un cierto señorío de hecho sobre

ella. La ley determina qué debe entenderse por tal señorío, para decirlo con

mayor precisión, en qué casos la conducta de una persona respecto de una

cosa merece la protección posesoria".

Debemos entender, luego, que posesión es tanto el poder de hecho que se

tiene sobre una cosa, como la posibilidad de ejercitar ese poder por tener

derecho al mismo.

El artículo 900 del Código Civil de 1984 tiene su antecedente (y similar texto)

en el artículo 843 del Código Civil de 1936; igualmente este tiene su origen en

el artículo 466 del Código Civil de 1852 que regulaba la posesión natural (que

tenía lugar con la aprehensión de las cosas) y la posesión civil (que surgía por

disposición de la ley).

El citado artículo de nuestro Código Civil vigente establece como regla general

para la adquisición de la posesión: la tradición; y, como excepción: la

adquisición originaria establecida por ley

De esta manera nuestra legislación recoge los modos de adquirir las

posesiones establecidas por la doctrina: la adquisición originaria y la

adquisición derivativa.

Adquisición y defensa de la posesión

FUNDAMENTO DE LA POSESIÓN
La posesión se protege, bien, porque constituye un hecho determinado por la

voluntad humana que se realiza sobre las cosas; o bien, como derecho, porque

es el complemento y la plenitud del derecho de de propiedad.5

Por ello mismo la posesión debe protegerse, bien, porque signifique protección

del interés particular del poseedor, o bien, porque significa proteger su utilidad

social.

CONCEPTO DE LA PROPIEDAD

La posesión es el más antiguo de todos los derechos reales, su origen

histórico, pudo haber sido la aprehensión en los bienes muebles y la ocupación

en los bienes inmuebles, adquiridos por la fuerza: ambas constituyeron, desde

entonces, un derecho.

La posesión se incorpora a nuestro mundo jurídico por primera vez en el

Código Civil de 1852 teniendo una extracción Savigniana, siguiendo la

orientación de la teoría subjetivista.

El código Civil derogado de 1936 se alinea dentro de la teoría de Ihering, por

cuanto este último afirma que existe posesión en todos los casos que se

establece una relación material voluntaria con las cosas, situación que fluye del

texto citado.

El concepto de la posesión en el Código actual es el mismo que en el del

Código de 1936, en su art. 896 señala que “la posesión es el poder de hecho

que el hombre ejerce de una manera efectiva e independiente sobre una cosa,

con el fin de utilizarla económicamente, con prescindencia de saber si

corresponde o no a la existencia de un derecho” porque como no existe prueba

5
VASQUEZ RIOS, Alberto (2005) Derechos Reales Lima Ed. San Marcos, Tomo I
directa de la propiedad al poseedor se le reputa propietario mientras no se

pruebe lo contrario.

4. LA ADQUISICIÓN DE LA POSESIÓN

La posesión como imagen de dominio, se adquiere por hechos denominados

modos de adquirir la posesión.

En el Perú la posesión se adquiere con la relación de hecho y también de

derecho que establece el hombre sobre el bien. Naturalmente esto no quiere

decir que no hay animus, lo que no existe es el ANIMUS DOMINI

Definición.- Son los diversos procedimientos que pueden emplearse para

llegar a adquirir la posesión de una cosa.

El artículo 900 del código civil dispone:

La posesión se adquiere por la TRADICION, salvo los casos de adquisición

originaria que establece la ley

De lo antedicho por nuestro código civil se deduce que hay dos formas de

adquirir la posesión:

c. Adquisición originaria (APREHENSION)

d. Adquisición derivativa (TRADICION)

1.4. MODOS ORIGINARIOS

ADQUISICIÓN ORIGINARIA

Lafaille6 llama a este modo de adquirir: adquisición unilateral” y, añade que “tal

adquisición se produce cuando alguien entra a poseer la cosa por un acto

personal, sin recibirla de otro”.

6
LAFAILLE, Héctor. Ob. Cit., p. 94.
Barbero7 señala: “Se tiene título originario cuando el mismo poseedor ha

reducido el objeto de a su poder de hecho sin cuidarse de otro derecho o

posición jurídica”.

Valencia Zea8 señala: afirma que la adquisición originaria de la posesión

constituye un acto jurídico unilateral y real. Es acto unilateral pues debe mediar

la voluntad de adquirir la posesión y solo la voluntad de quien quiere adquirir

(tal es el caso de la posesión que adquieren quienes se apoderan de cosas

muebles que a nadie pertenecen como los productos de la caza y de la pesca;

o de quienes ocupan ilícitamente un inmueble, como es el caso del usurpador);

y, es real, dada la circunstancia de que no es suficiente la sola voluntad, sino

que esta debe estar acompañada de la efectiva adquisición del poder de

hecho, o sea, la constitución de una relación material con la cosa. Hay dos

formas de adquisición originaria: la aprehensión y la ocupación.

Por lo tanto podemos decir que es aquella que tiene lugar como consecuencia

de un hecho propio y exclusivo del sujeto (poseedor), por lo que se le conoce

también como posesión unilateral; surge sin la intervención de otro sujeto, y da

lugar a una nueva posesión.

1.1.3. La aprehensión en bienes muebles

Aprehender una cosa es tomarla o retenerla para. Esta situación desde la

perspectiva del sujeto, implica dos hipótesis:

- Contacto personal con la cosa, objeto de la aprehensión.

- Posibilidad física de tomarla sin ningún obstáculo que le impida, al

poseedor, disponer de ella.

7
BARBERO, Doménico. Ob. Cit., p 391.
8
VALENCIA ZEA, Arturo. Ob. Cit., p 89.
Ahora bien, la aprehensión funciona en relación a los bienes muebles que no

tiene dueño, en virtud del principio res nullius (cosa sin dueño), pero debe

entenderse que es en aquellos donde no exista obstáculo alguno para su

apropiación, porque la aprehensión de bienes muebles trae consigo no solo su

posesión sino también su propiedad.

Los bienes muebles para ser factibles de aprehensión o apropiación deben ser

bienes abandonados, sustraídos contra la voluntad del anterior poseedor. Así,

tenemos que será poseedor de arena quien la recoja de la playa, o de piedras

aquel que las recoja de la calle, pudiendo aplicarse la misma lógica respecto de

cualquier bien mueble que cumpla con las características anteriores.

En ese sentido, el Código, en su artículo 900, hace la salvedad de que la

posesión se adquiere en los casos de adquisición originaria que establece la

ley, si lo concordáramos con el precepto constitucional que contiene el artículo

118º de nuestra nueva carta magna que dice: “Los recursos Naturales

renovables y no renovables son patrimonio de la Nación. Los minerales, tierras,

bosques, aguas y en general, todos los recursos naturales y fuentes de energía

pertenecen al Estado. La fija las condiciones de su utilización por este y de su

otorgamiento a los particulares”; se puede deducir que no todos los bienes

muebles están en la condición de res nullius, pues como estamos apreciando,

los recursos naturales estarían excluidos de tal principio. Esto debe de ser así

porque los recursos naturales son riqueza potencial de considerables

proporciones y constituyen patrimonio de la Nación, en consecuencia, son de

propiedad del estado y no deben ser objetos de apropiación privada. Así por

ejemplo, en el caso de los minerales, el Estado otorga una concesión minera al


titular para fines de explotación del yacimiento, pero no le otorga la propiedad

del yacimiento minero.

Nuestro Código Civil regula en sus artículos 929 y 930 la adquisición de la

propiedad por "apropiación", señalando que las cosas libres, animales de caza

y peces, se adquieren por la persona que los aprehenda o coja; y, atendiendo a

que el derecho a la posesión está implícito en el derecho de propiedad (ya que

corresponde a los atributos: usar y disfrutar), podemos concluir que en los

citados artículos se encuentra regulada implícitamente la adquisición originaria

de la posesión.

1.1.4. La ocupación en inmuebles

En el caso de los bienes inmuebles, según la doctrina, la adquisición originaria

de la posesión se produce con la ocupación del bien. Este un modo de adquirir

muy antiguo, tal vez sea el primero, y consistía en la forma de la posesión de

un inmueble con la intención de convertirse en su propietario. En la actualidad

ya no se adquiere la propiedad mediante la ocupatio, pues en nuestra

legislación es irrelevante el principio res nullius inmobiliarius, porque si los

bienes inmuebles no son de los particulares son del Estado (sea por ser

propiedad estatal de origen o devenir en tal en razón de su abandono a tenor

de lo prescrito por el numeral 4 del artículo 968 del Código Civil), por lo que la

ocupación de un inmueble implicará siempre además de su "posesión", una

"usurpación".

Nuestra legislación no recoge la adquisición de la propiedad inmueble por la

simple posesión (ocupación), encontrándose prevista en los artículos 950 al

953 del Código Civil la prescripción adquisitiva de dominio, para la cual se


requiere además de la posesión del inmueble, que esta sea continua, pacífica y

pública como propietario y que se cumpla con el tiempo establecido por ley.

En efecto, la ocupación en su forma directa ya no puede dar lugar a la

adquisición de la propiedad, salvo que se realice mediante la usurpación, lo

cual importaría un acto ilícito y sancionable penalmente.

Sin embargo la ocupación en su forma indirecta pueda dar lugar a la

adquisición de la propiedad; esto es, que el hecho de la toma de posesión

traiga consigo la titularidad sobre el inmueble, siempre y cuando se hayan

cumplido determinadas formalidades legales establecidas en la ley

normándose en la prescripción adquisitiva de dominio.

1.5. MODOS DERIVADOS

Adquisición Derivativa (Tradicion)

Se la conoce como adquisición bilateral, es posesión derivativa aquella en que

el adquirente fundamenta su posesión en la de otro anterior que se la transfirió,

es la opuesta a la originaria en donde existe una adquirente y un tradente.

ejemplo:

La posesión del heredero, arrendatario, habitador son derivativa, ya que la

recibió del propietario.

La posesión que fluye de un acto traslativo de la propiedad

La posesión del heredero

La adquisición derivativa:

o INTER VIVOS

Se da cuando el poseedor vivo la transfiere a otro igualmente vivo

o MORTIS CAUSA.-
Es la que se transfiere al causante de otra persona viva (sucesión por causa de

muerte)

Cualquiera de ambas formas la posesión no la adquiere unilateralmente, debe

haber pertenecido a otro poseedor

1.6. LA TRADICIÓN Y SUS SUCEDÁNEOS

LA TRADICION (traditio)

Es todo traspaso que se verifica con el asentimiento del anterior poseedor y el

ánimo del que recibe de adquirir el bien. De lo cual fluye que la tradición es

BILATERAL Y VOLUNTARIA

En nuestro país existe la traidito REAL solo en los bienes muebles, se descarta

en los inmuebles; en estos la propiedad y por extensión la posesión se obtiene

por el contrato (949 C.c)

 Tradición real

 Tradición ficticia

d) LA TRADICIÓN REAL.

Entraña la entrega materia del bien el nuevo poseedor, supone poner el bien en

poder y posesión del adquirente.

Aquí la posesión se entrega efectivamente, físicamente al adquirente. (art 901).

e) LA TRADICIÓN FICTICIA

Llamada por igual simbólica sustituye la efectiva aprehensión de la cosa por un

juego de actos que la simbolizan o sustituyen

Aquí no hay desplazamiento, entrega materia (art 902)

Nuestro código civil peruano reconoce en este artículo tres formas de tradición

ficticia:

 TRADITIO BREVI MANU


 TRADITIO CONSTITUTUM POSSESSORIUM

 TRADITIO DE BIEN QUE ESTA EN PODER DEL TERCERO

TRADITIO BREDI MANU

Llamada además entrega de mano en mano significa un cambio en el titulo

posesorio pero donde no se opera la entrega material.

El que posee un bien en virtud de un titulo lo cambia por otro se produce una

variación.

TRADITIO CONSTITUTUM POSSESSORIUM

Ocurre cuando el antiguo poseedor transfiere la posesión de su bien a otro

poseedor de menor rango o jerarquía. A través de un convenio se opera una

conversión del propietario en poseedor, o mejor, el poseedor a nombre de

dueño conviértase en poseedor a titulo de no dueño

TRADITIO DE BIEN QUE ESTA EN PODER DE TERCERO

Se trata de una transferencia de propiedad es decir de una venta o una

permuta

f) TRADICION DOCUMENTAL

Es una clausula de estilo que habitualmente se agregaba a los contratos

documentales en virtud de la cual se entendía hecha la tradición por la

signatura, se declaraba por el comprador tener la posesión de la cosa o se

renunciaba a la tradición material

El código civil contiene solo en el artículo 903 la tradición documental.

“tratándose de artículos de viaje o sujetos al régimen de almacenes generales”

Tampoco hay entrega real si no ficticia “la tradición se entiende realizada con la

entrega de documentos destinada a recogerlos”. La norma tiene gran


aplicación en el comercio internacional, donde más que tradición real se verifica

a través de los documentos, estos lo representan.

Así en los efectos y bienes de viaje, la tradición se realiza a través de la

entrega del conocimiento de embarque, con el cual el interesado puede retirar

los artículos luego de pagar los derechos aduaneros.

En cuanto a los almacenes generales, los bienes (artículos) están

representados en WARRANS; quien posee el WARRANS es poseedor del

título representativo de la propiedad de estos artículos.

Sin embargo el articulo 903 contiene otro supuesto: “el adquiriente de buena fe

de objetos no identificables, a quien se le han entregado es preferido a quien

es solo tenedor de los documentos, salvo prueba en contrario”

Al referirse la norma a los bienes no identificables se refiere a los bienes

comunes y corrientes, lo cual excluye de la regla a los bienes inmuebles.

5. DEFENSA DE LA POSESIÓN

2.4. DEFENSA EXTRAJUDICIAL (ART. 920 DEL CÓDIGO CIVIL)

El poseedor puede repeler la fuerza que se emplee contra el y recobrar el bien,

sin intervalo de tiempo, si fuere desposeido, pero en ambos casos debe

abstenerse de las vias de hecho no justificadas por las circunstancias.

La defensa de la posesión, así como la de cualquier otro derecho o interés está

confiada al Poder Judicial, a fin de que nadie se haga justicia por su propia

mano. La excepción a esta regla lo constituye el art. 920 que autoriza la

defensa privada de la posesión.

Del mismo modo que una persona atacada en su integridad física tiene el

derecho a defenderse con todos los recursos de hecho que sean

proporcionados al ataque, así también puede defender su posesión; lo contrario


sería legitimar, aunque más no fuera transitoriamente, el uso de la fuerza del

usurpador, pues mientras que el atacado tendría que someterse dócilmente al

uso de la injusta fuerza, apelando sólo al recurso de la actuación judicial, el

atacante mientras la justicia llega, estaría gozando de la cosa que ha usurpado.

La posesión del titular o no titular del derecho real, sobre un bien mueble o

inmueble, rústico o urbano, encuentra su primera tutela en la legítima defensa

contra los actos con los cuales se priva o perturba el goce pacífico de un bien.

Por tanto, el poseedor, titular o no titular del derecho, puede repeler la fuerza

que se emplee contra él impidiendo que el agresor tome posesión del bien o

recobrar el bien (mueble o inmueble) si ha sido despojado, sin que con ello

incurra en delito por tomarse la justicia por su propia mano, siempre que lo

haga inmediatamente, no ex intervallo , y lo haga con medios proporcionales a

la ofensa, o sea se debe abstener de las vías de hecho no justificadas por las

circunstancias.

El art. 920 autoriza la defensa extrajudicial en dos situaciones:

1)Para repeler la fuerza empleada contra el poseedor. Supone un acto de

turbación; y

2) Para que el poseedor desposeído recupere el bien. Supone un acto de

despojo.

2.1.5. Requisitos:

a)La violencia empleada por un tercero contra el poseedor . El autor del ataque

se vale de la fuerza, por lo que queda excluido de la defensa privada de la

posesión el supuesto de la usurpación clandestina;

b)Reacción inmediata del poseedor . Entre ataque y defensa debe existir

unidad de tiempo. El poseedor responda inmediatamente rechazando la


perturbación o recuperando el bien del que ha sido desposeído. Si no intenta

recobrar la posesión sin intervalo de tiempo, sólo lo podrá hacer por la vía

judicial.

c) Abstenerse de las vías de hecho no justificadas. La reacción del poseedor no

debe exceder los medios de la legítima defensa, es decir, debe abstenerse de

las vías de hecho no justificadas por las circunstancias.

d)Imposibilidad de la intervención de la autoridad. Aunque el art. 920 no lo

menciona, por tratarse de un remedio excepcional, la defensa privada de la

posesión solamente es admitida cuando no es posible la intervención de la

autoridad, ya que si el poseedor fuera pedir auxilio, al regresar sería terde por

haberse consumado el despojo.

Es lícito que el poseedor se haga justicia por su propia mano repeliendo la

fuerza con la fuerza (vim vi repellere licet ) para impedir ser despojado del bien

o si ya lo fue, para recuperarlo, con tal que reaccione inmediatamente y sin

excederse de los medios de la legítima defensa y siempre que la ley o

resolución judicial no autoricen la privación o perturbación.

Como se aprecia, la defensa privada de la posesión se caracteriza por ser

un medio excepcional de uso de la fuerza por el poseedor para repeler la

fuerza que lo perturba o despoja de la posesión y por referirse a todos los

supuestos de posesión, con independencia del derecho a poseer.

2.1.6. Características:

Es excepcional: La defensa de la posesión, así como la de cualquier otro

derecho o interés está confiada al Poder Judicial, a fin de que nadie se haga

justicia por su propia mano. La excepción a esta regla lo constituye el art. 920
que autoriza la defensa privada de la posesión. Art .35 de la constitución del

Perú.

El poseedor, titular o no titular del derecho, puede repeler la fuerza que se

emplee contra él impidiendo que el agresor tome posesión del bien o recobrar

el bien (mueble o inmueble) si ha sido despojado.

La legítima defensa: La autodefensa de la posesión es sólo una manifestación

de la legítima defensa. La autodefensa de la posesión consagrada en el art.

920 es una aplicación particular del principio general de la legítima defensa

La inmediatez: Sí el poseedor deja transcurrir algún período de tiempo para

accionar aunque sea breve, ya no puede ampararse en la defensa extrajudicial

civil y debe acudir a las acciones judiciales.

2.1.7. El criterio de inmediatez

La autodefensa de la posesión consagrada en el art. 920 es una aplicación

particular del principio general de la legítima defensa ,a la vez el principio de

inmediatez por la que, tanto el poseedor como el servidor de la posesión están

facultados para rechazar por las vías de hecho las perturbaciones a la posesión

pacífica o a contraatacar para recuperar la posesión cuando ha sido privado de

ella, siempre que lo haga en forma inmediata.

Así, el poseedor puede repeler con la fuerza al ladrón que pretende arrebatarle

sus bienes muebles o recuperarlos, también por la fuerza, persiguiendo al

ladrón sorprendido in fraganti. Tratándose de bienes inmuebles, el poseedor

puede rechazar por la fuerza los actos perturba torios y si ha sido despojado

puede contraatacar para recuperar la posesión, siempre que actúe

inmediatamente.
Repeler la fuerza sin intervalo de tiempo, inmediatamente, significa que el

poseedor actúa en el mismo momento en que un tercero emplea la fuerza

contra él y si, no obstante ello, es desalojado, puede reaccionar con toda la

rapidez, de acuerdo a las circunstancias, para recobrar el bien.

2.1.8. La proporcionalidad en el uso de la fuerza

El uso de la fuerza o de armas de fuego para hacer cumplir la ley es,

obviamente, una medida extrema. Esta afirmación se desprende de la

naturaleza del derecho a la vida como derecho humano fundamental. Desde

luego, en un conflicto armado la situación es muy distinta. Conviene, por ende,

explicar los principios que subyacen al uso de la fuerza, sobre todo porque

algunos de ellos, como los de necesidad y proporcionalidad, se aplican tanto a

tareas de mantenimiento del orden como a conflictos armados, pero con

significados completamente diferentes.

2.5. LA DEFENSA JUDICIAL A TRAVÉS DE LOS INTERDICTOS

Los interdictos.

Un interdicto es un procedimiento judicial muy sumario y de tramitación

sencilla, cuyo objetivo es atribuir la posesión de una cosa a una determinada

persona física o jurídica frente a otra, de manera provisional. El interdicto

también se puede plantear para el caso de que exista una reclamación por

algún daño inminente, cuya urgencia habrá de quedar justificada.

Asimismo, el interdicto se puede utilizar como protección ante cualquier

agresión o turbación que una persona sufra sobre su pacífica posesión. Esto

es, cabe emplearlo en el caso de ruidos, olores, etc. que impidan a una

persona disfrutar de la posesión de un bien. Esto hace que sea un proceso al

que se recurre en ocasiones para obligar la paralización de obras cercanas o


de otras actividades molestas (salas de fiestas, etc.) para el propietario de un

inmueble.

Acción de interdicto de retener. Procede cuando el poseedor es perturbado en

su posesión, estas perturbaciones pueden consistir en actos materiales o de

otra naturaleza. Los actos materiales que provocan la perturbación podrían

consistir en emanaciones, ruidos, filtraciones, vibraciones, u otros actos

contaminantes o degradantes del ambiente, impidiendo darle un uso al bien de

acuerdo a su naturaleza. Por ejemplo: El caso del propietario de un predio en el

que se llevan a cabo actividades económica generadoras de combustiones

industriales que afectan directamente las propiedades cercanas dedicadas a la

agricultura, los propietarios cercanos al ser perturbados con los actos

contaminantes que impiden el uso y disfrute del bien conforme a su naturaleza,

pueden utilizar la acción de interdicto de retener como mecanismo de defensa

de sus derechos.

El Código de Procedimientos Civiles contemplaba cinco interdictos: de adquirir,

de retener, de recobrar, de obra nueva y de obra ruinosa. El interdicto de

adquirir tenía por objeto entrar a poseer un bien, para lo cual el demandante

debía acreditar su derecho a la posesión.

No se trataba pues de un verdadero interdicto donde no se discute lo petitorio

(derecho a la posesión), sino lo posesorio (derecho de posesión).

El interdicto de retener procedía cuando el poseedor era perturbado en su

posesión. Tenía por objeto que el demandado se abstuviera de perturbar al

poseedor.
El interdicto de recobrar procedía cuando el poseedor era despojado de su

posesión, siempre que no hubiera mediado proceso previo. Su finalidad era

que el demandado repusiera al demandante en la posesión del bien.

El interdicto de obra nueva tenía por objeto impedir la continuación de una obra

o conseguir la demolición de lo ya edificado en cuanto dañaba la posesión del

demandante. El Código de Procedimientos Civiles hacía alusión al daño en la

“propiedad” del demandante, por lo que alguna jurisprudencia entendió que

este interdicto sólo lo podía utilizar el propietario-poseedor. Esto no era así. Un

poseedor no propietario que veía perturbada su posesión por una construcción

vecina, sí podía defender su posesión a través del interdicto de obra nueva.

Finalmente, el interdicto de obra ruinosa tenía por finalidad obtener la

demolición total o parcial de una construcción que amenazaba ruina, o la

adopción de las medidas de seguridad necesarias por el mal estado de un

edificio, canal, camino, árbol, columna o cualquier otra cosa análoga. Podían

utilizar este interdicto los que tenían la necesidad de pasar por las

inmediaciones del edificio, canal, camino, etc., o los poseedores de alguna

propiedad que sufriera o pudiera sufrir daño con la obra que amenaza ruina.

Con respecto a los primeros, la construcción que amenazaba ruina no

perturbaba la posesión de algún bien, sino la integridad física del demandante.

No era entonces un interdicto posesorio. Con respecto a los segundos, al igual

que con el interdicto de obra nueva, el Código de Procedimientos Civiles se

refería al “dueño” de una propiedad que sufriera o pudiera sufrir daño. Sin

embargo, debía entenderse que el legitimado para ejercer el interdicto era el

poseedor.
El Código Procesal Civil sólo regula los interdictos de recobrar y de retener. El

interdicto de adquirir ha sido eliminado porque como dijimos anteriormente, no

era un verdadero interdicto. Por su lado, la ejecución de obras (interdicto de

obra nueva) y las construcciones que amenazaban ruina (interdicto d e obra

ruinosa) constituían en rigor perturbaciones a la posesión. Por ello, el Código

Procesal Civil las califica acertadamente como perturbaciones para efectos del

interdicto de retener.

2.6. ACCIONES POSESORIAS (ART. 921 DEL CÓDIGO CIVIL)

La posesión es un hecho, pero no cualquier hecho, sino uno protegido por el

derecho, de ahí que el poseedor, sea de buena fe o de mala fe está protegida

en sus situación de poseedor, que sólo puede ser quitada por medio de

sentencia judicial.

Al poseedor le compete la defensa judicial, mediante las acciones llamadas de

interdictos posesorios y la defensa extrajudicial o de hecho en los casos y bajos

las condiciones que la ley establece.

Artículo 921.- Defensa posesoria judicial

Todo poseedor de muebles inscritos y de inmuebles puede utilizar las acciones

posesorias y los interdictos. Si su posesión es de más de un año puede

rechazar los interdictos que se promuevan contra él.

El artículo 921 del Código Civil dice que todo poseedor de muebles inscritos y

de inmuebles puede utilizar las acciones posesorias y los interdictos. Las

acciones posesorias son procesos judiciales en los cuales se protege el

derecho a la posesión. En los interdictos, en cambio, se tutela la posesión en si

misma (derecho de posesión). Los trámites judiciales de ambos procesos son


distintos; la acción posesoria se tramita en el proceso de conocimiento, los

interdictos en el proceso sumarísimo.

Todo aquel que es perturbado o despojado en su posesión puede utilizar los

interdictos con el objeto de que cese la perturbación o de recobrar la posesión.

En los interdictos no se discute la legitimidad de la posesión. Es suficiente que

el poseedor, legítimo o ilegítimo, de buena o mala fe, sea perturbado o

despojado para que proceda el interdicto.

Los Interdictos o Acciones posesorias, están encaminadas a la protección de la

posesión como una presunción de propiedad, la protección se extiende al

propietario, incluso a los usurpadores, en razón que la finalidad principal no

podía obtenerse si no se brinda la protección a todos o sea a propietarios y no

propietarios.

Aunque en algunos casos la propiedad y la posesión se encuentran reunidas

en una sola persona.

2.3.3. CARACTERÍSTICAS

Jurídicamente posesión significa señorío, dominación o poder de hecho sobre

una cosa, lo cual produce efectos de derecho. Es la actitud de comportarse

como titular del derecho, en tal sentido posee una cosa aquel que la tiene bajo

su dominación, adquiriendo por tanto protección jurídica.

Esta definición se justifica por que históricamente la posesión surge cuando la

figura de la propiedad no estaba consolidada, entonces, la ocupación de las

tierras era defendida por cada cual contra los ataques, repeliendo la fuerza con

la fuerza. Luego, con la evolución y consolidación de la figura de la posesión, la

defensa de los bienes ya no se ejercía únicamente con la fuerza, sino con el


derecho, pues la posesión es dotada de posibilidades jurídicas para su

defensa.

Nuestra legislación regula la posesión en el artículo 896° del Código Civil que

establece que

“La posesión es el ejercicio de hecho de uno o más poderes inherentes a la

propiedad”

Entendiéndose como poder inherente a la propiedad los establecidos en el

artículo 923° del Código Civil, que dice:

“La propiedad es el poder jurídico que permite usar, disfrutar, disponer y

reivindicar el bien. Debe ejercerse en armonía con el interés social y dentro

de los limites de la ley.”

Esta definición es infeliz, pues por un lado, no refleja la doctrina sobre el

derecho de posesión, limitándose a incluir una sola de las características que la

doctrina atribuye a la posesión, y por otro lado, no hace más que generar

confusión respecto de su identidad y efectos, en tanto y en cuanto vincula su

significado y connotación directamente con la propiedad, lo cual no tiene por

qué suceder, pues, conforme hemos explicado la posesión y la propiedad son

instituciones jurídicas totalmente diferentes, y por ende su regulación normativa

debe ser de modo separado y diferenciado.

2.3.4. VÍAS PROCEDIMENTALES

La vía procedimental existente en el tema de la posesión esta especificada en

nuestro código procesal civil como los interdictos de recobrar (Art. 603, 604,

605) y los interdictos de retener (Art.606, 607)

Artículo 603.- Interdicto de recobrar.-


Procede cuando el poseedor es despojado de su posesión, siempre que no

haya mediado proceso previo. Sin embargo, si se prueba que el despojo

ocurrió en ejercicio del derecho contenido en el Artículo 920 del Código Civil, la

demanda será declarada improcedente.

Artículo 604.- Demanda fundada e interdicto de recobrar.-

Declarada fundada la demanda, el Juez ordenará se reponga al demandante

en el derecho de posesión del que fue privado y, en su caso, el pago de los

frutos y de la indemnización que corresponda.

Artículo 605.- Despojo judicial y procedimiento especial.-

El tercero desposeído como consecuencia de la ejecución de una orden judicial

expedida en un proceso en que no ha sido emplazado o citado, puede

interponer interdicto de recobrar. El tercero perjudicado con la orden judicial

debe acudir ante el Juez que la expidió solicitando la restitución. Si el Juez

estima procedente el pedido accederá inmediatamente a él. En caso contrario,

lo rechazará, quedando expedito el derecho del tercero para hacerlo valer en

otro proceso.

Artículo 606.- Interdicto de retener.-

Procede cuando el poseedor es perturbado en su posesión. La perturbación

puede consistir en actos materiales o de otra naturaleza como la ejecución de

obras o la existencia de construcciones en estado ruinoso. Si así fuera, la

pretensión consistirá en la suspensión de la continuación de la obra o la

destrucción de lo edificado, aunque se pueden acumular ambas pretensiones.

En todos los casos, la pretensión consistirá en el cese de estos actos.

Admitida la demanda, el Juez ordenará, en decisión inimpugnable, se practique

una inspección judicial, designando peritos o cualquier otro medio probatorio


que considere pertinente. La actuación se entenderá con quien se encuentre a

cargo del bien inspeccionado.

Artículo 607.- Sentencia fundada e interdicto de retener.-

Declarada fundada la demanda, el Juez ordenará que cesen los actos

perturbatorios y lo que corresponda de acuerdo al segundo párrafo del Artículo

606, además del pago de los frutos y de la indemnización, de ser el caso.

6. EXTINCION DE LA POSESIÓN

ARTÍCULO 922: La posesión se extingue por:

 Tradición.

 Abandono.

 Ejecución de resolución judicial.

 Destrucción total o pérdida del bien.

Frank Almanza Altamirano; El Código precedente en su artículo 842 se limitaba

a expresar que se pierde la posesión por abandono y cuando se pierde el

ejercicio de hecho.

Si bien es de apreciarse un gran avance, pues se incluyen cuatro causales de

extinción de la posesión, se ha omitido incluir la cesión a título gratuito u

oneroso, la usurpación, la reivindicación y la expropiación, conforme lo

veremos más adelante.

Para efectos del comentario, nos referiremos una por una a las causales

reguladas por el artículo 922 del Código Civil.

3.5. Tradición

Es el primer caso de extinción de la posesión. La traditio o tradición, derivación

a su vez de tradere, significa entregar. Supone la figura de la adquisición


derivada, esto es, la existencia de una posesión anterior a la que sigue otra

posterior. En términos simples, se podría resumir como la entrega que se hace

de un bien mueble o inmueble, de una a otra persona.

La tradición supone una transmisión del bien mueble o inmueble de mano en

mano. Tiene carácter bilateral ya que intervienen dos sujetos: uno de ellos es el

transmisor, denominado transferente o tradens; el otro es el sujeto que recibe,

llamado adquirente o accipiens.

Debemos precisar que, tratándose de bienes inmuebles, la tradición no

requiere un acto material, siendo suficiente que exista un simple acuerdo, en

virtud del cual el poseedor entregue las llaves a otra persona para que la

posesión de este último quede perfeccionada. La tradición de bienes muebles

se materializa por la entrega del bien (corpus).

3.6. Abandono

Respecto a esta causal de extinción de la posesión, en doctrina existen

posiciones encontradas; algunos sostienen que para que opere el abandono

basta el hecho real de abandonar la posesión del bien (elemento objetivo);

otros, por el contrario, argumentan que es necesario que exista la voluntad de

abandonar (elemento subjetivo).

El profesor Jorge Eugenio Castañeda, partiendo de que la posesión no exige

para su constitución la presencia del elemento subjetivo, es decir el tener la

voluntad de poseer, sostiene que en materia de abandono "nada importa la

voluntad del poseedor, porque la posesión no es una cuestión de ánimo". Esta

tesis se sustenta en la afirmación de que aun cuando exista la voluntad de

seguir poseyendo un bien, si no se realizan hechos materiales de posesión real

y material respecto de dicho bien, la posesión habría sido abandonada.


El profesor Max Arias-Schreiber Pezet considera que si bien el animus no

integra el concepto de la posesión en nuestro Código Civil, "en su pérdida sí se

presenta la intención y esto aparece con claridad cuando consagra el

abandono como una de sus formas".

El profesor Arias-Schreiber considera que: "no se puede concebir la posesión

de un bien, si su titular libremente la rechaza. Quien hace abandono se

desprende del bien con la intención de no ejercitar en lo sucesivo ningún poder

de hecho ni de derecho; en el abandono se conjugan, por consiguiente, los

factores físicos a intencional. El acto de desprenderse del bien identifica al

primero; la voluntad de no ejercitar en lo sucesivo el poder, al segundo".

Wolff, que sigue la doctrina objetivista de Von Ihering, manifiesta que dentro del

abandono "es necesaria una destrucción real del señorío, con la voluntad de no

seguir poseyendo".

La posición que suscribimos es la del profesor Max Arias-Schreiber, pues

consideramos que para que se configure el abandono debe concurrir la

voluntad con el hecho físico, no debe confundirse el abandono con la mera

renuncia de la posesión. Esta ultima no basta, por sí sola, para determinar la

pérdida de aquella, es imprescindible que esté acompañada por el hecho

material o físico de la desaprensión.

3.7. Ejecución de resolución judicial

Otra de las formas de extinción de la posesión prevista en el artículo bajo

comentario, es la ejecución de una resolución judicial.

Al respecto, para que una resolución judicial pueda ser ejecutada, debe estar

firme, ello supone la existencia de un fallo consentido o ejecutoriado (cosa

juzgada) que disponga el fin de la posesión.


3.8. Destrucción total o pérdida del bien

Respecto a la destrucción del bien, prevista como causal de extinción de la

posesión, se ha establecido claramente que el bien tiene que destruirse en

forma total.

En un supuesto de destrucción parcial del bien, es evidente que no se

extinguirá la posesión, la cual se conservará respecto de todo aquello que no

se haya destruido.

Raymundo Salvat, citado por Max Arias-Schreiber, señala de una manera

bastante ilustrativa que la extinción del bien poseído puede producirse por dejar

de existir material o jurídicamente. Citando al artículo 2451 del Código Civil

argentino, señala tres casos, como son:

1) Muerte de la cosa poseída si esta fuese animada, como ocurre con los

animales;

2) Destrucción total de ella, si fuese cosa inanimada. Por ejemplo, destrucción

de los muebles de una casa, destrucción de una casa, etc.;

3) Transformación de una especie en otra, es decir, en el caso de la

especificación, como ocurriría por ejemplo si con la lana se hubiese hecho

vestido. Debe observarse, sin embargo, que en estos diversos casos si bien

desaparece la posesión de la cosa primitiva, ella continúa sin embargo sobre

los restos de la cosa poseída o sobre la de la especie.

Finalmente y respecto a la pérdida del bien, se han omitido mencionar casos

importantes de pérdida de posesión, como son el despojo, la usurpación, la

expropiación y la reivindicación.
2.4 Bases legales

PROTECCION JUDICIAL Y EXTRAJUDICIAL DE LA POSESIÓN

1. DEFENSA EXTRAJUDICIAL DE LA POSESIÓN

Artículo 920.- El poseedor puede repeler la fuerza que se emplee contra él y

recobrar el bien, sin intervalo de tiempo, si fuere desposeído, pero en ambos

casos debe abstenerse de las vías de hecho no justificadas por las

circunstancias .

La defensa de la posesión, así como la de cualquier otro derecho o interés

está confiada al Poder Judicial, a fin de que nadie se haga justicia por su propia

mano. La excepción a esta regla lo constituye el art. 920 que autoriza la

defensa privada de la posesión.

La posesión del titular o no titular del derecho real, sobre un bien mueble o

inmueble, rústico o urbano, encuentra su primera tutela en la legítima defensa

contra los actos con los cuales se priva o perturba el goce pacífico de un bien.

Por tanto, el poseedor, titular o no titular del derecho, puede repeler la fuerza

que se emplee contra él impidiendo que el agresor tome posesión del bien o

recobrar el bien (mueble o inmueble) si ha sido despojado, sin que con ello

incurra en delito por tomarse la justicia por su propia mano, siempre que lo

haga inmediatamente, noex intervallo , y lo haga con medios proporcionales a

la ofensa, o sea se debe abstener de las vías de hecho no justificadas por las

circunstancias. El Derecho alemán habla de una reacción equivalente.


La autodefensa de la posesión es sólo una manifestación de la legítima

defensa. Como dice Ihering [10] , amenazado en su existencia, en su cuerpo,

en su vida, en su patrimonio, por un ataque del exterior, el individuo se pone en

estado de defensa, r4echaza la fuerza por la fuerza. La legítima defensa de sí

mismo es una expresión justa. Protegiendo su haber el individuo se defiende

así mismo. En el derecho se presenta el haber bajo dos aspectos: el haber de

hecho (posesión) y el haber de derecho (propiedad). La fuerza también

adquiere dos formas cuando se aplica a la defensa del haber:

es defensiva cuando quiere mantener el estado de hecho de la detentación de

las cosas;ofensiva , cuando tiende a recobrar la cosa perdida de hecho.

El art. 920 autoriza la defensa extrajudicial en dos situaciones:

1)Para repeler la fuerza empleada contra el poseedor. Supone un acto de

turbación; y

2) Para que el poseedor desposeído recupere el bien. Supone un acto de

despojo.

En ambos casos de defensa extrajudicial deben concurrir los siguientes

requisitos:

a) La violencia empleada por un tercero contra el poseedor . El autor del

ataque se vale de la fuerza, por lo que queda excluido de la defensa privada de

la posesión el supuesto de la usurpación clandestina;

b) Reacción inmediata del poseedor . Entre ataque y defensa debe existir

unidad de tiempo. El poseedor responda inmediatamente rechazando la


perturbación o recuperando el bien del que ha sido desposeído. Si no intenta

recobrar la posesión sin intervalo de tiempo, sólo lo podrá hacer por la vía

judicial.

c) Abstenerse de las vías de hecho no justificadas . La reacción del poseedor

no debe exceder los medios de la legítima defensa, es decir, debe abstenerse

de las vías de hecho no justificadas por las circunstancias.

d) Imposibilidad de la intervención de la autoridad . Aunque el art. 920 no lo

menciona, por tratarse de un remedio excepcional, la defensa privada de la

posesión solamente es admitida cuando no es posible la intervención de la

autoridad, ya que si el poseedor fuera pedir auxilio, al regresar sería terde por

haberse consumado el despojo.

Es lícito que el poseedor se haga justicia por su propia mano repeliendo la

fuerza con la fuerza ( vim vi repellere licet ) para impedir ser despojado del bien

o si ya lo fue, para recuperarlo, con tal que reaccione inmediatamente[11] y sin

excederse de los medios de la legítima defensa y siempre que la ley o

resolución judicial no autoricen la privación o perturbación.

Como se aprecia, la defensa privada de la posesión se caracteriza por ser

un medio excepcional de uso de la fuerza por el poseedor para repeler la

fuerza que lo perturba o despoja de la posesión y por referirse a todos los

supuestos de posesión, con independencia del derecho a poseer.

La autodefensa de la posesión consagrada en el art. 920 es una aplicación

particular del principio general de la legítima defensa por la que, tanto el

poseedor como el servidor de la posesión están facultados para rechazar por


las vías de hecho las perturbaciones a la posesión pacífica o a contraatacar

para recuperar la posesión cuando ha sido privado de ella, siempre que lo haga

en forma inmediata. Así, el poseedor puede repeler con la fuerza al ladrón que

pretende arrebatarle sus bienes muebles o recuperarlos, también por la fuerza,

persiguiendo al ladrón sorprendido in fraganti. Tratándose de bienes inmuebles,

el poseedor puede rechazar por la fuerza los actos perturba torios y si ha sido

despojado puede contraatacar para recuperar la posesión, siempre que actúe

inmediatamente.

Según Ulpiano, "podemos repeler con las armas al que viene con armas;

mas esto inmediatamente, no después de un intervalo, con tal que sepamos

que no solamente está permitido resistir, para no ser echado, sino que el que

hubiere sido echado eche al mismo, no después de un intervalo, sino

inmediatamente" (Digesto, L. XLIII, t. XLI).

Repeler la fuerza sin intervalo de tiempo, inmediatamente, significa que el

poseedor actúa en el mismo momento en que un tercero emplea la fuerza

contra él y si, no obstante ello, es desalojado, puede reaccionar con toda la

rapidez, de acuerdo a las circunstancias, para recobrar el bien.

La legitimación activa comprende tanto al poseedor de cualquier clase que

sea como al tenedor o servidor de la posesión. En ejercicio de la legítima

defensa, toda persona está facultada para repeler la fuerza que se emplee

contra ella, por consiguiente la defensa privada de la posesión a que se refiere

el art. 920 comprende tanto al poseedor como al servidor de la posesión.


El servidor de la posesión defiende la posesión para el poseedor,

consiguientemente está facultado para autodefenderse cuando alguien intenta

perturbarlo o despojarlo del cuidado del bien. Por ejemplo, el obrero puede

intentar evitar el despojo de las herramientas que utiliza en su trabajo.

La legitimación pasiva es restringida puesto que puede ejercerse la defensa

privada solamente contra el que perturba o despoja al poseedor o tenedor,

debido a que entre la acción y la reacción no puede existir intervalo de tiempo.

2. ACCION POSESORIA DE CARÁCTER ADMINISTRATIVO

El mejor derecho a la posesión (acción posesoria) es definido judicialmente,

pero también puede ser establecido por entidades administrativas facultadas

expresamente por ley. Así, por Decreto Legislativo N° 803, se declaró de

interés nacional la Promoción del Acceso a la Propiedad Formal y su

inscripción registral con el fin de garantizar el derecho de los ciudadanos a la

propiedad y el ejercicio de la actividad privada en una economía social de

mercado. Mediante este Decreto complementado con la Ley 27046 se creo la

Comisión de Formalización de la Propiedad Informal (COFOPRI). Por Decreto

Supremo N° 005-2001-JUS se crearon las Comisiones Provinciales de

Formalización de la Propiedad Informal, en cargadas de la formalización. Por

Decreto Supremo N° 039-2000-MTC, publicado el 6.8.2000, se aprobó el

Reglamento de Normas que regulan la organización y funciones de los órganos

de la COFOPRI. El órgano de segunda y última instancia administrativa con

competencia nacional es el Tribunal Administrativo de la Propiedad.


COFOPRI está facultada para definir el mejor derecho de posesión de los

poseedores informales de predios estatales, fiscales o municipales (D. S. N°

013-99-MTC del 5.5.99, art. 30). Sin embargo, salvo disposición legal expresa

en contrario, el hecho de que administrativamente se haya reconocido el mejor

derecho a la posesión no impide que su titular pueda obtener dicho

reconocimiento judicialmente, puesto que ha nadie puede negarse el derecho a

la tutela jurisdiccional consagrado en el art. 139 de la Constitución [12] .

COFOPRI solamente está facultada para declarar el mejor derecho de

posesión; cuando advierta que sobre el predio existe un derecho de propiedad

o ambas partes en conflicto exhiben títulos de propiedad porque, por ejemplo,

un Concejo Municipal ha transferido el predio en dos o más ocasiones, debe

declinar su competencia para pronunciarse en un proceso sobre el mejor

derecho de posesión, puesto que el conflicto entre probables propietarios debe

ser dilucidado judicialmente.


CAPITULO III:HIPOTESIS Y VARIABLE

3.1. Hipótesis general


La modificación del artículo 920 del código civil nos ayuda a la paz social en el
distrito de Barranco 2016.

3.2 Hipótesis especificas


a) la importancia de la competencia perjudica a los mecanismos protectores en
el distrito de barranco 2016.

b) la magnitud los mecanismos protectores utilizan la fuerza de las armas.

c) la medida defensa posesoria extrajudicial causa perjuicio social en el distrito


de barranco 2016.

3.3 variables
modificación normativa del artículo 920.

Paz social
3.4 . Operacionalizacion de la variable

Tipo de Escala de
Variable Indicadores variable medición Categoría

Para repeler la fuerza empleada contra el Si


poseedor. Supone un acto de turbación Cualitativa nominal No

defensa posesoria
extrajudicial. Para que el poseedor desposeído recupere el Si
bien. Supone un acto de despojo Cualitativa nominal No

Si
La Adquisición Cualitativa nominal No

Paz social Si
Defensa de la Posesión Cualitativa nominal No

CAPÍTULO IV. METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN


4.2 Diseño metodológico

La presente investigación es de diseño No experimental

4.1 Tipo y Nivel de investigación DE INVESTIGACIÓN

La presente investigación de tipo descriptivo, observacional, Nivel


Correlacional

4.2 Enfoque de investigación

La presente investigación en foque cuantitativo

4.3 . Método de la investigación

La presente investigación utilizara el método deductivo

4.4 Población y muestra

Población:

La población estará conformada por todos los 50 procesos de posesión

extrajudicial en el distrito de Barranco en 2016

Muestra

La muestra estará cnformada por 50 procesos de posesión extrajudicial en el

distrito de Barranco en 2016, asimismo se entrevistara a 50 abogados

4.5 Técnicas e Instrumentos de recolección de datos

La técnica de procesamiento de datos fue la encuesta, el instrumento

será un cuestionario estructurado de 5 preguntas medidos en forma

dicotómicas, Para medir la validez se entregara a 5 expertos y medirán


el cuestionario, para medir la confiabilidad se realizara el coeficiente de

correlación de KR20

3.6 PROCESAMIENTO Y PLAN DE ANALISI DE DATOS

Los datos serán ingresados en una base de datos en el programa Excel

2010, a partir de la cual serán utilizados para el análisis estadístico

descriptivo, por medio del programa SPSS v. 20.0. El análisis realizado

será principalmente descriptivo. Para variables categóricas, los

resultados serán presentados en frecuencias absolutas y porcentuales,

según el tipo de datos. Para variables continuas, se emplearán medias y

desviaciones estándar. Estos resultados serán presentados en tablas y

gráficos. Se utilizarán tablas de doble entrada para registrar posibles

relaciones entre variables. Se utilizará inferencia estadística, para la

comparación de las variables. Las variables obtenidas de la Ficha de

datos. Se investigarán posibles relaciones que se puedan establecer en

base a los resultados obtenidos durante la investigación. Se usará la

prueba de Chi Cuadrado o Prueba Exacta de Fisher para relacionar

variables cualitativas;. El nivel de significación utilizado será α = 0.05;

esto es, toda vez que p sea menor que 0.05, el resultado se considerará

estadísticamente significativo.
CAPITULO IV: Administración del proyecto de investigación

5.1 RECURSO

5..1.1 Humanos

Personal asistencial que labora en el departamento de Cuidados


Intensivos del Hospital Nacional PNP Luis N. Sáenz.

5.1.2 Económicos

Material de Escritorio: S/ (soles)


- Lapiceros 10 unidades. 5.00
- Plumón resaltador 3 unid. 6.00
- Papel bond 200 unidades 30.00
- USB 2 unidades 200.00
- CDs 6 unidades 12.00

TOTAL 253.00

5.2 Presupuesto o costo del proyecto

Autofinanciada por la autora del proyecto de investigación.

1.2 Cronograma de actividades

Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre

Elaboración
de Proyecto X X
Aprobación
del X X
Proyecto
Ejecución
del X
proyecto
Análisis
Estadístico X

Elaboración
del informe X
Final
Evaluación
X
CAPITULO V

FUENTES DE INFORMACION

 AVENDAÑO VALDEZ, Jorge. "Derechos Reales" 2da. Edición, Lima – Perú, Editorial
Universidad Católica del Perú. 1990
 CASTAÑEDA, Jorge Eugenio: LOS DERECHOS REALES, tomo I, cuarta edición,
Talleres Gráficos P. L. Villanueva, Lima, 1973.
 DERECHOS REALES, Manual de Derechos Reales de la UIGV
 PETIT, Eugene: "Tratado Elemental de Derecho Romano"-Ed. Albatros-Buenos Aires,
año 1961.
 TORRES VÁSQUEZ, Aníbal: CÓDIGO CIVIL, sexta edición, IDEMSA, Lima, TEMIS,
Bogotá, 2002.
 VASQUEZ RIOS, Alberto: Derechos Reales
 LA GACETA JURIDICA, EL ABC DEL DERECHO CIVIL
 Varios: LA CONSTITUCIÓN PERUANA DE 1993, GRIJLEY, tomo V, primera edición,
Lima, 2003.
 Varios: CÓDIGO CIVL COMENTADO, tomo V, primera edición, Lima, 2003.

 Central – UNMSM, Año 2004, disponible


<http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/tesis/human/acosta_i_v/conclusiones.pdf>.
 CONFERENCIA ANUAL DE EJECUTIVOS (1992), Paz y Bienestar Social: Asuntos
Responsabilidades. Editorial COFIDE - Ica, Primera edición.
 DE ASIS ROIG, Rafael (2005). Escritos sobre Derechos Humanos. Editorial Ara Lima –
Perú. Primera edición.
 GUERRA CERRON, María Elena (2005). Hacia una Justicia de Paz. Editora Jurídica
Grijley Lima - Perú. Primera edición.
 HUERTA GUERRERO, Luis Alberto (2002), Libertad de expresión y acceso a la
información pública, editorial Comisión Andina de Juristas, primera edición Lima –
Perú.
 KELSEN, Hans (2003), La Paz por Medio del Derecho (Traducido por Luis Echavarrí),
editorial Trota – Buenos Aires, primera edición.
 LAZO ACOSTA, Jesús (1985). Concepto Básico de la Doctrina Social Cristiana.
Editorial Instituto J.F. Sánchez Carrión Lima -Perú, Primera edición.

MARTEL CHANG, Rolando Alonso, Acerca de la necesidad de Legislar sobre las

medidas autosatisfactivas, [En línea], Articulo alojado en el sistema. De bibliotecas,

Tesis - Mención: Derecho Civil y Comercial. Universidad Nacional Mayor de San

Marcos. Facultad de Derecho y Ciencia

 MONTAÑO, Jorge (1992), Las naciones Unidas y el orden Mundial 1945 – 1992.
Primera edición ciudad de México.
 ROLDAN BARBERO, Javier (1994), Democracia y derecho internacional. Editorial
Civitas. Primera edición Madrid – España.
 SALAZAR BENITEZ, Octavio. La Ciudadanía Compleja como fundamento de la Paz
Social, [En línea], Articulo alojado en Publicaciones Instituto de la Paz y Conflictos de la
Universidad de granada – España año 2001; Disponible
<http://www.ugr.es/~eirene/publicaciones/item20/eirene20ap4.pdf>.

ANEXO N° 1

CUESTIONARIO sobre el El efecto de la modificación normativa del


artículo 920 del código civil y la paz social en el distrito de Barranco 2016

Edad:…………………..
Sexo: a) Masculino b) Femenino

1. ¿Consideras que la modificación normativa del artículo 920 del código civil

repele la fuerza empleada contra el poseedor. Supone un acto de turbación?

 Si ( )
 No ( )
2. ¿Consideras que la modificación normativa del artículo 920 del código civil,

sirve para que el poseedor desposeído recupere el bien. Supone un acto de

despojo?

 Si ( )

 No ( )

3.¿La importancia sobre los mecanismos protectores garantizara la defensa

posesoria extrajudicial.?

 Si ( )

 No ( )

4. ¿La competencia en la posesión extrajudicial garantizara la defensa

administrativa.?

 Si ( )

 No ( )
Anexo 2

El efecto de la modificación normativa del artículo 920 del código civil y


la paz social en el distrito de Barranco 2016
Problema objetivos hipotesis variables dimensiones metodología

Problema Objetivo Hipótesis Variable 1: tipo: Basico


general: general: General: X = defensa
posesoria 1.Indicadores diseño: no
¿Cuál es el efecto Determinar la Modificación del extrajudicial. a. Para repeler experimenta
de la necesidad del artículo 920 del la fuerza l
modificación del efecto de la código civil empleada nivel:
artículo 920 del modificación del respecto a la paz contra el descriptivo
código artículo 920 del social mejoraría. Variable 2 poseedor. causal
sustantivado civil código civil en la Supone un acto método:
en la paz social paz social del Hipotesis Y = la paz social de turbación; deductivo –
en el distrito de distrito de específicos: b. Para que el inductivo
Barranco 2015. Barranco 2015 poseedor enfoque:
a. importancia desposeído cuantitativo
Problemas Objetivo sobre los recupere el
Específicos: Específicos: mecanismos bien. Supone un técnicas e
protectores acto de despojo instrument
1 ¿Cuál es la 1 Analizar la garantizara la c. os de
importancia de importancia de defensa posesoria recolección
las competencias las competencias extrajudicial. de datos:
en los de los b. nivel de las 2. indicadores encuesta
mecanismos mecanismos competencia en a. competencias población y
protectores que protectores que la posesión en los muestra:
podría garantizar podría garantizar extrajudicial mecanismos estará
la defensa la defensa garantizara la protectore conformado
posesoria posesoria defensa b. defensa por 50
extrajudicial 2 Analizar el administrativa administrativa procesos de
2 ¿ Cual es el nivel de c posesión
nivel de instrumentos extrajudicial
instrumentos legales que
legales que garantizara la
garantizara la defensa
defensa administrativa
administrativa?

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