Presidente de la Organización Latinoamericana y Caribeña de

Centros Históricos
From the SelectedWorks of Fernando Carrión Mena

August, 2009

Violencia y medios de comunicación: populismo

mediático
Fernando Carrión Mena

Available at: https://works.bepress.com/fernando_carrion/347/


l. Introducción.
a relación entre medios de comunicación y vio-
L
lencia (objetiva y subjetiva) tiene fundamental
importancia, sea porque el sentido común le
asigna un peso mayor al que en realidad tie ne o por-
que es una relación todavía porosa en que las mu-
tuas interacciones toda vio no han sido aclaradas.
Se cree que el aumento de la percepción de inse-
gurid ad e, incl uso, de la propia violencia tiene una
relación direc ta con la función de los m edi os de co-
municación . Existe una demanda de la audiencia
p ara informarse respecto del tema , ta n es así que se
observa el crec imiento de la cobertura noticiosa y de
los hechos cada vez más vio lentos, así como el mayor
peso que se pone en un modelo penal sustentado
Comunicación
Arq. Ferna ndo Carrión M.
PROGRAMA DEESTUDIOS DELA CIUDAD
FLACSO-ECUADOR
en la potenciación del derecho de la víctima (mano
dura). Se incrementa la violencia y la viclimización;
produciendo una demanda crecie nte por conocer,
informar e incluso. sufrir con el mensaje. Es decir, una
información que la audiencia rec ib e y demanda.
La violencia cobra cada vez m á s peso en la pro g ra -
mación de ra d io , televisió n, prensa e Int e rnet. lo c ual
tiene influencia en la existencia y perce pción de la
m isma . No se puede negar que los medios de comu
nicación tienen una relación apreciable con la vio-
lencia objetiva y subje tiva , debido a su conversión en
un actor relevan te de la vida política y pública de la
sociedad, sin que su existencia sea claramente visibi-
lizada o puesta en cuestión. Rara vez las medios de
comunicación y sus políticas son estudiadas y mucho
menos cuestionados; más aún c ua nd o libertad de
prensa se ha posicionado como el pi lar central de la
sociedad, por encima de otros principios.
2. El mercado como constructor de la realidad
Vivimos en sociedades mediatizadas, al extremo que
lo que no está en los medios no existe. Omar Rincón
dice que "la re alidad es lo que percibimos que he­
mos vivido , sentido y experimentado . La realidad es,
entonces, una producción comunicativa". Esto signi­
fic a que la vivencia d iaria -en tanto percepción- es
la que construye la real id a d; producida socia lm ente
a través de la comunicación.
La di syuntiva se p ro c esa con el derecho de la V1C
tim a , g racias a l nive l de vic timización, y se tra d uc e
en el rating d e sintoni a como el motor de la lógic a co­
merc ial. Los me dios se rig en por c riterios de mercado,
porque son empresas d e com unic ación que compiten
con otras firmas para o b tene r benefic ios. Porq ue la pro­
piedad de los medios es mayoritariam ent e priva d a, su
acción tiene una lógic a econó mica inscrita en el pou­
taje-primicia como razón rentable, y e n una deman d a
por una politica discursiva e n la q ue hay un modelo
de sociedad (el orden), la espectacula rización del he­
cho (sensacionalismo) y la política d e represión (ma no
dura) . Así el merca d o c onstruye la rea lidad desde los
medios, por cuanto es luc rat ivo el derech o a la víctima
na cido de la victimiza c ión- venga nza.

La comunicación se construye en d istintos espacios; El re lato. la noticia y la crónica son demandas masivos
sien d o los medios formales y mas ivos los q ue más de la audiencia y su produc c ión depende de ella. La
aportan; pera lo que transmiten no es igual a la rea­ demanda no es otra c osa q ue el pautaje que estable-
lid a d , sino una producción de la misma a través del
periodismo . Esta distorsión se genera a tra vé s de la
selección de no ticias y los énfasis temáticos, que ge­
neran la percepción del mundo: la mira da sobre los
hechos, las normas y los valores presen tes en la socie­
dad (ISPc' 2008:). La pr od uc ci ó n de la rea lid a d intro­
du c e una visión d e la vio le nc ia y una reacción soci a l
frent e a ella ; don d e preva lec e el d ere ch o de la víc ­
tima qu e se ex p resa e n el silencio y la invisibilida d d el
victimario. y en e l modelo pena l.

Los medios d e comunicación son fun damentales en

la socieda d, en tan to transmiten información y emi­
ten opiniones que p erm ite n socializar conocimientos
e imaginarios. b ase central de cu al quier d emo c ra ­
cia; es decir. satisf acer d erec hos y deberes. Esta afir­
mación e n el c aso de la viole ncia y d e las p o lític as de
seguridad . es fun damental p orq ue la violencia ero­
siona la ciu dadanía y la protección es un derecho
ciu d adano.

El p ape l d e los medios d e comunicación es crucial

porque construye la rea lida d d e la violencia d esd e
una perspectiva conflic tiva e ntre el gobierno d e la
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segu rid a d ciudadana (democrá tica) y la ó p tica pe­

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nal (ma no d ura). Mucho má s ahora que se co nfronta

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la seg urid a d p úb lica -suste nt a d a en la defensa del

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 ce y construye las características y modalidades gene­
rales del funcionamiento de la oferta: secciones, temas,
horarios, énfasis, jerarquías, fuentes y noticias; los que, a
su vez, determinan las percepciones de la población so­
bre la realidad como construcción social. La producción
de la noticia y de la opinión pública adquieren posición
respecto de la violencia a través de la sobre representa­
ción del modelo penal (mano dura), de las políticas de
prevención (discurso) y de la invisibilidad del victimario.
La prensa invisibiliza actores dentro de las políticas pú­
blicas cuando seleccionan los actores, para dar vida a
unos y eliminar a otros. También se puede d istorsionar la
realidad cuando se estigmatiza a segmentos de la po­
blación: el debate de la edad de imputabilidad penal
legitima la disminución de la edad y d iscrimina -bajo
efectos estereotipados- a los jóvenes provenientes de
estratos económicamente bajos .
Existe cambio del posicionamiento de la violencia en
los medios: aparecen periódicos especializados, desa­
rrollan secciones en televisión, generan radios espe-
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cializados y desplazamiento de los otros temas. La
violencia tiene una lógica expansiva, debido a la de­
manda ; entrándose en una superabundancia de in­
formación delincuencial que distorsiona la realídad y
generar una oferta que crea más demanda . No hay
que copar los medios con violencia; es suficiente un
buen titular en un lugar destacado.
3. El p o p ulism o me d iá tic o v e nd e la perspectiv a d e
la víctima
Hace poco se posiciona lo que se podría llamar el "popu­
lismo mediático" en el manejo del tema de la violencia
por parte de los medios de comunicación. ¿Qué hay tras
esta afirmación? Los medios privilegian lo que la gente quie­
re ver, oíro leer;es decir, una política explícita de "ra ting".
Esta distorsiona la realidad, porque pone la violencia en
el centro de la vida cotidiana . Los noticieros tienen más
crónica roja y ofrecen más noticias de violencia que
otras áreas como la política, el deporte, la cultura o la
economía, y las noticias de violencia son un ancla para
los lectores de los otros temas .
En el tratamiento de las mismas se informa o toma
posición sin análisis o contextualización, donde un caso
se convierte en norma. Esta política conduce a una re-
lación perversa entre violencia y medios, en términos ,
por ejemplo, que cuando internos/as de las cárceles
quieren que se conozca una demanda recurren a la
violencia: se cosen la boca, entierran o cortan las ve-
nas para que los medios cubran la noticia (informen) , lle-
guen al "gran público" (legitimen) y sensibilicen al poder
(agenden) . El interno carcelario conoce a los medios y
recurre a ella para visibilizarse.
La correspondencia de la doble lógica (económica y
legal) lleva al "populismo mediá tico" , que se expre-
sa, al menos, a través de cuatro componentes:
Primero , el componente del hecho violen to pone
énfasis en la violencia por sobre la seguridad, en la
línea de la espectacularización de la noticia, con lo
cual se sobre representa la rea lidad; generando más
información e imponiendo un discurso . Las noticias
nega tivas (violencia) tienen más presencia que la s
p ositivas (políticas) y dentro de ellas, los medios de
comunicación difunden principalmente los delitos
que tienen un grado de violencia mayor o que repre-
sentan una masa más alta de eventos .
Segundo, el com ponente de mímesis busca la a d he-
sión de la audiencia al medio, utilizando el relato de y
desde la víctima . ¿Cuándo, por ejemplo, se entrevis-
ta a un victimario? Se vende con fue rza es el derecho
de la víctima , en un momento en que la victimizació n
c rece; con lo cu al los medios de comunicación se
convierten en depositarios d e un discurso de agenda
públic a que termina por convertirse en a g e nd a p olíti-
c a . La dif usió n de los d elito s produce modelos d e vio-
lencia que se re p rod uc en e n la vid a cotidi a na b aj o
el llam a d o "efecto rea lid a d" . De a llí que la narración
d e la vio lencia distorsione la rea lidad, recreando ma-
yo r perce pción y el acto re flejo.
Tercero, el componente de la ino c ula c ió n del victi-
mario, considerado antisocial. nace d e la estigmati-
zació n de lo m argina l y lo popular para hacerle a pa-
recer como ame naza a la segu ridad y la sociedad .
Se reivind ic a un orden soc ia l q ue eva lúa los d e litos
d e fo rma d iferente : se c rimina liza la d elinc ue ncia
m a rgina l y pop ular mientras se sub vo loro la c o rrup-
ción y lo s delitos de cuello blanco; define la inclusión
o exclusión de la población según su condición social
(antisocial) y difunde una cultura punitiva.
Cuarto, el componente del confinamiento viene de
la venganza de la víctima , expresado en la sobreva-
loración de la prisión y del castigo, cuando no de la
pena de muerte como la manifestación más acaba-
da de la extirpación social. Como la víctima es poco
objetiva, racional y reflexiva siempre demanda ma-
yor castigo ante la blandura de las penas existentes.
Es el derecho de las víctimas siempre sobrevalorado
frente al de los victimarios que son invisibilizados hasta
el momento de la sanción pública .
El populismo mediático lleva al rating y a una polí-
tica de réditos políticos porque los medios generan
agenda pública que se traduce en agenda política
(mano dura). De allí que la idea de la seguridad ven-
ga del endurecimiento de penas -más por demago-
gia penal que por seguridad. Los medios legitiman la
represión y el modelo penal gracias al "retorno de la
víc tima" y al debate político que legitima la agenda
pública encarnada en la demanda punitiva, contra-
ria a la prevención.
Las marchas blancas y los grupos temáticos por deli-
tos (género, accidentes de tránsito, secuestro, niños)
presionan por el derecho de las víctimas al castigo,
siempre subvalorando a los victimarios, asumiendo un
d iscurso polifónico que viene de la realidad pero que
reg resa a ella , como agenda pública o como agen-
da política, tanto desde las políticas públicas como
de los réditos electorales.
Ha y que tener en cuenta que e l populismo mediático
se sustenta en una demanda social difusa y orgáni-
ca, y se expresa en una agenda pública sistemati-
zada por los medios de comunicación y en una polí-
/
tica pública, conducentes a la situación paradójica
de que "hoy en día estar protegido es también estar
a m e na zad o " (Castels).
4. BIBLIOGRAFíA I
Cast els, Robert (20081 : La inseguridad social. ¿Qué es~
estar pro tegid o ?, Ed . Manianal. Bue no s Aires. / '
ISPC (2008): Re vista Catalana de Segu retat Púb ic a ,
Vol. 18, Ed . ISPC, Barc e lo na.
Comunicación