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Unidad 2: La Crisis de la dominación colonial española

en el Rio de la Plata.

1. Disposiciones del libre comercio: ver unidad 1 reformas


borbónicas.

2. Invasiones inglesas (1806-1807)


Es uno de los acontecimientos que contribuye al contexto de resquebrajamiento del dominio
colonial.

CONTEXTO MUNDIAL (es el mismo del Movimiento Juntista):


En Europa había una lucha por quien tenía la hegemonía europea, que volvía a enfrentar a
Francia e Inglaterra. La segunda tenia la hegemonía desde Utrecht (1713), pero al comenzar el
siglo XIX, como consecuencia de la revolución francesa, aparece la figura de Napoleón. Los
burgueses comerciantes e industriales franceses ven en la expansión napoleónica la posibilidad
de colocar sus productos.
Napoleón intento varios mecanismos para lograr derribar la hegemonía de los ingleses. Así es
que al conquistar Egipto, Napoleón cerró el pasaje del Mediterráneo al Mar Rojo, ruta por la
cual Inglaterra se comunicaba con su principal colonia (la India). Pero los británicos
encontraron diversas vías de comunicación por las cuales podían hacer llegar las mercancías a
ambos territorios. Otra de las medidas tomadas por el Emperador fue atacar directamente a
Inglaterra por sorpresa, pero frente al poderío militar ingles, tampoco lo logra, y es así que
aparece una tercera estrategia, el bloqueo mercantil, cerrando los puertos europeos
sometidos a su influencia, a la entrada de mercancías inglesas. En 1806 se da el mayor alcance
de esta política, con el bloqueo continental, por el cual Napoleón pretendía convertir a Europa
en un espacio totalmente cerrado al comercio ingles. Como señala Roberto Ares Pons en su
obra “España en América”, es a partir de aquí que surge la estrategia de la guerra económica.
Es necesario recordar la situación en la que se encontraba Inglaterra, en plena revolución
industrial. Por primera vez en la historia y por obra de Napoleón apareció la crisis de
superproducción, que condujo a una la desocupación, y a la disminución de la capacidad
adquisitiva de la población. Frente a esto los ingleses buscaron soluciones, decidiendo salir en
busca de nuevos mercados, uno de ellos es África, y otra la zona del Rio de la Plata. En el
memorial de Popham 1804 exponen su proyecto de vincularse con América para promover la
emancipación, abriendo los territorios al comercio británico y conquistando sus puntos
principales.

CAUSAS:
- Inglaterra conocía estos territorios y había demostrado interés en ellos desde siglos atrás.
- Creía que la población de estos territorios estaba desconforme con el régimen de España y
que deseaba la tutela de otro rey.
- Inglaterra estaba en lucha con la corona española. En Europa se había iniciado una guerra en
que España, aliada con Francia, luchaba contra Inglaterra. En el año 1805 Inglaterra gano la
batalla naval de Trafalgar convirtiéndose en la dueña de los mares.
- Inglaterra necesitaba conquistar territorios para su comercio. Había perdido las colonias que
poseía en América del Norte y quería territorios de donde sacar productos para sus grandes
industrias y donde poder vender los artículos que fabricaba.

A comienzos de 1806 Inglaterra conquisto la colonia holandesa del Cabo, situada en el sur de
África. A continuación una parte de la misma expedición cruzo el Atlántico para intentar la
conquista del Río de la Plata.

PRIMERA INVASION INGLESA: BUENOS AIRES (1806)


25 Junio de 1806 llegada de los ingleses a Buenos Aires, tropas al mando de Popham y
Beresford. Las fuerzas iniciaron de inmediato el ataque de la capital del virreinato que cayó el
27 de junio de 1806. La defensa fue muy débil, El Virrey Sobremonte, cagon, se retira a
Córdoba con el tesoro de la ciudad. Algunos lo han visto como cobarde y otros argumentan
que tenía que defender la verdadera riqueza de la región, que se encontraba en el interior.
Beresford en Buenos Aires tomo posesión del fuerte y asumió el cargo de gobernador. Para
atraerse a la población aseguro que respetaría la vida, las creencias religiosas y los derechos de
propiedad de los habitantes. Exigió que se acatara su autoridad y permitió el funcionamiento
de las principales instituciones hispánicas como la Real Audiencia y el cabildo, bajo juramento
de fidelidad a Inglaterra, aunque sustituyo el cargo de virrey por su gobierno.
Se propuso transformar a Buenos Aires en factoría británica (un establecimiento de tipo
colonial en un país lejano, para posibilitar el intercambio comercial). Por tanto estableció la
libertad de comercio y rebajo los impuestos aduaneros. En la misma línea de buscar apoyos
para conseguir concesiones de tipo comercial, le entrega a los pobladores sus barcos, para el
trafico litoraleño, y a los hacendados busco atraerlos bajando los impuestos. Fijo impuestos
que favorecían la industria británica, y Expidió un reglamento de comercio que contenía estas
disposiciones.
El puerto de buenos aires, cerrado hasta entonces para el tráfico mundial, pasaba a ser un
punto clave en el comercio con América. Allí se concentraría el mercado atlántico de
exportación e importación.
Fueron golpes para los defensores del régimen monopolista, por lo que se generaría una
resistencia a estas políticas, convocada por Martin de Alzaga, comerciante mayorista con
vinculaciones con las principales de comercio en la península.

La reconquista de Buenos Aires: Montevideo fue el lugar más importante para preparar la
reconquista de Buenos Aires. Allí el Cabildo, el 18 de julio de 1806, olvidando la antigua
rivalidad comercial invistió del mando militar supremo a su gobernador don Pascual Ruiz
Huidobro. Este debía organizar una expedición y desalojar a los invasores de la capital del
virreinato. La expedición salió de Montevideo el 23 de julio al mando del capitán de navío
Santiago Liniers, que había venido a Buenos Aires en busca de ayuda. El gobernador Ruiz
Huidobro quedo en Montevideo atendiendo los problemas de su defensa frente a un posible
ataque.
El 12 de agosto las fuerzas reconquistadoras, engrosadas por elementos de todas las clases
sociales de Buenos Aires, iniciaron el ataque de la ciudad logrando un triunfo total. Los ingleses
capitularon, su dominio había durado en la ciudad 47 días, desde el 27 de junio hasta el 12 de
agosto. La flota inglesa no se retira del estuario del Rio de la Plata sino que piden refuerzos a
Inglaterra.
La reconquista hizo de Liniers la primera figura de Buenos Aires y el pueblo, en un cabildo
abierto realizado el 14 de agosto, le entregó el mando político y militar de la ciudad. El virrey
Sobremonte en un principio no aceptó ese estado de cosas, pero terminó aprobando el
nombramiento militar de Liniers y renunció ante la Real Audiencia.
Liniers poco después del triunfo confió el parte de la acción al ayudante mayor de Blandengues
de la frontera de Montevideo, José Artigas quien había llegado el día 10 de Agosto con oficio
de Ruiz Huidobro y participado en los combates del retiro y la plaza mayor.

Después de la victoria el cabildo convoco a un congreso general a celebrarse el día 15. Los
prisioneros ingleses que eran y los soldados y oficiales fueron internados en provincias,
radicándose muchos en el país. Los oficiales fueron remitidos a Inglaterra.

SEGUNDA INVASION INGLESA: LA CAIDA DE MONTEVIDEO.


Sobremonte entra en Montevideo el 12 de octubre en Montevideo, le hacen una recepción
solemne, pero el pueblo lo recibió con burlas y protestas. Sin embargo, Las medidas del virrey
fueron tranquilizadoras.
La escuadra inglesa, al mando de Popham no se retiró del estuario a pesar de la reconquista de
Buenos Aires. Esperó refuerzos y con ellos se dirigió a la ciudad de Maldonado, que conquistó
tras sangrienta lucha a fines del mes de octubre de 1806.
En Enero de 1807 llegaron nuevos refuerzos para los ingleses con el brigadier Samuel
Auchmuty. Todas las fuerzas inglesas realizaron entonces el ataque a Montevideo.
La defensa se realizo valerosamente a pesar de las derrotas que sufrieron primero el virrey
Sobremonte y después el gobernador Ruiz Huidobro (20 de enero). Las fuerzas montevideanas
no pudieron resistir el ataque y el 3 de febrero de 1807 Montevideo fue conquistada.

La población de Buenos Aires recién se entero el 6 de febrero de la derrota de las fuerzas de


Montevideo. Se realizo un cabildo cuya finalidad fue: Situación del Virrey Sobremonte. El
cabildo planteo la demanda el día 6 y la audiencia el día 7. Se destituye a Sobremonte y se
nombra como virrey interino a Liniers, nombramiento que luego el rey va a ratificar.

Samuel Auchmuty no abuso de su victoria, buscaban la aceptación de la población por lo que


el dominio de la ciudad se hizo con orden y disciplina. Se exigió el acatamiento a las
autoridades invasoras y debió jurarse obediencia al rey (Juan III) de Inglaterra, pero se permitió
al cabildo continuar en sus funciones. Se anuncio que se respetaría la vida, la religión y los
derechos de los vecinos. Se estableció la libertad de comercio y se rebajaron los derechos
aduaneros. Los prisioneros fueron puestos en libertad poco a poco, salvo algunas autoridades
políticas y militares como el gobernador Ruiz Huidobro, que fue enviado a Inglaterra.
Los ingleses publicaron el primer periódico impreso en Montevideo “La estrella del Sur”
(Editor M. Padilla), en el van a difundir las ideas del liberalismo sobre todo de la libertad del
comercio. Solo conseguirá la atención del sector de la minoría ilustrada.
Tras el ejército llego a Montevideo un gran número de comerciantes ingleses con abundantes
tejidos y otros productos de su nueva industria, los locales que estos comerciantes
improvisaron y la actividad comercial que desarrollaron modifico totalmente el aspecto de la
ciudad.
La dominación inglesa no se redujo solamente a Maldonado y Montevideo, ocupó también
Canelones, San José y Colonia. La resistencia de la Banda Oriental se realizo por medio de
reducidas divisiones de caballería que atacaban sorpresivamente al invasor, pero eran poco
eficaces.
Al realizarse la conquista de Montevideo se suponía un nuevo ataque ingles a Buenos Aires. En
mayo llego el general Whitelocke, encargado del mando supremo de las fuerzas invasoras, con
un considerable refuerzo en hombres y armas. En junio se organizo el ataque, a fin de dicho
mes desembarcaron cerca de la Ensenada de Barragán, derrotaron a Liniers que quiso
detenerlos y avanzaron sobre la ciudad. El alma de la resistencia de Buenos Aires fue el alcalde
de primer voto del cabildo: Martin de Alzaga Liniers logro llegar con los restos de sus fuerzas
antes que los ingleses atacaran.
La batalla fue el 5 de julio de 1807, y sorpresivamente los ingleses fueron derrotados, Buenos
Aires plantea una capitulación, que establecía el reembarque de los ingleses y devolución de
los prisioneros, y agregaba la evacuación de Montevideo y los puntos de la banda oriental
ocupados, devolviéndose recíprocamente los prisioneros de la primera invasión y los tomados
por los ingleses en Montevideo. Esta capitulación es firmada el 7 de julio de 1807.

CONSECUENCIAS:
* José Claudio Williman, Carlos Panizza Pons “La banda oriental en la lucha de los imperios”:
Las relaciones entre ambas ciudades platenses se deteriorarían aun mas después de las
invasiones, ya que tanto una como la otra pretendían para si los principales meritos de la
derrota de los ingleses. Montevideo había enviado a España en agosto de 1806 a los
comisionados Herrera y Pérez Balbas para exponer las pretensiones de los comerciantes y del
cabildo. Estos incluían además de las reivindicaciones que planteaba Montevideo desde hace
tiempo, honores especiales con motivo del triunfo obtenido sobre los ingleses en la
reconquista de Buenos Aires. Se pedía que se agregaran al escudo de armas de la ciudad las
banderas inglesas capturadas, una corona de olivo sobre el cerro enlazada con una bandera de
las reales armas, palma y espada y, que se otorgara al cabildo el tratamiento de excelencia y a
la ciudad. En los últimos meses de 1807 se tuvo la noticia de que no se haría oficial hasta enero
de 1808 la resolución afirmativa del pedido de honores y dignidades. El titulo de “Muy fiel y
reconquistadora” otorgado a la ciudad, significo un homenaje para Montevideo que
sorprendió a Buenos Aires en momentos en que festejaban la derrota de los ingleses. La
inmediata reacción que suscitaron tales medidas, frente a las cuales Buenos Aires se sentía
agraviada, se tradujo en el memorial que, con fecha 17 de agosto de 1807 dirigió el cabildo en
su diputado en Madrid, Juan Martin de Pueyrredon. Este debía gestionar honores mayores
para la capital que los concedidos a Montevideo.
Otro punto de fricción entre Montevideo y Buenos Aires lo constituyo la designación por parte
de Liniers, de Francisco Javier de Elio para la gobernación de Montevideo, en julio de 1807.
Al no ser competencia de los virreyes nombrar gobernadores políticos, el cabildo de
Montevideo decidió negar el reconocimiento de Elio. El incidente que se prolongo a través de
notas enviadas por Elio y por Liniers al cabildo, y de contestaciones de este, se soluciono
aceptando Elio su carácter de interinidad. Pero el gobernador, tan resistido supo pronto
ganarse las simpatías del pueblo y autoridades, preocupándose de los problemas de
Montevideo y su campaña. Tanto fue así que, frente a un problema de jurisdicción en asuntos
de marina, que enfrento al virrey Liniers y el gobernador Elio, llevando a este prácticamente a
la renuncia, la reacción general fue unánime. El 2 de diciembre de 1807 se presento ante el
cabildo reunido un considerable número de vecinos pidiendo que no fuera quitado del mando
de la plaza el gobernador Elio. De esta junta popular saldría una representación firmada por
más de 200 vecinos.
Elio permanecería al frente de la gobernación, aunque Liniers solicitaría información sobre lo
ocurrido el 2 de diciembre. Este a la postre sería uno más de los numerosos episodios que
opondrían a las dos ciudades, en las personas de sus máximos dirigentes.
A la ocupación de la plaza por los ingleses había seguido la habilitación del puerto para el
comercio libre, los comerciantes montevideanos tuvieron oportunidad de adquirir productos
introducidos por navíos británicos, al que exportaban los cueros depositados en Montevideo y
alrededores.
Al tener la obligación de evacuar la plaza, los ingleses se deshicieron de muchas mercaderías, a
precios ínfimos, o bien las dejaron en consignación. Los comerciantes montevideanos se
apresuraron a invertir en la operación, sabiendo de la sostenida demanda que dichos artículos
tenían. Muy importantes serian las ganancias conseguidas por esta vía y participarían en ella
no solo comerciantes de Montevideo sino muchos bonaerenses.
Los géneros adquiridos así en Montevideo eran introducidos clandestinamente al otro lado del
rio, a pesar de las interdicciones emanadas por España y reiteradas por la Real audiencia y
consulado de Buenos Aires, que prohibían cualquier transacción con los ingleses.
Visto que el contrabando tenía lugar a pesar de todas las prohibiciones, el consulado resolvió
en setiembre de 1807 aplicar a la introducción de los artículos depositados en Montevideo el
impuesto de círculo, que recargaba en un 52% el valor de las mercancías. La medida encontró
la resistencia tenaz del comercio de Montevideo. La capital virreinal tendía a obstaculizar los
progresos comerciales de Montevideo, para afirmar el régimen monopolista de puerto único
en el Plata, privilegio que Buenos Aires siempre había querido alcanzar.
Lasa invasiones inglesas tuvieron decisiva influencia en el régimen económico y aduanero
practicado en el Rio de la Plata, demostrando a los criollos en la práctica y a través de la
predica de la “Estrella del sur”, las ventajas del comercio libre.
Estos autores destacan además el desprestigio de la autoridad virreinal, y el fortalecimiento
del cabildo con mayores funciones ya que se autoatribuyo facultades extraordinarias (por
ejemplo destitución del virrey). Por otro lado destacan el fortalecimiento de las milicias.

* Reyes Abadie “Crónica general del Uruguay”: La historiografía tradicional le ha atribuido un


carácter fundamental en la gestación de los pueblos platenses por el gobierno propio y el
comercio libre, y sobre la importancia de la Estrella del Sur en esto, elemento que ha
rechazado Pivel Devoto. No fue por tanto un efecto inducido sino una derivación de la
situación.
En el plano político, las debilidades y errores del Virrey Sobremonte y la propia guerra llevaron
a que las más importantes decisiones tuvieran que ser tomadas por los cabildos, que vinieron a
recuperar su carácter de órganos representativos de la voluntad de las “repúblicas”,
fortaleciéndose. Esta situación dio lugar al surgimiento de caudillos, como Liniers, Huidobro
etc. Por otro lado, señala que el carácter que tomo esta resistencia fue el de una guerra de
independencia de América contra el enemigo británico.
En el plano económico, la abundancia de mercaderías inglesas que beneficio a los
comerciantes introdujo, pero no a toda la población en general. El viejo comerciante se arruina
con la llegada de los comerciantes ingleses. Sirvió únicamente de beneficio a los propios
comerciantes ingleses, a los extranjeros comerciando en esta zona, y algunos locales que se
dedicaban al contrabando.
En otro orden las invasiones dieron lugar a la constitución de cuerpos de milicias, así como la
participación de paisanos y de los gauchos.
Otra consecuencia fue la agudización de la rivalidad y enfrentamiento entre Montevideo y
Buenos Aires. Los cabildantes de Montevideo se quejaron de no haberse enterado por Buenos
Aires de la derrota de los ingleses. Conflicto por determinar quiénes son mayores responsables
de la derrota de los ingleses. Pero más allá de esto se plantearon dos importantes personajes:
Elio y Alzaga, que representan el conflicto entre peninsulares y criollos. Mientras los
peninsulares ponían acento en la defensa en la corona, los criollos sentían en primer lugar la
lucha como una defensa de la patria. Liniers era para ellos el caudillo de esa victoria.

* Pablo Blanco Acevedo, “El gobierno colonial en el Uruguay y los orígenes de la


nacionalidad” analiza las consecuencias de las invasiones a la luz de la lucha de puertos entre
Montevideo y Buenos Aires. En este sentido ve que las invasiones aumentaron la divergencia
entre las ciudades, a partir del conflicto entre monopolio y librecambio. El impuesto de circulo
que se había planteado a las mercaderías inglesas que salían de Montevideo1, por parte de
Buenos Aires, aun cuando la separación de las capitales era ya definitiva aumento la Diferencia
de intereses entre comerciantes de Montevideo y buenos aires. Montevideo defendió el
librecambio, que le permitía desarrollarse económicamente y recuperarse de los esfuerzos
durante la reconquista de buenos aires y la ocupación. Buenos Aires defendió el
restriccionismo y el monopolio, continuando la herencia española, esto estaba motivado por
su oposición al progreso de Montevideo y por su interés de convertirse en el puerto único de
entrada y salida en el rio de la plata.

*Pivel Devoto: “Raíces coloniales de la revolución oriental de 1811”.


Señala que el impuesto de círculo, fijado por la real hacienda de Buenos Aires no impidió la
circulación de las mercaderías británicas, porque los interesados en este comercio eran tanto
montevideanos como bonaerenses.
El impuesto de círculo no estaba motivado por un conflicto de los bonaerenses contra
Montevideo, ya que estos mismos participaron de tal comercio, sino por la Real Hacienda,
interesadas en obtener mayores recursos para la defensa (miedo a una nueva invasión). Los
comerciantes lo vieron como que no se les estaba permitiendo recuperarse, por lo que
aumento el descontento frente al régimen impositivo que parecía atacar el comercio
montevideano.

* Sala, Rodríguez y de la Torre “Evolución económica de la banda oriental”:


Los efectos más importantes en materia económica de las invasiones inglesas se percibieron
luego de la ocupación. Todas las mercaderías que ingresaron no pudieron ser absorbidas por
Montevideo y la campaña por lo que se comerciaron con las demás regiones del virreinato.

1
Equivalía al valor que tendrían los impuestos si hubieran hecho todo el recorrido.
Instituciones y comerciantes monopolistas bonaerenses se opusieron a esto (con Martin de
Alzaga), frente a los comerciantes montevideanos. Es un hito en la crisis del sistema
monopolista, aunque se opongan a la dominación inglesa el sistema económico impuesto por
España había sufrido una crisis.
A pesar de esto los comerciantes locales se habían visto sustituidos por los comerciantes
extranjeros, que llegan junto a las mercaderías (confiscación de flotas etc.).

* Arturo Bentancur “El puerto colonial de Montevideo”


Secuelas favorables y adversas. Reflejo la importancia creciente del Rio de la plata para
Inglaterra. Para buenos aires y Montevideo represento la última oportunidad de obtener
ganancias rápidas aunque también creo dificultades y pérdidas. Ingresan gran cantidad de
mercaderías que serán vendidas a todo el virreinato, a bajo precio, “free shop”, y a su vez
crece la venta de frutos regionales al exterior. Esto se agudiza en los últimos meses (plazo
antes de la evacuación), en una “liquidación”. El cabildo de buenos aires intento que los
comerciantes bonaerenses no participaran en el comercio.
“El tributo a la subordinación: de comerciantes descubridores a simples consignatarios” (Tulio
Halperin Donghi) ese es el proceso que vive la mayor parte de la elite montevideana. Se
reducen las posibilidades de los mercaderes británicos, que deben tener un consignatario para
poder comerciar, el cual les cobra un porcentaje. Vivian de la consignación, que supuso una
situación más pasiva. Habían vuelto a la dependencia cotidiana. Si bien ya existía el régimen de
consignaciones terminara de imponerse en este periodo.
Los comerciantes locales respondieron a la falta de protagonismo por dos vías: el usufructo de
su reducida cuota de participación, el rechazo violento de sus competidores. Ambas
estrategias se verían condicionadas por el poder económico de los recién llegados y por los
acontecimientos políticos luego de mayo de 1810.

* H. S. Ferns, “Gran Bretaña y Argentina en el siglo XIX”:


Ferns expone las consecuencias para gran Bretaña citando el memorándum de Castlereagh
que representa la política británica en América del sur durante un siglo y medio. Lo escribe
luego de que han llegado las riquezas y las noticias de la reconquista. En este memorándum
describe las políticas que debería llevar adelante Gran Bretaña en las colonias del rio de la
plata, rechazando las acciones durante las invasiones. Considera más productivo el comercio
ilícito mantenido hasta el momento que el abordaje como invasores. Era necesario ir como
comerciantes y auxiliadores, más que como invasores enemigos. Por querer poner otro
gobierno se corría el riesgo de que no hubiera ninguno y la anarquía es lo más perjudicial para
el comercio.

* Tulio Halperin Donghi “Revolución y guerra”:


Lleva a un cambio en la militarización. Surgimiento de oficiales, cargos rentados, que da lugar a
una tensión entre antiguos funcionarios civiles y nuevos funcionarios milicianos, aumenta el
costo de la administración por lo que parte de los ingresos que antes se iban a la metrópolis
permanecen en la región. Redistribución entre metrópolis y colonia, y dentro de la colonia,
que se acentuaría con la revolución.
Por otro lado, en el contexto en el que el dominio de la metrópolis es más débil (por el
aislamiento marítimo) El poder se asienta cada vez más en las fuerzas militares locales: las
milicias; y en el cabildo, no está sometida a los vaivenes políticos de la península. Esto se ve en
la destitución de Sobremonte y el nombramiento de Liniers.

3. Las guerras napoleónicas en la Península ibérica y sus


repercusiones en el Rio de la Plata y Brasil.

Para lograr el bloqueo comercial total a Inglaterra, Napoleón necesitaba evitar toda posible
fisura en el continente por donde pudieran pasar las mercaderías inglesas, y es con este fin
que ocupara Portugal, los estados Pontificios, España y Rusia, empresas que resultaron
pésimos negocios para el emperador, conduciéndolo a su derrota final.
Ya desde 1806 Napoleón había ideado el plan de intervenir en la Península ibérica, derrocando
a los borbones de España y a los Braganza de Portugal, para poner en su lugar a miembros de
su familia, como es el caso de José I en España.
El reinado de Carlos IV en España marca el ocaso del renacimiento español del siglo XVIII,
durante el mismo primo la decadencia general que afecta directamente la vida de España a
nivel económico, social, político y militar. Fue un rey incapaz que delego el ejercicio del poder
en manos de su primer ministro, Manuel Godoy, príncipe de la paz.
1807 Napoleón envía un ultimátum a Portugal exigiendo el cierre de sus puertos a los buques
ingleses, la confiscación de las propiedades inglesas y el encarcelamiento de todos los
súbditos ingleses residentes en Portugal.
Portugal rechazo el ultimátum y el 29 de octubre firma con Godoy los tratados de
Fontainebleau, en los cuales se estipulaba la cooperación militar franco-española para la
ocupación de Portugal, el que sería repartido en tres partes:
-Norte constituiría un nuevo reino cuyo titular seria el rey de Etruria (yerno de Carlos IV).
-Centro: se conservaría para ser canjeado por Gibraltar, Trinidad y otras colonias españolas
ocupadas por los ingleses.
- Sur constituiría el principado de los Albarbes cuyo titular seria el propio Godoy.
Se trataba de un tratado secreto, firmado por Godoy, encargado de tomar las relaciones por el
rey (tenía una relación secreta con la reina).
Ya antes de la firma de los tratados habían comenzado a entrar a España las tropas francesas
mandadas por el general Junot. El ejército aliado consumo la ocupación de Portugal, tomando
Lisboa el 30 de noviembre de 1807. Para ese entonces, la corte portuguesa y parte de las
clases altas se habían embarcado rumbo a Brasil donde se estableció la sede del reino
mientras duro la ocupación francesa. Se trata de una política americanista de expansión tratan
de compensar su pérdida de peso político en Europa, en los territorios americanos, parte de
esa expansión es en la Banda oriental.
La campaña de ocupación portuguesa fue rápida, la segunda etapa fue la conquista de España.
En un principio la presencia de las tropas francesas en España no genero preocupación en los
dirigentes de la nación, pero luego se hizo evidente que Napoleón también planeaba la
ocupación española. Es así que Godoy propuso al Consejo Real exigir la retirada de las tropas
francesas y declarar la guerra a Francia. El consejo y Carlos IV se negaron, Godoy presento
renuncia a su ministerio, que no fue aceptada.
A nivel de la población había sentimientos encontrados, por un lado despreciaban la corona
reinante (la santísima trinidad) pero también querían que quedara el hijo de Carlos IV en el
poder, Fernando.
Cuando no quedaron dudas de las intenciones de Napoleón, la familia del rey intento
escaparse a América, pero sus planes se vieron frustrados por el motín popular ocurrido el 17
marzo de 1808, inducido por el partido fernandista: Motín de Aranjuez. Se prolonga durante
tres días y Carlos IV se ve obligado a destituir a Godoy y encarcelarlo, pero el pueblo no se
calma. El pueblo reclama que se coloque en el trono a Fernando, hijo de Carlos, ya que
confiaban en que este enfrentaría a Napoleón, a diferencia de su padre.
Carlos IV abdica a favor de su hijo el 19 de marzo de 1808.
La población quería linchar a María Luisa (reina) y Godoy, quienes huyen rumbo a Francia.
Napoleón especula con la nueva situación interrogando a Carlos IV sobre si su abdicación ha
sido voluntaria o impuesta por la fuerza, diciendo Carlos IV que ha sido impuesta y formulando
una protesta pública. El embajador de Francia en Madrid, y jefe de las tropas francesas, Murat
no reconocen a Fernando como rey y se dirige a Napoleón solicitándole el reconocimiento.
Napoleón convoca a Fernando a una conferencia cuya sede fija primero en Madrid, luego en
Burgos, en Vitoria, y que termina siendo en Bayona. Fernando deja a su tío a cargo de una
junta.
20 de abril llega a Bayona y se convierte en prisionero de Bonaparte, 30 llegan sus padres y se
producen unas series de entrevistas. Consigue que el 5 de mayo Fernando abdicara a favor de
su padre, y que este luego abdicara a favor de Napoleón. Carlos IV recibía como parte del trato
una renta anual de 30 millones de reales y los palacios de Compiegne y Chambery. A su vez
Fernando recibía el título de príncipe del imperio francés y una renta de un millón de Francos.
Por último Napoleón cedió la corona de España a su hermano José Bonaparte el 6 de junio.
José Claudio Williman y Carlos Panizza Pons en “La banda oriental en la lucha de los imperios”
señalan que “Napoleón no solo ignoraba la capacidad de respuesta del pueblo español;
cometió además un gran error, una verdadera torpeza, al dejarse persuadir de que destronaba
la dinastía de España y pusiera en su lugar un rey de su propia sangre, haciendo de España una
provincia dependiente. Sin duda cuando pensó en su hermano José, tuvo presente el juego
político de Luis XIV cuando, cien años antes coloco en el trono de España a su nieto Felipe (…)
pero la maniobra allí era más fácil, porque Felipe V se cuido muy bien de transformar a España
en tributaria de Francia. En cambio ahora tenía que ser muy claro para España que pasaría a
ser provincia francesa y que José no sería otra cosa que un títere en manos de su poderoso
hermano, y un ejecutor de los planes de la burguesía francesa que pretendía hacer de España
un mercado de sus paños”

Mientras en España la inquietud popular iba aumentando, comenzaron las provocaciones de


las tropas francesas, hubo asesinatos y saqueos, el odio frente al extranjero se acentuó. La
salida de los reyes para Bayona provoco indignación, se constituyo un comité secreto de
patriotas con la idea de levantarse contra los franceses. El 1 de mayo se produjeron protestas
populares contra el embajador de Francia y contra Murat. El 2 de mayo, cumpliendo con el
pedido de Napoleón de que la vieja corte marchara a Bayona, se dispusieron a partir la reina
de Etruria y Francisco de Paula, hijo menor de Carlos IV. La población al ver esto los ataco y se
enfrento a las tropas francesas, convirtiéndose en una sublevación general. El estallido del 2
de mayo, en Madrid, dio la señal de una sublevación general del pueblo español contra los
invasores y sus cómplices. El pueblo español quedo privado de dirección para enfrentar a los
invasores, se alzo para crear nuevos órganos de gobierno (las juntas), organizando milicias que
en 3 meses lograron la liberación de la mayor parte del territorio nacional obligando a una
retirada general a las tropas invasoras.
La guerra duro seis años, hasta 1814. En su primera etapa los españoles pelearon solos, mas
tarde aliados a tropas inglesas y portuguesas.
A partir de mayo de 1808 el pueblo español crea juntas que asumen las funciones gubernativas
y la dirección de la lucha contra los franceses. Estas tendrán tres etapas:
1) Juntas locales: Eran representativas de ciudades o provincias. Aparecen de forma
espontanea. La de Sevilla se autorroga el derecho a gobernar los territorios americanos. Es una
etapa de dispersión gubernativa, cada junta local gobierna por sí y ante sí un territorio (pero
no estaba bien determinado hasta donde llegaba), se tomaban decisiones militares y políticas,
habían zonas donde se cruzaban jurisdicciones. Falta de unidad nacional. Cada una de ellas
asumía la totalidad del poder de su región, por lo general estas se constituyen en medio de
alzamientos populares, coincidiendo con la deposición de las antiguas autoridades y una
violenta persecución contra afrancesados o sospechosos. La primera en constituirse fue la
llamada “junta suprema de Asturias” con sede en Oviedo.
A partir de las juntas comienza la guerra de independencia, con las milicias populares, la única
batalla que se gana es la de Bailen (18 de junio de 1808). Esta determino la liberación de la
mayor parte del territorio español. José Bonaparte debió abandonar precipitadamente Madrid.
Fue así que las juntas decidieron coordinar su acción poniendo fin a la dispersión gubernativa
que caracterizo al primer periodo de la guerra de la independencia.
2) Junta Central suprema y gubernativa: Es la primera autoridad central de la resistencia.
Estaba conformada por representantes de cada junta (2 por localidad, 4 por capital), en total
35. Se instala en setiembre de 1808 en Aranjuez, y más adelante en Sevilla y por ultimo en
Cádiz. Se toman decisiones que son volcadas a las juntas locales, funciona hasta enero de
1810. Las fuerzas napoleónicas avanzan y controlan casi todo el territorio español, salvo Cádiz
y la Isla de león. Se disuelve y se designa un órgano que la sustituye: Consejo de Regencia.
El 22 de enero de 1809 la junta emitió un decreto donde se proclamaba la unidad de la
monarquía y se llamaba a los territorios de ultramar a integrar las juntas, con 10
representantes: uno por cada virreinato y por cada capitanía general, entendiendo que estos
territorios eran parte de la monarquía y no colonias. Este decreto si bien garantizaba la
representación, se trataba de una representación desigual por lo cual los americanos
protestaron. Pero el decreto no se hizo efectivo, ya que los representantes de indias no
llegaron a incorporarse a la junta que se disolvió en enero de 1810. Antes de disolverse dicto
dos decretos: por uno de ellos designaba un consejo de Regencia de 5 miembros, y por el otro
ratificaba la convocatoria de cortes.
3) Consejo de Regencia: Se instala en la Isla de León y luego en Cádiz, gobierna en nombre de
Fernando VII, a partir del 31 de enero de 1810. Tiene 5 miembros, por primera vez uno de ellos
es americano, el virrey de Nueva España.
La junta central en 1809 había discutido la idea de convocar a las cortes, asambleas políticas
que en la baja Edad media fueron convocadas y presididas por el rey, e integradas por
representantes de los diferentes ordenes (nobleza, clero y delegados de los hombres libres).
En el consejo de regencia fue fácil ponerse de acuerdo respecto a su creación, pero no sus
funciones, además de las viejas tareas legislativas podían agregarse funciones constitucionales.
Las cortes tendrán dos brazos: uno popular y otro de dignidades, el consejo de regencia se
ocupo de convocarlas, aunque introduciendo variantes a los decretos de la junta central,
comienzan en setiembre. Se instalan en Cádiz.
Las cortes elaboran un decreto el 24 de setiembre que establece que en las cortes reside la
soberanía, reconocen y proclaman como legitimo rey a Fernando VII y declaran sin efecto la
cesión de la corona en Bayona, en razón de la violencia por la cual había sido obtenida, y por
no tener el consentimiento de la nación. Las cortes ejercían el poder legislativo quedando la
regencia con las funciones ejecutivas, pero esta debía reconocer que la soberanía residía en las
cortes, y debían prestarle obediencia a los decretos que se dictaran en ella. La soberanía de la
nación fue la idea que genero más resistencia entre los opositores del cambio, aunque la idea
de la soberanía de la nación no era una idea nueva.
El logro fundamental de las cortes es la elaboración de la constitución de Cádiz de 1812, que
será fuente de las elaboradas luego en América. Esta constitución establecía que España y
América eran una sola nación, pero aunque se les garantizaba una representación se les
negaba una representación igual y aunque se les prometían reformas se les negaba la libertad
de comercio.
El consejo de regencia es el factor que determina el inicio de la revolución hispanoamericana,
la disolución de la segunda etapa, y la implantación del consejo no va a ser aceptado en
América, sobre todo por los criollos que lo ven como ilegitimo, basados en la teoría de la
monarquía usufructuaria. América pide formar juntas como en España, las cuales no
reconocieron la autoridad del consejo de Regencia, iniciándose así la revolución emancipadora
de estos países.

Las reacciones del pueblo, frente a la crisis de la monarquía, en estas tres etapas mencionadas,
giraran en torno a la construcción de una autoridad legítima que sustituyera al monarca
español. Esto se resolverá, Como señala Frega en “Pueblos y soberanía en la revolución
artiguista” con la aparición de la soberanía popular como el fundamento de la nueva
legitimidad, si bien quedaba en pie la discusión acerca del alcance de dicha expresión. Esta
noción también se aplicara a las reacciones del pueblo americano.
El proceso de formación del estado moderno implicaba la afirmación del poder político por
encima de cualquier otro poder “terrenal”, liberado frente a cualquier autoridad universal. Es
decir se afianzaba el poder sobre la Iglesia y el Imperio, y se postulaba la suprema autoridad
del “soberano” a partir de un pacto o contrato con los gobernados.
Estas ideas tenían diferentes orígenes. Por un lado el pensamiento político español del siglo de
Oro con Francisco Suarez, el cual sostenía la idea del “pacto de traslación” por el cual el pueblo
como una comunidad unida voluntariamente, legitimaba la autoridad del monarca, y podía
recobrar el poder en casos excepcionales. Para Juan de Mariana en cambio el poder seguía
residiendo conjuntamente en ambos.
El concepto de soberanía, como ha destacado Chiaramonte “proporcionaba legitimidad al
monopolio de la fuerza característico del estado moderno”. Los teóricos del derecho Natural y
de gentes afirmaban el carácter artificial (contractual) del poder, dividiéndose en dos
tendencias: los partidarios de la indivisibilidad de la soberanía, y los que reconocían la
existencia de poderes intermedios. Estas ideas fueron retomadas por la Ilustración. Entre los
sostenedores de la indivisibilidad encontramos a Thomas Hobbes, quien recurría a la
indivisibilidad de la soberanía para legitimar la monarquía absoluta, y a Jean Jacques Rousseau,
quien encontraba allí una garantía para la participación directa del colectivo en la toma de
decisiones. Entre los partidarios de la divisibilidad de la soberanía había diferencias en la
naturaleza y tamaño de los poderes intermedios o en las modalidades de relación entre ellos,
donde se reconocían diversas formas de asociación, pacto liga o confederación.
Todas las formulas políticas proclamadas o adoptadas ante la crisis de la Corona española
tenían entonces como señala Frega referentes teóricos y sustento material en la lectura de la
producción intelectual que fundamentaba el surgimiento del “Estado Moderno”. Los trabajos
de José Carlos Chiaramonte han comprobado la existencia de un sustrato común: el Derecho
Natural y de Gentes.
Una definición de “la sociedad” denominada también “Nación y estado”, entendida como “La
reunión de hombres que se han sometido voluntariamente a la dirección de alguna suprema
autoridad que se llama también soberana, para vivir en paz y procurarse su propio bien y
seguridad” (Sáenz- “Instituciones elementales sobre el derecho natural y de gentes”), podía
ser compartida por las distintas fracciones políticas.
Como señala Frega: “En síntesis, la noción de soberanía popular incluyo un abanico de
doctrinas y posturas que si bien como ha señalado François-Xavier Guerra, en un primer
momento mostraron en cierta forma la “unidad” española (el recurso a la formación de juntas
en diversas regiones del imperio español), en realidad se usaron y reinterpretaron en función de
los intereses y horizontes culturales de cada grupo y región, fundamentando los diversos
proyectos históricamente posibles en esa coyuntura”. Estas ideas son las que sustentaran las
diferentes manifestaciones políticas y revolucionarias en territorio americano.

REPERCUSIONES EN BRASIL:
1807 acuerdo secreto entre Inglaterra y Portugal: la escuadra británica trasladaría a la corte
portuguesa a Brasil, a cambio de la isla Madera. El rey de Portugal era Juan VI, regente porque
la reina María estaba incapacitada.
Enero de 1808 llegan a Bahía, a los pocos días se dispone la apertura al comercio extranjero,
que en la práctica seria la apertura al comercio ingles, con las mismas tarifas aduaneras que el
comercio nacional.
Juan estaba casado con Carlota Joaquina, hermana de Fernando VII, que tenía planes
expansionistas sobre el Rio de la Plata. Alegaba derechos sobre esta zona por ser parte de la
familia de los borbones españoles.
Portugal buscaba en América una compensación por las pérdidas sufridas en Europa y tomaba
revancha contra España por su colaboración en la invasión francesa. Souza coutinho envió una
carta al cabildo de Buenos Aires, ofreciendo tomar custodia del territorio y del comercio, sin
establecer nuevos impuestos, y amenazaba con aliarse con Inglaterra para entrar por las armas
si no aceptaban.
Rechazaron esta oferta, y Liniers (virrey) se preparo para enfrentar a los portugueses e invadir
Brasil, pero Elio, gobernador de Montevideo dijo que era muy complicado, porque las tropas
españolas eran ineficaces, por lo que Liniers decidió negociar mientras esperaba ordenes de la
metrópoli. El enviado para negociar de parte de Brasil fue Joaquín Javier Curado, que fue a
Montevideo. Venia para sondear la opinión pública sobre la invasión portuguesa, el argumento
siempre es que deben utilizar la ayuda de Brasil para evitar la invasión francesa.
Otro objetivo oculto es generar discordia entre las autoridades del Rio de la Plata.
Antes de irse, le dejo una carta a Elio comunicándole que Liniers seguía sin aceptar la
protección portuguesa y por esto se lo acusa a Liniers de afrancesado.
Lord Strangford tenía órdenes de no propiciar una invasión portuguesa al Rio de la Plata, a
menos que los franceses realmente llegaran (Napoleón tenía intenciones pero las abdicaciones
de Bayona no permitieron continuar su plan). Esto era así porque el intento colonialista de
Gran Bretaña en el Rio de la Plata fracaso (Acordarse del Memorial de Castlereagh).
Carlota Joaquina reconoció finalmente a Fernando VII como rey legitimo de España, y renuncio
a su interés de coronarse virreina del Rio de la Plata.
En Buenos Aires existió igual un grupo carlotino, con personas como Belgrano, Rodríguez
Peña, porque querían una monarquía constitucional y creían que Fernando VII estaba
derrotado.

REPERCUSIONES EN EL RIO DE LA PLATA:


28 de julio de 1808 llega una real cedula con la noticia de la abdicación de Carlos IV y la
orden de proclamar a Fernando VII como soberano. Liniers postergo la jura a Fernando VII
porque le llego otro comunicado de Cádiz de que Carlos IV había declarado nula su abdicación.
Elio sin embargo juro fidelidad a Fernando VII enseguida.
Napoleón envió a América 32 agentes españoles, al Rio de la Plata llego el Marqués de
Sassenay. Tenía que ir al Rio de la Plata, Chile y Perú el reconocimiento de José Bonaparte
(Pepe Botella). Llega el 11 de agosto a Montevideo. Elio no le dio bola y le aconsejo que no
fuera a Buenos Aires. Liniers lo mando de nuevo a Montevideo. Elio lo detuvo porque ya había
llegado el brigadier Goyeneche, comisionado de la junta de Sevilla que animo a que se
formaran juntas y hablo bien de la resistencia patriótica española.
15 de agosto Liniers manda una proclama a los habitantes de buenos Aires para mantener la
unidad del Virreinato a cualquier precio, que daba pie a pensar que se estaba admitiendo a
José I, por lo que Montevideo la califico de subversiva.
Esta proclama llego a Montevideo el mismo día que Goyeneche, con las buenas noticias
españolas, Elio entonces mando cartas a Buenos Aires criticando a Liniers.
21 de agosto Liniers en respuesta juro por Fernando VII.
23 de agosto Goyeneche llega a Buenos Aires, le sugiere que despida a Curado.
Antes de volver a Brasil, Curado pasa por Montevideo y deja una carta a Elio que dice que
deben entregar La banda oriental a los portugueses ya que Liniers intercambia
correspondencia con Napoleón. Esto termino de enfrentar a Liniers y Elio.
10 de setiembre de 1808 sesión de un real acuerdo (reunión del virrey y la real audiencia),
que pidió que Elio se presentara en Buenos Aires, con los documentos que probaban sus
acusaciones.
Elio apoyado por el cabildo de Montevideo no fue, y solicito que el virrey cesara.
16 de setiembre nuevo real acuerdo, Liniers pone a Michelena en el gobierno de la provincia
Oriental. Llega Michelena y el pueblo se manifestó en contra.
21 de setiembre Michelena se volvió, se hizo un cabildo abierto bajo la presidencia de Elio,
con 55 miembros, entre los que se encontraban Cavia, García de Zúñiga, Lucas Obes etc.
Lucas Obes dijo que la destitución no debía ser acatada porque el pueblo confiaba en Elio, el
pueblo que los escuchaba empezó a gritar “junta como en España” “abajo el traidor”. Al final
se resolvió no cumplir la orden de Liniers y que Elio apelara ante la Real Audiencia, Crear una
junta gubernativa, subalterna de la suprema de Sevilla.

JUNTA DE MONTEVIDEO:
Se trata de la primera junta de América, Esta se instalo el 21 de setiembre y estuvo en
funciones hasta el 30 de junio de 1809 cuando llego Cisneros, el nuevo Virrey.
Al comenzar el año 1808, además del temor a una eminente acción expansiva portuguesa,
alimentado por la llegada a Rio de janeiro de la familia real, se aguardaba una posible tercera
intervención militar británica. Esto obligaba a mantener un contingente importante de milicias,
con los consiguientes gastos y repercusiones sociales. Con crudeza se había puesto en
evidencia la crisis del imperio español, viéndose obligados los habitantes del rio de la plata a
actuar con una autonomía que jamás habían tenido, en un escenario de gran incertidumbre,
la junta de Montevideo fue el resultado de la confluencia efímera de grupos con intereses
contradictorios (Frega).
Miembros de la junta: Elio (Presidente), Lucas José Obes, Elías, Parodi, Berro, Manuel Ortega
etc. (Como representantes del cabildo) Carvalho, Pérez Castellano (Iglesia), Prudencio
Murguiondo (caudillo en 1811), Viladerbo, Suarez, Chopitea, Gallego etc. (representantes del
comercio).

El real Acuerdo resolvió que Elio debía disolver la junta de Montevideo. La junta de
Montevideo se defendió explayándose sobre su legitimidad.
5 de octubre la real audiencia reitero que eran injustas las acusaciones contra Liniers y que la
junta de Montevideo era ilegitima.
José Elías alego que no les quedaba otra que aceptar la junta hasta que el rey o la junta
suprema de Sevilla resolvieran otra cosa.
Liniers decidió operar por las armas, ocupando Colonia pero sin que se llegara a ningún
combate. Le pidió a los portugueses ayuda.
Como señala Frega, los argumentos vertidos a favor y en contra de la formación en
Montevideo de una junta gubernativa, el 21 de setiembre de 1808, expresan tanto la
circulación de las ideas como su recepción selectiva según los intereses que se procuraba
defender, y permiten comparar actitudes y comportamientos antes y después de 1810.
Además puede verse en ese debate un interesante juego entre los elementos de conservación
y renovación social que se van a desarrollar en el proceso revolucionario.

Durante 9 meses quedaron rotos los vínculos de subordinación política y militar de la Banda
Oriental con Buenos Aires, ya que se desconoció la autoridad del virrey interino, acusándolo de
ser proclive a Napoleón. Y esto genero graves problemas económicos para Buenos Aires.
Gobierno en forma autónoma la jurisdicción de Montevideo y realizo gestiones ante las
autoridades peninsulares, diversas ciudades del virreinato y representantes de gobiernos
extranjeros.
Se envió a José Raymundo Guerra ante la Junta de Sevilla, reconocida por Montevideo como la
suprema autoridad del reino, para que legitimara la junta y para que se tuviera en cuenta el
pedido de Nicolás herrera y Manuel Pérez Balvas de crear en Montevideo un consulado,
transformar la gobernación en Capitanía general e informar al rey de la buena actuación de
Montevideo en la reconquista de Buenos Aires.
La junta fue confirmada por la Junta de Sevilla.

Para fundamentarla recurrirán a la antigua constitución del reino, y al derecho natural a la


conservación, y a la igualdad entre españoles europeos y americanos. La real audiencia de
Buenos Aires se había manifestado en contra de establecer novedades en la organización de
los territorios, alertando sobre los peligros en el orden social.
Dentro de la junta de Montevideo, existirán dos posturas acerca de su fundamentación:
1) La postura mayoritaria, era la sostenida por Mateo Magariños, la cual consideraba que la
crisis de la monarquía había puesto en peligro la totalidad del orden social. Este no utilizaba
ningún argumento americanista. Participaba del origen contractual del Estado afirmando que
los hombres para evitar la ley del más fuerte, convinieron unirse en sociedad formando
partidos y ciudades y eligiendo caudillos que los gobernasen, de donde procede el origen de
los reyes y potentados. Legitimaba el cabildo abierto ante el peligro de una conmoción
popular, defendiendo los depósitos de la soberanía: “la representación del pueblo no es tan
despreciable como algunos se han figurado”. Muerto el rey, para Magariños, el pueblo debía
elegir el que le parece.

2) Otra postura era sostenida por Manuel Pérez Castellano y Lucas Obes:
Manuel Pérez castellano, párroco, había sido suspendido de sus funciones por el obispo de
Buenos Aires, y frente a esto acata la decisión pero manifiesta que seguirá en la junta,
fundamentando que si al quedar acéfala la monarquía, los españoles europeos habían
establecido juntas, los españoles americanos tenían el mismo derecho por ser iguales, por su
mismo origen y por ser súbditos de la misma corona. Se plantea a europeos y americanos
como miembros de una “misma familia”, entendiendo a la monarquía española como un
conjunto de cuerpos que aceptaban la autoridad regia pero conservando sus derechos como
tales.
Pérez castellano se mantendrá siempre fiel a Fernando VII pero defenderá la “soberanía
particular de los pueblos”.
Esta posición de igualdad de derechos también es sostenida por Lucas Obes, ya que si el
pueblo español había reasumido sus facultades, introduciendo novedades en el gobierno
también podía hacerlo “la América como parte integrante de ese pueblo”. En respuesta a una
carta dirigida a Elio por Villota, Obes expresa que los pueblos americanos no son colonias “son
pueblos españoles, algo más que municipios”, y en otra a un abogado porteño, reivindica el
derecho de los americanos a introducir novedades en el gobierno, en usufructo de la soberanía
reasumida por el pueblo, ante la vacancia de la monarquía, negando las facultades de las
juntas para dirigir a las Indias.
Esta postura iba más allá de la legitimación de la junta, ya que se reconoció subordinada de la
Suprema de Sevilla y se disolvió por su mandato; estas ideas recogidas del contractualismo
español, serán tomadas como armazón ideológica por el juntismo americano de 1810 ya que
eran conocidas por todas las elites indias.
Otro integrante de la junta era Dámaso Antonio Larrañaga, quien, al igual que Lucas Obes,
entendía la formación de la junta de Montevideo como el resultado natural de la reasunción
de la soberanía. La vacancia del trono había devuelto a los “cuerpos morales” que eran las
ciudades (pueblos) sus derechos primitivos.
La junta gubernativa de Montevideo no albergaba intenciones independentistas, en todos sus
documentos manifiesta fidelidad a Fernando VII. Según José Claudio Williman y Carlos Panizza
Pons Dio origen a una escisión rioplatense y significo el rechazo de la dependencia
administrativa y política de Montevideo con respecto a buenos Aires, que obstaculizaba su
desarrollo especialmente comercial. Elio autorizo el tráfico con los ingleses. La junta sentó con
su creación, funcionamiento y fundamentación, un precedente importante para la instalación
en 1810 de la junta de Mayo. Alentó la participación política más amplia de comerciantes,
clérigos, militares y abogados. Favoreció al quedar toda la Banda Oriental por primera vez bajo
jurisdicción de Montevideo, su tendencia autonomista.
Por todo esto no podía ubicarse como precursora de la revolución rioplatense sino como una
reacción de parte de la elite colonial ante la crisis reinante.
Según Ana Frega “La junta montevideana al erigirse en oposición a la capital virreinal, expreso
marcadas tensiones localistas y una abierta competencia por mayores privilegios, aunque
también fue concebida por algunos como una expresión de la reasunción de derechos
soberanos. Es esta faceta del movimiento la que ha resultado la historiografía nacionalista, al
interpretar el localismo “montevideano” como sentimiento nacional, sin tener en cuenta, entre
otros elementos relevantes, que los particularismos suelen cobrar su significado en la
pertenencia a una unidad política mayor. Proponer la “soberanía del pueblo” (o de los pueblos)
como fuente de legitimidad implicaba la autonomía respecto a otros centros de poder en la
resolución de los conflictos locales, independientemente del mantenimiento de lazos de unión o
el reconocimiento de una autoridad central. Estas tensiones resurgirían con mayor fuerza en el
proceso de reestructuración revolucionaria regional”.

OTROS MOVIMIENTOS JUNTISTAS:


El 1 de enero de 1809 se da un intento Juntista en Buenos Aires, encabezado por Alzaga
(alcalde de primer voto del Cabildo) y Mariano Moreno. Buscaba la caída de Liniers y la
sustitución de su autoridad por una junta, mediante un golpe armado, contando con apoyo de
tropas españolas. El golpe se había preparado para el 17 de octubre de 1808 pero se vio
frustrado, por lo que hacen un nuevo intento en enero de 1809. Los pretextos contra Liniers: el
casamiento de la hija de Liniers con un habitante de Buenos Aires (las leyes de indias disponían
que los virreyes y demás solo podían casar a sus hijas fuera del lugar donde gobernaban); la
designación de Bernardino Rivadavia como Alférez real2, que es rechazado por el cabildo; la
decisión de investir el 1 de enero como capitulares a los enemigos notorios del virrey. Puede
establecerse un paralelismo de intereses con los juntistas de Montevideo, pero esta
insubordinación es reprimida. La insubordinación política podía transformarse en subversión
social.

2
Tenía funciones mas honorificas que reales, tenía precedencia del regidor más antiguo. Tenía voz y
voto en las deliberaciones, y reemplazaba a los alcaldes ordinarios en caso de muerte o vacancia.
Constituía en los cabildos una especie de autoridad de consejo, y su opinión era indispensable en los
asuntos graves.
A mediados de 1809 se forma una junta en la Ciudad de La paz, que pareció confirmar esos
temores. Pero el virrey Cisneros en una operación militar conjunta con el Virrey de Perú se
encargo de la acción represiva que alcanzo dimensiones de suma crueldad.

CISNEROS ES DESIGNADO VIRREY DEL RIO DE LA PLATA:


La junta central gubernativa de acuerdo a lo planteado por los comisionados enviados, resolvió
nombrar a Elio inspector de tropas y a Baltasar Hidalgo de Cisneros (hasta entonces Capitán
general de Cartagena) Virrey. Llego el 30 de junio de 1809 a Montevideo (se disuelve junta de
Montevideo), y recién en julio a Buenos Aires, por miedo a una reacción porteña. Estaba en lo
cierto ya que los carlotinos buscaban proclamar a Carlota Joaquina, y otro grupo se oponía al
nombramiento de Cisneros, defendiendo a Liniers.
Liniers entrega el poder y se retira a Córdoba. Ni bien estuvo al mando Cisneros, comenzó a
tener conflictos con Elio.
Agosto de 1809 Cisneros reúne una junta de guerra para sacarle la jurisdicción a Elio.
Enero 1810 La junta central destituye a Elio.

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