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FACULTAD DE CIENCIA Y TECNOLOGIA

DEPARTAMENTO DE TEGNOLOGIA DE ALIMENTOS Y TEXTILES

INFORME DE INVESTIGACIÓN
“CONSECUENCIAS ALIMENTARIAS DEL MUNDO MODERNO”
ANTROPOLOGÍA ALIMENTARIA
asignatura

CATEDRATICO:
Lic. Kevin Fortín

PRESENTADO POR:
Uziel Antonio Gómez López 0801-1989-26301
Darlin Vanessa Flores 711-1996-00136
Fany Mariela Troches Torres 1516-1998-00054
Melissa Argentina Soto
Jonnys Xavier Hernández Guevara 1701-1991-01769

4/04/2018
I. Introducción

El presente informe detalla de forma específica la consecuencias alimentarias del mundo moderno, el
cual tenía como finalidad dar a entender y comprender una alimentación primordial el cual tiene como
finalidad un mejor manejo y muestra sobre los problemas que hoy en día afecta a la humanidad y cual
no tienen mucha información sobre el consumo de alimentos saludables y de nutrientes que nuestro
cuerpo necesita un buen crecimiento sano y saludable.
II. Marco Conceptual
III. Marco Teórico

Consecuencias alimentarias del mundo moderno.


En muy pocos años, la seguridad alimentaria ha pasado a ocupar cada vez más espacios en la vida de

todos los ciudadanos de los países desarrollados y se ha convertido en una de las pesadillas de los

grandes países exportadores de alimentos, condiciona el comercio internacional, determina la

competitividad de unos u otros sistemas productivos, ha dado lugar a la creación de las Agencias de

Seguridad Alimentaria, surge en las tertulias periodísticas y condiciona las formas de producir

alimentos. Pero, ¿realmente de qué hablamos cuando lo hacemos de seguridad alimentaria? ¿Qué efectos

tiene en la agricultura y en el resto de la cadena alimentaria? ¿Cómo se percibe en la sociedad la

seguridad alimentaria y el riesgo consecuente de la inseguridad? A dar respuestas a estas y otras

preguntas similares se destinan estas reflexiones, que lógicamente no son las únicas posibles. Como en

todos los temas de gran calado, la visión de este problema es distinta para cada colectivo, dando origen a

distintas percepciones. En la medida en que se ha convertido en un tema mediático de primera fila, los

tópicos en torno a él se han disparado y pueden llegar a distorsionar sus efectos reales.

En primer lugar, la seguridad alimentaria tiene un significado distinto en los países desarrollados y en el

tercer mundo. Mientras en los primeros, entre ellos el nuestro, está relacionado con la salubridad e

inocuidad de los alimentos, en los segundos se refiere a la disponibilidad de la cantidad y cualidad

suficiente de alimentos necesarios para la vida humana; la seguridad alimentaria para la mayor parte de

los habitantes del mundo es el objetivo de la lucha contra el hambre. Este es, también, el sentido en el

que la FAO aborda el problema de la seguridad alimentaria y el objetivo de los diversos programas y

proyectos puestos en marcha con mayor o menor acierto y consenso. Sin embargo, también en los países

en desarrollo la inocuidad de los alimentos es un problema, aunque quede en un segundo plano frente a
la magnitud de la tragedia del hambre; por eso la FAO tiene una línea de trabajo abierta en esa dirección

y, en última instancia, es la referencia mundial en lo que se refiere a las normas alimentarias.

El origen de esta confusión, en nuestro país, en torno al concepto de seguridad alimentaria está en una

mala traducción del inglés, pero en la terminología mundial hay una neta distinción entre la salubridad e

inocuidad de los alimentos, que es el concepto al que se refiere este escrito, y la seguridad alimentaria

entendida como la disposición de alimentos suficientes para la vida humana. La enorme diferencia en la

situación de los países frente a la alimentación da lugar a situaciones paradójicas, que son sólo la

manifestación de las grandes diferencias. Por ejemplo, algunos de los países más azotados por el hambre

solicitaron la carne de vacuno que la Unión Europea destruyó hace unos años con motivo de la crisis de

las “vacas locas”. Realmente, tan sorprendente como este hecho debería resultarnos el contraste entre las

terribles imágenes del hambre en los documentales emitidos por cualquier televisión y la publicidad de

alimentos sofisticados y superfluos que se ponen a continuación; pero la banalización de las tragedias de

los habitantes de países que no forman parte de nuestro primer mundo, provoca que los observemos

como algo absolutamente ajeno que sólo afecta a “los otros”, no a nuestra pequeña tribu desarrollada.

El sistema alimentario moderno.

Seguimos examinando las consecuencias de la globalización y el neoliberalismo sobre la Seguridad

Alimentaria. Otro de sus aspectos es el cambio cultural que acompaña al proceso de industrialización y

urbanización que, por medios sutiles, impone un modelo de alimentación “hegemónico” que empobrece

la diversidad cultural de los pueblos. La nueva dieta, masificada al gusto norteamericano, consigue

efectos psicosociales como la aculturación, pérdida de identidad y de autosuficiencia, además de


acentuar la creciente dependencia alimentaria global a través de las importaciones.

El nuevo sistema alimentario se desarrolló en los países industrializados en los años 50-60 junto con el

consumo de masas, la incorporación masiva de las mujeres al mercado laboral y la Revolución Verde,

contando con la importación de materias primas procedentes de países del Sur. Otro elemento

importante que lo ha hecho posible ha sido la popularización de los electrodomésticos “blancos” como

frigoríficos, congeladores, cocinas a gas y hornos microondas.

A grandes rasgos, esta dieta se caracteriza por contener alimentos muy procesados, con predominio del

grupo de los hidratos de carbono y dentro de estos, los cereales refinados; también una elevada

proporción de proteínas, sobre todo carnes (con preferencia por la de vacuno), huevos y lácteos, y en

mucha menor proporción, frutas frescas y verduras. Esta viene a ser la dieta adoptada por las clases

medias urbanas en América Latina. Entre las clases populares se encuentran algunos elementos de este

tipo de dieta, pero con una mayor proporción de calorías “vacías” procedentes de alimentos muy

elaborados con mucha carga calórica pero pobres en nutrientes como los dulces y los refrescos

carbonatados, otros rasgos de la dieta popular son la escasa presencia de alimentos del grupo de las

proteínas y una relativa abundancia de alimentos tradicionales y frutas frescas.

El impacto de este sistema de alimentación en América Latina también puede comprobarse en el uso del

suelo agrícola. A la vez que aumenta la población campesina sin tierra se abandonan las pequeñas y

medianas propiedades y se observa que buena parte de las tierras de cultivo se dedican a la siembra de

plantas forrajeras que son exportadas para alimentar el ganado europeo, o a frutas y hortalizas “de

invierno” destinadas al mercado de los Estados Unidos. Grandes extensiones de bosque tropical han sido
taladas para introducir pastizales dedicados al engorde de reses vacunas que se convertirán en

hamburguesas y piezas de carne congelada.

La crisis agraria implica una crisis en la alimentación que también afecta a las mayorías urbanas de los

países en vías de desarrollo, entre cuyas necesidades básicas hay que contar con una alimentación a bajo

coste.

Pese a la aparente homogeneidad, las asimetrías entre ricos y pobres también se acentúan en la calidad y

cantidad de la dieta: la población del Norte destina un presupuesto para alimentación correspondiente al

30% de sus ingresos y son frecuentes enfermedades derivadas del consumo excesivo y/o desequilibrado

de determinados alimentos, como la obesidad, la diabetes o determinadas dolencias cardiovasculares que

constituye un serio problema de salud pública. Mientras que las familias pobres de los países del Sur

destinan el 70% de sus escasos recursos a adquirir alimentos y no alcanzan un nivel de consumo diario

de 3.000 calorías lo cual a su vez ocasiona enfermedades carenciales a menudo irreversibles y retrasos

en el desarrollo y el crecimiento.

Hoy en día se ha perdido el arte de alimentarse por el abuso de comer, porque no es lo mismo comer que

alimentarse y por desgracia muchos padres se preocupan más por que coman que se alimenten sus hijos.

La alimentación moderna se preocupa más por un bolsillo lleno de dinero que por nuestra salud,

permitiendo a las grandes industrias alimentarias que introduzcan en sus productos alimenticios

productos químicos causantes de muchas enfermedades, tóxicos como los colorantes, los conservantes,

el aspartamo… lo más preocupante es que se permite y se promociona para los más pequeños.
La alimentación ha sido primordial y seguirá siéndolo para nuestra supervivencia, el oxígeno forma

parte de nuestra nutrición celular, es la combustión que necesita nuestro cuerpo para funcionar

(mitocondrias), el cual también se está destruyendo su calidad, por la industrialización, tanto por la

polución atmosférica como por la contaminación de nuestros mares, y con ello la de nuestros peces y

fauna marina.

Las consecuencias de mal nutrirse pueden afectar al tracto digestivo (aparato digestivo) van íntimamente

relacionadas con llevar una alimentación pésima en nutrientes, como también la calidad de nuestros

pensamientos (miedo, estrés) ya que pueden provocar una ulcera estomacal de estrés.

Los pensamientos negativos relacionados con el miedo o el estrés, estimulan las glándulas suprarrenales,

las cuales segregan hormonas (antiinflamatorias) que afectan a las paredes intestinales, nuestro

estomago segrega células inflamatorias para protegerse del ácido clorhídrico, la ulcera de estrés se forma

por el estrés mantenido durante un largo periodo de tiempo o una noticia muy desagradable.
IV. Conclusiones

 Hoy en día se ha perdido el arte de alimentarse bien por el abuso excesivo de comer en exceso,

porque no es lo mismo comer que alimentarse.

 La alimentación debe de ser primordial y seguirá siéndolo para un buen crecimiento y una buena

alimentación para que nuestro cuerpo crezca fuerte y sanamente.

 Se debe mantener una buena alimentación sostenible y que no afecte a nuestra naturaleza ya que es

la que suministra los recursos importantes para nuestra supervivencia.

 La alimentación moderna se preocupa más por un bolsillo lleno de dinero que por la salud de uno

mismo, ya que consumimos alimentos dañinos para nuestro organismo.

 La alimentación moderna es la razón principal por lo que muchas personas en el mundo estén más

gordas y nos enfermemos con mucha frecuencia.

 Debemos cambiar nuestros métodos de alimentación ya que consumimos más grasas y carbohidratos

que nutrientes.
 Alimentarse es una parte del abuso a comer en exceso no es lo mismo comer que alimentarse ya que

comemos hasta sentirnos llenos y no es la alimentación adecuada.

 La alimentación moderna es la causante de muchas enfermedades, sobre todo en el exceso de

azucares y grasas por lo cual hace tambalear nuestra salud.


V. Reflexiones

Con el fin de aumentar consecuencias duraderas para modernizar la seguridad alimentaria y la nutrición,

es necesario poner en marcha política y programas reforzados que se dirijan a fomentar y fortalecer la

resiliencia antes las crisis y factores de tensión.

Hace unos años atrás nuestros antepasados no sufrían enfermedades como la diabetes, obesidad, etc.

Pero se sabe que su dieta era muy distinta a la de la actualidad, su alimentación se basaba en vegetales,

carnes de animales de monte, y frutos secos y los métodos de cohesión que usaban era al vapor y asaban

sus alimentos en fogatas, no usaban tantas grasas en sus comidas, no existía lo que ahora sé conoce

como comidas rápidas o chatarra.

Hoy en día se ha perdido el arte de alimentarse por el abuso de comer, porque no es lo mismo comer que

alimentarse y por desgracia muchos padres se preocupan más por que coman que se alimenten sus hijos.

Las consecuencias de mal nutrirse pueden afectar al tracto digestivo (aparato digestivo) van íntimamente

relacionadas con llevar una alimentación pésima en nutrientes, como también la calidad de nuestros

pensamientos (miedo, estrés) ya que pueden provocar una ulcera estomacal de estrés
Esa falta constatada sobre el peligro de algunos alimentos saturados con azucares y grasas es una de las

lecciones aprendidas en el mundo moderno de la alimentación.

La idea de integrar conocimiento sobre los riesgos de la alimentación moderna y de la vida cotidiana en

la gestión de riesgo alimentario es fundamental.


VI. Bibliografía
(Ortiz-Hernández, 2013)
(http://www.upa.es/_clt/lt_cuadernos_1/pag_012-023_sistema.pdf, S.F)
(Centro de Estudio de Desarrolo Huquisaca, Institutos de Estudios Politicos para America Latina y
Africa , s.f.)

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