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Hay que reconocer que los avatares de los últimos tiempos han convulsionado bastante la vida de las
sociedades que componen el grupo económico gestado a partir de aquel proyecto de barrio de Juan,
Pedro y Santiago. En los hechos, casi toda su actividad profesional se ha ceñido últimamente a la demanda
de estos clientes.
Y, a decir verdad, entre el Departamento de Legales –sobrepasado por las circunstancias, está de más
decirlo– y los Señores Gerentes no le han dado tregua. Había sido fructífero su receso, pero parecería
haber llegado la hora para tomarse unas largas y reposadas vacaciones.
Lamentablemente, todavía falta. Poco, pero falta... Así que mejor tomar las cosas con filosofía, apelando
a la serenidad que siempre lo ha caracterizado. Con la parva de papeles en mano, se dispone a analizar
los antecedentes del caso, que aparentan ser bastante extraños...
De pronto, un movimiento abrupto e involuntario –cual película cómica, pero sólo en el cine– hace
trastabillar la carpeta con el "papelerío" en análisis... Lisa y llanamente, está todo desparramado por el
suelo. ¡Todavía no puede creerlo! No le quedará otra que ponerse a ordenar...
Misión cumplida. Bah, Iniciada... Con paciencia, recorre uno y otro los instrumentos que le fueron
consignados. ¡No puede evitar agarrarse la cabeza, ya sabe lo que le depara! Sin desmedro de la estrategia
legal que diseñará en función del caso concreto, las disposiciones vigentes en materia cambiaria, sus
acabados conocimientos, la experiencia adquirida a lo largo de los años, resuelve leer en primera instancia
el memorándum remitido por uno de los gerentes y la carta adjunta a éste.
Está claro que en nada incidirá respecto de las acciones legales o medidas técnicas a adoptar, pero
seguramente lo llamará en el curso del día o mañana y deberá evacuar sus inquietudes. Todavía no puede
averiguar de quién se trata; la rúbrica de este gerente es literalmente "ilegible". Quiere suponer, por el
contenido que avizora, que no se trata de ninguno de los integrantes del Departamento de Legales... La
identidad del firmante lo inquieta sobremanera; el léxico familiar también lo lleva a asumir que es uno de
sus amigos-gerentes.
El tenor de la carta, en parte correlativo al citado memorándum, dice esencialmente: "...Esta vez creo que
estamos muertos. Ni siquiera podemos ampararnos en el ritmo acelerado y caótico de estos meses. Hace
dos o tres noches que no duermo. No podríamos haber obrado con mayor negligencia. Realmente se nos
pasó todo por alto, para qué dar vueltas... Ya transcurrieron los seis meses, omitimos efectuar esa
protesta –de la que algún día se habló– por falta de pago, se traspapelaron las órdenes de trabajo que
motivaron su libramiento, parece que se deudor habría mudado y nuestra base de datos estaría
desactualizada. ¡No quedó ni media pendiente! Sé que el Derecho está compuesto de normas, no de
fórmulas mágicas. Aunque no queda otra alternativa que ésta. Como siempre, me encarezco a tu
sapiencia, tu don de gentes, tu paciencia y capacidad para emprender misiones de las más complejas.
Desde ya, gracias, y me mantendré en contacto al margen de mi porvenir".
La preocupación por el estado emocional del suscrito lo abruma; pero deberá dejarla de lado hasta tanto
tenga una idea más clara del panorama para delinear los pasos a seguir. Con mayor razón, pretende
indagar qué amigo-gerente envió junto con las copias de los documentos aquellas palabras con "sabor" a
despedida... Consciente de que nada podrá solucionar sin revelar su identidad, nuevamente procura
disociarse del agobiante contexto subjetivo para adentrarse en la sustancia de la cuestión.
Prolijamente, separa cada uno de los documentos para barajar las alternativas que estime viables o
pertinentes. Ahora que ha podido examinarlos minuciosamente, respira hondo e inclusive sonríe. Las
paradojas de la profesión... de la vida, más precisamente. Si bien el desorden que invoca el desconocido
o no reconocido gerente emerge incontrovertible, la tragedia parece desvanecerse... ¡No era para tanto!
"¡Pobre tipo!", en voz alta piensa... En eso – ¿habrá sido el destino?– suena el teléfono e intuitivamente
espera la llamada del gerente. Efectivamente, era él. Pero usted no alcanzó a atenderlo y el mensaje
quedó grabado en el contestador. Cuando venga su secretaria lo pondrá en funcionamiento y podrá
contestar el llamado al preocupado gerente.
Entretanto, aprovecha la tranquilidad de la siesta veraniega y con minuciosidad estudia nuevamente la
copia de todos los cheques impagos que sigilosamente llegaron a su estudio jurídico. Está claro que,
llegado cierto punto, deberá contar con los títulos originales; por el momento puede manejarse sin
dificultad porque las copias son de excelente calidad. En efecto, hasta que llegue su secretaria –quien lo
comunicará con el angustiado remitente–, procederá a efectuar lo siguiente:
1. Dirigirá nota al Departamento de Legales, con copia a Juan, Pedro, Santiago y el
misterioso gerente, dando cuenta de las medidas que deberán adoptarse para procurar
el cobro de la acreencia o de la suma de dinero literalmente inserta en los documentos.
En virtud de las inquietudes planteadas formal e informalmente –en misiva adjunta–
esclarecerá la situación en que la sociedad del grupo se encuentra. Indicará la
consecuencia y/o relevancia del aducido transcurso del término de seis meses, de la
carencia del "protesto" y de las órdenes de trabajo correlativas a fin de apaciguar los
ánimos de los destinatarios. Sin embargo, resaltará que las pretensiones cambiarias
deberán iniciarse a la brevedad, brindando acabado fundamento y señalando la vía más
conveniente frente al supuesto de hecho.
Cabe destacar también, que la importancia que tiene el protesto radica en que impide
la caducidad de las acciones cambiarias de regreso. En este caso, pido que se tenga en
cuenta sobre las cláusulas facultativas o sin protesto, ya que estas liberan al acreedor,
es decir, a la empresa de la necesidad de presentar el protesto por falta de pago o
aceptación.
Sr. gerente, a fines de darle tranquilidad paso a explicarle algunos aspectos que deberá
tener presente de ahora en adelante: El cheque es un instrumento que tiene
implicancias legales como requisitos formales, fecha y lugar de emisión y pago, firma del
librador, orden y endosos, que no pueden dar lugar a error alguno. Entre la fecha de
libramiento y pago (en el caso del cheque de pago diferido), debe haber no más de 360
días y luego de la fecha de pago, tenemos 30 días para hacerlo efectivo. Debe estar
endosado por quien está la orden o en su caso endosado por un tercero en cadena de
endosos, aunque si al nombre del titular de la orden le sigue la leyenda "no a la orden"
solo él podrá cobrarlo. En el caso del cheque cruzado, solo se puede presentar mediante
depósito en cuenta del titular de la orden o endosante en los casos que no se
especifique.
Por otro lado, comparando con otros títulos, el cheque de pago diferido tiene una
estructura crediticia similar a la del pagaré ya que tiene una promesa unilateral de pagar
aunque el pago no lo hace el titular. También, en esta se incorpora como obligado
cambiario el girado al firmar el título como aceptante, es decir se parece más al pagaré
que a la letra, aunque se aproxima tanto a la letra como al pagaré más que al cheque
común, cuya similitud radica en la forma de pago por medio del sistema financiero.
Es importante que sepa usted, la diferencia entre cheque común y de pago diferido, ya
que el primero, es la misma orden de pago librada contra el banco, pagable a la vista a
diferencia del segundo que es una orden de pago librada a fecha determinada posterior
a la de su libramiento.
Por último para ir finalizando, podrá tener algunas vías posibles para encuadrar las
acciones que pueda tener ante una deuda cambiaria. Por un lado el Art. 60 de la
ordenanza 5965/63 que expresa que los títulos debidamente protestados se constituye
en títulos ejecutivos para accionar por el importe de capital y accesorios. También existe
la posibilidad de ejercer una acción cambiaria de regreso contra el librador de la letra,
endosantes y avalistas, y contra los endosantes del pagaré y sus avalistas, aunque
deberá tomarlo en cuenta al artículo 57 ya que este, impide el ejercicio de la acción de
regreso al portador del título que omitiera presentar el documento para su pago, aun
cuando lleva la cláusula "sin protesto".
En suma, la norma es clara y precisa, por lo que para accionar con un cheque se requiere
como primera y esencial medida, haber presentado el cheque al cobro en término y
como lo dice el mismo decreto y repite la ley de cheque 24.452 ya que en caso de
presentación tardía, perjudica no solamente la acción ejecutiva sino que también opera
la caducidad total del documento y de la operación cambiaria.
Con el objeto de acelerar los tiempos remito nota copia fiel de la presente, a los Sres.
Juan, Pedro, Santiago y al Sr. Gerente que me ha enviado oportunamente esta
información.
Espero que esta nota le sea de utilidad. Estoy a su disposición ante cualquiera duda o
inquietud.
Saludos cordiales, SORIA DIANELA.
2. Elaborará el correspondiente instructivo para que, tanto en Legales como en
Administración, remitan, en original, todos los instrumentos necesarios para la
promoción de las acciones legales correspondientes y determinen con precisión técnica
la suma que representan los conceptos que serán objeto del reclamo judicial, los que en
sustancia Ud. remarcará. Por lo expuesto en el acápite anterior, indicará los motivos por
los cuales no deberá contar, a los efectos de las acciones legales, con cierta
documentación a la que se hizo alusión y que presumiblemente se habría extraviado.
Por la presente, solicito por su intermedio, se remitan a mi estudio a la brevedad, los originales
de los cheques, los cuales serán objeto de acciones legales para el cobro de los mismos por vía
ejecutiva, siendo de carácter importante, contar con los originales de dichos cheques ya que de
estos, surtirá la fecha de intervención del Banco, con el respectivo sello que nos informa el
motivo de la falta de pago.
Es de suma relevancia, tener en cuenta respecto a la posesión del documento, que según la ley
cambiaria, la misma es habilitante para ejercer el derecho de que el poseedor sea o no titular
del mismo, es por eso, que el titular del derecho que no posee el documento, no puede ejercerlo.
Por otro lado, cabe mencionar que si los cheques son a la orden se requiere la documentación
de la transferencia mediante el endoso que debe estar inserto en el título, ya que la tradición
del cheque de forma independiente no es suficiente. Lo más importante a tener en cuenta es la
solidaridad, pues todos los endosantes que intervienen en la circulación de los títulos cambiarios
quedan solidariamente obligados con relación al poseedor de la acreencia.
Para ir concluyendo, pido que determinen respecto de cada título los conceptos que detallo a
continuación, los que serán objeto de demanda. Por lo tanto solicito:
El importe no pagado de cada cheque aclarado en letras y números para evitar errores;
Los intereses al tipo bancario corriente en el lugar del pago, a partir del día de la presentación
al cobro y;
Detalle de los gastos
En relación a los trabajos extraviados, no se debe demostrar la causa u origen de las acreencias,
ya que nos basta para verificar el crédito, la posesión del cheque y la legitimización para su
cobro, esto se justifica mediante el carácter de abstracción.
Por último, solicito copia de acta de directorio donde se aprueben los poderes a los
representantes legales para poder ejercer el mandato ante Tribunales.
Quedando a su disposición ante cualquier inquietud.
Saludo a Ud. muy atentamente.
3. Asimismo, indicará por separado lo que hubiera ocurrido de configurarse las
circunstancias narradas en el memorándum y en la misiva –inactividad transcurrido el
plazo de seis meses, formalización del protesto por falta de pago, extravío de las órdenes
de trabajo– respecto de otros títulos de crédito como el pagaré y la letra de cambio.
Habrá de tener especial consideración en cuanto a los efectos que podrían haberse
derivado de algunas cláusulas de mención facultativa con relación a estos últimos
documentos.
En primer lugar debemos dar el concepto de LETRA DE CAMBIO que es "el título de crédito o de
valor formal y completo que contiene una orden incondicionada y abstracta de hacer pagar a su
vencimiento al tomador o a su orden una suma de dinero en un lugar determinado, vinculando
solidariamente a todos los que en ella intervienen”.
Por su parte, el PAGARÉ es el título valor formal y completo que contiene una promesa
incondicionada y abstracta de pagar una suma determinada de dinero, a su vencimiento y que
vincula solidariamente a sus firmantes.
En la letra de cambio, existe la promesa del librador de hacer pagar a un tercero (girado), en
cambio el pagaré contiene una promesa de pago por parte del propio suscriptor.
En los dos instrumentos intervienen como mínimo tres personas, el librador o creador del
documento, el tomador o acreedor cambiario y el girado que es el principal obligado al pago.
Además, debemos destacar que se utiliza la cláusula “sin protesto” como cláusula facultativa.
Sabemos que el protesto es un acto tendiente a constatar una situación cambiaria no satisfecha
correctamente, aunque se limita, normalmente, su alcance a la constatación de la falta de
aceptación o falta de pago. Este acto, del que estamos hablando, formal y auténtico por sus
características, es realizado por un notario a pedido del portador del documento respectivo, que
tiene como fin constatar un evento acaecido y previsto por la ley.
El artículo 50 del decreto ley 5965/63 establece que: “El librador, el endosante o el avalista
pueden, por medio de la cláusula "retorno sin gastos" o "sin protesto" o cualquiera otra
equivalente, dispensar al portador de formalizar el protesto por falta de aceptación o de pago
para ejercer la acción regresiva. Cuando la cláusula integre el texto impreso de la letra de
cambio, será suficiente la firma de ésta por el librador; cuando se la inserte manuscrita o por
otro medio, se requerirá que la cláusula sea especialmente firmada, sin perjuicio de la firma de
creación de la letra de cambio.
En las condiciones indicadas precedentemente, la letra de cambio es título ejecutivo hábil sin
necesidad de protesto en los términos del artículo 60.
Si la cláusula hubiese sido insertada por el librador, produce sus efectos con relación a todos los
firmantes; si hubiese sido insertada por cualquier otro firmante, produce sus efectos sólo
respecto de éste.
Esta cláusula no libera al portador de la obligación de presentar la letra de cambio en los
términos prescriptos ni de dar los avisos. La prueba de la inobservancia de los términos incumbe
a quien la invoca contra el portador. Obstante la cláusula insertada por el librador, el portador
formalizare el protesto, los gastos quedan a su cargo. Cuando la cláusula se inserte por cualquier
otro firmante, los gastos de protesto pueden repetirse contra todos los obligados.” Por lo cual,
si los títulos fueran la letra de cambio o pagaré, no hubiera correspondido protestarla.
En relación al plazo de los 6 meses, de acuerdo al artículo 96: “Toda acción emergente de la letra
de cambio contra el aceptante se prescribe a los tres años, contados desde la fecha del
vencimiento. La acción del portador contra los endosantes y contra el librador se prescribe al
año, contado desde la fecha del protesto formalizado en tiempo útil o desde el día del
vencimiento, si la letra contuviese la cláusula "sin gastos". En los casos de protesto mediante
notificación postal a cargo de un banco se considerará como fecha de protesto, a los efectos a
los efectos del cómputo de la prescripción, la de la recepción de la notificación postal por el
requerido o, en su caso, la de la constancia de la devolución de la pieza por el correo.
La acción del endosante que reembolsó el importe de la letra de cambio o que ha sido
demandado por acción de regreso, contra los otros endosantes y contra el librador se prescribe
a los seis (6) meses, contados desde el día en que el endosante pagó o desde aquel en que se le
notificó la demanda.
La acción de enriquecimiento se prescribe al año, contado desde el día en que se perdió la acción
cambiaria”. Por lo tanto no existirían inconvenientes por el paso del tiempo transcurrido.
Finalmente, conforme a lo expresado con respecto el extravió de las órdenes de pago, algunos
caracteres de los títulos cambiarios (la abstracción, la independencia, entre otros) nos indican
que esa situación no tiene trascendencia a los fines de iniciar las debidas acciones cambiarias,
no afectaría la gestión judicial por vía ejecutiva.
Formas de libramiento:
a) A favor de persona determinada: cheque librado a la orden de una persona
determinada, que puede ser trasmitido por ésta mediante el endoso o la cesión de
créditos.
b) No a la orden: cheque librado a favor de una persona determinada, que no puede ser
trasmitido sino por la vía de la cesión de créditos.
c) Al portador: cheque que contiene la mención “al portador”, lo que significa que la
tradición y la transmisión de su titularidad operarán con la entrega del documento.
d) No negociable: el librador o el portador de un cheque, pueden insertar en el anverso
la expresión "no negociable". Esto significa que quien recibe el cheque no tiene, ni
puede transmitir más derechos sobre el mismo, que los que tenía quien lo entregó.
e) Cruzado: cheque que cuenta con dos barras paralelas en el extremo superior
izquierdo y que supone que el pago será atendido por intermedio de una institución
financiera.
f) Imputado: frecuentemente utilizado para erogaciones a distancia, destinado a
asegurar la imputación del pago a una obligación determinada.
g) Para acreditar en cuenta: siempre habrá de depositarse en una cuenta bancaria y
contiene incorporada la cláusula “para acreditar en cuenta”.
Requisitos formales:
a) Cheque común, se encuentra articulada en el segundo de la ley 24452. La misma
establece como requisitos los siguientes: Denominación "cheque" inserta en su texto,
en el idioma empleado para su redacción; Número de orden impreso en el cuerpo del
cheque; Indicación del lugar y de la fecha de creación; Nombre de la entidad financiera
girada y el domicilio de pago; Orden pura y simple de pagar una suma determinada de
dinero, expresada en letras y números, especificando la clase de moneda y; firma del
librador.
Su principal diferencia con la letra de cambio y el pagaré radica en que éstos contienen
una orden de pago a una persona concreta designada en el documento, mientras que
en el cheque la orden de pago va dirigida a un banco o entidad de crédito, que, teniendo
fondos disponibles del librador, debe hacerla efectiva a favor del tenedor legítimo del
título valor.
Por tanto, en el caso de la letra de cambio y el pagaré, puede intentarse la acción directa
contra el aceptante de la letra o del suscriptor o librador del pagare y de sus respectivos
avalistas, y la acción de regreso contra el librador de la letra, los endosantes y avalistas
de la letra o pagare. En el caso del cheque, la pretensión que puede ejercer el portador
es la acción de regreso en contra de todos los obligados cambiarios (librador,
endosantes y avalistas) ya que no existe obligado directo en el cheque común y de pago
diferido, porque la orden de pago está dirigida en contra de un sujeto (entidad financiera
o girada) que no reviste la calidad de obligado caratular.