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 q.

1 Prologo introducción

Sobre la fe se han de considerar 4 cosas:

1. de ipsa fidei
2. de donis intellectus et scientiae sibi correspondentibus
3. de los vicios opuestos
4. de praeceptis ad hanc vitutem pertinentibus

Comenzando por 1. De ipsa fidei, en esto debemos considerar tres cosas:

a. el objeto (10 art.),


b. el acto
c. el hábito de la fe

Acerca del objeto de la fe (q.1) se indagan diez cosas:

1. si el objeto de la fe es la verdad primera. Sed contra (Dionisio): fides est circa simplicem et semper
existentem veritatem. Responde: si consideramos la razón formal del objeto de la fe no es más que la
Verdad Primera. Pero si consideramos la razón material del objeto de la fe por las cuales asentimos,
no solo es la Verdad Primera (Dios), sino también multa alia. Que no caen bajo el asentimiento de la
fe sino en cuanto se ordenan de algún modo a Dios. Y por consiguiente estos también son parte del
objeto de la fe, en cuanto nada cae bajo la fe sino en cuanto se ordena a Dios.

Ob.1. arece que el objeto de la fe es lo que se nos propone para creer. Pues bien, se nos propone para
creer no sólo lo que pertenece a la divinidad, como es la verdad primera, sino también lo concerniente
a la humanidad de Cristo, los sacramentos de la Iglesia y la creación. Por lo tanto, el objeto de la fe no
es solamente la verdad primera. Ad primum. Las verdades que se refieren a la humanidad de Cristo y
a los sacramentos de la Iglesia o a cualquiera otra criatura caen bajo la fe en cuanto que nos ordenan
a Dios. También a ellas les prestamos nuestro asentimiento en nombre de la verdad divina.

2. Si el objeto de la fe es algo complejo (complexus) unido por modo de enunciados. El objeto de la


fe puede ser considerado de dos modos:

a. por parte de la realidad que se han de creer; y así el objeto de la fe es algo incomplexus
(desunido), a saber aquellas mismas cosas de las cuales se ha de tener fe.
b. Por parte del que cree; desde esta perspectiva el objeto de la fe es algo complexus (complejo
– unido) per modum enuntiabilis.

Ob.2 la exposición de la fe está contenida en el símbolo. Pero en el symbolo se ponen enunciados, sino
la realidad: no se die allí que: Dios sea omnipotente, sino Ceo en Dios omnipotente. Por consiguiente
el objeto de la fe no son los enunciados sino la realidad. Ad secundum. En el symbolo se contienen
aquellas cosas acerca de la fe en las cuales termina el acto del creyente. Pero el acto del creyente no
termina en el encunciado, sino en la realidad: puesto que no formamos enunciados sino para que por
medio de ellos tengamos conocimiento de las cosas; así como sucede en la ciencia, del mismo modo
en la fe.

3. Puede recaer la fe sobre algo falso.1 Nada puede caer bajo la fe si no está bajo la Verdad Primera,
bajo la cual no puede haber nada falso, así como no-ente no puede estar contenido en la razón de

1
Este artículo encierra dos cosas, señala Billuart:
ente, y lo malo bajo lo bueno, la fe no puede contener bajo sí lo malo. Ya que ninguna virtud que
perfecciona al intelecto se tiene para lo falso en cuanto que lo falso es un mal.

4. Si el objeto de la fe puede ser algo que se vea. La fe es de lo que no se ve.

a. Si en Dios puede revelar algo falso, es decir: ¿puede Dios de potencia absoluta, por sí mismo o por
otro, revelar algo falso o mentir?
b. Si por parte del creyente se puede elicitamente creer con fe divina asentir algo falso, o creer algo
como verdadero y revelado por Dios, siendo que no es verdadero ni revelado por Dios.

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