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Instituto de Neuro Teología de PR, Inc

institutoneuroteologia.org

Teoría Neurocientífica
Que Establece El Rango De Principal Sentido Sensorial Al Proceso De
los Pensamientos En La Especie Humana.

Por: Dr. Héctor D. Colón Santiago, DMIN, MTH, MS, PG, BA.
Fundador, Director Científico y Teológico
Instituto de Neuro Teología de P.R. Inc.
hector2000@prtc.net, Cel. 787-487-3083
El sistema nervioso, es decir, cerebro y médula espinal, en esencia, permite que
el organismo humano mediante múltiples procesos fisiológicos –biológicos –
celulares, reciban, autogeneren y procesen una magnitud de estímulos, tanto a
nivel interno como externo, dando como resultado una enorme cantidad de
procesos de percepción los cuales podemos enumerar, definir y explicar. La
percepción es un proceso sumamente complejo, en todas las formas en que se
aborde, siempre suele relacionarse con procesos de orden superior a nivel del
cerebro. A nivel molecular y celular, está formada por la adición e integración de
un conjunto de sensaciones bio-eléctricas y bio-químicas, mediante el conocido
proceso de comunicación sináptica, es decir, la comunicación básica entre las
células nerviosas. Estas células son llamadas neuronas (65 variedad de neuronas)
y astrocitos (hay sobre 10 veces más astrocitos que neuronas). Pero que a su vez,
supone la intervención de otros procesos, como las memorias, las emociones, así
como el conjunto de experiencias previas del sujeto perceptor. Por todo ello, se
suele inferir que el proceso perceptivo es, una multi-actividad fisiológica,
molecular, celular, así como psicológica del cerebro humano. Y en nuestro
contexto, también una actividad del estricto orden espiritual.

Múltiples componentes de nuestro organismo tienen funciones propiamente

perceptivas. Estas propiedades perceptivas son estructural y funcionalmente
diversas, con sus correspondientes niveles de complejidad, propiedades físicas y
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biológicas. Las características de estos sistemas de percepción pueden ser

estudiadas mediante las estructuras, funciones, modalidad, intensidad, duración
y localización específica a nivel de todo el sistema nervioso. Una de las
características fundamentales de toda percepción, es que todos los estímulos,
independientemente desde donde se generen, los núcleos de relevo que usen, o
los procesos sinápticos implicados, siempre deben llegar a la corteza cerebral.

La percepción de todos los estímulos sensoriales o sensaciones, de alguna

manera estará limitada a la integración, codificación, interpretación y selección
que se hace a nivel de la corteza cerebral por parte del individuo. Al hablar de
limitación, nos referimos a asuntos del propio desarrollo de la persona, asuntos
externos del ambiente, cultura, educación, creencias y hasta la propia genética
particular subyacente de la persona. En este contexto nos referimos a que las
percepciones, nuestro cerebro las convierte en pensamientos y de allí las
limitaciones. Porque el límite a los pensamientos es impuesto por el propio
individuo, o su cultura, su contexto familiar, su educación, sus creencias o sus
preferencias normales de la vida. Otro limite del pensamiento son los prejuicios y
los estereotipos, es decir formas de pensar.

DUALIDAD DE LOS PENSAMIENTOS:

El proceso de los pensamientos se puede desglosar en dos procesos

fundamentales. Son dos procesos integrales e inclusivos además,
interdependientes. Se pueden comparar a una moneda de dos caras. Que al
mirarse por cualquiera de ellas, siempre reflejan una cualidad de ella. Por un
lado, los pensamientos son un proceso neurobiológico, electroquímico, material,
tangibles, fisiológico y molecular. Que tiene lugar a nivel de la corteza cerebral y
que está totalmente sujeta a procesos experimentales científicos.

Pero el proceso de los pensamientos, por otro lado, es una actividad abstracta,
inmaterial, intangibles, reflejos de la actividad electroquímica y espiritual. Que
tiene lugar a nivel de la corteza cerebral pero que no están sujetos a procesos
experimentales científicos. Sin embargo, es en el área de éstos procesos que se
deciden, definen y tienen lugar todos los asuntos que distinguen nuestra
humanidad. Es decir, lo que somos y porqué somos así. Y para esto, la ciencia
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todavía no tiene respuestas, pero sí millones de preguntas, las cuales pretenden

que se contesten mediante procesos experimentales correspondientes al primer
proceso.

FUNCIÓN DE LOS PENSAMIENTOS

La función de los pensamientos en la especie humana es que con ellos podemos

describir, analizar, considerar y darle significado a todas las percepciones
externas e internas tal como nos llegan. Discriminando y categorizando el
significado de forma preferente según el sentido más trascendental posible para
nuestras vidas. La percepción de las circunstancias es con lo que nuestro cerebro
trabaja y no con la realidad misma.

Los pensamientos son aquella entidad o función cerebral mediante la cual somos
capaces de darle coherencia, significado y sentido de trascendencia a todos los
procesos que se generan desde, y hacia el cerebro y, en consecuencia en la vida
entera. Una cualidad solemne de la función de los pensamientos es la de activar,
impulsar y guiar nuestras emociones, nuestras conductas y nuestras decisiones. Y
todo intento de comprender lo existente, presente, pasado y futuro es un
atributo exclusivo de la extraordinaria capacidad de pensar que solo se da en la
especie humana.

La utilidad de los pensamientos es proporcionarnos un entendimiento renovado

y claro que nos indique hacia dónde se dirige nuestra vida a corto, mediano y
largo plazo. Y en qué, nuestra vida se deberá convertir, tomando en cuenta el
impacto de todas las dificultades con que nos encontraremos. Mediante los
pensamientos podemos anticipar los desafíos y guiar las emociones para que
éstas contribuyan con toda clase de neurotransmisores necesarios que nos
animaran a llegar a las metas deseadas. Que tal un poco de adrenalina aquí (la
adrenalina es un neurotransmisor que nos permite reaccionar adecuadamente a
situaciones de estrés), un poco de dopamina allá, (la dopamina se relaciona con el
buen humor, iniciativa y motivación). Y, ocasionalmente un poco de serotonina
para darle balance a la vida (la serotonina produce calma, paciencia, control de
uno mismo, sociabilidad y humor estable.)
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A través de los pensamientos es que nacen las ideas específicas y claras que nos
indica donde estamos, que es lo que somos, pero de qué somos capaces. Y
podemos ver las dificultades como ocasión para nuevos aprendizajes, nuevo
entendimiento y como herramienta para reajustar las estrategias de nuestra vida.
Esto significa que, las necesidades que nos surjan siempre deben verse como
nuevas condiciones a superar y estimularnos a nuevas expectativas de la vida. No
olvidemos que seremos del tamaño de nuestros pensamientos.

En los pensamientos surge la distintiva inspiración que nos guía hacia la

obtención de la identidad propia. Podemos ser nosotros mismos y no ser lo que
los demás desean que seamos. Podemos ser tan importantes como estemos
dispuestos a serlo. Podemos establecer una cuota importante de compromiso
con nosotros mismos y hacernos cargo de ellos. Necesitamos un plan de acción
por escrito, que al seguirlo nos permita concretarlo. Y, donde podamos ver paso
a paso lo que estamos haciendo.

En resumen, nada puede determinar tanto nuestra individualidad y nuestra

identidad como la manera que pensamos. Tanto que la interacción y relación de
los múltiples pensamientos dan lugar al estado de autoconciencia, una cualidad
que es exclusiva de nuestra especie. Los pensamientos son el elemento
indispensable mediante el cual fluyen nuestros estados conscientes, son la vía
por donde transitan los estados inconscientes al consciente, ellos se nutren de las
cantidades industriales de memorias, de las magnitudes de emociones. Y son el
único vehículo por donde transitan todas nuestras ideas. Con ellos nos elevamos a
los asuntos del orden espiritual. Los pensamientos son la plataforma de los
asuntos del bien o el mal, de valores. Son el asiento de las culturas. Cuando nos
educamos, en realidad estamos educando nuestros pensamientos.

En resumen, la principal función del pensamiento es la de integrar de forma

coherente toda la información que recibimos y autogeneramos, tanto externa
como interna a nivel del cerebro, una vez la percibimos a nivel de la corteza
cerebral con sus respectivas e intrincadas áreas de localización. La corteza
cerebral, como entidad física y neurobiológica, nos garantiza mediante el
mecanismo de percepción que toda experiencia vivida, en todos los niveles y de
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cualquier naturaleza, abstracta-espiritual o física-tangible, y provenientes de

cualquier fuente u origen habrán de tener lugar, atención y consideración a nivel
de nuestro ser integrar. Nuestra especie humana ha venido con la garantía y el
diseño de esta suprema capacidad.

LOS PENSAMIENTOS EN SU FUNCIÓN BIOLÓGICA MATERIAL Y FUNCIÓN

ABSTRACTA INMATERIAL:

Pero, cómo se da esa traducción de percepción a pensamiento, cómo el cerebro

traduce y nos da esa singular capacidad. Primero, debemos definir qué son los
pensamientos a nivel neuro-fisiológico material. Los pensamientos en el sentido
neuro-fisiológico (cerebro) son un proceso neuro-biológico material, producto de
transmisiones sinápticas, mayormente bio-eléctricas, a través de redes
neuronales, las cuales generan un intenso proceso fisiológico a nivel de la corteza
cerebral en su intercomunicación con otras estructuras y núcleos funcionales del
cerebro, para finalmente producir percepción.

Pero los pensamientos tienen otra suprema singularidad, es que son procesos
puramente abstractos inmateriales. En el sentido filosófico-psicológico-teológico,
los pensamientos son una actividad cognitiva cerebral superior, que se da en el
estricto ámbito abstracto-inmaterial-mental-espiritual de carácter infinito, que le
da identidad, sentido y esencia a nuestra naturaleza humana de forma integral, y
que de manera trascendental le da congruencia y coherencia a nuestra realidad
interna y externa de forma individual, determinando y definiendo y dando
fundamento a nuestros procesos mentales, la personalidad, hábitos,
comportamientos, decisiones, lenguaje, cultura, creencias, inteligencia,
creatividad y relaciones.

Cómo armonizar la definición del pensamiento que es estrictamente biológica-

material con la definición del párrafo anterior que es estrictamente abstracta-
inmaterial. Nuestra teoría postula las siguientes premisas: Las percepciones
(procesos biológicos materiales) son pensamientos (procesos abstractos
inmateriales) y los pensamientos son percepciones. Nuestra teoría sostiene que
ambas actividades son una misma entidad con resultados duales. Y en
consecuencia, afirmamos que los pensamientos son el supremo resultado
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fisiológico del cerebro al convertir procesos puramente biológicos materiales en

procesos puramente abstractos inmateriales.

ESPIRITUALIDAD:

El proceso del pensamiento cobra especial consideración al ser nuestra única

cualidad que nos vincula y valida todos los asuntos de naturaleza espiritual. Por
ser una actividad totalmente abstracta en el cerebro, esta no tiene límites en
nuestros procesos biológicos de vida. Nuestra biología más bien refleja y
proyecta todo lo que ocurre al nivel de nuestra espiritualidad, y en consecuencia
en nuestros pensamientos. Lo que llamamos espíritu del ser humano es una
entidad que habita a nivel de nuestro cerebro, pero que se evidencia su
manifestación a través de los pensamientos. Lo que se decide y cree en el
pensamiento es lo que se transforma en asuntos reales en el resto de la vida. Si
existe un lugar que se puede atribuir como el lugar desde donde Dios se relaciona
con nosotros, ese lugar sin duda es en el pensamiento. No olvidemos que los
pensamientos son una actividad dual en nuestra especie, totalmente biológica
cerebral material y totalmente abstracta inmaterial. De ahí que cuando Dios nos
quiere hablar lo hace colocando pensamientos que son sólo de El. Es por esta
razón que fuera de mí, el otro que tiene acceso a mis pensamientos es solo Dios.
Las Sagradas Escrituras dicen que Dios conoce todo lo que ocurre dentro de
nuestros corazones. Además, en todo momento se daba testimonio que el Señor
Jesucristo siempre conocía los pensamientos de sus interlocutores. Fuesen éstos
discípulos o fariseos o el pueblo común.

El pensamiento es también la cualidad humana desde donde se traducen al nivel

consciente todas las percepciones que recibimos, sean del nivel interno como del
nivel externo. De allí que nuestra naturaleza humana se desplomaría sin los
pensamientos. Éstos son el principio humano supremo de todas nuestras
formaciones. Con esto pretendemos llevar a la humanidad completa a un nuevo
auto-entendimiento.

ARISTÓTELES:
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Con toda la deferencia hacia el gran maestro Aristóteles, han pasado 24 siglos
desde que se establecieron los 5 sentidos tal como los conocemos hoy día. Sin
embargo, nadie se atrevía corregirlo. Pero el momento habría de llegar
inequívocamente, según Albert Einstein con su Teoría de la Relatividad tuvo que
corregir a su maestro Galileo.

Asimismo nos toca hacer algunas correcciones y desplazar el postulado de los 5

sentidos de Aristóteles de la siguiente manera: Proponemos por lo que hemos
explicado, que el primer sentido sensorial sean los pensamientos a nivel de la
especie humana. Nuestro argumento se sostiene bajo el paradigma de que el ser
humano es un ser totalmente integral. Es decir, muchos elementos lo conforman,
tanto del ambiente externo como interno y la teoría básica de los 5 sentidos
dejaba fuera toda percepción que proviene del organismo interior. Además, que
no proponía un organismo fisiológico integrador de los sentidos tal como lo
conocemos. En nuestra teoría proponemos que el proceso de los pensamientos
hace esa suprema función, es decir, integra todos los aspectos que tanto
distinguen a la especie humana, siendo esta, aquella cualidad que no se limita a
lenguaje, ni distancia, ni tiempo, ni cultura, ni educación, ni nivel social.
Sencillamente, si podemos pensar, es que somos seres humanos.

Y la gran verdad, es que los seres humanos no se limitan a percibir sólo lo que
entra al organismo mediante los 5 sentidos básicos, sino que a nivel fisiológico ya
es conocido que la especia humana tiene muchos otros sentidos que, de forma
distintiva se constituyen en procesos de percepción, bajo una amplia variedad de
formas de percibir.

El otro distintivo humano es que, en el ámbito interior del organismo hay

múltiples procesos de percepción que en la teoría Aristotélica no se incluyeron.
Nuestro postulado establece que los pensamientos, son entre muchas otras
cosas un proceso de pura percepción a nivel de nuestra especie. De aquí en
adelante veremos nuestros argumentos en esa dirección.

RENE DESCARTES:
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Al armonizar lo material-biológico con lo inmaterial-abstracto a nivel del cerebro,

y estipular que tal dualismo es una característica intrínseca de los pensamientos,
se resuelve el dilema de la teoría del dualismo planteada por René Descartes
hace 4 siglos. En esta teoría, también corregimos al maestro Descartes quien
sostenía que la espiritualidad se daba en el cerebro en la glándula pineal.
Mediante la investigación científica se pudo confirmar que dicha glándula solo
estaba implicada en la producción de la hormona Melatonina, que es la neuro-
hormona implicada en la sensación de los estados del sueño. En nuestra realidad
científica actual sostenemos que la actividad cerebral que está implicada con los
procesos espirituales es en la corteza cerebral y, en áreas límbicas que se activan
como resultado de la actividad cortical. Y que los pensamientos son la cualidad
especifica que sostiene ambos procesos, es decir tanto lo espiritual como lo
material en nuestras vidas.

EMOCIONES:

Mediante el pensamiento es que el ser humano percibe todas las emociones que
se generan a nivel interno. Y no sólo nuestras emociones, sino que a través de las
neuronas espejos ubicadas en el lóbulo frontal, podemos percibir las emociones
de los otros individuos. Esto es lo que se llama empatía, la cual ha sido
ampliamente estudiada, habiéndose encontrado el substrato neurológico que
sustenta esta peculiar cualidad del estricto orden humano.

Las emociones son procesos neurobiológicos cerebrales producto de

transmisiones sinápticas mayormente químicas (ej. Neurotransmisores) del área
límbica en nuestro cerebro que guían, impulsan o inhiben nuestras acciones y
conductas. La actividad química que se descarga en el circuito sináptico es por
definición la activación de una sensación, y en consecuencia la presencia y
activación de una emoción o estados emocionales. Son un ciclo básico de
sensaciones químicas cerebrales que nos permiten reconocer cómo nos sentimos
frente a las circunstancias externas e internas, es decir, cómo nos sentimos con
nosotros mismos, en relación con los demás.

Para que el cerebro pueda convertir esta actividad sináptica-química de

sensaciones que son las emociones, en información con la cual podamos manejar
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y significar a nivel de nuestra humanidad, la traduce, transforma y convierte a

través de la Corteza Órbito frontal, Corteza Cingular Anterior y la Corteza Ventro
Medial (todas ubicadas en el Lóbulo Frontal) en percepciones , y en consecuencia
pensamientos. Los pensamientos a su vez traducen y definen tales sensaciones
como emociones y finalmente sentimientos, tales como (múltiples teorías) ira,
temor, tristeza, alegría, amor, sorpresa, aversión, vergüenza, y otros.

QUÍMICA CEREBRAL:

Los pensamientos son una actividad mayormente bio-eléctrica a nivel de nuestra

corteza cerebral. Son los responsables de activar, modular, suprimir y regular
toda la actividad bioquímica del cerebro. Esta actividad química del cerebro, es la
responsable de producir las sensaciones que se traducen en emociones.
Afirmamos entonces, que toda actividad que se genera a nivel del pensamiento es
la que a su vez activa nuestras emociones, sean estas buenas o malas. Y es, por
tanto, en el nivel del pensamiento que se controlan todas las emociones que
generan y desatan todas nuestras conductas y comportamientos.

MEMORIAS:

Mediante los pensamientos se perciben todas nuestras memorias. Éstas son una
actividad básicamente de orden bio-químico molecular a nivel del sistema de
núcleos del hipocampo y núcleos límbicos, moduladas por las experiencias.
Diversas teorías las definen como: Memoria Inmediata, Memoria de Corto y Largo
Plazo (Hebb y James), Memoria Implícita (Tulving,1972), Memoria Explícita
(Tulving,1972), Memoria Episódica (Hebb y James), Memoria Semántica (Hebb y
James).

Para que el cerebro pueda convertir esta actividad puramente biológica-

molecular hipocampal en evocaciones de memorias conscientes, con las cuales
podamos manejar y significar a nivel de nuestra humanidad, las traduce,
transforma a través de la Corteza Dorso Lateral y convierte en percepciones, y en
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consecuencia en pensamientos.
Los pensamientos al percibir las memorias, a su vez las transforman en
recuerdos, aprendizaje y conocimientos. Los pensamientos a su vez dan cohesión
a todas las memorias, haciendo que la función más trascendental y práctica de
las memorias sea recordar el pasado, y con ello utilizar estos recuerdos en
estrategias para maximizar la efectividad de procesos del futuro. De esta forma
hemos sido equipados, pues el pensamiento nos ha dado la capacidad de
anticipación a lo que pueda suceder y, con esto, garantizar la mayor ventaja
posible a la situación.

SENTIDO ESPACIAL:

El pensamiento es, según lo proponemos, un sentido espacial. Las percepciones-

pensamientos son la mayor capacidad espacial fisiológica del cerebro. Podemos
estar en un lugar físico, pero a causa de las propiedades del pensamiento
podemos estar mediante los recuerdos e imaginación en otro. Este sentido
espacial del cerebro se traduce ampliamente mediante el pensamiento en
asuntos que podemos manejar y significar a nivel de nuestra humanidad. De allí
que el cerebro traduce, transforma a través de la corteza fronto-parietal el
sentido espacial y los convierte en ideas, aspiraciones, metas, inventos, obras.

Nota: Según nuestra exhaustiva investigación, la especie humana cuenta con un

extenso sistema perceptivo que incluye 20 mecanismos de percepción fisiológica
que a continuación se informan.

El Dr. Héctor D. Colón Santiago, neurocientífico puertorriqueño estipuló que el

proceso de los pensamientos constituía un sentido sensorial propiamente. Por la
magnitud e implicación de este hallazgo, y al estipularse que la función de sentido
sensorial de los pensamientos se constituía en el primer sentido de percepción, se
dio como resultado que la teoría de los 5 sentidos sensoriales originada por
Aristóteles quedara desplazada y propiamente corregida.
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1. Pensamientos: El pensamiento es la cualidad humana desde donde se

traducen al nivel consciente todas las percepciones que recibimos, sea del
nivel interno como del nivel externo.

Con Aristóteles hace 24 siglos fueron establecidos los primeros 5 sentidos

sensoriales que hoy día conocemos:

2. Visión: Es la capacidad fisiológica de distinguir los objetos y su entorno. El

órgano de la visión es el ojo, que capta las vibraciones y variaciones de la luz, que
se desplaza en forma de onda y que vibra en contacto con los distintos cuerpos,
transmitiéndolas a la corteza visual del cerebro.

3. Audición: Es la capacidad fisiológica del cerebro de percibir los sonidos que

nos vienen en forma de fenómeno vibratorio. En el hombre, el órgano de la
audición es el oído, que se encuentra ubicado a cada lado de la cabeza.

4. Olfato: Este es el otro de los sentidos químicos junto con el del gusto, pero a
diferencia de los receptores del gusto, el olfato tiene centenares de receptores
olfativos.

5. Gusto: Es un sentido fundamentado básicamente en la percepción de

elementos químicos que nos llegan. Su estructura principal es la lengua humana.
Esta percepción se traduce en los siguientes cuatro receptores, lo amargo, lo
dulce, lo salado y lo ácido.

6. Tacto: El órgano sensorial más externo es la piel. Posee los receptores del
tacto, la temperatura, el dolor y la presión.

Dr. Charles Sherrington (principios siglo XX), clasificó y estipuló los siguientes
receptores sensoriales en cuatro categorías:

Nota: Todos los sistemas clasificados como receptores (del 6 al 13 inclusive)

tienen en común la capacidad de adaptarse en un breve lapso de tiempo a una
excitación constante sin transmitirla. Esta adaptación es económica, dado que la
energía existente no se gasta para notificar constantemente el status quo, sino
que la transmisión se efectúa en el momento de un cambio.
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7. Exteroceptores: Detectan estímulos en la superficie externa del cuerpo. Son

los receptores que situados en la superficie externa del cuerpo son excitados por
estímulos procedentes del medio exterior. Captan y transmiten información al
sistema nervioso central acerca del medio externo.

8. Teleceptores: Detectan estímulos externos distantes. Es una combinación de

las funciones de los oídos y los ojos. Tienen un elemento básicamente espacial.

9. Propioceptores: Informan de la posición del cuerpo. Son los receptores que

están constituidos por terminaciones nerviosas y se encuentran en los tendones,
los músculos y las articulaciones y también en los canales semicirculares en el
oído interno; informan de la sinestesia, como el movimiento de los músculos
corporales y el equilibrio.

10. Interoceptores: Transmiten información de los órganos internos. Son los

receptores que dan información acerca del medio interno. Se encuentran
localizados en las vísceras y están relacionadas con la regulación de las funciones
de dichos órganos, responde a la acción de agentes químicos (alérgenos, drogas,
medicamentos.). También responden a los neurotransmisores y las hormonas,
entre otros. Son específicamente receptores celulares.

El Dr. Vernon Mountcastle (1957), estableció una clasificación de receptores

sensoriales basada en los siguientes criterios:

11. Mecanorreceptores: Son receptores sensoriales que reaccionan ante la

presión mecánica o las distorsiones. Una de las funciones es transducir las
presiones de aire en sonido. Se encuentran en la piel, el oído interno y en los
aparatos urinarios, circulatorio, digestivo y respiratorio.

12. Termorreceptores: Son los receptores sensoriales que nos informan de la

temperatura y sus cambios, es decir calor o frío.

13. Quimiorreceptores: Son estímulos provenientes de estímulos químicos.

Estos estímulos pueden ser tanto externos (como los sentidos del gusto y el
olfato) como internos (presión parcial del oxígeno, o dióxido de carbono, pH).
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14. Fotorreceptores: Es un mecanismo capaz de convertir la energía óptica de la

luz que incide sobre una superficie en energía bio-eléctrica, mediante un proceso
que se denomina transducción.

15. Sistema Somatosensorial: Es el encargado de recoger, transportar, analizar

e integrar todas las sensaciones que se originan en la piel, los tejidos conectivos,
los músculos voluntarios, el periostio y los dientes. Esto a través de la percepción
de la presión, vibración, posición, sensibilidad táctil superficial.

16. Nocicepción: Encargado de la forma de percibir los estímulos que provienen

del interior del cuerpo a través del dolor, temperatura y abrasiones químicas o
traumáticas.

El Dr. Rollin McCraig, neurocardiólogo de California estableció el siguiente

mecanismo:

17. Electrorrecepción: El corazón, además de estar conectado al sistema

nervioso central, cuenta con una red intrínseca e independiente del cerebro,
compuesta por distintos tipos de núcleos de neuronas, neurotransmisores,
neuroproteínas y neuritas. Su actividad genera un campo eléctrico que puede
influenciar la forma en que el cerebro procesa las percepciones que vienen del
corazón a través de los ritmos cardíacos y el flujo sanguíneo.

18. Biomagnetismo: En la década de los 90 se descubrió, mediante microscopios

electrónicos, que el cuerpo humano tiene pequeñas cadenas de cristales de
magnetita en zonas encefálicas como la corteza cerebral, las meninges de la
médula espinal, y huesos etmoides situados detrás de la nariz. La presencia de
este mineral con propiedades ferromagnéticas en el ser humano, al igual que
aves, tortugas, y salmones, se verificó que podía detectar los polos magnéticos
de la Tierra. El crédito de este descubrimiento se atribuye a los biólogos R. Robin
Baker y John H. Kennaugh de Inglaterra.

19. Receptores Viscerales: Incluye aquellos que participan en la regulación y

control no consciente del medio interno visceral (barorreceptores y
quimiorreceptores arteriales, receptores de volumen de las aurículas, receptores
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de distensión pulmonar, etc.) y, además, los receptores viscerales que provocan

sensaciones conscientes que van desde la distensión inocua al dolor visceral.

20. Ritmos Biológicos: Es básicamente la percepción de los ciclos de tiempo, es

decir luz-oscuridad mediante tres ciclos, conocidos estos como: ritmos
circardianos, infradiano y ultradiano.