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El espacio: maestro
de los niños y niñas
Irene Amor, Àngels Canals, Estefania Castillo, Georgina Capdevila
PALABRAS CLAVE: límite, seguridad emocional y física, espacios, acción educativa, observación, planificación de espacios, belleza,
necesidades y retos.
siempre ocupado, y en la medida Es necesario que el espacio de cíamos lo mismo, no teníamos pe-
que se necesite. Pero si hay materia- juego sea agradable y acogedor. reza, hasta que nos detuvimos para
les o estructuras que requieran la Los ambientes que lo constituyen ir más allá. Uno de los retos del es-
atención constante del adulto, pue- han de ser bellos, atractivos, cómo- tudio ha sido observar la acción de
den generar situaciones de depen- dos y seguros. La belleza del espacio los niños sin intervenir, es decir,
dencia, de conflicto o de inseguridad. no viene dada únicamente por cómo manteniendo la propuesta de espa-
Así pues, si los límites de la actua- se prepara, sino también por cómo se cios y materiales que hemos ofre-
ción del niño en el espacio son con- cuida de él. El adulto se ocupa del cido, permitiéndonos únicamente
fusos o no son estables, dependerán espacio porque es su manera de cambios en la presentación de los
de la intervención y la valoración di- ofrecerse a todo el grupo, a cada mismos materiales, pero no de las
recta del adulto. Cuando en el espa- niño y niña. estructuras. Pensamos ahora que el
cio las normas siempre son las espacio es nuestra responsabilidad,
mismas, esté cerca el adulto o no, Proponemos una actitud atenta hacia pero no solo una herramienta, sino,
los niños las pueden comprender e el espacio y los materiales. Entende- sobre todo, un lugar de vida, verda-
interiorizar con naturalidad, hecho mos que es un valor que transmiti- deramente cotidiano, de los niños y
que, además, les proporciona fami- mos, una manera de ocuparnos de niñas.
liaridad y confianza en el espacio y los niños y niñas. Preparando cada
en el adulto que los acompaña. mañana y cada tarde las propuestas Observar nos pone en relación con
de cada ambiente, pero sobre todo al lo que sucede, nos hace partícipes
reordenarlas –reorientando el caos y de la multiplicidad de acciones, di-
Condiciones para el diseño la dispersión natural–, vamos impri- námicas y usos espontáneos. ¿Qué
miendo la huella de nuestra presen- sé de lo que está ocurriendo? ¿Cuál
Organizar el espacio es organizar cia, de nuestro afecto hacia aquello es la verdadera demanda, las nece-
las «bases» de la vida que allí se que hace posible el juego, la activi- sidades que los niños y niñas expre-
produce. El espacio implica límite y dad y el desarrollo. san? ¿Cómo funciona el espacio
relación; es decir, es al mismo colectivamente? ¿Qué funciones
tiempo abrigo e interacción. Cada Observando aquello tiene cada elemento del espacio y
ambiente se crea a partir de límites que sucede no somos conscientes de ello?
naturales y físicos que tienen una in- ¿Dónde y cómo sucede aquello que
tencionalidad educativa implícita que Hay quien tiende a cambiar a me- esperamos que se dé desde el ini-
orienta la actividad y la relación. nudo el espacio del grupo: quitando cio? Estas preguntas nos mantienen
y poniendo materiales, cambiando en una actitud crítica y más cientí-
Una de las primeras condiciones es de lugar estructuras y muebles, sor- fica: ¡detenerse, observar y apren-
la seguridad física y emocional. En- prendiendo a los niños. Nosotros ha- der! Es un cambio de actitud.
tendemos por espacio seguro aquel
que sin la visión constante y directa Buscamos a menudo cambiar el es-
Una actitud atenta hacia el
del adulto garantiza la integridad fí- pacio para resolver conflictos,
sica del niño. La experiencia nos espacio y los materiales es cuando lo primero que deberíamos
dice que no podemos garantizar un valor que transmitimos, hacer es observar comportamientos
siempre mirar constantemente a to- una manera de ocuparnos para conocer su origen. Con fre-
dos, ni contener largamente «en la de los niños y niñas cuencia, la fuente que los genera es
falda» a quien necesite consuelo. de donde manan las auténticas ne-
NOTA
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS