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Soy una pesá con la ética, me empeño en pensar sobre cosas que no se pueden

saber.
A parte de ser pesada con el tema, soy fanática de los ejemplos raros pero, a mi
parecer, ilustrativos.
Me he imaginado la ética poliédrica. Me explico enseguida.
Imaginemos el mundo como una gran fábrica. En la fábrica venden polígonos,
concretamente prismas rectangulares.
La fábrica, en sus inicios, tenía una serie de trabajadores con unas normas
determinadas, varias medidas que les orientaban acerca de cómo construir los
prismas:
Tipo de prisma 1: 2 cm de alto, 3 cm de ancho y 4 cm de profundidad
Tipo de prisma 2: 4 cm de alto, 4 cm de ancho y 2 cm de profundidad
Tipo de prisma 3: 7 cm de alto, 2 cm de ancho y 2 cm de profundidad
A medida que pasaba el tiempo, la fábrica tenía más instrucciones para más
modelos de prismas, pero siempre había una nueva combinación posible que no
quedaba registrada.
Por ello, la fábrica cambió su manera de orientar a las personas trabajadoras.
En lugar de darles las medidas determinadas, les dieron la definición de prisma
rectangular.
Un prisma rectangular (u ortoedro) es un poliedro cuya superficie está formada
por dos rectángulos iguales y paralelos llamados bases y por cuatro caras
laterales que son también rectángulos paralelos e iguales dos a dos.
Así, las personas trabajadoras podían construir cualquier medida de prisma, y
todas estarían bien.
Esta sería la diferencia entre una ética material (primer caso, con contenido), y
una ética formal, que no tiene contenido y que cualquier acción puede ser buena
siempre que se ajuste a una premisa determinada (por ejemplo, el caso de la
fábrica la definición de prisma, en la ética kantiana el obrar por deber).
Otro día sigo ejemplificando con otras éticas y la fábrica. Por ejemplo la ética de
la intuición dice que intuiremos lo que es bueno o malo, es decir, que puedo
hacer una figura a ojo porque voy a intuir qué es un prisma rectangular y qué no.
El utilitarismo tendría por ejemplo en cuenta las necesidades, y lo bueno sería
hacer prismas rectangulares, cuantos más y más útiles, mejor.
Quizás la ética de las virtudes podría recuperarse como un “no importa si haces
muchos prismas, hazlos bien, se una persona que trabaje bien (constante,
sincera, respetuosa…). Una buena trabajadora o compañera.
No sé. Hay mil ejemplos

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