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Nómadas (Col)

ISSN: 0121-7550
nomadas@ucentral.edu.co
Universidad Central
Colombia

Pedraza Gómez, Zandra


El trabajo infantil en clave colonial: consideraciones histórico-antropológicas
Nómadas (Col), núm. 26, 2007, pp. 80-90
Universidad Central
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=105115241009

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El trabajo infantil
en clave colonial:
consideraciones
histórico-antropológicas
nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 80-90

Zandra Pedraza Gómez*


El artículo discute la noción moderna de infancia en el contexto del sistema-mundo desde una perspectiva post-
colonial y post-occidental. Teniendo en cuenta la división racial e internacional de trabajo, se indaga la noción de
infancia en los países del Tercer Mundo, particularmente en los sectores populares, campesinos e indígenas. Mientras los
hijos de los obreros europeos fueron sustraídos de los trabajos industriales en el término de medio siglo y protegidos por el
sistema escolar y social, los hijos de indígenas, esclavos y mestizos en América, África y Asia, continuaron participando
en las formas de producción propias de la periferia del sistema-mundo capitalista, las modalidades de la informalidad, el
servilismo, la esclavitud y la producción artesanal.
Palabras clave: infancia, postcolonialidad, postmodernidad, sistema-mundo, división internacional del trabajo.

O artigo discute a noção moderna de infância no contexto do sistema-mundo desde uma perspectiva pós-colonial e
pós-ocidental. Levando em conta a divisão racial e internacional de trabalho, é indagada a noção de infância nos países
do Terceiro Mundo, particularmente nos setores populares, camponeses e indígenas. Enquanto que os filhos dos operários
europeus foram subtraídos dos trabalhos industriais no término de meio século e protegidos pelo sistema escolar e social,
os filhos de indígenas, escravos e mestiços na América, África e Ásia, continuaram participando nas formas de produção
próprias da periferia do sistema-mundo capitalista, nas modalidades da informalidade, no servilismo, na escravidão e na
produção artesanal.
Palavras-chaves: infância, pós-colonialidade, pós-modernidade, sistema-mundo, divisão internacional do trabalho.

This work discusses the modern notion of childhood in the context of the world-system and from a post-colonial and
post-occidental perspective. Considering the racial and international division of labor, the possibility to sustain the same
notion of childhood in countries of the Third World have to be discussed, particularly between popular, indigenous and
farmer sectors. While the children of European workers were removed from industrial work in a span of a half a century
and put under protection by the scholar and social system, children of natives, slaves and mestizos in America, Africa
and Asia continued to take part in production relationships characteristic of the world-system periphery: informality,
servility, slavery and craftsman production.
Key words: childhood, postcoloniality, postmodernity, world-system, international division of labor.

ORIGINAL RECIBIDO: 03-VII-2006 – ACEPTADO: 09-II-2007

* Antropóloga. Doctora en Ciencias de la Educación y Antropología Histórica de la


Universidad Libre de Berlín. Profesora asociada del Departamento de Antropología de
la Universidad de los Andes. E-mail: zpedraza@uniandes.edu.co

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L a afirmación acerca del ca-
rácter histórico y construido de la
por la infancia, y el fortalecimien-
to de una sensibilidad de cuidado
les para estas transformaciones, son
la formación de la familia moderna
noción moderna de infancia, en la y afecto por los niños, asuntos que (Shorter, 1975); el surgimiento del
que los niños se consideran indi- tendieron a desligarlos de los cir- individuo; la universalización de la
viduos con características particu- cuitos productivos, con el carácter educación formal, es decir, la edu-
lares que los hacen objeto de colonial de la economía y las polí- cación escolar como recurso funda-
protección y se piensan fundamen- ticas europeas transatlánticas a par- mental para la socialización y el
talmente ocupados con el juego y tir del siglo XVI. empleo del uso del tiempo del niño;
el aprendizaje escolar, se formuló y la especialización del conocimien-
sobre la base de una revisión de la to, esto es, el desarrollo de cono-
historia europea a partir del siglo cimiento experto y de disciplinas
XVI. El trabajo de Philippe especializadas, en este caso con-
Ariès (1987), pe- creto, en el niño (Gélis, 1985;
se a las limitacio- Iglesias et. al., 1992).
nes y a las críticas,
sigue siendo canó- Disciplinas como la peda-
nico y un punto de gogía, la pediatría, la psico-
referencia obligado logía infantil y del desarrollo
para conocer el des- y el psicoanálisis son los
envolvimiento de las principales pilares para la
ideas relativas a la in- moderna concepción, des-
fancia desde el Renaci- cripción y conocimiento
miento. La noción que de la infancia. Como re-
ha ido consolidándose a lo sultado de todos estos
largo de los siglos, ha per- procesos, los derechos
mitido que la infancia se humanos evoluciona-
comprenda como una edad ron de forma que los
que combina la fragilidad niños merecieron
física, la vulnerabilidad una versión espe-
emocional y el desarrollo in- cífica de ellos. Tal
telectual en proceso. Esta com- versión adquiere
prensión ha sido el fundamento forma en la Con-
para que haya ganado terreno la vención de los
perspectiva que considera que los B o lí var. Derechos del Ni-
atea IX
g otá. M ado, S. X ño, en la cual, se ex-
niños requieren protección y que trado
, B o
. Gra
b
ic o Ilus iber tador
culmina con la Convención de los Per ió d
del L pone como fenómeno simbólico
Papel de brazos
Derechos del Niño en 1989. Ama La sobresaliente, la percepción cultu-
evolución de ral de la infancia producto de los
La orientación que sigo al pro- esta visión de la infancia fenómenos arriba mencionados.
poner la revisión histórica del con- y de los principios concomitantes Así, la infancia como la compren-
cepto de niñez, considera este derivados de ella para el diseño y de la sensibilidad contemporánea,
desenvolvimiento, no en el marco ejecución de políticas sociales y pú- es también un ingrediente de la
de la historia centroeuropea, sino blicas, las cuales protegen tales modernidad.
en el contexto del sistema-mundo cambios, es parte de un proceso más
y con una perspectiva poscolonial; amplio, que ha sido particularmen- Es imposible aislar la evolución
más particularmente, pos-occiden- te descrito y analizado respecto de de esta sensibilidad del hecho de
tal. Con este propósito vinculo el las sociedades europeas. Algunos que el conocimiento experto expre-
surgimiento de los sentimientos de de los principales elementos enu- sado en las disciplinas encargadas
particular consideración y atención merados y considerados sustancia- de conocer al niño, han tenido una

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notable influencia en ella. Pero este Pero este debate debe sostener- manera permanente en una visión
saber, como lo reconocen destaca- se considerando los diversos hechos racista del mundo. La auto-procla-
dos autores (Ariès, 1987; De Mause, sociales y culturales que conduje- mación de Europa como moderna
1974; Delgado, 1998; Giddens, ron históricamente a la percepción e ilustrada nubla el hecho de que
1991; Gurevich, 1997; Foucault de la infancia representada hoy en el mundo moderno y global fue
1982 y 1988), se circunscribe a la día en la Convención de los Dere- posible y se constituyó con la ex-
así llamada sociedad industrial chos del Niño. Debe también ha- pansión de Europa mediante la co-
occidental u occidente, que com- cerlo reconociendo que la infancia lonización de América, y debido a
prende, ante todo, los países de moderna y contemporánea, como la subordinación de todos los terri-
Europa occidental y los de Norte lo proclama la Convención, sólo se torios no europeos. Dicha subordi-
América, excluyendo México realiza plenamente si se cumplen nación y colonización se basó en el
(Mignolo, 2000). Ahora bien, la determinadas condiciones sociales, supuesto del carácter sub-humano
Convención expresa y garantiza los educativas, laborales y familiares, de la población y de su naturaleza.
derechos de los niños con indepen- las cuales están lejos de ser univer- La modernidad, afirma Dussel,
dencia de la estructura familiar, las sales. Los Derechos del Niño son la emerge no con la realización de la
condiciones laborales, las oportu- expresión última y la culminación mayoría de edad proclamada por
nidades de educación y las políti- de una forma de vida y de las con- Kant, sino en 1492, como una ca-
cas públicas que se encuentran en cepciones de la familia burguesa y racterística del sistema mundo. En
diferentes países, sociedades y co- la sociedad capitalista como la han ese momento se creó una determi-
munidades o entre diferentes gru- experimentado las sociedades in- nación fundamental del mundo
pos y clases sociales. dustriales occidentales. moderno, a saber, el surgimiento
del capitalismo, en el cual los esta-
La adherencia mundial a es- El objetivo de esta reflexión es dos de Europa central, sus ejérci-
te convenio ilustra el alcance del entonces considerar el concepto de tos, su economía y su filosofía se
acuerdo oficial sobre la percepción infancia en una perspectiva no convirtieron en núcleo de la histo-
actual de la infancia. Este consen- eurocéntrica y que incorpore la re- ria mundial y el mundo colonial se
so mundial y oficial arroja un velo flexión sobre el desarrollo y las ca- organizó de forma tal que sus vícti-
sobre la forma como se ha produ- racterísticas de los niños, no en mas pudieron ser explotadas tanto
cido la comprensión acerca de la términos de la historia europea en- práctica como económicamente
infancia, por cuanto la naturaleza tendida como historia mundial (Quijano, 2000).
esencialista que la recubre, es ella (Dussel, 2000), sino en el contex-
también resultado de ese consen- to del sistema mundo moderno/co- En este mundo moderno/colo-
so global. Este interés es el de una lonial y con la perspectiva que nial, el colonialismo debe entender-
concepción antropológica especí- sugiere el concepto de colonialidad se como su lado oscuro, es decir,
fica acerca de la infancia, de la del poder (Quijano, 2000). constitutivo, y no como una mera
educación, del trabajo y del bien- consecuencia. El mundo moderno/
estar, y contiene los principios para Dussel (2000) subraya la nece- colonial descansa en un patrón de
discutir la relación entre trabajo sidad de pensar acerca de la historia ejercicio del poder basado en la
infantil y derechos del niño; más mundial a partir de la constitución idea de raza y en el eurocentrismo.
particularmente, la de cómo com- del mundo en el siglo XVI, y como Una de sus principales característi-
prender el trabajo de los niños tan- resultado de la construcción ideo- cas es el hecho de que tras superar
to en el contexto familiar como en lógica de la historia europea como el colonialismo como tal a través
el económico y laboral. Y este in- una línea cronológica que hunde de las guerras de independencia y
terés es también consubstancial a sus raíces en Grecia y Roma para de la constitución de estados nacio-
la “cultura” de la civilización oc- convertirse en el meollo de la his- nales modernos en América, éste
cidental, la cual se reconoce ac- toria mundial. Por fuera de este perdura en el carácter de la co-
tualmente como un campo de núcleo, toda sociedad y toda histo- lonialidad expresada en la forma
batalla ideológica (Wallerstein, ria se hacen apolíticas e inhumanas. del ejercicio del poder. Con base
1999). Esta visión se funda y refuerza de en una estructura biológica que se

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proclama diferente y se muestra en una conciencia de cuidado y afec-
rasgos fisonómicos y en el color de to hacia los niños, que tendió a
la piel, la raza se convirtió en el liberarlos del ciclo productivo, es
principal elemento que permitió a contemporánea del carácter colo-
Europa explicar y clasificar la po- nial de la economía mundial y de
blación mundial. Simultáneamen- la política de expansión europea
te, todas las formas históricas de desde el siglo XVI.
control del trabajo, de los recursos
y de los productos se articularon Mientras que en Europa los ni-
alrededor del capital y del merca- ños recibieron paulatinamente una
do mundial. Esto significa que la creciente atención pedagógica y
explotación de la fuerza de trabajo médica, familiar y escolar, los niños
humana, a saber, la de indios y es- de las colonias europeas, converti-
clavos, fue posible debido a la pro- dos como sus padres en subordina-
clamada superioridad de la raza dos, entraron en los circuitos
blanca. El control sobre el trabajo, productivos del servilismo y la es-
los recursos y el producto fue posi- clavitud. Mientras que los niños
ble en el marco de las relaciones de europeos se vieron gradualmente
producción moderno/coloniales, es liberados del trabajo y las familias
decir, racistas. europeas pasaron a convertirse en
familias burguesas, la educación se
La raza y la subsiguiente divi- hizo obligatoria y gratuita, y la hi-
sión del trabajo, quedaron estruc- giene y los servicios médicos bási-
turalmente asociadas, se reforzaron cos fueron gradualmente puestos a
mutuamente y produjeron una di- disposición de las clases trabajado-
visión racial del trabajo (Quijano, ras, los niños bajo los regímenes
2000: 204) que se prolongó duran- coloniales continuaron haciendo
te el periodo colonial como un ras- parte de los recursos de trabajo de
go fundamental del capitalismo una población mundial racialmente
moderno/colonial. El carácter racial jerarquizada.
de las relaciones de producción,
hizo posible que el cuerpo y la re- Desde este argumento debe se-
producción quedaran involucrados ñalarse el carácter de la organiza-
como aspectos centrales de esta re- ción internacional del trabajo que
lación. Esto significa que como se produce en el siglo XVI, como
forma para dominar/explotar la po- resultado de la jerarquía propues-
blación, los niños quedaron atrapa- ta en función de la noción de raza
dos en este patrón de poder y y de su feminización (Quijano,
convertidos en objetos de explota- 2000), la cual sitúa a los poblado-
ción hasta comienzos del siglo XIX. res colonizados, los indígenas de los
pueblos de América, en condición
A fin de reinterpretar el con- de subordinación, y a los africanos
cepto de infancia teniendo en cuen- en relación de esclavitud y pérdi-
ta la condición moderno/colonial da absoluta de la libertad y el con-
de la historia mundial, es importan- trol sobre la reproducción y la
te comenzar por destacar que el crianza de sus hijos, al tiempo que
origen de la tendencia a dar una obstaculiza su acceso a las formas
especial consideración y atención Papel Periódico Ilustrado, Bogotá. Sepultura de un
de trabajo organizadas en torno de
a la niñez, y el fortalecimiento de guerrillero. Guasco (detalle). Grabado, 1877 la relación trabajo–salario que

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comienza a consolidarse en Europa bajo en función del salario y las pu- condición de la modernidad que
y cuya condición de posibilidad es sieran a disposición del grueso de se extiende después de la Indepen-
la liberación de la fuerza de traba- los trabajadores. Recordemos que dencia, es la colonialidad del po-
jo individual de la producción co- son éstas las relaciones asociadas der. Esta conduce a la burguesía
munal y familiar. con el crecimiento y el enrique- criolla que gobierna y conforma
cimiento capaces de debilitar la las elites de los nuevos Estados-na-
Esta situación se prolongó en participación de los niños en la ción, a percibir sus intereses como
América a lo largo de tres siglos, producción y dar iguales a los de los antiguos gober-
periodo en el cual la infancia pasó paso a la especia- nantes europeos, y a caracterizar a
a ser, en Europa, una edad de pro- lización del cono- la población nacional con los mis-
tección y objeto de formas especia- cimiento y de la mos principios raciales empleados
lizadas de conocimiento. La lucha fuerza de trabajo. por los europeos para clasificar la
y el debate europeos por erradicar población mundial tras la cons-
el trabajo infantil, en particular en Una faceta titución del sistema mundo mo-
el sector industrial a lo largo del si- importante derno. Este uso ideológico
glo XIX, debe también interpretarse de la renovado, también reno-
en relación con la pérdida del ac- vó el carácter colonial
ceso europeo a los recursos precio- de las nuevas nacio-
sos de América, que acaso pudo nes y estableció los
inducir a la necesidad tem- mecanismos socia-
poral de recurrir a la mano les para reproducir
de obra infantil antes de aquellas diferen-
consolidar formas econó- cias. Una de las
micas que equilibraran más importantes
la relación trabajo–sa- fue el sistema
lario entre la pobla- educativo en
ción obrera. su conjunto,
así como el
En América La- mercado
tina los hechos laboral
no se desenvol- nacional.
vieron de la Los sistemas
misma forma, educativos han
como tampo- tenido enormes dificul-
co probablemen- tades en muchos países del
te sucedió en África Tercer Mundo, para garantizar que
y Asia. La condición el acceso a la educación sea obli-
poscolonial de las repúblicas gatorio, gratuito y universal. Por
latinoamericanas a partir de 1820 otro lado, la colonialidad del po-
y las relaciones económicas estable- der impide incluir un porcentaje
cidas con los países europeos y con considerable de la fuerza de traba-
los Estados Unidos, orientaron la jo en relaciones capitalistas asala-
producción económica hacia las for- riadas. Con ello se la excluye de
mas extractivas, hacia los monocul- este tipo de relaciones y a sus fa-
tivos y hacia una producción milias e hijos de los sistemas de se-
artesanal e industrial poco dinámi- guridad social. Muchos hijos de
ca. En este contexto no se modifi- familias de bajos ingresos, que tie-
caron las formas de producción que nen, pese a todo, acceso a la edu-
Papel Periódico Ilustrado, Bogotá. Tipo de indio.
generalizaran las relaciones de tra- Jaulero de Bogotá. Grabado, S. XIX cación formal, no asisten a escuelas

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que les garanticen la adquisición Esta situación hiere la sensibili- conocer que estas economías se
de un conocimiento igualmente le- dad de sociedades cuyas economías han podido fortalecer y han favo-
gítimo y, por tanto, oportunidades lograron formas salariales inclusivas recido tal desarrollo afectivo, por-
de trabajo que les permitan esta- para el grueso de la población, así que crecieron a la sombra de
blecer relaciones salariales estables como robustos aparatos de protec- relaciones internacionales desigua-
y equitativas. Bajo tales circuns- ción social, y en las cuales los ni- les que les permitieron lograr una
tancias, el trabajo aparece como ños pasaron a ser comprendidos acelerada acumulación de capital,
una posibilidad no solamente ló- como sujetos de derecho, más que misma que impidió al otro lado de
gica, sino también a menudo como como personas con deberes (Lipo- la balanza, en el lado oscuro de la
la única actividad disponible para vetsky, 1992). Pero este aspecto modernidad, incluso el acceso a for-
los niños. emocional no debe obstar para re- mas salariales básicas para los tra-
bajadores del Tercer Mundo.
Desde la Independencia en el
siglo XIX, la organización del tra- Sin duda alguna, esta situación
bajo en los países de la región, ha también ofende la sensibilidad de
subsistido cimentada en relaciones los grupos sociales en posiciones
laborales informales e inequita- hegemónicas en los países del Ter-
tivas, y en la participación de los cer Mundo, incluida la de miem-
niños en la reproducción econó- bros del gobierno, de la academia,
mica de su unidad doméstica y de de las agencias nacionales e inter-
la sociedad. Sobre esta base se con- nacionales y de las organizaciones
solidaron los Estados-nación en la no gubernamentales, así como la de
región. La condición de los la ciudadanía en general, que
niños como agentes econó- querría ver desaparecer esta
micos sobre-explotados es situación. No obstante, el
consubstancial a las eco- problema se trata con fre-
nomías subalternas del cuencia de forma aisla-
sistema–mundo, tanto da de las condiciones
como lo son el trabajo generales de trabajo de
informal y las condiciones las familias de los niños y
salariales precarias de los de las condiciones su-
adultos. No es fácil entender bordinadas de los grupos
cómo en economías con más del sociales a los cuales perte-
60% o 70% de informalidad e in- necen (campesinos, traba-
gresos económicos diarios per jadores informales, entres
cápita a menudo inferiores a un dó- otros).
lar, sea siquiera factible conside-
rar la desaparición del trabajo Considerar esta división racial
infantil en los sectores deprimidos. e internacional del trabajo pone en
La condición del niño como agen- cuestión las condiciones de posibi-
te económico pone de presente la lidad de que esta noción de infan-
relación de subordinación econó- cia se generalice como forma de
mica que rige el sistema–mun- representación de la vida de los ni-
do y la racialización de las ños en los países del Tercer Mun-
relaciones laborales, que do, y más particularmente, entre los
impiden a los trabajadores sectores populares, campesinos e
del Tercer Mundo establecer rela- indígenas. En tanto los hijos de los
ciones salariales como forma bási- obreros europeos fueron sustraídos
Papel Periódico Ilustrado, Bogotá. Tipos bogotanos:
ca de remuneración. El Bola-Botín. Grabado, S. XIX de los trabajos industriales en el tér-

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mino de medio siglo y protegidos y donde la adquisición de habilida- interna hace que la discusión sobre
por el sistema escolar y social, a la des de lectura y escritura no es la el trabajo infantil y su erradicación
vez que sus padres se convirtieron única forma o la manera privilegia- sea liderada por entidades y perso-
en trabajadores calificados y mejor da de tener acceso al conocimien- nas que operan en un circuito de
remunerados, los hijos de indíge- to, allí, donde la transmisión de relación capital–salario y donde la
nas, esclavos y mestizos, y sus des- saber se hace de forma oral y como fuerza de trabajo se ha liberado de
cendientes en América, África y un medio funcional y vital para ga- la informalidad, así como los niños
Asia, continuaron participando en nar reconocimiento social, la socia- han sido sustraídos de la producción
las formas de producción propias de lización de los niños y los caminos para ser situados exclusivamente en
la periferia del sistema-mundo, es hacia la adultez siguen otras rutas. el consumo. Esta condición de ser-
decir, las modalidades de la infor- vidores públicos, al igual que la si-
malidad, el servilismo, la esclavi- Por efecto de la colonialidad del tuación del personal de muchas
tud y la producción artesanal, tal poder propia de las sociedades la- organizaciones no gubernamenta-
como sus padres. Incluso, aunque tinoamericanas, ha echado raíces les, agencias internacionales y de
se reportan a lo largo del siglo XX una sensibilidad moderna hacia la académicos, los hace inoperantes
importantes incrementos en la ma- infancia entre los sectores asalaria- para transformar la condición de in-
trícula escolar, la alfabetización y dos, así como entre las clases me- formalidad en la que la mayoría de
la atención básica en salud entre dias y altas, que representan en su los niños trabajadores de la región
sectores populares, estas cifras no conjunto menos del 40% de los tra- realizan su trabajo. La posibilidad
pueden empañar el hecho de que bajadores de la región. Esta división de transformar esta situación no
el permanente avance en el grado depende en su fundamento del di-
de especialización del conocimien- seño de políticas de intervención so-
to, no garantiza tampoco que la edu- cial, enfocadas exclusivamente en
cación formal a la que tienen acceso apoyar la escolarización del niño,
muchos de los niños trabajadores, darle una beca a la familia o en pro-
tenga una legitimidad tal que les hibir a través de las vías legales el
permita, como adultos, ingresar a trabajo infantil. Está, ante todo, en
un mercado laboral más o menos las manos de quienes definen y eje-
estable. Como lo reportan varios es- cutan las políticas laborales y, prin-
tudios, los padres de muchos niños cipalmente, aquellas políticas que
trabajadores tampoco consiguieron afectan de manera sustancial las for-
ingresar a ese mercado o fueron ex- mas de empleo de los adultos y que
pulsados de él. pueden garantizar que el trabajo in-
fantil se haga verdaderamente in-
A estas formas de organización necesario frente a las posibilidades
económica y social pertenece un que ofrece el futuro. Está también
conjunto de elementos que le otor- en las manos de quienes puedan ga-
gan a las economías periféricas, y rantizar que la escolarización sea
en especial a las informales, carac- una vía real para tener acceso a un
terísticas propias. Así como en es- conocimiento legítimo capaz de
tas formas económicas los niños permitirle a quien lo obtiene, esta-
participan en tipos de trabajo fami- blecer relaciones equitativas en el
liar o informal, no están inscritos mercado laboral.
en el sistema escolar como meca-
nismo privilegiado para obtener En sus análisis e intervenciones,
conocimiento y madurar. En con- estos agentes a menudo aíslan al
textos en los que el aprendizaje no niño de su ambiente social, como
se reduce o no se concentra de Papel Periódico Ilustrado, Bogotá (Detalle).
sucede con las formas de interven-
manera preferencial en las escuelas, Grabado, S. XIX ción social en las cuales la persona

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es pensada y tratada como un indi- rante siglos a ordenar simbólica y de infancia no solamente define las
viduo. Con todo, se encuentra uno prácticamente a los individuos y a posibilidades y limitaciones de los
con que los niños trabajadores son los grupos en función de estas ca- niños en torno del juego y la edu-
parte de redes familiares y produc- racterísticas han palidecido y han cación formal, sino en cómo esta
tivas, donde las consideraciones perdido poder argumentativo. Exis- misma noción esboza relaciones
estrictamente individuales y las te un consenso en torno al carácter particulares entre padres e hijos,
proyecciones hacia el futuro no son constructivista de estas nociones y maestros y alumnos, y la sociedad,
la norma. Por el contrario, en ta- a la forma en que fueron emplea- el Estado y el aparato social. Con
les condiciones sociales y cultura- das retóricamente a lo largo de la todo, el tenor general de la Con-
les, suelen imponerse el apoyo, el modernidad en función de intere- vención de los Derechos del Niño,
bienestar común, los lazos de pa- ses específicos. Especialmente lúci- guía fundamental para el diseño y
rentesco y la supervivencia en el la comprensión actual de la niñez,
presente. reposa tácitamente en estos postu-
lados, y bajo la noción de
Surge de esta reflexión protección reproduce los
la inquietud por la si- principios jerárquicos del
tuación del niño en su mundo adulto sobre el infan-
condición de agente pro- til, de la misma forma como el
ductivo: ¿es posible la ni- siglo XVI argumentó acerca
ñez si los niños trabajan?, del disminuido poder de ra-
¿son solamente niños aque- ciocinio de los indígenas
llos insertos como consumi- americanos y la conse-
dores en la economía? cuente necesidad de en-
comendarlos a alguien, o
Estas preguntas nos acer- como el siglo XVIII discutió la
can al asunto de los criterios existencia o inexistencia del jui-
y los recursos que han servido cio femenino para dictaminar la ne-
para modelar el orden social de la cesidad de que las mujeres fueran
modernidad, y al hecho de que protegidas y dirigidas por la razón
cuestionar muchos de ellos señala Papel Periódico Ilustrado, Bogotá. e inteligencia masculinas, dada su
Candelario Obeso. Poeta. Grabado, S. XIX
el camino que ha puesto en eviden- naturaleza infantil. En ambos casos
cia el poder semántico con el que do a este respecto ha sido el traba- el tribunal capaz de discernir acer-
actúan para imponer un orden par- jo de la teoría feminista y de la teo- ca de estos asuntos es uno masculi-
ticular. Vale la pena recordar que ría de género, en sus esfuerzos por no y también adulto, que se arroga
el orden moderno se estructura en develar el carácter patriarcal y el atributo de una madurez fuera de
función de al menos cuatro elemen- opresivo de las definiciones acerca cuestión, de un conocimiento cier-
tos que desempeñan un papel cen- de esencias femeninas y masculinas, to acerca del devenir y la forma de
tral para la organización simbólica así como la crítica a las argumen- acercarse a dichos sujetos, y emplea
y práctica de la sociedad, según una taciones racistas. la noción de infantil para producir
distribución desigual y jerárquica al otro por antonomasia de su ra-
del poder: el género, la raza, la cla- En este mismo sentido, crece en zón: como niño.
se y la edad. Tienen mucha acogi- la actualidad un consenso que pone
da las críticas y han sido objeto de en evidencia el carácter histórico, La percepción cultural de la in-
profundas discusiones las nociones capitalista y constructivista de la fancia como una etapa de prepara-
de raza y etnia, de clase y de géne- noción de infancia. No tengo co- ción para la adultez, como una vía
ro. Es claro para las actuales cien- nocimiento de un trabajo que para adquirir el conocimiento
cias sociales y, en muchos casos, detalladamente incursione en el propio del adulto, sus destrezas y
para el grueso de la sociedad, que proceso simbólico y práctico me- habilidades, carece de todo acerca-
los esfuerzos culturales enfilados du- diante el cual la noción moderna miento émico y se muestra indolen-

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te frente a las posibilidades de la productividad. El ejercicio de cuan- productividad económica, bajo el
alteridad cognitiva, de la diferen- tificar uno y otro tiende a resultar peso del daño que ocasiona al niño
cia de potencialidades en las que en transformaciones importantes y con el argumento de que la niñez
se desenvuelve el niño. La misma acerca de la dinámica microeco- debe transcurrir en función del jue-
psicología del desarrollo se funda en nómica en las economías naciona- go y del aprendizaje escolarizado,
una taxonomía orientada hacia el les. Incluir ambas formas de trabajo se devalúa el sentido de identidad
logro de la madurez entendida en el PIB de cada nación, podría ser del niño trabajador, como se me-
como adultez, como si hubiera al- un útil intento por situar correcta- nosprecia la dedicación del ama de
guna claridad acerca de lo que sig- mente el peso económico de estas casa al ignorar su aporte a la repro-
nifica ser adulto y como si en esta actividades. ducción social mediante el trabajo
noción no convivieran la falta de doméstico. El hecho de que estos
criterio, de responsabilidad, de co- En otro sentido, no obstante li- trabajos no sean incluidos en la con-
nocimiento, de madurez, la ig- gado con el anterior, se sitúa el tema tabilidad nacional, le resta el senti-
norancia, la irracionalidad, la del reconocimiento social y simbó- do de agencia a los sujetos que los
desesperación y la incertidumbre. lico del trabajo infantil. En cuanto realizan. Es en buena parte en
Esa misma psicología del desarro- se denigran su utilidad social y su función de estas reivindicaciones
llo también señala para la que se organizan los mo-
vida adulta un conjunto vimientos de mujeres y
de etapas que marcan el los más recientes de niños
crecimiento del indivi- trabajadores.
duo y lo encuentran tran-
sitando por un camino de El trabajo infantil y las
errores, interpretaciones exigencias de los niños
equívocas y crisis cuya su- trabajadores retan a las
peración marca el creci- sociedades a encarar el
miento. No obstante, no modelo tradicional de in-
se considera allí que la fancia para pensar de
inmadurez respecto de las formas alternativas las
etapas posteriores, sus- posibilidades de realiza-
traiga a los mayores de 18 ción del mundo de la
años de la categoría de niñez, enfocando prefe-
seres juiciosos y raciona- rentemente las destrezas,
les, es decir, de adultos. las motivaciones, las ex-
periencias y los conoci-
Por último, la simili- mientos adquiridos en
tud entre el trabajo infan- cambio de centrarse en el
til y el trabajo doméstico carácter deficitario de la
asombra en varios senti- infancia.
dos. Por una parte, tal
como en muchos casos el Los especialistas reco-
trabajo doméstico se hizo nocen sin duda alguna
invisible bajo el argu- que la infancia es una
mento de que no aporta- idea construida a lo lar-
ba a la riqueza del hogar go de varios siglos y han
y de la nación, asimismo identificado la manera
tiende a minimizarse el como ha operado retóri-
sentido económico del camente durante la mo-
trabajo infantil derogán- dernidad, en asocio con
dolo por su baja o nula Papel Periódico Ilustrado, Bogotá. Los leñadores. Cercanías de Bogotá. Grabado, S. XIX procesos sociales y eco-

88 N ÓMADAS NO. 26. ABRIL 2007. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


nómicos concretos, cuya plena rea- En tanto las discusiones sobre con las reflexiones económicas y
lización sólo ha ocurrido en los paí- el carácter histórico de la represen- sociales que hicieron posible la
ses occidentales industrializados. tación social de las mujeres y de los desaparición de las formas de ex-
También allí surgieron los conoci- jóvenes ha permitido ampliar sus plotación en el trabajo de los ni-
mientos especializados que le die- posibilidades, la discusión acerca ños en otras regiones. Apoyar la
ron piso a la idea de la niñez como de la forma como se ha arraigado erradicación del trabajo infantil a
una etapa de la vida destinada al la noción de infancia debe permi- menudo supone ignorar las condi-
juego y a la escuela. Sobre esta tirle a los niños ampliar las posibi- ciones sociales de los niños que tra-
base fue posible desvirtuar el va- lidades de sus vidas, más allá de las bajan en los países del Tercer
lor del trabajo infantil, restarle efi- que les han impuesto a ellos y a sus Mundo, al diseñar programas y es-
cacia simbólica y convertirlo en familias el mundo moderno/colo- timular la adopción de políticas
un indicador más de subdesarro- nial y los modelos de adultez occi- para retirar a los niños del trabajo
llo. Mientras se continúe negando dental, que este mismo sistema sin considerar las condiciones fa-
su utilidad social y su productivi- mundo en realidad no ha puesto a miliares, sociales y culturales que
dad económica, argumentando ex- su alcance. los circundan. La Convención de
clusivamente su efecto negativo los Derechos del Niño apenas men-
sobre los niños y la necesidad so- Quienes se interesen en cues- ciona las características que deben
cial de que los niños asistan a la tionar el carácter abolicionista que encontrarse en la vida de los pa-
escuela y utilicen el tiempo libre tiñe las agendas para la erradica- dres y de las familias para que la
en el consumo, no solamente se ción del trabajo infantil, deben infancia moderna tome forma. La
devalúa la identidad de los niños, discutir el carácter de la noción condición del niño como agente
sino que se desvía la atención de moderna de infancia. Si bien se re- económico, y especialmente con
las verdaderas causas y del origen conoce rápidamente su carácter carácter productivo, no se ajusta
de la vergüenza que no le corres- histórico y constructivista, la vo- a la perspectiva de derechos que
ponde sentirla a las familias de los luntad de comprensión se estrecha consigna la Convención. Este he-
niños trabajadores. cuando se trata de hacer lo mismo cho cuestiona una de las más po-

Papel Periódico Ilustrado, Bogotá. La lavandera de Bogotá, de tránsito a Chapinero. Grabado, S. XIX

PEDRAZA GÓMEZ, Z.: EL TRABAJO INFANTIL EN CLAVE COLONIAL N ÓMADAS 89


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