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Unidad VII. La Defensa.

Posibles actitudes que puede asumir el demandado

Diversas son las actitudes que puede asumir el demandado al ser notificado del traslado de la demanda.
En los extremos se sitúan no responder o allanarse, oponer excepciones o no hacerlo, contestar la
demanda articulando defensas.

Las excepciones son medios defensivos que pueden utilizarse con dos propósitos: a) impedir que el
proceso avance, mientras no se subsane el impedimento que mediante la excepción se denuncia o; b)
impedir que el juez se pronuncie sobre el mérito de la pretensión o, lo que es lo mismo, sobre si la
pretensión es o no fundada.

La Oposición a la Pretensión

La oposición o defensa es el acto en cuya virtud el sujeto pasivo de la pretensión reclama ante el órgano
judicial, y frente al sujeto activo, que se desestime la actuación de aquella. Es, asimismo, una declaración
de voluntad petitoria, para cuya configuración resulta irrelevante el hecho de que las afirmaciones
formuladas por el demandado cuenten con efectivo respaldo en las normas jurídicas que invoca en
apoyo de su posición procesal.

Si bien la pretensión y la oposición aparecen así como anverso y reverso de una misma figura, sólo la
primera constituye objeto del proceso. Los distintos tipos de oposición que el demandado puede
formular sólo tienen incidencia en la delimitación del área litigiosa o en la mayor amplitud que imprimen
al theme decidendum, pero no alteran el objeto del proceso, que está exclusivamente fijado por el
contenido de la pretensión.

Naturaleza de la Oposición

Generalmente la doctrina pone de resalto el paralelismo existente entre la acción y una de las clases de
la oposición: la excepción. Se afirma que, frente a la acción del actor, que tiende a una declaración
positiva, pertenece al demandado, a modo de réplica, una acción destinada a obtener una declaración
negativa, de modo tal que la excepción sería la acción del demandado.

Como consecuencia de este criterio la polémica suscitada en torno de la naturaleza de la acción, se ha


hecho extensiva al ámbito de la excepción.

Clases de oposiciones

Las oposiciones son susceptibles de clasificarse atendiendo a su contenido y a sus efectos.

Desde el primer punto de vista, la oposición puede configurarse como una negación o como una
excepción.

Existe negación cuando la actitud del demandado se reduce a desconocer la concurrencia de cualquiera
de los requisitos de la pretensión, absteniéndose de invocar, frente a las afirmaciones del actor, nuevas
circunstancias de hecho.

La excepción, en cambio, es la oposición mediante la cual el demandado coloca, frente a las afirmaciones
del actor, circunstancias impeditivas o extintivas tendientes a desvirtuar el efecto jurídico perseguido por
dichas afirmaciones. En este caso, incumbe al demandado la carga de la prueba respecto de esos nuevos
datos que se incorporan al proceso.
Desde el punto de vista de los efectos que producen, las oposiciones pueden ser perentorias o dilatorias.

Son perentorias aquellas oposiciones que, en el supuesto de prosperar, extinguen definitivamente el


derecho del actor, de manera tal que la pretensión pierde toda posibilidad de volver a proponerse
eficazmente. Pueden referirse a cualquiera de los requisitos de la pretensión: extrínsecos e intrínsecos
de admisibilidad (denuncia sobre la existencia de cosa juzgada, o sobre la falta de legitimación o de
objeto lícito, respectivamente) y a los de fundabilidad (negativa del hecho constitutivo afirmado por el
actor; denuncia de un hecho impeditivo, etc).

Son dilatorias aquellas oposiciones que, en el caso de prosperar, excluyen temporariamente la


posibilidad de un pronunciamiento sobre el derecho del actor, de tal suerte que sólo hacen perder a la
pretensión su eficacia actual, pero no impiden que ésta vuelva a proponerse una vez obviados los
defectos de que adolecía. Únicamente se refieren a los requisitos extrínsecos de admisibilidad de la
pretensión y están previstas tanto en los Códigos Procesales como en las leyes de fondo.

Clasificación de la Excepciones

Son de dos tipos:

a) Excepciones dilatorias. Persiguen detener sólo temporalmente le avance de la demanda. Se


encuentran vinculadas con los impedimentos procesales. Permiten, sin afectar el fondo del asunto,
solucionar, para posibilitar la continuación del proceso hacia su culminación, la ausencia en la especie de
algún presupuesto procesal. Como ejemplo puede citarse las de incompetencia, falta de personería,
defecto legal en el modo de proponer la demanda.

b) Excepciones perentorias. En cambio, este tipo de oposición pretende excluir la acción a perpetuidad.
Impiden definitivamente entrar a juzgar sobre el mérito o demérito de la pretensión. Como ejemplos de
ellas se pueden citar a la cosa juzgada, la transacción y la prescripción.

Excepciones Admisibles

Art. 346 del CPCC. “Sólo se resolverán como previas las siguientes excepciones:

1) Incompetencia.

2) Falta de personería de las partes o sus representantes, por carecer de capacidad civil para estar
en juicio o de representación suficiente.

3) Falta de legitimación para obrar cuando fuere manifiesta.

4) Litispendencia.

5) Defecto legal en el modo de proponer la demanda.

6) Cosa Juzgada. Para que sea procedente esta excepción, el examen integral de las dos contiendas
debe demostrar que se trata del mismo asunto sometido a decisión judicial, o que por existir
continencia, conexidad, accesoriedad o subsidiariedad, la sentencia firme ya ha resuelto lo que
constituye la materia o la pretensión deducida en el nuevo juicio que se promueve.

7) Transacción, conciliación y desistimiento del derecho.

8) Las defensas temporarias que se consagran en esta u otras leyes.


La existencia de incompetencia, excepto lo previsto por el artículo 19, último párrafo (relación de
consumo), cosa juzgada, falta de legitimación, falta de personería o de litispendencia podrá ser
declarada de oficio.

La admisión de la excepción de incompetencia determinará la apertura, a su respecto, de la vía


incidental. El proceso principal continuará válidamente su trámite hasta el tiempo del dictado de la
sentencia definitiva, salvo que se tratare de incompetencia por razón del territorio, la que determinará la
suspensión del proceso hasta tanto se dicte resolución a su respecto”.

1) Incompetencia.

La competencia constituye un presupuesto procesal y la falta de ella es un impedimento para la


constitución regular del proceso. Por ello, si el juez es incompetente, el demandado puede articular esta
excepción (la declinatoria) para que aquél no siga actuando en la causa.

2) Falta de Personería

Bajo este nombre se tratan dos cuestiones distintas:

a) Incapacidad para estar en juicio por parte del actor o del demandado. Resulta importante tener en
cuenta lo que surge del Código Civil y Comercial de la Nación. En tal sentido, el art. 24 establece que las
únicas incapacidades para todos los casos son: 1) de las personas por nacer, 2) las personas que no
cuentan con la edad y grado de madurez suficiente; y 3) las declaradas como tales por sentencia judicial
con los alcances que surjan de la resolución judicial.

Por otra parte, las restricciones a la capacidad son de carácter excepcional y quienes son sujetos de ellas
deben actuar con los apoyos correspondientes según lo dispone el artículo 43 del CCCN, cuya
designación está a cargo de los jueces respectivos.

Se debe tener en cuenta que la ley de Concursos y Quiebras dispone la inhabilitación del fallido hasta su
rehabilitación.

b) Quienes actúan en representación de otros en juicio deben acreditar su personería en la primera


presentación (Art. 66 del CPCC) salvo que lo hagan como gestores en los términos del art. 65. Un
ejemplo de ello se da en el caso de si quién invocó la representación del actor no acompañó con su
primer escrito los documentos que justifican la personería.

3) Falta de Legitimación para Obrar cuando fuere manifiesta

La legitimación para obrar es la cualidad emanada de la ley para requerir una sentencia favorable
respecto del objeto litigioso, en la mayoría de los casos coincide con la titularidad de la relación jurídica
sustancial. Así, por ejemplo, el juicio de desalojo consistirá por lo general en la pretensión que ejerce un
locador contra un locatario, con el propósito de lograr la restitución de la tenencia que le transfiriera en
oportunidad de celebrar un contrato de locación. La mera calidad de locador lo legitima para lograr ese
resultado, siendo inútil el frecuente intento del demandado de cuestionar su legitimación por no haber
acreditado el carácter de propietario del bien que se intenta recuperar.

La legitimación, como uno de los requisitos para el ejercicio de la acción, es activa cuando existe
identidad entre la persona a quien la ley le concede el derecho de acción y la que asume en el proceso el
carácter de actor. Es pasiva cuando hay identidad entre la persona habilitada para contradecir y quien ha
sido demandado. La ausencia de una u otra identidad faculta a la promoción de la excepción de falta de
legitimación.

4) Litispendencia

Otro de los efectos de la notificación del traslado de la demanda es la generación de la situación de


litispendencia consistente en que a partir de ese momento procesal no es posible la iniciación de otro
igual al que alcanzó tal situación.

Así, para que en un proceso proceda oponer tal excepción, se requiere:

 La existencia de otro proceso pendiente. El concepto de litispendencia parte, en efecto, de la


hipótesis de “pendencia” de otro proceso, es decir, con demanda ya notificada y aún no concluido.

 Que las demandas en sendos procesos sean idénticas o conexas. En la primera hipótesis
-litispendencia por la triple identidad (sujeto, objeto y causa)- la excepción operará para que se ordene
el archivo del proceso en el que ella se ha deducido; en la segunda hipótesis -litispendencia por
conexidad- la excepción constituirá el medio para obtener la acumulación de sendos procesos,
impidiendo de este modo que ellos se sentencien separadamente.

5) Defecto legal en el modo de proponer la demanda

También conocida como “oscuro libelo”, no se refiere al fondo de la pretensión, sino al escrito de
demanda cuando no reúne las exigencias y solemnidades impuestas por la ley. Se trata de una defensa
que pretende desentrañar, clara y objetivamente, quién demanda, a quién se demanda, por qué se
demanda y qué se demanda. Cobra operatividad la excepción cuando están ausentes los presupuestos
procesales de “claridad” y de “formalidad”. En cuando al primero, la pretensión no es clara cuando
presenta vaguedades o ambigüedades. Respecto al segundo, el incumplimiento de las formas
consagradas por la legislación procesal determina la detención de la acción hasta que las mismas se
subsanen.

Para que sea procedente la excepción, la demanda con respecto a la que se la opone, debe contener
omisiones u obscuridades con relación a elementos trascendentes, por ejemplo, cuando le falta
precisión en el monto indemnizatorio reclamado o directamente guarda silencio sobre el mismo, no se
realiza una cuantificación siquiera provisional o estimativa de los rubros que lo integran, u omite
individualizar los nombres del actor o del demandado, o le falta claridad en la exposición de los hechos,
o se han incumplido ciertos requisitos formales, como no acompañar la traducción de los documentos
presentados en idioma extranjero o ellos no se encuentran legalizados, etc.

6) Cosa Juzgada

Por conducto de esta excepción se impide que con posterioridad a una sentencia definitiva firme vuelva
a plantearse la misma litis. Similares principios de orden, seguridad y certeza jurídica constituyen la ratio
legis de la cosa juzgada.

Hay cosa juzgada cuando las partes, la causa y la cosa demandada en el proceso ya sentenciado son
idénticas a las partes, la causa y la cosa demandada en el proceso en que esa defensa se hace valer, y a
fin de verificar la concurrencia del presupuesto de la triple identidad cabe recurrir a las reglas propias de
la identificación de acciones.
La identidad de partes se refiere a las partes en sentido formal, o sea, a los sujetos titulares del interés
materia del conflicto, excluyéndose así la identidad física de personas, de manera que los sucesores
universales o a título singular de las partes también son alcanzados por los efectos de la cosa juzgada.

La identidad del objeto, por su lado, no se agota en la comprobación de la naturaleza o clase de la


sentencia perseguida -objeto inmediato-, sino que será menester atender también a su contenido
-objeto mediato, bien a la vida reclamado-.

En punto a la identidad de causa, ha de recordarse que para que ello ocurra es menester que ambas
pretensiones sustenten en el mismo título o fundamento.

Por estar interesado el orden público, dada la naturaleza y fundamento de la institución de la cosa
juzgada, puede declarársela de oficio, en cualquier estado del proceso.

7) Transacción (Art. 310 CPCC), Conciliación (Art. 311 CPCC) y Desistimiento del Derecho (Art.
305 y 306 CPCC)

Se trata de modos alternativos de extinción del proceso. En tal concepto, su existencia como medio
extintivo del proceso y como tal, obstáculo para su continuación, se pone de manifiesto a través de la
excepción previa correspondiente.

Tanto la transacción, como la conciliación o el desistimiento del derecho tienen efectos propios de la
cosa juzgada, obstando a que en lo sucesivo se promueva otro proceso entre las mismas partes, por el
mismo objeto y causa.

Planteamiento de las Oposiciones y Traslados

Al respecto, el artículo 348 del CPCC dispone “Con el escrito en que se propusieren las oposiciones, se
agregará toda la prueba instrumental y se ofrecerá la restante. De todo ello se dará traslado al actor,
quien deberá cumplir con idéntico requisito”.

Se trata de la promoción de un incidente, transformándose el demandado en actor en la incidencia


(trascendente a efectos de la caducidad de instancia).

El traslado de las excepciones se efectúa por medios electrónicos (art. 155, inc. 1º).

Efectos

Art. 350. Efectos de la resolución que desestima la excepción de incompetencia. “Una vez firme la
resolución que desestima la excepción de incompetencia, las partes no podrán argüir la incompetencia,
en lo sucesivo. Tampoco podrá ser declarada de oficio”.

El artículo acentúa la producción de la preclusión respecto de la resolución desestimatoria de la


incompetencia.

Art. 351. Resolución y Recursos. “El juez resolverá previamente sobre la declinatoria y la litispendencia.
En caso de declararse competente, resolverá al mismo tiempo sobre las demás oposiciones previas. La
resolución será apelable en relación, salvo cuando se tratare de la excepción de falta de legitimación y el
Juez hubiere resuelto que la falta de legitimación no era manifiesta, en cuyo caso, la decisión será
irrecurrible”.
Quede claro que si el juez se declara incompetente no podrá entrar en la consideración de las restantes
cuestiones. Es posible que para ingresar a la resolución sobre competencia sería necesario resolver
sobre falta de personería. Ello deberá ser considerado prudentemente por el juez.

Art. 352. Efectos de la admisión de las oposiciones. “Una vez firme la resolución que declare
procedentes las oposiciones previas, se procederá: 1) A remitir el expediente al tribunal considerado
competente. 2) A ordenar el archivo si se tratase de cosa juzgada, falta de legitimación manifiesta,
prescripción o de las previstas por la ley de fondo, salvo, en este último caso, cuando sólo correspondiere
la suspensión del procedimiento. 3) A remitirlo al tribunal donde tramite el otro proceso si la
litispendencia fuese por conexidad. Si ambos procesos fueren idénticos, se ordenará el archivo del
iniciado con posterioridad. 4) A fijar el plazo dentro del cual deben subsanarse los defectos. Vencido el
plazo sin que el actor cumpla lo resuelto se lo tendrá por desistido del proceso, imponiéndosele las
costas”.

Se debe dejar sentado que la subsanación no libera al perdedor de la incidencia de la carga de las costas.

Art. 353. Efectos del rechazo de las oposiciones o de la subsanación de los defectos. “Consentida o
ejecutoriada la resolución que rechaza las oposiciones previstas en el artículo 345, en su caso, subsanada
la falta de personería, se declarará reanudado el plazo para contestar la demanda. Subsanado el defecto
legal, se correrá nuevo traslado, por el plazo establecido en el artículo 340”

Contestación de Demanda

Concepto

La contestación de la demanda es el acto mediante el cual el demandado alega todas las excepciones y
defensas que intenta hacer valer contra la pretensión procesal. Cualquiera que sea el tipo de proceso de
que se trate, dicho acto reviste importancia fundamental por cuanto determina definitivamente los
hechos sobre los cuales deberá producirse la prueba y delimita, asimismo, el thema decidendum, pues la
sentencia definitiva sólo puede versar sobre las cuestiones planteadas por ambas partes. De allí la
afirmación corriente de que con la contestación de demanda queda integrada la llamada relación jurídica
procesal.

Requisitos

En la contestación de la demanda, el demandado, además de oponer todas las defensas que no tuvieren
carácter previo, deberá:

1) Reconocer o negar categóricamente cada uno de los hechos expuestos en la demanda, pudiendo su
silencio, sus respuestas evasivas, o la negativa meramente general, ser estimadas como reconocimiento
(admisión) de la verdad de los hechos, pertinentes y lícitos a que se refieran.

Por lo tanto, la negativa genérica e indeterminada de los hechos expuestos en la demanda no satisface el
requisito legal y equivale al silencio que autoriza a estimar la existencia de una admisión de aquéllos.

2) Reconocer la autenticidad de los documentos acompañados que se le atribuyan a la recepción de


las cartas y telegramas a él dirigidos cuyas copias se acompañen En caso de silencio o evasivas, dichos
documentos se le tendrán por reconocidos, o recibidos según el caso.
Existe, por lo tanto, una diferencia importante entre el silencio o evasivas ante los hechos, y esas mismas
actitudes frente a los documentos presentados por el actor. Mientras que en el primer caso, como se
verá, queda librado al arbitrio judicial valorar tales actitudes de acuerdo con los elementos de convicción
que la causa ofrezca, en el segundo caso el juez debe, sin más, tener por reconocidos o recibidos los
documentos de que se trate.

3) Especificar con claridad los hechos que alegare como fundamento de su defensa y observar, en lo
aplicable, los requisitos prescriptos para la demanda.

4) Agregar la prueba documental que tuviera en su poder, y en el caso de no tenerla en su poder


indificualizarla, indicando el lugar, archivo, oficina pública o persona en cuyo poder se encuentre.

5) En caso de acompañarse documentos por le demandado, corresponde dar traslado de ellos al actor
por el plazo de cinco días, debiendo éste reconocer o negar categóricamente su autenticidad o
recepción.

6) Después de contestada la demanda, no se admitirán al demandado sino documentos de fecha


posterior, o anteriores, bajo juramento o afirmación de no haber antes tenido conocimiento de ellos.

Plazo

El art. 340 del CPCC establece que dentro de los cinco (5) días de recibida la demanda, se correrá
traslado al demandado, a quien se emplazara para que la conteste en el plazo de diez (10) días,
haciéndole saber que, en caso de no hacerlo, se tendrán por reconocidos los hechos pertinentes
expuestos en ella, salvo prueba en contrario.

Dicho plazo puede extenderse en caso de que el demandado se domiciliare fuera de la jurisdicción
territorial del tribunal, ampliándose dicho plazo a razón de un día por cada doscientos (200) kilómetros o
fracción no menos a cien (100) kilómetros.

Si el demandado residiere fuera de la República, el Juez fijará el plazo en que haya de comparecer
atendiendo a la distancia y a la mayor o menor facilidad de las comunicaciones.

Efectos de la falta de contestación

En el supuesto de que el demandado no niegue categóricamente los hechos expuestos en la demanda,


el juez puede estimar su silencio, sus respuestas evasivas o su negativa meramente general como un
reconocimiento de la verdad de los hechos. El silencio del demandado puede ser total o parcial, según
deje de contestar la demanda o, contestándola, omita formular una negativa categórica respecto de uno
o más hechos contenidos en aquella.

El silencio del demandado deja librada al criterio del juez la posibilidad de tener por admitidos los
hechos invocados por el actor.

Allanamiento

Concepto
Con respecto a las distintas actitudes positivas del demandado frente a la demanda, puede mencionarse
el allanamiento. Aunque el demandado tenga la facultad de allanarse a la pretensión contenida en la
demanda en cualquier estado de la causa anterior a la sentencia, siempre será una respuesta de
aquiescencia a la demanda.

Carli expresa que "consiste en la declaración de voluntad del demandado de someterse a la pretensión
de sentencia solicitada por el actor en la demanda".

Guasp señala que "El allanamiento es una declaración de voluntad del demandado por la que
éste abandona su oposición a la pretensión del demandante".

Goldschmidt, al comparar el allanamiento con la renuncia, sostiene que el primero "es reconocer la
alegación jurídica formulada por el demandante"

Caracteres

Pueden enumerarse los siguientes:

a) Total. Significa que comprende la integridad de la pretensión deducida, no un aspecto o parte de ella.
V.gr., me allano a pagar el capital, pero no los daños.

Aceptando prestigiosa doctrina, que considera su formulación total o parcial, sólo el primero provoca la
terminación del proceso, dado que el juez no puede dictar una sentencia parcial. Entendemos que, en la
hipótesis del allanamiento parcial, el juez podrá dictar resolución de inmediato, acogiendo las
pretensiones que hayan sido objeto de dicho acto procesal, siempre que el pronunciamiento no
prejuzgue sobre las cuestiones no allanadas, respecto de las cuales continuará el proceso.

Habrá que aceptar la demanda en la medida del allanamiento y resolver en lo demás según el derecho
invocado y las probanzas producidas.

b) Categórico. Si bien no requiere formas solemnes, debe ser expreso y la conducta del allanado exenta
de dudas en cuanto a su sometimiento a la pretensión.

c) Oportuno. El allanamiento debe consistir en una declaración de voluntad "emitida en el lugar, tiempo
y formas establecidos con carácter general para la formulación de las declaraciones de las partes en el
proceso de que se trate".

d) Incondicionado. Es un sometimiento a la pretensión del actor, sin que pueda supeditarse a exigencia
alguna. Nada tiene que ver con este carácter el pedido de exención de costas.

e) Efectivo. De acuerdo con Alvarado Velloso, este requisito se relaciona con el cumplimiento de "la
prestación reclamada cuando se trata de pretensiones de condena".

Debe diferenciarse cuál es el tipo de prestación debida. Algunos casos son susceptibles de satisfacción
inmediata (v.gr., el pago de una suma de dinero o la entrega de una cosa que se halla en poder del
deudor). En otros supuestos, "deberá satisfacerse en la primera oportunidad que la índole del objeto
consienta" (v.gr., una obligación de hacer o no hacer).
Objeto

El allanamiento, en su sentido técnico, tiene como objeto tanto la pretensión del actor como la
oposición del demandado. Extingue el proceso cuando hay sometimiento a todas las peticiones del
actor. Dice Guasp que el allanamiento parcial supone "la simple reducción del objeto de la litis”.

El allanamiento debe recaer sobre relaciones jurídicas disponibles; se excluyen los casos de compromiso
del orden público.

Efectos

El allanamiento, en principio y como regla, impone al juez dictar sentencia, admitiendo o rechazando las
pretensiones del actor o reconveniente. Pueden presentarse diferentes situaciones:

a) Si la pretensión cuya legitimidad ha sido reconocida es lícita, de cumplimiento posible y no


compromete el orden público, y el allanamiento es total, la sentencia deberá conformarse a ella y, por
consiguiente, deberá hacer lugar a la demanda o reconvención en todas sus partes.

b) Si la pretensión cuya legitimidad se reconoce es ilícita o de ejecución imposible, la sentencia deberá


ser conforme a derecho, vale decir, desestimatoria de la demanda.

c) Si el allanamiento comprometiere el orden público o no fuese realizado por todos los demandados o
reconvenidos en caso de mediar litisconsorcio necesario, carecerá de efectos y el proceso continuará
según su estado.

Reconvención

Concepto. Naturaleza Jurídica

El art. 355 del CPPC dispone al respecto que “Al contestar la demanda, el demandado podrá deducir
reconvención cuando ésta deba sustanciarse por el mismo procedimiento de aquella, y corresponda a la
competencia del tribunal interviniente. Serán aplicables, en lo pertinente, todas las reglas establecidas
respecto de la demanda. La reconvención será admisible si las pretensiones en ella deducidas derivaren
de la misma relación jurídica o fueren conexas con las invocadas en la demanda”.

Reconvenir es insertar en el proceso una nueva, independiente y autónoma pretensión, esta vez del
demandado contra el actor, para que sea resuelta por el mismo juez que conoce en la demanda
originaria, por los mismos trámites y en una sola sentencia.

Sin perjuicio de las defensas que puede el demandado oponer en el escrito de contestación a la
demanda, la ley le acuerda el derecho de deducir reconvención, la cual constituye una pretensión
planteada por el demandado frente al actor y que, al incorporarse al proceso pendiente para la
satisfacción de la pretensión originaria, configura un supuesto de acumulación sucesiva por inserción de
pretensiones.

Requisitos
a) Se debe deducir en el mismo escrito de contestación de la demanda.

b) Debe corresponder, por razón de la materia, a la competencia del juez que conoce de la pretensión
inicial.

c) Debe ser susceptible de ventilarse por los mismos trámites de la demanda principal.

d) Se debe deducir en vía principal y no en forma subsidiaria.

e) La reconvención debe derivar de la misma relación jurídica o ser conexa con la pretensión originaria.

f) Se debe fundar en un interés directo de reconviniente.

Rebeldía

Concepto

Una parte es rebelde o contumaz cuando pese a haber sido debidamente citada en su domicilio
conocido no comparece a estar a derecho o, cuando con posterioridad a su intervención inicial,
abandona el proceso.

Al respecto, el art. 74 del CPCC establece que “La parte con domicilio conocido, debidamente citada, que
no compareciere durante el plazo de la citación o abandonare el juicio después de haber comparecido,
será declarada en rebeldía a pedido de la otra. Esta resolución se notificará por cédula o, en su caso, por
edictos durante dos (2) días. Las sucesivas resoluciones se tendrán por notificadas por ministerio de la
ley”.

Requisitos

La referida declaración se halla condicionada a la concurrencia de los siguientes requisitos: a) La


notificación de la citación en el domicilio del litigante; 2) La incomparecencia de éste una vez
transcurrido el plazo de la citación, o el abandono posterior del proceso; 3) La falta de invocación y
justificación de alguna circunstancia que haya impedido la comparecencia; 4) La petición de la parte
contraria.

Respecto de las personas inciertas o con el domicilio ignorado, a quienes debe notificarse por edictos, no
cabe dicha declaración en caso de incomparecencia sino la designación del defensor oficial a fin de que
las represente en juicio.

Efectos

El art. 75 del CPCC dispone que “La rebeldía no alterará la secuela regular del proceso. La sentencia será
pronunciada según el mérito de la causa. En caso de duda, la rebeldía declarada y firme constituirá
presunción de verdad de los hechos lícitos afirmados por quien obtuvo la declaración. Serán a cargo del
rebelde las costas causadas por su rebeldía”.
Como principio general, la declaración de rebeldía una vez notificada y firme, hace cesar a la contraria, la
carga de cursar notificaciones, quedando las providencias que se dicten notificadas de modo automático
(Ministerio legis), salvo los actos personalísimos que requieren de notificación a domicilio o de los que
disponga la ley. La rebeldía también se proyecta para el despacho de las medidas cautelares, en el cargo
de las costas y también en alzada, al permitírsele ofrecer prueba si comparece después de vencido el
plazo de prueba.

El Código se alinea a los ordenamientos procesales que no atribuyen a la situación de rebeldía valor
decisivo en contra del rebelde, sino que la sentencia será dictada haciendo mérito de la causa. Esto
significa que la sentencia habrá de fundarse en las pruebas existentes en la causa.

Finaliza el artículo estableciendo el curso de las costas al rebelde, las que resultan comprensivas de las
generadas por la situación de rebeldía, tales como, notificaciones, oficios o edictos de la citación.

Cesación

El rebelde puede presentarse en cualquier etapa del procedimiento, provocando de ese modo el cese del
proceso en rebeldía. Ese apersonamiento en ningún caso hará retrogradar el proceso. Así, su
comparecencia una vez vencido el plazo para contestar la demanda, no le faculta para pretender que
dicho plazo comience a correr nuevamente. Por lo mismo, no puede oponer defensa que sólo estuvo
facultado para plantear antes de la contestación de la demanda o con la contestación de la demanda.

El art. 79 del CPCC norma “Si el rebelde compareciere en cualquier estado del juicio, será admitido como
parte y, cesando el procedimiento en rebeldía, se continuará con él la sustanciación, sin que ésta pueda
en ningún caso retrogradarlo”.

Alternativas Posteriores A La Traba De La Litis

Apertura de la causa a pruebas y audiencia preliminar

Contestado el traslado de la demanda o reconvención, en su caso, o vencidos los plazos para hacerlo,
resueltas las excepciones previas, y siempre que se hubiesen alegado hechos conducentes acerca de los
cuales no hubiese conformidad entre las partes, aunque éstas no lo pidan, el juez debe recibir la causa a
prueba y fijar la audiencia preliminar.

La apertura de la causa a prueba sólo corresponde en el caso de que existan hechos controvertidos, es
decir, afirmados por una de las partes y negados por la otra, y esos hechos, además, puedan incidir en la
solución del pleito, es decir, revistan el carácter de conducentes.

Prescindencia de la apertura a prueba

En caso de que en la Audiencia Preliminar todas las partes manifiesten que no tienen ninguna prueba a
producir, o que ésta consiste únicamente en las constancias del expediente o en la documental ya
agregada y no cuestionada, la causa quedará conclusa para definitiva y el juez llamará a autos para
sentencia.
Declaración de Puro Derecho

La causa debe declararse como de puro derecho cuando el demandado admite los hechos expuestos en
la demanda pero desconoce, en cambio, los efectos jurídicos que el actor les ha asignado.

El hecho nuevo

Al respecto, la primera parte del art. 357 del CPCC dispone “Cuando con posterioridad a la contestación
de la demanda o de la reconvención, ocurriere o llegase a conocimiento de las partes algún hecho nuevo
o documento que tuviese relación con la cuestión que se entila, podrán alegarlo dentro de los cinco días
posteriores a la notificación de la audiencia preliminar prevista en el artículo 368. Si el juez considerase
inadmisible el planteo, lo desestimará in limine, mediante resolución fundada...”

En principio, los hechos sobre los cuales debe versar la prueba y recaer la sentencia definitiva son los
que las partes afirman en sus escritos de demanda y contestación, y en su caso, en la reconvención y su
contestación. A título excepcional, sin embargo, se admite la alegación de hechos con posterioridad al
cumplimiento de aquellos actos procesales.

Entonces, para que exista hecho nuevo se requiere:

a) Que sea hecho, es decir, que verse sobre un tema fáctico. Así, por ejemplo, un cambio de criterio
jurisprudencial no puede calificarse de hecho nuevo.

b) Debe haber ocurrido o llegado a conocimiento de la parte con posterioridad a los escritos
postulatorios básicos.

c) Debe tener también relación con la cuestión que se ventila. Recaudo que tiene una doble
implicancia: por un lado, es menester que el hecho que se alega sea susceptible de influir en la sentencia
de la causa, y por el otro lado, el hecho alegado no debe importa una variación de la litis por la
alteración de alguno de sus elementos -sujetos, objetos y causas- pues ello importaría una modificación
de la demanda.

d) La alegación debe ser oportuna, es decir, hasta cinco (5) días después de notificada la audiencia de
trámite prevista por el art. 368.

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