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Aportes de la
teología de la
liberación a la
FERNANDO MONTES, S.J.
doctrina social de
la Iglesia
En el marco del primer congreso latinoamericano con las enseñanzas del Evange-
de doctrina social de la Iglesia, fue presentada esta ponencia lio, de la tradición viva y del peren-
ne Magisterio de la Iglesia- esta-
cuyo tema fue solicitado por los organizadores y
mos convencidos, tanto vosotros
que ha sido levemente retocada para su publicación. como yo, de que la teología de la
A veinte años del surgimiento de la teología de la liberación liberación es no sólo oportuna sino
y superado ya el primer enfrenamiento con la doctrina útil y necesaria. Debe constituir
social de la Iglesia, este artículo trata de discernir los aportes una etapa nueva -en estrecha
conexión con las anteriores- de
directos e indirectos que la primera hizo a la segunda esa reflexión teológica iniciada con
a través de los temas nuevos que desarrolló o de las nuevas la Tradición apostólica y continua-
posiciones y afinamientos que adoptó el maqisterio social de la da con los grandes Padres y
Iglesia. Doctores, con el Magisterio ordi-
nario y extraordinario, y en época
El autor es licenciado en filosofía, teología y sociología.
más reciente, con el rico patrimo-
nio de la doctrina social de la Igle-
sia expresada en documentos que
van de la Rerum Novarum a la
o es m¡ objetivo presentar en oportunidades se intuye esa teo- Laborem Exercens"2.
N paralelo la teología de la li-
beración y la doctrina social
de la Iglesia y detectar sus diferen-
logía como una interlocutora no
siempre nombrada. Baste recor-
dar la Evangelif Nuntlandí de Perspectivas para
cias y mutuas relaciones. Una es Paulo VI, y las encíclicas y alocu- abordar el tema
tarea de teólogos y la otra, fruto ciones de Juan Pablo II, en parti-
del magisterio. Hay, desde un cular la Sollicitudo Rei Socialls, Presupuesto de San
punió de vista epistemológico, la Laborem Exercens y la Cente- Ignacio
fundadas diferencias entre ellas. simus Annus.
Nos han pedido señalar los even- Soy consciente de que ambas
En su mensaje a la Conferen-
tuales aportes hechos, después disciplinas no siempre han ido de
cia Episcopal brasileña, el Papa
de veinte años por la teología de la dice que "en la medida en que se
liberación a la doctrina social. Se esfuerza por encontrar esas res- 1 Distinto, como es obvio, sari a el tono do este
trata de una visión sintética1. puestas justas -penetradas de
articulo ti se nos hubiera pedido lo contrario, vate
decir, cla/üicar «I aporto da la doctrina social a la
Es un hecho que el magisterio comprensión para con la rica teología de la liberación. En ese caso debelarnos
Seflalar las corrección*» y adveitandas que el
se ha referido explícita o implícita- experiencia de la Iglesia en este magisterio ha hecho » M I teología.
mente a la teología de la liberación país, tan eficaces y constructivas 2 Juan Pablo II, Mensaje a la Conferencia Episco-
pal de Brasil, sn L' Oss&valora Romano {edición
para discernir, corregir y asumir cuanto sea posible y al mismo semanal). 27 de abril de 1986. p. 11. Posterior men-
muchos elementos. En diversas tiempo en armonía y coherencia te «I Papa hablará de 'una- teología de la líber ación.
la mano y de que no resulta fácil mente, a crear un nuevo estilo. mente propiciada por los pastores
"abordar el tema de este artículo Ella ha sido una mediación para la dedicados al trabajo con los más
con total ecuanimidad. Por eso toma de conciencia de la necesi- pobres. Ella surge en un medio
hago explícito mi deseo de enca- dad de nuevos horizontes; a tra- universitario, aunque no en las
rarlo teniendo presente el PRE- vés suyo - y puede ser éste su facultades de teología -sus prime-
SUPUESTO con el cual San Igna- mérito- hemos debido releer el ros gestores fueron capellanes
cio comienza los Ejercicios Espiri- Concilio Vaticano II y asumir sus universitarios- para responder al
tuales3. aportes en una perspectiva nues- desafío que significaba el desen-
El nos invita a ©star siempre tra, latinoamericana, recogiendo canto ante la Iglesia por parte de
dispuestos y prontos, como bue- de paso las contribuciones de la los jóvenes más inquietos y sensi-
nos cristianos, a salvar la proposi- renovación bíblica y los datos ofre- bilizados en lo social.
ción del prójimo antes que conde- cidos por la teología postconciliar, La revolución cubana, junto con
narla, evitando apasionadas dis- sobre todo en lo referente a cristo- agudizar la conciencia de los pro-
cusiones semánticas. Y, en una logia y eclesiología. Los aportes blemas sociales del continente,
actitud de búsqueda de la verdad, de la T.L., sin dejar de tener impor- parecía ofrecer una alternativa
ir alfondode las cosas con espíritu tancia, no son exclusivos y, lógi- latinoamericana, eficaz y rápida
de caridad, asumir las intenciones camente, deben ser asumidos en para enfrentar los problemas de la
profundas y, al mismo tiempo, conjunto con otras influencias. región. La mayoría de esos jóve-
corregir responsablemente tos nes con se ¡entizados por la Iglesia
errores. Se trata de una aplicación Aportes directos e ante las injusticias, se siente iner-
práctica del principio de Santo Indirectos me para hacer frente a esa situa-
Tomás que nadie está tan lejos de ción. Carentes de mediaciones
la verdad que no posea algo de Finalmente creo importante socioanalíticas, no se sienten
ella. señalar que hay aportes que pue- capaces de proponer estrategias
Los tiempos han cambiado den venir directamente de laT.L., adecuadas. El marxismo descu-
desde la década de los sesenta en aunque tal vez no exclusivamente bierto en tales circunstancias los
que nació la teología de la libera- de ella (p.ej., la opción preferente lleva a abandonar en forma masi-
ción (T.L.), y hoy podemos, con por los pobres)... y existen otros va la Iglesia o al menos a poner
mayor distancia, actuar sin desca- que podemos llamar indirectos "entre paréntesis" su fe y a silen-
lificaciones. La doctrina social porque se han derivado de la ciar su doctrina social.
(D.S.I.), profundamente renovada, necesidad de volver a las fuentes La T.L. nace como una alter-
ha sido redescubierta en su honda al hacer precisiones ante algunas nativa pastoral para llenar ese
verdad. Por su parte, la T.L., junto inexactitudes, errores o ambigüe- vacío. Aunque no es un sustituto
con conservar el "pathos" que le dades (p.ej., una mejor definición de la D.S.I, cumple sin embargo
dio origen, ha debido revisar sus de la auténtica liberación cristia- algunas de las tareas de esa doc-
mediaciones socioanalíticas, fuen- na). Entre los aportes indirectos trina que se presentaba inadecua-
te de sus mayores problemas4. cabe señalar el necesario y pro- da para las nuevas circunstan-
fundo discernimiento que debió cias. Ella pretende resituar la Igle-
Dificultad para aislar las hacer la Iglesia frente al marxismo sia y presentar la fe con una reno-
variables y que le permitió axplicitar con vada vitalidad. Busca dar vigencia
mayor fuerza su propia antropolo- histórica a un cristianismo que
En temas tan complejos, don- gía y quedar mejorpreparada para parece irremisiblemente ligado al
de se relacionan la teología, la enfrentar la crisis que con poste- pasado y que es juzgado, no siem-
filosofía, las ciencias sociales y la rioridad ha experimentado esa pre con justicia, como un elemen-
cambiante situación histórica, ideología. to regresivo en la lucha ideológica.
resulta muy difícil aislar las varia- No se ha insistido suficientemente
bles para indicar qué aspectos de Una nueva vigencia en esta vertiente pastoral, en este
una disciplina están influyendo en histórica remezón que obliga a la Iglesia a
otra. De hecho, en la formulación enfrentar la renovación de su len-
actual de la doctrina social han Señalamos tres aportes he- guaje frente a la nueva situación y
influido la renovación teológica chos por laT.L. para dar una nueva frente a una presentación no ca-
posiconciliar, los cambios socia- vigencia histórica de la D.S. I. en el rente de ambigüedades y erro-
les e históricos acaecidos en el continente.
mundo en las últimas décadas y 3 San Ignacio de Loyola, Ejercicios espirtualm,
n. 22.
los aportes de la filosofía para Alternativa pastoral 4 Han contribuido a esto, por una parto, las adver-
pensar la historia. Ninguna de ante un vacío tencias bochas por al magisterio, particularmente
estas variables influye aisladamen- en las dos ínstr ucciones de la Cong ragación para la
doctrina de la Fe: Lbertatis Nuntius da 19&4 y
te. En ese contexto se puede decir A diferencia de lo dicho co- Lbsnaiie Consciente de 1906; y, por otra, lo*
que la T.L. y otras corrientes han múnmente, la T.L. no nace en las hachos acaecidos en el mundo a partir de 1969.
comentados recientemente por Juan Pablo II en
contribuido, influyéndose mutua- comunidades de base ni es inicial- Cenleeimos Annus.
perado, supuesta la profunda las aristas pelagianas que esta conjunto se insiste en la dimen-
renovación producida, a dar hoy visión podría tener. sión de conflicto que acompañó la
una extraordinaria vigencia histó- vida de ios verdaderos profetas y
rica a la enseñanza social. Hacía un verdadero que llevó a Jesús hasta la muerte.
En Europa se estableció en los círculo hermenéutico Y esa misma muerte se explica a
años 60 un diálogo, en cierto modo partir de la vida y de las enseñan-
académico, entre cristianismo y La conciencia de la necesidad zas del Maestro.
marxismo; se confrontaron sus hermenéutica surge cuando la La Iglesia puso posteriormen-
postulados para establecer las tradición deja de ser obvia y cuan- te en guardia contra esa relectura
compatibilidades y desencuentros. do ya no es claro que hay que e interpretación global que, usan-
En América latina el proceso fue seguirtransmitiendo esa tradición do acríticamente ciertos elemen-
diverso. La T.L. directamente se porque parece no responder a las tos del marxismo, dejaba en silen-
enfrentó con la injusta situación de necesidades del presente6. cio y hasta mutilaba aspectos
los pobres y con lo que se estimó esenciales del cristianismo. En el
era la "praxis de su liberación". Se El círculo incompleto de la intento por limpiar la fe cristiana de
usó el marxismo como una media- teología de la liberación cierto lastre ideológico, la nueva
ción, como un método de análisis. interpretación introducía numero-
Pero su uso poco crítico y sin el La T.L., impactada por la de- sos y más graves elementos de
debido discernimiento provocó una serción de vastos sectores que no ideología.
praxis que merece múltiples repa- encontraban en la doctrina social, El nuevo círculo hermenéuti-
ros. y finalmente ni en el mismo evan- co, por las mediaciones socioana-
gelio, una fuente de inspiración y líticas usadas, no era en verdad
Importancia de la acción una guía para su praxis, e impac- perfectamente circular. El concep-
tada por la situación de pobreza e to de praxis asumido del marxis-
La T.L. surge como una teolo- injusticia, emprende una "nueva mo, en su deseo de excluir cual-
gía de la acción. Ella reflexiona interpretación". Relee la Escritura quier extrinsecismo, rechaza toda
sobre la praxis y además quiere y descubre en ella un mensaje de normatividad previa, y en la prác-
responder a todas las búsquedas liberación. Se produce un nuevo tica, de un modo ahistónco dejada
que ha tenido la Iglesia desde la círculo hemenéutico que va de la inspirarse en la antropología cris-
renovación de la teología moral praxis liberadora a la Escritura y tiana y se desarraiga de la fe reci-
por el redescubrimiento del prima- reencuentra la palabra de Dios bida. La "praxis" propuesta inspira
do de la caridad. desde los pobres y la nueva lectura
Ella no sólo es una mediación desde la praxis de • • • • 1• ™ • • peronoesretroa-
entre la revelación y la realidad, su liberación. Eso limentada, critica-
sinoque desea contribuir a la trans- permite destacar "La da, ni normada
formación de esa realidad. Hay ciertos textos y por la fe. En ese
aquí, tal vez, un influjo de la tesis darles una nueva
interpretación de contexto, la rica
marxista de que no basta enten- centralidad. Es así
como se revalori-
los signos de los tradición de la
Iglesia, de la cual
der el mundo sino que es necesa-
rio transformarlo. • za y comenta tiempos lleva a hemos recibido y
Esta tarea es urgente dada la muchas veces el una relectura fiel en la cual hemos
gravedad de la injusticia que afec- libro del Éxodo leído la Escritura,
ta mortalmente a tanta gente y la subrayando los de la tradición y pierde su fuerza
misma referencia central al Reino aspectos de libe- de inspiración, su
entendido, tal vez demasiado uni- ración social y po- de la Escritura vigor orientador y
lateralmente, en su sentido de lítica que allí se atenta a los su capacidad crí-
nuevas relaciones sociales. narran; se hace tica. La mediación
La instrucción Llbertatis resaltar la figura de cambios socioanalítica ha
Conscientia recuerda que la los profetas, sobre históricos" sobrepasada su
doctrina social es una enseñanza todo en su aspec- intención para
orientada a la acción y le da así to de denuncia; se H B M M I M B l H • convertirse en un
particular vigencia en un continen- busca la inspira- referente último,
te cansado y que no puede seguir ción en el Jesús en una visión glo-
esperando. Por todas partes se histórico que evangeliza a los bal de la existencia. Se ha demos-
escucha el anhelo de ir más allá de pobres, que comparte la vida con trado de hecho que no es fácil
las teorías, sobre todo cuando se ellos hasta identificarse con los realizar la pretendida división que
trata del compromiso cristiano. Hay hambrientos, los encarcelados y se quiso establecer entre el mate-
conciencia de que la Iglesia tiene los que tienen sed, más que en el rialismo histórico y el dialéctico.
una doctrina y que ahora falta su Cristo de la fe o el de las ulteriores
concreción. Será necesario evitar fórmulas cristológicas. En ese 6 a . H. G. Gadamer. Ventad y método.
Conflíctividad y lucha de
clases
La categoría
"lucha de clases":
escándalo y rechazo
La toma de conciencia de las
hirientes diferencias sociales y de
las injusticias, que Medellín llegó a
llamar "violencia institucionaliza-
da", llevó a numerosos teólogos
de la liberación a usar la categoría
marxista de "lucha de clases". Ella
no sólo ofrecía un instrumento para
analizar y describir la situación Hacer propia la causa de los pobres parece connatural con el espíritu
antes mencionada, sino que pare- del Evangelio
cía proporcionar una vía para
superar las desigualdades y la que pocos llegaron a propiciar la gue reaccionando contra tal posi-
explotación existentes. Por más violencia en esa lucha, de hecho ción que ha perdido ciertamente
que los teólogos hicieron algunas fácilmente se llegó a justificarla fuerza debido a la evolución del
distinciones para afirmar que el como una oposición a la llamada propio marxismo que en sus va-
amor universal quedaba a salvo, y "violencia institucionalizada". No riantes eurocomunistas y en la
que no se creaba la oposición sino olvidemos que en el momento de! misma versión soviética la ha ido
que se la reconocía porque era un origen de la T.L. existían focos abandonando.
dato de la realidad, al asumir la guerrilleros que tenían en su seno
categoría maodsta de "lucha de algunos cristianos o pretendían Descubrimiento de la
clases", de hecho, se propiciaba ¡a inspirarse en el mismo cristianis- conflictividad
confrontación como vía de solu- mo, como el grupo que murió en
ción de los problemas. Algunos Teoponte (Bolivia). Nos interesa indicar qué que-
hablaron de agudizar las contra- Pocas cosas escandalizaron dó de todo eso y señalar el influjo
dicciones para hacerlas más pa- tanto a la conciencia cristiana como
tentes. El diálogo y el consenso esta opción que parecía contrade-
parecieron caminos tibios y "ter- cir derechamente el mandamiento
ceristas". La lógica de la lucha se del amor al prójimo que, junto con 17 Cf. Juan Pablo II, Cenresimus Annus, n. 10 y
n. 15 (en este último número se relacionan los dos
impuso; pero ella, concebidacomo ei amor a Dios, es la suprema ley principios) y Sollicituda fíei Sociaüs nn. 33-40. Para
motor de la historia, lleva a la ani- del cristianismo. unaprolundizacíón de la solidaridad, sobretodo en
el lema del Irabjo, ver el importante discurso del
quilación del adversario. Y aun- El Magisterio reaccionó y si- Papa actual en la OIT, nn. 8-12.
lacionaba con la teología moral Es interesante notar el profun- quirir una dimensión religiosa que
pero sus lazos no estaban claros. do sentido teológico y el amplio no ha sido frecuente hasta ahora.
No es extraño que la crítica uso de la Palabra de Dios que Es interesante a este respecto que
protestante haya hecho notar es- exhibe el magisterio de Juan Pablo el Papa Juan Pablo II en la Sollicl-
tas carencias, afirmando que la II.21 El mismo ha insistido en darle tudo Reí Socialls y en la Labo-
D.S.I. era de corte racionalista, a la doctrina social un status den- rem Exercens apunte a una ver-
iusnaturalista y poco inspirada en tro de la reflexión teológica." dadera espiritualidad del trabajo y
la palabra de Dios. de la actividad social.25 El cristia-
El tema de la liberación: no percibe hoy la necesidad de
Nuevo entronque con la ¿Hada una unificar religiosamente su fe, su
teología y recurso a la espiritualidad de lo teología y su compromiso social.
Escritura social?
Conclusión
La definición de la m isión de la Dejada de lado la susceptibili-
Iglesia en la constitución Lumen dad nacida en el tiempo de la Hemos hecho un largo recorri-
Gentlum, abrió un camino para polémica, es importante recono- do para indicar aspectos de la T.L.
reflexionar teológicamente su cerque el tema de la liberación es que han podido influir en la actual
misión en el mundo. Gaudium et rico para articular en profundidad formulación de la D.S.I. Más que
Spes fue un paso notable en esta la doctrina social. No sólo tiene contribuciones temáticas especí-
línea. resonancias bíblicas evidentes ficas, lo más importante es aquello
La T.L. ha hecho en este punto sino que, si se siguen las indica- que ha acercado la doctrina a los
una contribución importante. Ante ciones de la iglesia, no tiene por dos polos que ella por esencia
la crisis que experimentaba la qué limitarse a lo meramente debe confrontar: la revelación y
D.S.I. en la década del sesenta, y sociopolítico. Permite una lectura los problemas concretos. Sería un
por la preocupación pastoral que antropológica radical donde los error creer que sólo la teología ha
antes señalábamos, ¡mentó una diferentes niveles en que se juega influido en estos puntos, sin em-
reflexión teológica que articulara la existencia humana pueden arti- bargo ella ha despertado una
la praxis social con el conjunto del cularse. La humanización plena sensibilidad que ciertamente ha
dogma. Los conflictos y las espe- que pasa por la liberación del contribuido, al menos indirecta-
ranzas del hombre fueron más pecado y de todo tipo de alienacio- mente, a la búsqueda de caminos
directamente confrontados con la nes sociales, políticas y culturales nuevos.
revelación. En una primera etapa puede contribuir a formular la Finalmente quisiéramos aña-
la reflexión se situó en problemas doctrina social. Es un concepto dir que el mayor aporte de la teo-
de método y en el uso de las dinámico que puede tener en logía de la liberación a la doctrina
mediaciones. En las etapas pos- cuenta los procesos históricos. Por social ha sido el introducir en ella
teriores se profundizó sobre todo eso no es extraño que el término todo un continente. En parte debi-
en la línea de la eclesiología y de haya sido asumido en los docu- do a ella América latina, sus pro-
la crislolog ía hasta llegar a la espi- mentos del magisterio social.23 blemas, su modo de pensar y de
ritualidad. El estudio del Cristo his- Finalmente, el tema de la libe- vivir la fe han ido encontrando una
tórico, de su enseñanza, del modo ración, que enfrenta al hombre a carta de ciudadanía en la Iglesia
como enfrentó los conflictos y en- sus diferentes alienaciones, ha ido Universal, a la cual este continen-
caró a los hombres se convierte expresándose cada vez más en te de la esperanza es, por sobre
en pauta privilegiada de reflexión una espiritualidad.24 Hablar de todas las cosas, profundamente
social. La concepción de la Iglesia espiritualidad no sólo comporta se- fiel, a
comunitaria y cercana al pobre ñalar un ángulo desde el cual se
tendrá también múltiples conse- lee la Escritura; en lo más hondo, 21 Cff. SoHctuóo Raí Sociaüe, nn. 30-31 y sobre
cuencias. se trata de recrear una experien- lodo <u admirable capitulo quinto.
22Cfr. Sotictudo R* Sociato. n .41 y CftiitmM
Una particular mención debe cia religiosa donde el contacto con Armut, n. 65.
hacerse del recurso a la Escritura. Dios, la oración, los sacramentos, 23 Juan Pablo II en CéñteamM Annut n. 26 aflrma
la liturgia, el servicio atosdemás y 'El tierrpo presante, a la voz qu» ha Superado todo
La nueva hermenéutica llevó a la lo qu» habla da caduco en «sos intentos (de com-
T.L. a un uso más y más frecuente la misma vida se ordenan en lo promiso impaeibi» entre marxismo y cristianismo).
de la biblia que por el tipo de profundo de la fe. Fe y teología se llsva a reafirmar la positividad de una autentica
teología d« la Iteración humana integrar Cir
experiencia humana que transmi- potencian permitiendo enfrentar también SoMctudo Reí SodaSs, ti. 46. La Instruc-
te está más cerca del pueblo que los problemas más radicales del ción Ltwrlalis Nurtius, en el capitulo tercero, trata
da la Iberaclón como tema cristiano e investiga en
las disquisiciones metafísicas. sentido de la vida y todos los con- el capitulo cuarto k> lundamenlot bíblico* de tal
Aunque ese uso de la Escritura ha flictos. loma.
sido vivamente criticado por ser La T.L. ha buscado una autén- 24 Desde la aparición de la obra de Gustavo Gutié-
rrez Beber an su propio pazo, muertas publ cacto-
parcial, se ha introducido un estilo tica espiritualidad para poder en- nes han insistido en la nucos ¡dad de u na espiritua-
nuevo para enfrentar tos hechos frentar la pasión del pobre. De lidad del trabajo.
25 Clf. Laborem Exercens. capitulo V: Elementos
sociales. esta manera lo social intenta ad- para una espiritualidad del trabajo.