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INTRODUCCION

Según las estimaciones más recientes de la Organización Internacional para las Migraciones -OIM-
existen en el mundo alrededor de 214 millones de personas que por diversos motivos han debido
abandonar su país de origen para ingresar en otro territorio. Entre estos motivos están los
fenómenos de la globalización, la pobreza, los desastres ambientales, los conflictos políticos y
étnicos, que no sólo han impulsado este movimiento migratorio, sino que, en la medida en que se
profundicen, correlativamente harán que siga incrementándose.

En sentido amplio, por migración se entiende el proceso de traslado de residencia desde un


ámbito socioespacial, en el cual los seres humanos reproducen, producen e intercambian los
elementos materiales y simbólicos necesarios para la satisfacción de sus necesidades e
inquietudes vitales, a otro (Mármora, 2004:460; Bonilla, 2007:28).

En el presente trabajo desarrollaremos todo lo relacionado con la migración y como afecta esto a
la familia en forma económica, social, cultural y psicológica.
Migración

Definición

La migración humana es el movimiento de las personas desde un lugar hasta otro, con la intención
de fijar su residencia en el destino de forma permanente o semipermanente. La migración es un
componente muy importante del cambio, la estructura y el crecimiento poblacional, así como lo son
la natalidad y la mortalidad.

Hay dos términos esenciales para comprender este fenómeno. Uno es la inmigración, que ocurre
cuando personas entran en un país o asentamiento; y otro es la emigración, producido si las
personas salen del lugar. Quienes inmigran son inmigrantes, y los que emigran, claro, son
emigrantes. Asimismo, se presenta a diferentes escalas:

– Interregional. Tiene lugar entre regiones de un país. Ejemplo: de California a Washington, D.C.,
Estados Unidos.

– Intracontinental. Ocurre dentro de un mismo continente. Ejemplo: de España a Francia.

– Intercontinental. Se produce cuando se cruzan continentes. Ejemplo: de Francia a Brasil.

Por lo general, la migración es voluntaria, pero hay muchas causas específicas por las que una
persona puede hacerlo. A veces es forzosa. La migración ha sido un fenómeno muy común a lo largo
de la historia de la humanidad; sin embargo, se considera que los movimientos nómadas no son
migratorios, ya que el propósito de estos no es asentarse permanente o semipermanentemente en
un solo lugar. Tampoco lo son los viajes turísticos, las peregrinaciones y otros movimientos que no
tienen este fin.
Los seres humanos han migrado desde tiempos prehistóricos. La primera gran migración sucedió
hace aproximadamente 2 millones de años, cuando Homo erectus salió de África y se asentó en
Eurasia. Con el tiempo, las migraciones favorecieron el poblamiento de casi todo el mundo, y la
población global comenzó a crecer y desarrollarse.

Hoy en día, la cantidad de migrantes que un país recibe está determinada e influenciada por las
políticas y leyes de migración de cada uno, de modo que la migración legal está limitada.

Tipos

Existen varios tipos de migración según diversos criterios, pero los más referidos son los siguientes.

– Migración interna. Comprende los movimientos dentro de una misma región, estado o país.

– Migración externa. Constituye movimientos migratorios en los que las personas se asientan en
otra región, estado o país diferente al anterior.

– Migración internacional. Se lleva a cabo si las personas se trasladan de un país a otro.

– Transferencia de población, migración involuntaria o migración forzada. En este caso, las personas
son obligadas por el gobierno a salir del lugar.

– Migración impelida. Ocurre cuando los migrantes deciden moverse debido a problemas
experimentados en su lugar, como guerras o conflictos políticos.

– Migración en cadena. Se produce en serie; comienza con una o más personas dentro de un grupo
de personas, como una familia, y gradualmente otras personas del mismo grupo migran al mismo
sitio que sus antecesores.

– Migración escalonada. A diferencia de la migración en cadena, esta ocurre poco a poco en


intervalos cortos. Por ejemplo, de un pueblo a una ciudad y después a una megalópoli.

– Migración estacional. Es un tipo en el que las personas migran pero por un período determinado,
por lo que se trata de una migración semipermanente. Por lo regular, los migrantes estacionales son
atraídos por oportunidades laborales o por mejores condiciones climáticas.

– Migración circular o de retorno. En esta, las personas que salen voluntariamente de su lugar de
origen regresan al mismo después de un tiempo.
Causas

Las causas varían, desde el simple deseo de experimentar la vida en otro lugar hasta la obligación
de moverse para evitar riesgos que se encuentran en un sitio. Las causas de la migración se
condensan en los siguientes tipos:

– Económicas: buscar empleo, iniciar o continuar una carrera en especial, aprovechar los beneficios
económicos de un país determinado, etcétera.

– Sociales: permanecer cerca o vivir con la familia, buscar una mejor calidad o estilo de vida,
etcétera.

– Políticas: huir de persecuciones, guerras y otros tipos de problemas o conflictos políticos que
ponen en riesgo la vida.

– Culturales: mejorar la calidad de la educación, buscar afinidad o tolerancia religiosa, gusto por la
cultura del país, etcétera.

– Medioambientales: escapar de desastres naturales, buscar un lugar con un clima más agradable,
etcétera.

Existen factores de atracción y factores de empuje en un lugar, que influyen en la decisión de una
persona para trasladarse. Los primeros son aquellos que atraen a las personas para quedarse, como
bajos índices de delincuencia, clima agradable, estabilidad política y buenas oportunidades de
empleo. Los factores de empuje alientan a las personas a salir del lugar, como pobreza, guerra e
inundaciones.

Efectos

A menudo, los movimientos migratorios reflejan las condiciones sociales, políticas y económicas del
mundo, y tienen impactos en el suelo y el paisaje de los lugares desde donde y a donde las personas
se trasladan. Una elevada tasa de inmigración en las ciudades puede ocasionar sobrepoblación, y
afectar la disponibilidad de servicios públicos y aumentar la contaminación.

En términos demográficos, la migración aumenta o reduce el tamaño de una población, e influye en


su estructura y determina el tamaño y las tasas de su crecimiento. También tiene un papel
importante en la distribución de la población, pues en algunos países los migrantes de una región o
país suelen concentrarse en zonas específicas del país al que migran.

La migración condiciona cambios importantes en la vida de los migrantes y afecta de diversas


maneras su bienestar y salud. En la familia y en la pareja se han descrito efectos negativos como la
ruptura familiar, el divorcio y daños en los vínculos entre padres e hijos. Desde 1999, se han
incrementaron las casos de divorcio; sin lugar a dudas, uno de los fenómenos que ha contribuido a
incrementar el número de separaciones es la migración (un 30% del incremento en los casos de
divorcio se debe a las migraciones).

Donde quiera que estemos, todos somos partes de un mundo casi ya, sin fronteras. La migración es
uno de los tópicos centrales de la globalización en el siglo XXI. En los Estados Unidos, en Europa y
en Latinoamérica los hospitales, las clínicas y los consultorios privados se han transformado en
lugares de encuentro intercultural entre profesionales y clientes. Las familias funcionan en espacios
transnacionales .Todos los inmigrantes, aquellos que dejan sus países voluntariamente o aquellos
que se ven forzados a buscar asilo o refugio político, aquellos que vienen de lugares cercanos o de
lugares lejanos, aquellos inmigrantes que son hombres, mujeres, jóvenes o viejos, ricos o pobres,
sufren en alguna medida u otra, alguna forma de perdida, pena o duelo. La perdida de
la migración tiene características especiales que la distinguen de otro tipo de perdida. A diferencia
del inalterable hecho de la muerte, con la que yo creo, ha sido incorrectamente comparada, las
pérdidas del inmigrante son a la vez más amplias y más reducidas. Son más amplias que la muerte
de una persona cercana porque la migración trae pérdidas de todo tipo: perdida de parientes y
amigos que permanecen en el país de origen, perdida de la lengua natal, de las costumbres y
rituales, de la tierra misma.

Sin embargo, la migración es también más pequeña que la perdida completa de la muerte.
Comparada a la muerte, las pérdidas de las migraciones no son totalmente claras, completas o
irrevocables. Todos se encuentran aun con vida, aunque ausente, siempre es posible fantasear un
regreso eventual o una reunión futura. Existen también elementos compensatorios, tales como la
esperanza de mejora económica, oportunidades educacionales o nuevas libertades políticas,
económicas o sociales.

Estos elementos crean emociones contradictorias: tristeza y alegría; perdidas y restituciones;


ausencia y presencia que hacen que las perdidas sean incompletas, ambiguas, pospuestas y como
alguien las ha llamado “de duelo perpetuo”. Esta idea no es nueva, ya en el siglo
XVI, Maimonides describió la enfermedad de la “nostalgia” que producía muchos síntomas
somáticos y emocionales, entonces concluyo que la única cura era retornar al enfermo a su país
natal. Estos mismos síntomas de palpitaciones, llantos, tics, temblores y lamentos aparecen en el
inmigrante del siglo XXI, y en circunstancias dadas, también en aquellos miembros de la familia
afectados por la partida.

El concepto de “perdida ambigua” propuesto por la investigadora Pauline Boss (1999) para describir
situaciones en las cuales la pérdida es confusa, incompleta, o parcial, es útil para entender la pérdida
del inmigrante. Boss describe dos tipos de perdida ambigua, una es la situación en la cual la gente
esta físicamente ausente pero psicológicamente presente (ejemplos son familias con una persona
fallecida en la guerra o los desaparecidos políticos, cuyos cuerpos nunca se encuentran. En la
segunda situación de perdida ambigua, un miembro de la familia esta físicamente presente pero
psicológicamente ausente. (Ejemplos son familias con un miembro que sufre la enfermedad de
Alzheimer, o cuando en una familia, el padre o la madre esta emocionalmente aislado por excesivo
estrés en el trabajo). La migración representa ambos tipos de pérdida ambigua
simultáneamente. Por un lado, la gente y los lugares queridos están físicamente ausentes, y al
mismo tiempo, están agudamente presentes en la mente del inmigrante.

Un factor importante a considerar es, que la migración no es siempre un proceso de decisión


democrática, con frecuencia hay una línea sutil que marca las diferencias entre las migraciones de
iniciativa voluntaria y aquellas que se dan por la persuasión de una persona sobre otra. Entre los
persuadidos pero no convencidos se encuentran los niños, las mujeres que siguen a los maridos a
duras penas (aunque algunas veces es al revés) y las personas mayores que acuden al llamado de
los hijos, sea para ayudarlos o para ser ayudados. Estos individuos que se sienten robados de
iniciativa generalmente tienen más dificultades de adaptación que aquellos que activamente
deciden emigrar y se encuentran con mayor frecuencia en las clínicas con síntomas de depresión,
ansiedad

En conclusión: la migración constituye una situación muy particular, que al solicitar de ambos
miembros de la pareja un esfuerzo adicional de integración a un marco de referencia diferente, hace
más compleja dicha relación, así como la construcción de la parentalidad y es posible que cuando
esta se da en situaciones precarias y cuando no existe una solida herencia psíquica, pueden ocurrir
rupturas y dificultades en la transmisión de la herencia psicológica y cultural

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