Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Las ideas sobre la vejez que tiene una sociedad se transmiten desde el hogar y
las instituciones educativas, sociales y políticas y pueden tener bases científicas
(acordes con el proceso biopsicológico) o ser estereotipadas positiva o negati-
vamente. Lo cierto es que no hay una definición exacta y universal sobre la
vejez. Lo que hay son aproximaciones desde diversos puntos de vista: cronoló-
gico, anatómico, bioquímico, psicológico, emocional-afectívo, moral o legal. Y
es a partir de estos criterios que se evalúa, se juzga, se gradúa y se define la
vejez en una sociedad y en una época dadas.
67
CUADRO 8
CRITERIOS PARA DEFINIR LA VEJEZ
REGIÓN CARIBE
TOTAL DE POBLACIÓN 33% 67% 50% 50%
a. Cronológico 5 5 4 3
b. C o n d . d e Salud 1 3 1 4
c. Activ. Laboral 3 1 3 5
d. A s p e c t o exterior 4 4 5 2
e. Actitudes 2 2 2 I
REGIÓN PAISA
a. Cronológico 3 5 4 2
b. Cond. de Salud 4 4 2 5
c. Activ, Laboral 1 1 1 1
d. A s p e c t o exterior 5 2 5 3
e. Actitudes 2 3 3 4
REGIÓN DE L O S S A N T A N D E R E S
a. Cronológico 4 4 3 2
b. Condic. de Salud 1 1 1 3
c. Activ. Laboral 3 2 2 5
d. A s p e c t o exterior 5 5 5 1
e. Actitudes 2 3 4 4
REGIÓN CUNDIBOYACENSE
a. Cronológico 4 4 4 4
b. Condic. d e Salud 1 2 2 1
c. Activ. Laboral 2 1 1 5
d. A s p e c t o exterior 5 3 5 2
e. Actitudes 3 5 3 3
6S
REGIÓN DEL TOLIMA G R A N D E
Cronológico
Condic. de salud
Activid, Laborales
Aspecto exterior
Actitudes
a. Cronológico 3 3 4
b. Condic. de salud 2 2 2
c. Activid. laborales 1 1 I
d. Aspecto externo 5 4 5
e. Actitudes 4 5 3
REGIÓN C A U C A N O - N A R I N E N S E
a. Cronológico
b. Condic. de salud
c. Activ. laborales
d. Aspecto exterior
e. Actitudes
69
entre los hombres; en Cundiboyacá en el área rural y entre las mujeres; y en
Cauca Nariño en áreas urbanas y entre las mujeres. Por contraste sólo en las
regiones Paisa y Valle del Cauca-Risaralda, el principal criterio es el referido al
mantenimiento de actividades laborales, con la única diferencia de que en la
región Paisa este es también el principal criterio para hombres y para mujeres,
mientras en Valle del Cauca-Rísaralda, sólo lo es para los hombres. La región
Caucano-Nariñense comparte este criterio en el área rural y entre los varones.El
aspecto exterior ocupa en todas las regiones un lugar secundario en las dis-
tintas áreas y especialmente para los varones, pero ocupa el primero o segundo
lugar para las mujeres de las regiones Caribe, Santanderes, Cundiboyacá, To-
lima Grande, Valle del Cauca-Risaralda y Caucano-Nariñense. La mayor dis-
persión regional y por género, se encuentra respecto a las actitudes ya que
ocupan desde los primeros hasta los últimos lugares. Se destaca el segundo
lugar generalizado que se les da en la región Caribe, frente al penúltimo lugar
generalizado en la región del Tolima Grande.
Ambos grupos generacionales consideran que la vejez es más difícil para los
hombres, pero los grupos jóvenes son más radicales en definir que no hay
igualdad. Las razones aludidas por uno y otro grupo sobre el por qué es más
difícil la vejez masculina son:
70
CUADRO 10
LA VEJEZ MASCULINA ES PEOR POR
RAZONES MAYORES DE 50 MENORES DE 5 0
Pérdida de salud 20 20
Pérdida de ocupación 40 50
Pérdida de funciones familiares 25 30
Problemas sexuales 10 —
Otros 5 —
Total 100 100
De nuevo, el criterio laboral y la pérdida del rol productivo son los factores
determinantes en la visión pesimista sobre la vejez masculina, seguidos de una
idea de pérdida en las funciones familiares, que se refiere al papel de proveedo-
res del grupo doméstico.
El 60.3% de los mayores de 50 años no pensaron en la vejez cuando eran
jóvenes, porcentaje que se reduce entre quienes hoy tienen menos de 50 años
(46.2%). Sin embargo de las respuestas se infiere una visión negativa y estereo-
tipada de la vejez. Veamos tales respuestas:
CUADRO 11
IDEAS ACERCA DE LA VEJEZ
MAYORES DE 50 MENORES DE 50
Miedo al deterioro 40 25
(físico o mental) 20
Temor a las enfermedades 30
Temor a la soledad y abandono 20.6 —
Alegría por el descanso 9.4 10
No quiere ni pensar en eso — 45
Total 100.0 100
71
un 64.9% carece de rentas propias o de alguna fuente de ingresos, por lo cual
consideran que la familia tiene la obligación de "velar por ellos". Sin embargo
un 50% de las personas menores de 50 años piensa que no puede cumplir esta
obligación debido a los bajos ingresos familiares que apenas si alcanzan para
satisfacer las necesidades del grupo nuclear. Ellos creen que es deber del
Estado colaborar con las personas mayores. El 50% que considera una obli-
gación moral el cuidado de sus mayores, informa que dicha atención es pre-
caria también por razones económicas. Para ellos, la acción del Estado debe
dirigirse al grupo familiar como un todo y no a personas (niños, mujeres, vie-
jos), con el fin de incentivar el mantenimiento de la integración del grupo.
Actitudes a n t e el envejecimiento
Para comprender mejor las actitudes ante el envejecimiento, veamos las res-
puestas por grupos de edad y por género frente a una serie de preguntas.
CUADRO 12
¿ S E SIENTE VIEJO?
72
Del cuadro anterior se deduce que la mayoría de los hombres aceptan la vejez
a partir de los 66 años, edad que coincide con el retiro laboral forzoso, mientras
que las mujeres se sienten viejas a partir de los 50 años, edad que coincide con
la menopausia. Llama la atención que un 30% de hombres no acepta ser viejo
después de los 70 años, y declaran que es la sociedad quien los margina y los
hace sentir inútiles. De nuevo aparece la diferencia por género que asigna a la
actividad laboral la definición y la actitud ante la vejez y el envejecimiento mas-
culino, mientras las características externas son importantes para la definición
cultural del envejecimiento femenino.
Veamos las razones que dan los entrevistados para sentirse viejos.
CUADRO 13
¿POR QUE LA GENTE SE SIENTE VIEJA?
M E N O R E S DE 5 0 A N O S M A Y O R E S DE 5 0 A N O S
H M H M
Edad 10.0% 33% 5% 30%
Enfermedad 27.3% 10% 35% 13%
Falta trabajo 26.1% 2% 30% 5%
Actitudes 9.6% 10% 20% 10%
Soledad 5.0% 15% 7% 13%
Falta d e hijos 2.0% 20% 3% 29%
Deterioro 20.0% 10% — —
Total 100.0% 100% 100% 100%
73
rio, se busca cambiar de actividad y dedicar más tiempo a actividades sociales,
políticas, recreativas y familiares.
(Jn 80.4% de las personas mayores de 50 años dijo no hacer nada para evitar
el envejecimiento. El 19.6% que aceptó hacerlo se refirió a las siguientes activi-
dades: cuidado en la dieta, tratamientos médicos y estéticos(incluyendo ciru-
gías plásticas), ejercicio físico, mantenerse actualizados para poder participar
en la vida social, religiosa, política o intelectual, evitar la soledad y el margina-
miento y aumentar el cuidado del arreglo personal.
Entre las personas menores de 50 años sólo un 13.3% dijo hacer algo para
evitar el envejecimiento, haciendo referencia a la prevención del deterioro físico
y mental. Son personas que consideran que el envejecimiento se evita llevando
una "vida sana" que implica no tener vicios (beber, fumar, mujerear), tener una
alimentación sana y balanceada y evitar los excesos de trabajo o de stress.
Quienes más se preocupan por hacer algo que evite el envejecimiento son las
mujeres de los estratos medios y altos para quienes la apariencia física es im-
portante aun en el campo laboral. Sin embargo muchos hombres aceptaron que
siguen tratamientos para evitar la calvicie, hacen dieta para mantenerse en forma
y toman medicamentos para conservar la potencia sexual. La mayoría de ellos
iniciaron estas actividades a partir de los 40 años y muchos confesaron la rela-
ción entre estas prácticas y una "conquista femenina" fuera de la relación de
pareja.
74
En el punto siguiente veremos algunos perfiles de viejos que nos permitirán
entender mejor ias diferencias de actitudes a nivel regional, de área y por género.
- En las áreas rurales del país hay una mayor tendencia a idealizar la figura
senescente varonil, mientras en las ciudades hay una tendencia a equiparar
las figuras femenina y masculina.
75
entre sí. Es decir, que el status-rol y la imagen de hombres y mujeres viejos
se parecen más entre sí en estas ciudades que a las respectivas regiones
de las que son epicentro.
76
De los mayores de 50 a ñ o s sólo un 37.4% valora la experiencia un 10.4% acepta
que la edad da sabiduría, mientras el 52.2% no ha encontrado en su vida coti-
diana alguna ventaja por ser personas mayores. De éstos últimos, sólo el 28.7%
acepta la vejez con resignación ante las pérdidas en lo económico, lo afectivo, la
salud y la independencia. Entre ellos se observa un mayor sentido religioso y
espiritual relacionado con la aceptación de la muerte c o m o una realidad c a d a
vez m á s próxima. El 23.5% restante sólo encuentra desventajas en la vejez. Para
tener una mejor ¡dea sobre la visión idealizada y la vivencia actual de los viejos,
v e a m o s algunos perfiles t o m a d o s de las biografías de algunos viejos represen-
tativos de cada categoría.
"Ah. A mi padre nosotros que éramos 7 hijos, 3 del primer matrimonio y 4 del
segundo, le a y u d a m o s hasta que se murió. El murió en su propia tierra y siendo
el d u e ñ o y con la compañía de todos. Murió de 72 años y fue muy obedecido.
Todo lo que dijera era la ley. No c o m o ahora que buscan miles de c o s a s para
decir que no p u e d e n ayudar a uno. Que esto que aquello...
77
"Yo lo único que pienso es haber dado todo y no dejar nada para esta edad. Sí,
porque si no trabajo no como. ¿Al médico? No he ido sino 2 veces, pero es que
soy fuerte y la alimentación es sana y sin vicios. Aquí hay señores que saben
más que los médicos y son baratos y se cura con alimentos y yerbas y rezos.
"¿El futuro? Ja. Ja. Pues lo que Dios disponga. A El me entrego y que sea lo
que quiera. Ya ni quiero conocer a los nietos que tengo porque si uno no tiene
para darles algo, ni se los presentan".
"A los 4 años de estar aquí me casé con una caleña. Tuve que suspender la
ayuda en mi casa. Pero entonces otro hermano ya era profesional y soltero y él
siguió ayudando.
"Tuve 4 hijos todos hombres y con el trabajo de mi esposa y mío los hicimos
profesionales. Mi esposa puso primero un taller de modistería en la casa y des-
pués fue ya un negocio de confecciones muy próspero. A los 60 años saqué
una pensión que es ínfima, pero afortunadamente teníamos el apartamento
propio. De mis hijos 3 son casados, pero 2 se han separado y se han vuelto a
casar. El menor vive con una compañera. Tengo 7 nietos. Mi esposa murió hace
6 años de un cáncer y en su enfermedad gasté casi todos los ahorros, porque
esa atención no la cubre el Seguro Social.
"Yo sí creía que mí vejez iba a ser como la de mi viejo o la de mi abuelo. Con
los hijos pendientes y sin penurias económicas, aunque fíjese que ninguno de
ellos era jubilado. Hoy no. Uno de viejo tiene que mantenerse y ayudarle a los
demás. Claro que los otros se acuerdan en navidad y van con uno que otro
78
regalíto o me ayudan con mercado. Pero no es suficiente. Gracias a Dios yo soy
muy sano y al menos tengo seguro lo de mi entierro...".
El criterio cultural sobre la vejez femenina, se observa en un relato de una mujer
costeña de 70 años de un caserío de Ciénaga de Oro. "Me llamo ELOÍSA y vivo
con una hija separada y mis dos nietecitas. En vida del difunto con quien tuve
2 hijos, yo cuidaba esta casa que él me dejó. El se iba a trabajar uno o dos
meses y volvía para estarse 8 o 10 días. Así vivimos siempre. Yo siempre trabajé
y ganaba dinero porque él a veces no mandaba a tiempo o se demoraba. Yo
vivía con mi mamá y teníamos una tienda. Mi esposo tuvo otras mujeres y otros
hijos, pero a mí lo que me importaba era que fuera cariñoso. Cuando se murió
nos dejó esta casa donde vivía con mis dos hijas y mi mamá q.e.p.d.(murió hace
15 años). Con mi mamá nos entendíamos muy bien y siempre vivimos juntas,
y después que mi hija mayor dejó al marido se vino aquí y ahí seguímos con el
mismo negocio. Claro que ella que es mejor para eso puso un almacén y viaja
a la Guajira a traer mercancía fina con mi nieta. Yo no me quejo de la vida. He
tenido todo lo necesario y nunca pelié con mi mamá, ni peleo con mis hijas...
"¿Mi papá? Eso él era ganadero y rico, casado con otra señora, pero que nos
ayudó y nos dio vacas. Yo lo veía a veces y era muy cariñoso, pero después se
fue para Bogotá y hasta el sol de hoy no volvimos a saber noticias. Mi mamá
tuvo después otro marido y otros hijos con quienes siempre nos entendemos
muy bien.
"¿Mis nietas? Son como mis hijas. Yo las cuido igual y todo lo que tengo se los
doy porque ellas son muy cariñosas y me respetan.".
"Mi familia era gente muy bien y de dinero y por eso yo tuve todo. Mi papá murió
de úlcera a los 48 años y mi mamá vivía con una hermana de ella viuda (le
mataron al marido en la violencia). Mi mamá se murió a los 60 años. Fuimos 8
hermanos y muy unidos velando por ella hasta que murió. Yo sí tengo algunos
pesitos ahorrados que guardo por si una enfermedad para que no les toque tan
duro a los hijos... El hijo separado vive ahora solo y sus hijos están con la mamá
de ellos que vive con sus padres. Yo le he dicho a mi hijo que se venga para acá
que hay espacio, pero él quiere ser independiente. A mí me da mucho pesar
79
porque él es muy inútil y a veces voy a su apartamento a arreglarle la ropita y
le llevo una empleada para que le organice sus cosas... Mi hija soltera es muy
buena, pero es muy brava. A ella no le gusta que yo traiga gente o que salga
sola y me regaña. Pobrecita. Ella cree que sí algo me pasa los hermanos le
echan la culpa.
"Yo ya estoy muy vieja y muy enferma. Tengo cistitis y me dan muchos males,
pero le cuento poco a mí hija porque ella dice que son chocheras y que tengo
hipocondría. Pero no. Hace poco fui a un médico y si tengo muchos males.
"Los hijos casados mandan a los nietos para que me visiten y de vez en cuando
vienen todos a comer. Mire, los nietos son muy lindos, pero son muy necios y
hacen mucho bochinche y yo ya no estoy para esos trotes. Pero en fin es la
propia sangre. Mire, yo no viviría en la casa de los hijos casados. Quiero mucho
a sus mujeres, pero tenemos otra manera de ver las cosas. Ellas trabajan y no
tienen tiempo para educar a esos niños, ni para atender bien a sus maridos. Yo
le digo a mí hija que cuando vea que me estoy volviendo una carga me lleve a
un ancianato, pero que no me lleve a la casa de los hijos.
"Mi hija no sé por qué se quedó soltera, ella vive bien pero es muy malgeniada.
Le doy gracias a Dios que se haya quedado soltera porque así yo tengo com-
pañía. La vejez es muy dura y uno vive muy solo. A mí no me dejan hacer nada
y tampoco tengo salud para buscar alguna ocupación. Rezo mucho, voy a misa
cuando puedo, veo T.V y camino por la manzana, pero nada más.
"La vida en este país ha cambiado mucho. Ya no es como antes el respeto por
los padres y los abuelos como en mi época. Delante de ellos uno no podía ni
siquiera estar mal vestido, nunca discutía sus órdenes y era muy obediente. Hoy
cualquier muchachito de 8 años le dice a uno que así no son las cosas, la
comida no les gusta y no tienen orden y sí uno les cuenta historias, se duermen
o se ríen por anticuadas. Claro que hoy los jóvenes saben más que uno, pero
al menos deberían respetar a los mayores y hacerles caso. ¿Cierto?".
80
dependientes de los hijos en el mejor de los casos. La mayoría debe continuar
atendiendo a su familia, especialmente cuando hay hijos solteros, viudos o se-
parados. Muy p o c a s personas (10% de los entrevistados) tienen alguna pensión
que no alcanza para cubrir las nuevas obligaciones familiares, lo cual las obliga
a buscar una ocupación remunerada para mantener el status de padres susti-
tutos (de los nietos ).
De los 4 casos, 3 viejos: 2 hombres y una mujer siguen trabajando para sobre-
vivir y una mujer cuenta con el apoyo de su familia. El único pensionado, debe
m a n t e n e r s e él y mantener al hijo y al nieto, para lo cual tuvo que buscarse una
nueva ocupación remunerada. Tres viejos, un hombre y dos mujeres viven con
su familia, dos c o m o jefes de hogar y uno c o m o dependiente. El viejo c a m p e -
sino tuvo que acudir a un pariente de la familia extensa (el sobrino), para que
le proporcionara vivienda y trabajo, ya que la inestabilidad afectiva de sus hijos,
no le permite compartir con ellos la vejez. La diferencia en la escala de valores
lleva a este viejo c a m p e s i n o a la marginación de los nietos, algunos de los
cuales no conoce, ni quiere conocer,
Solamente una mujer vieja afirma que prefiere vivir en un ancianato q u e en casa
de sus hijos varones. La razón que da es la diferencia de actitudes y comporta-
mientos de las nuevas generaciones (nietos) y de la nueras.
A c t i v i d a d e s d e l o s viejos e n C o l o m b i a
En este punto veremos el régimen de vida de los viejos del país en cuanto a
dieta, ejercicio y descanso, así como las labores económicas realizadas por
hombres y mujeres mayores, de acuerdo con el estrato social y las regiones; las
actividades en el tiempo de descanso y la ocupación del tiempo libre y otras
actividades realizadas por grupos minoritarios de viejos en el c a m p o intelectual,
profesional, político, religioso y ceremonial. Con esta descripción se pueden
conocer los intereses y necesidades de este grupo etario y en consecuencia,
buscar la adecuación de los planes y programas gubernamentales, privados y
comunitarios a las realidades sentidas y reales de la población involucrada.
CJn 72.4% de la población mayor de 50 años del país, no sigue una dieta espe-
cial, dando c o m o razones sentirse bien (2.4%) y carecer de recursos económi-
cos para determinar cuál es la dieta apropiada y seguirla (70%). Paralelamente
un 24.7% de las personas menores de 50 años consideran necesario que los
81
viejos tengan un régimen alimentario adecuado a sus condiciones biológicas y
médicas y preventivo de enfermedades relacionadas con la alimentación. Este
grupo de personas menores considera que hay dos factores que inciden en la
indiferencia de la población vieja hacia los cuidados dietéticos, a saber: a) la
ignorancia acerca de la importancia de la prevención de enfermedades origina-
das en la alimentación inadecuada; y b) la carencia de recursos e c o n ó m i c o s
para a c c e d e r a una evaluación de expertos (dietistas, nutricionistas, médicos)
y para pagar una dieta balanceada.
82
carencia de a g u a potable y las dificultades para la preparación y cocción de los
alimentos, por la falta de luz y el costo de los combustibles m á s e m p l e a d o s
(cocinol, gasolina y gas). Por esta razón, las mujeres prefieren hacer un solo
plato, generalmente u n a s s o p a s cuyo contenido varía, pero con alto contenido
de carbohidratos, grasas y "sustancia de hueso".
El 26.4% de los viejos que informaron tener una dieta especial, lo hacen por
prescripción médica o por razones estéticas. De este porcentaje, el 18.6% co-
rresponde a p e r s o n a s de los estratos altos y medios. En estos c a s o s las dietas
consisten en la supresión de algunos alimentos (carnes, conservas, enlatados,
grasas y lácteos), en la disminución de condimentos (pimienta, cominos, ají y
otras especies), en la disminución o supresión de bebidas (alcohol, café, té) o
en la ingestión de suplementos vitamínicos (complejos vitamínicos) o minera-
les (calcio), reconstituyentes del sistema nervioso o revitalizadores sexuales en
el c a s o masculino (fármacos o tradicionales como: sangre de toro, criadillas,
miel de abejas, sesos de res, hígado de res, etc.).
Quienes afirman seguir una dieta especial son personas que iniciaron esta cos-
t u m b r e desde los 4 5 años aproximadamente y un 5% afirmó haberlo hecho
para mantenerse atractivos. Después de los 60 años, las razones para mantener
una dieta aparecen c o m o estrictamente médicas.
83
algún pariente, c o m o proveedores o c o m o dependientes. Ciña vez solucionado
ese q u e es el verdadero impedimento para una buena dieta, son posibles, ne-
cesarios y operativos los programas educativos sobre nutrición, según edad y
género. Reducir el problema a las c a m p a ñ a s educativas exclusivamente, pro-
d u c e mayor insatisfacción entre los miembros de las familias pobres que saben
la necesidad de una buena alimentación, pero sólo pueden comprar lo mínimo
para la supervivencia.
84
razones estéticas (mantenerse bien). Estas actividades se refieren a un deporte,
la asistencia a un gimnasio o centro de rehabilitación o a la "caminada diaria".
Paralelamente, las mujeres viejas de las áreas rurales realizan hasta muy avan-
zada edad las mismas actividades físicas que realizaron en la edad adulta, vin-
culadas con labores domésticas, ayuda en las tareas agropecuarias (especies
m e n o r e s , horticultura) o actividades artesanales (diferentes según regiones).
No s e encontró algún c a s o de ejercicio físico femenino diferente a la actividad
laboral o doméstica, pero sí la actividad permanente,
85
las privadas), por desinterés, cansancio y falta de motivación por parte de las
recreacionistas o por problemas médicos.
Pero aparte de esta valoración social que involucra también a la población jo-
ven, la falta de recursos económicos de la mayoría de las familias del país,
obliga a que todos sus miembros busquen una actividad remunerativa que les
permita la subsistencia (niños, jóvenes y mujeres, adultos y viejos), lo cual no
deja tiempo para el ejercicio físico preventivo, ni para el deporte recreativo. A
esta realidad se suma la inexistencia de instalaciones deportivas, un número
insuficiente de parques adecuados a las características locales de clima y cos-
tumbres en cada barrio o de las áreas rurales y a la ausencia de políticas gu-
bernamentales que incentiven a la juventud para la práctica de los deportes. En
los estratos bajos y medios el tiempo libre se emplea en el descanso, ver T.V. y
oír radio y el tiempo de ocio en la tertulia y el consumo de licores y cerveza.
Esporádicamente las gentes de estratos medios realizan viajes y paseos o em-
plean las facilidades de las Cajas de Compensación, que carecen de cupos
suficientes y económicos. Y en los estratos altos urbanos el tiempo libre de los
viejos se emplea en actividades sociales, familiares, viajes, actividades benéfi-
cas y actividades recreativas pasivas (visitas, ver TV, oír radio, asistir a los clubes
privados). Las características culturales de la población se han visto reforzadas
por la ideologización del deporte en colegios y universidades, ya que solamente
se da un apoyo importante al fútbol o al ciclismo, como actividades profesiona-
les para un grupo de personas jóvenes. La población en general sólo participa
en calidad de "espectador". Los juegos regionales se han perdido y los jóvenes
prefieren los juegos mecánicos que aprender los juegos que conocen sus abuelos,
86
Al preguntarle a los entrevistados mayores de 50 años, en qué actividades ocu-
pan su tiempo libre, respondieron:
Ninguna 5.1%
Visitar parientes y amigos 11.4%
Pasear, viajar 7.1%
Trabajar 10.0%
Ver T.V., oír radio, leer 43.6%
Hacer oficios caseros 19.6%
Practicar deportesO.6%
Actividades religiosas 2.5%
100.0%
De las anteriores respuestas se desprende que ni los jóvenes ni los viejos dan
valor e importancia al empleo del tiempo libre en recreación activa y que para
ambos grupos generacionales, la actividad principal es ver T.V. y oír radio, es
decir, recreación pasiva que hoy en día es la más cómoda (en la propia casa)
y la más económica. En las entrevistas profundas se detectó que los jóvenes
propician esta actividad en los viejos, como una manera de aislarlos del resto
de la familia para evitar los conflictos generacionales o para evitarse gastos y
dificultades tratando de buscar programas adecuados para la población vieja.
También llama la atención el alto porcentaje de jóvenes que creen que los viejos
deben ocupar el tiempo libre en oficios domésticos o productivos. Esta percep-
ción se da especialmente en los estratos bajos y/o donde los hijos han efectua-
do sucesivas uniones y rupturas conyugales y requieren del apoyo económico
de los padres viejos o el cuidado de los hijos por parte de las madres viejas,
mientras ellos trabajan.
«7
Cuando las personas mayores dicen hacer deporte (6%), más de la mitad se
refiere a asistir en calidad de espectadores a un espectáculo deportivo y de ellos
las tres cuartas partes son varones.
Para completar esta parte se indagó acerca de las actividades realizadas por los
viejos en los días de fiesta y la opinión de los jóvenes sobre lo que los mayores
deben hacer en estas fechas, con las siguientes respuestas:
CUADRO 14
M A Y O R E S DE 5 0 A N O S M E N O R E S DE 5 0 A N O S
Actividades religiosas 21.3% Actividades religiosas 13.9%
Oficios, trabajo 12.1% Oficios, trabajo 15.8%
Nada 27.0% Nada 4.4%
Ver T.V., oír radio 15.5% Ver T.V., oír radio 13.9%
Hacer o recibir visitas 13.2% Hacer o recibir visitas 16.4%
Descansar 10.9% Descansar 12.0%
Hacer deportes ejercicio 0.0% Deportes, ejercicio 0.6%
Total 100.0% 100.0%
Las personas mayores de 50 años dan prioridad a hacer nada, actividades reli-
giosas, ver T.V. y oír radio, hacer o recibir visitas o desempeñar un oficio, mien-
tras las personas jóvenes creen que los viejos deberían tener más vida social
con sus contemporáneos, trabajar en oficios remunerados, ver T.V. o descansar.
Ambos grupos generacionales ven prioritarias las actividades pasivas, muchas
de las cuales pueden ser nocivas para la salud de las personas viejas (ver T.V.
por ejemplo). Quienes mencionan las actividades religiosas en los días de fiesta
son mujeres o se refieren a actividades de las mujeres viejas, ya que sólo un 1%
corresponde a actividades masculinas o a respuestas de hombres jóvenes. Se-
gún las entrevistas, en la medida en que se avanza en la edad, las mujeres y los
hombres sienten más necesidad de un apoyo espiritual, el cual se incrementa
ante la presencia de un deterioro en la salud. Para esta población esta actividad
reemplaza las carencias en los demás órdenes de la vida cotidiana y llegan a
ser en muchos casos la única actividad gratificante. Sin embargo la gran mayo-
ría se queja de las dificultades para asistir al culto (misas, trisagios, oraciones
y celebraciones en las iglesias), por las dificultades de movilización y las distan-
cias de las iglesias o santuarios. Por ello es frecuente encontrar en las habita-
ciones de las personas viejas (especialmente de las mujeres) altares caseros,
permanentemente alumbrados.
Los jóvenes han percibido esta necesidad de sus parientes viejos y consideran
que aunque tales actividades no ayudan a solucionar los problemas, sí dan una
tranquilidad y resignación que hace njás fácil la vida familiar.
88
Actividades de la vida cotidiana de los viejos
Actividades religiosas
El 86.8% de los viejos dice realizar en su vida diaria alguna actividad religiosa
o espiritual, especificada así:
CUADRO 15
ACTIVIDAD HOMBRES MUJERES
Ir a Misa 5% 13%
Rezar el rosario en casa 6% 14%
Asistir a grupos de oración 1% 9%
Rezar novenas (en casa) 5% 40%
Pertenecer a agrupaciones
religiosas católicas o evangélicas) 1% 6%
No obstante, hay algunas regiones donde los viejos plantean la puesta en mar-
cha de programas religiosos, como una de las acciones necesarias. Ellas son
la región Paisa y la del Valle del Cauca-Risaralda. En ellas las personas mayores
reclaman más colaboración de la Iglesia, los sacerdotes y las monjas y prefieren
los programas dirigidos por ellos a los programas dirigidos por funcionarios
particulares oficiales o privados. Donde menos se obtuvo esta respuesta fue en
la región Caribe y los Santanderes. En la primera hay una mezcla entre lo espi-
ritual y lo pagano (fiestas patronales seguidas de actividades recreativas) y en
la segunda el nivel religioso-espiritual es "de puertas para adentro" y femenino.
89
En los estratos bajos rurales y urbanos se observa una mayor participación en
las "promesas" a santos y a la Virgen (en distintas versiones), para pedir favores
o milagros. Y es también donde las peregrinaciones y "mandas" se cumplen de
una manera más estricta, con apoyo y compañía de otros miembros de la fa-
milia, quienes aprovechan estas ocasiones para organizar paseos, para "pagar
las promesas". De los diarios de campo se obtuvo la información de 3 incendios
de la vivienda en estratos bajos a causa del alumbrado de los altares de las
personas mayores.
Estas actividades van disminuyendo en la medida que se asciende en la escala
social, ya que en los estratos medios hay una combinación de actividades reli-
giosas, espirituales y mágicas (uso de talismanes, cadenas con la Virgen o el
Sagrado Corazón, escapularios) y mayor participación en ceremonias y rituales
(misa, comunión, bautizos, matrimonios, entierros, etc.).
En los estratos altos la actividad espiritual se dirige a la participación en orga-
nizaciones benéficas y caritativas que simultáneamente tienen un matiz social
y de ocupación, se asiste a la misa dominical en familia o se ora a nivel
individual.
Actividades comunitarias
El 35.6% de las personas viejas del país participa en actividades comunitarias,
sin diferencias significativas a nivel regional y referidas a la veredas rurales o a
los barrios urbanos. La participación de los viejos en las actividades de la es-
cuela y las juntas veredales de las áreas rurales es más alta que la de los adultos.
Los primeros hacen parte de las directivas de las juntas, organizan bazares y
colaboran activamente en la organización de obras que redunden en beneficio
de la vereda. A este nivel, la participación en cargos directivos corresponde a
los hombres en las regiones de los Santanderes, Cundiboyacá y Cauca-Nariño
o a hombres o mujeres (sin distinción) en las demás regiones. Sin embargo en
todas las áreas rurales de las distintas regiones, las mujeres viejas son las en-
cargadas de preparar los alimentos, elaborar las artesanías que se van a expo-
ner o a vender y a enseñar a las adultas jóvenes su papel en estas actividades.
En las áreas urbanas, especialmente en las ciudades de Bogotá, Medellín, Cali
y Barranquilla, la participación de los viejos y viejas en actividades comunita-
rias, es mayor en los estratos bajos y dentro de éstos en los barrios de invasión
o recientemente legalizados. La razón es que muchos de ellos fueron los líderes
en la formación del barrio, conocen la historia de los mismos y tienen un gran
ascendiente entre la población joven. En otras ocasiones, los jóvenes "usan" a
los viejos y a los niños para evitar los lanzamientos y la acción de la ley. En
estos barrios la comunidad tiene como meta luchar por la legalización, dotación
90
de servicios y mejora de los mismos, basada en las luchas de sus antecesores.
En el 90% de las juntas comunales de estos barrios hay personas mayores de
50 años y ellos son quienes más apoyan programas como los de autoconstruc-
ción de vivienda y servicios, porque ven en ellos un programa de vida y no
simplemente la obtención de un techo. Un viejo decía que así toda la familia se
integraba alrededor de una meta: construir una vivienda adecuada a sus nece-
sidades y gustos, dedicando las horas libres a esta tarea y no a la bebida, que
causa la desintegración del grupo. Son las personas que más se oponen a los
programas oficiales de vivienda porque consideran que no sólo los costos son
inaccesibles, sino que se dispersa la comunidad y se desintegra la familia, de-
bido a la estrechez y al diseño inadecuado de las viviendas.
Actividades políticas
El 74.1% de la población mayor de 50 años del país dijo no participar activa-
mente en actividades políticas, diferentes al voto eventual en algunas épocas
electorales (el 40%). Las razones para esta indiferencia son:
Ya no hay diferencias entre los partidos políticos 50%
91
Los políticos no hacen nada por la gente 26%
Las votaciones son una farsa, ya se sabe el ganador 13%
Los políticos no dan participación a los viejos 11%
Total 100%
Sin embargo, hay un 12% de los no participantes que sí quisiera hacerlo, porque
tienen tiempo y creen tener experiencias que recordar para evitar luchas infruc-
tuosas, por eso critican los programas de la mayoría de los políticos actuales
que sólo quieren reclutar gente joven y excluyen de sus planes y programas a
los viejos.
92
reacción a la falta de modernización de las instituciones dirigidas por los políti-
cos tradicionales.
93
Si son dueños de negocios en grandes ciudades, optan por retirarse en una
edad cercana a los 65 años, delegando en un miembro de la familia el manejo,
pero manteniendo un cierto control (corresponden al 0.5% de la población en-
trevistada de mayores de 50 años). Si son empleados o intermediarios, se en-
cuentran en la población pensionada a los 50, 55 o 60 años, edades en las
cuales buscan un oficio propio similar al anteriormente ejercido (una pequeña
tienda, por ejemplo), y corresponden al 1% de la población entrevistada.
El 30% de la población total vieja del país reside en el campo y trabaja en sus
labores agropecuarias o artesanales hasta edades muy avanzadas o hasta que
están físicamente impedidos. De ellos, un 12% ha involucrado nuevas tecnolo-
gías a su proceso productivo (creación, adopción o adaptación) y de comerciali-
zación con ayuda de los gremios respectivos (cafeteros, ganaderos, agricultores,
avícolas, floricultores, arroceros,etc.). Para estos empresarios, el trabajo es más
de tipo administrativo y programático que físico y en un alto porcentaje después
de los 55 años delegan el trabajo en parientes o socios más jóvenes, pero man-
tienen el control. Los demás trabajadores del agro no cambian fácilmente su téc-
nica, ni el tipo de cultivo y se mantienen laboralmente activos con ayuda de
parientes y en pocos casos pagando jornaleros en algunos períodos estacionales.
94
Solamente un porcentaje pequeño (0.5%) de las personas entrevistadas mayo-
res de 50 años, correspondió a hombres y a unas pocas mujeres intelectuales,
artistas, escritores, parlamentarios, militares, jerarcas de la Iglesia, expresiden-
tes y grandes empresarios. Se trata de un grupo de personas mayores que dirigen
los destinos del país en diferentes sectores y que piensan mantenerse activos
hasta la muerte. Son el único grupo adaptado y participativo en todas y cada
una de las actividades del país. Su trabajo no tiene horario, ni sitio de ubicación
para desarrollarlo; tienen temporadas de descanso, ayuda médica y muchas motiva-
ciones psicológicas y económicas
CUADRO 16
EDAD PROMEDIO DE LOS DIRIGENTES DEL PAÍS Y PORCENTAJES DE MAYORES
E D A D PROMEDIO %MAYORES DE 5 0
1 . SECTOR PRODUCTIVO
Manufacturero 48 30%
Agropecuario-forestal 40 12%
Energético 42 15%
Minero 45 10%
Recursos marinos 43 6%
2. SECTOR SERVICIOS
Salud 44 30%
Educación 45 6%
Comunicación e informal. 38 5%
Comercio, Trans., Admón. 48 40%
3. SECTOR RELIGIOSO
Jerarquía eclesiástica 56 90%
Comunidades masculinas 52 92%
Comunidades femeninas 56 60%
4 . S E C T O R POLÍTICO
Dirigentes nacionales 65 75%
Dirigentes regionales 46 25%
Congreso de la República 48 35%
5. SECTOR A C A D É M I C O
Académicos, docentes 50 65%
Escritores y artistas 50 45%
Nota: Estos datos fueron obtenidos en entrevistas con gremios y asociaciones profesionales, religiosas y políticas
y por lo tanto no corresponden a un censo.
95
Los datos anteriores -con los sesgos que puedan tener por la dificultad de
acceder a los mismos- muestra que en Colombia la mayoría de los líderes y
dirigentes de los diversos sectores son personas mayores de 50 años y que sus
opiniones son tenidas en cuenta para la definición de políticas, acciones y pro-
gramas gubernamentales o de la esfera privada en sus distintos campos. Por
eso mismo llama la atención observar el poco interés de estas personas para
entender la realidad de sus contemporáneos de estratos medios y bajos y la
poca iniciativa para estudiar y resolver las necesidades de la población mayor
y proponer planes y programas adecuados a ellas. Cabe aclarar que en los
sectores productivo, político y académico el mayor porcentaje de personas
dirigentes mayores de 50 años, corresponde a varones, mientras que en el
sector servicios y religioso hay mayor participación femenina (30%)
CUADRO 17
Aprender las nuevas tecnologías 16.1% Aprender nuevos oficios remunerados 17.1 %
Seguir estudiando o empezar Aprender a afrontar los problemas
a hacerlo 11.5% solos 15.8%
Mejorar relaciones con la familia 6.9% Mejorar relaciones familiares 11.4%
Ninguna 10.9%
Otras (dinero, afecto) 10.3%
TOTAL 100.0% 100.0%
Las respuestas anteriores muestran el gran interés por aprender nuevos oficios,
tecnologías, así como por actualizarse y mejorar las relaciones con la familia,
entre las personas mayores de 50 años, como una necesidad sentida para afrontar
las nuevas obligaciones familiares, adaptarse a los cambios de valores y sentir-
se "útiles". Solamente un 10.9% de los entrevistados no tiene alguna necesidad
o ha perdido las esperanzas en el futuro, se ha resignado y está esperando la
muerte liberadora. Paralelamente los jóvenes creen que las mayores necesida-
96
des de los viejos están en el terreno de nuevos aprendizajes para aceptar los
c a m b i o s de vida y las diferencias generacionales o para seguir activos en el terreno
económico.
CUADRO 18
Sí 17.8% Si 59.5%
No 39.0% No 40.5%
A veces 30.5%
No sabe 5.2%
97
Del cuadro anterior se desprende que aunque hay una aproximación general
entre ambos segmentos generacionales, los menores de 50 años son más radi-
cales en afirmar que los viejos sí son un problema, dando como razones:
Total 100.0%
Por su parte, los viejos son menos radicales en sus respuestas. Un 39.0% cree
que no son algún problema para la familia y un 30.5% cree que "a veces" sí lo
son. Al indagar esta respuesta se encontró que los hijos y parientes se preocu-
pan por su salud y por no darles algo mejor o se apenan al "ponerle nuevas
obligaciones". Sin embargo ellos creen que no es suficiente motivo para sentir-
se mal en familia y sienten que "es una obligación moral" de sus hijos velar por
ellos. El 5.2% dice no saber si son o no problema para la familia, respuesta
evasiva que en la entrevista aparecía como una manera de no afrontar la reali-
dad de su insatisfacción con el trato en la familia; y del 3.5% que dijo no tener
familia, solamente el 0.5% desconocía la existencia de algún pariente. Los otros
son conscientes de su existencia pero también de su rechazo o abandono. De
ellos un 2.5% corresponde a hombres que en su adultez abandonaron el hogar
y hoy los hijos les niegan sus derechos. Los mayores de 50 años que dijeron
aceptar que son un problema para su familia, dieron las siguientes razones:
Total 100.0%
98
En este punto h e m o s visto las actitudes sociales y culturales ante el envejeci-
miento y la vejez, desde una perspectiva comparativa por generaciones en c u a n t o
a la definición de la vejez, las características de viejos y viejas "ideales" y la
actitud ante las actividades desarrolladas por las personas mayores de 50 años,
para terminar con la visión de las necesidades y problemas sentidos por esta
población. En el siguiente punto se profundizará en el tratamiento sociocultural
que la familia, la sociedad y el Estado dan a la población mayor de 50 años,
para señalar en los vacíos y contradicciones.
99