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o 2, 65-76 65
Resumen Abstract
El estudio de la validez incremental es un The incremental validity study is an impor-
importante tópico dentro de la evaluación psi- tant psychological assessment topic that has
cológica pero aún está poco estudiado desde la been not study very much from psychometrics.
psicometría. En el presente trabajo, se estudia la In this study, we analyse the children incremen-
validez incremental de la agresión infantil in- tal validity reported by different informants
formada por distintas fuentes (niño, compañe- (children, classmates, and teachers). The sample
ros y profesor) sobre la hostilidad y comunica- comprised 525 schoolchildren (41.3 % boys) in a
ción maternas. La muestra estudiada estuvo longitudinal study, ranging at age from 9 to 14
constituida por 525 sujetos (41,3 %varones) de years (12.72 mean; SD =1.57) across the three
edades comprendidas entre 9 y 14 años (M = consecutives years of measurement. In order to
12,72 años; DT = 1,57) evaluados a lo largo de predict the maternal behaviour, self-reported
tres años consecutivos. Los resultados muestran source shows the higher incremental validity
el claro predominio de la fuente autoinformada over hetero-reported source. We discuss alter-
frente a la heteroinformada en la predicción de native methods to study the incremental validity.
la conducta materna, longitudinalmente esti-
mada. Se discute el efecto artefactual de la fuen-
te y los métodos psicométricos alternativos para
una mayor precisión en el estudio de este tipo
de validez.
1
Esta investigación ha sido subvencionada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología dentro de la convo-
catoria I+D+I, 2001-2004 mediante el proyecto BSO2001 3042I.
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dad/Negligencia materna (Alfa de Cronbach = bía como, «es un/a niño/a que rompe cosas y
0.86) y Comunicación/Afecto materna (Alfa de pega patadas cuando se enfada; insulta a los
Cronbach = 0.70). El resto de escalas del ins- compañeros si no hacen lo que dice; «se enfren-
trumento tienen índices de fiabilidad, tanto para ta con los profesores en clase» o «se pelea con
la madre como para el padre, comprendidos en- todos».
tre valores de 0.65 y 0.87.
Para facilitar el recuerdo del número de lis-
– Escala de Agresividad Física y Verbal (AFV) ta, se escribía en la pizarra los números y nom-
(Caprara y Pastorelli, 1993; adaptada al caste- bres que correspondían a cada alumno en el
llano por Del Barrio, Moreno y López, 2001). momento de la evaluación. Finalmente, se com-
putaba por cada alumno la media de todas las
Esta escala, de origen italiano, consta de 20 puntuaciones asignadas por el resto de compa-
ítems que evalúan la conducta de hacer daño a ñeros. Esto permitió obtener una puntuación
otros física y verbalmente. El formato de res- sobre la agresividad del sujeto, percibida por
puesta es de tres alternativas (a menudo, algu- sus compañeros.
nas veces o nunca) según la frecuencia de apa-
rición de la conducta. Además de una Análisis previos realizados con los datos ob-
puntuación total de agresividad, posee dos fac- tenidos de la aplicación de esta escala han mos-
tores: agresividad física (Ej., «pego patadas y trado que puede ofrecer una buena medida he-
puñetazos» o «muerdo a otros») y agresividad teroinformada de la agresión. Las correlaciones
verbal (Ej., «digo tacos» o «insulto a mis com- obtenidas en relación con la agresión autoin-
pañeros») y una escala de control para identifi- formada y la agresión informada por profesores
car la tendencia de respuesta. Su aplicación es son de 0.34 y 0.51 respectivamente (Rodríguez,
individual o colectiva y está diseñada para suje- 2007).
tos de entre 7 y 17 años. La duración aproxi-
mada para su cumplimentación es de 10-15 mi-
nutos Procedimiento
Respecto a las características psicométricas
de la prueba, la consistencia interna obtenida Una vez realizada la selección de la muestra
mediante el alfa de Cronbach alcanza un alfa y obtenida la autorización para la realización
de 0.86 (Caprara y Pastorelli, 1993). En pobla- del estudio, se solicitaba la participaron volun-
ción normal española los valores de este índice taria de los sujetos. La administración de las
ha oscilado entre 0.73 (Del Barrio, Mestre, Tur y pruebas se realizó colectivamente por psicólogos
Samper, 2004) y 0.84 (Del Barrio et al., 2001). entrenados en cada una de las aulas seleccio-
nadas. Los niños fueron evaluados a lo largo de
– Registro de Agresividad Heteroinformada tres años consecutivos (T1, T2, T3) en los que se
por los compañeros (versión experimental). obtuvieron medidas repetidas de las distintas
variables. El presente trabajo es parte de un es-
Se trata de un registro de doble entrada con tudio longitudinal más amplio sobre emociones
filas y columnas. En cada fila aparece el número infantiles. Para los presentes análisis se utilizó
de lista de clase correspondiente a cada alumno como variables predictoras las medidas del
(tantas como alumnos haya) y en las columnas Tiempo1 y como criterios la puntuación media
cada uno de los niveles de la escala Likert com- de las medidas agregadas procedentes de los
prendida entre 1 y 7. El registro consta de un tres tiempos de evaluación.
ítem, ¿en qué medida es agresivo este alumno?,
que se aplica a cada compañero. Los sujetos Habitualmente se utilizan dos procedimien-
han de asignar a cada compañero una puntua- tos para evaluar la validez incremental en los
ción comprendida entre 1 «nada agresivo» y 7 diseños correlacionales. El primero de ellos, me-
«muy agresivo». Previamente a la asignación de diante el análisis de las correlaciones parciales y
la puntuación se describía un prototipo de suje- semiparciales Tal y como ha señalado Cohen y
to agresivo, para que el niño lo tomara como Cohen (1983), la validez incremental responde
referencia para decidir en qué grado cada com- al siguiente esquema: Dadas dos variables pre-
pañero era o no agresivo. El prototipo se descri- dictoras (los tests A y B) y un criterio Y, se cal-
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cula la correlación entre cada una de ellas y el troducidas (Edad y Sexo) permanecen constan-
criterio, eligiendo aquella cuya correlación con tes a lo largo del proceso de análisis, funciona-
el criterio sea más alta, supongamos el test A rán como variables control.
(rY·A), a continuación y para ver la validez incre-
mental que supondría utilizar también el test B Controlando dichas variables, este procedi-
se calcula la correlación semiparcial eliminando miento permite calcular si la incorporación de
la influencia que pueda estar ejerciendo la rela- cada una de las fuentes de información supone
ción existente entre los dos tests (rY(B·A)), ya que un cambio sobre el modelo previo en el poder
ambos pueden no ser fuentes independientes de explicativo de las variables criterio. Como crite-
variabilidad sino estar compartiendo una parte rios se tomaron dos variables de signo contrario:
de la misma y, por lo tanto, puede existir redun- la hostilidad y la comunicación/afecto mater-
dancia entre ambas variables. El aumento expe- nas evaluadas por el propio niño. Con el fin de
rimentado en la correlación con el criterio al compensar el solapamiento artefactual de la
introducir la segunda variable predictora será la fuente niño, compartida en el criterio y en uno
validez incremental que puede ser determina- de los predictores, ambos criterios fueron esti-
da obteniendo el cambio en R2 y su magnitud a mados a partir de la media de las puntuaciones
partir de diferentes criterios (Cohen, 1988, 1992; agregadas a lo largo de los tres momentos de
Husley y Meyer, 2003; Nunnally y Bernstein, evaluación (T1, T2, T3) realizados, separados
1994). El segundo de ellos, y quizás el más ha- cada uno por un año consecutivo.
bitual, ha sido mediante el análisis de regresión El conjunto de análisis han sido realizados
por orden jerárquico, el cual permite determinar con el paquete estadístico SPSS versión 15.0
la contribución de una medida sobre la predic- para Windows (SPSS WIN).
ción de un criterio después de que una o más
variables hayan entrado en el análisis. La apro-
ximación jerárquica (Thompson, 1995) se ha
considerado el método de elección frente al mé-
Resultados
todo por pasos, dada la tendencia de este último
a capitalizar el error muestral y por tanto, a di- La determinación de la significación esta-
ficultar la generalización o replicación de los dística es dependiente del tamaño muestral y
resultados. hay grandes dificultades para determinar cómo
un incremento estadísticamente significativo tie-
De acuerdo con lo anteriormente expuesto se ne alguna utilidad o valor clínico. Hunsley y
han obtenido, en primer lugar, las correlacio- Meyer (2003) proponen dos opciones para con-
nes de orden 0, parciales y semiparciales entre siderar el grado de incremento estadísticamente
las variables independientes y cada una de las significativo:
variables las dependientes; y a continuación, se Indirectamente examinando el grado por el
ha ejecutado un análisis de regresión utilizando que la asociación entre una medida y el criterio
el método «introducir» en orden jerárquico. es dependiente de la varianza compartida con
Como es sabido, una de las consideraciones más otras variables en la ecuación de regresión. Lo
controvertidas a tener en cuenta en el análisis de que Lindenberger y Pötter (1998) denominaron
regresión es el orden de entrada de las varia- aproximación sobre los efectos simples comparti-
bles. Como han sugerido algunos autores (Co- dos (SOS; Shared over simple effects approach).
hen y Cohen, 1983; Robins, 1987), en el primer Para evaluar los efectos simples y compartidos
bloque del análisis de regresión hemos incluido en el análisis de regresión: el mayor tamaño re-
las variables relevantes de carácter más estable, lativo del incremento en la validez es el valor
edad y sexo. En el segundo, tercer y cuarto blo- más pequeño de los efectos compartidos (SOS).
que, se ha añadido, respectivamente, cada uno
de los predictores cuya validez incremental se El SOS no ofrece una métrica absoluta para
pretendía evaluar: agresividad evaluada por los la evaluación del efecto de la validez incremen-
compañeros, agresividad evaluada por los pro- tal pero es una vía apropiada para hallar la sig-
fesores y agresividad autoinformada. De este nificación del incremento respecto de la natura-
modo y dado que las variables inicialmente in- leza del criterio.
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HOSTILIDAD COMUNICACIÓN
Realizando una primera aproximación de ca- sividad auto-informada y hostilidad materna tie-
rácter meramente descriptivo a través del con- nen el resto de variables, observamos que los
junto de correlaciones de orden 0, parciales y cambios también son mínimos (0.235 a 0.238).
semiparciales, encontramos que, la agresión au-
toinformada es la que más correlaciona tanto En el caso de las correlaciones entre la agre-
con la hostilidad, como con la comunicación sión informada por distintas fuentes y la comu-
nicación materna, se observa la misma tenden-
materna (ver Tabla 1). En cuanto a hostilidad, si
cia, es decir, la magnitud más fuerte se da entre
eliminamos la influencia que sobre dicha varia-
la comunicación y la agresión auto-informada.
ble están ejerciendo la agresión informada por
los iguales y por el profesor (correlación semi- En términos de los criterios propuestos por
parcial), la magnitud de dicha correlación ape- Lindenberger y Pötter (1998), el valor más pe-
nas se resiente. De hecho, de 0.235 pasa a ser queño de los efectos compartidos sería el mayor
0.233, lo que estaría indicando que ambas va- tamaño relativo del incremento en la validez.
riables comparten poca variabilidad. Atendiendo En ambos casos, parece ser que la agresión
a la correlación parcial, es decir, cuando exclui- auto-informada es la que comparte menos va-
mos el efecto que sobre la correlación entre agre- riabilidad con el resto de predictores, en su
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combinación con las variables criterio. Por tan- distintos informantes) añade información que
to, en el conjunto de variables predictoras sería sea relevante para explicar la variabilidad de la
la de mayor validez incremental. variable dependiente. En este caso, una vez con-
Una vez descritas las correlaciones parciales trolada la influencia de las variables sexo y edad,
y semiparciales, se analiza si el cambio en R2 de vamos incorporando en el modelo las puntua-
un modelo a otro es significativo. Es decir, tra- ciones en agresión de cada una de las fuentes de
tamos de determinar si la incorporación al mo- información para predecir las variables hostili-
delo de una nueva variable predictiva (según dad y comunicación materna.
Cambio en
Modelo β t R2 corregida Cambio en R2 F(gl1, gl2)
β = Coeficientes estandarizados
* p < 0,05; ** p < 0,01
Los resultados de la tabla 2, indican que la Es decir, la agresión autoinformada tiene un va-
incorporación de las puntuaciones de la agresi- lor predictivo incremental sobre la agresión he-
vidad informada por los iguales no resulta sig- teroinformada, ya sea por los compañeros o por
nificativa. Este mismo resultado lo encontra- los profesores, respecto de la hostilidad mater-
mos para la información que puedan aportar na. Por tanto, el uso de la fuente heteroinfor-
los profesores. Sin embargo, cuando hemos in- mada no sólo no es informativa de la conducta
corporado en el modelo la agresión autoinfor- hostil materna, sino que no tiene valor predicti-
mada, sí que hemos encontrado un cambio sig- vo adicional respecto de la fuente autoinforma-
nificativo en el poder explicativo del modelo. da. En cambio, cuando la agresividad es infor-
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mada por el propio niño, la conducta agresiva fesores sí resulta significativa. Finalmente, es la
predice significativamente la conducta hostil información aportada por los propios niños la
materna. Aunque efectivamente, el cambio en R2 que incrementa de manera significativa el poder
está lejos de los criterios establecidos por Cohen explicativo del modelo. Es decir, el profesor
(1988,1992). frente a los compañeros, tiene valor predictivo,
pero cuando añadimos la fuente autoinformada
Es también destacable, que la variable edad
al modelo la fuente profesores queda desplaza-
adquiera un valor significativo en este último
da. Lo que indica que hay una información re-
modelo en el que se incorpora la agresión auto-
dundante entre la aportada por el profesor y el
informada. Este dato, indica la posible interac-
niño, pero en la que prevalece la del propio
ción entre edad y agresión del niño como pre-
niño. Por tanto, frente a los iguales el profesor
dictores de la hostilidad materna.
predice mejor la conducta comunicativa mater-
Respecto a la variable comunicación (ver ta- na, sin embargo cuando son utilizadas las tres
bla 3), al igual que en hostilidad, la informa- fuentes, es la del propio niño la que tiene mayor
ción aportada por los iguales no incrementa sig- valor predictivo. Claramente es la fuente au-
nificativamente el poder explicativo del modelo; toinformada la que presenta un claro «valor
sin embargo, y a diferencia del anterior, la in- añadido» frente a la del profesor y la de los com-
clusión de la información aportada por los pro- pañeros.
Cambio en
Modelo β t R2 corregida Cambio en R2 F(gl1, gl2)
β = Coeficientes estandarizados
* p < 0,05; ** p < 0,01
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predictor sobre el criterio. Una posible solución para ello y aportar resultados muy interesantes.
para ello es, precisamente, el empleo de matri- De esta forma, y a título de ejemplo, el concepto
ces multirrasgo-multimétodo, que en este caso tradicional de validez convergente podría no li-
sería multifuente. En modelos de ecuaciones es- mitarse al uso de distintos métodos, sino tam-
tructurales, análogamente a la estimación del bién al uso de distintas fuentes.
efecto del método (method factor), se trataría de
determinar el efecto de la fuente. En nuestro Otra limitación importante de nuestro tra-
estudio, lo hemos tratado de soslayar mediante bajo es el escaso valor predictivo de las variables
la agregación de información para la obtención independientes utilizadas. Los resultados dis-
del criterio (información en varias ocasiones tan de los criterios establecidos en la relevancia
longitudinalmente, con varios ítems o estímulos, del cambio en R2. Por ello, debemos seguir in-
varios instrumentos o métodos, varias fuentes dagando sobre las variables medidas para, en
de información), intentando de esta forma au- la medida de lo posible, enriquecer los modelos
mentar la fiabilidad y validez de la información explicativos.
agregada (Epstein, 1980, 1983). Futuros trabajos necesitarían abordar la va-
lidez incremental proporcionada por el uso de
Desde que Campbell y Fiske (1959) propu- diversos métodos, el coste diferencial de dife-
sieran las matrices multirrasgo-multimétodo, la rentes informantes, el valor de diferentes infor-
investigación se ha centrado en la medida de mantes según la etapa del proceso de evalua-
distintos constructos con distintos métodos, ción en la que nos encontremos, las
pero no con distintos informantes, siendo esta características de los informantes que llevan a la
última una cuestión crucial para la evaluación producción de información única (ej., el número
psicológica, en general, y para el concepto de de contactos que mantienen las fuentes infor-
validez en particular. Por ello, entendemos que mantes con el niño), la optimización de la com-
el uso de distintos informantes debería ser ana- binación de información discrepante proceden-
lizado desde un marco teórico más amplio, y te de diversas fuentes, y el estudio de la
precisamente el uso de matrices multirrasgo- influencia que tiene las inconsistencias recogi-
multimétodo (multifuente) puede ser apropiado das en el objetivo de la evaluación.
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