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La espiritualidad de la calle
Cristlieb hace una reflexión sobre la manera en que la vida común, secularizada y
segmentada en la vida privada y la vida pública, ha sido afectada por la transformación
moderna de la sociedad y del estado: lo mundano se volvió un ámbito privado y
particularizado, asentado en espacios cerrados y especializados para sujetos expertos y si
se puede decir tal cosa profesionalizado en tales temas y asuntos. Lejos de una mirada y
el acceso de las personas comunes, en el que priva el sentido de la razón como eje
conductor en la construcción de una forma de pensamiento social.
En cierta forma pone a la metáfora muerta como viva porque aun así es imaginaria, la
imagen de un pensamiento modificado y des- pensado. El pensamiento vivo es inventor
y descubridor y recuperador de imágenes. La regla de las metáforas es que entender es
ver. El pensamiento aparece como si fuera un edificio , un lugar construido y distribuido
donde los objetos y las personas puedan habitar, los lugares construidos y distribuidos con
que se piensa están presentes como imágenes, no hechas solo de imaginación , sino
especialmente de carne y hueso , de concreto y vidrio, etc.; rondando las palabras. El
pensamiento es un espacio totalmente simbólico, en el cual los lugares son las metáforas
con que se dice el pensamiento. Este es el espíritu de la colectividad el alma de la
sociedad civil.
La ciudad que piensan con la calle lo describe con la vanguardia des ilustrada, los griegos
la inventaron (tópico, topos) lo que hoy conocemos como lugares comunes. En la ciudad
griega el sistema del saber (el conocimiento) que más tarde se llamo filosofía, se funda
en los inicios del discurso a traves de la retorica. La retorica nos permite construir nuestro
mundo de una manera clara, convincente e indispensablemente publica. Todas estas
discusiones y controversias se les llaman lugares comunes donde se permite el debate y
razonamiento del pensamiento.
De estos lugares comunes nacen las plazas públicas donde el pensamiento civil es
separado del pensamiento NATURAL. La ciudad y las calles se emplazan en vestigios del
pensamiento cotidiano, es decir, están pobladas de aire, el aire dl pensamiento. Tanto el
alma como el espíritu significan aire, un espacio pensante. La calle es el cerebro y el
corazón es la sociedad civil.
Apéndice 2
Se creó el espacio domestico, «hogar dulce hogar» es ese juego donde se hace la comida,
se calienta el aire y se desentumece el cuerpo. La gente se reúne en la cocina y allí
platica sobre los asuntos de la colectividad, pero Io hace, literalmente, desde la
perspectiva de la casa, por lo que ésta se inventa corno lugar de creación de
perspectivas, es decir, de diferencias que contribuyan a un mundo necesitado de
pluralidad. La cocina es, desde entonces, la plaza pública de la casa, y donde se cocieron,
entre otras cosas, las ideas del Renacimiento.
La sociedad industrial
Se invento un lugar mas allá de los closets y las recamaras, los wáter closet inventados
por John bramad son un lugar de aislamiento donde a traves del espejo el individuo
puede estar consigo mismo. El individuo conoce sus propios gestos dirigidos a ellos mismos.
El espejo es un lugar de reflexión del sentimiento. La reflexión del pensamiento: reflejada
de la imagen de uno mismo.
La vida cotidiana sometida al espectáculo, que hay que entender como organización
sistemática del "socavamiento del derecho de reunión", sustituido por un hecho social
alucinatorio: la falsa conciencia de reunión, la "ilusión de reunión". En una sociedad en la cual
nadie puede ser reconocido por los demás, cada individuo termina siendo incapaz de reconocer
su propia realidad...La conciencia espectadora, prisionera de un universo plano, limitada por la
pantalla del espectáculo...solo encuentra interlocutores ficticios que la alimentan únicamente con
sus mercancías y con la política de sus mercancías.
Guy Debord.