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TEMA: LA MOTIVACIÓN
Castigo y premios
Castigos
Con el tiempo, el castigo ha perdido popularidad debido ha: la complejidad
psicológica del sujeto, la supuesta ineficacia para suprimir respuestas
socialmente no deseadas, la probabilidad de conseguir los mismos resultados
mejores con otros procedimientos mas adecuados, la aplicación mecánica a los
hombres de los resultados obtenidos en la experimentación animal y la nueva
sensibilidad del hombre de hoy.
El castigo tiene múltiples efectos secundarios: conflictos entre las respuestas
que provoca el castigo y la que lo evita, sentimientos de miedo y ansiedad,
conductas de huida y de escapismo, como dice Secadas (1962) la eficacia del
castigo depende de tantas condiciones personales del profesor y del alumno, y
de tal número de criterios que prácticamente puede considerarse casi siempre
mal aplicado. El mayor peligro del castigo es la confusión del que y el del como
al no explicitar casi nunca si se castiga lo que se hace o como se hace, aunque
lo hecho sea bueno.
Premios
Algunos piensan, injustificadamente, que los premios se oponen a la acción
educativa por que disminuyen la actividad y libertad, pero, como señala Pinillos
(1975), el refuerzo puede tener precisamente como objetivo aumentar el ámbito
y los niveles de libertad en que se mueve el sujeto, mejorando las operaciones
cognitivas superiores. Los premios pueden influir en el aprendizaje, como
señala Ausubel (1978), facilitando el aprendizaje significativo el relacionar la
secuencia de tareas con una meta final específica, reforzando las motivaciones
que movilizan la conducta y aumentando la probabilidad de ocurrencia de la
respuesta.
El premio no es un proceso automático que asocia la conducta a los estímulos,
sino que suministra información cognitiva o afectiva que es codificada por el
estudiante. Para que el premio sea educativo debe ser equilibrado, ni excesivo,
ni escaso, debe caer dentro de las expectativas del sujeto, servir de indicador
de la conducta deseada y evitar la inconsistencia de arbitrariedad.
Motivación intrínseca
La motivación intrínseca se origina, según Berline (1960)- (1965), ante
estímulos novedosos, inesperados, sorprendentes, que provocan la ruptura del
equilibrio representacional y motivan la exploración de rutas nuevas para
superar el problema. Berline es uno de los más firmes defensores de la
motivación intrínseca y afirma que lo seres humanos desarrollan altos niveles
de estimulación sin una explicación biológica aparente, es decir, una curiosidad
intelectual en cuya base se encuentran algún tipo de conflicto conceptual. El
conflicto conceptual puede generar una curiosidad epistémica y, por lo tanto un
alto grado de motivación para el aprendizaje; por eso es partidario del método
de aprendizaje por descubrimiento, ya que se esté motiva a los sujetos
sometiéndoles a conflictos conceptual en forma de sorpresa, duda,
incongruencia, o perplejidad.
Motivación intrínseca – motivación extrínseca
La polémica motivación intrínseca – extrínseca cobro una nueva forma cuando
de Charms (1968) señalo que la incorporación de motivos intrínsecos de las
actividades intrínsecas motivadoras disminuían la motivación intrínsecas idea
que de nuevo confirmada por numerosas investigaciones en todos los niveles
cronológicos y educativos.
Dos teorías han servido, entre otras muchas, para encuadrar dos estudios
realizados en esta investigación. En primer lugar la teoría de la autopercepción
de Bem (1967) que señala que la motivación es un producto de las respuestas
culturalmente aprendida, de manera que si uno aprende por experimentar que
lo sujetos actúan en función de las respuestas gratificantes esperadas de la
conducta, pensara que los motivos para realizar una tarea pueden deducirse en
la gratificación obtenida por participar en ella. Es decir, si los sujetos perciben
que la participación en la tarea lleva consigo poderosos reforzadores
extrínsecos, verán esos reforzadores como el lugar o el “locus de causalidad”
de su conducta de participación, y los individuos estarán extrínsecamente
motivados. En segundo lugar, la teoría de la sobrejustificacion “lepper 1973”
predice que el interés de las personas en una actividad se verá disminuido si se
les induce a comprometerse en esa actividad como instrumento para conseguir
alguna meta extrínseca. La sobresuficiencia del premio hace referencia, pues,
a la condición de recibir algún refuerzo más allá de lo que, en el pasado ha
bastado para justificar la participación en la tarea, incluso cuando el refuerzo
sea puramente simbólico.
Los premios pueden afectar a la motivación intrínseca de dos maneras: o bien
cambiando de locus de causalidad de interno o externo, o bien cambiando los
sentimientos personales de competencia y de autodeterminación de voluntario
a involuntarios, en ambos casos se reducirá la motivación intrínseca.
La investigación sobre la influencia de los premios extrínsecos en la conducta
escolar, ha dado el lugar de la existencia de dos corrientes opuestas con
abundantes implicaciones respecto a la convivencia o no del empleo del
refuerzo en el ámbito educativo. La primera corriente se deriva de la aplicación
con condicionamientos operante al problema motivacional, se centra en la
económica de fichas y exhibe una elevada potencia de cambio, pero esta
asentada en una formulación teórica insatisfactoria.
La mejor estrategia actual es combinar ambos puntos de vista. Los premios
extrínsecos se han utilizados siempre y pueden ser efectivos si logran estar
más relacionados significativamente con las experiencia del estudiante.
Motivación y rendimiento
La conocida ley de Yerkes – Dotson relación motivación y rendimiento según
una función en forma de U invertida, de manera que un shock de adecuada
intensidad produce un rendimiento máximo en la ejecución de diversas tareas,
mientras que un shock más potente perturba el rendimiento. Parece sin
embargo, que esta ley hace referencia a la activación fisiológica y emocional
donde la relación entre activación y rendimiento no es monotonica sino de
máximos y mínimos, pero no afecta la relación entre activación emocional y
rendimiento que es monotonica, de forma que a medida de aumenta la
motivación, aumenta a sí mismo, el rendimiento.
Además, parece que, a mayor grado de dificultad mayor correlación entre
motivación y rendimiento, lo que supone que la motivación llega a ejercer un
papel decisivo en tareas especialmente difíciles; esto vale tanto para la
motivación positiva como la para la negativa, lo que aconsejaría presentar
tareas con distintos grados de dificultad a los sujetos con diferentes grados de
motivación para lograr el óptimo rendimiento.
Programas de entrenamiento
Motivación de logro
La idea clave que preside los cursos de entrenamiento en la motivación de
logro, es que la única manera de conocer la motivación de logro es
experimentarla. De ahí que en los últimos años se hayan organizado
abundantes programas de entrenamiento en ambientes educativos. Este
entrenamiento ofrece, además, otras ventajas de carácter pedagógicos, por
cuanto favorece indirectamente el compromiso con otros valores sociales
básicos como la independencia, la respetabilidad personal y el dominio del
medio.
McClelland (1965) ha descripto las 4 principales formas de acción de estos
programas de entretenimiento. La primera es fijar la meta. Hay que crear en el
individuo que participa de la experiencia, la convicción de que puede y debe
cambiar. A segunda forma debe aprender el lenguaje para rendir. El
participante debe aprender a pensar, hablar, obrar y recibir a los demás como
una persona altamente motivada para rendir. La tercera hace referencia al
apoyo e informaciones cognitivas para adoptar una conducta orientada al
rendimiento. La última consiste en el empleo de respaldos grupales tanto
efectivos como racionales para lograr que se produzcan los cambios
perseguidos por el programa.
Motivación de atribución
Una vez conocida la dinámica de la atribución casual surge, inmediatamente, la
pregunta es entorno a si los estudiante que atribuyen su fracaso a baja
capacidad pueden aprender a cambiar sus atribuciones en la dirección
oportuna del cambio, es decir, atribuir el fracaso a falta de esfuerzo y el éxito al
esfuerzo adecuado. Consiguientemente, este cambio tendría como resultado
otro cambio en las reacciones afectivas al fracaso, pasando de la resignación a
la culpa; con la ventaja de que la culpa conduce a la acción. De la misma
manera, podría cambiar el concepto de sí mismo abandonando valoraciones
como “soy incapaz de hacerlo bien” y pensando ahora, por ejemplo: “si lo
intento con energía podre tener éxito”, lo cual estimularía la acción.
El profesor es una fuente de influencia con relación a las atribuciones de los
estudiantes. En primer lugar hay que señalar que los profesores, por lo general
trata de forma de diferente de alta y baja capacidad y eso se manifiesta en la
dificultad de las preguntas que el profesor formula a los alumnos en un tipo de
feedback o refuerzo que se les suministra después de haber escuchado sus
respuestas.
Orientaciones para mejorar la motivación del aprendizaje
El profesor es un agente fundamental para la motivación del aprendizaje, cada
uno elaborara según sus propias ideas, el sistema motivacional más adecuado,
pero se deben tener en cuenta los siguientes criterios:
Asignar tareas interesantes, apropiadas a la capacidad del sujeto y claras
centrar la atención del estudiante en los objetivos señalados.
aprovechar el valor de activación del descubrimiento, la curiosidad y
exploración.
utilizar la necesidad del estudiante de triunfar.
ayudar al estudiante a establecer y alcanzar metas.
suministrar feedback informativo frecuente.
utilizar los exámenes y las calificaciones sensatamente.
ayudar al estudiante a realizar su propia auto-evaluación.
utilizar premios y castigos cuando sea estrictamente necesario.
utilizar adecuadamente el refuerzo verbal.
minimizar el atractivo de los sistemas motivacionales competitivos.
minimizar los efectos desagradables de la implicación del estudiante.
evitar el uso de procedimiento tensionales.
comprender el clima social de la clase.
suministrar modelos reales y simbólicos.
Según Boophy Y Good el profesor como motivador puede manipular cuatro
condiciones de la clase: manipular las tareas asignadas al estudiante, la
naturaleza de la tarea a aprender, el modo y el tiempo permitido, así como el
feedback de información, manipular las percepciones que los estudiantes
tienen de las tareas, la relación con los estudiantes y la estructura del refuerzo.
ANSIEDAD
Es una variable importante dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje (20%
de los estudiantes con un alto grado de ansiedad abandonan la escuela debido
al fracaso escolar).Nos vamos a referir a un tipo de ansiedad de interés en el
ámbito académico, se trata de la ansiedad de test: asociada a situaciones en
las que se le exige al individuo demostrar su rendimiento en relaciones con
metas académicas determinadas. Pielberger diferencia la ansiedad como
estado-reacción transitoria cuando el individuo recibe estímulos reales o
imaginarios de una situación de test y responde con determinados estados
emocionales y conductuales- y la ansiedad como rasgo, ósea una
característica estable de la personalidad, una disposición a percibir como
amenazantes una amplia gama de estímulos relacionados con el test.
Interpretan las situaciones de test como una amenazada a su bienestar u
responder con una reacción descargable o perturbadora.
Hay que distinguir la preocupación como los pensamientos del sujeto por su
rendimiento y la emocionalidad entendida como la actividad fisiológica
experimentada en situaciones amenazantes.
Existe una hipótesis que la diferencia entre una persona ansiosa y otra con
baja ansiedad, solo reflejan contenidos individuales en la consciencia y si es
así sería una variable de gran trascendencia. La relación entre ansiedad y
rendimiento académico es bastante compleja, con un efecto facilitador, un alto
grado de ansiedad es un factor motivacional que facilita el aprendizaje
mecánico (tareas sencillas) pero tiene efectos inferentes, al inhibir aprendizajes
complejos (tareas complejas).Esta correlación negativa aumenta a los largo de
la escolaridad elemental y si bien disminuye en la enseñanza media y superior.
Algunos estudios confirman que la correlación aseda- rendimiento es más
fuerte en las chicas pero los efectos perturbadores son más señalados en los
chicos.
Las estrategias para tratar de reducir la ansiedad, adaptar la instrucción para
hacerla más efectiva con estos sujetos, se trata de programas de tratamiento.
Técnicas más usadas: desestabilización sistemática, basado en el principio de
inhibición reciproca de Wolpe, las técnicas de autocontrol y las técnicas de
modelado. La adaptación a los procesos instruccionales supone la interacción
entre la ansiedad y los métodos de instrucción( el método más clarificador es el
de Tobías permite actuar en tres momentos esenciales del proceso
instruccional: en el imput, procesamiento de información y respuesta), pero en
el mejor tratamiento se debe tener en cuenta el ambiente escolar( redefiniendo
el papel de profesor, dando feedbacks informativos, introduciendo sistemas
individualizados asistidos por un ordenador y ofreciendo materiales de tareas
interesantes que despierten la atención y curiosidad).
ACTITUDES
Es importante el tema concreto de las actitudes, pues una de las tareas de la
educación es ayudar al estudiante a integrar y organizar, de forma consciente,
las normas específicas que ha ido adquiriendo en la familia y la sociedad en
general. 1) Y de a acuerdo a la forma de la actitud de estudiante frente al
profesor, frente a las materias o la escuela como un todo, sea positiva o
negativa, el aprendizaje resultara favorable o desfavorable, aquí el papel del
profesor es desarrollar actitudes positivas.2) Las actitudes son el resultado del
aprendizaje en el alumno que se proyectan en su conducta más allá de la
escuela, en actitudes adecuadas a la vida, con sus semejantes y en la
sociedad.
Es definida como: una disposición adquirida a través de la experiencia que
ejerce una influencia directiva o dinámica sobre la respuestas del individuo a
todos los objetos y situaciones con los que se relacionada (Allport). Se le
distinguen tres componentes: cognitivo con la creencia sobre algo enraizada,
conductual a la predisposición habitual, afectiva que alude al carácter
agradable o desagradable en relación a la creencia. La actitud ante las diversas
tareas depende del peso de estos tres componentes.