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LITERATURA REALISTA
Esta hermosa obra refleja la sociedad de la mitad del siglo XIX, marcada por la industria, el duro
trabajo y la ciencia. Problemas cotidianos, como el mostrado en la obra, son objeto del realismo.
El realismo surge como reacción frente al romanticismo porque decían que estos se alejaban
demasiado de la realidad con su exceso de imaginación, aparte, los románticos eran muy
subjetivistas y para los realistas estaban errados ya que no hay variedad de realidades que sean
propuestas por una diversidad de percepciones; el artista debe percibir la realidad objetiva, que es
una sola.
Con la llegada del realismo, se rompe el siglo XIX en dos, dejando en el pasado el conflicto entre
clasicismo y romanticismo.
Contexto histórico:
La mitad del siglo XIX es una época en donde se quiere romper con el pasado, y dar paso al
progreso, a lo nuevo, a lo mejor. Para esto, llegan nuevos inventos como la maquina; pero para
elaborarlos, se necesitaba el conocimiento práctico, por eso, es que aquí entra a jugar la ciencia.
Aunque esta sociedad se proyectara tan buenas metas, no se dieron cuenta de que estaban
pasando por encima de los obreros, que en este tiempo tenían que trabajar más de la cuenta para
que progresara la industria, la ciencia y la tecnología. Movimientos como el marxismo y el
socialismo influyeron en la sociedad obrera del momento, la cual toma conciencia de su condición
social y se rebela.
La gente se empieza a interesar por los problemas por los que la sociedad pasaba, y ya no era tan
importante lo que cada uno pensaba de la realidad, es decir, ya no se era ajeno a ésta.
La estética del realismo se interesa por el avance de la ciencia, por eso aparece la es la fotografía,
la cual podía mostrar con gran detalle la sociedad de la época.
Objetivos:
El objetivo principal del realismo es que los artistas se dejaran de centrar en sí mismos
(romanticismo) y se empezaran a centrar en la sociedad y los problemas que esta vivía.
Características:
Temas:
Burguesía, representada como lo arrogante, artificial, poderoso (el objetivo era criticar a la
sociedad burguesa, mas no divertir al público) y proletariado, con sus grandes cargas de
trabajo.
Situación económica.
Casos de la vida diaria.
Problemas de todo tipo.
Géneros:
Narrativo: Uso de la novela y el cuento. Se impulsa la novela más que todo ya que esta
mostraba la realidad como tal y dejaba que el lector eligiera entre variedad de temas,
variedades y personajes.
Teatro: El espectador se encuentra identificada con los personajes y los problemas que
estos sufren durante la obra.
Autores:
Antón Chejov: El jardín de los cerezos.
Charles Dickens: Oliver Twist.
Fiodor Dostoievski: Crimen y castigo (Se analiza la conducta).
Gustave Ilaubert: Madame Bovary (Infidelidad).
Guy de Maupassant: Bola de sebo.
León Tolstoi: Ana Karenina.
Louis Stevenson: Dr. Jekyll and Mr. Hyde.
Literatura Realista
1. Caracteristicas
1.1. Cuenta todo tal cual sucedió
1.2. El lenguaje usado, puede ser de cualquier nivel.
1.3. Es, en cierto modo,completamente lo opuesto al romanticismo.
1.3.1. No es exagerado como este.
1.4. No aparecen opiniones, hechas por el autor ni por otras personas, dentro de la
lectura.
2. Comenzó en los años 60's del siglo XIX.
2.1. De ahí se puede dar origen a las novelas que podemos ver en el T.V.
3. Personajes
3.1. Juan Valegra
3.2. Leopoldo Alas
3.3. Benito Pérez Galdós
3.4. Emilia Pardo Bazán
3.5. José María de Pareda
4. Obras
4.1. Pepita Jiménez
4.1.1. Esta fue dedicada a su esposa.
4.2. Los Pasos De Ulloa
4.3. La Regenta
5. La mescla de este con el Romanticismo es el Posromanticismo.
5.1. Este es una mescla de la realidad, pero exagerando en algunos aspectos; estos
aspectos pueden ser sentimentos.
6. Es una buena fuente de datos históricos, porque estos datos son véridos.
ÍNDICE DEL ARTÍCULO [MOSTRAR]
Realismo Literario
¿Os acordáis de la corriente del romanticismo literario que se basaba en los sentimientos
que evocaban las novelas románticas del momento? El realismo literario, acabó con esa
corriente, tanto en los aspectos ideológicos, como en los formales.
Es, por tanto, una mirada subjetiva de cada autor de la propia época que les tocó vivir.
Algunos decidieron dejar por escrito ámbitos en los que se movían, mientras que otros
prefirieron mostrar los barrios bajos, o el ámbito de la guerra.
El Naturalismo ha sido descrito como una especie de realismo radical, aunque para
muchos críticos éste tiene sus propias características que provoca que se hable de una
categoría diferente y no que forme parte del Realismo. Este movimiento literario, por tanto,
tendría lugar a finales del siglo XIX y mediados del XX, aunque tiene su origen durante el
realismo.
Su característica principal es la franqueza con la que habla de la sociedad pero desde una
visión pesimista; no sólo la descripción hermosa de la misma, si no también la espantosa,
buscando la profundidad del hecho y mostrando todo como es. No sólo es cómo es algo,
también es por qué es así o se ha llegado a eso.Por ello, en este tipo de movimiento literario
encontramos todo tipo de temáticas -prostitución, muerte, prejuicios, racismo…- abordados
desde la franqueza y con un lenguaje muy directo, lo que provocó que no fuesen tan
acogidas por el público general.
A pesar de los momentos en que estaban pasando y la guerra que mantenía, la influencia
del realismo, proveniente de Francia, caló hondo en los españoles de la época, haciendo
que se uniesen a una corriente mucho más objetiva que la que iban a dejar atrás.
El realismo literario español se manifestó principalmente en la novela, aunque también
tuvo algunos representantes en el teatro (José Echegaray o Manuel Tamayo y Baus) y en la
poesía (Ramón de Campoamor o Gaspar Núñez de Arce).
En este continente se sigue manteniendo ese modo de describir al detalle que permite que
el lector se sienta embebido del lugar, que pueda imaginarse la situación con gran precisión
y formar parte de lo descrito. Eso sí, todo escrito con una gran sensibilidad y
melancolíaque se extrae de entre sus líneas, que permite acercarse a la realidad social de
los desfavorecidos desde una óptica dura pero muy cuidada. Unas descripciones vívidas y
llamativas sobre los paisajes pero representados también como un ambiente donde el ser
humano tiene que luchar para sobrevivir.
A su vez, hay que destacar el Realismo social, dentro del mismo la novela indigenista, que
se origina entre 1920 y 1924 para denunciar la desigualdad entre los diferentes pueblos.
Un poco más adelante, podréis conocer a los autores que han formado parte del realismo
literario español y americano.
Como veis en la fotografía, algunos de los escritores de novela realista son muy conocidos
en la historia de la literatura española.
Autores del Realismo Literario
En la literatura española hemos tenido la suerte de contar con grandes escritores dentro de
este movimiento literario, autores que aún siguen siendo relevantes a día de hoy y que sus
libros son estudiados en las escuelas y degustado por aquellos que disfrutan de la riqueza de
un buen libro.
En Macondo tenían lugar la mayoría de sus obras, y era donde se desataba la magia de lo
cotidiano. Gabriel García Márquez no necesitaba de trucos, ni efectos de artificio, sus
historias, sus personajes, sus creaciones dotaban de magia a lo accesible. Quizá por eso
llegó a tantos millones de personas. No en vano, fue el gran exponente del
denominado realismomágico.
Ahora, si tenemos que hablar de una novela de las muchas de la obra de Gabriel García
Márquez, no cabe duda que es Cien años de soledad. La obra que lo cambió todo y no sólo
para el colombiano, sino para toda Latinoamérica. Su realismo mágico dio pie a toda una
corriente que desde hace más de medio siglo busca, sin éxito, igualar la obra magna del
maestro.
Cien años de soledad ha sido incluida entre los grandes clásicos hispánicos de la historia y
es considerada una de las mejores obras de todos los tiempos (aquí puedes ver las 10
mejores obras de la historia). Curioso es que, a pesar de la relevancia de su obra y de la
universalidad del autor, Gabriel García Márquez sólo escribió 10 novelas, a lo largo de
60 años. Cierto es que se prodigó mucho más en el mundo del cuento, el periodismo y los
artículos, pero su bagaje en novela pareciera mucho más extenso de lo que es en realidad.
Y como no podía ser de otra manera, Gabito también estuvo involucrado en el mundo
político. De hecho, nunca ocultó su amistad, admiración y pasión por Fidel Castro.
A caballo con su labor política, Gaspar Núñez de Arce comenzó a escribir y con tan sólo 15
años, estrena su primera obra de teatro, Amor y Orgullo, en Toledo, cuna de la cultura a
nivel europeo. No obstante, fue la poesía narrativa la que le dio mayor fama. Su estilo
sencillo no busca palabras rimbombantes ni frases llamativas, sino el realismo más puro y
la valorización del lenguaje cotidiano. De ahí que su fama entre las clases bajas y medias
no parara de crecer.
Junto a Antonio Hurtado escribió numerosas obras de teatro, aunque en la dramaturgia
optó por ir en solitario. El Haz de Leña, Deudas de Honra, Quien debe paga y Justicia
Providencial, son sus obras más reconocidas.
No obstante, fue la poesía la que le dio una mayor relevancia entre público y crítica.
Raimundo Lulio fue su best seller, y en él se incluyen piezas A Voltaire, La Duda o El
Miserere. Además, sus poemas históricos estaban bien distinguidos de los románticos, al
no intentar describir ambientes, sino la realidad pura y simple. A veces, menos es más.
El Espiritualismo es otro de los surgimientos tras el Realismo, que deja a un lado los
principios del mismo para centrarse en temas que tienen que ver con lo religioso, lo
abstracto del alma, lo tradicional. Muchos afirman que este movimiento tiene su origen
ruso, donde destacan autores como Tolstoy, y en España también fue fuente de inspiración
para autores como Benito Galdós.
La Novela psicológica también hizo su aparición tras el Realismo, donde se continúa con la
importancia de la descripción y la minuciosidad pero que no está tan enfocada en la
descripción del entorno como en la psique de los personajes que la componen. Un elemento
básico es el monólogo interior de los personajes, tan fácil de captar.
Por último, el posromanticismo que sería una mezcla del romanticismo y el realismo.
Nunca una mezcla a partes iguales, pero siempre manteniendo un poco de cada una para
conseguir obras del calibre de “Madame Bovary”.
El Realismo y el Naturalismo
Teoría-Actividades
Teoría:
La segunda mitad del siglo XIX
Es importante conocer la situación histórica y cultural de España en la segunda mitad del siglo XIX.
Situación de España.
Los cambios sociales y las nuevas corrientes ideológicas que surgen en esta segunda
mitad del siglo
XIX influyen en la producción literaria. La fantasía y la subjetividad del Romanticismo,
así como la expresión libre de sus sentimientos más íntimos son sustituidos por todo
aquello que rodea al hombre. El Realismo y el Naturalismo sustituyen al
Romanticismo.
El Realismo
Este movimiento literario aparece en la segunda mitad del siglo XIX, como consecuencia de las
circunstancias sociales de la época: la consolidación de la burguesía como clase dominante, la
industrialización, el crecimiento urbano y la aparición del proletariado.
Eliminación de todo aspecto subjetivo, hechos fantásticos o sentimientos que se alejen de lo real.
Análisis riguroso de la realidad. El escritor nos ofrece un retrato riguroso de lo que observa.
Los problemas de la existencia humana, componen el tema fundamental de la novela realista; ésa
es la consecuencia del sumo interés por la descripción del carácter, temperamento y conducta de
los personajes.
Surge un tipo de novela en la que se analizan minuciosamente las motivaciones de los personajes y
las costumbres.
El novelista denuncia los defectos y males que afectan a la sociedad y ofrece al lector soluciones
para detenerlos. Cada autor, según sus ideas, muestra lo que para él es un mal de la sociedad.
El Naturalismo
El Naturalismo surge como una derivación del Realismo, que tenía como objetivo explicar los
comportamientos del ser humano. El novelista del Naturalismo pretende interpretar la vida mediante la
descripción del entorno social y descubrir las leyes que rigen la conducta humana.
Los escritores naturalistas representan a sus personajes en situaciones extremas de pobreza y marginación, y
les gustaba describir los ambientes más bajos y sórdidos con el fin de poner al descubierto las lacras de la
sociedad. La descripción de estos ambientes interesaba en la medida que permitía observar cómo influye un
medio hostil sobre la forma de ser de los personajes y cuáles son la reacciones del ser humano en condiciones
de vida adversas.
En esta época, la novela es el género literario preferido. Novelistas importantísimos reflejan los profundos
cambios sociales en sus obras. No diferenciaremos autores del Realismo y del Naturalismo ya que todos
participaron en ambas corrientes por simple evolución.
Juan Valera
Nació en Cabra (Córdoba) en 1824, hijo de una familia noble. Estudió Derecho e ingresó en el cuerpo
diplomático, desempeñando diferentes misiones en varios países europeos y americanos. Fue miembro de la
Real Academia Española. Comenzó a escribir cuando ya tenía cincuenta años. Murió en Madrid en 1905.
Fue un hombre culto y refinado, de espíritu equilibrado y libre. Su inteligencia y fino sentido estético se
manifiestan en su labor como crítico y en su estilo correcto, fluido y elegante; aunque, a veces, adolece de
vigor y calor humano.
Su primera obra fue Pepita Jiménez en la que un joven seminarista conoce a una mujer con la que su padre,
que es viudo, piensa casarse. El joven va enamorándose poco a poco de ella y, tras largas luchas interiores
entre su vocación religiosa y su amor, triunfa el último.
También escribió El Comendador Mendoza, Doña Luz, y una de sus mejores novelas, Juanita la Larga,
cuando tenía setenta años.
Como de costumbre, jugaba al tute con la madre; como de costumbre, hablaba con
Juanita en conversación general, y Juanita hablaba igualmente y le oía muy atenta
manifestándose finísima amiga suya y hasta su admiradora; pero, como de costumbre
también, las miradas ardientes y los mal reprimidos suspiros de don Paco pasaban sin
ser notados y eran machacar en hierro frío, o hacían un efecto muy contrario al que
don Paco deseaba poniendo a Juanita seria y de mal humor, turbando su franca
alegría y refrenando sus expansiones amistosas.
De esta suerte, poco venturosa y triunfante para don Paco, se pasaron algunos días y
llegaron los últimos del mes de julio.
Hacía un calor insufrible. Durante el día los pajaritos se asaban en el aire cuando no
hallaban sombra en que guarecerse. Durante la noche refrescaba bastante. En el claro y
sereno cielo resplandecían la luna y multitud de estrellas, que, en vez de envolverlo en
un manto negro, lo teñían de azul con luminosos rasgos de plata y refulgentes
bordados de oro.
Ambas Juanas no recibían a don Paco en la sala, sino en el patio, donde se gozaba de
mucha frescura y olía a los dompedros, que daban su más rico olor por la noche, a la
albahaca y a la hierba Luisa, que había en no pocos arriates y macetas, y a los jazmines
y a las rosas de enredadera, que en Andalucía llaman de pitiminí, y que trepaban por
las rejas de las ventanas, en los cuartos del primer piso, donde dormían Juanita y su
madre.
En aquel sitio, tan encantador como modesto, era recibido don Paco. Todavía allí, a la
luz de un bruñido velón de Lucena, de refulgente azófar, se jugaba al tute en una
mesilla portátil, pero no con la persistencia que bajo techado. Otras distracciones, casi
siempre gastronómicas, suplían la falta de juego. Juana, que era tan industriosa, solía
hacer helado en una pequeña cantimplora que tenía; pero con más frecuencia se
entretenían comiendo ora piñones, ora almendras y garbanzos tostados, ora flores de
maíz, que Juanita tenía la habilidad de hacer saltar muy bien en la sartén, y ora
altramuces y, a veces, hasta palmitos cuando los arrieros los traían de la provincia de
Málaga, porque en la de Córdoba no se crían.
Nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1843. Se fue muy joven a Madrid donde estudió Derecho. En la
capital pasó la mayor parte de su vida dedicándose fundamentalmente a escribir. Murió en Madrid en 1920.
Galdós fue un hombre sin prejuicios, abierto a toda idea de progreso y, al mismo tiempo, amaba intensamente
a su patria. Vivió de forma tan comprometida con su época que escribió sus obras con la intención de
encontrar la raíz de los problemas y explicarlo todo a los demás. Galdós fue un extraordinario narrador,
aunque también escribió numerosas obras teatrales.
La producción literaria de Galdóa es enorme. Sólo su narrativa consta de más de setenta volúmenes,
clasificados por él mismo en: Episodios Nacionales, Novelas de la primera época y Novelas
contemporáneas.
Episodios Nacionales. En estas obras, Galdós pretende ofrecer una visión, en forma novelada, de la
historia de España del siglo XIX. Consta de cinco series de diez tomos cada una, salvo la última que
quedó interrumpida. Los episodios históricos mejor logrados fueron: Trafalgar, El dos de Mayo,
Gerona, Zaragoza.
Novelas de la primera época. Todas ellas tienen características comunes: tratan problemas
políticos y religiosos, profundizan en el estudio psicológico de los personajes y sobre la
contradicción entre lo tradicional y lo liberal. Doña Perfecta, La Fontana de Oro, Gloria...
Novelas contemporáneas. La mayoría de estas novelas tienen como eje central de su temática la
ciudad de Madrid, sus gentes, sus calles y sus barrios. Fortunata y Jacinta, La desheredada, Miau,
Tristana, Misericordia...
Entre los soldados vi algunos que sentían el malestar del mareo, y se agarraban a los
obenques para no caer. Verdad es que había gente muy decidida, especialmente en
la clase de voluntarios; pero por lo común todos eran de leva, obedecían las órdenes
como de mala gana, y estoy seguro de que no tenían el más leve sentimiento de
patriotismo. No les hizo dignos del combate más que el combate mismo, como
advertí después. A pesar del distinto temple moral de aquellos hombres, creo que en
los solemnes momentos que precedieron al primer cañonazo la idea de Dios estaba
en todas las cabezas.
Por primera vez entonces percibí con completa claridad la idea de la patria, y mi
corazón respondió a ella con espontáneos sentimientos, nuevos hasta aquel momento
en mi alma. Hasta entonces la patria se me representaba en las personas que
gobernaban la nación, tales como el rey y su célebre ministro, a quienes no
consideraba con igual respeto. Como yo no sabía más historia que la que aprendía en
la Caleta, para mí era de ley que debía uno entusiasmarse al oír que los españoles
habían matado muchos moros primero, y gran pacotilla de ingleses y franceses
después. Me representaba, pues, a mi país como muy valiente; pero el valor que yo
concebía era tan parecido a la barbarie como un huevo a otro huevo. Con tales
pensamientos, el patriotismo no era para mí más que el orgullo de pertenecer a aquella
casta de matadores de moros.
Nació en Zamora en 1852, de familia asturiana. Estudió Leyes en Oviedo y se doctoró en Madrid. Fue
catedrático de las facultades de Derecho de Zaragoza y Oviedo. Fue un hombre culto, de sólida formación
universitaria y aguda capacidad crítica que hizo que fuese temido y respetado.
Escribió una novela muy extensa que está considerada como una de las obras fundamentales del Realismo
español: La Regenta, en la que Clarín hace un análisis minucioso y detallado del ambiente hipócrita y
corrompido de Vetusta, ciudad donde se desarrolla la acción y que puede ser Oviedo. Satiriza a sus personajes
que, bajo apariencias honradas, esconden la hipocresía y la maldad.
Clarín también destacó como uno de los mejores escritores de cuentos de su época, en los que analiza el
comportamiento de personas malvadas y llenas de hipocresía. Entre ellos destaca ¡Adiós, cordera! En este
cuento se nos narran las peripecias de tres amigos felices e inseparables: Rosa, Pinín y Cordera. Dos
hermanos gemelos y su vaca Cordera que son felices en las montañas asturianas alejados de los peligros del
mundo. Sólo un palo del telégrafo y un tren que pasa de vez en cuando son indicios de ese mundo. Pero un día
ese mundo se llevará primero a la Cordera y luego a Pinín. Rosa se quedará sola con su dolor y sus recuerdos.
Desde aquel día en que adivinaron el peligro, Pinín y Rosa no sosegaron. A media
semana se personó el mayordomo en el corral de Antón. Era otro aldeano de la
misma parroquia, de malas pulgas, cruel con los caseros atrasados. Antón, que no
admitía reprimendas, se puso lívido ante las amenazas del desahucio.
El amo no esperaba más. Bueno, vendería la vaca a vil precio, por una merienda.
Había que pagar o quedarse en la calle.
Los hijos siguieron un buen trecho por la calleja, de altos setos, el triste grupo del
indiferente comisionado y la Cordera, que iba de mala gana con un desconocido y a
tales horas. Por fin hubo que separarse. Antón malhumorado, clamaba desde casa:
-¡Bah, bah, neños, acá vos digo; basta de pamemes! -así gritaba de lejos el padre, con
voz de lágrimas.
Caía la noche; por la calleja oscura, que hacían casi negra los altos setos, formando
casi bóveda, se perdió el bulto de la Cordera, que parecía negra de lejos. Después no
quedaba de ella más que el tintán pausado de la esquila, desvanecido con la distancia,
entre los chirridos melancólicos de cigarras infinitas.
¡Adíós, Cordera! -gritaba Rosa deshecha en llanto-. ¡Adiós, Cordera de mío alma!
Quiero aprender
Educación y religión
Finanzas y negocios
Tecnología
Por Crystal Harlan
Descripción detallada
Para describir a los personajes y sucesos con tanto detalle, el narrador no puede
ser otro que omnisciente (que está enterado de todo, hasta de los pensamientos
de los personajes).
Compromiso social