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Indudablemente dichas capacidades y exigencias están vinculadas con muchos otros aspectos de la
formación del hombre moderno. Sin esas mismas características no puede haber un lenguaje completo y
articulado; las aptitudes comunicativas e intelectuales debían ser infinitamente más restringidas.
La presencia del arte es, por lo tanto, señal de una gran evolución, indica la conquista de una
etapa formidable en la historia del hombre." 67
EL NEOLÍTICO
Cronología
1. Edad de Piedra:
1. El paleolítico: 2 millones de años aprox. - 10.000 a. C.
2. El mesolítico, 10.000 - 5000 a. C
3. El neolítico: Se ubica su comienzo en torno al 8.000 a. C. en el S. O. de Asia
(Irak e Irán actuales) y llegó a Europa entre los 7.000 y 4.000 a. C. Fue un
período de gran importancia por el nacimiento de la agricultura, el
surgimiento de la vida sedentaria y de las técnicas para pulimentar la piedra y
fabricar cerámica (innovaciones que se fueron produciendo en distinto orden
y etapas según el lugar). La economía se basó en el cultivo de trigo y cebada
y la cría de ovejas, cabras y cerdos. Surgieron los primeros centros poblados
agrícolas, y a partir de algunos, las primeras culturas urbanas históricas. La
acumulación de excedentes productivos y el crecimiento demográfico
transformaron profundamente la organización social y dieron origen a nuevos
sistemas políticos, religiosos y culturales. En Europa, el desarrollo de esta
época fue más lento que en otros lugares y se siguió practicando la caza y la
pesca por mucho tiempo. Mientras tanto en Asia Oriental se inventaron las
técnicas de trasplante y cultivo del arroz alrededor del sexto milenio a.C.. En
el período neolítico surgió la arquitectura megalítica, realizada a base de
grandes piedras y cuyo carácter es esencialmente ceremonial y funerario. La
cerámica se moldea sin torno y se decora con gran variedad de formas
geométricas abstractas, dando lugar a diversos estilos que se difunden en
vastos territorios. Se sigue realizando arte rupestre, pero con nuevas
características, como en el levante español y en el norte de África.
67
Anati, Emmanuel: "La herencia de la Prehistoria. Los orígenes del Arte", Museum. -
Convergencias Culturales, Revista trimestral publicada por la UNESCO, volumen XXXIII Nº 4,
1981, pág. 210.
39
2. Edad del bronce: se caracteriza por el uso del bronce y el nacimiento del
comercio. Se prolongó en Europa occidental desde el 2000 hasta el 1000 a.C.
3. Edad del hierro: surgió con la utilización del hierro en Asia Menor cerca del
1.400 a. C. y en Europa oriental hacia el s. 900 a. C. Para Europa marca el
inicio de la edad histórica pues se asocia en algunos casos a la vida urbana y
al uso de escritura.
Recordemos que ésta, como toda periodificación, es artificial, un instrumento teórico
para facilitar el estudio del pasado.68 No todas las regiones pasan por esta secuencia de etapas;
además entre las mismas suelen haber superposiciones.
Por lo que se sabe, el proceso de descubrimiento y difusión del uso de los metales, fue
fundamental para la expansión de las culturas más agresivas sobre otras de tecnología militar menos
desarrollada. Ese proceso está resumido brevemente en la siguiente cronología tentativa 69
El arte neolítico
Pese a la diversidad de expresiones y de técnicas, así como de culturas, casi todas las
creaciones artísticas tienen en común un rasgo: la presencia de la geometría y la
esquematización de las figuras naturales.
El uso de la geometría en el arte parece ser coherente con el entorno cotidiano de los pueblos
neolíticos. Por lo que se sabe de Mesopotamia y Egipto, el origen de la geometría como disciplina
fue por la necesidad de saber medir los terrenos de cultivo (agrimensura), lo que además coincide
con la etimología de la palabra que proviene del latín y a su vez del griego: ge, tierra, y metron,
medida.
Además, las propias técnicas artesanales favorecen la presencia de diseños geométricos: la
trama de los textiles y la cestería, por su propia estructura, permite la elaboración de formas
rectilíneas en distintas combinaciones; formas que también se pueden trasladar a otras
manifestaciones artísticas, como la cerámica y la metalurgia.
La cerámica, por su parte, ve influida su forma y decoración por su origen en la cestería así
como por la huella de los amarres de cuerdas que permitían el transporte de las vasijas. Además, la
propia forma básica de los recipientes, que se asocia al círculo y la esfera, en una superficie limitada
y al mismo tiempo infinita por la rotación entre las manos, predispone para la aplicación de
elementos curvos, bandas o series de formas dando lugar a esquemas abstractos y no siempre
naturalistas. Se da el caso de formas de procedencia natural, que simplificadas y dispuestas
repetidamente en una guarda, dan lugar a efectos visuales nuevos y llegan a perder relación con sus
orígenes. La repetición de formas da nacimiento al ritmo, que ya existía desde mucho antes en la
música y la poesía70. El ritmo introduce en el arte visual la dimensión del tiempo: el transcurso entre
la contemplación de una forma y otra, y así sucesivamente. Las superficies limitadas y generalmente
simétricas de los objetos manuales estimula a la disposición ordenada de formas, a diferencia de los
espacios irregulares de las paredes rocosas, donde se componía de manera aparentemente caótica. Se
puede pensar que el propio estilo de vida vinculado a la a agricultura y la ganadería lleva al
disciplinamiento, a la adaptación a los ritmos naturales de las estaciones y la reproducción vegetal y
animal. No sería extraño que ese entorno cotidiano contribuyera a apreciar y representar al mundo
como un todo perfectamente ordenado, como un cosmos.
La inclinación hacia la figuración geométrica también se aplica a la escultura, en arcilla o en
piedra. Las figuras humanas no poseen la exuberancia curvilínea propia de las "Venus" paleolíticas,
sino que abundan las rectas, las formas esquemáticas y poco naturales.
70
Ritmo: proviene del latín, rhytmus, y a su vez del griego, rhytmós, derivado de rheîn o fluir.
41
"El estudio de las civilizaciones nos permite darnos cuenta hasta cierto punto de su orientación
psíquica. Unas, llamadas patriarcales, están dominadas por el hombre. El niño pertenece al clan paternal y
queda sometido al padre. Teóricamente esto es lo que caracteriza a la civilización occidental. Tales
sociedades reflejan las cualidades masculinas de violencia e inestabilidad. Es lo que acontece con los
cazadores o pastores, que también suelen practicar el culto solar. Su arte se orienta hacia una imitación de
lo real. Imitar en una danza a un animal es identificarse con él. Crear una imagen del animal es crear el
animal mismo, por lo que será posible obrar sobre él.
71
Hauser, Arnold: "Historia social de la literatura y el arte", Ediciones Guadarrama, colección
Punto Omega, Madrid, 1969, Vol 1, pág. 32.
42
En las sociedades matriarcales es la mujer, por definición, la que predomina. El primer libro de la
Biblia nos dice, por ejemplo, que fueron Raquel, Hagat y Lía las que pusieron nombres a sus hijos, y no
sus padres. Estas sociedades se caracterizan por la preponderancia de las cualidades típicamente
femeninas, paciencia, estabilidad, ensueño. Es frecuente hallar en ellas el culto a la Luna y a los
antepasados. Numerosas sociedades agrícolas son de origen matriarcal. La danza en estas sociedades
tiende, no a la imitación de lo real, sino al éxtasis, y el arte plástico se manifiesta en ellas sobre todo por
formas no figurativas.
En realidad, ninguno de estos tipos suele encontrarse en estado puro. Hay demasiados elementos
que obran en sentidos diversos, de tal modo que las civilizaciones han variado de acuerdo con el tiempo y
las vicisitudes de la evolución de tal sociedad.
Las manifestaciones plásticas nos hacen creer que, por ejemplo, la sociedad de los cazadores
paleolíticos era de índole patriarcal. Al fundirse los glaciares, el hombre se hizo sedentario. La
transformación económica trajo consigo una transformación social. En la época en que el hombre cazaba,
la mujer (puede observarse el hecho en las sociedades primitivas) se afanaba en recoger los alimentos
vegetales, lo que le llevó a hacer múltiples observaciones que le dieron un conocimiento rudimentario del
cultivo, y le dieron un lugar preponderante en la sociedad, cuando el hombre, cansado de la vida errante
por la estepa, se detuvo y se hizo sedentario. Así podemos pensar que es el pensamiento introvertido de la
mujer, al que se sumó la influencia de las civilizaciones orientales, el que se manifiesta en el arte no
figurativo de la época neolítica."72
"La primera sociedad agraria era colectiva, como lo era ya la del paleolítico. Sólo cuando la
existencia material estuvo por fin asegurada y la riqueza adquirida, se planteó el problema de la familia
independiente en la sociedad colectiva. La sociedad matriarcal estaba sometida por entero a la religiosidad
agraria. Así la madre no sólo se identificaba con el toro sagrado, con la serpiente, con las palomas, con
los pájaros, etc. cuyo aspecto tomaba, sino también con el árbol, con las plantas, en las que está implicada
la divinidad. (...)
Hay que considerar la hilatura y el tejido como las dos grandes conquistas femeninas que han
tenido alcance decisivo en la historia de la civilización. Por otra parte, la mitología atribuye estas
invenciones a la mujer. Toda la primera cerámica ornamental tenía una decoración de carácter
geométrico, plectogénico, es decir que sus pinturas repetían los dibujos y los colores de los entrelazos y
del trenzado. El arte femenino estaba pues dominado por esta técnica paciente y al inspirarse en el arte
geométrico, la mujer exaltaba su personalidad. Si ella privaba a este arte de un soplo lírico y de un
impulso dinámico, en cambio lo penetraba de un espíritu paciente, metódico y conservador."73
72
Maudit, Jacques A.: "40.000 años de arte moderno", Ser y tiempo, Taurus Ediciones, Madrid,
1959, págs. 126-127.
73
Laviosa-Zambotti, Pia: "La revolución agraria", artículo presentado por Huyghe, René: "El arte
43
El arte rupestre francocantábrico, que había alcanzado tan altos niveles de desarrollo se
extingue sin dejar aparentemente una herencia directa. En otras comarcas no muy lejanas se
practica, pero con características diferentes. Una de estas zonas que se ha estudiado más ha
sido la costa mediterránea oriental de España, conocida como el Levante. Las expresiones
artísticas de este nuevo período no se reducen a esta zona: a lo largo del siglo XX se han ido
localizando otros emplazamientos muy importantes de arte rupestre en Europa, como por ejemplo
Val Camónica (N. de Italia), y Alta (extremo N. de Noruega). No obstante, la información que mas
abunda todavía es la de las pinturas españolas, sobre las que se reseñará para comparar con el
ejemplo del período anterior.
La primeras investigaciones importantes fueron realizadas por Juan Cabré 74 desde 1903.
Suelen encontrarse en abrigos rocosos al aire libre. Muchos han sido irremediablemente
dañados por acción de la naturaleza, pero principalmente por obra humana en el último
siglo: estudiosos y aficionados irresponsables han repintado o mojado insistentemente las
pinturas para fotografiarlas mejor, y se han llegado a superponer graffitis. Aun no cuentan
con el amparo de organismos como la UNESCO y se están realizando gestiones en tal
sentido.
Cronológicamente son difíciles de fechar y no hay acuerdos, pero se las ubica generalmente
en el mesolítico, a partir del 10.000 a.p. A veces se toma como indicador los temas
representados. Algunos expertos insisten en que pertenecen al paleolítico superior.
Como técnica predomina la pintura monocroma, generalmente roja.
Se representan escenas, donde aparecen figuras humanas, animales y formas que se pueden
interpretar como vegetales. La fauna representada es considerada, en general, idéntica a la
actual.
Las figuras no suelen ser naturalistas, sino esquemáticas: se reducen a las formas básicas.
Generalmente son de pequeño tamaño: no superan los 75 cm. Aunque pueden llegar a cubrir
superficies de varios metros.
Componen escenas de tipo narrativo que sugieren un gran dinamismo: persecución y cacería
de animales con arco y flecha, combates entre grupos humanos, danzas, cuidado de animales
domésticos, etc.
Llama la atención la abundante representación de la figura humana: los hombres aparecen
armados de arcos y flechas y adornados supuestamente con plumas y otros materiales; las
mujeres son menos frecuentes y se distinguen por la representación del busto y a veces,
faldas. Por su variedad, se ha llegado a realizar una clasificación de las figuras: "paquípodos,
los gruesos y cortos; nematomorfos, los reducidos a simples líneas; cestosomáticos los de cabeza
discoidal, tronco triangular y piernas de robustez exagerada."75
Algunas superposiciones y la disposición de las figuras parecen representar el espacio.
La diversidad de las pinturas no permite generalizar, pero se las suele interpretar como parte
de rituales relacionados a la caza, la guerra o el sexo, pero a veces parecen sugerir la
intención de perpetuar hechos dignos de ser recordados.
También hay signos no figurativos. Algunos parecen ser resultado de una evolución desde
formas naturalistas.
No existe acuerdo si estas pinturas son herederas o contemporáneas y derivadas de una
tradición distinta del arte francocantábrico.
Suelen ser emparentadas con obras, similares en cuanto a la forma pero a veces muy
posteriores, presentes desde el Sahara hasta el sur de Africa.
74
Juan Cabré Aguiló, arqueólogo español (1882-1947).
75
Comas, Juan: "Introducción a la Prehistoria general", textos universitarios, Universidad
Nacional Autónoma de México, México, 1978, pág. 159.
45
dice "Secundio votum fecit", o "Secundino hizo voto", lo que prueba que el sitio seguía siendo usado
como lugar de culto.
Excavaciones realizadas al pie del abrigo rescataron instrumentos mesolíticos y neolíticos,
cerámicas neolíticas y de época romana. Estos elementos, junto a la cronología relativa que se puede
estimar comparando las pinturas con otros ejemplos, permiten decir que el abrigo fue usado entre el
7.000 y el 100 a.C.
Un comentario de René Huyghe (1957), sobre el arte levantino:
"¿Qué ha pasado? A la subsistencia mediante la caza se han añadido el rebaño y los inicios del
cultivo. Se constituye el capital colectivo. Con él se extiende el grupo humano que parece haber existido
desde los orígenes aunque mucho más restringido. El robo y la guerra, que tenían poca razón de existir en
las primeras sociedades que no poseían nada y vivían al día, se desarrollan y crean acontecimientos en
aquella vida monótona. Se sueña con guardar el recuerdo de esto. El hombre atraviesa el umbral de la
historia, por frágil y legendaria que sea todavía."77
La arquitectura.
77
Huyghe, René: "El arte y el hombre", Vol. 1, pág 28.
47
Este sitio está ubicado al sur de Turquía, a 900 m. de altura , al Este del río Carsamba
(unido al lago Beysehir) y a 50 km. al S.E. de la ciudad actual de Konya. Fue descubierto por el
arqueólogo británico James Mellaart en 1958, y las primeras excavaciones se realizaron entre 1961 y
1963, reiniciándose treinta años más tarde. Es hasta el momento el mayor yacimiento de estas
características en la región, llegando a tener una extensión aproximada de 13 hectáreas. Las fechas
que se han obtenido superan los 6.500 años antes del presente y se han detectado 12 estratos
superpuestos, correspondientes a igual número de ocupaciones sucesivas del lugar. Los vestigios
más nuevos son bastante recientes, pues pertenecen a la época de dominación bizantina, en plena era
cristiana.
El paisaje de la época -que nos ayuda a entender porqué surgió esta población en ese
lugar- permitía la combinación de caza y pesca con agricultura y cría de animales. Son tierras
bajas y planas, en parte pantanosas, resultado del proceso desecación de un antiguo lago, que a su
vez fue dejando sedimentos de sal. También llegaba limo fértil, traído por el río Carsamba, y era un
sitio frecuentado por manadas de animales en busca de agua. Probablemente, la conjunción de todas
estas características resultó atractiva para la presencia humana.
Había ciervos y jabalíes, y se llegó a domesticar ganado vacuno, burros y gallinas. En cuanto
a cultivos, se plantó trigo, cebada y quizá legumbres. Se estima que se pudo producir aceite de
diverso origen, vino y cerveza. En la actualidad se están analizando la composición química y el
ADN de los huesos humanos encontrados para rastrear el origen del régimen alimenticio.
También se deduce que los habitantes de este pueblo realizaron intercambio de bienes con
otras regiones.
Se desconoce la organización social de esta comunidad, pero la presencia casi exclusiva de
esculturas femeninas hace sospechar en la posibilidad de una sociedad matriarcal, así como del culto
a una diosa madre.
Las casas, de planta rectangular, con muros y techos rectos de adobe y madera, estaban
construidas juntas y en forma escalonada, separadas entre sí por pocos centímetros. Esta
particular estructura del conjunto debió ser así por razones de seguridad: la entrada a las casas era
por el tejado, y las ventanas también eran altas, a lo que se agrega la inexistencia de fortificaciones.
Es un tipo de construcción que todavía se puede hallar entre la población rural del Este de Turquía.
Cada vivienda tenía lugar para cocinar y un horno en forma de herradura, así como plataformas que
se usaban como asiento o cama y bajo las cuales se enterraba a los muertos.
Los techos planos estaban construídos de cañas recubiertas de arcilla, y podían llegar a 60
cm. de grosor. Su resistencia permitía transitar sobre ellos y posiblemente desarrollar actividades
cotidianas a los habitantes de la propia casa o a sus vecinos, ubicados a una altura superior.
Aunque no se distingue un lugar principal de culto, abundan recintos ceremoniales,
espaciosos, con una profusa decoración mural: en uno de ellos las paredes presentaban cráneos de
78
Este nombre puede aparecer escrito de diferentes maneras, como Çatal Hüyük, Catal Hoyuk,
Chatal Huyuk, etc. Es un nombre turco, que combina Catal, o encrucijada, con Huyuk, montículo o
colina. Al no conservarse documentos escritos que se refieran al lugar, se desconoce el nombre
original, como en casi todos los yacimientos prehistóricos.
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toros adosados y cubiertos de argamasa; también hay diversos relieves y pinturas murales. Estas
últimas son muy interesantes, pues algunas muestran escenas de caza que recuerdan a las del
Levante Español, mientras que otras presentan huellas de manos, dibujos geométricos, buitres o
cuervos devorando lo que parecen ser cadáveres antes de ser enterrados, y lo que se interpreta como
un paisaje: un conjunto de casas cuadradas al pie de un volcán en erupción (posiblemente uno
cercano, el Hasan Dag). Se usaban colores de origen mineral, tales como los ocres, amarillos, verde,
azul, púrpura, gris, etc., y se pintaban paredes, pisos, y objetos varios. En el caso de las paredes, lo
hacían periódicamente: en algunos muros se han detectado entre 30 y 200 capas de pinturas, lo que
dificulta enormemente su registro y conservación.
Una posibilidad sobre el origen de los mencionados ámbitos de uso ritual es la decoración y
clausura del mismo luego de la muerte de algún morador importante.
Tampoco se reconoce la presencia de edificios que pudieran ser el centro político del
pueblo.
Se han encontrado piezas de cerámica monocroma, decorada con espirales y bandas,
figuras humanas de barro y piedra que recuerdan a las "venus" paleolíticas, utensilios de
piedra, madera y hueso de gran calidad, así como restos de tejidos, cestos y esteras. Los diseños
textiles que se aprecian en la indumentaria de algunas figuras pintadas es sorprendentemente
parecido a los motivos que aun se realizan en la tapicería tradicional actual de esa misma zona.
Para quienes intentan conectar distintos hallazgos en una secuencia histórica, este poblado
neolítico es muy importante, ya que, según Karl Gutbrod "...se puede afirmar que Çatal Hüyük es, por
el momento, el único punto de unión entre la cultura de cazadores del Paleolítico superior y la forma de
vida de una sociedad que producía alimentos. El estilo de las pinturas, los símbolos abstractos y las
huellas de manos, la forma de los enterramientos, los ídolos femeninos adiposos y el tipo de utensilios,
entre otras cosas, nos recuerdan directamente la cultura de los pueblos cazadores del Paleolítico superior.
Probablemente eran descendientes suyos, sedentarizados durante el IX y VIII milenio a.C. en las tierras
bajas de Konya, ricas en animales salvajes, que desarrollaron una nueva forma de economía al domesticar
animales y plantas, aunque continuaran cazando bisontes, jabalíes y ciervos."79
El Megalitismo.
79
Gutbrod, Karl: "Historia de las Antiguas Culturas del mundo", Ediciones del Serbal, Barcelona,
1987, págs 61-62.
49
80
Augé, Marc: "Los "no lugares". Espacios del anonimato. Una antropología de la
sobremodernidad", Gedisa Editorial, Barcelona, 1993.
81
Senegambia: Confederación de África occidental, integrada por Senegal y Gambia y
constituida en 1982.
50
Por lo tanto, para levantar los megalitos se requirió un enorme esfuerzo por parte de una
población numerosa, estable, bien alimentada y con tiempo disponible, a lo largo de muchas
generaciones; una población lo suficientemente organizada como para trabajar colectivamente
en base a un plan común seguido rigurosamente. Tanto trabajo debió obedecer a una fuerte
necesidad: de relacionarse armoniosamente con un entorno natural y sobrenatural que hiciera
posible dominar el cultivo y la cosecha, así como la cría de animales; la necesidad de conocer y
predecir los ciclos de la naturaleza a través de la medición del tiempo.
3. Cámaras Mortuorias:
1. Dólmenes (dolmen del bretón82, mesa de piedra): conjunto formado por tres
o más piedras verticales y una horizontal.
2. Túmulos. Son construcciones de piedra cubiertas por un montículo artificial.
Hay distintos tipos, no excluyentes entre sí:
(1) Dolmen cubierto de tierra y piedras.
(2) Sepulcro de corredor.
(3) Sepulcro de falsa cúpula.
5. Agrupaciones de monolitos.
1. Lineales. Ej. Carnac, Bretaña (Francia): es un conjunto formado por casi
3000 menhires extendidos en un área aproximada de 4 Km2. Lo componen a
su vez grupos, tales como:
(1) Menec, 1099 menhires en 11 hileras de 1167 m. de largo, terminando
en un hemiciclo de 70 monolitos.
(2) Kermario, Kerlescan, etc.
2. Circulares y rectangulares: Cromlechs (cromlech, en bretón, piedra
circular). Ej. Stonehenge y Avebury (S. de Inglaterra), Callanish (Isla de
Lewis, costa N.E. de Escocia), etc.83
82
Bretón: Natural de o relativo a Bretaña, región del N.O. de Francia. Por extensión se denomina
así a la lengua derivada del celta que hablan sus habitantes, especialmente en zonas rurales.
83
Avebury es un complejo compuesto por un círculo de piedras dentro del cual se encontraban
dos círculos más pequeños, varias hileras de menhires y algunos enormes túmulos. Se estima que
para su construcción se llegaron a usar cerca de 600 megalitos con pesos de hasta 70 toneladas cada
uno, durante un período de 500 años.
51
Callanish, conjunto al que se le ha llamado "el Stonehenge escocés", está formado por un
círculo de 13 menhires.
52
6. Otras formas:
1. En las islas Baleares (España):
(1) Talayots: (del catalán talaiot, atalaya, y éste del árabe tala'i',
centinela) Son torres de poca altura, con planta circular, elíptica o a
veces cuadrada, con puerta.
(2) Navetas: Pirámides trunca de base rectangular, cuya forma recuerda
la de una nave invertida. Se les atribuye un uso funerario.
(3) Taulas: (mesa, en catalán) Conjunto formado por una piedra vertical
y encima de ésta, como mesa, otra horizontal.
2. En Galicia (España): castros (del latín castrum, campamento fortificado)
recintos amurallados de planta oval o circular, construidos sobre elevaciones
naturales y que albergaban en su interior los poblados llamados "citanias".84
3. En Córcega (Italia) se construyeron Nuragas, fortificaciones con torres en
forma de cono trunco.
4. etc.
"Hay que acercarse a ellos teniendo presentes en el espíritu sus funciones originales, lo mismo
que no ignoramos que una catedral es un edificio dedicado a la oración. Los dólmenes son las casas de los
muertos, los menhires han sido levantados para servir de receptáculos a las almas desencarnadas. Unos y
otros son testimonio de la primera gran civilización espiritualista venida de Oriente a Occidente, en
barcos de vela que traían los beneficios de la agricultura.
84
En Galicia se han hay catalogadas más de cinco mil construcciones de este tipo. Los más
grandes y mejor estudiados son los de Santa Tegra (en A Guardia), Borneiro, (en A Coruña), Las (en
Orense) y Viladonga (en Lugo).
53
La nobleza de los megalitos, monumentos que hablan casi sólo por su masa, no se ha ponderado
bastante. Hay que acercarse, en cualquier llanura, a uno de esos macizos pórticos rebajados, evocar el
túmulo desaparecido en cuya base se abría su oquedad, puerta de otro mundo; hay que evocar el legado de
creencias que esta boca sombría ha transmitido silenciosamente a nuestra cultura popular: soberanía y
familiaridad de los difuntos, poseedores de toda fertilidad y fecundidad futuras; necesidad de honrarlos en
fechas fijas que los galos habían recibido probablemente y que nos han transmitido: Todos los Santos y
San Juan, Candelaria y lo que los italianos llaman Ferragosto, puntos cardinales del año que se
entrecruzan como los cuatro radios de la rueda del destino. No en todas partes hay alineamientos como
los de Carnac, pero aun podemos hallar algún megalito, quizá derrumbado, que deberíamos aprender a
reverenciar como el vestigio más antiguo de nuestra civilización moderna."85
"El menhir expresa ya esta función fundamental que hemos asignado al arte: crear un
intermediario entre el hombre y el universo. Pues el menhir está constituido por una piedra tomada del
mundo físico; procede de la naturaleza, forma parte de ella, pero esta piedra está cargada en seguida por
el hombre de un sentido que no tenía por sí misma y que hace de ella un símbolo. Se convierte en el
signo expresivo de una vida interior donde los muertos y las fuerzas naturales (entre ellas sin duda el
fuego, que resultará capital como el metal) toman el lugar exclusivo que ocupaban para el cazador el
animal y la idea de fecundidad." (...)
"El campesino será apto para subvenir no sólo a sus necesidades, sino también a las de los demás,
en la ciudad. De este hecho se desprenden a la vez una mano de obra disponible y los medios de pagarla,
a fin de adscribirla a provisiones de utilidad inmediata. El obrero, el artesano, quedan disponibles al
servicio del jefe.
Era fatal que el monumento, hecho por y para la colectividad, conociese entonces su desarrollo.
Se amplifica. Del menhir se pasa al dolmen y al cromlech. Al mismo tiempo deja de estar directamente
afectado a los muertos, de ser sinónimo de tumba, para consagrarse al culto y a sus ceremonias en que
comulga el alma global de la colectividad."86
El Santuario de Stonehenge*
* "La horca de piedra", en sajón.
Características generales:
Se localiza en el sur de Inglaterra , y se lo ubica cronológicamente en la Edad del Bronce
(3000 - 1500 a.C. aprox.). Según estas fechas, es una construcción contemporánea a las altas
civilizaciones de Egipto y Mesopotamia, pero hay quienes le atribuyen mayor antigüedad.
85
Varagnac, André: "Del neolítico al calcolítico", artículo presentado por Huyghe, René: "El arte
y el hombre", Vol. 1, Larousse, Vitoria, 1965, pág. 58.
86
Huyghe, René: "El arte y el hombre", Vol 1, pág. 30.
54
Jaquetta Hawques lo describe como "una zona circular terraplenada, con un anillo de fosas
rituales en el interior y una serie de enterramientos por incineración. No hay señales de un asentamiento
cualquiera en la vecindad. Este antiquísimo santuario de Stonehenge importa principalmente porque nos
previene que, aunque no cabe hallar lugares de culto o ritual públicos en los asentamientos neolíticos, no
hay que deducir de ello que nunca existieron. En ocasiones, especialmente entre las más pastorales y por
consiguiente menos sedentarias sociedades neolíticas, pudieron existir lugares de reunión de carácter
ritual construidas y utilizadas por comunidades dispersas en vastos territorios"87.
87
Hawques Jaquetta: "La Prehistoria", "Historia de la Humanidad. Desarrollo cultural y
científico" , Volumen I, UNESCO - Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1966, págs. 361-362.
55
Los documentos escritos más antiguos que se conocen acerca del origen de Stonehenge datan
del siglo XII d.C.: la Topographia Hibernica, de Geraldus Cambrensis, y la Historia de los Reyes de
Britania de Geoffroi de Monmnouth (1140). Según estas crónicas, esta construcción habría estado
originalmente en Irlanda, llamada entonces "Corro o Baile de los Gigantes" y erigida en fecha lejana
e incierta. El traslado a su actual emplazamiento se habría producido por voluntad del rey bretón
Aurelius, en el siglo V d.C., para levantar un monumento a los caídos en combate contra los sajones.
El legendario Mago Merlín habría sido quien propuso la idea y ayudó con sus poderes a trasladar las
piedras.
Hacia 1620 el rey Jacobo I de Inglaterra ordenó que el sitio fuera estudiado por el famoso
arquitecto Iñigo Jones, quien concluyó que se trataba de un templo romano. Otros observadores
contemporáneos y posteriores le atribuyeron origen fenicio, danés, sajón, etc.
El primer investigador minucioso fue el anticuario John Aubrey (1626-1697), quien atribuyó
la construcción a los druidas, sacerdotes de los celtas (pueblo que habitó en vastas regiones del O. de
Europa y que se había establecido en las Islas Británicas desde el siglo VI a.C.)
En el siglo XVIII fue observado por William Stukeley, quien llegó a similar conclusión que
Aubrey y planteó la orientación solar del recinto.
En 1801 se iniciaron excavaciones, por parte de William Cunnington, "con la esperanza de
hallar algo que pueda reemplazar a la conjetura"88, pero no se halló nada hasta un siglo después: el
profesor William Gowland halló decenas de hachas y martillos de piedra de indiscutible antigüedad
pre romana.
En 1950 se realizan análisis de carbono 14 de algunos restos orgánicos, que dan la fecha de
1848 años a.C. El astrónomo Gerald. S. Hawkings fue uno de los primeros que, hacia los años '60 de
este siglo investigó en profundidad la relación del monumento con la astronomía, con ayuda de una
computadora. Según sus estudios, Stonehenge era un calendario que permitía registrar posiciones del
Sol y la Luna, así como sus variaciones estacionales, eclipses, etc.
Lo que generalmente se admite por parte de los científicos es que fue una construcción
ceremonial vinculada a ritos agrícolas. La orientación del recinto y de algunas piedras indican la
salida del sol en fechas de solsticios, lo que hace suponer que pudo ser un gigantesco calendario, sin
excluir un fin funerario. Pudo ser una creación autóctona o recibir influencias de las civilizaciones
orientales, con las que se supone sus autores mantenían contacto mercantil.
Interpretaciones de Stonehenge:
"...los conjuntos regulares y complejos, como el de Stonehenge (hacia 1500), confirman que las
creaciones del arte están destinadas a expresar al hombre. Estas agrupaciones de piedras simbólicas llegan
a poseer un sentido que no habían tenido por sí mismas. Al mismo tiempo, se disponen siguiendo planos,
88
Citado por Daniel, Glyn: "El concepto de prehistoria". Nueva colección Labor Nº 64, Editorial
Labor S.A., Barcelona, 1968, pág 16.
56
dibujan formas en las que se hallan, a escala arquitectónica en lo sucesivo, las leyes de regularidad, de
repetición, de simetría y de geometría que habían aparecido desde los primeros trazos ornamentales
hechos por una mano inhábil en un hueso. El menhir ya se entrega en la gigantesca empresa de las
alineaciones de Carnac. Los conjuntos más complicados y más tardíos, como el de Stonehenge, reflejan
las nociones de centro, de círculo, de eje, de ritmo, etc., en las que se reconoce la firma del espíritu
humano."89
89
Huyghe, René: "El arte y el hombre", Vol 1, pág. 30.
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Los megalitos son enormes formas enigmáticas que llevan a imaginar mitologías
desaparecidas, y misteriosos ritos para iniciados. A lo largo de los siglos, a medida que se olvidó
su verdadero origen, su presencia obligaba la búsqueda de explicaciones. Así fueron surgiendo
en torno a ellos tradiciones y leyendas de gigantes, gnomos, hadas y brujas, y más recientemente, de
extraterrestres.
La fascinación de estos tiempos por este lugar ha llegado a tal punto que en pleno siglo XX
Sam Hill hizo construir una réplica del monumento en el estado de Washington, al N.E. de Estados
Unidos.
Tampoco los artistas han podido permanecer indiferentes a la imponente presencia de
las construcciones megalíticas. En el siglo XX escultores europeos, como Constantin Brancusi
(rumano, 1876-1957), o americanos, como Germán Cabrera (uruguayo, 1903-1990), han hallado en
estas moles de piedra poderosas fuentes de inspiración para sus obras.
90
Hutin, Serge: "Las civilizaciones desconocidas", Plaza y Janes S.A. Editores, Barcelona, 1980,
págs. 238-239.