Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Memex fue la respuesta que inventó Bush, y que, aunque nunca llegó a construirse, fue
concebida como una metáfora de la mente, como una “máquina abstracta”
Bush (s. f.) trabajó en la búsqueda de una solución tecnológica para materializar en un objeto
la metáfora de la mente. Su intento tuvo una importancia crucial en la posterior invención
tecnológica de la PC, pues consideraba que era necesario analizar cómo son los procesos
cognitivos que realizamos, en qué momento se adquieren los conceptos y cómo estos se
relacionan por asociación o trayectos, de manera casi simultánea e “inconsciente”. Este
criterio de concepto adquirido + asociación es el criterio básico que derivó en la creación de los
enlaces (links), o en lo que actualmente se denomina sistemas hipertextuales, que recién
pudieron ser materializados tecnológicamente en la década del setenta.
Es posible que los conceptos y criterios contextuales que subyacen esta narración expliquen de
modo sucinto por qué la sociología funcionalista consideraba a los medios de comunicación y
el desarrollo de los “aparatos” y soportes tecnológicos asociados como nuevos instrumentos
de la democracia moderna, como medios para presentar, acceder y distribuir el
conocimiento. Para Mattelart (1995), estos mecanismos fueron mirados como decisivos
para la regulación de la sociedad y, en ese contexto, no podía sino surgir una teoría acorde
con la reproducción de los valores del sistema social, del estado de cosas existente. No es
casual entonces, que los miembros que integraron estas corrientes tienen una definida
ideología y orientación políticas. Las escuelas de pensamiento crítico van a reflexionar sobre
las consecuencias del desarrollo de estos nuevos medios de producción y de transmisión
cultural, negándose a creer a pies juntillas la idea de que, con estas innovaciones técnicas, la
democracia sale necesariamente ganando. Descritos y aceptados por el análisis funcional
comou mecanismos de ajustes, los medios de comunicación resultan sospechosos de violencia
simbólica y son temidos como medios de poder y de dominación.
Analicemos el párrafo de Mattelart (1995) con otras palabras. A la luz del desarrollo
tecnológico y de producción de los medios, se realizan estudios e investigaciones y se
conforman escuelas de pensamiento crítico, a partir de las cuales se crean nuevas teorías.
Corriente crítica, porque los analistas o estudiosos descreen que las innovaciones técnicas
beneficien la democracia, mientras que los medios de comunicación pasan a ser sospechados
de manipulación, que puede estar sesgada desde el poder y ser una forma de dominación. Los
medios pueden promover algún modo de violencia simbólica, es decir, de violencia valorativa o
de valores.
En 1930, Horkheimer pasa a ser el director del Instituto y se abordaron estudios críticos sobre
la práctica política de los partidos obreros alemanes de corte comunista y socialdemócrata, las
sedes y los lugares donde se atacaba la óptica economista existente. Se da, así, impulso a
trabajos interdisciplinares desde los aspectos epistemológicos y metodológicos vinculados a las
disciplinas sociales y humanas, pero con anclaje en la reflexión filosófica, que posibilitaron ir
dejando relegados los estudios con vinculación en las ciencias biológicas. Las posiciones,
pensamientos e ideas de Carl Marx y Sigmund Freud se entrelazan con autores de origen
filosófico, como Emanuel Kant, Georg Hegel y Max Weber, que comienzan a ser los referentes
nucleares para desarrollar la crítica a la sociedad industrial capitalista, orientación de los
análisis que les valió el reconocimiento y la designación de teoría crítica.
Teoría crítica, más que un concepto, es el nombre, acuñado por Horkheimer. Designa el
conjunto de teorías que abarcan estos estudios e investigaciones.
Se la identifica como teoría crítica, precisamente porque sus miembros adaptaron una
posición crítica, de juicio y valorización sobre el Estado, en la realidad del contexto.
Deseaban modificar las circunstancias (que juzgaban negativas) en las que los individuos se
encontraban inmersos en la sociedad de consumo y capitalista. Esto es, frente a lo que “es”,
lo que “debería ser”. Cimentadas en las teorías de Freud, se acometen investigaciones
teóricas y metodológicas sobre la dominación que abarcan la dominación colectiva de la
sociedad, la autoridad y la familia.
Cuando Hitler llega al poder, Max Horkheimer y todos los miembros fundadores de origen
judío que trabajaban en el Instituto son despedidos. Sin embargo, el Instituto sobrevive porque
continúa financiado por hombres de negocios de esa comunidad, que transfieren los fondos a
los Países Bajos. Se crean “sucursales” del Instituto en Ginebra (Suiza), Londres (Gran Bretaña)
y París (Francia), pero el único lugar estable para los investigadores será la Universidad de
Columbia, en Estados Unidos, edificio donde se establecen a partir de 1938 Horkheimer,
Löwenthal y Adorno. Los teóricos de Frankfurt, que durante la década del treinta
convergieron en Nueva York, se constituyeron como un círculo de cooperación intelectual
que llegó a ser como una escuela, Horkheimer fue el director y, por ello, tenía la organización
en sus manos, editaba la revista y, a su alrededor, se reunían los emigrados. Pero, más allá del
cargo que lo destacó, quiénes saben del tema lo reconocen por sus ideas como el espíritu
rector del proyecto: hacer que la filosofía, articulada con las ciencias sociales, fuera práctica,
para evitar que la filosofía se transformara en ideología.
Entre 1932 y 1941, Horkheimer se abocó sin retaceos de tiempo y esfuerzos físicos, teóricos e
intelectuales, a la realización de estudios, investigaciones y producción interdisciplinar en los
que colaboraron economistas, psicólogos, juristas, historiadores y sociólogos y, en especial,
sociólogos de la música y la literatura (Habermas, 1996). ¿Con qué enfoque? Recuerda lo que
se indicó previamente, es decir, que se adoptó el punto de vista de orientación marxista-
freudiano para acometer los análisis críticos a la sociedad industrial capitalista.
Sin embargo, el tiempo transcurrido desde los inicios del instituto en Alemania y el contacto
con la realidad del contexto y los intelectuales de los Estados Unidos produjo un cambio en el
enfoque. Se señaló que los estudios debían liberarse de las ortodoxas cadenas ideológicas
marxistas, para poder desarrollar análisis e investigaciones libres de prejuicios y valerse de las
ciencias sociales no marxistas. ¿En qué se interesaba Horkheimer?: “En la industria cultural y
la cultura de masas, situando dentro de estas estructuras una continuidad entre la sociedad
totalitaria del nacionalsocialismo y la capacidad de persuasión y manipulación que poseían
esos nuevos procesos de transmisión ideológica”
Pregunta: ¿crees que Horkheimer pudo tener un cambio tan radical en el enfoque de los
estudios e investigaciones que realizaba? Para Habermas (1996), solo Horkheimer quería
vincular las investigaciones con otros medios suministrados por las ciencias sociales (por
ejemplo, los mass media), mientras que al resto de los miembros del círculo de Frankfurt —
como Adorno o Marcusse— eso no les interesaba, por lo que no tomaron seriamente las
consideraciones de Horkheimer. Adorno estudió los programas musicales en la radio. Criticó
el rango de la música, que era relegada a la condición de un aderezo en la vida cotidiana, y
denunció lo que llamaba “felicidad fraudulenta del arte afirmativo” (Adorno, como se cita en
Mattelart, y Mattelart, 1997, p. 53), lo que significa un arte integrado en el sistema económico.
Los análisis sobre el jazz continúan siendo representativos porque no se limitaron a lo estético,
sino que, siguiendo los lineamientos y el enfoque del Instituto, fueron encarados desde una
crítica psicosociológica (Marx y Freud).
En la década de los 40, Horkheimer y Adorno crearon la noción industria cultural e iniciaron
el análisis de los bienes culturales como producción industrial, considerando que los
productos culturales, como las películas, los programas de radio y las revistas son producidos
como productos culturales y mercancía cultural desde parámetros que corresponden a lo que
denominaron racionalidad técnica. ¿Qué se quiere decir? Que la producción cultural se
organiza con un esquema y una planificación por parte del managment, como si fuera la
fabricación de coches en serie o proyectos de urbanismo. También se puede interpretar que
las sociedades contemporáneas y la civilización en general confieren a todo un aspecto
semejante, al mediar la industria cultural, que proporciona bienes estandarizados para
satisfacer las numerosas demandas, a las que una producción cultural debe satisfacer también
desde la estandarización.
La industria cultural genera, así, una cultura de masas que se construye con una serie de
objetos creados en serie y estandarizados mediante una división del trabajo íntimamente
vinculada con la función de la economía. Este concepto significa que la industria cultural está
determinada por la producción técnica de “mercancías”, que se impone en la sociedad como
un modo dominante de hacer o producir.
Autores
Max Horkheimer
Theodor W. Adorno
Herbert Marcusse
Walter Benjamin
Erich Fromm
Leo Löwenthal……..
A medida que la teoría crítica va quedando constituida por miembros de diferentes orígenes
disciplinares, los planteos y aportes que estos realizan adquieren características
multidisciplinares. Se cuestionan las prácticas científicas, los fundamentos epistemológicos y
las metodologías aplicadas en los estudios y las investigaciones acerca de la sociedad. Como
hemos hecho a lo largo del desarrollo del texto de SAM, estimamos necesario detenernos en
dos palabras del título de este tema: métodos empíricos.
Las ciencias sociales, sobre la base de las ciencias naturales, habían adoptado el empirismo
como metodología de investigación, y este se constituyó en el fundamento de su legitimidad
como ciencia. En tal sentido, afirma Löwenthal (1977) que: Al inicio de la era moderna, la
teoría social tenía como modelo a la teología, pero hoy las ciencias naturales han
reemplazado a la teología. Este cambio de modelos tiene varias implicaciones. La teología
aspira a la salvación, la ciencia natural a la manipulación; aquella conduce al cielo y al infierno,
ésta a la tecnología y a la maquinaria.
Este empirismo que las ciencias sociales han adoptado representa al menos dos consecuencias
negativas para la comprensión de los hechos sociales:
observación y la medición de los hechos sociales no puede constituir una actividad objetiva,
por cuanto estos hechos sociales se encuentran determinados de dos maneras. Por un lado,
por la constitución histórica del objeto percibido (los hechos sociales) y, por otro, por el
carácter también histórico del órgano que percibe (y, por lo tanto, del sujeto que percibe);
ambos se han prefigurado mediante la actividad humana. La pretensión, entonces, de la mass
communications research de alcanzar una objetividad en la explicación de los fenómenos
sociales vinculados a los medios de comunicación, no es posible, sino que siempre estará
vinculada a la mirada sesgada del investigador y de los intereses del poder de turno que
financie las investigaciones aludidas. Afirma Löwenthal (1977) que Los instrumentos de
investigación [se refiere a los instrumentos empíricos aplicados a las ciencias sociales] han
sido llevados a un alto grado de refinamiento. Pero ¿es suficiente? La ciencia social empírica
ha llegado a ser una especie de ascetismo aplicado. Evita todo enredo con poderes ajenos y
prospera en una atmósfera de neutralidad rígidamente impuesta. (P. 57).
2. La reducción del abordaje de los fenómenos sociales vinculados a los medios como una
descripción de “lo evidente” excluye el problema del significado: es decir, tal como lo señala
Löwenthal (1977), que Un estudio de televisión, por ejemplo, llegará a grandes alturas
analizando datos sobre la influencia de la televisión en la vida familiar, pero dejará a los poetas
y a los soñadores la cuestión de los valores humanos concretos de esta nueva institución. La
investigación social toma los fenómenos de la vida moderna, incluso los medios masivos de
comunicación, por su valor aparente. Rechaza la idea de situarlos en un contexto histórico y
moral. (P. 58).
La llamada Escuela de Frankfurt nunca fue una institución escolar en sentido cerrado,
homogeinizante, en la que todos sus integrantes tuvieran que tomar exactamente las mismas
líneas de investigación o los mismos insumos teóricos. Lo que mantenía unidos a la enorme
diversidad de autores que conforman este espacio de reflexión intelectual era el interés de
desplegar un pensamiento crítico y reflexivo. La libertad de pensamiento sobresalió por
encima de la necesidad de sistematizar y unificar conceptos, por lo que los miembros de la
escuela desarrollaron pensamientos francamente disimiles. Esta amplia gama de miradas no
fue siempre fácil de armonizar:
Fromm y Marcuse, salieron de la Escuela por diferencias irreconciliables en la interpretación de
autores como Freud o Heidegger.
Con el objetivo de corregir las cuestiones teóricas que el marxismo no terminaba de elaborar,
se apropiaron de reflexiones conceptuales provenientes de otros campos disciplinarios:
emplearon las ideas antipositivistas de la sociología, hicieron uso de conceptos del
psicoanálisis, de la filosofía existencial, etc.
De esta manera, los intelectuales de Frankfurt utilizan variados marcos teóricos y autores,
que van desde Kant, pasando por Hegel, Marx, Freud, hasta llegar a Weber y Lukács.
Desde su enfoque sociológico, con presupuestos teóricos marxistas trataron de dar cuenta de
'lo otro' en una sociedad, aquello que queda fuera de ella. Sus proyectos de investigación se
concentraron en las maneras de opresión y marginación que se hacen presentes en la
sociedad.
modificar la realidad tal cual se nos presenta, superando así la dicotomía entre teoría y
práctica. El fin emancipatorio es herencia directa del marxismo y no es abandonado por los
pensadores frankfurtianos.
La sociedad, con sus tensiones y conflictos, marca los ejes temáticos y los caminos a investigar.
La clave es visualizar aquello que se reprime, aquello que se silencia. Desde una sociología de
perfil crítico debe atenderse precisamente a estos mecanismos de dominación de la sociedad,
para mostrar la verdad, aquello no dicho.
El proyecto de Frankfurt fue desmantelado prácticamente en sus comienzos. Las actividades de
los integrantes de la escuela era cada vez más controladas y a muy poco de andar sus
miembros se vieron obligados a exiliarse.
En la 'Dialéctica del iluminismo', obra que salió a la luz en 1947, Max Horkheimer y Theodor
Adorno, ya exiliados en U.S.A.,
'INDUSTRIA CULTURAL' denominan al conjunto de aparatos difusores que observan, la
vertiginosa expansión de los medios masivos de comunicación: la televisión, el cine, la prensa,
la publicidad, etc.
Los medios masivos de comunicación conforman las identidades de las sociedades, son
industrias cuya producción es la de artefactos culturales de acuerdo a criterios de rendimiento,
de estandarización y división del trabajo iguales a las que se usan en el conjunto del modo de
producción capitalista.
✓ Los medios son muy influyentes en la fijación de los roles de cada individuo dentro de la
sociedad y tienen la capacidad de guiar la percepción de la vida cotidiana del conjunto social.
✓ Están lejos de ser un 'servicio público'
✓ Su función principal es establecer el 'control público'; afianzar y consolidad el orden
social político y económico.
Adorno sostiene que los medios masivos de comunicación generan reacciones automatizadas,
masivas, pautas de conducta irreflexivas, debilitando la fuerza de resistencia individual. Su
principal misión es homogeneizar y hacer inocuos los potenciales conflictos.
En la Dialéctica del iluminismo se pone en circulación por primera vez el concepto de 'industria
cultural' (o kulturindustrie), para dar cuenta sobre todo de los cambios que se estaban
operando en las formas de concebir la cultura tradicional, que comenzaba a sufrir
transformaciones notables. Pero industria cultural es igualmente utilizada con un sentido
despectivo.
Se configura un claro efecto ideológico que produce una cultura estandarizada, programada,
producida cuantitativamente, en función de un criterio económico, siguiendo los lineamientos
del modo industrial dominante, abandonándose la dimensión de lo cualitativo vinculado a las
normas estéticas.
La producción masiva de bienes culturales produce más demandas y está lejos de dar
respuestas satisfactorias a las necesidades efectivas de los individuos. La supuesta
democratización de las culturas, fruto de su difusión masiva, queda en realidad al servicio de
los imperativos del marketing; su objetivo es distribuir con fines meramente comerciales las
migajas de la cultura burguesa tradicional.
Horkheimer y Adorno juzgan con dureza a la industria cultural. Consideran que es un proceso
que tiene como efecto central la masticación y que ésta conduce a la perdida de las diferencias
individuales. Es Adorno quien inicia una cerrada defensa de una concepción de arte exigente,
fuertemente codificado, sofisticado, hasta elitista, como una forma de reacción contra la
manipulación de necesidades, de la superabundancia de oferta de objetos de consumo
ostetizados; de un sistema donde el poder de la técnica es el poder de aquellos que dominan
económicamente la sociedad y ponen al servicio de la rentabilidad la generación de
necesidades artificiales.
Es decir, la categoría 'industria cultural' nombra una explotación planificada y sistemática de
los 'bienes culturales' con fines mercantiles. Industrias abocadas a la elaboración de mensajes
Para ilustrarte mejor al respecto del pensamiento frankfurtiano tomaremos tres autores: por
un lado Adorno y Horkheimer, a los que explicaremos juntos a través de sus obras en común;
por otro lado, a Walter Benjamín, que es otro de los autores que formaron parte de este
espacio intelectual, aunque de una manera menos orgánica.
El trabajo conjunto
Adorno y Horkheimer
(.........)La industria cultural se ha desarrollado con el primado del efecto, del logro tangible, del
detalle técnico sobre la obra, que una vez era la portadora de la idea y fue liquidada con ésta.
El detalle, al emanciparse, se había hecho rebelde y se había erigido, desde el romanticismo
hasta el expresionismo, en expresión desenfrenada, en exponente de la rebelión contra la
organización.
Primero generan en su audiencia una sensación de falta, y luego el deseo de comprar objetos
que provoquen la ilusión de su satisfacción.
LA ESCUELA DE BIRMINGHAM
Misión: el comprender y explicar la vinculación entre clase social y práctica cultural, con un
enfoque que va más allá de lo socioeconómico. Los trabajos de esta escuela, al igual que la
conformación del grupo como tal, pertenecen a la década del 50, aunque recién adquiere
relevancia institucional diez años más tarde, específicamente en el Center for Contemporary
Cultural Studies de Birmingham, Inglaterra, cuya piedra fundacional fue puesta en 1964 por
Richard Hoggart.
Principales pensadores en este grupo son, además de Hoggart, Stuart Hall, Edward Thompson
y Williams Raymond. El integrante de Birmingham tiene la peculiaridad de pertenecer a los
extractos sociales más bajos de Inglaterra y sus estudios estarán abocados precisamente a
analizar la cultura en estos sectores. Su principal preocupación se establece en torno a pensar
una forma puntual de proceso social, correspondiente a las formas en las que se atribuye
sentido a la realidad, al despliegue de una cultura, de prácticas sociales comunes que
constituyen en última instancia un área común de significados.
Su trabajo teórico apunta a comprender la acción de los medios masivos de comunicación,
como instrumentos que mantienen el statu quo y son principalmente una herramienta para el
control social;
Realizando análisis en torno al tema de la cultura dominante, los integrantes de la Escuela de
Birmingham desplegaron las ideas de 'contracultura' y 'subcultura'. Ambas categorías se
oponen a la cultura hegemónica, pero mientras que la
✓ Contracultura tiene pretensiones de dominio,
✓ Las subculturas no buscan eso.
Si bien es cierto que la cultura domínate impone sus criterios, consensuando en el imaginario
colectivo sus valores principales, ésta no alcanza todas las expresiones de las prácticas
culturales de un grupo, sino que también hay resistencias generadas por resignificaciones
constantes.
Aquí se pone en juego el concepto de 'mediación'. 'Mediar' significa dar otro sentido a los
conceptos, a partir de la propia experiencia. Los estudios culturales se oponen al papel
marginal y meramente 'reflejo' asignado a lo cultural, a diferencia del marxismo más cerrado,
que le da un predominio marcado a un proceso economicista, generando una relación
mecánica de determinación de la economía a la cultura. Plantean que la infraestructura
económica no determina la supraestructura: la dimensión cultural es una expresión de aquélla
pero no meramente un reflejo. De esta forma se anotan dentro del neo-marxismo y el
movimiento de La 'new left review' (Nueva Izquierda), que reconoce la infraestructura, pero
apuntan a las formas de expresión y resignificación de los sectores populares, que media
desde su propia experiencia vital, desde su universo simbólico (estructura de significación).
Birmingham utiliza para su trabajo la metodología que le aporta la antropología cultural y de
estudios étnicos. Además recibe insumos conceptuales de la teoría feminista, la teoría social, la
teoría política, la historia, la filosofía, la teoría de los medios de comunicación, los estudios de
cine, los estudios de comunicación, la economía política, los estudios del museo y la historia del
arte.
Sus estudios se concentraran principalmente en cómo los medios masivos de comunicación y
los mensajes caracterizan los conceptos de ideología, clase social, nacionalidad, etnia,
sexualidad y género. Sus trabajos buscan comprender las maneras en que se produce
significado en el ámbito de la cultura y las formas en que se difunden a través de distintas
prácticas dogmas socialmente consensuados, estructuras institucionales y configuraciones
políticas, económicas y sociales para una cultura determinada.
La teoría de la hegemonía cultural simplificó el estudio de las maneras en que los sectores
subordinados muchas veces resisten activamente y responden a la dominación política y
económica, y en otros casos adhieren a ellas. Birmingham se empeñó en subrayar que los
grupos subalternos no tienen que ser tomados simplemente como los Ilusos, que pasivamente
toman los valores de la clase dominante y su ideología.
Esta dimensión de las investigaciones de Birmingham abrió un trabajo floreciente, al construir
e indagar el concepto de la agencia-, que significa cómo es apropiada la cultura por los
sectores populares. Se trata de un enfoque teórico que parte de esta idea: que ante un
mensaje existe una capacidad crítica en todas las personas.
La categoría de 'agencia' ha permitido estudiar a la clase obrera, los pueblos originarios y las
mujeres, como actores sociales relevantes con conciencia política, los que hasta entonces eran
considerados poco significativos. Dicho en otros términos, muchos cientistas sociales,
(sociólogos, politólogos, historiadores, antropólogos, economistas), han subestimado el papel
de la gente común en la conformación de su mundo.
Los estudios culturales tienen como principal preocupación entender el significado de los usos,
las costumbres y las prácticas de la vida cotidiana. Las prácticas culturales Birmingham las
entiende como las maneras en que la gente hace las cosas habituales de su vida cotidiana:
desde cómo mira televisión, hasta qué hace cuando va a comer. Los objetos que se vinculan a
las prácticas sociales cotidianas también son importantes, porque construyen significados
culturales.
A modo de síntesis, podemos decir que Birmingham trata de comprender a la cultura en todas
sus formas, de manera compleja; entendiendo que dentro de un contexto social y político
especifico hay una cultura dominante, pero que también se constituyen subculturas
alternativas. El objetivo de los integrantes de esta corriente es que sus investigaciones sirvan
para un fin mayor: un proyecto político de carácter progresista.
En los estudios culturales se amplía la idea de 'texto', noción que como recordarás estaba
presente en la escuela de Frankfurt y en Barthes. El texto no sólo es el lenguaje escrito, sino
que dentro de su definición incluye films, fotografías, rituales, la moda etc: los textos de los
estudios culturales incluyen a todos los elementos significativos de la cultura. La "cultura",
para un investigador de la corriente de estudios culturales, también amplia sus fronteras: no
sólo incluye la tradicional alta cultura, la cultura dominante, hegemónica, y la cultura popular,
sino también los significados y prácticas cotidianas que vuelven más heterogéneo el campo de
lo popular permitiendo pensar en sub culturas, también observables en la alta cultura.
Para ampliar la información en torno a los principales referentes de los estudios culturales y
profundizar, aunque más no sea brevemente, sobre algunos aspectos teóricos, ilustraremos
algunos conceptos con dos autores destacado de Birmingham: Stuart Hall y Williams Raymond.
Stuart Hall
Nació en Jamaica, en la ciudad de Kingston, el 3 de febrero de 1932 y se radicó en Inglaterra a
partir de 1951. Es sociólogo y se especializó en teorías sobre la cultura. Hall presidió
Birmingham desde 1968 hasta 1979. Su formación está signada por el marxismo y tiene como
referente a Antonio Gramsci. Sus investigaciones analizan sobre todo las cuestiones de
hegemonía y los estudios culturales, teniendo como eje teórico al concepto de hegemonía
cultural. Hall pone énfasis en pensar al lenguaje como un marco de poder. Esta mirada
muestra a los sujetos como productores y consumidores de cultura, al mismo tiempo.
La cultura para Hall no es sólo un bien para apreciar o investigar sino un terreno de
intervención social donde se expresan los conflictos, las relaciones de poder, provocando un
permanente estado de inestabilidad. Hall es defensor acérrimo de la teoría de la recepción,
idea que desplegó de manera plena en su libro dedicado a los fenómenos de la codificación y
decodificación. Esta forma de análisis de los textos plantea que en toda lectura hay
negociación y así surge la oposición por parte de la audiencia, que no lee el texto de manera
lineal.
El público, entonces, no acepta pasivamente el texto y el control social que intenta producirse
desde él. Las estadísticas de delitos, en la opinión de Hall, a menudo son manipulados con
fines políticos y económicos. Los medios buscan en muchas oportunidades producir pánico,
difundiendo episodios delictivos que en realidad no son significativos en relación a los índices
de delito; este tipo de mensaje apunta a producir apoyo público para aumentar la cantidad de
policías en la calle.
Los medios masivos de comunicación tienen un rol central en la "producción social de las
noticias" y generan estados de ánimo, difundiendo historias de crímenes espeluznantes. Sus
textos trabajan sobre el prejuicio racial, estigmatizando a determinados sectores sociales y
asociando muchas veces delito y pobreza.
Este autor tiene preocupación por la manera en que se construyen las nociones de raza, origen
étnico e identidad cultural. En su perspectiva teórica, todas estas concepciones deben ser
puestas en relación con la creación de la política de las identidades, étnicas y raciales.
Stuard Hall sostiene que la identidad es afectada por la historia y la cultura, especialmente la
promovida desde los medios de comunicación; por lo tanto no es un producto terminado y él
la ve como una producción en curso.
"Codificación/decodificación", uno de sus textos principales, tuvo una gran influencia, ya que
muchos de sus conceptos son muy utilizados en el campo de los estudios culturales. El
mencionado ensayo es, sin duda, un punto de inflexión en la investigación de Hall. En ese
material recoge y cuestiona los supuestos sobre cómo los mensajes de los medios son
producidos, distribuidos y consumidos, proponiendo una nueva teoría de la comunicación, con
perfil crítico.
Es allí precisamente donde Stuard Hall puso en tela de juicio los tres axiomas principales del
modelo de comunicación de masas preexistente. Afirma que el significado no es simplemente
fijado o determinado por el emisor, que el mensaje no es nunca transparente y que la
audiencia no funciona como un receptor pasivo, sino que tiene capacidad de resignificar.
Hay un desfasaje evidente entre las dos partes en el intercambio comunicativo. Son
claramente dos tiempos, dos momentos diferentes el de la producción del mensaje
("codificación") y el momento de su recepción ("descodificación"). Hall sostiene el concepto de
un receptor activo, que resignifica desde sus experiencias vitales; esto da origen a desfasajes
entre lo que se emite y lo que se interpreta. Dicho en sus palabras: "No existe correspondencia
necesaria entre codificación y decodificación, la primera puede intentar dirigir pero no puede
garantizar o prescribir la última, que tiene sus propias condiciones de existencia..." (Hall, Stuart
"Codificación y Decodificación", 1980).
En "Codificación/decodificación", sugiere que los mensajes de los medios producen sentido.
Muchas veces emplean la repetición de una narración, de un texto, generando una
interpretación que por eso se vuelve plausible y adquiere un carácter universal, elevándose al
rango de incuestionable desde el "sentido común."
En este trabajo, Stuart Hall pone el acento en las redes discursivas, con una mirada amplia
sobre la interpretación. Planteando además que los cambios tecnológicos implican cambios en
los modos de estructuración y recepción de los mensajes. Lo que complejiza aun más los
fenómenos de codificación y decodificación.
El sentido de un mensaje no sólo es fijado por su emisor
Raymond Williams
nació en Gales en 1921. Hijo de un señalero del ferrocarril, lo que indica sus orígenes sociales,
se formó en el Avergavenny Grammar School y en el Trinity College de Cambrige. Sus estudios
fueron interrumpidos por la segunda guerra mundial, ya que se incorporó al ejército británico
como capitán. Tras su regreso del conflicto comienza su militancia en el Partido Socialista.
En Cultura y Sociedad Williams despliega el concepto de hegemonía, describiendo tres
elementos que la constituyen: lo arcaico, lo residual, y lo emergente.
En este libro se propone trascender la oposición entre lo tradicional y lo moderno. Mientras
que lo arcaico es lo propio del pasado y es experimentado como tal por aquellos que lo
reviven, lo residual se formó en el pasado pero todavía continúa activo dentro de los procesos
culturales. Lo emergente, por su parte, designa los nuevos significados y valores, las nuevas
de creencias falsas en clara oposición al conocimiento científico; por último, como proceso
general de la elaboración de significados e ideas. Todas estas formas de pensar la ideología son
empleadas en distintos momentos de la obra de Raymond Williams.
Este recorrido le permite sostener que una teoría cultural y una teoría literaria se mantienen
en función de la existencia de vínculos, que no se pueden disolver, entre la producción
material y la actividad específica. En este caso, la producción literaria, por un lado, y las
instituciones culturales y la conciencia por el otro; todos estos factores están presentes, sin
que ninguno tenga dominancia permanente sobre el otro.
Es precisamente por lo expuesto, que no se puede presentar a lo estético como una dimensión
abstracta separada y que debe ser leído contemplando las condiciones materiales de su
producción. Williams confronta con las posiciones marxistas dogmáticas y, sin negar la
tradición marxista, arriba a la elaboración de una teoría estética, cultural y literaria basada en
el reconocimiento de la complejidad de lo real.
dan en contextos específicos. Toda relación comunicativa depende del contexto. La situación,
las características del lugar gravitan en la conducta de las personas y en la manera como se
producen los lazos comunicativos. Nuestra actitud varía, nuestras reacciones cambian, según
el lugar donde estemos, según las personas con las que nos encontremos, según el tipo de
evento, acontecimiento o lo que esté ocurriendo.
La escuela de palo Alto encuentra su axioma más destacado y difundido en la idea de que 'es
imposible no comunicarse': todo el tiempo estamos comunicando algo, con un gesto, una
postura, el tomar distancia de algo o de alguien; la simple presencia del otro comunica En el
enfoque de La Escuela Invisible no existe la no comunicación.
Sostiene, además, que toda comunicación tiene un nivel de contenido y un nivel de relación,
una forma particular de decir, con una gestualidad determinada, con un tono específico que
abren la dimensión de la metacomunicación. La comunicación comprende el significado de las
palabras, acompañado por la impronta emotiva del enunciador, que establece cómo quiere
que lo entiendan; el receptor, a su vez, debe entender el mensaje, interpretarlo, captar cómo
quiere el enunciador ser entendido. Es decir, una dinámica comunicacional que transita por un
qué se dice y un cómo debe ser entendido. En consonancia con estos principios, sumado a que
es literalmente imposible no comunicar, Palo alto desarrolla cuestiones ligadas a la proxemia,
como teoría sobre el uso de las distancias, el espacio y la delimitación del territorio, y la
kinésica, como la teoría que investiga el uso de la gestualidad, el lenguaje corporal y los
movimientos.
Los referentes teóricos de la Escuela Invisible son muchos: Gregory Bateson, Oji Topapito, Ray
Birdwhistell, Don. D. Jackson, Stuart Sigman, Albert Scheflen, Paul Watzlawick, Edward T. Hall y
Erving Goffman. Como en el resto de los modelos teóricos desplegados a los largo de este
capítulo, tomaremos algunos autores que nos parece que aportan los principales ejes teóricos
de la denominada Escuela de Palo Alto.
Por un lado, Paul Watzlawick, desde una mirada ligada a la psicología y sus aportes vinculados
a la imposibilidad de no comunicar; por otro, Gregory Bateson, con un enfoque asociado a la
psicología, a la zoología y sus desarrollos centrados en la teoría de la ecología humana.
Paul Watzlawick nació en Villach, Austria en 1921. Realizó sus estudios en la Universidad de
Venecia, donde se formó en filosofía y lenguas modernas; luego realizó prácticas ligadas a la
psicoterapia en el Cari Jung-lnstitut de Zurich, Suiza. Fue uno de los principales referentes de la
teoría de la comunicación humana y del llamado constructivismo radical, y se transformó en
una importante figura en el campo de la terapia sistemática y la psicoterapia.
Su obra más conocida, Human Communication, fue publicada en 1969 y en ella se establecen
criterios sustanciales para el fenómeno de la interacción humana. Es precisamente en sus
textos donde se afirma que 'es imposible no comunicarse'. Todo comportamiento comunica, o
dicho de otra forma, la comunicación no es un acto voluntario: estamos comunicando
constantemente. En Watzlawick está presenta la idea de metacomunicacion: el mensaje en sí
mismo, no es más que un plus que implica cómo desea el enunciador ser entendido.
Las características de la relación de interacción simbólica dependen del manejo de las
secuencias comunicacionales: quién habla primero, quién se aproxima, si escucha al otro, la
gestualidad que se despliega. Todo ello genera, entre el que emite y el que recibe,
entendiendo estos espacios como flexibles, comportamientos de distinto tipo, construyéndose
un proceso cíclico. En una serie extensa de intercambio, los sujetos participantes se alternan
en la secuencia, de manera que uno de ellos o el otro tiene la iniciativa, dominio, dependencia,
etc. Es decir, establecen entre ellos distintas formas de intercambio, en donde pueden
predominar los acuerdos o no producirse ningún punto coincidente.
Watzlawick establece una nítida distinción entre dos modalidades de mensaje: una digital y
otra analógica. Mientas que el mensaje en términos digitales se limita a las palabras habladas,
el mensaje en su dimensión analógica da cuenta de lo no verbal: algo que se quiere decir
además de las palabras, en donde se enuncia algo del contexto y de lo emotivo. La credibilidad
Gregory Bateson
nació en Grantchester, Inglaterra el 9 de mayo de 1904. Estudio Zoología en Charterhouse
School de Londres; tiempo después estudió Biología en el St. John's Collage de Cambridge. En
1939 se trasladó a Estados Unidos en donde, unos años más tarde (1949), trabajó en Langley
Porter Clinic de San Francisco, como investigador en psiquiatría y comunicaciones.
Para Bateson la comunicación está enmarcada por el contexto en el que se produce; sin ese
marco contextual no hay significado posible. La comunicación tiene un carácter circular, donde
el ida y vuelta del mensaje tiene un rol protagónico. Bateson buscó los fundamentos que
puedan dar cuenta del proceso complejo del pensar y el poder reflexionar sobre cómo
pensamos lo llevó a la cuestión de cómo sentirse en el mundo. Por lo que la realidad se le
aparece como un fenómeno altamente complejo: no es sólo un problema de proyección o
representación en nuestras mentes; la realidad es un conjunto de relaciones y procesos en
donde mente, espíritu, pensamiento y comunicación, conforman la superficie exterior del
cuerpo, que constituye la realidad de cada individuo. El cuerpo puede ir más allá del territorio
delimitado por lo biológico a través de las extensiones de la mente, de su alcance
comunicativo, y los efectos de esas prolongaciones, de sus elementos informativos, se
convierten en un material imprescindible para la cohesión psicológica y social, de interacción,
identidad y pertenencia a un contexto dado. Desde su perspectiva evolucionista, en donde la
comunicación tiene un papel fundamental, analizó los cambios sociales a partir del
comportamiento, de las conductas.
Según Bateson la comunicación surge aquí como un proceso crucial para la evolución. Mente y
cuerpo tienen su paralelismo en el software y en el hardware. Muchos de los procesos, pero
también de las patologías, pueden ser comprendidos a partir del estado del cuerpo y de la
información que se presenta sobre la extensión corporal.
Elaborará la que se denomina como teoría del 'doble vínculo', para pensar los problemas de la
construcción de la realidad esquizoide. Ésta es producto en buena medida de las
contradicciones informativas, en un marco de estados de ánimo cambiantes, en procesos de
comunicación como los que se dan entre madre e hijo. Mediante el análisis detallado de los
flujos informativos, y las interacciones, también se puede incidir terapéuticamente sobre el
espacio de los actores de la comunicación. Ciertos conceptos y planteos de Bateson pueden
tener una clara aplicación mediática (Bateson sostiene que la categoría comunicación "incluye
todos los procesos a través de los cuales la gente se influye mutuamente"). Sin temor a
equivocarnos podemos afirmar que si para Bateson la comunicación permite la vinculación
entre los seres humanos, los medios son determinantes en la estructuración social.
ACTIVIDAD
Vamos a hacer un repaso de conjunto de las teorías críticas de la comunicación.
1) Menciona estas escuelas y a los autores más representativos de las mismas.
2) Especifica el lugar y las circunstancias concretas en que surgió cada una de las teorías
críticas de la comunicación.
3) Dos de estas escuelas tienen más elementos en común: ¿cuáles son?. Enumera sus
principales coincidencias.
4) Siguiendo con la pregunta anterior: ¿cuál es el concepto central que comparten esas dos
escuelas? Explícalo con tus palabras.
5) ¿Es cierto? 'Los autores de la Escuela de Frankfurt estuvieron totalmente de acuerdo
respecto a la influencia negativa que tienen los medios masivos de comunicación'.
Fundamenta con precisión, indicando autores y sus posiciones respecto a esta cuestión.
6) Explica con tus palabras el concepto 'industria cultural'.
7) ¿Qué opinas? 'Los medios masivos de comunicación no han tenido una gran influencia en la
cultura'. Indica cinco razones que fundamenten tu opción.
■
_ 8) Explica con tus palabras el significado de los términos 'publicidad' y 'consumismo'.
Relaciónalos en un párrafo coherente con la acción de los medios masivos de comunicación. j
ACT 2
Introducción a la teoría Crítica en los estudios de la comunicación
Introducción
Luego de las tendencias de la communication research y la teoría crítica, surgen tendencias
capaces de superar el período del debate ideológico y, al mismo tiempo, aparecen propuestas
sobre problemas específicos y sobre las integraciones posibles entre ámbitos disciplinares
distintos. Los temas que desarrollan mejor el papel de “arrastre” no son muchos:
“personalmente, los más complejos y significativos me parecen por un lado la cuestión de los
efectos de los media, por otro lado, el problema de cómo los mismos construyen la imagen de
la realidad social” (Wolf, 1987, p. 157). Como se manifestó en la introducción, los temas de los
efectos de la media y de la apropiación y construcción de la realidad se hallan estrechamente
ligados y se complementan, en el sentido de que el planteo de las cuestiones abordadas por
uno de los temas puede ser tomado por el otro. ¿Cómo se llega a este enfoque, por llamarlo
de algún modo? Para Wolf (1987), durante mucho tiempo el estudio sobre los efectos estuvo
vinculado al paradigma que Shulz (1982) denominó el Transfermodell der Kommunikation, en
el que pueden reconocerse las siguientes premisas:
estructura propia de las formas geométricas, desde una perspectiva más amplia y abarcadora
podemos afirmar que es la estructura propia que conforma todos los elementos de la
naturaleza. Los seres humanos somos simétricos, es decir, la mitad derecha se refleja “girada”
ciento ochenta grados en la mitad izquierda; una hoja de un árbol o una flor son simétricos; los
animales son simétricos, cada molécula es simétrica. Si bien existen diferentes modos de
ordenamientos simétricos, el más general, que representa e incluye a todos los otros, es el
denominado ordenamiento reflejo-especular. Ejemplo de simetría es el llamado Hombre de
Vitrubio de Leonardo Da Vinci (1490). Si se traza un eje vertical, la figura humana es “igual” de
los lados derecho e izquierdo, pero girada. Por otra parte, en este ejemplo pueden observarse
dos figuras geométricas, un cuadrado y un círculo. Si se traza sobre los mismos ejes verticales y
horizontales, quedan segmentadas en partes especulares o reflejas.
La simetría, entonces, expresada de modo simple y reducido, es una organización que tiene
“partes” iguales y reflejas, es decir, tiene un ordenamiento invertido. En el proceso
comunicativo, entonces puede observarse organización asimétrica o simétrica. Un ejemplo de
simetría para ayudarte a comprender: un emisor activo, por pedido de una institución de bien
público, emite un mensaje llamando a la solidaridad; los receptores, con una actitud y unos
comportamientos activos, envían los aportes solicitados. En este ejemplo, se produce una
correlación entre la necesidad y la respuesta; además, se puede reconocer actividad “refleja”
en el emisor y el receptor.
¿Qué es la asimetría?
Wolf : En un proceso comunicativo, donde se da un proceso activo, un emisor envía el
estímulo y un sujeto más bien pasivo es afectado por este estímulo, pero no reacciona.
Hacemos la salvedad de que en el texto hay un error, posiblemente de traducción o de tipeo:
cuando se señala “un sujeto más bien pasivo que es afectado por este estímulo y reacciona”
(p. 157), debería decir “Un sujeto más bien pasivo, que es afectado por este estímulo y no
reacciona o reacciona escasamente o pobremente”. Ejemplos de asimetría: en la Figura 2 se
puede observar claramente la diferencia entre uno y otro sector. En la Figura 3 se observa una
asimetría no tan marcada entre uno y otro sector.
En nuestro ejemplo, entonces, en un proceso comunicativo asimétrico, un emisor activo emite
un mensaje llamando a la solidaridad, los receptores escuchan con una actitud y unos
comportamientos pasivos, pero no envían los aportes solicitados, no reaccionan o reaccionan
escasa y pobremente. Si trasladamos estos conceptos al estudio sobre los efectos, podríamos
dar la siguiente explicación: se emiten comunicaciones, pero los receptores no reaccionan o no
reaccionan lo suficiente.
Y, con todo respeto, agregamos una premisa que Wolf (1987), quien la toma de Shulz (1982),
incluye como parte de la cuarta, pero que desde nuestro punto de vista debe ser una premisa
más, otra premisa, porque tiene importancia por sí misma.
5) En los procesos comunicativos “cada episodio comunicativo tiene un efecto aislable e
independiente [cursivas añadidas]”
En síntesis, los procesos comunicativos pueden ser considerados:
Asimétricos;
Individuales;
Intencionales;
Episódicos o periódicos;
Aislables;
Independientes.
Sigamos con Wolf (1987). Las consideraciones o paradigmas del transfermodell der
kommunikation resultan hoy profundamente modificados. Algunas de las aserciones de las
premisas han sido abandonadas o transformadas porque se ha pasado de los efectos
entendidos como cambios a corto plazo, a los efectos entendidos como consecuencias a largo
plazo. “Se ha tomado conciencia de que ‘las comunicaciones no median directamente el
comportamiento explícito del receptor o de los públicos, más bien tienden a influenciar la
forma con la que el destinatario organiza su propia imagen del ambiente (Roberts, 1972, 361
[el subrayado es mío]’” (Wolf, 1987, p. 158). Volvamos una vez más a nuestro ejemplo. Un
emisor activo emite un mensaje llamando a la solidaridad, por pedido de una institución de
bien público; los receptores tienen diferentes actitudes y comportamientos: los más activos
envían los aportes solicitados; otros reciben el estímulo, pero no reaccionan y no envían lo
solicitado; y otros reaccionan, pero no toman la decisión de hacer el envío. Sin embargo, poco
tiempo después, algunos receptores comienzan a colaborar estrechamente –sin que medie un
llamado a la solidaridad- con la institución de bien público. Como puedes notar, estamos
frente a la consecuencia a largo plazo.
Las principales diferencias entre el viejo y el nuevo paradigma de investigación de los efectos
son los siguientes:
Tabla 1: Diferencias entre viejas y nuevas investigaciones
Wolf (1987) agrega que, en la evolución que está siguiendo el estudio y tratamiento de los
efectos, también se producen cambios que son propios de la dinámica interna del proceso y
sus relaciones con otros procesos anteriores, precedentes o simultáneos.
Tabla 2: Diferencias entre viejas y nuevas investigaciones con respecto a los efectos
ACT 3
A medida que la teoría crítica va quedando constituida por miembros de diferentes orígenes
disciplinares, los planteos y aportes que estos realizan adquieren características
multidisciplinares. Se cuestionan las prácticas científicas, los fundamentos epistemológicos y
las metodologías aplicadas en los estudios y las investigaciones acerca de la sociedad. Como
hemos hecho a lo largo del desarrollo del texto de SAM, estimamos necesario detenernos en
dos palabras del título de este tema: métodos empíricos.
Los epistemólogos contemporáneos tienen preocupación por la distinción entre objetos y
entidades teóricos en relación con los objetos y entidades empíricos. Para Klimovsky (1994),
más allá de las posiciones y controversias, esta distinción es muy útil y su origen se funda en lo
siguiente: la ciencia no es un mero discurso, sino que, debido a las propiedades semánticas del
lenguaje ordinario y aún del lenguaje científico, intenta ocuparse de objetos, cosas y
entidades, de justificar nuestras creencias acerca de ellos e, incluso, de encontrar
regularidades (leyes naturales) que las involucran.
Los objetos que se podrían denominar directos se ofrecen sin exigir a nuestro conocimiento
mediaciones de instrumentos o teorías. Pero no todo objeto se halla en estas condiciones (por
ejemplo, el ADN o ácido desoxirribonucleico), y de allí que, para conocerlos, se deba proceder
indirectamente y justificar lo que se cree. Estos objetos se conocen o pueden denominarse
como indirectos. Si bien esta distinción es cultural y relativa, tiene consecuencias
epistemológicas y metodológicas, ya que, para “explicar”, “conocer” y dar a conocer los
objetos indirectos, se requieren algunos dispositivos o auxilios.
El conjunto de objetos que potencialmente pueden ser conocidos directamente son
considerados o llamados de base empírica; los demás objetos, de los que no negamos que
podemos adquirir conocimiento, pero que exigen estrategias indirectas y mediatizadoras para
su captación, constituyen lo que se puede llamar zona teórica de las disciplinas o de las teorías
científicas (Klimovsky, 1994).
Un objeto, entidad o situación de base empírica se conoce cuando se conoce un dato, y el
objeto puede ser captado mediante la observación; si la observación no es espontánea y, en
cambio, es provocada, se está en presencia de lo que reconoce como experimento; si el
experimento conlleva una situación controlada y sistematizada es mucho mejor, aunque esto
no sea requisito o condición para aplicar el método científico.
Sea como fuere, observación espontánea, observación controlada y experimento son todos
aspectos de nuestro conocimiento de la base empírica. Algunos de estos conceptos pueden
extenderse también a la zona teórica, dice Klimovsky (1994), y a propósito de esto te pedimos
que recuerdes la definición amplia de teoría que se abordó en el Módulo 1 de la Unidad 1:
teoría, es decir, criterio o principio de observación.
Veamos un ejemplo hipotético en el ámbito de la comunicación, que es el contexto que estás
estudiando.
En 1919, en Berlín (Alemania), en el ámbito de la escuela de diseño denominada Bauhaus, se
organizó una investigación para detectar si los estudiantes conocían la censura que había por
parte del Estado en los programas, la bibliografía y los temas que conformaban el plan de
estudio y, además, para saber si la censura era reconocida como un foco de dominación,
discriminación y violencia social. Se organizó una encuesta en la que se preguntaba a los
estudiantes sobre el enfoque con que se desarrollaba la materia Materiales y Producción. Sin
duda, la encuesta aportó elementos de la base empírica a la investigación. Pero hablar del
conflicto social y la generación de dominación, discriminación y violencia que genera el Estado
en la sociedad es salir de lo empírico e ingresar en la zona teórica.
¿Tiene importancia distinguir objetos directos e indirectos? Parecería que, más que los
objetos, lo que se debe considerar es la concordancia o no de la teoría con las observaciones
de la base empírica. Por otra parte, se debe tener en cuenta que la base empírica se modifica a
medida que transcurre la historia, debido al surgimiento de nuevos procedimientos y recursos
técnicos que permiten cambiar las observaciones y el énfasis que puede ponerse, que a veces
predomina en lo empírico y, otras veces, en la teoría. Esto nos conduce a reflexionar: los
elementos de control para la ciencia se modifican consecuentemente de acuerdo con la
historia de la base empírica; por ello, la historia de la base empírica repercute también en la
historia de las teorías científicas (Klimovsky, 1994). Luego de la lectura de este párrafo,
recuperamos la pregunta que formulamos antes en el tema. Continuemos ahora con el
contexto europeo.
¿Crees que Horkheimer pudo tener un cambio tan radical con respecto al enfoque de los
estudios y las investigaciones que realizaba? Relee el título del tema que se está desarrollando
(“Crítica a los métodos empíricos en las ciencias sociales”) y piensa: ¿qué podía y puede
criticarse de los métodos empíricos aplicados a los estudios e investigaciones en ciencias
sociales y, en particular, de la comunicación, los medios y recursos que estos implican?
Los principales tópicos críticos del método empírico aplicado en las ciencias sociales fueron
tratados en el contenido que corresponde al Tema 4.3 de la Unidad 4, que a continuación se
presenta elaborado por la Dra. Susana Morales (2008), a partir del ensayo “Perspectivas
históricas de la cultura popular” de Leo Löwenthal (1950), incluido en el volumen 55 de The
American Journal of Sociology y reproducido en la compilación La comunicación de masas,
realizada por Heriberto Murano (1977).
Las ciencias sociales, sobre la base de las ciencias naturales, habían adoptado el empirismo
como metodología de investigación, y este se constituyó en el fundamento de su legitimidad
como ciencia. En tal sentido, afirma Löwenthal (1977) que:
Al inicio de la era moderna, la teoría social tenía como modelo a la teología, pero hoy las
ciencias naturales han reemplazado a la teología. Este cambio de modelos tiene varias
implicaciones. La teología aspira a la salvación, la ciencia natural a la manipulación; aquella
conduce al cielo y al infierno, ésta a la tecnología y a la maquinaria. (P. 58).
Este empirismo que las ciencias sociales han adoptado representa al menos dos consecuencias
negativas para la comprensión de los hechos sociales:
observación y la medición de los hechos sociales no puede constituir una actividad objetiva,
por cuanto estos hechos sociales se encuentran determinados de dos maneras. Por un lado,
por la constitución histórica del objeto percibido (los hechos sociales) y, por otro, por el
carácter también histórico del órgano que percibe (y, por lo tanto, del sujeto que percibe);
ambos se han prefigurado mediante la actividad humana. La pretensión, entonces, de la
mass communications research de alcanzar una objetividad en la explicación de los
fenómenos sociales vinculados a los medios de comunicación, no es posible, sino que
siempre estará vinculada a la mirada sesgada del investigador y de los intereses del poder de
turno que financie las investigaciones aludidas. Afirma Löwenthal (1977) que
Los instrumentos de investigación [se refiere a los instrumentos empíricos aplicados a las
ciencias sociales] han sido llevados a un alto grado de refinamiento. Pero ¿es suficiente? La
ciencia social empírica ha llegado a ser una especie de ascetismo aplicado. Evita todo enredo
con poderes ajenos y prospera en una atmósfera de neutralidad rígidamente impuesta. (P. 57).
Como contrapartida, la metodología de abordaje de las explicaciones del funcionamiento de la
sociedad que pretende la teoría crítica renuncia a tal pretensión de objetividad, y se basa en la
reflexión, el análisis y la interpretación social y filosófica, a partir de la observación de la
realidad social como un todo.
La reducción del abordaje de los fenómenos sociales vinculados a los medios como una
descripción de “lo evidente” excluye el problema del significado: es decir, tal como lo
señala Löwenthal (1977), que
Un estudio de televisión, por ejemplo, llegará a grandes alturas analizando datos sobre la
influencia de la televisión en la vida familiar, pero dejará a los poetas y a los soñadores la
cuestión de los valores humanos concretos de esta nueva institución. La investigación social
toma los fenómenos de la vida moderna, incluso los medios masivos de comunicación, por su
valor aparente. Rechaza la idea de situarlos en un contexto histórico y moral. (P. 58).
1. El punto de partida no son los datos del mercado. Se aduce que la investigación empírica
actúa según la falsa hipótesis de que la elección hecha por el consumidor es el fenómeno social
a partir del cual se debe iniciar un ulterior análisis. Empezamos por preguntar: ¿Cuáles son las
funciones de la comunicación cultural dentro del proceso total de una sociedad? Después
formulamos interrogantes específicos como éstos: ¿Qué es aprobado por la censura de los
organismos socialmente poderosos? ¿Cómo se producen cosas bajo los dictámenes de una
censura formal e informal?
caracterizan a todos los medios masivos de comunicación. Probablemente ésta sea la zona
teórica donde habría que examinar la sustitución del gusto –un concepto del liberalismo- por
la búsqueda de información.
Para finalizar, señala Morales, es preciso una aclaración: cuando Löwenthal habla de la cultura
popular, se refiere a los productos de la industria cultural, que es una expresión de Adorno y
Horkheimer. Sobre este punto volveremos en la próxima unidad.
ACT 4
Como ya has estudiado, con el arribo del hitlerismo y el nacionalsocialismo los integrantes del
Instituto se vieron forzados a abandonar Frankfurt, y el Instituto debió cerrar sus puertas, que
se reabrieron en 1950. Las actividades, los estudios y las investigaciones fueron reanudados
preservando el original planteo teórico que le había colocado “su” sello: acompañar la ciencia
y la cultura con actitud crítica, enmarcada por una actitud política fundamentada en una
reorganización racional de la sociedad.
Ahora bien, la perspectiva de la teoría crítica ¿fue aceptada por sus propios integrantes? Para
Herbert Marcuse (1993), toda teoría crítica de la sociedad se asienta sobre dos juicios de valor:
1) Supone que la vida humana merece vivirse dignamente y que, de hecho, puede y debe ser
digna de vivirse.
2) Sostiene que, dada una sociedad, siempre existen posibilidades de mejorar la vida humana
(en dirección a esa dignidad aludida) y formas alternativas para realizar esas posibilidades.
Marcuse (1993) señala que los fines específicos de la teoría crítica son la organización de la
vida, que no debe ser azarosa para los individuos, cuyo destino no debe estar comprometido
ni sujeto a la necesidad incontrolada de las relaciones económicas, sino a la realización
programada de su destinovida como posibilidad humana.
Por todas estas razones, para la teoría crítica, los datos sobre los hechos deben ser
investigados y enmarcados en la situación histórico-social, que deviene de la propia actividad
humana, es decir, son hechos “creados” por el propio hombre y la sociedad, que no son
naturales.
La teoría crítica, como ya has estudiado, aborda un enfoque y, dentro de ese punto de vista,
aborda conceptos que fueron claves, tales como:
• sociedad industrializada;
• capitalismo;
• racionalidad técnica;
• unidimensionalidad;
• industria cultural;
• dialéctica de la Ilustración.
Sociedad industrializada
Capitalismo
Racionalidad técnica
El ser humano, como un autómata, adopta formas de pensar y de comportarse, según las
cuales los objetos son todos considerados productos. Dentro del grupo de Frankfurt hubo
preocupación epistemológica y metodológica, es decir, se preguntaban: ¿qué y cómo conocer?
¿Con qué método? Horkheimer (1973) aportó una distinción básica entre razón crítica y razón
instrumental, punto esencial para revalorizar lo cualitativo frente a lo cuantitativo. Para
Horkheimer (1973), la razón instrumental conlleva consecuencias sociopolíticas.
Por ejemplo, el nazismo fue una experiencia en la que las acciones fueron planificadas y
administradas en función de una dominación eficiente. Por ello, Horkheimer (1973) estudió y
analizó desde el psicoanálisis la estructura de autoridad y los pasos hacia el autoritarismo (y
propios de este), y la incidencia de esa transmisión en la familia. Estos conceptos ya los
habíamos mencionado; los retomo a continuación a modo de ejemplo. Los regímenes de
Estado extremos, como el fascismo y el nacionalsocialismo, constituyen fenómenos
sociopolíticos en los que el poder y la conciencia de los individuos y “de la sociedad” (si la
hubiera) funcionan al unísono o son unidimensionales. Este fenómeno unidimensionalizado
puede observarse en los fenómenos de masa, que son los más temibles.
Desde la perspectiva de la teoría crítica, la desaparición del nazismo, por ejemplo, no significa
que desaparece el autoritarismo, porque existe un autoritarismo latente en la persistencia de
la razón instrumental que convierte a los sujetos en objetos y sitúa a los objetos como las
finalidades de la vida humana.
Te pedimos que interrelaciones los contenidos de esta unidad con los de la Unidad 1 y, en
especial, con el tema de la brecha digital. Además, te preguntamos: luego de lo que has leído y
—esperamos— comprendido, ¿consideras que la maravillosa tecnología actual, de la que
muchos disponemos, nos ubica dentro de un contexto de razón instrumental? Tal como se está
llevando adelante el desarrollo y el alcance de la tecnología digital, se ha alterado el esquema
medio-fin y los medios parecen los fines. Por el contrario, los fines y objetivos de una
existencia plenamente humana, realizada en fraternización y confraternización, en ideas y
sueños, en respeto y solidaridad, en amistad y dignidad, parecen medios para el consumo de
los productos serializados, al menos entre los que pueden obtenerlos y adquirirlos. Los objetos
parecen ser el lugar donde los individuos deben llegar a encontrar su ser (Muñoz, 2009). Nos
sentimos mal cuando pensamos que hay grandes extensiones del mundo que no cuentan con
un teléfono por grupo para requerir un médico, por ejemplo. Y nos sentimos peor cuando
vemos la cantidad de teléfonos que portamos y que justificamos desde la alienación como
“necesarios”. Sin embargo, decía Horkheimer (1973), no sirve para nada la mera denuncia
dialéctica de la alienación; por lo tanto, sentirnos mal no es suficiente. Se estruja nuestro
corazón.
Para los investigadores que aplican la teoría crítica, esta encuentra su razón de ser en un
proyecto que puede entenderse como la función social de la teoría. La teoría crítica, entonces,
reclama una vuelta a la razón especulativa, sin considerar a esta como criterios metafísicos o
especulativos filosóficos. Para Horkheimer (1973), la teoría crítica requiere de una
antropología crítica que instaure al ser humano en su lugar histórico y lo reinstaure en
posiciones intelectuales en una línea hacia la liberación, la búsqueda del sentido y la ocupación
responsable del sufrimiento del mundo.
Unidimensionalidad
El individuo, en ese contexto, se enfrenta con las nuevas normas impuestas por la sociedad
industrializada capitalista y pierde sus múltiples dimensiones: humana, espiritual, reflexiva,
artística, para adoptar la racionalidad técnica y adaptarse a ella.
Industria cultural
Es el concepto que crearon los investigadores de la teoría crítica para afirmar el estado al que
puede llegar la cultura y en el que se encuentra la sociedad occidental. Para Adorno, la
industria de la cultura y de la comunicación permite el estudio objetivo de las bases materiales
de la ideología. La ideología se transforma en industria, en industria de la conciencia, puesto
que son las psicologías sociales las que entran, como productos, en el mercado del ocio y del
consumo. En estas sociedades se excluye el sentido crítico (Muñoz, 2009).
Volvamos a pensar en el teléfono como ejemplo. Desde la posición de Adorno, se produce una
desvirtuación y un debilitamiento de los procesos educativos y culturales como consecuencia
de la tecnologización, de la participación de los métodos de persuasión y manipulación, y de
las psicologías sociales. El resultado final será una cosmovisión colectiva: todos sumisos
observaremos y aceptaremos la posesión de medios digitales de comunicación sin límites,
mientras que otros carecen de esos medios para aplicarlos a servicios básicos. Piensa en lo
siguiente: si los medios digitales se utilizan como medios educativos, ¿los estamos usando de
un modo más humano?
Dialéctica de la Ilustración
Es también una teoría dentro de la teoría crítica, una propuesta observacional,
interpretativa, deductiva de los hechos y aconteceres históricos y sociales que ocurrían en los
países europeos. Dialéctica se define de modo general como diálogo, si bien tiene otros
significados. Hegel la definió como dos proporciones contradictorias –tesis y antítesis–, y por
eso mismo encadenadas. Sin embargo, una depende de la otra. En el diálogo se presentan
diversas posiciones y argumentaciones no siempre coincidentes, donde se realizan preguntas y
se esperan o se proponen respuestas.
nuevas políticas. A lo largo de todo el texto buscamos trazar las conexiones que existen entre
la teoría crítica latinoamericana de la comunicación y las decisiones impulsadas por los
gobiernos de izquierda latinoamericanos en materia de medios.
Los conceptos que mueven esta renovación de las políticas de comunicación en América Latina
proceden del debate sobre la cuestión que creció en torno a los nuevos escenarios
multilaterales de las organizaciones internacionales y la academia en la región. Es necesario
aquí preguntarnos si existe un pensamiento comunicacional latinoamericano y, de existir, si es
suficientemente diferente y autónomo del que se produce en el ámbito intelectual europeo,
asiático o norteamericano.
Marques de Melo (1985, 2009) concibe la existencia de un paradigma latinoamericano en los
estudios de comunicación en oposición al angloamericano. Frente a la corriente dominante
funcionalista/adminis trativa del pensamiento comunicacional estadounidense, sus trabajos
identifican dos fuentes en el latinoamericano: el estructuralismo marxista con Mattelart como
figura impulsora heredado de la Escuela de Frankfurt, y el pensamiento cristiano/marxista que
tuvo a Freire como principal exponente. En 1970, Mattelart (1970, 1973) había trazado ya una
clara línea divisoria con la investigación funcionalista dominante en Estados Unidos de América
gracias a su extraordinaria influencia.
Surgió en las escuelas de comunicación latinoamericanas un nuevo dique conceptual crítico
que colocó en el lugar limitado que le correspondían a las corrientes estructuralistas y
funcionalistas, norteamericanas y europeas, que reinaban en los centros universitarios de la
región (Esteinou, 2000).
La creación en 1959 –gracias a la unesco, el gobierno ecuatoriano y la Universidad Central del
Ecuador– del Centro Internacional de Estudios Superiores de Periodismo para América Latina
(ciesPal) contribuyó especialmente a fermentar el campo de investigación y a fijar líneas
comunes en la enseñanza y la investigación de la comunicación en todo el continente. Como
afirma Marques de Melo (1985), “antes de ciesPal, la investigación en comunicación en los
países latinoamericanos estaba constituida por actividades episódicas, ocasionales” (p. 4). Es
precisamente ciesPal la que convoca la primera reunión de investigación latinoamericana de
comunicación en San José de Costa Rica, en 1973, en la que se:
Concluía que la teoría de la comunicación y la metodología de la investigación en los centros
metropolitanos no siempre corresponden a la realidad y a las necesidades de investigación de
los países atrasados y dependientes (León Duarte, 2006, p. 62
comercio, inversión o tecnología. Se puede decir que estructuralismo y marxismo son las bases
de la teoría de la dependencia.
El debate teórico de dominación/dependencia en América Latina se producía en paralelo a
otro muy similar que mantenían los países “no alineados” en el seno de la Organización de las
Naciones Unidas (onu) en torno al Nuevo Orden Económico Internacional (noei) y el Nuevo
Orden Mundial de la Información y la Comunicación (nomic) desde los que se proponía
reorganizar los flujos internacionales en consonancia con el mapa del mundo al que se
incorporaban nuevos países independientes y descolonizados. Aquellas discusiones
encontraron en la unesco la caja de resonancia adecuada, y esta organización convocó en París
en 1972 un primer encuentro y enseguida en Bogotá en 1974 la Primera Reunión de Expertos
sobre Políticas Nacionales de Comunicación.
Acordaron plantear la formulación y la aplicación de las políticas tanto al nivel nacional, con
ajuste a las circunstancias prevalecientes en cada país, y al nivel regional en pos de acción
cooperativa, como un procedimiento de cambio legalista y democrático. Lograron el consenso
para delinear en detalle la agenda para las deliberaciones de la Conferencia
Intergubernamental sobre Políticas de Comunicación en América Latina y el Caribe que unesco
tenía programada para 1975
Las presiones internacionales de la Sociedad Interamericana de Prensa (siP) y la Asociación
Interamericana de Radiodifusión (air) retrasaron la cumbre. Las críticas de la siP apuntaban a
discutir el valor de los autores del informe de Bogotá y alertaban sobre los tintes totalitaristas
de su doctrina. La dureza de las críticas de la siP y la air hizo que muchos países prefirieran no
acoger la Conferencia propuesta por la unesco. Finalmente Costa Rica, que había albergado un
encuentro sobre el tema del ciesPal en abril de 1975, se decidió a auspiciarla en julio de 1976.
De la Conferencia Intergubernamental sobre Políticas de Comunicación en América Latina y el
Caribe de San José salió una declaración de 14 puntos y 30 recomendaciones determinante
para el debate futuro de la cuestión (Anónimo 1976; Quirós Fernández & Segovia, 1996).
También de este encuentro surgió la primera defini ción sobre políticas nacionales de
comunicación divulgada por Beltrán (1976) dos años más tarde :
Una Política Nacional de Comunicación es un conjunto integrado, explícito y duradero de
políticas parciales de comunicación armonizadas en un cuerpo coherente de principios y
normas dirigidos a guiar la conducta de las instituciones especializadas en el manejo del
proceso general de comunicación en un país (p. 4).
Pero, ¿influyó el debate académico en las políticas latinoamericanas de comunicación? Perú,
Brasil y Venezuela fueron los únicos países que trataron de aplicar las directrices de San José
en los años setenta, pero les resultó imposible profundizarlas, según Beltrán (1976), por las
presiones de los grandes medios de comunicación, así como por la air y la siP. En Brasil, es el
proyecto de 1975 del Congreso para la creación de RadioBras el que constituyó el primer
intento significativo de desarrollar políticas nacionales de comunicación. Al tiempo, en 1976 se
rediseñó el Consejo Nacional de Comunicaciones para “garantizar una amplia participación en
el proceso de desarrollo de toda la población, que pasará a ser un agente y no ya simplemente
un objeto”
En Perú, tras el golpe militar revolucionario de 1968 de Velasco Alvarado se instauró un
régimen que trató de democratizar los medios de comunicación. Como explicaba Beltrán
(1976), el gobierno militar creó un Sistema Nacional de Información como parte del Plan
Nacional de Desarrollo que incorporaba las bases de una política nacional de comunicación en
el diseño secreto de medidas revolucionarias llamado Plan Inca. Aunque el Plan Inca de
Velasco Alvarado (1974) hablaba en el apartado “Comunicaciones” de “explotar los servicios
de radiodifusión por el Estado, solo o asociado con capital privado nacional, y su progresiva
transferencia a organizaciones representativas de la sociedad” (p. 14), no lo hizo con la radio o
la televisión, sino con la prensa, y así en 1974 varios diarios limeños “fueron expropiados y
transferidos a ‘comunidades nacionales de trabajo’ formadas por campesinos, obreros,
profesionales, educadores e intelectuales” (Beltrán, 1976, p. 14). Además se obligó a las
estaciones de televisión a emitir una mayoría de producción nacional y contenidos educativos
y culturales, se limitó la publicidad y se prohibió la propiedad extranjera de medios. El peso
mayor de la medida fue la expropiación de los diarios nacionales, que volvieron a manos
privadas con la Ley de Prensa de 1978.
En el caso de Venezuela, fue la primera presidencia de Carlos Andrés Pérez la que impulsó un
Consejo Nacional de Cultura (conac) en el que se generó un Comité de Radio y Televisión que
diseñó el proyecto de radiodifusión del Estado venezolano, conocido como “proyecto ratelve”
entre 1974 y 1975 (Aguirre, 1977, 1978; Beltrán, 1976). El proyecto, según Pasquali, “sugería
dar coherencia al plexo cultura/comunicación y racionalizar el sector radiotelevisivo
incorporando al panorama mediático un servicio público no gubernamental” (Díaz, 2004, s. p.).
Aunque algunos autores discuten los intereses reales del gobierno de Pérez en el proyecto –y
lo relacionan con sus intereses de influir en la opinión pública nacional e internacional en el
contexto de la crisis del petróleo y el impulso al nacional-capitalismo (Aguirre, 2005; Capriles,
1996)–, ratelve constituía un “verdadero libro blanco de la radio y la televisión en Venezuela”
(Capriles, 1996, p. 22) y se convirtió en un caso seguido en todo el mundo, hasta que fue
desactivado por las presiones internas de los grupos de comunicación en 1975.
crisis y fracaso de las Políticas nacionales de comunicación
Si los años setenta fueron la “década de fuego”, los ochenta fueron la de las oportunidades
perdidas. La unesco había quedado desactivada por la presión de Estados Unidos y algunos de
sus aliados. En mayo de 1981 y octubre de 1983, el World Press Freedom Committee (wPfc)
convocó en Francia sendas reuniones para enfrentar las posiciones de la unesco. La
Declaración de Talloires (wPfc, 1981) discutía abiertamente las recomendaciones del Informe
MacBride y acusaba explícitamente al nomic de violar la Declaración Universal de los Derechos
del Hombre. Como resultado de las tensiones, la administración Reagan anunció el 20 de
diciembre de 1984 su intención de abandonar la organización. La salida de Estados Unidos de
la unesco, acompañada por Inglaterra y Singapur, forzó la dimisión de su director general,
Amadou Mahtar M’Bow. En los siguientes años, la caída del muro de Berlín modificó
sustancialmente el escenario y reorientó los debates de la unesco hacia otros como la
excepción cultural, la infoética o la diversidad cultural, lo que permitió que Estados Unidos
regresara a la organización en 2003, no como “prueba de una flexibilización, sino de un
endurecimiento” (Frau-Meigs, 2005).
La desactivación de la unesco como foro de discusión de las políticas de comunicación y
cultura coincidió con el contexto desregulador de fin de siglo. Williamson (1990) publicó en el
Institute for International Economics los 10 puntos que serían conocidos después como el
“Consenso de Washington” que marcaron la agenda política de Latinoamérica –y de otras
regiones del mundo– hasta la llegada del nuevo siglo, resumidos en estabilidad
macroeconómica a través de control del déficit público, retracción de la actividad estatal a
favor de la mercantil, privatización, liberalización de los mercados financieros y desregulación
de los servicios.
Las políticas de comunicación no quedaron ajenas al impacto de reforma: se privatizaron
medios de comunicación, se relajaron las normas anticoncentración y se estimuló la llegada
del capital extranjero a los mercados de medios. Los grandes grupos de comunicación
aprovecharon la reestructuración neoliberal para insertarse como jugadores de nivel regional
en el mercado global de medios. La concentración del sector audiovisual, que ya era marcada,
se incrementó hasta alcanzar un cr4 de más de 80% (Becerra & Mastrini, 2009; Mastrini &
Becerra, 2006).
También durante los años noventa comenzó el proceso de transformación de las empresas de
medios de familiares a grupos, manejados con una nueva lógica gerencial vinculada a las
técnicas modernas del management. En muchos casos empiezan a operar en la bolsa de
valores, y una parte de su capital pasa a ser flotante. Como precisan capital para su expansión,
desarrollarán nuevos vínculos con el capital financiero. En un contexto de mundialización de
los grupos de comunicación, la reforma económica latinoamericana se tradujo en una marcada
Funes (desde 2009) y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (fmln) en El
Salvador.
Los análisis que apuntan a desentrañar este giro a la izquierda en América Latina señalan
principalmente a los procesos políticos, económicos y sociales que tuvieron lugar en la década
de 1990 para dar cuenta de la aparición simultánea de estas experiencias en la región. El más
mencionado de estos procesos es el neoliberalismo y las consecuencias de las políticas
implementadas a partir de la hegemónica agenda de Washington. Las recetas que casi todos
los países de América Latina llevaron a la práctica y que supusieron, con algunos matices, la
puesta en marcha de un modelo de apertura económica indiscriminada, privatizaciones a gran
escala en casi todos los sectores, desnacionalización y desregulación de la economía,
terminaron por agudizar aún más los problemas sociales de larga data de pobreza, desigualdad
y exclusión.
Así, como advierte Pousadela (2010), la designación de alternativas al modelo neoliberal en el
contexto de la globalización es un buen comienzo para la tarea de aprehender lo que tienen en
común las experiencias de izquierda, de centroizquierda y progresistas en la región.
A partir del ascenso al gobierno de estas fuerzas progresistas o de izquierdas en América
Latina, la literatura no ha dejado de buscar diferencias y similitudes que engloben las
heterogéneas dinámicas de cada uno de ellos y ha recuperado el impulso por definir qué es y
qué no, este “progresismo”. Las posiciones oscilan entre: a) aquellos que afirman que existen
dos tipos diferentes de izquierda en la región5 y b) los que consideran que los nuevos
gobiernos pueden clasificarse sobre la existencia de una base común en las izquierdas y
muchos tipos diferentes.6
En cualquier caso, sin importar cuáles sean los enfoques sobre cuántas y cómo son las nuevas
izquierdas, casi todos los análisis del fenómeno coinciden en señalar “el fracaso del
neoliberalismo” como una de las causas de la emergencia de los gobiernos progresistas en la
región (Beasley-Murray, Cameron & Hershberg, 2009; Cameron, 2009; Hughes & Prado, 2011;
Lanzaro, 2008; Levitsky & Roberts, 2011; Panizza, 2008; Paramio, 2006; Petkoff, 2005;
Pousadela, 2010; Ramírez Gallegos, 2006; Roberts, 2012; Rodríguez Garavito & Barrett, 2004;
Schamis, 2006) y los rasgos comunes que los caracterizan:
1. La voluntad de recuperar el papel del Estado y su consiguiente intervención como
regulador y productor.
2. La preocupación –al menos retórica y a menudo sustantiva– por la redistribución y
justicia social y la reducción de las desigualdades sociales y económicas (Levitsky & Roberts,
2011).
categorías: a) las políticas de creación de medios estatales, b) las medidas orientadas a regular
el sector de los medios privados y
c) las políticas que fomentan a los medios comunitarios.
El alcance de los cambios en estas tres categorías y la manera específica en la que se llevaron a
cabo ha llevado a Gómez Germano (2011) a afirmar que los gobiernos progresistas de la región
se ubican en dos modelos de acuerdo con la forma en la que abordan la relación entre las
políticas públicas y los medios de comunicación: el de “convivencia pacífica” y el de
“confrontación hegemónica”. El primero –por ejemplo, la primera etapa de los gobiernos de
Argentina y Uruguay, o Brasil y Chile durante todos los mandatos– es:
Un esquema no confrontativo, aunque con discursos donde aparecen tensiones puntuales
entre el gobierno y algunos medios y donde hay una mayor o menor ausencia de acciones que
afecten los intereses de los grandes medios y donde el énfasis en la escasa regulación no ha
estado en el control de los contenidos (pp. 28-29).
El segundo, como en Venezuela, Ecuador y Bolivia durante todo el mandato, y Argentina
después de 2009 es, por el contrario:
Un esquema confrontativo en los discursos y, con matices, también en las medidas adoptadas
hacia los medios, que se da contra todo el arco de empresas de comunicación privado-
comerciales, que hace énfasis en el cuestionamiento y la regulación de los contenidos, que
queda incluso por encima del cuestionamiento a la concentración de los medios de
determinados grupos, siempre que apoyen o no cuestionen al gobierno. Se complementa con
otros tipos de acciones como el uso intensivo de los fondos públicos para la publicidad oficial,
la creación o fortalecimiento demedios públicos como medios de propaganda oficial y la
creación o fortalecimiento de medios comunitarios en tanto instrumentos de la lucha por la
hegemonía política e informativa (p. 29).
Estos dos modelos hacia el cambio que plantea Gómez Germano (2011) se explican, por una
parte, por la intensidad de las reformas proyectadas por los gobiernos en cada uno de los
casos y la resultante oposición por parte de los actores mediáticos privados frente a la posible
pérdida de sus ventajas y privilegios y, por otra, por la forma gubernamental discursiva, de
mayor o menor crítica y hostilidad respecto de la actuación de los medios, en las que han sido
enmarcadas. En cualquier caso, es importante destacar que estas transformaciones han
revitalizado un interesante debate que, a partir de las posiciones enfrentadas, recupera
algunos de los temas más complejos relacionados con la comunicación y el papel de los
medios. Muchos de ellos ya estaban presentes en los argumentos de la crítica de la
comunicación desarrollada a mediados del siglo pasado en América Latina. Muchos otros, sin
embargo, son el producto de las discusiones que han dejado en la región los fracasos de las
Hemos dejado para el final el caso venezolano, porque en él se produce una conexión directa
entre la regulación de los medios comunitarios y su actuación como agentes políticos. Desde
2002, el decreto 1.521 de Radiodifusión Sonora y Televisión Abierta Comunitarias de
Servicio Público sin fines de lucro regulaba el funcionamiento de estos medios en Venezuela
hasta la iniciativa popular que impulsó la Ley de Comunicación del Poder Popular en 2012 y
que está a falta de la aprobación final por la Asamblea. En la exposición de motivos de la citada
ley se explicita que:
Los medios de comunicación popular deben estar fielmente comprometidos con el impulso
para la conformación y activación de las organizaciones del Poder Popular, a través de los
Comités de Medios Comunitarios y Alternativos de los Consejos Comunales, así como con
asociaciones, redes y movimientos municipales, regionales, nacionales o internacionales.
El caso venezolano muestra una peligrosa tendencia: la de la posibilidad de impulsar medios
comunitarios que funcionen como aparatos paraestatales de comunicación, financiados con
fondos públicos, organizados a partir de tejido comunitario en la sociedad civil pero
destinados, en última instancia, a un control estructurado desde las organizaciones políticas de
base.
conclusiones:
viejos deBates, nuevas Políticas
En este trabajo hemos analizado el tema de las políticas de comunicación en América Latina y
las transformaciones que, tanto en el nivel de discusión teórica como de práctica política, han
experimentado los países de la región. Su objetivo ha sido contribuir a los estudios sobre esta
cuestión general y, más específicamente, a subrayar una trayectoria a través de las
continuidades, los cambios y las vinculaciones que este asunto ha evidenciado en la agenda
latinoamericana.
Como puede observarse a partir del recorrido realizado, las políticas de comunicación tuvieron
dos grandes momentos. Durante la década de 1960 y 1970, y en el marco de la escuela crítica
de la comunicación, fueron una discusión principalmente teórica y desarrollada en el campo
académico. De allí emergieron los diagnósticos de dominación y dependencia en los que se
hallaba la comunicación y las propuestas de cambio para conseguir un nuevo equilibrio y
mayor equidad mediante la apuesta por el pluralismo y la diversidad.
Sin embargo, a pesar de las múltiples y variadas recomendaciones que en aquel momento
surgieron en torno a la democratización de la comunicación, éstas no consiguieron cuajar en el
espacio de la acción política. La falta de voluntad política, los cambios en el discurso y en la
dirección de las organizaciones internacionales (especialmente la unesco), la abierta oposición
de la air y la siP, y la puesta en marcha de la maquinaria privatizadora y el nuevo modelo
desregulador que aplicaron los países de la región en casi todas las esferas, en paralelo con el
clima intelectual de la época que revalorizaba el papel del mercado frente al Estado en los
diversos campos de la economía (Gerchunoff & Llach, 1998), fueron las principales causas que
truncaron su salto a la arena política. De esta manera, la discusión sobre las políticas públicas
de comunicación y la configuración de sistemas nacionales de medios quedó arrinconada solo
al espacio de reducidos círculos académicos y ausente de los debates políticos.
Al contrario de lo que sucedió en aquella época, en la actualidad, y fundamentalmente como
consecuencia del triunfo en las elecciones de candidatos de izquierda en un escenario de
experiencias más o menos popu- listas, las políticas de comunicación y el modelo de medios se
han posicionado como parte del núcleo de reformas implementadas para revertir y
desmantelar las herencia del neoliberalismo. En este nuevo contexto, la transformación
regulatoria impulsada desde estos gobiernos y las voces que la apoyan han estado enmarcadas
fundamentalmente por la recuperación discursiva de los diagnósticos y recomendaciones del
pasado.
Hasta qué punto las políticas formuladas –y en proceso de elaboración– por los nuevos
gobiernos autodenominados progresistas conseguirán los objetivos propuestos de una mayor
democratización de la comunicación, es algo que deberá esperar la evaluación del tiempo. Por
el momento, la polarización de las opiniones sobre los motivos que han impulsado las
reformas y las consecuencias que traerán aparejadas es un terreno profundamente intrincado.
En sus extremos continúan presentes los argumentos que evalúan estas transformaciones
como una búsqueda del Estado y sus instituciones por conseguir mayor pluralismo y diversidad
mediática frente a los que las consideran lisa y llanamenteuna operación directa de control
estatal que atenta contra la libertad de expresión y busca acallar posiciones adversas. En el
medio, los matices.
Las interrogantes para el futuro son muchas y complejas porque se mezclan al tiempo las
intenciones de los actores económicos, políticos y sociales con los contextos políticos
nacionales, de inserción regional e internacional y las lógicas industriales y tecnológicas
globales. Todo ello plantea importantes debates y análisis para el futuro. Por una parte, la
indagación sobre las condiciones y requisitos de una verdadera política de comunicación
democrática –en la que la producción académica debería tener mucho que decir–, retomando
las discusiones planteadas por la teoría crítica de la comunicación latinoamericana y
actualizando las discusiones a los nuevos tiempos. Por otra parte, la evaluación sobre la forma
en la que los cambios regulatorios auspiciados por las nuevas políticas de comunicación se
vinculan con las actuales lógicas industriales y tecnológicas y los procesos de digitalización y
convergencia. Simultáneamente, el examen y control de los procesos de implementación de
las transformaciones propuestas por las nuevas normati- vas ante un escenario en el que los
organismos de regulación y control jugarán un papel crucial, enfrentando el doble desafío de
que las políticas no sean utilizadas por los gobiernos con el único objetivo de concentrar el
poder, ni por los gigantescos grupos económicos de medios para convertirlas en letra muerta.
Estas son solo algunas de las cuestiones que se plantean para los próximos años. La
singularidad de las actuales experiencias latinoamericanas de los países de la llamada “marea
rosa”, que en términos de políticas de comunicación van a contracorriente de las tendencias
observadas en la mayoría de los países, serán seguramente en el futuro una oportunidad única
de evaluar el potencial de cambio de las políticas sobre la configuración y funcionamiento de
los sistemas mediáticos y en cuanto a la calidad de las democracias en la región
MODULO 4
ACT 1
Lectura: Hipótesis de Usos y Gratificaciones
Es preciso que tengas en cuenta que los contenidos que se desarrollan a continuación
se encuentran entramados con los paradigmas vigentes.
Wright, por ejemplo, en 1974 diferenciaba las funciones de las necesidades. Las
consideraba dos ingredientes diferentes, distintos y postulaba que podía pensarse
que la gratificación de necesidades que las personas encuentran en los medios posee
un carácter funcional. Esto significa que, para las personas, los medios pueden
considerarse una necesidad más que una función.
4) La audiencia puede hacer conscientes las necesidades que los medios satisfacen.
En síntesis: la audiencia utiliza los medios de comunicación para determinado fin que
satisfaga sus propias necesidades.
Katz, Blumler y Gurevitch (como se citan en Wolf, 1987) enumeran una serie de
situaciones derivadas del contexto social de los sujetos, en las que los medios
aportan recursos para que el sujeto las enfrente.
Presta atención a este punto de manera especial, ya que el Trabajo Práctico N.º 4 se
vincula con estas cuestiones.
1) La situación social produce tensiones y conflictos que el consumo de los mass media
atenúa.
2) La situación social crea la conciencia de determinados problemas que exigen
atención y la información sobre ellos puede buscarse en el medio.
3) La situación social ofrece escasas oportunidades reales de satisfacer determinadas
necesidades que procuren satisfacerse de forma delegada con el medio.
4) La situación social crea determinados valores, cuya afirmación y cuyo refuerzo son
facilitados por las comunicaciones de masa.
5) La situación social proporciona y determina expectativas de familiaridad con
determinados mensajes que deben, por lo tanto, ser disfrutados para sostener la
pertenencia a grupos sociales de referencia.
Las necesidades que los mass media satisfacen, según Katz, Gurevitch y Haas (como se
citan en Wolf, 1987), son cinco:
Por otro lado, y como lo han advertido algunos autores, cada medio satisface de
diferente manera cada una de las necesidades del individuo y esto puede variar en
cuanto al sexo, edad, o clase social.
Para responder a estas preguntas, hubiera sido necesario hacer estudios y Gharib
señala que nadie se ha aventurado a analizar las causas, apoyándose en una
metodología rigurosa, en datos cifrados, en comparaciones con otras sociedades del
mismo tipo que la propia. Es posible que se prefiera no tratar de saber, pero lo que
se sabe, porque nadie se atrevería a negarlo, es esta verdad descarnada: la televisión
ocupaba un lugar esencial de la conversación tanto en la oficina como en el hogar o
en la calle y, por si fuera poco, los periódicos también daban un espacio importante
a esta. Es probable que la televisión sea, a la vez, efecto y causa de los
comportamientos vacilantes de una sociedad desgarrada, carente de referencias
fidedignas y en plena transformación, como ocurre hoy en día con numerosas
sociedades del sur. Ahora bien, si la televisión aparece a veces en un contexto así,
como un navío sin timón, es porque no existe en el seno de la sociedad ninguna
fuerza capaz de conducirla en una dirección precisa o de imprimirle una orientación
coherente.
Esto podría haber sido un estudio muy interesante y esclarecedor sobre la sociedad
y la cultura egipcia, como se ha señalado en el concepto precedente que se retoma
en forma de pregunta: el involucramiento de la audiencia, ¿depende de la forma en
la que la sociedad y la cultura construyen la función del receptor, es decir, se
producen diferentes situaciones derivadas del contexto social de los sujetos?
LA SOCIEDAD DE LA COMUNICACIÓN
Nunca antes en la historia de la humanidad el conocimiento y la información habían circulado
l.in libremente como en nuestra época. Ya no permanecen encerrados en ámbitos de saber
(lausurados, como fueron los monasterios medievales, únicos espacios de transmisión del
saber; ni los periódicos son el único espacio donde enterarse de las noticias. De hecho, ni
siquiera la escuela es el único ámbito de educación, ni los profesores los exclusivos
detentadores del saber.
En el siglo XX, y sobre todo en el XXI, el conocimiento y la información han empezado a
democratizarse. Este proceso es favorecido por el desarrollo de un nuevo medio ambiente
comunicacional fuertemente atravesado por los avances tecnológicos, que permiten esta
masificación y diversificación de la información y el conocimiento, descentrándolos de los
lugares tradicionales (la escuela y el texto).
El cambio cualitativo, entonces, es la manera en la que estas innovaciones tecnológicas
transforman la comunicación y también modifican el entrecruzamiento que se produce entre
la comunicación y la cultura (entendida como rasgo exclusivo de los seres humanos).
Ahora bien: pensar el entorno comunicacional como un "ecosistema", implica pensarlo como
una comunidad de seres vivos cuyos procesos vitales se relacionan entre sí y con el medio
ambiente. En ese sentido, podemos decir que hoy la comunicación está presente en nuestras
vidas como un ambiente natural, y atraviesa nuestra cotidianidad de muy variadas maneras
(ver pág,128"La omnipresencia de la comunicación...").
Todavía hay más consecuencias: si damos por cierta esta hipótesis, vivir en este ecosistema
comunicacional (como el medio ambiente que nos rodea y nos aloja) implica que nos atraviesa,
independientemente de nuestro deseo y de nuestra voluntad.
Las transformaciones que se produjeron en nuestra sociedad, al pasar de ser una cultura
"letrada" (basada en lo textual) a una cultura "icónico/simbólica" (basada en la imagen),
hicieron que nos comuniquemos más allá de nuestros deseos: incluso cuando no queremos
"decir" nada, estamos diciendo algo (nuestra ropa, por ejemplo, puede decir mucho de
nosotros, informando sobre nuestro estado de ánimo o nuestro estatus social).
De esta manera hoy, más que nunca, existir es comunicar(se).
lo que hoy llamamos el espacio público (calles, plazas, paseos) compartido con algunas
personas o con multitudes cambia radicalmente la percepción que podemos tener tanto del
otro como de la vida social y de la propia ciudad en la que habitamos.
Si nos referimos a la población mundial, desde principios del siglo XX vemos un crecimiento
enorme, sobre todo en los últimos años del siglo pasado y los primeros de éste. Los números
son los siguientes:
■ 1900:1.650.000 ■ 1950:2.518.630 ■ 2010:6.854.196
A través de las generaciones este crecimiento modificó, sin dudas, la percepción y la
conciencia que se tiene del propio lugar, del lugar del otro, del vínculo que se establece entre
ambos; también cambió la idea de familia que organiza ese vínculo y su relación con la vida
social, en un mundo cada vez con mayor cantidad de habitantes en el mismo espacio
habitable. Si les preguntamos a nuestros papás o abuelos, por poner un ejemplo sencillo,
cuántos edificios había en Buenos Aires cuando ellos eran chicos, seguramente nos
responderán que eran mucho menos que ahora. Eso cambia, para seguir con el ejemplo, lo que
entendemos nosotros como "ciudad" y qué cosas implica "vivir en una ciudad".
Anticipándonos, podemos prever que la instalación, crecimiento y consolidación de las
recientes tecnologías de comunicación e información modificarán radicalmente la forma de
percibir las distancias, el espacio, las relaciones humanas y en definitiva, toda la vida social. En
realidad, ya estamos viendo los cambios que han producido en muy poco tiempo.
De lo analizado por Benjamín hasta hoy muchas cosas cambiaron: la extensión que han
alcanzado actualmente las tecnologías de la información y la comunicación (las TICs) apenas
podía sospecharse algunos años atrás y, de acuerdo a lo que vemos día a día, se trata de un
proceso que continúa en forma acelerada.
A partir de todos estos cambios, se pasó a una forma de relación intersubjetiva que muchas
veces es masiva (a través de los medios masivos de comunicación, pero también de los foros,
eventos político-culturales, por ejemplo).
Esa forma de contacto resulta muchas veces mediatizado de dos formas posibles: por un lado,
la estructura de un emisor-múltiples receptores, como en los medios de comunicación masiva,
pero también podemos pensar en los dispositivos que habilitan la comunicación a distancia
como el teléfono fijo, el celular, chat, mail, etcétera.
Por último, esta forma masiva y mediatizada de comunicación e información está centrada en
el aspecto global/regional, de esta manera, tenemos un acceso mucho mayor a informaciones
de América Latina, Estados Unidos y Europa de la que tenían nuestros padres.
Por lo tanto, cada modificación en nuestro "ecosistema cultural" o "medio ambiente cultural",
asociada al desarrollo cada vez más veloz de los dispositivos tecnológicos, produce en los
sujetos nuevos esquemas de percepción y apreciación del mundo; formas adaptativas que
desarrollan las personas para congeniar con su medio ambiente cultural. En este sentido,
existen dos maneras de vincularse con él: una, adaptándose a estos nuevos dispositivos
técnico-tecnológicos; otra es incorporar, en la formación del sujeto, esos dispositivos como un
elemento más del entramado tecno-cultural.
Esta diferencia se puede ver en las maneras de relacionarse con los nuevos dispositivos de
comunicación por parte de individuos de distintas generaciones. Los jóvenes y los niños los
usan con total naturalidad, como un dato más del entorno tecnológico, como el televisor o la
heladera. En cambio, las personas mayores pueden usar estos aparatos (para mandar
mensajes de texto por celular, mails por Internet e incluso navegar por la web), pero sólo lo
logran luego de un período de aprendizaje, en el que tienen que incorporar estos dispositivos
(y los usos y concepciones de la comunicación y las relaciones sociales que implican) a su
propio "medio ambiente cultural". De esta manera, es otro el vínculo que generan los jóvenes
y los adultos con la tecnología y sus dispositivos.
Walter Benjamín, en su libro La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, ha
escrito lo siguiente sobre este tema, algunas décadas atrás, cuando las innovaciones
tecnológicas distaban del desarrollo que tienen actualmente: En muy pocos años los medios de
comunicación se lan multiplicado enormemente
Dentro de grandes espacios históricos de tiempo se modifican, junto con toda la existencia de
las colectividades humanas, el modo y manera de su percepción sensorial. Dichos modo y
manera en que esa percepción se organiza, el medio en el que acontecen, están condicionados
no solo natural, sino también históricamente. El tiempo de la Invasión de los Bárbaros, en el
cual surgieron la industria artística del Bajo Imperio y el Génesis de Viena, trajo consigo
además de un arte distinto del antiguo una percepci6n también distinta. Los eruditos de la
escuela vienesa, Riegel y Wickhoff, hostiles al peso de la tradición clásica que sepultó aquel
arte, son los primeros en dar con la ocurrencia de sacar de él conclusiones acerca de la
organización de la percepción en el tiempo en que tuvo vigencia. Por sobresalientes que
fueran sus conocimientos, su limitación estuvo en que nuestros investigadores se contentaron
con indicar la signatura formal propia de la percepción en la época del Bajo Imperio. No
intentaron (quizás ni siquiera podían esperarlo) poner de manifiesto las transformaciones
sociales que hallaron expresión en esos cambios de la sensibilidad. En la actualidad son más
favorables las condiciones para un atisbo correspondiente. Y si las modificaciones en el medio
de la percepción son susceptibles de que nosotros, sus coetáneos, las entendamos como
desmoronamiento del aura, sí que podremos poner de bulto sus condicionamientos sociales.
Conviene ilustrar el concepto de aura, que más arriba hemos propuesto para temas históricos,
en el concepto de un aura de objetos naturales. Definiremos esta última como la
manifestación irrepetible de una lejanía (por cercana que pueda estar). Descansar en un
atardecer de verano y seguir con la mirada una cordillera en el horizonte o una rama que
arroja su sombra sobre el que reposa, eso es aspirar el aura de esas montañas, de esa rama.
De la mano de esta descripción es fácil hacer una cala en los condicionamientos sociales del
actual desmoronamiento del aura. Estriba éste en dos circunstancias que a su vez dependen de
la importancia creciente de las masas en la vida de hoy. A saber: acercar espacial y
humanamente las cosas es una aspiración de las masas actuales tan apasionada como su
tendencia a superar la singularidad de cada dato acogiendo su reproducción. Y la
reproducción, tal y como la aprestan los periódicos ilustrados y los noticiarios, se distingue
inequívocamente de la imagen. En ésta, la singularidad y la perduración están imbricadas una
en otra de manera tan estrecha como lo están en aquélla la fugacidad y la posible repetición.
Quitarle su envoltura a cada objeto, triturar su aura, es la signatura de una percepción cuyo
sentido para lo igual en el mundo ha crecido tanto que incluso, por medio de la reproducción,
le gana terreno a lo irrepetible. (...)
Durante siglos las cosas estaban así en la literatura: a un escaso número de escritores se
enfrentaba un número de lectores mil veces mayor. Pero a fines del siglo pasado se introdujo
un cambio. Con la creciente expansión de la prensa, que proporcionaba al público lector
nuevos órganos políticos, religiosos, científicos, profesionales y locales, una parte cada vez
mayor de esos lectores pasó, por de pronto ocasionalmente, del lado de los que escriben. La
distinción entre autor y público está por tanto a punto de perder su carácter sistemático. El
lector está siempre dispuesto a pasar a ser un escritor.
(...) Todo ello puede transponerse sin más al cine, donde ciertas remociones, que en la
literatura han reclamado siglos, se realizan en el curso de un decenio. En la praxis
cinematográfica se ha consumado ya esa remoción esporádicamente. Una parte de los actores
que encontramos en el cine ruso no son actores en nuestro sentido, sino gentes que
desempeñan su propio papel, sobre todo en su actividad laboral. En Europa occidental la
explotación capitalista del cine prohíbe atender la legítima aspiración del hombre actual a ser
reproducido. En tales circunstancias la industria cinematográfica tiene gran interés en
aguijonear esa participación de las masas por medio de representaciones ilusorias y
especulaciones ambivalentes.
(...) De hecho, el curso de las asociaciones en la mente de quien contempla las imágenes queda
enseguida interrumpido por el cambio de éstas. Y en ello consiste el efecto de choque del cine
que, como cualquier otro, pretende ser captado gracias a una presencia de espíritu más
intensa.
El cine es la forma artística que corresponde al creciente peligro en que los hombres de hoy
vemos nuestra vida. La necesidad de exponerse a efectos de choque es una acomodación del
hombre a los peligros que le amenazan. El cine corresponde a modificaciones de hondo
alcance en el aparato perceptivo, modificaciones que hoy vive a escala de existencia privada
todo transeúnte en el tráfico de una gran urbe, así como a escala histórica cualquier ciudadano
de un Estado contemporáneo.'
ACTIVIDAD?
1) Enumera las novedades producidas en los últimos años en la información y la comunicación.
2) Conversa con tu compañera/ro de banco: ¿cuáles de estos nuevos recursos utilizan ustedes
habitualmente?, ¿para qué los emplean?, ¿qué opinan de esto? 3) Explica el concepto 'sociedad
de la comunicación'. 4) ¿Qué significa 'sensorium'? y ¿'nuevo sensorium'? 5) ¿Es cierto?: 'Las
nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICs) no han modificado mayormente
nuestra forma de percibir la realidad'. Fundamenta con precisión. 6) Enumera diez rasgos que
caractericen a la sociedad contemporánea, diferenciándola de la que existió antes de la
Revolución Industrial (fines del siglo XVIII). La consulta de un buen libro de Historia puede
orientarte para responder. 7) Walter Benjamín se ha referido al impacto que han tenido las
innovaciones tecnológicas sobre la obra de arte. Sintetiza este punto en un breve párrafo. n la
actualidad, los niños incorporan con aturalidad las nuevas tecnologías a sus vidas
LA OMNIPRESENCIA DE LA COMUNICACIÓN
Como vimos en las páginas iniciales, los distintos tipos de comunicación implican unos modos
específicos de relación entre las partes que intervienen (que en los casos concretos, empíricos,
puede involucrar a uno o más sujetos en carácter de 'emisor' o 'receptor').
Ahora bien, la comunicación, como proceso, se da en todas y cada una de las esferas en las
que la vida social se desarrolla. Esto abarca desde los ámbitos más privados (como la intimidad
del hogar) hasta la difusión a través de distintos medios de campañas gubernamentales
masivas, que pueden involucrar spots y publicidades en televisión y radio, artículos en
periódicos o afiches en la vía púbica.
Esta relación, modificada en su estructura y sus características a partir del desarrollo de las
nuevas tecnologías, se ve en muchos casos mediatizada por esos adelantos tecnológicos. Aún
en los casos en los que no medie en la comunicación humana un dispositivo técnico, tendemos
a pensarla -por la internalización de ese nuevo sensorium que organiza nuestra percepción-
desde la posibilidad de su mediatización.
Sin embargo, esta omnipresencia de la comunicación en la vida social no lleva aparejada un
solo tipo de relación a establecer entre los sujetos que forman parte del proceso. Más bien
puede pensarse que hay distintas formas en las que este vínculo se constituye:
■ desde una relación igualitaria, en tanto las jerarquías de los participantes son equivalentes
(una comunicación interpersonal en una charla de compañeros de trabajo o entre amigos en la
escuela, por ejemplo), y la relación de difusión es uno (Emisor) a uno (Receptor), sin
dispositivos técnicos que medien en la comunicación,
■ Hasta una cadena nacional en la que el Presidente de la Nación (Emisor), jerárquicamente
por sobre el conjunto de televidentes y radioescuchas (Receptor plural/ múltiple), difunde un
mensaje a través de dispositivos técnicos (televisión y radio, a los que podemos agregar
Internet y hasta algunos teléfonos celulares).
Entre las posiciones de Emisor y Receptor pueden desarrollarse vínculos que van de….
1-un Emisor a un Receptor; Este caso es el de la típica relación interpersonal: por ejemplo, un
diálogo entre dos amigos que se encuentran en la calle y conversan presencialmente. De
Todas las situaciones antes desarrolladas pueden incluirse en una forma de comunicación
directa, en tanto se produce sin mediaciones, 'cara a cara'. ¿Es la única manera en la que
pueden desarrollarse? Por supuesto que no. Pueden ser también comunicaciones indirectas,
que son producidas a través de un dispositivo técnico que permite acortar las distancias, como
en el caso de un teléfono, o amplificar el número de potenciales receptores, como ocurre con
la radio y la televisión.
Es la internalización de la lógica de estas formas mediatizadas de la comunicación, su
naturalización en el medio ambiente técnico y social, lo que produce -como vimos- una nueva
forma de percibir la comunicación, en tanto lazo social. Y es en el cruce entre estos diferentes
niveles de la comunicación (jerarquía -horizontal o vertical-; Emisor-Receptor; directa/
mediatizada) en donde mejor podemos ver el papel que juega la comunicación en las diversas
esferas de la vida social. üscena de una asamblea vecinal desarrollada en Buenos Aires
ACT 2
Paper: el papel de la agenda mediática en un contexto de polarización política (esta en ingles)
• los efectos concebidos como cambios a corto plazo, a los estudios de las consecuencias
a largo plazo y permanentes;
• los estudios de casos individuales a la cobertura de todo el sistema de los medios;
• los estudios centrados en las entrevistas al público, a los estudios que incluyen otras
metodologías integradas;
• la observación de los cambios de actitud y opinión a la reconstrucción del proceso por el
cual el sujeto representaba la realidad social;
• los efectos puntuales de un mensaje o un medio en un momento determinado a los
efectos acumulativos de todos los mensajes y los medios a los que el sujeto estaba
expuesto cotidianamente a lo largo de un lapso de tiempo más largo.
Como se viene diciendo, los estudios de los efectos de los medios desplazan su atención hacia
el rol permanente de los medios que ponen a disposición los conocimientos con los que los
sujetos dan forma a la realidad social. Es en ese marco que surge un conjunto de estudios
alrededor de lo que se ha denominado hipótesis de agenda-setting. Se considera como punto
de partida de la hipótesis una investigación realizada en Carolina del Norte durante la campaña
presidencial de 1968 (cuyos resultados fueron publicados en 1970), en la que Maxwell
McCombs y Donald Shaw encontraron una correlación entre la cobertura noticiosa de los
medios acerca de determinados temas y la percepción que tenían los sujetos de la muestra
acerca de cuáles eran los principales temas de discusión de la campaña. Se sugirió que los
medios determinaban una agenda noticiosa que en cierto modo es adoptada por los públicos.
A diferencia de lo que se afirmaba hasta entonces, los medios no poseían como efecto la
persuasión, indicando qué opiniones tener, sino que proporcionaban al público una lista sobre
todo lo que las personas debían tener una opinión.
Por su parte, Shaw planteó en 1979 una serie de supuestos vinculados a esta hipótesis:
• La comprensión de la realidad que tiene el público era modificada por los medios.
• Las personas incluían o excluían de sus conocimientos lo que los medios incluían o
excluían de su contenido.
• Las personas realizaban inclusiones de acuerdo con la importancia que los medios
atribuían o jerarquizaban a cada tema, acontecimiento, o problema, es decir, se
establecía una vinculación directa: si para el medio era importante, para las personas
era importante.
• Esta similitud en la manera de jerarquizar los temas o acontecimientos públicos entre los
medios y los públicos se dio como efecto acumulativo, cuando se consideraba un
periodo largo de tiempo (como se cita en Wolf, 1987).
Esta característica describe un proceso comunicativo de simetría de lo que es lógico,
considerando que los estudios e investigaciones actuales tienen como característica la
asimetría. Los medios proporcionaban, además de este listado de noticias o temas, las
categorías que permiten a los sujetos organizarlas en un conjunto de conocimientos integrados
y coherentes, es decir, significativos.
Debido a que era cada vez más grande la divergencia entre sectores de realidad a los que las
personas no tenían acceso a nivel de su vida cotidiana, sino a través de los medios, se acentuó
su dependencia cognoscitiva respecto a ellos. Es por ello que la hipótesis postula un impacto
que, aunque no era inmediato, era directo respecto al efecto que tenían los medios sobre las
personas. Tal efecto era directo en dos aspectos: el orden del día en el que las personas
adjudicaban a los temas y problemas (que se correlacionaba al que establecen los medios), y la
jerarquía (orden de importancia) en el que estos se disponían en la percepción de los públicos.
Los estudios que se engloban en los estudios de agenda-setting han llegado a algunas
conclusiones que a continuación se detallan (Wolf, 1987). Recuerda que en este módulo debes
estudiar el texto básico de Wolf (1987).
De ello resulta, como afirma McCombs, que la prensa cumpliría el papel de agenda setting en
tanto que la televisión el de enfatización.
A su vez, en el caso de una campaña política, en los primeros días la prensa gráfica parecía ser
más importante, mientras que, a medida que se acerca el día de la elección, la televisión
adquiría mayor importancia. En este sentido, no significaba que el medio televisivo no posea
efecto de agenda, sino que se trataba de una modalidad diferente: en lugar de proporcionar
elementos e información precisa y concreta que permita la determinación de la agenda de los
públicos, como es el caso de los periódicos, la televisión proporcionaba elementos contextuales
que posibilitaban una representación de la actividad política de manera global. A la primera
modalidad se la denominaba perfil alto de agenda, en tanto que a la segunda perfil bajo de
agenda.
Por otro lado, existían dos mecanismos que los medios ponían en marcha para generar efecto
de agenda. El primero tiene que ver con la omisión de información o la débil cobertura de
acontecimientos y temas, es decir, los medios no solo decían acerca de qué tener en cuenta
como opinión, sino también acerca de lo cual no se debía formar opinión o los temas acerca de
los cuales otorgar una importancia menor. El segundo se refiere al mecanismo de la
tematización:
En síntesis: los medios son eficaces en construir la imagen de la realidad que el sujeto va
estructurando.
La imagen puede ser considerada simplemente una metáfora que representa la totalidad de
toda la información sobre el mundo que cada individuo ha tratado, organizado y almacenado o
puede ser concebida como un estándar respecto al cual la información nueva es comparada
para darle su significado. Dicho estándar incluye el marco de referencia y las necesidades, los
valores, las creencias y las expectativas que influencian lo que el destinatario extrae de una
situación comunicativa.
Estimamos necesario aclarar el término estándar. Es una castellanización del término de origen
inglés standard. En su origen, significaba bandera, color que identifica, pancarta en especial
nacional. Luego, apareció un significado más moderno: lo que es establecido por la autoridad,
la costumbre o el consentimiento general. Con esta acepción se utiliza en administración como
sinónimo de norma o modelo que se sigue como guía para no tomar desvíos y buscar el
objetivo que se desea lograr. En química analítica, un standard es una preparación que
contiene una concentración conocida de elemento específico o sustancia. En tecnología,
refiere a una especificación o norma que regula la realización de algunos procesos y se toma
como garantía de operatividad. En otras palabras, por ejemplo, una metáfora representa de
modo estandarizado, especificado o regulado (lo que producen los medios), pero que cada
• El primero se refiere al título del área temática, por ejemplo, economía, política,
deporte, espectáculo, etcétera.
• El segundo incluye aspectos o dimensiones de un problema, causas y consecuencias,
soluciones propuestas a problemas concretos, por ejemplo: inseguridad, delito,
desempleo o inflación.
• El último, más específico, se vincula con informaciones, como argumentos a favor o en
contra de las soluciones propuestas.
Como se puede interpretar, el trío descripto tenía relación con los tipos de contenidos o temas
y se vinculaban con la centralidad del tema.
Por otro lado, se pueden distinguir tres tipos de agenda de los públicos o relevancias:
1) agenda intrapersonal o temas a los cuales los individuos otorgaban una particular relevancia
(relevancia individual);
2) agenda interpersonal o temas acerca de los cuales el sujeto discutía con los demás (relevancia
comunitaria);
3) la percepción que tenía el sujeto acerca del estado de la opinión pública (relevancia percibida).
En síntesis: la influencia de agenda de los medios sobre los públicos tenía una relación
proporcionalmente inversa, esto era: a más experiencia, relación y más conocimiento, menor
influencia. A menor experiencia, relación y conocimiento, mayor influencia. Las influencias de
agenda de los medios sobre los públicos tenían una relación proporcionalmente directa, esto
era: a mayor centralidad e interés del tema en el receptor, más importancia y atención de su
parte.
Se pueden distinguir tres tipos de agenda relevantes para los públicos: intrapersonal,
interpersonal y una interrelacionada con la percepción que tiene el sujeto acerca del estado
de la opinión pública.
Desde fines del siglo XVIII se introdujeron grandes cambios en la economía y en la sociedad
europea; especialmente en Inglaterra, Francia y Alemania el capitalismo provocó no sólo la
modificación de las prácticas en materia económica, sino también la confrontación con una
sociedad antigua que nada entendía de derechos civiles. Las monarquías gobernantes en
Europa hasta esa fecha tomaban decisiones sobre la comunidad a partir de los intereses
definidos exclusivamente por la Corona. Con el avance de nuevos intereses provenientes de
otros estamentos, como la burguesía y el campesinado, se fueron configurando distintos
espacios desde los cuales confrontar en materia política. Esos debates, destinados a pensar
sobre "el bien común", primero fueron armándose en sociedades privadas, pero que
lentamente dieron pie a la conformación de los partidos políticos.
La comunicación política
El aumento de la presencia de los medios masivos de comunicación en la vida cotidiana
produjo un cambio en el terreno donde se despliega el debate político y donde se manifiestan
las necesidades de los ciudadanos. Además de constituirse en el terreno privilegiado donde se
desarrolla dicho debate, los medios de comunicación se erigen como otro actor que instala sus
intereses en el espacio público. Sin embargo, no sólo importa la visibilidad que distintos temas
alcanzan; también es fundamental el tratamiento que reciben y las valoraciones que
despiertan en el resto de la sociedad.
Es en este sentido que la comunicación política alcanza un lugar desatacado en los estudios de
comunicación, ya que es el terreno en el que los distintos intereses políticos y económicos
confrontan sus argumentos para lograr mayor legitimidad en la sociedad. Identificamos, al
menos, tres actores fundamentales que participan de la comunicación política: la opinión
pública, los periodistas y la clase política.
ACTIVIDAD
Leer con atención el siguiente artículo periodístico publicado en el diario español El País el 7 de
julio de 2011, en su sección internacional.
Murdoch cierra'News of The World'
Escándalo en el Reino Unido por los 'pinchazos' del periódico sensacionalista a víctimas del 7-J,
familiares de muertos en Afganistán, actores y hasta el príncipe Guillermo. Por WALTER
OPPENHEIMER
James Murdoch, hijo del magnate Rupert Murdoch y hombre fuerte de sus negocios en
Europa, ha anunciado que el diario News ofThe World (NoW) dejará de publicarse tras salir el
próximo domingo por última vez. El diario se ha visto envuelto desde hace meses en un
escándalo de escuchas ilegales, que esta semana ha precipitado su desplome al saberse que
entre las personas espiadas estaba Milly Dowler, una estudiante de 13 años que había sido
secuestrada en marzo de 2002 y que en realidad había sido asesinada cuando el diario espiaba
el buzón de voz de su teléfono móvil. El diario llegó incluso a borrar algunos mensajes cuando
el buzón estaba lleno, para permitir la entrada de nuevos mensajes, lo que hizo creer a la
familia que Milly estaba aún viva y pudo destruir pruebas quizás vitales para los investigadores.
"Las cosas buenas que ha hecho el News of The World", ha afirmado James Murdoch,
presidente de News International, la editora del diario, "se han visto manchadas por un
comportamiento que está mal. Desde luego, si las recientes acusaciones son ciertas, se trata
de algo inhumano y que no tiene cabida en esta compañía. La tarea del NoW es obligar a otros
a rendir cuentas, pero no hemos sido capaces de rendir cuentas nosotros mismos", ha dicho el
hijo del magnate de origen australiano.
"En 2006 la policía centró sus investigaciones en dos personas. Los dos fueron a la cárcel. Pero
News ofThe World y News International no lograron llegar al fondo del asunto de los
constantes transgresiones que ocurrieron sin que hubiera un propósito legítimo", ha añadido
en el comunicado. James Murdoch ha admitido que el diario, con 168 años y adquirido en
1969, mantuvo "de forma equivocada" que se trataba de un hecho aislado y que el diario "hizo
declaraciones en el Parlamento sin conocer todos los hechos. Eso estuvo mal. La compañía
llegó a acuerdos extrajudiciales aprobados por mí. Ahora sé que entonces no tenía una visión
completa de la situación cuando hice eso. Eso fue un error y es algo que lamento
profundamente", ha dicho también.
Y ha anunciado no sólo que el diario aparecerá el domingo por última vez sino que todos los
ingresos que se generen con su publicación se dedicarán a obras de caridad.
Víctimas del 7-J y militares
En las últimas horas se ha sabido que también víctimas de los atentados del 7 de julio de 2005
en Londres y soldados fallecidos en las guerras de Irak y Afganistán fueron espiados, junto a
multitud de políticos, deportistas y gente famosa. La policía ha confirmado que en los 11.000
documentos confiscados al investigador privado que realizó las escuchas figuran los teléfonos
de más de 4.000 personas.
La profunda reacción de repulsa que ha provocado la noticia del espionaje a la joven Milly
Dowler hizo que muchas grandes compañías decidieran suspender sus campañas de publicidad
con el News ofThe World. Ese hecho, junto a las dudas del Gobierno sobre si aprobarla como
iba a hacerlo o dejar para más adelante su luz verde a la adquisición por Murdoch del 100% de
la cadena BSkyB, de la que ya tiene casi el 40%, han provocado también caídas importantes en
bolsa tanto de BskyB como de News Corporation, la matriz que agrupa los negocios mediáticos
de Murdoch en el mundo.
Para analizar...
¿Quién es Rupert Murdoch? ¿Por qué el diario afirma que el “poder" de James Murdoch se
sostiene en la "fortaleza" de su padre? ¿De qué modo aparecen vinculados el poder político y
el poder de los medios en los hechos que se describen en la noticia? ¿A qué se refiere la noticia
cuando habla de "'pinchazos' del periódico sensacionalista"? ¿Cuáles serían las consecuencias
de obtener información de forma ilegal sobre la opinión pública? ¿Por qué el diario El País
valora como un "escándalo" lo realizado por el diario News ofThe World (NoW)? ¿Qué efectos
podrían producirse sobre la opinión pública si todos los diarios nacionales decidieran, con el fin
de "obligar a otros a rendir cuentas", implementar la práctica de las escuchas ilegales?
Los grandes partidos políticos de nuestra época encomiendan el diseño de sus comunicaciones
a consultoras especializadas
Por otro lado, en un contexto electoral, resulta fundamental que las propuestas del candidato
se den a conocer y reciban valoraciones favorables de la opinión pública.
La comunicación gubernamental apunta no sólo a lograr un mayor protagonismo del candidato
en cuestión, sino también a cuidar las formas en que se da dicha presencia mediática. Para
ello, resulta fundamental que las acciones realizadas o las iniciativas futuras cobren estado
público, es decir, que lleguen al conocimiento de la población. El problema se encuentra
cuando la publicidad de las distintas plataformas electorales se realiza bajo la interpelación a
un "voto consumo"; es decir, bajo una lógica que presenta al candidato como sí fuera en sí
mismo una empresa. En este caso, la comunicación política se desplaza al terreno del
marketing político.
Ahora bien, debemos preguntarnos por los efectos de ese corrimiento de la comunicación
política hacia el terreno publicitario: ¿implica el mismo grado de responsabilidad seleccionar a
un candidato para otorgarle nuestro voto que elegir una marca de fideos por sobre otra? Está
claro que la respuesta resulta negativa. Aun así, el marketing político es una de las áreas de la
comunicación política que continúa ganando terreno en la planificación de las campañas
electorales.
Los especialistas en marketing político establecen algunas pautas para trabajar en una
campaña electoral sobre la imagen del partido político y el candidato. Entre ellas destacamos
las siguientes:
La 'ciberdemocracia'
Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, en particular Internet, algunos intelectuales
creyeron posible lograr un mundo interconectado. Es decir, mostraron cómo es posible la
constitución de un espacio en el que los distintos individuos, en igualdad de condiciones
(frente a una PC con acceso a Internet), pondrían en práctica el ejercicio de la democracia.
Sin embargo, la cuestión del acceso a Internet fue el primer escollo que dichas promesas
tuvieron que sortear: fueron matizando las expectativas sobre una sociedad integrada
mundialmente. Pero aún con las desigualdades en términos técnicos, se observa que día a día
se desarrolla un despliegue creciente de información. Al mismo tiempo, a fines de los años 80
y principios de los '90 distintos Estados Nacionales implementaron políticas de "transparencia"
y "calidad" institucional, utilizando para ello portales de Internet con información pública.
En un contexto donde el volumen de información disponible para todas las personas -con
acceso a Internet- es cada vez mayor, surgen, entonces, preguntas en torno al uso de las
nuevas tecnologías y su impacto en el espacio público. Se concluye que las nuevas tecnologías
nos enfrentan ante el problema de pensar los desafíos de la interacción virtual que se
despliega en la red. Emergen, también, nuevos debates que alimentan el campo de la
comunicación política, principalmente aquellos relacionados con los modos de caracterizar la
participación ciudadana en la web. El estudio de la comunicación política se enfrenta,
entonces, ante un nuevo desafío: intentar dar cuenta de la información que la sociedad pone
en circulación en la red; los modos en que los gobierno se vinculan con sus ciudadanos; y el
análisis de las políticas públicas destinadas a la inclusión (en su doble aspecto: digital y social).
ACTIVIDAD
1) ¿Qué opinas?: 'Los medios de comunicación masiva han influido muy poco en la política'.
Fundamenta con precisión.
2) Explica los conceptos de 'marketing político' y 'ciberdemocracia'. Luego redacta un párrafo
coherente utilizándolos.
3) Entre los aspectos de sus candidatos que los partidos buscan difundir se encuentra la
'honestidad certificada'. Explica de qué se trata.
4) ¿Se te ocurren otras virtudes de un candidato que convengan ser resaltadas en una
campaña electoral?
5) Averigua: una vez en el gobierno ¿los políticos siempre han confirmado la imagen de si
mismos que difundieron en las campañas electorales? Menciona ejemplos precisos. La
consulta de un libro de Historia Argentina puede ayudarte a contestar bien.
COMUNICACIÓN Y CULTURA
Imperialismo cultural
La producción de bienes culturales, esto es, de mercancías culturales regidas por la lógica del
mercado, fue identificada por los estudiosos de Frankfurt como uno de los procedimientos por
los cuales se profundizaban las relaciones de desigualdad y dominación características de la
sociedad capitalista. Bajo la forma con el que el capitalismo instauró su modelo de producción
industrial, se erige en otro terreno la industria cultural. Ésta no sólo sirve para poner en
circulación construcciones simbólicas tendientes a mostrar similitudes entre sectores sociales
distintos, sino también para multiplicar los tiempos de ocio regulados bajo la lógica del
consumo. Bajo esta hipótesis, la difusión de formas ideológicas singulares a través de los
medios de comunicación, resulta, para estos autores, una forma de imponer valores a otros
sectores sociales que de ningún modo se regían con los mismos patrones.
En suma, con el concepto de 'imperialismo cultural' se intenta advertir sobre otro proceso que
conforma su contracara: la dominación cultural. Es decir, la influencia ejercida por patrones
culturales hegemónicos a nivel mundial. Como ejemplo de esta tendencia, podemos
mencionar la cada vez mayor incorporación de palabras correspondientes a otros idiomas para
dar cuenta de nuestras prácticas cotidianas: delivery, service, vip, entre otras que ya forman
parte de nuestro vocabulario.
Multiculturalismo
Las reacciones ante los fenómenos de dominación cultural, han derivado en algunos casos en
el resurgimiento de movimientos ultranacionalistas. La pregunta se centra, entonces, en cómo
se construyen las identidades culturales; es decir, el significado del "Nosotros", del "Yo" y de
los "Otros".¿Qué quiere decir "Nosotros"? ¿Con qué valores, con qué creencias está ligada esa
definición?
Cuando la concepción de prácticas culturales diferentes es vivida como un atentado a la propia
cultura, estamos en presencia de prácticas xenófobas. Concebir al Otro como una amenaza
tiene entre sus fundamentos la creencia de que existe una cultura (la nuestra) superior a la
otra.
Ahora bien, en clara diferencia con esas formas discriminatorias de concebir lo social, se
identifican otras corrientes que apuestan a la convivencia pacífica de diversas prácticas
culturales. En esta perspectiva se concentran los análisis que intentan poner en cuestión las
significaciones sociales hegemónicas.
Uno de sus ejes de estudio está centrado en la deconstrucción de los estereotipos circulantes,
tanto en los mensajes de la vida cotidiana como en los medios masivos de comunicación. Si
bien la corriente multiculturalita constituye un avance en torno a la democratización y el
respeto cultural; por otro lado, recibe críticas desde perspectivas que le cuestionan el no
reconocimiento de las desigualdades sobre las cuales se erigen las actuales sociedades
modernas.
ACTIVIDAD
1) Consulta diarios y revistas, y recorta avisos publicitarios o noticias que reflejen el fenómeno
del 'imperialismo cultural'. Pégalos en tu carpeta, acompañados de un comentario personal.
2) ¿Qué significados se dan en el texto a los términos 'nosotros' y 'los otros'? Menciona
algunos ejemplos de tu experiencia personal: ¿con qué 'nosotros' te identificas?, ¿a quiénes
consideras 'los otros'?, ¿cómo te relacionas con ellos?
3) Explica el significado de 'estereotipo', 'xenofobia' y 'racismo'. Relaciónalos con la pregunta
anterior.
4) Conversen entre todos y opinen: ¿en la escuela se da alguna situación de xenofobia o de
racismo?. En caso positivo ¿qué habría que hacer ante esas situaciones?
4) ¿Qué es el multiculturalismo?
5) Si el profesor/ra está de acuerdo, podríamos organizamos en grupos, elaborar
dramatizaciones de situaciones de xenofobia y racismo, y representarlas en el frente. Una idea:
podrían hacerlo sin palabras, sólo con movimientos corporales y con gestos. El curso evaluaría
cada dramatización, calificándola de 0 a 10.
6 ) Otra idea, sujeta a la aprobación del/la docente: podrían destinar un módulo a confeccionar
collage contra el racismo y la discriminación. Una vez evaluados por el/la profesor/ra podrían
colocarse en las carteleras de la escuela.
Estereotipos
Debido a las fuertes críticas que las perspectivas multiculturalistas han despertado entre
distintos teóricos. Encontramos otro camino para analizar la construcción de las identidades:
los estereotipos.
En principio, podemos señalar que los estereotipos son representaciones que se basan en el
sentido común. Es decir, son valoraciones fundadas en prejuicios sobre distintos grupos
sociales. Se construyen con la selección sesgada de algunos rasgos de determinados actores
para definir la totalidad de sus características. Estas construcciones simbólicas se presentan en
el terreno social como si fueran una descripción fiel de atributos inmanentes de determinados
sectores de la sociedad. Sin embargo, en tanto que son resultado de un proceso de
producción, interesa conocer ¿qué evaluación se realiza sobre el sector social aludido y desde
qué posición se realiza?
Dado que permiten organizar rápida y fácilmente la información sobre el mundo, los
estereotipos tienen elementos ciertos y falsos; sin embargo, intentar descubrir cuál es cuál
resulta infructuoso. En su lugar, debemos atender a la relación nosotros / otros que plantea
dicha selección ideológica.
Así, desde le punto de vista de lo ideológico, nos podemos preguntar: ¿sobre qué bases
construyen, los medios, sus afirmaciones? ¿con qué creencias trabajan? ¿qué significaciones se
refuerzan? ¿cuáles se dejan de lado? ¿con qué grupo de poder se pueden organizar las
interpretaciones que ofrecen?
ACTIVIDAD
1) Elabora ejemplos de estereotipos. Por ejemplo: 'las mujeres no saben conducir automóviles'
y expresa tu opinión sobre ellos. También pueden trabajar en grupos en la clase, pensando un
ejemplo cada grupo y realizando una puesta en común.
2) Piensa en los programas de televisión que ves habitualmente e indica si a través de ellos se
difunden estereotipos. En ese caso, indica cuáles son.
3) Conversa con tu compañero/ra de banco y opinen qué piensan de los estereotipos. Pongan
sus conclusiones por escrito.
ACT 3
Paper: Las voces de un Dictador. La figura de Franco desde los micrófonos de Radio
Nacional de España
Las voces de un dictador. La figura de
Franco desde los micrófonos de Radio Nacional de España (1937-1959)Salvador Gómez-
García1Nuria Navarro-Sierra2
Resumen
Este artículo plantea un análisis de la construcción sonora de la figura de Francisco Franco en
el marco del discurso emitido por Radio Nacional de España durante la Guerra Civil y los
primeros veinte años del régimen franquista en España. Esta investigación quiere establecer
las características y la evolución de la construcción propagandística de la figura mitificada de
Franco ajustada a los intereses políticos del aparato de propaganda del régimen.
Palabras clave
Medios de comunicación de masas, propaganda, dictadura, España.
Introducción
Esta investigación1 aborda la construcción y mitificación de la figura de Francisco Franco en el
marco de la programación emitida por Radio Nacional de España desde su fundación, durante
la Guerra Civil, y los primeros veinte años de régimen franquista. Para ello, se plantea analizar
las principales características de la construcción radiofónica de la figura de Franco, así como su
evolución, en relación con los intereses políticos del aparato de propaganda del régimen. Esta
construcción se inicia con una doble función. La primera –el nacimiento de Radio Nacional de
España en enero de 1937– fue la culminación del proyecto radiofónico del aparato de
propaganda del régimen (Davies, 1999, pp. 475-478), que trataba de combatir –instaurando un
frente radiofónico único– la dispersión de voces republicanas en las ondas, que respondía a la
heterogeneidad ideológica del bando republicano (Balsebre, 2001, pp. 468-472). La segunda
función de este ente fue la búsqueda de la exaltación, como señalaba un decreto de 30 de
septiembre de 1936, “por razones de todo linaje”, de la figura de Francisco Franco como jefe
de Estado y Generalísimo de las fuerzas nacionales de tierra, mar y aire de la zona nacional en
España durante la contienda. A partir de este hecho, se intensifica hasta la superabundancia su
presencia en los medios de comunicación y se produce una exaltación de su imagen en torno a
una elaborada mitología caudillista sobre el respaldo de un liderazgo carismático
Esta imagen mitificada de la figura de Franco fue evolucionado, como lo hizo el régimen, a lo
largo del tiempo y, actualmente, hay un amplio número de estudios que se han hecho eco de
esta construcción (Reig, 1995; Chamorro, 1998; Preston, 2002; Box, 2010; Sevillano, 2010) y su
proyección en los medios de comunicación (Ellwood, 1987; Palacio, 2005; Amaya, 2008;
Rodríguez, 2008, pp. 36-100). Sin embargo, hasta el momento no se ha publicado ningún
artículo que plantee dicha construcción en uno de los medios con mayor alcance persuasivo de
la época: la radio.
Metodología
A partir de este amplio marco general se plantea una aproximación que busca precisar cómo
se desarrolló la construcción radiofónica de la figura de Franco desde los micrófonos de Radio
Nacional de España. El marco temporal de esta investigación responde, además, a una
cronología concreta vinculada a la Guerra Civil y al periodo inicial de la dictadura franquista,
comúnmente denominado ‘primer franquismo’ (Tusell, 1996, pp. 249-264). El motivo
responde, específicamente, a las etapas de desarrollo de la mitología del propio Franco por
parte del régimen con la génesis y consolidación del ente estatal de radiodifusión.
El método óptimo para esta investigación partiría del análisis de la programación
radiofónica durante este periodo. Sin embargo, se trata de una labor compleja. La primera
dificultad que plantea es la casi total ausencia de las fuentes sobre las que se quiere investigar.
Es decir, los propios mensajes. La grabación magnetofónica no fue una realidad hasta
mediados de los cincuenta (Balsebre, 2001, pp. 9-11) y, en muchas ocasiones, las grabaciones
eran reutilizadas o desechadas tras su uso (Ginzo, 2004, p. 15). Sin embargo, se han podido
localizar algunos fragmentos sonoros del fondo de Radio Nacional de España correspondientes
a estos años que sirven como una referencia no exhaustiva.
Por lo tanto, el material de trabajo empleado es, paradójicamente, el escrito. En primer
lugar, la prensa periódica (ABC) y los diferentes magazines radiofónicos de la época,
especialmente los portavoces de la emisora estatal: Radio Nacional (1939 a 1945) y Sintonía
(1947 a 1951). Esta documentación escrita permite conocer los registros de la dictadura
franquista y adecuarlos a los diferentes escenarios históricos en que se produjeron. Se
obtienen así los diferentes pulsos del discurso oficial analizados desde una retrospectiva
histórica con una limitación significativa: sólo se da cuenta de aquello que el régimen quería
contar. Para superar las limitaciones de este tipo de documentación se ha dispuesto de otras
fuentes de interés: circulares, correspondencia y guiones, visados por la censura. Dicha
documentación se encuentra localizada en el Archivo General de la Administración (a partir de
ahora, AGA) en Alcalá de Henares (Madrid, España). Ahí se encuentran los aspectos más
significativos de esa investigación en cuanto se conocen, de forma matizada, las intenciones de
aquellos que dirigían la radio estatal. También la información, de carácter escaso y
fragmentario, localizada en el archivo sonoro de Radio Nacional de España, que se enfrenta a
las limitaciones ya apuntadas. Y, por último, las recopilaciones de programas en forma de
libros o referencias documentadas en memorias han sido de gran interés para completar esta
investigación.
Resultados
La construcción radiofónica de un mito: la Guerra Civil
Las ventajas de la radiodifusión sobre el resto de medios al iniciarse la Guerra Civil eran
evidentes para el bando nacional. Su concepción de la radio respondía a coordenadas
totalitarias: “en ningún caso un Poder como el nuestro, nacido de la guerra y legitimado por la
victoria, abandonará la Radio, pues sería abandonar precisamente la base de la educación
cultural y política del pueblo español” (Tovar, 1936, p. 17). En cualquier caso esta confianza en
el medio fue el caldo de cultivo sobre el que se ordenaron las primeras emisiones de Radio
Nacional de España en enero de 1937. Inicialmente fue la ‘voz oficial’ del bando rebelde y, una
vez ganada la guerra, se consolidó como uno de los pilares de la propaganda oficial para
consolidar la legitimidad del ‘Nuevo Estado’ en la figura de Franco, líder del régimen y general
victorioso.
En los primeros meses tras el alzamiento, la propaganda de los nacionales había
destacado los méritos militares de los generales sublevados. A partir del 1 de octubre de 1936,
cuando se proclamó a Franco jefe del gobierno y del Estado español, esta tarea se concretó en
la figura del nuevo caudillo. Las líneas clave de la propaganda de este periodo atendieron a su
meteórica carrera militar y su nombramiento como Generalísimo de los ejércitos. En concreto,
la propaganda radiofónica comenzó la construcción de la figura de Franco a partir de su
condición de soldado y su papel de general del ejército. Evidentemente, a medida que avanzó
el conflicto, el bando nacional acumuló victorias que perfilaban esa imagen de magnífico
estratega o de general victorioso cuyos logros siempre estaban a la altura de sus objetivos
iniciales, incluso aunque éstos no se hubiesen cumplido (Bahamonde y Cervera, 1999, pp. 169-
221). En esta línea de intención se inscribe un mensaje de Radio Castilla de Burgos el 22 de
noviembre de 1936, donde se adelantaba la ‘toma de la capital’ de España:
El jefe de Estado, excelentísimo señor general Franco, ha indicado que la inminente
toma de El Escorial y de su monasterio de San Lorenzo, principal centro histórico y
religioso de España, equivaldría a la conquista de la capital. Por lo que respecta a
Madrid, el general Franco no considera justo apoderarse de la ciudad a sangre y
fuego y evitará en esta operación el innecesario derramamiento de sangre.
José Antonio Primo de Rivera no fue la única figura dentro del bando nacional eclipsada
radiofónicamente por el general Franco. Desde los inicios del conflicto, el general Queipo de
Llano había contribuido a la popularidad de la causa del bando nacional y, en concreto, a su
éxito inicial en Sevilla. Primero con sus intervenciones de los días iniciales y luego con su
charlas (Checa, 2000, pp. 20-42; Gibson, 1986; Queipo de Llano, 2001). Era, sin duda, la figura
de un militar mucho más ‘carismático’ que Franco, con una mayor capacidad y soltura de
palabra, y con un estilo ‘aguardentoso’ que se popularizó enormemente. La vehemencia
improvisada de Queipo fue el principal escollo al que se enfrentaron los responsables de
propaganda en Sevilla, temerosos de que el general se apartara de las directrices emanadas
por los servicios de ‘prensa y propaganda’ del Estado o de la Falange. Desde el 1 de febrero de
1938, Queipo de Llano dejó de emitir sus famosas charlas para no ensombrecer el mito que se
empezaba a construir en torno a Franco como caudillo victorioso (Queipo de Llano, 2001, p.
237). En esa fecha, además, se procedió al traslado de la emisora de Radio Nacional del Palacio
de Anaya en Salamanca a Burgos, sede del nuevo Gobierno nombrado por Franco. Otros
militares, como el general Mola, el general Moscardó o el jefe de la Legión y general Millán
Astray, también fueron difuminados en este proceso.
Esta promoción de la figura de Franco también implicó un esfuerzo de Radio Nacional
por hacer llegar estos mensajes a un público lo más amplio y receptivo posible. Por eso, una de
las mejores oportunidades de hacerlo fue dirigiéndose a las audiencias posiblemente más
receptivas: los niños. Con ese motivo, Fernández de Córdoba ahondaba en los sentimientos
nacionales en su presentación de la biografía de Franco en la sección de “Ondas Animadas” en
1938:
El Generalísimo Franco. Nació en el Ferrol y por eso hoy se llama Ferrol del Caudillo.
Franco iba siempre delante de sus legionarios valientes montado en su caballo
blanco, gracioso, que corría a galope. Los enemigos tenían mucho miedo cuando
veían venir al capitán que parecía un niño con su espada desenvainada seguido de
sus legionarios que gritaban con toda la fuerza de sus pulmones: “Viva España!” y
cantaban lo mismo cuando vencían que cuando morían.
A los 20 años, Franco era capitán.
Él es el caudillo que nos ha llevado a la victoria. Como es muy valiente y muy bueno
quiere mucho a los niños españoles. Vosotros al levantaros y al acostaros tenéis que
rezar todos los días “Dios mío, yo quiero mucho a España. Yo quiero muchísimo al
Generalísimo Franco”.3
un locutorio próximo, se halla preparado el cornetín […] que al encenderse la luz roja,
a continuación de anunciarse la hora lanza alegre sus notas vibrantes que os hacen
estremecer e incorporaros para escuchar la lectura de El diario del
Generalísimo, que así pudiera llamarse el Parte oficial de Guerra” ( Fernández de Córdoba,
1938, p. 5).
4
5
8. El Caudillo y el Mar
9. El Caudillo y la reconstrucción nacional
10. La popularidad del Caudillo
11. El Caudillo en la organización sindical española
12. El Caudillo y las juventudes españolas
13. El Caudillo y la posguerra española” (AGA, 1941).
De estas trece líneas argumentales, al menos cuatro (1, 4, 9 y 13) se referían a Franco
como estadista. Cinco de ellas (2, 3, 6, 7 y 8) lo presentaban como soldado; las cuatro restantes
(5, 10, 11 y 12) podrían incluirse en un amplio apartado que indistintamente manifiesta formas
de apoyo político y popular. Son tres grandes bloques que constituyeron el discurso de la
inmediata posguerra y, por un mero hecho de su repetición, parte del vocabulario político que
la audiencia asociaba a la figura de Franco.
El otro aspecto que caracterizó a la representación de Franco durante la década de los
cuarenta fue la exaltación del líder carismático amado por su pueblo. No en vano, en las raíces
dictatoriales del régimen franquista se encuentra la exaltación de las masas. NO-DO nos ha
legado un gran número de actos populistas de Franco en el que éste se relaciona directamente
con el pueblo. Sin embargo, estas manifestaciones, de las que apenas quedan referencias, de
apoyo a Franco y la dictadura eran mucho más difíciles de transmitir por radio:
Radio Nacional de España, el pasado lunes 26 [de enero de 1942] a la una de la tarde,
retransmitió a toda España los brillantes actos que se celebraron en la capital de
Cataluña con motivo del III aniversario de su liberación. Las aclamaciones de la
multitud resonaron constantes, a través de nuestros micrófonos. Al paso victorioso
del Ejercito y de la Falange. Presidió estos actos conmemorativos el Jefe del Estado
español, que fue constantemente vitoreado. Al terminarse el desfile, el ministro del
Ejército, el General Varela, leyó el parte de guerra del Cuartel General
correspondiente al 26 de enero de 1939, en donde consta la liberación y conquista de
Barcelona. A continuación entre innumerables aclamaciones de la muchedumbre, el
caudillo pronunció el siguiente discurso… (Radio Nacional, 1942, 169, p.1).
Esta presentación del apoyo popular podía ser identificada como señal incondicional de
adhesión a la figura de Franco, no sólo por la capacidad de convocatoria del acto sino, además,
por la entrega de las masas. La primera frase del discurso del caudillo, impregnada de cierta
condescendencia paternal, no arrojaba dudas sobre la entrega y la espontaneidad de la
multitud: “Queridos barceloneses, si guardáis unos instantes de silencio, podré expresaros
unas palabras”. La propia lectura, cuatro años más tarde, del parte de guerra de la liberación
de Barcelona, reivindicaba quién había liderado la victoria, especialmente ante los críticos (en
el interior y en el exterior) con el régimen.
En fin, la radio se consolidaba como un testigo fiel de las adhesiones públicas a Franco.
Sin embargo, la materia prima (sonora) para construir un referente de ‘caudillo victorioso’ era
más limitada desde el punto de vista material y técnico que la de otros medios como el cine o
la fotografía, que tenían a su favor el tiempo de reflexión y, en ocasiones, una mayor variedad
de materia prima para elegir y seleccionar.
La década de los cincuenta: el jefe de Estado
El principal rasgo en la representación radiofónica de Franco durante la década de los
cincuenta fue la evolución del personaje. La fórmula de referencia para Franco pivotó de
‘Caudillo’ y ‘Generalísimo’ a ‘Su Excelencia el Jefe de Estado’. El alejamiento de la naturaleza
castrense de Franco por esta interpretación del jefe de Estado y artífice de la regeneración del
país responde, posiblemente, a las necesidades de consolidación exterior a las que el régimen
se enfrentaba en virtud del aislamiento al que estaba sometido. En la crónica política existen
referencias al ejercicio de las atribuciones de jefe de Estado y jefe de Gobierno. Especialmente,
en cuanto se refiere a la recepción de embajadores y diplomáticos, en los juramentos de los
nuevos ministros, cuyos consejos presidía, y en la presidencia de las sesiones inaugurales de
las Cortes.
Las visitas de figuras de estado de países extranjeros a partir de finales de los cuarenta
suponían, al menos así lo entendía la propaganda estatal, la demostración palpable de los
apoyos que Franco conseguía en el extranjero. En todas ellas, Radio Nacional de España
participó en la construcción del discurso. Es obvio que el ente estatal era consciente de la
importancia de estos momentos y del mensaje que, como portavoz oficial del régimen, debía
hacer llegar a los españoles.
El hito informativo más relevante, y el primero desde el punto de vista cronológico, fue
la visita a España en 1947 de la actriz radiofónica y primera dama argentina Eva Duarte,
conocida como Evita Perón, esposa del presidente argentino Juan Domingo Perón, en un viaje
que se realizaba en el contexto de aislamiento internacional sufrido por España y las
extraordinarias relaciones Perón-Franco desde febrero de 1946 hasta finales de 1949 (Rein,
1995). Por tanto, las coordenadas hay que situarlas en el apoyo del régimen peronista (en
préstamos y en exportaciones de alimentos a crédito) a la maltrecha España de la posguerra
en el contexto internacional, ya apuntado, de condena internacional al régimen franquista.
El hecho de que un minuto después de tomar tierra el avión que conducía a la esposa
del presidente argentino fuera comunicada la noticia a todos los españoles es una
hazaña de la que puede enorgullecerse la Radio Nacional, y con ello toda la española,
pues demuestra el grado de madurez alcanzado por nuestra entidad oficial de
radiodifusión.
El magnetófono de cinta, que se usaba por primera vez en España, fue la herramienta de
esta narración más interesada en los aspectos dramáticos que informativos. Uno de los
reportajes de los ‘diarios hablados’ de Radio Nacional de España, a finales de junio de 1947, da
idea de las claves en la narración de un momento particularmente emotivo: el regreso de Eva
Perón a Buenos Aires:
Locutora: Después de visitar doña Eva a Nuestra Señora de Montserrat, la Moreneta,
llegó la hora de la despedida... Fue un momento triste...
Locutor 1: Y porque ya no podía haber separación...
Locutor 2: Nosotros llevamos a todos los españoles el acento de su despedida...
Cinta: Voz de Evita Perón.7
Locutor 1: En realidad besaba a España.
Locutor 2: Y también España besaba Argentina.
Locutora: España y la Argentina, unidas y hermanadas, alegres y prósperas, trabajadoras y
fuertes, con sed de futuro.
Locutor 1 (en fade, gritos de “¡Franco!”): En todos los labios, en todos los corazones,
el mismo grito, el mismo anhelo: Franco y Perón, España y Argentina.
Locutor 2: El avión de Doña Eva se iba hacia el cielo. Abajo se enlazaban unidos los
himnos de la Argentina y España.8
7
8
En todos estos encuentros que unían a España con países al otro lado del Atlántico se
“confraternizaba a través de las ondas” con “la nación hermana” de turno. Un editorial de
1951, año en que se han localizado 17 emisiones de estas características, describía su rol en
cuanto que:
España contaba desde entonces con una potente emisora, con la que dejaba oír su
voz en los queridos países de la América hispana. Tras muchos cientos de años
transcurridos, desde que nuestras naves cristianas llevaron a aquellas tierras el
mensaje de la civilización del viejo mundo, España volvía otra vez hasta ellos por el
éter con un abrazo de gigante, posible tan sólo por el tesón insobornable de un grupo
de españoles que trasladaron al mundo de la técnica un deseo fervoroso y encendido
en el corazón de Francisco Franco [...] De la trascendencia política de las emisiones,
nada debemos decir en nuestro favor. La radio, como todo género de actividades en
la España de Franco, no es ni más ni menos que un servicio en favor [sic] de la gran
causa, de la santa verdad española. No debemos hablar, además, porque bien
palpables están los hechos. La rectitud de nuestra conducta, la clara y honrada línea
de nuestra política, la sana intención de nuestros propósitos, no pertenecen ya al
mundo de las tinieblas que forzaron los rojos con el oro de España. El mundo hoy
puede oír la verdad; puede escucharla. Y la escucha a diario (Sinto-
nía, 1951, 341, p. 1).
Para entonces –1951– lo peor del aislamiento ya había pasado. La mayor parte de los
estados iberoamericanos reconocieron con prontitud el régimen español y volvieron a enviar a
sus embajadores a Madrid. El empeño franquista de construir lazos de unión, basados en la
idea de hispanidad, había triunfado. Desde luego, el éxito no debía tanto a este hecho como a
la coyuntura internacional, puesto que la Guerra de Corea había agudizado la Guerra Fría. Con
todo, Franco y Radio Nacional de España podían atribuirse un éxito, aunque las causas de éste
fueran claramente coyunturales. En este complejo contexto, el viaje de Evita a España había
constituido un hito de gran interés, tanto político como radiofónico. Sin embargo, antes se
habían abierto los puentes con “la gran figura representativa del vasto mundo musulmán”, el
rey Abdullah I de Jordania. Una vez más, como reconocía la crónica de Sintonía (1949, 56, p. 3),
Los micrófonos de Radio Nacional han recogido desde el primer instante de su
llegada las palabras del rey Abdullah y lo han seguido en su amplio itinerario que
comprende desde el Norte de España hasta la Bética, donde los árabes tuvieron su
Siglo de Oro y donde se conservan con amor los vestigios y las tradiciones del arte y
la cultura musulmanes (1949, 56, p. 3).
En fin, todo un logro en el que quedaba claro que se trataba de “el Monarca que admira
a nuestro Caudillo, que se interesa por la victoria de nuestra Cruzada y que ha expresado su
entusiasmo por la obra constructiva de nuestro triunfal Movimiento”.
A esta visita siguieron otras, pero el final de este periodo de bloqueo internacional se
encuentra, en un nivel simbólico, el 21 de diciembre de 1959. Ese día aterrizaba en el
aeropuerto de la base norteamericana de Torrejón de Ardoz el presidente de los Estados
Unidos, Dwight Eisenhower. Era la primera visita oficial a España de un presidente
popular que recibía a través de un factor fundamental: su papel de testigo directo de dichas
celebraciones, un recurso que se empleaba con frecuencia en NO-DO (Rodríguez, 2008, p.
236).
En ese sentido, Franco protagonizaba, indistintamente, dos tipos de actos que
representaban estas dos facetas principales de su superioridad. Por un lado, aquellos
relacionados con el ejercicio del poder. Constituían la mayoría y se trataba de actividades
diversas. Unas veces como jefe de Estado reconocido por los diferentes estados: reuniones con
líderes internacionales (Hitler, Mussolini, Salazar, Eva Perón, Eisenhower, etc.) o recepción de
credenciales de los embajadores. Otras, en su papel de cabeza suprema de las principales
instituciones del Estado, inauguraciones y clausuras de actos políticos relacionados con su
gestión política, etc. En fin, una actividad que no es ajena a ninguna forma de gobierno.
Por otro lado, Radio Nacional de España cultivaba la elaboración de la imagen popular
de Franco, sobre todo con ocasión de sus ‘desplazamientos’ por la geografía española. La
crónica política difundida desde las emisoras resaltaba su presencia entre las multitudes en
una especie de continuado referéndum popular de adhesiones ‘espontaneas’ de las gentes en
sus recorridos por la geografía española. Un modo de intentar asentar su liderazgo sobre la
base de la aceptación social. Este tipo de noticias y conexiones estuvieron presentes durante
todo el periodo, pero tuvieron una especial relevancia a lo largo de los cuarenta,
especialmente durante las crisis exteriores más relevantes del régimen.
Por último, conviene advertir la variable cronológica en la construcción de la figura de
Franco y el periplo de Radio Nacional de España en ese quehacer. El ente oficial de
radiodifusión supo adaptarse a las diferentes velocidades que impuso el régimen a lo largo de
sus dos primeras décadas colaborando en la transformación de la figura sobre la que se
depositaba la legitimidad del régimen. En fin, la contribución de Radio Nacional de España
debió ser percibida como muy importante, dada su amplia penetración social. Pero, además,
como ya se ha comentado, la radio tenía la capacidad de difundir la figura del caudillo en el
entorno más ‘íntimo’ de la población española, en el familiar. En ese sentido, la imagen de
cercanía que pudo proyectar fue, probablemente, la mayor que consiguió un medio durante
este periodo. Desde luego, resulta casi imposible hacer valoraciones absolutas, sólo queda
resaltar en qué ámbitos y de qué modos podía producirse. El sentido de estas emisiones
descansaba sobre el hecho de que la legitimidad del régimen se vinculaba a la imagen del
propio Franco. Si en la década de los cuarenta la figura de Franco brillaba en su faceta militar, y
a través del discurso de clausura del III Consejo Sindical se le alejaba de los ‘ardides políticos’,
en la década de los cincuenta se replanteó esta lectura a través de su asociación con
actividades características de un hombre de estado y con sus homólogos internacionales.
Además, Radio Nacional abordó una labor de limpieza interior y exterior frente a las
acusaciones que Franco recibía de la oposición exiliada en el extranjero.
Hay que situar en su contexto el grado de aceptación que logró alcanzar la figura de
Franco. Desde luego, es una de las cuestiones más difíciles de responder en la actualidad. Por
un lado, en los años iniciales de la posguerra española no se debe minusvalorar su aureola de
éxito ente sus partidarios, que no eran una minoría reducida. Hay que pensar también en el
trauma de la derrota en el caso de los enemigos. Un modo de explicarla razonablemente sería
precisamente admitir una cierta grandeza o superioridad al enemigo. Tampoco hay que olvidar
el potencial efecto búmeran de la propaganda radiofónica. La disensión, especialmente la
relacionada con problemas cotidianos, se realizaba en el ámbito de lo privado, como la
respuesta “menos Franco y más pan blanco” frente a la música y el saludo del ‘parte’ de Radio
Nacional (Díaz, 2003, p. 12). Sin datos, y no tenemos los suficientes, es imposible establecer un
balance. Es indudable que la construcción de arquetipos adquiere fuerza a medida que sus
audiencias les otorgan credibilidad, pero eso no depende tanto de los organismos oficiales sino
de la predisposición de los receptores para asimilar los mensajes emitidos. Por tanto, se puede
afirmar que la experiencia fue efectiva en cuanto se logró la construcción de una imagen
determinada de Franco y que ésta se transmitió. Otra cosa son las mentalidades colectivas de
los ciudadanos que vivieron y escucharon estos momentos históricos.
Tanto los estudios de la mass communication research en Estados Unidos como los de la
Escuela de Fráncfort se desarrollaron principalmente entre las dos guerras mundiales en
medio de la aparición de los totalitarismos que se instauraron en Alemania con Adolf Hitler,
en Italia con Benito Mussolini y en España con Francisco Franco. El contexto, en síntesis:
conflictos armados y totalitarismos, todo en territorio europeo.
No es de extrañar que los miembros de la Escuela de Fráncfort, al rumbo que iba tomando la
sociedad contemporánea como consecuencia de la industrialización avanzada, tuvieran una
visión marcadamente pesimista y que achacaran los males. Estados Unidos geográficamente
estuvo fuera de la guerra y los poderes nacionalsocialistas no se instauraron en su territorio.
De allí que no sorprende que la visión de los investigadores norteamericanos fuera diferente
a la de los europeos y, en cierto modo, optimista. Si para los norteamericanos el
asentamiento de la industrialización significaba progreso y bienestar, para los teóricos de
Fráncfort significaba destrucción, muerte e intolerancia.
La unión de una creciente productividad y una creciente destructividad; la inminente
amenaza de aniquilación; la capitulación del pensamiento, la esperanza y el temor a las
decisiones de los poderes existentes; las preservaciones de la miseria frente a una riqueza
son precedentes… incluso si estos elementos no son la raison dêtre de esta sociedad sino sólo
sus consecuencias; su pomposa racionalidad, que propaga la eficacia y el crecimiento, es en
sí misma irracional.(Marcuse, 1993, p. 23)
Es decir, una sociedad que en nombre de la razón llega a niveles de destrucción de la vida
humana y natural como a las que asistió la sociedad mundial de la primera mitad del siglo XX
no puede ser nunca racional y, a juicio de los teóricos francfortianos, no puede ser nunca
una racionalidad (técnica/instrumental) aceptable (Morales, 2008).
Para Marcuse, la amplitud que asume la aceptación pasiva por parte de las personas de ese
tipo de consecuencias del progreso convierte a la sociedad industrial en totalitaria. Totalitaria
entonces no es solo la sociedad que está dominada por regímenes políticos como los europeos
ya mencionados, sino aquella como la norteamericana, donde reina la democracia.
En esa sociedad, el aparato productivo tiende a hacerse totalitario en el grado en
que determina, no sólo las ocupaciones, aptitudes y actitudes socialmente necesarias, sino
también las necesidades y aspiraciones individuales. De este modo borra la oposición entre la
existencia privada y pública, entre las necesidades individuales y sociales. (Marcuse, 1993,
Este proceso de totalitarización no solo atañe a las formas de vida de la sociedad industrial,
sino a las sociedades preindustriales, las capitalistas y las comunistas.
¿Cuál es el papel de la tecnología, entre ellas de las tecnologías comunicacionales, respecto
a la consolidación de las tendencias totalitarias de la sociedad? En contraposición con los
regímenes políticos totalitarios que recurren a la violencia, el terror, la represión y la
supresión (que incluso no siempre resultan efectivas), en las sociedades industriales
totalitarias la tecnología serviría para instituir formas de control social que son por un lado
más agradables y por otro lado más efectivas. En palabras de Marcuse:
En virtud de la manera en que ha organizado su base tecnológica, la sociedad industrial
contemporánea tiende a ser totalitaria. Porque no es sólo “totalitaria” una coordinación
política terrorista de la sociedad, sino también una coordinación técnico-económica no-
terrorista que opera a través de la manipulación de las necesidades por intereses creados,
impidiendo por lo tanto el surgimiento de una oposición efectiva contra el todo. No sólo una
forma específica de gobierno o gobierno de partido hace posible el totalitarismo, sino también
un sistema específico de producción y distribución que puede muy bien ser compatible con un
“pluralismo” de partidos, periódicos, “poderes compensatorios”, etc. (1993, p. 33).
INDUSTRIA CULTURAL
Dice Wolf (1987) que el origen de la expresión industria cultural se remonta al texto Dialéctica
de la ilustración, de Horkheimer y Adorno, texto comenzado en 1942 y publicado en 1947. En
las versiones preliminares del texto, la expresión utilizada es cultura de masas. La sustitución
de esta por industria cultural es realizada por los autores para eliminar desde el principio la
interpretación más corriente, es decir, que se trata de una cultura que surge espontáneamente
de las propias masas, de una forma contemporánea de arte popular.
Afirman Horkheimer y Adorno que, en la época de la sociedad industrial, el progreso cultural
es en realidad retroceso porque los diferentes sistemas y medios de comunicación generan
explicaciones y justificaciones acerca de lo que ocurre socialmente en clave tecnológica, lo que
logra estandarización, soluciones estereotipadas y organización, considerando solo los gustos
del público, aunque eso implique baja calidad (falta de educación, de búsqueda de ideas
solidarias, etc.). Es así como los productos que ofrecen los medios de comunicación masivos
contienen una jerarquía de calidades que se vinculan con la serie y, como el abordaje es
integral (cine, radio y prensa), constituyen un sistema entrelazado y todos toman el mismo
producto, imponiéndolo, manipulándolo y transformándolo en un instrumento de poder y de
dominio.
Un ejemplo de ello es que un producto elaborado para ser distribuido bajo determinada
tecnología es utilizado y reelaborado para ser difundido (vendido) en otro formato: “la
trama de una novela (que) ya está pensada para una película hasta el último efecto sonoro”
(Adorno, y Horkheimer, como se citan en Wolf, 1987, p. 95).
Creemos que el ejemplo presentado está descontextualizado en relación con la realidad. Por
ello, se incluye el que sigue a continuación. La asistencia médica que requiere la cirugía es para
que las personas adquieran o recuperen la salud. Sin embargo, los programas de reality show
hacen de las cirugías un espectáculo mediático. Esto que conlleva casi de modo absoluto a una
¿Qué características de la industria cultural, definida por Adorno y Horkheimer, tiene un reality
show de cirugía plástica?
En primer lugar, es una producción masiva (en grandes cantidades). No está pensado para
que los seres humanos comprendan cómo pueden sanarse, sino que todos los avances en
tecnología se orientan a tener un producto que se reproduce en grandes cantidades con el
objetivo de obtener la mayor ganancia posible, llegando a más y más público en el menor
tiempo posible.
En segundo lugar, y como contrapartida de ello, es una producción pensada para el consumo
masivo (de las masas). Las enormes inversiones que suponen la producción y grabación del
programa imponen la necesidad de recuperar la inversión realizada y además obtener
ganancias mediante la venta masiva. El consumo entonces se vuelve un apéndice de la
producción. El público no consume lo que quiere, sino lo que la industria ofrece.
En tercer lugar, la producción en serie es, metafóricamente, una cadena de montaje. La
salud es una mercancía, el cuerpo es un producto que se resuelve mágica y milagrosamente
gracias a la división de tareas económicas. ¿Qué director, qué guionista, qué cirujano, qué
persona se quiere mostrar en esta circunstancia? ¿Qué camarógrafo, guionista y, sobre todo,
qué patrocinador, el que publicita a lo largo y a lo ancho del planeta lo hará?
Esto lleva a la producción industrial de productos culturales, sea al igual que la producción
de tornillos o autos, una producción estandarizada, con esquemas y estereotipos que se
repiten de un producto a otro. Lo que la industria cultural “ofrece como completamente
nuevo no es más que la representación en formas siempre distintas de algo siempre
idéntico; el cambio enmascara un esqueleto” (Adorno, como se cita en Wolf, 1987,
Otro ejemplo paradójico de este concepto es la moda, que se propone como lo nuevo, lo
diferente, pero para que todos se vistan igual, se diviertan con las mismas cosas y vivan de la
misma manera.
Como lo sostienen Adorno y Horkheimer, la radio democrática vuelve a todos por igual
escuchas, para remitirlos autoritariamente a los programas por completo iguales de las
diversas estaciones. De este modo:
En un film se puede siempre saber en seguida cómo terminará, quién será
recompensado, castigado u olvidado; para no hablar de la música ligera, en la que el oído
preparado puede adivinar la continuación desde los primeros compases y sentirse feliz
cuando llega. (Adorno, y Horkheimer, 1944, https://goo.gl/GA2nz2).
Esta estandarización obedece a varios motivos. Por un lado, la necesidad de llegar a un
consumidor medio, que no se detenga en las particularidades grupales e individuales. Por
otro lado, porque lo verdaderamente nuevo, lo diferente sería un riesgo económico inútil en
el sentido de que, si un esquema, un formato, una idea funciona, tiene eficacia económica
(acapara un número de consumidores aceptable), ¿para qué arriesgarse a cambiar?
La eterna repetición de lo mismo regula también la relación con el pasado. La novedad
del estado de la cultura de masas… consiste en la exclusión de lo nuevo. La máquina rueda
sur place. Cuando llega al punto de determinar el consumo, descarta como riesgo inútil lo
que aún no ha sido experimentado. Los cineastas consideran con sospecha todo manuscrito
tras el cual no haya ya un tranquilizador best seller. (Adorno, y Horkheimer, 1944,
¿Cuáles son las consecuencias este modo de producción cultural para la propia cultura, para
el individuo y la sociedad?
En relación con la cultura y la industria cultural, puede analizarse desde diferentes problemas:
1) los productos;
2) los individuos;
3) la sociedad.
LOS PRODUCTOS
Eso es así porque no todos tienen la posibilidad de poder observar o tener una obra original.
Sin embargo, son muchos los que pueden conocer el arte, aunque sea su reproducción, sin
que se pierda frente a esta el placer verdaderamente estético, el goce que puede causar el
mensaje.
Sin embargo, si se piensa en nuestra realidad cultural, se debe aceptar que existe una baja
calidad estética en los productos que llegan a un público generalmente no culto solo porque
la industria cultural desea imponer algo porque es mercancía. También se debe aceptar que
muchos de los productos culturales están orientados de modo deliberados para que el
sujeto no piense, no imagine, no desarrolle un trabajo mental, no ponga en juego el criterio
reflexivo. Estamos rodeados de entretenimiento previsible, imágenes estereotipadas o
simplificadas, sonidos estruendosos que ensordecen sin permitir una mejor escucha. No
estamos en contra del consumo distraído, lo valoramos como una necesidad. No todo lo que
se observa o a lo que se accede debe ser comprometido. Sin embargo, reconocemos que la
aspiración de los productores parece ser la manipulación y la dominación del sujeto. Es la
lógica el consumo en este caso cultural como una forma de dominación.
Piensa cuánta diversión que no recuerdas has visto este año como programa de
entretenimiento o distracción. ¿Cuál era el argumento? ¿Qué se presentaba? Si era una
competencia, ¿quién ganó? ¿Qué méritos tenía el ganador o ganadora? ¿Qué hacía tan bien?
LOS INDIVIDUOS
Una consecuencia importante de la industrialización de la cultura es que se suprime o se
anula la autonomía del consumidor, el que no parece ser dueño para tomar sus propias
decisiones. La industria decide por él, moldea sus necesidades, las dirige y, de alguna
manera, las disciplina. Todo parece previsto, nada sorprende, nada conlleva a un placer
interno que haga sentir sensibilidad humana.
Los productos culturales que se ofrecen hoy, ¿están fundados en la realidad o son delirantes,
ajenos a lo cotidiano?
El tiempo parece poco valioso y, por ello, debe consumirse. La vida de las personas parece
reducirse al simple consumo frente a la fachada de la diversión que proporcionan los
medios.
A nosotros nos alarma ver por TV transmisiones desde alguna capital de provincia cuyo tema
central es presentar a jóvenes que salen de un centro de diversión y que explican muy
sonrientes que están embriagados porque tomaron de todo y de más. La cámara gira
después y muestra a dos patovicas golpeando salvajemente a un joven que quería ingresar
alcoholizado al lugar. Pero no es solo eso. Al ir al cine para divertirnos, hay películas con
argumentos que resultan alarmantes. Un ejemplo sería el siguiente: un padre va en
automóvil con su hijo y se detiene en una estación de servicio a cargar combustible. El joven
ingresa a un pequeño local de la estación a comprar una gaseosa. Llega un auto con cuatro
individuos y uno de ellos mata al joven. ¿Por qué? Porque era la noche de iniciación para
pertenecer al grupo. El padre hace lo que puede, pero el hijo muere. El hombre, enloquecido
después de varios días, reconoce el auto y lo sigue hasta que el vehículo llega a un lugar
determinado. Vuelve a su casa, recoge una maza y regresa al lugar para esperar a que el
individuo salga de la casa a la que entró. En ese momento, lo ataca y lo mata. Cuando los
tres individuos restantes de la pandilla se enteran de la muerte del compañero, resuelven
vengarse y van a buscar al padre al trabajo, quien, por supuesto, intenta huir, pero es
perseguido. En un momento, el padre ha conseguido dejar atrás a dos de los individuos,
pero pronto uno se aproxima y comienzan a pelear, hasta que el padre, arrinconado contra
un auto, abre la puerta del coche para subir. El individuo llega por detrás; el padre logra
defenderse, golpearlo y atontarlo. Al quedar la cabeza del individuo sobre el borde del auto,
el padre cierra la puerta y la abre una y otra vez contra la cabeza. Ahora nos preguntamos,
¿será por esto que los delincuentes en nuestro país consideran que pueden atacar a
cualquier persona, golpearla y violentarla?
Hay que reconocer que la fachada de la diversión que proporciona un medio tiene límites y
los valores que no se está dispuesto a transgredir o a dejar. La industrialización de la cultura
supone que divertirse significa siempre que no hay que pensar, que hay que olvidar el dolor,
incluso allí donde es mostrado. En la base de la diversión está la impotencia al cambio.
Consideramos que la diversión no es fuga, falta de lógica o de discernimiento. La diversión
debe posibilitar escapar de la realidad con sentido común. El efecto de fuga no puede ser
LA SOCIEDAD
Para Marcuse (1993), la sociedad tiene una tendencia totalitaria, de allí que la denominó
sociedad unidimensional. Además, se caracteriza por ser homogeneizante en hábitos y
pensamientos, logrando más homogeneización al integrar los bienes y productos que se
crean y difunden en la sociedad industrializada y, decimos, en la sociedad del consumo.
Por ejemplo: los medios de transporte y comunicación de masas, los bienes de vivienda,
alimentación y vestuario, el irresistible rendimiento de la industria de las diversiones y de la
información llevan consigo hábitos y actitudes prescriptas, ciertas reacciones emocionales e
intelectuales que vinculan de forma más o menos agradable a los consumidores a los
productores y, a través de estos, a la totalidad (Marcuse, 1993). Por ejemplo: de manera
específica, los medios de información sirven a los fines políticos, ya que promueven un
pensamiento unidimensional. Finalmente, como resultado de estas operaciones, se logra la
dominación que “se extiende a todas las esferas de la existencia pública y privada, integra toda
oposición auténtica, absorbe todas las alternativas” (Marcuse, 1993, p. 48).
Preguntas y reflexiones
Se puede decir que, si hay una corriente de investigación mal interpretada y tergiversada,
esta ha sido la Escuela de Fráncfort y la teoría crítica. Se conocen opiniones calificadoras:
elitista, pesimista, academicista, teologicista e incapaz de sintetizar a Marx con Freud. A
criterio de Muñoz (2009), estos tópicos circulan por textos, manuales y libros especializados,
pasando a ser un complemento inevitable cuando se estudia la escuela, el desarrollo, la
obra, las investigaciones.
¿Elitismo? Sí, se ha juzgado que la crítica a la cultura de masas en cuanto proceso de
destrucción intelectual en las poblaciones o sociedades de consumo es una actitud
despreciativa hacia la sociedad. Nada más alejado (Muñoz, 2009). Esta crítica deja de lado
las contribuciones esenciales al estudio del autoritarismo de la pseudocultura, por ejemplo.
¿Pesimismo? Se la identifica con lo apocalíptico y la desilusión y se le achaca no dar
soluciones. Por ella se considera que el propio pesimismo la condujo a teorías cerradas
sobre sí misma.
Queda una pregunta por formular, señala Muñoz: ¿Por qué tanto esfuerzo para desprestigiar a
una teoría?
Síntesis
La teoría crítica puede ser entendida como un planteo racional que emergió de dos
fundamentos:
1) la adaptación de la teoría marxista ante la nueva etapa avanzada del capitalismo, conjugada
con la teoría freudiana con la introducción del psicoanálisis. Es decir, Marx y Freud.
2) El replanteo de los problemas de la teoría, que ya no estudiaba como una realidad plana,
continua, estática, un estado histórico, y de la práctica interconectadas a la luz de la nueva
sociedad de masas y sus productos comunicativos emergentes.
En síntesis, expresado muy sintéticamente: investigar desde la teoría el uso político de los
medios y desde la práctica la incidencia de estos en la psicología colectiva.
En Escuela de Frankfurt: Primera Generación (Muñoz, 2009), se señala que, si hubiera que
hacer un resumen breve de la trayectoria cronológica de la Escuela de Fráncfort habría que
señalar cuatro etapas determinantes.
Revisión
En este módulo, se presentó la teoría crítica que se identifica con la denominada Escuela de
Fráncfort, teoría predominante en el contexto europeo hasta la década del 50 y, como
consecuencia de la emigración de los miembros fundadores, de fuerte influencia en los
Estados Unidos.
Los miembros de la Escuela de Fráncfort estudiaron cómo integrar los enfoques e ideas
principales de Marx y Freud, abordándose temas como: dominación colectiva de la sociedad,
autoridad y familia, análisis crítico de la sociedad industrial capitalista, serie y
estandarización. Incorporaron el concepto industria cultural y, dentro de este, bienes
culturales, producción cultural, actos culturales como valor productivo y económico, la
racionalidad técnica, el capitalismo, la unidimensionalidad y la dialéctica de la
industrialización.
Algunos de los planteos de la teoría crítica fueron: crítica al método empírico de las ciencias
sociales, abordaje como una totalidad de la sociedad industrializada y de los problemas
sociales emergentes.
Los principales miembros adherentes de la teoría critica fueron: Max Horkheimer, Friedrich
Pollock, Erich Fromm, Walter Benjamin, y Theodor Adorno, Leo Löwenthal y poco después
Herbert Marcuse, Franz Neumann, Franz Borkenau, Siegfried Kracauer, Olga Lang y Otto
Kirchheimer.
Los medios son muy influyentes en la fijación de los roles de cada individuo dentro de la
sociedad y tienen la capacidad de guiar la percepción de la vida cotidiana del conjunto social.
Claramente están lejos de ser un 'servicio público' sino que su función principal es establecer
el 'control público'; afianzar y consolidad el orden social político y económico. Adorno
sostiene que los medios masivos de comunicación generan reacciones automatizadas,
masivas, pautas de conducta irreflexivas, debilitando la fuerza de resistencia individual. Su
principal misión es homogeneizar y hacer inocuos los potenciales conflictos.
En la Dialéctica del iluminismo se pone en circulación por primera vez el concepto de
'industria cultural' (o kulturindustrie), para dar cuenta sobre todo de los cambios que se
estaban operando en las formas de concebir la cultura tradicional, que comenzaba a sufrir
transformaciones notables. Pero industria cultural es igualmente utilizada con un sentido
despectivo. Se configura un claro efecto ideológico que produce una cultura estandarizada,
programada, producida cuantitativamente, en función de un criterio económico, siguiendo
los lineamientos del modo industrial dominante, abandonándose la dimensión de lo
cualitativo vinculado a las normas estéticas.
La producción masiva de bienes culturales produce más demandas y está lejos de dar
respuestas satisfactorias a las necesidades efectivas de los individuos. La supuesta
democratización de las culturas, fruto de su difusión masiva, queda en realidad al servicio de
los imperativos del marketing; su objetivo es distribuir con fines meramente comerciales las
migajas de la cultura burguesa tradicional.
Horkheimer y Adorno juzgan con dureza a la industria cultural. Consideran que es un
proceso que tiene como efecto central la masticación y que ésta conduce a la perdida de las
diferencias individuales. Es Adorno quien inicia una cerrada defensa de una concepción de
arte exigente, fuertemente codificado, sofisticado, hasta elitista, como una forma de
reacción contra la manipulación de necesidades, de la superabundancia de oferta de objetos
de consumo estatizados; de un sistema donde el poder de la técnica es el poder de aquellos
que dominan económicamente la sociedad y ponen al servicio de la rentabilidad la
generación de necesidades •artificiales.
Es decir, la categoría 'industria cultural' nombra una explotación planificada y sistemática de
los 'bienes culturales' con fines mercantiles. Industrias abocadas a la elaboración de
mensajes estándar direccionados a la sociedad de consumo, efectuando un adelgazamiento
y pauperización de los procesos intelectuales y sensitivos, quitando buena parte de la
capacidad crítica y transformando a quien recibe los mensajes en un hombre-masa, un
sujeto que perdió su individualidad y se ha vuelto pasivo. La siguiente frase frankfurtina lo
resume de manera (contundente: 'Trabaja, come, compra, consume y después muere.'
En nuestro tiempo la expresión 'industria cultural' es utilizada despojada de su carga
negativa, para designar más amablemente el conjunto de nuevas tecnologías,
particularmente las ligadas .1 un soporte digital, empleadas con fines de producción, de
administración y de difusión de prácticas artísticas y culturales. Aquí surge la expresión
'democratización cultural', que está subordinada al control de la economía mercantil con
este escepticismo contemplan la situación los frankfurtianos. Como ya mencionáramos, la
supuesta democratización se transforma en cuestión de packaging y de marketing; genera
transformaciones sobre una cultura estandarizándola, condicionándola y ligándola
inexorablemente sobre la moda de los bienes de consumo.
La Escuela de Frankfurt sostendrá que la industria cultural y los capitalistas culturales hacen
uso de las masas, pues publicitan mercancías estandarizadas, universalizables, vendibles en
cualquier parte del mundo, con una misma lógica, atrayendo masivamente al público, y en el
mismo sentido tiempo exaltan y promueven la cultura capitalista. Dicho de manera sintética,
fortalecen la ideología de la clase dominante.
En este contexto, el público se acerca masivamente al consumismo. Se produce, incluso, la
identificación por parte de la clase obrera con pautas de conducta propias de los grupos
dominantes. El caso más conocido es el del proletariado de los países más avanzados, que
llega a sentirse tan identificado con la clase burguesa que imagina ser parte de ella. La
sociedad industrial, mediante el uso de manipulación a través de los medios masivos de
comunicación, ha construido mediante su hegemonía cultural una clase obrera adaptada,
poco cuestionadora y hasta de perfil reaccionario.
Teodoro Adorno definió con exactitud lo que estaba ocurriendo, un fenómeno de
'estandarización cultural'. Después de una investigación realizada sobre la música popular
(On popular music), concluyó que los medios masivos de comunicación promocionan
numerosas piezas musicales, que terminan imponiéndose por insistencia y repetición,
logrando moldear finalmente el gusto de las audiencias masivas.
Estas preferencias no solo son dominantes en el ámbito del entretenimiento, como puede
ser el caso de la música, las películas y demás producciones culturales masificadas. También
generan consensos preferenciales en el ámbito de la política, específicamente sobre los
candidatos; en este caso lo hacen a través de constantes propagandas, que promueven el
apoyo de ciertas causas y los actores que las encarnan.
Los teóricos de la sociedad de masas también destacaron la existencia de la concentración
de los medios en pocas manos, cuyo principal peligro radica en la influencia que esto genera
y en su uso para fomentar los intereses de quienes detentan el poder o aspiran a él.
Para ilustrarte mejor al respecto del pensamiento frankfurtiano tomaremos tres autores: por
un lado Adorno y Horkheimer, a los que explicaremos juntos a través de sus obras en
común; por otro lado, a Walter Benjamín, que es otro de los autores que formaron parte de
este espacio intelectual, aunque de una manera menos orgánica que los anteriores.
Comenzamos ofreciéndote algunos datos sobre los dos primeros.
Theodor Ludwig Wiesengrund Adorno nace el 11 de septiembre de 1903, en Francfort,
Alemania, y muere el 6 de agosto de 1969, en Viége, Suiza. Estudio filosofía y una buena
parte de su producción está ligada a este campo; también realizó textos sobre sociología,
psicología y musicología. Se le ubica como uno de los máximos representantes de la Escuela
de Francfort y de la teoría crítica de inspiración marxista.
Max Horkheimer nace en Stuttgart, en 1895, y muere en Nuremberg, en 1973. Filósofo y
sociólogo alemán. Hacia 1925 estudió filosofía y se graduó con una tesis sobre la Crítica del
juicio, de Kant. En 1930 pasó a ser profesor de esa disciplina y director del Instituí für
Soziaiforschung de Frankfurt. Su pasión por la filosofía lo llevo a la lectura intensa de obras
de Schopenhauer y desde allí se encamino hacia los textos de Hegel y Marx; en su camino
también leyó con particular aplicación a Nietzsche y a Freud.
El trabajo conjunto
Adorno y Horkheimer produjeron varios textos en común, de los que tomaremos Dialéctica
de la Ilustración (1944) como principal referencia. Los autores escribieron dos textos
relevantes durante el exilio en los Estados Unidos: uno es el ya mencionado, el otro es
Moralia, de 1951. Obras en las cuales si bien se mantiene en buena medida un análisis
marxista, hubo un cambio de énfasis en lo que respecta la teoría crítica. La crítica que antes
se circunscribía al modo de producción capitalista se transformo en una crítica al conjunto
de la sociedad occidental.
En su obra Dialéctica de la Ilustración hacen uso de la Odisea como un modelo para pensar la
conciencia de la burguesía. Tanto Horkheimer como Adorno influyeron muchísimo en el
pensamiento social de los últimos tiempos; por ejemplo, con su concepción alrededor de la
problemática del dominio de la naturaleza como una característica medular de lo que los
autores denominan 'racionalidad instrumental' en la civilización occidental. La idea de
dominio y control de la naturaleza a través de la razón instrumental mercantil, que convierte
todo en objeto de consumo, es un antecedente claro de la ecología y el ambientalismo.
ACT 4
L. INTRODUCCIÓN
El espacio destinado a los referentes culturales ha aumentado en los últimos años en la prensa
de calidad en España – dirigida a las elites del poder político, económico y cultural: ABC, El País
y La Vanguardia [1] – tanto en el número de páginas otorgado a las secciones diarias como en
la diversidad de los suplementos especiales. A pesar de ello, esos referentes aún se muestran
en desventaja respecto al tratamiento periodístico que reciben los asuntos de política o de
economía.
El carácter de la noticiabilidad es elástico; los valores-noticia van modificándose con el tiempo,
adaptándose a la especialización temática que en un determinado momento histórico
practican los medios de comunicación. Argumentos que hace algunos años simplemente no
existían como referentes informativos, hoy normalmente constituyen noticia, mostrando la
gradual extensión del número y del tipo de referentes considerados noticiables. "Algunos de
ellos se han impuesto hasta el punto de determinar una cobertura informativa específica, bajo
la forma de colaboraciones, opiniones especializadas, insertos especiales, etc. Un ejemplo es el
de las páginas de cultura y de espectáculos, cuya presencia cualificada ha implicado
evidentemente una adaptación y una extensión de los criterios de noticiabilidad hacia un área
que precedentemente no constituía noticia, o al menos no en la medida en que lo constituye
hoy" [2] .
Los responsables de las secciones de Cultura que son los que viven día a día las rutinas
informativas y los mecanismos de noticiabilidad, ponen de manifiesto que el camino de
adaptación en el tratamiento periodístico de los temas de cultura aún se está haciendo. De ahí,
las dificultades que todavía se dan en su tratamiento como valor-noticia y, más todavía, en su
conversión en acontecimiento cultural que es cuando el periódico se ve arrastrado por el
hecho noticioso al igual que otros medios y, en consecuencia, se ve recorrido por textos que
tienen como finalidad construirlo. La especialización temática constituye un índice significativo
de la forma en que los valores-noticia se traducen en prácticas organizativas.
Al referirnos a la función del gatekeeper en relación a los contenidos de las secciones de Cultura
de la prensa, habrá que tener en cuenta dos aspectos: que dicha tarea sobrepasa su
consideración clásica de actividad individual ya que es ejercida por varias personas, y que la
propia empresa, como organización, impone unos modos de hacer que afectarán a las rutinas
profesionales.
El término gatekeeper corresponde a la noción creada por Kurt Lewin en 1947, aplicada por
D. M. White, autor que centra su estudio en los individuos considerados aisladamente que
actúan en las empresas periodísticas seleccionando las informaciones que llegan a ellas
acerca de los acontecimientos ocurridos, al considerarlas como más relevantes o de mayor
interés para una determinada audiencia. Según este planteamiento, el trabajo del
gatekeeper consiste en una acción individual y subjetiva fundamentada en la propia
experiencia profesional y en el aprendizaje cotidiano. Esta labor se muestra constituida por
rutinas profesionales o implica un trabajo inmerso en una cierta estandarización de la
selección de los acontecimientos noticiables y del tratamiento de la información [3] .
Más allá de la consideración de la tarea del gatekeeper como la que cumplen individuos
aislados, pueden establecerse diversas escalas en esta función: la ejercida por una
determinada organización o institución emisora, la desarrollada por un conjunto
interorganizativo o institucional con límites variables y la función de gatekeeper que ejerce el
sistema comunicativo en general como resultado de la actividad informativa conjunta de los
medios de comunicación de masas [4] . Se acentúa así la idea de que "las decisiones del
gatekeeper no son realizadas sobre la base de una valoración individual de noticiabilidad, sino
más bien se relaciona un conjunto de valores que incluyen criterios profesionales y
organizativos, como la eficiencia, la producción de noticias, la velocidad" [5]
Los gatekeepers adquieren una especial relevancia en relación a la capacidad de iniciar y de
establecer la agenda temática al realizar la selección de los temas y al establecer el grado de
relevancia de los mismos. Determinan, también, cuál es el período de permanencia de un tema
en los medios y destacan cuáles son los conflictos de mayor presencia pública. Es decir, la
agenda de los medios de comunicación dependerá de la acción de los gatekeepers que son los
actores profesionales que individual u organizativamente determinan los items de actualidad
valorados como relevantes en cada momento [6]
Gaye Tuchman ha desarrollado el concepto de gatekeeper como origen de la producción de la
noticia, La información como constructora de la realidad social tiene su punto de partida en
una amplia red informativa que alcanza dimensiones planetarias pero que se ejemplifica en las
estructuras internas de las organizaciones emisoras. En ellas, los profesionales de la
información se encuentran sometidos a un amplio sistema jerárquico que les otorga una
determinada función en la recogida de la información y en la determinación de lo que será
considerado como noticia, y del tipo de tratamiento de la información que dará lugar a la
narración de los hechos (en cuanto mediación simbólica) [7] .
Desde este punto de vista, vamos a referirnos a la producción de la noticia de cultura en la
prensa de calidad de este país en relación a algunos de los valores que conciernen a criterios
tanto profesionales como de organización. El tratamiento periodístico que los diarios de
calidad en España otorgan actualmente a los referentes culturales es el resultado de una de las
más importantes modificaciones en sus planteamientos que los periódicos han vivido en estos
anos democráticos. Con anterioridad a esta etapa histórica, los textos de cultura aparecían en
la prensa fundamentalmente bajo la forma de artículos firmados por personalidades de la vida
cultural o por personajes procedentes de otros ámbitos que opinaban sobre cultura, pero no
existía un planteamiento como sección plenamente estructurado.
2. DESARROLLO
Ha sido en los últimos años cuando los referentes culturales han pasado de no tener un marco
sintagmático fijo donde encuadrarse, a contar con secciones propias de periodicidad fija. La
prensa de calidad en España ha ido dándole con el paso del tiempo mayor importancia a los
temas de cultura a través de un número más alto de páginas que ha engrosado esas secciones.
La relevancia que actualmente otorgan estos periódicos a los temas de cultura procede,
también, de la separación que han establecido entre la sección de Cultura y la de Sociedad.
Asimismo, la prensa de calidad ha creado y ha ido diversificando los suplementos que versan
de manera especializada sobre las diversas Artes, hecho que ha introducido una diferenciación
en el tratamiento periodístico de los contenidos incluidos en las secciones diarias y en los
citados cuadernillos.
En las secciones de Cultura prevalece la información puntual donde prima la actualidad en
torno a actividades culturales: inauguraciones con participación institucional, cada vez más
frecuentes, en las que el hecho cultural se convierte en político; conferencias sobre múltiples
aspectos de la cultura; personajes-noticia, etc. El planteamiento general de las secciones de
Espectáculos que, en ocasiones, comparten temas con las de Cultura, es el de la evaluación
crítica de ciertas actividades culturales mostradas al público, tanto dentro del ámbito de la
cultura de masas – medios audiovisuales, toros, etc. – como en el de las obras de creación de
la cultura humanista: crítica de música clásica, de teatro, de danza, etc.
Tomando como ejemplo el mes de noviembre de 1988, el número de páginas de Cultura y de
Espectáculos, en ABC, estaba casi igualado: sobrepasaban las tres páginas de media diaria cada
una de las dos secciones. Esa media en la sección de Cultura de El País fue de casi cuatro
páginas, mientras que en la de Espectáculos, de dos y media. En el caso de La Vanguardia, la
media de páginas diarias de la sección de Cultura fue de dos, el más bajo respecto a ABC y El
País, mientras que la media de las dedicadas a Espectáculos fue el doble, cuatro.
Respecto al total de páginas de cada diario, El País es el periódico que más alto porcentaje de
páginas destina a las secciones de Cultura y Espectáculos, un 9,1%; La Vanguardia, un 8,9% y
ABC, un 5,1%, dentro del período señalado. Aun así no hay que olvidar que los temas que se
refieren a cultura han traspasado las secciones de Cultura para ocupar un espacio en los
suplementos especializados en las diversas Artes pero también en secciones centradas en
materias bien distintas de estos contenidos culturales como los suplementos dominicales, las
páginas de Opinión, etc., y cada vez más frecuentemente en primera página.
Los medios informativos son el lugar donde la sociedad postindustrial produce nuestra
realidad. La prioridad descollante de determinados valores, conforme a criterios de selección
temática (tematización), puede explicar las áreas de mayor cobertura informativa que, en el
caso de las secciones de Cultura, están atendidas por menor número de redactores que otras
consideradas de mayor relevancia.
Las secciones de Cultura de ABC y de La Vanguardia cuentan con la mitad de redactores que
otras secciones como Política, Economía o Internacional. El número de periodistas de la
sección de Cultura de El País es parecido al de otras secciones del diario pero hay más
redactores en Economía e Internacional por ser consideradas éstas las secciones de más
influencia del periódico. Esta situación organizativa refleja que la sección de Cultura aún se
considera, incluso en la prensa de calidad en España, como de segunda categoría al otorgarle
menos medios humanos para la organización de la actividad informativa de los referentes
culturales [8] .
Las secciones diarias de Cultura de la prensa de calidad están trabajadas por periodistas,
mientras que los especialistas copan las páginas de los suplementos especializados en las
diversas Artes. No consideramos válido el argumento de que los especialistas refuerzan con
sus textos los contenidos de las secciones de Cultura y que, por ello, éstas necesitan menos
periodistas, porque donde los especialistas publican prioritariamente es en las páginas de
Espectáculos – lugar preferente de la crítica – y en los suplementos de Cultura. Por otra parte,
las secciones de Economía y de Política también cuentan con firmas de especialistas que
diariamente publican artículos de opinión en sus páginas y no por ello los diarios creen
necesario reducir el número de periodistas en esas secciones.
Se ha creído necesario incluir las declaraciones de los responsables de las secciones de Cultura
de los diarios ABC, El País y La Vanguardia, a los cuales entrevisté entre 1990 y 1991, por ser
quienes organizaban el trabajo periodístico de las citadas secciones [9] . En su actuación como
gatekeepers han manejado criterios profesionales y organizativos en la aplicación de los
mecanismos de noticiabilidad, y han tomado parte, al igual que otros gatekeepers del diario,
en la construcción del acontecimiento cultural.
A la hora de convertir un suceso en noticia de Cultura, las razones de la noticiabilidad se
adecúan a cada situación. En este nivel, los responsables de las secciones de Cultura son los
gatekeepers que toman las decisiones y los que dejan entrar en juego la experiencia
profesional y el aprendizaje cotidiano, cierta estandarización en la selección de los
acontecimientos noticiables, la rutinas del tratamiento de la información, la motivación
provocada por las agencias informativas y las fuentes informativas espontáneas, así como la
creencia de que otros periódicos van a publicar una determinada información.
Para el redactor-jefe de Cultura de ABC, "todos esos factores mencionados entran en juego,
pero el que decide al final es el responsable de la sección y yo creo en el lector. Algunos temas
pueden ser minoritarios pero creo que son importantes y por eso los doy. También afecta que
se trate de una exclusiva. Elementos que convierten un suceso en noticia son: los lectores, la
importancia del tema, la exclusividad y lo atractivo del asunto".
El que fuera redactor jefe de Cultura de El País, afirma que, normalmente, es el interés general
el que provoca la noticia. Asimismo, pone el énfasis en la aptitud de los profesionales: "Uno de
los motores principales de la sección 'La Cultura' es la inteligencia y el otro, la ignorancia, y
muchas veces esta última, junto con la pereza, hace dejar las informaciones, 'de mañana para
pasado'. Esto es demasiado frecuente en los periódicos".
En opinión del coordinador de Cultura de La Vanguardia, "depende de la persona; no hay una
jerarquía de valores clara, Es verdad que se da cierta estandarización. El trabajo que hacemos
es una mezcla de dos líneas: una es lo que le interesa al público ya – son caminos trillados –, y
otra, lo que le puede interesar más a largo plazo, le das las nuevas tendencias, le marcas
caminos. También se sigue lo que dan otros diarios. Es fácil caer en la rutina, en los asuntos
que te proponen desde múltiples sitios, pero luchamos contra ello".
Algunos sucesos se convierten en acontecimiento imprevisto que desborda la mera noticia de
un día prolongándose en el tiempo. La prensa de calidad, como siempre y con más empeño en
este caso, los ordenará creando su propio acontecimiento periodístico. "El acontecimiento
iguala: todos los medios se hacen masivos. Prensa, radio y televisión dejan traslucir esa
semejanza de la diferencia. Una noticia puede ser recogida por unos y silenciada por otros. No
hay acontecimiento ciego", afirma Amparo Tuñón precisando la noción de acontecimiento
cultural en el caso de El País: "El diario El País construye el acontecimiento cultural – tema de
portada relevante – a través de dos referentes noticiables: los premios mayores (consagrados
por instituciones y/o reconocimiento académicos) y la muerte" [11] .
Las subastas de arte es el nuevo acontecimiento que ha igualado los medios de comunicación
al tenerse que hacer todos ecos de él. Tanto las primeras páginas de ABC, como las de El País y
las de La Vanguardia han incluido las subastas de arte en diversas ocasiones en los últimos
años. De la misma manera, la radio y la televisión han informado de los grandes récords
alcanzados por la pintura en tanto ha durado el auge de esta modalidad del comercio del arte.
Mientras los referentes culturales no tienen su lugar todos los días en primera página, los que
provienen de otras secciones como las de Política, Internacional, Economía, etc., cuentan con
varios espacios asegurados diariamente como algo que les correspondiera por derecho propio.
En cambio, la cultura, en cuanto supeditada a los criterios de actualidad, tiene que ser
defendida con insistencia por los responsables de las secciones de Cultura para que sea
incluida en portada ya que no es considerada acontecimiento informativo salvo en los casos
señalados.
La tarea de construir el acontecimiento cultural supera el cometido del profesional que ejerce
de responsable de sección; "... las nociones de noticiabilidad reciben sus definiciones en cada
momento; como, por ejemplo, cuando los responsables del periódico negocian qué ítems han
de ir en la página uno" [13] . La escasa valoración que los máximos responsables de los diarios
muestran hacia los temas de cultura, es uno de los síntomas de la adaptación de estos
referentes al quehacer periodístico diario que todavía se está viviendo.
A la hora de construir el acontecimiento cultural, la función de gatekeeper ejercida por los
máximos responsables de los diarios que priman los referentes de política y economía, choca
con la postura de los responsables de Cultura que, aunque reconocen que aquellos le dan a la
política preferencia sobre la cultura, esto les condiciona la defensa de los temas de su sección.
"El hecho general es que, en el conjunto de un periódico, el apartado de cultura está
determinado por la línea del periódico y por el director. A la hora de llevar un tema a primera
página entiendo que no tiene el mismo gancho informativo un tema de cultura que otro de
política o de economía, pero si el tema es bueno, se vende solo; no tengo que pelearlo, a
diferencia de lo que ocurre en otros diarios. De todas las maneras, los periódicos están
cambiando y ABC no escatima los temas de cultura", afirma el redactor-jefe de Cultura de este
diario.
El ex-redactor-jefe de Cultura de El País comenta la primacía dada a los referentes de política y
de economía: "He ofrecido siempre temas de Cultura en la reunión donde se decide la primera
página – se celebra a las 6 de la tarde entre los jefes de sección, el subdirector y el director
adjunto – pero, ante tanto desastre internacional, etc., la información cultural carece de
fuerza. También es por falta de tradición. Se debería dar obligatoriamente todos los días
información de Cultura en primera página".
3. CONCLUSIÓN
Si de una parte la prensa ha estructurado un espacio fijo destinado a los referentes culturales,
a la hora de convertirlos en acontecimiento informativo persiste hacia ellos un tratamiento en
inferioridad de condiciones con respecto a los referentes de política y de economía. Un hecho
que se desprende de la actuación de los distintos niveles de gatekeepers, tanto de los
redactores como de los responsables de las secciones de Cultura y del equipo directivo del
periódico. Este último juzga los contenidos de cultura con los mismos baremos que los
contenidos de otras secciones.
La responsabilidad de este planteamiento de la prensa no descansa, exclusivamente, en manos
de la dirección de los diarios sino también en los redactores. La profundidad en el
conocimiento de los temas de cultura reside en los suplementos especializados en las distintas
áreas de la cultura; un gueto para especialistas [14] . Por su parte, los profesionales de las
secciones de Cultura si no cuentan con una preparación profunda en las materias que tratan,
que no siempre la tienen, carecerán de la fuerza suficiente para poder respaldar, con más
criterio, la importancia de los temas de cultura ante los máximos responsables de la
publicación.
"Los periodistas valoran la novedad a partir de si esa noticia les resulta nueva a ellos mismos,
asumiendo que si así es también resultará para el público" [15] , afirma Herbert J. Gans. Este
planteamiento se da frecuentemente en las secciones de Cultura a la hora de seleccionar qué
es noticia, debido a las características propias de esta materia, más especial en sí misma que
otras, lo que produce mayor dificultad de dominio. El redactor puede dejar de seleccionar
algún referente cultural que sí tenga trascendencia porque él desconoce su naturaleza y su
importancia en el conjunto de la cultura.
En este sentido, afirma el que fuera redactor jefe de Cultura del diario El País: "Hacemos la
información cultural con la misma técnica de la información general: los relatos son iguales; no
hay escritura cultural; hay mucha ligereza; el periodista va sin tiempo, sin profundizar. Faltan
expertos y textos de calidad. En el periodismo español no hay una verdadera cultura. Los
periodistas no tienen una cultura superior: lo que no conocemos, lo despreciamos. La
tendencia es que sólo se publica lo que suena; tenemos una cultura de deshecho".
'Tiene que pasar algo' para que ese tema que proviene de la sección de Cultura sea visto por
los máximos responsables de los periódicos con la suficiente importancia informativa como
para que sea digno de ser incluido en ese escaparate del diario que es la primera página. Es
decir, se están aplicando los mismos criterios informativos a todos los textos que provengan de
cualquier sección, bien sea desde Cultura como desde Economía, etc. Con estos baremos de
noticiabilidad, los temas de Cultura estarán en desventaja respecto al resto de los contenidos
de un diario para convertirse en asunto de portada, a no ser que ocurra algo 'extraordinario':
los premios importantes, la muerte de personajes de la cultura y los récords alcanzados en las
subasta de arte lo son, por ello se han convertido en acontecimiento cultural" [16] .
En su acepción más sencilla, la noticia es la transmisión de un hecho novedoso a un público a
través de un medio de comunicación masivo. La noticia como realidad construida "... no es
espejo de la sociedad. Ayuda a constituirla como fenómeno social compartido, puesto que en
el proceso de describir un suceso la noticia define y da forma a ese suceso..." [17] . Pero lo
nuevo, lo que no se conocía [18] , es un criterio que no casa bien con el significado de cultura
considerada como creación intelectual.
Es la no aceptación de que la cultura, considerada así, es ajena, generalmente, a lo impactante,
a lo nuevo, que su esencia está ligada, precisamente, a la permanencia. "Si un dur désir de
durer fue el resorte principal de la cultura clásica, es bien posible que nuestra poscultura se
distinga por la disposición a no perdurar con tal de no reducir los azares del pensamiento" [19]
, en palabras de George Steiner.
Para abordar este contenido, te pedimos que recuerdes las preguntas formuladas por
Laswell alrededor de las que se estructuraron los estudios sobre comunicación masiva en EE.
UU. y con las que este investigador creó un marco conceptual que dio lugar a la sociología
funcionalista de los medios de comunicación y que estudiaste en el Módulo II, Lectura 1,
Tema 2.1.
• ¿Quién?
• ¿Quién dice qué?
• ¿A quién?
• ¿A través de qué canal?
• ¿Con qué efecto?
Estas preguntas se profundizan y se interrelacionan con otra perspectiva, al ser abordadas a
través de los estudios de gatekeeper, como podrás estudiar en el contenido que sigue.
• ¿Quién? se refiere a los emisores. Por un lado, a las personas que trabajan en los medios.
Algunas de las características son: motivaciones, perfil profesional, desempeño a la hora
trabajar con las noticias, la cultura profesional de los periodistas
• ¿Quién?, por otro lado, se refiere a las organizaciones en su conjunto. Incluye el tratamiento y
la producción de información.
¿Quién toma las decisiones en los mass media? (Janowitz, y Shulze, como se citan en Morales,
2008).
¿Cuál es la estructura interna de estas decisiones, desde el punto de vista de rango, del
poderío, de las comunicaciones y de otros elementos de control social?
Los estudios de gatekeeper y newsmaking hacen referencia precisamente a estas cuestiones
y tienen como objetivo analizar la lógica de los procesos de la producción de la
comunicación masiva y describir cómo está organizada la rutina de trabajo en los medios de
comunicación, es decir, intentan responder a la pregunta que, según el esquema de Laswell,
hacer referencia al quién (el emisor, el periodista que produce selecciona la información y
produce la noticia, y el medio desde el punto de vista de su organización).
En general, la metodología utilizada es de tipo cualitativa, es decir, basada en la
interpretación de los hechos. La técnica de recogida de datos utilizada es la observación
participante.
Interrelaciona el párrafo precedente con los conceptos ya estudiados en el Módulo I y III.
Repasa. El conjunto de objetos que potencialmente pueden ser conocidos directamente
pueden ser considerados o llamados de base empírica. Los demás objetos, de los que no
negamos que se puede adquirir conocimiento, pero que exigen estrategias indirectas y
mediatizadoras para su captación, constituyen lo que se puede llamar zona teórica de las
disciplinas o de las teorías científicas.
GATEKEEPER
El concepto gatekeeper (seleccionador) fue elaborado por Kurt Lewin en un estudio de 1947
sobre las dinámicas interactivas en los grupos sociales. Empleó por primera vez el término
en un experimento que llevó a cabo en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial.
En el Módulo II en el tema 2.1, ya se estudiaron a modo de introducción elementos básicos
de los estudios realizados por el psicólogo social Kurt Lewin, que se vuelve a poner a tu
consideración para que repases. Este autor analizó que los individuos no están aislados en la
sociedad, sino que interactúan permanentemente:
White (1950) analizó la labor del gatekeeper a través del periodista encargado de
seleccionar los teletipos de las grandes agencias, al que denominó Mr. Gates, quien
trabajaba en un pequeño diario local (The Peoria Star). Este autor observó que la selección
se basaba en criterios perceptivos acerca de la veracidad e interés que la información, la
necesidad de acotar el volumen de información en función del espacio disponible en el
periódico y la elección o jerarquización hecha entre dos o más noticias sobre un mismo tema
o aspecto de la actualidad.
En resumen, el estudio de White demostró que el rechazo de una noticia depende de:
• superposiciones con historias ya seleccionadas;
• falta de interés periodístico;
• calidad de escritura;
• áreas demasiado lejanas al periódico.
NEWSMAKING
Los estudios de newsmaking, en lugar de analizar la cobertura informativa de un hecho
específico como lo venían haciendo las investigaciones sobre comunicaciones masivas de las
primeras décadas, analizan las rutinas productivas de los medios durante largos periodos de
tiempo. ¿De qué tipos de problemas se ocupan en estos análisis?
• Cultura profesional de los periodistas: es el conjunto de códigos, astucias, estereotipos,
símbolos, representaciones de roles, rituales y convenciones relativos a las funciones del
medio y a la concepción de la noticia. La ideología se expresa en estas prácticas profesionales,
adoptadas como naturales.
• Organización del trabajo y los procesos productivos: entre otras cuestiones, las relativas al
uso de fuentes de información, selección y confección de noticias. La rutinización del proceso
de trabajo está orientada a facilitar la ejecución y gestión de la información.
Abordamos el párrafo mediante preguntas en relación con la actividad del gatekeeper para
que reflexiones:
• ¿Qué hechos son lo suficientemente importantes como para que el medio realice una
cobertura y tratamiento periodístico?
• ¿Qué operaciones rutinarias se producen a través de las cuales los acontecimientos son
dotados de una articulación entre sí?
• ¿Qué operaciones rutinarias pueden llevar interpretar que la información será comprendida
por el público?
• ¿Qué es atractivo para el público? ¿Qué logra entretenerlo?
Por lo tanto, constituyen reglas prácticas del desempeño profesional, guías orientadoras de la
práctica profesional del periodismo.
Los valores/noticia se refieren a diferentes aspectos:
1) criterios sustantivos (el contenido);
2) criterios relativos al producto;
3) criterios relativos al medio;
4) criterios relativos al público;
5) criterios relativos a la competencia.
• Grado, nivel jerárquico y posición (económica, social, política, cultural) de los sujetos
involucrados en la noticia: mientras más importantes sean estos sujetos (desde el punto de
vista de su popularidad o su posición), más noticiable será el acontecimiento que
protagonizan. Como puedes observar, la relación es directa: más y más. Por ejemplo: es más
noticia la información que trata sobre algún infortunio de un miembro de la comunidad
artística que aquella que refiera a una situación infortunada de un ciudadano común.
• El impacto sobre la nación y sobre el interés nacional: que el impacto será mayor cuando se
trate de acontecimientos de alcance local o nacional que cuando se trate de hechos
localizados en otros países. Primará la de aquellos que tengan una proximidad geográfica y
cultural con el propio país. Por ejemplo: es más noticia que hipotéticamente Brasil tenga una
epidemia de dengue y no tanto si el país fuera Panamá.
• La cantidad de personas implicadas en el acontecimiento: esto que implica que, a mayor
cantidad de personas involucradas, mayor será el valor/noticia. Sin embargo, aquí no cuenta
el número de personas en números absolutos, sino combinado con otros criterios. Por
ejemplo: es más noticia la caída de un avión con 120 personas, entre las que viajaba el
equipo nacional de fútbol, el presidente, el entrenador y el equipo técnico, que si cae un
avión con 207 ciudadanos comunes.
• La característica cantidad se entrelaza con la importancia y significatividad del
acontecimiento respecto a la evolución futura de una determinada situación: la
consecuencia futura que puede tener un acontecimiento que en el presente no reviste una
gran importancia en sí. Por ejemplo: el accidente aéreo hipotético donde se trasladaba el
equipo nacional de fútbol tiene consecuencias importantes y significativas para un país
porque implica que no tendrá por un tiempo un equipo que lo represente y defienda los
colores del país.
• Calidad de la historia. Según Gans (como se cita en Wolf, 1987), la calidad de la historia en
medios televisivos se vincula con estos criterios:
o La acción: en lo posible, una noticia debe contener acción.
o El ritmo: la acción otorga ritmo, pero, a falta de acción, existen recursos que logran dotar de
ritmo a una noticia.
o La globalidad (en puntos de vista y datos): se refiere a la cobertura de diferentes aspectos,
actores y opiniones. o Claridad de lenguaje y estándares técnicos mínimos: la cobertura de
una noticia debe estar dotada de ciertos estándares técnicos de calidad (por ejemplo, calidad
en la imagen y el sonido).
Una última consideración que es preciso hacer en relación con los criterios de noticiabilidad
o valores/noticia es que no todos los criterios se adoptan simultáneamente. En algunos
casos, prevalecerá uno en detrimento de otro.
• La recogida de material informativo: los estudios señalan que esta tarea generalmente se
resuelve con el acceso a fuentes como las agencias de noticias o a instituciones, tales como
entidades de gobierno, hospitales o departamentos de policía. En relación con las fuentes, los
estudios demuestran que las personas e instituciones con más poder (político, económico,
etc.) tienen más posibilidades de convertirse en fuentes de información para los medios. A su
vez, otra manera de ir en búsqueda de la información está representada por la existencia de
agendas, es decir, el listado de eventos que ocurrirán porque ya han sido anticipado a los
medios. Por último, los estudios reportan que casi siempre los medios utilizan las mismas
fuentes, es decir, las relaciones entre las fuentes y los periodistas tienden a “crear un modelo
acumulativo a través del cual los periodistas son repetidamente puestos en contacto con un
número limitado de fuentes siempre del mismo tipo” (Gans, 1979, como se cita en Wolf, 1987,
p. 262).
• La selección de noticias: los estudios al respecto permiten afirmar que:
No puede explicarse la selección de sólo como elección subjetiva del periodista (aunque sea
profesionalmente motivada), sino que hay que verla como un proceso complejo, que se
desarrolla a lo largo de todo el ciclo productivo, realizado por distintas instancias (desde las
fuentes hasta el redactor individual). (Wolf, 1987, p. 276).
A su vez, la selección no solo afecta al hecho que se selecciona para convertirlo en noticia,
sino a qué aspectos del hecho serán seleccionados para ser presentados como noticia
(highlighting). Es así que, por obra de esta selección (en la que se convierten en factores
determinantes todos los valores/noticia de los que se ha hablado), el hecho informativo está
expuesto a ser descontextualizado, fragmentado y aislado de sus causas y consecuencias.
• El editing y la presentación de la noticia: el objetivo principal del editing es la transformación
de una noticia en una historia dotada de un comienzo, un desarrollo y un final. Desde este
punto de vista, si en las fases anteriores los acontecimientos periodísticos son
descontextualizados, en la fase del editing ellos son recontextualizados y adaptados al formato
del medio de que se trate.
¿Cuáles son los desafíos a los que se enfrentan en relación con la naturaleza negociada del
proceso de la noticiabilidad, es decir, qué desafíos enfrentan los estudios de newsmaking?
Wolf (2007) se pregunta y nombra:
Un papel orientativo importante para con la receptividad del imprevisto lo juegan las últimas
fases de trabajo en contraste con la aparente calma de las horas precedentes.
Estas particularidades de la noticiabilidad demuestran otras, tales como:
• elasticidad;
• dinamismo;
• presencia de rigidez preestablecida;
• estimación en cada ocasión de forma distinta.