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• Un análisis económico del uso del agua: Se realizarán estudios sobre la contribución adecuada de los
diversos usos del agua (desglosados, al menos, en industria, abastecimiento y agricultura), a la
recuperación de costes de los servicios relacionados con el agua.
El objetivo es integrar esos costes en las previsiones a largo plazo de inversiones en infraestructuras
hidráulicas.
Para alcanzar los objetivos medioambientales se deben implantar Programas de Medidas. Bajo
determinadas circunstancias y siempre que se justifique apropiadamente en el Plan Hidrológico de Cuenca, pueden
aplicarse prórrogas y excepciones en el cumplimiento de los objetivos medioambientales.
Será preciso el desarrollo de Planes de Gestión de Cuenca (Planes Hidrológicos) donde se especifiquen
sus características, presiones existentes sobre el estado de las, aguas, identificación de las zonas de especial
protección y las medidas necesarias para la preservación de la calidad.
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CARACTERIZACIÓN DE MASAS DE AGUA, PRESIONES E IMPACTOS:
Definiciones del TRLA, art. 40 bis:
Ø Masa de agua superficial: una parte diferenciada y significativa de agua superficial, como un lago, un
embalse, una corriente, río o canal, parte de una corriente, río o canal, unas aguas de transición o un
tramo de aguas costeras.
Ø Masa de agua artificial: una masa de agua superficial creada por la actividad humana.
Ø Masa de agua muy modificada: una masa de agua superficial que, como consecuencia de alteraciones
físicas producidas por la actividad humana, ha experimentado un cambio sustancial en su naturaleza.
El objetivo final de la clasificación en tipos de las masas de agua es la definición de grupos de masas de
características homogéneas que permita definir unas condiciones de referencia específicas de cada tipo. Estas
condiciones de referencia son la base para la definición del estado de las masas de agua
superficiales.
Para cada uno de los tipos de masas de agua superficial se deben definir unas condiciones de referencia,
que corresponden al estado de las masas de agua cuando no existen alteraciones antrópicas de
importancia, por lo tanto, para su definición se seleccionan masas de agua que no sufren
alteraciones por la actividad humana. En estas masas se observan los valores de los indicadores biológicos,
físico-químicos e hidromorfológicos para definir el “muy buen estado” de cada tipo de masa de agua. Si para un
tipo no se dispone de tramos inalterados que puedan representar las condiciones de referencia es necesario recurrir
a otros métodos, como el uso de modelos o el criterio de expertos.
Con estos datos de Tipologías y Condiciones de Referencia estamos en disposición de llevar a cabo la
Caracterización del estado de las Masas de Aguas Superficiales.
El estado de las aguas superficiales es la expresión general del estado de una masa de agua superficial,
determinado por el peor valor de su estado ecológico y de su estado químico:
§ El estado químico está definido en función de las concentraciones de contaminantes. Para cumplir los
objetivos, dichas concentraciones no deben superar las normas de calidad medioambiental establecidas en
la DMA.
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El esquema de clasificación de estado de las masas de agua superficiales de la DMA establece 3 categorías de
estado ecológico:
à Muy buen estado ecológico: condiciones biológicas, químicas y morfológicas asociadas a una presión
humana sobre la masa de agua nula o muy baja. Estas condiciones son “condiciones de referencia”.
à Buen estado ecológico: significa que existe una ligera desviación respecto de las condiciones de
referencia.
B. Presiones:
A partir del análisis de las presiones y los impactos que sufre cada masa de agua se evalúa el riesgo de no
alcanzar los objetivos medioambientales.
Se considera como presión sobre las masas de agua cualquier actividad humana que incida sobre el estado
de las aguas.
d. Regulación, trasvase y desvío del agua, modificando el nivel de las aguas mediante presas.
C. Impactos:
Son los efectos que las presiones provocan en las masas de agua.
Se define como impacto comprobado el incumplimiento de alguna de las normas establecidas por la
legislación vigente.
El impacto probable se produce cuando en una masa de agua es previsible que no se alcancen los objetivos
medioambientales fijados en la DMA para 2015 (no se obtendrá “buen estado”).
D. Riesgos:
Mediante la combinación del nivel de presión y el tipo de impacto detectado en cada masa de agua, se evalúa
el nivel de riesgo de no alcanzar los objetivos medioambientales. Éste puede ser:
Se han definido un total de 566 masas de agua superficiales con riesgo seguro, 2649 con riesgo en
estudio y 1061 con riesgo nulo.
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Masas de Agua Subterráneas. Caracterización, Presiones e Impactos:
A. Caracterización o estado:
El estado de las aguas subterráneas queda determinado por el peor valor de su estado cuantitativo y de
su estado químico:
§ El estado químico de las aguas subterráneas está definido a partir de los niveles de conductividad y
el grado de concentración de sustancias contaminantes. En función de los niveles de concentración de
contaminantes existen los siguientes rangos:
o Nivel básico: el valor medio medido por lo menos durante los años de referencia 2007 y 2008 sobre
la base de los programas de control aplicados con arreglo al art. 8 de la Directiva 2000/60/CE o, en
el caso de sustancias identificadas después de los citados años de referencia, durante el primer
período para el que se disponga de un período representativo de datos de control.
§ Estado cuantitativo: grado en que afectan a una masa de agua subterránea las extracciones directas e
indirectas. El parámetro empleado en su determinación es el nivel del agua.
Directamente relacionado con el estado cuantitativo está el concepto de recurso disponible de las masas
de agua subterránea. Se define como “el valor medio interanual de la tasa de recarga total de la masa de
agua subterránea, menos el flujo interanual medio requerido para conseguir los objetivos de calidad
ecológica para el caudal de agua superficial asociada, para evitar cualquier disminución significativa en el
estado ecológico de tales aguas, y cualquier daño significativo a los ecosistemas terrestres asociados”.
B. Presiones:
Las presiones más significativas en este caso son:
3. Extracciones de agua.
4. Intrusión marina.
C. Impactos:
Para aguas subterráneas, el “buen estado” se alcanza cuando el estado químico y el estado cuantitativo son
buenos.
Se considera que no existe buen estado cuantitativo cuando la tasa anual media de extracción rebasa los
recursos disponibles de aguas subterráneas.
En España, el 34% de las masas de agua subterránea se encuentran impactadas (si solo
incluimos los impactos comprobados y del 46,5% si incluimos también los impactos probables).
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D. Riesgos:
Se han definido un total de 259 masas de agua superficiales con riesgo seguro, 256 en estudio y 121 con riesgo
nulo.
Por lo tanto, no se les exigen los mismos objetivos medioambientales que a las masas de agua naturales ya que
deben alcanzar el “buen potencial ecológico” en vez del “buen estado ecológico”.
Debemos recordar que el RPH, recoge en su art. 26 hasta 5 categorías del potencial ecológico: máximo,
bueno, moderado, deficiente o malo.
B. Presiones e impactos:
Son de aplicación las presiones e impactos sobre las masas de agua superficiales con la diferencia crucial de
que, en algunos casos, tales presiones se propician por la propia existencia de la masa de agua, que tiene
razón de su existencia en la satisfacción de unas necesidades (Embalse).
Intercalibración:
El proceso de intercalibración es un procedimiento de homogeneización que tiene por objetivo la
armonización del concepto “buen estado ecológico” en todos los estados miembros a través de la
consideración de las estructuras biológicas de los ecosistemas específicas de cada territorio.
El procedimiento de intercalibración armoniza los resultados, pero no los procedimientos de evaluación de
parámetros, que se dejan a elección de los estados miembros.
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CARACTERÍSTICAS DE LA DEMARCACIÓN HIDROGRÁFICA:
En cualquier caso, los análisis y estudios mencionados anteriormente se revisarán y, cuando proceda, se
actualizarán dentro del plazo de 13 años contados a partir de la entrada en vigor de la presente
Directiva, y cada 6 años a partir de entonces.
El TR de la Ley de Aguas define la demarcación hidrográfica en el art. 16 bis:
Se entiende por demarcación hidrográfica la zona terrestre y marina compuesta por una o varias cuencas
hidrográficas vecinas y las aguas de transición, subterráneas y costeras asociadas a dichas cuencas.
Son aguas de transición, las masas de agua superficial próximas a la desembocadura de los ríos que son
parcialmente salinas como consecuencia de su proximidad a las aguas costeras, pero que reciben una notable
influencia de flujos de agua dulce.
Son aguas costeras, las aguas superficiales situadas hacia tierra desde una línea cuya totalidad de puntos se
encuentra a una distancia de una milla náutica mar adentro desde el punto más próximo de la línea de base que
sirve para medir la anchura de las aguas territoriales y que se extienden, en su caso, hasta el límite exterior de las
aguas de transición.
Las aguas costeras se especificarán e incluirán en la demarcación o demarcaciones hidrográficas más próximas
o más apropiadas.
Los acuíferos que no correspondan plenamente a ninguna demarcación en particular, se incluirán en la
demarcación más próxima o más apropiada, pudiendo atribuirse a cada una de las demarcaciones la parte de
acuífero correspondiente a su respectivo ámbito territorial, y debiendo garantizarse, en este caso, una gestión
coordinada mediante las oportunas notificaciones entre demarcaciones afectadas.
La demarcación hidrográfica, como principal unidad a efectos de la gestión de cuencas, constituye el ámbito
espacial al que se aplican las normas de protección de las aguas contempladas en esta Ley sin perjuicio del régimen
específico de protección del medio marino que pueda establecer el Estado.
El Gobierno, por Real Decreto, oídas las Comunidades Autónomas, fijará el ámbito territorial de cada
demarcación hidrográfica que será coincidente con el de su plan hidrológico.
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RECUPERACIÓN DE COSTES:
La DMA requiere que los Estados miembros desarrollen políticas de fijación de precios del agua, a las que
todos los usuarios contribuyan de manera adecuada. Para ello introduce dos principios económicos clave:
• Los consumidores tienen que correr con los costes de los servicios relacionados con el agua que reciben.
• Los Estados miembros han de tener presente el análisis económico en la valoración de sus recursos hídricos
y examinar tanto la rentabilidad como los costes y beneficios de las distintas opciones en la toma de
decisiones.
Art. 111 bis del TR de la Ley de Aguas:
Las Administraciones públicas competentes, en virtud del principio de recuperación de costes y teniendo en
cuenta proyecciones económicas a largo plazo, establecerán los oportunos mecanismos para repercutir los
costes de los servicios relacionados con la gestión del agua, incluyendo los costes ambientales y del recurso,
en los diferentes usuarios finales.
La aplicación del principio de recuperación de los mencionados costes deberá hacerse de manera que incentive
el uso eficiente del agua y, por tanto, contribuya a los objetivos medioambientales perseguidos.
Asimismo, la aplicación del mencionado principio deberá realizarse con una contribución adecuada de los
diversos usos, de acuerdo con el principio del que contamina paga, y considerando al menos los usos de
abastecimiento, agricultura e industria. Todo ello con aplicación de criterios de transparencia.
A tal fin la Administración con competencias en materia de suministro de agua establecerá las estructuras
tarifarias por tramos de consumo, con la finalidad de atender las necesidades básicas a un precio asequible y
desincentivar los consumos excesivos.
Para la aplicación del principio de recuperación de costes se tendrán en cuenta las consecuencias sociales,
ambientales y económicas, así como las condiciones geográficas y climáticas de cada territorio y de las poblaciones
afectadas siempre y cuando ello no comprometa los fines ni el logro de los objetivos ambientales establecidos.
Mediante resolución de la Administración competente, que en el ámbito de la Administración General del
Estado corresponderá al Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, se podrán establecer
motivadamente excepciones al principio de recuperación de costes para determinados usos teniendo
en cuenta las mismas consecuencias y condiciones mencionadas y sin que, en ningún caso, se comprometan los
fines ni el logro de los objetivos ambientales correspondientes. Para ello, los organismos de cuenca emitirán en el
plazo de tres meses, con carácter preceptivo y previo a la resolución que se adopte, informe motivado que, en todo
caso, justifique que no se comprometen ni los fines ni los logros ambientales establecidos en las respectivas
planificaciones hidrológicas.
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PROGRAMA DE MEDIDAS:
Art. 92 quáter del TR de la Ley de Aguas:
Para cada demarcación hidrográfica se establecerá un programa de medidas en el que se tendrán en cuenta los
resultados de los estudios realizados para determinar las características de la demarcación, las repercusiones de la
actividad humana en sus aguas, así como el estudio económico del uso del agua en la misma.
Los programas de medidas tendrán como finalidad la consecución de los objetivos medioambientales señalados
en el art. 92 bis de esta ley.
Las medidas podrán ser básicas y complementarias:
a) Las medidas básicas son los requisitos mínimos que deben cumplirse en cada demarcación y se
establecerán reglamentariamente.
b) Las medidas complementarias son aquellas que en cada caso deban aplicarse con carácter adicional
para la consecución de los objetivos medioambientales o para alcanzar una protección adicional de las
aguas.
El programa de medidas se integrará por las medidas básicas y las complementarias que, en el ámbito de sus
competencias, aprueben las Administraciones competentes en la protección de las aguas.
La selección de la combinación de medidas más adecuada, especialmente para el caso de las complementarias,
se apoyará en un análisis coste-eficacia. En este análisis se considerarán los aspectos económicos, sociales y
ambientales de las medidas.
La aplicación de las medidas básicas no podrá originar, bajo ningún concepto, ni directa ni indirectamente,
una mayor contaminación de las aguas superficiales, salvo en el caso de que al no aplicarse estas medidas se
produjese una mayor contaminación del medio ambiente en su conjunto.
e. Medidas de control sobre vertidos y otras actividades con incidencia en el estado de las aguas.
Como veremos en el apartado siguiente, los Planes Hidrológicos incluirán un resumen de los
programas de medidas adoptados para alcanzar los objetivos previstos (con indicación de su coste y del plazo
estimado para la consecución de los mismos).
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PLANES HIDROLÓGICOS DE CUENCA:
La DMA señala que los Estados miembros velarán por que se elabore un Plan Hidrológico de Cuenca
para cada Demarcación Hidrográfica situada totalmente en su territorio.
En el caso de una Demarcación Hidrográfica Internacional situada totalmente en territorio comunitario, los
Estados miembros garantizarán la coordinación con objeto de elaborar un único plan hidrológico de cuenca
internacional. Si no se elabora dicho plan hidrológico de cuenca internacional, los Estados miembros elaborarán
planes hidrológicos de cuenca que abarquen al menos las partes de la demarcación hidrográfica internacional
situadas en su territorio, para lograr los objetivos de la presente Directiva.
Los planes hidrológicos de cuenca se publicarán a más tardar 9 años después de la entrada en vigor de la
presente Directiva.
Los planes hidrológicos de cuenca se revisarán y actualizarán a más tardar 15 años después de la
entrada en vigor de la presente Directiva, y posteriormente cada 6 años.
La planificación se realizará mediante los Planes Hidrológicos de Cuenca y el Plan Hidrológico Nacional. El
ámbito territorial de cada plan hidrológico de cuenca será coincidente con el de la demarcación
hidrográfica correspondiente. Los planes hidrológicos serán públicos y vinculantes, sin perjuicio de su
actualización periódica y revisión justificada, y no crearán por sí solos derechos en favor de particulares o
entidades, por lo que su modificación no dará lugar a indemnización, sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 65.
El Gobierno, mediante Real Decreto, aprobará los Planes Hidrológicos de Cuenca en los términos
que estime procedentes en función del interés general.
Asimismo, deberá contemplarse la elaboración previa, por las Administraciones competentes, de los programas
de medidas básicas y complementarias, contemplados en el art. 92 quáter, conducentes a la consecución de los
objetivos medioambientales previstos en esta ley. Los programas de medidas se coordinarán e integrarán en los
planes hidrológicos.
De forma expresa, deberán coordinarse, para su integración en el plan hidrológico, los programas relativos a
las aguas costeras y de transición elaborados por la Administración General del Estado o por las comunidades
autónomas que participen en el Comité de Autoridades Competentes de la demarcación y que cuenten con litoral.
Se garantizará, en todo caso, la participación pública en todo el proceso planificador, tanto en las fases de
consultas previas como en las de desarrollo y aprobación o revisión del plan. A tales efectos se cumplirán los plazos
previstos en la DA 12ª.
Con carácter previo a la elaboración y propuesta de revisión del plan hidrológico de cuenca, se preparará un
programa de trabajo que incluya, además del calendario sobre las fases previstas para dicha elaboración o revisión,
el estudio general sobre la demarcación correspondiente.
Dicho estudio general incorporará, en los términos que se establezca reglamentariamente, una descripción
general de las características de la demarcación, un resumen de las repercusiones de la actividad humana en el
estado de las aguas superficiales y de las aguas subterráneas, y un análisis económico del uso del agua.
El Ministerio de Medio Ambiente remitirá a la Comisión Europea y a cualquier Estado miembro interesado
ejemplares de los planes hidrológicos aprobados, así como del estudio general de la demarcación a que se alude en
el apartado anterior.
d) Redes de control establecidas para el seguimiento del estado de las aguas superficiales, de las aguas
subterráneas y de las zonas protegidas y los resultados de este control.
e) Lista de objetivos medioambientales para las aguas superficiales, las aguas subterráneas y las zonas
protegidas.
g) Resumen de los Programas de Medidas adoptados para alcanzar los objetivos previstos.
h) Registro de los programas y planes hidrológicos más detallados relativos a subcuencas, sectores, cuestiones
específicas o categorías de aguas.
i) Resumen de las medidas de información pública y de consulta tomadas, sus resultados y los cambios
consiguientes efectuados en el plan.
j) Lista de las autoridades competentes designadas.
La primera actualización del plan hidrológico, y todas las actualizaciones posteriores, comprenderán
obligatoriamente
d) Un resumen de todas las medidas adicionales transitorias adoptadas, desde la publicación de la versión
precedente del plan hidrológico de cuenca, para las masas de agua que probablemente no alcancen los
objetivos ambientales previstos.
Las previsiones de los planes hidrológicos a que se refieren los apartados anteriores deberán ser respetadas en
los diferentes instrumentos de ordenación urbanística del territorio.
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DIRECTIVAS RELACIONADAS:
Directiva 2006/11/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 15 de febrero de 2006 relativa a la
contaminación causada por determinadas sustancias peligrosas vertidas en el medio acuático de la
Comunidad (versión codificada):
Se aplica a las aguas interiores superficiales, a las aguas de mar territoriales y a las aguas interiores del litoral.
Cualquier vertido de una sustancia incluida en la lista I requiere una autorización previa
expedida por la autoridad competente del Estado miembro afectado.
Para las sustancias de la lista II, los Estados miembros adoptan y aplican los programas
destinados a preservar y mejorar la calidad del agua. Cualquier vertido requiere una autorización
previa expedida por la autoridad competente del Estado miembro afectado, en la que se fijen las
normas de emisión.
Directiva 2008/105/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 16 de diciembre de 2008, relativa
a las normas de calidad ambiental en el ámbito de la política de aguas, por la que se modifican y
derogan ulteriormente las Directivas 82/176/CEE, 85/513/CEE, 84/156/CEE, 84/491/CEE y
86/280/CEE del Consejo y por la que se modifica la Directiva 2000/60/CE:
Establece una lista de 33 sustancias prioritarias, entre las cuales se encuentran el cadmio, el plomo, el
mercurio, el níquel y sus componentes, el benceno, los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) e, incluso, el
DDT total. Entre las sustancias prioritarias, 20 están clasificadas como peligrosas.
Las normas de calidad ambiental consideradas son límites de concentración; es decir, la cantidad de las
sustancias en cuestión en el agua no debe superar determinados umbrales. Dos son los tipos de normas
propuestas:
• Valor o concentración media anual: el objetivo de esta norma es garantizar la calidad del medio acuático a
largo plazo;
• Concentración máxima admisible de la sustancia, medida de forma puntual: el objetivo de esta segunda
norma es limitar los picos de contaminación a corto plazo.
Las normas de calidad propuestas difieren según se trate de aguas superficiales continentales
(los ríos y lagos) y de otras aguas superficiales (de transición, costeras y aguas territoriales).
La directiva prevé asimismo que los Estados miembros fijen zonas de mezcla, en las que se autorice la
superación de las normas de calidad en la medida en que no afecten al cumplimiento de esas normas en el resto de
las masas de aguas superficiales. Las zonas deben estar claramente delimitadas en los planes de gestión de las
cuencas hidrográficas.
Para cada cuenca hidrográfica, los Estados miembros deben elaborar un inventario de emisiones, vertidos
y pérdidas de las sustancias identificadas por la presente directiva. Partiendo de dicho inventario, la Comisión ha
de comprobar si, de aquí a 2018, se cumplen los objetivos de reducción gradual de la contaminación debida a las
sustancias prioritarias y de interrupción o supresión gradual de emisiones, vertidos y pérdidas de sustancias
peligrosas prioritarias. La fecha límite propuesta para el cumplimiento del objetivo de interrupción es el año 2025.
Otro aspecto que se desarrolla en la directiva es la contaminación transfronteriza, no considerándose que
ha incumplido las obligaciones de la presente directiva un Estado miembro que haya superado el límite impuesto
en una norma de calidad ambiental siempre que pueda demostrar que, se debido a una fuente de contaminación
fuera de su jurisdicción nacional, que no pudo tomar medidas efectivas para cumplir con las normas de calidad
pertinentes y que aplico los mecanismos de coordinación recogidos en la Directiva 2000/60.
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Directiva 2006/118/CE del parlamento europeo y del consejo, de 12 de diciembre de 2006, relativa
a la protección de las aguas subterráneas contra la contaminación y el deterioro:
Estado químico de las aguas subterráneas:
Las aguas se consideran en buen estado químico si:
• La concentración medida o prevista de nitratos no supera los 50 mg/l y la de ingredientes activos de
plaguicidas, de sus metabolitos y de los productos de reacción no supera el 0,1 µg/l (0,5 µg/l para
el total de los plaguicidas medidos).
• Otros…
Las asunciones técnicas de la directiva se revisarán en 2013 y de ahí en adelante, cada 6 años.
La presente Directiva fue transpuesta al ordenamiento jurídico español mediante el Real
Decreto 1514/2009, por el que se regula la Protección de las Aguas subterráneas contra la
contaminación y el deterioro.
A los efectos de este Real Decreto, se aplicarán las siguientes definiciones:
Ø Órgano competente: los organismos de cuenca, para las aguas subterráneas comprendidas en las
cuencas hidrográficas que excedan del ámbito territorial de una comunidad autónoma, y las Comunidades
Autónomas, para las aguas subterráneas de cuencas hidrográficas comprendidas íntegramente dentro del
ámbito territorial respectivo.
Directiva 2007/60/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de Octubre de 2007, relativa a
la evaluación y gestión de los riesgos de inundación:
Cubre todo tipo de inundaciones, desde las que afectan a riberas y zonas costeras de la UE,
hasta las ocasionadas en medio urbano por la escorrentía o por la saturación de la red de
evacuación de aguas.
Las 3 medidas básicas prevén: en primer lugar, la realización de una evaluación preliminar de
los riesgos, seguidamente la confección de mapas de las zonas de riesgo y por último la elaboración
de planes de gestión de las inundaciones.
1) Evaluación preliminar:
Los Estados miembros deben proceder no después del 22 de diciembre de 2011 a una
evaluación preliminar de los riesgos por cada demarcación o porción de demarcación
hidrográfica situada en su territorio.
Basándose en esa evaluación, los Estados miembros deben clasificar cada cuenca hidrográfica como
«zona de riesgo potencial significativo» o como «zona sin riesgo potencial significativo».
Tanto la evaluación como la clasificación resultante de ella deben ponerse a disposición del público y han
de revisarse, por primera vez no después del 22 de diciembre de 2018 y, subsiguientemente cada 6 años.
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Estos mapas, que deben quedar establecidos no después del 22 de diciembre de 2013, tienen
que ponerse a disposición del público y han de revisarse cada 6 años.
3) Planes de gestión de riesgos de inundación:
Éstos deben completarse y ponerse a disposición del público no después del 22 de diciembre
de 2015, y han de revisarse cada 6 años.
La Directiva fue transpuesta al ordenamiento jurídico español a través del Real Decreto
903/2010, de evaluación y gestión de riesgos de inundación. (Ver Tema 27).
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