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UNIVERSIDAD
FRANCISCO GAVIDIA
Tecnología, Humanismo
y Calidad
MONOGRAFÍA
OCTUBRE 2005.
AUTORIDADES:
RECTOR
ING. MARIO ANTONIO RUÍZ RAMÍREZ
VICERECTORA
DRA. LETICIA ANDINO DE RIVERA
SECRETARIA GENERAL
LIC. TERESA DE JESÚS GONZÁLEZ DE MENDOZA
Capítulo I.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS.
DESARROLLO Y EVOLUCIÓN DE LA ACCIÓN EJECUTIVA 1
1. En el Derecho Primitivo. 1
2. En el Derecho Romano. 2
3. En el Derecho Germánico. 4
4. En el Derecho Francés. 5
5. La Influencia Francesa. 6
6. En la Legislación Salvadoreña. 6
Capítulo II
1. Concepto y Finalidad. 20
2. Naturaleza Jurídica. 22
3. Objeto del embargo. 23
4. Clasificación de los Bienes inmuebles y muebles 27
5. Modo de proceder en el embargo de bienes inmuebles y
muebles en el juicio ejecutivo civil. 28
a) Libramiento del mandamiento y notificación al ejecutor. 28
b) Término en que deben iniciarse las diligencias de embargo. 28
c) Jurisdicción territorial. 29
d) El ejecutor de embargos, debe sujetarse por mandamiento 29
de ley a las siguientes obligaciones.
e) Determinación del patrimonio del deudor. 31
f) La exclusión de bienes de terceros 32
g) La reintegración del patrimonio del deudor. 32
h) Casos en los que el ejecutor del embargo,
debe abstenerse de realizar el embargo. 33
i) La prelación de bienes. 33
j) Ampliación de la ejecución. 33
k) Embargo de sueldos y pensiones. 34
l) Embargo en bienes que se encuentren en arrendamiento. 35
m) Embargo en bienes hipotecados. 35
n) Venta de bienes embargados, por peligro de deterioro. 35
o) El reembargo. 36
6. La subasta en bienes muebles e inmuebles. 37
CAPÍTULO III
I. DERECHO COMPARADO.
CAPÍTULO IV
I. CONCLUSIONES. 49
II. REFERENCIAS. 50
III. ANEXOS.
IV. APÉNDICE.
INTRODUCCIÓN
Debido a que el embargo es una fase del Juicio Ejecutivo Civil, se hace
referencia al concepto del mismo y a las causas que lo originan, que es otro de
los objetivos planteados para el desarrollo del tema.
Art. Artículo
C. Código Civil
Ob. Obra.
Cit. Citada
Pág. Página
CAPÍTULO I
I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS.
DESARROLLO Y EVOLUCIÓN DE LA ACCIÓN EJECUTIVA.
1. En el Derecho Primitivo.
El concepto de obligación surge como una relación material entre el que presta
el servicio (acreedor) y el que lo recibe (deudor). El deudor se compromete a
dar, hacer o no hacer una cosa en determinado plazo, considerada como
equivalente al servicio recibido.
La aprehensión del deudor (manus injectio) por parte del acreedor para
convertirlo en esclavo o matarlo, se suaviza a partir del siglo IV a. J. C. y se
sustituye la servidumbre por deudas que degenera poco a poco en simple
prisión. Tanto la esclavitud como la reducción a siervo, traían como
consecuencia la adquisición total del patrimonio del deudor por parte del que
llegaba a ser su amo.
2. En el Derecho Romano.
Dentro del primero es menester diferenciar dos épocas: la de las legis actiones
(que se prolonga hasta la mitad del siglo II a. J. C.) y la del procedimiento
formulario. Característica común a ambas épocas es la división del
procedimiento en dos etapas: in jure y apud iudicem o in iudicio. La primera
tiene lugar ante un magistrado que ejerce los poderes inherentes a la
jurisdicción, pero que carece de facultades decisorias, y la segunda ante un
juez privado (iudex unus), que es designado por las partes de común acuerdo y
a quien incumbe la facultad de resolver la controversia, aunque carece del
imperium necesario para hacer cumplir su decisión.1
1
LINO ENRIQUE PALACIO. Manual de Derecho Procesal Civil. Página 23 y 24.
Aproximadamente en el año 649 de Roma, por obra del derecho pretorio, la
ejecución adquiere carácter patrimonial. Su primera manifestación es la
bonorum venditio, que constituye un procedimiento de ejecución colectiva
rodeado de características semejantes al proceso concursal contemporáneo.
Más tarde se atenúan los efectos de la bonorum venditio y se permite al
deudor, para sustraerse a la infamia que aquélla trae aparejada, hacer cesión
de sus bienes mediante la cessio ex lege Iulia. Posteriormente, el
procedimiento de la bonorum distractio ya no recae sobre la universalidad del
patrimonio y autoriza la venta parcial de los bienes del deudor hasta cubrir el
monto adeudado a los acreedores.
3. En el Derecho Germánico.
2
LINO ENRIQUE PALACIO. Ob. Cit. Páginas 660 y 661.
respectivo período el deudor puede plantear ciertas defensas que se
sustancian y deciden con arreglo al régimen de la prueba legal.
Desaparece la actio iudicati, que sólo subsiste para el caso de tener que
hacerse valer la sentencia ante un juez de distinta jurisdicción, y se abre el
camino el concepto de que, dentro del oficio judicial (officium iudicis) se halla
comprendida la facultad consistente en hacer efectivo el cumplimiento de sus
decisiones.
4. En el Derecho Francés.
En Francia, siguiendo la tradición germánica, la ejecución del derecho francés
es llevada a cabo por el propio acreedor, con el auxilio de los sergents du Roi
(más tarde los huissiers), que son los funcionarios encargados de intimar el
pago al deudor y de disponer las correspondientes medidas sobre el patrimonio
de aquél.
5. La influencia francesa.
3
HUMBERTO TOMASINO. El Juicio ejecutivo en la Legislación Salvadoreña. Página 16.
CAPÍTULO II
I. PROCEDIMIENTO PARA LA EJECUCIÓN DE EMBARGOS DE
BIENES MUEBLES E INMUEBLES EN EL JUICIO EJECUTIVO
CIVIL.
4
LINO ENRIQUE PALACIO. Ob. Cit. Página 75.
2. Clasificación de los procesos de ejecución atendiendo a la finalidad
de su pretensión.
a) Ejecución de sentencias, y
b) Juicios ejecutivos.
3. Juicio Ejecutivo.
5
Ver esquema de Clasificación de los Procesos en Anexos.
6
LINO ENRIQUE PALACIO. Ob. Cit. Página 77.
ha sido cumplida por el que, en virtud de un acto voluntario suyo, se había
obligado a dar o hacer una cosa en determinado plazo o al cumplirse una
condición, salvo que la ley, en casos especiales, exija el requerimiento del
deudor para constituirlo en mora, como en el caso del depósito en el que la
obligación de guardar la cosa dura hasta que el depositante la pida. Como la
mora solo tiene lugar si la obligación es positiva, no se puede aplicar este
artículo cuando la obligación es de no hacer, en las cuales no se presenta la
mora sino el incumplimiento de lo pactado, que se resuelve en indemnización
de perjuicios si no puede deshacerse lo hecho.
Al hacer referencia la ley a que por medio del juicio ejecutivo se pide el
cumplimiento de una obligación con instrumentos que según la ley tienen
fuerza bastante para ello, se está refiriendo a las obligaciones cuyo nacimiento
no depende de la voluntad del obligado y, por el contrario, en muchos casos la
obligación nace aún en contra de su voluntad, como sucede en el caso de las
sentencias definitivas condenatorias dictadas contra deudores que se han
opuesto por todos los medios a su alcance a las pretensiones del actor. Puede
nacer también la obligación perseguible ejecutivamente, como consecuencia de
un acto soberano del Estado, que en virtud del derecho que tiene a exigir de los
ciudadanos el pago de contribuciones, para el logro de sus fines, determina
administrativamente y en cumplimiento de una ley anterior que así lo ordena, la
cuantía con que cada súbdito debe ayudar para determinado fin.7
7
HUMBERTO TOMASINO. Ob. Cit. Página 23.
Acerca de los casos de instrumentos ejecutivos que la ley contempla desde el
Art. 588 al 591 Pr., y en relación con la voluntad de la persona obligada
tenemos:
1º- Documentos en los cuales se hace caso omiso de la voluntad de dicha
persona, es decir, que son ejecutivos aun contra su voluntad; y
2º- Documentos cuya fuerza ejecutiva descansa en la voluntad manifiesta de la
persona obligada.
Entre los primeros tenemos, las ejecutorias de las sentencias, las planillas de
costas visadas según el Nº 2º del Art. 589 Pr. , y todos los otros casos que se
refiere el Art. 591 Pr., con excepción del Nº 5º de dicho artículo que se refiere a
certificaciones del juicio de conciliación. Con respecto a todos esos casos hay
que hacer notar, sin embargo que el elemento “voluntad” del agente obligado
aparece lejano y tácitamente representado en la forma contractual que nace de
la litis contestación (eso, en los casos de los Nros. 1 y 2 del Art. 591 Pr., y Nº 2
del Art. 589 Pr.) o en la consecuencia natural del contrato de depósito o de
otros semejantes (para los casos de los Nros. 3º y 4° del Art. 591 Pr.) – Se
exceptúa el N° 5 del Art. 591 Pr., porque, aunque le ley pone entre los casos de
sentencia, su contenido es más bien contractual y el elemento “voluntad”
aparece expresamente contenido en el acuerdo a que se pudo llegar en el
juicio conciliatorio.
a) Presentación de la demanda.
El artículo 593 inc. 1º Pr., establece que “todo portador legítimo de un título
que según la ley tenga fuerza ejecutiva” puede ejercitar la acción ejecutiva. El
portador legítimo de un título ejecutivo es el dueño actual del crédito que
garantiza dicho título, ya sea que la obligación se haya contraído directamente
con él, o que haya llegado a su dominio por cualquier acto lícito que le confiere
el derecho de exigir el cumplimiento de la obligación contraída por el deudor
obligado.
b) Admisión de la demanda.
El juez al recibir la demanda ejecutiva, debe, ante todo, examinar: a) Si el actor
es legítimo portador del documento, y b) si el documento, base de la acción, es
de los títulos a los que la ley concede fuerza ejecutiva (Art. 594 inc. 1º Pr.).
c) Embargo.
Si para el criterio del juez, el ejecutante es portador legítimo del documento que
contiene la obligación reclamada y además, dicho documento tiene fuerza
ejecutiva, ordenará incontinenti la agregación del documento sin citación
contraria, decretará el embargo de los bienes del demandado y librará el
mandamiento respectivo, designando al ejecutor de embargos que debe hacer
la traba (Art. 594 inc. 1º Pr.).
d) emplazamiento.
En el juicio ejecutivo, la notificación del decreto de embargo hecha al
ejecutado, equivale al emplazamiento; de esta manera el demandado, puede
comparecer a manifestar su defensa (Art. 595 inc. 1º Pr.).
e) Contestación de la demanda.
Si el demandado al contestar la demanda niega la acción que deduce el actor,
se entabla de una vez la controversia; si afirma o no comparece dentro del
plazo fijado, entonces se declara rebelde al ejecutado y se pronuncia
sentencia accediendo a lo pedido por el actor (Art. 595 Pr.).
f) Apertura a prueba.
La ley autoriza al demandado al contestar la demanda plantear, contra el
progreso de la pretensión ejecutiva, excepciones dilatorias y perentorias; si lo
hace, se abre el juicio a prueba por ocho días con todos cargos (Art. 595 y
596Pr.).
g) Pronunciamiento de la sentencia.
Concluido el término de prueba debe el juez pronunciar sentencia, cuya parte
resolutiva debe ser ordenando que se siga adelante la ejecución, según los
casos, o absolver al demandado, todo de acuerdo con las pruebas que se
hubieren producido.
Entre los casos de procedencia del secuestro de bienes, la ley procesal señala
los siguientes: a) en la reivindicación de un bien mueble ante el tenor del
posible deterioro del bien en poder del poseedor; b) cuando el deudor pretenda
sustraer o enajenar todo o mayor parte de sus bienes; c) cuando el futuro
demandado sea un extranjero no domiciliado en el país; d) contra el tercero
adquirente de buena fe de un bien sobre el cual se ejerce la acción
reivindicatoria.
b) Anotación preventiva.
1. Concepto y finalidad.
Si, por el contrario, se trata de otro tipo de bienes, sean muebles o inmuebles,
el embargo, la traba o sujeción que el mismo significa a una ejecución
determinada, continuará mediante su realización, su conversión en dinero, a
través de los mecanismos que la Ley prevé, sean su venta en las formas
autorizadas por la norma, sea su entrega al ejecutante para que lo administre y
se aproveche de los frutos que de él deriven etc.
En resumen, pues, el embargo viene constituido por toda la actividad procesal
que tiende a sujetar bienes y derechos del deudor con el fin de su posterior
entrega o realización para lograr con ello la satisfacción del derecho del
ejecutante.
No es posible, por tanto, que resulte embargada la totalidad del patrimonio del
deudor, siendo necesario que se traben únicamente los bienes que resulten
suficientes y adecuados al fin de resarcir al acreedor de sus derechos, lo que
ciertamente se hará, naturalmente, atendiendo tanto a la facilidad de la
enajenación del bien de modo que no se traben bienes de difícil realización,
cuanto a la menor onerosidad de la venta para el ejecutado. No obstante, y no
sea posible embargar bienes de valor superior a la responsabilidad, ello no
estará prohibido en los casos en que el ejecutado sólo posea bienes que
tengan tal valor superior, ya que si ello no se admitiera, la ejecución no podría
llevarse adelante.
El embargo, por último, y ello es hoy una opinión sumida sin reservas, no priva
al deudor de la titularidad sobre el bien o derecho objeto del mismo mientras no
se produzca, claro está, la entrega del bien a otra persona mediante los
diversos sistemas de realización que la ley prevé. Tampoco el embargo supone
restringir el poder de disposición que el deudor tiene sobre los bienes así
sujetos a la ejecución. El ejecutado puede, desde luego, enajenar los bienes
trabados, sin que ello suponga perjuicio alguno para el derecho que
corresponda a la persona a cuyo favor se ha hecho la anotación de embargo; el
embargo, pues, lo que tiende es a lograr la inmunidad del acreedor frente a los
actos de disposición del deudor, de manera que dicho bien siempre, y
cualquiera que sea el acto jurídico al que se someta y el titular nuevo del
mismo, quedará afecto a la ejecución en la que se trabó.8
2. Naturaleza Jurídica.
a) Es un proceso cautelar.
Gran parte de la doctrina define el embargo como acto de tipo procesal, incluso
nuestro maestro Jaime Guasp, pero en realidad si lo observamos
detenidamente, el embargo constituye algo más que un simple acto para su
realización. Así tenemos que el embargo constituye un proceso y por qué no
decirlo, el proceso cautelar patrimonial tipo, es decir es este el que marca la
pauta en todas las legislaciones.
Son varios los actos que se requieren para configurar el embargo: acción de
embargo (petición), decisión, ejecución, contradicción, etc. Por ello afirmamos
que estamos frente a la realización total del proceso cautelar.
8
JOSÉ MARÍA ASENCIO MELLADO. Derecho Procesal Civil Parte Segunda. Páginas 59 y 60.
b) Es de tipo patrimonial.
Los derechos patrimoniales hacen parte de los derechos subjetivos, al lado de
los derechos de la personalidad o humanos, y los derechos familiares “como su
nombre lo indica, son aquellos que se relacionan con el patrimonio económico
de la persona. Tienen por fin la satisfacción de las necesidades materiales de
la persona, mediante la explotación de las cosas del comercio. La doctrina más
corriente afirma que el carácter esencial de los derechos patrimoniales es el de
ser avaluados en dinero, el hacer referencia la medida común de todos los
valores”; los estudios de Derecho Civil entre uno y los otros en que los
segundos no se encuentren en el comercio humano, es decir jamás podrán
relacionarse con el dinero. Además de lo anterior puede afirmarse que una de
las particularidades de los derechos patrimoniales es la de poderse transferir o
transmitir en vida o por causa de muerte lo mismo que sufrir modificaciones al
arbitrio de su titular. Los derechos patrimoniales han sido clasificados en:
derechos universales, entre ellos: hereditarios, sociales y gananciales; así las
cosas, el embargo puede recaer sobre cualquier derecho patrimonial de los
antes enumerados.
Hay que hacer referencia a una serie de bienes que la Ley considera que no
son susceptibles de embargo por razones varias y que van desde
consideraciones estrictamente públicas por estar tales bienes dispuestos al
cumplimiento de un servicio público, hasta otras de naturaleza social, como
sucede con ciertos elementos privados que se entienden están ordenados a la
vida familiar y que razones humanitarias imponen restringir cara a un proceso
de ejecución.
Algo que debe valorarse positivamente, son los casos en que determinados
bienes no están sujetos a embargo, distinguiendo tres supuestos diferentes:
En el artículo 1488 C., se hace mención a los bienes del ejecutado que no
pueden ser objeto de embargo. En nuestra legislación sí se traba embargo
sobre el mobiliario de la casa, a excepción del lecho. En cuanto a los alimentos
y al combustible, es inembargable lo necesario para el consumo de la familia
en un mes, lo que exceda puede ser embargado.
10
JOSÉ MARÍA ASENCIO MELLADO. Ob. Cit. Página 63
En el artículo 1488 ordinal 3º C., se hace referencia a que los bienes antes
mencionados son inembargables, pero si hubieran sido dados en prenda de la
obligación reclamada y entonces sí pueden ser objeto de embargo (art. 632
Pr.).
− Muebles por destinación: Son las cosas que, siendo inmuebles por
adherencia o destinación, por una ficción jurídica del legislador se
transforman en muebles con el único y exclusivo fin de constituir un
derecho por su dueño a favor de terceros.
r) Jurisdicción territorial.
Las diligencias de embargo, pueden realizarse en toda la república, pero si el
embargo debe trabarse fuera de la jurisdicción territorial del juez, debe pedirse
autorización al juez de 1ª instancia de la comprensión donde estén situados los
bienes (Art. 614 inc. 2º Pr).
Así pueden ser objeto de depósito el dinero, los saldos favorables en cuentas
de cualquier clase abiertas en entidades de crédito, ahorro o financieras,
bienes muebles o, por último, los títulos valores u objetos valiosos o
necesitados de especial protección.
Por tal razón, se impone con carácter previo a toda posterior operación la
determinación de los bienes que constituyen el patrimonio del deudor al objeto
de hacer efectiva la traba sobre los que cumplan dichas condiciones.
Una vez localizados los bienes que integran el patrimonio del deudor, se hace
necesario por un lado determinar exactamente cuáles de ellos pertenecen al
deudor, ya que en ocasiones en su patrimonio pueden aparecer algunos que
12
JOSÉ MARÍA ASENCIO MELLADO. Ob. Cit. Página 64.
pertenecen a terceros y, por otro lado, completar el del deudor con aquellos
bienes que se encuentran en poder de terceros o que sencillamente, no ha
realizado el deudor aún perteneciendo al mismo.
13
JOSÉ MARÍA ASENCIO MELLADO. Ob. Cit. Página 67.
w) Casos en los que el ejecutor del embargo, debe abstenerse de realizar
el embargo.
x) La prelación de bienes.
Una vez que los bienes se han localizado, se hace necesario concretar o
determinar los que exactamente, se han de embargar, ya que esta medida
recae exclusivamente sobre los que sean suficientes para satisfacer el derecho
del acreedor. En el art. 616 Pr., se establece como preferencia para trabar
embargo, los bienes que estuvieren hipotecados o empeñados a favor del
acreedor. Si el deudor quisiera evitar que se embarguen los bienes que
previamente ofreció en garantía, puede ofrecerle otros al acreedor, y si este
aceptará se trabará embargo en los últimos.
y) Ampliación de la ejecución.
− Ampliación de la ejecución durante el desarrollo del juicio y antes
de la sentencia.
Siempre que se trate de la misma obligación, el acreedor puede solicitar que se
amplíe la ejecución, cuando durante el juicio y antes de dictar sentencia, se
venza y un nuevo plazo de la obligación. Art. 618 Pr.
− Ampliación de la ejecución después de realizada la venta en
pública subasta.
Si habiéndose realizado la venta en pública subasta de los bienes embargados,
no se alcanzará a cubrir la deuda reclamada, puede el acreedor hacer uso del
derecho que tiene para perseguir los bienes del ejecutado y si fuera necesario
los de los fiadores solicitando se embarguen nuevos bienes por la ejecución.
Arts. 646 al 649 Pr.
El artículo 619 Pr. Establece que: “En los casos en que el embargo deba
trabarse en sueldos, pensiones o salarios, solamente deberá embargarse el
20% de éstos y será nulo el que se practique sobre mayor cantidad, aun
cuando sea con el consentimiento del deudor, nulidad que el Juez de la causa
deberá declarar de oficio sobre el excedente”.14
14
Este Art. Esta tácitamente reformado por el Art. 114 del Código de Trabajo en cuanto a los salarios de
los trabajadores privados; y por el Decreto Legislativo publicado en el D. O. del 26 de febrero de 1963,en
cuanto a los sueldos de los funcionarios y empleados del estado, de los municipios, de las instituciones
oficiales autónomas y semiautonómas y del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, como también en
cuanto a las pensiones de que estén gozando o gocen en el fututo los servidores del Estado o del
municipio.
pago debe hacerse a éste o en su defecto se pongan a disposición del juzgado
correspondiente (Art. 627 Pr.).
dd) El reembargo.
El reembargo consiste en un embargo que se decreta sobre un bien ya
embargado y que afecta a la totalidad del mismo pero que, por ser posterior,
queda de alguna manera supeditado al primero.
Así, el reembargante adquiere el derecho a percibir el producto que se obtenga
de la realización del bien una vez que se haya satisfecho el crédito del primer
embargante y de todos los anteriores.
En este caso el Juez que ha ordenado el segundo embargo, remitirá los autos
con citación de las partes al primero, quién procederá en todo como en los
casos de tercería; pero los acreedores hipotecarios o prendarios tendrán
derecho a que la acumulación se haga siempre al juicio promovido por ellos;
siguiéndose, cuando haya varias hipotecas sobre un mismo inmueble, el orden
de preferencia de éstas. (Art. 628 Pr.).
15
JOSÉ MARÍA ASENCIO MELLADO. Ob. Cit. Página 76.
Si se hubiese practicado en sueldos o pensiones consistentes en dinero, se
librará orden para que se entregue al acreedor la parte que estuviere
devengada y para que se sigan pagando al mismo los sueldos o pensiones
sucesivas hasta completar la cantidad de la deuda.
16
HUMBERTO TOMASINO. Ob. Cit. Páginas 196 y 197.
dos horas antes de la señalada para el remate y se darán pregones
anunciándose las posturas que se hicieren” (Art. 634 Pr.).
“No se admitirá postura por menos de las dos terceras partes del valúo.
Tampoco se admitirá la que no sea en dinero de contado si no es con
consentimiento del acreedor” (Art. 635 Pr.).
El límite de toda postura debe ser, por lo menos, las dos terceras partes del
valor de los bienes, ya sea este valor fijado por las partes o por peritos.
Las ofertas que hagan los interesados en la compra de los bienes que se estén
subastando, deben ser para pagarse al contado y no a plazo, salvo que en este
último caso dé su consentimiento el acreedor, pues siendo él el directamente
interesado en el cobro de su crédito por medio de la venta de los bienes del
ejecutado, perfectamente puede consentir en que el dinero ofrecido por los
17
HUMBERTO TOMASINO. Ob. Cit- Página 198.
bienes se entregue por cuotas o en determinado plazo, si a su juicio la persona
del comprador le merece crédito.18
“La venta se hará a la hora señalada, en el mejor postor, entendiéndose por tal
el que ofreciere mayor cantidad, pero si llegada esa hora aún se hicieren
posturas, se continuará admitiendo las que se hagan, hasta que no haya quién
mejore la última que se hubiere hecho, después de repetirla el secretario por
tres veces, como en las ventas al martillo, pero si el postor no fuere persona
conocida y arraigada a juicio del Juez, no se admitirá la postura, a menos que
el acreedor consienta en ella, o se presente el dinero en el acto, o se afiance la
entrega con persona abonada.” (Art. 636 Pr.).
“La diligencia del remate será en acta firmada por el Juez, el comprador, si
supiere, las partes que hubieren concurrido y el secretario” (Art. 637 Pr.).
18
HUMBERTO TOMASINO. Ob. Cit. Página 199.
19
HUMBERTO TOMASINO. Ob. Cit. Página 200.
La venta de los bienes embargados se efectúa siempre en remate, el cual es
siempre judicial, público forzoso.20
20
HUMBERTO TOMASINO. Ob. Cit. Página 202.
disminuir su valor o por acciones del hombre, como cuando, habiendo quedado
los bienes en poder del deudor, éste los arruinara maliciosamente con el fin de
perjudicar al acreedor.
“Si no hubiere postores, el ejecutante puede pedir que se le den en pago los
bienes embargados por las dos terceras partes del valúo que sirva de base al
remate.
Puede pedir también que se le entreguen los bienes raíces que no hayan
podido rematarse por falta de postores, para hacerse pago con sus frutos o
arrendamientos, del principal, intereses y costas” (Art. 639 Pr.)
21
HUMBERTO TOMASINO. Ob. Cit. Páginas 202 y 203.
entregar al acreedor, por ministerio del Tribunal y previo inventario solemne,
uno o más bienes determinados, para que se pague con sus frutos”.22
Como la finalidad del juicio ejecutivo es obtener, por medio del remate de los
bienes del deudor, el pago de lo que se reclama el acreedor, procurando evitar
éste las molestias y embarazos del juicio ordinario, y como el deudor tratará por
todos los medios que están a su alcance que no se llegue a esa finalidad, se le
rechazarán, una vez señalado el día para el remate, todas las solicitudes que
tiendan a prolongar o impedir dicho remate, el cual se llevará a cabo el día
señalado, aunque el deudor recuse al Juez que esta conociendo en el juicio o
apele de las resoluciones dictadas con posterioridad al señalamiento.23
“El comprador pedirá la aprobación del remate dentro de tercero día, oblando el
dinero que hubiere ofrecido de contado para el pago de la deuda, sus intereses
y costas. El dinero oblado se pagará a quienes corresponda, con recibo,
entregándose los bienes al comprador.
22
HUMBERTO TOMASINO. Ob. Cit. Páginas 203 y 204.
23
HUMBERTO TOMASINO. Ob. Cit. Página 206.
Para esta entrega, si se tratare de un inmueble, el Juez, a instancia de parte
lanzará previamente, sin forma de juicio, al ejecutado, su familia, agentes,
dependientes o criados, concediéndoles un breve término prudencialmente, y
en caso muy necesario para que desocupen” (Art. 642 Pr.)
Como el remate es una venta verificada por medio del Juez, quien conforme al
Art. 652 Civil, es considerado como representante legal del deudor, el rematario
está obligado a pedir la aprobación, a mas tardar después de haberse llevado a
cabo el remate, presentando, para ello, el dinero que ofreció pagar al contado
por los bienes, y no como dice la Ley, que para pagar la deuda, intereses y
costas, pues la oferta de todo comprador en subasta pública es por los bienes
que se están realizando, sin importarle para nada la deuda que se reclama, y
es por ello necesario aclarar esta redacción incorrecta de la ley.
24
HUMBERTO TOMASINO. Ob. Cit. Páginas 209 y 210.
Si el comprador deja de cumplir cualquiera de las condiciones del remate o de
pagar en alguno de los plazos establecidos, el acreedor o el deudor puede
pedir que se le obligue al cumplimiento por los medios coactivos de apremio; o
que se saquen los bienes subastados a nuevo remate, quedando en este caso
responsable el subastador anterior a los daños, perjuicios y costas” (Art. 643
Pr.).
25
HUMBERTO TOMASINO. Ob. Cit. Página 213.
Toda subasta deberá hacerse previo informe del Registrador respectivo, si se
tratase de bienes raíces, para saberse si éstos se hallan inscritos a favor de
otra persona por derechos reales u otros que deban respetarse, quien será
citada en forma, para proceder a la subasta; y en caso de que sea acreedor
hipotecario, se cubrirá su crédito con el precio del remate, en el orden de
prelación establecido por las leyes sustantivas. El Juez, para los fines
indicados, tendrá a la vista el expresado informe, que pedirá a solicitud de parte
o de oficio, antes del justiprecio de los bienes embargados, debiendo ser citado
el acreedor o acreedores hipotecarios para el valúo y el remate, teniendo
intervención de común acuerdo con las partes en el valor que le den o en el
nombramiento de peritos; y en su caso se mandará depositar el producto de la
subasta para el pago de los créditos hipotecarios.
Como el embargo sobre sus bienes no priva al deudor del dominio sobre ellos
ni sobre los frutos que producen, perfectamente puede ocurrir que durante la
tramitación del juicio existan en poder del depositario valores suficientes para
pagar, en su totalidad, la deuda y los accesorios, y entonces el juez de oficio o
a petición de parte debe levantar el embargo trabado y dar por terminado el
procedimiento, pagando al acreedor la totalidad de su reclamo.26
26
HUMBERTO TOMASINO. Ob. Cit. Página 215.
CAPÍTULO III
DERECHO COMPARADO.
Este artículo se relaciona en el artículo 615 inciso tercero Pr., en donde “el juez
de la causa, a solicitud del ejecutante, seguirá información sumaria sobre si hay
título registrado a favor del deudor y si está en posesión del inmueble y por qué
circunstancia, resolviendo llevar o no, adelante el embargo”.
Según el artículo 607 de la Ley LEC, que son imbargables todas las cantidad
derivadas de sueldos y pensiones, hasta el límite de la cuantía señalada
anualmente para el salario mínimo interprofesional, pero son embargables
parcialmente las cuantías que excedan de dicha cantidad en las proporciones
que este artículo determina y que van desde un treinta por ciento hasta un
noventa por ciento, dependiendo del sueldo devengado.
Este artículo esta íntimamente relacionado con el artículo 628 Pr., que
establece que “si los bienes en que debe hacerse la traba, estuvieren ya
embargados por orden de Juez competente, el Juez Ejecutor (Ejecutor de
embargo) al hacer el nuevo embargo, depositará dichos bienes en el mismo
depositario, haciendo constar en el acta respectiva la circunstancia de estar
embargados con anterioridad”, siguiéndose el orden de preferencia de dichos
bienes.
CONCLUSIÓN
JOSÉ MARÍA ASENCIO MELLADO. Derecho Procesal Civil Segunda Parte Ley
1/2000. 2ª Edición. Editorial Tirant To Blanch. Valencia, España 2000.
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Clasificación de los procesos.
Singulares Universales
Judiciales Arbitrales
Por su contenido:
Contenciosos
Voluntarios
Por su finalidad:
De conocimiento:
De ejecución
Cautelares
Por su estructura
Ordinarios
Plenario Tipo
Especiales
Plenarios Rápidos
Sumarios
Conocimiento Conocimiento
fragmentario superficial
ACTA DE APROBACIÓN DE MONOGRAFÍA.