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Tribunalibre Invitación a reemprender

o reanudar el trabajo
Grupo 450 político organizado

Desde hace unos cinco años, muchos, por ahora se dice- definitivamente, otros, que
no decir la totalidad, de los militantes ya no participan de un modo activo en la
revolucionarios de Espacia atraviesan una vida política, mantienen en cambio un
crisis que afecta a su condición misma de compás de espera.
militante 0 a su talante revolucionario y La línea divisoria no pasa, pues, entre
que repercute incluso en su mundo pri- s privatizados = y militantes sino entre los
vado. que siguen siendo revolucionarios y los
La generalización de este fenómeno hace que ya no lo son objetivamente.
que no quepa explicarlo según criterios Se imponen varias conclusiones. La pri-
normales tales como el aburguesamiento mera: por lo que al sector no obrero
por envejecimiento, por ejemplo. La crisis (universitarios, intelectuales, profesionales
se ha debido al cambio radical de la liberales) se refiere, más del noventa por
situación y de las perspectivas españolas. ciento de los que militaban en 1962, por
Y éste a su vez no es sino el reflejo de lo ejemplo, e se están en su casan. Una
que ha ocurrido a escala mundial. abrumadora proporción de los mismos ha
No cabe engafiarse a este respecto. Todos optado por esa solución precisamente
hemos padecido y padecemos esta trans- porque, con razón o sin ella, estimaban
formación tajante de nuestras esperanzas que no podían seguir siendo fieles a sus
de hace cinco o más años. El modo de principios revolucionarios si persistían en
reaccionar ante ella ha sido sin embargo las organizaciones a las que pertenecieron
diverso. Los hay que se han retirado a su hasta entonces. (Tal es -dicho sea de
tienda como Aquiles y otros han seguido paso- la enormidad de la situación espa-
militando. En la inmensa mayoría de los ñola y aún mundial.)
casos, estos últimos han cambiado de De los que siguen militando, la inmensa
partido. El repertorio de los trasvases entre mayoría ha dejado de ser objetivamente
las distintas organizaciones políticas ha revolucionaria (lo cual no es sino el
sido tan numeroso como el número de corolario de la anterior afirmacidn). Dicho
combinaciones posibles. Este fenómeno, de otro modo, el cambio de partido ha
que referido al sector no obrero es general, sido la expreskkt, consciente o incons-
puede aplicarse también a los militantes ciente, de su conversión a posiciones e
obreros si bien en menor proporción. inclinaciones reformistas. (Es absoluta-
Si el criterio es -y no puede por menos mente irrelevante a este’ respecto que el
de serlo en muy importante medida- el paso haya ido en el sentido de partido
hecho de militar, Bstos son dignos de tradicionalmente más radical a partido
encomio y aqu6llos muy censurables. Pero menos radical o viceversa : en el primer
si aplicamos la piedra de toque des la caso, siempre se puede recurrir a la
continuidad revolucionaria el juicio cambia. acusación de = maximalismo m recién des-
Si muchos se han privatizado -como cubierto para justificar con = coherencia
SS
Tribuna libre

revolucionaria 8 la deserci6n ; en el segun- 2. Una revolución termina su carrera...


do, el mayor radicalismo del partido al que
se pasa no es ya, por desgracia, sino eso : Es preciso aceptar este salto como única
una tradición relegada, .. . pero sirve de explicación total de la nueva realidad.
salvoconducto al neomilitante en su vida Vivimos las postrimerías de una era. Se
social. ha roto la continuidad (aunque la revolu-
La finalidad del presente escrito es invitar ción del siglo XX siga siendo eficaz y la
a la acción a aquellos que, cansados o más vigente para amplias zonas del mundo
desencantados, se han retirado de ella y [y la del siglo XIX constituya un progreso
consideran el horizonte cerrado para la para algunas de ellas y durante ciertos
revolución y no ven ningún cauce en el que plazos]). HisMricamente, la humanidad
poder actuar. La tesis que propugnamos está viviendo una vez más una Bpoca de
es : el horizonte está abierto, hay cauce transición, está viviendo entre dos revo-
e incluso cauces. luciones...

3. .. . 1 Viva la revolución I
Al mismo tiempo, nos dirigimos a los que
nunca han militado, a los que esperan .. . porque la revolución no = ha dejado de
fuera o, recelosos de la política, vierten ser posible m, como pretenden algunos,
su energía en empresas generosas pero que es tan disparatado como afirmar, por
aberrantes : a los más jóvenes, en defi- ejemplo, que = se ha acabado la era da
nitiva. los descubrimientos en física o en bio-
Al proponer nuestra línea no pretendemos logia m. Se trata de apercibirse al nuevo
ningún monopolio y respetamos la posibi- avatar, en vez de arrastrar una ilusión
lidad de otras alternativas. enervante sobre la supervivencia del ante-
Agradecemos a Cuadernos de’ Ruedo rior.
ibérico la oportunidad de difundir, en
Tribuna libre y para sus lectores espaiío- 4. El lenguaje no es un monumento
les, este primer resumen de nuestro plan- histórico.
teamiento.
A él, primero de todo, hay que llevar la
nueva adecuación. Procede adaptar el
instrumento lingüístico de los hechos, y no
sojuzgar éstos al antiguo vocabulario
deformado.
Siete principios 5. No hay por qti revisar el marxismo.
También el revisionismo es un rehusarse
1. No hay tal singularidad espafiola. a advertir la realidad distinta, un encerrsr-
se en el mismo armazón mental. No hay
La esperanza sobre las posibilidades nada que revisar o *superar m. Todo
revolucionarias instantáneas en España, sigue, en efecto, vigente. Pero, de ser una
como pais europeo singular, resultó falsa. explicación omnicomprensiva, ha pasado
Hay una uniformidad regional. El Grupo a recubrir una sola franja o capa -por
sólo se concibe a esta escala, y no como muy central o profunda que sea- de la
una empresa estrictamente para Esparia. totalidad.
© faximil edicions digitals, 2002
Tribuna libre

6. Los partido’s han cumplido8 una gran grupos para llevar a cabo un trabajo
función histórica. teórico y una actuación política y para
crear y mantener una solidaridad mutua
La deuda contraída con ellos por la huma- como tales grupos y como miembros de
nidad toda es ingente. Pero hoy, aparte de los mismos.
su eficiencia sindical -que constituye, por Esta vida de grupo no excluye el deber
cierto, un caso de competencia abusiva- de intervenir decididamente en los planos
su restante incidencia en la realidad es subordinados. Antes por el contrario, incita
aproximadamente la misma que) la de un a tener una actividad personal al nivel
cenáculo de’ intelectuales inquietos. sindical v oaraoolítico. El miembro del
Grupo débe’ estar sindicado y pertenecer
7. El protagonista de la lucha no puede a un partido*.
ser único ni conceSbirse, perfecto. El Grupo no nace para rivalizar sino para
completar.
El protagonista de la lucha no es un GRUPO 450
mesías, sino todo aquel al que privan de
lo que es suyo, al que no permiten parti-
cipar, al que no dejan ser precisamente
protagonista total y de pleno derecho en
la sociedad, mkntras y con tal de que, por
supuesto, se encuentre en tal situaci6n de
objeto y de no asimilado por la estructura l Asi pues, el Grupo no condena la pertenencia de
sus miembros a las organizaciones sino que la
de privación. fomenta (del mismo modo que los partidos estimu-
lan a sus militantes a ingresar en un sindicato y
que la participación en empresas culturales 0 coope-
¿ Que propone el Grupo ? rativas no se opone a la lealtad sindical).
Partidos y sindicatos no tienen por qu6 recelar da
A los que están de acuerdo con esta aquellos de sus miembros que lo sean a la vez del
primera, presentación, forzosamente esque- Grupo, porque Me les da una razón más para ser
mática, les invitamos a constituirse en fieles y activos militantes en unos y otros.

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