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NULIDADES EN MATERIA ELECTORAL 2

Materia electoral 2
Bases constitucionales 4
Derechos político electorales 4
Principios que rigen la materia electoral 6
Acto electoral 7
Etapas en la elección 9
Actos de preparación 9
Jornada electoral 10

Nulidades en el Derecho Electoral 10


Principios 13
Reglas generales 15
Funcionalidad y especificidad de la sanción 18
Jurisprudencias 19
Tipicidad 21
Jurisprudencias 22
Presunción de legitimidad y definitividad 27
Jurisprudencias 27
Irregularidades provocadas 30
Jurisprudencias 30
Irregularidades determinantes 31
Jurisprudencias 32
Decisión oportuna de conflictos 38
Ilegalidades 39
Causales de nulidad legales 42
Votación en casilla 42
a) Instalar la casilla, sin causa justificada, en lugar distinto al señalado por el Consejo Distrital
correspondiente; 42
b) Entregar, sin causa justificada, el paquete que contenga los expedientes electorales al
Consejo Distrital, fuera de los plazos que el Código Federal de Instituciones y Procedimientos
Electorales señale; 46
c) Realizar, sin causa justificada, el escrutinio y cómputo en local diferente al determinado por
el Consejo respectivo; 52
d) Recibir la votación en fecha distinta a la señalada para la celebración de la elección; 55
e) Recibir la votación personas u órganos distintos a los facultados por el Código Federal de
Instituciones y Procedimientos Electorales; 58
f) Haber mediado dolo o error en la computación de los votos y siempre que ello sea
determinante para el resultado de la votación; 69
g) Permitir a ciudadanos sufragar sin Credencial para Votar o cuyo nombre no aparezca en la
lista nominal de electores y siempre que ello sea determinante para el resultado de la votación,
salvo los casos de excepción señalados en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos
Electorales y en el artículo 85 de esta ley; 78
h) Haber impedido el acceso de los representantes de los partidos políticos o haberlos
expulsado, sin causa justificada; 81
i) Ejercer violencia física o presión sobre los miembros de la mesa directiva de casilla o sobre
los electores y siempre que esos hechos sean determinantes para el resultado de la votación; 81
j) Impedir, sin causa justificada, el ejercicio del derecho de voto a los ciudadanos y esto sea
determinante para el resultado de la votación; y 88
k) Existir irregularidades graves, plenamente acreditadas y no reparables durante la jornada
electoral o en las actas de escrutinio y cómputo que, en forma evidente, pongan en duda la certeza
de la votación y sean determinantes para el resultado de la misma. 89
Elección diputados mayoría relativa 97

1
Elección senadores 97
Irregularidades graves o causal genérica 112
Causales de nulidad jurisprudenciales 116
Similitudes y diferencias entre causa genérica y abstracta de nulidad de la elección. 120
Acciones y medios de impugnación 120
Medios de impugnación 120
Invalidez o nulidad 122
Invalidez por votación: Alcances 122
Conservación de actos ilegales 122
Ineficacia 123
Consecuencias de la invalidez 123
Bibliografía: 124

Nulidades en materia electoral


El concepto de nulidades de los actos electorales es una expresión vaga y
ambigua en tanto involucra como materia u objeto, aspectos diversos que
merecen ser definidos y evaluados, tales como: a) acto administrativo electoral, b)
actos de los electores, c) actuaciones y presupuestos del proceso electoral y de la
elección. A su vez, la expresión «nulidad» es un concepto ambiguo en tanto
comprende ilegalidad, acción de anulación, invalidez e ineficacia de la materia
regulada. Por esas razones y a fin de connotar los conceptos relativos es
menester determinar el contenido de tales instituciones sustantivas y adjetivas, a
las que la LGSMIME se refiere indistintamente.

Materia electoral
El tema ha sido considerado por la Suprema Corte de Justicia, estableciendo que
la materia electoral implica aspectos sustanciales e instrumentales, directos e
indirectos pero relacionados con la elección, en si misma, al tenor del criterio
siguiente:

Reg. IUS: 194,155


Jurisprudencia
Materia(s): Constitucional
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Abril de 1999
Tesis: P./J. 25/99
Página: 255

ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD. MATERIA ELECTORAL PARA LOS


EFECTOS DEL PROCEDIMIENTO RELATIVO. En la reforma constitucional
publicada en el Diario Oficial de la Federación el treinta y uno de diciembre de mil
novecientos noventa y cuatro, se instituyó este tipo de vía constitucional en el
artículo 105, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, pero se prohibió su procedencia en contra de leyes en materia electoral;
con la reforma a dicho precepto fundamental publicada en el mismo medio de

2
difusión el veintidós de agosto de mil novecientos noventa y seis, se admitió la
procedencia de la acción en contra de este tipo de leyes. Con motivo de esta última
reforma, la Ley Reglamentaria de las Fracciones I y II del Artículo 105 de dicha
Constitución prevé reglas genéricas para la sustanciación del procedimiento de la
acción de inconstitucionalidad y reglas específicas cuando se impugnan leyes
electorales. De una interpretación armónica y sistemática, así como teleológica de
los artículos 105, fracción II, y 116, fracción IV, en relación con el 35, fracciones I y
II, 36, fracciones III, IV y V, 41, 51, 56, 60, 81, 115, fracciones I y II, y 122, tercer
párrafo, e inciso c), base primera, fracciones I y V, inciso f), todos de la propia
Constitución, se llega al convencimiento de que las normas generales electorales no
sólo son las que establecen el régimen normativo de los procesos electorales
propiamente dichos, sino también las que, aunque contenidas en ordenamientos
distintos a una ley o código electoral sustantivo, regulan aspectos vinculados directa
o indirectamente con dichos procesos o que deban influir en ellos de una manera o
de otra, como por ejemplo, distritación o redistritación, creación de órganos
administrativos para fines electorales, organización de las elecciones, financiamiento
público, comunicación social de los partidos, límites de las erogaciones y montos
máximos de aportaciones, delitos y faltas administrativas y sus sanciones. Por lo
tanto esas normas pueden impugnarse a través de la acción de inconstitucionalidad
y, por regla general, debe instruirse el procedimiento correspondiente y resolverse
conforme a las disposiciones específicas que para tales asuntos prevé la ley
reglamentaria de la materia, pues al no existir disposición expresa o antecedente
constitucional o legal alguno que permita diferenciarlas por razón de su contenido o
de la materia específica que regulan, no se justificaría la aplicación de las reglas
genéricas para unas y las específicas para otras.

Acción de inconstitucionalidad 10/98. Minoría parlamentaria de la LXVIII


Legislatura del Congreso del Estado de Nuevo León. 25 de febrero de 1999.
Unanimidad de diez votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente:
Humberto Román Palacios. Secretario: Osmar Armando Cruz Quiroz.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el cinco de abril en curso, aprobó,


con el número 25/1999, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito
Federal, a seis de abril de mil novecientos noventa y nueve.

Comenta Ortiz Mayagoitia, en relación con la justicia electoral constitucional, que


es el reconocimiento y salvaguarda de los derechos políticos que van desde la
formación de organizaciones políticas hasta el ejercicio del voto, tanto activo como
pasivo. Y agrega, el telos del Derecho es la justicia, discernir lo justo de lo injusto
pero vinculado y relacionado con otros valores, tales como la seguridad jurídica,
entendida como el respeto de la persona, sus bienes y derechos por lo que abarca
los mecanismos de reparación o restitución —agrego—, también de eficacia y
disfrute de ellos. 1

1
Ortiz Mayagoitia Guillermo I. (2004): La justicia constitucional electoral en el sistema jurídico mexicano, en
Justicia electoral, Memoria del Primer Curso Iberoamericano sobre Justicia Electoral, Puebla México,
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. pp. 90 y 91

3
Al respecto cabe puntualizar que una integral tutela de los derechos electorales
implica, para las autoridades, no estorbar el ejercicio del sufragio —deber de
abstención negativo— pero también una completa y eficiente protección para que
ese derecho político fundamental se disfrute de manera óptima y plena —deber de
actuación y hasta fomento, de carácter positivo— lo que implica proveer, que sean
eficaces los principios y valores involucrados, que gobiernan a las elecciones,
incluyendo presupuestos y consecuencias.

Bases constitucionales
Lo que se conoce como derechos electorales o, con más propiedad, orden jurídico
electoral, es un conjunto articulado de derechos, prerrogativas, obligaciones y
cargas de la titularidad de las personas, individualmente consideradas, pero
también en un contexto o entorno social y comunitario.

Por tanto, ese orden jurídico particular electoral, se compone de la articulación y


sinergia de variados derechos fundamentales de la persona, derechos sociales y
privilegios políticos de la titularidad, tanto del individuo, como de grupos y
sociedad que se extienden erga omnes. Es importante considerar ese universo
para efectos de tutela y garantía integral, en el contexto de su eficacia y
funcionalidad dinámica de manera tal, que permita el bienestar de las personas y
la comunidad, configurando un orden donde la libertad pueda florecer.

Derechos político electorales


Son múltiples y complejos, comprendiendo diversos momentos y actividades tales
como:
ˆ Votar;
ˆ Ser elegido;
ˆ Participar en el gobierno y ejercer cargos públicos;
ˆ Petición en materia política;
ˆ Reunión y asociación; y,
ˆ Derecho a la información y libre expresión.

Esta descripción no es exhaustiva sino simplemente indicativa. En este orden de


ideas la tesis siguiente:

Reg. 690
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2002
Tesis: S3ELJ 36/2002
Página: 164

4
JUICIO PARA LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS POLÍTICO-ELECTORALES DEL
CIUDADANO. PROCEDE CUANDO SE ADUZCAN VIOLACIONES A DIVERSOS
DERECHOS FUNDAMENTALES VINCULADOS CON LOS DERECHOS DE VOTAR, SER
VOTADO, DE ASOCIACIÓN Y DE AFILIACIÓN. En conformidad con los artículos 79 y 80
de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, en relación
con lo dispuesto en los artículos 17, segundo párrafo; 35, fracciones I, II y III; 41, fracciones
I, segundo párrafo, in fine, y IV, primer párrafo, in fine, y 99, fracción V, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, el juicio para la protección de los derechos
político-electorales del ciudadano debe considerarse procedente no sólo cuando
directamente se hagan valer presuntas violaciones a cualquiera de los siguientes derechos
político-electorales: I) De votar y ser votado en las elecciones populares; II) De asociarse
individual y libremente para tomar parte en forma pacífica en los asuntos políticos del país,
y III) De afiliarse libre e individualmente a los partidos políticos, sino también cuando se
aduzcan violaciones a otros derechos fundamentales que se encuentren estrechamente
vinculados con el ejercicio de los mencionados derechos político-electorales, como podrían
ser los derechos de petición, de información, de reunión o de libre expresión y difusión de las
ideas, cuya protección sea indispensable a fin de no hacer nugatorio cualquiera de aquellos
derechos político-electorales, garantizando el derecho constitucional a la impartición de
justicia completa y a la tutela judicial efectiva.

Juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano. SUP-JDC-


117/2001. José Luis Amador Hurtado. 30 de enero de 2002. Mayoría de cinco votos. Los
Magistrados Eloy Fuentes Cerda y Alfonsina Berta Navarro Hidalgo votaron porque se
confirmara la resolución impugnada, al considerar que la parte actora no comprobó el
hecho fundatorio de sus pretensiones jurídicas, omitiendo, en consecuencia, pronunciarse
sobre la cuestión jurídica que aborda la presente tesis.

Juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano. SUP-JDC-


127/2001. Sandra Rosario Ortiz Noyola. 30 de enero de 2002. Mayoría de cinco votos. Los
Magistrados Eloy Fuentes Cerda y Alfonsina Berta Navarro Hidalgo votaron porque se
confirmara la resolución impugnada, al considerar que la parte actora no comprobó el
hecho fundatorio de sus pretensiones jurídicas, omitiendo, en consecuencia, pronunciarse
sobre la cuestión jurídica que aborda la presente tesis.

Juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano. SUP-JDC-


128/2001. Dora Soledad Jácome Miranda. 30 de enero de 2002. Mayoría de cinco votos. Los
Magistrados Eloy Fuentes Cerda y Alfonsina Berta Navarro Hidalgo votaron porque se
confirmara la resolución impugnada, al considerar que la parte actora no comprobó el
hecho fundatorio de sus pretensiones jurídicas, omitiendo, en consecuencia, pronunciarse
sobre la cuestión jurídica que aborda la presente tesis.

Institucionalmente debe existir y funcionar, adecuadamente, un entorno o


ambiente en el que tengan plena eficacia, aspectos tales como:
ˆ Régimen democrático y representativo;
ˆ Elecciones libres, auténticas y periódicas; y,
ˆ Libre expresión del voto (auténtico, libre y conciente).

5
Correlativamente, deben proveerse las respectivas garantías 2 para:
ˆ Votantes, en dos vertientes, para:
o Fomentar y facilitar el sufragio libre, auténtico y periódico; derecho
fundamental que debe ser optimizado, así como de;
o Autoridades electorales que protejan, plena y eficientemente, los
intereses de electores para funcionalidad y eficacia; eviten abusos y no
impidan ejercer privilegios;
ˆ Ciudadanos afectados en derechos electorales; 3
ˆ Candidatos; y,
ˆ Partidos.

El Poder Legislativo Federal cuya integración se consigue merced al proceso


electoral tiene una estructura y composición compleja, al tenor de lo descrito en
los siguientes cuadros:

Mayoría relativa (300)


Diputados
Representación proporcional (200) 5 circunscripciones 40 diputados c/u

Mayoría relativa (64)


Senadores Representación proporcional (32)
Primera minoría (32)

Principios que rigen la materia electoral


Para Nohlen 4 los principios del derecho electoral han sufrido un cambio
conceptual e histórico-jurídico. Actualmente considera son:

Universal
Igual
Sufragio Secreto
Directo
Libre

En este sentido, el TEPJF en su jurisprudencia S3ELJ 23/2004, propone un listado


completo y una relación ad hoc en los siguientes términos:

La celebración de elecciones libres, auténticas y periódicas, propias de un régimen


democrático, previsto en el artículo 41 constitucional, implica como principios:
ˆ El sufragio universal, libre, secreto y directo;

2
Para Luigi Ferrajoli hay garantías: a) primarias que son las obligaciones, deberes o prohibiciones de los
sujetos obligados o pasivos de los derechos fundamentales y b) secundarias que incluye a las instituciones y
órganos que aseguran la eficacia de la función jurisdiccional así como las procesales que desarrollan la
jurisdicción electoral adjetiva que permita deducir derechos y resolver los conflictos que se susciten. En
general, las pertinentes para reparar o sancionar judicialmente las lesiones de los derechos, es decir,
violaciones a garantías primarias. Ferrajoli Luigi (1999): Derechos y garantías, Madrid, Trotta, p. 43
3
Artículo 79 de LGSMIME, Juicio para la Protección de los Derechos Político-Electorales del Ciudadano
4
Nohlen Dieter (1995): Sistemas electorales y partidos políticos, México, UNAM y Fondo de
Cultura Económica, pp. 20-23

6
ˆ La organización de las elecciones a través de un organismo público y
autónomo;
ˆ La certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad como
principios rectores del proceso electoral;
ˆ El establecimiento de condiciones de equidad para el acceso de los partidos
políticos a los medios de comunicación social;
ˆ El control de la constitucionalidad y legalidad de los actos y resoluciones
electorales; así como que,
ˆ En el financiamiento de los partidos políticos y sus campañas electorales
debe prevalecer el principio de equidad.

La reglamentación de estos principios se dispersa, expande e irradia a toda la


materia electoral que es rica en lo referente a las jurisdicciones que la componen,
tal como en seguida se indica:

Constitucional
Administrativa
Jurisdicciones 5 Penal
Civil
Contencioso administrativa 6

Acto electoral
El objetivo del Derecho electoral es regular y controlar las elecciones para hacer
posible el ejercicio del sufragio popular e instituir los procesos pertinentes. Para
ese fin es menester normar temas vecinos e instrumentales, no por ello menos
importantes y determinantes para un auténtico, libre y real sufragio. Los problemas
jurídicos del proceso electoral se localizan según Santamaría Pastor en:
la estructura y funcionamiento del aparato organizativo de las elecciones y en el
sistema de garantías, jurisdiccionales o no, arbitrados en el proceso electoral. 7
Es todo un proceso complejo —serie de actos concatenados y enlazados a un
fin— con actividades principales y otras instrumentales para designar a
funcionarios de elección popular, cuya relación y composición es así:

Hechos
Meros actos
Actos electorales
Actos jurídicos ciudadanos
Actos de autoridades electorales

Se debe distinguir el voto activo como derecho político-electoral y los actos


administrativos de las autoridades electorales

5
Para el caso de Europa existe también una jurisdicción internacional.
6
Las funciones del TEPJF, esencial y preferentemente, se ubican en esta jurisdicción que, en lo adjetivo, está
prevista en la LGSMIME
7
García Soriano María Vicente (2000): Jueces y magistrados en el proceso electoral, Madrid, Centro de
Estudios Políticos y Constitucionales, p. 23

7
Las votaciones y elecciones son actos colectivos y complejos de trascendencia
pública y su nulidad será declarada sólo cuando se incumplan normas electorales
—pueden ser reglas o principios— cuya inobservancia vulnere efectivamente y de
manera determinante aspectos esenciales de la votación o la elección. Declarar la
ineficacia —sancionar— de cualquier infracción, haría nugatoria la prerrogativa y
participación efectiva del pueblo en la vida democrática, la integración de la
representación nacional y el acceso de los ciudadanos al ejercicio del poder
público.

Los actos electorales son muchos dentro de un proceso complejo con un claro fin:
elegir a un funcionario de elección popular 8 y así formar a los órganos de
gobierno.

Las nulidades pueden ser de todo el proceso, 9 del acto terminal o final o de los
intermedios, ya sea porque la ley los considera muy relevantes, o bien, porque en
los juicios se concluye, después de analizar el caso, que son determinantes para
el resultado de la elección.

En la materia electoral se aplican conjunta y ponderadamente los principios tanto


de conservación de los actos como el de fruto de actos viciados o del árbol
envenenado, dañino o ponzoñoso, 10 conforme al cual el acto ilegal contamina y
mancha a los demás. 11 Tal es el caso de varios asuntos que dieron pauta al
criterio de causa abstracta de nulidad, donde aparecen varias ilegalidades
significativas que, en su conjunto, determinan la afectación y, por ende, la
invalidez o nulidad del proceso electoral.

Una adecuada visión del proceso electoral debe ser al tenor de todos sus
elementos que, prima facie, se advierten del siguiente esquema:

8
Presidente, senador, diputado, gobernador, presidente municipal, delegado, etc.
9
Por vicios propios o por la irregularidad de los intermedios de tal magnitud que trascienden en la suma final
10
Es interesante considerar la génesis de este principio (expresión que se atribuye al juez norteamericano
Felix Frankfurter), se da no merced y como consecuencia causal de violaciones formales per se, sino en razón
de violaciones a derechos fundamentales y, precisamente, con el propósito disciplinario y represivo para
sancionar y desestimular interferencias o intromisiones arbitrarias de policías y autoridades, en general; en el
ámbito privado y libertario de las personas. Es así que se excluyen las pruebas o actuaciones espurias y todas
las consecuencias derivadas, para dejar bien clara la finalidad garantista y crítica, tendente a la profilaxis
respecto de abusos, excesos y descuidos. Por tanto, si el principio de conservación, lo que busca, es preservar
actuaciones que beneficien a la comunidad, puede y debe ponderarse la acción conjunta de ambos principios
en sinergia cuando los vicios no sean determinantes y su anulación no se vincule con la tutela de intereses
legítimos o superiores.
11
Es así que el TEPJF ha invalidado y declarado ineficaz la elección de varios gobernadores porque durante la
secuela electoral se dieron vicios, tan importantes, que se presume afectan el equilibrio en la contienda. Son
ejemplo de cómo se ha aplicado la extensión del vicio que ensucia a posteriores actos como fruto del árbol
ponzoñoso o envenenado.

8
Presupuestos
Ô
Acto electoral Î Elementos Î Consecuencias
Ó Ô
Principal Instrumental
Esencial Accesorio
Final
Ó Ô Ó Ô
Elementos Fines Elementos Fines

Etapas en la elección
El proceso electoral tiene múltiples etapas en las que se dan funciones sustantivas
e instrumentales, todas en una clara concatenación y relación de causa-efecto, tal
como aparece descrito en el siguiente esquema: 12

En razón de las múltiples etapas y momentos en que se da y divide el fenómeno


electoral debe tenerse presente la necesidad de disponer de garantías también
plurales y versátiles que, en lo cronológico, pueden clasificarse en:

Previas
Garantías jurisdiccionales Durante Al proceso electoral
Posteriores

Actos de preparación

12
En términos generales las funciones, instituciones y elementos sustantivos aparecen en la parte superior del
esquema, en tanto que las instrumentales se aprecian en la parte inferior.

9
En esta etapa se van dando una serie de presupuestos que, en lo general, incluye
muchos aspectos no regulados y difíciles de evaluar tales como: partidos, régimen
interno y sus decisiones, pre-campañas, inducción al voto, etc. Especialmente
relevante es la labor promocional y de convencimiento a los electores «marketing»
que ha de darse bajo condiciones de competitividad, simetría y equilibrio de
manera que las opciones y oportunidades de los contendientes sean lo más
semejante e igualitario posible.

Jornada electoral
Durante esta fase es importante la regulación de variados actos que se han
dividido, convencionalmente, en las siguientes etapas:
ˆ Preparación e instalación
ˆ Votación
ˆ Cómputo

Nulidades en el Derecho Electoral


La teoría de las nulidades se ha desarrollado en contextos diferentes y con
matices disímbolos al tenor de los intereses, materias y conflictos que se dan en
los Derechos: 13
ˆ Civil;
ˆ Administrativo; y,
ˆ Electoral.

En efecto, los intereses involucrados, peculiaridades de los sujetos, principios y


valores que determinan el conflicto y las conveniencias o no de las consecuencias,
determinan que el régimen, en cada caso, presente diferencias y objetivos
peculiares.

Lo que se conoce como el régimen de las nulidades, en la práctica, implica y


comprende situaciones, decisiones y declaraciones tales como:

Explícitas o expresas previstas en reglas


Ilegalidad o violaciones Implícitas en principios o análogas a las explícitas
Conductas inmediatas y mediatas o instrumentales 14
Acción de nulidad
Nulidad Invalidez
Conservación
Jurídica
Ineficacia
Material

Concretamente en la materia electoral puede tener los sentidos, contenidos y


alcances siguientes:

13
Huber Olea y Contró Jean Paul (2005): Derecho Contencioso Electoral, México, Porrúa, pp. 147
14
Apreciarlas en concurrencia y sinergia con otras que incrementen su probabilidad, verosimilitud y eficacia
probatoria, pruebas de datos directos y de comprobación

10
Votación
Nulidad (invalidez sanción)
Elegibilidad

Las nulidades electorales tienen como objetivo primordial asegurar la vigencia de


los principios y valores democráticos, los cuales exigen que sólo los votos
válidamente emitidos (de acuerdo con la Constitución y la ley) por los ciudadanos
sean susceptibles de generar la voluntad popular que legitime a los órganos
públicos representativos.15

La nulidad puede ser vista como una consecuencia jurídica de invalidez (para
algunos como sanción), que recae sobre la votación y en los casos de
inelegibilidad de los candidatos, en cuyo caso el voto fue prima facie válidamente
emitido, pero en favor de una persona que no reúne los requisitos constitucionales
y legales para ocupar el cargo de elección popular, lo cual vicia, en cierta medida,
la voluntad de los electores e impide que sus sufragios surtan efectos plenos, pues
no podrían resultar válidos los votos emitidos para un candidato que compitió fuera
de las reglas de derecho.

El TEPJF ha interpretado, en parte, como opera el régimen de las nulidades en


materia electoral, considerando que la invalidez e ineficacia requiere de ser
declarada y el acto produce provisionalmente efectos en tanto se hace la
declaratoria, opera ex nunc, al tenor de lo previsto en la tesis siguiente:

Reg. 631
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2001
Tesis: S3ELJ 11/2001
Página: 122

ESTATUTOS DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS. SURTEN SUS EFECTOS


MIENTRAS NO SEA DECLARADA SU NULIDAD. Conforme con la doctrina
jurídica, el derecho positivo y la jurisprudencia de los tribunales federales, los actos
afectados de nulidad absoluta se clasifican, en atención al grado o forma de su
ineficacia, en dos categorías: a) Los actos en que la ineficacia opera por ministerio
de la ley, de manera que no producen efecto alguno, provisional o definitivo, por lo
que no es necesario hacerla valer por los interesados mediante una instancia de
petición o por vía de acción o de excepción, sino que la autoridad competente, casi
siempre un órgano jurisdiccional, debe tomarla en cuenta de oficio para la emisión
de los actos o la toma de decisiones que tengan relación con el acto que se encuentra

15
Orozco Henríquez José de Jesús (2006): Justicia electoral y garantismo jurídico, México, Porrúa 2006, p.
181

11
afectado con la nulidad mencionada, una vez que estén satisfechos y demostrados los
requisitos que la pongan de manifiesto. b) Los actos afectados de nulidad absoluta
que producen provisionalmente sus efectos, mientras no sea declarada su ineficacia
por la autoridad competente, ordinariamente un tribunal jurisdiccional, y para cuya
declaración se hace indispensable la petición o instancia concreta en tal sentido, de
parte interesada, comúnmente mediante el ejercicio de una acción o la oposición de
una defensa o excepción, sin que sean los únicos medios, ya que para esto debe
estarse al régimen legal positivo aplicable a cada caso. En el sistema jurídico
mexicano la regla se constituye con las ineficacias de la segunda clase, en la cual los
actos afectados de nulidad absoluta producen siempre sus efectos provisionalmente,
mientras no se haga la declaratoria correspondiente por la autoridad competente,
como respuesta a la petición, acción o excepción, que haga valer parte interesada; y
la excepción se constituye con la ineficacia de pleno derecho, la cual debe estar
consignada expresamente en la ley. En la legislación electoral no existen elementos
para considerar que el legislador la haya sustraído del sistema mencionado en
cuanto al grado o forma de la ineficacia de los actos nulos, dado que no existen
disposiciones determinantes de que dichas nulidades operen de manera diferente.
Antes bien, en la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia
Electoral, las normas que hacen referencia a la nulidad de la votación recibida en
las casillas y a la nulidad de las elecciones, se encuentran reguladas de tal manera,
que conduce a que tales actos producen sus efectos mientras no sea declarada
legalmente su nulidad, y para este efecto, establece la vía de los medios de
impugnación, que se inician necesariamente a instancia de parte mediante el
ejercicio de una acción, además, no existe disposición alguna que determine que la
nulidad de los estatutos de un partido político nacional opera de pleno derecho,
entonces mientras los estatutos de un partido político no sean declarados
inconstitucionales por una autoridad competente, estos continúan surtiendo sus
efectos, de manera que si la renovación de un órgano directivo no se hace con apego
a ellos, sino mediante otros procedimientos, mientras prevalezca esa situación de
producción de efectos de los estatutos, no existe base jurídica para considerar que
los actos ejecutados de modo diferente a su preceptiva sean actos o procedimientos
válidos.

Recurso de apelación. SUP-RAP-036/99. Miguel Ángel Garza Vázquez, por su propio


derecho y ostentándose como presidente de la Comisión Ejecutiva Nacional del
Partido Verde Ecologista de México. 16 de febrero de 2000. Unanimidad de votos.

Recurso de apelación. SUP-RAP-002/2001. Héctor Felipe Hernández Godínez, por


su propio derecho y ostentándose como miembro de la Comisión Ejecutiva Nacional
del Partido del Trabajo. 30 de enero de 2001. Unanimidad de votos.

Recurso de apelación. SUP-RAP-001/2001. Carlos Alberto Macías Corcheñuk, por


su propio derecho y ostentándose como presidente de la Comisión Ejecutiva
Nacional del Partido Verde Ecologista de México. 26 de febrero de 2001.
Unanimidad de votos.

12
Principios
En el derecho electoral mexicano se pueden identificar, como reglas y principios
fundamentales, los siguientes:

a) Las elecciones deben ser libres, auténticas y periódicas;


b) El sufragio debe ser universal, libre, secreto y directo;
c) En el financiamiento público de los partidos políticos y sus campañas
electorales debe prevalecer el principio de equidad;
d) La organización de las elecciones debe realizarse a través de un organismo
público y autónomo, en el que la certeza, legalidad, independencia,
imparcialidad y objetividad constituyen principios rectores del proceso
electoral;
e) En todo proceso electoral deben estar establecidas condiciones de equidad
para el acceso de los partidos políticos a los medios de comunicación.

Tales reglas y principios se desprenden de lo establecido en los artículos 35, 36,


39, 41, 99 y 116 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y
son condición necesaria para que una elección se pueda considerar como válida,
pues en ellos se establecen los elementos fundamentales de una elección
democrática, dentro del estado constitucional democrático de derecho.16

Lo anterior significa que son de irrestricto cumplimiento, pues ni aun las elecciones
por usos y costumbres indígenas, reconocidas y garantizadas en el artículo 2°,
apartado A, fracción III, de la Constitución federal, se pueden dejar de observar;
esto es, no podría considerarse como válida una elección por ese método si se
contraviene, por ejemplo, el principio constitucional de igualdad, cuando el proceso
electivo implique actividades que violenten la universalidad del voto, por ejemplo
impedir votar a los ciudadanos que no residen en la cabecera municipal, dicha
restricción se traduciría en la negación o anulación de su derecho fundamental a
sufragar, ya que significaría la transgresión al principio de igualdad y el derecho a
no ser discriminado injustamente y resultaría violatoria de derechos fundamentales
y, por tanto, quedaría excluida del ámbito de reconocimiento y tutela de los
derechos de los pueblos y comunidades indígenas previstos por la Constitución
federal, al resultar incompatible con los derechos fundamentales, pues no tendría
el carácter de democrática, toda vez que el derecho de sufragio constituye la
piedra angular del sistema democrático, pues con su ejercicio, se permite la
necesaria conexión entre los ciudadanos y el poder público, legitimando a éste.

El contexto general de los principios y reglas generales que rigen en la materia


electoral es más evidente y se comprende mejor, al tenor de los siguientes
aspectos generales.

16 Véase la tesis S3EL010/2001, publicada bajo el rubro “ELECCIONES. PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES Y LEGALES QUE SE DEBEN
OBSERVAR PARA QUE CUALQUIER TIPO DE ELECCIÓN SEA CONSIDERADA VÁLIDA”, en la Compilación Oficial de Jurisprudencia y Tesis
Relevantes 1997-2005, volumen tesis relevantes, pp. 525-527.

13
No cualquier irregularidad provoca la invalidez o ineficacia del acto o actos sobre
los que incida, en razón que se privilegia la conservación, en la mayor medida
posible, del voto activo y actos administrativos electorales.17 De ahí una primera
clasificación y división de las irregularidades en:

Invalidantes

Irregularidades Conservar lo útil


No invalidantes Afectan sólo lo accesorio
No afectación significativa

Relacionado con lo anterior, las irregularidades deben ser determinantes 18 para


afectar sustancialmente los principios citados, de lo que resulta como condición de
las ilegalidades lo siguiente:

Reglas o Votación
Violen Vulneren manera determinante aspectos esenciales de
Principios Elección

La clasificación de las irregularidades y su eficacia, dependerá, del momento en


que ocurran, lo que se asocia con la naturaleza y lo determinantes que puedan ser
en los casos concretos, tal como aparece en el siguiente cuadro:

Votos Errores
Votación Inconsistencias
Irregularidades en por Determinantes
Cómputo Vicios de procedimiento
Elección 19 Irregularidades 20

En efecto, la existencia y acreditación de irregularidades, puede dar lugar a que


los órganos facultados para ello, procedan a la anulación de votos en lo individual,
la votación recibida en una casilla, de un cómputo o de una elección.

Cabe señalar que la anulación de los votos en lo individual lo pueden realizar los
miembros de la mesa directiva de casilla o, en su caso por el Consejo Distrital
correspondiente (cuando se realice el escrutinio y cómputo de casilla en consejo
distrital), en términos de lo establecido en los artículos 227, párrafo 2, y 230,
párrafo 1, inciso b), del Código Federal de Instituciones y Procedimientos
Electorales, en los casos en que se haya emitido el sufragio en forma distinta a la

17 Véase la tesis de jurisprudencia S3ELJD 01/98, publicada bajo el rubro “PRINCIPIO DE CONSERVACIÓN DE LOS ACTOS PÚBLICOS
VÁLIDAMENTE CELEBRADOS. SU APLICACIÓN EN LA DETERMINACIÓN DE LA NULIDAD DE CIERTA VOTACIÓN, CÓMPUTO O ELECCIÓN”, en
la Compilación Oficial de Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, volumen de jurisprudencia, pp. 231-233.
18 Véase la tesis de jurisprudencia S3ELJ 13/2000, publicada bajo el rubro “NULIDAD DE SUFRAGIOS RECIBIDOS EN UNA CASILLA. LA
IRREGULARIDAD EN QUE SE SUSTENTE SIEMPRE DEBE SER DETERMINANTE PARA EL RESULTADO DE LA VOTACIÓN, AUN CUANDO EN LA
HIPÓTESIS RESPECTIVA, TAL ELEMENTO NO SE MENCIONE EXPRESAMENTE (Legislación del Estado de México y similares)”, en la Compilación
Oficial…, cit., pp. 202-203.
19
Faltan algunos supuestos más como financiamiento, campañas, publicidad, en general instrumentales y
presupuestos que se recogen en la causa abstracta
20
Faltan aspectos tales como: Manipulación, inducción o desequilibrio

14
establecida legalmente, es decir, cuando el elector no hubiere marcado un solo
cuadro en el que se contenga el emblema de un partido político, el de una
coalición o el de los emblemas de los partidos coaligados. En estos casos, bastará
la emisión del voto en forma distinta a la prevista en la ley, para que proceda su
anulación.

Por su parte, la nulidad de la votación recibida en casilla, así como la nulidad de la


elección, pueden ser decretadas por la Sala correspondiente del Tribunal Electoral
del Poder Judicial de la Federación, siempre y cuando queden acreditados los
extremos previstos en los respectivos supuestos normativos, es decir, de las
causas de nulidad legalmente previstas, así como que las violaciones a los bienes
jurídicos tutelados o a los principios electorales, hubieren sido determinantes, lo
cual significa que el resultado hubiera sido distinto de no haber ocurrido los
errores, inconsistencias, vicios o irregularidades (manipulación, inducción, presión,
violencia, etcétera).

Las irregularidades determinantes se aprecian en los términos del siguiente


cuadro:

Presuntas (presunción iuris tantum) 21


Causales
Indiciarias (prueba de trascendencia en cada caso)
Irregularidades determinantes: Referentes
Cuantitativo
Criterio
Cualitativo (201) 22

Preceptos o hipótesis jurisprudencial


Presuntas (presunción iuris tantum) 75, incisos a, b, c, d, e, h; 76 y 77
Irregularidades
Indiciarias (prueba de trascendencia en cada caso) 75, incisos f, g, i, j, k; 78 y causa abstracta

Causales
taxativamente En las indiciarias opera un cierto grado de
previstas (específica, discrecionalidad, poder de apreciación
genérica o abstracta)

La concentración de los principios que rigen en el tema de nulidades en materia


electoral está en los artículos 71 al 74 y 78 de la LGSMIME

Reglas generales
Artículo 71

21
Puede ofrecerse prueba en contra (derrotabilidad de la presunción) en casos que la irregularidad no resulte
determinante
22
Ocurre cuando se han conculcado de manera significativa los principios constitucionales rectores de
certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad; la finalidad de la norma; la gravedad de la
falta; el vicio o la irregularidad y las circunstancias en que se cometió

15
1. Las nulidades establecidas en este Título podrán afectar la votación emitida en
una o varias casillas y, en consecuencia, los resultados del cómputo de la elección
impugnada; o la elección en un distrito electoral uninominal para la fórmula de
diputados de mayoría relativa; o la elección en una entidad federativa para la
fórmula de senadores por el principio de mayoría relativa o la asignación de primera
minoría. Para la impugnación de la elección de diputados o senadores por el
principio de representación proporcional, se estará a lo dispuesto por los párrafos 2
y 3 del artículo 52 de esta ley.

2. Los efectos de las nulidades decretadas por el Tribunal Electoral respecto de la


votación emitida en una o varias casillas o de una elección en un distrito electoral
uninominal o en una entidad federativa, se contraen exclusivamente a la votación o
elección para la que expresamente se haya hecho valer el juicio de inconformidad,
tomando en cuenta lo dispuesto en la parte final del párrafo anterior.

Artículo 72
1. Las elecciones cuyos cómputos, constancias de validez y mayoría o de asignación
no sean impugnadas en tiempo y forma, se considerarán válidas, definitivas e
inatacables.

Artículo 73
1. Tratándose de la inelegibilidad de candidatos a diputados y senadores electos por
el principio de representación proporcional, tomará el lugar del declarado no
elegible su suplente, y en el supuesto de que este último también sea inelegible, el que
sigue en el orden de la lista correspondiente al mismo partido.

Artículo 74
1. Los partidos políticos o candidatos no podrán invocar en su favor, en medio de
impugnación alguno, causales de nulidad, hechos o circunstancias que ellos mismos
hayan provocado.

Los citados artículos 71 a 74 de la LGSMIME, establecen las reglas generales que


rigen a los casos de ilegalidades, invalidez e ineficacia en materia electoral, pues
con motivo de ellas se puede afectar la votación emitida en una o varias casillas y,
en consecuencia, los resultados del cómputo de la elección impugnada; o la
elección en un distrito electoral uninominal para la fórmula de diputados de
mayoría relativa; o la elección en una entidad federativa para la fórmula de
senadores por el principio de mayoría relativa o la asignación de primera minoría.
En todos los casos, como se indicó, el órgano encargado de declarar la nulidad
será la Sala del Tribunal Electoral que ejerza jurisdicción en el distrito o entidad
correspondiente a la elección impugnada, con excepción de la nulidad de la
votación recibida en casilla de la elección de Presidente de los Estados Unidos
Mexicanos, cuya resolución corresponde en forma uniinstancial a la Sala Superior
del indicado tribunal. Igual consideración cabe hacer en lo referente a la elección
de gobernador.

16
En ese sentido, en la parte final del párrafo 1 del artículo 71 de invocada ley,
existe una regla especial para la interposición del juicio de inconformidad en el que
se ventilen cuestiones relacionadas con las nulidades electorales, pues por lo
general, no se pueden impugnar en un mismo escrito, más de una elección, según
se prevé en el artículo 10, párrafo 1, inciso e), de la misma ley; por ello, existe la
obligación de presentar un solo escrito, en cada caso, cuando se pretenda
impugnar las elecciones de diputados por ambos principios, o las elecciones de
senadores por ambos principios y la asignación a la primera minoría, de
conformidad con lo establecido en los párrafos 2 y 3 del artículo 52 del
ordenamiento en comento.

Según lo ha resuelto la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de
la Federación,23 de una interpretación sistemática de lo establecido en el artículo
10, párrafo 1, inciso e); 49, 50, y 52, párrafo 2 y 3, de la ley adjetiva federal, se
desprende que cuando el legislador utilizó la expresión "más de una elección",
estrictamente se refería a "dos o más resultados electorales distintos", en virtud de
que el propósito del legislador fue que las impugnaciones que se hicieran respecto
de dos o más resultados electorales distintos, mediante un mismo escrito de
demanda, fueran improcedentes, salvo las excepciones que él mismo señaló. En
ese sentido, en principio, no es posible que con un mismo escrito se impugnen
elecciones distintas, esto es, por ejemplo, los resultados electorales de dos
diputaciones uninominales; los de una diputación y los de una senaduría; los de
una diputación y los de alguna elección municipal; los de una senaduría y los
correspondientes a alguna elección municipal, los de la elección presidencial y los
de alguna diputación, alguna senaduría o alguna elección municipal, o bien, los de
dos elecciones municipales distintas.

Los casos de excepción a dicha regla, como se indicó, se refieren a que sí es


posible impugnar, mediante un solo escrito, por un lado, los resultados
consignados en las actas de cómputo distrital de la correspondiente elección de
diputado uninominal o de mayoría relativa y los resultados consignados en las
actas de cómputo distrital de la elección de diputados de representación
proporcional en el mismo distrito; por otro lado, a los resultados consignados en
las actas de cómputo de entidad federativa de la correspondiente elección de
senador por mayoría relativa o de asignación a la primera minoría y los resultados
consignados en las actas de cómputo de la respectiva entidad federativa para la
elección de senadores por representación proporcional.

Adicionalmente, a fin de otorgar el mayor acceso a la justicia jurisdiccional


electoral, los alcances del artículo 10, párrafo 1, inciso e), de la Ley General del
Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, han sido interpretados
por la Sala Superior en el sentido de que cuando por alguna circunstancia un
partido político impugna más de una elección con un sólo escrito, debe estarse a
lo siguiente: a) Si del análisis integral del escrito se desprende con claridad la
voluntad manifiesta hacia cuál de las elecciones se inclina el impugnante, debe

23
Cfr. Sentencia del SUP-JRC-152/1999, emitida el 11 de noviembre de 1999.

17
entrarse al estudio de la acción que se infiere de ello; b) En el supuesto de que no
se pueda dilucidar con claridad la intención del promovente, y siempre y cuando
los plazos jurisdiccionales lo permitan, es necesario requerirle que identifique la
elección impugnada, en términos de los artículos 9o., párrafo 1, inciso d), y 19,
párrafo 1, inciso b), de la ley citada; c) Si del análisis integral del respectivo escrito
no es posible inferir claramente qué elección se impugna y tampoco formular al
actor el requerimiento para que lo precise, en razón de los plazos perentorios en la
materia, el órgano jurisdiccional debe determinar cuál es la elección impugnada,
con base en la debida configuración de los agravios y viabilidad jurídica para
combatir determinado acto y, consecuentemente, dictar un fallo de fondo,24 en el
que las nulidades que se detecten, se contraigan exclusivamente a la votación o
elección para la que expresamente se haya hecho valer el juicio de inconformidad.

Los principios que están previstos y se deducen de las disposiciones respectivas


son:

Funcionalidad y especificidad de la sanción


La regla general y vocación del voto activo es la eficacia, esto es, que se produzca
el resultado de la elección y el nombramiento de funcionarios de elección popular
de inmediato para que atiendan la responsabilidad pública inherente al cargo.
Correlativamente, la nulidad —aspecto patológico de la votación—, debe tener la
menor incidencia y la sanción el menor resultado posible. Por tanto la ineficacia de
los votos nulos o anulables se contrae a y se justifica sólo en la medida estricta y
específica de la impugnación. Es así que rige una presunción de legitimidad y
vocación de funcionalidad del sufragio.

En este sentido el artículo 71 de la LGSMIME contrae la ineficacia al voto, la


votación o la elección que se puede dar en entornos que van desde la casilla
hasta las entidades circunscripciones e incluso el país pero siempre en esa
secuela, preferente, de menor a mayor y en la medida que sean impugnadas y las
ilegalidades resulten relevantes y graves, así como determinantes para el
resultado de la correspondiente elección.

Complementariamente el artículo 73 de la LGSMIME provee reglas y soluciones


para los casos de inelegibilidad de candidatos a diputados y senadores electos por
el principio de representación proporcional.

Es importante señalar que la nulidad de la elección de diputados y senadores de


mayoría relativa opera, por inelegibilidad de los candidatos, si y sólo si, se acredita
que ambos candidatos de la fórmula ganadora incumplen los requisitos que
constitucional y legalmente se prevén para ser electos.

24
Véase tesis S3ELJ 06/2002, publicada bajo el rubro “IMPUGNACIÓN DE MÁS DE UNA ELECCIÓN
EN UN MISMO ESCRITO. NO DETERMINA NECESARIAMENTE SU IMPROCEDENCIA”, en la
Compilación Oficial…, cit., pp. 145-147.

18
Sin embargo, en el artículo 73 de la ley que se analiza, se establece una regla
especial en la materia, pues tratándose de la inelegibilidad de candidatos a
diputados y senadores electos por el principio de representación proporcional,
debe tomar el lugar del declarado no elegible su suplente, y en el supuesto de que
este último también sea inelegible, asumirá el cargo el que le siga en el orden de
la lista correspondiente al mismo partido. Al respecto, es importante puntualizar
que el recurso de reconsideración es el medio idóneo para impugnar la
inelegibilidad de candidatos a diputados federales y senadores por el principio de
representación proporcional.25

En ese sentido, resulta ilustrativa la tesis S3EL 084/2002 que en seguida se citará.

Jurisprudencias
Reg. 369
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 1998
Tesis: S3EL 080/98
Página: 978

VOTOS NULOS. NO CUENTAN PARA LA ASIGNACIÓN POR REPRESENTACIÓN


PROPORCIONAL (Legislación de Chiapas). De conformidad con lo dispuesto por el
artículo 260 del Código Electoral del Estado de Chiapas, para obtener la base para
la segunda asignación debe deducirse de la votación total emitida, además de la
votación de los partidos que no alcanzaron el 1.5% y la votación utilizada por los
partidos políticos equivalente al 1.5% de la votación total, los votos nulos, porque: a)
de una interpretación sistemática de los artículos 258, fracciones I y II, y 260,
fracción III, inciso a), del código citado ubicados ambos en el capítulo IV
denominado Del recuento y asignación de regidores y diputados de representación
proporcional, se colige que, una vez asignados diputados a los partidos que
alcanzaron el 1.5% de la votación total, en la aplicación de la fórmula electoral los
votos nulos no deben tomarse en cuenta; b) en el procedimiento de asignación en
estudio, solamente participan los partidos políticos que alcanzaron, cuando menos, el
umbral mínimo de votación, y es sólo a dichos entes a los que se les puede otorgar
diputados plurinominales, por representar a un sector determinado del cuerpo
electoral; c) el artículo 289 del código electoral estatal, establece expresamente que
la votación anulada por el tribunal local se debe deducir de la votación total de la
elección correspondiente para determinar la votación válida; entonces, interpretando
analógicamente el artículo 227 del código citado, debe inferirse que el voto nulo

25
Véase tesis S3EL 015/2000, publicada bajo el rubro “INELEGIBILIDAD DE CANDIDATOS A
DIPUTADOS FEDERALES Y SENADORES POR EL PRINCIPIO DE REPRESENTACIÓN
PROPORCIONAL. ES IMPUGNABLE A TRAVÉS DEL RECURSO DE RECONSIDERACIÓN”, en la
Compilación Oficial…, cit., volumen tesis relevantes, pp. 620-621.

19
proveniente de un ciudadano tampoco debe tomarse en cuenta en la votación válida,
por existir causa semejante en ambos casos, ya que dichos votos carecen de eficacia
jurídica, lo que se confirma porque los propios funcionarios integrantes de la mesa
directiva de casilla (autoridad administrativa local) tienen la facultad de anular los
votos que no se hayan emitido conforme a lo previsto en los numerales 224 y 227 del
código en cita, y d) el principio de representación proporcional, como garante del
pluralismo político, tiene como finalidad que cada partido político tenga una
representación en el órgano colegiado correspondiente, lo más aproximado posible a
su porcentaje de votación respecto a la votación total válida, ésta como resultado de
los partidos que cumplieron con los requisitos legales para tener derecho a la
respectiva asignación. En consecuencia, si se optara por incluir la votación nula en
el procedimiento de asignación, se introduciría una impureza que sería contraria al
principio mencionado. Por tanto, los votos nulos, independientemente que provengan
del cuerpo electoral o de la resolución del órgano electoral competente, en ningún
caso deben tomarse en cuenta para determinar la votación válida, cualidad que se
requiere para participar en la asignación de diputados, y, consecuentemente, en el
procedimiento de asignación de diputados por el principio de representación
proporcional.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-132/98 y acumulados. Partido


del Trabajo. 12 de noviembre de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: José Luis de
la Peza. Secretario: Héctor Solorio Almazán.

Reg. 150
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2002
Tesis: S3EL 084/2002
Página: 617

INELEGIBILIDAD. ALCANCES DEL TÉRMINO CANDIDATO PARA EFECTOS


DE LA NULIDAD DE UNA ELECCIÓN (Legislación de Oaxaca). De la
interpretación sistemática y funcional de los artículos 15, 136, párrafos 2, 3 y 4, 219,
231, 232 y 233 del Código de Instituciones Políticas y Procedimientos Electorales de
Oaxaca, y de los numerales 31, 66, 67 y 113 de la Constitución Política de dicha
entidad federativa, en relación con el artículo 257, fracción V, de aquella
codificación, que establece que una elección será nula cuando el candidato que haya
obtenido constancia de mayoría en la elección respectiva, no reúna los requisitos de
elegibilidad previstos para tal efecto, puede concluirse, válidamente, que el
candidato a que se refiere este último precepto es, en el caso de la elección para
gobernador del Estado, una sola persona; entratándose de comicios electorales para
elegir diputados, debe ser, en su totalidad, la fórmula correspondiente; y respecto a
la elección para integrar ayuntamientos, debe ser la planilla atinente, puesto que la
constancia de mayoría a que alude tal dispositivo, no se extiende a una sola persona

20
entratándose de elección de diputados y de ayuntamientos, sino a la fórmula o
planilla, según corresponda, que hubiera obtenido más votos. Además, de acuerdo
con los mencionados preceptos, tanto el registro como el sufragio se otorgan, en el
primer caso, a cada candidato individualmente; y en el segundo y tercer supuesto,
respectivamente, a las fórmulas y planillas postuladas, y no a una sola persona,
habida cuenta que resulta inaceptable que en relación a elecciones municipales, si
uno de los candidatos resulta inelegible, por esa razón lo sean todos los integrantes
de la planilla, y ello conduzca a la declaración de la nulidad de la elección atinente,
ya que la norma invocada no lo dispone de esa manera.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-258/2001. Partido de la


Revolución Democrática. 30 de noviembre de 2001. Unanimidad de votos. Ponente:
Alfonsina Berta Navarro Hidalgo. Secretario: Rodrigo Torres Padilla.

Tipicidad
En el entendido, que es un derecho fundamental de los ciudadanos elegir a sus
gobernantes, sólo puede ser restringido por causas serias y pertinentes al interés
social. Por tanto, la seguridad y funcionalidad del voto activo debe preservarse y
evitar ciegas sanciones que atenten a la eficacia de tal derecho.

Es así que la anulación, ya sea del voto o de los actos administrativos que
reconozcan la eficacia del sufragio, deben ser la excepción y, como tal, el listado
de vicios debe ser tasado, regido bajo el régimen de tipicidad o numerus clausus y
de interpretación restrictiva, en razón de la preeminencia del principio de
seguridad jurídica y el de funcionalidad que postula mantener o conservar le
eficacia del sufragio.

Por tanto, sólo en disposiciones de orden público, perfectamente claras, pueden


consignarse ilegalidades que, a la postre, vienen a ser sanciones jurídicas que se
traducen en la ineficacia del voto. Por tanto, deben ser previsibles, concretas y
sujetas al principio de reserva de ley que exige la tipificación o enunciado de las
causales de ilegalidad que pueden derivar en la ineficacia.

Pero este mandato de tipificación tiene dos vertientes, por lo que tanto la
infracción como la sanción o ineficacia han de estar debidamente previstas en la
norma que ha de tener rango de ley. 26

La LGSMIME contempla:
ˆ Un listado específico de causales de ilegalidad y de sanciones en sus
artículos 75 al 77, perceptibles como supuestos de ilegalidad stricto sensu ,
formales y connotados en definiciones preestablecidas.
ˆ A lo que agrega la descripción de causas genéricas, enunciándolas como
violaciones sustanciales, en forma generalizada y determinantes para el
resultado de la elección. Aquí cabe considerar que la equiparación de los
efectos permite asimilarlas con las causas específicas
26
Nieto Alejandro (2002): Derecho Administrativo Sancionador, Madrid, Tecnos, p. 310

21
La Sala Superior del TEPJF en su jurisprudencia S3ELJ 23/2004 ha considerado,
a partir de una interpretación funcional y hermenéutica de los principios
constitucionales y legales, una causa abstracta, basada en consideraciones de
analogía y mayoría de razón que se fundamenta en la eficacia y no derrotabilidad
de los principios constitucionales; hipótesis que más adelante será comentada.

También, sobre la base de los principios y régimen legal genérico, ha declarado la


nulidad de estatutos de partidos políticos, no obstante la falta de una causal
específica y ad hoc para ello. En este sentido la tesis S3 ELJ 03/2005 que más
adelante se transcribe.

Jurisprudencias
No. Registro: 922,659
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Apéndice (actualización 2002)
Tomo: Tomo VIII, Jurisprudencia Electoral
Tesis: 40
Página: 57
Genealogía: Compilación Oficial de Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2002,
página 150, Sala Superior, tesis S3ELJ 40/2002.

NULIDAD DE VOTACIÓN RECIBIDA EN CASILLA. DIFERENCIA ENTRE LAS


CAUSALES ESPECÍFICAS Y LA GENÉRICA.- Las causas específicas de nulidad de
votación recibida en una casilla, previstas en los incisos a) al j), del párrafo 1, del
artículo 75 de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia
Electoral, son diferentes a la causa de nulidad que se ha identificado como genérica,
establecida en el inciso k) del mismo precepto legal, en virtud de que esta última se
integra por elementos distintos a los enunciados en los incisos que preceden. La
mencionada causa de nulidad genérica, pese a que guarda identidad con el elemento
normativo de eficacia que califica a ciertas causas específicas, como es el que la
irregularidad de que se trate sea determinante para el resultado de la votación a fin
de que se justifique la anulación de la votación recibida en casilla, es completamente
distinta, porque establece que la existencia de la causa de referencia depende de
circunstancias diferentes, en esencia, de que se presenten irregularidades graves y
que concurran los requisitos restantes, lo que automáticamente descarta la
posibilidad de que dicha causa de nulidad se integre con hechos que pueden llegar a
estimarse inmersos en las hipótesis para la actualización de alguna o algunas de las
causas de nulidad identificadas en los incisos que le preceden; es decir, en algunas
de las causas específicas de nulidad, cuyo ámbito material de validez es distinto al de
la llamada causa genérica.

Tercera Época:

22
Recurso de reconsideración. SUP-REC-046/97.-Partido Revolucionario
Institucional.-19 de agosto de 1997.-Unanimidad de votos.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-006/2000.-Coalición Alianza por México.-16


de agosto de 2000.-Unanimidad de votos.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-021/2000 y acumulado.-Coalición Alianza


por México.-16 de agosto de 2000.-Unanimidad de votos.

Compilación Oficial de Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2002, página 150,


Sala Superior, tesis S3ELJ 40/2002.

Reg. 387
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 1998
Tesis: S3EL 072/98
Página: 727

NULIDAD DE ELECCIÓN. INTERPRETACIÓN DE LA LOCUCIÓN


PREPARACIÓN Y DESARROLLO DE LA ELECCIÓN (Legislación de San Luis
Potosí). Conforme a una interpretación gramatical y sistemática, la locución
preparación y desarrollo de la elección contenida en el artículo 181, fracción II, en
relación con los diversos dispositivos del proceso electoral establecidos en la Ley
Electoral del Estado de San Luis Potosí, no equivale a jornada electoral sino, más
bien, a todos los actos, actividades, tareas y resoluciones que tienen lugar a lo largo
del proceso electoral y, por ende, la sesión de cómputo municipal y las posibles
violaciones que ocurran en ella se dan durante la preparación y desarrollo de la
elección, pudiendo, según sus características, convertirse en violaciones sustanciales
que motiven la nulidad de la elección.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-036/97. Partido de la


Revolución Democrática. 11 de septiembre de 1997. Unanimidad de votos. Ponente:
José de Jesús Orozco Henríquez. Secretario: Hugo Domínguez Balboa.

No. Registro: 922,660


Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Apéndice (actualización 2002)
Tomo: Tomo VIII, Jurisprudencia Electoral
Tesis: 41
Página: 59

23
Genealogía: Compilación Oficial de Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2002,
página 151, Sala Superior, tesis S3ELJ 41/2002.

OMISIONES EN MATERIA ELECTORAL. SON IMPUGNABLES.- Los artículos 99,


párrafo cuarto, fracción V, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y 3, párrafos 1, inciso a), y 2, de la Ley General del Sistema de Medios de
Impugnación en Materia Electoral, se refieren a actos y resoluciones de las
autoridades electorales susceptibles de ser impugnados. No obstante que, en
principio, la expresión acto presupone un hacer, es decir, un acto que crea, modifica
o extingue derechos u obligaciones, y la resolución sería el resultado de ese hacer
que también tendría esa aptitud jurídica, lo cierto es que el primero de los términos
debe entenderse en un sentido más amplio, como toda situación fáctica o jurídica que
tenga una suficiencia tal que la haga capaz de alterar el orden constitucional y legal,
ya sea que provenga de un hacer (acto en sentido estricto) o un no hacer (omisión
propiamente dicha), siempre que, en este último supuesto, exista una norma jurídica
que imponga ese deber jurídico de hacer a la autoridad identificada como
responsable, a fin de dar eficacia al sistema de medios de impugnación en materia
electoral, al tenor de lo dispuesto en el artículo 41, párrafo segundo, fracción IV, de
la Constitución federal.

Tercera Época:

Juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano. SUP-


JDC-037/99.-Herminio Quiñónez Osorio y otro.-10 de febrero de 2000.-Unanimidad
de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-027/2000.-Partido Alianza


Social.-5 de abril de 2000.-Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-032/2000.-Convergencia por la


Democracia, Partido Político Nacional.-5 de abril de 2000.-Unanimidad de votos.

Compilación Oficial de Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2002, página 151,


Sala Superior, tesis S3ELJ 41/2002.

Reg. 387
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 1998
Tesis: S3EL 072/98
Página: 727

NULIDAD DE ELECCIÓN. INTERPRETACIÓN DE LA LOCUCIÓN


PREPARACIÓN Y DESARROLLO DE LA ELECCIÓN (Legislación de San Luis

24
Potosí). Conforme a una interpretación gramatical y sistemática, la locución
preparación y desarrollo de la elección contenida en el artículo 181, fracción II, en
relación con los diversos dispositivos del proceso electoral establecidos en la Ley
Electoral del Estado de San Luis Potosí, no equivale a jornada electoral sino, más
bien, a todos los actos, actividades, tareas y resoluciones que tienen lugar a lo largo
del proceso electoral y, por ende, la sesión de cómputo municipal y las posibles
violaciones que ocurran en ella se dan durante la preparación y desarrollo de la
elección, pudiendo, según sus características, convertirse en violaciones sustanciales
que motiven la nulidad de la elección.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-036/97. Partido de la


Revolución Democrática. 11 de septiembre de 1997. Unanimidad de votos. Ponente:
José de Jesús Orozco Henríquez. Secretario: Hugo Domínguez Balboa.

Reg. 628
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2005
Tesis: S3ELJ 03/2005
Página: 120

ESTATUTOS DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS. ELEMENTOS MÍNIMOS PARA


CONSIDERARLOS DEMOCRÁTICOS. El artículo 27, apartado 1, incisos c) y g), del
Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, impone a los partidos
políticos la obligación de establecer en sus estatutos, procedimientos democráticos
para la integración y renovación de los órganos directivos; sin embargo, no define
este concepto, ni proporciona elementos suficientes para integrarlo jurídicamente,
por lo que es necesario acudir a otras fuentes para precisar los elementos mínimos
que deben concurrir en la democracia; los que no se pueden obtener de su uso
lingüístico, que comúnmente se refiere a la democracia como un sistema o forma de
gobierno o doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno,
por lo que es necesario acudir a la doctrina de mayor aceptación, conforme a la
cual, es posible desprender, como elementos comunes característicos de la
democracia a los siguientes: 1. La deliberación y participación de los ciudadanos, en
el mayor grado posible, en los procesos de toma de decisiones, para que respondan
lo más fielmente posible a la voluntad popular; 2. Igualdad, para que cada
ciudadano participe con igual peso respecto de otro; 3. Garantía de ciertos derechos
fundamentales, principalmente, de libertades de expresión, información y asociación,
y 4. Control de órganos electos, que implica la posibilidad real y efectiva de que los
ciudadanos puedan elegir a los titulares del gobierno, y de removerlos en los casos
que la gravedad de sus acciones lo amerite. Estos elementos coinciden con los rasgos
y características establecidos en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, que recoge la decisión de la voluntad soberana del pueblo de adoptar
para el Estado mexicano, la forma de gobierno democrática, pues contempla la

25
participación de los ciudadanos en las decisiones fundamentales, la igualdad de
éstos en el ejercicio de sus derechos, los instrumentos para garantizar el respeto de
los derechos fundamentales y, finalmente, la posibilidad de controlar a los órganos
electos con motivo de sus funciones. Ahora bien, los elementos esenciales de
referencia no deben llevarse, sin más, al interior de los partidos políticos, sino que es
necesario adaptarlos a su naturaleza, a fin de que no les impidan cumplir sus
finalidades constitucionales. De lo anterior, se tiene que los elementos mínimos de
democracia que deben estar presentes en los partidos políticos son, conforme al
artículo 27, apartado 1, incisos b), c) y g) del código electoral federal, los siguientes:
1. La asamblea u órgano equivalente, como principal centro decisor del partido, que
deberá conformarse con todos los afiliados, o cuando no sea posible, de un gran
número de delegados o representantes, debiéndose establecer las formalidades para
convocarla, tanto ordinariamente por los órganos de dirección, como
extraordinariamente por un número razonable de miembros, la periodicidad con la
que se reunirá ordinariamente, así como el quórum necesario para que sesione
válidamente; 2. La protección de los derechos fundamentales de los afiliados, que
garanticen el mayor grado de participación posible, como son el voto activo y pasivo
en condiciones de igualdad, el derecho a la información, libertad de expresión, libre
acceso y salida de los afiliados del partido; 3. El establecimiento de procedimientos
disciplinarios, con las garantías procesales mínimas, como un procedimiento
previamente establecido, derecho de audiencia y defensa, la tipificación de las
irregularidades así como la proporcionalidad en las sanciones, motivación en la
determinación o resolución respectiva y competencia a órganos sancionadores, a
quienes se asegure independencia e imparcialidad; 4. La existencia de
procedimientos de elección donde se garanticen la igualdad en el derecho a elegir
dirigentes y candidatos, así como la posibilidad de ser elegidos como tales, que
pueden realizarse mediante el voto directo de los afiliados, o indirecto, pudiendo ser
secreto o abierto, siempre que el procedimiento garantice el valor de la libertad en la
emisión del sufragio; 5. Adopción de la regla de mayoría como criterio básico para
la toma de decisiones dentro del partido, a fin de que, con la participación de un
número importante o considerable de miembros, puedan tomarse decisiones con
efectos vinculantes, sin que se exija la aprobación por mayorías muy elevadas,
excepto las de especial trascendencia, y 6. Mecanismos de control de poder, como
por ejemplo: la posibilidad de revocar a los dirigentes del partido, el endurecimiento
de causas de incompatibilidad entre los distintos cargos dentro del partido o públicos
y establecimiento de períodos cortos de mandato.

Juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano. SUP-


JDC-781/2002. Asociación Partido Popular Socialista. 23 de agosto de 2002.
Unanimidad de votos.

Juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano. SUP-


JDC-021/2002. José Luis Amador Hurtado. 3 de septiembre de 2003. Unanimidad de
votos.

Juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano. SUP-


JDC-803/2002. Juan Hernández Rivas. 7 de mayo de 2004. Unanimidad de votos.

26
Presunción de legitimidad y definitividad
La presunción de legitimidad —o regularidad— es una cualidad propia de los actos
administrativos que sustenta su eficacia con independencia de su conformidad con
la norma. Juega aquí el principio de la prevalencia del interés público sobre el
interés particular. A su vez, se reconoce que la fuente de la presunción proviene
de un acto jurídico: la preexistencia de un procedimiento administrativo concluido
por el acto, y un dato de naturaleza política, consistente en que las autoridades
públicas se instituyen para beneficio del pueblo, conforme al artículo 39
constitucional. Desempeña un papel preponderante la conservación del acto
administrativo conducente a su eficacia y funcionalidad a favor de los intereses
comunitarios. 27

La legalidad se presume en los actos con apariencia de regulares. Por ello, no es


aplicable a los actos ostensiblemente violatorios del ordenamiento —falta
completa de competencia material— y las vías de hecho, actuaciones materiales
dañinas o perjudiciales que no se sustentan en ningún título jurídico que las
legitime.

Debe señalarse que las elecciones cuyos cómputos, constancias de validez y


mayoría o de asignación no sean impugnadas en tiempo y forma, se consideran
válidas, definitivas e inatacables, pues ocurre una especie de preclusión del
derecho para impugnar, lo cual se considera acorde con los principios electorales
de definitividad y certeza.

Este principio lo consignan los artículos 3. 1 b) y 72 de la LGSMIME determinando


una presunción de legitimidad de los actos y etapas de los procesos electorales, la
posibilidad de ser impugnados mediante los medios pertinentes y, de no ser así, la
definitividad de las actuaciones y la consecuente validez e inatacabilidad.

Jurisprudencias

Reg. 539
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2005
Tesis: S3ELJ 09/2005
Página: 291

RESIDENCIA. SU ACREDITACIÓN NO IMPUGNADA EN EL REGISTRO DE LA


CANDIDATURA GENERA PRESUNCIÓN DE TENERLA. En los sistemas
electorales en los que la ley exige como requisito de elegibilidad desde la fase de

27
Tron Petit Jean Claude y Ortiz Reyes Gabriel (2005) : La nulidad de los actos administrativos, México,
Porrúa, p. 62

27
registro de candidatos, acreditar una residencia por un tiempo determinado, dentro
de la circunscripción por la que pretende contender, como elemento sine qua non
para obtener dicho registro, deben distinguirse dos situaciones distintas respecto a la
carga de la prueba de ese requisito de elegibilidad. La primera se presenta al
momento de solicitar y decidir lo relativo al registro de la candidatura, caso en el
cual son aplicables las reglas generales de la carga de la prueba, por lo que el
solicitante tiene el onus probandi, sin que tal circunstancia sufra alguna
modificación, si se impugna la resolución que concedió el registro que tuvo por
acreditado el hecho, dado que dicha resolución se mantiene sub iudice y no alcanza a
producir los efectos de una decisión que ha quedado firme, en principio, por no
haber sido impugnada. La segunda situación se actualiza en los casos en que la
autoridad electoral concede el registro al candidato propuesto, por considerar
expresa o implícitamente que se acreditó la residencia exigida por la ley, y esta
resolución se torna definitiva, en virtud de no haberse impugnado, pudiendo haberlo
hecho, para los efectos de continuación del proceso electoral, y de conformidad con
el principio de certeza rector en materia electoral, por lo que sirve de base para las
etapas subsecuentes, como son las de campaña, jornada electoral y de resultados y
declaración de validez, con lo que la acreditación del requisito de residencia
adquiere el rango de presunción legal, toda vez que la obligación impuesta por la ley
de acreditar la residencia, ya fue considerada como cumplida por la autoridad
electoral competente en ejercicio de sus funciones, con lo que adquiere la fuerza
jurídica que le corresponde a dicha resolución electoral, le da firmeza durante el
proceso electoral y la protege con la garantía de presunción de validez que
corresponde a los actos administrativos; asimismo, dicho acto constituye una
garantía de la autenticidad de las elecciones, y se ve fortalecida con los actos
posteriores vinculados y que se sustentan en él, especialmente con la jornada
electoral, por lo que la modificación de los efectos de cualquier acto del proceso
electoral, afecta en importante medida a los restantes y, consecuentemente, la
voluntad ciudadana expresada a través del voto. Lo anterior genera una presunción
de validez de especial fuerza y entidad, por lo que para ser desvirtuada debe exigirse
la prueba plena del hecho contrario al que la soporta. Esta posición resulta acorde
con la naturaleza y finalidades del proceso electoral, pues tiende a la conservación
de los actos electorales válidamente celebrados, evita la imposición de una doble
carga procedimental a los partidos políticos y sus candidatos, respecto a la
acreditación de la residencia, y obliga a los partidos políticos a impugnar la falta de
residencia de un candidato, cuando tengan conocimiento de tal circunstancia, desde
el momento del registro y no hasta la calificación de la elección, cuando el candidato
ya se vio favorecido por la voluntad popular, con lo que ésta se vería disminuida y
frustrada.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-203/2002. Partido de la


Revolución Democrática. 28 de noviembre de 2002. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-458/2003. Partido


Revolucionario Institucional. 30 de octubre de 2003. Unanimidad de votos.

28
Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-179/2004. Coalición Alianza
por Zacatecas. 10 de septiembre de 2004. Unanimidad en el criterio.

No. Registro: 922,658


Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Apéndice (actualización 2002)
Tomo: Tomo VIII, Jurisprudencia Electoral
Tesis: 39
Página: 56
Genealogía: Compilación Oficial de Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2002,
páginas 148-149, Sala Superior, tesis S3ELJ 09/2002.

NULIDAD DE VOTACIÓN RECIBIDA EN CASILLA, DEBE IDENTIFICARSE LA


QUE SE IMPUGNA, ASÍ COMO LA CAUSAL ESPECÍFICA.- Es al demandante al
que le compete cumplir, indefectiblemente, con la carga procesal de la afirmación, o
sea, con la mención particularizada que debe hacer en su demanda, de las casillas
cuya votación solicita se anule y la causal de nulidad que se dé en cada una de ellas,
exponiendo, desde luego, los hechos que la motivan, pues no basta que se diga de
manera vaga, general e imprecisa, que el día de la jornada electoral hubo
irregularidades en las casillas, para que pueda estimarse satisfecha tal carga
procesal, la cual reviste mayor importancia, porque, además de que al cumplirla da
a conocer al juzgador su pretensión concreta, permite a quienes figuran como su
contraparte -la autoridad responsable y los terceros interesados-, que en el asunto
sometido a la autoridad jurisdiccional, acudan, expongan y prueben lo que a su
derecho convenga. Si los demandantes son omisos en narrar los eventos en que
descansan sus pretensiones, falta la materia misma de la prueba, pues malamente se
permitiría que a través de los medios de convicción se dieran a conocer hechos no
aducidos, integradores de causales de nulidad no argüidas de manera clara y
precisa, y así, ante la conducta omisa o deficiente observada por el reclamante, no
podría permitirse que la jurisdicente abordara el examen de causales de nulidad no
hechas valer como lo marca la ley. Aceptar lo contrario, implicaría a la vez, que se
permitiera al resolutor el dictado de una sentencia que en forma abierta infringiera
el principio de congruencia, rector del pronunciamiento de todo fallo judicial.

Tercera Época:

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-052/98.-Partido Acción


Nacional.-28 de agosto de 1998.-Unanimidad de seis votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-178/2001.-Partido Acción


Nacional.-30 de agosto de 2001.-Mayoría de seis votos.

29
Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-330/2001.-Partido Acción
Nacional.-19 de diciembre de 2001.-Unanimidad de seis votos.

Compilación Oficial de Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2002, páginas 148-


149, Sala Superior, tesis S3ELJ 09/2002.

Irregularidades provocadas

La nulidad no puede ser invocada por quien haya dado causa a la misma, según
otro principio general de derecho que establece que nadie puede alegar en su
beneficio los actos de su propia torpeza, plasmado en el brocardo latino nemo
admittitur aut auditur propriam turpitudinem allegans, en tanto que el artículo 74 de
la LGSMIME establece que los partidos políticos y los candidatos no podrán
invocar en su favor, en medio de impugnación alguno, causas de nulidad, hechos
o circunstancias que ellos mismos hayan provocado; 28 de lo contrario se estaría
permitiendo que un acto ilícito invalidara, anulara o afectara de algún modo un
acto lícito, lo que es inadmisible, llegando al absurdo de dar efectos jurídicos a
actos de sabotaje de las elecciones.

Jurisprudencias
Reg. 677
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2002
Tesis: S3ELJ 35/2002
Página: 153

INTERÉS JURÍDICO. QUIEN CON SU CONDUCTA PROVOCA LA EMISIÓN DEL


ACTO IMPUGNADO CARECE DEL NECESARIO PARA COMBATIRLO. La
interpretación sistemática y funcional de los artículos 9o., párrafo 3; 10, inciso b), y
74 de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral,
lleva a considerar que quien ha dado origen a una situación engañosa, aun sin
intención, suscitando con su conducta el que el órgano administrativo acceda a su
petición, conforme a la buena fe y la apariencia de procedibilidad de la institución
procesal instada, se ve impedido a impugnar jurisdiccionalmente esa resolución que
le concedió; impedimento que surge en virtud de que las partes deben guardar dentro
del procedimiento relativo un comportamiento coherente, pues si un instituto político
con el carácter de parte, pide el sobreseimiento de la queja, argumentando para tal
efecto, que las condiciones sociales demandaban la contribución de todos para
generar un clima que permitiera distender cualquier divergencia entre los
principales actores políticos y por considerar superados los argumentos esgrimidos

28
Orozco Henríquez J. Jesús (2003): Panorama sobre el régimen federal de nulidades en materia electoral,
México, TEPJF, p. 509

30
en el tiempo en que se formuló la denuncia; resulta incoherente o incongruente con
la postura adoptada primigeniamente, que después impugne la resolución que accede
a tal petición, lo que origina la carencia de interés en el trámite de los medios de
defensa que prevé la referida ley, como sanción a la conducta contradictoria de
dicho partido, que contraviene el principio general de buena fe y que le impide
actuar en contradicción a sus propios actos.

Recurso de apelación. SUP-RAP-010/2001. Partido de la Revolución Democrática.


29 de marzo de 2001. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-061/2002 y acumulado. Partido


Acción Nacional. 12 de marzo de 2002. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-070/2002. Partido


Revolucionario Institucional. 12 de marzo de 2002. Unanimidad de votos.

Irregularidades determinantes
La tutela, entendida como decisión y ejecución de la condena que restituye al
sujeto activo en el disfrute de un derecho, se matiza o sujeta a una condición de
legitimidad y conveniencia social, tanto en el Derecho constitucional como en el
administrativo, donde impere una simetría, proporción y equilibrio entre los
intereses de la sociedad y los derechos indisponibles del gobernado. Por tanto, no
hay protección sin lesión, lo que es base del principio de agravio necesario en el
derecho procesal constitucional y de los diversos de conservación de los actos y
las ilegalidades no invalidantes en materia administrativa.

Es así que, con el principio de conservación, se pretende la efectiva consecución


de los fines colectivos a los que sirve la Administración y, consecuentemente, la
ley decanta y distingue aquellos vicios —en que pueden incurrir sus actos—
susceptibles de impedir y los que no impiden cumplir con la finalidad prevista.
Estas características son punto de referencia obligada y determinante para
producir la invalidez e ineficacia de los actos, o bien, dar pauta y justificar las
ilegalidades o infracciones no invalidantes.

Las formalidades —de carácter instrumental— no son un fin per-se, sino exigibles
en la medida que sean cauce o condición para:
ˆ Garantizar la defensa de los particulares; o bien,
ˆ Potenciar la eficacia de la Administración.
En ambos casos son medio y garantía para la salvaguarda de un valor sustancial
o de legalidad material. 29

En estos casos comenta Nieto lo siguiente:


… cuando el acto viciado posee los requisitos imprescindibles para alcanzar su fin o
no de lugar a la indefensión de los interesados,… existen normas cuyo cumplimiento
no lleva aparejada la sanción de invalidez,…parece inconcuso que el régimen

29
Tron Petit Jean Claude y Ortiz Reyes Gabriel, op. cit. pp.188, 268 y 269

31
general de las normas se relaja cuando se trata de normas de organización y
procedimiento. 30

Sobre el tema Santamaría Pastor propone atender al principio de


proporcionalidad, estimando que:
La lógica más elemental impone un distinto tratamiento para los diversos grados de
irregularidad, de tal forma que la gravedad de la sanción legal está en función
directa de la trascendencia de la infracción y de las diversas circunstancias que
pudieran concurrir. La concurrencia de estos factores impone inexcusablemente una
gradación de los tipos de actuación de la invalidez.31

Este principio de conservación del Derecho administrativo se recoge por la materia


electoral, con el objeto de mantener y preservar, funcional y eficaz al voto activo y
no reputarlo viciado por irregularidades menores o insuficientes.

Su trascendencia queda limitada por lo que, en si, se estima determinante,


conservar todo lo no directamente viciado aunado a que las irregularidades han de
ser graves y causar un agravio real que afecte la elección de manera significativa.

Sobre la forma en que la Sala Superior ha recogido en la materia electoral el


indicado principio de conservación, vale la pena ilustrar con las tesis siguientes:

Jurisprudencias
No. Registro: 919,098
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Apéndice 2000
Tomo: Tomo VIII, Jurisprudencia Electoral
Tesis: 28
Página: 44
Genealogía: Revista Justicia Electoral 1998, suplemento 2, páginas 19-20, Sala
Superior, tesis S3ELJD 01/98.

PRINCIPIO DE CONSERVACIÓN DE LOS ACTOS PÚBLICOS VÁLIDAMENTE


CELEBRADOS. SU APLICACIÓN EN LA DETERMINACIÓN DE LA NULIDAD DE
CIERTA VOTACIÓN, CÓMPUTO O ELECCIÓN.- Con fundamento en los artículos
2o., párrafo 1 de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia
Electoral, y 3o., párrafo 2 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos
Electorales, atendiendo a una interpretación sistemática y funcional de lo dispuesto
en los artículos 41, base tercera, párrafo primero y base cuarta, párrafo primero y
99 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 69, párrafo 2 del

30
Beladiéz Rojo, Margarita (1994): Validez y Eficacia de los Actos Administrativos, Madrid, Marcial Pons
Ediciones Jurídicas, S. A. p. 19 y 20
31
Beladiéz Rojo, Margarita, op. cit., p. 53

32
código de la materia; 71, párrafo 2 y 78, párrafo 1 de la Ley General del Sistema de
Medios de Impugnación en Materia Electoral; 184 y 185 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial de la Federación, el principio general de derecho de conservación de
los actos válidamente celebrados, recogido en el aforismo latino "lo útil no debe ser
viciado por lo inútil", tiene especial relevancia en el derecho electoral mexicano, de
manera similar a lo que ocurre en otros sistemas jurídicos, caracterizándose por los
siguientes aspectos fundamentales: a) La nulidad de la votación recibida en alguna
casilla y/o de determinado cómputo y, en su caso, de cierta elección, sólo puede
actualizarse cuando se hayan acreditado plenamente los extremos o supuestos de
alguna causal prevista taxativamente en la respectiva legislación, siempre y cuando
los errores, inconsistencias, vicios de procedimiento o irregularidades detectados
sean determinantes para el resultado de la votación o elección; y b) La nulidad
respectiva no debe extender sus efectos más allá de la votación, cómputo o elección
en que se actualice la causal, a fin de evitar que se dañen los derechos de terceros,
en este caso, el ejercicio del derecho de voto activo de la mayoría de los electores
que expresaron válidamente su voto, el cual no debe ser viciado por las
irregularidades e imperfecciones menores que sean cometidas por un órgano
electoral no especializado ni profesional, conformado por ciudadanos escogidos al
azar y que, después de ser capacitados, son seleccionados como funcionarios a
través de una nueva insaculación, a fin de integrar las mesas directivas de casilla;
máxime cuando tales irregularidades o imperfecciones menores, al no ser
determinantes para el resultado de la votación o elección, efectivamente son
insuficientes para acarrear la sanción anulatoria correspondiente. En efecto,
pretender que cualquier infracción de la normatividad jurídico-electoral diera lugar
a la nulidad de la votación o elección, haría nugatorio el ejercicio de la prerrogativa
ciudadana de votar en las elecciones populares y propiciaría la comisión de todo tipo
de faltas a la ley dirigidas, a impedir la participación efectiva del pueblo en la vida
democrática, la integración de la representación nacional y el acceso de los
ciudadanos al ejercicio del poder público.

Recurso de inconformidad. SC-I-RIN-073/94 y acumulados.-Partido Revolucionario


Institucional.-21 de septiembre de 1994.-Unanimidad de votos.

Recurso de inconformidad. SC-I-RIN-029/94 y acumulado.-Partido de la Revolución


Democrática.-29 de septiembre de 1994.-Unanimidad de votos.

Recurso de inconformidad. SC-I-RIN-050/94.-Partido de la Revolución


Democrática.-29 de septiembre de 1994.-Unanimidad de votos.

Declaración por unanimidad de votos, en cuanto a la tesis, al resolver el juicio de


revisión constitucional electoral. SUP-JRC-066/98.-Partido Revolucionario
Institucional.-11 de septiembre de 1998.

Revista Justicia Electoral 1998, suplemento 2, páginas 19-20, Sala Superior, tesis
S3ELJD 01/98.

No. Registro: 922,657

33
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Apéndice (actualización 2002)
Tomo: Tomo VIII, Jurisprudencia Electoral
Tesis: 38
Página: 56
Genealogía: Compilación Oficial de Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2002,
páginas 146-147, Sala Superior, tesis S3ELJ 39/2002.

NULIDAD DE ELECCIÓN O DE LA VOTACIÓN RECIBIDA EN UNA CASILLA.


CRITERIOS PARA ESTABLECER CUÁNDO UNA IRREGULARIDAD ES
DETERMINANTE PARA SU RESULTADO.- Aun cuando este órgano jurisdiccional
ha utilizado en diversos casos algunos criterios de carácter aritmético para
establecer o deducir cuándo cierta irregularidad es determinante o no para el
resultado de la votación recibida en una casilla o de una elección, es necesario
advertir que esos no son los únicos viables, sino que puede válidamente acudir
también a otros criterios, como lo ha hecho en diversas ocasiones, si se han
conculcado o no de manera significativa, por los propios funcionarios electorales,
uno o más de los principios constitucionales rectores de certeza, legalidad,
independencia, imparcialidad y objetividad, o bien, atendiendo a la finalidad de la
norma, la gravedad de la falta y las circunstancias en que se cometió,
particularmente cuando ésta se realizó por un servidor público con el objeto de
favorecer al partido político que, en buena medida, por tales irregularidades, resultó
vencedor en una específica casilla.

Tercera Época:

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-124/98.-Partido Revolucionario


Institucional.-17 de noviembre de 1998.-Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-168/2000.-Partido


Revolucionario Institucional.-16 de agosto de 2000.-Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-086/2002.-Partido Acción


Nacional.-8 de abril de 2002.-Unanimidad de votos.

Compilación Oficial de Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2002, páginas 146-


147, Sala Superior, tesis S3ELJ 39/2002.

No. Registro: 920,802


Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior

34
Fuente: Apéndice (actualización 2001)
Tomo: Tomo VIII, Jurisprudencia Electoral
Tesis: 33
Página: 45
Genealogía: Revista Justicia Electoral 2001, suplemento 4, páginas 21-22, Sala
Superior, tesis S3ELJ 13/2000.

NULIDAD DE SUFRAGIOS RECIBIDOS EN UNA CASILLA. LA IRREGULARIDAD


EN QUE SE SUSTENTE SIEMPRE DEBE SER DETERMINANTE PARA EL
RESULTADO DE LA VOTACIÓN, AUN CUANDO EN LA HIPÓTESIS
RESPECTIVA, TAL ELEMENTO NO SE MENCIONE EXPRESAMENTE
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO Y SIMILARES).- La declaración de
nulidad de los sufragios recibidos en una casilla se justifica solamente, si el vicio o
irregularidad a que se refiere la causa invocada es determinante para el resultado de
la votación. Esta circunstancia constituye un elemento que siempre está presente en
las hipótesis de nulidad, de manera expresa o implícita. En efecto, de acuerdo con la
interpretación sistemática y funcional de los artículos 41, fracción III, párrafo
primero, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 297 y 298 del
Código Electoral del Estado de México, la finalidad del sistema de nulidades en
materia electoral consiste en eliminar las circunstancias que afecten a la certeza en
el ejercicio personal, libre y secreto del voto, así como su resultado; por
consiguiente, cuando este valor no es afectado sustancialmente y, en consecuencia, el
vicio o irregularidad no altera el resultado de la votación, deben preservarse los
votos válidos, en observancia al principio de conservación de los actos públicos
válidamente celebrados. Constituye una cuestión diferente, el hecho de que en
algunas hipótesis de nulidad se mencione expresamente, que el vicio o irregularidad
sea determinante para el resultado de la votación, en tanto que en otras hipótesis no
se haga señalamiento explícito a tal elemento. Esta diferencia no implica que, en el
último caso, no se deba tomar en cuenta ese elemento, puesto que su referencia
expresa o implícita repercute únicamente en la carga de la prueba. Así, cuando el
supuesto legal cita expresamente el elemento en cuestión, quien invoque la causa de
nulidad debe demostrar, además del vicio o irregularidad previstos en dicho
supuesto, que ese vicio o irregularidad es determinante para el resultado de la
votación. En cambio, cuando la ley omite mencionar el requisito, la omisión
significa, que dada la magnitud del vicio o irregularidad, o la dificultad de su
prueba, existe la presunción iuris tantum de la "determinancia" en el resultado de la
votación. Sin embargo, si en el expediente se encuentran elementos demostrativos de
que el vicio o irregularidad alegados no son determinantes para el resultado de la
votación, no se justifica el acogimiento de la pretensión de nulidad.

Tercera Época:

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-066/98.-Partido Revolucionario


Institucional.-11 de septiembre de 1998.-Mayoría de seis votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-146/2000.-Partido


Revolucionario Institucional.-16 de agosto de 2000.-Unanimidad de votos.

35
Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-253/2000 y acumulado.-Partido
de la Revolución Democrática y Partido Revolucionario Institucional.-25 de agosto
de 2000.-Unanimidad de votos.

Revista Justicia Electoral 2001, suplemento 4, páginas 21-22, Sala Superior, tesis
S3ELJ 13/2000.

Reg. 603
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2004
Tesis: S3ELJ 20/2004
Página: 303

SISTEMA DE NULIDADES. SOLAMENTE COMPRENDE CONDUCTAS


CALIFICADAS COMO GRAVES. En el sistema de nulidades de los actos electorales,
sólo están comprendidas determinadas conductas, de las cuales se exige, tácita o
expresamente, y de manera invariable, que sean graves, y a la vez que sean
determinantes para el desarrollo del proceso electoral o para el resultado de la
votación en la casilla en que ocurran; y aunque se tiene presente la imposibilidad de
prever en forma específica un catálogo limitativo de todos los supuestos en que se
puedan dar esas situaciones, en algunas legislaciones se contempla un tipo conocido
como causal genérica. En ésta, también se exige que las irregularidades de que se
trate, diferentes a las tipificadas en las causales expresamente señaladas, resulten
también de especial gravedad y sean determinantes para el resultado de la votación
en la casilla.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-200/2001 y acumulado. Partido


Verde Ecologista de México. 8 de octubre de 2001. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-221/2003 y acumulados.


Partido Acción Nacional. 29 de octubre de 2003. Unanimidad en el criterio.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-488/2003. Coalición Alianza


para Todos. 12 de diciembre de 2003. Unanimidad de votos.

Reg. 385
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial

36
Volumen: Tesis relevantes Año: 2004
Tesis: S3EL 031/2004
Página: 725

NULIDAD DE ELECCIÓN. FACTORES CUALITATIVO Y CUANTITATIVO DEL


CARÁCTER DETERMINANTE DE LA VIOLACIÓN O IRREGULARIDAD.
Conforme con el criterio reiterado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del
Poder Judicial de la Federación, la anulación de la votación recibida en una casilla
o de una elección requiere que la irregularidad o violación en la que se sustente la
invalidación tenga el carácter de determinante. De lo dispuesto en los artículos 39,
40, 41, párrafo segundo, fracciones I, párrafo segundo, y II, párrafo primero; 115,
párrafo primero, y 116, párrafo cuarto, fracción IV, incisos a) y b), de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se puede concluir que, por lo
general, el carácter determinante de la violación supone necesariamente la
concurrencia de dos elementos: Un factor cualitativo y un factor cuantitativo. El
aspecto cualitativo atiende a la naturaleza, los caracteres, rasgos o propiedades
peculiares que reviste la violación o irregularidad, lo cual conduce a calificarla
como grave, esto es, que se está en presencia de una violación sustancial, en la
medida en que involucra la conculcación de determinados principios o la
vulneración de ciertos valores fundamentales constitucionalmente previstos e
indispensables para estimar que se está en presencia de una elección libre y
auténtica de carácter democrático (como sería el caso de los principios de legalidad,
certeza, objetividad, independencia e imparcialidad en la función estatal electoral,
así como el sufragio universal, libre, secreto, directo e igual, o bien, el principio de
igualdad de los ciudadanos en el acceso a los cargos públicos o el principio de
equidad en las condiciones para la competencia electoral); por su parte, el aspecto
cuantitativo atiende a una cierta magnitud medible, como puede ser tanto el cúmulo
de irregularidades graves o violaciones sustanciales, así como el número cierto o
calculable racionalmente de los votos emitidos en forma irregular en la elección
respectiva con motivo de tal violación sustancial (ya sea mediante prueba directa o
indirecta, como la indiciaria), a fin de establecer si esa irregularidad grave o
violación sustancial definió el resultado de la votación o de la elección, teniendo
como referencia la diferencia entre el primero y el segundo lugar en la misma, de
manera que, si la conclusión es afirmativa, se encuentra acreditado el carácter
determinante para el resultado de la votación o de la elección.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-221/2003 y acumulados.


Partido Acción Nacional. 29 de octubre de 2003. Unanimidad de votos en el criterio.
Ponente: José de Jesús Orozco Henríquez. Secretario: Juan Carlos Silva Adaya.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-488/2003. Coalición Alianza


para Todos. 12 de diciembre de 2003. Unanimidad de votos. Ponente: José de Jesús
Orozco Henríquez. Secretario: Javier Ortiz Flores.

Reg. 104
Tesis relevante

37
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 1997
Tesis: S3EL 041/97
Página: 729

NULIDAD DE ELECCIÓN. VIOLACIONES SUSTANCIALES QUE SON


DETERMINANTES PARA EL RESULTADO DE LA ELECCIÓN (Legislación de San
Luis Potosí). De acuerdo con el artículo 181, fracción II, de la Ley Electoral del
Estado de San Luis Potosí, ha lugar a la nulidad de la elección cuando se hayan
cometido violaciones sustanciales en la preparación y desarrollo de la elección y se
demuestre que las mismas son determinantes para su resultado. Para que se surta
este último extremo de la llamada causal genérica de nulidad, basta con que en autos
se demuestre fehacientemente que se han vulnerado principios rectores de la función
estatal de organizar las elecciones, lo cual se actualiza cuando fueron las propias
autoridades encargadas de preparar, desarrollar y vigilar la elección de que se trata,
quienes originaron y cometieron dichas violaciones sustanciales.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-036/97. Partido de la


Revolución Democrática. 11 de septiembre de 1997. Unanimidad de votos. Ponente:
José de Jesús Orozco Henríquez. Secretario: Raúl Ávila Ortiz.

Decisión oportuna de conflictos


Las decisiones que se tomen en los medios de impugnación en materia electoral
deben dictarse con celeridad y ser oportunas antes que se consumen los efectos
de actos nulos y la cauda de consecuencias que puedan arrastrar; significa que
deben evitarse los daños a los derechos fundamentales de carácter político ya que
tal lesión, las más de las veces, es irreversible y profunda la trascendencia.

Comenta Remedio Sánchez Ferríz 32 que: las garantías de los derechos


fundamentales, como técnicas de protección frente a sus violaciones, acaban
siendo simples mecanismos ortopédicos que difícilmente reparan el daño sufrido,
ya que la reparación material no subsana el atentado a un derecho fundamental y
la satisfacción moral por una resolución estimatoria suele ser bien pequeña si se la
compara con el desgaste psicológico que todo proceso jurisdiccional comporta.

Los términos perentorios y muy cortos para resolver los medios de impugnación
aparecen descritos en los artículos 58, 69, 84 y 93 de la LGSMIME

32
Prólogo a la obra de: García Soriano María Vicente (2000): Jueces y magistrados en el proceso electoral,
Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, p. 19

38
Ilegalidades
El universo genérico de las ilegalidades en materia electoral en el orden jurídico
nacional —estatal y federal, preferentemente— es de carácter tanto legal como
jurisprudencial.

La descripción de irregularidades que aparece descrita en la LGSMIME no


contempla todos los supuestos de actos e irregularidades determinantes que
pueden darse para afectar la elección, previos a la jornada, de ahí la necesidad de
tutela de la causa abstracta a la que ha llegado y debido construir el TEPJF sobre
la base de tutelar los principios constitucional que en la materia deben tener plena
eficacia. Una imagen de conjunto de las causas y resultados aparece en el
siguiente cuadro:

Casilla Causales irregularidad 75-I


20% casillas anuladas o 20% de
Específica 33 Distrito secciones no instaladas
20% secciones anuladas o 20%
Entidad de secciones no instaladas
Votación
Forma generalizada
Genérica 34 Violación sustancial no reparables en la jornada
Resultado determinante

Abstracta

Distrito
Causas Diputados
Circunscripción plurinominal
Senadores
Elegibilidad35 Entidad
Gobernador

Federación Presidente

Otras y abstractas

En un principio y dada la experiencia legislativa e incluso jurisdiccional, las causas


aparecían limitadas, remitidas y previstas, prima facie, a definiciones formales y la
totalidad de sus efectos regulados, conducente a conceder poca discrecionalidad
a las autoridades administrativas y jurisdiccionales. Pero la posibilidad de prever y
desarrollar tanto la causa genérica como la abstracta abre el panorama a la
optimización de los principios legales y sobre todo los constitucionales. El objetivo
parece muy claro y definido, no defraudar su vigencia y eficacia, de ahí un
panorama para la interpretación funcional y creativa para conseguir y que no se

33
Artículos 75-77 LGSMIME
34
Artículo 78 LGSMIME
35
Artículos 76-77 LGSMIME

39
frustre el fin. Estas ideas llevan a considerar el principio de tipicidad en toda su
extensión —stricto y lato sensu—, como se describe en los siguientes cuadros:

Votación
Legales
Causales ilegalidad (razones) Elegibilidad
Abstracta 36

Voto
Votación Casilla 75
Específicas (75-77) Elección 76-77

Causas Inelegibilidad (76-77)


Genérica (78)
Abstracta

Como se advierte de los cuadros anteriores, las causas de nulidad pueden ser
específicas, genéricas o abstracta. Se denominan específicas porque el legislador
estableció una tipología de irregularidades que pudieran acarrear la nulidad. Así,
los órganos facultados para ello pueden anular votos en lo individual en aquellos
casos en que el sufragio se haya emitido en blanco o en forma diversa a la
establecida en la ley; en tanto que las causas de nulidad de la votación recibida en
casilla y de la elección, están descritas legalmente en los artículos 75, 76 y 77 de
la LGSMIME.

Cabe aclarar aquí, que si bien las causas de nulidad de la votación recibida en
casilla las identificamos como específicas, hay una distinción entre los diversos
supuestos establecidos en el artículo 75 de la ley en comento, pues las causas
específicas de nulidad de votación recibida en una casilla, previstas en los incisos
a) al j), del párrafo 1, del artículo 75 de la Ley General del Sistema de Medios de
Impugnación en Materia Electoral, son diferentes a la causa de nulidad que se ha
identificado como genérica, establecida en el inciso k) del mismo precepto legal,
en virtud de que esta última se integra por elementos distintos a los enunciados en
los incisos que preceden. La mencionada causa de nulidad genérica, pese a que
guarda identidad con el elemento normativo de eficacia que califica a ciertas
causas específicas, como es el que la irregularidad de que se trate sea
determinante para el resultado de la votación a fin de que se justifique la anulación
de la votación recibida en casilla, es completamente distinta, porque establece que
la existencia de la causa de referencia depende de circunstancias diferentes, en
esencia, de que se presenten irregularidades graves y que concurran los
requisitos restantes, lo que automáticamente descarta la posibilidad de que dicha
causa de nulidad se integre con hechos que pueden llegar a estimarse inmersos
en las hipótesis para la actualización de alguna o algunas de las causas de
nulidad identificadas en los incisos que le preceden; es decir, en algunas de las

36
Tienen que ver desde los presupuestos de la jornada electoral, incluye desde la correcta génesis y
funcionamiento de los partidos

40
causas específicas de nulidad, cuyo ámbito material de validez es distinto al de la
llamada causa genérica.

Por su parte, la nulidad de la elección por causa de inelegibilidad tiene que ver con
el incumplimiento de las calidades del candidato para ser votado, pues si no se
reúnen los requisitos constitucional y legalmente establecidos, resulta
jurídicamente imposible atribuir consecuencias jurídicas válidas al resultado, pues
no sólo se vota por alguien, sino que se vota en el marco del estado constitucional
democrático de derecho. Sin embargo, tratándose de las elecciones de diputados
y senadores de mayoría relativa, así como de senadores de primera minoría, es
necesario que la causa de inelegibilidad afecte a los dos integrantes de la fórmula,
para proceder a decretar la nulidad de la elección de que se trate.

En el artículo 78 de la LGSMIME se prevé que se podrá "declarar la nulidad de la


elección de diputados o senadores cuando se hayan cometido en forma
generalizada violaciones sustanciales en la jornada electoral, en el distrito o
entidad de que se trate", es decir, se hace referencia expresa de las elecciones
que se pueden anular, por violaciones cometidas en las circunscripciones
territoriales o geográficas en que son realizadas, esto es, en distritos —diputados
de mayoría relativa— o entidades —senadores de mayoría relativa—. A través de
dicha causa de nulidad, la Sala Superior ha analizado las irregularidades ocurridas
antes de la jornada electoral y que hubieren vulnerado en forma sustancial y
determinante, los principios fundamentales de la materia electoral, con base en las
cuales la elección dejó de ser auténtica.

Sobre dicha causa de nulidad hubo un debate muy interesante en cuanto a los
efectos de la misma, pues aunque la nulidad había sido decretada dentro de una
impugnación de mayoría relativa —casos Torreón y Zamora en 2003—, la mayoría
de los integrantes de la Sala Superior consideraron que, en vía de consecuencia,
debía anularse también la elección de diputados por el principio de representación
proporcional; sin embargo, también se externaron argumentos que atendiendo a la
funcionalidad del sistema electoral y el de impugnación, consideró que la nulidad
debía circunscribirse a la elección impugnada.37

En cuanto a la llamada causa abstracta de nulidad de la elección, respecto de la


cual nos ocuparemos con posterioridad, nace jurisprudencialmente al resolver la
elección de gobernador en el Estado de Tabasco —dentro del expediente SUP-
JRC-487/2000 y acumulado, resuelto por mayoría de cuatro votos, el 29 de
diciembre de 2000—, bajo un contexto muy concreto. En la ley electoral de
Tabasco no se preveía explícitamente la nulidad de la elección de gobernador; sin
embargo, si era atribución de la autoridad electoral declarar la validez de la
elección, también podía no declararla, en ciertos supuestos, cuando los principios
fundamentales que rigen las elecciones, establecidos en la Constitución, se
inobservan de manera generalizada, y por tanto, se considera que los comicios no

37
Véase sentencia recaída al SUP-REC-57/2003 fallado el 28 de agosto de 2003 y el voto particular del
Magistrado José de Jesús Orozco Henríquez.

41
son libres y auténticos. Ello es así, porque si alguno de esos principios
fundamentales en una elección es vulnerado de manera importante, de tal forma
que impida la posibilidad de tenerlo como satisfecho cabalmente y, como
consecuencia de ello, se ponga en duda fundada la credibilidad o la legitimidad de
los comicios y de quienes resulten electos en ellos, es inconcuso que dichos
comicios no son aptos para surtir sus efectos legales.

En otras palabras, la causa de nulidad de elección de tipo abstracto, derivada de


los preceptos constitucionales que establecen y protegen los principios
fundamentales de las elecciones.38

Causales de nulidad legales


Jesús Orozco,39 atendiendo al momento en que ocurre la irregularidad, las
clasifica en:
a) Irregularidades en la constitución de la mesa o casilla electoral [incisos a),
e), y h) del artículo 75 de la LGSMIME] ;
b) Irregularidades en el desarrollo de la votación [incisos d), g), j), i) y k) del
artículo 75 de la LGSMIME], y
c) Irregularidades en el escrutinio o en las actas respectivas y la entrega de
los paquetes electorales [incisos b), c) y f) del artículo 75 de la LGSMIME].

De acuerdo con lo establecido en el artículo 75 de la LGSMIME, las Salas del


Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, a través de las sentencias
que se dicten en los juicios de inconformidad, en contra de los resultados de los
cómputos distritales o de entidad federativa, de Presidente de los Estados Unidos
Mexicanos, diputados y senadores de mayoría relativa al Congreso de la Unión,
según corresponda, pueden decretar la nulidad de la votación recibida en casilla,
en los supuesto siguientes.

Votación en casilla
Artículo 75
1. La votación recibida en una casilla será nula cuando se acredite cualesquiera
de las siguientes causales:

a) Instalar la casilla, sin causa justificada, en lugar distinto al señalado por el Consejo Distrital
correspondiente; 40

38
Cfr. tesis de jurisprudencia S3ELJ 23/2004, publicaba bajo el rubro “NULIDAD DE ELECCIÓN. CAUSA
ABSTRACTA (Legislación de Tabasco y similares)”, en la Compilación Oficial…, cit., volumen
jurisprudencia, pp. 200-201.
39
Orozco Henríquez José de Jesús (2002): “Derecho electoral”, en Enciclopedia jurídica mexicana, México,
UNAM-Porrúa, tomo IX, p. 293.
40
Concordancia: Artículos 118, apartado 3; 194; 196.1; 197; 210; 211; 212, apartado 5, inciso f) y 215 del
COFIPE

42
Los lugares destinados para la instalación de las casillas, por parte de los
consejos distritales del Instituto Federal Electoral, deben reunir ciertas
características, a efecto de salvaguardar la válida emisión de los sufragios. Por
ello, deben ubicarse en lugares de fácil y libre acceso para los electores, en los
cuales se propicien la instalación de canceles o elementos modulares que
garanticen el secreto en la emisión del voto, no deben ser casas habitadas por
servidores públicos de confianza, federales, estatales o municipales, ni por
candidatos registrados en la elección de que se trate, ni ser establecimientos
fabriles, templos o locales destinados al culto, o locales de partidos políticos, ni
tampoco, locales ocupados por cantinas, centros de vicio o similares. Por ello,
para la ubicación de las casillas se preferirán los locales ocupados por escuelas y
oficinas públicas.

De acuerdo con lo establecido en el COFIPE, durante la etapa de preparación de


la elección, los consejos distritales del IFE deben realizar recorridos para ubicar e
inspeccionar los lugares en los que deban ubicarse las casillas. Una vez
aprobados los lugares definitivos, se debe dar amplia difusión a los mismos, para
que los electores sepan el sitio en el que, de acuerdo con su sección electoral
correspondiente, deben emitir su sufragio.

Con la causa de nulidad de la votación recibida en casilla bajo análisis se protege


el principio electoral de certeza que deben tener los electores sobre el lugar en el
que válidamente puedan ejercer su derecho al voto que se consagra en el artículo
35, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por lo
que el cambio en la ubicación de las casillas sin que medie causa justificada para
ello, en términos de lo establecido en el artículo 215 del COFIPE, atenta contra
dicho principio.

En ese sentido, para proceder a decretar la nulidad de la votación recibida en una


casilla por esta causa, debe quedar acreditado: a) que la casilla en cuestión se
instaló en un lugar diverso al aprobado por el órgano electoral competente; b) que
dicho cambio de ubicación no se encuentra justificado, c) que con tal cambio de
ubicación se hubiere generado confusión en el electorado respecto del lugar en el
cual debían votar, lo cual puede verse reflejado, por ejemplo, en la baja
participación electoral en relación con el promedio de sufragios emitidos en el
distrito electoral correspondiente, y d) que tal irregularidad hubiera sido
determinante para el resultado de la votación.

Contrario sensu, y atendiendo al principio de conservación de los actos, si a pesar


de que los datos asentados en las respectivas actas de jornada electoral y en las
de escrutinio y cómputo no coincidan con aquellos domicilios publicados por las
autoridades electorales como los legalmente autorizados para la instalación de las
casillas electorales, si tal cambio de ubicación estaba justificado o no confundió al
electorado o no fue determinante en el resultado es el caso que el bien jurídico
que se tutela no fue vulnerado y, por tanto, la votación debe mantenerse válida.

43
Sobre lo anterior, vale la pena tomar en consideración los siguientes criterios
emitidos por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación.

Reg. 673
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2001
Tesis: S3ELJ 14/2001
Página: 148

INSTALACIÓN DE CASILLA EN LUGAR DISTINTO. NO BASTA QUE LA


DESCRIPCIÓN EN EL ACTA NO COINCIDA CON LA DEL ENCARTE, PARA
ACTUALIZAR LA CAUSA DE NULIDAD. El concepto de lugar de ubicación de la
casilla, ha sido criterio reiterado de este órgano jurisdiccional, con expresiones
gramaticales distintas, que su concepto no se refiere rigurosa y necesariamente a un
punto geográfico preciso, que sólo se pueda localizar mediante trabajos técnicos de
ingeniería o cálculos matemáticos, o con los elementos de la nomenclatura de una
población, sino que es suficiente la referencia a un área más o menos localizable y
conocida en el ámbito social en que se encuentre, mediante la mención de los
elementos que puedan ser útiles para tal objetivo, por lo que se pueden proporcionar
diversos signos externos del lugar, que sean suficientes para evitar confusiones al
electorado. Así, a guisa de ejemplo, puede identificarse, lo que usualmente acontece,
con el señalamiento del nombre de una plaza, de un edificio, de un establecimiento
comercial, de alguna institución pública o privada, como las bibliotecas, las
escuelas, las comisarías, los mercados, etcétera; mismas que son del conocimiento
común para los habitantes del lugar, y estas referencias llegan a cumplir con el fin
más que los datos de nomenclatura que les corresponden, sucediendo con frecuencia
que muchas personas conozcan plenamente el lugar pero ignoren el nombre de la
calle, el de la colonia, y el número con que está marcado un inmueble. Los anteriores
argumentos resultan lo suficientemente ilustrativos para arribar al convencimiento
del hecho de que, si en el acta de la jornada electoral o en aquella destinada para
asentar los datos obtenidos con motivo del escrutinio y cómputo realizados en las
casillas, no se anota el lugar de su ubicación en los mismos términos publicados por
la autoridad competente, esto de ninguna manera implica, por sí solo, que el centro
de recepción de votos se hubiera ubicado en un lugar distinto al autorizado, sobre
todo que, conforme con las máximas de la experiencia y la sana crítica, a que se
refiere el artículo 16, apartado 1, de la Ley General del Sistema de Medios de
Impugnación en Materia Electoral, surge la convicción de que, ocasionalmente, los
integrantes de las mesas directivas de casilla, al anotar en las actas respectivas el
domicilio de instalación, omiten asentar todos los datos que se citan en el encarte
como fueron publicados por el Consejo Electoral del Estado, sobre todo cuando son
muchos, y normalmente, el asiento relativo lo llenan sólo con los datos a los que se
da mayor relevancia en la población, que se relacionan con el lugar físico de

44
ubicación de la casilla, o con los que se identifica en el medio social. En esa medida,
cuando concurren circunstancias como las anotadas, en donde el mismo sitio puede
ser conocido de dos, tres o más formas, cuyas denominaciones, aunque
aparentemente resultan distintas, se comprueba que se refieren a idéntico lugar,
verbigracia frente a la plaza municipal, en la escuela Benito Juárez, a un lado de la
comisaría, etcétera, donde aparentemente la descripción de un lugar se hace de
modo distinto, lógicamente pueden referirse al mismo sitio, lo que hace indiscutible
que para estimar transgredido el anotado principio se requiere la existencia, en el
juicio correspondiente, de elementos probatorios que tengan el alcance para
acreditar, de manera plena, los hechos en que se sustenta la causal de nulidad de que
se trata, tendientes a poner de manifiesto el cambio de ubicación, para poder acoger
favorablemente la pretensión respectiva. En las condiciones anteriores, cuando de la
comparación de los lugares de ubicación de las casillas establecidos en el encarte
con los datos asentados en las actas de la jornada electoral, o en aquellas destinadas
para asentar los resultados del escrutinio y cómputo, se advierte que existen
coincidencias sustanciales, que al ser valoradas conforme a las máximas de la
experiencia y las reglas de la lógica, produzcan la convicción en el juzgador de que
existe una relación material de identidad, esto es suficiente para acreditar tal
requisito, aunque se encuentren algunas discrepancias o diferencias de datos, y si
después de esto el impugnante sostiene que, no obstante ello, se trata de lugares
distintos, pesa sobre el mismo la carga de la prueba, en términos de lo dispuesto por
el artículo 15, apartado 2, de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación
en Materia Electoral.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-127/99 y acumulados.


Coalición formada por los partidos Acción Nacional y Verde Ecologista de México. 9
de septiembre de 1999. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-466/2000. Partido


Revolucionario Institucional. 8 de diciembre de 2000. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-092/2001. Partido Acción


Nacional. 30 de junio de 2001. Unanimidad de votos.

Reg. 250
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2002
Tesis: S3EL 092/2002
Página: 653

INSTALACIÓN DE CASILLA. QUÉ DEBE ENTENDERSE POR CONDICIONES


DIFERENTES A LAS ESTABLECIDAS POR LA LEY (Legislación de Baja California
Sur). En el artículo 310, fracción I, de la Ley Electoral del Estado de Baja California

45
Sur, se establece que es causa de nulidad la instalación de la casilla electoral, en
lugar distinto al señalado o en condiciones diferentes a las establecidas por la ley sin
causa justificada. Una interpretación sistemática y funcional de dicho precepto con
el conjunto de normas que regulan el lugar de ubicación, lleva a concluir que las
condiciones diferentes a las que se refiere, no pueden ser otras sino aquéllas que
prohíben la instalación de la casilla en determinados sitios y su ubicación en las que
reúnan ciertas características, puesto que la norma que se interpreta, debe
vincularse con el resto del contenido del precepto, esto es, con su primera parte, en
donde se refiere exclusivamente al lugar de ubicación; por tanto, las condiciones a
que esta disposición se refiere, deben entenderse, forzosamente, aquéllas que incidan
precisamente con el lugar en que habrá de instalarse.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-030/99. Partido Revolucionario


Institucional. 12 de marzo de 1999. Unanimidad de votos. Ponente: Alfonsina Berta
Navarro Hidalgo. Secretario: Omar Espinoza Hoyo.

Reg. 238
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2002
Tesis: S3EL 091/2002
Página: 651

INSPECCIÓN JUDICIAL. ES IDÓNEA PARA ACREDITAR LA UBICACIÓN DE


LAS CASILLAS. De la lectura del artículo 19, apartado 1, de la Ley General del
Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, se advierte que las Salas
del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, válidamente pueden
ordenar el desahogo de la inspección judicial, a fin de determinar el lugar en que se
instalaron las casillas; además de que ese medio de prueba es idóneo para contribuir
a la demostración de su ubicación, pues aunque se trata de hechos pasados es
posible encontrar huellas o rastros del lugar en que se instaló, siempre y cuando el
objeto de la inspección se relacione con la cuestión discutida o investigada y las
conclusiones hechas constar no resulten absurdas o imposibles.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-008/2000. Partido Revolucionario


Institucional. 16 de agosto de 2000. Unanimidad de votos. Ponente: Leonel Castillo
González. Secretario: Rafael Rodrigo Cruz Ovalle.

b) Entregar, sin causa justificada, el paquete que contenga los expedientes electorales al Consejo
Distrital, fuera de los plazos que el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales
señale; 41

41
Concordancia: Artículos 237; 238 y 242 del COFIPE

46
El supuesto normativo establecido como causa de nulidad de la votación recibida
en casilla, establecido en el inciso b) del párrafo 1 del artículo 75 de la Ley
General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, tiene por
objeto salvaguardar la autenticidad del contenido de los paquetes electorales y,
con ello, el principio constitucional de certeza, pues no debe hacerse nugatorio el
ejercicio de la prerrogativa ciudadana de votar en las elecciones populares.

En otras palabras, con la hipótesis de nulidad se sanciona la falta de certeza de la


integridad del paquete electoral, con lo cual no queda garantizado que el cómputo
de la elección se haga sobre los verdaderos resultados de la casilla
correspondiente.

Para que las Salas del Tribunal Electoral decreten la nulidad de la votación
recibida en casilla, es necesario que se actualicen los supuestos normativos
siguientes:

• Que el paquete electoral haya sido entregado fuera de los plazos


establecidos en la ley;
• Que la entrega extemporánea haya sido sin causa justificada, y
• Que sea determinante para el resultado de la votación.

Para que se actualice el primero de los supuestos normativos, basta computar el


tiempo transcurrido entre la hora en que fue clausurada la casilla y aquel en que
fue entregado el paquete electoral en el consejo distrital correspondiente; si el
lapso rebasa los plazos establecidos —inmediatamente cuando se trate de casillas
ubicadas en la cabecera de distrito; hasta 12 horas cuando se trate de casillas
ubicadas fuera de la cabecera de distrito, y hasta 24 horas cuando se trate de
casillas rurales—, deberá estimarse que la entrega de la documentación electoral
es extemporánea.

Cabe señalar aquí que la expresión "inmediatamente" debe entenderse en el


sentido de que, entre la clausura de la casilla y la entrega de los paquetes y
expedientes, solamente transcurra el tiempo necesario para el traslado del lugar
en que estuvo instalada la casilla al domicilio del consejo distrital, atendiendo a las
características de la localidad, los medios de transporte y las condiciones
particulares del momento y del lugar.

En cuanto al segundo, se deberán analizar las razones que, en su caso, haga


valer la autoridad para sostener que en la entrega extemporánea de los paquetes
electorales medió caso fortuito o fuerza mayor; valorando aquellas constancias
que aporte para acreditarlo.

En tanto que el tercer elemento, tiene que ver con el análisis de sin la existencia
de la irregularidad, el resultado de la votación hubiera sido el mismo, pues en
dicha causa de nulidad es indispensable la certeza o duda razonable respecto de
la autenticidad del contenido de los paquetes electorales.

47
Este último elemento puede considerarse de carácter implícito, en tanto que los
primeros son explícitos, ya que si se actualizan éstos, se produce también la
demostración del elemento implícito, mediante la presunción iuris tantum de que el
vicio o irregularidad es determinante para el resultado de la votación, lo cual
admite prueba en contrario, si queda demostrado que la irregularidad no fue
determinante para el resultado de la votación, no se surtirá la hipótesis de nulidad
de que se trata, es decir, que de las propias constancias de autos quede
demostrado que el paquete electoral permaneció inviolado, ya que al constar los
resultados en documentos confiables y fidedignos, se estima que en todo
momento se salvaguardó el principio de certeza, ya sea porque a pesar del retardo
injustificado en la entrega, se demuestre que los sufragios contenidos en el
paquete coinciden con los registrados en las actas de escrutinio y cómputo de la
casilla.

Sobre esta causa de nulidad, la Sala Superior ha emitido los criterios siguientes:

Reg. 604
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2000
Tesis: S3ELJ 07/2000
Página: 112

ENTREGA EXTEMPORÁNEA DEL PAQUETE ELECTORAL. CUÁNDO


CONSTITUYE CAUSA DE NULIDAD DE LA VOTACIÓN RECIBIDA EN CASILLA
(Legislación de Sonora y similares). La causa de nulidad de los sufragios recibidos
en una casilla, relativa a la entrega extemporánea del paquete electoral, sin que para
ello medie causa justificada, se actualiza únicamente, si tal irregularidad es
determinante para el resultado de la votación. En efecto, la causa de nulidad prevista
en el artículo 195, fracción VI, del Código Electoral para el Estado de Sonora se
integra por tres elementos explícitos, a saber: a) la entrega del paquete electoral; b)
el retardo en dicha entrega, y c) la ausencia de causa justificada para el retardo, así
como con el elemento de carácter implícito consistente, en que la irregularidad
generada por los referidos elementos sea determinante para el resultado de la
votación. Si se actualizan esos elementos explícitos, se produce también la
demostración del elemento implícito, mediante la presunción iuris tantum de que el
vicio o irregularidad es determinante para el resultado de la votación; pero como tal
presunción admite prueba en contrario, si queda demostrado que la irregularidad no
fue determinante para el resultado de la votación, no se surtirá la hipótesis de
nulidad de que se trata. Esto es así, porque los artículos 161 a 163 del Código

48
Electoral para el Estado de Sonora establecen una serie de formalismos, dirigidos a
salvaguardar la integridad del paquete electoral, en el lapso que transcurre entre la
clausura de casilla y la recepción del paquete por el consejo electoral
correspondiente, con el fin de garantizar que el cómputo de la elección se efectúe
sobre la base real de los resultados obtenidos en cada casilla. Asimismo, la
interpretación sistemática y funcional de los artículos 41, fracción III, párrafo
primero, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 161 a 163,
194 y 195, fracción VI, del ordenamiento electoral citado conduce a estimar, que con
la hipótesis de nulidad se sanciona la falta de certeza sobre la integridad del paquete
electoral, con lo cual no queda garantizado que el cómputo de la elección se haga
sobre los verdaderos resultados de la casilla correspondiente. Pero si en el
expediente está evidenciado que el paquete electoral permaneció inviolado, a pesar
del retardo injustificado en la entrega, o bien, se demuestra que los sufragios
contenidos en el paquete coinciden con los registrados en las actas de escrutinio y
cómputo de la casilla, es claro que en tales circunstancias, el valor protegido por los
preceptos citados no fue vulnerado y, por tanto, aun cuando la irregularidad hubiera
existido, ésta no fue determinante para el resultado de la votación, lo que provoca
que al no surtirse el requisito implícito de referencia deba tenerse por no actualizada
la causa de nulidad.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-146/2000. Partido


Revolucionario Institucional. 16 de agosto de 2000. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-253/2000 y acumulado. Partido


de la Revolución Democrática. 25 de agosto de 2000. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-366/2000. Partido de la


Revolución Democrática. 9 de septiembre de 2000. Unanimidad de votos.

Reg. 749
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 1997
Tesis: S3ELJD 02/97
Página: 210

PAQUETES ELECTORALES. QUÉ DEBE ENTENDERSE POR ENTREGA


INMEDIATA DE LOS. El Tribunal Federal Electoral considera que la expresión
inmediatamente contenida en el artículo 238, párrafo 1, inciso a) del Código Federal
de Instituciones y Procedimientos Electorales debe entenderse en el sentido de que,
entre la clausura de la casilla y la entrega de los paquetes y expedientes, solamente
transcurra el tiempo necesario para el traslado del lugar en que estuvo instalada la
casilla al domicilio del consejo distrital, atendiendo a las características de la

49
localidad, los medios de transporte y las condiciones particulares del momento y del
lugar.

Recurso de inconformidad. SC-I-RI-043/91. Partido de la Revolución Democrática.


30 de septiembre de 1991. Mayoría de votos.

Recurso de inconformidad. SC-I-RI-158/91. Partido Acción Nacional. 2 de octubre


de 1991. Unanimidad de votos con reserva.

Recurso de inconformidad. SC-I-RI-063/91. Partido Acción Nacional. 7 de octubre


de 1991. Mayoría de votos.

Nota:
En sesión privada celebrada el veinticinco de septiembre de mil novecientos noventa
y siete, los Magistrados que integran la Sala Superior del Tribunal Electoral
aprobaron por unanimidad de votos y declararon formalmente obligatoria la
presente tesis de jurisprudencia número JD 02/97 en materia electoral, al haber
acogido este criterio, al resolver el 5 de septiembre de 1997, por unanimidad de
votos, el juicio de revisión constitucional electoral, SUP-JRC-085/97, promovido por
el Partido Acción Nacional.

Reg. 118
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2004
Tesis: S3EL 033/2004
Página: 732

NULIDAD DE VOTACIÓN RECIBIDA EN CASILLA POR ENTREGA


EXTEMPORÁNEA DE PAQUETES. SU IMPUGNACIÓN GENÉRICA HACE
INNECESARIA LA ESPECIFICACIÓN DE LA CASILLA. Tratándose de
impugnaciones a través de las cuales se pretende la nulidad de la votación recibida
en una o varias casillas por considerarse actualizada alguna de las causales de
nulidad legalmente previstas, por regla general las legislaciones electorales que
rigen en nuestro país, imponen al incoante la obligación de mencionar en forma
individualizada las casillas cuya votación se pide se anule respecto de las elecciones
atinentes. Lo anterior, sin embargo, no debe entenderse de manera gramatical e
ilimitada, ya que su interpretación debe hacerse a la luz de las circunstancias de
cada caso, pues el objetivo que persigue tal exigencia es que se den a la autoridad,
de manera clara, todos los elementos necesarios para poder pronunciarse
debidamente sobre las nulidades que sean sometidas a su consideración; eso por una
parte y, por otra, que los terceros interesados tengan conocimiento cabal de los
hechos concretos que puedan generarlas, con la finalidad de que intervengan en el
respectivo juicio, contradigan los hechos en que se hacen las impugnaciones y,

50
aparte, de ser el caso, aporten las pruebas que puedan resultar benéficas a sus
intereses, para lo cual, obviamente, se requiere saber sobre qué casilla o casillas se
pide la anulación de que se trate. En ese entendido, si en un juicio de inconformidad
se solicita la anulación de la totalidad de paquetes electorales entregados por
estimar extemporánea dicha entrega, entonces ya no se hace necesario que el actor
del juicio identifique de manera específica y numérica las casillas, porque la nulidad
se sustenta en un hecho ocurrido en igualdad de circunstancias y eventualidades,
común al total de paquetes electorales entregados.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-067/2003. Partido Acción


Nacional. 6 de junio de 2003. Unanimidad de votos. Ponente: Alfonsina Berta
Navarro Hidalgo. Secretaria: Mavel Curiel López.

Reg. 197
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 1997
Tesis: S3EL 039/97
Página: 741

PAQUETES ELECTORALES. PLAZO INMEDIATO PARA SU ENTREGA


(Legislación de Sonora). De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 161 del Código
Electoral para el Estado de Sonora, los presidentes de las mesas directivas de
casilla, bajo su responsabilidad, deben hacer llegar al consejo municipal los
paquetes electorales y las actas a que se refiere el artículo 156 del propio código,
dentro de los plazos que el mismo prevé, contados a partir de la clausura de las
casillas, señalando en su fracción I que, cuando se trate de casillas urbanas, tal
obligación debe cumplirla inmediatamente, salvo los casos justificados que el propio
precepto contempla. Al respecto, es importante aclarar que por inmediatamente debe
entenderse el tiempo necesario para el traslado del paquete del lugar en que estuvo
instalada la casilla al domicilio del consejo municipal, atendiendo a las
características de la localidad, los medios de transporte y las condiciones
particulares del momento y del lugar.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-085/97. Partido Acción


Nacional. 5 de septiembre de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: José de Jesús
Orozco Henríquez. Secretarios: José Félix Cerezo Vélez y Hugo Domínguez Balboa.

Reg. 191
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior

51
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2002
Tesis: S3EL 106/2002
Página: 740

PAQUETES ELECTORALES. LOS PLAZOS ESTABLECIDOS PARA SU ENTREGA,


DEBEN ENTENDERSE REFERIDOS AL CENTRO DE ACOPIO Y NO A LOS
PROPIOS CONSEJOS (Legislación de Guanajuato). Del artículo 240 del Código de
Instituciones y Procedimientos Electorales para el Estado de Guanajuato, se
desprenden diversas facultades para los consejos electorales municipales o
distritales, entre ellas, la relativa a la facultad con que cuentan para determinar,
previamente al día de la elección, la ampliación de los plazos para la entrega de
paquetes y expedientes de casilla y otra diversa relativa a acordar que se establezca
un mecanismo para la recolección de la documentación de las casillas, cuando fuere
necesario y bajo la vigilancia de los partidos políticos que así desearen hacerlo.
Ahora bien, los plazos que se establezcan deben entenderse referidos a la entrega de
los paquetes y expedientes de casilla al centro de acopio y no a su entrega en el
consejo respectivo, pues precisamente es la ley la que autoriza el establecimiento de
mecanismos para la recolección de los paquetes electorales, lo que tiene como uno
de sus propósitos el de agilizar su entrega dentro de los plazos establecidos. Por otra
parte, una vez entregados dichos paquetes, cesa la responsabilidad del funcionario a
quien se encomendó, transfiriendo la responsabilidad y manejo a las autoridades
electorales, y pasando así de un momento electoral a otro, para dar inicio al
cómputo correspondiente, por lo cual será incorrecto presuponer que el plazo para
la entrega de los paquetes, corra desde el momento en que se da la clausura de la
casilla hasta su llegada al consejo municipal, sin considerar el tiempo que medió con
su entrega al centro de acopio; el lapso que estuvo en el mismo, hasta que se
reuniera el número de paquetes acordado para hacer su traslado hasta el propio
consejo, así como su llegada a éste.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-284/2000. Partido


Revolucionario Institucional. 25 de agosto de 2000. Unanimidad de votos. Ponente:
Eloy Fuentes Cerda. Secretaria: Silvia Gabriela Ortiz Rascón.

c) Realizar, sin causa justificada, el escrutinio y cómputo en local diferente al determinado por el
Consejo respectivo;
De nueva cuenta, el bien jurídico tutelado con esta causa de nulidad es el principio
constitucional de certeza, pues si la recepción de la votación se llevó a cabo en un
determinado lugar, no puede, por regla general, realizarse el escrutinio y cómputo
en uno diverso, ya que el traslado de las urnas y demás material electoral, sin
justificación alguna, a un local diferente al determinado por el Consejo respectivo,
para realizar las operaciones posteriores al cierre de la votación, genera duda
fundada sobre la autenticidad de los resultados que se asienten en las actas.

Así, para que se actualice la causa de nulidad de la votación recibida en casilla


que se analiza, es indispensable que se acredite lo siguiente:

52
a) Que el escrutinio y cómputo se realizó en un local diferente al determinado
por el Consejo respectivo;
b) Que dicho cambio de lugar se hubiere realizado sin justificación, y
c) Que la irregularidad sea determinante.

El escrutinio y cómputo debe realizarse en el mismo local en el que se instaló la


casilla, el cual no puede variar, sino por causas plenamente justificadas, por
ejemplo, por razones de caso fortuito o fuerza mayor.

Sobre el particular, la Sala Superior del TEPJF ha considerado que existen


situaciones análogas entre el supuesto normativo previsto en el artículo 75,
párrafo 1, inciso a), y en el inciso c), del propio párrafo y artículo, ambos de la
LGSMIME ya que entre ambos se presentan elementos comunes: se trata de
operaciones que realiza el mismo órgano electoral, y las realiza en la misma etapa
de proceso electoral, son tareas que deben realizarse en el local señalado por el
consejo distrital y sólo cuando exista falta justificada podrá, en su caso, instalarse
la casilla en lugar distinto al legalmente señalado, o podrá realizarse el escrutinio y
cómputo en otro local, en este último caso, cuando las condiciones del mismo no
permitan la realización de las operaciones en forma normal.

Sobre tal cuestión deben tenerse presentes los criterios relevantes siguientes:

Reg. 503
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 1997
Tesis: S3EL 022/97
Página: 551

ESCRUTINIO Y CÓMPUTO. CUÁNDO JUSTIFICA SU REALIZACIÓN EN LOCAL


DIFERENTE AL AUTORIZADO. La hoja de incidentes que se anexa al acta de
escrutinio y cómputo, por estar signada por los funcionarios electorales, es una
documental pública y al adminicularse con el acta de escrutinio y cómputo
mencionada se da entre ellas una relación lógica que produce convicción para
otorgarle valor probatorio pleno. Una vez asentado lo anterior, se debe de analizar
el contenido de la hoja de incidentes, específicamente si la causa es porque se realizó
el escrutinio y cómputo en local diferente al que originalmente se había instalado la
casilla, para de ahí concluir si este cambio fue o no justificado, elemento que
configura una causal de nulidad, puesto que para que proceda decretarla, es
necesario, no sólo demostrar el cambio, sino que es indispensable probar el segundo
supuesto. Al respecto, cabe destacar que el Código Federal de Instituciones y
Procedimientos Electorales, no contiene disposición alguna que prevea las causas
justificadas por las que los funcionarios de las mesas directivas de casilla puedan
realizar el escrutinio y cómputo en local diferente al determinado por el consejo

53
distrital respectivo para instalar la casilla, por lo que, en acatamiento a lo dispuesto
en el artículo 2o. in fine, de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en
Materia Electoral, se procederá a integrar la norma conforme al método analógico
considerado como principio aceptado para conformar los vacíos de la ley. De la
revisión de las disposiciones de la normatividad electoral se puede encontrar una
similitud entre esta situación y la prevista por el propio artículo 75, en el párrafo 1,
inciso que dice: a) instalar la casilla, sin causa justificada, en lugar distinto al
señalado por el Consejo Distrital correspondiente. Y en cuyo caso sí se encuentra
prevista, la justificación para instalar la casilla en lugar distinto al originalmente
señalado y que son cuando: Se considera que existe causa justificada para la
instalación de una casilla en lugar distinto al señalado, cuando: a) No exista el local
indicado en las publicaciones respectivas; b) El local se encuentre cerrado o
clausurado y no se pueda realizar la instalación; c) Se advierta, al momento de la
instalación de la casilla, que ésta se pretende realizar en lugar prohibido por la ley;
d) Las condiciones del local no permitan asegurar la libertad o el secreto del voto o
el fácil y libre acceso de los electores o bien, no garanticen la realización de las
operaciones electorales en forma normal. En este caso, será necesario que los
funcionarios y representantes presentes tomen la determinación de común acuerdo, y
e) El consejo distrital así lo disponga por causa de fuerza mayor o caso fortuito y se
le notifique al presidente de la casilla. 2. Para los casos señalados en el párrafo
anterior la casilla deberá quedar instalada en la misma sección y en el lugar
adecuado más próximo, debiéndose dejar aviso de la nueva ubicación en el exterior
del lugar que no reunió los requisitos. En este sentido se considera que existen
situaciones análogas entre el supuesto normativo previsto en el artículo 75, párrafo
1, inciso a), y en el inciso c), del propio párrafo y artículo, ambos de la Ley General
del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral ya que entre ambos se
presentan elementos comunes: se trata de operaciones que realiza el mismo órgano
electoral, y las realiza en la misma etapa de proceso electoral, son tareas que deben
realizarse en el local señalado por el consejo distrital y sólo cuando exista falta
justificada podrá, en su caso, instalarse la casilla en lugar distinto al legalmente
señalado, o podrá realizarse el escrutinio y cómputo en otro local. Al existir
situaciones jurídicas análogas, se deben aplicar las causas de justificación que
contiene el artículo 215, del Código Federal de Instituciones y Procedimientos
Electorales. Así, este artículo, en su párrafo 1, inciso d), permite el cambio cuando
las condiciones del mismo no permitan la realización de las operaciones en forma
normal.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-034/97. Partido Revolucionario Institucional.


16 de agosto de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: José Fernando Ojesto
Martínez Porcayo. Secretario: Eduardo Arana Miraval.

Reg. 524
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial

54
Volumen: Tesis relevantes Año: 2002
Tesis: S3EL 067/2002
Página: 556

ESCRUTINIO Y CÓMPUTO EN LUGAR DISTINTO AL AUTORIZADO. EL


REALIZADO EL DÍA DE LA JORNADA ELECTORAL POR UN CONSEJO
ELECTORAL, ACTUALIZA LA CAUSA DE NULIDAD (Legislación de Yucatán). De
conformidad con lo establecido en los artículos 237, fracciones II y III; 245, párrafo
primero; 303, fracción III; 327, párrafo 2 y 350 del Código Electoral del Estado de
Yucatán, el día de la jornada electoral, las funciones de los miembros del consejo
municipal consisten, entre otras, en dar a conocer los resultados preliminares de las
elecciones, tomando como fuente los datos que consten en la copia del acta de
escrutinio y cómputo de casilla que los funcionarios hubieren introducido en el sobre
que va adherido al paquete electoral, pero en manera alguna puede considerarse que
tienen atribuciones para que, bajo el pretexto de no encontrar la citada copia del
acta, realicen en esa fecha un nuevo escrutinio y cómputo. En este sentido, se
actualiza la causa de nulidad de la votación recibida en casilla consistente en que sin
causa justificada se realice el escrutinio y cómputo en un lugar diverso al autorizado,
cuando lo efectúa un consejo municipal el día de la jornada electoral, porque, en
primer lugar, no es el órgano electoral facultado para contabilizar votos en esa fecha
y, al realizarlo, vulnera la certeza de los resultados de la votación emitida que se
tutela con el establecimiento de la causa de nulidad, máxime cuando ese acto se lleva
a cabo sin la presencia del partido político al cual no le favoreció el resultado de las
elecciones.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-112/2001. Partido Acción


Nacional. 30 de junio de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: José de Jesús Orozco
Henríquez. Secretario: Armando I. Maitret Hernández.
d) Recibir la votación en fecha distinta a la señalada para la celebración de la elección; 42
Para entender la causa de nulidad en comento, debe tenerse presente lo
establecido en el artículo 174, párrafo 4, del COFIPE, pues en principio, para que
una votación sea válida debe emitirse durante la fecha señalada legalmente para
ello, es decir, durante la jornada electoral, la cual se inicia a las 8:00 horas del
primer domingo de julio del año de la elección, y concluye con la clausura de la
casilla. No obstante, en el artículo 224, párrafo 1, del mismo código, se precisa
que la votación se cerrará a las 18:00 horas, aunque podría cerrarse antes,
cuando el presidente y el secretario certifiquen que ya votaron todos los
ciudadanos incluidos en la lista nominal correspondiente, o bien, puede
permanecer abierta después de esa hora sólo cuando aún se encuentren
electores formados para sufragar, cerrándose una vez que éstos hubieren votado.

42
Concordancia: Artículos 19, apartado 1; 174, apartado 4; 212, apartados 2, 4, inciso a) y 6; 216, apartados
1, 2 y 3; 224 y 225, apartado 3, inciso b), del COFIPE

55
En esa virtud, podría estimarse que la votación recibida fuera de esos plazos
debiera considerarse nula. Sin embargo, ello sólo será así, si la irregularidad
resulta determinante para el resultado electoral.

En efecto, para poder decretar la nulidad de la votación recibida en alguna casilla,


debe acreditarse lo siguiente:

a) Que los miembros de la mesa directiva de casilla recibieron la votación en


una fecha distinta a la señalada legalmente (el primer domingo de julio del
año de la elección), o que siendo el día señalado de la elección, la votación
se reciba, sin que medie causa justificada, antes de las ocho horas o
después de las dieciocho horas, y
b) Que esa irregularidad resulte determinante para el resultado de la votación.

En ese sentido, para los efectos de recepción de la votación durante la jornada


electoral, por “fecha” debe entenderse tanto el día señalado legalmente en que
deba realizarse la emisión y recepción de los sufragios, así como el lapso que
transcurre de las ocho a las dieciocho horas del día de la elección, y no el período
de veinticuatro horas que abarca un día.

Sobre dicha causa de nulidad se han emitido los criterios siguientes:

Reg. 245
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2001
Tesis: S3EL 026/2001
Página: 652

INSTALACIÓN ANTICIPADA DE CASILLA, DEBE SER DETERMINANTE PARA


PRODUCIR LA NULIDAD DE LA VOTACIÓN. El hecho de que se instale una
casilla antes de la hora que la ley lo autoriza, debe ser determinante para conducir a
la nulidad de votación de la casilla, pues la finalidad de la disposición de que la
instalación no sea antes de las ocho horas, consiste en que los representantes de los
partidos políticos no se vean sorprendidos u obstaculizados en su labor de vigilancia
de los actos que se susciten en la casilla, para verificar su apego a la ley, toda vez
que éstos están en conocimiento de que las actividades empiezan a las ocho horas, ya
que la verificación de los representantes consiste en constatar que se armaron las
urnas, que éstas estaban vacías y que se colocaron a la vista de todos, de modo que,
en caso de instalación anticipada, puede existir la posibilidad de que no se les
respete tal derecho y se cometan irregularidades que no puedan impedir, con
trascendencia a la legalidad de la recepción de la votación, y poner en duda los
principios que la rigen, en especial el de certeza; sin embargo, ese peligro pasa de
una situación que queda en mera potencialidad, cuando la casilla se instala

56
momentos antes de las ocho horas, pero ante la presencia de los representantes de
los partidos políticos contendientes en la elección, porque entonces, éstos no se ven
privados de la oportunidad de vigilar y verificar que se cumplan los requisitos
materiales y procedimentales de la instalación, como los ya mencionados. Por tanto,
cuando se dan las circunstancias de ese modo, la irregularidad consistente en abrirse
la casilla momentos antes de la hora señalada para su instalación, no actualiza una
causa de nulidad, por no resultar determinante para el resultado de la votación.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-140/2001. Partido Acción


Nacional. 6 de septiembre de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: Leonel Castillo
González. Secretario: Carlos Alberto Zerpa Durán.

Reg. 698
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2002
Tesis: S3EL 124/2002
Página: 845

RECEPCIÓN DE LA VOTACIÓN. LOS ACTOS DE INSTALACIÓN DE LA CASILLA


PUEDEN JUSTIFICAR, EN PRINCIPIO, EL RETRASO EN SU INICIO (Legislación
de Durango). Toda vez que la recepción de la votación ocurre con posterioridad a la
instalación de la casilla, el inicio de la primera está en función de la realización de
la segunda. Al respecto, en el Código Estatal Electoral de Durango no se prevé una
hora anterior a las ocho horas de la fecha de la elección para que los integrantes de
la mesa directiva de casilla se reúnan en el lugar en que deba instalarse, a efecto de
que preparen e inicien dicha instalación. Por otra parte, la instalación se realiza con
diversos actos, como son, entre otros: llenado del apartado respectivo del acta de la
jornada electoral; conteo de las boletas recibidas para cada elección; armado de las
urnas y cercioramiento de que están vacías; instalación de mesas y mamparas para
la votación; firma o sello de las boletas por los representantes de los partidos
políticos, que naturalmente consumen cierto tiempo que, en forma razonable y
justificada, puede demorar el inicio de la recepción de la votación, sobre todo si no
se pierde de vista que las mesas directivas de casilla son un órgano electoral no
especializado ni profesional, integrado por ciudadanos que por azar desempeñan el
cargo, lo que explica que no siempre realicen con expeditez la instalación de una
casilla, de tal forma que la recepción de la votación se inicie exactamente a la hora
legalmente señalada.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-057/98. Partido del Trabajo. 26


de agosto de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: José de Jesús Orozco Henríquez.
Secretario: Juan Carlos Silva Adaya.

57
e) Recibir la votación personas u órganos distintos a los facultados por el Código Federal de
Instituciones y Procedimientos Electorales; 43

Los principios constitucionales de legalidad y certeza son los que se salvaguardan


con esta causa de nulidad, ya que la votación sólo puede ser recibida por las
personas facultadas por la ley, ya que la calidad de funcionario de mesa directiva
de casilla sólo se obtiene a través del cumplimiento de ciertos requisitos. En ese
sentido, si una persona no autorizada para recibir la votación, actúa durante la
jornada electoral en una casilla, no sólo viola las normas legales conducentes,
sino que se genera duda sobre autenticidad de la votación, pues no tiene por qué
fungir como autoridad alguien que no reúne las calidades jurídicamente necesarias
para ello.

Efectivamente, las mesas directivas de casilla, necesariamente deben estar


conformadas por ciudadanos los cuales deben ser residentes en la sección
electoral que comprenda a la casilla, estar inscritos en el Registro Federal de
Electores, contar con credencial para votar, estar en ejercicio de sus derechos
políticos, tener un modo honesto de vivir, haber participado en el curso de
capacitación electoral impartido por la Junta Distrital Ejecutiva correspondiente,
saber leer y escribir y no tener más de setenta años al día de la elección.

Lo anterior, debido a que se considera que para cumplir de mejor forma con los
principios de legalidad, objetividad e imparcialidad en materia electoral, son los
ciudadanos, sin ninguna vinculación jurídica con algún partido político, los que
deben estar encargados, durante la jornada electoral, de respetar y hacer respetar
la libre emisión y efectividad del sufragio, garantizar el secreto del voto y asegurar
la autenticidad del escrutinio y cómputo.

Al efecto, cada mesa directiva de casilla se integra con un Presidente, un


Secretario, dos Escrutadores, y tres suplentes generales, designados mediante un
procedimiento aleatorio de insaculación llevado a cabo por las Juntas Distritales
Ejecutivas conforme con lo estatuido en el artículo 193 del Código Federal de
Instituciones y Procedimientos Electorales, y una vez nombrados dichos
funcionarios, se deberá publicar en una lista que de fija en los edificios y lugares
públicos más concurridos del distrito, para que todos los ciudadanos sepan cuáles
de sus vecinos cumplirán tan importante misión.

Sin embargo, no obstante la voluntad de la mayoría de los ciudadanos de cumplir


con el mandato contenido en el párrafo cuatro del artículo 5° de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, existen imposibilidades materiales que,
en ciertos casos, impiden que el día de la jornada electoral, algunos ciudadanos
nombrados y capacitados para desempeñar las funciones electorales de recepción
de los sufragios, acudan a integrar la mesa directiva, por ello, el legislador previó
esta circunstancia a efecto de garantizar que, en todo caso, quienes reciban la
votación, sean ciudadanos.

43
Concordancia: Artículos 118.2; 121 y 196 del COFIPE

58
De esta forma, tal como se dispone en el artículo 213 del Código Federal de
Instituciones y Procedimientos Electorales, en el caso de que a las ocho horas con
quince minutos del día de la elección, aún no se hubiere instalado la casilla por
falta de alguno de los funcionarios, pero si estuviera el Presidente, éste debe
designar a los funcionarios necesarios para su integración, recorriendo, en primer
término y en su caso, el orden para ocupar los cargos de los funcionarios ausentes
con los propietarios presentes y habilitando a los suplentes presentes para los
faltantes, y en ausencia de los funcionarios designados, de entre los electores que
se encuentren en la casilla. De igual forma, si no estuviera el Presidente, pero
estuviera el Secretario, éste asumirá las funciones de Presidente de la casilla y
procederá a integrarla en los términos ya apuntados.

En caso de ausencia tanto del Presidente como del Secretario, pero que estuviera
alguno de los escrutadores, éste debe asumir las funciones de Presidente y
procederá a integrar la casilla en los términos señalados. Asimismo, si sólo
estuvieran los suplentes, uno de ellos asumirá las funciones de Presidente, los
otros las de Secretario y Primer Escrutador, procediendo el primero a instalar la
casilla nombrando a los funcionarios necesarios de entre los electores presentes.

Para el caso de que ninguno de los funcionarios de la casilla acuda a cumplir con
su obligación, el Consejo Distrital debe tomar las medidas necesarias para la
instalación de la misma y debe designar al personal encargado de ejecutarlas y
cerciorarse de su instalación, pero cuando por razones de distancia o de dificultad
de las comunicaciones, no sea posible la intervención oportuna del personal del
Instituto Federal Electoral designado, a las diez horas, los representantes de los
partidos políticos ante las mesas directivas de casilla deben designar, por mayoría,
a los funcionarios necesarios para integrar las casillas de entre los electores
presentes, en cuyo caso se requerirá la presencia de un juez o notario público,
quien tiene la obligación de acudir y dar fe de los hechos, pero en ausencia del
juez o notario público, basta que los representantes expresen su conformidad para
designar, de común acuerdo, a los miembros de la mesa directiva, entre los
electores que se encuentren en la casilla para emitir su voto y, en ningún caso, los
nombramientos pueden recaer en los representantes de los partidos políticos.

De lo cual que se desprende que la intención manifiesta del legislador federal es


que se instalen e integren las casillas el día de la elección, a fin de estar en
posibilidad de recepcionar el sufragio universal, libre, secreto y directo de los
electores, aun cuando haya ausencia de los funcionarios designados, es decir,
que el hecho de que los funcionarios nombrados para integrar la mesa directiva de
casilla no acudan a desempeñar su cargo, no sea obstáculo para que los
ciudadanos puedan ejercer su derecho al sufragio, por ello se establece el
procedimiento correspondiente para garantizar la integración de la casilla,
haciéndose las sustituciones necesarias, pues de otra forma pudiera afectarse a
los electores que en tiempo asistieron a cumplir con el deber ciudadano de votar.

59
Establecido lo anterior, se puede arribar a la conclusión de que se previeron
múltiples supuesto bajo los cuales, sea los ciudadanos que cumplan los requisitos
de ley, los que reciban la votación pues existe una presunción legal que con ello,
se asegura la imparcialidad de los mismos. Es por ello que si la votación la reciben
personas u órganos no autorizados por el COFIPE surge una presunción de
invalidez, que incluso constituye la presunción de que la violación fue
determinante.

Sobre dicha causa de nulidad de la votación, la Sala Superior del TEPJF ha


emitido las tesis siguientes:

Reg. 760
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2000
Tesis: S3ELJ 16/2000
Página: 220

PERSONAS AUTORIZADAS PARA INTEGRAR EMERGENTEMENTE LAS MESAS


DIRECTIVAS DE CASILLA. DEBEN ESTAR EN LA LISTA NOMINAL DE LA
SECCIÓN Y NO SÓLO VIVIR EN ELLA. El artículo 213 del Código Federal de
Instituciones y Procedimientos Electorales, así como disposiciones similares de
legislaciones estatales, facultan al presidente o funcionario de casilla previamente
designado de mayor categoría, que se encuentre en el lugar fijado para la instalación
de la casilla, para integrar la mesa directiva, en última instancia con ciudadanos que
no hayan sido designados con antelación. Sin embargo, no le confiere plena libertad
y arbitrio para escoger a cualquier persona para dichos cargos, sino acota esa
facultad a que la designación se haga necesariamente de entre los electores que se
encuentren en la casilla, con cuya expresión se encuentra establecido realmente el
imperativo de que el nombramiento recaiga en personas a las que les corresponda
votar en esa sección, y esto encuentra explicación plenamente satisfactoria, porque
con esta exigencia el legislador garantiza que, aun en esas circunstancias
extraordinarias de inasistencia de los funcionarios designados originalmente, se
ofrezca garantía de que las designaciones emergentes recaigan en personas que
satisfagan por lo menos algunos de los requisitos previstos por el artículo 120 del
ordenamiento electoral invocado, para ser integrante de la mesa directiva de casilla,
como son el de ser residente en la sección electoral que comprenda a la casilla; estar
inscrito en el Registro Federal de Electores; contar con credencial para votar, y
estar en ejercicio de sus derechos políticos; toda vez que así se facilita a quien hace
la designación, la comprobación, con valor pleno, de los citados requisitos, porque si
un ciudadano se encuentra en la lista nominal de la sección, esto es suficiente para
tener por probados los demás requisitos mencionados, sin necesidad de realizar
diligencia alguna, que ni siquiera sería posible ante el apremio de las circunstancias.
De modo que, cuando algún presidente, secretario o suplente designado

60
originalmente ejerce la facultad en comento, pero designa a un ciudadano que no se
encuentre inscrito en la lista nominal de la sección, al no reunir éste las cualidades
presentadas por la ley para recibir la votación aun en esa situación de urgencia, cae
en la calidad de persona no autorizada legalmente para ejercer esa función.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-011/97. Partido Revolucionario Institucional.


16 de agosto de 1997. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-035/99. Partido Revolucionario


Institucional. 7 de abril de 1999. Unanimidad de votos.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-015/2000 y acumulado. Coalición Alianza


por México. 16 de agosto de 2000. Unanimidad de votos.

Reg. 621
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2002
Tesis: S3ELJ 32/2002
Página: 117

ESCRUTADORES. SU AUSENCIA TOTAL DURANTE LA FASE DE RECEPCIÓN


DE LA VOTACIÓN, ES MOTIVO SUFICIENTE PARA CONSIDERAR QUE LA
MESA DIRECTIVA DE CASILLA SE INTEGRÓ INDEBIDAMENTE. Cuando de las
constancias que obran en autos se acredita fehacientemente que, ante la ausencia de
los dos escrutadores, el presidente de la mesa directiva de casilla no designó a las
personas que fungirían en dichos cargos, en términos del artículo 213, párrafo 1,
inciso a), del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, y que
además, la mesa directiva de casilla funcionó durante la fase de recepción de la
votación con la mitad de los funcionarios que la debieron haber integrado, debe
concluirse que lo anterior es razón suficiente para considerar que el referido
organismo electoral no se integró debidamente y, consecuentemente, se actualiza la
causal de nulidad de votación recibida en casilla prevista en el artículo 75, párrafo
1, inciso e), de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia
Electoral.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-012/97 y acumulado. Partido de la


Revolución Democrática. 16 de agosto de 1997. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-061/2002 y acumulado. Partido


Acción Nacional. 12 de marzo de 2002. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-087/2002 y acumulados.


Partido Verde Ecologista de México. 8 de abril de 2002. Unanimidad de votos.

61
Reg. 551
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2002
Tesis: S3ELJ 13/2002
Página: 259

RECEPCIÓN DE LA VOTACIÓN POR PERSONAS U ORGANISMOS DISTINTOS A


LOS LEGALMENTE FACULTADOS. LA INTEGRACIÓN DE LA MESA DIRECTIVA
DE CASILLA CON UNA PERSONA NO DESIGNADA NI PERTENECIENTE A LA
SECCIÓN ELECTORAL, ACTUALIZA LA CAUSAL DE NULIDAD DE VOTACIÓN
(Legislación de Baja California Sur y similares). El artículo 116 de la Ley Electoral
del Estado de Baja California Sur, señala que las mesas directivas de casilla se
integran con residentes de la sección electoral respectiva, en pleno ejercicio de sus
derechos políticos, de reconocida probidad, que tengan modo honesto de vivir, y los
conocimientos suficientes para el desempeño de sus funciones. Por su parte, el
artículo 210 del mismo ordenamiento prescribe la forma en que deben proceder los
ciudadanos insaculados y nombrados para los cargos de presidente, secretario y
escrutadores propietarios de la casilla electoral para instalarla, previéndose, al
efecto, en el numeral 215, los mecanismos o procedimientos a seguir en caso de que
no pueda instalarse la mesa directiva con la normalidad apuntada, entre cuyos
supuestos eventualmente puede y debe recurrirse a ocupar los cargos faltantes
mediante la designación, por parte de algún funcionario propietario o suplente, la
propia autoridad electoral o incluso los representantes de los partidos políticos de
común acuerdo, según fuere el caso, de entre los electores que se encontraren en la
casilla, esto es, pertenecientes a dicha sección electoral. Ahora bien, el simple hecho
de que haya formado parte en la integración de la mesa directiva de casilla,
cualquiera que hubiese sido el cargo ocupado, una persona que no fue designada por
el organismo electoral competente ni aparezca en el listado nominal de electores
correspondiente a la sección electoral respectiva, al no tratarse de una irregularidad
meramente circunstancial, sino una franca transgresión al deseo manifestado del
legislador ordinario de que los órganos receptores de la votación se integren, en
todo caso, con electores de la sección que corresponda, pone en entredicho el apego
irrestricto a los principios de certeza y legalidad del sufragio; por lo que,
consecuentemente, en tal supuesto, debe anularse la votación recibida en dicha
casilla.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-035/99. Partido Revolucionario


Institucional. 7 de abril de 1999. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-178/2000. Partido Acción


Nacional. 16 de agosto de 2000. Unanimidad de votos.

62
Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-257/2001. Partido de la
Revolución Democrática. 30 de noviembre de 2001. Unanimidad de votos.

Reg. 615
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2002
Tesis: S3ELJ 14/2002
Página: 305

SUSTITUCIÓN DE FUNCIONARIOS PROPIETARIOS DE CASILLA POR LOS


SUPLENTES GENERALES PREVIAMENTE DESIGNADOS POR LA COMISIÓN
MUNICIPAL. CUÁNDO NO CONSTITUYE CAUSAL DE NULIDAD (Legislación de
Veracruz-Llave y similares). En el artículo 194 del código de elecciones del Estado
de Veracruz-Llave se establece el procedimiento para integrar la mesa directiva de
casilla que, por ausencia de alguno de los funcionarios propietarios, el día de la
jornada electoral, no pueda instalarse en los términos del numeral 193 del
ordenamiento invocado. Es decir, si falta algún funcionario propietario y no se
realiza el recorrido de funcionarios en los términos del artículo primeramente
invocado y su lugar es ocupado por un suplente general previamente designado por
la comisión municipal, independientemente que lo anterior constituye una falta, ésta
no es de tal gravedad para ameritar la nulidad de la votación recibida, como lo
prevé el artículo 310, fracción V, del citado código, máxime cuando consta que la
casilla se instaló con ciudadanos insaculados y capacitados.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-158/97. Partido Revolucionario


Institucional. 4 de diciembre de 1997. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-479/2000. Partido de la


Revolución Democrática. 29 de enero de 2000. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-402/2001. Partido Acción


Nacional. 30 de diciembre de 2001. Unanimidad de votos.

Reg. 41
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2001
Tesis: S3ELJ 01/2001
Página: 10

63
ACTA DE ESCRUTINIO Y CÓMPUTO. FALTA DE FIRMA DE ALGÚN
FUNCIONARIO DE LA MESA DIRECTIVA DE CASILLA, NO ES SUFICIENTE
PARA PRESUMIR SU AUSENCIA (Legislación de Durango y similares). El hecho
conocido de que en el acta de escrutinio y cómputo no esté asentada la firma de
algún funcionario de la casilla es insuficiente, por sí solo, para demostrar
presuncionalmente, que dicho funcionario no estuvo presente durante la jornada
electoral y que, por tanto, la votación fue recibida por personas u organismos
distintos a los facultados por la ley para tal fin. Se afirma lo anterior al tener en
cuenta que, para elaborar una presunción humana es necesario que se parta de un
hecho conocido y que de él se derive como consecuencia única, fácil, ordinaria,
sencilla y natural, el pretendido hecho desconocido. En esta virtud, si bien en
términos del artículo 232 del Código Estatal Electoral de Durango, los funcionarios
y representantes que actúan en la casilla deben firmar las actas que se levanten en
dicha casilla, el hecho de que el acta de escrutinio y cómputo no esté firmada por
algún funcionario, no lleva a concluir necesariamente que fue porque dicho
funcionario no estuvo presente durante la jornada electoral, ya que de acuerdo con
las reglas de la lógica y de la experiencia, existen un sinnúmero de causas, por las
que el acta mencionada pudo no ser firmada, por ejemplo, un simple olvido, la
negativa a firmarla o la falsa creencia de que la firma ya había sido asentada, ante
la multitud de papeles que deben firmarse, etcétera. Entonces, la falta de firma de un
acta no tiene como causa única y ordinaria, la de que el funcionario haya estado
ausente. En ocasiones, contribuye a evitar la elaboración de la pretendida
presunción, la circunstancia de que existan otras actas electorales inherentes a la
propia casilla en las que sí consta la firma del funcionario que omitió signar el acta
de escrutinio y cómputo en cuestión.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-054/98. Partido de la


Revolución Democrática. 26 de agosto de 1998. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-158/98. Partido Revolucionario


Institucional. 27 de noviembre de 1998. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-053/99 y acumulados. Partido


de la Revolución Democrática. 30 de marzo de 1999. Unanimidad de votos.

Reg. 61
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2001
Tesis: S3EL 119/2001
Página: 595

FUNCIONARIOS DE CASILLA. SU PREFERENCIA ELECTORAL NO ACTUALIZA


CAUSAL DE NULIDAD ALGUNA. Conforme al artículo 6o. de la Constitución

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Política de los Estados Unidos Mexicanos, la manifestación de las ideas no será
objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque
a la moral, los derechos de terceros, provoque algún delito o perturbe el orden
público. Por otra parte, el artículo 35 de la propia Carta Magna establece como
prerrogativa del ciudadano, votar en las elecciones populares, y el artículo 41, en su
base primera, párrafo uno, del propio texto constitucional, establece que los partidos
políticos tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida
democrática, contribuir a la integración de la representación nacional y como
organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder
público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el
sufragio universal, libre, secreto y directo, señalando también, que sólo los
ciudadanos podrán afiliarse libre e individualmente a los partidos políticos. De las
normas anteriormente citadas, se puede establecer que los ciudadanos mexicanos
pueden tener preferencias políticas que permitan hacer efectivo su sufragio, y que los
mismos no pueden ser motivo de limitación judicial, salvo en los casos que establece
la propia Constitución. Así las cosas, no sólo está legalmente permitido que los
ciudadanos, incluidos los funcionarios de casilla puedan tener preferencias políticas,
sino que también es altamente deseable que en un país democrático, precisamente los
ciudadanos tengan claras sus convicciones e ideologías políticas, para que puedan
participar de manera informada y responsable en los procesos electorales, en
consecuencia, el hecho de que conste fehacientemente que algún o algunos
funcionarios de casilla tengan una preferencia electoral, ello por sí solo no lleva a la
conclusión final, inobjetable e ineludible de que su actuación fue contraria a la ley.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-268/2000. Partido Acción


Nacional. 20 de septiembre de 2000. Unanimidad de votos. Ponente: José Fernando
Ojesto Martínez Porcayo. Secretario: Alfredo Rosas Santana.

Reg. 817
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 1997
Tesis: S3EL 019/97
Página: 944

SUSTITUCIÓN DE FUNCIONARIOS EN CASILLAS. DEBE HACERSE CON


PERSONAS INSCRITAS EN LA LISTA NOMINAL. De conformidad con lo dispuesto
en el artículo 213, párrafo 1, inciso a), del Código Federal de Instituciones y
Procedimientos Electorales, cuando la mesa directiva de una casilla no se complete
con los funcionarios designados que asistan y los suplentes que se presenten, el
presidente habilitará para los puestos vacantes a electores que se encuentren en la
casilla, que desde luego deben ser de los inscritos en la lista nominal
correspondiente y no estar impedidos legalmente para ocupar el cargo, ya que con
esto se garantiza la acreditación de la generalidad de los requisitos que exige el

65
artículo 120 del ordenamiento mencionado, especialmente los precisados en los
incisos a), b), c) y d); de manera que no es admisible la designación de personas
distintas, que por cualquier circunstancia se encontraran en ese sitio.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-011/97. Partido Revolucionario Institucional.


16 de agosto de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Leonel Castillo González.
Secretario: Ángel Ponce Peña.

Reg. 672
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2001
Tesis: S3EL 023/2001
Página: 593

FUNCIONARIOS DE CASILLA. LA FALTA DEL PRESIDENTE, DE UNO O DOS


ESCRUTADORES, PROVOCA SITUACIONES DISTINTAS RESPECTO A LA
VALIDEZ DE LA VOTACIÓN. La ausencia del presidente de casilla, de uno de los
escrutadores o de ambos, genera situaciones distintas respecto a la validez de la
votación. En efecto, el que la ley prevea la conformación de las mesas directivas de
una casilla con cuatro personas, es por considerar seguramente que éstas son las
necesarias para realizar normalmente las labores que se requieren en el desarrollo
de la jornada electoral en una casilla, sin necesidad de aplicar esfuerzo especial o
extraordinario. Para su adecuado funcionamiento se acogieron al principio de la
división de trabajo y de jerarquización de funcionarios, al primero para evitar la
concurrencia de dos o más personas en una labor concreta, y optimizar el
rendimiento de todos, y la jerarquización para evitar la confrontación entre los
mismos funcionarios; pero a la vez se estableció el principio de plena colaboración
entre los integrantes, en el sentido de que los escrutadores auxiliaran a los demás
funcionarios, y que el secretario auxiliara al presidente; todo esto, además del mutuo
control que ejercen unos frente a los demás. Empero, puede sostenerse
razonablemente que el legislador no estableció el número de funcionarios citados
con base en la máxima posibilidad de desempeño de todos y cada uno de los
directivos, sino que dejó un margen para adaptarse a las modalidades y
circunstancias de cada caso, de modo que de ser necesario pudieran realizar una
actividad un poco mayor. Sobre esta base, la Sala Superior ha considerado que la
falta de uno de los escrutadores no perjudica trascendentalmente la recepción de la
votación de la casilla, sino que sólo origina que los demás se vean requeridos a
hacer un esfuerzo mayor para cubrir lo que correspondía al ciudadano faltante,
manteniendo las ventajas de la división del trabajo y elevando la mutua
colaboración, sin perjuicio de la labor de control. Pero también ha considerado que
tal criterio ya no es sostenible cuando faltan los dos escrutadores, porque esto
llevaría a multiplicar excesivamente las funciones de los dos funcionarios que
quedan, lo que ocasionaría mermas en la eficiencia de su desempeño, y se reduciría

66
la eficacia de la vigilancia entre los funcionarios. Estos criterios no son aplicables al
caso en que falte el presidente, pues no tiene la misma repercusión que la de un
escrutador, dadas las funciones especiales que tiene, pero tampoco resulta
comparable con la falta de dos escrutadores, por lo que se le debe dar un tratamiento
diferente.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-164/2001. Partido de la


Revolución Democrática. 13 de septiembre de 2001. Unanimidad de votos. Ponente:
Leonel Castillo González. Secretario: Carlos Alberto Zerpa Durán.

Reg. 402
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2001
Tesis: S3EL 036/2001
Página: 787

PRESIDENTE DE CASILLA. SU AUSENCIA DURANTE LA JORNADA


ELECTORAL ES UNA IRREGULARIDAD GRAVE, PERO NO NECESARIAMENTE
PRODUCE LA INVALIDEZ DE LA VOTACIÓN RECIBIDA. La recepción de la
votación en una casilla cuya mesa directiva se integra materialmente sólo por el
secretario y los dos escrutadores, sin que se haya procedido a la sustitución del
presidente en ningún momento de la jornada electoral, constituye una irregularidad
grave, en razón de que la falta de realización de las funciones a él encomendadas,
genera un peligro serio de que la actuación en ese centro de votación se desvíe de los
cauces de la legalidad, la constitucionalidad, la certeza, la independencia y la
objetividad, así como de que no se proporcionen a los ciudadanos de la sección
electoral las garantías suficientes, adecuadas y oportunas que sean necesarias para
la emisión de su voto en completa libertad, de modo directo y en secreto; esto en
razón de que las atribuciones confiadas a dicho funcionario son de primordial
importancia para la validez de la votación recibida en la casilla, por estar
precisamente dirigidas a la ejecución fiel y puntual de todos los actos que
correspondan a cada fase de la jornada electoral, desde la recepción previa y la
custodia de la documentación electoral, a la instalación de la casilla, a la recepción
del sufragio, al escrutinio y cómputo de la votación, a la entrega del paquete a la
autoridad electoral prevista en la ley, y a la publicitación inmediata de los
resultados, en todas las cuales el presidente de la mesa directiva desempeña una
labor decisoria y ejecutiva fundamental, así como una posición de garante, en
salvaguarda del respeto pleno y total de los principios comiciales fundamentales
mencionados, como base tuitiva de una elección democrática y auténtica, que
reconozca como sustento seguro y comprobado el ejercicio del derecho ciudadano al
sufragio, emitido en las condiciones previstas por la Carta Magna; de modo que,
cuando no se desempeñan esas funciones por el funcionario al que le corresponden,
por su inasistencia al centro de votación el día de la jornada electoral, ni este

67
ciudadano es sustituido por alguna de las formas que determina la ley, se provoca un
claro estado de incertidumbre sobre la forma en que se desarrollaron las cosas en la
casilla. Sin embargo, la incertidumbre resultante de la ausencia del presidente, por sí
sola, necesariamente es insuficiente para invalidar la votación recibida, porque
razonable y físicamente resulta factible y plausible que, mediante una actividad
coordinada y armónica, los tres restantes miembros de dicho órgano electoral hayan
podido suplir las funciones del ausente, con eficiencia y eficacia, y que no se hayan
presentado imponderables, que sólo con la presencia del presidente pudieran
encontrar solución. Por tanto, resulta indispensable que el juzgador adminicule los
efectos naturales de dicha ausencia comprobada, con las demás circunstancias
ocurridas durante la jornada electoral en la mesa de votación, que de algún modo y
en cualquier grado tiendan a patentizar la comisión de irregularidades distintas, y
enfrentar aspectos con los elementos de los que se pueda inferir que los
acontecimientos se sucedieron con la normalidad advertida en la generalidad de las
casillas de la circunscripción, a las que sí asistió el presidente, y una vez establecido
cuál grupo tiene mayor fuerza probatoria, mediante la aplicación de las reglas de la
lógica y las máximas de la experiencia, en términos del artículo 16, apartado 1, de la
Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, o de la ley
aplicable, se debe proceder, en consecuencia, a declarar la validez o la nulidad de lo
actuado en la mesa de votación.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-164/2001. Partido de la


Revolución Democrática. 13 de septiembre de 2001. Unanimidad de votos. Ponente:
Leonel Castillo González. Secretario: Carlos Alberto Zerpa Durán.

Reg. 818
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2002
Tesis: S3EL 139/2002
Página: 944

SUSTITUCIÓN DE FUNCIONARIOS. ES ILEGAL SI LOS CIUDADANOS


PREVIAMENTE DESIGNADOS ESTÁN PRESENTES EN LA INSTALACIÓN DE LA
CASILLA (Legislación de Chiapas y similares). De acuerdo a lo dispuesto por la
fracción I, del artículo 210, del Código Electoral del Estado de Chiapas, es hasta las
ocho horas con quince minutos cuando, a falta de alguno o algunos de los
funcionarios propietarios, el presidente debe habilitar a los suplentes presentes o, en
su caso, designar de entre los electores presentes inscritos en la lista nominal de la
sección, a los ciudadanos encargados de la casilla, en el número que sea necesario
para suplir a los ausentes y proceder a su instalación. Entonces, el hecho de que el
presidente de casilla determine nombrar como funcionario a otra persona, pese a que
el funcionario previamente designado se encuentra presente al momento de la
instalación de la casilla correspondiente, constituye una infracción notoria a las

68
reglas relativas a la integración e instalación de las mesas receptoras de la votación,
pues no sólo se hace uso en forma anticipada de una facultad para habilitar a
quienes actuarán como funcionarios de casilla, sino que se realiza cuando está
presente el funcionario originalmente designado, circunstancias que en modo alguno
pueden considerarse como irregularidades e imperfecciones menores, sino que, por
el contrario, se trata de conductas que atentan contra los principios de certeza,
legalidad y objetividad a que se refiere el artículo 116, fracción IV, inciso b), de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Por lo que resultaría
irrelevante si quien finalmente actuara como funcionario de la mesa directiva, en
sustitución del previamente designado se encontrara o no registrado en el listado
nominal de la sección correspondiente, pues la habilitación de que fuera objeto
resultaría notoriamente apartada del marco jurídico.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-345/2001. Coalición Alianza


por Reforma. 30 de diciembre de 2001. Unanimidad en el criterio. Ponente: José
Luis de la Peza. Secretaria: Liliana Ríos Curiel.

f) Haber mediado dolo o error en la computación de los votos y siempre que ello sea determinante
para el resultado de la votación; 44

El bien jurídico que se tutela con esta causa de nulidad de la votación, es la


certeza y la autenticidad de los resultados electorales.

Según se advierte del texto de la norma jurídica en comento, para que se actualice
la causa de nulidad citada es necesario que:

a) Medie error o dolo en el cómputo de votos; y,


b) Sea determinante para el resultado de la votación.

Se requiere que los dos elementos concurran, pues la ausencia de uno solo es
suficiente para tener por no acreditada la causa de nulidad.

Como se puede apreciar, la causa de nulidad prevista en el precepto bajo análisis,


tiene que ver con cuestiones que provocan la existencia de error o dolo en el
cómputo de votos. Por ello, en principio, los datos que deben verificarse para
determinar si existió ese error o dolo son los que están referidos a votos y no a
otras circunstancias, ya que la causa de nulidad se refiere, precisamente, a votos,
en el entendido de que mientras no haya prueba alguna de maquinación o actitud
dolosa en la conducta de los integrantes de las mesas directivas de casilla,
cualquier diferencia o inconsistencia en los datos respectivos, debe estudiarse
bajo el supuesto de que se trata de un error.

Para anular la votación recibida en una casilla no es suficiente la existencia de


algún error en el cómputo de votos, sino que es indispensable que éste afecte la
validez de la votación y, además, sea determinante para el resultado que se

44
Concordancia: Artículos 52. 1, inciso d) de la LGSMIME así como 227, 229 y 232 del COFIPE

69
obtenga, de tal suerte que el error detectado revele una cantidad igual o mayor a
la diferencia en los votos obtenidos por los partidos políticos que ocuparon el
primero y segundo lugares en la votación respectiva.

Sobre el particular, cuando la Sala Superior ha examinado la causa de nulidad


consistente en error en el cómputo de votos, ha establecido que los rubros en los
que se indica el "total de electores que votaron conforme a la lista nominal", "total
de votos extraídos de la urna" y "votación total emitida" son fundamentales, en
virtud de que éstos se encuentran estrechamente vinculados, por la congruencia y
racionalidad que debe existir entre ellos, ya que en condiciones normales el
número de electores que acude a sufragar en una determinada casilla debe ser
igual al número de votos emitidos en ésta y al número de votos extraídos de la
urna.

Dicho órgano jurisdiccional ha sostenido también que, cuando en las actas de


escrutinio y cómputo de casilla existen apartados en blanco, ilegibles o
discordantes, se debe recurrir a todos los elementos posibles para subsanar
dichas cuestiones, en virtud de que la votación recibida en casilla debe
privilegiarse, porque constituye la voluntad de los electores al momento de
sufragar, además, porque en aplicación del principio de conservación de los actos
públicos válidamente celebrados, se deben conservar los actos de las autoridades
electorales.

Asimismo, en distintas ejecutorias esa Sala Superior ha considerado que, cuando


en cualquiera de los tres apartados fundamentales se asienta una cantidad de
cero u otra inmensamente superior o inferior a los valores consignados en los
otros dos apartados, sin que medie explicación racional alguna, el dato que resulta
incongruente debe estimarse como resultado de un error involuntario e
independiente al error que pudiera generarse en el cómputo de votos.

Por tanto, el error resulta determinante cuando se puede inferir válidamente que
en la hipótesis de no haberse cometido, podría haber variado el partido político
reconocido como triunfador en el acta correspondiente; y por esto, ordinariamente
se establece una comparación entre el número de votos que alcanza el error
detectado, con el que da la diferencia que existe entre los sufragios atribuidos al
vencedor en la casilla y los reconocidos al partido político que se encuentra en el
segundo lugar, para concluir que si el número de votos en que radica el error es
mayor al de la diferencia mencionada, sí es determinante para el resultado de la
votación, dado que, en el supuesto de que el número probable de votos no
localizables por el error se hubieran emitido en favor del que ocupó el segundo
lugar, éste habría obtenido la victoria en la casilla, lo que claramente implicaría un
cambio en el resultado de la votación.

Sobre tales cuestiones, deben tenerse en cuenta los criterios emitidos por la Sala
Superior en las tesis siguientes:

70
Reg. 42
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2002
Tesis: S3ELJ 16/2002
Página: 11

ACTA DE ESCRUTINIO Y CÓMPUTO. SU VALOR PROBATORIO DISMINUYE EN


PROPORCIÓN A LA IMPORTANCIA DE LOS DATOS DISCORDANTES O
FALTANTES. Cuando en contravención al deber ser, existe discordancia entre
rubros del acta de escrutinio y cómputo, esto merma su poder de convicción en
proporción a la importancia del o los datos que no cuadren con los demás. Así, si el
número de ciudadanos que votó conforme a la lista nominal es mayor que los otros
dos datos fundamentales: boletas extraídas de la urna y votación total emitida, el
valor probatorio del acta disminuye en forma mínima, en cuanto encuentra
explicación de lo que posiblemente pudo ocurrir en el desarrollo de la jornada
electoral, consistente en que algunos electores pueden asistir al centro de votación,
registrarse en la casilla, recibir su boleta y luego retirarse con ella o destruirla sin
depositarla en la urna, de tal manera que el indicio sobre posibles irregularidades en
el escrutinio resulta realmente insignificante; la falta de armonía entre el número de
boletas recibidas y el número de boletas sobrantes e inutilizadas con cualquiera de
las otras anotaciones, tiene una fuerza escasa, pero mayor que la anterior, para
poner en duda la regularidad del escrutinio y cómputo, en tanto que en el campo de
las posibilidades también puede deberse a un hecho distinto al cómputo mismo, como
es que se haya realizado un conteo incorrecto de las boletas sobrantes, que se hayan
traspapelado o perdido algunas, pero no depositado en la urna de esa casilla, u otras
similares. Las discrepancias entre el número de personas que votaron conforme a la
lista nominal con cualquiera de los otros datos fundamentales, cuando alguno de
éstos, o los dos, resulte mayor que la primera, se considera generalmente error
grave, porque permite presumir que el escrutinio y cómputo no se llevó a cabo
adecuadamente con transparencia y certeza. Empero, como el acto electoral en
comento se realiza por ciudadanos a los que se proporciona una instrucción muy
elemental y en ocasiones ninguna, cuando se designa a personas de la fila de la
casilla o sección, ante la ausencia de los designados originalmente, existe la
conciencia, en el ánimo general, de la posibilidad de que existan anotaciones
incorrectas en el acta, que sólo sean producto de descuido o distracción al momento
de llenar el documento, o de la falta de comprensión de lo exigido por la autoridad
electoral en los formatos, sin corresponder al resultado de los actos llevados a cabo
que ahí se pretenden representar; por esto, en la interpretación de los tribunales
electorales ha surgido y se ha acrecentado la tendencia a considerar que, cuando un
solo dato esencial de las actas de escrutinio y cómputo se aparte de los demás, y
éstos encuentren plena coincidencia y armonía sustancial entrelazados de distintas
maneras, aunado a la inexistencia de manifestaciones o elementos demostrativos de
que el escrutinio y cómputo enfrentó situaciones que pudieran poner en duda su

71
desarrollo pacífico y normal, se debe considerar válido, lógica y jurídicamente,
calificar la discordancia como un mero producto de error en la anotación y no en el
acto electoral, y enfrentar por tanto la impugnación que se haga de la votación
recibida en esa casilla por la causal de error en el cómputo, con los demás datos
sustancialmente coincidentes.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-247/2001. Partido


Revolucionario Institucional. 30 de noviembre de 2001. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-293/2001. Partido de la


Revolución Democrática. 22 de diciembre de 2001. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-407/2001. Coalición Unidos


por Michoacán. 30 de diciembre de 2001. Unanimidad de votos.

Reg. 608
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 1997
Tesis: S3ELJ 08/97
Página: 113

ERROR EN LA COMPUTACIÓN DE LOS VOTOS. EL HECHO DE QUE


DETERMINADOS RUBROS DEL ACTA DE ESCRUTINIO Y CÓMPUTO
APAREZCAN EN BLANCO O ILEGIBLES, O EL NÚMERO CONSIGNADO EN UN
APARTADO NO COINCIDA CON OTROS DE SIMILAR NATURALEZA, NO ES
CAUSA SUFICIENTE PARA ANULAR LA VOTACIÓN. Al advertir el órgano
jurisdiccional en las actas de escrutinio y cómputo la existencia de datos en blanco,
ilegibles o discordancia entre apartados que deberían consignar las mismas
cantidades, en aras de privilegiar la recepción de la votación emitida y la
conservación de los actos de las autoridades electorales válidamente celebrados, se
imponen las siguientes soluciones: a) En principio, cabe revisar el contenido de las
demás actas y documentación que obra en el expediente, a fin de obtener o subsanar
el dato faltante o ilegible, o bien, si del análisis que se realice de los datos obtenidos
se deduce que no existe error o que él no es determinante para el resultado de la
votación, en razón de que determinados rubros, como son: TOTAL DE
CIUDADANOS QUE VOTARON CONFORME A LA LISTA NOMINAL, TOTAL DE
BOLETAS EXTRAÍDAS DE LA URNA y VOTACIÓN EMITIDA Y DEPOSITADA EN
LA URNA, están estrechamente vinculados, debiendo existir congruencia y
racionalidad entre ellos, porque en condiciones normales el número de electores que
acuden a sufragar en determinada casilla debe ser la misma cantidad de votos que
aparezcan en ella; por tanto, las variables mencionadas deben tener un valor
idéntico o equivalente. Por ejemplo: si el apartado: TOTAL DE CIUDADANOS QUE
VOTARON CONFORME A LA LISTA NOMINAL aparece en blanco o es ilegible, él

72
puede ser subsanado con el total de boletas extraídas de la urna o votación total
emitida (ésta concebida como la suma de la votación obtenida por los partidos
políticos y de los votos nulos, incluidos, en su caso, los votos de los candidatos no
registrados), entre otros, y si de su comparación no se aprecian errores o éstos no
son determinantes, debe conservarse la validez de la votación recibida; b) Sin
embargo, en determinados casos lo precisado en el inciso anterior en sí mismo no es
criterio suficiente para concluir que no existe error en los correspondientes
escrutinios y cómputos, en razón de que, a fin de determinar que no hubo
irregularidades en los votos depositados en las urnas, resulta necesario relacionar
los rubros de: TOTAL DE CIUDADANOS QUE VOTARON CONFORME A LA
LISTA NOMINAL, TOTAL DE BOLETAS EXTRAÍDAS DE LA URNA, VOTACIÓN
EMITIDA Y DEPOSITADA EN LA URNA, según corresponda, con el de: NÚMERO
DE BOLETAS SOBRANTES, para confrontar su resultado final con el número de
boletas entregadas y, consecuentemente, concluir si se acredita que el error sea
determinante para el resultado de la votación. Ello es así, porque la simple omisión
del llenado de un apartado del acta del escrutinio y cómputo, no obstante de que
constituye un indicio, no es prueba suficiente para acreditar fehacientemente los
extremos del supuesto contenido en el artículo 75, párrafo 1, inciso f), de la Ley
General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral; c) Por las
razones señaladas en el inciso a), en el acta de escrutinio y cómputo los rubros de
total de ciudadanos que votaron conforme a la lista nominal, total de boletas
extraídas de la urna y votación emitida y depositada en la urna, deben consignar
valores idénticos o equivalentes, por lo que, al plasmarse en uno de ellos una
cantidad de cero o inmensamente inferior a los valores consignados u obtenidos en
los otros dos apartados, sin que medie ninguna explicación racional, el dato no
congruente debe estimarse que no deriva propiamente de un error en el cómputo de
los votos, sino como un error involuntario e independiente de aquél, que no afecta la
validez de la votación recibida, teniendo como consecuencia la simple rectificación
del dato. Máxime cuando se aprecia una identidad entre las demás variables, o bien,
la diferencia entre ellas no es determinante para actualizar los extremos de la causal
prevista en el artículo mencionado. Inclusive, el criterio anterior se puede reforzar
llevando a cabo la diligencia para mejor proveer, en los términos del inciso
siguiente; d) Cuando de las constancias que obren en autos no sea posible conocer
los valores de los datos faltantes o controvertidos, es conveniente acudir, mediante
diligencia para mejor proveer y siempre que los plazos electorales lo permitan, a las
fuentes originales de donde se obtuvieron las cifras correspondientes, con la
finalidad de que la impartición de justicia electoral tome en cuenta los mayores
elementos para conocer la verdad material, ya que, como órgano jurisdiccional
garante de los principios de constitucionalidad y legalidad, ante el cuestionamiento
de irregularidades derivadas de la omisión de asentamiento de un dato o de la
discrepancia entre los valores de diversos apartados, debe determinarse
indubitablemente si existen o no las irregularidades invocadas. Por ejemplo: si la
controversia es respecto al rubro: TOTAL DE CIUDADANOS QUE VOTARON
CONFORME A LA LISTA NOMINAL, deben requerirse las listas nominales de
electores correspondientes utilizadas el día de la jornada electoral, en que conste el
número de electores que sufragaron, o bien, si el dato alude a los votos extraídos de

73
la urna, puede ordenarse el recuento de la votación en las casillas conducentes, entre
otros supuestos.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-012/97 y acumulado. Partido de la


Revolución Democrática. 16 de agosto de 1997. Unanimidad de votos.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-059/97. Partido de la Revolución


Democrática. 19 de agosto de 1997. Unanimidad de votos.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-065/97. Partido de la Revolución


Democrática. 19 de agosto de 1997. Unanimidad de votos.

Reg. 676
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2002
Tesis: S3ELJ 44/2002
Página: 246

PROCEDIMIENTO DE ESCRUTINIO Y CÓMPUTO. SUS FORMALIDADES


DOTAN DE CERTEZA AL RESULTADO DE LA VOTACIÓN. El procedimiento de
escrutinio y cómputo de la votación recibida en casilla está compuesto de reglas
específicas, que se llevan a cabo de manera sistemática, y se conforma de etapas
sucesivas que se desarrollan de manera continua y ordenada, sin intervalos entre una
y otra; en cada etapa intervienen destacadamente uno o varios funcionarios de la
mesa directiva de casilla, siempre con la presencia de los representantes de los
partidos políticos, y sus actividades concluyen en la obtención de varios datos que se
asientan en los distintos rubros del acta de escrutinio y cómputo, cuyo objeto común
es obtener y constatar los votos recibidos en la casilla. Lo anterior constituye una
forma de control de la actividad de cada uno de los funcionarios de casilla entre sí,
así como de la actuación de todos estos por los representantes de los partidos
políticos que se encuentran presentes, y un sistema de evaluación sobre la certeza,
eficacia y transparencia de sus actos, que se ve acreditado con la concordancia de
los datos obtenidos en cada fase, una vez hechas las operaciones aritméticas
necesarias; por lo que la armonía entre los resultados consignados en el acta de
escrutinio y cómputo sirve como prueba preconstituida de que esa actuación
electoral se llevó a cabo adecuadamente.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-247/2001. Partido


Revolucionario Institucional. 30 de noviembre de 2001. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-293/2001. Partido de la


Revolución Democrática. 22 de diciembre de 2001. Unanimidad de votos.

74
Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-407/2001. Coalición Unidos
por Michoacán. 30 de diciembre de 2001. Unanimidad de votos.

Reg. 510
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2002
Tesis: S3EL 066/2002
Página: 553

ESCRUTINIO Y CÓMPUTO. CUANDO UN TRIBUNAL ELECTORAL LO REALIZA


NUEVAMENTE Y LOS DATOS OBTENIDOS NO COINCIDEN CON LOS
ASENTADOS EN LAS ACTAS, SE DEBEN CORREGIR LOS CÓMPUTOS
CORRESPONDIENTES (Legislaciones electorales de Coahuila, Oaxaca y similares).
Cuando por circunstancias completamente extraordinarias, un tribunal electoral
abre un paquete electoral o de votación, y los datos que se obtienen de la apreciación
directa de su contenido, no corresponden con los consignados en el acta de jornada
electoral, se deben corregir los cómputos correspondientes, ya sea de casilla o el
final de la elección de que se trate, para todos los efectos legales a que haya lugar.
Para arribar a la anterior conclusión, se toma en cuenta que el sistema electoral
mexicano, acogido en esencia en la mayoría de las legislaciones electorales del país,
tales como en los artículos 115 del Código Electoral del Estado de Coahuila y 181
del Código de Instituciones Políticas y Procesos Electorales de Oaxaca, se determina
que en las actas de la jornada electoral se recojan todos los resultados e incidencias
ocurridas durante la misma, esto es, en un documento público, que proviene de la
autoridad electoral inmediata, que es la mesa directiva de casilla, ya que el conjunto
de actos consignados se encuentra dentro del ámbito de sus atribuciones legales; por
lo que esas actas de la jornada electoral expedidas por la mesa directiva de casilla,
adquieren pleno valor probatorio cuando satisfacen todos los requisitos y
formalidades legales, y se encuentra concordancia fundamental entre sus partes. Sin
embargo, el documento referido no deja de ser un elemento representativo de un
contenido cuyas partes componentes o fuentes directas, se recogen y guardan
temporalmente dentro del llamado paquete electoral o de votación, como son los
propios votos, las boletas sobrantes e inutilizadas, y los demás documentos que
suelen introducirse ahí, motivo por el cual las actas de la jornada electoral tienen
valor de prueba plena, en tanto que son representativas del contenido exacto de las
fuentes que se emplearon directa e inmediatamente en la jornada electoral, respecto
de las cuales se presume su total coincidencia, salvo prueba en contrario cuando sea
posible y admisible aportarlas o recabarlas. Por ende, en los casos en que el tribunal
electoral, de manera completamente excepcional y en ejercicio de facultades propias,
llega a considerar imprescindible la apertura de algún paquete electoral o de
votación, y que los plazos electorales permiten hacerlo, y al revisar su contenido se
encuentra discrepancia entre los elementos reales colocados en el paquete electoral,
pues contradicen a los datos consignados en el acta, con ese hecho queda destruida

75
la presunción de que gozaba el acta de la jornada electoral, respecto a lo que se
opongan, como documento público, por lo que esas anotaciones se deben hacer a un
lado para estarse a los datos que corresponden con la realidad y no al mero dato
formal y representativo contrario a ella, en razón de que de no hacerlo sería darle
mayor credibilidad a la ficción que a la verdad.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-186/99 y acumulado. Partido de


la Revolución Democrática. 17 de diciembre de 1999. Mayoría de cinco votos.
Ponente: Leonel Castillo González. Disidentes: José Fernando Ojesto Martínez
Porcayo y José de Jesús Orozco Henríquez. Secretario: Ángel Ponce Peña.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-300/2001 y acumulados.


Partido Revolucionario Institucional. 30 de diciembre de 2001. Mayoría de cinco
votos. Ponente: Alfonsina Berta Navarro Hidalgo. Disidentes: José Luis de la Peza y
José de Jesús Orozco Henríquez. Secretario: Jacob Troncoso Ávila.

Reg. 612
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2001
Tesis: S3ELJ 10/2001
Página: 116

ERROR GRAVE EN EL CÓMPUTO DE VOTOS. CUÁNDO ES DETERMINANTE


PARA EL RESULTADO DE LA VOTACIÓN (Legislación de Zacatecas y similares).
No es suficiente la existencia de algún error en el cómputo de los votos, para anular
la votación recibida en la casilla impugnada, sino que es indispensable que aquél sea
grave, al grado de que sea determinante en el resultado que se obtenga, debiéndose
comprobar, por tanto, que la irregularidad revele una diferencia numérica igual o
mayor en los votos obtenidos por los partidos que ocuparon el primero y segundo
lugares en la votación respectiva.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-046/98. Partido Revolucionario


Institucional. 26 de agosto de 1998. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-178/98. Partido de la


Revolución Democrática. 11 de diciembre de 1998. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-467/2000. Alianza por Atzalán.


8 de diciembre de 2000. Unanimidad de votos.

Reg. 486
Tesis relevante
Materia(s): Electoral

76
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 1997
Tesis: S3EL 029/97
Página: 545

ERROR EN EL ESCRUTINIO Y CÓMPUTO DE LOS VOTOS. EL INTERÉS PARA


IMPUGNARLO CORRESPONDE A CUALQUIERA DE LOS PARTIDOS
CONTENDIENTES EN LA ELECCIÓN. Los elementos para considerar que un error
en el escrutinio y cómputo de la votación recibida en una casilla es o no
determinante para el resultado de la votación recibida, son diferentes a los que se
deben tomar en consideración para conocer si los errores mencionados ocasionan o
no un agravio a algún partido determinado que promueva un juicio de
inconformidad. El error resulta determinante cuando se puede inferir válidamente
que en la hipótesis de no haberse cometido, podría haber variado el partido político
reconocido como triunfador en el acta correspondiente; y por esto, ordinariamente
se establece una comparación entre el número de votos que alcanza el error
detectado, con el que da la diferencia que existe entre los sufragios atribuidos al
vencedor en la casilla y los reconocidos al partido político que se encuentra en el
segundo lugar, para concluir que si el número de votos en que radica el error es
mayor al de la diferencia mencionada, sí es determinante para el resultado de la
votación, dado que, en el supuesto de que el número probable de votos no
localizables por el error se hubieran emitido en favor del que ocupó el segundo
lugar, éste habría obtenido la victoria en la casilla, lo que claramente implicaría un
cambio en el resultado de la votación. En cambio, la causación del agravio se da, en
estos casos, para cualquiera de los partidos políticos que haya participado en la
contienda, pues la satisfacción de los actos y formalidades pueden referirse a la
validez de la votación recibida en cada casilla en particular, en lo que todos los
contendientes tienen interés jurídico, como porque también puede trascender para la
posible nulidad de la elección, toda vez que conforme a los artículos 76, párrafo 1,
inciso a), y 77, párrafo 1, inciso a), de la Ley General del Sistema de Medios de
Impugnación en Materia Electoral, es causa de nulidad de una elección de diputado
de mayoría relativa en un distrito electoral uninominal, o de una elección de
senadores en una entidad federativa, el hecho de que alguna o algunas de las
causales señaladas en el artículo 75 del ordenamiento invocado, se acrediten en por
lo menos el veinte por ciento de las casillas en el distrito de que se trate, o en el
veinte por ciento de las secciones de la entidad de que se trate; es decir, el agravio
radicaría en la contravención a la normatividad electoral conforme a la que se debe
recibir la votación, y la trascendencia de ésta estaría en que puede generar la
nulidad de la votación y contribuir, en su caso, a la nulidad de la elección, inclusive,
supuesto éste, en el cual pueden recibir beneficio hasta los partidos contendientes,
que hubieran obtenido un número mínimo de votos o ninguno, porque daría lugar a
la convocatoria a elecciones extraordinarias, en las cuales volverían a contender y
tendrían la posibilidad hasta de alcanzar el triunfo.

77
Recurso de reconsideración. SUP-REC-071/97 y acumulado. Partido de la
Revolución Democrática. 5 de septiembre de 1997. Unanimidad de votos. Ponente:
Leonel Castillo González. Secretario: Ángel Ponce Peña.

Reg. 527
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2002
Tesis: S3EL 068/2002
Página: 556

ESCRUTINIO Y CÓMPUTO. SU REPETICIÓN IMPLICA LA REPOSICIÓN


ÍNTEGRA DEL PROCEDIMIENTO ESTABLECIDO EN LA LEY (Legislación del
Estado de México). De la interpretación funcional del artículo 270, párrafo primero,
fracción II, del Código Electoral del Estado de México, se arriba a la convicción de
que el concepto: se repetirá el escrutinio y cómputo de la elección de la casilla
correspondiente, significa realizar de nueva cuenta el procedimiento establecido en
el artículo 228 del mismo ordenamiento, es decir, determinar el número de electores
que votó, el número de votos emitidos a favor de cada uno de los partidos políticos o
candidatos, el número de los nulos y el número de boletas sobrantes. De ahí que, por
ejemplo, resulte ilegal que con base en una supuesta objeción fundada (existencia de
error aritmético) únicamente se realicen correcciones a los rubros de votación total
emitida de las actas de escrutinio y cómputo, pues tal proceder es contradictorio con
el procedimiento de cómputo establecido en el código mencionado, ya que de
conformidad con éste, lo procedente es la repetición íntegra del escrutinio y cómputo
de la elección de la casilla correspondiente.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-168/2000. Partido


Revolucionario Institucional. 16 de agosto de 2000. Unanimidad de votos. Ponente:
José Luis de la Peza. Secretario: Rafael Elizondo Gasperín.

g) Permitir a ciudadanos sufragar sin Credencial para Votar o cuyo nombre no aparezca en la lista
nominal de electores y siempre que ello sea determinante para el resultado de la votación, salvo los
casos de excepción señalados en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales y
en el artículo 85 de esta ley; 45

Con la causa de nulidad en comento se protege el que la votación resulte


auténtica, es decir, que sólo sufraguen los ciudadanos que cumplen los requisitos
legales, pues es el caso que los votos espurios no deben ser considerados válidos
y, por tanto, no pueden surtir efectos para sustentar un cargo de elección popular.

45
Concordancia: Artículos 6, apartado 1, inciso b) y apartado 2; 140, apartado 2 y 155, apartado 1, del
COFIPE

78
En ese sentido, para decretar la nulidad de la votación recibida en casilla con base
en dicha causa, se deben colmar los siguientes elementos esenciales:

a) Que se demuestre que en la casilla se permitió votar a ciudadanos que no


mostraron su credencial para votar o cuyo nombre no apareció en la lista
nominal de electores, fuera de los casos de excepción; y,
b) Que se pruebe que la anterior circunstancia sea determinante para el
resultado de la votación recibida en la casilla.

El primer elemento tiene que ver con el hecho de que el presidente de la mesa
directiva de casilla sólo puede permitir sufragar a los ciudadanos que, durante la
jornada electoral, se presenten en la mesa receptora y exhiban su credencial para
votar con fotografía, la cual debe coincidir con el registro que conste en la lista
nominal correspondiente a la sección electoral, en caso, contrario, los ciudadanos
se encuentran imposibilitados para votar.

Los casos de excepción a los que hace referencia el precepto en comento, se


refieren a aquellos en que los representantes de los partidos políticos, acreditados
ante la mesa directiva de casilla, emiten su sufragio aun cuando no se encuentren
en la lista nominal de la sección, así como el de los ciudadanos que no cuenten
con credencial para votar o no estén en la lista nominal, pero tengan en su poder
los puntos resolutivos de la sentencia de alguna de las Salas del Tribunal
Electoral, en la cual se les haya restituido en sus derechos político-electorales del
ciudadanos, a través de la orden de expedición de la credencial o de la inscripción
en la lista correspondiente, pero que por razones técnicas la autoridad
administrativa no pudo cumplir antes de la jornada electoral. En estos dos
supuestos, los funcionarios de casilla deben anotar tales circunstancias al final del
listado nominal.

Para acreditar el segundo elemento, debe demostrarse que la irregularidad


ocurrida en la casilla es decisiva para el resultado de la votación, y que de no
haber sucedido éste, pudiese haber sido distinto. Para este fin, puede compararse
el número de personas que sufragaron irregularmente, con la diferencia de votos
entre los partidos que ocuparon el primero y segundo lugar de la votación, y
considerar que si el número de personas es igual o mayor a esa diferencia, se
colma el segundo de los elementos, y por ende, debe decretarse la nulidad de la
votación recibida en la casilla.

También puede actualizarse el segundo de los elementos, cuando sin haber


demostrado el número exacto de personas que sufragaron de manera irregular,
queden probadas en autos circunstancias de tiempo, modo y lugar que acrediten
que un gran número de personas votaron sin derecho a ello y por tanto, se afectó
el valor que tutela esta causa.

A contrario, si aun cuando se le restaran los votos irregulares al partido político


ganador en la casilla impugnada, éste siguiera conservando el triunfo, es claro que
la irregularidad no sería determinante en el resultado de la votación.

79
Sobre tal cuestión debe tenerse en cuenta el criterio siguiente:

Reg. 431
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2003
Tesis: S3ELJ 13/2003
Página: 73

CREDENCIAL PARA VOTAR CON FOTOGRAFÍA. SU EXISTENCIA POR SÍ


MISMA NO ACREDITA LA INCLUSIÓN EN EL PADRÓN ELECTORAL DE UN
CIUDADANO. En los casos en que una persona cause baja del padrón por pérdida o
suspensión de sus derechos político-electorales o por renuncia de nacionalidad,
puede incluso conservar su credencial aun cuando el registro correspondiente se
encuentre cancelado, o bien, respecto de las personas que fallecen, no existe
disposición alguna que obligue a sus familiares a la entrega del referido instrumento
electoral. Adicionalmente, el artículo 163 del Código Federal de Instituciones y
Procedimientos Electorales, prevé la pérdida de la vigencia del registro en el
padrón, en aquellos casos en que se inicie el procedimiento de inscripción, pero que
el ciudadano no acuda a recoger su credencial para votar con fotografía, y en
consecuencia a concluir su trámite, el cual será cancelado. Esta situación, se
presenta comúnmente en aquellos casos en que se notifica un cambio de domicilio, en
tal virtud, se causa baja del registro anterior y se da de alta el correspondiente a la
nueva dirección, sin que sea necesario requerirle al ciudadano, en ese momento, la
entrega de la credencial de elector, por ser ésta un elemento de identificación
exigible para la realización de diversos trámites ante las dependencias
gubernamentales, instituciones bancarias, etcétera. Siendo hasta el momento en que
deba presentarse a recoger la nueva credencial, cuando deberá canjearla por la
anterior. Sin embargo, al ciudadano que no concluye con el referido trámite de
cambio de domicilio, se le da de baja en el padrón por pérdida de vigencia, se
destruye la credencial de elector de nueva expedición y, aunque cuente con la
credencial anterior, ésta pertenece a un registro que previamente fue cancelado. Por
tanto, aun y cuando se trate de localizar a dicha persona en el padrón electoral no
aparecerán sus datos (nombre, domicilio y clave de elector).

Juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano. SUP-


JDC-058/2002. Asociación denominada Izquierda Democrática Popular. 11 de junio
de 2002. Unanimidad de votos.

Juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano. SUP-


JDC-065/2002. Asociación de Ciudadanos Insurgencia Popular. 11 de junio de 2002.
Unanimidad de votos.

80
Juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano. SUP-
JDC-784/2002. Asociación Civil denominada Proyecto Nueva Generación. 23 de
agosto de 2002. Unanimidad de votos.

h) Haber impedido el acceso de los representantes de los partidos políticos o haberlos expulsado, sin
causa justificada; 46

Una de las principales funciones de los representantes de los partidos políticos


ante las mesas directivas de casilla es vigilar que la votación se reciba de acuerdo
con la ley y, en su caso, presentar los escritos de incidentes, sobre las
irregularidades que se hubieran presentado en la casilla.

Así, si se les impide el acceso a la casilla, en forma injustificada, no podrá realizar


esa labor de vigilancia y, en consecuencia, se genera una duda sobre la
autenticidad de la votación recibida, pues aunque en ésta participan ciudadanos,
es el caso que en dicha actividad electoral juegan un importante papel los
representantes de los partido políticos.

En consecuencia, impedir el acceso de los representantes de los partidos políticos


a las casillas, con causa justificada plenamente acreditada, no provoca la causa
de nulidad. Dichas causas justificadas se desprenden de los establecido en los
artículos 219 y 220 del COFIPE, pues puede ser negado el acceso cuando los
representantes de partido no se identifiquen o se presenten intoxicados, bajo la
influencia de enervantes, armados. Ello es así, porque el presidente de la casilla,
en ejercicio de la autoridad que le corresponde para preservar el orden, a fin de
asegurar el libre acceso de los electores, garantizar en todo tiempo el secreto del
voto y mantener la estricta observancia del código electoral, puede conminar al
orden e, incluso, expulsar a los representantes que pretendan asumir las
funciones propias de los integrantes de la mesa directiva, dejen de cumplir su
función, coaccionen a los electores o en cualquier forma afecten el desarrollo de la
normal votación.

i) Ejercer violencia física o presión sobre los miembros de la mesa directiva de casilla o sobre los
electores y siempre que esos hechos sean determinantes para el resultado de la votación; 47

La nulidad de la votación recibida en casilla, por la causa contemplada en el


artículo 75, inciso i), de la LGSMIME, tiene por objeto salvaguardar la libertad o el
secreto del voto.

Por ello, para decretarse la nulidad por esta causa es necesario que se demuestre
la existencia de violencia física, entendida como la materialización de aquellos
actos que afectan la integridad física de las personas; o presión, entendido como
el ejercicio de apremio o coacción moral sobre los votantes, de tal manera que se

46
Concordancia: Artículo 200 del COFIPE
47
Concordancia: Artículo 4; 122, apartado 1, incisos d), e) y f); 219 y 220, apartados 1 y 2, del COFIPE

81
afecte la libertad o el secreto del voto, pues la finalidad de la comisión de ambas
conductas ilícitas tiene por finalidad de provocar determinada una conducta (la
emisión de sufragios) que se refleje en el resultado de la votación de manera
decisiva.

En ese sentido, el segundo elemento de la causa de nulidad es que sea


determinante para el resultado de la votación, el cual, para considera que se surte
es necesario acreditar el número de electores sobre los que se ejerció la conducta
considerada como violencia física o presión, o bien, demostrar que la irregularidad
fue realizada durante una parte considerable de la jornada electoral.

Sobre tal cuestión, la Sala Superior del TEPJF ha establecido las tesis siguientes:

Reg. 63
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2004
Tesis: S3ELJ 03/2004
Página: 34

AUTORIDADES DE MANDO SUPERIOR. SU PRESENCIA EN LA CASILLA


COMO FUNCIONARIO O REPRESENTANTE GENERA PRESUNCIÓN DE
PRESIÓN SOBRE LOS ELECTORES (Legislación de Colima y similares). El
legislador ordinario local, con la prohibición establecida en los artículos 48,
fracción IV, y 182, segundo párrafo, del Código Electoral del Estado de Colima,
propende a proteger y garantizar la libertad plena de los electores en el momento de
sufragar en la casilla correspondiente a su sección electoral, ante la sola posibilidad
de que las autoridades enumeradas puedan inhibir esa libertad hasta con su mera
presencia, y con más razón con su permanencia, en el centro de votación, como
vigilantes de las actividades de la mesa directiva y de los electores, en consideración
al poder material y jurídico que detentan frente a todos los vecinos de la localidad,
con los cuales entablan múltiples relaciones necesarias para el desarrollo de la vida
cotidiana de cada uno, como la prestación de los servicios públicos que administran
dichas autoridades, las relaciones de orden fiscal, el otorgamiento y subsistencia de
licencias, permisos o concesiones para el funcionamiento de giros comerciales o
fabriles, la imposición de sanciones de distintas clases, etcétera; pues los ciudadanos
pueden temer en tales relaciones que su posición se vea afectada fácticamente, en
diferentes formas, en función de los resultados de la votación en la casilla de que se
trate. En efecto, si se teme una posible represalia de parte de la autoridad, es factible
que el elector se sienta coaccionado o inhibido y que esta circunstancia lo orille a
cambiar el sentido de su voto, si se sienten amenazados velada o supuestamente, pues
aunque esto no debería ocurrir, en la realidad se puede dar en el ánimo interno del
ciudadano, sin que el deber ser lo pueda impedir o remediar, por virtud a la posición
de cierta subordinación que le corresponde en la relación con la autoridad; es decir,

82
resulta lógico que el elector pueda tomar la presencia de la autoridad como una
fiscalización de la actividad electoral, con la tendencia a inclinar el resultado a favor
del partido político o candidato de sus preferencias, que son generalmente conocidas
en razón del partido gobernante. En consecuencia, cuando se infringe la prohibición
de que una autoridad de mando superior sea representante de partido en una casilla,
tal situación genera la presunción de que se ejerció presión sobre los votantes,
presunción proveniente propiamente de la ley, si se toma en cuenta que el legislador
tuvo la precaución de excluir terminantemente la intervención de las autoridades de
referencia en las casillas, no sólo como miembros de la mesa directiva, sino inclusive
como representantes de algún partido político, es decir, expresó claramente su
voluntad de que quienes ejercieran esos mandos asistieran a la casilla
exclusivamente para emitir su voto, pues tan rotunda prohibición hace patente que
advirtió dicho legislador que hasta la sola presencia, y con más razón la
permanencia, de tales personas puede traducirse en cierta coacción con la que
resulte afectada la libertad del sufragio.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-287/2000. Partido


Revolucionario Institucional. 9 de septiembre de 2000. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-321/2000. Partido


Revolucionario Institucional. 9 de septiembre de 2000. Unanimidad de votos.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-009/2003 y acumulado. Partido Acción


Nacional. 19 de agosto de 2003. Mayoría de cuatro votos. Los Magistrados: Eloy
Fuentes Cerda, Alfonsina Berta Navarro Hidalgo y José Luis de la Peza, no se
pronunciaron sobre la cuestión jurídica que aborda la presente tesis.

Reg. 633
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2002
Tesis: S3ELJ 53/2002
Página: 312

VIOLENCIA FÍSICA O PRESIÓN SOBRE LOS FUNCIONARIOS DE LA MESA


DIRECTIVA O DE LOS ELECTORES, COMO CAUSAL DE NULIDAD DE
VOTACIÓN RECIBIDA EN CASILLA (Legislación de Jalisco y similares). La
nulidad de la votación recibida en casilla, por la causa contemplada por la fracción
II, del artículo 355, de la Ley Electoral del Estado de Jalisco, procede en aquellos
casos en que se ejerza violencia física o presión de alguna autoridad o particular,
sobre los funcionarios de la mesa directiva de la casilla o de los electores, de tal
manera que afecten la libertad o el secreto del voto y estos actos tengan relevancia
en los resultados de la votación de la casilla. La naturaleza jurídica de esta causa de
anulación requiere que se demuestren, además de los actos relativos, las

83
circunstancias del lugar, tiempo y modo en que se llevaron a cabo, porque sólo de
esta manera puede establecerse, con la certeza jurídica necesaria, la comisión de los
hechos generadores de esa causal de nulidad y si los mismos fueron relevantes en el
resultado de la votación recibida en la casilla de que se trate.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-199/97. Partido Acción


Nacional. 23 de diciembre de 1997. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-212/2000 y acumulado. Partido


Revolucionario Institucional. 16 de agosto de 2000. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-033/2002. Partido de la


Revolución Democrática. 13 de febrero de 2002. Unanimidad de votos.

Reg. 644
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2000
Tesis: S3ELJD 01/2000
Página: 312

VIOLENCIA FÍSICA O PRESIÓN SOBRE LOS MIEMBROS DE LA MESA


DIRECTIVA DE CASILLA O LOS ELECTORES COMO CAUSAL DE NULIDAD.
CONCEPTO (Legislación de Guerrero y similares). El artículo 79, fracción IX, de la
Ley del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral del Estado de
Guerrero, establece que la votación recibida en una casilla será nula cuando se
acredite que se ejerció violencia física o presión contra los miembros de la mesa
directiva de casilla o de los electores, siempre que esos hechos sean determinantes
para el resultado de la votación, debiéndose entender por violencia física, la
materialización de aquellos actos que afectan la integridad física de las personas y
por presión, el ejercicio de apremio o coacción moral sobre los votantes, de tal
manera que se afecte la libertad o el secreto del voto, siendo la finalidad en ambos
casos, provocar determinada conducta que se refleje en el resultado de la votación
de manera decisiva.

Recurso de inconformidad. SC-I-RI-107/91. Partido Acción Nacional. 14 de


septiembre de 1991. Unanimidad de votos.

Recurso de inconformidad. SC-I-RI-120/91. Partido de la Revolución Democrática.


14 de septiembre de 1991. Unanimidad de votos.

Recurso de inconformidad. SC-I-RI-035/91. Partido Acción Nacional. 23 de


septiembre de 1991. Unanimidad de votos.

84
Nota:
En sesión privada celebrada el 12 de septiembre de 2000, los Magistrados que
integran la Sala Superior del Tribunal Electoral aprobaron por unanimidad de votos
y declararon formalmente obligatoria la tesis de jurisprudencia número JD 01/2000
en materia electoral, al haber acogido este criterio al resolver el 11 de noviembre de
1999, por unanimidad de votos, el juicio de revisión constitucional electoral, SUP-
JRC-166/99, promovido por el Partido Revolucionario Institucional.

Reg. 633
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2002
Tesis: S3ELJ 53/2002
Página: 312

VIOLENCIA FÍSICA O PRESIÓN SOBRE LOS FUNCIONARIOS DE LA MESA


DIRECTIVA O DE LOS ELECTORES, COMO CAUSAL DE NULIDAD DE
VOTACIÓN RECIBIDA EN CASILLA (Legislación de Jalisco y similares). La
nulidad de la votación recibida en casilla, por la causa contemplada por la fracción
II, del artículo 355, de la Ley Electoral del Estado de Jalisco, procede en aquellos
casos en que se ejerza violencia física o presión de alguna autoridad o particular,
sobre los funcionarios de la mesa directiva de la casilla o de los electores, de tal
manera que afecten la libertad o el secreto del voto y estos actos tengan relevancia
en los resultados de la votación de la casilla. La naturaleza jurídica de esta causa de
anulación requiere que se demuestren, además de los actos relativos, las
circunstancias del lugar, tiempo y modo en que se llevaron a cabo, porque sólo de
esta manera puede establecerse, con la certeza jurídica necesaria, la comisión de los
hechos generadores de esa causal de nulidad y si los mismos fueron relevantes en el
resultado de la votación recibida en la casilla de que se trate.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-199/97. Partido Acción


Nacional. 23 de diciembre de 1997. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-212/2000 y acumulado. Partido


Revolucionario Institucional. 16 de agosto de 2000. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-033/2002. Partido de la


Revolución Democrática. 13 de febrero de 2002. Unanimidad de votos.

Reg. 409
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior

85
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 1997
Tesis: S3EL 016/97
Página: 789

PRESIÓN SOBRE EL ELECTORADO. LA INTERRUPCIÓN DE LA RECEPCIÓN


DE LA VOTACIÓN SIN CAUSA JUSTIFICADA PODRÍA EQUIVALER (Legislación
de Querétaro). El hecho de que se haya parado o interrumpido la recepción de la
votación en una casilla sin causa justificada, constituye una irregularidad, toda vez
que, de conformidad con los artículos 123, 124 y 133 de la Ley Electoral del Estado
de Querétaro, la duración de la jornada electoral es de las 8:00 a las 18:00 hrs.,
cuyo objetivo primordial es la recepción del sufragio, por lo que en ningún momento
puede suspenderse o ampliarse la recepción de la votación en la casilla respectiva
durante ese horario, salvo los casos justificados previstos legalmente (por ejemplo,
los supuestos previstos en los artículos 130, fracción IV, y 133 del mismo
ordenamiento), porque en caso contrario de que se presentara podría llegar a
actualizar la causa de nulidad prevista en el artículo 244, fracción VII, de la ley
electoral aplicable, que alude a Ejercer violencia física o presión sobre los miembros
de la mesa directiva de casilla o sobre los electores, si ello es determinante para el
resultado de la votación, toda vez que por presión sobre los electores, atendiendo a
la normatividad vigente en el Estado de Querétaro, cabe entender no sólo a aquellos
actos por los cuales se pretende influir para que el electorado emita su voto en
determinado sentido, sino también a aquellos que tengan por efecto, sin causa
justificada, limitar o inhibir al electorado en su derecho a decidir libremente el
momento de emitir su voto dentro del horario legalmente previsto. Conforme a lo que
antecede, cuando se interrumpa la recepción de la votación sin causa justificada se
podría tener por acreditado el primer extremo de la causal de mérito, quedando
pendiente de analizar si la irregularidad señalada es determinante para el resultado
de la votación.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-030/97. Partido Revolucionario


Institucional. 4 de agosto de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: José de Jesús
Orozco Henríquez. Secretarios: Gustavo Avilés Jaimes y Juan Carlos Silva Adaya.

Reg. 542
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2001
Tesis: S3EL 038/2001
Página: 819

PROPAGANDA ELECTORAL. PARA QUE CONSTITUYA UN ACTO DE PRESIÓN


EN EL ELECTORADO, DEBE DEMOSTRARSE QUE FUE COLOCADA DURANTE
EL PERÍODO PROHIBIDO POR LA LEY (Legislación de Colima). El hecho de que

86
se demuestre que en las inmediaciones de la casilla existió propaganda electoral el
día de la jornada electoral, es insuficiente para estimar que existieron actos de
proselitismo, que se tradujeron en presión sobre el electorado, pues se requiere
acreditar, además, que dicha publicidad se colocó en el plazo de prohibición
establecido por la ley. Para arribar a la anterior conclusión, se considera que,
conforme al párrafo tercero del artículo 206 del Código Electoral del Estado de
Colima, la propaganda electoral es el medio con el que cuentan los partidos políticos
para dar a conocer a sus candidatos y su propuesta, con la finalidad de la obtención
del voto; razón por la cual su colocación, dentro de los plazos establecidos, se ajusta
a la normatividad legal relativa, y sólo se ve limitada con la prohibición expresa de
no hacerlo el día de la jornada electoral y durante los tres días anteriores a éste. En
consecuencia, no es suficiente acreditar que en las inmediaciones del lugar donde se
ubicó la casilla existía propaganda electoral, pues esto, en principio, deriva de una
actividad lícita, sino que es necesario que se pruebe que fue colocada durante el
plazo vedado por la ley para tal efecto, pues sólo en el caso de que se haga en tales
días, se podría considerar como acto de proselitismo, traducible a un acto de presión
sobre los votantes, que puede llegar a configurar la causal de nulidad de votación
recibida en la casilla en donde se lleve a cabo. Lo anterior se robustece, si se toma
en cuenta que la ley electoral no exige que la propaganda electoral existente, sea
retirada antes de la jornada electoral, y en todo caso, si se considera que la
existencia de propaganda electoral cerca de las casillas puede perturbar la libertad
del votante, el presidente de la mesa directiva de casilla, válidamente puede ordenar
que sea retirada, o cambiar el lugar de ubicación de la propia casilla.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-287/2000. Partido


Revolucionario Institucional. 9 de septiembre de 2000. Unanimidad de votos.
Ponente: Leonel Castillo González. Secretario: José Herminio Solís García.

Reg. 411
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2002
Tesis: S3EL 113/2002
Página: 790

PRESIÓN SOBRE LOS ELECTORES. HIPÓTESIS EN LA QUE SE CONSIDERA


QUE ES DETERMINANTE PARA EL RESULTADO DE LA VOTACIÓN RECIBIDA
EN CASILLA (Legislación de Hidalgo y similares). En el artículo 53, fracción VIII,
de la Ley Estatal de Medios de Impugnación en Materia Electoral de Hidalgo, se
establece la causa de nulidad de votación recibida en casilla, relativa a ejercer
presión sobre los electores, en la que uno de sus elementos es el que esa
irregularidad sea determinante para el resultado de la votación, debe considerarse
que para que se surta el elemento referido es necesario acreditar el número de
electores sobre los que se ejerció la conducta considerada como presión, o bien,

87
demostrar que la irregularidad fue realizada durante una parte considerable de la
jornada electoral.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-283/99. Partido del Trabajo. 13


de enero de 2000. Unanimidad de votos. Ponente: Mauro Miguel Reyes Zapata.
Secretario: David P. Cardoso Hermosillo.

j) Impedir, sin causa justificada, el ejercicio del derecho de voto a los ciudadanos y esto sea
determinante para el resultado de la votación; y 48

Para el análisis de esta causa de nulidad se tiene que considerar el número total
de ciudadanos a los que supuestamente, se les haya impedido votar en cualquiera
de los siguientes apartados: a) cuando durante la jornada electoral acudan a la
casilla y se les niegue injustificada e irreparablemente la posibilidad de votar; b)
cuando siendo las dieciocho horas se cierre la casilla, sin dar oportunidad de votar
a las que se encuentren formadas; y c) cuando la casilla se cierre antes de las
dieciocho horas.

Cuando la casilla se cierra injustificadamente antes de las dieciocho horas sin que
todos los electores que tenían derecho de votar en ella lo hayan hecho, hay que
considerar, que se ha impedido el ejercicio del derecho de voto a algunos de ellos,
ante la imposibilidad de continuar la votación.

En esta causa de nulidad es relevante también acreditar que la irregularidad


resultó determinante para el resultado, por ejemplo, cuando el número de
electores a los que se haya impedido votar sea igual o mayor a la diferencia de
votos existentes entre los lugares primero y segundo de la votación en la casilla; o
cuando, sin haber quedado demostrado en autos el número exacto de personas a
quienes se impidió sufragar, quede probada la afectación del valor tutelado, dadas
las circunstancias de tiempo, modo y lugar, que acrediten que se impidió votar a
un gran número de electores, lo cual ponga en duda la certeza de los resultados,
de no haber existido la irregularidad.

Sobre dicha causa de nulidad se ha emitido el criterio siguiente.

Reg. 100
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2001
Tesis: S3ELJ 06/2001
Página: 45

48
Concordancia: Artículos 216, apartado 2 y 219 del COFIPE

88
CIERRE ANTICIPADO DE CASILLA. NO NECESARIAMENTE CONSTITUYE
CAUSA DE NULIDAD DE SU VOTACIÓN. El hecho de que una casilla se cierre
antes de la hora señalada por la ley, permite presumir válidamente que se dejaron de
recibir indebidamente un número de sufragios que no es posible determinar, lo que
constituye una irregularidad grave, por atentar contra el principio constitucional de
libertad del voto. Sin embargo, para que dicha irregularidad pueda configurar la
causal de nulidad de presión en el electorado, es necesario que resulte determinante
para el resultado de la votación, pues la determinancia es un requisito constitutivo de
la causal de nulidad. En tales condiciones, si se acredita que la votación recibida en
la casilla cerrada anticipadamente, es similar a la media aritmética del distrito o
municipio al que pertenece, pues lo ordinario es que no ocurran a votar todos los
electores pertenecientes a la casilla; que aun en el caso que hubieran votado todos
los electores que no lo hicieron, o de acuerdo a la tendencia de votación observada
en la casilla, no podría modificarse el resultado final de su votación; o cualquier otra
situación análoga que permita concluir que la irregularidad mencionada no fue
determinante para el resultado final de la votación y, consecuentemente, no se
actualizó la causal de nulidad de presión en el electorado; situación que se ve
robustecida en los casos en que no existan incidencias o protestas por parte de los
representantes de los partidos políticos en casilla, suman indicios en el mismo
sentido, ya que lo común es que los representantes partidistas tengan cierto
conocimiento de los votos duros que tienen en su medio y estén conscientes por
aproximación de sus partidarios que han ocurrido a votar y los que no lo han hecho
aún, a medida que avanza la jornada electoral, por lo que de haberse opuesto al
cierre anticipado de la casilla y constar esto en el acta, no dejaría de implicar algún
leve indicio de que en su concepto faltaban aún por llegar ciudadanos que tenían alta
probabilidad de votar por su partido, y esto pudo motivar al representante a exigir
que continuara abierta la casilla.

Juicios de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-186/99 y acumulado. Partido


de la Revolución Democrática. 17 de diciembre de 1999. Unanimidad de votos.

Recursos de reconsideración. SUP-REC-021/2000 y acumulado. Coalición Alianza


por México. 16 de agosto de 2000. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-313/2000. Partido de la


Revolución Democrática. 27 de septiembre de 2000. Unanimidad de votos.

k) Existir irregularidades graves, plenamente acreditadas y no reparables durante la jornada


electoral o en las actas de escrutinio y cómputo que, en forma evidente, pongan en duda la certeza
de la votación y sean determinantes para el resultado de la misma. 49

La declaración de nulidad de la votación recibida en casilla, por esta causa, tiene


por objeto salvaguardar la certeza en la votación —lo cual redunda en la
autenticidad de los sufragios—, pues en ella, es factible analizar las
irregularidades ocurridas durante la jornada electoral en una determinada casilla, y

49
Concordancia: Artículos 118, apartado 2; 122, apartado 1, inciso f), del COFIPE

89
que no quepan en alguno de los supuestos establecidos en los incisos a) al j) del
artículo 75 de la LGSMIME.

En ese sentido, se debe declarar la nulidad cuando concurren los siguientes


elementos: a) La existencia de irregularidades graves; b) El acreditamiento pleno
de dichas irregularidades graves; c) La irreparabilidad de esas irregularidades
durante la jornada electoral o en las actas de escrutinio y cómputo; d) La evidencia
de que las irregularidades ponen en duda la certeza de la votación y e) El carácter
determinante de las irregularidades para el resultado de la votación.

El primer elemento sobre la gravedad de la irregularidad ocurre, cuando el ilícito o


infracción vulnera principios, valores o bienes jurídicos relevantes o fundamentales
previstos y protegidos en la Constitución o en la ley —en sentido amplio—.

El segundo elemento, consistente en que la irregularidad grave esté plenamente


acreditada, se obtiene con la valoración conjunta de las pruebas documentales
públicas o privadas, técnicas, periciales, reconocimiento e inspección ocular,
presuncional legal y humana, así como instrumental de actuaciones, según
consten en el expediente, sobre la base de las reglas de la lógica, la sana crítica y
la experiencia, por las que el órgano de decisión llegue a la convicción de que
efectivamente ocurrió la irregularidad grave, sin que medie duda alguna sobre la
existencia y circunstancias de los hechos controvertidos objeto de prueba.

El tercer elemento sobre la irreparabilidad de la irregularidad durante la jornada


electoral, se da cuando no hay posibilidad jurídica o material para corregir,
enmendar o evitar que los efectos de esa irregularidad trasciendan o se actualicen
en el momento en que se llevan a cabo los comicios.

El cuarto elemento debe ser de tal magnitud, características o calidad que, en


forma razonable, haga dubitable la votación; es decir, debe afectar la certeza o
certidumbre sobre la misma.

El último elemento normativo que debe poseer la irregularidad es su carácter de


determinante para el resultado de la propia votación recibida en casilla. Esto es, la
irregularidad, desde el punto de vista cuantitativo, debe trascender al resultado de
la votación recibida en la casilla, porque exista la posibilidad racional de que defina
las posiciones de cada candidato, mientras que, en atención a un criterio
cualitativo, las irregularidades que se registren en una casilla deben ser de tal
gravedad o magnitud, por su número o características, que también pueda
racionalmente establecerse una relación causal con las posiciones que se
registren en la votación recibida en la casilla entre las distintas fuerzas políticas.

Vale la pena tener en cuenta los siguientes criterios de la Sala Superior del
TEPJF.

Reg. 126
Jurisprudencia

90
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2000
Tesis: S3ELJ 022/2000
Página: 57

CÓMPUTO DE UNA ELECCIÓN. FACTIBILIDAD DE SU REALIZACIÓN A


PESAR DE LA DESTRUCCIÓN O INHABILITACIÓN MATERIAL DE LOS
PAQUETES ELECTORALES. La destrucción o inhabilitación material de la
documentación contenida en los paquetes electorales de una elección, no es
suficiente para impedir la realización del cómputo de la votación, aunque tal
situación no se encuentre regulada expresa y directamente en el ordenamiento
aplicable, pues conforme a las máximas de experiencia y a los principios generales
del derecho, la autoridad competente debe instrumentar un procedimiento para
reconstruir, en la medida de lo posible, los elementos fundamentales que permitan
conocer con certeza y seguridad los resultados de los comicios, y si se consigue ese
objetivo, tomar la documentación obtenida como base para realizar el cómputo. Sin
embargo, en la fijación de las reglas de dicho procedimiento, se deben observar los
principios rectores de la materia y el más amplio respeto a los derechos de los
interesados para participar en dicha reposición, destacadamente de la garantía
constitucional de audiencia, a fin de que puedan conocer todas las reglas que se fijen
y los elementos que se recaben, y estén en aptitud de asumir una posición respecto a
ellos, objetarlos, aportar pruebas, e impugnar ante los tribunales competentes su
contenido y resultados, en ejercicio al derecho a la jurisdicción; pero al igual que en
cualquier otro procedimiento de esta naturaleza, sobre tales interesados debe pesar
la carga procedimental de aportar los elementos informativos y probatorios de que
dispongan, dado que sólo así será posible que la autoridad electoral reconstruya de
la mejor manera el material necesario para llevar a cabo el cómputo de la elección.
Lo anterior es así, en razón de que la experiencia y arraigados principios jurídicos,
relativos a los alcances de la labor legislativa, establecen que la ley sólo prevé las
situaciones que ordinariamente suelen ocurrir o que el legislador alcanza a prever
como factibles dentro del ámbito en que se expide, sin contemplar todas las
modalidades que pueden asumir las situaciones reguladas, y menos las que atentan
contra el propio sistema; además, bajo la premisa de que las leyes están destinadas
para su cumplimiento, tampoco autoriza que se dejen de resolver situaciones
concretas por anomalías extraordinarias razonablemente no previstas en la ley. Ante
tal circunstancia, se considera válido que la autoridad competente para realizar el
cómputo integre las lagunas de la normatividad y complete el procedimiento
necesario para la obtención de elementos fidedignos, prevalecientes al evento
irregular, que sean aptos para reconstruir o reponer con seguridad, dentro de lo
posible, la documentación electoral en la que se hayan hecho constar los resultados
de la votación.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-294/2000. Coalición Alianza


por Campeche. 9 de septiembre de 2000. Unanimidad de votos.

91
Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-295/2000. Coalición Alianza
por Campeche. 9 de septiembre de 2000. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-303/2000. Coalición Alianza


por Campeche. 9 de septiembre de 2000. Unanimidad de votos.

Reg. 744
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2002
Tesis: S3ELJ 40/2002
Página: 205

NULIDAD DE VOTACIÓN RECIBIDA EN CASILLA. DIFERENCIA ENTRE LAS


CAUSALES ESPECÍFICAS Y LA GENÉRICA. Las causas específicas de nulidad de
votación recibida en una casilla, previstas en los incisos a) al j), del párrafo 1, del
artículo 75 de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia
Electoral, son diferentes a la causa de nulidad que se ha identificado como genérica,
establecida en el inciso k) del mismo precepto legal, en virtud de que esta última se
integra por elementos distintos a los enunciados en los incisos que preceden. La
mencionada causa de nulidad genérica, pese a que guarda identidad con el elemento
normativo de eficacia que califica a ciertas causas específicas, como es el que la
irregularidad de que se trate sea determinante para el resultado de la votación a fin
de que se justifique la anulación de la votación recibida en casilla, es completamente
distinta, porque establece que la existencia de la causa de referencia depende de
circunstancias diferentes, en esencia, de que se presenten irregularidades graves y
que concurran los requisitos restantes, lo que automáticamente descarta la
posibilidad de que dicha causa de nulidad se integre con hechos que pueden llegar a
estimarse inmersos en las hipótesis para la actualización de alguna o algunas de las
causas de nulidad identificadas en los incisos que le preceden; es decir, en algunas
de las causas específicas de nulidad, cuyo ámbito material de validez es distinto al de
la llamada causa genérica.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-046/97. Partido Revolucionario Institucional.


19 de agosto de 1997. Unanimidad de votos.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-006/2000. Coalición Alianza por México. 16


de agosto de 2000. Unanimidad de votos.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-021/2000 y acumulado. Coalición Alianza


por México. 16 de agosto de 2000. Unanimidad de votos.

Reg. 383

92
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 1997
Tesis: S3EL 023/97
Página: 370

BOLETAS CON TALÓN DE FOLIO ADHERIDO. NO CONSTITUYEN, POR SÍ


MISMAS, UNA IRREGULARIDAD GRAVE QUE ACTUALICE LA NULIDAD DE LA
VOTACIÓN RECIBIDA EN CASILLAS. Si bien se puede sostener que la existencia en
los paquetes electorales de boletas que muestren tener el talón de folio adherido
constituye una irregularidad de conformidad con lo dispuesto en el artículo 205,
párrafo 2, inciso d), del Código Federal de Instituciones y Procedimientos
Electorales, atendiendo a las reglas de la lógica, de la experiencia y la sana crítica,
se considera que, por sí misma, no configura una irregularidad grave que ponga en
duda la certeza de la votación recibida en la casilla, máxime si no existe algún otro
indicio o elemento de convicción que, adminiculado con lo anterior, pudiera llevar a
una conclusión diferente. En consonancia con lo anterior, es necesario tener presente
que, conforme a lo previsto en el invocado artículo 205, párrafo 2, inciso d), del
código de la materia, ... La información que contendrá este talón será la relativa a la
entidad federativa, distrito electoral y elección que corresponda. El número de folio
será progresivo, sin que dicha disposición ni ninguna otra de la propia ley prevé que
quede registrado en alguna parte el folio correspondiente a la boleta que se entregó
a determinado ciudadano, por lo que si en autos tampoco hay alguna evidencia de
que de hecho así hubiere ocurrido, no cabe inferir en forma alguna que la mera
existencia en los paquetes electorales de boletas con el talón de folio respectivo
adherido constituya en tal caso una irregularidad grave que haya puesto en duda la
certeza o libertad del sufragio, por lo que no se actualiza la causal de nulidad
prevista en el artículo 75, párrafo 1, inciso k), de la Ley General del Sistema de
Medios de Impugnación en Materia Electoral.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-041/97. Partido Acción Nacional. 16 de


agosto de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: José de Jesús Orozco Henríquez.
Secretario: José Félix Cerezo Vélez.

Reg. 402
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2001
Tesis: S3EL 036/2001
Página: 787

93
PRESIDENTE DE CASILLA. SU AUSENCIA DURANTE LA JORNADA
ELECTORAL ES UNA IRREGULARIDAD GRAVE, PERO NO NECESARIAMENTE
PRODUCE LA INVALIDEZ DE LA VOTACIÓN RECIBIDA. La recepción de la
votación en una casilla cuya mesa directiva se integra materialmente sólo por el
secretario y los dos escrutadores, sin que se haya procedido a la sustitución del
presidente en ningún momento de la jornada electoral, constituye una irregularidad
grave, en razón de que la falta de realización de las funciones a él encomendadas,
genera un peligro serio de que la actuación en ese centro de votación se desvíe de los
cauces de la legalidad, la constitucionalidad, la certeza, la independencia y la
objetividad, así como de que no se proporcionen a los ciudadanos de la sección
electoral las garantías suficientes, adecuadas y oportunas que sean necesarias para
la emisión de su voto en completa libertad, de modo directo y en secreto; esto en
razón de que las atribuciones confiadas a dicho funcionario son de primordial
importancia para la validez de la votación recibida en la casilla, por estar
precisamente dirigidas a la ejecución fiel y puntual de todos los actos que
correspondan a cada fase de la jornada electoral, desde la recepción previa y la
custodia de la documentación electoral, a la instalación de la casilla, a la recepción
del sufragio, al escrutinio y cómputo de la votación, a la entrega del paquete a la
autoridad electoral prevista en la ley, y a la publicitación inmediata de los
resultados, en todas las cuales el presidente de la mesa directiva desempeña una
labor decisoria y ejecutiva fundamental, así como una posición de garante, en
salvaguarda del respeto pleno y total de los principios comiciales fundamentales
mencionados, como base tuitiva de una elección democrática y auténtica, que
reconozca como sustento seguro y comprobado el ejercicio del derecho ciudadano al
sufragio, emitido en las condiciones previstas por la Carta Magna; de modo que,
cuando no se desempeñan esas funciones por el funcionario al que le corresponden,
por su inasistencia al centro de votación el día de la jornada electoral, ni este
ciudadano es sustituido por alguna de las formas que determina la ley, se provoca un
claro estado de incertidumbre sobre la forma en que se desarrollaron las cosas en la
casilla. Sin embargo, la incertidumbre resultante de la ausencia del presidente, por sí
sola, necesariamente es insuficiente para invalidar la votación recibida, porque
razonable y físicamente resulta factible y plausible que, mediante una actividad
coordinada y armónica, los tres restantes miembros de dicho órgano electoral hayan
podido suplir las funciones del ausente, con eficiencia y eficacia, y que no se hayan
presentado imponderables, que sólo con la presencia del presidente pudieran
encontrar solución. Por tanto, resulta indispensable que el juzgador adminicule los
efectos naturales de dicha ausencia comprobada, con las demás circunstancias
ocurridas durante la jornada electoral en la mesa de votación, que de algún modo y
en cualquier grado tiendan a patentizar la comisión de irregularidades distintas, y
enfrentar aspectos con los elementos de los que se pueda inferir que los
acontecimientos se sucedieron con la normalidad advertida en la generalidad de las
casillas de la circunscripción, a las que sí asistió el presidente, y una vez establecido
cuál grupo tiene mayor fuerza probatoria, mediante la aplicación de las reglas de la
lógica y las máximas de la experiencia, en términos del artículo 16, apartado 1, de la
Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, o de la ley
aplicable, se debe proceder, en consecuencia, a declarar la validez o la nulidad de lo
actuado en la mesa de votación.

94
Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-164/2001. Partido de la
Revolución Democrática. 13 de septiembre de 2001. Unanimidad de votos. Ponente:
Leonel Castillo González. Secretario: Carlos Alberto Zerpa Durán.

Reg. 651
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 1998
Tesis: S3EL 037/98
Página: 586

FIRMA EN LAS COPIAS DE LAS ACTAS DE CASILLA ENTREGADAS A LOS


REPRESENTANTES DE LOS PARTIDOS. LA FALTA DE DICHO REQUISITO NO
DEBE CONSIDERARSE COMO UNA IRREGULARIDAD GRAVE (Legislación de
Nuevo León). En conformidad con el artículo 283, fracción XIII, de la Ley Electoral
del Estado de Nuevo León, la votación de una casilla es nula cuando se cometen
irregularidades graves plenamente acreditadas y no reparables durante la jornada
electoral o en las actas de escrutinio y cómputo que, en forma evidente, pongan en
duda la certeza de la votación y sean determinantes para el resultado de la misma.
La falta de firma autógrafa de las copias de las actas que se entregan a los
representantes de los partidos pugna con la disposición expresa del artículo 192 de
la ley electoral del Estado que así lo exige, al señalar que: El secretario de la casilla
entregará a los representantes de los partidos o candidatos acreditados, ejemplares
legibles, certificados por la firma en original de los presentes en cada foja de todas
las actas levantadas en la casilla, las cuales tendrán igual valor probatorio que las
actas originales ... No obstante lo anterior, la falta de este requisito constituye una
mera omisión formal que, por sí sola, no pone en duda la autenticidad del acta
original o la objetividad y certeza de la votación, ya que la ley no hace depender la
existencia del acto, del cumplimiento de tal requisito, sino que únicamente lo
considera útil para efectos probatorios. Por tanto, la omisión de la citada formalidad
no debe considerarse como una irregularidad grave que actualice la causa de
nulidad prevista por la fracción XIII del artículo 283 de la Ley Electoral del Estado
de Nuevo León.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-111/97. Partido Revolucionario


Institucional. 9 de octubre de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Mauro Miguel
Reyes Zapata. Secretario: David Cardoso Hermosillo.

Reg. 114
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior

95
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2004
Tesis: S3EL 032/2004
Página: 730

NULIDAD DE LA VOTACIÓN RECIBIDA EN CASILLA. ELEMENTOS PARA LA


ACTUALIZACIÓN DE LA CAUSA GENÉRICA (Legislación del Estado de México y
similares). Conforme con el artículo 298, fracción XIII, del Código Electoral del
Estado de México, es admisible la declaración de nulidad de la votación recibida en
casilla, cuando concurren los siguientes elementos: a) La existencia de
irregularidades graves; b) El acreditamiento pleno de dichas irregularidades graves;
c) La irreparabilidad de esas irregularidades durante la jornada electoral; d) La
evidencia de que las irregularidades ponen en duda la certeza de la votación y e) El
carácter determinante de las irregularidades para el resultado de la votación. El
primer elemento sobre la gravedad de la irregularidad ocurre, cuando el ilícito o
infracción vulnera principios, valores o bienes jurídicos relevantes o fundamentales
previstos y protegidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de México, el Código Electoral
del Estado de México o cualquier norma jurídica de orden público y observancia
general, incluidos los tratados internacionales suscritos y ratificados por el Estado
mexicano, siempre que su cumplimiento o respeto sea necesario para el desarrollo y
conclusión del proceso electoral. El segundo elemento, consistente en que la
irregularidad grave esté plenamente acreditada, se obtiene con la valoración
conjunta de las pruebas documentales públicas o privadas, técnicas, periciales,
reconocimiento e inspección ocular, presuncional legal y humana, así como
instrumental de actuaciones, según consten en el expediente, sobre la base de las
reglas de la lógica, la sana crítica y la experiencia, por las que el órgano de decisión
llegue a la convicción de que efectivamente ocurrió la irregularidad grave, sin que
medie duda alguna sobre la existencia y circunstancias de los hechos controvertidos
objeto de prueba. El tercer elemento sobre la irreparabilidad de la irregularidad
durante la jornada electoral, se da cuando no hay posibilidad jurídica o material
para corregir, enmendar o evitar que los efectos de esa irregularidad trasciendan o
se actualicen en el momento en que se llevan a cabo los comicios, en términos de lo
previsto en el artículo 142 del Código Electoral del Estado de México. El cuarto
elemento debe ser de tal magnitud, características o calidad que, en forma razonable,
haga dubitable la votación; es decir, debe afectar la certeza o certidumbre sobre la
misma. El último elemento normativo que debe poseer la irregularidad es su carácter
de determinante para el resultado de la propia votación recibida en casilla. Esto es,
la irregularidad, desde el punto de vista cuantitativo, debe trascender al resultado de
la votación recibida en la casilla, porque exista la posibilidad racional de que defina
las posiciones que cada fórmula de candidatos o planilla postulada por los diversos
partidos políticos ocupe en la casilla, mientras que, en atención a un criterio
cualitativo, las irregularidades que se registren en una casilla deben ser de tal
gravedad o magnitud, por su número o características, que también pueda
racionalmente establecerse una relación causal con las posiciones que se registren
en la votación recibida en la casilla entre las distintas fuerzas políticas.

96
Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-069/2003. Partido Acción
Nacional. 26 de junio de 2003. Unanimidad de votos. Ponente: José de Jesús Orozco
Henríquez. Secretario: Juan Carlos Silva Adaya.

Elección diputados mayoría relativa


Artículo 76
1. Son causales de nulidad de una elección de diputado de mayoría relativa en un
distrito electoral uninominal, cualesquiera de las siguientes: 50

a) Cuando alguna o algunas de las causales señaladas en el artículo anterior se


acrediten en por lo menos el veinte por ciento de las casillas en el distrito de que se
trate; o 51

b) Cuando no se instalen las casillas en el veinte por ciento de las secciones en el


distrito de que se trate y consecuentemente la votación no hubiere sido recibida; o

c) Cuando los dos integrantes de la fórmula de candidatos que hubieren obtenido


constancia de mayoría sean inelegibles. 52

Elección senadores
Artículo 77
1. Son causales de nulidad de una elección de senadores en una entidad federativa,
cualquiera de las siguientes:53

a) Cuando alguna o algunas de las causales de nulidad previstas en el párrafo 1 del


artículo 75 de esta ley, se acrediten en por lo menos el veinte por ciento de las
secciones en la entidad de que se trate; o

b) Cuando no se instalen las casillas en el veinte por ciento de las secciones en la


entidad de que se trate y consecuentemente la votación no hubiere sido recibida; o

c) Cuando los dos integrantes de la fórmula de candidatos que hubieren obtenido


constancia de mayoría fueren inelegibles. En este caso, la nulidad afectará a la
elección únicamente por lo que hace a la fórmula o fórmulas de candidatos que
resultaren inelegibles. 54

De acuerdo con lo establecido en los artículos 76 y 77 de la LGSMIME, son


causales de nulidad de una elección de diputado55 y senadores56 de mayoría
relativa en un distrito electoral uninominal o en una entidad federativa, según el
caso, cualesquiera de las siguientes: a) Cuando alguna o algunas de las causales

50
Concordancia: Artículos 245, 247 y 248 del COFIPE
51
Concordancia: Artículos 50.1 y 71 de l LGSMIME
52
Concordancia: Artículo 73 de la LGSMIME; 55 y 58 constitucionales, así como 7, 8 y 248 del COFIPE
53
Concordancia: Artículos 249, 256 y 257 del COFIPE
54
Concordancia: Artículos 73 de la LGSMIME; 257.1 a) del COFIPE
55
Concordancia: Artículos 245, 247 y 248 del COFIPE
56
Concordancia: Artículos 249, 256 y 257 del COFIPE

97
señaladas en el artículo 75 se acrediten en por lo menos el 20% de las casillas o
secciones, en el distrito o entidad de que se trate, respectivamente; o 57b) Cuando
no se instalen las casillas en el 20% de las secciones en el distrito o entidad de
que se trate y consecuentemente la votación no hubiere sido recibida.

Como se aprecia con toda claridad, en dicha causa de nulidad de la elección se


distinguen dos supuestos, que vale la pena comentar.

Respecto del primero, si bien el legislador estableció una presunción, en el sentido


de que si en el 20% de las casillas o secciones instaladas, según el tipo de
elección (diputados y senadores de mayoría relativa, respectivamente), se acredita
que hubo irregularidades que ameritan su nulidad, debe procederse a invalidarse
la elección, pues presume que ese hecho, por sí mismo, puede ser determinante
al poner en duda la certeza en los resultados. Sin embargo, se considera que
atendiendo al principio de conservación de los actos, sólo se debe proceder a
anular, cuando además de acreditarse ese 20% de las casillas o secciones
anuladas, ello sea determinante para el resultado de la elección, es decir, que con
la votación anulada, en una hipotética recomposición del cómputo, resulte ganador
un candidato o partido diverso, pues en caso contrario, aun cuando se trata de la
nulidad de un importante porcentaje de las casillas o secciones, puede ser el caso
que ni así hubiera habido un cambio de ganador, pues es el caso de que las
nulidades se decretan para todos los partidos y candidatos.

En otras palabras, si aun con la nulidad de la votación que se decrete en 20% de


las casillas o secciones, el ganador sigue obteniendo el triunfo, es el caso que las
irregularidades no son determinantes en el resultado final de la elección. Sin
embargo, cabe pondera aquí, hasta qué umbral o porcentaje de casillas anulada
puede valer este criterio. En mi concepto, se podría sostener aun con menos de la
mitad de las casillas o secciones instaladas, pues con la mitad o más, obviamente
no se estaría en presencia de un resultado electoral auténtico y democrático.

En cuanto al segundo de los supuestos de nulidad de la elección, se considera


que ahí sí es aplicable, plenamente, la presunción legal a que se ha hecho
referencia, ya que si no se instalaron el 20% de las secciones electorales, genera,
por sí mismo, la duda fundada de no saber el resultado de la elección, pues no se
pude determinar cómo votarían esos electores a los que se les impidió votar y en
qué forma hubieran determinado el resultado de la elección.

Sobre este punto, se han emitido las tesis siguientes.

Reg. 82
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior

57
Concordancia: Artículos 50.1 y 71 de l LGSMIME

98
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 1998
Tesis: S3EL 073/98
Página: 727

NULIDAD DE ELECCIÓN POR NO INSTALACIÓN DE CASILLAS. LOS VOTOS


VÁLIDOS EMITIDOS EN CASILLAS INSTALADAS CUENTAN PARA LA
ASIGNACIÓN DE DIPUTADOS POR EL PRINCIPIO DE REPRESENTACIÓN
PROPORCIONAL (Legislación de Chiapas). De una interpretación sistemática de
los artículos 249, 261, 279, 262 y 289, del Código Electoral del Estado de Chiapas,
se infiere que si el tribunal local decreta la nulidad de la votación recibida en una o
más casillas por el principio de mayoría relativa, se debe realizar la modificación de
las cifras asentadas en el acta del cómputo distrital correspondiente, a fin de obtener
los resultados de la votación válida para la asignación de diputados por el principio
de representación proporcional, toda vez que el cómputo distrital de la elección de
diputados por el principio mencionado, es el resultado de sumar el cómputo distrital
de la elección de diputados por el principio de mayoría relativa más la votación
recibida en las casillas especiales. Empero, tratándose de la nulidad de elección por
el principio de mayoría relativa en un distrito electoral uninominal local, cuando se
actualiza el porcentaje legal relativo a la no instalación de las casillas electorales,
no es procedente restar la votación válidamente recibida en dicho distrito de los
resultados del cómputo estatal de la elección de diputados por el principio de
representación proporcional, porque solamente debe deducirse la votación anulada
en las casillas en que se hubiera acreditado fehacientemente una causal de las
expresamente señaladas en la ley, esto es, cuando la irregularidad sea imputable a
vicios propios en la recepción de la votación; cuestión que no sucede en el caso en
que la nulidad de una elección derive de que no se haya instalado un determinado
porcentaje de las casillas en el distrito mencionado y, consecuentemente, no se haya
recibido la votación en las mismas. Así pues, si la causa de nulidad es ajena a la
votación válidamente recibida en las casillas que sí se instalaron, la validez de la
votación recibida en las casillas respecto al principio de representación
proporcional debe quedar incólume.

Juicios de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-132/98 y acumulados. Partido


del Trabajo. 12 de noviembre de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: José Luis de
la Peza. Secretario: Héctor Solorio Almazán.

Reg. 99
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 1997
Tesis: S3EL 037/97
Página: 729

99
NULIDAD DE ELECCIÓN. VIOLACIÓN DETERMINANTE PARA ACTUALIZAR
LA CAUSAL (Legislación de Sonora). Al decretarse la nulidad de la votación
recibida en el cincuenta por ciento de las secciones del ámbito de la elección de
ayuntamiento, se surte, por sí sola, la calidad de determinante para el resultado de
dicha elección, actualizándose la causal de nulidad de la elección prevista en el
artículo 196 del Código Electoral para el Estado de Sonora, toda vez que alrededor
de la mitad de los sufragios se vieron afectados por la irregularidad señalada.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-085/97. Partido Acción


Nacional. 5 de septiembre de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: José de Jesús
Orozco Henríquez. Secretario: José Félix Cerezo Vélez.

Un supuesto más de nulidad de la elección de diputados y senadores de mayoría


relativa, tiene que ver cuando los dos integrantes de la fórmula de candidatos que
hubieren obtenido constancia de mayoría sean inelegibles,58 es decir, que la
autoridad electoral o jurisdiccional determinen que ambos candidatos no reúnen
las calidades o requisitos constitucional y legalmente establecidos para ser
votados. En el caso de los senadores de mayoría relativa, la nulidad afectará a la
elección, únicamente por lo que hace a la fórmula o fórmulas de candidatos que
resultaren inelegibles.59 En ese sentido, pueden verse la tesis siguientes.

Reg. 591
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 1997
Tesis: S3ELJ 11/97
Página: 107

ELEGIBILIDAD DE CANDIDATOS. OPORTUNIDAD PARA SU ANÁLISIS E


IMPUGNACIÓN. Es criterio reiterado por la Sala Superior del Tribunal Electoral
del Poder Judicial de la Federación, que el análisis de la elegibilidad de los
candidatos puede presentarse en dos momentos: el primero, cuando se lleva a cabo
el registro de los candidatos ante la autoridad electoral; y el segundo, cuando se
califica la elección. En este segundo caso pueden existir dos instancias: la primera,
ante la autoridad electoral, y la segunda en forma definitiva e inatacable, ante la
autoridad jurisdiccional; ya que, al referirse la elegibilidad a cuestiones inherentes a
la persona de los contendientes a ocupar el cargo para los cuales fueron propuestos
e incluso indispensables para el ejercicio del mismo, no basta que en el momento en
que se realice el registro de una candidatura para contender en un proceso electoral
se haga la calificación, sino que también resulta trascendente el examen que de
nueva cuenta efectúe la autoridad electoral al momento en que se realice el cómputo

58
Concordancia: Artículo 73 de la LGSMIME; 55 y 58 constitucionales, así como 7, 8 y 248 del COFIPE
59
Concordancia: Artículos 73 de la LGSMIME; 257.1 a) del COFIPE

100
final, antes de proceder a realizar la declaración de validez y otorgamiento de
constancia de mayoría y validez de las cuestiones relativas a la elegibilidad de los
candidatos que hayan resultado triunfadores en la contienda electoral, pues sólo de
esa manera quedará garantizado que estén cumpliendo los requisitos
constitucionales y legales, para que los ciudadanos que obtuvieron el mayor número
de votos puedan desempeñar los cargos para los que son postulados, situación cuya
salvaguarda debe mantenerse como imperativo esencial.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-029/97. Partido Acción


Nacional. 4 de agosto de 1997. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-076/97. Partido Revolucionario


Institucional. 11 de septiembre de 1997. Unanimidad de votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-106/97. Partido Acción


Nacional. 25 de septiembre de 1997. Unanimidad de votos.

Reg. 594
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2004
Tesis: S3ELJ 07/2004
Página: 109

ELEGIBILIDAD. LOS MOMENTOS PARA SU IMPUGNACIÓN NO IMPLICAN


DOBLE OPORTUNIDAD PARA CONTROVERTIRLA POR LAS MISMAS CAUSAS.
Si bien el análisis de la elegibilidad de los candidatos puede realizarse tanto en el
momento de su registro ante la autoridad electoral, como en el momento en que se
califica la elección respectiva, ello no implica que en ambos momentos pueda ser
impugnada la elegibilidad por las mismas causas, de tal forma que si la supuesta
inelegibilidad de un candidato ya fue objeto de estudio y pronunciamiento al resolver
un medio de impugnación interpuesto con motivo del registro, no es admisible que
las causas invocadas para sustentar la pretendida inelegibilidad vuelvan a ser
planteadas en un ulterior medio de impugnación, interpuesto con motivo de la
calificación de la elección, máxime si la resolución dictada en el primero ya adquirió
la calidad de definitiva e inatacable. En este sentido, los dos diversos momentos para
impugnar la elegibilidad de un candidato se refieren a ocasiones concretas y
distintas en las que se puede plantear dicho evento por causas también distintas, mas
no a dos oportunidades para combatir la elegibilidad por las mismas razones, en
forma tal que la segunda constituya un mero replanteamiento de lo que antes ya fue
impugnado, analizado y resuelto, pues ello atentaría en contra de la certeza y la
seguridad jurídicas, así como del principio de definitividad de las etapas de los
procesos electorales previsto en los artículos 41, fracción IV, y 116, fracción IV,
inciso e), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

101
Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-349/2001 y acumulado.
Coalición por un Gobierno Diferente. 30 de diciembre de 2001. Unanimidad de
votos.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-130/2002. Partido Acción


Nacional. 12 de septiembre de 2002. Unanimidad en el criterio.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-349/2003 y acumulado.


Convergencia. 11 de septiembre de 2003. Unanimidad de votos.

Reg. 157
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2002
Tesis: S3EL 085/2002
Página: 619

INELEGIBILIDAD. CUANDO SE ACREDITA RESPECTO DE UN CANDIDATO,


DEBE OTORGARSE UN PLAZO RAZONABLE PARA SUSTITUIRLO ANTES DE
LA JORNADA ELECTORAL. Cuando en un medio impugnativo jurisdiccional queda
demostrada la inelegibilidad de un candidato con posterioridad a su registro, y el
plazo para que el partido lleve a cabo sustituciones libremente ya concluyó, lo
procedente es ordenar que la autoridad administrativa electoral conceda al partido o
coalición postulante un plazo razonable y específico, para que sustituya al candidato
que resultó inelegible, siempre y cuando sea antes de la jornada electoral. Lo
anterior deriva de la interpretación analógica del artículo 181, apartado 2, del
Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, que permite la
sustitución en caso de fallecimiento o incapacidad total permanente, pues estas
circunstancias impiden que el candidato pueda contender en el proceso electoral, sin
que tal hecho sea imputable al ente político que lo postula, situación que también se
presenta cuando después de registrado surge o se constata su inelegibilidad, con lo
cual se actualiza el principio justificativo de la analogía, que consiste en que, cuando
se presentan dos situaciones jurídicas que obedecen a la misma razón, de las cuales
una se encuentra regulada por la ley y la otra no, para la solución de la segunda
debe aplicarse el mismo criterio que a la primera, lo cual se enuncia como: Cuando
hay la misma razón, debe haber la misma disposición.

Recurso de apelación. SUP-RAP-018/2000. Partido Revolucionario Institucional. 17


de mayo de 2000. Unanimidad de votos. Ponente: Leonel Castillo González.
Secretario: Alejandro de Jesús Baltazar Robles.

Reg. 458
Tesis relevante

102
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 1998
Tesis: S3EL 032/98
Página: 535

ELEGIBILIDAD, REQUISITOS PARA EL REGISTRO DE FÓRMULAS DE


CANDIDATOS. ES INNECESARIA LA EXHIBICIÓN DE COPIAS CERTIFICADAS
DEL ACTA DE NACIMIENTO Y DE LA CREDENCIAL PARA VOTAR (Legislación
Veracruz-Llave). Para ser registrado como candidato a diputado por el principio de
mayoría relativa, es innecesario anexar a la solicitud correspondiente, copia
certificada de su acta de nacimiento y de la credencial de elector, pues la ley
únicamente establece la obligación de asentar en la solicitud de registro, entre otros
datos, el lugar de nacimiento, vecindad y domicilio del candidato; sin la exigencia de
acreditarlo. Tal obligación -demostrar documentalmente que el candidato postulado
reúne los requisitos de elegibilidad exigidos constitucional y legalmente- sólo se
presentaría en el supuesto de que el ente electoral decidiera ejercer la facultad
revisora que le otorga el artículo 184 del Código de Elecciones y Derechos de los
Ciudadanos y las Organizaciones Políticas del Estado Libre y Soberano de Veracruz-
Llave.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-025/98 y acumulados. Partido


Revolucionario Institucional. 7 de julio de 1998. Unanimidad de votos. Ponente:
Alfonsina Berta Navarro Hidalgo. Secretario: Armando Ernesto Pérez Hurtado.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-032/98. Partido Revolucionario


Institucional. 16 de julio de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: José de Jesús
Orozco Henríquez. Secretario: Juan Carlos Silva Adaya.

Reg. 436
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2001
Tesis: S3EL 076/2001
Página: 527

ELEGIBILIDAD. CUANDO SE TRATA DE REQUISITOS DE CARÁCTER


NEGATIVO, LA CARGA DE LA PRUEBA CORRESPONDE A QUIEN AFIRME NO
SE SATISFACEN. En las Constituciones federal y locales, así como en las
legislaciones electorales respectivas, tratándose de la elegibilidad de los candidatos
a cargos de elección popular, generalmente, se exigen algunos requisitos que son de
carácter positivo y otros que están formulados en sentido negativo; ejemplo de los

103
primeros son: 1. Ser ciudadano mexicano por nacimiento; 2. Tener una edad
determinada; 3. Ser originario del Estado o Municipio en que se haga la elección o
vecino de él con residencia efectiva de más de seis meses, etcétera; en cuanto a los de
carácter negativo podrían ser, verbigracia: a) no pertenecer al estado eclesiástico o
ser ministro de algún culto; b) no tener empleo, cargo o comisión de la Federación,
del Estado o Municipio, a menos que se separe del mismo noventa días antes de la
elección; c) no tener mando de policía; d) no ser miembro de alguna corporación de
seguridad pública, etcétera. Los requisitos de carácter positivo, en términos
generales, deben ser acreditados por los propios candidatos y partidos políticos que
los postulen, mediante la exhibición de los documentos atinentes; en cambio, por lo
que se refiere a los requisitos de carácter negativo, en principio, debe presumirse que
se satisfacen, puesto que no resulta apegado a la lógica jurídica que se deban probar
hechos negativos. Consecuentemente, corresponderá a quien afirme que no se
satisface alguno de estos requisitos el aportar los medios de convicción suficientes
para demostrar tal circunstancia.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-160/2001 y acumulado. Partido


Acción Nacional. 30 de agosto de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: Alfonsina
Berta Navarro Hidalgo. Secretario: Jacob Troncoso Ávila.

Reg. 452
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2002
Tesis: S3EL 058/2002
Página: 533

ELEGIBILIDAD. QUÉ DEBE ENTENDERSE POR SEPARACIÓN DEFINITIVA


DEL CARGO. El artículo 55, fracción V, párrafo tercero, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, establece que los secretarios de gobierno de los
Estados, los magistrados y jueces federales o del Estado, no podrán ser electos como
diputados federales en las entidades de sus respectivas jurisdicciones, a no ser que se
separen definitivamente de sus cargos noventa días antes de la elección; precepto
que interpretado correctamente, debe conducir a estimar que el vínculo entre el
candidato y el cargo del que se debe separar, debe desaparecer decisivamente y sin
duda alguna, dejando de tener cualquier relación con la actividad que desempeñaba.
En efecto, el adverbio definitivamente, utilizado por el precepto interpretado
significa, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española:
Decisivamente, resolutivamente. 2. En efecto, sin duda alguna; por lo que la
separación de mérito debe ser en forma decisiva, sin gozar de las prerrogativas
correspondientes al cargo, esto es, opuesta a una separación temporal o sujeta a
término o condición; lo que es acorde con una interpretación sistemática y funcional
del precepto constitucional de mérito, ya que la limitación establecida por el
Constituyente pretende que los funcionarios públicos ahí señalados o quienes

104
ocuparon tales cargos, no puedan tener influencia preponderante en la decisión de su
candidatura ni en la voluntad de los votantes del distrito electoral de las entidades
donde ejerzan sus funciones. En estas circunstancias, si el candidato solicita licencia
con goce de sueldo no puede estimarse que la separación se dio definitivamente, pues
sigue disfrutando de los emolumentos de su función y vinculado al cargo.

Recurso de apelación. SUP-RAP-018/2000. Partido Revolucionario Institucional. 17


de mayo de 2000. Unanimidad de votos. Ponente: Leonel Castillo González.
Secretario: Alejandro de Jesús Baltazar Robles.

Reg. 252
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2004
Tesis: S3EL 014/2004
Página: 930

SEPARACIÓN DEL CARGO. CÓMO SE COMPUTAN LOS MESES PARA


CUMPLIR LOS REQUISITOS DE ELEGIBILIDAD. Para ocupar el cargo de
diputado al Congreso de la Unión, el artículo 7, párrafo 1, inciso f), del Código
Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, textualmente dispone, entre
otros requisitos: No ser presidente municipal o titular de algún órgano político-
administrativo en el caso del Distrito Federal, ni ejercer bajo circunstancia alguna
las mismas funciones, salvo que se separe del cargo tres meses antes de la fecha de la
elección. Constituyen principios de la hermenéutica jurídica, que si los términos de
una norma son claros y no dejan duda sobre su sentido, se estará a su texto literal, y
que si las palabras contenidas en un precepto tienen un significado conocido,
aceptado por la generalidad, no cabe atribuirles un sentido diferente, a menos que
exista una razón lógica o jurídica para hacerlo. Considerando tales principios, cabe
decir que cuando el artículo en cita prevé que para ocupar el cargo de diputado
federal, se requiere no ser presidente municipal, entre otros, salvo que se separe del
puesto tres meses antes de la fecha de la elección, debe dársele a estas palabras el
sentido ordinario, pues en el referido ordenamiento legal, no hay base alguna para
considerar algo distinto; en este sentido resulta claro que se refiere indudablemente
a una temporalidad, es decir, a manera de medir el tiempo, que es la que debe
transcurrir a fin de que opere la salvedad a la prohibición ahí indicada, incluso, la
propia disposición legal establece una referencia precisa a partir de la cual debe
computarse el plazo respectivo, como es la fecha de la elección, que de acuerdo con
lo señalado en los artículos 19 y 174, párrafo 4, del Código Federal Electoral, es el
primer domingo de julio del año de la elección.

Recurso de apelación. SUP-RAP-026/2003. Partido Revolucionario Institucional. 28


de mayo de 2003. Unanimidad de votos. Ponente: José Fernando Ojesto Martínez
Porcayo. Secretaria: Aidé Macedo Barceinas.

105
Reg. 438
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 2003
Tesis: S3ELJ 05/2003
Página: 74

CREDENCIAL PARA VOTAR CON FOTOGRAFÍA VIGENTE. CONSTITUYE UN


REQUISITO PARA OBTENER REGISTRO COMO CANDIDATO Y SER VOTADO,
CUYO INCUMPLIMIENTO ACARREA INELEGIBILIDAD (Legislación del Estado
de México y similares). De acuerdo con la interpretación gramatical de lo dispuesto
en el artículo 16, fracción I, y 148, segundo párrafo, del Código Electoral del Estado
de México, así como la sistemática y funcional de ambos preceptos en relación con el
35, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 29,
fracción II, de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de México, al
igual que 7o., párrafo 1, inciso a); 140, párrafo 2; 144, párrafo 5; 146, párrafo 3,
incisos a) y c); 150, párrafo 2; 155, párrafo 1, y 163, párrafos 6 y 7, del Código
Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, para que un ciudadano sea
formalmente registrado como candidato a un cargo de elección popular estatal o
municipal en la mencionada entidad federativa, entre otros requisitos, debe contar
con credencial para votar con fotografía vigente. Dicho requisito, por disposición
legal, está asociado con el ejercicio del derecho político-electoral de ser votado,
puesto que su incumplimiento supone la imposibilidad jurídica para que válidamente
sea electo. Por ello, para cumplir con la citada exigencia legal no basta que un
ciudadano presente una credencial para votar con fotografía correspondiente a
algún domicilio anterior, sino que ésta debe estar vigente, esto es, debe corresponder
al registro que de la misma se generó en el padrón electoral con el domicilio actual,
puesto que no puede cumplirse un requisito electoral con un documento no válido
para esos efectos. Lo anterior es así, por una parte, porque los invocados artículos
16 y 148 del código electoral local textualmente establecen que: ... los ciudadanos
que aspiren a ser candidatos a gobernador, diputado o miembro de ayuntamiento,
deberán satisfacer lo siguiente: ... Estar inscrito en el padrón electoral
correspondiente y contar con la credencial para votar respectiva y La solicitud [de
registro de candidaturas] de propietarios y suplentes deberá acompañarse de ...
copia ... de la credencial para votar. Al respecto, desde una perspectiva sistemática,
debe tenerse presente que el referido artículo 16 forma parte del Capítulo Primero,
denominado: De los Requisitos de Elegibilidad, correspondiente al Título Tercero del
Libro Primero del propio código electoral local, lo cual indica que el mencionado
requisito de: contar con la credencial para votar respectiva constituye un requisito
de elegibilidad, mismo que fue establecido por el legislador ordinario en ejercicio de
la facultad y competencia democrática que le confieren tanto el artículo 35, fracción
II, de la Constitución federal como el 29, fracción II, de la Constitución local para
fijar, a través de una ley, las calidades (requisitos, circunstancias o condiciones)

106
necesarias para que un ciudadano pueda ser votado, sin que el mencionado requisito
resulte irrazonable o desproporcionado ni, en forma alguna, haga nugatorio el
derecho político-electoral fundamental a ser votado sino, más bien, atienda al
principio constitucional rector de certeza electoral. Ahora bien, en aquellos casos en
que, de acuerdo con las disposiciones legales aplicables, el Instituto Electoral del
Estado de México y el Instituto Federal Electoral suscriban el convenio respectivo
para que en dicha entidad federativa se utilicen los instrumentos y productos técnicos
del Registro Federal de Electores para el correspondiente proceso electoral local, es
importante destacar que, según una interpretación funcional de los invocados
preceptos del Código Electoral Federal, si un ciudadano no cuenta con su credencial
para votar con fotografía vigente y su respectiva inclusión en la lista nominal de
electores correspondiente a la sección electoral de su domicilio, no podrá ejercer su
derecho de votar ni de ser votado, lo cual encuentra razón en lo dispuesto en el
artículo 150, párrafo 2, del Código Electoral Federal, ya que si es obligación de los
ciudadanos inscritos en el padrón electoral dar aviso de su cambio de domicilio ante
la oficina del Instituto Federal Electoral más cercana a su nuevo domicilio y, en
estos casos, deberá exhibir y entregar la credencial para votar con fotografía
correspondiente a su domicilio anterior, o aportar los datos de la misma en caso de
haberla extraviado, para que se proceda a cancelar tal inscripción, a darlo de alta
en el listado correspondiente a su domicilio actual y expedirle su nueva credencial
para votar con fotografía, en el hipotético caso de que un ciudadano, al solicitar su
alta por cambio de domicilio, no cumpla con su obligación legal de exhibir y
entregar la credencial para votar con fotografía correspondiente a su domicilio
anterior, no cabe desprender que tal ciudadano pueda prevalerse de tal
incumplimiento legal para pretender, a través de la presentación posterior de aquella
credencial ante la autoridad electoral, la supuesta satisfacción del requisito
consistente en contar con su credencial para votar, pues su actuar negligente no
puede jurídicamente beneficiarle según el principio general del derecho recogido en
el aforismo latino Nemo auditur propriam turpitudinem allegans, máxime que el
único documento electoralmente válido es la nueva credencial para votar con
fotografía que, con motivo de dicha alta por cambio de domicilio, le sea expedida por
el Instituto Federal Electoral, misma que debe ser recogida por el ciudadano dentro
de los plazos establecidos en la normativa aplicable, para que sólo así sea dado de
alta en la sección de la lista nominal de electores correspondiente a su nuevo
domicilio, en el entendido de que los formatos de las credenciales de los ciudadanos
que hayan efectuado alguna solicitud de actualización (por ejemplo, por cambio de
domicilio o extravío de la credencial para votar) y no los hubiesen recogido dentro
del plazo legalmente establecido, serán resguardados según lo dispuesto en los
artículos 144, párrafo 5 y 163, párrafos 6 y 7, del Código Electoral Federal.
Finalmente, como una muestra de la importancia que el legislador ordinario federal
le otorgó en la más reciente reforma a la credencial para votar con fotografía como
requisito para ser registrado como candidato y, en su caso, ejercer un cargo público
federal de elección popular, cabe señalar que, a diferencia de lo previsto en el
artículo 9o., fracción XII, del Código Federal Electoral de 1987, donde se incluía
como requisito para ser diputado federal, alternativamente, Contar con su credencial
permanente de elector o estar inscrito en el Padrón Electoral, en el artículo 7o.,
párrafo 1, inciso a), del Código Federal de Instituciones y Procedimientos

107
Electorales, en vigor a partir de 1990, se establecen como requisitos para ser
diputado federal o senador: Estar inscrito en el Registro Federal de Electores y
contar con credencial para votar, de lo cual se desprende la necesidad de acreditar
tanto uno como otro requisito mas no sólo uno de ellos, pues se evidencia la
utilización de la conjunción copulativa “y” en lugar de la antigua conjunción
disyuntiva “o”.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-076/2003. Partido Acción


Nacional. 13 de junio de 2003. Mayoría de cuatro votos. Disidentes: Leonel Castillo
González y Mauro Miguel Reyes Zapata.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-096/2003. Partido de la


Revolución Democrática. 13 de junio de 2003. Mayoría de cuatro votos. Disidentes:
Leonel Castillo González y Mauro Miguel Reyes Zapata.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-140/2003 y acumulado. Partido


de la Revolución Democrática y otro. 13 de junio de 2003. Mayoría de cuatro votos.
Disidentes: Leonel Castillo González y Mauro Miguel Reyes Zapata.

Reg. 680
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Jurisprudencia Año: 1997
Tesis: S3ELJ 06/97
Página: 249

PRÓFUGO DE LA JUSTICIA. ELEMENTOS DEL CONCEPTO, COMO CAUSA DE


INELEGIBILIDAD. La causa de la suspensión de los derechos o prerrogativas de los
ciudadanos a que se refiere el artículo 38, fracción V, de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos y, en consecuencia, la de inelegibilidad de algún
candidato, se integra con varios elementos, a saber: a) Estar prófugo de la justicia, y
b) Que tal situación acontezca desde que se dicte la orden de aprehensión y hasta
que prescriba la acción penal respectiva; de modo que, si no se encuentra
demostrado que el candidato indiciado o procesado haya intentado huir, fugarse o
sustraerse de la justicia, cabe considerar que coloquial y jurídicamente dicho
candidato no se encuentra prófugo de la justicia y, por tanto, no se actualiza la causa
de inelegibilidad relacionada con tal disposición constitucional, aunque se acredite
que un Juez libró una orden de aprehensión en su contra y la acción penal se
encuentre viva.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-018/97 y acumulado. Partido de la


Revolución Democrática. 16 de agosto de 1997. Unanimidad de votos.

108
Recurso de reconsideración. SUP-REC-022/97. Partido Revolucionario Institucional.
16 de agosto de 1997. Unanimidad de votos.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-033/97. Partido Revolucionario Institucional.


16 de agosto de 1997. Unanimidad de votos.

Reg. 153
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 1999
Tesis: S3EL 028/99
Página: 618

INELEGIBILIDAD BASADA EN QUE EL CANDIDATO SEA SERVIDOR PÚBLICO,


COMPROBACIÓN. El carácter de servidor público, no sólo se comprueba mediante
la exhibición del nombramiento respectivo o con la de la nómina en la que aparezca
incluido su nombre, sino con cualquier constancia que resulte idónea y de modo
evidente así lo ponga de relieve, sobre todo, si la autoridad administrativa, tiene que
determinar, a la brevedad posible, si los candidatos postulados por los partidos
políticos, reúnen los requisitos necesarios para ocupar los cargos para los cuales
han sido propuestos, tanto en el momento en que se efectúa la postulación para ser
registrados, como cuando tiene que decidir sobre la validez de la elección y, en
consecuencia, sobre la elegibilidad concerniente, en cuyos quehaceres, desde luego,
dicha autoridad despliega una actividad intelectiva, al efectuar la valoración de las
pruebas que se le presenten, cuya justipreciación no puede estar sujeta a reglas más
o menos rígidas que la obliguen a tener por demostrado determinados hechos sólo
con pruebas exclusivamente predeterminadas, sino que, debe entenderse, goza de
libertad para valerse de los elementos de convicción a su alcance, siempre y cuando,
naturalmente, no sean contrarios a derecho ni reprobados por la ley.

Juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano. SUP-


JDC-002/99. Alfonso Mauricio Espejel Muñoz. 11 de enero de 1999. Unanimidad de
votos. Ponente: Alfonsina Berta Navarro Hidalgo. Secretaria: Esperanza Guadalupe
Farías Flores.

Reg. 165
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2000
Tesis: S3EL 014/2000
Página: 621

109
INELEGIBILIDAD DE CANDIDATOS A DIPUTADOS. LOS CONSEJOS
DISTRITALES DEBEN DECIDIR SOBRE LAS CAUSAS QUE SE HAGAN VALER.
En virtud de que los consejos distritales son las autoridades electorales a quienes la
ley les otorga la facultad de comprobar, de primera mano, que los candidatos a
diputados en el distrito reúnan las condiciones de elegibilidad previstas por las
normas, se entiende que, si alguien con interés jurídico hace del conocimiento del
consejo distrital la posible causa de inelegibilidad de alguno de los candidatos, antes
de que ese órgano se haya pronunciado sobre dicho tópico, entonces debe resolver si
se actualiza o no aquélla, aunque desde luego, es necesario que funde y motive el
acuerdo respectivo.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-004/2000. Coalición Alianza por México. 16


de agosto de 2000. Unanimidad de votos. Ponente: Alfonsina Berta Navarro Hidalgo.
Secretario: Omar Espinoza Hoyo.

Reg. 177
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2001
Tesis: S3EL 103/2001
Página: 626

INELEGIBILIDAD. EL AUTO DE SUJECIÓN A PROCESO NO LA CAUSA


(Legislación de Veracruz-Llave). En términos de lo previsto en el artículo 38,
fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los
derechos o prerrogativas de los ciudadanos se suspenden por estar sujetos a un
proceso criminal por delito que merezca pena corporal, a contar desde la fecha del
auto de formal prisión. A su vez, en los artículos 112, fracción I, y 30, fracción III, de
la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Veracruz-Llave, se ordena
que para ser miembro de un ayuntamiento se requiere ser ciudadano veracruzano en
pleno ejercicio de sus derechos, tipificando como causa de suspensión de dichos
derechos la consistente en estar procesado, a partir del momento en que se notifique
el auto de formal prisión o la providencia que a él equivalga. De lo anterior se
advierte que no es dable tener por actualizada tal hipótesis de suspensión de
derechos ciudadanos y, en consecuencia, declarar la inelegibilidad de un candidato,
cuando se haya dictado en contra de éste un auto de sujeción a proceso, toda vez que
la normativa refiere expresamente como causa de suspensión de las prerrogativas
ciudadanas la existencia de un auto de formal prisión o de una providencia
equivalente, mas no la de un auto de sujeción a proceso que, por su propia
naturaleza y efectos jurídicos, constituye una resolución judicial distinta a aquél. En
efecto, existe una diferencia gramatical y técnica procesal entre los autos de formal
prisión y de sujeción a proceso. En tanto que el primero, de jerarquía constitucional
(artículos 19 y 38, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos

110
Mexicanos, y 30, fracción III, de la Constitución Política del Estado Libre y
Soberano de Veracruz-Llave), se encuentra vinculado con la existencia de delitos
sancionados con pena corporal o privativa de la libertad, que ameritan incluso la
prisión preventiva; el auto de sujeción a proceso está reconocido en la legislación
secundaria como la resolución judicial que el tribunal del conocimiento puede dictar
para seguir una causa por delitos que se castigan con pena no corporal (como
sanción pecuniaria, amonestación, apercibimiento, entre otras) o alternativa, que de
manera alguna dan lugar a prisión preventiva, pues la persona a quien se le dicta
goza de su libertad hasta en tanto se pronuncie la correspondiente sentencia.
Asimismo, mientras que el auto de formal prisión trasciende a los efectos
estrictamente procesales con consecuencias como la de suspender al procesado en el
goce de sus derechos o prerrogativas ciudadanos, el auto de sujeción a proceso se
constriñe al solo efecto de establecer la comprobación del cuerpo del delito, indicar
la probable responsabilidad del inculpado y señalar el tipo de delito por el cual se
habrá de seguir el proceso. Aunado a lo anterior, en virtud de que la indicada
disposición constitucional federal es clara y precisa al ordenar de manera expresa y
limitativa que únicamente se actualiza la suspensión de los derechos ciudadanos
cuando se haya dictado en contra del interesado un auto de formal prisión por la
probable comisión de un delito que se sancione con pena corporal, resulta evidente
la imposibilidad de agregar, por analogía o mayoría de razón, causales diversas que
pudieran ocasionar la trascendente suspensión de derechos ciudadanos, por lo que al
ser un precepto con efectos de disminución o limitación de tales derechos, el criterio
para su interpretación debe ser restrictivo.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-473/2000. Partido Acción


Nacional y otros. 8 de diciembre de 2000. Unanimidad de votos. Ponente: José de
Jesús Orozco Henríquez. Secretario: Enrique Aguirre Saldívar.

Reg. 178
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 1997
Tesis: S3EL 021/97
Página: 628

INELEGIBILIDAD. EL EVENTUAL ROBO O EXTRAVÍO DE LA CREDENCIAL


PARA VOTAR CON FOTOGRAFÍA DE UN CANDIDATO REGISTRADO NO
PRODUCE. Si con posterioridad al otorgamiento del registro como candidato a un
cargo de elección popular, por una causa ajena a su voluntad, el respectivo
candidato no cuenta con su credencial para votar, no significa que sobrevenga una
causa de inelegibilidad y pierda el derecho de ser elegible. En efecto, de una recta
interpretación de los artículos 7o., párrafo 1, inciso a); 178, párrafo 2; 179, párrafos
1, 2 y 5 a 8, así como 180, párrafo 1, del Código Federal de Instituciones y
Procedimientos Electorales, se desprende que la credencial para votar con fotografía

111
es un requisito para ser diputado federal o senador, cuyo acreditamiento se exige al
momento de registrarse como candidato al cargo respectivo, por lo que el eventual
robo o extravío de dicha credencial no acarrea, por sí solo, una causa de
inelegibilidad, máxime cuando dicho documento puede reponerse conforme a lo
dispuesto en los artículos 146, párrafos 1 y 3, inciso c); 151, y 164, párrafo 3, del
código electoral mencionado.

Recurso de reconsideración. SUP-REC-018/97 y acumulado. Partido de la


Revolución Democrática. 16 de agosto de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: José
de Jesús Orozco Henríquez. Secretario: Raúl Ávila Ortiz.

Irregularidades graves o causal genérica


Aquí se aplica las reglas de principio Irregularidades determinantes

Artículo 78
1. Las Salas del Tribunal Electoral podrán declarar la nulidad de una elección de
diputados o senadores cuando se hayan cometido en forma generalizada violaciones
sustanciales en la jornada electoral, en el distrito o entidad de que se trate, se
encuentren plenamente acreditadas y se demuestre que las mismas fueron
determinantes para el resultado de la elección, salvo que las irregularidades sean
imputables a los partidos promoventes o sus candidatos. 60

Dicha causa de nulidad está establecida en el artículo 78 de la LGSMIME, y fue


con base en la cual se anularon las elecciones de diputados de mayoría relativa
en los distritos electorales 05, con cabecera en Zamora, Michoacán, y 06, con
cabecera en Torreón, Coahuila, durante el proceso electoral de 2003.

Dicha norma en comento establece las Salas del Tribunal Electoral podrán
declarar la nulidad de una elección de diputados o senadores cuando se hayan
cometido en forma generalizada violaciones sustanciales en la jornada electoral,
en el distrito o la entidad de que se trate, se encuentren plenamente acreditados y
se demuestre que las mismas fueron determinantes para el resultado de la
elección, salvo que las irregularidades sean imputables a los partidos promoventes
o sus candidatos.

Los alcances de esa causa de nulidad, que se ha dado en llamar "genérica" son
los siguientes.

Para que se anule una elección, conforme a dicho precepto, es preciso que se
hubieren cometido violaciones: a) sustanciales, b) en forma generalizada, c) en la
jornada electoral, d) en el distrito o entidad de que se trate, e) plenamente
acreditadas, y f) determinantes para el resultado de la elección.

60
Concordancia: Artículos 56, apartado 1, inciso b), c), e) y f); 71; 74; 75, apartado 1, inciso k) de la
LGSMIME

112
Lo anterior sólo admite como excepción aquellas violaciones que reúnan tales
características, que sean imputables a los partidos que las invocan, o a sus
candidatos, es decir, no se pueden hacer valer irregularidades provocadas por los
impugnantes.

En primer término, se exige que las violaciones sean sustanciales, es decir, que
afecten los elementos sin los cuales no es posible hablar de que se celebró una
elección democrática, es decir, en la que la ciudadanía expresó libremente su
voluntad acerca de quienes serán sus representantes.

Asimismo, se exige que las violaciones sean generalizadas, lo que significa que no
debe tratarse de alguna irregularidad aislada, sino de las violaciones que tengan
mayor repercusión en el ámbito que abarca la elección respectiva de diputados y
senadores, en el distrito o entidad de que se trate. Lo anterior, con el fin de que,
por las irregularidades cometidas cuyos efectos dañaran uno o varios elementos
sustanciales de la elección, se traduzcan en una merma importante de dichos
elementos, que den lugar a considerar que el mismo no se cumplió y, por ende,
que la elección está viciada.

Lo anterior se encuentra estrechamente ligado a la exigencia de que las


violaciones sean determinantes para el resultado de la elección, pues en la
medida en que las violaciones afecten de manera importante sus elementos
sustanciales, ello conducirá a establecer la probabilidad de que tales
irregularidades determinaron la diferencia de votos entre el partido que obtuvo el
primero y lugar, respecto del segundo, y de que se cuestione la legitimidad de los
comicios y del candidato ganador.

En cuanto al requisito de que las violaciones se hayan cometido en la jornada


electoral, podría considerarse que tal exigencia, prima facie, se refiere,
exclusivamente, a hechos u omisiones ocurridos física o materialmente el día de la
jornada electoral, de manera que toda invocación a hechos o circunstancias
originados en la etapa de preparación, no serían susceptibles de configurar la
causa de nulidad que se analiza.

Sin embargo, la Sala Superior, al resolver los asuntos indicados, consideró que en
realidad el alcance del precepto es más amplio, porque se refiere a todos los
hechos, actos u omisiones que se consideren violaciones sustanciales,
generalizadas y determinantes para el resultado de la elección, que finalmente
repercutan o produzcan efectivamente sus efectos principales el día de la jornada
electoral. Por tanto, quedan comprendidos los hechos, actos u omisiones que
tengan verificativo de manera física o material desde antes del día de la elección,
durante su preparación, así como los que se realizan ese día, todos ellos
destinados a producir sus efectos perniciosos contra los principios fundamentales
que rigen una elección democrática, durante el día de la jornada electoral, que
constituye el momento cumbre o principal en el cual se expresa la voluntad

113
ciudadana acerca de quiénes serán sus representantes en el ejercicio del poder
soberano que le corresponde de manera originaria.61

Para concluir aquello, en las referidas sentencias se tuvo en cuenta que para que
el pueblo, en ejercicio de su soberanía, elija a sus representantes a través de
elecciones libres, auténticas y periódicas, en el que exprese su voto de manera
universal, libre, secreta y directa, el día de la jornada electoral, se ha establecido
todo un proceso electoral compuesto de diversas etapas, todas ellas destinadas a
lograr dicha finalidad, en cuyo desarrollo, a través de las distintas fases, se
establecen diversos mecanismos y reglas que buscan garantizar o asegurar que
tales principios fundamentales tengan efectiva realización. En ese sentido, en
cada una de sus etapas, en las actividades, actos u omisiones que corresponda
hacerse en ellas, deben observarse, en el mayor grado posible, los principios o
valores que rigen el fin último al que están dirigidas y con eso contribuir a su logro,
precisamente porque le sirven de instrumento; pero cuando no es así, sino que se
incurre en vicios o se contravienen los mecanismos o reglas, afectándose los
principios o valores que los rigen, se puede llegar al grado de que el producto
deseado no se consiga, como cuando tales violaciones son de tal manera graves
que por sí mismas anulan la posibilidad de que se logre el fin, o como cuando se
trata de muchas violaciones que se repitieron de manera constante durante el
proceso.

En el proceso electoral, por regla general, la eficacia o vicios que se presenten en


cada una de sus etapas van a producir sus efectos principales y adquirir
significado, realmente, el día de la jornada electoral, y por tanto es cuando están
en condiciones de ser evaluados, sustancialmente, porque los vicios no dejan de
ser situaciones con la potencialidad de impedir que se alcance el fin de las
elecciones (que el pueblo elija a quienes ejercerán su poder soberano mediante el
sufragio universal, libre, secreto y directo) e infringir los valores y principios que lo
rigen, en tanto constituyen la transgresión a las reglas jurídicas o mecanismos
establecidos en la ley para conseguirlo, sin embargo, cabe la posibilidad de que
por las circunstancias en que se verificaron las elecciones, el peligro que pudieron
generar tales violaciones se torne inocuo, es decir, no produce realmente sus
efectos, y a fin de cuentas, prevalecen los valores sustanciales.

En ese sentido, la causa de nulidad prevista en el artículo 78 de la LGSMIME no


se refiere exclusivamente a hechos o circunstancias que hayan tenido realización
material el día de la jornada electoral, sino a todos aquellos que incidan o surtan
efectos ese día en el gran acto de la emisión del voto universal, libre, secreto y
directo, que, por lo mismo, se traducen en violaciones sustanciales en la jornada
electoral, al afectar el bien jurídico sustancial del voto en todas sus calidades.

La nulidad la determina el hecho de que las violaciones sean suficientes y en tal


grado que permitan afirmar que tales fines no se alcanzaron, es decir, que no se

61
Véase sentencia de los expedientes SUP-REC-009/2003 y SUP-REC-010/2003 acumulados, y SUP-REC-
034/2003, resueltos el 19 de agosto de 2003.

114
obtuvo una elección libre y auténtica, a través del voto universal, libre, secreto y
directo de los ciudadanos. Esto, porque se exige que las violaciones sean
sustanciales, generalizadas y determinantes para el resultado de la elección, lo
que implica que por su constante presencia durante el desarrollo del proceso
electoral, y por sus circunstancias sean eficaces o decisivas para afectar los
bienes jurídicos sustanciales mencionados.

Reg. 114
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2004
Tesis: S3EL 032/2004
Página: 730

NULIDAD DE LA VOTACIÓN RECIBIDA EN CASILLA. ELEMENTOS PARA LA


ACTUALIZACIÓN DE LA CAUSA GENÉRICA (Legislación del Estado de México y
similares).
Conforme con el artículo 298, fracción XIII, del Código Electoral del Estado de
México, es admisible la declaración de nulidad de la votación recibida en casilla,
cuando concurren los siguientes elementos: a) La existencia de irregularidades
graves; b) El acreditamiento pleno de dichas irregularidades graves; c) La
irreparabilidad de esas irregularidades durante la jornada electoral; d) La evidencia
de que las irregularidades ponen en duda la certeza de la votación y e) El carácter
determinante de las irregularidades para el resultado de la votación. El primer
elemento sobre la gravedad de la irregularidad ocurre, cuando el ilícito o infracción
vulnera principios, valores o bienes jurídicos relevantes o fundamentales previstos y
protegidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la
Constitución Política del Estado Libre y Soberano de México, el Código Electoral del
Estado de México o cualquier norma jurídica de orden público y observancia
general, incluidos los tratados internacionales suscritos y ratificados por el Estado
mexicano, siempre que su cumplimiento o respeto sea necesario para el desarrollo y
conclusión del proceso electoral. El segundo elemento, consistente en que la
irregularidad grave esté plenamente acreditada, se obtiene con la valoración
conjunta de las pruebas documentales públicas o privadas, técnicas, periciales,
reconocimiento e inspección ocular, presuncional legal y humana, así como
instrumental de actuaciones, según consten en el expediente, sobre la base de las
reglas de la lógica, la sana crítica y la experiencia, por las que el órgano de decisión
llegue a la convicción de que efectivamente ocurrió la irregularidad grave, sin que
medie duda alguna sobre la existencia y circunstancias de los hechos controvertidos
objeto de prueba. El tercer elemento sobre la irreparabilidad de la irregularidad
durante la jornada electoral, se da cuando no hay posibilidad jurídica o material
para corregir, enmendar o evitar que los efectos de esa irregularidad trasciendan o
se actualicen en el momento en que se llevan a cabo los comicios, en términos de lo
previsto en el artículo 142 del Código Electoral del Estado de México. El cuarto

115
elemento debe ser de tal magnitud, características o calidad que, en forma razonable,
haga dubitable la votación; es decir, debe afectar la certeza o certidumbre sobre la
misma. El último elemento normativo que debe poseer la irregularidad es su carácter
de determinante para el resultado de la propia votación recibida en casilla. Esto es,
la irregularidad, desde el punto de vista cuantitativo, debe trascender al resultado de
la votación recibida en la casilla, porque exista la posibilidad racional de que defina
las posiciones que cada fórmula de candidatos o planilla postulada por los diversos
partidos políticos ocupe en la casilla, mientras que, en atención a un criterio
cualitativo, las irregularidades que se registren en una casilla deben ser de tal
gravedad o magnitud, por su número o características, que también pueda
racionalmente establecerse una relación causal con las posiciones que se registren
en la votación recibida en la casilla entre las distintas fuerzas políticas.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-069/2003. Partido Acción


Nacional. 26 de junio de 2003. Unanimidad de votos. Ponente: José de Jesús Orozco
Henríquez. Secretario: Juan Carlos Silva Adaya.

Causales de nulidad jurisprudenciales


Hasta aquí las causas de nulidad, bien o mal, están establecidas en la ley. Sin
embargo, la Sala Superior, a través de su jurisprudencia ha establecido la llamada
"causa abstracta de nulidad" de la elección.

Las notas características de dicha causa de nulidad son las siguientes:

La causa abstracta de nulidad, obtenida de la naturaleza misma del proceso


electoral, se reúne con la concurrencia de los siguientes elementos:

1. Violaciones de los elementos o requisitos substanciales o esenciales de una


elección democrática, de obediencia inexcusable, establecidos en los artículos 39,
41 y 99 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que son,
entre otros: la celebración de elecciones libres, auténticas y periódicas; sufragio
universal, libre, secreto y directo; predominio del principio de equidad en el
financiamiento público de los partidos políticos y sus campañas electorales;
organización de las elecciones a través de un organismo público y autónomo;
preponderancia de los principios rectores de todo proceso electoral, como son: la
certeza, la legalidad, la independencia, la imparcialidad y la objetividad; el
establecimiento de condiciones de equidad para el acceso de los partidos políticos
a los medios de comunicación social; el control de la constitucionalidad y legalidad
de los actos y resoluciones electorales.

2. Que la violación afecte de manera importante alguno de esos elementos, ya


porque se presentó de manera generalizada o porque es de tal manera grave o
trascendente que incida en una flagrante vulneración a los mismos, con lo cual, ya
no se podría hablar de que tales elementos se verificaron y, por tanto, de la
existencia de una elección libre y auténtica.

116
3. Como consecuencia de lo anterior, se ponga en duda fundada la credibilidad y
legitimidad de los comicios y de quienes resulten electos en ellos.

4. Es premisa fundamental de la causa abstracta el que la revisión total de esos


principios o postulados esenciales puede darse en el momento de la calificación
de la elección; de ello dependerá que se declare válida o no esa elección, ya que
otro principio fundamental del Derecho Electoral Mexicano es que todos los actos
y resoluciones se sometan invariablemente a los principios de constitucionalidad y
legalidad, a través de un sistema de medios de impugnación.

5. La prueba indiciaria resulta ser la idónea para la comprobación de las


violaciones que dan lugar a esta causa de nulidad, en virtud de que para la
demostración de la inobservancia de los elementos constitutivos de una elección
democrática, auténtica y libre, con relación a unos comicios determinados, debe
tenerse en cuenta que los hechos o circunstancias que dan lugar a la referida
inobservancia, se encuentran en distinto contexto, lo cual ocasiona que se
presenten diferentes grados de dificultad en su demostración, porque algunas
veces se produce la conculcación, en virtud de un acto de autoridad con
determinadas particularidades, que permiten la demostración de las afirmaciones
sobre el hecho citado, mediante la prueba documental pública; pero en otras
ocasiones, la inobservancia de los principios en comento implica, a su vez, la
comisión de un ilícito en general o, incluso, un delito. Es patente que al
presentarse esto último, el autor del ilícito trate de ocultar su obra, lo cual es difícil
probar.

6. Como los elementos fundamentales cuya violación da lugar a esta causa de


nulidad, son de obediencia inexcusable e irrenunciables, es innecesario que tales
violaciones se encuentren expresamente referidas en la ley electoral, para que
dicha causa de nulidad tenga lugar.

Sobre tal cuestión se han sustentado las tesis siguientes:

Reg. 114
Tesis relevante
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial
Volumen: Tesis relevantes Año: 2004
Tesis: S3EL 032/2004
Página: 730

NULIDAD DE LA VOTACIÓN RECIBIDA EN CASILLA. ELEMENTOS PARA LA


ACTUALIZACIÓN DE LA CAUSA GENÉRICA (Legislación del Estado de México y
similares). Conforme con el artículo 298, fracción XIII, del Código Electoral del
Estado de México, es admisible la declaración de nulidad de la votación recibida en
casilla, cuando concurren los siguientes elementos: a) La existencia de

117
irregularidades graves; b) El acreditamiento pleno de dichas irregularidades graves;
c) La irreparabilidad de esas irregularidades durante la jornada electoral; d) La
evidencia de que las irregularidades ponen en duda la certeza de la votación y e) El
carácter determinante de las irregularidades para el resultado de la votación. El
primer elemento sobre la gravedad de la irregularidad ocurre, cuando el ilícito o
infracción vulnera principios, valores o bienes jurídicos relevantes o fundamentales
previstos y protegidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de México, el Código Electoral
del Estado de México o cualquier norma jurídica de orden público y observancia
general, incluidos los tratados internacionales suscritos y ratificados por el Estado
mexicano, siempre que su cumplimiento o respeto sea necesario para el desarrollo y
conclusión del proceso electoral. El segundo elemento, consistente en que la
irregularidad grave esté plenamente acreditada, se obtiene con la valoración
conjunta de las pruebas documentales públicas o privadas, técnicas, periciales,
reconocimiento e inspección ocular, presuncional legal y humana, así como
instrumental de actuaciones, según consten en el expediente, sobre la base de las
reglas de la lógica, la sana crítica y la experiencia, por las que el órgano de decisión
llegue a la convicción de que efectivamente ocurrió la irregularidad grave, sin que
medie duda alguna sobre la existencia y circunstancias de los hechos controvertidos
objeto de prueba. El tercer elemento sobre la irreparabilidad de la irregularidad
durante la jornada electoral, se da cuando no hay posibilidad jurídica o material
para corregir, enmendar o evitar que los efectos de esa irregularidad trasciendan o
se actualicen en el momento en que se llevan a cabo los comicios, en términos de lo
previsto en el artículo 142 del Código Electoral del Estado de México. El cuarto
elemento debe ser de tal magnitud, características o calidad que, en forma razonable,
haga dubitable la votación; es decir, debe afectar la certeza o certidumbre sobre la
misma. El último elemento normativo que debe poseer la irregularidad es su carácter
de determinante para el resultado de la propia votación recibida en casilla. Esto es,
la irregularidad, desde el punto de vista cuantitativo, debe trascender al resultado de
la votación recibida en la casilla, porque exista la posibilidad racional de que defina
las posiciones que cada fórmula de candidatos o planilla postulada por los diversos
partidos políticos ocupe en la casilla, mientras que, en atención a un criterio
cualitativo, las irregularidades que se registren en una casilla deben ser de tal
gravedad o magnitud, por su número o características, que también pueda
racionalmente establecerse una relación causal con las posiciones que se registren
en la votación recibida en la casilla entre las distintas fuerzas políticas.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-069/2003. Partido Acción


Nacional. 26 de junio de 2003. Unanimidad de votos. Ponente: José de Jesús Orozco
Henríquez. Secretario: Juan Carlos Silva Adaya.

Reg. 737
Jurisprudencia
Materia(s): Electoral
Tercera Época
Instancia: Sala Superior
Fuente: Jurisprudencia y Tesis Relevantes 1997-2005, Compilación Oficial

118
Volumen: Jurisprudencia Año: 2004
Tesis: S3ELJ 23/2004
Página: 200

NULIDAD DE ELECCIÓN. CAUSA ABSTRACTA (Legislación de Tabasco y


similares). Los artículos 39, 41, 99 y 116 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y 9o. de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de
Tabasco, establecen principios fundamentales como: el sufragio universal, libre,
secreto y directo; la organización de las elecciones a través de un organismo público
y autónomo; la certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad como
principios rectores del proceso electoral; el establecimiento de condiciones de
equidad para el acceso de los partidos políticos a los medios de comunicación social;
el control de la constitucionalidad y legalidad de los actos y resoluciones electorales,
así como que en el financiamiento de los partidos políticos y sus campañas
electorales debe prevalecer el principio de equidad. Estos principios deben
observarse en los comicios, para considerar que las elecciones son libres, auténticas
y periódicas, tal y como se consagra en el artículo 41 de dicha Constitución, propias
de un régimen democrático. Esta finalidad no se logra si se inobservan dichos
principios de manera generalizada. En consecuencia, si alguno de esos principios
fundamentales en una elección es vulnerado de manera importante, de tal forma que
impida la posibilidad de tenerlo como satisfecho cabalmente y, como consecuencia
de ello, se ponga en duda fundada la credibilidad o la legitimidad de los comicios y
de quienes resulten electos en ellos, es inconcuso que dichos comicios no son aptos
para surtir sus efectos legales y, por tanto, procede considerar actualizada la causa
de nulidad de elección de tipo abstracto, derivada de los preceptos constitucionales
señalados. Tal violación a dichos principios fundamentales podría darse, por
ejemplo, si los partidos políticos no tuvieran acceso a los medios de comunicación en
términos de equidad; si el financiamiento privado prevaleciera sobre el público, o
bien, si la libertad del sufragio del ciudadano fuera coartada de cualquier forma,
etcétera. Consecuentemente, si los citados principios fundamentales dan sustento y
soporte a cualquier elección democrática, resulta que la afectación grave y
generalizada de cualquiera de ellos provocaría que la elección de que se trate
carecería de pleno sustento constitucional y, en consecuencia, procedería declarar la
anulación de tales comicios, por no haberse ajustado a los lineamientos
constitucionales a los que toda elección debe sujetarse.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-487/2000 y acumulado. Partido


de la Revolución Democrática. 29 de diciembre de 2000. Mayoría de cuatro votos.
Disidentes: Eloy Fuentes Cerda y Alfonsina Berta Navarro Hidalgo. El Magistrado
José Fernando Ojesto Martínez Porcayo no intervino, por excusa.

Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-096/2004. Coalición Alianza


Ciudadana. 28 de junio de 2004. Mayoría de cinco votos en el criterio. Disidentes:
Eloy Fuentes Cerda y Alfonsina Berta Navarro Hidalgo.

119
Juicio de revisión constitucional electoral. SUP-JRC-099/2004. Partido Acción
Nacional. 28 de junio de 2004. Mayoría de cinco votos en el criterio. Disidentes:
Eloy Fuentes Cerda y Alfonsina Berta Navarro Hidalgo.

Similitudes y diferencias entre causa genérica y abstracta de nulidad de la elección.


De la comparación de los elementos característicos de la causa de nulidad
prevista en el artículo 78 de la LGSMIME, y de la causa abstracta de nulidad, se
puede establecer que ambas son extraídas de los fines, principios o elementos
fundamentales previstos en la Constitución sobre las elecciones democráticas,
porque ambas se refieren a la naturaleza misma del proceso electoral, en cuanto a
que, si se dañan de modo importante los bienes jurídicos sustanciales de toda
elección y los valores y principios que a los mismos corresponden, dicha elección
está viciada y, por tanto, su nulidad debe declararse.

La diferencia estriba en que, mientras la segunda ubica de manera "abstracta" la


vulneración de tales elementos o principios que dan pauta a la determinación,
aunque no se encuentre expresamente acogida en la ley y tiene que examinarse
cuando se haga el planteamiento porque implica la violación a los elementos
fundamentales de la elección; la primera constituye la concreción de la causa
abstracta por parte del legislador, al plasmarla expresamente en la ley, es decir, el
legislador asimiló los mismos conceptos que constituyen la causa abstracta y los
señaló en la ley.

En esas condiciones, las violaciones que dan lugar a la causa abstracta de


nulidad, como a la prevista en el artículo 78 de la Ley General del Sistema de
Medios de Impugnación en Materia Electoral, son esencialmente las mismas, por
lo que su estudio debe ser de manera unitaria, sin seccionar los hechos a que se
refieren.

Acciones y medios de impugnación


El concepto de nulidad —lato sensu— incluye también ejercitar la acción de
anulación de actos ilegales como condición para obtener la invalidez e ineficacia
de los actos contaminados o viciados. Este tema es descrito en la sección
correspondiente, por ahora sólo un esquema referencial y de contexto de los
medios de impugnación existentes y previstos en la LGSMIME..

Medios de impugnación

120
Órgano
Juicio Legitimado Acto impugnable Recurso
competente

R REV IFE Los partidos Actos o Resoluciones El órgano superior R.Apel.


62 políticos o quien dictados por el Secretario jerárquico del IFE
tenga interés ejecutivo y órganos
jurídico colegiados del IFE, distrital
(ciudadanos) o local (excepto de
vigilancia o del Srio Ejec)

R APEL 63 Partidos, Actos o Resoluciones del Sala Superior o Salas


agrupaciones IFE, Resoluciones de Regionales
políticas o resultados de elecciones y
ciudadanos otros (40) Informes a
listados nominales o
sanciones de IFE

J INC 64 Partidos políticos y Votación y elección (49, 50) Sala Superior o Salas R. Recon
candidatos Actos electorales para Regionales
presidente, senadores y
diputados

R RECON Partidos políticos y Sentencias Salas Sala Superior


candidato Regionales en J INC (61)

62
Recurso de Revisión contra resoluciones del IFE
63
Recurso de Apelación 40 ss.
64
Juicio de Inconformidad 49 ss.

121
65 Asignación de Repr. Prop
por Consej. Gral.

JPDPEC Ciudadanos y Derechos electorales Sala Superior o Salas


66 candidatos (votar, ser votado, afiliación Regionales
elecciones locales y otros)

J REV Partidos políticos Actos inconstitucionales de Sala Superior


CON 67 autoridades electorales
locales (86)

JDCD Servidores públicos Conflictos entre IFE y Sala Superior


LAB 68 trabajadores

Invalidez o nulidad
Invalidez por votación: Alcances
De incurrir en alguna causal de ilegalidad y acorde a los principios referidos, el
acto viciado puede ser invalidado, declaratoria que puede implicar y tener la
trascendencia que se describe en el siguiente cuadro:

Voto
Votación en casilla
Invalidez o nulidad Municipio
Distrito
Elección Revocar constancia 69
Entidad
Federación

Conservación de actos ilegales


En razón de los principios aludidos y, sobre todo, cuando existan ilegalidades no
determinantes o significativas puede no invalidarse y, en cambio, conservarse el
acto, ya que es más el beneficio social que la utilidad de invalidar. La ratio es
conseguir un equilibrio y funcionalidad de los diversos principios de justicia,
eficacia y seguridad jurídica, en razón que la permanencia y estabilidad de las
relaciones jurídicas, descansa sobre la conservación de los actos y negocios
jurídicos.

Y es así que la conservación, debe ser entendida como un medio, a través del cual,
actos aunque contrarios a Derecho y formalmente considerados como ilegales,
puedan ser merecedores de tutela para salvaguarda de un valor que, de no ser así, se

65
Recurso de Reconsideración 61 ss.
66
Juicio para la Protección de los Derechos Político-Electorales del Ciudadano 79 ss
67
Juicio de Revisión Constitucional Electoral 86 ss
68
Juicio para Dirimir los Conflictos o Diferencias Laborales de los Servidores del IFE 94 ss.
69
Validez, mayoría o asignación

122
vería vulnerado si el acto fuera expulsado del orden jurídico sin mayores
ponderaciones. Esto es la legitimidad del acto por encima de su legalidad formal. 70

Ineficacia
La resultante de una declaratoria de invalidez es la ineficacia —jurídica y
material— de los actos contaminados y se puede reflejar en la:
ˆ Votación; o bien, en la,
ˆ Elección

Partiendo de un concepto general el panorama de la ineficacia y repercusión es el


siguiente:

Entorno de elección Afectación trasciende en

Voto
Ajuste de cómputo
Casilla Revoca constancia71
Municipio Presidente municipal
Distrito electoral uninominal Diputados mayoría relativa
Mayoría relativa
Ineficacia
Senadores Representación proporcional
Entidad 1ª. minoría
Gobernador Elección estatal
Diputados representación proporcional
Circunscripción plurinominal72 Senadores representación proporcional
Federación Presidente de la República

El régimen a que están sujetos los diputados estatales es análogo al de los


federales.

Consecuencias de la invalidez
El resultado de los actos inválidos es la ineficacia —también conocida como
nulidad—. Estas consecuencias se concretan e inciden en dos ámbitos o
contextos como en seguida se expone:

Recomponer cómputo
Casilla
Revoca constancia mayoría
Votación
Distrito (diputado mayoría) 20% casillas
Entidad (senador mayoría 20% secciones
Ineficacia
Mayoría relativa
Nulidad de fórmula 73
Inelegibilidad Primera minoría
Representación proporcional Sustituido por otro de misma lista

70
Tron Petit Jean Claude y Ortiz Reyes Gabriel, op. cit., p. 265
71
Validez, mayoría o asignación
72
Artículo 52 constitucional
73
Si los 2 candidatos resultaren inelegibles

123
Existe una iniciativa de reformas a la LGSMIME, elevada a las Comisiones Unidas
de Gobernación y Estudios Legislativos del Senado, para reformar algunos
artículos relacionados con las nulidades que en la materia pueden actualizarse.
Esencialmente la propuesta incorpora a la Ley:
ˆ La causal de nulidad de la elección del Presidente de la República —sólo
considerada en la Constitución pero carente de previsión en la ley—;
ˆ Reglamentar la causa abstracta de nulidad; y,
ˆ Incluir como violaciones en cualquier tipo de elección —federal o local—
las que puedan ocurrir durante cualquier etapa del proceso electoral y sin
que deban ser, necesariamente, generalizadas o sólo las ocurridas en la
jornada.

Con relación a la causa abstracta de nulidad la iniciativa plantea severas críticas


—virulentas y hasta irónicas— haciendo el balance que la invención y aplicación
de esa causal por el TEPJF ocasiona una serie de efectos nocivos que deben
evitarse. En este sentido particulariza lo siguiente:
ˆ Discrecionalidad en las decisiones judiciales, violando el principio que «no
hay nulidad sin ley», trascendiendo en afectar la certeza, seguridad jurídica
y el estricto derecho.
ˆ Los hechos, actos y circunstancias que pueden causar violaciones deben
ser definidos y previsibles.
ˆ Las violaciones o ilegalidades deben estar plenamente comprobadas y no
basadas en meros indicios; las decisiones deben dictarse de manera
puntual conforme a lo alegado y probado.
ˆ La interpretación sistemática y funcional, de la Constitución y leyes
secundarias, se considera desafortunada, en la medida que deducir ad
libitum causales de nulidad, permite torcer la ley y resolver conforme a
intereses políticos. Por tanto se recomienda reglamentar la causa abstracta
se nulidad en razón de privilegiar la certeza jurídica y previsibilidad de los
fallos que deben responder a criterios totalmente objetivos y superar la
subjetividad y oportunismo en la decisión.

La iniciativa plantea las siguientes reformas y adiciones:


ˆ Colmar una laguna en la LGSMIME, en tanto no prevé causas de nulidad
de la elección del Presidente de la República, por lo que se adiciona al
ordenamiento el artículo 77 bis.
ˆ Las violaciones que puedan acarrear nulidades también pueden incidir en la
elección del Presidente de la República. Por otra parte y, en lo general,
deben considerarse tanto las ilegalidades cometidas en la jornada, así
como en las cometidas en las distintas etapas del proceso electoral,
previsiones que se contemplarán en el artículo 71, párrafo 1.
ˆ Los efectos de las nulidades que decrete el TEPJF deben contraerse,
exclusivamente, a las que expresamente se aduzcan en el juicio de
inconformidad; esta innovación se prevé en el párrafo 2 del artículo 71.
ˆ La causa abstracta de nulidad se limita a lo dispuesto en el artículo 78 y sus
elementos son: a) violaciones sustanciales a normas constitucionales y
legales en el proceso electoral correspondiente, b) plenamente acreditadas,

124
y c) resulten determinantes para el resultado de la elección. Esta causa es
aplicable a cualquier tipo de elección y se suprime la calificativa de que se
cometa de manera generalizada; regulación que se dispone preverla en el
artículo 78.

Artículo 71.
1. Las nulidades establecidas en este Título podrán afectar la votación emitida en una o
varias casillas y, en consecuencia, los resultados del cómputo de la elección impugnada; o la
elección en un distrito electoral uninominal para la fórmula de diputados de mayoría
relativa; o la elección en una entidad federativa para la fórmula de senadores por el
principio de mayoría relativa; o la asignación de primera minoría; o la elección de
Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, así como las distintas etapas del proceso
electoral correspondiente.

Para la impugnación de la elección de diputados o senadores por el principio de


representación proporcional, se estará a lo dispuesto por los párrafos 2 y 3 del artículo 52
de esta ley.

2. Los efectos de las nulidades decretadas por el Tribunal Electoral se contraen


exclusivamente a la votación o elección para la que expresamente se haya hecho valer el
juicio de inconformidad, tomando en cuenta lo dispuesto en la parte final del párrafo
anterior.

CAPÍTULO III
De la nulidad de la elección de diputados, senadores o de Presidente de los
Estados Unidos Mexicanos

Artículo 77 BIS

Son causales de nulidad de una elección de Presidente de la República, cualquiera de las


siguientes:

a) Cuando alguna o algunas de las causales de nulidad señaladas en el artículo 75 de esta


ley, se acrediten en por lo menos el veinte por ciento de las casillas instaladas en el país, o
b) Cuando no se instale el veinte por ciento de las casillas en el país y consecuentemente la
votación no hubiere sido recibida, o

c) Cuando el candidato que hubiere obtenido mayoría de votos en el cómputo respectivo, sea
inelegible.

Artículo 78
1. Las Salas del Tribunal Electoral podrán declarar la nulidad de una elección cuando se
hayan cometido violaciones sustanciales a normas constitucionales o legales en el proceso
electoral correspondiente, se encuentren plenamente acreditadas y se demuestre que las

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mismas fueron determinantes para el resultado de la elección, salvo que las irregularidades
sean imputables a los partidos promoventes o sus candidatos.

En lo general me parecen adecuadas y afortunadas las modificaciones que se


comentan, salvo la referente a la causa abstracta de nulidad.

Es una práctica contemporánea, la evasión legal, los fraudes a la ley, la comisión


de ilícitos atípicos y, en general, una serie de maniobras que en todos los ámbitos
sociales, políticos y económicos suceden cotidianamente para eludir el orden
jurídico.

Prueba de ello es el reclamo social contra la impunidad y la ineficiencia, cada vez


más acentuada, de las organizaciones gubernamentales y jurisdiccionales para
tipificar y sancionar conductas que escapan de lo expresa y formalmente
sancionado como ilegal.

Esto ha trascendido a las leyes penales y un ejemplo es el Tratado de Roma que


establece a la Corte Penal Internacional —que nuestro país ha suscrito— donde
los delitos se describen en razón de sus fines en lugar de referirse a los medios
como catálogos numerus clausus y de carácter limitativo. En efecto, el ingenio
humano para evadir y eludir los controles jurídicos es impresionante y siempre
lleva la delantera a las posibilidades de previsión integral que los cuerpos
legislativos puedan elaborar.

Es así que las instituciones —reglas del sistema, sea político, económico o de otro
contexto— presentan la peculiaridad de ser esquivadas; parece que la creatividad
humana es inagotable para conseguir crear la trampa o salida antes aún de que se
expidan las leyes.

Por tanto, considero que órganos judiciales como el TEPJF, a los que toca
conocer de controversias sumamente elaboradas y sofisticadas, dados los
intereses políticos, sociales y económicos que están inmersos, debe tener la
capacidad de analizar, no sólo, que las reglas de conducta se cumplan, sino
también de ponderar y evaluar si los principios jurídicos y políticos que informan al
sistema se han acatado.

En ese contexto, la facultad relativa debe ser ejercida y controlada con


motivaciones y argumentos pertinentes y adecuados, como la mejor garantía para
la sociedad de que realiza su papel de control de legalidad, más allá de las
apariencias y formalidades legales que estratégicamente cualquier hábil litigante
puede burlar, lo cual no debe quedar impune ni carente de un adecuado control,
que es lo más democrático y plausible.

Además, me parece que en la iniciativa se saca de contexto el concepto de los


indicios. En efecto, en materia procesal es típico que los casos difíciles sean
refractarios a la prueba tanto directa como a la deductiva y, por tanto, es menester
recurrir a las presunciones o pruebas indirectas. Es obvio, quien planea un fraude

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a la ley se cuidará de no dejar rastros o huellas que sean acreditables plenamente
mediante evidencias directas. Es por ello que los indicios asociados a máximas de
la experiencia, prácticas sociales, finalidades o intereses, reglas científicas o
técnicas son, en todo el mundo judicial, la prueba más eficaz y, además, la única
posible de ofrecerse para acreditar hechos en los casos difíciles.

Por supuesto que no basta invocar un indicio aislado o dubitable sino que debe
recurrirse, de ser posible, a un conjunto, aunado a argumentos que los vinculen
con reglas de inferencia o fundamentos cognoscitivos que hagan altamente
probable y verosímil la o las hipótesis que se propongan; parece que hasta la
fecha ni Sherlock Holmes puede disponer de mejores instrumentos de
investigación y conocimiento.

En conclusión, me parece que el propuesto recorte de facultades al TEPJF para la


razonable apreciación de los enunciados jurídicos y fácticos, si bien es adecuado
en condiciones de casos fáciles e ideales; en cambio, resulta poco realista y
práctico, dadas las circunstancias cotidianas.

No considero que la discrecionalidad sea mala ni perversa, por el contrario, es una


herramienta imprescindible para la razonabilidad y poder llegar al contenido justo
de las decisiones judiciales prudentes. En cambio, lo que debe erradicarse, son
decisiones arbitrarias sin controles, explicaciones y justificaciones.

Consecuentemente la tendencia a facultar a los tribunales para descubrir e


indagar el trasfondo de las controversias, a fin de que resuelvan de la manera más
eficiente y legítima, es la tendencia en todo el mundo, sobre todo cuando en las
leyes abundan las normas de textura abierta, los conceptos jurídicos
indeterminados y las tácticas estratégicas de litigantes audaces e ingeniosos para
inducir decisiones que respondan a sus muy particulares intereses.

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Nulidades en materia electoral

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