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LA TUTELA DE DERECHOS EN EL “NUEVO” CODIGO PROCESAL PENAL

¿Qué derechos y en qué momento puede interponerse la tutela de derechos?

Por: Erickson Aldo Costa Carhuavilca1

SUMILLA: I. MARCO CONCEPTUAL. II. MARCO NORMATIVO Y


JURISPRUDENCIAL. III. MARCO DE INVESTIGACIÓN. III.1
PLANTEAMIENTO DE PROBLEMA. III.2 HIPOTESIS AL
PROBLEMA PLANTEADO. III.3 FUNDAMENTACIÓN DE
HIPOTESIS. CONCLUSIONES. BIBLIOGRAFIA.

Resumen:
La presente investigación estudia la tutela de derechos como instrumento en el proceso penal
peruano para regular las actuaciones u omisiones del Ministerio Público en el marco de la
investigación preparatoria, ya que los imputados pueden sufrir la vulneración como amenaza de
sus derechos fundamentales que están reconocidos de manera expresa en el Nuevo Código
Procesal Penal como también de manera genérica en concordancia con el marco constitucional
que regula los derechos y principios procesales como penales, es así que esperamos aportar en el
tratamiento de esta institución procesal que puede resultar más eficaz que un proceso
constitucional de habeas corpus y que los abogados debemos emplear en la búsqueda del respeto
de la vigencia de los derechos constitucionales de toda persona sometida a una investigación penal
donde se pueden determinar limitaciones o restricciones a sus derechos.
Palabras Claves:
Proceso penal, Tutela de Derechos, Ministerio Publico y Derechos Constitucionales.
Abstract:
This research studies the protection of rights as an instrument in the Peruvian criminal procedure
to regulate the actions or omissions of the Public Ministry in the framework of the preliminary
investigation, as the accused may suffer the violation as a threat to fundamental rights that are
recognized expressed in the new Criminal Procedure Code as well as generic way in accordance
with the constitutional framework governing the rights and procedural principles and criminal, so
much so that we hope to bring in the treatment of this procedural institution that may be more
effective than a constitutional process habeas corpus and that lawyers must employ in pursuit of

1 Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Maestría en Derecho Procesal por la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. Expositor en los Diplomados de Derecho Procesal y de los Cursos de Práctica Forense
en el Ilustre Colegio de Abogados de Lima. Colaborador de artículos jurídicos de la Editorial Gaceta Jurídica.
Colaborador de artículos de la Revista de Investigación de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. Director General del Centro Latinoamericano de Investigaciones de Derecho Procesal.
Miembro Honorario del Instituto Latinoamericano de Derecho. Expositor en los Congresos Mundiales de Derecho
Procesal. E-mail: unmsm_erickson@hotmail.com.
respect for the life of the constitutional rights of all persons subject to a criminal investigation
which can be determined limitations or restrictions on their rights
Keywords:
Criminal proceedings, Protection of Rights, the Public Ministry and Constitutional Rights.

I. MARCO CONCEPTUAL

La Tutela de Derechos es una garantía en el proceso penal, que puede utilizar el


investigado o procesado cuando ve vulnerado uno o varios derechos establecidos
específicamente en el artículo 71° del Nuevo Código Procesal Penal – NCPP en adelante,
(como también los derechos constitucionales de naturaleza penal o procesal, según
nuestra postura), en cuyo caso puede acudir al Juez de la Investigación Preparatoria para
que controle judicialmente la legalidad y legitimidad de los actos de investigación
practicados por el Ministerio Público y repare, de ser el caso, las acciones u omisiones
que generaron el quebrantamiento del respeto de los derechos procesales, penales o
constitucionales.2

La tutela de derechos debe tener por finalidad, la eficacia en el restablecimiento


del statu quo de los derechos vulnerados, regulado expresamente en el NCPP (como los
constitucionales, ¿qué no encuentren una vía igualmente satisfactoria?), y que debe
utilizarse cuando haya una infracción –ya consumada– de los derechos que le asiste al
investigado o procesado, tendiendo a una mayor eficiencia y eficacia que un proceso
constitucional de hábeas corpus.3

Esta institución procesal regula de alguna manera, las desigualdades entre


perseguidor y perseguido, realizando el control de legalidad de la función del fiscal, ya
que éste, deberá conducir y desarrollar toda su estrategia persecutoria siempre dentro del
marco de las garantías básicas, siendo consciente que cualquier acto que traspase el marco
de los derechos fundamentales podrá ser controlado por el Juez de la Investigación
Preparatoria, siendo su aspecto más controversial lo referido a los derechos amprados por
esta medida y la oportunidad para presentarlos.

2 SOMOCURCIO QUIÑONES, Vladimir. “Tutela de Derechos en el Código Procesal Penal de 2004. ¿Sismógrafo del
derecho de defensa?”. Gaceta Penal & Procesal Penal. Nº 6. Lima, 2009. p. 290.
3 ALVA FLORIÁN, César A. “La tutela de derechos en el Código Procesal Penal de 2004”. Gaceta Penal & Procesal

Penal. Nº 11. Lima, 2010. p. 27


Nuestra legislación procesal penal lo ha establecido como mecanismo para
hacerse efectiva, ya sea, durante las investigaciones preliminares o cuando se hubiere
formalizado la investigación preparatoria, esto es, mediante la presentación de un escrito
ante el juez de garantías -o empleando palabras del NCPP-2004, ante el juez de
investigación preparatoria-, el mismo que, como es natural, ha de observar si
efectivamente se ha dado o no cumplimiento a los derechos fundamentales y procesales
del investigado o procesado. Este juez de garantías o de la investigación preparatoria
puede disponer que se subsanen las omisiones incurridas o se dicten las medidas de
corrección o de protección que al caso correspondan, no sin antes realizar una verificación
de los hechos y, como es connatural al espíritu del nuevo Código, realizar una audiencia
con intervención de las partes.4

II. MARCO NORMATIVO Y JURISPRUDENCIAL

Los derechos para la aplicación de la Tutela de Derechos ante el órgano


jurisdiccional competente se encuentran regulados en el artículo 71º del NCPP, en su
inciso 1 de manera genérica y con relación al marco constitucional de los derechos
procesales y penales, así como en su inciso 2 de manera “taxativa”, siendo los siguientes:
i) Conocimiento de los cargos incriminados;
ii) Conocimientos de las causas de la detención;
iii) Entrega de la orden de detención girada;
iv) Designación de la persona o institución a la que debe avisarse de la detención
y concreción inmediata de ésta;
v) Posibilidad de realizar una llamada, en caso se encuentre detenido;
vi) Defensa permanente por un abogado;
vii) Posibilidad de entrevistarse con su abogado en forma privada;
viii) Abstención de declarar o declaración voluntaria;
ix) Presencia de abogado defensor en la declaración y en todas las diligencias que
requieran su concurso;
x) No ser objeto de medios coactivos, intimidatorios o contrarios a la dignidad,
ni ser sometidos a técnicas o métodos que induzcan o alteren la libre voluntad;

4CASTILLO ESPEZÚA, Javier. “La tutela de derechos en el Nuevo Código Procesal Penal”. Suplemento “Jurídica”
de El Peruano. Agosto, 2011.
xi) No sufrir restricciones ilegales; y
xii) Ser examinado por un médico legista u otro profesional de salud, cuando el
estado de salud así lo requiera.

Además es necesario mencionar que en el inciso 4 del mencionado artículo 71 del


NCPP, establece que cuando el imputado considere que durante las Diligencias
Preliminares o en la Investigación Preparatoria no se ha dado cumplimiento a estas
disposiciones, o que sus derechos no son respetados, o que es objeto de medidas
limitativas de derechos indebidas o de requerimientos ilegales, puede invocar este
mecanismo procesal de tutela de derechos, con lo cual, se abra un abanico de
posibilidades para la invocación de este instrumento, no teniendo sólo presente a los
establecido en el numeral 2 sino también a lo que disponen los incisos 1 y 4 de manera
genérica, supuestos de tutela desde un punto de vista constitucional de naturaleza
penal y procesal que pueden ser invocados teniendo presente la complejidad de los
casos investigados.

El Acuerdo Plenario Nº 4-2010/CJ-116, ha establecido criterios jurisdiccionales


en lo que se refiere a la Tutela de Derechos, con las siguientes consideraciones:
 Establece que se enmarca en el conflicto entre los derechos fundamentales y el
derecho persecutorio como de punir de parte del Estado.
 Establece que los derechos procesales y límites a los poderes públicos reconocidos
en la Constitución Política del Perú, han incorporado garantías genéricas y una
relación de garantías específicas, vinculadas a cláusulas de relevancia
constitucional que definen la jurisdicción penal, la formación del objeto procesal
y el régimen de actuación de las partes.
 Establece que las garantías procesales genéricas son normas que guían el
desenvolvimiento de la actividad procesal y que sirven para reforzar el contenido
de las garantías específicas y sirven para amparar garantías concretas que no
fueron incluidas en forma expresa. Son: i) El debido proceso (139.3); ii) El
derecho a la tutela jurisdiccional (139.3); iii) El derecho a la presunción de
inocencia (2.24.e); y iv) El derecho de defensa (139.14).
 Además se estableció que aquellos requerimientos o disposiciones fiscales que
vulneran derechos fundamentales y constitucionales, pero que tienen vía propia
para la denuncia o control respectivo, no podrán cuestionarse mediante audiencia
de tutela de derechos, por ello, se puede afirmar que tiene una naturaleza
residual, siempre que el ordenamiento procesal penal no especifique un
camino determinado para la reclamación de un derecho afectado.

La Casación Penal Nº 136-2013/TACNA, ha establecido en su fundamento 3.4 lo


siguiente:
 La tutela de derechos como institución procesal, tiene una finalidad protectora del
imputado, quien en su calidad de parte acusada, se ve sometido al aparato estatal
durante la investigación del delito a cargo de la Policía Nacional del Perú y con la
dirección del Ministerio Público, que por el especial papel que desempeñan en la
lucha contra la criminalidad, en ciertos casos, incurren en excesos o negligencias,
las cuales no pueden adjudicarse gratuitamente al procesado, por ello, el legislador
ha establecido esta institución procesal, para que sea el juez (de investigación
preparatoria) quien controle estas falencias en el propio aparato estatal.
 No obstante, no toda afectación se puede reclamar a través de la audiencia de
tutela de derechos, por cuanto, al ser una institución procesal, el legislador y la
jurisprudencia han establecido mecanismos específicos para determinados actos
(v.gr. el exceso de plazo en la investigación se discute a través del control de
plazos).

III. MARCO DE INVESTIGACIÓN

III.1 PLANTEAMIENTO DE PROBLEMA:

Conforme los aspectos teóricos, así como lo referido a la jurisprudencia y a lo regulado


en el NCPP, resulta necesario plantearse la siguiente interrogante:
 ¿Qué derechos y en qué momento puede interponerse la tutela de derechos?

III.2 HIPOTESIS AL PROBLEMA PLANTEADO:

Conforme al problema planteado, podemos afirmar la siguiente hipótesis:


 Los derechos constitucionales de naturaleza penal y procesal son amparados vía
tutela de derechos, siempre que estén reconocidos en el artículo 71 del NCPP de
manera taxativa o genérica, cuando no tengan una vía expresamente regulada,
habiendo el Ministerio Público vulnerado sus deberes funcionales o habiendo
omitido un pronunciamiento oportuno frente a la solicitud o información de tutela
de derechos planteada.

III.3 FUNDAMENTACIÓN DE HIPOTESIS

Uno de los hechos que en la práctica procesal se manifiesta, es lo referido a la


actuación del Ministerio Público en las investigaciones preparatorias (que comprenden
las preliminares), en lo concerniente a un debido diligenciamiento como lo establece el
artículo 71, numeral 2 inciso “a” del NCPP: “Conocimiento de los cargos incriminados”,
ya que, las disposiciones que se emiten sobre la investigación de los presuntos hechos
delictivos vinculados a sus autores o partícipes, muchas veces, no son informadas a
éstos, estableciéndose una situación de desconocimiento sobre la imputación (hechos o
elementos de convicción que vinculan a una persona con un delito), por lo que, al no
haberse realizado los actos de información en su oportunidad, el juez de investigación
preparatoria deberá ordenar que se informe de las disposiciones fiscales emitidas y sobre
las cuales no se pudo ejercer mecanismos de defensa oportuno debido a esta situación de
indefensión, así como se ordene que a futuro no continúen con las situaciones de
indefensión manifestadas en la incomunicación de los disposiciones (o requerimientos)
que en cada momento de la investigación el Ministerio Público pudiera emitir.

El Ministerio Público, como órgano estatal y constitucional, si no cumple con


informar de sus decisiones a las personas que vienen siendo investigadas, colocan a éstas,
en un estado de indefensión, por los actos de investigación que se pudieran estar
realizando a sus espaldas, o sin el conocimiento de la imputación en su contra, por lo que,
estando regulado expresamente que todo investigado o procesado debe conocer los cargos
en su contra, la acción de tutela de derechos, resulta amparable por el órgano
jurisdiccional para que ordene que se subsane la omisión de falta de información
debida, y que además, a futuro no se produzca esta situación de parte del ente fiscal.
Otro aspecto a analizar es lo referido a aquellos derechos constitucionales de
naturaleza penal o procesal, que no están regulados expresamente en el artículo 71 del
NCPP y cuando no exista otra vía expresamente establecida para su tramitación, es
aquí donde es necesario precisar que al Ministerio Público le corresponde concretizar el
mandato previsto en el artículo 159º de la Constitución (defensa de la legalidad y de los
intereses públicos tutelados por el derecho como conducir desde su inicio la investigación
del delito), además de que esta prerrogativa constitucional debe ser interpretada en
armonía con las garantías previstas en el artículo 4° del Código Procesal
Constitucional (debido proceso y tutela jurisdiccional), así como en los principios y
derechos previstos en el artículo 139.º de la Constitución y que serán aplicables a la
investigación fiscal previa al juicio oral.5

Es necesario precisar que, el Fiscal actúa como defensor de la legalidad y


representante de la causa pública en el proceso penal, sin que pierda de vista que su labor
se ejecuta en función de la justicia y teniendo como parámetros a la Constitución, por lo
que, el Derecho Procesal Penal no solo tiene una finalidad represiva o sancionadora, sino
que además implica dotar a la persona de ciertas garantías generales y específicas que la
protegen ante la eventualidad de ser sometida a un proceso penal y, en último término,
ante la posibilidad de imposición de una sanción punitiva.

El procedimiento penal en un orden democrático de Derecho debe estar dispuesto


a la realización de sacrificios, es preferible absolver a unos cuantos culpables que
condenar a muchos inocentes; en consecuencia, la tutela de derechos es precisamente
un mecanismo eficaz tendiente al restablecimiento del statu quo de los derechos
vulnerados, que encuentra una regulación en el NCPP, ya sea de manera expresa o
genérica sobre los derechos a tutelar y que debe utilizarse cuando haya una
infracción —ya consumada— de los derechos que les asisten a las partes procesales,
constituyéndose en la mejor vía reparadora del menoscabo sufrido (incluso cuando
se le hizo presente del agravio a un derecho constitucional al Ministerio Público pero
éste omite deliberadamente restituirlo), y también permite un control jurisdiccional
para prevenir acciones u omisiones que atenten los derechos constitucionales de los

5ÁVALOS RODRÍGUEZ, Constante Carlos. La decisión fiscal en el Nuevo Código Procesal Penal. Gaceta Jurídica.
Lima, 2013. p. 281.
imputados (teniendo en cuenta el petitorio reparador o preventivo de este
instrumento procesal).

CONCLUSIONES:
 La tutela de derechos es una garantía procesal y tiene por finalidad el
restablecimiento de los derechos vulnerados, regulado en el NCPP de manera
taxativa como genérica desde el punto de vista constitucional.
 Los derechos fundamentales sujetos a tutela podrán ser controlados por el Juez de
la Investigación Preparatoria, siendo su aspecto más controversial lo referido a los
derechos amparados por esta medida y la oportunidad para presentarlos.
 Los derechos para la aplicación de la Tutela de Derechos ante el órgano
jurisdiccional competente se encuentran regulados en el artículo 71º del NCPP, en
su incisos 1 y 4 de manera genérica y con relación al marco constitucional de los
derechos procesales y penales, así como en su inciso 2 de manera “taxativa”.
 El Acuerdo Plenario Nº 4-2010/CJ-116, ha establecido criterios jurisdiccionales
en lo que se refiere a la Tutela de Derechos, estableciendo los derechos que pueden
ser invocados por el imputado y el procedimiento ante el juez de investigación
preparatoria.
 La Casación Penal Nº 136-2013/TACNA, ha establecido en su fundamento 3.4,
que la tutela de derechos como institución procesal, tiene una finalidad protectora
del imputado y sólo admite su aplicación en casos específicos y para determinados
actos siempre que no tengan otra vía igualmente satisfactoria.
 Los derechos constitucionales de naturaleza penal y procesal son amparados vía
tutela de derechos, siempre que estén reconocidos en el artículo 71 del NCPP de
manera taxativa o genérica, cuando no tengan una vía expresamente regulada,
habiendo el Ministerio Público vulnerado sus deberes funcionales u omitiendo un
pronunciamiento oportuno frente a la solicitud o información sobre la protección
o respeto de derechos planteada por la parte investigada.
 El Ministerio Público, como órgano estatal y constitucional, si no cumple con
informar de sus decisiones a las personas que vienen siendo investigadas, colocan
a éstas, en un estado de indefensión, por los actos de investigación que se pudieran
estar realizando a sus espaldas, o sin el conocimiento de la imputación en su
contra.
 El Fiscal actúa como defensor de la legalidad y representante de la causa pública
en el proceso penal, sin que pierda de vista que su labor se ejecuta en función de
la justicia y teniendo como parámetros a la Constitución.
 El procedimiento penal en un orden democrático de Derecho reconoce a la tutela
de derechos como instrumento regulado en el NCPP, el cual, ya sea de manera
expresa o genérica reconoce los derechos a tutelar, teniendo en cuenta el petitorio
reparador o preventivo de este instrumento procesal.

BIBLIOGRAFIA:
 ALVA FLORIÁN, César A. “La tutela de derechos en el Código Procesal Penal
de 2004”. Gaceta Penal & Procesal Penal. Nº 11. Lima, 2010. p. 27
 ÁVALOS RODRÍGUEZ, Constante Carlos. La decisión fiscal en el Nuevo
Código Procesal Penal. Gaceta Jurídica. Lima, 2013. p. 281.
 CASTILLO ESPEZÚA, Javier. “La tutela de derechos en el Nuevo Código
Procesal Penal”. Suplemento “Jurídica” de El Peruano. Agosto, 2011.
 PAGINA DEL PODER JUDICIAL. Ver: http://jurisprudencia.pj.gob.pe/
 SOMOCURCIO QUIÑONES, Vladimir. “Tutela de Derechos en el Código
Procesal Penal de 2004. ¿Sismógrafo del derecho de defensa?”. Gaceta Penal &
Procesal Penal. Nº 6. Lima, 2009. p. 290.

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