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*Fármacos Antihipertensivos*

Fármacos Antihipertensivos Orales


Diuréticos tiazidas

 Clortalidona
 Hidroclorotiazida

Diuréticos de asa

 Furosemida

Diuréticos ahorradores de potasio

 Amiloride
 Triamtereno

Bloqueadores de receptores de aldosterona

 Espironolactona

Beta bloqueadores

 Atenolol
 Propanolol
 Propanolol de acción prolongada
 Bisoprolol
 Metoprolol
 Nadolol
 Timolol

Beta bloqueadores con actividad simpáticomimética intrínseca

 Acebutolol
 Pindolol

Alfa y beta bloqueadores combinados

 Carvedilol
 Labetalol

Inhibidores ECA

 Captopril
 Enalapril
 Fosinopril
 Lisinopril
 Quinapril
 Ramipril
 Cilazapril
 Trandolapril

Antagonistas de los receptores de angiotensina

 Candesartan
 Irbesartan
 Losartan
 Telmisartan
 Valsartan

Bloqueadores de canales de calcio no dihidropiridínicos

 Diltiazem
 Diltiazem liberación sostenida
 Verapamilo
 Verapamilo acción prolongada

Bloqueadores de canales de calcio dihidropiridínicos

 Amlodipino
 Felodipino
 Nicardipino liberación sostenida
 Nifedipino acción prolongada

Bloqueadores alfa

 Doxazocina
 Prazocin
 Terazocin

Agonistas centrales alfa 2 y otras drogas de acción central

 Clonidina
 Metildopa
 Reserpina

Vasodilatadores directos

 Hidralazina
 Minoxidil

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Hidroclorotiazida
PERFIL FARMACOLÓGICO

GRUPO: Diuréticos tiazídicos

Estructura Química:FARMACOCINÉTICA

Vía de Administración: Oral La absorción intestinal depende de la formulación y de la dosis, pero por regla general suele ser
del 50-60%.

Biodisponibilidad: 60 - 80%

Unión a Proteínas: 40%

Volumen de distribución (L/Kg) 3.0 L/kg. El comienzo de la acción diurética se observa a las dos horas, siendo los efectos
máximos a las 4 horas, manteniéndose después 6-8 horas más. El fármaco cruza la barrera placentaria pero no la barrera
hematoencefálica

Metabolismo: La hidroclorotiazida no se metaboliza siendo eliminada como tal en la orina.

Eliminación: 90% renal (95% fármaco inalterado) En insuficiencia renal y cardiaca, el aclaramiento renal disminuye y la
semivida de eliminación está aumentada. Lo mismo ocurre en los pacientes de edad avanzada, presentando además un
aumento de la concentración plasmática máxima.

Tiempo de vida media: 6 a 25 horas

FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción:

Aumenta la excreción de sodio, cloruros y agua, inhibiendo el transporte iónico del sodio a través del epitelio tubular renal. El
mecanismo principal responsable de la diuresis es la inhibición de la reabsorción del cloro en la porción distal del túbulo. No
se sabe con exactitud como el transporte del cloro es inhibido. Las tiazidas aumentan igualmente la excreción de potasio y de
bicarbonato y reducen la eliminación de calcio y de ácido úrico.
La hipopotasemia e hipocloremia inducidas por las tiazidas pueden ocasionar una ligera alcalosis metabólica, aunque la
eficacia diurética no es afectada por el equilibrio ácido-base del paciente. La hidroclorotiazida no es un antagonista de la
aldosterona y sus efectos son independientes de una inhibición de la anhidrasa carbónica. Se desconoce el mecanismo
antihipertensivo de la hidroclorotiazida. Usualmente, este fármaco no afecta la presión arterial cuando esta es normal. La
presión sanguínea podría ser, en principio, reducida debido a una reducción del volumen plasmático y de los fluídos
extracelulares, lo que a su vez, ocasionaría una reducción del gasto cardíaco. Cuando el gasto cardíaco retorna a la
normalidad, y los volúmenes de plasma y fluídos extracelulares son ligeramente menores, las resistencias periféricas se
encuentran reducidas y en consecuencia, la presión arterial también. Los diuréticos tiazídicos también disminuyen la
filtración glomerular, perdiendo parte de su eficacia en los enfermos con disfunción renal.
Los cambios en el volumen plasmático inducen una elevación de la actividad de la renina en el plasma, aumentando la
secreción de aldosterona, lo que contribuye a la pérdida de potasio que produce el tratamiento diurético con tiazidas. En
general, los diuréticos empeoran la tolerancia a la glucosa y ejercen efectos negativos sobre el perfil lipídico.

Efecto y aplicación clínica:

Tratamiento de la hipertensión arterial. Diurético. En la hipertensión los diuréticos tiazídicos se utilizan a menudo como
tratamiento inicial bien solos, bien asociados a muchos otros antihipertensivos. La hidroclorotiazida se utiliza asociada a
beta-bloqueantes, antagonistas del calcio, inhibidores de la enzima de conversión, antagonistas de la ECA, etc. La
hidroclorotiazida también ha sido utilizada en el tratamiento de la diabetes insípida y de la hipercalciuria, así como en el
edema asociado al síndrome premestrual
Tratamiento edema secundario (cardíaco, renal, hepático). Síndrome de retención hidrosalina. Nefropatías. Insuficiencia
cardíaca congestiva. Edemas de cualquier etiología. Cirrosis hepática con ascitis.

Dosis: (Tratamiento de la hipertensión-Administración oral)

 Adultos: Inicialmente, se recomienda una dosis de 12.5—25 mg una vez al día, dosis que pueden aumentarse
hasta 50 mg/día en una o dos administraciones. Los expertos recomiendan que si las dosis de 25 -50 mg/día
no controlan la hipertensión, no se deben aumentar las dosis de hidroclorotiazida, sino añadir un segundo
antihipertensivo. Las dosis de hidroclorotiazida superiores a los 50 mg/dia no producen una mayor reducción
de la presión arterial, pero en cambio aumentan la pérdida de potasio
 Ancianos: usar las dosis de adultos, aunque las personas de la tercera edad pueden ser más sensibles a los
efectos de la hidroclorotiazida que las personas de edad media.
 Niños e infantes de > 6 meses: la dosis recomendada es de 2 mg/kg/día administrados en dos veces. El
fabricante recomienda hasta 3 mg/kg/día

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento

Debe vigilarse el balance electrolítico en los pacientes tratados con hidroclorotioazida y los pacientes deberán contactar
inmediatamente con el médico si experimentan algún síntoma de desequilibrio del mismo (fatiga, lasitud, confusión mental,
mareos, calambres musculares, taquicardia, parestesia, sed, anorexia, naúsea o vómitos) debido a que este fármaco puede
producir serias hipotensiones y arritmias. La hipokaliemia es uno de los efectos adversos más comunes de las tiazidas. Este
efecto debe ser tenido en cuenta, sobre todo en pacientes bajo tratamiento con glucósidos cardíacos, dado que la hipokaliemia
aumenta el riesgo de una toxicidad cardíaca. El hiperaldosteronismo secundario a una cirrosis o nefrosis puede predisponer a
una hipokaliemia, igual que una baja ingesta de potasio o la administración de fármacos que deplecionan el potasio (p.ej. la
amfotericina B). Los pacientes tratados con hidroclorotiazida pueden necesitar un suplemento de potasio para prevenir una
hipokaliemia o acidosis metabólica.
Los afectos adversos gastointestinales de la hidroclorotiazida incluyen anorexia, irritación gástrica, náuseas y vómitos,
calambres abdominales, diarrea, constipación, sialoadenitis y pancreatitis. Durante un tratamiento con hidroclorotiazida
puede producirse una alcalosis hipoclorémica siendo esta más probable en pacientes con vómitos, diarrea o sudoración
excesiva u otras condiciones en las que se pierde excesivo potasio. También puede producirse hiponatremia, pero esta suele
ser por regla general poco importante y asintomática. La discontinuación del tratamiento, la restricción de fluídos o la
administración de suplementos de potasio o magnesio, rápidamente normalizan los niveles séricos de sodio. Los ancianos son
más propensos a desarrollar un hiponatremia, por lo que se deben tomar precauciones.
Se han comunicado casos de azoemia y de nefritis intersticial en pacientes tratados con hidroclorotiazida, en particular en
pacientes con una enfermedad renal pre-existente.
La hidroclorotiazida puede producir glucosuria e hiperglucemia en los diabéticos, posiblemente debido a una depleción de
potasio. Se recomienda monitorizar los niveles de glucosa en sangre o en orina en estos pacientes.
La hidroclorotiazida interfiere en la secreción tubular proximal de ácido úrico reduciendo su eliminación y agravando la
hiperuricemia en los enfermos con gota. Aunque sólo se producen ataques de gota en el 20% de los pacientes con
hiperuricemia, la administración de hidroclorotiazida puede desencadenar ataques de gota en estos pacientes.
Se pueden producir hipotensión e hipotensión ortostática durante un tratamiento con hidroclorotiazida, hipotensiòn que es
exacerbada por el consumo de alcohol o por la administración concomitante de antihipertensivos o narcóticos.
Se ha asociado el uso de la hidroclorotiazida a la ictericia colestásica, debiéndose tomar precauciones si se administra este
fármaco a niños con ictericia, debido a que aumenta el riesgo de una hiperbilirrubidemia.
Se han comunicado algunos efectos adversos sobre el sistema nervioso central, incluyendo cefaleas, parestesias, mareos,
vértigo y xantopsía. Las reacciones adversas hematológicas son muy raras, aunque se han descrito agranulocitosis, anemia
aplásica, pancitopenia, leucopenia y trombocitopenia. Tampoco son frecuentes las reacciones adversas dermatológicas,
aunque se han descrito casos de púrpura, fotosensibilidad, alopecia, rash, urticaria, eritema multiforme (incluyendo el
síndrome de Stevens-Johnson), dermatitis exfoliativa y poliarteritis nudosa.

CONVENIENCIA

Contraindicaciones

La hidroclorotiazida induce fluctuaciones de las concentraciones séricas de electrolitos que pueden ocasionar una pérdida del
equilibrio electrolítico y un coma hepático en los pacientes susceptibles. Por lo tanto se recomienda precaución cuando se
administre a pacientes con enfermedades hepáticas. La hidroclorotiazida puede ocasionar hiperglucemia, deterioro de la
tolerancia a la glucosa y glucosuria por lo que se deberán monitorizar los niveles de glucosa en sangre y/o orina durante un
tratamiento prolongado, en particular en los pacientes con diabetes mellitus. Las personas mayores de 65 años pueden
presentar una mayor sensibilidad a los efectos diuréticos de las tiazidas, incluyendo la hidroclorotiazida.
La hidroclototiazida se debe utilizar con precaución en pacientes con disfunción renal, debido a que la hipovolemia producida
por el fármaco puede desencader una azotemia. Si se observase un aumento de la creatinina sérica o del nitrógeno ureico en
sangre, se debe interrumpir inmediatamente el tratamiento. Cuando el aclaramiento de creatinina es <>

Interacciones

Cuando se administra la hidroclorotiazida con otros diuréticos o antihipertensivos, se observan efectos aditivos, lo cual es
aprovechado para aumentar su efectividad. Sin embargo, también pueden producirse hipotensiones ortostáticas, por lo que es
necesario ajustar las dosis adecuadamente a las necesidades de cada paciente.
El uso concomitante de hidroclorotiazida con amilorida, espironolactona o triamterene puede reducir el riesgo de una
hipokaliemia, debido a sus efectos ahorradores de potasio. El uso de estos fármacos puede ser una alternativa a los
suplementos de potasio que se recomiendan a los pacientes tratados con diuréticos. Los efectos sobre el balance electrolítico
inducidos por la hidroclorotiaziada pueden predisponer a una mayor toxicidad por fármacos como los digitálicos o el trióxido
de arsénico, siendo mayor el riesgo del desarrollo de arritmias, que pueden llegar a ser fatales. Se recomienda monitorizar los
electrolitos y corregir cualquier desequilibrio cuando se inicie un tratamiento con digoxina o trióxido de arsénico. Igualmente,
la hipokaliemia puede potenciar el bloqueo neuromuscular inducido por fármacos bloqueantes neuromusculares.
El riesgo de una hipokaliemia inducida por hidroclorotiazida es mayor si se administra concomitantemente con otros
fármacos que también reducen los niveles plasmáticos de potasio como los corticoides, la corticotropina o la amfotericina B.
Se recomienda en estos casos monitorizar los niveles de potasio y la función cardíaca, añadiendo si fuera necesario
suplementos de potasio. Igualmente, se deben normalizar los niveles de potasio en caso de administrar dofetilida, cuyo
aclaramiento es reducido por la hidroclorotiazida, con el correspondiente riesgo de torsades de pointes.
Los diuréticos tiazídicos reducen la excreción renal de litio, por lo que puede aumentar la toxicidad de este antidepresivo.
Aunque a veces se utilizan los diuréticos para contrarrestar la poliuria que ocasiona el litio, se deben monitorizar los niveles
plasmáticos del mismo y reajustar las dosis cuando se añade el diurético.
Los diuréticos tiazídicos reducen la sensibilidad a la insulina aumentando la intolerancia a la glucosa y la hiperglucemia. Por
este motivo, la hidroclorotiazida presenta interacciones con todos los antidiabéticos, ya sean orales o insulínicos, con la
correspondiente pérdida del control de la diabetes. Por este motivo, los diabéticos que inicien un tratamiento con
hidroclorotiazida deberán monitorizar cuidadosamente sus niveles de glucosa en sangre y ajustar de manera adecuada las
dosis de antidiabéticos.
La hipovolemia inducida por la hidroclorotiazida podría incrementar la concentración de los agentes procoagulantes de la
sangre. Sin embargo, tales efectos no han sido observados hasta la fecha.
Se ha comunicado un aumento de las concentraciones plasmáticas de amantadina con efectos tóxicos en pacientes tratados
con un diurético a base de hidroclorotiazida + triamterene, aunque se desconoce a cual de los dos fármacos hay que atribuir
esta interacción. Por lo tanto, se recomienda precaución si se administran concomitantemente amantadina e
hidroclorotiazida.
La inhibición de la síntesis renal de prostaglandinas producida por los fármacos anti-inflamatorios no esteroídicos (AINES)
puede reducir los efectos diuréticos, natriuréticos y antihipertensivos de la hidroclorotiazida. También puede aumentar el
riesgo de una insuficiencia renal, al reducirse el flujo sanguíneo renal. Se recomienda una cuidadosa vigilancia de estos
enfermos para comprobar cualquier cambio de la efectividad del tratamiento diurético o cualquier síntoma de deterioro renal.
La colesteramina es capaz de fijar los fármacos de caracter ácido como la hidroclorotiazida, reduciendo su absorción
gastrointestinal y su eficacia. Se recomienda administrar las tiazidas al menos 4 horas antes de la colestiramina. Lo mismo
ocurre con el colestipol, aunque en menor grado, por lo que se recomienda administrar las tiazidas al menos 2 horas antes.
Los diuréticos tiazidicos, incluyendo la hidroclorotiazida pueden incrementar los efectos fotosensibilizantes de algunos
fármacos como la griseofulvina, las fenotiazinas, las sulfonamidas y sulfonilureas, las tetraciclinas, los retinoides y los agentes
utilizados en la terapìa fotodinámica.
El espino blanco (Crataegus laevigata) reduce las resistencias periféricas y puede acentuar los efectos antihipertensivos de la
hidroclorotiazida. La escina, una saponina presente en el castaño de las Indias, tiene un cierto efecto diurético, que puede ser
aditivo al de la hidroclorotiazida

Forma Farmacéutica

Hidroclorotiazida sola:
HIDROSALURETIC, 50 mg. CHIESI

Hidroclorotiazida asociada:
ACETENSIL comp. (enalapril maleato, 20 mg; hidroclorotiazida, 12,5 mg) GRUNENTHAL
AMERIDE comp. (clorhidrato de amilorida, 5 mg; hidroclorotiazida, 50 mg) BRISTOL
ATACAND PLUS comp. (candesartán cilexetilo 16 mg; hidroclorotiazida 12,5 mg) ASTRA ZENECA
BICETIL comp. (quinapril clorhidrato, 20 mg; hidroclorotiazida, 12,5 mg
NEOTENSIN DIU ( enalapril maleato, 20 mg; hidroclorotiazida, 12,5 mg) SCHWARTZ-PHARMA
ENALAPRIL + HIDROCLOROTIAZIDA CINFA Comp. 20/12,5 mg (*)
ENALAPRIL + HIDROCLOROTIAZIDA RATIOPHARM EFG Comp. 20/12,5 mg
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Atenolol

GRUPO: Beta Bloqueadores

Estructura Química:

FARMACOCINÉTICA

Vía de Administración: Oral

Biodisponibilidad: Aproximadamente el 50% de una dosis oral se absorbe por el tracto gastrointestinal. Las máximas
concentraciones plasmáticas se alcanzan entre las 2 a 4 horas. Las concentraciones máximas de atenolol en plasma son
aproximadamente de 300 a 700 ng/mL después de 50 y 100 mg, respectivamente.

Unión a Proteínas: 6 - 16%

Volumen de distribución (L/Kg) Atenolol es distribuye extensamente a los tejidos extravasculares, pero sólo una pequeña
fracción pasa al sistema nervioso central.

Metabolismo: Aproximadamente el 10% del atenolol es metabolizado el hombre

Eliminación : eliminado sin alterar por las heces. El 3% del material recuperado en la orina es el metabolito hidroxilado que
tiene una 10% de la actividad farmacológica del atenolol

Tiempo de vida media: 6 a 7 horas

FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción
El Atenolol es un agente beta-bloqueante con efectos predominantes sobre los receptores beta-1. No posee propiedades
estabilizantes de la membrana ni actividad intrínseca simpatomimética (agonista parcial). El mecanismo del efecto
antihipertensivo no es bien conocido: entre los varios factores implicados destaca su capacidad para antagonizar la
taquicardia inducida por las catecolaminas en los receptores cardíacos, reduciendo el gasto cardíaco; la inhibición de la
secreción de la renina y la inhibición de los centros vasomotores. El mecanismo del efecto antianginoso tampoco es bien
conocido. Un factor importante puede ser la reducción del consumo de oxígeno al bloquear el aumento de la frecuencia
cardíaca inducida por las catecolaminas, la presión arterial sistólica y la velocidad y fuerza de la contracción del miocardio.

Efecto y aplicación clínica:


El atenolol está indicado en el tratamiento de la hipertensión arterial esencial, de la angina de pecho y del infarto agudo de
miocardio
Dosis

Hipertensión: La dosis inicial de atenolol es de 50 mg al día pudiendo ser acompañada de terapia antidiurética. El efecto se
produce entre 1 y 2 semanas después de la administración. Si no se consigue una respuesta óptima, la dosis debe
incrementarse a 100 mg en una toma única al día. Dosis por encima de 100 mg al día no produce incremento del efecto
antihipertensivo.

Posología en casos de insuficiencia renal: Debido a que atenolol se elimina fundamentalmente por excreción urinaria, la
posología debe ajustarse en casos de insuficiencia renal. Puede ser necesario iniciar el tratamiento con dosis bajas, de 25
mg/día. Los pacientes sometidos a hemodiálisis recibirán una dosis de 25 ó 50 mg de atenolol después de cada diálisis

Posología en geriatría: La dosis requerida puede ser reducida, especialmente, en pacientes con función renal alterada.

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento

Bradicardia, frialdad en las extremidades, hipotensión postural, mareo, vértigo, cansancio, fatiga, letargo, depresión, diarrea,
náuseas, dificultad respiratoria, disnea. Se han reportado casos de agranulocitosis. Algunas de las reacciones de tipo alérgico
debidas a atenolol son fiebre, dolor de garganta, laringoespasmo. Raramente se han presentado trastornos del sueño,
semejantes a los observados con otros beta-bloqueantes.
Depresión mental reversible, desorientación, pérdidas temporales de memoria, trombosis mesentérica arterial, colitis
isquémica. Con otros beta-bloqueantes se han descrito cuadros de hipersensibilidad consistentes en erupciones cutáneas y/o
sequedad de ojos. Aunque raramente se han presentado con atenolol, si aparece dicha sintomatología y no puede atribuírsele
ninguna otra causa, se suspenderá el tratamiento como medida de precaución.
Los principales síntomas de sobredosificación son letargo, alteraciones en las vías respiratorias, dificultad respiratoria,
bradicardia y bloqueo sinusal. Adicionalmente, como sucede con todos los bloqueantes beta-adrenérgicos, puede aparecer un
fallo cardíaco congestivo, broncoespasmo y/o hipoglucemia. El tratamiento general incluye emesis, lavado gástrico y
administración de carbón activo. Atenolol se elimina mediante hemodiálisis. En caso de aparecer bradicardia excesiva, puede
contrarrestarse con 1 a 2 mg de atropina por vía intravenosa. Si fuera necesario, ésta puede continuarse con una dosis, en
bolus, de 10 mg de glucagón por vía intravenosa y, según la respuesta, se puede repetir o continuar con una infusión
intravenosa de glucagón de 1 a 10 mg/hora. Si no se obtiene respuesta al glucagón o no se dispone de él, se podrá utilizar un
estimulante de los receptores betaadrenérgicos como isoprenalina 1-10 ug/minuto vía intravenosa. También puede utilizarse
una infusión vía intravenosa de dobutamina de 2,5 a 10 ug/kg/minuto. En caso de bloqueo cardíaco, el tratamiento se hará
con isoprenalina o marcapasos cardíaco transvenoso. En caso de fallo cardíaco, se digitalizará al paciente y se le administrará
un diurético. El glucagón ha demostrado ser de utilidad en estos casos. Si aparece hipotensión, se puede administrar un
vasodepresor, como dopamina o noradrenalina. Se monitorizará la presión sanguínea continuamente. En caso de
broncoespasmo, se administrará un estimulante beta como isoprenalina o terbutalina y/o aminofilina. En caso de
hipoglucemia, se administrará glucosa por vía intravenosa

CONVENIENCIA

Contraindicaciones
El atenolol está contraindicado en los siguientes casos: hipersensibilidad o alergia a atenolol o a cualquiera de los
componentes del producto, bradicardia sinusal, bloqueo cardíaco de segundo o tercer grado, shock cardiogénico e
insuficiencia cardiaca manifiesta.
El atenolol no debe emplearse en pacientes con insuficiencia cardíaca no tratada, pero puede utilizarse con cuidado cuando la
insuficiencia haya sido controlada. Si durante el tratamiento aparece insuficiencia cardíaca congestiva, puede suspenderse
temporalmente el tratamiento hasta dominar la insuficiencia.

Interacciones

El Atenolol no se debe administrar antes de los 7 días posteriores a la suspensión de¡ tratamiento con cada uno de los
fármacos que se indican a continuación:
Verapamil y bepridil: la administración concomitante puede producir bradicardia, bloqueo cardíaco y aumento de la presión
diastólica final del ventrículo izquierdo.
Antiarritmicos: La amiodarona añadida a los beta-bloqueantes puede ocasionar una severa bradicardia y paro sinusal. La
amiodarona prolonga el periodo refractario y disminuye el automatismo sinusal. La amiodarona se debe usar com precaución
en pacientes tratados con atenolol especialmente en pacientes propensos a bradicardia, bloqueo A-V y disfunción sinusal. El
uso concomitante de betabloqueantes con quinidina ha mostrado ser aditivo en lo que se refiere a la frecuencia cardíaca,
aumento de los intervalos QTc y PR e hipotensión ortostática. El atenolol reduce de forma significativa el aclaramiento de la
disopiramida y, por lo tanto, puede ocasionar un efecto aditivo depresor del miocardio
La reserpina y otros alcaloides de la rauwolfia pueden tener efecto aditivo con los efectos de atenolol, acentuando la
hipotensión ortostática
Si se instaura un tratamiento conjunto con clonidina, no deberá suspenderse ésta hasta varios días después de finalizar el
tratamiento con atenolol ya que la suspensión brusca de la primera puede precipitar aumentos importantes de la presión
arterial
En todos los tratamientos conjuntos, se debe tener en cuenta la posibilidad de potenciación del efecto bradicardizante.
Los efectos antihipertensivos del atenolol son aditivos con los de otros antihipertensivos, por lo que puede ser necesarios
reajustes de las dosis cuando se instaura un tratamiento concomitante.
Los beta-bloqueantes ejercen una serie de efectos sobre el metabolismo de la glucosa. Los betabloqueantes pueden prolongar
la hipoglucemia interfiriendo la gluconeogenesis o pueden promover la hiperglucemia inhibiendo la secreción de insulina y la
sensibilidad tisular hacia la insulina. Dado que la secreción de insulina esta mediatizada por los receptores beta2, los
betabloqueantes, sobre todo los no selectivos, pueden antagonizar los efectos de las sulfonilureas. Los efectos sobre la
sensibilidad a la insulina, pueden, de igual manera, reducir la efectividad de la metformina como antidiabético oral. Por otra
parte los beta-bloqueantes pueden enmascarar los efectos cardíacos de la hipoglucemia. Los beta-bloqueantes selectivos como
el acebutolol, atenolol, metoprolol, o penbutolol, antagonizan los receptores beta2-menos que los agentes no selectivos y
ocasionan menos problemas sobre la regulación de la glucosa, aunque siguen interfiriendo con los efectos cardíacos de la
hipoglucemia.
Los anestésicos generales pueden potenciar los efectos hipotensores de los beta-bloqueantes y ocasionar una prolongada
hipotensión. Los pacientes sometidos a cirugía bajo anestesia general con anestésicos que tengan efectos inotrópicos
negativos, deberán ser vigilados cuidadosamente para evitar insuficiencias cardíacas. Se han comunicado casos de severa
hipotensión y dificultades en restaurar el ritmo cardíaco después de la cirugía en pacienets tratados con beta-bloqueantes.
La cevimelina puede alterar la conducción y el ritmo cardíacos. Son posibles alteraciones de la conducción en pacientes
tratados con cevimelina y beta-bloqueantes
El uso conjunto de mefloquina y beta-bloqueantes puede ocasionar anomalías del ECG y paros cardíacos.
El empleo concomitante de fármacos beta-bloqueantes y simpaticomiméticos puede ocasionar un antagonismo anulándose
sus efectos mutuos.
El efecto de los beta-bloqueantes puede ser reducido por la estimulación cardíaca producida por la liotironina.
Existen algunos datos, aunque limitados que sugieren que la bradicardia puede empeorar cuando se añaden IMAOs a
pacientes tratados con b-bloqueantes. Aunque la bradicardia sinunal observad no fue muy severa, hasta que se tengan más
datos, los clínicos deberán usar el acebutlol con precaución si se añaden IMAOs
Aunque los fármacos b-bloqueantes se utilizan para tratar o reducir los signos y síntomas de la intoxicación por cocaína, así
como las manifestaciones cardiovasculares subsiguientes al abuso de esta droga, debe tenerse cuidado de que no se oponga
una actividad a que pued ocasionar una profunda hipotensión, bradicardia o paro cardíaco.
Los AINES pueden reducir los efectos antihipertensivos de los beta-bloqueantes. Los pacientes tratados con atenolol para
reducir se hipertensión deberán ser vigilados por si se produjera una disminución del efecto antihipertensivo.
Estudios in vitro han demostrado un efecto inotrópico positivo del jenjibre (Zingiber officinale). Es posible teóricamente, que
el jenjibre pueda afectar la acción de los b-bloqueantes aunque no existen datos clínicos. El majuelo, Crataegus laevigata
puede reducir la resistencia vascular periférica. El majuelo se usa en combinación con fármacos antihipertensivos para
conseguir reducciones adicionales de la presión arterial. Por los tanto, los pacientes tratados con esta planta medicinal que
reciban un fármaco capaz de reducir la presión arterial como el acebutolol deberán ser vigilados.

Precauciones

En pacientes bajo tratamiento con digital o diuréticos, se administrará atenolol de forma controlada, ya que puede retrasar la
conducción aurículo-ventricular. Al igual que ocurre con otros betabloqueantes, no debe suspenderse bruscamente el
tratamiento en pacientes con enfermedad isquémica cardíaca. En el caso de que se presente bradicardia excesiva atribuible al
fármaco, deberá reducirse la dosis y, si fuese necesario, suspenderse.
En pacientes con enfermedades crónicas obstructivas de las vías respiratorias se administrará con extremo cuidado, ya que
puede dar lugar a un broncoespasmo. En pacientes asmáticos puede provocar un aumento en la resistencia de las vías aéreas.
Por lo general, este broncoespasmo puede anularse e incluso invertirse con brondodilatadores como salbutamol, isoprenalina
o terbutalina.
En pacientes diabéticos se tendrá presente que los beta-bloqueantes pueden enmascarar la taquicardia, uno de los primeros
síntomas de una reacción hipoglucémica. Por la misma razón, podría enmascarar las primeras manifestaciones de
hipertiroidismo.
Anestesia: El efecto beta-bloqueante podría verse reducido por el efecto de dobutamina o de adrenalina. En la mayoría de los
pacientes no es recomendable retirar los fármacos beta-bloqueantes antes de la cirugía. En el caso de que se decidiera
suspender el medicamento antes de una intervención quirúrgica, la retirada tendrá que hacerse 48 horas antes de la misma.
Si por el contrario se continúa la medicación, deberá tenerse especial precaución con anestésicos como el clopropano,
tricloroetileno o éter. En caso de aparecer predominio de acción vagal, puede corregirse con 1-2 mg de atropina por vía
intravenosa.
Cese del tratamiento con atenolol: En pacientes con enfermedad de arterias coronarias que hayan sido tratados con atenolol,
no debe suspenderse bruscamente el tratamiento. Se han descrito casos de exacerbación severa de angina de pecho, infartos
de miocardio y arritmias ventriculares en pacientes a los que se ha suspendido bruscamente el tratamiento con
betabloqueantes. Estas dos últimas complicaciones pueden producirse con o sin previa exacerbación de angina de pecho. En
caso de que la angina de pecho empeorara o se desarrollara insuficiencia coronaría aguda, se recomienda restaurar la terapia
con atenolol rápidamente, al menos de forma temporal.

EMBARAZO Y LACTANCIA
El Atenolol atraviesa la barrera placentaria, habiéndose detectado en el cordón umbilical, por lo que puede causar daño fetal
cuando se administra a mujeres embarazadas. La administración de atenolol durante el segundo trimestre de embarazo se ha
asociado con el nacimiento de niños con un tamaño inferior al correspondiente a su edad gestacional. No se han llevado a
cabo estudios sobre la utilización de atenolol durante el primer trimestre de embarazo, por lo que la posibilidad de daño fetal
no ha sido excluida. Si se utiliza atenolol durante el embarazo o si la paciente se queda embarazada mientras está en
tratamiento, debe valorarse el riesgo potencial para el feto. Atenolol se excreta en leche materna. Por tanto, hay que tener
precaución cuando se administra en mujeres en período de lactancia. Puede producir una bradicardia selectiva en los
lactantes, especialmente en prematuros y lactantes con función renal alterada.

Forma Farmacéutica

ATENOLOL NORMON 50 mg. Envases con 30 y 60 comprimidos ATENOLOL NORMOL 100 mg. Envases con 30 y 60
comprimidos
ATENOLOL RATIOPHARM 100 mg. Envases con 30 comprimidos
BLOCKIUM 50 mg. Envases con 30 y 60 comprimidos BLOCKIUM 100 mg. Envases con 30 comprimidos
TENORMIN 50 mg. Envases con 30 y 60 comprimidosTENORMIN 100 mg. Envases con 30 comprimidos
2 comentarios:
Propanolol

GRUPO: Beta Bloqueadores

Estructura Química:

PROPANOLOL

FARMACOCINÉTICA

Vía de Administración: Oral

Biodisponibilidad

Buena absorción por via oral , pico sérico 60-90 min. Efecto inmediato por vía EV con actividad durante 2-4 h. Cruza barrera
hemato-encefálica, placentaria y es eliminado por la leche materna

Unión a Proteínas

Volumen de distribución (L/Kg)

Metabolismo
Metabolismo hepático.

Eliminación
Excreción renal
Tiempo de vida media
Vida media 2-6 h, que aumenta con el uso crónico

FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción

Antagonista ß adrenérgico competitivo, no selectivo, sin actividad simpaticomimética intrínseca. Su acción sobre receptores
ß1 incluye: disminución de la frecuencia cardíaca en reposo y ejercicio, gasto cardíaco, tensión arterial sisto-diastólica y
reducción de la hipotensión ortostática refleja. La caída del gasto cardíaco se contrarresta por un aumento reflejo de las
resistencias vasculares sistémicas. A nivel bronquial por sus efectos ß2 produce broncoconstricción. Otros efectos: reducción
del flujo simpático aferente a nivel del SNC y disminución de la secreción de renina.

Efecto y aplicación clínica

Tratamiento del angor pectoris.-Profilaxis a largo plazo tras infarto agudo de miocardio (IAM).-Control de arrítmias cardíacas
(taquicardia paroxística supraventricular)- Tratamiento de la miocardiopatia hipertrófica obstructiva.-Control de la
hipertensión arterial esencial y renal.-Tratamiento auxiliar de la tirotoxicosis y crisis tirotóxicas. -Tratamiento del
feocromocitoma (asociado a alfa bloqueante).-Profilaxis de la migraña.-Tratamiento del tremor esencial.-Control de la
ansiedad y la taquicardia de ansiedad.

Dosis
Dosis inicial de 80 mg/12 h via oral aumentando a intervalos semanales según la respuesta. Dosis habitual 160-320 mg/d.
Máxima 640 mg/d. Propranolol CLS. Dosis inicial 160 mg/d. via oral. Puede aumentarse la dosis a 280 mg/d.

EFICACIA

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento

Frecuentes

Suelen ser moderados y temporales aparecen al inicio del tratamiento y disminuyen con el tiempo. La mayoría atribuibles a
los efectos farmacológicos del propranolol. Cardíacos: bradicardia, hipotensión, bloqueo A-V, insuficiencia cardíaca
congestiva, especialmente en pacientes con mala función ventricular previa. SNC: fatiga, depresión, así como pesadillas y
agitación especialmente en ancianos. Gastrointestinales: nauseas, vómitos, diarrea y leve elevación de transaminasas.
Respiratorio: broncoespasmo especialmente en pacientes con hiperreactividad bronquial.

Infrecuentes

Mialgias y dolores músculo-esqueléticos, impotencia y disminución de la líbido, erupciones cutáneas y púrpura.

CONVENIENCIA
Contraindicaciones

Contraindicación absoluta en: bradicardia severa o bloqueo A-V avanzado en insuficiencia cardíaca congestiva, shock
cardiogénico y en la angina de Prinzmetal, asma bronquial e hiperreactividad bronquial. Contraindicación relativa: diabetes,
hepatopatías (ajustar posología), arteriopatía periférica severa. Precaución en: hipertiroideos. Pacientes con ß-bloqueantes
que deban recibir anestésicos depresores de la contractilidad cardíaca (ciclopropano, tricloroetileno), Plantear retirada antes
de intervención. Evitar supresión brusca del tratamiento por riesgo de: isquemia miocárdica, IAM, arrítmias, hipertensión,
crisis tirotóxica en tratados con beta-bloqueantes.

Interacciones

Efecto aditivo con otros hipotensores. Con verapamilo ó diltiazem o con cualquier otro antiarritmico con acción sobre el nodo
A-V (amiodarona, digoxina), posible bloqueo. En la substitución de ß bloqueantes por clonidina disminuir la dosis
progresivamente (riesgo de hipertensión severa
Precauciones

Evitar el uso con guanetidina o reserpina (potenciación de hipotensión ortostática mixta). Evitar otros antiarrítmicos
depresores de la función contráctil. Potenciación efecto hipotensor con haloperidol y fenotiazinas. Con antidepresivos
tricíclicos disminuye la bradicardia producida por beta-bloqueantes. Potencia la acción de los bloqueantes neuromusculares.
Su asociación a ergotamina riesgo de vasoconstricción periférica. La cimetidina aumenta los niveles de propranolol.Los
AINEs disminuyen su efecto hipotensor. Inhibe el metabolismo hepático de la teofilina. En embarazo y lactancia se considera
dentro de la categoría C.

Forma Farmacéutica
Propranolol clorhidrato comprimidos de 10 y 40 mg. Propranolol clorhidrato comprimidos de liberación sostenida (CLS). 160
mg. Propranolol clorhidrato ampollas 5 ml (5 mg) 1 ml = 1 mg.
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Captopril

GRUPO: Inhibidores ECA

Estructura Química:

FARMACOCINÉTICA
Vía de Administración: Oral

Biodisponibilidad: se absorbe rápidamente oral, alcanzándose el nivel plasmático máximo aproximadamente en una hora. La
absorción mínima es del 75% de la dosis administrada y disminuye de un 30 a un 50% por la presencia de alimentos en el
tracto gastrointestinal.
Unión a Proteínas Aproximadamente un 30% de la dosis circula unida a las proteínas plasmáticas

Volumen de distribución (L/Kg)en voluntarios sanos es de 0.7 l/kg.

Metabolismo Aproximadamente el 50% es metabolizado, dando origen a dos metabolitos inactivos; el dímero disulfito de
captopril y el disulfito de cisteína de captopril

Eliminación eliminado por la orina representa un 95% de la dosis absorbida, eliminándose como fármaco inalterado del 40 al
50% y el resto como metabolitos.

Tiempo de vida media es inferior a 3 horas.

FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción

El mecanismo de acción de captopril aún no ha sido completamente dilucidado. Sus efectos benéficos en la hipertensión y en
la insuficiencia cardiaca parecen ser sobre todo el resultado de la supresión del sistema renina-angiotensina-aldosterona. No
existe una correlación consistente entre los niveles de renina y la respuesta al fármaco.
Captopril evita la conversión de angiotensina I en angiotensina II al inhibir la enzima convertidora de la angiotensina (ECA).
La disminución de la angiotensina II ocasiona que se reduzca la secreción de aldosterona y como resultado pueden
presentarse leves elevaciones del potasio sérico con pérdida de sodios y líquidos.
La administración de captopril produce disminución de la resistencia arterial periférica en pacientes hipertensos, sin cambios
en el gasto cardiaco o con aumento del mismo.
La ECA es idéntica a la bradicininasa, por ello captopril interfiere con la degradación de la bradicinina e incrementa sus
concentraciones plasmáticas, coadyuvando con esto al efecto terapéutico de captopril
Los efectos antihipertensivos persisten durante un mayor periodo que la inhibición demostrable de la ECA circulante. No se
sabe si la ECA presente en el endotelio vascular es inhibida durante mayor tiempo que la ECA de la sangre circulante.

Efecto y aplicación clínica


Tratamiento de la hipertensión arterial Insuficiencia cardíaca: el captopril está indicado en el tratamiento de la insuficiencia
cardíaca. Aunque su efecto terapéutico no requiere la presencia de digital, en la mayor parte de los ensayos clínicos realizados
el paciente recibía diuréticos y digital junto con captopril.
Infarto de miocardio: el captopril está indicado en el postinfarto de miocardio tras 72 horas de estabilidad hemodinámica en
pacientes que hayan presentado insuficiencia cardíaca en el curso de la enfermedad o que tenga evidencia de fracción de
eyección disminuida.
El captopril puede ser administrado a pacientes en tratamiento con otras terapias postinfarto de miocardio, como
trombolíticos, salicilatos o betabloqueantes.
Nefropatía diabética el captopril está indicado en el tratamiento de la nefropatía diabética en pacientes insulinodependientes,
ya sean normotensos o hipertensos. El captopril previene la progresión de la enfermedad renal y reduce las secuelas clínicas
que a ella se asocian (incluyendo la necesidad de diálisis, trasplante renal y la mortalidad).

Dosis

Hipertensión: El captopril está indicado en el tratamiento de la hipertensión. El captopril es eficaz solo o en combinación con
otros agentes antihipertensivos, especialmente con los diuréticos tiazídicos. Los efectos hipotensores del captopril y de las
tiazidas son prácticamente aditivos.
Antes de iniciar el tratamiento con el captopril deben considerarse: el tratamiento antihipertensivo reciente, las cifras
tensionales, la restricción de sal en la dieta y otras situaciones clínicas. Si es posible, deberá retirarse la medicación
antihipertensiva previa una semana antes del inicio del tratamiento con captopril. La dosis inicial de captopril es de 50 mg al
día. Si no se consigue reducir satisfactoriamente la tensión arterial tras una o dos semanas de tratamiento, la dosis puede
incrementarse a 100 mg en dosis única diaria o dividida en dos dosis.
La dosis de captopril para tratar la hipertensión generalmente no debe exceder los 150 mg al día. En ningún caso se debe
superar una dosis máxima de 450 mg al día de captopril. La restricción concomitante de sodio puede ser beneficiosa cuando
se utiliza captopril en monoterapia. Si la presión sanguínea no se ha controlado adecuadamente tras una o dos semanas de
tratamiento, se deberá añadir una dosis baja de un diurético tipo tiazida como hidroclorotiazida (25 mg al día). La dosis de
diurético puede incrementarse a intervalos de una a dos semanas hasta alcanzar la dosis antihipertensiva máxima habitual. Si
se inicia la terapia con captopril en pacientes en tratamiento con diuréticos, éste deberá iniciarse bajo estricto control médico.
En pacientes con hipertensión grave (por ejemplo, hipertensión acelerada o maligna) en los que no es deseable o posible una
interrupción temporal de la terapia antihipertensiva, o si está indicado un rápido descenso de la tensión arterial, deberá
continuarse con el diurético, pero se interrumpirá la medicación antihipertensiva restante, para iniciar rápidamente y bajo
estricto control médico, la administración de captopril a dosis de 25 mg dos o tres veces al día. Cuando la situación clínica del
paciente lo requiera, la dosis diaria de captopril podrá incrementarse (manteniendo la terapia con diurético) cada 24 horas o
menos, bajo supervisión médica continuada, hasta lograr un control satisfactorio de la tensión arterial o alcanzar la dosis
máxima de captopril. En este régimen la asociación de un diurético más potente (por ejemplo, furosemida) puede también
estar indicada.

SEGURIDAD

Los estudios de toxicidad crónica oral se realizaron en rata, ratón, perro y mono. Los efectos tóxicos relevantes y relacionados
con el fármaco incluyen: alteración de la hematopoyesis, toxicidad renal, erosión/ulceración gástrica y alteraciones de los
vasos sanguíneos retinianos.En ratones y ratas tratadas con dosis de 50 a 1350 ml/kg de captopril durante dos años no se
observaron efectos cancerígenos.En conejos, captopril ha demostrado ser embriotóxico. En humanos, el captopril
administrado durante el segundo y el tercer trimestre de embarazo puede causar aumento de la morbilidad y mortalidad de
los fetos y también de los que llegan a término, por lo tanto no debe usarse durante el embarazo.

Reacciones Adversas al Medicamento

Es generalmente bien tolerado(7). Sin embargo, pueden llegar a presentarse principalmentedermatológicos y


gastrointestinales. Menos frecuente los cardiovascular y hematológicos, renaleshepáticos; raramente afecta al Sistema
Nervioso Central (SNC) y al aparato respiratorio.DERMATOLÓGICO: Rash, erupción generalmente maculopapular,
fotosensibilidad, dermatitisexfoliativa, alopecia, eritema multiforme, pénfigo, síndrome de Stevens-
Johnson.GASTROINTESTINALES: anorexia, estreñimiento o/y diarrea, pérdida del gusto, irritación gástrica,dolor
abdominal, disgeusia, úlceras pépticas, dispepsia, sequedad de boca, glositis, pancreatitis.CARDIOVASCULAR: Hipotensión,
angina, fenómeno Raynaud, dolor del pecho, palpitaciones,taquicardia, síncope.HEMATOLÓGICOS: anemia, agranulocitosis
, eosinofília, neutropenia, trombocitopenia,pancitopenia, anemia aplástica o hemolítica, hiperplasia mieloide.RENALES:
proteinuria, frecuencia urinaria, oliguria, poliuria, síndrome nefrótico, nefritis intersticial.HEPÁTICO: Ictericia, colestasis,
hepatitis.SNC: Dolor de cabeza, vértigos, astenia, insomnio, fatiga, parestesias, confusión, depresión,nerviosismo, ataxia,
somnolencia.RESPIRATORIO: Tos de Broncoespasmo, disnea, asma, embolia pulmonar, infarto pulmonarMUSCULO-
ESQUELETICO: Mialgia, artralgia.OTROS: fiebre, vasculitis, impotencia, hiperkalemia, hiponatremia, ginecomastia, rinitis.
Raramentese ha presentado choque, edema de Quincke. Referencia: (6,8)

CONVENIENCIA
Contraindicaciones:

El captopril está contraindicado en pacientes con hipersensibilidad a este medicamento o a cualquier inhibidor de la enzima
conversora de la angiotensina (IECA) (por ejemplo, pacientes que hayan presentado angioedema durante la terapia con
cualquier IECA).
Angioedema: se han observado casos de angioedema en pacientes tratados con IECA, incluyendo captopril. Si el angioedema
afecta a la lengua, glotis o laringe, puede producir obstrucción de las vías aéreas y ser fatal. Se instaurará tratamiento de
urgencia con adrenalina subcutánea al 1:1000. Los casos de hinchazón limitados a cara, mucosa oral, labios y extremidades
generalmente se resuelven suprimiendo el tratamiento con captopril; algunos casos precisan tratamiento médico.
Reacciones anafilactoides durante la diálisis de alto flujo y la aféresis de lipoproteínas: se han descrito casos de aparición de
reacciones anafilactoides en pacientes hemodializados con membranas de diálisis de alto flujo. También se han detectado
reacciones anafilactoides en pacientes que estaban siendo tratados mediante aféresis de lipoproteínas de baja densidad por
absorción con sulfato de dextrano. En estos pacientes debe considerarse la utilización de otro tipo de membrana de diálisis o
de medicación.
Neutropenia y agranulocitosis: la aparición de neutropenia es muy rara (incidencia <> 1,6 mg/dl) pero sin enfermedad
vascular del colágeno, el riesgo de neutropenia en ensayos clínicos fue aproximadamente de un 0,2%. En pacientes con
insuficiencia renal, la utilización de alopurinol concomitantemente con captopril se relaciona con la aparición de neutropenia.
En pacientes con enfermedades vasculares del colágeno (por ejemplo, lupus eritematoso sistémico, esclerodermia) e
insuficiencia renal se presentó neutropenia en un 3,7% de los pacientes en ensayos clínicos.
Generalmente, la neutropenia se ha detectado dentro de los tres meses siguientes al inicio de la terapia con captopril. El
recuento de neutrófilos se normaliza a las dos semanas de la retirada del captopril y las infecciones graves se limitaron a
pacientes clínicamente complejos. Aproximadamente, un 13% de las neutropenias fueron fatales, pero casi todos los casos se
produjeron en pacientes con enfermedades graves, con enfermedades vasculares del colágeno, insuficiencia renal,
insuficiencia cardíaca o terapia inmunosupresora, o una combinación de estos factores. La evaluación del paciente hipertenso
o con insuficiencia cardíaca debe incluir siempre la valoración de la función renal. Si se utiliza captopril en pacientes con
deterioro significativo de la función renal debe evaluarse el recuento leucocitario, previamente al inicio de la terapia y con
intervalos de 2 semanas durante 3 meses y luego periódicamente.
El captopril debe utilizarse tras valorar la relación beneficio/riesgo y con precaución, en pacientes con enfermedad vascular
del colágeno o que están expuestos a otros fármacos que puedan afectar a la serie blanca o a la respuesta inmune, y
específicamente cuando existe alteración de la función renal. Como la supresión de la terapia con captopril y otros fármacos
origina por lo general una rápida restitución del contaje normal de las células blancas, si se confirma la existencia de
neutropenia (< 1.000 neutrófilos/mm3), se debe interrumpir la administración de Capoten y seguir de cerca la evolución del
enfermo.
Proteinuria: se ha observado proteinuria >1 g/día en el 0,7% de los pacientes en tratamiento con captopril. El 90% de estos
pacientes mostraba evidencia de nefropatía previa, habían recibido dosis relativamente altas de captopril (> 150 mg/día) o
ambos. Aproximadamente 1/5 de los pacientes proteinúricos presentaron síndrome nefrótico. En la mayoría de los casos, la
proteinuria decrece o desaparece en 6 meses, tanto si se continúa el tratamiento con captopril como si no. Los parámetros de
función renal como el nitrógeno ureico y la creatinina raramente se alteran en los pacientes con proteinuria.
En un estudio multicéntrico, doble ciego y controlado con placebo, que incluyó 207 pacientes con nefropatía diabética y
proteinuria (> 500 mg al día) se logró una reducción importante en la proteinuria por el tratamiento con captopril a dosis de
75 mg al día durante un tiempo promedio de 3 años. No se sabe si la terapia prolongada con captopril en pacientes afectos de
otros tipos de nefropatía tiene efectos similares. Deberá estimarse la proteinuria de los pacientes con enfermedad renal previa
o que reciban más de 150 mg al día de captopril (mediante tiras reactivas con primera orina de la mañana) antes del
tratamiento y periódicamente una vez iniciado éste.
Hipotensión: en raras ocasiones se observó hipotensión grave en pacientes hipertensos, pero es una consecuencia posible del
uso de captopril en pacientes con depleción hidrosalina (por ejemplo, los tratados intensamente con diuréticos), con
insuficiencia cardíaca o en diálisis.
En los pacientes hipertensos, puede minimizarse la posibilidad de aparición de hipotensión sintomática con las primeras
dosis de captopril aumentando la ingesta de sal o suspendiendo la terapia con diuréticos una semana antes de iniciar el
tratamiento con captopril o iniciando la terapia con dosis bajas (6,25 ó 12,5 mg). Alternativamente, puede darse la primera
dosis bajo supervisión médica que debe mantenerse al menos durante una hora tras la toma. La hipotensión transitoria no
contraindica la administración de dosis posteriores una vez que haya aumentado la presión arterial.
En pacientes afectos de insuficiencia cardíaca con tensión arterial normal o baja, se detectaron caídas transitorias de la
tensión arterial media >20% en aproximadamente la mitad de los pacientes. Esta hipotensión transitoria es más frecuente
que aparezca tras las primeras dosis, y suele tolerarse bien, siendo asintomática o acompañándose de una leve sensación de
inestabilidad. En estos pacientes, debido a la posible caída brusca de la tensión arterial se debe iniciar el tratamiento bajo
estricta supervisión médica. Una dosis inicial de 6,25 ó 12,5 mg de captopril dos o tres veces al día puede minimizar el efecto
hipotensor. Los pacientes deben ser controlados durante las dos primeras semanas de tratamiento y siempre que se
incremente la dosis de captopril y/o diurético. La hipotensión en sí no es razón suficiente para interrumpir la terapia con
captopril. La magnitud de este descenso tensional es máxima al inicio del tratamiento y se estabiliza en 1 ó 2 semanas,
volviendo generalmente la presión arterial a sus valores iniciales en dos meses, sin que se reduzca la eficacia terapéutica.
Insuficiencia renal. Hipertensión: en pacientes con hipertensión arterial tratada con captopril, en especial los pacientes que
padecen estenosis severa de la arteria renal, se han producido incrementos del nitrógeno ureico y la creatinina sérica tras
reducirse la presión arterial con captopril. De aparecer este síndrome, puede ser preciso reducir la dosis de captopril y/o
suspender el diurético. Insuficiencia cardíaca: durante los tratamientos prolongados con captopril alrededor de un 20% de los
pacientes con insuficiencia cardíaca desarrollan elevaciones estables del nitrógeno ureico y la creatinina sérica de más de un
20% sobre su nivel basal. Menos del 5% de los pacientes, generalmente afectos de enfermedades renales graves previas,
precisan la interrupción del tratamiento por el progresivo incremento de la creatinina.
Hiperpotasemia: se han observado elevaciones del potasio en algunos pacientes tratados con IECAs, captopril incluido. Los
pacientes con riesgo de desarrollar hipercaliemia al ser tratados con IECAs son: los afectos de insuficiencia renal, diabetes
mellitus, y los que están tratados concomitantemente con diuréticos ahorradores de potasio, suplementos de potasio o
sustitutos de la sal que contienen potasio, o con otros fármacos asociados con elevaciones del potasio sérico (por ejemplo,
heparina). Insuficiencia hepática: raramente se ha asociado los IECAs a un síndrome que se inicia con ictericia colostática y
progresa a necrosis hepática fulminante y que a veces es mortal. El mecanismo productor de este síndrome es desconocido.
En los pacientes tratados con IECAs en quienes aparezcan ictericia o elevaciones marcadas de los enzimas hepáticos debe
suspenderse el IECA y se debe realizar un seguimiento médico apropiado.
Tos: se detectó en el 0,5-2% de los pacientes. Suele ser no productiva, persistente y ceder al suspender el tratamiento. La tos
inducida por los IECAs debe tenerse en cuenta como parte del diagnóstico diferencial de la tos.
Cirugía y anestesia: en pacientes sometidos a cirugía mayor, o durante la anestesia con agentes que producen hipotensión, el
captopril puede bloquear la formación de angiotensina II secundaria a la liberación compensatoria de renina. Si aparece
hipotensión y se considera producida por este mecanismo, podría corregirse mediante expansores del volumen plasmático.
Si se administran durante el 2º y 3er trimestre del embarazo, los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina
(grupo al que pertenece captopril) pueden causar daño y muerte fetal. Si se detecta embarazo, el captopril debe suspenderse
lo antes posible. La concentración de captopril en la leche materna es aproximadamente un 1% de la plasmática. Debido a la
posible aparición de efectos adversos graves inducidos por el captopril en los lactantes, deberá decidirse si se suspende el
tratamiento o la lactancia, teniendo en cuenta la importancia del tratamiento para la madre.
Uso pediátrico: no se ha establecido la eficacia y seguridad de captopril en niños ni lactantes. Se utilizará bajo estricto control
médico y exclusivamente en los casos en que los beneficios potenciales justifiquen posibles riesgos.

Interacciones

Diuréticos: los pacientes tratados con diuréticos, en especial aquellos en los que dicha terapia se ha instaurado recientemente,
así como los que siguen una dieta con una restricción de sal severa o están en diálisis, pueden presentar ocasionalmente una
caída brusca de la presión sanguínea, generalmente en la primera hora tras recibir la dosis inicial de captopril.
Antiácidos: los antiácidos pueden reducir la absorción gastrointestinal del captopril
Antidiabéticos: el captopril y, posiblemente otros inhibidores de la ECA, pueden incrementar la actividad de los antidiabéticos
orales con el riesgo correspondiente de hipoglucemia. Esta ha sido observada en pacientes tratados con gliburida o
metformina cuando se añadió el captopril a su tratamiento antidiabético.
Agentes vasodilatadores: se administrarán con precaución los fármacos con actividad vasodilatadora, y se considerará el uso
de dosis inferiores a las habituales.
Agentes que modifican la actividad simpática: los agentes que modifican la actividad simpática (por ejemplo, agentes
bloqueantes ganglionares o bloqueantes de la neurona adrenérgica) deben utilizarse con precaución.
Agentes que incrementan el potasio sérico: los diuréticos ahorradores de potasio como espironolactona, triamtereno o
amiloride, y los suplementos de potasio sólo se administrarán, y con precaución, en caso de hipopotasemia documentada, ya
que pueden producir un incremento del potasio sérico importante. Los sustitutos de la sal que contienen potasio se utilizarán
también con precaución.
Digoxina: las concentraciones séricas de digoxina pueden aumentar en un 15-30% en pacientes con insuficiencia cardíaca
congestiva tratados al mismo tiempo con captopril. Sin embargo, en un estudio en voluntarios sanos no se observó evidencia
de una interacción farmacocinética directa. No está, por tanto, muy clara la significancia clínica de esta interacción
Inhibidores de la síntesis de prostaglandinas: la indometacina puede reducir el efecto antihipertensivo de captopril,
especialmente en caso de hipertensión con reninemia baja. Otros agentes AINEs (por ejemplo, salicilatos) pueden tener el
mismo efecto.
Litio: se han detectado incrementos de los niveles séricos de litio y síntomas de intoxicación en pacientes en tratamiento
concomitante con IECA. Estos fármacos deben ser coadministrados con precaución y se recomienda monitorizar con
frecuencia los niveles séricos de litio. Si también se administra un diurético, puede aumentar el riesgo de toxicidad por litio.
Azatioprina: el uso de inhibidores de la ECA en pacientes hipertensos tratados con azatioprina ha mostrado inducir anemia y
leucopenia severa. Debe evitarse el uso de esta combinación siempre que sea posible, Cuando es necesario un tratamiento con
azatioprina y ramipril, el paciente deberá ser vigilado cuidadosamente para detectar la posible aparición de la mielosupresión.
Ciclosporina: se han observado algunos casos de insuficiencia renal aguda cuando se añadió fosinopril a pacientes
transplantados tratados con ciclosporina. El efecto vasoconstrictor aferente renal de la ciclosporina y a la hipoperfusión renal
producida por este fármaco, requiere de una respuesta por parte de la angiotensina II para mantener la velocidad de filtración
glomerular. La inhibición de la enzima de conversión puede reducir la función renal. Hay que vigilar estrechamente la función
renal en los pacientes que reciben ciclosporina y inhibidores de la ECA simultáneamente.
Probenecid: el probenecid disminuye la secreción renal tubular del captopril, lo que ocasiona una elevación de las
concentraciones plasmáticas del fármaco. Si se administra el probenecid a un paciente estabilizado, puede producirse
hipotensión. Esta interacción parece tener menor importancia si el captopril es añadido una vez que el paciente ha sido
estabilizado con probenecid
El espino blanco, Crataegus laevigata puede reducir la resistencia vascular periférica. El uso de esta planta medicinal en
combinación con fármacos antihipertensivos puede ocasionar reducciones adicionales de la presión arterial en algunos
individuos y por lo tanto se deberá comprobar con frecuencia la presión arterial en estos pacientes.
Interacción con pruebas de laboratorio: Captopril puede originar falsos positivos en el test de acetona en orina.

Precauciones

Debe usarse bajo vigilancia médica en pacientes con problemas renales y vasculares.En pacientes que reciben tratamientos
diuréticos o que se están sometiendo a hemodiálisis sedebe tener precaución ya que pueden causar hipovolemia. Se debe
considerar siempre el riesgode agranulocitosis y neutropenia. El diagnóstico diferencial en la tos secundaria a uso de
Captoprildebe hacerse durante el tratamiento. Se puede desarrollar o progresar la proteinuria en tratamientocon Captopril,
por lo que debe considerarse en pacientes con síndrome nefrítico. Se debe tener. (1)Diuréticos y otros antihipertensivos
incrementan su efecto hipotensor. Antiinflamatorios no esteroideos disminuyen el efecto antihipertensivo.Con sales de
potasio o diuréticos ahorradores de potasio se favorece la hiperpotasemia.
Forma Farmacéutica

CAPOTEN Comp. ranurados DE 25, 50 Y 100 mg


CAPOTEN COR Comp. ranurados 12,5 mg
CAPTOPRIL ALTER EFG Comp. 100 mg, 50 y 25 mg
CAPTOPRIL MERCK EFG Comp. 25 y 50 mg
CAPTOPRIL NORMON EFG Comp. 25, 50 mg y 100 mg
CAPTOPRIL RATIOPHARM comp. 25, y 50 mg
CESPLON Comp. 100, 50 y 25 mg
CESPLON COR Comp. 12,5 mg
GARANIL 100, 50 y 25 mg
TENSOPREL Comp. 100, 50 y 25 mg

BIBLIOGRAFÍA
1. AHFS Drug Information. USA: American Society of Health-System Pharmacists. 2001:1544-1554.
2. Martindale. The Extrafarmacopoeia. London: The Royal Pharmaceutical Society.1996: 189-190.
3.http://www.farmaconsulta.cl/escuela_medicamentos/vademecum/c/p_vademecum_captopril.html
4. Goodman & Gilman’s. The Pharmacology Diseases and Therapeutics. USA: Medical Publishing Division. Mc. Graw-
Hill.2001: 809-911.
5. Rodolfo Rodríguez Carranza. Vademécum Académico de Medicamentos (VAM). México: UNAM. Mc. Graw-
HillInteramericana. 1999: 133-134.
6. http://www.farmaciasahumada.cl/stores/fasa/html/Mft/drogas/d549.htm
7. Drug Facts Comparisons. Pocket Version. USA: Facts and Comparisons. 2001: 272-279.
8. http://www.nursespdr.com/members/database/ndrhtml/captopril.html
9. PLM. Diccionario de Especialidades Farmacéuticas. México: Thomson Healthcare. 2001: 332-336.
10.http://www.imss.gob.mx/nr/imss/cicbis/consulta_archivos/ConsultaMedicamentos_archivos/grupos/Grupo%203%20C
ardiolog%EDa.html
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Enalapril

PERFIL FARMACOLÓGICO DE ENALAPRIL

GRUPO: Inhibidores ECA

Estructura Química:
FARMACOCINÉTICA

Vía de Administración: Oral

Biodisponibilidad

Unión a Proteínas

Volumen de distribución (L/Kg)

Metabolismo

Eliminación

Tiempo de vida media

FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción
Enalapril controla la presión arterial. El mecanismo exacto de acción se
desconoce. Se piensa que está relacionado con la actividad de inhibición
competitiva de la enzima convertidora de la angiotensina I (ECA), con la
consecuente disminución de la tasa de conversión de angiotensina I en
angiotensina II, este último es un potente vasoconstrictor y según se cree
responsable de la elevación de la presión arterial. La disminución de las
concentraciones de angiotensina II resulta en un aumento secundario de la
actividad de la renina en el plasma, mediante la remoción del mecanismo de
retroalimentación negativa de la liberación de renina, y una reducción directa
de la secresión de aldosterona. Los inhibidores ECA pueden ser efectivos para controlar la presión arterial, en hipertensos con
actividad de la renina
baja, normal o elevada. Los inhibidores ECA reducen la resistencia arterial
periférica. Adicionalmente, se ha sugerido pero no se ha probado un efecto
posible sobre el sistema calicreina-cinina (interferencia con la degradación y
disminución resultante de las concentraciones de bradicinina) y un aumento
de la síntesis de prostaglandinas.
Enalapril ejerce acción vasodilatadora siendo de utilidad en insuficiencia
cardiaca congestiva: Disminuye la resistencia vascular periférica (postcarga),
la presión capilar pulmonar (precarga) y la resistencia vascular pulmonar;
mejora la expulsión cardiaca y la tolerancia al ejercicio.

Efecto y aplicación clínica


Tratamiento de hipertensión arterial solo o asociado a diuréticos tiazídicos.
Tratamiento de la insuficiencia cardiaca congestiva en asociación con
diuréticos y terapia digitálica que no responde a otras medidas.
Tratamiento de pacientes con disfunción ventricular izquierda consecutiva a
infarto de miocardio, clínicamente estables (fracción de eyección
ó 35%)
para mejorar la supervivencia y disminuir la incidencia de insuficiencia
cardiaca manifiesta y hospitalización subsecuente por insuficiencia cardiaca
congestiva.
Tratamiento de la hipertensión o de la crisis renal en esclerodermia

Dosis
Dosis usual para adultos y adolescentes
Antihipertensivo
Inicial:
Oral, 5 mg una vez al día, la dosis deberá incrementarse, si fuera
necesario después de una a dos semanas, de acuerdo a la
respuesta clínica.
Dosis de mantenimiento: Oral, 10 a 40 mg por día, como una simple
dosis o dos dosis divididas

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento

Nota: Se ha reportado insuficiencia renal reversible especialmente en


estenosis bilateral de la arteria renal, o estenosis de arteria renal en pacientes
con un solo riñón.
Raramente se ha reportado hepatotoxicidad en pacientes recibiendo
captopril. Más frecuentemente se ha reportado colestasis, aunque necrosis
hepática y daño hepatocelular también se ha reportado. Los síntomas de
presentación más comunes son ictericia, prurito y molestias abdominales. La
hepatotoxicidad asociada a inhibidores ECA es reversible después de
descontinuar la terapia.
Los siguientes efectos adversos se pueden necesitar atención médica:
Incidencia menos frecuente: hipotensión, erupción de la piel con o sin prurito,
fiebre y dolor articular.
Incidencia rara: angioedema de las extremidades, cara, labios, membranas
mucosas, lengua, glotis, y/o laringe., dolor torácico, hiperkalemia, neutropenia
o agranulocitosis.
Necesitan atención si persiste la molestia:
Incidencia más frecuente: Tos, seca y continua, cefalea. Incidencia poco
frecuente: Diarrea, disgeusia, fatiga, náusea.

CONVENIENCIA
Contraindicaciones

Historia de Angioedema, o angioedema durante la terapia con otro inhibidor


de la enzima convertidora. O angioedema hereditaria. Angioedema idiopática.
Estenosis aortica. Enfermedad cerebrovascular. Enfermedad cardiaca
isquémica. Enfermedad severa autoinmune, especialmente lupus eritematoso
(SLE), otras enfermedades vasculares del colágeno o esclerodermia.
Depresión de la médula ósea. Diabetes mellitus. Hiperkalemia.
Estenosis de la arteria renal, bilateral o en riñón único. Trasplante renal.
Insuficiencia renal.
Sensibilidad a un inhibidor ECA prescrito u otro.
Pacientes con baja ingesta de sodio o en hemodiálisis, usarlo con precaución.
Insuficiencia hepática

Interacciones
El alcohol, diuréticos, y otras medicaciones hipotensoras pueden producir
efectos hipotensores aditivos con enalapril; agentes antihipertensivos que
causan liberación de renina o afectan la actividad simpática tienen mayores
efectos aditivos; el uso concurrente de enalapril con agentes
betabloqueadores también tiene efectos aditivos; dado que algunos
antihipertensivos y/o combinaciones de diuréticos puede ser usado para
obtener ventajas terapéuticas, deberá ser necesario ajustar las dosis durante
el uso concurrente o cuando una de las drogas debe descontinuarse. Si
existiera absorción sistémica importante de productos betabloqueadores
oftálmicos, estos pueden potenciar los efectos de enalapril. Puede ocurrir
hipotensión severa y súbita dentro de las primeras cinco horas después de la
dosis inicial de un inhibidor ECA, particularmente en pacientes con deplesión
de volumen y sodio como resultado de terapia diurética, en estos casos iniciar
la terapia con enalapril a bajas dosis o descontinuar el uso de diuréticos o
aumentar la ingesta de sal aproximadamente 1 semana antes de iniciar la
terapia con enalapril para minimizar esta reacción: Esta reacción no suele
recurrir con las dosis subsecuentes, sin embargo deberá tenerse cuidado
cuando se incremente la dosis; posteriormente la terapia con diuréticos puede
ser restituida, si fuera necesario. El riesgo de insuficiencia renal puede estar
aumentado en pacientes con deplesión de volumen y sodio como resultado
de terapia con diuréticos. Enalapril puede reducir el aldosteronismo
secundario y la hipokalemia causada por diuréticos).
El uso concurrente de antiinflamatorios no esteroides puede reducir los
efectos antihipertensivos de enalapril.
El uso de sangre procedente de bancos de sangre con alto contenido de
potasio, ciclosporina, diuréticos ahorradores de potasio, suplementos de
potasios o sustancias con alto contenido de potasio, sustitutos de sal, con
enalapril puede resultar en hiperkalemia debido a la reducción de la secresión
de aldosterona inducida por enalapril; se recomienda determinaciones
frecuentes de potasio sérico durante el uso concurrente de estas
medicaciones; no es recomendable el uso concurrente de estas
medicaciones en la insuficiencia cardiaca congestiva.
El uso simultáneo con depresores de la médula ósea incrementa el riesgo de
neutropenia o agranulocitosis
El uso de terapia a base de estrógenos puede producir retención de líquidos
e incremento de presión arterial con disminución de los efectos de enalapril,
ejercer cuidado durante la terapia conjunta.
Se ha reportado aumentos reversibles de las concentraciones séricas de litio
y toxicidad durante la terapia concurrente.
El uso simultáneo con simpaticomiméticos puede reducir el efecto
antihipertensivo de enalapril.
Alteraciones de los valores de laboratorio:
El uso de enalapril en pacientes con estenosis de la arteria renal puede
causar una disminución reversible en la localización y excreción de
iodohipurato I 231/I 131 o tecnecio Tc99m pentetato en el riñón afectado.
Las concentraciones de fosfatasa alcalina, bilirrubina sérica, transaminasas
séricas, titulaciones de anticuerpos antinucleares, nitrógeno sanguíneo en
úrea y creatinina sérica pueden estar transitoriamente elevados,
especialmente en pacientes con enfermedad parenquimal renal o
renovascular que tienen deplesión de volumen y sodio, en pacientes con
estenosis de arteria renal o después de reducción rápida de hipertensión de
larga data o severa.
La concentración de hemoglobina, el hematocrito y el potasio sérico pueden
estar ligeramente aumentados como resultado de concentraciones reducidas
de aldosterona y reducción concomitante de la tasa de filtración glomerular,
especialmente en pacientes con insuficiencia renal.
La concentración de sodio sérico puede estar ligeramente disminuida,
especialmente durante la terapia inicial.
No se han reportado interacciones con alimentos.

Precauciones
Pacientes sensibles a un inhibidor ECA puede serlo a otro.
Carcinogenicidad: Estudios en ratas no demostró tumorigenicidad o
carcinogenicidad.
Mutagenicidad: No se evidención en los estudios realizados.
Gestación/Reproducción:
Fertilidad: No se ha observado efectos en la reproducción en estudios en
ratas.
Embarazo: Los inhibidores ECA pueden causar morbilidad y mortalidad fetal y
neonatal cuando se administra a mujeres gestantes. Deben descontinuarse
tan pronto se detecte la gestación. Atraviesan la placenta. La exposición fetal
durante el segundo y tercer trimestre puede causar hipotensión, falla renal,
anuria, hipoplasia esquelética, y eventualmente muerte en el recién nacido.
Se ha reportado oligohidramnios materno, probablemente como resultado de
la disminución de la función renal fetal.
Enalapril es removible por diálisis peritoneal. No hay datos apropiados
respecto a la eficacia de la hemodiálisis y no existe información sobre el uso
de exanguineo transfusión para removerlo de la circulación general. Se
recomienda que los infantes expuestos in útero a los inhibidores ECA deben
ser cuidadosamente observados por hipotensión, oliguria e hiperkalemia. La
oliguria debe ser tratada con medidas de soporte para mantener la de la
presión arterial y perfusión renal administrando líquidos y presores
apropiados.
Se han reportado casos severos de retardo de crecimiento intrauterino,
sufrimiento fetal e hipotensión. Muerte neonatal a ocurrido en ratas que
recibieron hasta 2000 veces las dosis recomendadas para humanos. Muerte
fetal se ha observado en conejos que tomaron 333 veces la dosis máxima
recomendada en humanos y una incidencia muy baja de malformaciones
craneanas en los nacidos vivos. No se apreció teratogenicidad en conejos.
FDA Gestación categoría C 1er trimestre
FDA Gestación categoría D 2do y 3er trimestre.
Lactancia: Enalapril se distribuye en la leche materna. No obstante, no se
han documentado problemas en humanos.
Pediatría: No se han realizado estudios apropiados relacionados con la edad
en la población pediátrica. Sin embargo, el uso de inhibidores ECA en un
limitado número de neonatos e infantes ha permitido identificar algunos
problemas potenciales. En neonatos e infantes hay riesgo de oliguria y
anormalidades neurológicas, posiblemente como resultado de la disminución
del flujo renal y cerebral, secundario a reducciones prolongadas de la presión
arterial; se recomienda iniciar el tratamiento con la dosis diaria mas baja y
monitorización estrecha.
Geriatría: Los inhibidores ECA parecen ser mas eficaces en pacientes con
actividad de renina plasmática normal o alta. Dado que la renina parece
disminuir con la edad, los individuos de edad avanzada pueden ser menos
sensibles a los efectos hipotensores de estos medicamentos.

Forma Farmacéutica

BIBLIOGRAFÍA

http://www.hersil.com.pe/Cont2/insertos/Enalapril.pdf
2 comentarios:
Amlodipino
GRUPO: Bloqueadores de canales de calcio dihidropiridínicos

Estructura Química:

AMLODIPINO

FARMACOCINÉTICA
Absorción: después de la administración oral de dosis terapéuticas, amlodipino se absorbe bien, alcanzando concentraciones
máximas en la sangre a las 6-12 horas de la administración. La absorción de amlodipino no se modifica con la ingesta de
alimentos. La biodisponibilidad absoluta ha sido estimada entre el 64 y el 80%. Biotransformación/eliminación: la semivida
plasmática de eliminación final es de unas 35-50 horas, y permite la administración de una vez al día. Después de la
administración continuada se alcanzan concentraciones plasmáticas estables a los 7-8 días. Amlodipino se metaboliza
ampliamente en el hígado hasta metabolitos inactivos, eliminándose por la orina hasta el 10% del fármaco inalterado, y el
60% de los metabolitos. En los pacientes con cirrosis la semivida de eliminación es prolongada de modo significativo [1]. La
farmacocinética de la amlodipina no es afectada de forma significativa por la insuficiencia renal. En los ancianos la AUC
aumenta en un 40-60% y el aclaramiento plasmático aumenta igualmente de forma significativa

Vía de Administración: Oral


Biodisponibilidad

Después de la administración oral de dosis terapéuticas, amlodipino se absorbe bien, alcanzando concentraciones máximas
en la sangre a las 6-12 horas de la administración. La absorción de amlodipino no se modifica con la ingesta de alimentos.

La biodisponibilidad absoluta ha sido estimada entre el 64 y el 80%.

Unión a Proteínas

Volumen de distribución (L/Kg)


El volumen de distribución es aproximadamente de 21 l/kg.

Metabolismo

Amlodipino se metaboliza ampliamente en el hígado hasta metabolitos inactivos, eliminándose por la orina hasta el 10% del
fármaco inalterado, y el 60% de los metabolitos. En los pacientes con cirrosis la semivida de eliminación es prolongada de
modo significativo [1]. La farmacocinética de la amlodipina no es afectada de forma significativa por la insuficiencia renal. En
los ancianos la AUC aumenta en un 40-60% y el aclaramiento plasmático aumenta igualmente de forma significativa
Eliminación

Tiempo de vida media

La semivida plasmática de eliminación final es de unas 35-50 horas, y permite la administración de una vez al día. Después de
la administración continuada se alcanzan concentraciones plasmáticas estables a los 7-8 días

FARAMACODINAMICA

Mecanismo de acción
El mecanismo exacto, por el que la amlodipina alivia la angina, no se ha determinado plenamente, pero este fármaco reduce la
carga isquémica total mediante las dos acciones siguientes:
mediante una dilatación de las arteriolas periféricas, reduciendo así la resistencia periférica total (postcarga), frente a la que
trabaja el corazón. Como la frecuencia cardiaca permanece estable, este desahogo del corazón reduce el consumo de energía
del miocardio, así como sus necesidades de oxígeno.
mediante la dilatación de las grandes arterias coronarias, así como las arteriolas, tanto en las zonas normales, como en las
isquémicas. Esta dilatación aumenta el aporte de oxígeno al miocardio en pacientes con espasmo de las arterias coronarias
(angina variante o de Prinzmetal), y contrarresta la vasoconstricción coronaria inducida por el tabaco.
En los enfermos hipertensos, la administración de una vez al día logra reducciones clínicamente significativas de la presión
arterial, tanto en posición supina como erecta, a lo largo de 24 horas. Igualmente, en pacientes con angina, la administración
de amlodipina, una vez al día, produjo un incremento en el tiempo total de ejercicio, tiempo hasta la aparición de la angina,
tiempo hasta que se produce una depresión de 1 mm del segmento ST, y disminuyó el número de ataques y consumo de
tabletas sublinguales de nitroglicerina.
En los estudios in vitro se ha demostrado que aproximadamente el 97,5% de la amlodipina circulante está unida a las
proteínas plasmáticas. La amlodipina no se ha relacionado con ningún efecto metabólico adverso, ni con alteraciones de los
lípidos plasmáticos, y es adecuado para su administración a enfermos con asma, diabetes y gota. Estudios hemodinámicos y
ensayos clínicos controlados basados en pruebas de esfuerzo, en pacientes con insuficiencia cardiaca de clase II-IV de la
NYHA han mostrado que la amlodipina no produce deterioro clínico, determinado por la medición de la tolerancia al
ejercicio, fracción de eyección ventricular izquierda y sintomatología clínica. Un estudio controlado con placebo (PRAISE)
diseñado para evaluar la amlodipina en pacientes con insuficiencia cardiaca de clases III-IV de la NYHA que recibían
digoxina, diuréticos e inhibidores de la ECA ha demostrado que el fármaco no produjo un incremento del riesgo de
mortalidad o de morbilidad y mortalidad combinadas en pacientes con insuficiencia cardiaca. De acuerdo con el mismo
estudio (PRAISE), se observó con amlodipina una reducción estadística y clínicamente significativa de la mortalidad y de la
morbilidad y mortalidad combinadas, en un subgrupo de pacientes que no presentó síntomas o signos clínicos sugerentes de
enfermedad isquémica subyacente.

Efecto y aplicación clínica


Tratamiento de la hipertensión

Dosis
Adultos: Inicialmente 5 mg/dia una vez al día con una dosis máxima de 10 mg/dia. Los efectos antihipertensivos máximos
pueden tardar varias semanas en establecerse plenamente. En los pacinetes con insuficiencia hepática la dosis inicial se debe
reducir en un 50%
Ancianos: la dosis inicial debe ser de 2.5 mg una vez al día, ajsutándose posteriormente en función de la respuesta obtenida
Niños: la seguridad y eficacia de la amlodipina no ha sido establecida
EFICACIA

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento


La amlodipina es, por regla general, bien tolerada en dosis de hasta 10 mg/día. Se han observado reacciones adversas ligeras o
moderadas casi siempre relacionadas con los efectos vasodilatadores periféricos del fármaco. Otros efectos secundarios poco
frecuentes son angioedema, reacciones alérgicas y eritema multiforme.

Frecuentes
Las jaquecas y el edema son los dos efectos secundarios más frecuentes. También pueden aparecer debilidad, mareos, sofocos
y palpitaciones y suelen estar relacionados con la dosis.

Infrecuentes
En la experiencia postmarketing con amlodipina se han comunicado ictericia y elevación de las transaminasas consistentes
con colestasis o hepatitis en algunos pacientes. También se han comunicado casos raros de pancreatitis.
En algún caso se ha comunicado ginecomastia aunque su relación con la amlodipina no ha sido establecida con toda
seguridad. También se han observado raramente hiperplasia gingival, leucopenia y trombocitopenia y se han comunicado los
siguientes efectos adversos cuya relaciòn con la amlodipìna es dudosa: vasculitis, bradicardia sinusal, angina, isquemia
periférica, neuropatía periférica, síncope, hipotensión ortostática, parestesias, temblores, vértigo, visión borrosa , anorexia,
constipacion, diarrea, disfagia, y flatulencia

CONVENIENCIA

Contraindicaciones
amlodipina está estructuralmente emparentada con la nifedipina (una 1,4-dihidropiridina) y está contraindicada en pacientes
con hipersensibilidad a las dihidropiridinas.
La amlodipina deber empleada con precaución en pacientes con severa bradicardia o fallo cardiaco (en particular cuando se
asocia a un b-bloqueante) debido a la posibilidad de un shock cardiogénico por sus propiedades inotrópicas negativas y
potentes efectos hipotensores. Los pacientes con disfunción del ventrículo izquierdo que reciban amlodipina para el
tratamiento de la angina deberán ser estrechamente vigilados para comprobar que el fármaco no empeora la insuficiencia
cardíaca. Aunque la amlodipina ha mostrado no empeorar la insuficiencia cardiaca de grado III, se debe evitar en los
pacientes con insuficiencia cardiaca NYHA Clase IV.
La amlodipina es un potente hipotensor y no debe ser administrado a pacientes con presión arterial sistólica <
href="http://www.iqb.es/cbasicas/farma/farma04/a049.htm#interacciones#interacciones">3]. Hasta que no se disponga de
más información, se recomienda con consumir el zumo de pomelo al mismo tiempo que un antagonista del calcio de la familia
de las dihidropiridinas.

Precauciones
La amlodipine está clasificada dentro de la categoría C de riesgo en el embarazo. Aunque la amlodipina ha demostrado ser
atóxica para los animales de laboratorio no existen estudios controlados en humanos y por lo tanto este fármaco sólo será
administrado si los beneficios superan claramente los riesgos potenciales. Se desconoce si el fármaco se excreta en la leche
humana, por lo que se deberá evitar su utilización durante la lactancia
No se ha establecido la eficacia y la seguridad de la amlodipina en los niños

Forma Farmacéutica
Astudal 5 mg, 10 mg (ALMIRALL-PRODESFARMA)
Norvas 5 mg, 10 mg (PFIZER CONSUMER HEALTH CARE)

BIBLIOGRAFÍA
Tulenko TN, Brown J, Laury_Kleintop L, Khan M, Walter MF, Mason RP . Atheroprotection with amlodipine: cells to lesions
and the PREVENT trial. Prospective Randomized Evaluation of the Vascular Effects of Norvasc Trial. J Cardiovasc Pharmacol
1999 33 Suppl 2: S17-22
Oparil S . Long-term morbidity and mortality trials with amlodipine. J. Cardiovasc Pharmacol 1999 33 Suppl 2: S1-6
Simon M, Quetglas EG, Honorato J. New pharmacologic agents: amlodipine: Rev Med Univ Navarra 1994 Apr-Jun 39:2 79-
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Metildopa

PERFIL FARMACOLÓGICO DE METILDOPA

GRUPO: Agonistas centrales alfa 2

Estructura Química:

FARMACOCINÉTICA

Vía de Administración: Oral

Biodisponibilidad
Absorción incompleta y variable, con una biodisponibilidad oral del 25%,

Unión a Proteínas
unión a proteínas de un 15%,

Volumen de distribución (L/Kg)

Metabolismo

Metabolismo hepático, excreción urinaria.

Eliminación
Hepática y renal. Se excreta en la orina como conjugado sulfato (50 a 70%) y como medicamento original (25%). El resto son
metabolitos como la metildopamina y metilnoradrenalina.

Tiempo de vida media


vida media de 1.38 h.

FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción

La metildopa actúa en el SNC para disminuir la presión arterial sistémica. Ofrece un sustrato alternativo a la dopa y en el
organismo (tejido encefálico) se convierte alfametilnorepinefrina por la enzima dopadescarboxilasa, que reemplaza al
neurotransmisor normal, noradrenalina, en los sitios de almacenamiento. El alfametilnorepinefrina disminuye la presión
arterial por medio de la activación de los receptores alfa 2-adrenérgicos (centro vasomotor hipotalámico y tallo encefálico)
para atenuar la salida de señales adrenérgicas vasoconstrictoras hacia el sistema nervioso simpático periférico. Los individuos
con insuficiencia renal son más sensibles a los efectos hipotensores de la metildopa.

Efecto y aplicación clínica


Antihipertensivo de acción central.

Dosis
Adultos, via intravenosa o via oral, 250-500 mg dos o tres veces al día (20-40 mg/kg/día).

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento

Frecuentes
Hinchazón de los pies o la parte baja de las piernas

Infrecuentes

Cansancio o debilidad continuos después de haber tomado este medicamento por varias Semanas; orina oscura o color
ámbar; fiebre, escalofríos, respiración difícil y latidos rápidos; sensación general de molestia, enfermedad o debilidad; dolor
de las articulaciones; heces pálidas; diarrea o retortijones del estómago (muy fuertes o continuos); dolor de estómago (muy
fuerte) con náuseas y vómitos; salpullido o comezón; ojos o piel amarillos

Menos comunes son la disminución de la capacidad sexual o del interés en el sexo; mareos o vahídos, especialmente al
levantarse de una posición recostada o sentada; náuseas o vómitos; adormecimiento, cosquilleo, dolor o debilidad en las
manos o los pies; latidos lentos; nariz tapada; hinchazón de los senos o producción inusual de leche

CONVENIENCIA
Contraindicaciones

Contraindicado en las hepatopatías (hepatitis y cirrosis) y en el feocromocitoma. Se ha reportado respuesta vasopresora


paradójica con la metildopa intravenosa

Interacciones

Reduce la CAM de los anestésicos volátiles fluorados; produce pruebas falsas positivas en el feocromocitoma; produce
respuesta hipertensiva paradójica con la coadministración de propranolol ( por bloqueo beta-2, componente vasodilatador del
alfa-metilnorepinefrina). Puede provocar demencia en pacientes que están tomando haloperidol. La terapia prolongada con
metildopa da Coombs positivo, anemia hemolítica autoinmune y alteración en las pruebas de funcionamiento hepático.

Aumenta los efectos hipotensores de la anestesia general; la utilización concomitante con IMAO pueden causar
hiperexcitabilidad y aumento de la tensión arterial.
Precauciones

Forma Farmacéutica

BIBLIOGRAFÍA
Sociedad de Anestesiologia del Oeste Bonaerense
http://www.saob.org.ar/index.php?operation=view&node=229
Salud.Com
http://www.salud.com/medicamentos/metildopa_oral.asp

GRUPO: Inhibidores ECA

Estructura Química:

FARMACOCINÉTICA

Vía de Administración: Oral

Biodisponibilidad
Después de la administración oral del enalapril se observan unas concentraciones séricas máximas al cabo de 1 hora. A partir
de los datos de la excreción urinaria, se deduce que el enalapril se absorbe en un 60% aproximadamente. La absorciòn del
enalapril no es afectada por la presencia de alimento en el tracto digestivo.
Una vez absorbido, el enalapril se hidroliza a enalaprilato, el verdadero inhibidor de la ECA. Las concentraciones máximas de
enalaprilaro se alcanzan unas 4 horas después de una dosis oral de enalapril.
La biodisponibilidad del enalapril y del enalaprilato en pacientes con insuficiencia renal es similar a la de los pacientes con
función renal normal hasta llegar a una filtración glomerular 30 ml/min, momento en el que aumenta el tiempo para llegar a
la concentración máxima del fármaco y las concentraciones de equilibrio ("steady state") . En presencia de esta insuficiencia
renal, también se prolonga la semi-vida de eliminación
El Enalaprilato es dializable a un velocidad de 62 ml/min. Los estudios en perros indican que el enalapril casi no cruza la
barrera hematoencefálica y por lo tanto que el enalaprilato no entra en el cerebro.
Unión a Proteínas

Volumen de distribución (L/Kg)

Metabolismo

Eliminación
La excreción del enalapril es sobre todo renal. Aproximadamente el 94% de la dosis administrada es recupera dela orina o las
heces como enalaprilato o enalapril. En la orina se detectan enalaprilato y enalapril, sin que se hayan observado otros
metabolitos diferentes
Después de una inyección IV de una dosis única, el perfil farmacocinético del enalaprilato es poliexponencial con una
prolongada fase de eliminación terminal que se corresponde con la parte del fármaco que se une a la ECA. La cantidad de
fármaco unida no aumenta con la dosis, lo que indica que el punto de fijación es saturable.

Tiempo de vida media


La semi-vida de eliminación efectiva, determinada a partir de datos cinéticos después de dosis orales múltiples es de unas 11
horas. La eliminación del enalaprilaro es sobre todo renal, recuperándose más del 90% de la dosis administrada.

FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción
El enalaprilato i.v. o el enalapril oral, después de ser hidrolizado a enalaprilato, inhibe la enzima de conversión de la
angiotensina tanto en el hombre como en los animales de experimentación. La ECA es una peptidil-dipeptidasa que cataliza la
conversión de la angiotensina I a la angiotensina II, una sustancia vasoconstrictora. La angiotensina II también estimula la
secreción de aldosterona por la corteza suprarrenal. Los efectos beneficiosos del enalapril en la hipertensión y la insuficiencia
cardíaca se deben a la supresión del sistema renina-angiotensina-aldosterona
La inhibición de la ECA lleva consigo una disminución de los niveles plasmáticos de angiotensina II produciendo una
disminución de la respuesta vasopresora y de la secreción de aldosterona. Aunque la disminución de la secreción de
aldosterona no es muy grande, ocasiona un pequeño aumento de los niveles plasmáticos de potasio. En los pacientes
hipertensos tratados con enalapril durante 48 semanes, este aumento llevó a ser de 0.2 mEq/L. En los pacientes tratados con
enalapril asociado a un diurético tiazídico, no se observó practicamente ningún cambio en los niveles de potasio
La supresión de la angiotensina II produce, por un efecto de retroalimentación negativa, un aumento de los niveles de renina.
La ECA es similar a la kininasa, una enzima que degrada la bradikinina, y poor lo tanto, la supresión de su actividad aumenta
los niveles de bradikinina, un peptido con potentes efectos vasodepresores. No se sabe muy bien que papel juega este péptido
en los efectos terapeúticos del enalapril. En efecto, si bien es seguro que el enalapril disminuye la presión arterial actuando
sobre el sistema renina-angiotensina-aldosterona, no sabe porque el fármaco reduce la hipertensión en pacientes con bajos
niveles de renina. Este efecto se observa sobre todo en pacientes de raza negra que tienen una hipertensión con bajos niveles
de renina y que responden peor que los blancos a los efectos del enalapril en monoterapia

Efecto y aplicación clínica


El enalapril está indicado en el tratamiento de todos los grados de hipertensión esencial y en la hipertensión renovascular.
Puede emplearse como tratamiento inicial solo o concomitantemente con otros agentes antihipertensivos, especialmente
diuréticos. El enalapril está indicado también en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca congestiva.
La administración de enalapril a pacientes con hipertensión ligera a moderada ocasiona la reducción de la presión arterial
tanto en posición supina como de pie, sin que se observe un componente ortostático. La hipotensión postural sintomática es
infrecuente, aunque puede darse en pacientes con depleción de volumen.
En la mayoría de los pacientes estudiados, después de una dosis oral de enalapril, el inicio del efecto antihipertensivo se
observa una hora después de la administración, pruduciédose la máxima reducción de la presión arterial a las 6 horas. A las
dosis recomendadas el efecto antihipertensivo se mantiene al menos durante 24 horas, aunque en algunos pacientes hay que
esperar algunas semanas para que se alcanze la reducción óptimas de la presión arterial. Los efectos antihipertensivos del
enalapril se mantienen durante la administración crónica del fármaco y no se observado efectos de rebotes hipertensivos
cuando se discontinuado la medicación de forma abrupta.

Dosis
El enalapril se debe administrar únicamente por vía oral. Dado que su absorción no se ve afectada por la comida, el enalapril
puede administrarse antes, durante y después de las comidas. La dosis usual diaria varía desde 10 a 40 mg en todas las
indicaciones. Se puede administrar el enalapril 1 ó 2 veces al día.
En presencia de insuficiencia renal, en pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva, o en aquellos que estén recibiendo
tratamiento diurético puede ser necesario emplear una dosis inicial más baja de enalapril

Hipertensión arterial esencial: la dosis inicial recomendada es de 5 mg, administrada una vez al día. La dosis usual de
mantenimiento es de 20 mg una vez al día. Esta dosis debe ajustarse según las necesidades del paciente. En pacientes de edad
mayor o igual a 65 años, la dosis inicial recomendada es de 2,5 mg.
Hipertensión renovascular: dado que en estos pacientes la tensión arterial y la función renal pueden ser particularmente
sensibles a la inhibición de la ECA (enzima de conversión de angiotensina), el tratamiento debe comenzarse con una dosis de
inicio baja, de 2,5 a 5 mg, hasta llegar a un comprimido de 20 mg una vez al día.
Tratamiento concomitante con diuréticos en hipertensión: puede ocurrir hipotensión sintomática tras la dosis inicial del
enalapril, más probable en pacientes que están siendo tratados con diuréticos, por lo que se recomienda precaución, ya que
estos pacientes pueden tener depleción de volumen o de sal. El tratamiento diurético debe suspenderse 2-3 días antes del
comienzo del tratamiento con enalapril. Si no fuese posible, la dosis inicial de enalapril debe ser baja (2,5-5 mg) para
determinar el efecto inicial sobre la presión arterial y ajustar posteriormente las dosis a las necesidades del paciente.
Función renal Aclaramiento de creatinina Dosis inicial
Alteración leve Entre 80 y 30 ml/min. 5 mg/día
Alteración moderada Entre 30 y 10 ml/min. 2,5-5 mg/día
Alteración severa (normalmente estos pacientes estarán en programa de hemodiálisis) Menos de 10 ml/min. 2,5 mg los días
de diálisis*

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento


El enalapril ha demostrado ser generalmente bien tolerado. En los estudios clínicos, la incidencia global de efectos
indeseables no fue mayor con el enalapril que con placebo. Para la mayoría, los efectos indeseables han sido leves y
transitorios. La suspensión del tratamiento fue requerida en el 6% de los pacientes.

Frecuentes
Los efectos secundarios más comúnmente descritos fueron: sensación e inestabilidad y cefalea. En el 2-3 por 100 de las
pacientes se describieron: fatigabilidad y astenia

Infrecuentes

Otros efectos secundarios con una incidencia menor del 2 por 100 fueron: hipotensión ortostática, síncope, náuseas, diarrea,
calambres musculares y erupción cutánea. Se ha descrito tos seca y persistente con una frecuencia entre el 1 y el 2 por 100, y
puede requerir la suspensión del tratamiento. Hipersensibilidad/edema angioneurótico: Se ha comunicado, raras veces, la
aparición de edema angioneurótico de la cara, extremidades, párpados, lengua, glotis y/o laringe

CONVENIENCIA

Contraindicaciones
El enalapril está contraindicado en pacientes con hipersensibilidad a este fármaco.
Hipotensión sintomática: La hipotensión sintomática tras la dosis inicial o en el curso del tratamiento es una eventualidad
poco frecuente (2,3 por 100 de los tratados en términos globales). En los pacientes hipertensos es más frecuente cuando existe
depleción de volumen (tratamiento previo con diuréticos, restricción de sal en la dieta, diálisis, diarreas o vómitos) o en la
hipertensión con renina alta, frecuentemente secundaria a enfermedad renovascular. En pacientes con insuficiencia cardíaca
es más probable que aparezca en aquellos con grados más severos de insuficiencia cardíaca, reflejada por el uso de dosis
elevadas de diuréticos de asa, hiponatremia o alteración renal funcional (ver Posología). Si se desarrollase hipotensión, debe
colocarse al paciente en posición supina, y puede ser necesario administrarle líquido oral para replecionarle de volumen, o
suero salino normal por vía intravenosa. El tratamiento con enalapril generalmente puede continuarse tras haber restaurado
el volumen sanguíneo y una presión arterial eficaces. En algunos pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva que tienen
presión arterial normal o baja, puede ocurrir un descenso adicional de la presión arterial sistémica con enalapril Este efecto
debe tenerse en cuenta y, generalmente, no constituye motivo para suspender el tratamiento. Si la hipotensión se hiciese
sintomática, puede ser necesario reducir la dosis o suspender el tratamiento con enalapril.
Función renal alterada: Los pacientes con insuficiencia renal pueden necesitar dosis menores o menos frecuentes de enalapril
(ver Posología). En algunos pacientes con estenosis bilateral de las arterias renales o estenosis de la arteria de un riñón
solitario o riñón trasplantado, se han observado incrementos de los niveles de urea y creatinina séricas, reversibles con la
suspensión del tratamiento. Este hallazgo es especialmente probable en pacientes con insuficiencia renal. Algunos pacientes
hipertensos con aparente ausencia de enfermedad renal previa han desarrollado incrementos mínimos y generalmente
transitorios en la urea y creatinina séricas, especialmente cuando se administró enalapril concomitantemente con un
diurético. Puede ser necesario entonces reducir la dosis de enalapril o suspender el diurético.
En pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva, la hipotensión tras el comienzo con enalapril puede llevar a un ulterior
deterioro de la función renal. En esta situación se ha descrito fracaso renal agudo, generalmente reversible. Por lo tanto, en
estos pacientes se recomienda el control de la función renal en las primeras semanas de tratamiento.
Hipersensibilidad edema angioneurótico: En pacientes tratados con inhibidores de la enzima de conversión, incluyendo
enalapril, ha aparecido en raras ocasiones edema angioneurótico de la cara, extremidades, párpados, lengua, glotis y/o
laringe. En tales circunstancias, el enalapril debe suspenderse inmediatamente y el paciente debe permanecer en observación
hasta que desaparezca la tumefacción. En aquellos casos en que la tumefacción ha quedado confinada a la cara y párpados, la
situación generalmente se resolvió sin tratamiento, aunque los antihistamínicos han sido útiles para mejorar los síntomas. El
edema angioneurótico con edema laríngeo puede ser mortal. Cuando existe afectación de la lengua, glotis o laringe que
produzca obstrucción de la vía aérea, debe administrarse inmediatamente, por vía subcutánea, epinefrina en solución 1:1.000
(0,3 ml a 0,5 ml) e instaurar otras medidas terapéuticas que se consideren apropiadas.
Cirugía/anestesia: En pacientes que van a sufrir cirugía mayor o durante la anestesia con agentes que producen hipotensión,
el enalapril bloquea la formación de angiotensina II secundaria a la liberación compensadora de renina. Si apareciese
hipotensión y se considerase secundaria a este mecanismo, puede ser corregida por expansión de volumen.
Potasio sérico: El potasio sérico generalmente permanece dentro de límites normales. En pacientes con insuficiencia renal, la
administración de enalapril puede llevar a elevación de potasio sérico, especialmente en pacientes con insuficiencia renal,
diabetes mellitus y/o diuréticos ahorradores de potasio concomitantes.
No existen estudios adecuados y bien controlados en mujeres embarazadas. El enalapril debe emplearse durante el embarazo
sólo si el potencial beneficio justifica el riesgo potencial para el feto. Existe un riesgo potencial de hipotensión fetal, bajo peso
al nacer y descenso de la perfusión renal o anuria en el feto tras la exposición uterina a los inhibidores de la enzima de
conversión. En cualquier neonato que estuvo expuesto al enalapril durante el periodo intrauterino, deben observarse
estrechamente el flujo de orina y presión arterial. Si lo requiere, deben adoptarse las medidas terapéuticas apropiadas,
incluyendo la administración de fluidos o diálisis para extraer el enalapril de la circulación. Por tanto, el uso rutinario de
inhibidores de la enzima de conversión durante los últimos estadios del embarazo no se recomiendan.

Interacciones
Puede ocurrir un efecto aditivo cuando se emplee enalapril conjuntamente con otros fármacos antihipertensivos.
Antiinflamatorios no esteroideos (indometacina y otros AINES): En algunos pacientes con insuficiencia renal tratados con
AINES, la administración concomitante de inhibidores de la ECA (por ejemplo lisinopril o enalapril) puede aumentar el
deterioro de la función renal. Estos efectos suelen ser reversibles. Por lo tanto, la presión arterial debe ser vigilada si se
administran anti-inflamatorios a pacientes tratados con enalapril. La aspirina puede reducir la eficacia vasodilatadora de los
inhibidores de la ECA al inhibir la síntesis de prostaglandinas. Esta interacción está bien documentada en pacientes con
insuficiencia cardíaca. Sin embargo, la aspirina es beneficiosa en combinación con un inhibidor de la ECA en casos de
enfermedad coronaria isquémica y disfunción del ventriculo izquierdo. Por este motivo, los pacientes que reciban salicilatos y
un inhibidor de la ECA deberán ser vigilados para comprobar una adecuada respuesta antihipertensiva.
La administración conjunta de propranolol y enalapril reduce las concentraciones séricas de enalaprilato, pero esto no parece
tener significación clínica.
El captopril, el enalapril y posiblemente otros inhibidores de la ECA pueden exaltar la actividad de los antidiabéticos orales.
Se ha observado hipoglucemia cuando el captopril se añadió a un tratamiento con metformina o gliburide a pacientes con
diabetes tipo 2. Se tomarán precauciones si se administra enalapril a diabéticos tratados con antidiabéticos orales
Generalmente, no se recomienda la utilización de suplementos de potasio o diuréticos ahorradores de potasio como
espironolactona, triamtereno o amilorida, ya que pueden utilizarse con precaución y con frecuentes controles del potasio
sérico. En efecto el enalapril disminuye la secreción de aldosterona, produciendo pequeños incrementos en el potasio
plasmático.
Azatioprina: el uso de inhibidores de la ECA en pacientes hipertensos tratados con azatioprina ha mostrado inducir anemia y
leucopenia severa. Debe evitarse el uso de esta combinación siempre que sea posible, Cuando es necesario un tratamiento con
azatioprina y enalapril, el paciente deberá ser vigilado cuidadosamente para detectar la posible aparición de la
mielosupresión.
El enalapril reduce la excreción de sales de litio y aumenta el riesgo de efectos cardiotóxicos y neurotóxicos por litio. Se han
descrito algunos casos de intoxicación por litio en pacientes tratados concomitantemente con litio y enalapril con un síntomas
que fueron reversibles al discontinuar ambos fármacos. Por lo tanto, si se administran ambos fármacos se debe monitorizar
con frecuencia los niveles plasmáticos de litio
Ciclosporina: se han observado algunos casos de insuficiencia renal aguda cuando se añadió enalapril a pacientes
transplantados tratados con ciclosporina. El efecto vasoconstrictor aferente renal de la ciclosporina y a la hipoperfusión renal
producida por este fármaco, requiere de una respuesta por parte de la angiotensina II para mantener la velocidad de filtración
glomerular. La inhibición de la enzima de conversión puede reducir la función renal. Hay que vigilar estrechamente la función
renal en los pacientes que reciben ciclosporina y inhibidores de la ECA simultáneamente.
Complejo de hierro gluconato sódico: se han observado reacciones sistémicas en pacientes tratados con el complejo de
gluconato de hierro durante un tratamiento concomitante con enalapril. Las reacciones fueron eritema, fiebre alta,
hipotensión, calambres abdominales y diarrea. Es posible que el complejo de hierro aumente el riesgo de reacciones alérgicas
o anafilácticas en pacientes tratados con inhibidores de la ECA por lo que se deberán tomar precauciones.
El espino blanco, Crataegus laevigata puede reducir la resistencia vascular periférica. El uso de esta planta medicinal en
combinación con fármacos antihipertensivos puede ocasionar reducciones adicionales de la presión arterial en algunos
individuos y por lo tanto se deberá comprobar con frecuencia la presión arterial en estos pacientes.

Precauciones
Advertencia: Si se administran durante el segundo y tercer trimestre del embarazo, los inhibidores del enzima de conversión
de angiotensina (grupo al que pertenece este producto) pueden causar daño y muerte fetal. Si se detecta embarazo, la
administración de este medicamento debe ser suspendida lo antes posible.
Madres lactantes: No se conoce si el enalapril se excreta por la leche materna. Debido a que por la leche materna se excretan
muchos fármacos, debe tenerse precaución si se administra enalapril en una madre lactante.
Empleo en pediatría: el enalapril no se ha estudiado en niños.

Forma Farmacéutica
• ACETENSIL comprimidos de 20 y 5 mg
• BARIPRIL comprimidos de 20 y 5 mg
• BITENSIL comprimidos de 20 y 5 mg
• CORPRILOR comprimidos de 20 y 5 mg
• CRINOREN comprimidos de 20 y 5 mg
• DABONAL comprimidos de 20 y 5 mg
• DITENSOR comprimidos de 20 y 5 mg
• ENALAPRIL comprimidos de 20 y 5 mg
• ENALAPRIL RATIOPHARM comprimidos de 20 y 5 mg
• HERTEN comprimidos de 20 y 5 mg
• HIPOARTEL comprimidos de 20 y 5 mg
• IECATEC comprimidos de 20 y 5 mg
• INSUP Comp. 20 mg
• NACOR comprimidos de 20 y 5 mg
• NAPRILENE comprimidos de 20 y 5 mg
• NEOTENSIN comprimidos de 20 y 5 mg
• PRESSITANcomprimidos de 20 y 5 mg
• RECA Comp. 20 mg
• RENITEC comprimidos de 20 y 5 mg

BIBLIOGRAFÍA

• Lovell HG. Angiotensin converting enzyme inhibitors in normotensive diabetic patients with microalbuminuria. Cochrane
Database Syst Rev 2000 :2 CD002183
• Jardine AG, Elliott HL. ACE inhibition in chronic renal failure and in the treatment of diabetic nephropathy: focus on
spirapril. J Cardiovasc Pharmacol 1999 Aug 34 Suppl 1: S31-4
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relationships. An overview. Clin Pharmacokinet 1993 Oct 25:4 274-82
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• Brunner HR, Nussberger J, Waeber B. Clinical pharmacology of the angiotensin converting enzyme inhibitor, enalapril. Acta
Cardiol 1986 41:5 341-5
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Medicamentos antihipertensivos
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Definición
Nombres alternativos
Información
Tratar la hipertensión arterial le ayudará a prevenir problemas como cardiopatía, accidente cerebrovascular, pérdida de la visión, enfermedad renal crónica y otras
enfermedades vasculares.
Es posible que necesite tomar medicamentos para bajar la presión arterial si los cambios en el estilo de vida no son suficientes para llevar dicha presión a un nivel
ideal.
Pregúntele al médico cuál debería ser su presión arterial ideal, con base en sus factores de riesgo y otros problemas de salud.
MEDICAMENTOS PARA LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL
Se utilizan varios tipos de medicamentos para tratar la hipertensión arterial. El médico decidirá qué tipo de medicamento es apropiado para usted. Usted posiblemente
necesite tomar más de un tipo de medicamento.
Cada tipo de medicamento para la presión arterial que aparece a continuación viene en diferentes marcas comerciales y genéricas.
Con frecuencia, se usa uno o más de estos medicamentos para tratar la hipertensión arterial:
 Los diuréticos también se denominan píldoras de agua. Ayudan a los riñones a eliminar algo de sal (sodio) del cuerpo. Como resultado, los vasos sanguíneos no
tienen que contener tanto líquido y su presión arterial baja.
 Los betabloqueadores hacen que el corazón palpite a una tasa más lenta y con menos fuerza.
 Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (también llamados inhibidores IECA) relajan los vasos sanguíneos, lo cual reduce su presión arterial.
 Los bloqueadores de los receptores de angiotensina II (también llamados BRA) funcionan más o menos de la misma manera que los inhibidores de la enzima
convertidora de angiotensina.
 Los bloqueadores de los canales del calcio relajan los vasos sanguíneos al impedir que el calcio entre en las células.
Los medicamentos para la presión arterial que no se usan con tanta frecuencia abarcan:
 Los bloqueadores alfa ayudan a relajar los vasos sanguíneos, lo cual reduce su presión arterial.
 Los fármacos que actúan sobre el sistema nervioso central le dan una señal al cerebro y al sistema nervioso para relajar sus vasos sanguíneos.
 Los vasodilatadores le dan una señal a los músculos en las paredes de los vasos sanguíneos para que se relajen.
 Los inhibidores de renina, un tipo de medicamento más nuevo para tratar la hipertensión arterial, actúan reduciendo la cantidad de precursores de angiotensina,
relajando por ende los vasos sanguíneos.
EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS MEDICAMENTOS PARA LA PRESIÓN ARTERIAL
La mayoría de los medicamentos para la presión arterial son fáciles de tomar, pero todos los medicamentos tienen efectos secundarios. La mayoría son leves y
pueden desaparecer con el tiempo.
Algunos efectos secundarios comunes de los medicamentos antihipertensivos abarcan:
 Tos
 Diarrea o estreñimiento
 Vértigo o mareo leve
 Problemas de erección
 Sentirse nervioso
 Sentirse cansado, débil, soñoliento o con falta de energía
 Dolor de cabeza
 Náuseas o vómitos
 Erupción cutánea
 Pérdida o aumento de peso sin proponérselo
Coméntele al médico lo más pronto posible si usted tiene efectos secundarios o los efectos secundarios le están causando problemas. La mayoría de las veces, hacer
cambios en la dosis del medicamento o cuándo tomarlos puede ayudar a reducir los efectos secundarios.
Nunca cambie la dosis ni deje de tomar sus medicamentos por su cuenta. Siempre hable primero con su médico.
OTRAS SUGERENCIAS
Tomar más de un medicamento puede cambiar la forma como su cuerpo absorbe o usa un fármaco. Las vitaminas o suplementos, diferentes alimentos o el alcohol
también pueden cambiar la forma como un fármaco actúa en su cuerpo.
Siempre pregúntele al médico si necesita evitar cualquier tipo de alimentos, bebidas, vitaminas o suplementos, o cualquier otra medicina mientras esté tomando
medicamentos para la presión arterial.
Referencias
Kaplan NM. Systemic hypertension: Treatment. In: Bonow RO, Mann DL, Zipes DP, Libby P, eds. Braunwald's Heart Disease: A Textbook of Cardiovascular Medicine.
9th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2011:chap 46.
Victor RG. Arterial hypertension. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Cecil Medicine. 24th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2011:chap 67.
Version Info
 Last reviewed on 5/13/2013
 David C. Dugdale, III, MD, Professor of Medicine, Division of General Medicine, Department of Medicine, University of Washington School of Medicine. Also reviewed
by David Zieve, MD, MHA, Bethanne Black, and the A.D.A.M. Editorial team.
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Source: Medicamentos antihipertensivos | University of Maryland Medical Center http://umm.edu/health/medical/spanishency/articles/medicamentos-


antihipertensivos#ixzz3I8UEzbmn
University of Maryland Medical Center
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Propanolol

GRUPO: Beta Bloqueadores

Estructura Química:

PROPANOLOL

FARMACOCINÉTICA

Vía de Administración: Oral

Biodisponibilidad

Buena absorción por via oral , pico sérico 60-90 min. Efecto inmediato por vía EV con actividad durante 2-4 h. Cruza barrera
hemato-encefálica, placentaria y es eliminado por la leche materna

Unión a Proteínas

Volumen de distribución (L/Kg)

Metabolismo
Metabolismo hepático.

Eliminación
Excreción renal

Tiempo de vida media


Vida media 2-6 h, que aumenta con el uso crónico

FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción
Antagonista ß adrenérgico competitivo, no selectivo, sin actividad simpaticomimética intrínseca. Su acción sobre receptores
ß1 incluye: disminución de la frecuencia cardíaca en reposo y ejercicio, gasto cardíaco, tensión arterial sisto-diastólica y
reducción de la hipotensión ortostática refleja. La caída del gasto cardíaco se contrarresta por un aumento reflejo de las
resistencias vasculares sistémicas. A nivel bronquial por sus efectos ß2 produce broncoconstricción. Otros efectos: reducción
del flujo simpático aferente a nivel del SNC y disminución de la secreción de renina.

Efecto y aplicación clínica

Tratamiento del angor pectoris.-Profilaxis a largo plazo tras infarto agudo de miocardio (IAM).-Control de arrítmias cardíacas
(taquicardia paroxística supraventricular)- Tratamiento de la miocardiopatia hipertrófica obstructiva.-Control de la
hipertensión arterial esencial y renal.-Tratamiento auxiliar de la tirotoxicosis y crisis tirotóxicas. -Tratamiento del
feocromocitoma (asociado a alfa bloqueante).-Profilaxis de la migraña.-Tratamiento del tremor esencial.-Control de la
ansiedad y la taquicardia de ansiedad.

Dosis
Dosis inicial de 80 mg/12 h via oral aumentando a intervalos semanales según la respuesta. Dosis habitual 160-320 mg/d.
Máxima 640 mg/d. Propranolol CLS. Dosis inicial 160 mg/d. via oral. Puede aumentarse la dosis a 280 mg/d.

EFICACIA

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento

Frecuentes

Suelen ser moderados y temporales aparecen al inicio del tratamiento y disminuyen con el tiempo. La mayoría atribuibles a
los efectos farmacológicos del propranolol. Cardíacos: bradicardia, hipotensión, bloqueo A-V, insuficiencia cardíaca
congestiva, especialmente en pacientes con mala función ventricular previa. SNC: fatiga, depresión, así como pesadillas y
agitación especialmente en ancianos. Gastrointestinales: nauseas, vómitos, diarrea y leve elevación de transaminasas.
Respiratorio: broncoespasmo especialmente en pacientes con hiperreactividad bronquial.

Infrecuentes

Mialgias y dolores músculo-esqueléticos, impotencia y disminución de la líbido, erupciones cutáneas y púrpura.

CONVENIENCIA

Contraindicaciones

Contraindicación absoluta en: bradicardia severa o bloqueo A-V avanzado en insuficiencia cardíaca congestiva, shock
cardiogénico y en la angina de Prinzmetal, asma bronquial e hiperreactividad bronquial. Contraindicación relativa: diabetes,
hepatopatías (ajustar posología), arteriopatía periférica severa. Precaución en: hipertiroideos. Pacientes con ß-bloqueantes
que deban recibir anestésicos depresores de la contractilidad cardíaca (ciclopropano, tricloroetileno), Plantear retirada antes
de intervención. Evitar supresión brusca del tratamiento por riesgo de: isquemia miocárdica, IAM, arrítmias, hipertensión,
crisis tirotóxica en tratados con beta-bloqueantes.
Interacciones

Efecto aditivo con otros hipotensores. Con verapamilo ó diltiazem o con cualquier otro antiarritmico con acción sobre el nodo
A-V (amiodarona, digoxina), posible bloqueo. En la substitución de ß bloqueantes por clonidina disminuir la dosis
progresivamente (riesgo de hipertensión severa
Precauciones

Evitar el uso con guanetidina o reserpina (potenciación de hipotensión ortostática mixta). Evitar otros antiarrítmicos
depresores de la función contráctil. Potenciación efecto hipotensor con haloperidol y fenotiazinas. Con antidepresivos
tricíclicos disminuye la bradicardia producida por beta-bloqueantes. Potencia la acción de los bloqueantes neuromusculares.
Su asociación a ergotamina riesgo de vasoconstricción periférica. La cimetidina aumenta los niveles de propranolol.Los
AINEs disminuyen su efecto hipotensor. Inhibe el metabolismo hepático de la teofilina. En embarazo y lactancia se considera
dentro de la categoría C.

Forma Farmacéutica
Propranolol clorhidrato comprimidos de 10 y 40 mg. Propranolol clorhidrato comprimidos de liberación sostenida (CLS). 160
mg. Propranolol clorhidrato ampollas 5 ml (5 mg) 1 ml = 1 mg.
Hidroclorotiazida

PERFIL FARMACOLÓGICO

GRUPO: Diuréticos tiazídicos

Estructura Química:FARMACOCINÉTICA

Vía de Administración: Oral La absorción intestinal depende de la formulación y de la dosis, pero por regla general suele ser
del 50-60%.

Biodisponibilidad: 60 - 80%

Unión a Proteínas: 40%

Volumen de distribución (L/Kg) 3.0 L/kg. El comienzo de la acción diurética se observa a las dos horas, siendo los efectos
máximos a las 4 horas, manteniéndose después 6-8 horas más. El fármaco cruza la barrera placentaria pero no la barrera
hematoencefálica
Metabolismo: La hidroclorotiazida no se metaboliza siendo eliminada como tal en la orina.

Eliminación: 90% renal (95% fármaco inalterado) En insuficiencia renal y cardiaca, el aclaramiento renal disminuye y la
semivida de eliminación está aumentada. Lo mismo ocurre en los pacientes de edad avanzada, presentando además un
aumento de la concentración plasmática máxima.

Tiempo de vida media: 6 a 25 horas

FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción:

Aumenta la excreción de sodio, cloruros y agua, inhibiendo el transporte iónico del sodio a través del epitelio tubular renal. El
mecanismo principal responsable de la diuresis es la inhibición de la reabsorción del cloro en la porción distal del túbulo. No
se sabe con exactitud como el transporte del cloro es inhibido. Las tiazidas aumentan igualmente la excreción de potasio y de
bicarbonato y reducen la eliminación de calcio y de ácido úrico.
La hipopotasemia e hipocloremia inducidas por las tiazidas pueden ocasionar una ligera alcalosis metabólica, aunque la
eficacia diurética no es afectada por el equilibrio ácido-base del paciente. La hidroclorotiazida no es un antagonista de la
aldosterona y sus efectos son independientes de una inhibición de la anhidrasa carbónica. Se desconoce el mecanismo
antihipertensivo de la hidroclorotiazida. Usualmente, este fármaco no afecta la presión arterial cuando esta es normal. La
presión sanguínea podría ser, en principio, reducida debido a una reducción del volumen plasmático y de los fluídos
extracelulares, lo que a su vez, ocasionaría una reducción del gasto cardíaco. Cuando el gasto cardíaco retorna a la
normalidad, y los volúmenes de plasma y fluídos extracelulares son ligeramente menores, las resistencias periféricas se
encuentran reducidas y en consecuencia, la presión arterial también. Los diuréticos tiazídicos también disminuyen la
filtración glomerular, perdiendo parte de su eficacia en los enfermos con disfunción renal.
Los cambios en el volumen plasmático inducen una elevación de la actividad de la renina en el plasma, aumentando la
secreción de aldosterona, lo que contribuye a la pérdida de potasio que produce el tratamiento diurético con tiazidas. En
general, los diuréticos empeoran la tolerancia a la glucosa y ejercen efectos negativos sobre el perfil lipídico.

Efecto y aplicación clínica:

Tratamiento de la hipertensión arterial. Diurético. En la hipertensión los diuréticos tiazídicos se utilizan a menudo como
tratamiento inicial bien solos, bien asociados a muchos otros antihipertensivos. La hidroclorotiazida se utiliza asociada a
beta-bloqueantes, antagonistas del calcio, inhibidores de la enzima de conversión, antagonistas de la ECA, etc. La
hidroclorotiazida también ha sido utilizada en el tratamiento de la diabetes insípida y de la hipercalciuria, así como en el
edema asociado al síndrome premestrual
Tratamiento edema secundario (cardíaco, renal, hepático). Síndrome de retención hidrosalina. Nefropatías. Insuficiencia
cardíaca congestiva. Edemas de cualquier etiología. Cirrosis hepática con ascitis.

Dosis: (Tratamiento de la hipertensión-Administración oral)

 Adultos: Inicialmente, se recomienda una dosis de 12.5—25 mg una vez al día, dosis que pueden aumentarse hasta 50
mg/día en una o dos administraciones. Los expertos recomiendan que si las dosis de 25 -50 mg/día no controlan la
hipertensión, no se deben aumentar las dosis de hidroclorotiazida, sino añadir un segundo antihipertensivo. Las dosis
de hidroclorotiazida superiores a los 50 mg/dia no producen una mayor reducción de la presión arterial, pero en
cambio aumentan la pérdida de potasio
 Ancianos: usar las dosis de adultos, aunque las personas de la tercera edad pueden ser más sensibles a los efectos de
la hidroclorotiazida que las personas de edad media.
 Niños e infantes de > 6 meses: la dosis recomendada es de 2 mg/kg/día administrados en dos veces. El fabricante
recomienda hasta 3 mg/kg/día

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento

Debe vigilarse el balance electrolítico en los pacientes tratados con hidroclorotioazida y los pacientes deberán contactar
inmediatamente con el médico si experimentan algún síntoma de desequilibrio del mismo (fatiga, lasitud, confusión mental,
mareos, calambres musculares, taquicardia, parestesia, sed, anorexia, naúsea o vómitos) debido a que este fármaco puede
producir serias hipotensiones y arritmias. La hipokaliemia es uno de los efectos adversos más comunes de las tiazidas. Este
efecto debe ser tenido en cuenta, sobre todo en pacientes bajo tratamiento con glucósidos cardíacos, dado que la hipokaliemia
aumenta el riesgo de una toxicidad cardíaca. El hiperaldosteronismo secundario a una cirrosis o nefrosis puede predisponer a
una hipokaliemia, igual que una baja ingesta de potasio o la administración de fármacos que deplecionan el potasio (p.ej. la
amfotericina B). Los pacientes tratados con hidroclorotiazida pueden necesitar un suplemento de potasio para prevenir una
hipokaliemia o acidosis metabólica.
Los afectos adversos gastointestinales de la hidroclorotiazida incluyen anorexia, irritación gástrica, náuseas y vómitos,
calambres abdominales, diarrea, constipación, sialoadenitis y pancreatitis. Durante un tratamiento con hidroclorotiazida
puede producirse una alcalosis hipoclorémica siendo esta más probable en pacientes con vómitos, diarrea o sudoración
excesiva u otras condiciones en las que se pierde excesivo potasio. También puede producirse hiponatremia, pero esta suele
ser por regla general poco importante y asintomática. La discontinuación del tratamiento, la restricción de fluídos o la
administración de suplementos de potasio o magnesio, rápidamente normalizan los niveles séricos de sodio. Los ancianos son
más propensos a desarrollar un hiponatremia, por lo que se deben tomar precauciones.
Se han comunicado casos de azoemia y de nefritis intersticial en pacientes tratados con hidroclorotiazida, en particular en
pacientes con una enfermedad renal pre-existente.
La hidroclorotiazida puede producir glucosuria e hiperglucemia en los diabéticos, posiblemente debido a una depleción de
potasio. Se recomienda monitorizar los niveles de glucosa en sangre o en orina en estos pacientes.
La hidroclorotiazida interfiere en la secreción tubular proximal de ácido úrico reduciendo su eliminación y agravando la
hiperuricemia en los enfermos con gota. Aunque sólo se producen ataques de gota en el 20% de los pacientes con
hiperuricemia, la administración de hidroclorotiazida puede desencadenar ataques de gota en estos pacientes.
Se pueden producir hipotensión e hipotensión ortostática durante un tratamiento con hidroclorotiazida, hipotensiòn que es
exacerbada por el consumo de alcohol o por la administración concomitante de antihipertensivos o narcóticos.
Se ha asociado el uso de la hidroclorotiazida a la ictericia colestásica, debiéndose tomar precauciones si se administra este
fármaco a niños con ictericia, debido a que aumenta el riesgo de una hiperbilirrubidemia.
Se han comunicado algunos efectos adversos sobre el sistema nervioso central, incluyendo cefaleas, parestesias, mareos,
vértigo y xantopsía. Las reacciones adversas hematológicas son muy raras, aunque se han descrito agranulocitosis, anemia
aplásica, pancitopenia, leucopenia y trombocitopenia. Tampoco son frecuentes las reacciones adversas dermatológicas,
aunque se han descrito casos de púrpura, fotosensibilidad, alopecia, rash, urticaria, eritema multiforme (incluyendo el
síndrome de Stevens-Johnson), dermatitis exfoliativa y poliarteritis nudosa.

CONVENIENCIA

Contraindicaciones
La hidroclorotiazida induce fluctuaciones de las concentraciones séricas de electrolitos que pueden ocasionar una pérdida del
equilibrio electrolítico y un coma hepático en los pacientes susceptibles. Por lo tanto se recomienda precaución cuando se
administre a pacientes con enfermedades hepáticas. La hidroclorotiazida puede ocasionar hiperglucemia, deterioro de la
tolerancia a la glucosa y glucosuria por lo que se deberán monitorizar los niveles de glucosa en sangre y/o orina durante un
tratamiento prolongado, en particular en los pacientes con diabetes mellitus. Las personas mayores de 65 años pueden
presentar una mayor sensibilidad a los efectos diuréticos de las tiazidas, incluyendo la hidroclorotiazida.
La hidroclototiazida se debe utilizar con precaución en pacientes con disfunción renal, debido a que la hipovolemia producida
por el fármaco puede desencader una azotemia. Si se observase un aumento de la creatinina sérica o del nitrógeno ureico en
sangre, se debe interrumpir inmediatamente el tratamiento. Cuando el aclaramiento de creatinina es <>

Interacciones

Cuando se administra la hidroclorotiazida con otros diuréticos o antihipertensivos, se observan efectos aditivos, lo cual es
aprovechado para aumentar su efectividad. Sin embargo, también pueden producirse hipotensiones ortostáticas, por lo que es
necesario ajustar las dosis adecuadamente a las necesidades de cada paciente.
El uso concomitante de hidroclorotiazida con amilorida, espironolactona o triamterene puede reducir el riesgo de una
hipokaliemia, debido a sus efectos ahorradores de potasio. El uso de estos fármacos puede ser una alternativa a los
suplementos de potasio que se recomiendan a los pacientes tratados con diuréticos. Los efectos sobre el balance electrolítico
inducidos por la hidroclorotiaziada pueden predisponer a una mayor toxicidad por fármacos como los digitálicos o el trióxido
de arsénico, siendo mayor el riesgo del desarrollo de arritmias, que pueden llegar a ser fatales. Se recomienda monitorizar los
electrolitos y corregir cualquier desequilibrio cuando se inicie un tratamiento con digoxina o trióxido de arsénico. Igualmente,
la hipokaliemia puede potenciar el bloqueo neuromuscular inducido por fármacos bloqueantes neuromusculares.
El riesgo de una hipokaliemia inducida por hidroclorotiazida es mayor si se administra concomitantemente con otros
fármacos que también reducen los niveles plasmáticos de potasio como los corticoides, la corticotropina o la amfotericina B.
Se recomienda en estos casos monitorizar los niveles de potasio y la función cardíaca, añadiendo si fuera necesario
suplementos de potasio. Igualmente, se deben normalizar los niveles de potasio en caso de administrar dofetilida, cuyo
aclaramiento es reducido por la hidroclorotiazida, con el correspondiente riesgo de torsades de pointes.
Los diuréticos tiazídicos reducen la excreción renal de litio, por lo que puede aumentar la toxicidad de este antidepresivo.
Aunque a veces se utilizan los diuréticos para contrarrestar la poliuria que ocasiona el litio, se deben monitorizar los niveles
plasmáticos del mismo y reajustar las dosis cuando se añade el diurético.
Los diuréticos tiazídicos reducen la sensibilidad a la insulina aumentando la intolerancia a la glucosa y la hiperglucemia. Por
este motivo, la hidroclorotiazida presenta interacciones con todos los antidiabéticos, ya sean orales o insulínicos, con la
correspondiente pérdida del control de la diabetes. Por este motivo, los diabéticos que inicien un tratamiento con
hidroclorotiazida deberán monitorizar cuidadosamente sus niveles de glucosa en sangre y ajustar de manera adecuada las
dosis de antidiabéticos.
La hipovolemia inducida por la hidroclorotiazida podría incrementar la concentración de los agentes procoagulantes de la
sangre. Sin embargo, tales efectos no han sido observados hasta la fecha.
Se ha comunicado un aumento de las concentraciones plasmáticas de amantadina con efectos tóxicos en pacientes tratados
con un diurético a base de hidroclorotiazida + triamterene, aunque se desconoce a cual de los dos fármacos hay que atribuir
esta interacción. Por lo tanto, se recomienda precaución si se administran concomitantemente amantadina e
hidroclorotiazida.
La inhibición de la síntesis renal de prostaglandinas producida por los fármacos anti-inflamatorios no esteroídicos (AINES)
puede reducir los efectos diuréticos, natriuréticos y antihipertensivos de la hidroclorotiazida. También puede aumentar el
riesgo de una insuficiencia renal, al reducirse el flujo sanguíneo renal. Se recomienda una cuidadosa vigilancia de estos
enfermos para comprobar cualquier cambio de la efectividad del tratamiento diurético o cualquier síntoma de deterioro renal.
La colesteramina es capaz de fijar los fármacos de caracter ácido como la hidroclorotiazida, reduciendo su absorción
gastrointestinal y su eficacia. Se recomienda administrar las tiazidas al menos 4 horas antes de la colestiramina. Lo mismo
ocurre con el colestipol, aunque en menor grado, por lo que se recomienda administrar las tiazidas al menos 2 horas antes.
Los diuréticos tiazidicos, incluyendo la hidroclorotiazida pueden incrementar los efectos fotosensibilizantes de algunos
fármacos como la griseofulvina, las fenotiazinas, las sulfonamidas y sulfonilureas, las tetraciclinas, los retinoides y los agentes
utilizados en la terapìa fotodinámica.
El espino blanco (Crataegus laevigata) reduce las resistencias periféricas y puede acentuar los efectos antihipertensivos de la
hidroclorotiazida. La escina, una saponina presente en el castaño de las Indias, tiene un cierto efecto diurético, que puede ser
aditivo al de la hidroclorotiazida

Forma Farmacéutica

Hidroclorotiazida sola:
HIDROSALURETIC, 50 mg. CHIESI

Hidroclorotiazida asociada:
ACETENSIL comp. (enalapril maleato, 20 mg; hidroclorotiazida, 12,5 mg) GRUNENTHAL
AMERIDE comp. (clorhidrato de amilorida, 5 mg; hidroclorotiazida, 50 mg) BRISTOL
ATACAND PLUS comp. (candesartán cilexetilo 16 mg; hidroclorotiazida 12,5 mg) ASTRA ZENECA
BICETIL comp. (quinapril clorhidrato, 20 mg; hidroclorotiazida, 12,5 mg
NEOTENSIN DIU ( enalapril maleato, 20 mg; hidroclorotiazida, 12,5 mg) SCHWARTZ-PHARMA
ENALAPRIL + HIDROCLOROTIAZIDA CINFA Comp. 20/12,5 mg (*)
ENALAPRIL + HIDROCLOROTIAZIDA RATIOPHARM EFG Comp. 20/12,5 mg

Atenolol

GRUPO: Beta Bloqueadores

Estructura Química:

FARMACOCINÉTICA

Vía de Administración: Oral

Biodisponibilidad: Aproximadamente el 50% de una dosis oral se absorbe por el tracto gastrointestinal. Las máximas
concentraciones plasmáticas se alcanzan entre las 2 a 4 horas. Las concentraciones máximas de atenolol en plasma son
aproximadamente de 300 a 700 ng/mL después de 50 y 100 mg, respectivamente.

Unión a Proteínas: 6 - 16%

Volumen de distribución (L/Kg) Atenolol es distribuye extensamente a los tejidos extravasculares, pero sólo una pequeña
fracción pasa al sistema nervioso central.

Metabolismo: Aproximadamente el 10% del atenolol es metabolizado el hombre


Eliminación : eliminado sin alterar por las heces. El 3% del material recuperado en la orina es el metabolito hidroxilado que
tiene una 10% de la actividad farmacológica del atenolol

Tiempo de vida media: 6 a 7 horas

FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción
El Atenolol es un agente beta-bloqueante con efectos predominantes sobre los receptores beta-1. No posee propiedades
estabilizantes de la membrana ni actividad intrínseca simpatomimética (agonista parcial). El mecanismo del efecto
antihipertensivo no es bien conocido: entre los varios factores implicados destaca su capacidad para antagonizar la
taquicardia inducida por las catecolaminas en los receptores cardíacos, reduciendo el gasto cardíaco; la inhibición de la
secreción de la renina y la inhibición de los centros vasomotores. El mecanismo del efecto antianginoso tampoco es bien
conocido. Un factor importante puede ser la reducción del consumo de oxígeno al bloquear el aumento de la frecuencia
cardíaca inducida por las catecolaminas, la presión arterial sistólica y la velocidad y fuerza de la contracción del miocardio.

Efecto y aplicación clínica:

El atenolol está indicado en el tratamiento de la hipertensión arterial esencial, de la angina de pecho y del infarto agudo de
miocardio
Dosis

Hipertensión: La dosis inicial de atenolol es de 50 mg al día pudiendo ser acompañada de terapia antidiurética. El efecto se
produce entre 1 y 2 semanas después de la administración. Si no se consigue una respuesta óptima, la dosis debe
incrementarse a 100 mg en una toma única al día. Dosis por encima de 100 mg al día no produce incremento del efecto
antihipertensivo.

Posología en casos de insuficiencia renal: Debido a que atenolol se elimina fundamentalmente por excreción urinaria, la
posología debe ajustarse en casos de insuficiencia renal. Puede ser necesario iniciar el tratamiento con dosis bajas, de 25
mg/día. Los pacientes sometidos a hemodiálisis recibirán una dosis de 25 ó 50 mg de atenolol después de cada diálisis

Posología en geriatría: La dosis requerida puede ser reducida, especialmente, en pacientes con función renal alterada.

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento

Bradicardia, frialdad en las extremidades, hipotensión postural, mareo, vértigo, cansancio, fatiga, letargo, depresión, diarrea,
náuseas, dificultad respiratoria, disnea. Se han reportado casos de agranulocitosis. Algunas de las reacciones de tipo alérgico
debidas a atenolol son fiebre, dolor de garganta, laringoespasmo. Raramente se han presentado trastornos del sueño,
semejantes a los observados con otros beta-bloqueantes.
Depresión mental reversible, desorientación, pérdidas temporales de memoria, trombosis mesentérica arterial, colitis
isquémica. Con otros beta-bloqueantes se han descrito cuadros de hipersensibilidad consistentes en erupciones cutáneas y/o
sequedad de ojos. Aunque raramente se han presentado con atenolol, si aparece dicha sintomatología y no puede atribuírsele
ninguna otra causa, se suspenderá el tratamiento como medida de precaución.
Los principales síntomas de sobredosificación son letargo, alteraciones en las vías respiratorias, dificultad respiratoria,
bradicardia y bloqueo sinusal. Adicionalmente, como sucede con todos los bloqueantes beta-adrenérgicos, puede aparecer un
fallo cardíaco congestivo, broncoespasmo y/o hipoglucemia. El tratamiento general incluye emesis, lavado gástrico y
administración de carbón activo. Atenolol se elimina mediante hemodiálisis. En caso de aparecer bradicardia excesiva, puede
contrarrestarse con 1 a 2 mg de atropina por vía intravenosa. Si fuera necesario, ésta puede continuarse con una dosis, en
bolus, de 10 mg de glucagón por vía intravenosa y, según la respuesta, se puede repetir o continuar con una infusión
intravenosa de glucagón de 1 a 10 mg/hora. Si no se obtiene respuesta al glucagón o no se dispone de él, se podrá utilizar un
estimulante de los receptores betaadrenérgicos como isoprenalina 1-10 ug/minuto vía intravenosa. También puede utilizarse
una infusión vía intravenosa de dobutamina de 2,5 a 10 ug/kg/minuto. En caso de bloqueo cardíaco, el tratamiento se hará
con isoprenalina o marcapasos cardíaco transvenoso. En caso de fallo cardíaco, se digitalizará al paciente y se le administrará
un diurético. El glucagón ha demostrado ser de utilidad en estos casos. Si aparece hipotensión, se puede administrar un
vasodepresor, como dopamina o noradrenalina. Se monitorizará la presión sanguínea continuamente. En caso de
broncoespasmo, se administrará un estimulante beta como isoprenalina o terbutalina y/o aminofilina. En caso de
hipoglucemia, se administrará glucosa por vía intravenosa

CONVENIENCIA

Contraindicaciones

El atenolol está contraindicado en los siguientes casos: hipersensibilidad o alergia a atenolol o a cualquiera de los
componentes del producto, bradicardia sinusal, bloqueo cardíaco de segundo o tercer grado, shock cardiogénico e
insuficiencia cardiaca manifiesta.
El atenolol no debe emplearse en pacientes con insuficiencia cardíaca no tratada, pero puede utilizarse con cuidado cuando la
insuficiencia haya sido controlada. Si durante el tratamiento aparece insuficiencia cardíaca congestiva, puede suspenderse
temporalmente el tratamiento hasta dominar la insuficiencia.

Interacciones

El Atenolol no se debe administrar antes de los 7 días posteriores a la suspensión de¡ tratamiento con cada uno de los
fármacos que se indican a continuación:
Verapamil y bepridil: la administración concomitante puede producir bradicardia, bloqueo cardíaco y aumento de la presión
diastólica final del ventrículo izquierdo.
Antiarritmicos: La amiodarona añadida a los beta-bloqueantes puede ocasionar una severa bradicardia y paro sinusal. La
amiodarona prolonga el periodo refractario y disminuye el automatismo sinusal. La amiodarona se debe usar com precaución
en pacientes tratados con atenolol especialmente en pacientes propensos a bradicardia, bloqueo A-V y disfunción sinusal. El
uso concomitante de betabloqueantes con quinidina ha mostrado ser aditivo en lo que se refiere a la frecuencia cardíaca,
aumento de los intervalos QTc y PR e hipotensión ortostática. El atenolol reduce de forma significativa el aclaramiento de la
disopiramida y, por lo tanto, puede ocasionar un efecto aditivo depresor del miocardio
La reserpina y otros alcaloides de la rauwolfia pueden tener efecto aditivo con los efectos de atenolol, acentuando la
hipotensión ortostática
Si se instaura un tratamiento conjunto con clonidina, no deberá suspenderse ésta hasta varios días después de finalizar el
tratamiento con atenolol ya que la suspensión brusca de la primera puede precipitar aumentos importantes de la presión
arterial
En todos los tratamientos conjuntos, se debe tener en cuenta la posibilidad de potenciación del efecto bradicardizante.
Los efectos antihipertensivos del atenolol son aditivos con los de otros antihipertensivos, por lo que puede ser necesarios
reajustes de las dosis cuando se instaura un tratamiento concomitante.
Los beta-bloqueantes ejercen una serie de efectos sobre el metabolismo de la glucosa. Los betabloqueantes pueden prolongar
la hipoglucemia interfiriendo la gluconeogenesis o pueden promover la hiperglucemia inhibiendo la secreción de insulina y la
sensibilidad tisular hacia la insulina. Dado que la secreción de insulina esta mediatizada por los receptores beta2, los
betabloqueantes, sobre todo los no selectivos, pueden antagonizar los efectos de las sulfonilureas. Los efectos sobre la
sensibilidad a la insulina, pueden, de igual manera, reducir la efectividad de la metformina como antidiabético oral. Por otra
parte los beta-bloqueantes pueden enmascarar los efectos cardíacos de la hipoglucemia. Los beta-bloqueantes selectivos como
el acebutolol, atenolol, metoprolol, o penbutolol, antagonizan los receptores beta2-menos que los agentes no selectivos y
ocasionan menos problemas sobre la regulación de la glucosa, aunque siguen interfiriendo con los efectos cardíacos de la
hipoglucemia.
Los anestésicos generales pueden potenciar los efectos hipotensores de los beta-bloqueantes y ocasionar una prolongada
hipotensión. Los pacientes sometidos a cirugía bajo anestesia general con anestésicos que tengan efectos inotrópicos
negativos, deberán ser vigilados cuidadosamente para evitar insuficiencias cardíacas. Se han comunicado casos de severa
hipotensión y dificultades en restaurar el ritmo cardíaco después de la cirugía en pacienets tratados con beta-bloqueantes.
La cevimelina puede alterar la conducción y el ritmo cardíacos. Son posibles alteraciones de la conducción en pacientes
tratados con cevimelina y beta-bloqueantes
El uso conjunto de mefloquina y beta-bloqueantes puede ocasionar anomalías del ECG y paros cardíacos.
El empleo concomitante de fármacos beta-bloqueantes y simpaticomiméticos puede ocasionar un antagonismo anulándose
sus efectos mutuos.
El efecto de los beta-bloqueantes puede ser reducido por la estimulación cardíaca producida por la liotironina.
Existen algunos datos, aunque limitados que sugieren que la bradicardia puede empeorar cuando se añaden IMAOs a
pacientes tratados con b-bloqueantes. Aunque la bradicardia sinunal observad no fue muy severa, hasta que se tengan más
datos, los clínicos deberán usar el acebutlol con precaución si se añaden IMAOs
Aunque los fármacos b-bloqueantes se utilizan para tratar o reducir los signos y síntomas de la intoxicación por cocaína, así
como las manifestaciones cardiovasculares subsiguientes al abuso de esta droga, debe tenerse cuidado de que no se oponga
una actividad a que pued ocasionar una profunda hipotensión, bradicardia o paro cardíaco.
Los AINES pueden reducir los efectos antihipertensivos de los beta-bloqueantes. Los pacientes tratados con atenolol para
reducir se hipertensión deberán ser vigilados por si se produjera una disminución del efecto antihipertensivo.
Estudios in vitro han demostrado un efecto inotrópico positivo del jenjibre (Zingiber officinale). Es posible teóricamente, que
el jenjibre pueda afectar la acción de los b-bloqueantes aunque no existen datos clínicos. El majuelo, Crataegus laevigata
puede reducir la resistencia vascular periférica. El majuelo se usa en combinación con fármacos antihipertensivos para
conseguir reducciones adicionales de la presión arterial. Por los tanto, los pacientes tratados con esta planta medicinal que
reciban un fármaco capaz de reducir la presión arterial como el acebutolol deberán ser vigilados.

Precauciones

En pacientes bajo tratamiento con digital o diuréticos, se administrará atenolol de forma controlada, ya que puede retrasar la
conducción aurículo-ventricular. Al igual que ocurre con otros betabloqueantes, no debe suspenderse bruscamente el
tratamiento en pacientes con enfermedad isquémica cardíaca. En el caso de que se presente bradicardia excesiva atribuible al
fármaco, deberá reducirse la dosis y, si fuese necesario, suspenderse.
En pacientes con enfermedades crónicas obstructivas de las vías respiratorias se administrará con extremo cuidado, ya que
puede dar lugar a un broncoespasmo. En pacientes asmáticos puede provocar un aumento en la resistencia de las vías aéreas.
Por lo general, este broncoespasmo puede anularse e incluso invertirse con brondodilatadores como salbutamol, isoprenalina
o terbutalina.
En pacientes diabéticos se tendrá presente que los beta-bloqueantes pueden enmascarar la taquicardia, uno de los primeros
síntomas de una reacción hipoglucémica. Por la misma razón, podría enmascarar las primeras manifestaciones de
hipertiroidismo.
Anestesia: El efecto beta-bloqueante podría verse reducido por el efecto de dobutamina o de adrenalina. En la mayoría de los
pacientes no es recomendable retirar los fármacos beta-bloqueantes antes de la cirugía. En el caso de que se decidiera
suspender el medicamento antes de una intervención quirúrgica, la retirada tendrá que hacerse 48 horas antes de la misma.
Si por el contrario se continúa la medicación, deberá tenerse especial precaución con anestésicos como el clopropano,
tricloroetileno o éter. En caso de aparecer predominio de acción vagal, puede corregirse con 1-2 mg de atropina por vía
intravenosa.
Cese del tratamiento con atenolol: En pacientes con enfermedad de arterias coronarias que hayan sido tratados con atenolol,
no debe suspenderse bruscamente el tratamiento. Se han descrito casos de exacerbación severa de angina de pecho, infartos
de miocardio y arritmias ventriculares en pacientes a los que se ha suspendido bruscamente el tratamiento con
betabloqueantes. Estas dos últimas complicaciones pueden producirse con o sin previa exacerbación de angina de pecho. En
caso de que la angina de pecho empeorara o se desarrollara insuficiencia coronaría aguda, se recomienda restaurar la terapia
con atenolol rápidamente, al menos de forma temporal.

EMBARAZO Y LACTANCIA
El Atenolol atraviesa la barrera placentaria, habiéndose detectado en el cordón umbilical, por lo que puede causar daño fetal
cuando se administra a mujeres embarazadas. La administración de atenolol durante el segundo trimestre de embarazo se ha
asociado con el nacimiento de niños con un tamaño inferior al correspondiente a su edad gestacional. No se han llevado a
cabo estudios sobre la utilización de atenolol durante el primer trimestre de embarazo, por lo que la posibilidad de daño fetal
no ha sido excluida. Si se utiliza atenolol durante el embarazo o si la paciente se queda embarazada mientras está en
tratamiento, debe valorarse el riesgo potencial para el feto. Atenolol se excreta en leche materna. Por tanto, hay que tener
precaución cuando se administra en mujeres en período de lactancia. Puede producir una bradicardia selectiva en los
lactantes, especialmente en prematuros y lactantes con función renal alterada.

Forma Farmacéutica

ATENOLOL NORMON 50 mg. Envases con 30 y 60 comprimidos ATENOLOL NORMOL 100 mg. Envases con 30 y 60
comprimidos
ATENOLOL RATIOPHARM 100 mg. Envases con 30 comprimidos
BLOCKIUM 50 mg. Envases con 30 y 60 comprimidos BLOCKIUM 100 mg. Envases con 30 comprimidos
TENORMIN 50 mg. Envases con 30 y 60 comprimidosTENORMIN 100 mg. Envases con 30 comprimidos
Captopril

GRUPO: Inhibidores ECA

Estructura Química:

FARMACOCINÉTICA
Vía de Administración: Oral

Biodisponibilidad: se absorbe rápidamente oral, alcanzándose el nivel plasmático máximo aproximadamente en una hora. La
absorción mínima es del 75% de la dosis administrada y disminuye de un 30 a un 50% por la presencia de alimentos en el
tracto gastrointestinal.

Unión a Proteínas Aproximadamente un 30% de la dosis circula unida a las proteínas plasmáticas
Volumen de distribución (L/Kg)en voluntarios sanos es de 0.7 l/kg.

Metabolismo Aproximadamente el 50% es metabolizado, dando origen a dos metabolitos inactivos; el dímero disulfito de
captopril y el disulfito de cisteína de captopril

Eliminación eliminado por la orina representa un 95% de la dosis absorbida, eliminándose como fármaco inalterado del 40 al
50% y el resto como metabolitos.

Tiempo de vida media es inferior a 3 horas.

FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción

El mecanismo de acción de captopril aún no ha sido completamente dilucidado. Sus efectos benéficos en la hipertensión y en
la insuficiencia cardiaca parecen ser sobre todo el resultado de la supresión del sistema renina-angiotensina-aldosterona. No
existe una correlación consistente entre los niveles de renina y la respuesta al fármaco.
Captopril evita la conversión de angiotensina I en angiotensina II al inhibir la enzima convertidora de la angiotensina (ECA).
La disminución de la angiotensina II ocasiona que se reduzca la secreción de aldosterona y como resultado pueden
presentarse leves elevaciones del potasio sérico con pérdida de sodios y líquidos.
La administración de captopril produce disminución de la resistencia arterial periférica en pacientes hipertensos, sin cambios
en el gasto cardiaco o con aumento del mismo.
La ECA es idéntica a la bradicininasa, por ello captopril interfiere con la degradación de la bradicinina e incrementa sus
concentraciones plasmáticas, coadyuvando con esto al efecto terapéutico de captopril
Los efectos antihipertensivos persisten durante un mayor periodo que la inhibición demostrable de la ECA circulante. No se
sabe si la ECA presente en el endotelio vascular es inhibida durante mayor tiempo que la ECA de la sangre circulante.

Efecto y aplicación clínica


Tratamiento de la hipertensión arterial Insuficiencia cardíaca: el captopril está indicado en el tratamiento de la insuficiencia
cardíaca. Aunque su efecto terapéutico no requiere la presencia de digital, en la mayor parte de los ensayos clínicos realizados
el paciente recibía diuréticos y digital junto con captopril.
Infarto de miocardio: el captopril está indicado en el postinfarto de miocardio tras 72 horas de estabilidad hemodinámica en
pacientes que hayan presentado insuficiencia cardíaca en el curso de la enfermedad o que tenga evidencia de fracción de
eyección disminuida.
El captopril puede ser administrado a pacientes en tratamiento con otras terapias postinfarto de miocardio, como
trombolíticos, salicilatos o betabloqueantes.
Nefropatía diabética el captopril está indicado en el tratamiento de la nefropatía diabética en pacientes insulinodependientes,
ya sean normotensos o hipertensos. El captopril previene la progresión de la enfermedad renal y reduce las secuelas clínicas
que a ella se asocian (incluyendo la necesidad de diálisis, trasplante renal y la mortalidad).

Dosis

Hipertensión: El captopril está indicado en el tratamiento de la hipertensión. El captopril es eficaz solo o en combinación con
otros agentes antihipertensivos, especialmente con los diuréticos tiazídicos. Los efectos hipotensores del captopril y de las
tiazidas son prácticamente aditivos.
Antes de iniciar el tratamiento con el captopril deben considerarse: el tratamiento antihipertensivo reciente, las cifras
tensionales, la restricción de sal en la dieta y otras situaciones clínicas. Si es posible, deberá retirarse la medicación
antihipertensiva previa una semana antes del inicio del tratamiento con captopril. La dosis inicial de captopril es de 50 mg al
día. Si no se consigue reducir satisfactoriamente la tensión arterial tras una o dos semanas de tratamiento, la dosis puede
incrementarse a 100 mg en dosis única diaria o dividida en dos dosis.
La dosis de captopril para tratar la hipertensión generalmente no debe exceder los 150 mg al día. En ningún caso se debe
superar una dosis máxima de 450 mg al día de captopril. La restricción concomitante de sodio puede ser beneficiosa cuando
se utiliza captopril en monoterapia. Si la presión sanguínea no se ha controlado adecuadamente tras una o dos semanas de
tratamiento, se deberá añadir una dosis baja de un diurético tipo tiazida como hidroclorotiazida (25 mg al día). La dosis de
diurético puede incrementarse a intervalos de una a dos semanas hasta alcanzar la dosis antihipertensiva máxima habitual. Si
se inicia la terapia con captopril en pacientes en tratamiento con diuréticos, éste deberá iniciarse bajo estricto control médico.
En pacientes con hipertensión grave (por ejemplo, hipertensión acelerada o maligna) en los que no es deseable o posible una
interrupción temporal de la terapia antihipertensiva, o si está indicado un rápido descenso de la tensión arterial, deberá
continuarse con el diurético, pero se interrumpirá la medicación antihipertensiva restante, para iniciar rápidamente y bajo
estricto control médico, la administración de captopril a dosis de 25 mg dos o tres veces al día. Cuando la situación clínica del
paciente lo requiera, la dosis diaria de captopril podrá incrementarse (manteniendo la terapia con diurético) cada 24 horas o
menos, bajo supervisión médica continuada, hasta lograr un control satisfactorio de la tensión arterial o alcanzar la dosis
máxima de captopril. En este régimen la asociación de un diurético más potente (por ejemplo, furosemida) puede también
estar indicada.

SEGURIDAD

Los estudios de toxicidad crónica oral se realizaron en rata, ratón, perro y mono. Los efectos tóxicos relevantes y relacionados
con el fármaco incluyen: alteración de la hematopoyesis, toxicidad renal, erosión/ulceración gástrica y alteraciones de los
vasos sanguíneos retinianos.En ratones y ratas tratadas con dosis de 50 a 1350 ml/kg de captopril durante dos años no se
observaron efectos cancerígenos.En conejos, captopril ha demostrado ser embriotóxico. En humanos, el captopril
administrado durante el segundo y el tercer trimestre de embarazo puede causar aumento de la morbilidad y mortalidad de
los fetos y también de los que llegan a término, por lo tanto no debe usarse durante el embarazo.

Reacciones Adversas al Medicamento

Es generalmente bien tolerado(7). Sin embargo, pueden llegar a presentarse principalmentedermatológicos y


gastrointestinales. Menos frecuente los cardiovascular y hematológicos, renaleshepáticos; raramente afecta al Sistema
Nervioso Central (SNC) y al aparato respiratorio.DERMATOLÓGICO: Rash, erupción generalmente maculopapular,
fotosensibilidad, dermatitisexfoliativa, alopecia, eritema multiforme, pénfigo, síndrome de Stevens-
Johnson.GASTROINTESTINALES: anorexia, estreñimiento o/y diarrea, pérdida del gusto, irritación gástrica,dolor
abdominal, disgeusia, úlceras pépticas, dispepsia, sequedad de boca, glositis, pancreatitis.CARDIOVASCULAR: Hipotensión,
angina, fenómeno Raynaud, dolor del pecho, palpitaciones,taquicardia, síncope.HEMATOLÓGICOS: anemia, agranulocitosis
, eosinofília, neutropenia, trombocitopenia,pancitopenia, anemia aplástica o hemolítica, hiperplasia mieloide.RENALES:
proteinuria, frecuencia urinaria, oliguria, poliuria, síndrome nefrótico, nefritis intersticial.HEPÁTICO: Ictericia, colestasis,
hepatitis.SNC: Dolor de cabeza, vértigos, astenia, insomnio, fatiga, parestesias, confusión, depresión,nerviosismo, ataxia,
somnolencia.RESPIRATORIO: Tos de Broncoespasmo, disnea, asma, embolia pulmonar, infarto pulmonarMUSCULO-
ESQUELETICO: Mialgia, artralgia.OTROS: fiebre, vasculitis, impotencia, hiperkalemia, hiponatremia, ginecomastia, rinitis.
Raramentese ha presentado choque, edema de Quincke. Referencia: (6,8)

CONVENIENCIA

Contraindicaciones:
El captopril está contraindicado en pacientes con hipersensibilidad a este medicamento o a cualquier inhibidor de la enzima
conversora de la angiotensina (IECA) (por ejemplo, pacientes que hayan presentado angioedema durante la terapia con
cualquier IECA).
Angioedema: se han observado casos de angioedema en pacientes tratados con IECA, incluyendo captopril. Si el angioedema
afecta a la lengua, glotis o laringe, puede producir obstrucción de las vías aéreas y ser fatal. Se instaurará tratamiento de
urgencia con adrenalina subcutánea al 1:1000. Los casos de hinchazón limitados a cara, mucosa oral, labios y extremidades
generalmente se resuelven suprimiendo el tratamiento con captopril; algunos casos precisan tratamiento médico.
Reacciones anafilactoides durante la diálisis de alto flujo y la aféresis de lipoproteínas: se han descrito casos de aparición de
reacciones anafilactoides en pacientes hemodializados con membranas de diálisis de alto flujo. También se han detectado
reacciones anafilactoides en pacientes que estaban siendo tratados mediante aféresis de lipoproteínas de baja densidad por
absorción con sulfato de dextrano. En estos pacientes debe considerarse la utilización de otro tipo de membrana de diálisis o
de medicación.
Neutropenia y agranulocitosis: la aparición de neutropenia es muy rara (incidencia <> 1,6 mg/dl) pero sin enfermedad
vascular del colágeno, el riesgo de neutropenia en ensayos clínicos fue aproximadamente de un 0,2%. En pacientes con
insuficiencia renal, la utilización de alopurinol concomitantemente con captopril se relaciona con la aparición de neutropenia.
En pacientes con enfermedades vasculares del colágeno (por ejemplo, lupus eritematoso sistémico, esclerodermia) e
insuficiencia renal se presentó neutropenia en un 3,7% de los pacientes en ensayos clínicos.
Generalmente, la neutropenia se ha detectado dentro de los tres meses siguientes al inicio de la terapia con captopril. El
recuento de neutrófilos se normaliza a las dos semanas de la retirada del captopril y las infecciones graves se limitaron a
pacientes clínicamente complejos. Aproximadamente, un 13% de las neutropenias fueron fatales, pero casi todos los casos se
produjeron en pacientes con enfermedades graves, con enfermedades vasculares del colágeno, insuficiencia renal,
insuficiencia cardíaca o terapia inmunosupresora, o una combinación de estos factores. La evaluación del paciente hipertenso
o con insuficiencia cardíaca debe incluir siempre la valoración de la función renal. Si se utiliza captopril en pacientes con
deterioro significativo de la función renal debe evaluarse el recuento leucocitario, previamente al inicio de la terapia y con
intervalos de 2 semanas durante 3 meses y luego periódicamente.
El captopril debe utilizarse tras valorar la relación beneficio/riesgo y con precaución, en pacientes con enfermedad vascular
del colágeno o que están expuestos a otros fármacos que puedan afectar a la serie blanca o a la respuesta inmune, y
específicamente cuando existe alteración de la función renal. Como la supresión de la terapia con captopril y otros fármacos
origina por lo general una rápida restitución del contaje normal de las células blancas, si se confirma la existencia de
neutropenia (< 1.000 neutrófilos/mm3), se debe interrumpir la administración de Capoten y seguir de cerca la evolución del
enfermo.
Proteinuria: se ha observado proteinuria >1 g/día en el 0,7% de los pacientes en tratamiento con captopril. El 90% de estos
pacientes mostraba evidencia de nefropatía previa, habían recibido dosis relativamente altas de captopril (> 150 mg/día) o
ambos. Aproximadamente 1/5 de los pacientes proteinúricos presentaron síndrome nefrótico. En la mayoría de los casos, la
proteinuria decrece o desaparece en 6 meses, tanto si se continúa el tratamiento con captopril como si no. Los parámetros de
función renal como el nitrógeno ureico y la creatinina raramente se alteran en los pacientes con proteinuria.
En un estudio multicéntrico, doble ciego y controlado con placebo, que incluyó 207 pacientes con nefropatía diabética y
proteinuria (> 500 mg al día) se logró una reducción importante en la proteinuria por el tratamiento con captopril a dosis de
75 mg al día durante un tiempo promedio de 3 años. No se sabe si la terapia prolongada con captopril en pacientes afectos de
otros tipos de nefropatía tiene efectos similares. Deberá estimarse la proteinuria de los pacientes con enfermedad renal previa
o que reciban más de 150 mg al día de captopril (mediante tiras reactivas con primera orina de la mañana) antes del
tratamiento y periódicamente una vez iniciado éste.
Hipotensión: en raras ocasiones se observó hipotensión grave en pacientes hipertensos, pero es una consecuencia posible del
uso de captopril en pacientes con depleción hidrosalina (por ejemplo, los tratados intensamente con diuréticos), con
insuficiencia cardíaca o en diálisis.
En los pacientes hipertensos, puede minimizarse la posibilidad de aparición de hipotensión sintomática con las primeras
dosis de captopril aumentando la ingesta de sal o suspendiendo la terapia con diuréticos una semana antes de iniciar el
tratamiento con captopril o iniciando la terapia con dosis bajas (6,25 ó 12,5 mg). Alternativamente, puede darse la primera
dosis bajo supervisión médica que debe mantenerse al menos durante una hora tras la toma. La hipotensión transitoria no
contraindica la administración de dosis posteriores una vez que haya aumentado la presión arterial.
En pacientes afectos de insuficiencia cardíaca con tensión arterial normal o baja, se detectaron caídas transitorias de la
tensión arterial media >20% en aproximadamente la mitad de los pacientes. Esta hipotensión transitoria es más frecuente
que aparezca tras las primeras dosis, y suele tolerarse bien, siendo asintomática o acompañándose de una leve sensación de
inestabilidad. En estos pacientes, debido a la posible caída brusca de la tensión arterial se debe iniciar el tratamiento bajo
estricta supervisión médica. Una dosis inicial de 6,25 ó 12,5 mg de captopril dos o tres veces al día puede minimizar el efecto
hipotensor. Los pacientes deben ser controlados durante las dos primeras semanas de tratamiento y siempre que se
incremente la dosis de captopril y/o diurético. La hipotensión en sí no es razón suficiente para interrumpir la terapia con
captopril. La magnitud de este descenso tensional es máxima al inicio del tratamiento y se estabiliza en 1 ó 2 semanas,
volviendo generalmente la presión arterial a sus valores iniciales en dos meses, sin que se reduzca la eficacia terapéutica.
Insuficiencia renal. Hipertensión: en pacientes con hipertensión arterial tratada con captopril, en especial los pacientes que
padecen estenosis severa de la arteria renal, se han producido incrementos del nitrógeno ureico y la creatinina sérica tras
reducirse la presión arterial con captopril. De aparecer este síndrome, puede ser preciso reducir la dosis de captopril y/o
suspender el diurético. Insuficiencia cardíaca: durante los tratamientos prolongados con captopril alrededor de un 20% de los
pacientes con insuficiencia cardíaca desarrollan elevaciones estables del nitrógeno ureico y la creatinina sérica de más de un
20% sobre su nivel basal. Menos del 5% de los pacientes, generalmente afectos de enfermedades renales graves previas,
precisan la interrupción del tratamiento por el progresivo incremento de la creatinina.
Hiperpotasemia: se han observado elevaciones del potasio en algunos pacientes tratados con IECAs, captopril incluido. Los
pacientes con riesgo de desarrollar hipercaliemia al ser tratados con IECAs son: los afectos de insuficiencia renal, diabetes
mellitus, y los que están tratados concomitantemente con diuréticos ahorradores de potasio, suplementos de potasio o
sustitutos de la sal que contienen potasio, o con otros fármacos asociados con elevaciones del potasio sérico (por ejemplo,
heparina). Insuficiencia hepática: raramente se ha asociado los IECAs a un síndrome que se inicia con ictericia colostática y
progresa a necrosis hepática fulminante y que a veces es mortal. El mecanismo productor de este síndrome es desconocido.
En los pacientes tratados con IECAs en quienes aparezcan ictericia o elevaciones marcadas de los enzimas hepáticos debe
suspenderse el IECA y se debe realizar un seguimiento médico apropiado.
Tos: se detectó en el 0,5-2% de los pacientes. Suele ser no productiva, persistente y ceder al suspender el tratamiento. La tos
inducida por los IECAs debe tenerse en cuenta como parte del diagnóstico diferencial de la tos.
Cirugía y anestesia: en pacientes sometidos a cirugía mayor, o durante la anestesia con agentes que producen hipotensión, el
captopril puede bloquear la formación de angiotensina II secundaria a la liberación compensatoria de renina. Si aparece
hipotensión y se considera producida por este mecanismo, podría corregirse mediante expansores del volumen plasmático.
Si se administran durante el 2º y 3er trimestre del embarazo, los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina
(grupo al que pertenece captopril) pueden causar daño y muerte fetal. Si se detecta embarazo, el captopril debe suspenderse
lo antes posible. La concentración de captopril en la leche materna es aproximadamente un 1% de la plasmática. Debido a la
posible aparición de efectos adversos graves inducidos por el captopril en los lactantes, deberá decidirse si se suspende el
tratamiento o la lactancia, teniendo en cuenta la importancia del tratamiento para la madre.
Uso pediátrico: no se ha establecido la eficacia y seguridad de captopril en niños ni lactantes. Se utilizará bajo estricto control
médico y exclusivamente en los casos en que los beneficios potenciales justifiquen posibles riesgos.

Interacciones

Diuréticos: los pacientes tratados con diuréticos, en especial aquellos en los que dicha terapia se ha instaurado recientemente,
así como los que siguen una dieta con una restricción de sal severa o están en diálisis, pueden presentar ocasionalmente una
caída brusca de la presión sanguínea, generalmente en la primera hora tras recibir la dosis inicial de captopril.
Antiácidos: los antiácidos pueden reducir la absorción gastrointestinal del captopril
Antidiabéticos: el captopril y, posiblemente otros inhibidores de la ECA, pueden incrementar la actividad de los antidiabéticos
orales con el riesgo correspondiente de hipoglucemia. Esta ha sido observada en pacientes tratados con gliburida o
metformina cuando se añadió el captopril a su tratamiento antidiabético.
Agentes vasodilatadores: se administrarán con precaución los fármacos con actividad vasodilatadora, y se considerará el uso
de dosis inferiores a las habituales.
Agentes que modifican la actividad simpática: los agentes que modifican la actividad simpática (por ejemplo, agentes
bloqueantes ganglionares o bloqueantes de la neurona adrenérgica) deben utilizarse con precaución.
Agentes que incrementan el potasio sérico: los diuréticos ahorradores de potasio como espironolactona, triamtereno o
amiloride, y los suplementos de potasio sólo se administrarán, y con precaución, en caso de hipopotasemia documentada, ya
que pueden producir un incremento del potasio sérico importante. Los sustitutos de la sal que contienen potasio se utilizarán
también con precaución.
Digoxina: las concentraciones séricas de digoxina pueden aumentar en un 15-30% en pacientes con insuficiencia cardíaca
congestiva tratados al mismo tiempo con captopril. Sin embargo, en un estudio en voluntarios sanos no se observó evidencia
de una interacción farmacocinética directa. No está, por tanto, muy clara la significancia clínica de esta interacción
Inhibidores de la síntesis de prostaglandinas: la indometacina puede reducir el efecto antihipertensivo de captopril,
especialmente en caso de hipertensión con reninemia baja. Otros agentes AINEs (por ejemplo, salicilatos) pueden tener el
mismo efecto.
Litio: se han detectado incrementos de los niveles séricos de litio y síntomas de intoxicación en pacientes en tratamiento
concomitante con IECA. Estos fármacos deben ser coadministrados con precaución y se recomienda monitorizar con
frecuencia los niveles séricos de litio. Si también se administra un diurético, puede aumentar el riesgo de toxicidad por litio.
Azatioprina: el uso de inhibidores de la ECA en pacientes hipertensos tratados con azatioprina ha mostrado inducir anemia y
leucopenia severa. Debe evitarse el uso de esta combinación siempre que sea posible, Cuando es necesario un tratamiento con
azatioprina y ramipril, el paciente deberá ser vigilado cuidadosamente para detectar la posible aparición de la mielosupresión.
Ciclosporina: se han observado algunos casos de insuficiencia renal aguda cuando se añadió fosinopril a pacientes
transplantados tratados con ciclosporina. El efecto vasoconstrictor aferente renal de la ciclosporina y a la hipoperfusión renal
producida por este fármaco, requiere de una respuesta por parte de la angiotensina II para mantener la velocidad de filtración
glomerular. La inhibición de la enzima de conversión puede reducir la función renal. Hay que vigilar estrechamente la función
renal en los pacientes que reciben ciclosporina y inhibidores de la ECA simultáneamente.
Probenecid: el probenecid disminuye la secreción renal tubular del captopril, lo que ocasiona una elevación de las
concentraciones plasmáticas del fármaco. Si se administra el probenecid a un paciente estabilizado, puede producirse
hipotensión. Esta interacción parece tener menor importancia si el captopril es añadido una vez que el paciente ha sido
estabilizado con probenecid
El espino blanco, Crataegus laevigata puede reducir la resistencia vascular periférica. El uso de esta planta medicinal en
combinación con fármacos antihipertensivos puede ocasionar reducciones adicionales de la presión arterial en algunos
individuos y por lo tanto se deberá comprobar con frecuencia la presión arterial en estos pacientes.
Interacción con pruebas de laboratorio: Captopril puede originar falsos positivos en el test de acetona en orina.

Precauciones

Debe usarse bajo vigilancia médica en pacientes con problemas renales y vasculares.En pacientes que reciben tratamientos
diuréticos o que se están sometiendo a hemodiálisis sedebe tener precaución ya que pueden causar hipovolemia. Se debe
considerar siempre el riesgode agranulocitosis y neutropenia. El diagnóstico diferencial en la tos secundaria a uso de
Captoprildebe hacerse durante el tratamiento. Se puede desarrollar o progresar la proteinuria en tratamientocon Captopril,
por lo que debe considerarse en pacientes con síndrome nefrítico. Se debe tener. (1)Diuréticos y otros antihipertensivos
incrementan su efecto hipotensor. Antiinflamatorios no esteroideos disminuyen el efecto antihipertensivo.Con sales de
potasio o diuréticos ahorradores de potasio se favorece la hiperpotasemia.

Forma Farmacéutica
CAPOTEN Comp. ranurados DE 25, 50 Y 100 mg
CAPOTEN COR Comp. ranurados 12,5 mg
CAPTOPRIL ALTER EFG Comp. 100 mg, 50 y 25 mg
CAPTOPRIL MERCK EFG Comp. 25 y 50 mg
CAPTOPRIL NORMON EFG Comp. 25, 50 mg y 100 mg
CAPTOPRIL RATIOPHARM comp. 25, y 50 mg
CESPLON Comp. 100, 50 y 25 mg
CESPLON COR Comp. 12,5 mg
GARANIL 100, 50 y 25 mg
TENSOPREL Comp. 100, 50 y 25 mg

BIBLIOGRAFÍA
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5. Rodolfo Rodríguez Carranza. Vademécum Académico de Medicamentos (VAM). México: UNAM. Mc. Graw-
HillInteramericana. 1999: 133-134.
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ardiolog%EDa.html
Enalapril

PERFIL FARMACOLÓGICO DE ENALAPRIL

GRUPO: Inhibidores ECA

Estructura Química:

FARMACOCINÉTICA
Vía de Administración: Oral

Biodisponibilidad

Unión a Proteínas

Volumen de distribución (L/Kg)

Metabolismo

Eliminación

Tiempo de vida media

FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción
Enalapril controla la presión arterial. El mecanismo exacto de acción se
desconoce. Se piensa que está relacionado con la actividad de inhibición
competitiva de la enzima convertidora de la angiotensina I (ECA), con la
consecuente disminución de la tasa de conversión de angiotensina I en
angiotensina II, este último es un potente vasoconstrictor y según se cree
responsable de la elevación de la presión arterial. La disminución de las
concentraciones de angiotensina II resulta en un aumento secundario de la
actividad de la renina en el plasma, mediante la remoción del mecanismo de
retroalimentación negativa de la liberación de renina, y una reducción directa
de la secresión de aldosterona. Los inhibidores ECA pueden ser efectivos para controlar la presión arterial, en hipertensos con
actividad de la renina
baja, normal o elevada. Los inhibidores ECA reducen la resistencia arterial
periférica. Adicionalmente, se ha sugerido pero no se ha probado un efecto
posible sobre el sistema calicreina-cinina (interferencia con la degradación y
disminución resultante de las concentraciones de bradicinina) y un aumento
de la síntesis de prostaglandinas.
Enalapril ejerce acción vasodilatadora siendo de utilidad en insuficiencia
cardiaca congestiva: Disminuye la resistencia vascular periférica (postcarga),
la presión capilar pulmonar (precarga) y la resistencia vascular pulmonar;
mejora la expulsión cardiaca y la tolerancia al ejercicio.

Efecto y aplicación clínica

Tratamiento de hipertensión arterial solo o asociado a diuréticos tiazídicos.


Tratamiento de la insuficiencia cardiaca congestiva en asociación con
diuréticos y terapia digitálica que no responde a otras medidas.
Tratamiento de pacientes con disfunción ventricular izquierda consecutiva a
infarto de miocardio, clínicamente estables (fracción de eyección
ó 35%)
para mejorar la supervivencia y disminuir la incidencia de insuficiencia
cardiaca manifiesta y hospitalización subsecuente por insuficiencia cardiaca
congestiva.
Tratamiento de la hipertensión o de la crisis renal en esclerodermia

Dosis
Dosis usual para adultos y adolescentes
Antihipertensivo
Inicial:
Oral, 5 mg una vez al día, la dosis deberá incrementarse, si fuera
necesario después de una a dos semanas, de acuerdo a la
respuesta clínica.
Dosis de mantenimiento: Oral, 10 a 40 mg por día, como una simple
dosis o dos dosis divididas

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento

Nota: Se ha reportado insuficiencia renal reversible especialmente en


estenosis bilateral de la arteria renal, o estenosis de arteria renal en pacientes
con un solo riñón.
Raramente se ha reportado hepatotoxicidad en pacientes recibiendo
captopril. Más frecuentemente se ha reportado colestasis, aunque necrosis
hepática y daño hepatocelular también se ha reportado. Los síntomas de
presentación más comunes son ictericia, prurito y molestias abdominales. La
hepatotoxicidad asociada a inhibidores ECA es reversible después de
descontinuar la terapia.
Los siguientes efectos adversos se pueden necesitar atención médica:
Incidencia menos frecuente: hipotensión, erupción de la piel con o sin prurito,
fiebre y dolor articular.
Incidencia rara: angioedema de las extremidades, cara, labios, membranas
mucosas, lengua, glotis, y/o laringe., dolor torácico, hiperkalemia, neutropenia
o agranulocitosis.
Necesitan atención si persiste la molestia:
Incidencia más frecuente: Tos, seca y continua, cefalea. Incidencia poco
frecuente: Diarrea, disgeusia, fatiga, náusea.

CONVENIENCIA

Contraindicaciones
Historia de Angioedema, o angioedema durante la terapia con otro inhibidor
de la enzima convertidora. O angioedema hereditaria. Angioedema idiopática.
Estenosis aortica. Enfermedad cerebrovascular. Enfermedad cardiaca
isquémica. Enfermedad severa autoinmune, especialmente lupus eritematoso
(SLE), otras enfermedades vasculares del colágeno o esclerodermia.
Depresión de la médula ósea. Diabetes mellitus. Hiperkalemia.
Estenosis de la arteria renal, bilateral o en riñón único. Trasplante renal.
Insuficiencia renal.
Sensibilidad a un inhibidor ECA prescrito u otro.
Pacientes con baja ingesta de sodio o en hemodiálisis, usarlo con precaución.
Insuficiencia hepática

Interacciones
El alcohol, diuréticos, y otras medicaciones hipotensoras pueden producir
efectos hipotensores aditivos con enalapril; agentes antihipertensivos que
causan liberación de renina o afectan la actividad simpática tienen mayores
efectos aditivos; el uso concurrente de enalapril con agentes
betabloqueadores también tiene efectos aditivos; dado que algunos
antihipertensivos y/o combinaciones de diuréticos puede ser usado para
obtener ventajas terapéuticas, deberá ser necesario ajustar las dosis durante
el uso concurrente o cuando una de las drogas debe descontinuarse. Si
existiera absorción sistémica importante de productos betabloqueadores
oftálmicos, estos pueden potenciar los efectos de enalapril. Puede ocurrir
hipotensión severa y súbita dentro de las primeras cinco horas después de la
dosis inicial de un inhibidor ECA, particularmente en pacientes con deplesión
de volumen y sodio como resultado de terapia diurética, en estos casos iniciar
la terapia con enalapril a bajas dosis o descontinuar el uso de diuréticos o
aumentar la ingesta de sal aproximadamente 1 semana antes de iniciar la
terapia con enalapril para minimizar esta reacción: Esta reacción no suele
recurrir con las dosis subsecuentes, sin embargo deberá tenerse cuidado
cuando se incremente la dosis; posteriormente la terapia con diuréticos puede
ser restituida, si fuera necesario. El riesgo de insuficiencia renal puede estar
aumentado en pacientes con deplesión de volumen y sodio como resultado
de terapia con diuréticos. Enalapril puede reducir el aldosteronismo
secundario y la hipokalemia causada por diuréticos).
El uso concurrente de antiinflamatorios no esteroides puede reducir los
efectos antihipertensivos de enalapril.
El uso de sangre procedente de bancos de sangre con alto contenido de
potasio, ciclosporina, diuréticos ahorradores de potasio, suplementos de
potasios o sustancias con alto contenido de potasio, sustitutos de sal, con
enalapril puede resultar en hiperkalemia debido a la reducción de la secresión
de aldosterona inducida por enalapril; se recomienda determinaciones
frecuentes de potasio sérico durante el uso concurrente de estas
medicaciones; no es recomendable el uso concurrente de estas
medicaciones en la insuficiencia cardiaca congestiva.
El uso simultáneo con depresores de la médula ósea incrementa el riesgo de
neutropenia o agranulocitosis
El uso de terapia a base de estrógenos puede producir retención de líquidos
e incremento de presión arterial con disminución de los efectos de enalapril,
ejercer cuidado durante la terapia conjunta.
Se ha reportado aumentos reversibles de las concentraciones séricas de litio
y toxicidad durante la terapia concurrente.
El uso simultáneo con simpaticomiméticos puede reducir el efecto
antihipertensivo de enalapril.
Alteraciones de los valores de laboratorio:
El uso de enalapril en pacientes con estenosis de la arteria renal puede
causar una disminución reversible en la localización y excreción de
iodohipurato I 231/I 131 o tecnecio Tc99m pentetato en el riñón afectado.
Las concentraciones de fosfatasa alcalina, bilirrubina sérica, transaminasas
séricas, titulaciones de anticuerpos antinucleares, nitrógeno sanguíneo en
úrea y creatinina sérica pueden estar transitoriamente elevados,
especialmente en pacientes con enfermedad parenquimal renal o
renovascular que tienen deplesión de volumen y sodio, en pacientes con
estenosis de arteria renal o después de reducción rápida de hipertensión de
larga data o severa.
La concentración de hemoglobina, el hematocrito y el potasio sérico pueden
estar ligeramente aumentados como resultado de concentraciones reducidas
de aldosterona y reducción concomitante de la tasa de filtración glomerular,
especialmente en pacientes con insuficiencia renal.
La concentración de sodio sérico puede estar ligeramente disminuida,
especialmente durante la terapia inicial.
No se han reportado interacciones con alimentos.

Precauciones
Pacientes sensibles a un inhibidor ECA puede serlo a otro.
Carcinogenicidad: Estudios en ratas no demostró tumorigenicidad o
carcinogenicidad.
Mutagenicidad: No se evidención en los estudios realizados.
Gestación/Reproducción:
Fertilidad: No se ha observado efectos en la reproducción en estudios en
ratas.
Embarazo: Los inhibidores ECA pueden causar morbilidad y mortalidad fetal y
neonatal cuando se administra a mujeres gestantes. Deben descontinuarse
tan pronto se detecte la gestación. Atraviesan la placenta. La exposición fetal
durante el segundo y tercer trimestre puede causar hipotensión, falla renal,
anuria, hipoplasia esquelética, y eventualmente muerte en el recién nacido.
Se ha reportado oligohidramnios materno, probablemente como resultado de
la disminución de la función renal fetal.
Enalapril es removible por diálisis peritoneal. No hay datos apropiados
respecto a la eficacia de la hemodiálisis y no existe información sobre el uso
de exanguineo transfusión para removerlo de la circulación general. Se
recomienda que los infantes expuestos in útero a los inhibidores ECA deben
ser cuidadosamente observados por hipotensión, oliguria e hiperkalemia. La
oliguria debe ser tratada con medidas de soporte para mantener la de la
presión arterial y perfusión renal administrando líquidos y presores
apropiados.
Se han reportado casos severos de retardo de crecimiento intrauterino,
sufrimiento fetal e hipotensión. Muerte neonatal a ocurrido en ratas que
recibieron hasta 2000 veces las dosis recomendadas para humanos. Muerte
fetal se ha observado en conejos que tomaron 333 veces la dosis máxima
recomendada en humanos y una incidencia muy baja de malformaciones
craneanas en los nacidos vivos. No se apreció teratogenicidad en conejos.
FDA Gestación categoría C 1er trimestre
FDA Gestación categoría D 2do y 3er trimestre.
Lactancia: Enalapril se distribuye en la leche materna. No obstante, no se
han documentado problemas en humanos.
Pediatría: No se han realizado estudios apropiados relacionados con la edad
en la población pediátrica. Sin embargo, el uso de inhibidores ECA en un
limitado número de neonatos e infantes ha permitido identificar algunos
problemas potenciales. En neonatos e infantes hay riesgo de oliguria y
anormalidades neurológicas, posiblemente como resultado de la disminución
del flujo renal y cerebral, secundario a reducciones prolongadas de la presión
arterial; se recomienda iniciar el tratamiento con la dosis diaria mas baja y
monitorización estrecha.
Geriatría: Los inhibidores ECA parecen ser mas eficaces en pacientes con
actividad de renina plasmática normal o alta. Dado que la renina parece
disminuir con la edad, los individuos de edad avanzada pueden ser menos
sensibles a los efectos hipotensores de estos medicamentos.
Amlodipino

GRUPO: Bloqueadores de canales de calcio dihidropiridínicos

Estructura Química:

AMLODIPINO

FARMACOCINÉTICA
Absorción: después de la administración oral de dosis terapéuticas, amlodipino se absorbe bien, alcanzando concentraciones
máximas en la sangre a las 6-12 horas de la administración. La absorción de amlodipino no se modifica con la ingesta de
alimentos. La biodisponibilidad absoluta ha sido estimada entre el 64 y el 80%. Biotransformación/eliminación: la semivida
plasmática de eliminación final es de unas 35-50 horas, y permite la administración de una vez al día. Después de la
administración continuada se alcanzan concentraciones plasmáticas estables a los 7-8 días. Amlodipino se metaboliza
ampliamente en el hígado hasta metabolitos inactivos, eliminándose por la orina hasta el 10% del fármaco inalterado, y el
60% de los metabolitos. En los pacientes con cirrosis la semivida de eliminación es prolongada de modo significativo [1]. La
farmacocinética de la amlodipina no es afectada de forma significativa por la insuficiencia renal. En los ancianos la AUC
aumenta en un 40-60% y el aclaramiento plasmático aumenta igualmente de forma significativa

Vía de Administración: Oral


Biodisponibilidad

Después de la administración oral de dosis terapéuticas, amlodipino se absorbe bien, alcanzando concentraciones máximas
en la sangre a las 6-12 horas de la administración. La absorción de amlodipino no se modifica con la ingesta de alimentos.

La biodisponibilidad absoluta ha sido estimada entre el 64 y el 80%.

Unión a Proteínas

Volumen de distribución (L/Kg)


El volumen de distribución es aproximadamente de 21 l/kg.

Metabolismo

Amlodipino se metaboliza ampliamente en el hígado hasta metabolitos inactivos, eliminándose por la orina hasta el 10% del
fármaco inalterado, y el 60% de los metabolitos. En los pacientes con cirrosis la semivida de eliminación es prolongada de
modo significativo [1]. La farmacocinética de la amlodipina no es afectada de forma significativa por la insuficiencia renal. En
los ancianos la AUC aumenta en un 40-60% y el aclaramiento plasmático aumenta igualmente de forma significativa

Eliminación

Tiempo de vida media

La semivida plasmática de eliminación final es de unas 35-50 horas, y permite la administración de una vez al día. Después de
la administración continuada se alcanzan concentraciones plasmáticas estables a los 7-8 días

FARAMACODINAMICA

Mecanismo de acción
El mecanismo exacto, por el que la amlodipina alivia la angina, no se ha determinado plenamente, pero este fármaco reduce la
carga isquémica total mediante las dos acciones siguientes:
mediante una dilatación de las arteriolas periféricas, reduciendo así la resistencia periférica total (postcarga), frente a la que
trabaja el corazón. Como la frecuencia cardiaca permanece estable, este desahogo del corazón reduce el consumo de energía
del miocardio, así como sus necesidades de oxígeno.
mediante la dilatación de las grandes arterias coronarias, así como las arteriolas, tanto en las zonas normales, como en las
isquémicas. Esta dilatación aumenta el aporte de oxígeno al miocardio en pacientes con espasmo de las arterias coronarias
(angina variante o de Prinzmetal), y contrarresta la vasoconstricción coronaria inducida por el tabaco.
En los enfermos hipertensos, la administración de una vez al día logra reducciones clínicamente significativas de la presión
arterial, tanto en posición supina como erecta, a lo largo de 24 horas. Igualmente, en pacientes con angina, la administración
de amlodipina, una vez al día, produjo un incremento en el tiempo total de ejercicio, tiempo hasta la aparición de la angina,
tiempo hasta que se produce una depresión de 1 mm del segmento ST, y disminuyó el número de ataques y consumo de
tabletas sublinguales de nitroglicerina.
En los estudios in vitro se ha demostrado que aproximadamente el 97,5% de la amlodipina circulante está unida a las
proteínas plasmáticas. La amlodipina no se ha relacionado con ningún efecto metabólico adverso, ni con alteraciones de los
lípidos plasmáticos, y es adecuado para su administración a enfermos con asma, diabetes y gota. Estudios hemodinámicos y
ensayos clínicos controlados basados en pruebas de esfuerzo, en pacientes con insuficiencia cardiaca de clase II-IV de la
NYHA han mostrado que la amlodipina no produce deterioro clínico, determinado por la medición de la tolerancia al
ejercicio, fracción de eyección ventricular izquierda y sintomatología clínica. Un estudio controlado con placebo (PRAISE)
diseñado para evaluar la amlodipina en pacientes con insuficiencia cardiaca de clases III-IV de la NYHA que recibían
digoxina, diuréticos e inhibidores de la ECA ha demostrado que el fármaco no produjo un incremento del riesgo de
mortalidad o de morbilidad y mortalidad combinadas en pacientes con insuficiencia cardiaca. De acuerdo con el mismo
estudio (PRAISE), se observó con amlodipina una reducción estadística y clínicamente significativa de la mortalidad y de la
morbilidad y mortalidad combinadas, en un subgrupo de pacientes que no presentó síntomas o signos clínicos sugerentes de
enfermedad isquémica subyacente.

Efecto y aplicación clínica


Tratamiento de la hipertensión

Dosis
Adultos: Inicialmente 5 mg/dia una vez al día con una dosis máxima de 10 mg/dia. Los efectos antihipertensivos máximos
pueden tardar varias semanas en establecerse plenamente. En los pacinetes con insuficiencia hepática la dosis inicial se debe
reducir en un 50%
Ancianos: la dosis inicial debe ser de 2.5 mg una vez al día, ajsutándose posteriormente en función de la respuesta obtenida
Niños: la seguridad y eficacia de la amlodipina no ha sido establecida

EFICACIA

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento


La amlodipina es, por regla general, bien tolerada en dosis de hasta 10 mg/día. Se han observado reacciones adversas ligeras o
moderadas casi siempre relacionadas con los efectos vasodilatadores periféricos del fármaco. Otros efectos secundarios poco
frecuentes son angioedema, reacciones alérgicas y eritema multiforme.

Frecuentes
Las jaquecas y el edema son los dos efectos secundarios más frecuentes. También pueden aparecer debilidad, mareos, sofocos
y palpitaciones y suelen estar relacionados con la dosis.

Infrecuentes
En la experiencia postmarketing con amlodipina se han comunicado ictericia y elevación de las transaminasas consistentes
con colestasis o hepatitis en algunos pacientes. También se han comunicado casos raros de pancreatitis.
En algún caso se ha comunicado ginecomastia aunque su relación con la amlodipina no ha sido establecida con toda
seguridad. También se han observado raramente hiperplasia gingival, leucopenia y trombocitopenia y se han comunicado los
siguientes efectos adversos cuya relaciòn con la amlodipìna es dudosa: vasculitis, bradicardia sinusal, angina, isquemia
periférica, neuropatía periférica, síncope, hipotensión ortostática, parestesias, temblores, vértigo, visión borrosa , anorexia,
constipacion, diarrea, disfagia, y flatulencia

CONVENIENCIA

Contraindicaciones
amlodipina está estructuralmente emparentada con la nifedipina (una 1,4-dihidropiridina) y está contraindicada en pacientes
con hipersensibilidad a las dihidropiridinas.
La amlodipina deber empleada con precaución en pacientes con severa bradicardia o fallo cardiaco (en particular cuando se
asocia a un b-bloqueante) debido a la posibilidad de un shock cardiogénico por sus propiedades inotrópicas negativas y
potentes efectos hipotensores. Los pacientes con disfunción del ventrículo izquierdo que reciban amlodipina para el
tratamiento de la angina deberán ser estrechamente vigilados para comprobar que el fármaco no empeora la insuficiencia
cardíaca. Aunque la amlodipina ha mostrado no empeorar la insuficiencia cardiaca de grado III, se debe evitar en los
pacientes con insuficiencia cardiaca NYHA Clase IV.
La amlodipina es un potente hipotensor y no debe ser administrado a pacientes con presión arterial sistólica <
href="http://www.iqb.es/cbasicas/farma/farma04/a049.htm#interacciones#interacciones">3]. Hasta que no se disponga de
más información, se recomienda con consumir el zumo de pomelo al mismo tiempo que un antagonista del calcio de la familia
de las dihidropiridinas.

Precauciones
La amlodipine está clasificada dentro de la categoría C de riesgo en el embarazo. Aunque la amlodipina ha demostrado ser
atóxica para los animales de laboratorio no existen estudios controlados en humanos y por lo tanto este fármaco sólo será
administrado si los beneficios superan claramente los riesgos potenciales. Se desconoce si el fármaco se excreta en la leche
humana, por lo que se deberá evitar su utilización durante la lactancia
No se ha establecido la eficacia y la seguridad de la amlodipina en los niños

Forma Farmacéutica
Astudal 5 mg, 10 mg (ALMIRALL-PRODESFARMA)
Norvas 5 mg, 10 mg (PFIZER CONSUMER HEALTH CARE)

BIBLIOGRAFÍA
Tulenko TN, Brown J, Laury_Kleintop L, Khan M, Walter MF, Mason RP . Atheroprotection with amlodipine: cells to lesions
and the PREVENT trial. Prospective Randomized Evaluation of the Vascular Effects of Norvasc Trial. J Cardiovasc Pharmacol
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Simon M, Quetglas EG, Honorato J. New pharmacologic agents: amlodipine: Rev Med Univ Navarra 1994 Apr-Jun 39:2 79-
84
Metildopa
PERFIL FARMACOLÓGICO DE METILDOPA

GRUPO: Agonistas centrales alfa 2

Estructura Química:

FARMACOCINÉTICA

Vía de Administración: Oral

Biodisponibilidad
Absorción incompleta y variable, con una biodisponibilidad oral del 25%,

Unión a Proteínas
unión a proteínas de un 15%,

Volumen de distribución (L/Kg)

Metabolismo

Metabolismo hepático, excreción urinaria.

Eliminación

Hepática y renal. Se excreta en la orina como conjugado sulfato (50 a 70%) y como medicamento original (25%). El resto son
metabolitos como la metildopamina y metilnoradrenalina.

Tiempo de vida media


vida media de 1.38 h.

FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción

La metildopa actúa en el SNC para disminuir la presión arterial sistémica. Ofrece un sustrato alternativo a la dopa y en el
organismo (tejido encefálico) se convierte alfametilnorepinefrina por la enzima dopadescarboxilasa, que reemplaza al
neurotransmisor normal, noradrenalina, en los sitios de almacenamiento. El alfametilnorepinefrina disminuye la presión
arterial por medio de la activación de los receptores alfa 2-adrenérgicos (centro vasomotor hipotalámico y tallo encefálico)
para atenuar la salida de señales adrenérgicas vasoconstrictoras hacia el sistema nervioso simpático periférico. Los individuos
con insuficiencia renal son más sensibles a los efectos hipotensores de la metildopa.

Efecto y aplicación clínica


Antihipertensivo de acción central.
Dosis
Adultos, via intravenosa o via oral, 250-500 mg dos o tres veces al día (20-40 mg/kg/día).

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento

Frecuentes
Hinchazón de los pies o la parte baja de las piernas

Infrecuentes

Cansancio o debilidad continuos después de haber tomado este medicamento por varias Semanas; orina oscura o color
ámbar; fiebre, escalofríos, respiración difícil y latidos rápidos; sensación general de molestia, enfermedad o debilidad; dolor
de las articulaciones; heces pálidas; diarrea o retortijones del estómago (muy fuertes o continuos); dolor de estómago (muy
fuerte) con náuseas y vómitos; salpullido o comezón; ojos o piel amarillos

Menos comunes son la disminución de la capacidad sexual o del interés en el sexo; mareos o vahídos, especialmente al
levantarse de una posición recostada o sentada; náuseas o vómitos; adormecimiento, cosquilleo, dolor o debilidad en las
manos o los pies; latidos lentos; nariz tapada; hinchazón de los senos o producción inusual de leche

CONVENIENCIA

Contraindicaciones

Contraindicado en las hepatopatías (hepatitis y cirrosis) y en el feocromocitoma. Se ha reportado respuesta vasopresora


paradójica con la metildopa intravenosa

Interacciones

Reduce la CAM de los anestésicos volátiles fluorados; produce pruebas falsas positivas en el feocromocitoma; produce
respuesta hipertensiva paradójica con la coadministración de propranolol ( por bloqueo beta-2, componente vasodilatador del
alfa-metilnorepinefrina). Puede provocar demencia en pacientes que están tomando haloperidol. La terapia prolongada con
metildopa da Coombs positivo, anemia hemolítica autoinmune y alteración en las pruebas de funcionamiento hepático.

Aumenta los efectos hipotensores de la anestesia general; la utilización concomitante con IMAO pueden causar
hiperexcitabilidad y aumento de la tensión arterial.
Precauciones

Forma Farmacéutica

BIBLIOGRAFÍA
Sociedad de Anestesiologia del Oeste Bonaerense
http://www.saob.org.ar/index.php?operation=view&node=229
Salud.Com
http://www.salud.com/medicamentos/metildopa_oral.asp

GRUPO: Inhibidores ECA

Estructura Química:

FARMACOCINÉTICA

Vía de Administración: Oral

Biodisponibilidad
Después de la administración oral del enalapril se observan unas concentraciones séricas máximas al cabo de 1 hora. A partir
de los datos de la excreción urinaria, se deduce que el enalapril se absorbe en un 60% aproximadamente. La absorciòn del
enalapril no es afectada por la presencia de alimento en el tracto digestivo.
Una vez absorbido, el enalapril se hidroliza a enalaprilato, el verdadero inhibidor de la ECA. Las concentraciones máximas de
enalaprilaro se alcanzan unas 4 horas después de una dosis oral de enalapril.
La biodisponibilidad del enalapril y del enalaprilato en pacientes con insuficiencia renal es similar a la de los pacientes con
función renal normal hasta llegar a una filtración glomerular 30 ml/min, momento en el que aumenta el tiempo para llegar a
la concentración máxima del fármaco y las concentraciones de equilibrio ("steady state") . En presencia de esta insuficiencia
renal, también se prolonga la semi-vida de eliminación
El Enalaprilato es dializable a un velocidad de 62 ml/min. Los estudios en perros indican que el enalapril casi no cruza la
barrera hematoencefálica y por lo tanto que el enalaprilato no entra en el cerebro.
Unión a Proteínas

Volumen de distribución (L/Kg)

Metabolismo

Eliminación
La excreción del enalapril es sobre todo renal. Aproximadamente el 94% de la dosis administrada es recupera dela orina o las
heces como enalaprilato o enalapril. En la orina se detectan enalaprilato y enalapril, sin que se hayan observado otros
metabolitos diferentes
Después de una inyección IV de una dosis única, el perfil farmacocinético del enalaprilato es poliexponencial con una
prolongada fase de eliminación terminal que se corresponde con la parte del fármaco que se une a la ECA. La cantidad de
fármaco unida no aumenta con la dosis, lo que indica que el punto de fijación es saturable.

Tiempo de vida media


La semi-vida de eliminación efectiva, determinada a partir de datos cinéticos después de dosis orales múltiples es de unas 11
horas. La eliminación del enalaprilaro es sobre todo renal, recuperándose más del 90% de la dosis administrada.

FARAMACODINAMIA
Mecanismo de acción
El enalaprilato i.v. o el enalapril oral, después de ser hidrolizado a enalaprilato, inhibe la enzima de conversión de la
angiotensina tanto en el hombre como en los animales de experimentación. La ECA es una peptidil-dipeptidasa que cataliza la
conversión de la angiotensina I a la angiotensina II, una sustancia vasoconstrictora. La angiotensina II también estimula la
secreción de aldosterona por la corteza suprarrenal. Los efectos beneficiosos del enalapril en la hipertensión y la insuficiencia
cardíaca se deben a la supresión del sistema renina-angiotensina-aldosterona
La inhibición de la ECA lleva consigo una disminución de los niveles plasmáticos de angiotensina II produciendo una
disminución de la respuesta vasopresora y de la secreción de aldosterona. Aunque la disminución de la secreción de
aldosterona no es muy grande, ocasiona un pequeño aumento de los niveles plasmáticos de potasio. En los pacientes
hipertensos tratados con enalapril durante 48 semanes, este aumento llevó a ser de 0.2 mEq/L. En los pacientes tratados con
enalapril asociado a un diurético tiazídico, no se observó practicamente ningún cambio en los niveles de potasio
La supresión de la angiotensina II produce, por un efecto de retroalimentación negativa, un aumento de los niveles de renina.
La ECA es similar a la kininasa, una enzima que degrada la bradikinina, y poor lo tanto, la supresión de su actividad aumenta
los niveles de bradikinina, un peptido con potentes efectos vasodepresores. No se sabe muy bien que papel juega este péptido
en los efectos terapeúticos del enalapril. En efecto, si bien es seguro que el enalapril disminuye la presión arterial actuando
sobre el sistema renina-angiotensina-aldosterona, no sabe porque el fármaco reduce la hipertensión en pacientes con bajos
niveles de renina. Este efecto se observa sobre todo en pacientes de raza negra que tienen una hipertensión con bajos niveles
de renina y que responden peor que los blancos a los efectos del enalapril en monoterapia

Efecto y aplicación clínica


El enalapril está indicado en el tratamiento de todos los grados de hipertensión esencial y en la hipertensión renovascular.
Puede emplearse como tratamiento inicial solo o concomitantemente con otros agentes antihipertensivos, especialmente
diuréticos. El enalapril está indicado también en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca congestiva.
La administración de enalapril a pacientes con hipertensión ligera a moderada ocasiona la reducción de la presión arterial
tanto en posición supina como de pie, sin que se observe un componente ortostático. La hipotensión postural sintomática es
infrecuente, aunque puede darse en pacientes con depleción de volumen.
En la mayoría de los pacientes estudiados, después de una dosis oral de enalapril, el inicio del efecto antihipertensivo se
observa una hora después de la administración, pruduciédose la máxima reducción de la presión arterial a las 6 horas. A las
dosis recomendadas el efecto antihipertensivo se mantiene al menos durante 24 horas, aunque en algunos pacientes hay que
esperar algunas semanas para que se alcanze la reducción óptimas de la presión arterial. Los efectos antihipertensivos del
enalapril se mantienen durante la administración crónica del fármaco y no se observado efectos de rebotes hipertensivos
cuando se discontinuado la medicación de forma abrupta.

Dosis
El enalapril se debe administrar únicamente por vía oral. Dado que su absorción no se ve afectada por la comida, el enalapril
puede administrarse antes, durante y después de las comidas. La dosis usual diaria varía desde 10 a 40 mg en todas las
indicaciones. Se puede administrar el enalapril 1 ó 2 veces al día.
En presencia de insuficiencia renal, en pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva, o en aquellos que estén recibiendo
tratamiento diurético puede ser necesario emplear una dosis inicial más baja de enalapril

Hipertensión arterial esencial: la dosis inicial recomendada es de 5 mg, administrada una vez al día. La dosis usual de
mantenimiento es de 20 mg una vez al día. Esta dosis debe ajustarse según las necesidades del paciente. En pacientes de edad
mayor o igual a 65 años, la dosis inicial recomendada es de 2,5 mg.
Hipertensión renovascular: dado que en estos pacientes la tensión arterial y la función renal pueden ser particularmente
sensibles a la inhibición de la ECA (enzima de conversión de angiotensina), el tratamiento debe comenzarse con una dosis de
inicio baja, de 2,5 a 5 mg, hasta llegar a un comprimido de 20 mg una vez al día.
Tratamiento concomitante con diuréticos en hipertensión: puede ocurrir hipotensión sintomática tras la dosis inicial del
enalapril, más probable en pacientes que están siendo tratados con diuréticos, por lo que se recomienda precaución, ya que
estos pacientes pueden tener depleción de volumen o de sal. El tratamiento diurético debe suspenderse 2-3 días antes del
comienzo del tratamiento con enalapril. Si no fuese posible, la dosis inicial de enalapril debe ser baja (2,5-5 mg) para
determinar el efecto inicial sobre la presión arterial y ajustar posteriormente las dosis a las necesidades del paciente.
Función renal Aclaramiento de creatinina Dosis inicial
Alteración leve Entre 80 y 30 ml/min. 5 mg/día
Alteración moderada Entre 30 y 10 ml/min. 2,5-5 mg/día
Alteración severa (normalmente estos pacientes estarán en programa de hemodiálisis) Menos de 10 ml/min. 2,5 mg los días
de diálisis*

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento


El enalapril ha demostrado ser generalmente bien tolerado. En los estudios clínicos, la incidencia global de efectos
indeseables no fue mayor con el enalapril que con placebo. Para la mayoría, los efectos indeseables han sido leves y
transitorios. La suspensión del tratamiento fue requerida en el 6% de los pacientes.

Frecuentes
Los efectos secundarios más comúnmente descritos fueron: sensación e inestabilidad y cefalea. En el 2-3 por 100 de las
pacientes se describieron: fatigabilidad y astenia

Infrecuentes

Otros efectos secundarios con una incidencia menor del 2 por 100 fueron: hipotensión ortostática, síncope, náuseas, diarrea,
calambres musculares y erupción cutánea. Se ha descrito tos seca y persistente con una frecuencia entre el 1 y el 2 por 100, y
puede requerir la suspensión del tratamiento. Hipersensibilidad/edema angioneurótico: Se ha comunicado, raras veces, la
aparición de edema angioneurótico de la cara, extremidades, párpados, lengua, glotis y/o laringe

CONVENIENCIA

Contraindicaciones
El enalapril está contraindicado en pacientes con hipersensibilidad a este fármaco.
Hipotensión sintomática: La hipotensión sintomática tras la dosis inicial o en el curso del tratamiento es una eventualidad
poco frecuente (2,3 por 100 de los tratados en términos globales). En los pacientes hipertensos es más frecuente cuando existe
depleción de volumen (tratamiento previo con diuréticos, restricción de sal en la dieta, diálisis, diarreas o vómitos) o en la
hipertensión con renina alta, frecuentemente secundaria a enfermedad renovascular. En pacientes con insuficiencia cardíaca
es más probable que aparezca en aquellos con grados más severos de insuficiencia cardíaca, reflejada por el uso de dosis
elevadas de diuréticos de asa, hiponatremia o alteración renal funcional (ver Posología). Si se desarrollase hipotensión, debe
colocarse al paciente en posición supina, y puede ser necesario administrarle líquido oral para replecionarle de volumen, o
suero salino normal por vía intravenosa. El tratamiento con enalapril generalmente puede continuarse tras haber restaurado
el volumen sanguíneo y una presión arterial eficaces. En algunos pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva que tienen
presión arterial normal o baja, puede ocurrir un descenso adicional de la presión arterial sistémica con enalapril Este efecto
debe tenerse en cuenta y, generalmente, no constituye motivo para suspender el tratamiento. Si la hipotensión se hiciese
sintomática, puede ser necesario reducir la dosis o suspender el tratamiento con enalapril.
Función renal alterada: Los pacientes con insuficiencia renal pueden necesitar dosis menores o menos frecuentes de enalapril
(ver Posología). En algunos pacientes con estenosis bilateral de las arterias renales o estenosis de la arteria de un riñón
solitario o riñón trasplantado, se han observado incrementos de los niveles de urea y creatinina séricas, reversibles con la
suspensión del tratamiento. Este hallazgo es especialmente probable en pacientes con insuficiencia renal. Algunos pacientes
hipertensos con aparente ausencia de enfermedad renal previa han desarrollado incrementos mínimos y generalmente
transitorios en la urea y creatinina séricas, especialmente cuando se administró enalapril concomitantemente con un
diurético. Puede ser necesario entonces reducir la dosis de enalapril o suspender el diurético.
En pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva, la hipotensión tras el comienzo con enalapril puede llevar a un ulterior
deterioro de la función renal. En esta situación se ha descrito fracaso renal agudo, generalmente reversible. Por lo tanto, en
estos pacientes se recomienda el control de la función renal en las primeras semanas de tratamiento.
Hipersensibilidad edema angioneurótico: En pacientes tratados con inhibidores de la enzima de conversión, incluyendo
enalapril, ha aparecido en raras ocasiones edema angioneurótico de la cara, extremidades, párpados, lengua, glotis y/o
laringe. En tales circunstancias, el enalapril debe suspenderse inmediatamente y el paciente debe permanecer en observación
hasta que desaparezca la tumefacción. En aquellos casos en que la tumefacción ha quedado confinada a la cara y párpados, la
situación generalmente se resolvió sin tratamiento, aunque los antihistamínicos han sido útiles para mejorar los síntomas. El
edema angioneurótico con edema laríngeo puede ser mortal. Cuando existe afectación de la lengua, glotis o laringe que
produzca obstrucción de la vía aérea, debe administrarse inmediatamente, por vía subcutánea, epinefrina en solución 1:1.000
(0,3 ml a 0,5 ml) e instaurar otras medidas terapéuticas que se consideren apropiadas.
Cirugía/anestesia: En pacientes que van a sufrir cirugía mayor o durante la anestesia con agentes que producen hipotensión,
el enalapril bloquea la formación de angiotensina II secundaria a la liberación compensadora de renina. Si apareciese
hipotensión y se considerase secundaria a este mecanismo, puede ser corregida por expansión de volumen.
Potasio sérico: El potasio sérico generalmente permanece dentro de límites normales. En pacientes con insuficiencia renal, la
administración de enalapril puede llevar a elevación de potasio sérico, especialmente en pacientes con insuficiencia renal,
diabetes mellitus y/o diuréticos ahorradores de potasio concomitantes.
No existen estudios adecuados y bien controlados en mujeres embarazadas. El enalapril debe emplearse durante el embarazo
sólo si el potencial beneficio justifica el riesgo potencial para el feto. Existe un riesgo potencial de hipotensión fetal, bajo peso
al nacer y descenso de la perfusión renal o anuria en el feto tras la exposición uterina a los inhibidores de la enzima de
conversión. En cualquier neonato que estuvo expuesto al enalapril durante el periodo intrauterino, deben observarse
estrechamente el flujo de orina y presión arterial. Si lo requiere, deben adoptarse las medidas terapéuticas apropiadas,
incluyendo la administración de fluidos o diálisis para extraer el enalapril de la circulación. Por tanto, el uso rutinario de
inhibidores de la enzima de conversión durante los últimos estadios del embarazo no se recomiendan.

Interacciones
Puede ocurrir un efecto aditivo cuando se emplee enalapril conjuntamente con otros fármacos antihipertensivos.
Antiinflamatorios no esteroideos (indometacina y otros AINES): En algunos pacientes con insuficiencia renal tratados con
AINES, la administración concomitante de inhibidores de la ECA (por ejemplo lisinopril o enalapril) puede aumentar el
deterioro de la función renal. Estos efectos suelen ser reversibles. Por lo tanto, la presión arterial debe ser vigilada si se
administran anti-inflamatorios a pacientes tratados con enalapril. La aspirina puede reducir la eficacia vasodilatadora de los
inhibidores de la ECA al inhibir la síntesis de prostaglandinas. Esta interacción está bien documentada en pacientes con
insuficiencia cardíaca. Sin embargo, la aspirina es beneficiosa en combinación con un inhibidor de la ECA en casos de
enfermedad coronaria isquémica y disfunción del ventriculo izquierdo. Por este motivo, los pacientes que reciban salicilatos y
un inhibidor de la ECA deberán ser vigilados para comprobar una adecuada respuesta antihipertensiva.
La administración conjunta de propranolol y enalapril reduce las concentraciones séricas de enalaprilato, pero esto no parece
tener significación clínica.
El captopril, el enalapril y posiblemente otros inhibidores de la ECA pueden exaltar la actividad de los antidiabéticos orales.
Se ha observado hipoglucemia cuando el captopril se añadió a un tratamiento con metformina o gliburide a pacientes con
diabetes tipo 2. Se tomarán precauciones si se administra enalapril a diabéticos tratados con antidiabéticos orales
Generalmente, no se recomienda la utilización de suplementos de potasio o diuréticos ahorradores de potasio como
espironolactona, triamtereno o amilorida, ya que pueden utilizarse con precaución y con frecuentes controles del potasio
sérico. En efecto el enalapril disminuye la secreción de aldosterona, produciendo pequeños incrementos en el potasio
plasmático.
Azatioprina: el uso de inhibidores de la ECA en pacientes hipertensos tratados con azatioprina ha mostrado inducir anemia y
leucopenia severa. Debe evitarse el uso de esta combinación siempre que sea posible, Cuando es necesario un tratamiento con
azatioprina y enalapril, el paciente deberá ser vigilado cuidadosamente para detectar la posible aparición de la
mielosupresión.
El enalapril reduce la excreción de sales de litio y aumenta el riesgo de efectos cardiotóxicos y neurotóxicos por litio. Se han
descrito algunos casos de intoxicación por litio en pacientes tratados concomitantemente con litio y enalapril con un síntomas
que fueron reversibles al discontinuar ambos fármacos. Por lo tanto, si se administran ambos fármacos se debe monitorizar
con frecuencia los niveles plasmáticos de litio
Ciclosporina: se han observado algunos casos de insuficiencia renal aguda cuando se añadió enalapril a pacientes
transplantados tratados con ciclosporina. El efecto vasoconstrictor aferente renal de la ciclosporina y a la hipoperfusión renal
producida por este fármaco, requiere de una respuesta por parte de la angiotensina II para mantener la velocidad de filtración
glomerular. La inhibición de la enzima de conversión puede reducir la función renal. Hay que vigilar estrechamente la función
renal en los pacientes que reciben ciclosporina y inhibidores de la ECA simultáneamente.
Complejo de hierro gluconato sódico: se han observado reacciones sistémicas en pacientes tratados con el complejo de
gluconato de hierro durante un tratamiento concomitante con enalapril. Las reacciones fueron eritema, fiebre alta,
hipotensión, calambres abdominales y diarrea. Es posible que el complejo de hierro aumente el riesgo de reacciones alérgicas
o anafilácticas en pacientes tratados con inhibidores de la ECA por lo que se deberán tomar precauciones.
El espino blanco, Crataegus laevigata puede reducir la resistencia vascular periférica. El uso de esta planta medicinal en
combinación con fármacos antihipertensivos puede ocasionar reducciones adicionales de la presión arterial en algunos
individuos y por lo tanto se deberá comprobar con frecuencia la presión arterial en estos pacientes.

Precauciones
Advertencia: Si se administran durante el segundo y tercer trimestre del embarazo, los inhibidores del enzima de conversión
de angiotensina (grupo al que pertenece este producto) pueden causar daño y muerte fetal. Si se detecta embarazo, la
administración de este medicamento debe ser suspendida lo antes posible.
Madres lactantes: No se conoce si el enalapril se excreta por la leche materna. Debido a que por la leche materna se excretan
muchos fármacos, debe tenerse precaución si se administra enalapril en una madre lactante.
Empleo en pediatría: el enalapril no se ha estudiado en niños.

Forma Farmacéutica
• ACETENSIL comprimidos de 20 y 5 mg
• BARIPRIL comprimidos de 20 y 5 mg
• BITENSIL comprimidos de 20 y 5 mg
• CORPRILOR comprimidos de 20 y 5 mg
• CRINOREN comprimidos de 20 y 5 mg
• DABONAL comprimidos de 20 y 5 mg
• DITENSOR comprimidos de 20 y 5 mg
• ENALAPRIL comprimidos de 20 y 5 mg
• ENALAPRIL RATIOPHARM comprimidos de 20 y 5 mg
• HERTEN comprimidos de 20 y 5 mg
• HIPOARTEL comprimidos de 20 y 5 mg
• IECATEC comprimidos de 20 y 5 mg
• INSUP Comp. 20 mg
• NACOR comprimidos de 20 y 5 mg
• NAPRILENE comprimidos de 20 y 5 mg
• NEOTENSIN comprimidos de 20 y 5 mg
• PRESSITANcomprimidos de 20 y 5 mg
• RECA Comp. 20 mg
• RENITEC comprimidos de 20 y 5 mg

BIBLIOGRAFÍA

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Database Syst Rev 2000 :2 CD002183
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spirapril. J Cardiovasc Pharmacol 1999 Aug 34 Suppl 1: S31-4
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• Borek M, Charlap S, Frishman W. Enalapril: a long-acting angiotensin-converting enzyme inhibitor. Pharmacotherapy 1987
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• Irvin JD, Viau JM. Safety profiles of the angiotensin converting enzyme inhibitors captopril and enalapril. Am J Med 1986
Oct 31 81:4C 46-50
• Brunner HR, Nussberger J, Waeber B. Clinical pharmacology of the angiotensin converting enzyme inhibitor, enalapril. Acta
Cardiol 1986 41:5 341-5

*Fisiopatología y Tratamiento de la HTA*


Introducción
La hipertensión arterial sistémica (HTA) es uno de los problemas de salud más importantes en los países industrializados por
su alta prevalencia (alrededor del 25% de la población) y su protagonismo en el desarrollo de enfermedad cardiovascular,
primera causa de muerte en el mundo occidental.

La presión arterial (PA) es un parámetro biológico con marcada variabilidad, de ahí la dificultad en establecer los límites
normales. De cualquier forma, el riesgo cardiovascular aumenta progresivamente desde la cifra más baja. La definición de la
HTA es arbitraria y se la considera a partir de la cifra en que el riesgo cardiovascular se dobla y/o disminuye con el
tratamiento médico.

Aunque multitud de causas pueden producir HTA, la etiología es desconocida (HTA primaria o esencial) en más del 90% de
los casos(Cuadro 1). Por otra parte, la HTA secundaria y primaria, pueden compartir mecanismos fisiopatológicos, de forma
que no es raro la persistencia de HTA una vez eliminada la causa. La HTA mantenida se asocia con elevada morbi-mortalidad
por lesión de los órganos "diana": arterias, corazón, cerebro y riñón.
Conviene recordar brevemente la regulación de la PA para introducirnos, si bien panorámicamente, en los mecanismos
fisiopatólogicos de la HTA primaria.
No hay comentarios:
Cuadro 1. Clasificación y causas de HTA sistémica.
CLASIFICACIÓN Y ETIOLOGÍA DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL
SISTÓLICA Y DIASTÓLICA:

DIASTÓLICA Y SISTÓLICA

1. Esencial

2. Secundaria:

A. Renal:
Pielonefritis crónica
Glomerulonefritis aguda ó crónica
Poliquistosis renal
Hidronefrosis
Enfermedad vasculorenal: estenosis a. renal, infarto renal, vasculitis, otras.
Nefropatía diabética
Tumores productores de renina
Retención primaria de sodio (S. de Liddle, S. de Gordon)

B. Endocrina:
Acromegalia
Hipo/hipertiroidismo
Hiperparatiroidismo (hipercalcemia)
Corticoadrenal:
-S. de Cushing
-Hiperaldosteronismo primario.
-Hiperplasia adrenal congénita (defecto de 17-alfa y 17-beta-hidroxilasa
Feocromocitoma
Hormonas exógenas: estrógenos, glucocorticoides, mineralocorticoides, simpaticomiméticos.
Síndrome carcinoide

C. Alteraciones neurológicas:
Aumento de presión intracraneal (tumores, encefalitis, acidosis respiratoria)
Apnea del sueño
Sección medular
Disautonomía familiar
Polineuritis (porfiria aguda, intox. por plomo).
Síndrome Guillain -Barré
Psicógena (hiperventilación)

D. Coartación de aorta.
E. Estrés agudo, incluyendo cirugía.

F. Toxemia del embarazo

G. Otras:
Poliarteritis nodosa, aumento de volumen intravascular, medicaciones (p.e. ciclosporina) hipercalcemia, alcohol y drogas….

SISTÓLICA:

A. Aumento del gasto cardiaco: Insuficiencia aórtica, fístula A-V, ductus arterioso persistente, tirotoxicosis, E. de Paget,
Beriberi, Circulación hipercinética

B. Rigidez aórtica
No hay comentarios:
Regulación de la Presión Arterial Sistémica
La presión arterial sistémica media (PAm) está determinada por el gasto cardiaco (GC) y las resistencias
vasculares periféricas (RP) y responde básicamente a la ecuación: PAm= GCxRP. Además del GC y RP, otros dos
factores directos son la impedancia (resistencia vascular al flujo) y el volumen arterial diastólico.

El GC depende del volumen sistólico y de la frecuencia cardiaca (FC). A su vez, el volumen sistólico varía según la
contractilidad cardiaca y el retorno venoso. Por su parte, las RP están reguladas por factores nerviosos, humorales y locales.

Sobre estos determinantes directos intervienen los denominados indirectos como: actividad nerviosa central y periférica
autonómica, la reserva corporal de sodio y líquido extracelular, el sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA) y
hormonas locales como las prostaglandinas, kininas, factor natriurético atrial (ANP) y otros péptidos. Ahora se sabe que el
endotelio tiene una importante participación en la regulación de vasoconstricción (VC) y vasodilatación (VD) arterial. Muchos
de estos factores están interrelacionados en circuitos de autoregulación consiguiendo mantener la PA en unos límites
estrechos.

El sistema nervioso autónomo, especialmente el sistema simpático, juega un papel importante en el control circulatorio por
mecanismo reflejo o actuando sobre el tono vascular. Como reflejo, responde a baroreceptores aórticos y carotídeos con la
liberación de noradrenalina (NA) en las terminaciones nerviosas produciendo VC y aumento de la FC. Participa en el ajuste
rápido de la PA. Si disminuye el retorno venoso (y en consecuencia el GC, p.e. en la maniobra de Valsalva) o baja la PA
(cambio postural), se activa el reflejo simpático produciendo aumento de FC y VC recuperando la PA. Si el estímulo
disminuye, cesa la activación simpática volviendo a la situación basal. En situaciones normales, el reflejo neural sirve para
aumentar la PA cuando baja y reducirla cuando sube. No se conoce el mecanismo, pero hay evidencia de que los
baroreceptores no responden adecuadamente en algunos casos de HTA.

Los mecanismos que regulan la PA a largo plazo están relacionados con la regulación de sodio y líquido extracelular. El
líquido extracelular está compartimentado en líquido intersticial y volumen plasmático, separados por el endotelio a través
del cual se intercambian nutrientes, gases, electrolitos y agua. El líquido extracelular, particularmente el componente
plasmático, juega un importante papel hemodinámico. El lado venoso de la circulación contiene la mayor parte del volumen
sanguíneo y la capacidad de los reservorios venosos determina el GC. El balance de sodio está determinado tanto por la
ingesta como por la capacidad de excreción renal. Con balance de sodio negativo, el volumen plasmático y el líquido
extracelular caen y a la inversa.
El riñón juega un papel importante en la regulación de la PA y del balance hidroelectrolítico. Reacciona a los cambios de PA
con aumento de la resistencias vasculares renales, excreción de sodio (fenómeno presión-natriuresis) y liberación de renina
(sistema renina-angiotensina-aldosterona).

El SRAA participa en la regulación del balance hidroelectrolítico, volumen plasmático y RP y se encuentra en la patogénesis
de la HTA, sin embargo no parece tener un papel importante en el control de PA en condiciones normales.

La renina, sintetizada como proenzima en el aparato yuxtaglomerular (JG) del riñón, interacciona en la circulación periférica
con el angiotensinógeno (A), producido en el hígado, para formar la angiotensina I (AI). La AI es transformada en
Angiotensina II (AII) por la acción de la enzima conversora de AI (ECA) producida por el endotelio, fundamentalmente en el
lecho pulmonar. La formación de AII estaría regulada por la renina, A y ECA. Por contra, la AII inhibiría la renina
(retrorregulación). Los receptores de AII tipo 1 (AT1) y tipo 2 (AT2) modularían el efecto neto del sistema renina-angiotensina
(SRA).

En cuanto a la renina, las células del aparato JG responden aumentando o disminuyendo su liberación según el tono de la
arteriola afererente, la activación de terminaciones nerviosas propias o por catecolaminas circulantes o según fluctuaciones de
iones como el sodio, cloro y calcio. La estimulación ß-adrenérgica es el principal responsable de la secreción de renina. La
parathormona y glucagón estimulan la liberación de renina, la AII, ANP y la somatostatina, la inhiben. El SRAA se activa en
condiciones en que se reduce el líquido extracelular como descenso de sodio, disminución de volemia, aumento de actividad
simpática y disminución de la PA.

La AII interviene en la PA actuando en diferentes órganos (Fig. 1). Es un potente vasoconstrictor y el principal controlador de
la síntesis y liberación de aldosterona por la corteza suprarrenal. A nivel renal actúa sobre las arteriolas y directamente en el
túbulo produciendo reabsorción de sodio y en el aparato JG inhibiendo la renina. Estimula la liberación de catecolaminas en
la médula suprarrenal y en las terminaciones simpáticas. En el sistema nervioso central aumenta la secreción de vasopresina
y otras hormonas hipofisarias, la actividad simpática, la sed y el apetito.

Figura 1. Mecanismos de acción de la Angiotensina II en


los factores que intervienen en la presión arterial

Actualmente sabemos que el SRA tiene un componente sistémico (circulante) y otro tisular (local) (Fig. 2). Esto significa que
los diferentes componentes del SRA pueden sintetizarse a nivel local, interaccionando con el sistémico. La AII tisular se
produce por la existencia y acción de uno o más componentes del SRA en diferentes órganos. Las múltiples acciones de la AII
conducen a minimizar las pérdidas de sodio y agua a nivel renal y mantener la PA. A largo plazo, la AII ejerce efecto
proliferativo y lesivo vascular a través de su interacción con factores de crecimiento como el factor de crecimiento
fibroblástico-bFGF y factor de crecimiento derivado de las plaquetas-PDGF.
Figura 2. Sistema renina-angiotensina sistémico y tisular. (A: angiotensinógeno, AII: Angiotensina II, ECA: Enzima
conversora de la angiotensina).
Por otra parte, se han descrito diversos enzimas no-renina capaces de generar AI y/o AII desde A, enzimas activas frente a AI
diferentes a ECA (como la atepsina y cimasa), péptidos activos diferentes a AII, así como múltiples subtipos de receptores de
AII.

La aldosterona es el principal esteroide sal-activo. Su síntesis en la zona glomerular de la corteza suprarrenal esta controlada
fundamentalmente por la AII. Afecta a la homeostasis electrolítica por aumento de la reabsorción de sodio y excreción de
potasio (K) en el túbulo distal. Debido a su relación con la AII, los niveles de aldosterona están íntimamente relacionados con
el SRA. Por esto hay relación positiva entre la actividad plasmática de renina (o niveles de AII) y niveles de aldosterona por
una parte y negativa entre la excreción urinaria de sodio y aldosterona, por otra. La aldosterona es el principal esteroide en la
regulación del K.

Estos determinantes indirectos afectan al GC, RP, volumen sanguíneo circulante, y probablemente, en la impedancia Ao, y
están interrelacionados. Por ejemplo, la actividad del sistema nervioso influye en la liberación de renina, la AII resultante
controla la liberación de aldosterona la cual afecta al balance de agua y electrolitos. La AII tiene un efecto independiente en la
excreción renal de agua y sales. Las interrelaciones e interdependencias son las características de este sistema que controla la
PA.
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Fisiopatología de la Hipertensión Arterial Esencial
Resulta difícil hablar de fisiopatología de una enfermedad en la cual se desconoce su etiología y los mecanismos responsables
de su desarrollo; sin embargo existen varias teorías que tratan de explicar el proceso fisiopatológico de la HAS:
Figura 3. Factores fisiopatológicos de la HTA (GC: gasto cardiaco, R-A: renina-angiotensina, RP: resistencias periféricas).

a) Hiperactividad simpática

Numerosos estudios en humanos y modelos animales han demostrado un aumento de la actividad simpática en la HAS. Sin
embargo, no está claro si esta hiperactividad simpática observada sobre todo en el hipertenso joven con síndrome
hiperdinámico y buena respuesta a bloqueadores adrenérgicos, es causa o consecuencia de la enfermedad, ya que como lo
sugieren los estudios de Ferrario, un aumento en la actividad de la renina-angiotensina cerebral se acompaña de un aumento
de estímulos simpáticos, o las observaciones descritas por Carretero en donde los vasos del paciente hipertenso son
hiperreactores a las catecolaminas, por la influencia de neuropéptidos locales que al actuar en forma intracrina, autocrina o
paracrina condicionan respuestas aumentadas a las catecolaminas.
Otras consideraciones que deben hacerse al hablar de tono simpático aumentado, son las relacionadas con otras alteraciones
neuroendocrinas que en su tiempo no fueron estudiadas y que aumentan la actividad simpática, como es el caso de la
hiperinsulinemia, que dada su gran relación con la HAS en el llamado síndrome metabólico común o síndrome de Reaven, lo
analizaremos por separado.

b) Alteración de la curva de relación presión/diuresis

En individuos normales la presión arterial guarda una relación directa con la eliminación de sodio y agua por el riñón, de tal
manera que cada vez que aumenta la presión arterial por estímulos fisiológicos, el riñón excreta más agua y sodio en forma
compensadora para reducir las cifras tensionales a sus niveles normales. En algunos hipertensos arteriales esenciales, esta
relación se altera, de tal forma que se pierde o disminuye este mecanismo protector, lo que perpetúa las cifras tensionales
elevadas.
Se cree que la pérdida de este mecanismo compensador se debe a un defecto congénito que reduce la superficie de filtración,
ya sea por una disminución anatómica o funcional de los glomérulos.

c) Teoría metabólica

Esta teoría postula que existe un defecto genético de fondo, responsable de modular el metabolismo de lípidos, carbohidratos
y ácido úrico entre otros y que tiene como tronco común fisiopatológico la resistencia a la insulina, definida como una
respuesta subnormal de los tejidos a una concentración determinada de insulina, supuestamente por una hipofunción de los
receptores tisulares y cuya repercusión primaria es la hiperinsulinemia, que a su vez ejerce múltiples efectos: retención de
sodio, acúmulo de calcio, actividad simpática aumentada y expresión de protooncogenes que condicionan hipertensión
arterial, hipertrofia, fibrosis y disfunción tisular.

Este síndrome metabólico denominado como síndrome metabólico común o síndrome de Reaven, postula que la hipertensión
arterial, la diabetes mellitus no insulino dependiente, la obesidad y las dislipidemias tienen un mismo tronco común
fisiopatológico, condicionado genéticamente y que la expresión fenotípica primaria, varía de acuerdo a los estímulos
ambientales.
La frecuencia de hiperinsulinemia en el hipertenso es muy alta. En un estudio informado por Alcocer en mexicanos sin
tratamiento fue de 31% y en un estudio reciente de Cardona en hipertensos no tratados y no obesos se encuentra una
prevalencia de hiperinsulinemia de 60 % relacionada con la edad y el grado de hipertrofia ventricular izquierda.

Existen múltiples mecanismos prohipertensivos de la hiperinsulinemia, ya que puede influir sobre la volemia, las resistencias
periféricas, el inotropismo y el balance de agentes neurohumorales.

Aumenta la reabsorción de sodio en los túbulos contorneados proximal y distal con el consiguiente aumento de la volemia.

Deprime la actividad de la bomba Na+-H+ y produce alcalosis intracelular, lo que activa factores de crecimiento y aumento de
la síntesis de colágena y LDL-colesterol, produciendo alteración en la función endotelial y formación de la placa lipídica.

Disminuye la actividad de la ATPasa Na+-K+ con el consecuente acúmulo de calcio intracelular y aumento en la sensibilidad a
catecolaminas y angiotensina II. La interrelación de procesos funcionales afectados por la hiperinsulinemia que producen
estimulación simpática, potenciación de angiotensina II y alteración de la función lipídica se esquematizan en la siguiente
figura:

Figura 4. Efecto de la hiperinsulinemia

d) Disfunción endotelial

El endotelio vascular es quizá uno de los órganos más grandes del organismo y su concepto ha pasado de ser una simple
membrana de interfase entre los compartimentos intra y extravascular a ser un verdadero laboratorio y órgano modulador de
su propia función y de otras estructuras como son las plaquetas y el tejido muscular con sus componentes miocítico y
fibroso.Dentro de las funciones que podemos destacar del endotelio se encuentran:

 Es una superficie no trombogénica


 Produce sustancias vasodilatadoras y vasopresoras que modulan el tono vascular.
 Produce factores capaces de modular la expresión de protooncogenes que a su vez modulan el crecimiento de
la matriz fibrosa y del tejido muscular.
 Modula la movilidad de sustancias entre los compartimentos que une/separa influyendo en su depósito,
movilización y metabolismo; cabe destacar en estas sustancias a las lipoproteínas involucradas en la génesis de
la placa ateromatosa.
 Produce sustancias capaces de influir en la función plaquetaria y la coagulación.
 Cuando el endotelio disfunciona se pierde el perfecto equilibrio entre agentes vasopresores y vasodilatadores,
al igual que el existente entre los factores protrombogénicos y antitrombóticos, y queda aún incierto si la
hipertensión al aumentar el estrés de rozamiento es la causa o la consecuencia de la disfunción endotelial. En
la figura 5 se muestra la interrelación entre función endotelial e HAS.

Figura 5. Fisiopatología de la HAS

e) Teoría genética

La HAS es una enfermedad familiar, poligénica. Las evidencias sugieren que una alteración en la información genética al
recibir estímulos específicos del medio ambiente permite su expresión fenotípica y se manifiesta la enfermedad.

El gen candidato más fuerte para explicar buena parte del fenómeno hipertensivo es el del angiotensinógeno y el más
probablemente relacionado con las complicaciones, en especial en la interrelación aterosclerosis/hipertensión es el
polimorfismo del gene de la ECA; la manipulación de estos dos genes podría resultar en control de la hipertensión arterial y
de sus complicaciones.Recientemente hemos postulado una teoría integral para explicar la fisiopatología de la hipertensión
arterial y sus complicaciones. El proceso se iniciaría con una lesión endotelial por una susceptibilidad genética sobre la que
actuarían factores del medio, como la ingesta inadecuada de sodio y las tensiones emocionales. Las células endoteliales
modificarían desfavorablemente su función, con un desbalance entre las sustancias vasodilatadoras-antiproliferativas-
antitrombóticas, a favor de un predominio en la secreción de sustancias vasoconstrictoras-proproliferativas-protrombóticas,
lo que originaría un aumento importante de los niveles del calcio ionizado a nivel del citosol, lo que provocaría
vasoconstricción, estimulación celular con proliferación de células duplicables e hipertrofia en células no duplicables, además
de secreción de sustancias paracrinas y endocrinas por células en las que el calcio constituye el segundo mensajero
(catecolaminas, angiotensina, insulina), que acopla el estímulo con la función. Esto explicaría la producción de la
hipertensión y la aparición de las complicaciones de ella, las que tendrían dos orígenes, la sobrecarga hemodinámica y la
aparición de todos los mecanismos antes descritos (Fig. 6).

Figura 6. Hipótesis unitaria de la fisiopatología de la hipertensión arterial y sus complicaciones


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Tratamiento
Estrategias Farmacológicas

La intervención farmacológica en el tratamiento de la hipertensión arterial debe estar orientada a disminuir las cifras
tensionales a valores en los cuales no se comprometa la perfusión orgánica, se preserve o restablezca la adecuada función de
los órganos vitales como cerebro, riñón, corazón y vasos sanguíneos, además de proporcionar al paciente una mejoría en su
calidad de vida y ser accesible al presupuesto de las mayorías. Resulta muy difícil reunir los requisitos del antihipertensivo
ideal y es por ello que existen tantos fármacos antihipertensivos.

Es de vital importancia enfatizar que el tratamiento farmacológico en la HAS no suple al tratamiento no farmacológico, sino
que cuando se requiere, siempre debe prescribirse además de la modificación de los factores de riesgo, estilos de vida y dieta
del paciente.

En términos muy generales se consideran cuatro grandes acciones terminales mediante las cuales los diversos fármacos
antihipertensivos producen su efecto de disminuir la tensión arterial:
Disminución del volumen circulante.
Disminución del tono simpático-adrenérgico.
Vasodilatadores (directos o indirectos).
Efectos combinados.
Los medicamentos empleados en el tratamiento antihipertensor son muy variados y pueden clasificarse de diferentes formas.
En el cuadro 2 se muestran los principales grupos de fármacos antihipertensivos y algunos de los fármacos más
representativos de ellos, agrupados con un enfoque farmacológico tradicional.

Cuadro 2. Fármacos antihipertensivos más utilizados


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Diuréticos
Los diuréticos son sustancias que incrementan la velocidad de producción y el volumen total de orina y aunque en el pasado
se consideraban sólo como depletores de volumen, en la actualidad su efecto natriurético se considera igual o más importante
que la disminución de la volemia.

No existe un criterio común para la clasificación de los agentes diuréticos y se utiliza desde la estructura química (Ej.
tiacidas), el mecanismo de acción (Ej. diuréticos osmóticos), hasta el sitio de acción (Ej. diuréticos de asa).

Diuréticos de asa

Este grupo de diuréticos también son llamados diuréticos de techo alto o más recientemente inhibidores del transporte
acoplado Na+-K+-2Cl- en la porción gruesa de la rama ascendente del asa, de Henle. Son considerados como los diuréticos
más potentes y dicha potencia se explica porque en la porción gruesa de la rama ascendente del asa se reabsorbe alrededor de
25 % de los solutos filtrados y en las porciones más distales ya no existe la capacidad de rescatar el exceso de solutos que no se
reabsorbieron en esta porción de la nefrona.

En el pasado se consideró que la furosemida actuaba bloqueando una bomba electrogénica selectiva para el cloro y que el flujo
de sodio era por arrastre electroquímico acoplado al bombeo de cloro; sin embargo, estudios posteriores lograron demostrar
la acción del furosemide sobre el sistema de transportadores acoplados de Na+-K+-2Cl- en donde el cloro es arrastrado por
gradiente electroquímico y el sodio es bombeado activamente.

Tradicionalmente se han utilizado más en el tratamiento de insuficiencia cardiaca y edema que en el tratamiento de HAS,
debido a que su acción es más rápida y enérgica pero de corta duración; sin embargo en fechas recientes se ha demostrado
que también pueden ser útiles en el tratamiento de HAS a dosis bajas y por tiempos prolongados, ya que también tienen un
efecto natriurético tardío independiente de su efecto agudo depletor de volumen.

Actualmente se cuenta con la torasemida, un diurético de asa de acción más prolongada, que tiene efecto antihipertensor a
dosis subdiuréticas.
Los diuréticos de asa incrementan en forma significativa la pérdida de potasio, calcio y magnesio y algunos de ellos
(furosemide) tienen cierto efecto inhibidor de anhidrasa carbónica en el túbulo contorneado proximal y otros (bumetanida y
piretanida) carecen de este efecto.

Los diuréticos de asa aumentan la capacitancia venosa y por consiguiente reducen el retorno venoso y disminuyen la presión
de llenado del ventrículo izquierdo; además producen hiperreninemia secundaria por disminución del flujo plasmático renal,
de la presión de perfusión glomerular, disminución del sodio e incremento en la liberación de prostaglandinas; este último
mecanismo es interferido cuando se bloquea la síntesis de prostaglandinas al utilizar tratamiento concomitante con
analgésicos no esteroideos.

Diuréticos tiacídicos

El grupo de fármacos de las benzotiadiacidas fueron sintetizados en un intento de aumentar la potencia de los inhibidores de
la anhidrasa carbónica y pronto demostraron ser capaces de aumentar la excreción de sodio en forma independiente a su
acción sobre la anhidrasa carbónica.
El mecanismo de acción de estos fármacos es mixto, uno muy pobre en el túbulo contorneado proximal atribuible a su acción
sobre transporte de sodio y otro,el más importante y significativo, al bloquear el transportador acoplado de Na+-Cl– en el
túbulo contorneado distal.
La potencia diurética de las tiacidas es menor que la de los diuréticos de asa, ya que tan sólo 5% de la carga filtrada de sodio
llega para ser manejada en el túbulo contorneado distal, ya que más de 90 % del sodio se reabsorbe en los segmentos
anteriores.

Al igual que los diuréticos de asa producen aumento en la excreción de potasio, pero a diferencia de ellos cuando las tiacidas
se administran en forma crónica disminuyen la eliminación de calcio; este efecto, aunque no está bien establecido, parece
producirse por un aumento en la reabsorción de calcio en el túbulo contorneado distal.

A diferencia de los diuréticos de asa, las tiacidas no producen cambios significativos en el flujo sanguíneo renal o en la tasa de
filtrado glomerular y sus principales efectos con el uso crónico son sus efectos sobre electrolitos al depletar sodio, cloro y
potasio e incrementar los niveles de calcio y ácido úrico.

Un efecto que ha adquirido capital importancia en fechas recientes es su capacidad de aumentar o inducir resistencia a la
insulina, e incrementar los niveles de LDL-colesterol y triglicéridos, cuando se emplean en dosis diuréticas convencionales.
Este efecto se ha atribuido al menos en forma parcial a la hipokalemia, ya que cuando se administra potasio en forma
suplementaria este efecto es menor, al igual que sucede con los diuréticos ahorradores de potasio.

Diuréticos ahorradores de potasio

Reciben esta denominación un grupo especial de fármacos que producen efecto diurético, pero que a diferencia de los
anteriores no incrementan la pérdida de potasio e incluso evitan que se pierda algo del potasio que perdería el riñón en
condiciones fisiológicas.

De acuerdo a su mecanismo de acción se clasifican en dos grupos:


Inhibidores de los canales epiteliales de sodio.

 Triamtereno.
 Amilorida.
Antagonistas de la aldosterona.

 Espironolactona.
 Canrenone.

El mecanismo de acción propuesto para los inhibidores de los canales epiteliales de sodio es que bloquean el flujo de sodio en
los canales específicos de las células principales de los túbulos contorneado distal y colector. Este tipo de canales de sodio
sensibles a amilorida, se encuentran en otros órganos como el colon o la piel de los anfibios y tiene un comportamiento muy
distinto a los canales de sodio voltaje-dependientes, como los del tejido muscular o nervioso.

El mecanismo de acción de los antagonistas de la aldosterona (espironolactona), es bloquear el efecto fisiológico de la


aldosterona, que como está bien aceptado penetra a la célula epitelial renal y se une con los receptores específicos para
esteroides, forma un complejo activo que estimula la expresión génica y la formación de proteínas inducidas por aldosterona
(AIPs) las cuales a su vez activan los canales de sodio y las bombas de sodio preexistentes, a las cuales se les denominan
silentes, porque se mantienen sin funcionar hasta recibir la señal de activación por las AIPs.

El mecanismo de acción de la espironolactona es antagonizar en forma competitiva la unión de la aldosterona con los
receptores de membrana específicos para los mineralocorticoides y así impedir la acción de la aldosterona.

La retención de potasio se explica porque la aldosterona en condiciones fisiológicas retiene un ion de sodio en el medio
interno a cambio de perder un ion de potasio o de hidrógeno y al no captar el sodio, por acción de la espironolactona, tampoco
se pierde el potasio y sí se permite la pérdida del sodio con el consiguiente efecto natriurético y diurético.

La potencia de los diuréticos ahorradores de potasio en general es pobre, ya que como actúan en sitios muy distales de la
nefrona, la carga de sodio es menor de 5% de la filtrada y más bien su utilidad clínica ha sido en combinación con otros
diuréticos para tratar de neutralizar la pérdida de potasio que ellos producen.

Hay que evitar administrar estos fármacos en pacientes con insuficiencia renal, o en quienes reciban suplemento de potasio o
inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina porque se corre el riesgo de producir hiperkalemias severas.

El principal mecanismo de acción antihipertensor de los diuréticos a diferencia de lo que comúnmente se piensa, no es la
disminución del volumen circulante, sino su efecto reductor a largo plazo de la resistencia periférica explicable por varios
mecanismos:

a) Disminución del calcio citosólico por modificaciones de la bomba Na+-Ca++y/o por bloqueo de los canales de entrada del
sodio.
b) Bloqueo indirecto de la enzima convertidora de angiotensina (ECA), por la pérdida de zinc.
c) Disminución de los niveles plasmáticos de una sustancia similar a la ouabaína.
d) Aumento en la secreción de prostaglandina E, prostaciclina y kalidina.
e) Disminución de la reactividad del músculo liso vascular a la norepine-frina por modificación del sodio intracelular.

Uso clínico actual de los diuréticos

Los diuréticos son considerados por la gran mayoría de los consensos actuales (JNC-V, WHO/ISH, Mexicano, Canadiense)
como medicamentos de primera elección para el tratamiento del hipertenso arterial, basándose en el hecho de que está
demostrado su efecto potente para prevenir la enfermedad vascular cerebral, en especial en pacientes viejos y con
hipertensión sistólica. Sin embargo, a su empleo se atribuye parte de los resultados no satisfactorios en la prevención de la
enfermedad coronaria; su uso a dosis estándares diuréticas se asocia con un empeoramiento del patrón lípido, de la
resistencia a la insulina y a una tasa mayor de muerte súbita, probablemente ligados a una disminución del potasio y
magnesio corporales que muchas veces no son detectables con la medición de potasio o magnesio séricos.

Está bien demostrado que dosis bajas subdiuréticas de tiacidas, o mejor aún dosis no diuréticas de torasemida, conservan el
efecto antihipertensor sin producir diuresis aumentada de potasio o magnesio, sin alterar los niveles lípidos o empeorar la
resistencia a la insulina; falta por demostrar si ésto repercute en un mejor efecto sobre la morbimortalidad en especial de la
enfermedad coronaria. El uso de diuréticos a dosis diuréticas está absolutamente contraindica- do en el tratamiento crónico
de la hipertensión arterial.

La mínima o no regresión de hipertrofia ventricular izquierda con los diuréticos se ha mencionado como una desventaja de
ellos; sin embargo, en el metanálisis de Dählof puede observarse que son tan útiles como otros medicamentos para lograr este
fin y en el estudio THOMS, la clortalidona fue más efectiva para reducir la hipertrofia ventricular izquierda que el enalapril,
doxazosina, el acebutolol y la amlodipina.
La principal ventaja de los diuréticos a bajas dosis, es su costo mucho menor y su baja tasa de efectos colaterales molestos.

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Agonistas y antagonistas adrenérgicos
El sistema nervioso vegetativo juega un papel primordial en la regulación de la presión arterial. El fino balance entre los
subsistemas simpático y parasimpático operados a través de sus neurotransmisores y agentes neurohumorales (adrenalina,
noradrenalina y acetilcolina) determinan gran parte de los procesos homeostáticos cardiovasculares, tales como el tono
vascular arterial y venoso, la secreción de renina por la mácula densa, el inotropismo y cronotropismo cardiacos que en su
conjunto, son factores condicionantes de la presión arterial al influir sobre el volumen sanguíneo (a través de renina), sobre el
gasto cardiaco (al modificar frecuencia cardiaca, fuerza contráctil, tono venoso y volemia) y sobre las resistencias periféricas
(al modificar el tono vascular arterial).La intervención farmacológica del sistema nervioso simpático puede realizarse en dos
niveles principales:

Mediante bloqueo selectivo de receptores adrenérgicos.


Modificando la magnitud y curso temporal de la liberación de los neurotransmisores.

Bloqueo selectivo de receptores adrenérgicos

Es importante entender al “receptor“ como un concepto operacional que describe al sitio de la unidad biológica con la que
interactúa el fármaco para producir su acción biológica; este receptor puede ser una molécula, un conjunto de moléculas o
incluso el espacio formado entre varias moléculas.

Desde 1906, Dale, al realizar sus experimentos para evaluar el efecto de la adrenalina (en aquel tiempo llamada simpatina)
sobre la presión arterial del perro, describió que la adrenalina tenía dos efectos: uno presor, manifiesto, responsable del
aumento de la presión arterial y otro inhibitorio (vasodilatador) que sólo se ponía de manifiesto cuando se bloqueaba el efecto
presor con derivados del ergot.

Aunque Dale nunca utilizó el término “receptor”, sí describe que estos efectos se deben a que la adrenalina actúa sobre
distintos “principios activos”.
Las observaciones publicadas por Dale permanecieron sin mucha trascendencia hasta 1948, cuando Ahlquist, al realizar
experimentos tendientes a encontrar un fármaco capaz de relajar el útero y así curar la dismenorrea, estudia diversas
sustancias con acción simpática, como la adrenalina, la noradrenalina, la fenilefrina y el isoproterenol y con base en sus
resultados establece el concepto de “receptores adrenérgicos alfa y beta”; ya en ese tiempo existían sustancias capaces de
bloquear en forma selectiva los receptores alfa, tales como la fenoxibenzamina, la fentolamina y los derivados del ergot, y
aunque no existía ninguna sustancia capaz de bloquear en forma selectiva los receptores “betaadrenérgicos”, se acuñó el
concepto de bloqueador betaadrenérgico y no fue hasta diez años después cuando en 1958 se logró la síntesis del
dicloroisoproterenol como primer fármaco de este grupo.

Existen múltiples evidencias experimentales que apoyan el hecho que la adenilciclasa es el mecanismo activo del receptor
adrenérgico y que dependiendo de las influencias que reciba de su microambiente o de las subunidades reguladoras que se
expresen en un momento determinado, adquiera el receptor un comportamiento de tipo alfa o de tipo beta o bien de algún
subtipo de estos receptores.

En la actualidad se acepta la siguiente clasificación de receptores adrenérgicos:

 Receptores alfa, con dos subtipos, los alfa1 y los alfa2.

 Receptores beta, con tres subtipos, los beta1, los beta2 y los beta3.

 Receptores dopaminérgicos, con cinco subtipos, de los cuales sólo los del subtipo D1 tienen efectos
cardiovasculares.

En los cuadros 3 y 4 se esquematizan los sitios de localización, principales efectos y mecanismo de acción de los diversos
receptores adrenérgicos. El análisis de los efectos de los receptores betaadrenérgicos nos permite concluir que todas las
funciones cardiovasculares involucradas en el control de la tensión arterial están mediadas por los receptores beta1
(inotropismo, cronotropismo, lusitropismo, liberación de renina), mientras que los efectos mediados por los receptores beta2
(broncocodilatación, vasodilatación, efectos metabólicos), al ser bloqueados son los responsable de producir los efectos no
deseados de los bloqueadores beta.

Cuadro 3. Receptores alfaadrenérgicos

Cuadro 4. Receptores betaadrenérgicos

Bloqueadores Betaadrenérgicos
La familia de los betabloqueadores es muy extensa y heterogénea y es quizá en este grupo farmacológico donde más
diferencias existen en cuanto a sus efectos, razón por la que en el caso de los betabloqueadores debemos siempre mencionar
no sólo el nombre de la familia, sino también sus apellidos o sea, las características especiales adicionales que lo caracterizan,
como son:

1. Actividad simpaticomimética intrínseca (agonista parcial).

2. Actividad membranal inespecífica (efecto quinidínico).

3. Hidro/liposolubilidad (coeficiente de partición octanol/agua K/P).

4. Acciones farmacológicas adicionales.

En el cuadro 5 se esquematizan los principales bloqueadores betaadrenérgicos y sus características individuales.

Cuadro 5. Bloqueadores betaadrenérgicos

Las características particulares de cada fármaco no son meros calificativos inútiles, sino que confieren propiedades específicas
con repercusión clínica significativa:

a) La actividad membranal inespecífica le confiere propiedades antiarrítmicas adicionales a las propias del bloqueo de las
catecolaminas; en el caso concreto del propranolol se encuentra en forma racémica (mitad isómero levógiro y mitad
dextrógiro); su isómero levógiro (L-propranolol) es el que tiene la capacidad de bloquear al receptor beta, mientras que su
isómero dextrógiro (D-propranolol) no tiene efecto antagonista beta pero es el responsable del efecto membranal inespecífico.

b) Actividad simpaticomimética intrínseca. Esto significa que el antagonista es capaz de bloquear a un agonista más potente
(la adrenalina en condiciones fisiológicas in vivo), pero que por sí solo puede producir una leve estimulación del receptor
adrenérgico. Este subgrupo de fármacos no tiene los efectos adversos sobre perfil de lípidos y metabolismo de carbohidratos
descritos para los betabloqueadores sin esta propiedad y tiene efecto vasodilatador.

c) Hidro/lipo solubilidad. Esta característica determina la capacidad de distribución en el organismo y la posibilidad de llegar
a tejido cerebral; entre más liposoluble mayor será su penetración celular y su vida media. Se ha atribuido a los
betabloqueadores liposolubles mayor capacidad de penetrar al sistema nervioso y tener más efecto de tipo central.

d) Efectos farmacológicos adicionales. Esta propiedad de poder bloquear otros receptores e incluso estimular otros sistemas
transductores hace que adquieran comportamientos muy distintos a los betabloqueadores convencionales; a este grupo de
fármacos se les ha denominado de tercera generación, ya que no tienen el efecto vasoconstrictor periférico de los demás
betabloqueadores ni tampoco alteran el metabolismo de lípidos y carbohidratos. Falta tiempo para poder establecer su
repercusión clínica real.
Los mecanismos mediante los cuales los betabloqueadores disminuyen la presión arterial se esquematizan en la figura 7.

Figura 7. Bloqueador betaadrenérgico

Uso clínico actual de los betabloqueadores

Los betabloqueadores como grupo comparten con los diuréticos el privilegio de ser considerados como fármacos de primera
elección, en especial en las recomendaciones del influyente JNC-V. Son en realidad una gran variedad de medicamentos, que
difieren entre sí en una forma muy amplia, de aquí que el principal error de estas recomendaciones sea precisamente
considerar a todos como integrantes de un solo grupo. Son relevantes para sus acciones en especial indeseables, la existencia
o no de cardioselectividad, hidro o lipofilia o el efecto vasodilatador; para el tratamiento antihipertensor interesa
especialmente que no modifiquen desfavorablemente el patrón lípido, que ejerzan cardioprotección, que sean
preferentemente de larga acción y que tengan un patrón hemodinámico más favorable. De los betabloqueadores disponibles a
la fecha, reúnen estas características, los clasificados como betabloqueadores-vasodilatadores (Cuadro 6).

Cuadro 6. Betabloqueadores-vasodilatadores

1. Con acción simpatomimética intrínseca (ASI) no selectiva


Pindolol, oxprenolol, acebutolol
2. Sin cardioselectividad con bloqueo alfa-1
Labetalol, medroxalol, carvedilol
3. Sin cardioselectividad con bloqueo alfa-2
Celiprolol
4. Con bloqueo -1 sin ASI, más bloqueo -2 con ASI
Dilevalol

Es de especial valor en el tratamiento de los hipertensos arteriales la acción simpaticomimética intrínseca, que parece evitar
algunos de los inconvenientes de los betabloqueadores, como son la alteración del patrón lípido, la depresión miocárdica, la
bradicardia, el síndrome de abandono y probablemente el broncoespasmo. Sin embargo, este grupo de medicamentos carecen
de efecto protector después del infarto del miocardio.

La acción bloqueante alfa, agregada al betabloqueo produce además de vasodilatación un efecto positivo sobre el patrón
lípido. Es muy interesante el efecto protector que tienen estos medicamentos sobre los pacientes con insuficiencia cardiaca,
tanto en la reducción de los ingresos al hospital, como en la prolongación de la vida.
La hidrosolubilidad confiere una acción más prolongada a los betabloqueadores, lo que favorece su uso en una sola dosis
diaria y los hace incapaces de cruzar la barrera hematoencefálica, con lo que reduce la posibilidad de efectos sobre el sistema
nervioso central, como insomnio; sin embargo, parecen tener un efecto menor sobre la protección después del infarto, menos
acción en el tratamiento del síndrome vasodepresor y no son útiles para el tratamiento coadyuvante del parkinsonismo o en
las crisis de pánico escénico.

El efecto sobre la función renal de los betabloqueadores no está muy claro; existen informes sobre un efecto deletéreo del
propranolol sobre el filtrado glomerular y el flujo plasmático renal; sin embargo, el sotalol y el atenolol no muestran este
efecto negativo y no hay descrito un deterioro franco de la función renal aún en pacientes con insuficiencia renal previa.
Aun con los betabloqueadores vasodilatadores, se conserva como contraindicación para su uso, la presencia o antecedentes de
asma bronquial.

La bradicardia puede ser muy marcada e indeseable aun con el uso de los nuevos betabloqueadores.

Este es un grupo complejo de medicamentos, con muy variadas acciones que cambian según el agente prescrito, por lo que el
médico se ve obligado a conocer a fondo las características diferenciales de cada uno de los integrantes de esta familia, antes
de prescribirlos.

Bloqueadores alfaadrenérgicos

Aunque los bloqueadores alfaadrenérgicos se conocen desde el siglo pasado por fármacos como los derivados del ergot y
posteriormente por la fentolamina, y la fenoxibenzamina, este tipo de medicamentos dejó de utilizarse para el tratamiento de
la HAS debido a su inespecificidad.
Desde 1974-1976 cuando Lan-ger describe la existencia de un subtipo de receptor alfa en las terminales presinápticas (alfa2) y
el efecto regulador de la liberación y síntesis de noradrenalina en las terminales sinápticas que este receptor alfa2 tiene, los
fármacos bloqueadores alfa inespecíficos perdieron popularidad, ya que por un lado disminuyen el tono simpático al bloquear
el receptor alfa1, pero por el otro, aumentan la liberación de noradrenalina al bloquear el receptor alfa2.

Con el descubrimiento de los receptores alfa2 se genera una nueva familia de fármacos antihipertensivos que fueron los
bloqueadores selectivos de los receptores alfa1, se esclareció el mecanismo de acción de fármacos que ya existían como
alfametildopa que estaban considerados como falsos transmisores y a partir de estos estudios se engloban en la nueva familia
de fármacos antihipertensivos como estimulantes selectivos alfa2.

Bloqueadores selectivos alfa1

El prototipo de esta familia es la prazosina, con una potencia mil veces mayor sobre el receptor alfa1 que sobre el alfa2. Otros
fármacos de este grupo son la terazozina y el doxazosin.

Este grupo de fármacos, al bloquear selectivamente al receptor alfa1, disminuye las resistencias periféricas y el retorno venoso
y su comportamiento funcional es el de un vasodilatador. Por esta razón, produce aumento del tono simpático reflejo,
secundario a la vasodilatación severa, responsable de la taquicardia y palpitaciones que suelen producir estos fármacos.

Es importante resaltar el efecto de hipotensión postural que suelen producir estos fármacos, sobre todo en la primera dosis y
se puede explicar porque al bloquear el receptor alfa1 (postsináptico), se bloquea el efecto compensatorio del aumento de
noradrenalina que ocurre con el cambio postural al bajar la presión de perfusión cerebral.

Los bloqueadores selectivos de los receptores alfa1 no alteran el metabolismo de los carbohidratos ni de los lípidos, e incluso
hay estudios que sugieren un efecto benéfico en esta área.
Otro hecho importante de considerar es la taquifilaxia (fenómeno consistente en que cada vez se requieren dosis más altas del
fármaco para producir el mismo efecto), que se explica por el fenómeno de “regulación a la alta” de los receptores alfa1, que se
produce en la mayor parte de receptores que al ser bloqueados en forma crónica, se hacen hipersensibles al agonista o bien
incrementan su número.

La ketanserina puede ser clasificada dentro de este grupo pues es un antagonista de los receptores alfa1, a pesar de que ejerce
un potente efecto como bloqueador selectivo de los receptores de serotonina 5-HT2A , y que fue promocionado como un
antagonista de serotonina, su efecto antihipertensivo realmente depende de su capacidad bloqueadora alfa. Estos
medicamentos a pesar de su acción benéfica sobre el patrón lípido y la resistencia a la insulina son usados raramente por el
médico, probablemente por la percepción de la taquifilaxia (rápida pérdida de su efectividad durante su uso sostenido), que es
un problema mayor, en especial para la prazosina. Su uso actual es más difundido, especialmente para la terazosina, para la
reducción de la sintomatología de obstrucción urinaria, originada por crecimiento prostático benigno.

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Antagonistas del calcio
Los bloqueadores del canal lento del calcio representan una familia de fármacos que nace en 1968 con los trabajos de
Godfraind y col. al demostrar el efecto antagonista de la cinarazina sobre las curvas dosis-respuesta con calcio en tiras de
aorta, sin demostrar efecto sobre las células miocárdicas. Estos resultados contrastan con los trabajos realizados por
Fleckenstein con el verapamilo, el cual tiene una acción predominante sobre el músculo cardiaco.

El calcio puede penetrar a la célula por diferentes vías específicas llamadas canales; se han descritos cuatro tipos de canales
selectivos para el calcio, que se han denominado canales L, T, N y P respectivamente y cada uno de ellos tiene características y
sensibilidad específica a diferentes fármacos como se muestra en el cuadro 7.

Cuadro 7. Canales selectivos para el calcio

Los bloqueadores de canal lento del calcio actúan selectivamente en los canales tipo L, mismos que están ampliamente
estudiados y caracterizados. Los canales tipo L se localizan fundamentalmente en miocardio, nodo aurículo-ventricular y
células del músculo liso vascular y son una estructura oligomérica formada por cinco subunidades y un poro central por
donde transita el calcio. Las subunidades se denominan alfa1, alfa2, beta, gamma y delta.

Las subunidades alfa1 constituyen el sitio fundamental del canal de calcio mientras que las subunidades restantes funcionan
como moduladoras. Se consideran prototipos a los representantes de cada grupo como de segunda generación, a aquellos con
mayor selectividad vascular, y como fármacos de tercera generación, aquellos que aun compartiendo su estructura química y
características generales del grupo, tienen propiedades farmacocinéticas y de selectividad que producen mayor vida media,
mayor potencia y selectividad tisular y menos efectos colaterales. Bajo este criterio las formas de liberación prolongada como
el verapamilo SRO, el nifedipino GITS y el diltiazem SRO pueden ser considerados dentro del grupo de segunda generación,
ya que su presentación farmacéutica aumenta su vida media y limita los picos de concentración plasmática y los periodos de
concentraciones subterapeúticas, con lo que disminuyen los efectos colaterales y optimizan sus efectos terapéuticos. (Cuadro
8).

Cuadro 8. Clasificación

Existen varias hipótesis que tratan de explicar el por qué de la selectividad de los distintos bloqueadores de canales de calcio y
los factores que determinan dicha selectividad, como la polaridad del fármaco, el tamaño de su molécula y las características
funcionales del órgano en el cual se encuentra el canal de calcio, ya que la capacidad de penetración del fármaco al receptor
dependerá de la frecuencia con que se abra el canal y del tiempo que permanezca abierto. Así por ejemplo, la nifedipina que es
eléctricamente neutral a pH de 7.4 interactúa en la parte externa del canal y tendrá preferencia por aquellos tejidos que abren
su canal lentamente (vasos sanguíneos) mientras que el verapamilo que está enteramente cargado a pH de 7.4 y requiere una
vía hieroglífica para accesar al interior del canal y poder actuar, por lo que tendrá más facilidad de penetración en aquellos
tejidos que abren más veces su canal como el miocardio (60 a 100 veces x’).

Existen otros mecanismos descritos mediante los cuales los bloqueadores del canal del calcio pueden tener efecto
antihipertensivo adicional al del bloqueo del canal del calcio, tales como:

Bloqueo de actividad simpática. Estudios experimentales demuestran que tanto el verapamilo como la nifedipina y el
diltiazem tienen capacidad de bloquear a los receptores alfa1 y desplazar al prazosin; sin embargo, el único que lo hace a dosis
terapéuticas es el verapamilo, motivo por el cual es el único que tiene propiedades de bloqueo simpático en la práctica clínica.

Los bloqueadores del calcio como el verapamilo y el diltiazem tienen una interacción muy pobre con calmodulina y a
concentraciones muy superiores a las terapéuticas; las dihidro- piridinas y en especial la felodipina tienen efectos anti-
calmodulina directos a concentraciones micromolares, que aunque son superiores a las terapéuticas pudieran ejercer cierta
participación en su efecto vasodilatador.

Estimulación de la ATPasa Na+-K+. La activación de esta enzima puede producir una hiperpolarización que facilite la
apertura del canal de calcio; es obvio que el efecto vasodilatador de los bloqueadores del calcio no depende de este
mecanismo, pero sí participa en la selectividad regional de estos fármacos, así como la nimodipina y la nitrendipina, pero ni la
nifedipina ni el verapamilo tienen la capacidad de afectar la función de esta enzima y este factor puede contribuir a la mayor
vasoselectividad de la nimodipina y nitrendipina.

Inhibición de fosfodiesterasa. Las dihidropiridinas como la nifedipina, nisoldipina, nitrendipina y felodipina inhiben el pico I
de actividad de la fosfodiesterasa en corazón de bovino, mientras que el verapamilo y el diltiazem tienen muy poco efecto
sobre esta enzima. La inhibición de la fosfodiesterasa y la alteración en el balance de AMPc puede ser otro mecanismo que
contribuya al efecto vasodilatador potente de las dihidropiridinas.

Interacción directa con proteínas contráctiles. Estudios de Silver demuestran que el diltiazem puede inhibir la interacción
actina-miosina en un punto posterior a la fosforilación de las cadenas P de miosina, efecto no compartido por el nifedipino ni
el verapamilo. No se conoce que participación real tenga este efecto en la selectividad o acción clínica de los bloqueadores de
calcio pero es un efecto que puede contribuir a su acción farmacológica.

La utilidad clínica de los diversos bloqueadores del canal del calcio depende de sus propiedades farmacológicas y es un grave
error querer generalizar sus indicaciones terapéuticas a toda la familia, ya que como mencionamos, fármacos como el
verapamilo tienen efecto sobre contractilidad cardiaca y conducción A / V, mientras que las dihidropiridinas no afectan estas
funciones; incluso dentro de las mismas dihidropiridinas la nimodipina tiene poco efecto sobre vasos de resistencia a dosis
terapéuticas y por ende poco efecto antihipertensivo, pero sin embargo tiene un potente efecto sobre vasos cerebrales. Estas
características individuales condicionan que unos bloqueadores del calcio estén más indicados en una patología y otros
incluso contraindicados, como se muestra en el cuadro 9, y aunque el objetivo del presente trabajo es el tratamiento de la
HAS, debemos de considerar otras patologías coexistentes al prescribir un bloqueador del calcio.

Cuadro 9. Efectos clínicos de los bloqueadores del canal del calcio

En la figura 8 se esquematiza el papel del calcio en los procesos de daño tisular en diferentes órganos y condiciones
patológicas, en los cuales los bloqueadores del canal lento del calcio pueden tener efectos benéficos.
Fig. 8. Papel del calcio en los procesos de daño tisular

Antagonistas del calcio de acción prolongada

Aunque las diferencias entre los tres grupos de antagonistas del calcio (difenilakilaminas, benzotiacepinas y dihidropiridinas)
son grandes, en especial en lo que se refiere a sus efectos sobre el corazón y en la presentación de diferentes efectos
colaterales, su efectividad parece ser similar entre sí y a la de otros agentes antihipertensores.

Recientemente se ha propalado en forma muy conspicua la idea de que los antagonistas del calcio representan para el
hipertenso arterial medicamentos peligrosos por aumentar la mortalidad, favorecer la presentación de infartos del miocardio,
aumentar los eventos hemorrágicos y aumentar la frecuencia de enfermedad vascular cerebral. Estas ideas se inician después
de dos publicaciones: una, de los resultados de un estudio no prospectivo, sin distribución al azar, de tipo casos-(pacientes
que habían sufrido un infarto)- control (pacientes que no lo habían sufrido), en participantes de un programa de Medicina
Prepagada (HMO), en los Estados Unidos, que sugiere un riesgo de infarto del miocardio entre los pacientes bajo tratamiento
con antagonistas del calcio en monoterapia 60% mayor que el de aquellos manejados con diuréticos solamente, mayor
también que aquellos sometidos a la combinación de un antagonista de calcio con un diurético o con un betabloqueador, con
un efecto más claro en los pacientes sometidos a dosis más altas del antagonista del calcio; las conclusiones son apenas
sugestivas y desde luego no concluyentes, pues no se trata de un estudio prospectivo, planeado para probar este efecto; la
selección del medicamento empleado se hizo a juicio del médico, lo cual puede favorecer que los antagonistas del calcio se
escogieran en pacientes con manifestaciones de insuficiencia coronaria; no existe control sobre la distribución de los factores
de riesgo coronario presentes en cada grupo de tratamiento y las dosis y presentaciones de los antagonistas del calcio, no
corresponden a las indicadas en la actualidad.

El otro estudio es un metanálisis de 16 estudios de «prevención primaria con nifedipina», que en realidad es una mezcla de
estudios agudos de infarto del miocardio, estudios realmente de prevención secundaria y un estudio de efectos antiate-
rosclerosos, que sugiere un aumento de mortalidad en pacientes isquémicos tratados con nifedipina, mayor entre más alta la
dosis empleada.
Según una declaración del Instituto Nacional Norteamericano de Corazón Pulmón y Sangre, (NHLBI), con cuyos fondos se
realizó el primer estudio, aunque estos resultados se demostraran en un estudio prospectivo, el riesgo sería bajo: de cada
1000 hipertensos tratados con diuréticos o betabloqueadores, diez desarrollarían enfermedad coronaria aguda en un año y si
tomaran antagonistas del calcio, este número se elevaría a 16, por lo que se recomienda que por lo pronto no se justifica el
cambio de medicamento, en un paciente que esté bien controlado con antagonistas del calcio; con esta opinión coincidió la
Asociación Americana del Corazón.
La respuesta sobre la utilidad verdadera de los antagonistas del calcio, se conocerá cuando se tengan los resultados de los
grandes estudios en curso, diseñados específicamente para contestar esta pregunta (Cuadro 10).

Cuadro 10. Estudios sobre antagonistas del calcio.


Enfermedad vascular cerebral

Una característica que parece relevante en los calcio-antagonistas para aumentar su seguridad y disminuir sus efectos
colaterales, es el tiempo de duración de su acción, que les permite su dosificación cada 24 horas y que es definida por un
índice aritmético simple, recomendado por la“Administración para Alimentos y Medicamentos” de los Estados Unidos (FDA),
que consiste en determinar el por ciento que del descenso de presión alcanzado en el punto de efectividad máxima (pico), se
encuentra todavía antes de la siguiente dosis de 24 horas (valle); esta relación valle/pico, (through /peak ratio) debe ser
mayor de 50% para que un medicamento sea aceptado como útil en una sola dosis diaria. Ninguno de los antagonistas del
calcio de primera generación (nifedipino, diltiazem o verapamilo) y la mayoría de los de segunda generación (nitrendipino,
nisoldipino, isradipino, nicardipino, felodipino), cumplen con este requisito, por lo que para la mayoría de ellos se ha
desarrollado una formulación galénica que intenta liberar en forma prolongada el medicamento. Destaca la preparación GITS
(OROS) del nifedipina con la cual se alcanzan índices valle/pico cercanos a 100%. Existen dos medicamentos amlodipina y
lacidipino que por características propias de su molécula, una disociación anfotérica en el caso de la amlodipina, o una alta
lipofilicidad en la del lacidipino, permanecen mayor tiempo en el receptor de los canales de calcio, con lo que permiten un
antagonismo que persiste por 24 horas o más. Estas características permiten una inducción más suave del efecto
antihipertensor y una variabilidad mucho menor del efecto antihipertensor, que redundan probablemente en un daño menor
de los órganos víctima de la hipertensión y seguramente en menos efectos colaterales.
Los antagonistas del calcio son medicamentos antihipertensores de gran utilidad en el tratamiento antihipertensor,
especialmente por su efecto vasodilatador tan efectivo, por la protección renal que confieren, por su no modificación
desfavorable del patrón lípido y con la mayoría de sales de la resistencia a la insulina.

En el momento actual no existen evidencias que obliguen a suspender un antagonista del calcio de corta acción que esté
funcionando bien, pero es muy recomendable que si se inicia un tratamiento con este grupo, se escojan los de acción
prolongada ya sea intrínseca o por modificación galénica.
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Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECAS)
Los inhibidores o bloqueadores de la enzima convertidora de angiotensina (IECAS) son quizá la familia de antihipertensivos
que más terreno ha ganado en las últimas décadas en la terapia antihipertensiva, a pesar que los lineamientos de manejo de la
HAS propuestos por los organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud y el JNC-V en 1993 siguen
recomendando las terapias tradicionales de la HAS, tales como los diuréticos y los betabloqueadores.

Desde hace más de cuatro décadas se había enfocado la fisiopatología de la HAS hacia una disfunción del sistema renina-
angiotensina-aldosterona, aunque en aquella época se daba especial énfasis al efecto vasopresor de la angiotensina II
circulante y al efecto que sobre la volemia y el balance de sodio producía el efecto de la aldosterona.Desde los años sesenta se
logró identificar que la cininasa II (enzima responsable de degradar a la bradicinina en compuestos inactivos), era la misma
enzima convertidora de angiotensina (responsable de convertir la angiotensina I a angiotensina II)
En 1977 Ondetti y colaboradores al demostrar el efecto del captopril como el primer agente oral capaz de bloquear en forma
selectiva a la enzima convertidora de angiotensina (ECA) y describir sus propiedades antihipertensivas, inician esta nueva
familia de agentes antihipertensivos conocidos como IECAS.

El mecanismo de acción de esta familia de fármacos se esquematiza en la figura 9.

Figura 9. Mecanismo de acción antihipertensiva de los IECAS

Vale la pena resaltar que el efecto del bloqueo de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) reduce la angiotensina II por
un lado, pero incrementa la bradicinina por el otro y que ambos efectos son igualmente importantes para poder lograr los
efectos cardiovasculares de los IECAS, ya que por un lado se bloquea el efecto vasopresor y estimulante de procesos deletéreos
a la función cardiovascular de la angiotensina II y por el otro se estimula el efecto de la bradicinina que por medio de
incrementar el óxido nítrico es capaz de producir vasodilatación y otros efectos benéficos sobre la función cardiovascular
como se muestra en la figura 10.

Figura 10. Efectos fisiológicos y fisiopatológicos de la angiotensina II


Como se muestra en las figuras anteriores la activación del sistema renina-angiotensina-aldosterona (RAA) en unión con el
sistema de cininas ejerce un efecto hipertensivo severo, ya que al estimular la corteza suprarrenal se produce aldosterona,
misma que retiene sodio y agua a nivel renal aumentando la volemia y la tensión arterial. El estímulo directo de la
angiotensina II produce vasoconstricción y aumento de resistencias periféricas; la destrucción de la bradicinina abate
mecanismos vasodilatadores, antifibróticos y antitrombóticos, además que se permite la expresión de protooncogenes como
c-fos, c-mic que van a ser los responsables de la fibrosis y la hipertrofia, a su vez responsables de la hoy denominada
remodelación vascular y cardiaca.

El desarrollo de los IECAS dio nueva luz acerca de la fisiología del sistema RAA y de la fisiopatología de la HAS y los
mecanismos de producción de daño orgánico, ya que se logró demostrar que el sistema RAA se encuentra en muchos tejidos
como cerebro, riñón, corazón y vasos sanguíneos y que sus efectos intracrinos, autocrinos y paracrinos son quizá más
importantes que los efectos endocrinos tradicionalmente considerados.

Una de las principales sorpresas con este grupo de fármacos, fue que la dosis de IECA con la cual se bloquea al 100% la ECA
circulante, no produce efecto antihipertensivo. Estas observaciones obligaron a buscar otros mecanismos involucrados en el
efecto antihipertensivo de los IECAS y fue como se logró descubrir las diferentes localizaciones de ECA tisular y la
participación de bradicinina y óxido nítrico en la producción de los efectos de los IECAS, sin que en la actualidd podamos
considerar como completamente esclarecido su mecanismo de acción.

Por otra parte los estudios realizados con ramiprilat y HOE 140 (bloqueador selectivo de receptores de bradicinina) quitaron
peso a la teoría mecanicista que considera que el daño vascular y cardiaco producido por la HAS se debe al aumento mismo de
la presión arterial. El estudio mencionado demostró en un modelo experimental de rata con ligadura aórtica que es factible
inhibir el desarrollo de hipertrofia ventricular con IECAS, aun sin bajar la presión arterial, y que ese efecto protector no se
obtiene en forma significativa cuando se bloquea el efecto de la bradicinina.

Actualmente se dispone de un gran número de IECAS en uso clínico y todos ellos comparten sus mismos efectos
farmacológicos en lo general y sólo difieren en sus propiedades farmacocinéticas, tales como vida media, biodisponibilidad y
si requieren o no de metabolismo hepático para su activación. En el cuadro 11 se listan los principales IECAS.

Cuadro 11. Clasificación de los IECAS

Moléculas activas (Actúan directamente)

 Captopril
 Lisinopril

Prodrogas (requieren metabolismo hepático para su activación)

 Enalapril
 Ramipril
 Quinapril
 Benazepril
 Fosinopril
 Cilazapril
 Trandularil
Por sus efectos hemodinámicos, los IECAS están considerados como vasodilatadores, ya que como mencionamos en párrafos
anteriores producen vasodilatación al incrementar el óxido nítrico (vía aumento de bradicinina) y por bloquear la respuesta
presora inducida por angiotensina II.

Los IECAS son potentes antihipertensivos (independientemente del nivel de renina circulante) a excepción de la hipertensión
inducida por hiperaldosteronismo primario y tienen como contraindicación la hipertensión renovascular con riñón único. Por
otra parte se han descrito otras indicaciones terapéuticas de los IECAS, sobre todo en el tratamiento de la insuficiencia
cardiaca en el postinfarto del miocardio en su fase aguda.

Se ha puesto especial énfasis en el efecto nefroprotector de los IECAS, ya que han logrado demostrar su capacidad para dilatar
la arteriola eferente y disminuir así la presión intraglomerular, evitando la hiperfiltración, uno de los mecanismos de daño
glomerular presentes en el paciente hipertenso y causa directa de la proteinuria.

En el tratamiento de la insuficiencia cardiaca han tenido gran aceptación, ya que al bloquear a la ECA circulante, disminuyen
las resistencias periféricas y retención de sodio y agua, además de ejercer un supuesto efecto benéfico sobre la fibrosis y
remodelación vascular y cardiaca, como se esquematiza en la figura 11.

Figura 11. Fisiopatología de la insuficiencia cardiaca

Desde la década de los ochenta se han realizado muchos estudios multicéntricos prospectivos tendientes a evaluar el efecto de
los IECAS sobre la morbimortalidad cardiovascular, con énfasis especial en la insuficiencia cardiaca.

Los estudios iniciales se hicieron incluyendo pacientes con clase funcional III y fueron evolucionando hasta los más recientes
que incluyen pacientes asintomáticos pero con diagnóstico establecido de HAS o cardiopatía isquémica. En su conjunto han
logrado demostrar reducción significativa de la morbimortalidad cardiovascular y una mejoría en la clase funcional de los
pacientes (los sintomáticos) así como una reducción en los requerimientos de hospitalización y complicaciones de estos
pacientes.
En el cuadro 12 se esquematizan los principales estudios, el IECA utilizado y los resultados obtenidos, razón por la cual en la
actualidad los IECAS han adquirido un lugar definitivo en el tratamiento de la disfunción ventricular con insuficiencia
cardiaca, con o sin manifestaciones clínicas.

Cuadro 12. Estudios sobre el efecto de los IECAS


Este grupo de medicamentos es el más frecuentemente empleado en nuestro medio en la actualidad para el tratamiento de la
hipertensión arterial.

Las diferencias principales entre los miembros de este grupo como son el que sean prodroga o droga directa, o que su
molécula de fijación a la enzima de conversión sea sulfhidrilo, carboxilo o fosforilo, parecen influir sólo en algunos aspectos
de la farmacocinética y quizá en la frecuencia de algunos efectos colaterales, pero influyen muy poco en diferencias de
efectividad. La característica de liposolubilidad permite una capacidad de penetración tisular mayor y una fijación más
estable a la enzima de conversión, lo que probablemente confiere a estas sales una mayor posibilidad para inhibir los sistemas
renina-angiotensina locales. Desafortunadamente no existen muchos estudios comparativos entre IECAS, que nos permitan
asegurar qué características de ellos serían más útiles para el tratamiento antihipertensor.

Sin lugar a dudas, la preferencia por estos medicamentos se explica por su baja frecuencia de efectos colaterales peligrosos, su
capacidad para mejorar la calidad de vida y sus ventajas como son el no alterar el patrón lípido, sus efectos como el promotor
de la regresión de la hipertrofia ventricular izquierda, protector del endotelio, reductor de la microalbuminuria y albuminuria,
mejorador de la resistencia a la insulina y sus buenos resultados en insuficiencia cardiaca, disfunción ventricular,
remodelación ventricular y arterial y prevención secundaria de infarto del miocardio. Sin embargo, aún no existen evidencias
prospectivas en el hipertenso arterial sobre su impacto en la esperanza de vida y su capacidad para evitar complicaciones,
hasta que no se terminen los grandes estudios que existen actualmente en curso para responder a esta pregunta.

Bloqueadores selectivos del receptor a angiotensina (AT1)

Desde hace varias décadas se utilizó la saralazina como bloqueador selectivo de la angiotensina, pero debido a su alto costo,
sus efectos colaterales y su efecto de agonista parcial de los receptores, no tuvo éxito terapéutico. En años recientes se han
introducido a la práctica clínica dos nuevos bloqueadores selectivos del receptor AT1 para la angiotensina II, losartán y
valsartán, cuyo mecanismo de acción es bloquear en forma selectiva los efectos ya descritos de la angiotensina II, obviamente
sin producir aumento de la bradicinina.

La aceptación del losartán y el valsartán, después de su aparición en el mercado, ha sido muy rápida, probablemente por el
concepto que tiene el médico de que se trata de medicamentos con virtudes muy similares a las de los IECA, con una tasa
menor del molesto efecto colateral que constituye la tos.

El nicho dentro del tratamiento antihipertensor para este importante grupo no está aún identificado, ni existen todavía
estudios terminados sobre sus principales características benéficas, más lejos de los estudios de eficacia y seguridad que son
imprescindibles para su registro.

Su principal ventaja teórica estriba en el hecho que sabemos que la inhibición de la enzima de conversión de angiotensina, no
asegura la eliminación completa de los efectos negativos de la angiotensina II, pues ésta es producida, en especial en el
corazón, por vías diferentes a las de la enzima de conversión, por otras enzimas como la quimasa o bien por el paso directo de
angiotensinógeno a angiotensina II, por acción de la catepsina D y CAGE y que la diferente penetración tisular de los IECA no
asegura el bloqueo de la enzima en todos los tejidos, por lo que un bloqueo directo de los receptores, aseguraría que ni la
angiotensina II producto de la ECA ni la extra ECA, ejercería su acción negativa.

La no interferencia de los bloqueadores del receptor de angiotensina a la bradicinina, no está aclarado si sea una ventaja o
una desventaja; podría ser ventajoso si algunos efectos negativos como la tos, fueran efectivamente producidos por la
bradicinina y sería desventajoso si por ejemplo la protección tisular del corazón, el riñón y vasos que indudablemente
confieren los IECA, estuviera mediada por los niveles mayores de bradicinina.
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TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO
La relación entre presión arterial y riesgo de eventos de enfermedad cardiovascular es continua (1), consistente e
independiente de otros factores de riesgo, es decir, cuanta más alta es la presión arterial, mayor es la posibilidad de infarto de
miocardio (2), insuficiencia cardiaca, ictus y enfermedad renal (3). Para individuos de entre 40 a 70 años cada incremento de
20 mm de Hg en la presión arterial sistólica (PAS) o 10 mm de Hg en la presión arterial diastolica (PAD) dobla el riesgo de
enfermedad cardiovascular en todo el rango desde 115/75 hasta 185/115 mm de Hg. Entonces, el propósito de estas medidas
será el de recudir la presión arterial y prevenir el desarrollo de la enfermedad cardiovascular principalmente. Está bien
establecido, cómo la adopción de cambios en el estilo de vida puede reducir las cifras de tensión arterial sistólica y diastólica
entre 8 y 10 mm Hg. Sin embrago, mientras la eficacia de algunas medidas está suficientemente contrastada por estudios bien
controlados, otras no están bien demostradas. Es necesario, por lo tanto, hacer notar que no existen estudios que demuestren
que la adopción de cambios en el estilo de vida sea capaz de prevenir el desarrollo de complicaciones cardiovasculares en la
población hipertensa, por lo que estos cambios no deben retrasar de forma innecesaria el inicio del tratamiento
farmacológico, especialmente en los pacientes con riesgo añadido alto o muy alto.

El propósito de este trabajo es el de revisar las principales medidas no farmacológicas que ayudan al control de las cifras de
PA las cuales deben ser instauradas en todos los hipertensos o individuos con presión arterial normal alta, bien sea como
tratamiento de inicio (riesgo añadido bajo - moderado), bien complementando el tratamiento farmacológico antihipertensivo.
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I.- CAMBIOS EN EL ESTILOS DE VIDA QUE REDUCEN LA PRESIÓN ARTERIAL
1.- MEDIDAS DIETÉTICAS
Numerosos estudios han demostrado que los cambios dietéticos pueden disminuir el riesgo de padecer EC. En el estudio
STARS (Saint Thomas Atherosclerosis Regresion Study), una dieta baja en grasa saturada (el 8% del total de calorías
aportadas) y colesterol, y rica en frutas conteniendo pectinas, disminuyó la concentración de cLDL y produjo mejorías
angiográficas y clínicas en varones británicos de edad media con angina.
Ornish et al presentaron un estudio en un pequeño número de sujetos que recibieron una dieta con un aporte
extremadamente bajo de grasa. Después de un año de esta dieta, los sujetos habían perdido peso y mejorado notablemente el
perfil lipídico y la coronariografía. Este tipo de dieta no ha sido ampliamente aceptado por la comunidad de cardiólogos
debido al escaso número de pacientes incluidos en el estudio, a algunas dudas respecto al proceso de aleatorización y a la
dificultad de que los pacientes se adhieran a una dieta tan estricta (< 10% del total de calorías aportadas por las grasas). El
estudio de Heidelberg, por ejemplo, utilizó una dieta que contenía el 20% de calorías a partir de grasa y, a pesar de ello, tuvo
grandes dificultades en el mantenimiento de la adhesión a la misma al cabo de un año, en los varones incluidos en el estudio.
Varios estudios han demostrado los beneficios del aumento de la ingesta de ácidos grasos omega 3 en la dieta,
específicamente en la reducción de la muerte súbita. El primero de estos estudios fue el DART, en el que se demostró una
reducción del 29% en la mortalidad de los varones después de un infarto de miocardio (IM) que, tras aleatorización,
recibieron una dieta que contenía dos comidas con pescado a la semana.
En el estudio de Lyon se aleatorizaron 605 varones y mujeres con IM previo a una dieta "mediterránea" o a su dieta usual
(que era excesivamente rica en grasa saturada y colesterol). La dieta de intervención fue suplementada con una margarina
rica en aceites vegetales que contenía ácidos gra sos omega 3. En consecuencia, en este grupo aumentaron las concentraciones
plasmáticas de ácidos grasos omega 3. Además, el grupo de intervención consumió más fibra, grasas monoinsaturadas, ácidos
grasos omega 3, frutas y verduras que el grupo que mantuvo su dieta habitual; igualmente este grupo de intervención
consumió menos colesterol y grasas saturadas. Tanto al inicio como a los 47 meses del estudio, ocurrieron menos
acontecimientos cardiovasculares en el grupo de intervención.
REDUCCIÓN DE PESO
La reducción del peso mediante la restricción calórica es una medida apropiada para la mayoría de los hipertensos, dado que
es bien conocido que la obesidad se asocia a factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial, intolerancia a los
hidratos de carbono, diabetes mellitus tipo 2, dislipidemia, ateroesclerosis e hiperuricemia (4). El IMC es el parámetro que se
usa con mayor frecuencia para determinar el grado de sobrepeso, aunque los índices de obesidad central o abdominal
(perímetro de cintura o índice cintura/cadera) presentan una mejor correlación con el desarrollo de enfermedad
cardiovascular. La reducción de peso previene el desarrollo de HTA, reduce la PA en hipertensos con sobrepeso en
aproximadamente 1 mmHg de PAS y PAD por cada kg de peso perdido, disminuye las necesidades de medicación
antihipertensiva en los hipertensos bajo tratamiento farmacológico y tiene un efecto favorable sobre los factores de riesgo
cardiovascular asociados, como la insulinorresistencia, la diabetes, la hiperlipidemia o la hipertrofia ventricular izquierda.
Las recomendaciones generales son:
Reducción de la ingesta de calorías
Una dieta de 1.200 cal puede ser suficiente en la mayoría de los obesos hipertensos dependiendo de su actividad diaria.
Detas más estrictas deben ser valoradas individualmente. Las dietas estrictas deben ser suplementadas con proteínas,
minerales y vitaminas.
Se debe contemplar siempre un bajo aporte en grasas.
No existen evidencias claras sobre el efecto de fármacos coadyuvantes a la restricción calórica empleados en la reducción del
peso. Los fármacos inhibidores de la lipasa pancreática (orlistat) tienen un efecto beneficioso sobre la mayoría de los factores
de riesgo, aunque su tolerabilidad depende en gran medida del cumplimiento de la dieta. Los fármacos de acción central
(sibutramina) podrían tener un efecto presor, que contrarrestaría el beneficio obtenido con la reducción de peso. Finalmente,
los antagonistas de los receptores endocanabinoides (rimonaban) se hallan todavía en fase de desarrollo y su efecto sobre la
PA es poco conocido.

EL PAPEL DE LOS MACRONUTRIENTES

Las fuentes principales de calorías son los hidratos de carbono, las proteínas, las grasas y el alcohol. Con respecto a las
proteínas, tradicionalmente no han estado consideradas como elementos importantes en la prevención del riesgo
cardiovascular, aunque algunos estudios epidemiológicos recientes han demostrado que su ingesta se asocia a niveles
tensionales bajos y a una atenuación de la aparición de hipertensión con el paso del tiempo. Por otra parte, ciertos datos
sugieren que dicho efecto va ligado a las proteínas de origen vegetal, más que a las de origen animal. Pequeños estudios
controlados han demostrado que la proteína de soja favorece dicho efecto y grandes estudios de cohorte han confirmado que
la ingesta proteica se asocia a una reducción del riesgo cardiovascular. El mecanismo de dicho efecto es desconocido, pero al
menos es una razón suficiente para aconsejar la ingesta de productos de origen vegetal, como las legumbres o los cereales
enteros, al igual que sucede en la dieta mediterránea. Con respecto a la grasa dietética, en estudios observacionales de tipo
transversal se ha demostrado que la reducción del aporte de grasa saturada se asocia a niveles tensionales inferiores, mientras
que los poliinsaturados inducen un efecto opuesto. Sacks analizó 11 trabajos de los más destacados y confirmó dicho
fenómeno, aunque como sucede con toda investigación nutricional, los hallazgos no siempre son constantes. En el grupo de
individuos sometidos a intervención del estudio MRFIT se constató una relación positiva e independiente entre la presión
arterial y la ingesta de colesterol y grasa saturada, con una relación inversa del cociente entre poliinsaturados y saturados.
Estos resultados son congruentes con lo previamente descrito en estudios ecológicos, en poblaciones vegetarianas, en las que
las menores cifras tensionales se asocian a un mayor consumo de potasio, magnesio, fibra y poliinsaturados, junto a un menor
consumo de grasa total, saturada y colesterol. La relación entre el descenso de la presión arterial y la ingesta de
poliinsaturados se ha confirmado en varios estudios de intervención, tanto en normotensos como en hipertensos, si bien los
datos más concluyentes se han obtenido con suplementos de aceites de pescado, ricos en poliinsaturados de la serie omega-3.
En un metaanálisis se concluyó que la administración de cantidades tan elevadas como 3 g/día (6-10 cápsulas comerciales o
100 g de pescado rico en grasa) reducen claramente la presión en hipertensos, con la limitación de su intolerancia digestiva a
dosis elevadas.

Por ello, dado que cantidades menores han sido poco eficaces, esta medida le resta utilidad a su empleo práctico, lo que no le
quita valor a la necesidad de que este tipo de grasa deba siempre estar presente en cualquier alimentación saludable. Con
respecto al consumo de grasa monoinsaturada, es evidente que un patrón dietético de tipo mediterráneo previene el riesgo
cardiovascular por razones muy diferentes. En el paciente hipertenso y dislipémico, lo más claro es su efecto sobre el perfil
lipídico, aunque algunos datos apuntan a su posible efecto hipotensor. Hay dos aspectos que deben considerarse en la
relación entre presión arterial y grasa monoinsaturada: por un lado su efecto específico sobre las cifras tensionales, y por otro
el grado en el que una dieta de este tipo pueda proteger al hipertenso de las consecuencias derivadas de este factor de riesgo.
El efecto hipotensor de esta grasa se apoya en estudios epidemiológicos y en varios estudios de intervención. Éstos, aunque
limitados en número, sugieren un efecto favorable cuando sustituyen a los saturados, tanto en individuos sanos como en
hipertensos o en diabéticos. En uno de ellos, aunque con un tamaño pequeño de muestra, se observó que sólo cuando el aceite
de oliva se utilizó como fuente de monoinsaturados, en lugar del aceite de girasol, produjo el efecto beneficioso, lo que sugiere
que los micronutrientes específicos presentes en este alimento podrían ser los responsables. También merece mención
especial un estudio realizado en pacientes tratados con fármacos, que recibieron aceite de oliva virgen o aceite de girasol rico
en ácido linoleico, dentro de una dieta calóricamente equilibrada. A los 6 meses, los que tomaban aceite de oliva habían
reducido de modo significativo su necesidad de recibir fármacos antihipertensivos. Con estos datos, serán necesarios más
estudios para establecer definitivamente este interesante hecho. Pero, junto a ello, hay otro aspecto importante en la relación
entre presión arterial y die ta mediterránea. En un estudio en el que se incluyeron seis poblaciones pertenecientes a los siete
países, se observó una gran diferencia en mortalidad por enfermedad coronaria, a un mismo nivel de presión arterial. La
menor tasa se registró en las poblaciones de Japón y de los países mediterráneos, comparados con los de Estados Unidos y
norte de Europa. Ello hace pensar que factores relacionados con el estilo de vida, y sobre todo con hábitos nutricionales,
podrían justificar dicha diferencia. Por tanto, recomendar este modelo de dieta al paciente hipertenso dislipémico supone la
posibilidad de obtener beneficios adicionales. Estas evidencias no nos deberían sorprender con la nueva información, relativa
a los efectos beneficiosos de la dieta mediterránea, y de sus principales componentes, en la protección del endotelio. Otro
hecho importante, que también interesa tener en cuenta al elegir el tipo de grasa para los pacientes con hipertensión
dislipémica, es su influencia sobre el perfil lipídico.

En la actualidad, se sabe que cuando la grasa saturada sustituye isocalóricamente a los hidratos de carbono se eleva el
colesterol transportado tanto en las LDL como en las HDL. No obstante, debido a que el objetivo fundamental de la
intervención preventiva es reducir las primeras, ese doble efecto es poco deseable, ya que se acompaña de un incremento de
las lipoproteínas aterogénicas. Los ácidos grasos poliinsaturados, de la serie omega-6 y omega-3, así como los
monoinsaturados, tienen una acción distinta. El ácido linoleico es el principal representante de los primeros y abunda sobre
todo en aceites de semillas, como los de maíz y girasol. Su ingesta, en sustitución de la grasa saturada, reduce el cLDL, por lo
que fueron considerados durante años la grasa ideal para sustituir a aquélla. Sin embargo, estudios posteriores mostraron que
dicho beneficio se acompaña de una reducción del cHDL y de un incremento de la oxidabilidad de las LDL, efectos ambos que
pueden aumentar el riesgo aterogénico. Por el contrario, en el caso de los poliinsaturados omega-3, y dado que su aporte
calórico es bajo, no modifican sustancialmente los niveles de LDL y HDL, aunque sí tienen un efecto selectivo disminuyendo
la síntesis hepática de las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), con descenso de los triglicéridos plasmáticos. Aunque
esta acción sólo se consigue con un aporte elevado, similar al que se precisa para disminuir las cifras tensionales, no deben
olvidarse como opción favorable para el paciente en el que se conjugan la hipertensión y la hipertrigliceridemia.

Pero, además, como comentamos antes en el caso de los monoinsaturados, tanto los poliinsaturados omega-3 de origen
vegetal (ácido linolénico) como los de origen marino (ácidos eicosapentaenoico y docosahexaenoico) tienen otros efectos
biológicos adicionales, eficaces para la prevención cardiovascular. La limitación para sustituir la grasa saturada por
poliinsaturada ha hecho que crezca el interés por los ácidos monoinsaturados, sobre todo desde que se ha demostrado que
reducen el cLDL, sin descender o incluso incrementando el cHDL. Otro hecho importante de esta grasa es que reduce la
oxidabilidad de las LDL, por lo que una alimentación basada en el modelo de la dieta mediterránea es una de las mejores
alternativas para sustituir el exceso de saturados de la dieta.

Como hemos indicado, los pacientes con hipertensión dislipémica tienen a menudo incremento de triglicéridos e incluso
presentan un síndrome metabólico desarrollado. Dentro de las opciones para sustituir el exceso de grasa saturada de la dieta,
existe la posibilidad de utilizar un nutriente no graso, como son los hidratos de carbono. Tradicionalmente se tiene la idea de
que éstos pueden favorecer el incremento de triglicéridos plasmáticos, lo que podría desestimar su recomendación en los
pacientes que nos ocupan. Pero dicho efecto está condicionado por el tipo de hidratos de carbono, así como por múltiples
factores genéticos y ambientales, lo que permite hablar de la existencia de personas sensibles a estos nutrientes. Tal efecto es
mayor cuando se emplean azúcares simples y existen otros factores asociados, como hipertrigliceridemia previa, la presencia
del alelo E2 de la apoproteína E, dietas bajas en fibra, presencia de sobrepeso, obesidad o resistencia a la insulina. Por ello,
parece razonable que los pacientes con hipertrigliceridemia, descenso de HDL, obesidad o con resistencia a la insulina deban
ser prudentes y evitar el exceso de estos nutrientes, en especial azúcares simples o con índice glucémico elevado. Para ellos la
mejor opción sería un mayor aporte calórico, con alimentos ricos en grasa monoinsaturada, o asegurarse de que eligen
hidratos de carbono de índice glucémico bajo, aunque es fundamental que con unos u otros no sobrepasen el aporte
energético recomendable. Un paradigma importante, que se está desarrollando en los últimos años, es el de los efectos
biológicos de las grasas, más allá de los factores de riesgo tradicionales. Este hecho es evidente, como ya hemos sugerido al
hablar de la presión arterial. Pero, al igual que sucede con otros hábitos de vida saludables, una alimentación sana, como es la
dieta mediterránea, tiene propiedades antiinflamatorias, puede modular la hemostasia disminuyendo la actividad
procoagulante y aumentando la fibrinólisis, mejorar la vasorreactividad y proteger el endotelio. Ciertos ensayos clínicos
sugieren incluso que su acción preventiva cardiovascular, a través de estos mecanismos, supera incluso al beneficio ligado al
colesterol. Al hablar de las grasas en la prevención cardiovascular no hay que olvidar la importancia que tiene la necesidad de
eliminar la ingesta de ácidos grasos trans, debido a que su consumo induce el peor perfil lipídico posible, con aumento del
cLDL y disminución del HDL.

Es por tanto necesario suprimir el aporte de los alimentos que los contienen en mayores concentraciones, como los
precocinados, los chips y los alimentos preparados con grasas comerciales de origen vegetal.
LOS MICRONUTRIENTES

Una alimentación saludable, que cumpla las condiciones generales indicadas en la tabla anterior y además sea variada y
equilibrada, aporta suficientes nutrientes para garantizar las necesidades biológicas del organismo. Sin embargo, aparte de
proporcionar los componentes precisos para atender los requerimientos fisiológicos, ciertos alimentos contienen
micronutrientes que, cuando se consumen en abundancia, tienen efectos que van más allá de atender tales necesidades.
Dichos efectos pueden ser perjudiciales, como sucede con el abuso de la sal, pero otras veces pueden ser saludables, entrando
en el concepto de nutrientes o alimentos funcionales. Dado que algunos de ellos tienen repercusión sobre el sistema
cardiovascular y sobre algunas de las manifestaciones de la hipertensión dislipémica, referiremos los más importantes.
a.- Dieta pobre en sodio
El elevado consumo de sal y la mala adaptación evolutiva de la especie humana a dicho consumo es una de las principales
causas de la elevada prevalencia de hipertensión. Aunque existe una importante interacción con otros factores genéticos y
ambientales, es evidente una correlación directa entre el consumo de sal y la prevalencia de HTA, en particular en individuos
sensibles a la sal (5); y el consumo excesivo de sal es capaz de provocar HTA en primates sometidos a condiciones
experimentales controladas. Existen razones para ello basadas en estudios observacionales que apoyan tal asociación. Se sabe
que las cifras tensionales son más elevadas en las poblaciones con consumo elevado y que el aumento tensional que acompaña
a la edad es menor cuando la ingesta de sodio es más baja. Estos hechos a veces han quedado diluidos, sobre todo en estudios
intrapoblacionales, lo que puede justificarse por la variabilidad interindividual de la respuesta a la dieta, que en ocasiones
tiene una base genética, dependiente de polimorfismos en distintos genes relacionados con la regulación en el manejo de
sodio. En uno de los principales estudios que ha abordado el tema de la sal y la presión arterial, el INTERSALT, no se
demostró una relación clara en un total de 10.000 normotensos, aunque existía una relación lineal entre niveles de presión y
eliminación urinaria de sodio. Ello sugiere que la conexión puede existir, aunque probablemente sea escasa, lo que limita la
aplicación estricta de la restricción salina en la práctica clínica. El concepto de sensibilidad a la sal es uno de los caballos de
batalla más interesantes que limita la aplicación práctica de las recomendaciones sobre la restricción en el consumo de sal de
los hipertensos. Dicho concepto se aplica a la existencia de individuos que presentan un incremento de sus niveles tensionales
de más del 10 %, al pasar de una dieta baja (9 mmol/24 h) a otra rica en sal (249 mmol/24 h), tanto en hipertensos como en
normotensos. Este fenómeno afecta a un 20-40 % de los individuos y resulta de la interacción de distintos factores, entre los
que tiene especial relevancia el sustrato genético —se ha descrito con mayor frecuencia en los portadores del genotipo II de la
enzima de conversión de la angiotensina—, aumenta con la edad y es más habitual en obesos. Pero además la sensibilidad a la
sal tiene una importancia relevante, porque estas personas sufren una hipertensión más grave, con mayor gravedad de la
afectación miocárdica y renal. La gran limitación de este interesante concepto en la práctica diaria es no disponer de un
método simple de identificación, además de que la importante e indiscriminada no carece de efectos secundarios, como es
facilitar la hipotensión ortostática, aumentar los niveles de renina plasmática y favorecer el incremento del cLDL plasmático,
hecho no observado con restricciones moderadas. El consumo excesivo de sal se asocia igualmente con una mayor mortalidad
cardiovascular. La restricción en el consumo de sal previene la aparición de HTA en sujetos obesos normotensos, y reduce las
cifras de PA en pacientes hipertensos. Dicha reducción tensional es más intensa en los pacientes de edad más avanzada, en
hipertensos graves y en los de raza afroamericana, poblaciones todas ellas con una elevada prevalencia de sensibilidad a la sal.
El efecto antihipertensivo de la restricción de sal en la dieta se añade al de otras modificaciones dietéticas (6) o a la restricción
calórica. Además potencia el mecanismo de acción de la mayoría de los fármacos antihipertensivos (IECA, ARAII
betabloqueantes) y previene la hipopotasemia inducida por diuréticos.
Las recomendaciones generales las podemos resumir en:
Restricción de ClNa por debajo de 6 g/día.
Evitar alimentos ricos en Na: precocinados, enlatados y procesados.
Fomentar la utilización de alimentos naturales: verduras y frutas. Estos alimentos además llevan cantidades mayores de
potasio.
Evitar añadir sal en la mesa. ¡ Los alimentos ya llevan .suficiente sal!
El control de la ingesta diaria de Na puede realizarse por medio de la excreción urinaria de 24 o mejor 48 horas (tabla 1.).

TABLA 1. Relación entre la natriuresis de 24 horas y la ingesta de Na Natriuresis Ingesta de Na > 200 mmol/día >11 g 150
mmol/día 9 g < 100 mmol/día <6 g
b.- Suplementos de potasio
Aunque se ha comprobado que los suplementos de K reducen las cifras de presión arterial, habitualmente no son necesarios y
basta con incorporar a la dieta alimentos naturales ricos en este elemento que a su vez suelen tener menor contenido de Na.
c.- Calcio
El calcio es otro nutriente de naturaleza mineral que se ha relacionado con las cifras tensionales, aunque en sentido inverso a
lo que sucede con el sodio. Rn un estudio realizado en Colombia en el 2004 en una acción conjunta, se demostró que la
administración de dosis bajas de calcio elemental y ácido linoleico conjugado redujo significativamente la incidencia de
hipertensión arterial inducida por el embarazo en mujeres embarazadas de alto riesgo.(7) En otra revisión realizada por
McCarron se observó que en el 60 % de los estudios de intervención realizados con un diseño aleatorizado, el suplemento
nutricional con dicho catión disminuyó los niveles tensionales, aunque no faltan datos discrepantes. Basados en esa
información se realizó un ensayo clínico en el que se investigó el efecto de una dieta rica en frutas y vegetales, en la que se
potenció la ingesta de productos ricos en calcio, empleando lácteos (Estudio DASH: Dietary Approaches to Stop
Hypertension). Sus interesantes resultados mostraron un descenso de la presión sistólica de 11 mm Hg y de la diastólica de 5
mm Hg en hipertensos, siendo de 5 y 3 mm Hg, respectivamente, en normotensos. Este estudio, que puso sobre la mesa el
beneficio de este mineral dentro de un modelo de dieta saludable, también incluyó el potasio y el magnesio entre los
nutrientes cuyo consumo se incrementó con la intervención. Dado que éstos pueden mejorar la función vascular, no quedó del
todo esclarecido a qué se debió dicho beneficio. Otra limitación es que no se realizó en una situación normal, por lo que
recientemente se ha investigado su eficacia comparativa en una población que recibió dos dietas en diseño cruzado, una era la
dieta del estudio DASH, moderada en sodio, y rica en potasio y calcio (rica en frutas, verduras y lácteos), y la otra era baja en
sodio y rica en potasio (rica en frutas y verduras). Sus datos demostraron que el segundo modelo fue más eficaz que el
propugnado por el estudio DASH. Pero además, este trabajo, dado su simple diseño, mostró que una educación orientada a
autoseleccionar alimentos bajos en sal y ricos en potasio puede constituir una aproximación muy fácil para estos enfermos,
planteando la cuestión de que el enriquecimiento con productos ricos en calcio no es la clave del beneficio derivado de la dieta
DASH, sino que podría derivar del elevado consumo en el resto de los alimentos. Entonces, como aún no se ha comprobado
en su totalidad la eficacia de los suplementos de Ca en la reducción de la presión arterial, sumado a que su uso en cantidades
de 1-2 g /día puede favorecer episodios de litiasis no se deben recomendar universalmente.
d.- Magnesio
No se conoce con certeza su eficacia en la reducción de las cifras tensionales.
Aumento de fibra dietética y antioxidantes
Existen otros micronutrientes que influyen inversamente en el riesgo cardiovascular, por lo que deben incluirse en la dieta del
paciente con hipertensión. Entre ellos hay que señalar los que son ricos en fibra y en antioxidantes, tanto en vitamina E como
en otros compuestos fenólicos. En los últimos años se ha producido un espectacular avance en el conocimiento de estos
últimos, demostrándose que inducen múltiples efectos otencialmente protectores del riesgo cardiovascular, como
hipolipemiantes, antioxidantes, antiinflamatorios, vasodilatadores o antiproliferativos. En el paciente con hipertensión no
existen estudios específicos sobre su consumo, pero los datos mencionados justifican que sean consumidos por estos
enfermos, por lo que la dieta debe ser abundante en frutas y verduras frescas, cereales, legumbres y frutos secos, todos ellos
con un alto contenido en fibra y antioxidantes. Para llevarlo a cabo en la práctica, debemos recordar que la adhesión a una
dieta mediterránea es la opción más fácil y aceptable.
Independientemente de un posible efecto reductor de la presión arterial no bien demostradode la fibra dietética (8), supone
un efecto saludable para la dieta en general.
Restricción de alcohol
Tiene un efecto crónico sobre la presión arterial modesto. Existe una relación epidemiológica directa entre el consumo de
alcohol,(9) las cifras de presión y la prevalencia de hipertensión. Dicha relación no es completamente lineal, de forma que la
incidencia de HTA se incrementa con dosis de etanol a partir de 210 g/semana (30 g/día) en los hombres y a partir de 140
g/semana (20 g/día) en las mujeres o en los sujetos de raza negra. Además el consumo compulsivo (borracheras) se asocia de
forma especial con la mortalidad por ictus y aumento del número de calorías, incididiendo sobre otros factores de riesgo
cardiovascular.
La moderación del consumo de alcohol o su cese reduce las cifras de PA en hipertensos bebedores. La media de reducción es
de 3/2 mmHg, aunque en sujetos con un consumo muy elevado dicha reducción puede ser mucho más intensa. Por el
contrario, es conocido que el consumo de alcohol en cantidades moderadas reduce el riesgo de infarto de miocardio y de
mortalidad cardiovascular. La recomendación general para los pacientes hipertensos debe ser la siguiente:

1) A los hipertensos abstemios debe recomendarse que se mantengan abstemios. Aunque el consumo moderado de alcohol
pueda tener un efecto protector sobre la enfermedad cardiovascular, el inicio en su consumo puede motivar la dependencia en
un porcentaje no desdeñable de individuos, además de asociarse a un incremento de la mortalidad por otras causas,
especialmente por accidentes de tráfico.

2) A los hipertensos bebedores se les debe aconsejar la reducción del consumo a cifras inferiores a 210 g/semanales (30
g/diarios) en los varones y a 140 g/semanales (20 g/diarios) en las mujeres y sujetos de raza negra. Los hipertensos con
dependencia de alcohol o con otras enfermedades asociadas a dicho consumo deben recibir consejo para abandonar dicho
hábito.
2.- EJERCICIO
Tiene un efecto reductor de la presión arterial por diversos mecanismos:
Vasodilatación a nivel de la musculatura.
Reducción o escasa modificación de la presión diastólica.
Mejora de la resistencia a la insulina y por lo tanto del hiperinsulinismo secundario.
Mejora del metabolismo lipídico.
Por ello debe ser recomendado a todos los hipertensos reuniendo las siguientes características:
Debe ser de carácter isotónico, con movilización de todos los grupos musculares: pasear, nadar, etc.
Individualizarlo para cada individuo.
Debe de realizarse periódicamente, 20-30 minutos 2-3 veces por semana.
Evitar ejercicios isométricos, ya que producen elevaciones de la presión arterial y por tanto elevan el consumo miocárdico de
oxígeno.
En los pacientes con hipertensión, la práctica de ejercicio mejorará el perfil lipídico, con un efecto beneficioso sobre el
colesterol transportado por las lipoproteínas de alta densidad (HDL). En un estudio que cuantificó el impacto de la actividad
física, se demostró que por cada kilómetro de carrera semanal aumenta el colesterol HDL (cHDL) en 0,2 mg/dl y desciende el
colesterol vehiculizado por las lipoproteínas de baja densidad (LDL) en 0,1 mg/dl.2 También la presión arterial es susceptible
de disminuir con el aumento del ejercicio aeróbico, calculándose que un ejercicio similar reduciría 3,5 mm Hg la presión
sistólica y 2,0 mm Hg la diastólica.
3.- REDUCCIÓN DEL ESTRÉS
Esta medida, casi siempre difícil de llevar a la práctica, es útil ya que se conoce como la actividad y el estrés se correlacionan
estrechamente con los niveles de presión arterial y los picos hipertensivos, cuyo significado aún no está totalmente
establecido.
Pueden asociarse diferentes técnicas de relajación, aunque .su efecto hipotensor no se ha demostrado vaya mas allá de la
duración del procedimiento.Sin embargo, un estudio de gran tamaño de hombres y mujeres griegos sugiere que tomar una
siesta diaria al mediodía podría reducir el riesgo de morir de una enfermedad cardiaca en más del 30 por ciento.(10) "En este
estudio, había numerosos factores de riesgo cardiovascular bien establecidos y modificables, como la presión arterial y los
niveles de colesterol LDL (el "malo"), que no se midieron y los cuales, por tanto, no se podían ajustar", afirmó el Dr. Gregg C.
Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles.
Estos factores podrían ser el motivo de índices de mortalidad por enfermedad cardiaca mejores, agregó.
"Antes de poder recomendar las siestas como un medio para disminuir el riesgo cardiovascular, estos hallazgos tendrían que
confirmarse en un ensayo aleatorio controlado a gran escala", señaló Fonarow. "Los individuos que deseen disminuir su
riesgo cardiovascular deberían seguir con lo que se ha comprobado que es efectivo, no fumar, hacer ejercicio de forma regular
y mantener la presión arterial, el peso y los niveles de colesterol saludables".
4.- FÁRMACOS
Deben evitarse la utilización crónica de determinadas sustancias que pueden tener un efecto presor. Podemos mencionar las
siguientes:
Antiinflamatorios en tratamiento crónico.
Anticonceptivos orales.
Simapticomiméticos.
Esteroides.

RECOMENDACIONES QUE DEBEN TENERSE EN CUENTA EN LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL

1. Aporte calórico: adaptarlo a mantener el peso adecuado, reduciendo siempre la grasa saturada y los alimentos ricos en
hidratos de carbono simples, que potencialmente pueden incrementar más los triglicéridos y disminuir el cHDL.

2. Ser cauteloso con las bebidas alcohólicas, pues aunque su ingesta moderada es beneficiosa, los pacientes sensibles podrían
sufrir una elevación de los triglicéridos.

3. Los ácidos grasos monoinsaturados deben suponer el principal aporte graso, pero no pueden faltar los alimentos ricos en
poliinsaturados omega-3, como las nueces y los pescados. Estos nutrientes tienen efectos variados sobre el sistema
cardiovascular, al reducir el riesgo de mortalidad, son antiarrítmicos, antitrombóticos, antiinflamatorios
y mejoran la capacidad de vasodilatación de las arterias. Tales efectos podrían alcanzarse con dosis pequeñas, accesibles con
el aporte dietético. Además, hay varias razones que justifican específicamente su presencia en la dieta de estos pacientes.
Como hemos comentado antes, y aunque se necesitan dosis elevadas, ocasionalmente y para casos de hipertrigliceridemias
que no se controlen con otras medidas, se recomendarán suplementos orales.

4. Micronutrientes: limitar el consumo excesivo de sal, potenciando los productos frescos de origen vegetal, los frutos secos y
las legumbres, ricos en potasio, magnesio, fibra y antioxidantes. Aunque la ingesta de lácteos no esté definitivamente
establecida, es razonable incluir la leche desnatada como producto globalmente saludable.

5. El modelo nutricional deseable. Hemos aportado argumentos suficientes para recomendar la dieta mediterránea como
concepto global. No obstante, atendiendo a las peculiaridades del paciente hipertenso y dislipémico, hemos introducido
algunas matizaciones específicas (fig. 1). Entre ellas se encuentra la prudencia en la ingesta de vino, hasta determinar si la
persona es sensible a este producto. Asimismo, se han incluido para su consumo diario los pescados y los lácteos desnatados,
estos últimos para incrementar el aporte de calcio. Todo ello implica eliminar los embutidos, los alimentos procesados y
precocinados, los bajos en micronutrientes, y los ricos en grasas hidrogenadas y en sal.
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*Fármacos Antihipertensivos*
Fármacos Antihipertensivos Orales
Diuréticos tiazidas

 Clortalidona
 Hidroclorotiazida

Diuréticos de asa

 Furosemida

Diuréticos ahorradores de potasio

 Amiloride
 Triamtereno

Bloqueadores de receptores de aldosterona

 Espironolactona

Beta bloqueadores

 Atenolol
 Propanolol
 Propanolol de acción prolongada
 Bisoprolol
 Metoprolol
 Nadolol
 Timolol
Beta bloqueadores con actividad simpáticomimética intrínseca

 Acebutolol
 Pindolol

Alfa y beta bloqueadores combinados

 Carvedilol
 Labetalol

Inhibidores ECA

 Captopril
 Enalapril
 Fosinopril
 Lisinopril
 Quinapril
 Ramipril
 Cilazapril
 Trandolapril

Antagonistas de los receptores de angiotensina

 Candesartan
 Irbesartan
 Losartan
 Telmisartan
 Valsartan

Bloqueadores de canales de calcio no dihidropiridínicos

 Diltiazem
 Diltiazem liberación sostenida
 Verapamilo
 Verapamilo acción prolongada

Bloqueadores de canales de calcio dihidropiridínicos

 Amlodipino
 Felodipino
 Nicardipino liberación sostenida
 Nifedipino acción prolongada

Bloqueadores alfa

 Doxazocina
 Prazocin
 Terazocin
Agonistas centrales alfa 2 y otras drogas de acción central

 Clonidina
 Metildopa
 Reserpina

Vasodilatadores directos

 Hidralazina
 Minoxidil

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Hidroclorotiazida

PERFIL FARMACOLÓGICO

GRUPO: Diuréticos tiazídicos

Estructura Química:FARMACOCINÉTICA

Vía de Administración: Oral La absorción intestinal depende de la formulación y de la dosis, pero por regla general suele ser
del 50-60%.

Biodisponibilidad: 60 - 80%

Unión a Proteínas: 40%

Volumen de distribución (L/Kg) 3.0 L/kg. El comienzo de la acción diurética se observa a las dos horas, siendo los efectos
máximos a las 4 horas, manteniéndose después 6-8 horas más. El fármaco cruza la barrera placentaria pero no la barrera
hematoencefálica

Metabolismo: La hidroclorotiazida no se metaboliza siendo eliminada como tal en la orina.

Eliminación: 90% renal (95% fármaco inalterado) En insuficiencia renal y cardiaca, el aclaramiento renal disminuye y la
semivida de eliminación está aumentada. Lo mismo ocurre en los pacientes de edad avanzada, presentando además un
aumento de la concentración plasmática máxima.

Tiempo de vida media: 6 a 25 horas


FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción:

Aumenta la excreción de sodio, cloruros y agua, inhibiendo el transporte iónico del sodio a través del epitelio tubular renal. El
mecanismo principal responsable de la diuresis es la inhibición de la reabsorción del cloro en la porción distal del túbulo. No
se sabe con exactitud como el transporte del cloro es inhibido. Las tiazidas aumentan igualmente la excreción de potasio y de
bicarbonato y reducen la eliminación de calcio y de ácido úrico.
La hipopotasemia e hipocloremia inducidas por las tiazidas pueden ocasionar una ligera alcalosis metabólica, aunque la
eficacia diurética no es afectada por el equilibrio ácido-base del paciente. La hidroclorotiazida no es un antagonista de la
aldosterona y sus efectos son independientes de una inhibición de la anhidrasa carbónica. Se desconoce el mecanismo
antihipertensivo de la hidroclorotiazida. Usualmente, este fármaco no afecta la presión arterial cuando esta es normal. La
presión sanguínea podría ser, en principio, reducida debido a una reducción del volumen plasmático y de los fluídos
extracelulares, lo que a su vez, ocasionaría una reducción del gasto cardíaco. Cuando el gasto cardíaco retorna a la
normalidad, y los volúmenes de plasma y fluídos extracelulares son ligeramente menores, las resistencias periféricas se
encuentran reducidas y en consecuencia, la presión arterial también. Los diuréticos tiazídicos también disminuyen la
filtración glomerular, perdiendo parte de su eficacia en los enfermos con disfunción renal.
Los cambios en el volumen plasmático inducen una elevación de la actividad de la renina en el plasma, aumentando la
secreción de aldosterona, lo que contribuye a la pérdida de potasio que produce el tratamiento diurético con tiazidas. En
general, los diuréticos empeoran la tolerancia a la glucosa y ejercen efectos negativos sobre el perfil lipídico.

Efecto y aplicación clínica:

Tratamiento de la hipertensión arterial. Diurético. En la hipertensión los diuréticos tiazídicos se utilizan a menudo como
tratamiento inicial bien solos, bien asociados a muchos otros antihipertensivos. La hidroclorotiazida se utiliza asociada a
beta-bloqueantes, antagonistas del calcio, inhibidores de la enzima de conversión, antagonistas de la ECA, etc. La
hidroclorotiazida también ha sido utilizada en el tratamiento de la diabetes insípida y de la hipercalciuria, así como en el
edema asociado al síndrome premestrual
Tratamiento edema secundario (cardíaco, renal, hepático). Síndrome de retención hidrosalina. Nefropatías. Insuficiencia
cardíaca congestiva. Edemas de cualquier etiología. Cirrosis hepática con ascitis.

Dosis: (Tratamiento de la hipertensión-Administración oral)

 Adultos: Inicialmente, se recomienda una dosis de 12.5—25 mg una vez al día, dosis que pueden aumentarse
hasta 50 mg/día en una o dos administraciones. Los expertos recomiendan que si las dosis de 25 -50 mg/día
no controlan la hipertensión, no se deben aumentar las dosis de hidroclorotiazida, sino añadir un segundo
antihipertensivo. Las dosis de hidroclorotiazida superiores a los 50 mg/dia no producen una mayor reducción
de la presión arterial, pero en cambio aumentan la pérdida de potasio
 Ancianos: usar las dosis de adultos, aunque las personas de la tercera edad pueden ser más sensibles a los
efectos de la hidroclorotiazida que las personas de edad media.
 Niños e infantes de > 6 meses: la dosis recomendada es de 2 mg/kg/día administrados en dos veces. El
fabricante recomienda hasta 3 mg/kg/día

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento


Debe vigilarse el balance electrolítico en los pacientes tratados con hidroclorotioazida y los pacientes deberán contactar
inmediatamente con el médico si experimentan algún síntoma de desequilibrio del mismo (fatiga, lasitud, confusión mental,
mareos, calambres musculares, taquicardia, parestesia, sed, anorexia, naúsea o vómitos) debido a que este fármaco puede
producir serias hipotensiones y arritmias. La hipokaliemia es uno de los efectos adversos más comunes de las tiazidas. Este
efecto debe ser tenido en cuenta, sobre todo en pacientes bajo tratamiento con glucósidos cardíacos, dado que la hipokaliemia
aumenta el riesgo de una toxicidad cardíaca. El hiperaldosteronismo secundario a una cirrosis o nefrosis puede predisponer a
una hipokaliemia, igual que una baja ingesta de potasio o la administración de fármacos que deplecionan el potasio (p.ej. la
amfotericina B). Los pacientes tratados con hidroclorotiazida pueden necesitar un suplemento de potasio para prevenir una
hipokaliemia o acidosis metabólica.
Los afectos adversos gastointestinales de la hidroclorotiazida incluyen anorexia, irritación gástrica, náuseas y vómitos,
calambres abdominales, diarrea, constipación, sialoadenitis y pancreatitis. Durante un tratamiento con hidroclorotiazida
puede producirse una alcalosis hipoclorémica siendo esta más probable en pacientes con vómitos, diarrea o sudoración
excesiva u otras condiciones en las que se pierde excesivo potasio. También puede producirse hiponatremia, pero esta suele
ser por regla general poco importante y asintomática. La discontinuación del tratamiento, la restricción de fluídos o la
administración de suplementos de potasio o magnesio, rápidamente normalizan los niveles séricos de sodio. Los ancianos son
más propensos a desarrollar un hiponatremia, por lo que se deben tomar precauciones.
Se han comunicado casos de azoemia y de nefritis intersticial en pacientes tratados con hidroclorotiazida, en particular en
pacientes con una enfermedad renal pre-existente.
La hidroclorotiazida puede producir glucosuria e hiperglucemia en los diabéticos, posiblemente debido a una depleción de
potasio. Se recomienda monitorizar los niveles de glucosa en sangre o en orina en estos pacientes.
La hidroclorotiazida interfiere en la secreción tubular proximal de ácido úrico reduciendo su eliminación y agravando la
hiperuricemia en los enfermos con gota. Aunque sólo se producen ataques de gota en el 20% de los pacientes con
hiperuricemia, la administración de hidroclorotiazida puede desencadenar ataques de gota en estos pacientes.
Se pueden producir hipotensión e hipotensión ortostática durante un tratamiento con hidroclorotiazida, hipotensiòn que es
exacerbada por el consumo de alcohol o por la administración concomitante de antihipertensivos o narcóticos.
Se ha asociado el uso de la hidroclorotiazida a la ictericia colestásica, debiéndose tomar precauciones si se administra este
fármaco a niños con ictericia, debido a que aumenta el riesgo de una hiperbilirrubidemia.
Se han comunicado algunos efectos adversos sobre el sistema nervioso central, incluyendo cefaleas, parestesias, mareos,
vértigo y xantopsía. Las reacciones adversas hematológicas son muy raras, aunque se han descrito agranulocitosis, anemia
aplásica, pancitopenia, leucopenia y trombocitopenia. Tampoco son frecuentes las reacciones adversas dermatológicas,
aunque se han descrito casos de púrpura, fotosensibilidad, alopecia, rash, urticaria, eritema multiforme (incluyendo el
síndrome de Stevens-Johnson), dermatitis exfoliativa y poliarteritis nudosa.

CONVENIENCIA

Contraindicaciones

La hidroclorotiazida induce fluctuaciones de las concentraciones séricas de electrolitos que pueden ocasionar una pérdida del
equilibrio electrolítico y un coma hepático en los pacientes susceptibles. Por lo tanto se recomienda precaución cuando se
administre a pacientes con enfermedades hepáticas. La hidroclorotiazida puede ocasionar hiperglucemia, deterioro de la
tolerancia a la glucosa y glucosuria por lo que se deberán monitorizar los niveles de glucosa en sangre y/o orina durante un
tratamiento prolongado, en particular en los pacientes con diabetes mellitus. Las personas mayores de 65 años pueden
presentar una mayor sensibilidad a los efectos diuréticos de las tiazidas, incluyendo la hidroclorotiazida.
La hidroclototiazida se debe utilizar con precaución en pacientes con disfunción renal, debido a que la hipovolemia producida
por el fármaco puede desencader una azotemia. Si se observase un aumento de la creatinina sérica o del nitrógeno ureico en
sangre, se debe interrumpir inmediatamente el tratamiento. Cuando el aclaramiento de creatinina es <>

Interacciones

Cuando se administra la hidroclorotiazida con otros diuréticos o antihipertensivos, se observan efectos aditivos, lo cual es
aprovechado para aumentar su efectividad. Sin embargo, también pueden producirse hipotensiones ortostáticas, por lo que es
necesario ajustar las dosis adecuadamente a las necesidades de cada paciente.
El uso concomitante de hidroclorotiazida con amilorida, espironolactona o triamterene puede reducir el riesgo de una
hipokaliemia, debido a sus efectos ahorradores de potasio. El uso de estos fármacos puede ser una alternativa a los
suplementos de potasio que se recomiendan a los pacientes tratados con diuréticos. Los efectos sobre el balance electrolítico
inducidos por la hidroclorotiaziada pueden predisponer a una mayor toxicidad por fármacos como los digitálicos o el trióxido
de arsénico, siendo mayor el riesgo del desarrollo de arritmias, que pueden llegar a ser fatales. Se recomienda monitorizar los
electrolitos y corregir cualquier desequilibrio cuando se inicie un tratamiento con digoxina o trióxido de arsénico. Igualmente,
la hipokaliemia puede potenciar el bloqueo neuromuscular inducido por fármacos bloqueantes neuromusculares.
El riesgo de una hipokaliemia inducida por hidroclorotiazida es mayor si se administra concomitantemente con otros
fármacos que también reducen los niveles plasmáticos de potasio como los corticoides, la corticotropina o la amfotericina B.
Se recomienda en estos casos monitorizar los niveles de potasio y la función cardíaca, añadiendo si fuera necesario
suplementos de potasio. Igualmente, se deben normalizar los niveles de potasio en caso de administrar dofetilida, cuyo
aclaramiento es reducido por la hidroclorotiazida, con el correspondiente riesgo de torsades de pointes.
Los diuréticos tiazídicos reducen la excreción renal de litio, por lo que puede aumentar la toxicidad de este antidepresivo.
Aunque a veces se utilizan los diuréticos para contrarrestar la poliuria que ocasiona el litio, se deben monitorizar los niveles
plasmáticos del mismo y reajustar las dosis cuando se añade el diurético.
Los diuréticos tiazídicos reducen la sensibilidad a la insulina aumentando la intolerancia a la glucosa y la hiperglucemia. Por
este motivo, la hidroclorotiazida presenta interacciones con todos los antidiabéticos, ya sean orales o insulínicos, con la
correspondiente pérdida del control de la diabetes. Por este motivo, los diabéticos que inicien un tratamiento con
hidroclorotiazida deberán monitorizar cuidadosamente sus niveles de glucosa en sangre y ajustar de manera adecuada las
dosis de antidiabéticos.
La hipovolemia inducida por la hidroclorotiazida podría incrementar la concentración de los agentes procoagulantes de la
sangre. Sin embargo, tales efectos no han sido observados hasta la fecha.
Se ha comunicado un aumento de las concentraciones plasmáticas de amantadina con efectos tóxicos en pacientes tratados
con un diurético a base de hidroclorotiazida + triamterene, aunque se desconoce a cual de los dos fármacos hay que atribuir
esta interacción. Por lo tanto, se recomienda precaución si se administran concomitantemente amantadina e
hidroclorotiazida.
La inhibición de la síntesis renal de prostaglandinas producida por los fármacos anti-inflamatorios no esteroídicos (AINES)
puede reducir los efectos diuréticos, natriuréticos y antihipertensivos de la hidroclorotiazida. También puede aumentar el
riesgo de una insuficiencia renal, al reducirse el flujo sanguíneo renal. Se recomienda una cuidadosa vigilancia de estos
enfermos para comprobar cualquier cambio de la efectividad del tratamiento diurético o cualquier síntoma de deterioro renal.
La colesteramina es capaz de fijar los fármacos de caracter ácido como la hidroclorotiazida, reduciendo su absorción
gastrointestinal y su eficacia. Se recomienda administrar las tiazidas al menos 4 horas antes de la colestiramina. Lo mismo
ocurre con el colestipol, aunque en menor grado, por lo que se recomienda administrar las tiazidas al menos 2 horas antes.
Los diuréticos tiazidicos, incluyendo la hidroclorotiazida pueden incrementar los efectos fotosensibilizantes de algunos
fármacos como la griseofulvina, las fenotiazinas, las sulfonamidas y sulfonilureas, las tetraciclinas, los retinoides y los agentes
utilizados en la terapìa fotodinámica.
El espino blanco (Crataegus laevigata) reduce las resistencias periféricas y puede acentuar los efectos antihipertensivos de la
hidroclorotiazida. La escina, una saponina presente en el castaño de las Indias, tiene un cierto efecto diurético, que puede ser
aditivo al de la hidroclorotiazida
Forma Farmacéutica

Hidroclorotiazida sola:
HIDROSALURETIC, 50 mg. CHIESI

Hidroclorotiazida asociada:
ACETENSIL comp. (enalapril maleato, 20 mg; hidroclorotiazida, 12,5 mg) GRUNENTHAL
AMERIDE comp. (clorhidrato de amilorida, 5 mg; hidroclorotiazida, 50 mg) BRISTOL
ATACAND PLUS comp. (candesartán cilexetilo 16 mg; hidroclorotiazida 12,5 mg) ASTRA ZENECA
BICETIL comp. (quinapril clorhidrato, 20 mg; hidroclorotiazida, 12,5 mg
NEOTENSIN DIU ( enalapril maleato, 20 mg; hidroclorotiazida, 12,5 mg) SCHWARTZ-PHARMA
ENALAPRIL + HIDROCLOROTIAZIDA CINFA Comp. 20/12,5 mg (*)
ENALAPRIL + HIDROCLOROTIAZIDA RATIOPHARM EFG Comp. 20/12,5 mg

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Atenolol

GRUPO: Beta Bloqueadores

Estructura Química:

FARMACOCINÉTICA

Vía de Administración: Oral

Biodisponibilidad: Aproximadamente el 50% de una dosis oral se absorbe por el tracto gastrointestinal. Las máximas
concentraciones plasmáticas se alcanzan entre las 2 a 4 horas. Las concentraciones máximas de atenolol en plasma son
aproximadamente de 300 a 700 ng/mL después de 50 y 100 mg, respectivamente.

Unión a Proteínas: 6 - 16%

Volumen de distribución (L/Kg) Atenolol es distribuye extensamente a los tejidos extravasculares, pero sólo una pequeña
fracción pasa al sistema nervioso central.

Metabolismo: Aproximadamente el 10% del atenolol es metabolizado el hombre

Eliminación : eliminado sin alterar por las heces. El 3% del material recuperado en la orina es el metabolito hidroxilado que
tiene una 10% de la actividad farmacológica del atenolol

Tiempo de vida media: 6 a 7 horas


FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción
El Atenolol es un agente beta-bloqueante con efectos predominantes sobre los receptores beta-1. No posee propiedades
estabilizantes de la membrana ni actividad intrínseca simpatomimética (agonista parcial). El mecanismo del efecto
antihipertensivo no es bien conocido: entre los varios factores implicados destaca su capacidad para antagonizar la
taquicardia inducida por las catecolaminas en los receptores cardíacos, reduciendo el gasto cardíaco; la inhibición de la
secreción de la renina y la inhibición de los centros vasomotores. El mecanismo del efecto antianginoso tampoco es bien
conocido. Un factor importante puede ser la reducción del consumo de oxígeno al bloquear el aumento de la frecuencia
cardíaca inducida por las catecolaminas, la presión arterial sistólica y la velocidad y fuerza de la contracción del miocardio.

Efecto y aplicación clínica:

El atenolol está indicado en el tratamiento de la hipertensión arterial esencial, de la angina de pecho y del infarto agudo de
miocardio
Dosis

Hipertensión: La dosis inicial de atenolol es de 50 mg al día pudiendo ser acompañada de terapia antidiurética. El efecto se
produce entre 1 y 2 semanas después de la administración. Si no se consigue una respuesta óptima, la dosis debe
incrementarse a 100 mg en una toma única al día. Dosis por encima de 100 mg al día no produce incremento del efecto
antihipertensivo.

Posología en casos de insuficiencia renal: Debido a que atenolol se elimina fundamentalmente por excreción urinaria, la
posología debe ajustarse en casos de insuficiencia renal. Puede ser necesario iniciar el tratamiento con dosis bajas, de 25
mg/día. Los pacientes sometidos a hemodiálisis recibirán una dosis de 25 ó 50 mg de atenolol después de cada diálisis

Posología en geriatría: La dosis requerida puede ser reducida, especialmente, en pacientes con función renal alterada.

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento

Bradicardia, frialdad en las extremidades, hipotensión postural, mareo, vértigo, cansancio, fatiga, letargo, depresión, diarrea,
náuseas, dificultad respiratoria, disnea. Se han reportado casos de agranulocitosis. Algunas de las reacciones de tipo alérgico
debidas a atenolol son fiebre, dolor de garganta, laringoespasmo. Raramente se han presentado trastornos del sueño,
semejantes a los observados con otros beta-bloqueantes.
Depresión mental reversible, desorientación, pérdidas temporales de memoria, trombosis mesentérica arterial, colitis
isquémica. Con otros beta-bloqueantes se han descrito cuadros de hipersensibilidad consistentes en erupciones cutáneas y/o
sequedad de ojos. Aunque raramente se han presentado con atenolol, si aparece dicha sintomatología y no puede atribuírsele
ninguna otra causa, se suspenderá el tratamiento como medida de precaución.
Los principales síntomas de sobredosificación son letargo, alteraciones en las vías respiratorias, dificultad respiratoria,
bradicardia y bloqueo sinusal. Adicionalmente, como sucede con todos los bloqueantes beta-adrenérgicos, puede aparecer un
fallo cardíaco congestivo, broncoespasmo y/o hipoglucemia. El tratamiento general incluye emesis, lavado gástrico y
administración de carbón activo. Atenolol se elimina mediante hemodiálisis. En caso de aparecer bradicardia excesiva, puede
contrarrestarse con 1 a 2 mg de atropina por vía intravenosa. Si fuera necesario, ésta puede continuarse con una dosis, en
bolus, de 10 mg de glucagón por vía intravenosa y, según la respuesta, se puede repetir o continuar con una infusión
intravenosa de glucagón de 1 a 10 mg/hora. Si no se obtiene respuesta al glucagón o no se dispone de él, se podrá utilizar un
estimulante de los receptores betaadrenérgicos como isoprenalina 1-10 ug/minuto vía intravenosa. También puede utilizarse
una infusión vía intravenosa de dobutamina de 2,5 a 10 ug/kg/minuto. En caso de bloqueo cardíaco, el tratamiento se hará
con isoprenalina o marcapasos cardíaco transvenoso. En caso de fallo cardíaco, se digitalizará al paciente y se le administrará
un diurético. El glucagón ha demostrado ser de utilidad en estos casos. Si aparece hipotensión, se puede administrar un
vasodepresor, como dopamina o noradrenalina. Se monitorizará la presión sanguínea continuamente. En caso de
broncoespasmo, se administrará un estimulante beta como isoprenalina o terbutalina y/o aminofilina. En caso de
hipoglucemia, se administrará glucosa por vía intravenosa

CONVENIENCIA

Contraindicaciones

El atenolol está contraindicado en los siguientes casos: hipersensibilidad o alergia a atenolol o a cualquiera de los
componentes del producto, bradicardia sinusal, bloqueo cardíaco de segundo o tercer grado, shock cardiogénico e
insuficiencia cardiaca manifiesta.
El atenolol no debe emplearse en pacientes con insuficiencia cardíaca no tratada, pero puede utilizarse con cuidado cuando la
insuficiencia haya sido controlada. Si durante el tratamiento aparece insuficiencia cardíaca congestiva, puede suspenderse
temporalmente el tratamiento hasta dominar la insuficiencia.

Interacciones

El Atenolol no se debe administrar antes de los 7 días posteriores a la suspensión de¡ tratamiento con cada uno de los
fármacos que se indican a continuación:
Verapamil y bepridil: la administración concomitante puede producir bradicardia, bloqueo cardíaco y aumento de la presión
diastólica final del ventrículo izquierdo.
Antiarritmicos: La amiodarona añadida a los beta-bloqueantes puede ocasionar una severa bradicardia y paro sinusal. La
amiodarona prolonga el periodo refractario y disminuye el automatismo sinusal. La amiodarona se debe usar com precaución
en pacientes tratados con atenolol especialmente en pacientes propensos a bradicardia, bloqueo A-V y disfunción sinusal. El
uso concomitante de betabloqueantes con quinidina ha mostrado ser aditivo en lo que se refiere a la frecuencia cardíaca,
aumento de los intervalos QTc y PR e hipotensión ortostática. El atenolol reduce de forma significativa el aclaramiento de la
disopiramida y, por lo tanto, puede ocasionar un efecto aditivo depresor del miocardio
La reserpina y otros alcaloides de la rauwolfia pueden tener efecto aditivo con los efectos de atenolol, acentuando la
hipotensión ortostática
Si se instaura un tratamiento conjunto con clonidina, no deberá suspenderse ésta hasta varios días después de finalizar el
tratamiento con atenolol ya que la suspensión brusca de la primera puede precipitar aumentos importantes de la presión
arterial
En todos los tratamientos conjuntos, se debe tener en cuenta la posibilidad de potenciación del efecto bradicardizante.
Los efectos antihipertensivos del atenolol son aditivos con los de otros antihipertensivos, por lo que puede ser necesarios
reajustes de las dosis cuando se instaura un tratamiento concomitante.
Los beta-bloqueantes ejercen una serie de efectos sobre el metabolismo de la glucosa. Los betabloqueantes pueden prolongar
la hipoglucemia interfiriendo la gluconeogenesis o pueden promover la hiperglucemia inhibiendo la secreción de insulina y la
sensibilidad tisular hacia la insulina. Dado que la secreción de insulina esta mediatizada por los receptores beta2, los
betabloqueantes, sobre todo los no selectivos, pueden antagonizar los efectos de las sulfonilureas. Los efectos sobre la
sensibilidad a la insulina, pueden, de igual manera, reducir la efectividad de la metformina como antidiabético oral. Por otra
parte los beta-bloqueantes pueden enmascarar los efectos cardíacos de la hipoglucemia. Los beta-bloqueantes selectivos como
el acebutolol, atenolol, metoprolol, o penbutolol, antagonizan los receptores beta2-menos que los agentes no selectivos y
ocasionan menos problemas sobre la regulación de la glucosa, aunque siguen interfiriendo con los efectos cardíacos de la
hipoglucemia.
Los anestésicos generales pueden potenciar los efectos hipotensores de los beta-bloqueantes y ocasionar una prolongada
hipotensión. Los pacientes sometidos a cirugía bajo anestesia general con anestésicos que tengan efectos inotrópicos
negativos, deberán ser vigilados cuidadosamente para evitar insuficiencias cardíacas. Se han comunicado casos de severa
hipotensión y dificultades en restaurar el ritmo cardíaco después de la cirugía en pacienets tratados con beta-bloqueantes.
La cevimelina puede alterar la conducción y el ritmo cardíacos. Son posibles alteraciones de la conducción en pacientes
tratados con cevimelina y beta-bloqueantes
El uso conjunto de mefloquina y beta-bloqueantes puede ocasionar anomalías del ECG y paros cardíacos.
El empleo concomitante de fármacos beta-bloqueantes y simpaticomiméticos puede ocasionar un antagonismo anulándose
sus efectos mutuos.
El efecto de los beta-bloqueantes puede ser reducido por la estimulación cardíaca producida por la liotironina.
Existen algunos datos, aunque limitados que sugieren que la bradicardia puede empeorar cuando se añaden IMAOs a
pacientes tratados con b-bloqueantes. Aunque la bradicardia sinunal observad no fue muy severa, hasta que se tengan más
datos, los clínicos deberán usar el acebutlol con precaución si se añaden IMAOs
Aunque los fármacos b-bloqueantes se utilizan para tratar o reducir los signos y síntomas de la intoxicación por cocaína, así
como las manifestaciones cardiovasculares subsiguientes al abuso de esta droga, debe tenerse cuidado de que no se oponga
una actividad a que pued ocasionar una profunda hipotensión, bradicardia o paro cardíaco.
Los AINES pueden reducir los efectos antihipertensivos de los beta-bloqueantes. Los pacientes tratados con atenolol para
reducir se hipertensión deberán ser vigilados por si se produjera una disminución del efecto antihipertensivo.
Estudios in vitro han demostrado un efecto inotrópico positivo del jenjibre (Zingiber officinale). Es posible teóricamente, que
el jenjibre pueda afectar la acción de los b-bloqueantes aunque no existen datos clínicos. El majuelo, Crataegus laevigata
puede reducir la resistencia vascular periférica. El majuelo se usa en combinación con fármacos antihipertensivos para
conseguir reducciones adicionales de la presión arterial. Por los tanto, los pacientes tratados con esta planta medicinal que
reciban un fármaco capaz de reducir la presión arterial como el acebutolol deberán ser vigilados.

Precauciones

En pacientes bajo tratamiento con digital o diuréticos, se administrará atenolol de forma controlada, ya que puede retrasar la
conducción aurículo-ventricular. Al igual que ocurre con otros betabloqueantes, no debe suspenderse bruscamente el
tratamiento en pacientes con enfermedad isquémica cardíaca. En el caso de que se presente bradicardia excesiva atribuible al
fármaco, deberá reducirse la dosis y, si fuese necesario, suspenderse.
En pacientes con enfermedades crónicas obstructivas de las vías respiratorias se administrará con extremo cuidado, ya que
puede dar lugar a un broncoespasmo. En pacientes asmáticos puede provocar un aumento en la resistencia de las vías aéreas.
Por lo general, este broncoespasmo puede anularse e incluso invertirse con brondodilatadores como salbutamol, isoprenalina
o terbutalina.
En pacientes diabéticos se tendrá presente que los beta-bloqueantes pueden enmascarar la taquicardia, uno de los primeros
síntomas de una reacción hipoglucémica. Por la misma razón, podría enmascarar las primeras manifestaciones de
hipertiroidismo.
Anestesia: El efecto beta-bloqueante podría verse reducido por el efecto de dobutamina o de adrenalina. En la mayoría de los
pacientes no es recomendable retirar los fármacos beta-bloqueantes antes de la cirugía. En el caso de que se decidiera
suspender el medicamento antes de una intervención quirúrgica, la retirada tendrá que hacerse 48 horas antes de la misma.
Si por el contrario se continúa la medicación, deberá tenerse especial precaución con anestésicos como el clopropano,
tricloroetileno o éter. En caso de aparecer predominio de acción vagal, puede corregirse con 1-2 mg de atropina por vía
intravenosa.
Cese del tratamiento con atenolol: En pacientes con enfermedad de arterias coronarias que hayan sido tratados con atenolol,
no debe suspenderse bruscamente el tratamiento. Se han descrito casos de exacerbación severa de angina de pecho, infartos
de miocardio y arritmias ventriculares en pacientes a los que se ha suspendido bruscamente el tratamiento con
betabloqueantes. Estas dos últimas complicaciones pueden producirse con o sin previa exacerbación de angina de pecho. En
caso de que la angina de pecho empeorara o se desarrollara insuficiencia coronaría aguda, se recomienda restaurar la terapia
con atenolol rápidamente, al menos de forma temporal.

EMBARAZO Y LACTANCIA
El Atenolol atraviesa la barrera placentaria, habiéndose detectado en el cordón umbilical, por lo que puede causar daño fetal
cuando se administra a mujeres embarazadas. La administración de atenolol durante el segundo trimestre de embarazo se ha
asociado con el nacimiento de niños con un tamaño inferior al correspondiente a su edad gestacional. No se han llevado a
cabo estudios sobre la utilización de atenolol durante el primer trimestre de embarazo, por lo que la posibilidad de daño fetal
no ha sido excluida. Si se utiliza atenolol durante el embarazo o si la paciente se queda embarazada mientras está en
tratamiento, debe valorarse el riesgo potencial para el feto. Atenolol se excreta en leche materna. Por tanto, hay que tener
precaución cuando se administra en mujeres en período de lactancia. Puede producir una bradicardia selectiva en los
lactantes, especialmente en prematuros y lactantes con función renal alterada.

Forma Farmacéutica

ATENOLOL NORMON 50 mg. Envases con 30 y 60 comprimidos ATENOLOL NORMOL 100 mg. Envases con 30 y 60
comprimidos
ATENOLOL RATIOPHARM 100 mg. Envases con 30 comprimidos
BLOCKIUM 50 mg. Envases con 30 y 60 comprimidos BLOCKIUM 100 mg. Envases con 30 comprimidos
TENORMIN 50 mg. Envases con 30 y 60 comprimidosTENORMIN 100 mg. Envases con 30 comprimidos
2 comentarios:
Propanolol

GRUPO: Beta Bloqueadores

Estructura Química:

PROPANOLOL

FARMACOCINÉTICA

Vía de Administración: Oral

Biodisponibilidad
Buena absorción por via oral , pico sérico 60-90 min. Efecto inmediato por vía EV con actividad durante 2-4 h. Cruza barrera
hemato-encefálica, placentaria y es eliminado por la leche materna

Unión a Proteínas

Volumen de distribución (L/Kg)

Metabolismo
Metabolismo hepático.

Eliminación
Excreción renal

Tiempo de vida media


Vida media 2-6 h, que aumenta con el uso crónico

FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción

Antagonista ß adrenérgico competitivo, no selectivo, sin actividad simpaticomimética intrínseca. Su acción sobre receptores
ß1 incluye: disminución de la frecuencia cardíaca en reposo y ejercicio, gasto cardíaco, tensión arterial sisto-diastólica y
reducción de la hipotensión ortostática refleja. La caída del gasto cardíaco se contrarresta por un aumento reflejo de las
resistencias vasculares sistémicas. A nivel bronquial por sus efectos ß2 produce broncoconstricción. Otros efectos: reducción
del flujo simpático aferente a nivel del SNC y disminución de la secreción de renina.

Efecto y aplicación clínica

Tratamiento del angor pectoris.-Profilaxis a largo plazo tras infarto agudo de miocardio (IAM).-Control de arrítmias cardíacas
(taquicardia paroxística supraventricular)- Tratamiento de la miocardiopatia hipertrófica obstructiva.-Control de la
hipertensión arterial esencial y renal.-Tratamiento auxiliar de la tirotoxicosis y crisis tirotóxicas. -Tratamiento del
feocromocitoma (asociado a alfa bloqueante).-Profilaxis de la migraña.-Tratamiento del tremor esencial.-Control de la
ansiedad y la taquicardia de ansiedad.

Dosis
Dosis inicial de 80 mg/12 h via oral aumentando a intervalos semanales según la respuesta. Dosis habitual 160-320 mg/d.
Máxima 640 mg/d. Propranolol CLS. Dosis inicial 160 mg/d. via oral. Puede aumentarse la dosis a 280 mg/d.

EFICACIA

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento


Frecuentes

Suelen ser moderados y temporales aparecen al inicio del tratamiento y disminuyen con el tiempo. La mayoría atribuibles a
los efectos farmacológicos del propranolol. Cardíacos: bradicardia, hipotensión, bloqueo A-V, insuficiencia cardíaca
congestiva, especialmente en pacientes con mala función ventricular previa. SNC: fatiga, depresión, así como pesadillas y
agitación especialmente en ancianos. Gastrointestinales: nauseas, vómitos, diarrea y leve elevación de transaminasas.
Respiratorio: broncoespasmo especialmente en pacientes con hiperreactividad bronquial.

Infrecuentes

Mialgias y dolores músculo-esqueléticos, impotencia y disminución de la líbido, erupciones cutáneas y púrpura.

CONVENIENCIA

Contraindicaciones

Contraindicación absoluta en: bradicardia severa o bloqueo A-V avanzado en insuficiencia cardíaca congestiva, shock
cardiogénico y en la angina de Prinzmetal, asma bronquial e hiperreactividad bronquial. Contraindicación relativa: diabetes,
hepatopatías (ajustar posología), arteriopatía periférica severa. Precaución en: hipertiroideos. Pacientes con ß-bloqueantes
que deban recibir anestésicos depresores de la contractilidad cardíaca (ciclopropano, tricloroetileno), Plantear retirada antes
de intervención. Evitar supresión brusca del tratamiento por riesgo de: isquemia miocárdica, IAM, arrítmias, hipertensión,
crisis tirotóxica en tratados con beta-bloqueantes.

Interacciones

Efecto aditivo con otros hipotensores. Con verapamilo ó diltiazem o con cualquier otro antiarritmico con acción sobre el nodo
A-V (amiodarona, digoxina), posible bloqueo. En la substitución de ß bloqueantes por clonidina disminuir la dosis
progresivamente (riesgo de hipertensión severa
Precauciones

Evitar el uso con guanetidina o reserpina (potenciación de hipotensión ortostática mixta). Evitar otros antiarrítmicos
depresores de la función contráctil. Potenciación efecto hipotensor con haloperidol y fenotiazinas. Con antidepresivos
tricíclicos disminuye la bradicardia producida por beta-bloqueantes. Potencia la acción de los bloqueantes neuromusculares.
Su asociación a ergotamina riesgo de vasoconstricción periférica. La cimetidina aumenta los niveles de propranolol.Los
AINEs disminuyen su efecto hipotensor. Inhibe el metabolismo hepático de la teofilina. En embarazo y lactancia se considera
dentro de la categoría C.

Forma Farmacéutica
Propranolol clorhidrato comprimidos de 10 y 40 mg. Propranolol clorhidrato comprimidos de liberación sostenida (CLS). 160
mg. Propranolol clorhidrato ampollas 5 ml (5 mg) 1 ml = 1 mg.
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Captopril
GRUPO: Inhibidores ECA

Estructura Química:

FARMACOCINÉTICA
Vía de Administración: Oral

Biodisponibilidad: se absorbe rápidamente oral, alcanzándose el nivel plasmático máximo aproximadamente en una hora. La
absorción mínima es del 75% de la dosis administrada y disminuye de un 30 a un 50% por la presencia de alimentos en el
tracto gastrointestinal.

Unión a Proteínas Aproximadamente un 30% de la dosis circula unida a las proteínas plasmáticas

Volumen de distribución (L/Kg)en voluntarios sanos es de 0.7 l/kg.

Metabolismo Aproximadamente el 50% es metabolizado, dando origen a dos metabolitos inactivos; el dímero disulfito de
captopril y el disulfito de cisteína de captopril

Eliminación eliminado por la orina representa un 95% de la dosis absorbida, eliminándose como fármaco inalterado del 40 al
50% y el resto como metabolitos.

Tiempo de vida media es inferior a 3 horas.

FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción

El mecanismo de acción de captopril aún no ha sido completamente dilucidado. Sus efectos benéficos en la hipertensión y en
la insuficiencia cardiaca parecen ser sobre todo el resultado de la supresión del sistema renina-angiotensina-aldosterona. No
existe una correlación consistente entre los niveles de renina y la respuesta al fármaco.
Captopril evita la conversión de angiotensina I en angiotensina II al inhibir la enzima convertidora de la angiotensina (ECA).
La disminución de la angiotensina II ocasiona que se reduzca la secreción de aldosterona y como resultado pueden
presentarse leves elevaciones del potasio sérico con pérdida de sodios y líquidos.
La administración de captopril produce disminución de la resistencia arterial periférica en pacientes hipertensos, sin cambios
en el gasto cardiaco o con aumento del mismo.
La ECA es idéntica a la bradicininasa, por ello captopril interfiere con la degradación de la bradicinina e incrementa sus
concentraciones plasmáticas, coadyuvando con esto al efecto terapéutico de captopril
Los efectos antihipertensivos persisten durante un mayor periodo que la inhibición demostrable de la ECA circulante. No se
sabe si la ECA presente en el endotelio vascular es inhibida durante mayor tiempo que la ECA de la sangre circulante.

Efecto y aplicación clínica


Tratamiento de la hipertensión arterial Insuficiencia cardíaca: el captopril está indicado en el tratamiento de la insuficiencia
cardíaca. Aunque su efecto terapéutico no requiere la presencia de digital, en la mayor parte de los ensayos clínicos realizados
el paciente recibía diuréticos y digital junto con captopril.
Infarto de miocardio: el captopril está indicado en el postinfarto de miocardio tras 72 horas de estabilidad hemodinámica en
pacientes que hayan presentado insuficiencia cardíaca en el curso de la enfermedad o que tenga evidencia de fracción de
eyección disminuida.
El captopril puede ser administrado a pacientes en tratamiento con otras terapias postinfarto de miocardio, como
trombolíticos, salicilatos o betabloqueantes.
Nefropatía diabética el captopril está indicado en el tratamiento de la nefropatía diabética en pacientes insulinodependientes,
ya sean normotensos o hipertensos. El captopril previene la progresión de la enfermedad renal y reduce las secuelas clínicas
que a ella se asocian (incluyendo la necesidad de diálisis, trasplante renal y la mortalidad).

Dosis

Hipertensión: El captopril está indicado en el tratamiento de la hipertensión. El captopril es eficaz solo o en combinación con
otros agentes antihipertensivos, especialmente con los diuréticos tiazídicos. Los efectos hipotensores del captopril y de las
tiazidas son prácticamente aditivos.
Antes de iniciar el tratamiento con el captopril deben considerarse: el tratamiento antihipertensivo reciente, las cifras
tensionales, la restricción de sal en la dieta y otras situaciones clínicas. Si es posible, deberá retirarse la medicación
antihipertensiva previa una semana antes del inicio del tratamiento con captopril. La dosis inicial de captopril es de 50 mg al
día. Si no se consigue reducir satisfactoriamente la tensión arterial tras una o dos semanas de tratamiento, la dosis puede
incrementarse a 100 mg en dosis única diaria o dividida en dos dosis.
La dosis de captopril para tratar la hipertensión generalmente no debe exceder los 150 mg al día. En ningún caso se debe
superar una dosis máxima de 450 mg al día de captopril. La restricción concomitante de sodio puede ser beneficiosa cuando
se utiliza captopril en monoterapia. Si la presión sanguínea no se ha controlado adecuadamente tras una o dos semanas de
tratamiento, se deberá añadir una dosis baja de un diurético tipo tiazida como hidroclorotiazida (25 mg al día). La dosis de
diurético puede incrementarse a intervalos de una a dos semanas hasta alcanzar la dosis antihipertensiva máxima habitual. Si
se inicia la terapia con captopril en pacientes en tratamiento con diuréticos, éste deberá iniciarse bajo estricto control médico.
En pacientes con hipertensión grave (por ejemplo, hipertensión acelerada o maligna) en los que no es deseable o posible una
interrupción temporal de la terapia antihipertensiva, o si está indicado un rápido descenso de la tensión arterial, deberá
continuarse con el diurético, pero se interrumpirá la medicación antihipertensiva restante, para iniciar rápidamente y bajo
estricto control médico, la administración de captopril a dosis de 25 mg dos o tres veces al día. Cuando la situación clínica del
paciente lo requiera, la dosis diaria de captopril podrá incrementarse (manteniendo la terapia con diurético) cada 24 horas o
menos, bajo supervisión médica continuada, hasta lograr un control satisfactorio de la tensión arterial o alcanzar la dosis
máxima de captopril. En este régimen la asociación de un diurético más potente (por ejemplo, furosemida) puede también
estar indicada.

SEGURIDAD

Los estudios de toxicidad crónica oral se realizaron en rata, ratón, perro y mono. Los efectos tóxicos relevantes y relacionados
con el fármaco incluyen: alteración de la hematopoyesis, toxicidad renal, erosión/ulceración gástrica y alteraciones de los
vasos sanguíneos retinianos.En ratones y ratas tratadas con dosis de 50 a 1350 ml/kg de captopril durante dos años no se
observaron efectos cancerígenos.En conejos, captopril ha demostrado ser embriotóxico. En humanos, el captopril
administrado durante el segundo y el tercer trimestre de embarazo puede causar aumento de la morbilidad y mortalidad de
los fetos y también de los que llegan a término, por lo tanto no debe usarse durante el embarazo.

Reacciones Adversas al Medicamento


Es generalmente bien tolerado(7). Sin embargo, pueden llegar a presentarse principalmentedermatológicos y
gastrointestinales. Menos frecuente los cardiovascular y hematológicos, renaleshepáticos; raramente afecta al Sistema
Nervioso Central (SNC) y al aparato respiratorio.DERMATOLÓGICO: Rash, erupción generalmente maculopapular,
fotosensibilidad, dermatitisexfoliativa, alopecia, eritema multiforme, pénfigo, síndrome de Stevens-
Johnson.GASTROINTESTINALES: anorexia, estreñimiento o/y diarrea, pérdida del gusto, irritación gástrica,dolor
abdominal, disgeusia, úlceras pépticas, dispepsia, sequedad de boca, glositis, pancreatitis.CARDIOVASCULAR: Hipotensión,
angina, fenómeno Raynaud, dolor del pecho, palpitaciones,taquicardia, síncope.HEMATOLÓGICOS: anemia, agranulocitosis
, eosinofília, neutropenia, trombocitopenia,pancitopenia, anemia aplástica o hemolítica, hiperplasia mieloide.RENALES:
proteinuria, frecuencia urinaria, oliguria, poliuria, síndrome nefrótico, nefritis intersticial.HEPÁTICO: Ictericia, colestasis,
hepatitis.SNC: Dolor de cabeza, vértigos, astenia, insomnio, fatiga, parestesias, confusión, depresión,nerviosismo, ataxia,
somnolencia.RESPIRATORIO: Tos de Broncoespasmo, disnea, asma, embolia pulmonar, infarto pulmonarMUSCULO-
ESQUELETICO: Mialgia, artralgia.OTROS: fiebre, vasculitis, impotencia, hiperkalemia, hiponatremia, ginecomastia, rinitis.
Raramentese ha presentado choque, edema de Quincke. Referencia: (6,8)

CONVENIENCIA

Contraindicaciones:

El captopril está contraindicado en pacientes con hipersensibilidad a este medicamento o a cualquier inhibidor de la enzima
conversora de la angiotensina (IECA) (por ejemplo, pacientes que hayan presentado angioedema durante la terapia con
cualquier IECA).
Angioedema: se han observado casos de angioedema en pacientes tratados con IECA, incluyendo captopril. Si el angioedema
afecta a la lengua, glotis o laringe, puede producir obstrucción de las vías aéreas y ser fatal. Se instaurará tratamiento de
urgencia con adrenalina subcutánea al 1:1000. Los casos de hinchazón limitados a cara, mucosa oral, labios y extremidades
generalmente se resuelven suprimiendo el tratamiento con captopril; algunos casos precisan tratamiento médico.
Reacciones anafilactoides durante la diálisis de alto flujo y la aféresis de lipoproteínas: se han descrito casos de aparición de
reacciones anafilactoides en pacientes hemodializados con membranas de diálisis de alto flujo. También se han detectado
reacciones anafilactoides en pacientes que estaban siendo tratados mediante aféresis de lipoproteínas de baja densidad por
absorción con sulfato de dextrano. En estos pacientes debe considerarse la utilización de otro tipo de membrana de diálisis o
de medicación.
Neutropenia y agranulocitosis: la aparición de neutropenia es muy rara (incidencia <> 1,6 mg/dl) pero sin enfermedad
vascular del colágeno, el riesgo de neutropenia en ensayos clínicos fue aproximadamente de un 0,2%. En pacientes con
insuficiencia renal, la utilización de alopurinol concomitantemente con captopril se relaciona con la aparición de neutropenia.
En pacientes con enfermedades vasculares del colágeno (por ejemplo, lupus eritematoso sistémico, esclerodermia) e
insuficiencia renal se presentó neutropenia en un 3,7% de los pacientes en ensayos clínicos.
Generalmente, la neutropenia se ha detectado dentro de los tres meses siguientes al inicio de la terapia con captopril. El
recuento de neutrófilos se normaliza a las dos semanas de la retirada del captopril y las infecciones graves se limitaron a
pacientes clínicamente complejos. Aproximadamente, un 13% de las neutropenias fueron fatales, pero casi todos los casos se
produjeron en pacientes con enfermedades graves, con enfermedades vasculares del colágeno, insuficiencia renal,
insuficiencia cardíaca o terapia inmunosupresora, o una combinación de estos factores. La evaluación del paciente hipertenso
o con insuficiencia cardíaca debe incluir siempre la valoración de la función renal. Si se utiliza captopril en pacientes con
deterioro significativo de la función renal debe evaluarse el recuento leucocitario, previamente al inicio de la terapia y con
intervalos de 2 semanas durante 3 meses y luego periódicamente.
El captopril debe utilizarse tras valorar la relación beneficio/riesgo y con precaución, en pacientes con enfermedad vascular
del colágeno o que están expuestos a otros fármacos que puedan afectar a la serie blanca o a la respuesta inmune, y
específicamente cuando existe alteración de la función renal. Como la supresión de la terapia con captopril y otros fármacos
origina por lo general una rápida restitución del contaje normal de las células blancas, si se confirma la existencia de
neutropenia (< 1.000 neutrófilos/mm3), se debe interrumpir la administración de Capoten y seguir de cerca la evolución del
enfermo.
Proteinuria: se ha observado proteinuria >1 g/día en el 0,7% de los pacientes en tratamiento con captopril. El 90% de estos
pacientes mostraba evidencia de nefropatía previa, habían recibido dosis relativamente altas de captopril (> 150 mg/día) o
ambos. Aproximadamente 1/5 de los pacientes proteinúricos presentaron síndrome nefrótico. En la mayoría de los casos, la
proteinuria decrece o desaparece en 6 meses, tanto si se continúa el tratamiento con captopril como si no. Los parámetros de
función renal como el nitrógeno ureico y la creatinina raramente se alteran en los pacientes con proteinuria.
En un estudio multicéntrico, doble ciego y controlado con placebo, que incluyó 207 pacientes con nefropatía diabética y
proteinuria (> 500 mg al día) se logró una reducción importante en la proteinuria por el tratamiento con captopril a dosis de
75 mg al día durante un tiempo promedio de 3 años. No se sabe si la terapia prolongada con captopril en pacientes afectos de
otros tipos de nefropatía tiene efectos similares. Deberá estimarse la proteinuria de los pacientes con enfermedad renal previa
o que reciban más de 150 mg al día de captopril (mediante tiras reactivas con primera orina de la mañana) antes del
tratamiento y periódicamente una vez iniciado éste.
Hipotensión: en raras ocasiones se observó hipotensión grave en pacientes hipertensos, pero es una consecuencia posible del
uso de captopril en pacientes con depleción hidrosalina (por ejemplo, los tratados intensamente con diuréticos), con
insuficiencia cardíaca o en diálisis.
En los pacientes hipertensos, puede minimizarse la posibilidad de aparición de hipotensión sintomática con las primeras
dosis de captopril aumentando la ingesta de sal o suspendiendo la terapia con diuréticos una semana antes de iniciar el
tratamiento con captopril o iniciando la terapia con dosis bajas (6,25 ó 12,5 mg). Alternativamente, puede darse la primera
dosis bajo supervisión médica que debe mantenerse al menos durante una hora tras la toma. La hipotensión transitoria no
contraindica la administración de dosis posteriores una vez que haya aumentado la presión arterial.
En pacientes afectos de insuficiencia cardíaca con tensión arterial normal o baja, se detectaron caídas transitorias de la
tensión arterial media >20% en aproximadamente la mitad de los pacientes. Esta hipotensión transitoria es más frecuente
que aparezca tras las primeras dosis, y suele tolerarse bien, siendo asintomática o acompañándose de una leve sensación de
inestabilidad. En estos pacientes, debido a la posible caída brusca de la tensión arterial se debe iniciar el tratamiento bajo
estricta supervisión médica. Una dosis inicial de 6,25 ó 12,5 mg de captopril dos o tres veces al día puede minimizar el efecto
hipotensor. Los pacientes deben ser controlados durante las dos primeras semanas de tratamiento y siempre que se
incremente la dosis de captopril y/o diurético. La hipotensión en sí no es razón suficiente para interrumpir la terapia con
captopril. La magnitud de este descenso tensional es máxima al inicio del tratamiento y se estabiliza en 1 ó 2 semanas,
volviendo generalmente la presión arterial a sus valores iniciales en dos meses, sin que se reduzca la eficacia terapéutica.
Insuficiencia renal. Hipertensión: en pacientes con hipertensión arterial tratada con captopril, en especial los pacientes que
padecen estenosis severa de la arteria renal, se han producido incrementos del nitrógeno ureico y la creatinina sérica tras
reducirse la presión arterial con captopril. De aparecer este síndrome, puede ser preciso reducir la dosis de captopril y/o
suspender el diurético. Insuficiencia cardíaca: durante los tratamientos prolongados con captopril alrededor de un 20% de los
pacientes con insuficiencia cardíaca desarrollan elevaciones estables del nitrógeno ureico y la creatinina sérica de más de un
20% sobre su nivel basal. Menos del 5% de los pacientes, generalmente afectos de enfermedades renales graves previas,
precisan la interrupción del tratamiento por el progresivo incremento de la creatinina.
Hiperpotasemia: se han observado elevaciones del potasio en algunos pacientes tratados con IECAs, captopril incluido. Los
pacientes con riesgo de desarrollar hipercaliemia al ser tratados con IECAs son: los afectos de insuficiencia renal, diabetes
mellitus, y los que están tratados concomitantemente con diuréticos ahorradores de potasio, suplementos de potasio o
sustitutos de la sal que contienen potasio, o con otros fármacos asociados con elevaciones del potasio sérico (por ejemplo,
heparina). Insuficiencia hepática: raramente se ha asociado los IECAs a un síndrome que se inicia con ictericia colostática y
progresa a necrosis hepática fulminante y que a veces es mortal. El mecanismo productor de este síndrome es desconocido.
En los pacientes tratados con IECAs en quienes aparezcan ictericia o elevaciones marcadas de los enzimas hepáticos debe
suspenderse el IECA y se debe realizar un seguimiento médico apropiado.
Tos: se detectó en el 0,5-2% de los pacientes. Suele ser no productiva, persistente y ceder al suspender el tratamiento. La tos
inducida por los IECAs debe tenerse en cuenta como parte del diagnóstico diferencial de la tos.
Cirugía y anestesia: en pacientes sometidos a cirugía mayor, o durante la anestesia con agentes que producen hipotensión, el
captopril puede bloquear la formación de angiotensina II secundaria a la liberación compensatoria de renina. Si aparece
hipotensión y se considera producida por este mecanismo, podría corregirse mediante expansores del volumen plasmático.
Si se administran durante el 2º y 3er trimestre del embarazo, los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina
(grupo al que pertenece captopril) pueden causar daño y muerte fetal. Si se detecta embarazo, el captopril debe suspenderse
lo antes posible. La concentración de captopril en la leche materna es aproximadamente un 1% de la plasmática. Debido a la
posible aparición de efectos adversos graves inducidos por el captopril en los lactantes, deberá decidirse si se suspende el
tratamiento o la lactancia, teniendo en cuenta la importancia del tratamiento para la madre.
Uso pediátrico: no se ha establecido la eficacia y seguridad de captopril en niños ni lactantes. Se utilizará bajo estricto control
médico y exclusivamente en los casos en que los beneficios potenciales justifiquen posibles riesgos.

Interacciones

Diuréticos: los pacientes tratados con diuréticos, en especial aquellos en los que dicha terapia se ha instaurado recientemente,
así como los que siguen una dieta con una restricción de sal severa o están en diálisis, pueden presentar ocasionalmente una
caída brusca de la presión sanguínea, generalmente en la primera hora tras recibir la dosis inicial de captopril.
Antiácidos: los antiácidos pueden reducir la absorción gastrointestinal del captopril
Antidiabéticos: el captopril y, posiblemente otros inhibidores de la ECA, pueden incrementar la actividad de los antidiabéticos
orales con el riesgo correspondiente de hipoglucemia. Esta ha sido observada en pacientes tratados con gliburida o
metformina cuando se añadió el captopril a su tratamiento antidiabético.
Agentes vasodilatadores: se administrarán con precaución los fármacos con actividad vasodilatadora, y se considerará el uso
de dosis inferiores a las habituales.
Agentes que modifican la actividad simpática: los agentes que modifican la actividad simpática (por ejemplo, agentes
bloqueantes ganglionares o bloqueantes de la neurona adrenérgica) deben utilizarse con precaución.
Agentes que incrementan el potasio sérico: los diuréticos ahorradores de potasio como espironolactona, triamtereno o
amiloride, y los suplementos de potasio sólo se administrarán, y con precaución, en caso de hipopotasemia documentada, ya
que pueden producir un incremento del potasio sérico importante. Los sustitutos de la sal que contienen potasio se utilizarán
también con precaución.
Digoxina: las concentraciones séricas de digoxina pueden aumentar en un 15-30% en pacientes con insuficiencia cardíaca
congestiva tratados al mismo tiempo con captopril. Sin embargo, en un estudio en voluntarios sanos no se observó evidencia
de una interacción farmacocinética directa. No está, por tanto, muy clara la significancia clínica de esta interacción
Inhibidores de la síntesis de prostaglandinas: la indometacina puede reducir el efecto antihipertensivo de captopril,
especialmente en caso de hipertensión con reninemia baja. Otros agentes AINEs (por ejemplo, salicilatos) pueden tener el
mismo efecto.
Litio: se han detectado incrementos de los niveles séricos de litio y síntomas de intoxicación en pacientes en tratamiento
concomitante con IECA. Estos fármacos deben ser coadministrados con precaución y se recomienda monitorizar con
frecuencia los niveles séricos de litio. Si también se administra un diurético, puede aumentar el riesgo de toxicidad por litio.
Azatioprina: el uso de inhibidores de la ECA en pacientes hipertensos tratados con azatioprina ha mostrado inducir anemia y
leucopenia severa. Debe evitarse el uso de esta combinación siempre que sea posible, Cuando es necesario un tratamiento con
azatioprina y ramipril, el paciente deberá ser vigilado cuidadosamente para detectar la posible aparición de la mielosupresión.
Ciclosporina: se han observado algunos casos de insuficiencia renal aguda cuando se añadió fosinopril a pacientes
transplantados tratados con ciclosporina. El efecto vasoconstrictor aferente renal de la ciclosporina y a la hipoperfusión renal
producida por este fármaco, requiere de una respuesta por parte de la angiotensina II para mantener la velocidad de filtración
glomerular. La inhibición de la enzima de conversión puede reducir la función renal. Hay que vigilar estrechamente la función
renal en los pacientes que reciben ciclosporina y inhibidores de la ECA simultáneamente.
Probenecid: el probenecid disminuye la secreción renal tubular del captopril, lo que ocasiona una elevación de las
concentraciones plasmáticas del fármaco. Si se administra el probenecid a un paciente estabilizado, puede producirse
hipotensión. Esta interacción parece tener menor importancia si el captopril es añadido una vez que el paciente ha sido
estabilizado con probenecid
El espino blanco, Crataegus laevigata puede reducir la resistencia vascular periférica. El uso de esta planta medicinal en
combinación con fármacos antihipertensivos puede ocasionar reducciones adicionales de la presión arterial en algunos
individuos y por lo tanto se deberá comprobar con frecuencia la presión arterial en estos pacientes.
Interacción con pruebas de laboratorio: Captopril puede originar falsos positivos en el test de acetona en orina.

Precauciones

Debe usarse bajo vigilancia médica en pacientes con problemas renales y vasculares.En pacientes que reciben tratamientos
diuréticos o que se están sometiendo a hemodiálisis sedebe tener precaución ya que pueden causar hipovolemia. Se debe
considerar siempre el riesgode agranulocitosis y neutropenia. El diagnóstico diferencial en la tos secundaria a uso de
Captoprildebe hacerse durante el tratamiento. Se puede desarrollar o progresar la proteinuria en tratamientocon Captopril,
por lo que debe considerarse en pacientes con síndrome nefrítico. Se debe tener. (1)Diuréticos y otros antihipertensivos
incrementan su efecto hipotensor. Antiinflamatorios no esteroideos disminuyen el efecto antihipertensivo.Con sales de
potasio o diuréticos ahorradores de potasio se favorece la hiperpotasemia.

Forma Farmacéutica

CAPOTEN Comp. ranurados DE 25, 50 Y 100 mg


CAPOTEN COR Comp. ranurados 12,5 mg
CAPTOPRIL ALTER EFG Comp. 100 mg, 50 y 25 mg
CAPTOPRIL MERCK EFG Comp. 25 y 50 mg
CAPTOPRIL NORMON EFG Comp. 25, 50 mg y 100 mg
CAPTOPRIL RATIOPHARM comp. 25, y 50 mg
CESPLON Comp. 100, 50 y 25 mg
CESPLON COR Comp. 12,5 mg
GARANIL 100, 50 y 25 mg
TENSOPREL Comp. 100, 50 y 25 mg

BIBLIOGRAFÍA
1. AHFS Drug Information. USA: American Society of Health-System Pharmacists. 2001:1544-1554.
2. Martindale. The Extrafarmacopoeia. London: The Royal Pharmaceutical Society.1996: 189-190.
3.http://www.farmaconsulta.cl/escuela_medicamentos/vademecum/c/p_vademecum_captopril.html
4. Goodman & Gilman’s. The Pharmacology Diseases and Therapeutics. USA: Medical Publishing Division. Mc. Graw-
Hill.2001: 809-911.
5. Rodolfo Rodríguez Carranza. Vademécum Académico de Medicamentos (VAM). México: UNAM. Mc. Graw-
HillInteramericana. 1999: 133-134.
6. http://www.farmaciasahumada.cl/stores/fasa/html/Mft/drogas/d549.htm
7. Drug Facts Comparisons. Pocket Version. USA: Facts and Comparisons. 2001: 272-279.
8. http://www.nursespdr.com/members/database/ndrhtml/captopril.html
9. PLM. Diccionario de Especialidades Farmacéuticas. México: Thomson Healthcare. 2001: 332-336.
10.http://www.imss.gob.mx/nr/imss/cicbis/consulta_archivos/ConsultaMedicamentos_archivos/grupos/Grupo%203%20C
ardiolog%EDa.html
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Enalapril

PERFIL FARMACOLÓGICO DE ENALAPRIL

GRUPO: Inhibidores ECA

Estructura Química:

FARMACOCINÉTICA

Vía de Administración: Oral

Biodisponibilidad

Unión a Proteínas

Volumen de distribución (L/Kg)

Metabolismo

Eliminación

Tiempo de vida media

FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción
Enalapril controla la presión arterial. El mecanismo exacto de acción se
desconoce. Se piensa que está relacionado con la actividad de inhibición
competitiva de la enzima convertidora de la angiotensina I (ECA), con la
consecuente disminución de la tasa de conversión de angiotensina I en
angiotensina II, este último es un potente vasoconstrictor y según se cree
responsable de la elevación de la presión arterial. La disminución de las
concentraciones de angiotensina II resulta en un aumento secundario de la
actividad de la renina en el plasma, mediante la remoción del mecanismo de
retroalimentación negativa de la liberación de renina, y una reducción directa
de la secresión de aldosterona. Los inhibidores ECA pueden ser efectivos para controlar la presión arterial, en hipertensos con
actividad de la renina
baja, normal o elevada. Los inhibidores ECA reducen la resistencia arterial
periférica. Adicionalmente, se ha sugerido pero no se ha probado un efecto
posible sobre el sistema calicreina-cinina (interferencia con la degradación y
disminución resultante de las concentraciones de bradicinina) y un aumento
de la síntesis de prostaglandinas.
Enalapril ejerce acción vasodilatadora siendo de utilidad en insuficiencia
cardiaca congestiva: Disminuye la resistencia vascular periférica (postcarga),
la presión capilar pulmonar (precarga) y la resistencia vascular pulmonar;
mejora la expulsión cardiaca y la tolerancia al ejercicio.

Efecto y aplicación clínica

Tratamiento de hipertensión arterial solo o asociado a diuréticos tiazídicos.


Tratamiento de la insuficiencia cardiaca congestiva en asociación con
diuréticos y terapia digitálica que no responde a otras medidas.
Tratamiento de pacientes con disfunción ventricular izquierda consecutiva a
infarto de miocardio, clínicamente estables (fracción de eyección
ó 35%)
para mejorar la supervivencia y disminuir la incidencia de insuficiencia
cardiaca manifiesta y hospitalización subsecuente por insuficiencia cardiaca
congestiva.
Tratamiento de la hipertensión o de la crisis renal en esclerodermia

Dosis
Dosis usual para adultos y adolescentes
Antihipertensivo
Inicial:
Oral, 5 mg una vez al día, la dosis deberá incrementarse, si fuera
necesario después de una a dos semanas, de acuerdo a la
respuesta clínica.
Dosis de mantenimiento: Oral, 10 a 40 mg por día, como una simple
dosis o dos dosis divididas

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento

Nota: Se ha reportado insuficiencia renal reversible especialmente en


estenosis bilateral de la arteria renal, o estenosis de arteria renal en pacientes
con un solo riñón.
Raramente se ha reportado hepatotoxicidad en pacientes recibiendo
captopril. Más frecuentemente se ha reportado colestasis, aunque necrosis
hepática y daño hepatocelular también se ha reportado. Los síntomas de
presentación más comunes son ictericia, prurito y molestias abdominales. La
hepatotoxicidad asociada a inhibidores ECA es reversible después de
descontinuar la terapia.
Los siguientes efectos adversos se pueden necesitar atención médica:
Incidencia menos frecuente: hipotensión, erupción de la piel con o sin prurito,
fiebre y dolor articular.
Incidencia rara: angioedema de las extremidades, cara, labios, membranas
mucosas, lengua, glotis, y/o laringe., dolor torácico, hiperkalemia, neutropenia
o agranulocitosis.
Necesitan atención si persiste la molestia:
Incidencia más frecuente: Tos, seca y continua, cefalea. Incidencia poco
frecuente: Diarrea, disgeusia, fatiga, náusea.

CONVENIENCIA

Contraindicaciones

Historia de Angioedema, o angioedema durante la terapia con otro inhibidor


de la enzima convertidora. O angioedema hereditaria. Angioedema idiopática.
Estenosis aortica. Enfermedad cerebrovascular. Enfermedad cardiaca
isquémica. Enfermedad severa autoinmune, especialmente lupus eritematoso
(SLE), otras enfermedades vasculares del colágeno o esclerodermia.
Depresión de la médula ósea. Diabetes mellitus. Hiperkalemia.
Estenosis de la arteria renal, bilateral o en riñón único. Trasplante renal.
Insuficiencia renal.
Sensibilidad a un inhibidor ECA prescrito u otro.
Pacientes con baja ingesta de sodio o en hemodiálisis, usarlo con precaución.
Insuficiencia hepática

Interacciones
El alcohol, diuréticos, y otras medicaciones hipotensoras pueden producir
efectos hipotensores aditivos con enalapril; agentes antihipertensivos que
causan liberación de renina o afectan la actividad simpática tienen mayores
efectos aditivos; el uso concurrente de enalapril con agentes
betabloqueadores también tiene efectos aditivos; dado que algunos
antihipertensivos y/o combinaciones de diuréticos puede ser usado para
obtener ventajas terapéuticas, deberá ser necesario ajustar las dosis durante
el uso concurrente o cuando una de las drogas debe descontinuarse. Si
existiera absorción sistémica importante de productos betabloqueadores
oftálmicos, estos pueden potenciar los efectos de enalapril. Puede ocurrir
hipotensión severa y súbita dentro de las primeras cinco horas después de la
dosis inicial de un inhibidor ECA, particularmente en pacientes con deplesión
de volumen y sodio como resultado de terapia diurética, en estos casos iniciar
la terapia con enalapril a bajas dosis o descontinuar el uso de diuréticos o
aumentar la ingesta de sal aproximadamente 1 semana antes de iniciar la
terapia con enalapril para minimizar esta reacción: Esta reacción no suele
recurrir con las dosis subsecuentes, sin embargo deberá tenerse cuidado
cuando se incremente la dosis; posteriormente la terapia con diuréticos puede
ser restituida, si fuera necesario. El riesgo de insuficiencia renal puede estar
aumentado en pacientes con deplesión de volumen y sodio como resultado
de terapia con diuréticos. Enalapril puede reducir el aldosteronismo
secundario y la hipokalemia causada por diuréticos).
El uso concurrente de antiinflamatorios no esteroides puede reducir los
efectos antihipertensivos de enalapril.
El uso de sangre procedente de bancos de sangre con alto contenido de
potasio, ciclosporina, diuréticos ahorradores de potasio, suplementos de
potasios o sustancias con alto contenido de potasio, sustitutos de sal, con
enalapril puede resultar en hiperkalemia debido a la reducción de la secresión
de aldosterona inducida por enalapril; se recomienda determinaciones
frecuentes de potasio sérico durante el uso concurrente de estas
medicaciones; no es recomendable el uso concurrente de estas
medicaciones en la insuficiencia cardiaca congestiva.
El uso simultáneo con depresores de la médula ósea incrementa el riesgo de
neutropenia o agranulocitosis
El uso de terapia a base de estrógenos puede producir retención de líquidos
e incremento de presión arterial con disminución de los efectos de enalapril,
ejercer cuidado durante la terapia conjunta.
Se ha reportado aumentos reversibles de las concentraciones séricas de litio
y toxicidad durante la terapia concurrente.
El uso simultáneo con simpaticomiméticos puede reducir el efecto
antihipertensivo de enalapril.
Alteraciones de los valores de laboratorio:
El uso de enalapril en pacientes con estenosis de la arteria renal puede
causar una disminución reversible en la localización y excreción de
iodohipurato I 231/I 131 o tecnecio Tc99m pentetato en el riñón afectado.
Las concentraciones de fosfatasa alcalina, bilirrubina sérica, transaminasas
séricas, titulaciones de anticuerpos antinucleares, nitrógeno sanguíneo en
úrea y creatinina sérica pueden estar transitoriamente elevados,
especialmente en pacientes con enfermedad parenquimal renal o
renovascular que tienen deplesión de volumen y sodio, en pacientes con
estenosis de arteria renal o después de reducción rápida de hipertensión de
larga data o severa.
La concentración de hemoglobina, el hematocrito y el potasio sérico pueden
estar ligeramente aumentados como resultado de concentraciones reducidas
de aldosterona y reducción concomitante de la tasa de filtración glomerular,
especialmente en pacientes con insuficiencia renal.
La concentración de sodio sérico puede estar ligeramente disminuida,
especialmente durante la terapia inicial.
No se han reportado interacciones con alimentos.
Precauciones
Pacientes sensibles a un inhibidor ECA puede serlo a otro.
Carcinogenicidad: Estudios en ratas no demostró tumorigenicidad o
carcinogenicidad.
Mutagenicidad: No se evidención en los estudios realizados.
Gestación/Reproducción:
Fertilidad: No se ha observado efectos en la reproducción en estudios en
ratas.
Embarazo: Los inhibidores ECA pueden causar morbilidad y mortalidad fetal y
neonatal cuando se administra a mujeres gestantes. Deben descontinuarse
tan pronto se detecte la gestación. Atraviesan la placenta. La exposición fetal
durante el segundo y tercer trimestre puede causar hipotensión, falla renal,
anuria, hipoplasia esquelética, y eventualmente muerte en el recién nacido.
Se ha reportado oligohidramnios materno, probablemente como resultado de
la disminución de la función renal fetal.
Enalapril es removible por diálisis peritoneal. No hay datos apropiados
respecto a la eficacia de la hemodiálisis y no existe información sobre el uso
de exanguineo transfusión para removerlo de la circulación general. Se
recomienda que los infantes expuestos in útero a los inhibidores ECA deben
ser cuidadosamente observados por hipotensión, oliguria e hiperkalemia. La
oliguria debe ser tratada con medidas de soporte para mantener la de la
presión arterial y perfusión renal administrando líquidos y presores
apropiados.
Se han reportado casos severos de retardo de crecimiento intrauterino,
sufrimiento fetal e hipotensión. Muerte neonatal a ocurrido en ratas que
recibieron hasta 2000 veces las dosis recomendadas para humanos. Muerte
fetal se ha observado en conejos que tomaron 333 veces la dosis máxima
recomendada en humanos y una incidencia muy baja de malformaciones
craneanas en los nacidos vivos. No se apreció teratogenicidad en conejos.
FDA Gestación categoría C 1er trimestre
FDA Gestación categoría D 2do y 3er trimestre.
Lactancia: Enalapril se distribuye en la leche materna. No obstante, no se
han documentado problemas en humanos.
Pediatría: No se han realizado estudios apropiados relacionados con la edad
en la población pediátrica. Sin embargo, el uso de inhibidores ECA en un
limitado número de neonatos e infantes ha permitido identificar algunos
problemas potenciales. En neonatos e infantes hay riesgo de oliguria y
anormalidades neurológicas, posiblemente como resultado de la disminución
del flujo renal y cerebral, secundario a reducciones prolongadas de la presión
arterial; se recomienda iniciar el tratamiento con la dosis diaria mas baja y
monitorización estrecha.
Geriatría: Los inhibidores ECA parecen ser mas eficaces en pacientes con
actividad de renina plasmática normal o alta. Dado que la renina parece
disminuir con la edad, los individuos de edad avanzada pueden ser menos
sensibles a los efectos hipotensores de estos medicamentos.
Forma Farmacéutica

BIBLIOGRAFÍA

http://www.hersil.com.pe/Cont2/insertos/Enalapril.pdf
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Amlodipino

GRUPO: Bloqueadores de canales de calcio dihidropiridínicos

Estructura Química:

AMLODIPINO

FARMACOCINÉTICA
Absorción: después de la administración oral de dosis terapéuticas, amlodipino se absorbe bien, alcanzando concentraciones
máximas en la sangre a las 6-12 horas de la administración. La absorción de amlodipino no se modifica con la ingesta de
alimentos. La biodisponibilidad absoluta ha sido estimada entre el 64 y el 80%. Biotransformación/eliminación: la semivida
plasmática de eliminación final es de unas 35-50 horas, y permite la administración de una vez al día. Después de la
administración continuada se alcanzan concentraciones plasmáticas estables a los 7-8 días. Amlodipino se metaboliza
ampliamente en el hígado hasta metabolitos inactivos, eliminándose por la orina hasta el 10% del fármaco inalterado, y el
60% de los metabolitos. En los pacientes con cirrosis la semivida de eliminación es prolongada de modo significativo [1]. La
farmacocinética de la amlodipina no es afectada de forma significativa por la insuficiencia renal. En los ancianos la AUC
aumenta en un 40-60% y el aclaramiento plasmático aumenta igualmente de forma significativa

Vía de Administración: Oral


Biodisponibilidad

Después de la administración oral de dosis terapéuticas, amlodipino se absorbe bien, alcanzando concentraciones máximas
en la sangre a las 6-12 horas de la administración. La absorción de amlodipino no se modifica con la ingesta de alimentos.

La biodisponibilidad absoluta ha sido estimada entre el 64 y el 80%.

Unión a Proteínas

Volumen de distribución (L/Kg)


El volumen de distribución es aproximadamente de 21 l/kg.
Metabolismo

Amlodipino se metaboliza ampliamente en el hígado hasta metabolitos inactivos, eliminándose por la orina hasta el 10% del
fármaco inalterado, y el 60% de los metabolitos. En los pacientes con cirrosis la semivida de eliminación es prolongada de
modo significativo [1]. La farmacocinética de la amlodipina no es afectada de forma significativa por la insuficiencia renal. En
los ancianos la AUC aumenta en un 40-60% y el aclaramiento plasmático aumenta igualmente de forma significativa

Eliminación

Tiempo de vida media

La semivida plasmática de eliminación final es de unas 35-50 horas, y permite la administración de una vez al día. Después de
la administración continuada se alcanzan concentraciones plasmáticas estables a los 7-8 días

FARAMACODINAMICA

Mecanismo de acción
El mecanismo exacto, por el que la amlodipina alivia la angina, no se ha determinado plenamente, pero este fármaco reduce la
carga isquémica total mediante las dos acciones siguientes:
mediante una dilatación de las arteriolas periféricas, reduciendo así la resistencia periférica total (postcarga), frente a la que
trabaja el corazón. Como la frecuencia cardiaca permanece estable, este desahogo del corazón reduce el consumo de energía
del miocardio, así como sus necesidades de oxígeno.
mediante la dilatación de las grandes arterias coronarias, así como las arteriolas, tanto en las zonas normales, como en las
isquémicas. Esta dilatación aumenta el aporte de oxígeno al miocardio en pacientes con espasmo de las arterias coronarias
(angina variante o de Prinzmetal), y contrarresta la vasoconstricción coronaria inducida por el tabaco.
En los enfermos hipertensos, la administración de una vez al día logra reducciones clínicamente significativas de la presión
arterial, tanto en posición supina como erecta, a lo largo de 24 horas. Igualmente, en pacientes con angina, la administración
de amlodipina, una vez al día, produjo un incremento en el tiempo total de ejercicio, tiempo hasta la aparición de la angina,
tiempo hasta que se produce una depresión de 1 mm del segmento ST, y disminuyó el número de ataques y consumo de
tabletas sublinguales de nitroglicerina.
En los estudios in vitro se ha demostrado que aproximadamente el 97,5% de la amlodipina circulante está unida a las
proteínas plasmáticas. La amlodipina no se ha relacionado con ningún efecto metabólico adverso, ni con alteraciones de los
lípidos plasmáticos, y es adecuado para su administración a enfermos con asma, diabetes y gota. Estudios hemodinámicos y
ensayos clínicos controlados basados en pruebas de esfuerzo, en pacientes con insuficiencia cardiaca de clase II-IV de la
NYHA han mostrado que la amlodipina no produce deterioro clínico, determinado por la medición de la tolerancia al
ejercicio, fracción de eyección ventricular izquierda y sintomatología clínica. Un estudio controlado con placebo (PRAISE)
diseñado para evaluar la amlodipina en pacientes con insuficiencia cardiaca de clases III-IV de la NYHA que recibían
digoxina, diuréticos e inhibidores de la ECA ha demostrado que el fármaco no produjo un incremento del riesgo de
mortalidad o de morbilidad y mortalidad combinadas en pacientes con insuficiencia cardiaca. De acuerdo con el mismo
estudio (PRAISE), se observó con amlodipina una reducción estadística y clínicamente significativa de la mortalidad y de la
morbilidad y mortalidad combinadas, en un subgrupo de pacientes que no presentó síntomas o signos clínicos sugerentes de
enfermedad isquémica subyacente.

Efecto y aplicación clínica


Tratamiento de la hipertensión
Dosis
Adultos: Inicialmente 5 mg/dia una vez al día con una dosis máxima de 10 mg/dia. Los efectos antihipertensivos máximos
pueden tardar varias semanas en establecerse plenamente. En los pacinetes con insuficiencia hepática la dosis inicial se debe
reducir en un 50%
Ancianos: la dosis inicial debe ser de 2.5 mg una vez al día, ajsutándose posteriormente en función de la respuesta obtenida
Niños: la seguridad y eficacia de la amlodipina no ha sido establecida

EFICACIA

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento


La amlodipina es, por regla general, bien tolerada en dosis de hasta 10 mg/día. Se han observado reacciones adversas ligeras o
moderadas casi siempre relacionadas con los efectos vasodilatadores periféricos del fármaco. Otros efectos secundarios poco
frecuentes son angioedema, reacciones alérgicas y eritema multiforme.

Frecuentes
Las jaquecas y el edema son los dos efectos secundarios más frecuentes. También pueden aparecer debilidad, mareos, sofocos
y palpitaciones y suelen estar relacionados con la dosis.

Infrecuentes
En la experiencia postmarketing con amlodipina se han comunicado ictericia y elevación de las transaminasas consistentes
con colestasis o hepatitis en algunos pacientes. También se han comunicado casos raros de pancreatitis.
En algún caso se ha comunicado ginecomastia aunque su relación con la amlodipina no ha sido establecida con toda
seguridad. También se han observado raramente hiperplasia gingival, leucopenia y trombocitopenia y se han comunicado los
siguientes efectos adversos cuya relaciòn con la amlodipìna es dudosa: vasculitis, bradicardia sinusal, angina, isquemia
periférica, neuropatía periférica, síncope, hipotensión ortostática, parestesias, temblores, vértigo, visión borrosa , anorexia,
constipacion, diarrea, disfagia, y flatulencia

CONVENIENCIA

Contraindicaciones
amlodipina está estructuralmente emparentada con la nifedipina (una 1,4-dihidropiridina) y está contraindicada en pacientes
con hipersensibilidad a las dihidropiridinas.
La amlodipina deber empleada con precaución en pacientes con severa bradicardia o fallo cardiaco (en particular cuando se
asocia a un b-bloqueante) debido a la posibilidad de un shock cardiogénico por sus propiedades inotrópicas negativas y
potentes efectos hipotensores. Los pacientes con disfunción del ventrículo izquierdo que reciban amlodipina para el
tratamiento de la angina deberán ser estrechamente vigilados para comprobar que el fármaco no empeora la insuficiencia
cardíaca. Aunque la amlodipina ha mostrado no empeorar la insuficiencia cardiaca de grado III, se debe evitar en los
pacientes con insuficiencia cardiaca NYHA Clase IV.
La amlodipina es un potente hipotensor y no debe ser administrado a pacientes con presión arterial sistólica <
href="http://www.iqb.es/cbasicas/farma/farma04/a049.htm#interacciones#interacciones">3]. Hasta que no se disponga de
más información, se recomienda con consumir el zumo de pomelo al mismo tiempo que un antagonista del calcio de la familia
de las dihidropiridinas.
Precauciones
La amlodipine está clasificada dentro de la categoría C de riesgo en el embarazo. Aunque la amlodipina ha demostrado ser
atóxica para los animales de laboratorio no existen estudios controlados en humanos y por lo tanto este fármaco sólo será
administrado si los beneficios superan claramente los riesgos potenciales. Se desconoce si el fármaco se excreta en la leche
humana, por lo que se deberá evitar su utilización durante la lactancia
No se ha establecido la eficacia y la seguridad de la amlodipina en los niños

Forma Farmacéutica
Astudal 5 mg, 10 mg (ALMIRALL-PRODESFARMA)
Norvas 5 mg, 10 mg (PFIZER CONSUMER HEALTH CARE)

BIBLIOGRAFÍA
Tulenko TN, Brown J, Laury_Kleintop L, Khan M, Walter MF, Mason RP . Atheroprotection with amlodipine: cells to lesions
and the PREVENT trial. Prospective Randomized Evaluation of the Vascular Effects of Norvasc Trial. J Cardiovasc Pharmacol
1999 33 Suppl 2: S17-22
Oparil S . Long-term morbidity and mortality trials with amlodipine. J. Cardiovasc Pharmacol 1999 33 Suppl 2: S1-6
Simon M, Quetglas EG, Honorato J. New pharmacologic agents: amlodipine: Rev Med Univ Navarra 1994 Apr-Jun 39:2 79-
84
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Metildopa

PERFIL FARMACOLÓGICO DE METILDOPA

GRUPO: Agonistas centrales alfa 2

Estructura Química:

FARMACOCINÉTICA

Vía de Administración: Oral

Biodisponibilidad
Absorción incompleta y variable, con una biodisponibilidad oral del 25%,

Unión a Proteínas
unión a proteínas de un 15%,

Volumen de distribución (L/Kg)


Metabolismo

Metabolismo hepático, excreción urinaria.

Eliminación

Hepática y renal. Se excreta en la orina como conjugado sulfato (50 a 70%) y como medicamento original (25%). El resto son
metabolitos como la metildopamina y metilnoradrenalina.

Tiempo de vida media


vida media de 1.38 h.

FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción

La metildopa actúa en el SNC para disminuir la presión arterial sistémica. Ofrece un sustrato alternativo a la dopa y en el
organismo (tejido encefálico) se convierte alfametilnorepinefrina por la enzima dopadescarboxilasa, que reemplaza al
neurotransmisor normal, noradrenalina, en los sitios de almacenamiento. El alfametilnorepinefrina disminuye la presión
arterial por medio de la activación de los receptores alfa 2-adrenérgicos (centro vasomotor hipotalámico y tallo encefálico)
para atenuar la salida de señales adrenérgicas vasoconstrictoras hacia el sistema nervioso simpático periférico. Los individuos
con insuficiencia renal son más sensibles a los efectos hipotensores de la metildopa.

Efecto y aplicación clínica


Antihipertensivo de acción central.

Dosis
Adultos, via intravenosa o via oral, 250-500 mg dos o tres veces al día (20-40 mg/kg/día).

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento

Frecuentes
Hinchazón de los pies o la parte baja de las piernas

Infrecuentes

Cansancio o debilidad continuos después de haber tomado este medicamento por varias Semanas; orina oscura o color
ámbar; fiebre, escalofríos, respiración difícil y latidos rápidos; sensación general de molestia, enfermedad o debilidad; dolor
de las articulaciones; heces pálidas; diarrea o retortijones del estómago (muy fuertes o continuos); dolor de estómago (muy
fuerte) con náuseas y vómitos; salpullido o comezón; ojos o piel amarillos
Menos comunes son la disminución de la capacidad sexual o del interés en el sexo; mareos o vahídos, especialmente al
levantarse de una posición recostada o sentada; náuseas o vómitos; adormecimiento, cosquilleo, dolor o debilidad en las
manos o los pies; latidos lentos; nariz tapada; hinchazón de los senos o producción inusual de leche

CONVENIENCIA

Contraindicaciones

Contraindicado en las hepatopatías (hepatitis y cirrosis) y en el feocromocitoma. Se ha reportado respuesta vasopresora


paradójica con la metildopa intravenosa

Interacciones

Reduce la CAM de los anestésicos volátiles fluorados; produce pruebas falsas positivas en el feocromocitoma; produce
respuesta hipertensiva paradójica con la coadministración de propranolol ( por bloqueo beta-2, componente vasodilatador del
alfa-metilnorepinefrina). Puede provocar demencia en pacientes que están tomando haloperidol. La terapia prolongada con
metildopa da Coombs positivo, anemia hemolítica autoinmune y alteración en las pruebas de funcionamiento hepático.

Aumenta los efectos hipotensores de la anestesia general; la utilización concomitante con IMAO pueden causar
hiperexcitabilidad y aumento de la tensión arterial.
Precauciones

Forma Farmacéutica

BIBLIOGRAFÍA
Sociedad de Anestesiologia del Oeste Bonaerense
http://www.saob.org.ar/index.php?operation=view&node=229
Salud.Com
http://www.salud.com/medicamentos/metildopa_oral.asp

GRUPO: Inhibidores ECA

Estructura Química:

FARMACOCINÉTICA

Vía de Administración: Oral

Biodisponibilidad
Después de la administración oral del enalapril se observan unas concentraciones séricas máximas al cabo de 1 hora. A partir
de los datos de la excreción urinaria, se deduce que el enalapril se absorbe en un 60% aproximadamente. La absorciòn del
enalapril no es afectada por la presencia de alimento en el tracto digestivo.
Una vez absorbido, el enalapril se hidroliza a enalaprilato, el verdadero inhibidor de la ECA. Las concentraciones máximas de
enalaprilaro se alcanzan unas 4 horas después de una dosis oral de enalapril.
La biodisponibilidad del enalapril y del enalaprilato en pacientes con insuficiencia renal es similar a la de los pacientes con
función renal normal hasta llegar a una filtración glomerular 30 ml/min, momento en el que aumenta el tiempo para llegar a
la concentración máxima del fármaco y las concentraciones de equilibrio ("steady state") . En presencia de esta insuficiencia
renal, también se prolonga la semi-vida de eliminación
El Enalaprilato es dializable a un velocidad de 62 ml/min. Los estudios en perros indican que el enalapril casi no cruza la
barrera hematoencefálica y por lo tanto que el enalaprilato no entra en el cerebro.
Unión a Proteínas

Volumen de distribución (L/Kg)

Metabolismo

Eliminación
La excreción del enalapril es sobre todo renal. Aproximadamente el 94% de la dosis administrada es recupera dela orina o las
heces como enalaprilato o enalapril. En la orina se detectan enalaprilato y enalapril, sin que se hayan observado otros
metabolitos diferentes
Después de una inyección IV de una dosis única, el perfil farmacocinético del enalaprilato es poliexponencial con una
prolongada fase de eliminación terminal que se corresponde con la parte del fármaco que se une a la ECA. La cantidad de
fármaco unida no aumenta con la dosis, lo que indica que el punto de fijación es saturable.

Tiempo de vida media


La semi-vida de eliminación efectiva, determinada a partir de datos cinéticos después de dosis orales múltiples es de unas 11
horas. La eliminación del enalaprilaro es sobre todo renal, recuperándose más del 90% de la dosis administrada.

FARAMACODINAMIA

Mecanismo de acción
El enalaprilato i.v. o el enalapril oral, después de ser hidrolizado a enalaprilato, inhibe la enzima de conversión de la
angiotensina tanto en el hombre como en los animales de experimentación. La ECA es una peptidil-dipeptidasa que cataliza la
conversión de la angiotensina I a la angiotensina II, una sustancia vasoconstrictora. La angiotensina II también estimula la
secreción de aldosterona por la corteza suprarrenal. Los efectos beneficiosos del enalapril en la hipertensión y la insuficiencia
cardíaca se deben a la supresión del sistema renina-angiotensina-aldosterona
La inhibición de la ECA lleva consigo una disminución de los niveles plasmáticos de angiotensina II produciendo una
disminución de la respuesta vasopresora y de la secreción de aldosterona. Aunque la disminución de la secreción de
aldosterona no es muy grande, ocasiona un pequeño aumento de los niveles plasmáticos de potasio. En los pacientes
hipertensos tratados con enalapril durante 48 semanes, este aumento llevó a ser de 0.2 mEq/L. En los pacientes tratados con
enalapril asociado a un diurético tiazídico, no se observó practicamente ningún cambio en los niveles de potasio
La supresión de la angiotensina II produce, por un efecto de retroalimentación negativa, un aumento de los niveles de renina.
La ECA es similar a la kininasa, una enzima que degrada la bradikinina, y poor lo tanto, la supresión de su actividad aumenta
los niveles de bradikinina, un peptido con potentes efectos vasodepresores. No se sabe muy bien que papel juega este péptido
en los efectos terapeúticos del enalapril. En efecto, si bien es seguro que el enalapril disminuye la presión arterial actuando
sobre el sistema renina-angiotensina-aldosterona, no sabe porque el fármaco reduce la hipertensión en pacientes con bajos
niveles de renina. Este efecto se observa sobre todo en pacientes de raza negra que tienen una hipertensión con bajos niveles
de renina y que responden peor que los blancos a los efectos del enalapril en monoterapia
Efecto y aplicación clínica
El enalapril está indicado en el tratamiento de todos los grados de hipertensión esencial y en la hipertensión renovascular.
Puede emplearse como tratamiento inicial solo o concomitantemente con otros agentes antihipertensivos, especialmente
diuréticos. El enalapril está indicado también en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca congestiva.
La administración de enalapril a pacientes con hipertensión ligera a moderada ocasiona la reducción de la presión arterial
tanto en posición supina como de pie, sin que se observe un componente ortostático. La hipotensión postural sintomática es
infrecuente, aunque puede darse en pacientes con depleción de volumen.
En la mayoría de los pacientes estudiados, después de una dosis oral de enalapril, el inicio del efecto antihipertensivo se
observa una hora después de la administración, pruduciédose la máxima reducción de la presión arterial a las 6 horas. A las
dosis recomendadas el efecto antihipertensivo se mantiene al menos durante 24 horas, aunque en algunos pacientes hay que
esperar algunas semanas para que se alcanze la reducción óptimas de la presión arterial. Los efectos antihipertensivos del
enalapril se mantienen durante la administración crónica del fármaco y no se observado efectos de rebotes hipertensivos
cuando se discontinuado la medicación de forma abrupta.

Dosis
El enalapril se debe administrar únicamente por vía oral. Dado que su absorción no se ve afectada por la comida, el enalapril
puede administrarse antes, durante y después de las comidas. La dosis usual diaria varía desde 10 a 40 mg en todas las
indicaciones. Se puede administrar el enalapril 1 ó 2 veces al día.
En presencia de insuficiencia renal, en pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva, o en aquellos que estén recibiendo
tratamiento diurético puede ser necesario emplear una dosis inicial más baja de enalapril

Hipertensión arterial esencial: la dosis inicial recomendada es de 5 mg, administrada una vez al día. La dosis usual de
mantenimiento es de 20 mg una vez al día. Esta dosis debe ajustarse según las necesidades del paciente. En pacientes de edad
mayor o igual a 65 años, la dosis inicial recomendada es de 2,5 mg.
Hipertensión renovascular: dado que en estos pacientes la tensión arterial y la función renal pueden ser particularmente
sensibles a la inhibición de la ECA (enzima de conversión de angiotensina), el tratamiento debe comenzarse con una dosis de
inicio baja, de 2,5 a 5 mg, hasta llegar a un comprimido de 20 mg una vez al día.
Tratamiento concomitante con diuréticos en hipertensión: puede ocurrir hipotensión sintomática tras la dosis inicial del
enalapril, más probable en pacientes que están siendo tratados con diuréticos, por lo que se recomienda precaución, ya que
estos pacientes pueden tener depleción de volumen o de sal. El tratamiento diurético debe suspenderse 2-3 días antes del
comienzo del tratamiento con enalapril. Si no fuese posible, la dosis inicial de enalapril debe ser baja (2,5-5 mg) para
determinar el efecto inicial sobre la presión arterial y ajustar posteriormente las dosis a las necesidades del paciente.
Función renal Aclaramiento de creatinina Dosis inicial
Alteración leve Entre 80 y 30 ml/min. 5 mg/día
Alteración moderada Entre 30 y 10 ml/min. 2,5-5 mg/día
Alteración severa (normalmente estos pacientes estarán en programa de hemodiálisis) Menos de 10 ml/min. 2,5 mg los días
de diálisis*

SEGURIDAD

Reacciones Adversas al Medicamento


El enalapril ha demostrado ser generalmente bien tolerado. En los estudios clínicos, la incidencia global de efectos
indeseables no fue mayor con el enalapril que con placebo. Para la mayoría, los efectos indeseables han sido leves y
transitorios. La suspensión del tratamiento fue requerida en el 6% de los pacientes.

Frecuentes
Los efectos secundarios más comúnmente descritos fueron: sensación e inestabilidad y cefalea. En el 2-3 por 100 de las
pacientes se describieron: fatigabilidad y astenia

Infrecuentes

Otros efectos secundarios con una incidencia menor del 2 por 100 fueron: hipotensión ortostática, síncope, náuseas, diarrea,
calambres musculares y erupción cutánea. Se ha descrito tos seca y persistente con una frecuencia entre el 1 y el 2 por 100, y
puede requerir la suspensión del tratamiento. Hipersensibilidad/edema angioneurótico: Se ha comunicado, raras veces, la
aparición de edema angioneurótico de la cara, extremidades, párpados, lengua, glotis y/o laringe

CONVENIENCIA

Contraindicaciones
El enalapril está contraindicado en pacientes con hipersensibilidad a este fármaco.
Hipotensión sintomática: La hipotensión sintomática tras la dosis inicial o en el curso del tratamiento es una eventualidad
poco frecuente (2,3 por 100 de los tratados en términos globales). En los pacientes hipertensos es más frecuente cuando existe
depleción de volumen (tratamiento previo con diuréticos, restricción de sal en la dieta, diálisis, diarreas o vómitos) o en la
hipertensión con renina alta, frecuentemente secundaria a enfermedad renovascular. En pacientes con insuficiencia cardíaca
es más probable que aparezca en aquellos con grados más severos de insuficiencia cardíaca, reflejada por el uso de dosis
elevadas de diuréticos de asa, hiponatremia o alteración renal funcional (ver Posología). Si se desarrollase hipotensión, debe
colocarse al paciente en posición supina, y puede ser necesario administrarle líquido oral para replecionarle de volumen, o
suero salino normal por vía intravenosa. El tratamiento con enalapril generalmente puede continuarse tras haber restaurado
el volumen sanguíneo y una presión arterial eficaces. En algunos pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva que tienen
presión arterial normal o baja, puede ocurrir un descenso adicional de la presión arterial sistémica con enalapril Este efecto
debe tenerse en cuenta y, generalmente, no constituye motivo para suspender el tratamiento. Si la hipotensión se hiciese
sintomática, puede ser necesario reducir la dosis o suspender el tratamiento con enalapril.
Función renal alterada: Los pacientes con insuficiencia renal pueden necesitar dosis menores o menos frecuentes de enalapril
(ver Posología). En algunos pacientes con estenosis bilateral de las arterias renales o estenosis de la arteria de un riñón
solitario o riñón trasplantado, se han observado incrementos de los niveles de urea y creatinina séricas, reversibles con la
suspensión del tratamiento. Este hallazgo es especialmente probable en pacientes con insuficiencia renal. Algunos pacientes
hipertensos con aparente ausencia de enfermedad renal previa han desarrollado incrementos mínimos y generalmente
transitorios en la urea y creatinina séricas, especialmente cuando se administró enalapril concomitantemente con un
diurético. Puede ser necesario entonces reducir la dosis de enalapril o suspender el diurético.
En pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva, la hipotensión tras el comienzo con enalapril puede llevar a un ulterior
deterioro de la función renal. En esta situación se ha descrito fracaso renal agudo, generalmente reversible. Por lo tanto, en
estos pacientes se recomienda el control de la función renal en las primeras semanas de tratamiento.
Hipersensibilidad edema angioneurótico: En pacientes tratados con inhibidores de la enzima de conversión, incluyendo
enalapril, ha aparecido en raras ocasiones edema angioneurótico de la cara, extremidades, párpados, lengua, glotis y/o
laringe. En tales circunstancias, el enalapril debe suspenderse inmediatamente y el paciente debe permanecer en observación
hasta que desaparezca la tumefacción. En aquellos casos en que la tumefacción ha quedado confinada a la cara y párpados, la
situación generalmente se resolvió sin tratamiento, aunque los antihistamínicos han sido útiles para mejorar los síntomas. El
edema angioneurótico con edema laríngeo puede ser mortal. Cuando existe afectación de la lengua, glotis o laringe que
produzca obstrucción de la vía aérea, debe administrarse inmediatamente, por vía subcutánea, epinefrina en solución 1:1.000
(0,3 ml a 0,5 ml) e instaurar otras medidas terapéuticas que se consideren apropiadas.
Cirugía/anestesia: En pacientes que van a sufrir cirugía mayor o durante la anestesia con agentes que producen hipotensión,
el enalapril bloquea la formación de angiotensina II secundaria a la liberación compensadora de renina. Si apareciese
hipotensión y se considerase secundaria a este mecanismo, puede ser corregida por expansión de volumen.
Potasio sérico: El potasio sérico generalmente permanece dentro de límites normales. En pacientes con insuficiencia renal, la
administración de enalapril puede llevar a elevación de potasio sérico, especialmente en pacientes con insuficiencia renal,
diabetes mellitus y/o diuréticos ahorradores de potasio concomitantes.
No existen estudios adecuados y bien controlados en mujeres embarazadas. El enalapril debe emplearse durante el embarazo
sólo si el potencial beneficio justifica el riesgo potencial para el feto. Existe un riesgo potencial de hipotensión fetal, bajo peso
al nacer y descenso de la perfusión renal o anuria en el feto tras la exposición uterina a los inhibidores de la enzima de
conversión. En cualquier neonato que estuvo expuesto al enalapril durante el periodo intrauterino, deben observarse
estrechamente el flujo de orina y presión arterial. Si lo requiere, deben adoptarse las medidas terapéuticas apropiadas,
incluyendo la administración de fluidos o diálisis para extraer el enalapril de la circulación. Por tanto, el uso rutinario de
inhibidores de la enzima de conversión durante los últimos estadios del embarazo no se recomiendan.

Interacciones
Puede ocurrir un efecto aditivo cuando se emplee enalapril conjuntamente con otros fármacos antihipertensivos.
Antiinflamatorios no esteroideos (indometacina y otros AINES): En algunos pacientes con insuficiencia renal tratados con
AINES, la administración concomitante de inhibidores de la ECA (por ejemplo lisinopril o enalapril) puede aumentar el
deterioro de la función renal. Estos efectos suelen ser reversibles. Por lo tanto, la presión arterial debe ser vigilada si se
administran anti-inflamatorios a pacientes tratados con enalapril. La aspirina puede reducir la eficacia vasodilatadora de los
inhibidores de la ECA al inhibir la síntesis de prostaglandinas. Esta interacción está bien documentada en pacientes con
insuficiencia cardíaca. Sin embargo, la aspirina es beneficiosa en combinación con un inhibidor de la ECA en casos de
enfermedad coronaria isquémica y disfunción del ventriculo izquierdo. Por este motivo, los pacientes que reciban salicilatos y
un inhibidor de la ECA deberán ser vigilados para comprobar una adecuada respuesta antihipertensiva.
La administración conjunta de propranolol y enalapril reduce las concentraciones séricas de enalaprilato, pero esto no parece
tener significación clínica.
El captopril, el enalapril y posiblemente otros inhibidores de la ECA pueden exaltar la actividad de los antidiabéticos orales.
Se ha observado hipoglucemia cuando el captopril se añadió a un tratamiento con metformina o gliburide a pacientes con
diabetes tipo 2. Se tomarán precauciones si se administra enalapril a diabéticos tratados con antidiabéticos orales
Generalmente, no se recomienda la utilización de suplementos de potasio o diuréticos ahorradores de potasio como
espironolactona, triamtereno o amilorida, ya que pueden utilizarse con precaución y con frecuentes controles del potasio
sérico. En efecto el enalapril disminuye la secreción de aldosterona, produciendo pequeños incrementos en el potasio
plasmático.
Azatioprina: el uso de inhibidores de la ECA en pacientes hipertensos tratados con azatioprina ha mostrado inducir anemia y
leucopenia severa. Debe evitarse el uso de esta combinación siempre que sea posible, Cuando es necesario un tratamiento con
azatioprina y enalapril, el paciente deberá ser vigilado cuidadosamente para detectar la posible aparición de la
mielosupresión.
El enalapril reduce la excreción de sales de litio y aumenta el riesgo de efectos cardiotóxicos y neurotóxicos por litio. Se han
descrito algunos casos de intoxicación por litio en pacientes tratados concomitantemente con litio y enalapril con un síntomas
que fueron reversibles al discontinuar ambos fármacos. Por lo tanto, si se administran ambos fármacos se debe monitorizar
con frecuencia los niveles plasmáticos de litio
Ciclosporina: se han observado algunos casos de insuficiencia renal aguda cuando se añadió enalapril a pacientes
transplantados tratados con ciclosporina. El efecto vasoconstrictor aferente renal de la ciclosporina y a la hipoperfusión renal
producida por este fármaco, requiere de una respuesta por parte de la angiotensina II para mantener la velocidad de filtración
glomerular. La inhibición de la enzima de conversión puede reducir la función renal. Hay que vigilar estrechamente la función
renal en los pacientes que reciben ciclosporina y inhibidores de la ECA simultáneamente.
Complejo de hierro gluconato sódico: se han observado reacciones sistémicas en pacientes tratados con el complejo de
gluconato de hierro durante un tratamiento concomitante con enalapril. Las reacciones fueron eritema, fiebre alta,
hipotensión, calambres abdominales y diarrea. Es posible que el complejo de hierro aumente el riesgo de reacciones alérgicas
o anafilácticas en pacientes tratados con inhibidores de la ECA por lo que se deberán tomar precauciones.
El espino blanco, Crataegus laevigata puede reducir la resistencia vascular periférica. El uso de esta planta medicinal en
combinación con fármacos antihipertensivos puede ocasionar reducciones adicionales de la presión arterial en algunos
individuos y por lo tanto se deberá comprobar con frecuencia la presión arterial en estos pacientes.

Precauciones
Advertencia: Si se administran durante el segundo y tercer trimestre del embarazo, los inhibidores del enzima de conversión
de angiotensina (grupo al que pertenece este producto) pueden causar daño y muerte fetal. Si se detecta embarazo, la
administración de este medicamento debe ser suspendida lo antes posible.
Madres lactantes: No se conoce si el enalapril se excreta por la leche materna. Debido a que por la leche materna se excretan
muchos fármacos, debe tenerse precaución si se administra enalapril en una madre lactante.
Empleo en pediatría: el enalapril no se ha estudiado en niños.

Forma Farmacéutica
• ACETENSIL comprimidos de 20 y 5 mg
• BARIPRIL comprimidos de 20 y 5 mg
• BITENSIL comprimidos de 20 y 5 mg
• CORPRILOR comprimidos de 20 y 5 mg
• CRINOREN comprimidos de 20 y 5 mg
• DABONAL comprimidos de 20 y 5 mg
• DITENSOR comprimidos de 20 y 5 mg
• ENALAPRIL comprimidos de 20 y 5 mg
• ENALAPRIL RATIOPHARM comprimidos de 20 y 5 mg
• HERTEN comprimidos de 20 y 5 mg
• HIPOARTEL comprimidos de 20 y 5 mg
• IECATEC comprimidos de 20 y 5 mg
• INSUP Comp. 20 mg
• NACOR comprimidos de 20 y 5 mg
• NAPRILENE comprimidos de 20 y 5 mg
• NEOTENSIN comprimidos de 20 y 5 mg
• PRESSITANcomprimidos de 20 y 5 mg
• RECA Comp. 20 mg
• RENITEC comprimidos de 20 y 5 mg

BIBLIOGRAFÍA

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