Sei sulla pagina 1di 5

INFORME TÉCNICO DE TASACIÓN DE

PERJUICIOS y REPARACION INTEGRAL

N.I.: 33904

ACUSADO: EDWIN ANDRES NARANJO


GUZMAN

SOLICITADO POR:

DR. SAMUEL DUARTE

12 DE MAYO DEL 2014


1. INFORMACIÓN GENERAL DE LOS HECHOS

La siguiente información fue obtenida del escrito de Acusación y el proceso que


reposa en el Despacho.

1.1 . PERSONAS INVOLUCRADAS

VICTIMA: MARISOL CAICEDO LASSO


ACUSADO: EDWIN ANDRES NARANJO GUZMAN

2. CONDICIONES DE LOS HECHOS

Siendo aproximadamente las 7 A.M, del día 27 de marzo del 2014, en la calle 42
con carrera 8 esquina frente a la cancha de microfútbol del barrio Villa Marlen II No.
14-42 del barrio Pueblo Nuevo, dos individuos entraron a la vivienda referida de
propiedad de la señora MARISOL CAICEDO LASSO, cuando esta se encontraba
sola y violentaron las chapas de la vivienda y hurtaron la suma de $ 10.000.000.oo

3. CUANTIFICACIÓN DE LOS DAÑOS MATERIALES:

3.1. DAÑOS EMERGENTES:

En los elementos de prueba no se observa que la víctima tuvo que gastar dinero
alguno por causa del punible de Hurto Calificado Agravado, sin embargo en vista de
que existió denuncia penal claramente la víctima tuvo que trasladarse hasta la
Fiscalía General de la Nación para interponer la queja, así mismo la reparación o
reposición de chapas de seguridad de la referida vivienda se cuantifica lo siguiente:
3.1.2. TOTAL DE DAÑOS EMERGENTES EN DINERO:

La suma total del monto a indemnizar a la víctima por daños emergentes Son:

$ 200.000.oo Mcte. Por concepto de tres chapas.


$ 20.000.oo Mcte. Por concepto de transportes.

4. CUANTIFICACION DE LOS DAÑOS MORALES:

Cuando se viola uno de los derechos inherentes a la personalidad del sujeto se


provoca un daño moral que debe ser indemnizado.

Ese daño moral debe entenderse como la lesión a intereses no patrimoniales del
damnificado, que consiste en el desmedro o desconsideración que el agravio pueda
causar en la persona agraviada o los padecimientos síquicos, la pena moral las
inquietudes cualquier molestia que pueda ser consecuencia del hecho perjudicial.

Con la reparación del daño moral se indemniza el quebranto que supone la el hecho
punible o disminución de bienes no patrimoniales, pero igualmente protegidos por
representar un valor en la vida del hombre, como ser el honor, la paz, la tranquilidad
de espíritu, la libertad individual, el derecho a la imagen o a la intimidad, el derecho
a la libre locomoción y los demás sagrados afectos. La reparación se justifica como
reafirmación del derecho, protegiéndose así los valores morales atacados a través
del medio más idóneo para hacerlos: el dinero.

El daño moral directo cumple una función satisfactoria desde la perspectiva


resarcitoria; en consecuencia, no puede cuestionarse la fijación de una suma
dineraria por tal concepto.

Valorar el daño es determinar su entidad cualitativa, o, lo que es igual, esclarecer


su contenido intrínseco o composición material y las posibles oscilaciones de
agravación o de disminución, pasadas o futuras, y suponen, en el caso del daño
moral, indagar sobre la índole del interés espiritual lesionado y sobre las
proyecciones disvaliosas en la subjetividad del damnificado que derivan de dicha
minoración.
De modo pues que el daño moral se determina en función de la entidad que asume
la modificación disvaliosa del espíritu de la víctima en el desenvolvimiento de su
capacidad de entender, querer o sentir, y por la repercusión que tal minoración
determina en su modo de estar, que resulta siempre anímicamente perjudicial.

No obstante, determinar el valor y cuantificación indemnizatoria del daño moral


resulta ser un problema extremadamente delicado. Es que entre el padecimiento
espiritual y la indemnización dineraria, dado que los intereses extra patrimoniales
afectados y la espiritualidad quebrantada no tienen una exacta traducción
económica; a lo cual debe adicionarse que las perturbaciones anímicas suelen
quedar en el fuero interno del damnificado.

Es entonces cuando a la señora MARISOL CAICEDO LASSO, le es arrebatado la


suma de $ 10.000.000.oo, por ello, tasar un perjuicio moral en dinero es algo que
se encuentra intrínsecamente en la persona y solo ella sabe cuánto es su
sufrimiento, y para ello se debe probar su sentimiento; para el caso que nos ocupa
dentro del proceso no se evidencia prueba médica de perturbación psíquica de la
víctima, situación que se hace imprescindible para conocer de dicho daño, por lo
anterior, no se puede tazar el monto a indemnizar por daños morales, para ello
existe la audiencia de reparación integral a la que puede acudir la víctima.

5. DAÑOS MATERIALES:

La victima manifestó, que en el hecho se le hurto:

La suma de DIEZ MILLONES DE PESOS ($ 10.000.000.oo.)

Teniendo en cuenta lo anterior, se debe presumir de la buena fe de las personas


cuando se indica una perdida dineraria o de algún objeto mueble, sin embargo se
trata de una situación que puede comprometer la libertad de una persona, y debe
estar soportado con elementos de prueba suficientes para demostrar que el dinero
si existía, lo que denomina la jurisprudencia la preexistencia de los elementos, en el
proceso no se evidencia documentación alguna que demuestre que los elementos
hurtado existían o que fueran reales, lo que sin duda genera una incertidumbre de
que si ese dinero se encontraba en la vivienda o solo es una invención para justificar
un elemento de menor valor o para que se judicialice a alguna persona.

En estos casos, la jurisprudencia ha advertido que solo basta con la reparación de


la mitad de los bienes objeto de desaparición y con ello es suficiente para que el
Juez de conocimiento pueda acceder a la concesión del beneficio que trata el
artículo 269 del código penal.

En este orden de ideas los perjuicios ocasionados a la víctima son:

CINCO MILLONES DE PESOS (5.000.000.oo)

Atentamente,

JHON BRAYAN ENCISO QUINTERO


C.C. No. 1.110.477.397 de Ibagué
T.P. No. 201.411 del C.S.J.

Potrebbero piacerti anche