Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
DE LA PROBLEMÁTICA CURRICULAR*1
En este capítulo se desarrollan, dentro de una idea de negatividad, los límites de la problemática
curricular, explicándola desde la perspectiva del modelo social en el que surge este discurso
educativo. Las tesis centrales que se exponen son:
b) La teoría curricular nace como expresión de una “nueva” articulación entre escuela-sociedad. La
mediación de esta articulación está proporcionada por la génesis de la industrialización a través de
máquinas y con el surgimiento de los grandes monopolios. En este contexto se transforma la sociedad
estadounidense y se reclama socialmente una transformación de la escuela, la cual requiere de la
formulación de un nuevo discurso pedagógico. El nuevo discurso pedagógico se expresa a través de:
teoría curricular, evaluación y tecnología educativa (sistematización de la enseñanza);
c) Existe una gran similitud conceptual (y epistemológica) entre las expresiones de la pedagogía
industrial (currículo, evaluación y tecnología educativa), sus bases son de corte positivista-
funcionalista, conductual (y recientemente cognoscitiva) y se encuentran fincadas en la lógica de la
administración científica del trabajo;
d) En esta perspectiva se encuentran con relativa claridad las perspectivas y las limitaciones de la
teoría curricular.
La escuela, como institución social, ha ido evolucionando de acuerdo a las estructuras sociales
existentes, de tal manera que la institución educativa 2 actual no es sólo la expresión de la evolución
** Tomado de El currículo escolar. Surgimiento y perspectivas. Aique Grupo Editor, Buenos Aires 1994, pp. 12-33
11 Versión corregida de Los orígenes de la problemática curricular. México, 1986.
2 2 El término “institución educativa” se retoma de la corriente institucionalista para expresar: “a) una manifestación por
comportamiento y modos de pensamiento (y no por relaciones de producción); b) tales comportamientos y modos de
pensamiento no tienen como fuente la personalidad, la psicología individual, por el contrario son impersonales y
interna de un sistema educativo que tiende a ser más desarrollado; también es, a su vez,
consecuencia de la necesidad de adecuar la misma escuela a las nuevas situaciones sociales
específicas. En concreto, el nacimiento de los sistemas educativos y la organización escolar que
conocemos hoy se debe a la transformación social que lleva a destruir la estructura interna del mundo
feudal.
De esta manera, “la institución educativa del capitalismo naciente se presenta como
sustitución de una práctica educativa de la sociedad medieval centrada en: educación militar-
caballeresca, educación del clero y aprendizaje artesanal.”3
Ya Durkheim había señalado desde un marco conceptual diferente esta situación cuando
expresaba: “En la Edad Media la educación era ante todo cristiana; en el Renacimiento toma el
carácter más laico y más literario”. Podemos afirmar que existe consenso entre diversos tratadistas
sobre lo educativo, que la conformación actual del sistema, en cuanto tal, responde a elementos o
características básicas del desarrollo del capitalismo.
En documentos elaborados por la Comisión Internacional sobre el Desarrollo de la Educación
de la UNESCO, responsable de establecer la situación de la educación en el mundo y formular
recomendaciones y estrategias, se reconoce que mientras en el periodo colonial en África la
enseñanza no escolarizada estaba bajo la responsabilidad de la familia, el clan o la tribu, con la
instauración del régimen colonial se establece una enseñanza que corresponde a los requerimientos
económicos de los colonizadores, y, asimismo, “hasta una época reciente la educación escolar era uno
de los símbolos de dominación colonial de los pueblos colonizados”. 4
Podemos afirmar que la estructura del actual sistema educativo (y por tanto de la institución
escolar) es entendible a partir del surgimiento del capitalismo. Esta afirmación se funda en un
conjunto de corrientes (aun de diverso origen conceptual) que reconocen tal situación, aunque den
interpretaciones diferentes sobre sus orígenes. Para unos ella es el resultado de una evolución
científica de lo educativo, y para otros refleja la relación entre clases sociales y poder en la sociedad. 5
colectivo; c) comportamientos y pensamiento colectivos constituyen una herencia del pasado, un gobierno de los
muertos sobre los vivos”. Lapassade, G. Lourau, R., Claves de la Sociología. Laia, Barcelona, 1974, p. 191.
3 3
Durkheim. E., Educación y sociología. Linotipo, Bogotá, 1976, p.60. Más adelante añade el autor: “Sila educación
romana hubiera tenido impreso un liberalismo comparable al nuestro, la ciudad romana no habrá podido mantenerse”,
”las sociedades cristianas de la Edad Media no habría podido vivir si hubieran dado al libre examen el lugar que le damos
nosotros hoy en día”.
4 4
Labani, C., “Las finalidades de la educación” en El devenir de la educación. Tomo II. Sept. 1970, pp. 68-70. Los trabajos
presentados por esta comisión en la década de los años setenta culminaron con la presentación del libro Aprender a ser.
5 5
“Las categorías pedagógicas no podrán deducirse de conceptos económicos o sociológicos pero deberán dar cuenta de
los procesos económico-sociales-culturales en los cuales los procesos educativos nacen y se desarrollan. La pedagogía
deberá dar cuenta de su pertenencia a la historia social de historicidad de su objeto”. Puiggros, A., Imperialismo y
educación en América Latina. Nueva Imagen, México, 1980. p.31.
6 6
Manganiello propone dos etapas para el desarrollo de la pedagogía: “a) Precientífica y b) Científica, esta última
subdividida en: Iniciación científica y madurez científica (…) Ratke y Comenio son los primeros que trabajaron en un
intento de someter el saber pedagógico a una estructura independiente (…) y en la segunda mitad del siglo XIX la
pedagogía se fundamenta en los conceptos positivistas. Manganiello, E., Introducción a las ciencias de la educación.
Librería del Colegio, Buenos Aires, 1973, pp. 185-187.
7 7
En todo caso es necesario puntualizar que previamente al trabajo de Comenio se encuentran los ensayos de Ratke.
8 8
Aebli, H., Hacia una didáctica fundada en la psicología de Jean Piaget, Kapelusz, Buenos Aires, 1969, pp. 9-19.
de estudios,9 y 3) la posibilidad de una enseñanza simultánea a grupos de alumnos, frente a la clásica
enseñanza individual (o tutorial) de la época.
Es de notar que desde el inicio mismo del pensamiento didáctico se plantea la problemática de
los planes de estudio y, más aún, este tratamiento continúa vigente en los recientes textos de
didáctica”.10 En este punto nuestro interés se centra en determinar factores que incidieron en el
surgimiento y desarrollo de planteamientos curriculares alternativos a las propuestas clásicas referidas
a los planes de estudio. Esto es, sostenemos que el surgimiento del discurso curricular se encuentra
íntimamente ligado a las exigencias de un modelo social que reclama una funcionalización de la
escuela acorde con el desarrollo social.
Una revisión de los autores que han trabajado esta temática, refleja que ella tiene inicialmente
una conformación basada en la pedagogía estadounidense 11 y que su difusión e internacionalización
se realizan en una etapa posterior. Baste señalar que los primeros trabajos de este modelo
pedagógico son traducidos al español a los veinte años de haberse publicado originalmente.
9 9 “El fin y objeto de la escuela común es que toda la juventud entre los seis y doce años se instruya en todo aquello cuya
utilidad abarca la vida entera. Leer con facilitad, escribir con propiedad conforme a las leyes de la gramática, numerar
cifras y operaciones, medir con arreglo a longitudes, latitudes (…) conocer lo suficiente en el orden económico y político
para darse cuenta de lo que deben hacer en su casa, no deben ignorar las generalidades de la historia de la creación del
mundo (…)”, “en la escuela latina serán necesarias para la ordenada cultura seis clases distintas, cuyas denominaciones
pueden ser las que siguen empezando por la inferior: Gramática, Física, Matemática, Ética, Dialéctica, Retórica”. Comenio,
J. A., Didáctica Magna. Porrúa, Sepan Cuántos, México, 1970, pp. 168-174.
1010 “se nos ofrecen dos posibilidades de ordenar el material discutidas y ensayadas desde hace mucho: a) la forma de
enseñanza dividida en materias o asignaturas acostumbrada y practicada de antiguo y b) la forma llamada enseñanza
globalizadota o integrada que parte de fenómenos o totalidades vitales”. Stöker, K., Principios de didáctica moderna
Kapelusz, Buenos Aires, 1964 (1ª. Edición alemana, 19854), pp. 199-200.
1111 “En la década 55-65, una pedagoga funcionalista (ligada directamente a la producción sociopedagógica, antropológica y
pedagógica imperialista) se instaló como producto de importación desligada de la tradición positivista pedagógica
latinoamericana (…) el origen del funcionalismo pedagógico latinoamericano, entonces, debe rastrearse en el modelo
pedagógico de Dewey”. Puiggros, A., Op. cit., p. 15.
1212Ragan, W., El currículum en la escuela primaria. Ateneo, Buenos Aires, 1972, pp. 6-7
1313Eggleston, J., Sociología del currículo escolar, Troquel, Buenos Aires, 1980, p. 38.
1414 Taba, H., Op. cit., p. 15
1515 Este autor, utilizando el término currículum para situaciones previas a esta época, expresa: “Rousseau, colocaba la
naturaleza del niño por encima de la naturaleza del currículo (…) Froebel desarrolló un currículo centrado en torno a la
naturaleza del niño”. En este sentido es susceptible a la crítica que previamente hicimos a los otros autores. Cfr. Doll, R.,
El mejoramiento del currículum. Ateneo, Buenos Aires, 1979, páginas 7-12.
En síntesis, podemos afirmar que: a) los mismos autores estadounidenses hacen un
reconocimiento (implícito) del surgimiento de la problemática curricular, en relación al período de
industrialización de la sociedad norteamericana; b) aquellos autores que hacen una equivalencia entre
currículo, plan de estudios y organización de temas, confunden las bases conceptuales que dan
génesis a la construcción de una pedagogía para la sociedad industrial.
Los diversos procesos de reformulación curricular en los que hemos participado o asesorado,
en diversas universidades mexicanas, nos han permitido realizar una serie de valiosas constataciones
en esta materia. Habitualmente se tiende a que el estudiante prioritariamente logre aquellas
actividades técnico-profesionales que de forma inmediata demanda el aparato productivo en
detrimento de una formación más amplia.
Las propuestas curriculares han adquirido cierto “status”, que las ha hecho “imprescindibles”
en la reformas de los sistemas educativos. Esta concepción sobre los planes y programas de estudio
ha adquirido legitimidad social, tanto para la construcción de un nuevo plan como para su
transformación. En este sentido se ha impuesto en las instituciones educativas la dedicación de
personal para la investigación y desarrollo de esta temática, 31 labor que realizan en ocasiones
estudiando únicamente los problemas técnicos que de ella emanan, sin llegar a la problemática que
originan tales planteos.
Para una aproximación más detallada del surgimiento de tal teoría educativa, efectuaremos
una subdivisión, considerando una primera etapa que se da entre 1840 y 1890, en la que el proceso
de incipiente industrialización repercute en una reforma de la escuela y en la generación de nuevas
prácticas escolares.
Una segunda etapa comprende de 1890 a 1930, en la que el desarrollo del discurso
psicológico de corte científico, la generación de una teoría educativa acorde a los postulados de una
filosofía pragmática, actúan como un contexto en el surgimiento de los primeros ensayos sobre el
currículo.
A partir de 1840 un conjunto de actores sociales lucha por impulsar “su” visión de la “nueva”
sociedad a través de una educación diferente.
Al finalizar este período (hacia 1890) las “escuelas estaban organizadas para fomentar el
desarrollo industrial capitalista, producir una clase obrera con pautas de comportamiento
interiorizadas y una estructura obediente a la autoridad”, 32 eso es, se plantea una práctica educativa
diferente, en la que se ajustan los contenidos de la enseñanza y donde surge la necesidad de una
construcción conceptual (una pedagogía) que sirva de sustento a tales prácticas.
Mann aseguraba a los hombres de negocios que las escuelas públicas preservarían el orden,
acrecentarían la riqueza y resguardarían la propiedad. 34 Este sistema educativo debía estar sostenido
por los impuestos; la asistencia a la escuela debía convertirse en obligatoria; como resultado de una
sociedad libre se enseñaría “a los pobres a ver las diferencias sociales sin envidia”, 35 la escuela tendría
la misión de “dar seguridad del funcionamiento de la libre empresa, había que hacer que los obreros
se identificaran con el desarrollo del sistema, aunque éste fuera injusto. Había que meterle en la
cabeza a la gente que al recibir educación resolvería los problemas de la pobreza y el desempleo.” 36
El utilitarismo del nuevo proyecto educativo es evidente; “Mann pone la educación al servicio
del progreso y aporta elementos fundamentales para una teoría pedagógica basada, al mismo tiempo,
en la moral y en las necesidades prácticas.”37
Tal como afirma Carnoy, los reformadores centristas (esto es, los vinculados a la Junta Estatal
de Educación) se enfrentaban a los maestros de las primeras locales en su concepción educativa.
Esta lucha adquiría su concreción en el plan de estudios; mientras los maestros sostenían que era
necesario un currículo absoluto que enseñara los deberes de la vida, los reformadores exigían una
fuerte disciplina en el aula. En el fondo, esta pugna representaba un problema de poder entre la
Junta Estatal y la autonomía de los maestros. “Mann demostró su poder sobre los maestros
modificando el plan de estudios y, por ende, el modo de enseñar de los maestros”. 38
Por otra parte, mientras la Junta Estatal buscaba que los hijos de los obreros asistieran de
manera obligatoria a la escuela, éstos rechazaban la educación técnica y se unían a los ciudadanos sin
hijos para protestar por los impuestos que se cobraban para gastos educativos, 40 Asimismo, algunos
sindicatos obreros protestaban porque las escuelas de artes y oficios engendraban esquiroles. 41
Esta idea no estaba lejos del proyecto que los empresarios pretendían impulsar con su apoyo
a la “nueva” escuela. A través de su asistencia económica a la educación manual, “lo que realmente
querían era un adiestramiento técnico eficaz, que liberase de las crecientes reglamentaciones
gremiales.”42
Cuando Auchmuty presentó un proyecto de educación técnica a los empleadores, expresó que
el taller artesanal ya no era la mejor manera de aprender un oficio, y prometió que los graduados de
estas escuelas trabajarían relativamente independientes del control sindical.
3333 “Tenía considerable reputación en el Senado, apoyó la construcción del ferrocarril, un sanatorio para locos, reformas a
las leyes sobre deudas (…) En el caso de que Mann aceptara, Dwigth el industrial estaba dispuesto a completar en forma
privada su sueldo”. Bowles, S., Gintis, H., Op. cit., p.218. Carnoy lo califica como la primera reforma educativa de
envergadura en los Estados Unidos, Carnoy, K., Op. cit., p.224.
3434Cremin, L., Op. cit., p.224 5º Informe a la Junta de Educación de Massachussetts.
3535Bowles, S y Gintis, H., Op. Cit. P. 221
3636Carnoy, M., Op. cit., p. 235
3737Puiggros, A., Op. cit., p. 98
3838Carnoy, M., Op. cit. pp. 230-231
3939Cremin, L., Op. cit., p.23
4040Bowles, S., Gintis, H., Op. cit., p.228
4141Cremin, L., Op. cit., p. 27. “Tales escuelas no son, ahora, ni más ni menos que escuelas que engendran esquiroles.”
4242Cremin, L. Op. cit. pp.25-27.
Los hombres de negocios apoyaban el desarrollo de la escuela pública en tanto se orientara
hacia los negocios. Concibiendo la escuela como preparación al trabajo, sostenían que “no podían
darse el lujo de contratar gente nueva cada semana y enseñarle a trabajar.” 43
Las escuelas se organizaron según la imagen de eficiencia que proyectaban las fábricas. Se
crearon grandes escuelas, cuya administración sería más fácil, y hasta los mismos inspectores
escolares “se pensaban como gerentes de fábricas.”44
La instrucción de los negros también fue objeto de discusión en este momento. Al principio
de esta etapa (1840) sólo se les consideraba “aptos” para el trabajo manual, considerando “peligroso”
proporcionarles una educación “que les hiciera perder su buena mano para el arado, que les hiciera ir
más allá de sí mismos”45 Al finalizar este período (1890) se aceptaba permitirles el acceso a las
escuelas técnicas. Los industriales daban su apoyo a esta instrucción con el fin de hacer frente a la
organización sindical de los trabajadores blancos.
Esta era la situación existente cuando se abrió en Baltimore la primera escuela pública de
adiestramiento (1884), situación que obligó a los maestros a discutir la necesidad de lograr un
equilibrio entre la formación intelectual y manual. 46 La postura de la Asociación Nacional (NEA)
progresivamente cambió hasta defender la educación técnica en la escuela.
Estos elementos permiten afirmar que en 1890 las bases de un nuevo sistema educativo
estaban presentes. Se había avanzado en la definición de un nuevo tipo de educación, una
organización distinta de la escuela, una actitud de maestros y alumnos hacia ese tipo de instrucción y
una mayor articulación entre educación y aparato productivo, teniendo como eje de tal problemática
lograr el control de los maestros, de los alumnos y de los trabajadores.
En este periodo precedente a la depresión de los años treinta, se construyen nuevos discursos
en el ámbito social (taylorismo), psicológico (conductismo) y filosófico (pragmatismo).
Para Hilda Taba, la crisis educacional de 1890 marca el punto de renovación de la escuela
estadounidense. En estos años el director del periódico “TheForum” contrata al pediatra Rice para
que visite las escuelas del país y entreviste a los maestros. Los reportajes realizados conmovieron al
público lector.47
Los empresarios tenían una influencia importante en las escuelas; “la verdadera solución para
la enseñanza técnica era una escuela complementaria práctica, dirigida por hombres de negocios.” 48
4343 Aun más expresaban que “los inmigrantes irlandeses representaban un grupo no domado que había que incorporar a
los nuevos valores”. Carnoy, M., Op. cit., páginas 229-237.
4444Carnoy, M., Op. cit., pp. 231-236
4545 El autor añade: “tal es la categoría que le había fijado el sistema económico, se crearon leyes que permitían pagar
menos a los maestros negros, la educación industrial de este sector resultó aceptable para los industriales del norte que
querían una mano de obra preparada, dócil, y para los blancos del sur que no querían que los negros leyeran”. Carnoy, M.,
Op. cit., pp. 257-288.
4646Cremin, L., Op. cit. pp.23-25
4747 “Rice vistió más de treinta ciudades y se entrevistó con doce mil maestros. Cuando apareció su primer artículo en
octubre de 1982 él y Page (editor) se dieron cuenta de que habían puesto el dedo en la llaga”. Cremin, L. Op. cit. p.2
4848 “El sistema escolar y técnico independiente de Wisconsin, controlado por la Junta de Educación Industrial, era el
modelo que había que seguir”. Cremin, L., Op. cit., p. 40.
Una investigación sobre el control de la educación (1915) mostró que las juntas escolares
estaban integradas en dos terceras partes por industriales y profesionales liberales (médicos, dentistas
y abogados), mientras que la mayoría de la población trabajadora sólo tenía una representación de
una décima parte.49
Al defender que la enseñanza técnica debía estar a cargo de los empresarios, se llegaba a
sostener que “los educadores cuidarían sólo de aquellos niños con aptitudes para las actividades
intelectuales.”56 Argumento que deja en claro la concepción que tenía de los maestros.
La década de los años veinte es particularmente prolífica en este campo. En ella se publican
cinco libros sobre el currículo, el más antiguo de los cuales es el de Franklin Bobbit, intitulado The
Curriculum (Boston, 1918)63. Para este autor, “la función del responsable de la elaboración del plan
de estudios es comparable con la de un ingeniero”. En tanto la función de la educación es preparar
para la vida adulta, la tarea del que elabora el plan de estudios es clasificar y detallar la gama total de
la experiencia humana con miras a desarrollar un currículo que capacite para ella. 64
La manera como este autor retoma la clásica formulación de Dukheim sobre los fines de la
educación, “preparar para la vida adulta”, no despierta ninguna duda. Sin embargo, queda claro que
la función del “ingeniero curricular” es instrumentar esta preparación. Los fines de la educación son
determinados en otros ámbitos disciplinarios: la filosofía, la sociología, en el caso particular, las
exigencias de un proceso de industrialización demanda a la educación como condición de su propia
dinámica. Lo curricular queda, por tanto, circunscrito a la operación de tales fines.
En este sentido, la teoría curricular tuvo que construir un conjunto de conceptos: diagnóstico
de necesidades, perfil del egresado, objetivos, etc., que le permitieran desarrollarse como una
pedagogía de la sociedad industrial. La lógica interna de “lo curricular” se preocupó por el desarrollo
de habilidades técnico-profesionales que se requieren para la incorporación del sujeto al mercado
5858En 1880 aparece Principles of Psychology, de James; en 1884, Talk on Pedagogies, de Parker, en 1898, Animal Intelligent,
de Thorndike ; en 1899, Talk to the teachers on psychology, de James; y The School and the Society, de Dewey.
5959 “La diferencia sobre la educación fue inevitable. Poco después de la declaración de guerra, Dewey declaro a un grupo
de educadores técnicos que a lo largo de la historia las guerras siempre habían ayudado a las fuerzas de readaptación
educacional”. Cremin, L., Op. cit. p. 144. Resulta también significativo que sea un discípulo de Dewey quien se convierta
en uno de los exponentes clásicos de lo curricular; me refiero a Tyler.
6060 Apoyándose en datos de Yerkes se decía que la edad mental de los norteamericanos era de catorce años y que en
consecuencia la mayor parte de los habitantes de ese país no podían concluir la secundaria. Cremin, L. Op. cit. pp. 144-
150.
6161 “Mientras en 1820 el 58% de la población se dedica a la agricultura, en 1850 sólo lo hace el 15%, en tanto el empleo en
las fábricas crecía correspondientemente.”
6262 El autor añade: “La lista no era completa”. Cremin, L., Op. cit. pp. 249 y 223.
6363 Los otros textos son: En 1923, Currículum construction, de Chartres; en 1924, HowtoMake a Currículum de Bobbit; en
1927, Currículum making in a elementarySchool, de Tippett y otros, y en el mismo año, The Denver Programo f Currículum
Revision, de Newlon.
6464Cremin, L., Op. cit. p. 159.
laboral,65 en detrimento de una formación más amplia. El “control” como determinación exacta del
contenido que se ha de enseñar, del comportamiento (conductual) que se desea obtener, de la
“necesidad” por satisfacer, se convierte en el eje de esta problemática. La eficiencia en la institución
y en la adquisición de habilidades, así como la internalización de actitudes de orden, obediencia y
sumisión, constituyen el proyecto de “formación” del individuo de esta sociedad.
Esta perspectiva posibilita, por una parte, una mejor comprensión en relación al surgimiento
de lo curricular y el desplazamiento de la didáctica, y, por la otra, captar las limitaciones de orden
estructural que se encuentran en la problemática de los planes de estudio.
Por formación, en el siglo XX, se entenderá preparación para el empleo. El campo del
currículo responde a una teoría que busca establecer la articulación entre escuela y empleo, de ahí
surgen sus conceptos, de ahí surge su forma de pensar los problemas educativos.
Los que hemos intentado construir “alternativas”, nos enfrentamos a un límite en esta
posibilidad, límite que está dado por la lógica productivista a la que trata de enfrentar el campo del
currículo. No es que desde la perspectiva latinoamericana no se hayan elaborado propuestas
interesantes y que integren otros valores a esta perspectiva, sino que sencillamente el límite de
nuestra perspectiva se topa con la lógica del campo. Por ello iniciamos este capítulo estableciendo la
idea de una perspectiva de negatividad hegeliana en nuestra aproximación.
6565 “Los hombres de negocios de Nueva York, San Luis y Chicago criticaron severamente el estrecho criterio intelectual del
programa de estudios de las escuelas secundarias y exigieron que se diese lugar preponderantemente a la educación técnica
y al adiestramiento manual”. Cremin, L., Op. cit., p. 15