Distingue desde un primer momento entre representación y concepto de las
cosas, y por ello no entiende sólo dos formas y grados de conocimiento de la realidad, sino dos cualidades de la praxis humana. La realidad se presenta al hombre corno el campo en que ejerce su actividad práctico-utilitaria y sobre cuya base surge la intuición práctica inmediata de la realidad, con base a esta relación práctica el hombre forma sus representaciones con las que capta lo fenoménico, la práctica utilitaria de cada día crea "el pensamiento común" que es la forma ideológica del obrar de cada día. Pero el mundo que se revela en la práctica fetichizada, en el traficar y manipular, no es el mundo real, aunque tenga la "consistencia" y la "validez" de este mundo, sino que es el "mundo de la apariencia", de la pseudoconcreción que es un claroscuro de verdad y engaño. La dialéctica de lo concreto, que se efectúa como: l) crítica revolucionaria de la praxis de la humanidad, que coincide con el proceso de "humanización del hombre; 2) el pensamiento dialéctico, que disuelve el mundo fetichizado de la apariencia para llegar a la realidad y a la "cosa misma"; 3) la realización de la verdad y la creación de la realidad humana en un proceso ontogénico.
La reproducción espiritual y racional de la realidad, desarrolla la teoría
del conocimiento del autor. La conciencia humana es unidad de dos formas de conocimiento uno explícito, fundado, racional y técnico (con el que se conocen los objetos); otro intuitivo y proyectivo (con el que de algún modo se capta el todo): en esta unidad se basan la praxis objetiva y la asimilación prácticoespiritual de la realidad. Se presenta así el conocimiento como reproducción espiritual y racional de la realidad, como una teoría que capta el doble carácter de la conciencia: reflejo y proyección, y escapa así al positivismo y al idealismo, métodos reductivos de la realidad. El pensamiento pasa pues de lo abstracto a lo concreto, esta abstracción es superada por la dialéctica que supone un movimiento de la parte al todo y viceversa, del fenómeno a la esencia y vuelta al fenómeno, de la totalidad a la contradicción y de esta a aquella, del objeto al sujeto y del sujeto al objeto. La totalidad concreta como concepción del conocimiento de lo real significa por tanto un proceso indivisible cuyos elementos son: la destrucción de la pseud oncreción, es decir, de la aparente y fetichista objetiwdad del fenómeno, y el conocimiento de su auténtica objetividad; en segundo lugar, el conocimiento del caracter histórico del fenómeno, en el cual se manifiesta de modo peculiar la dialéctica de lo singular y lo general humano; y, por último, el conocimiento del contenido objetivo y del significado del fenómeno, de su función objetiva y del lugar que ocupa en el seno del todo social.
ll. Economía y Filosofía.
La cotidianidad y la historia es el titulo del siguiente apartado; en el se presentan, en oposición: la cotidianidad como el ritmo habitual (instintivo no consCIente) y por tanto como lo fenoménico, y la historia que, por el contrario, aparece como el aspecto esenCIal de la realidad, Pero esta oposición supone una mistificación de la realidad, que provoca la identificación del hombre con el ambiente y con los mecanismos que manipula. El individuo es absorbido por la objetividad y el mundo exterior acaba presentándose como sujeto real, mistificado.
La metafísica de la ciencia y la razón,
presenta la objetividad en que el hombre se objetualiza. La economía clásica no parte del “hombre económico“, sino del sistema, en el descubre leyes cuantificables, necesarias como las leyes fisicas, y en areas del sistema mismo postula el "hombre económico“ como elemento definible de su propia instituCIón y de su propio funcionamiento. El hombre económico es una abstracCIón fuera del sistema, pero en el capitalismo es una realidad. Se trata de una manifestación de que la racionalizamón de la moderna sociedad capitalista va acompañada de la pérdida de la razón y de que la progresiva racionalizamón da origen al irracionalismo; algo reiteradamente comprobado (Max Weber, George Lukacs, C, Wright Mills). A esta razón racionalista, individual e instrumental, opone el Autor la razón dialéctica que no existe fuera de la realidad y tampoco concibe la realidad fuera de sí. Existe únicamente en cuanto su racionalidad; esto es, se crea como razón dialéctica sólo en tanto que crea una realidad racional en el proceso histórico. Son características de esta razón: 1) Su historicismo, en contraposición a la suprahistoricidad de la razón racionalista. 2) Sigue un procedimiento analíticocompositivo, no sistemáticov acumulativo, para ello va del fenómeno a la esencia, de la parte al todo como un proceso dialéctica de totalización que revisa los principios fundamentales. 3) No es sólo la capacidad de conocer racionalmente, sino que es también al mismo tiempo el proceso de formación racional de la realidad. 4) Por último es negatividad que sitúa históricamente los grados de conocimiento ya alcanzados, superando cada grado alcanzado e insertándolo en la totalidad evolutiva.
La metafísica de la cultura, por una
parte la sobrevaloración del factor económico. Existen factores económicos, políticos y sociales, y todos ellos son determinados por leyes que tienen su origen en la estructura económica; no se trata simplemente de factores interdependientes, ni la influencia de la estructura económica se reduce al factor económico, la distinción entre estructura económica (que es uno de los conceptos fundamentales del materialismo marxista) y el factor económico (que es un concepto frecuente en las teorias suelológicas vulgares) proporcmna la clave para comprender el primado de la economia en la vida social. Para conocer la realidad humana en su conjunto y descubrir la realidad en su autentimdad, el hombre dispone de dos medios: la filosofía y el arte. Y esto es así en cuanto el arte no se limita a una expresión de la representamón de la realidad (que podría resultar una mistificación de esa realidad), sino que en unidad indisoluble con tal expresión, crea la realidad, la realidad de la belleza y del arte, conduce así al hombre de las representaciones y los prejuicios sobre la realidad a la realidad misma y a su verdad.
la relación de la realidad y la historia: la
realidad humana (presente en la historia) no es una substancia inmutable (y anterior a la historia, como plantea el derecho natural), ni superior (y posterior o final, como afirma el relativismo histórico); al contrario, la realidad se crea en la historia. La realidad humana no es sólo producción de lo nuevo, sino tambien reproducción (crítica y dialéctica) del pasado. La totalización es un proceso de producción y reproducción, de reavivación y rejuvenecimiento.
III. Filosofía y economía.
"El Capital", de Marx, en especial los problemas de interpretación y los reduccionismos a que ha sido sometido al considerar que se da en él una división entre la ciencia (la economía) y la filosofía; aspectos que han de entenderse fundidos, sin pretender que el Capital preconice la abolición de la filosofia, ni su disolución en una teoría dialéctica de la sociedad.
El hombre y la cosa o la naturaleza de la economía, se pretende exponer la
naturaleza propia de la economía, lo que arrojara nueva luz sobre los distintos elementos cosificados de la economía (preocupación, hombre económico, factor económico). Las categorías económicas son formas elementales de la existencia objetiva del hombre como ser social, esas formas se articulan dialécticarnente ofreciendo la estructura de una sociedad determinada. La economía, por otra parte, no es sólo producción de bienes materiales, sino también la totalidad del proceso de producción y reproducción del hombre como ser humanovsocial. De este modo la economía no puede comprenderse sin la práctica objetiva del hombre, y sin resolver cómo está constituida la realidad social, por otra parte la ategorías económicas son los elementos constitutivos del ser social.
El trabajo es considerado en consecuencia un proceso
que invade todo el ser del hombre. En el trabajo se
produce la unidad del hombre y la naturaleza en una recíproca transformación: el hombre alcanza en el trabajo su objetivación y el objeto, y la naturaleza, se humaniza. El carácter objetivo del trabajo explica l) la tridimensionalidad del tiempo humano (el hombre aprovecha el pasado y hace del presente una función del futuro); 2) que el hombre como ser práctico —como sujeto objetivo- produzca objetos independientes de su conciencia individual.
Concluye tal como fue planteado este III capitulo
revelando la naturaleza de la economía, al mismo
tiempo que su conexión con el trabajo. En primer lugar la economía no se manifiesta originariamente como una económica, ya acabada, de la sociedad sino como una realidad humanoñsocial que se esta formando y creando, realidad basada en la actividad objetiva práctica del hombre. En segundo término, la economia no es exclusivamente la esfera de la necesidad, ni tampoco la esfera de la libertad, sino que constituye un campo de la realidad humana en el que se crea históricamente la unidad de la necesidad y la libertad, de la animalidad y la humanidad; es la esfera en que se produce la transformación histórica en la que se crea el hombre como ser racional y criatura social.
IV. Praxis y totalidad. El último capítulo contiene una
recapitulación centrada en tres temas fundamentales:
La Praxis no puede abordarse en la filosofía
materialista partiendo de la relación teoriañpráctica, o contemplación y actividad: esto es lo que hace Aristóteles y la escolastica afirmando el primado de la teoria; y Bacon y la ciencia moderna reclamando tal