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tensión deberá dirigirse simultáneamente contra la Administración o ente CONCEPTO DE FUNCIONARIO PUBLICO A EFECTOS

público presuntamente responsable civil subsidiario".


PENALES
La expresión "que la lesión sea consecuencia directa del funcio-
Inés O l a i z o l a Fuentes
namiento de los servicios públicos que les estuvieren confiados" pue-
Profesora Ayudante de Derecho Penal
de acoger perfectamente la jurisprudencia mencionada más arriba
Facultad de Derecho de la Universidad Pública de Navarra
(sobre todo al haberse suprimido la palabra " y exclusiva"), y reco-
noce la existencia de dos vías jurisdiccionales compatibles, la penal
y la contencioso-administrativa, pudiendo el perjudicado elegir la que
prefiera, sin que ello pueda dar lugar, naturalmente, a una duplicidad SUMARIO: I. INTRODUCCIÓN. II. CONCEPTO ADMINISTRATIVO DE
de indemnizaciones. Sin embargo, realiza una limitación al referirse FUNCIONARIO PÚBLICO. III. CONCEPTO PENAL DE FUNCIONARIO
exclusivamente a los delitos y omitir las faltas, lo cual planteará i m - PÚBLICO. 1. Referencia a la función pública. 2. Títulos de incorpora-
portantes problemas, salvo que la expresión " d e l i t o s " sea interpre- ción. IV. CONCEPTO DE AUTORIDAD. V. BIBLIOGRAFÍA.
tada como "infracciones penales".
Art. 120.3.° La responsabilidad del antiguo art. 21 —delitos cometidos en es-
tablecimientos dependientes de la administración pública— tiene su I. INTRODUCCIÓN
traducción en el artículo 120.3.° del nuevo Código Penal:
Interesa definir el concepto de funcionario público a efectos pe- Interés por
"Son también responsables civilmente, en defecto de los que lo sean
nales, para poder delimitar el alcance de numerosas previsiones del definir el
criminalmente:
3.° Las personas naturales o jurídicas, en los casos de delitos o faltas Código penal en tres niveles: concepto de
cometidos en los establecimiento de los que sean titulares, cuando por funcionario
parte de los que los dirijan o administren, o de sus dependientes o em- — En primer lugar, cuando se realicen determinadas conductas
pleados, se hayan infringido los reglamentos de policía o las disposicio- delictivas de las que sólo pueden ser autores los funcionarios
nes de la autoridad que estén relacionados con el hecho punible come- públicos.
tido, de modo que éste no se hubiera producido sin dicha infracción". — En segundo lugar, cuando se trate de delitos en los que la cua-
lidad de funcionario o de autoridad es lo que caracteriza al su-
Posibilidad de En cualquier caso, para que se condene a la Administración al jeto pasivo o al objeto material de la conducta.
defensa de la pago de una indemnización, deberá ésta ser parte en el proceso, pu- — En tercer lugar, porque determinadas agravantes se configuran
Administración diendo defenderse en todas las fases del mismo y realizándose el sobre esa posición; así, por ejemplo, "prevalerse del cargo pú-
en el proceso pronunciamiento sobre su responsabilidad civil en la misma senten- blico que tenga el culpable" (art.22,7.° CP). O las numerosas
cia en que se resuelva la cuestión penal. cualificaciones de la pena que se producen cuando es un fun-
cionario el que comete un delito c o m ú n .

La primera cuestión que se plantea es si el Derecho penal maneja Concepto propio


un concepto propio de funcionario, o si debe utilizarse un concepto de funcionario
importado de otras ramas jurídicas como el Derecho administrativo.
Se puede adelantar ya, por las razones que a continuación se verán,
que tanto la doctrina como la jurisprudencia consideran que el con-
cepto penal de funcionario público es un concepto autónomo y propio
de esta rama jurídica.
La autonomía del concepto penal se fundamenta en que al legis- Autonomía del
lador penal no le interesa tanto la "calificación jurídica" que merezca concepto penal
el desempeño de un trabajo o responsabilidad en la Administración, de funcionario
sino el hecho de que un sujeto interviene en el funcionamiento de la público
Administración, dependiendo de él la corrección del servicio público.
Esto es lo que les daría la especialidad y lo que les haría dignos
de un tratamiento distinto. De esta razón se deduce ya que la con-

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cepción penal de funcionario público tendrá una extensión mayor que III. CONCEPTO PENAL DE FUNCIONARIO PÚBLICO
la administrativa, pero a la vez más restringida, por cuanto sólo si se
ejercita la función pública se será funcionario a efectos penales. Frente a la definición establecida en la LFE, el art.24,2.° CP exige Requisitos del
únicamente dos requisitos para ser funcionario a efectos penales: un concepto penal
determinado título habilitante y la participación en la función pública: de funcionario
II. CONCEPTO ADMINISTRATIVO DE FUNCIONARIO PUBLICO
"Se considerará funcionario público todo el que por disposición in-
mediata de la Ley o por elección o por nombramiento de autoridad com-
Concepto La Ley de funcionarios civiles del Estado (LFE), aprobada por el
petente participe en el ejercicio de funciones públicas".
administrativo Decreto 315/64, de 7 de febrero, define en su art.1 a los funcionarios
de funcionario de la Administración pública como:

"las personas incorporadas a la nnisma por una relación de servicios 1. Referencia a la función pública
profesionales y retribuidos, regulada por el Derecho administrativo".
En la doctrina penalista no se ha profundizado sobre el concepto Participación en
, ^ En el a r t . 3 LFE se e s t a b l e c e q u e los f u n c i o n a r i o s q u e se r i g e n p o r de función pública. Es preciso tener en cuenta que un sujeto para ser la función
e s t a ley p u e d e n s e r d e c a r r e r a o e m p l e a d o s : funcionario a efectos penales necesita en todo caso poseer un título pública
que le habilite para ello, no bastando el mero ejercicio de la función
"Los funcionarios de carrera se integran en Cuerpos generales y Cuer- pública, que será requisito necesario, pero no suficiente.
pos especiales. Los funcionarios de empleo pueden ser eventuales o in- Se han dado tres definiciones del concepto de función pública: Definiciones de
terinos".
función pública
a) Según QUERALT, la distinción entre funciones públicas y pri-
Actividad
A r t . 4 LFE: vadas no podrá ser sino formal. Esto es, si la actividad del ente
regulada por D.°
público del que se trate está sometida a Derecho privado, será,
"Son funcionarios de carrera los que, en virtud de nombramiento legal, público
esa actividad, una función privada; si está sometida a Derecho
desempeñan servicios de carácter permanente, figuran en las correspon-
público, será una función pública. En consecuencia, quienes
dientes plantillas y perciben sueldos o asignaciones fijas con cargo a las
consignaciones de personal de los Presupuestos Generales del Estado". presten sus servicios en una entidad sometida al Derecho pú-
blico serán funcionarios públicos a efectos penales indepen-
A r t . 5 LFE: dientemente de que su régimen estatutario personal no sea pú-
blico.
"Son funcionarios interinos los que, por razón de necesidad o urgencia, b) Un segundo criterio defendido entre otros por CASAS BAR- Criterio
ocupan plazas de plantilla en tanto no se provean por funcionarios de QUERO y MUÑOZ CONDE define la función pública desde el teleólogico:
carrera". punto de vista teleológico como la proyectada al interés colec- interés social o
tivo o social, al bien c o m ú n y realizada por órganos estatales colectivo
Conforme al art.7 LFE no son en ningún caso funcionarios, sino
o paraestatales.
trabajadores al servicio de la Administración civil "los contratados por
c) El tercer criterio combina el criterio funcional con el criterio te- Criterio
ésta con dicho carácter, de acuerdo con la legislación laboral, que les
leológico, y define la función pública como aquellas manifes- funcional y
será plenamente aplicable".
taciones de la actividad del Estado que consisten en legislar, teleólogico
Requisitos Se pueden deducir tres requisitos exigidos por la LFE como ne-
juzgar y ejecutar, y mediante las cuales el Estado persigue sus
conforme a la cesarios para ser considerado funcionario a efectos administrativos:
fines. Criterio defendido por ZANNOBINI.
LFE d) El Tribunal Supremo por su parte, define función pública:
a) La incorporación a la Administración pública. Incorporarse im- Definición del
plica, como afirma GUAITA, "incrustarse" en la Administración. " c o m o aquella actividad determinada por el interés servido, por TS
b) Los servicios que el sujeto presta a la Administración deben ser la tendencia y finalidad de los actos realizados para conseguir
retribuidos y profesionales. actividades públicas y no privadas, dirigidas al bien c o m ú n y
c) Por último exige la LFE que la relación existente entre el sujeto desde dentro de un órgano oficial, estatal, provincial o corpo-
y la Administración venga regulada por el Derecho administra- rativo de igual condición pública" [STS 23-4-1973, (A.1772)];
tivo, considerando "trabajadores" a los sujetos contratados por "...habiéndose de entender por función pública la que se de-
la Administración en régimen de Derecho laboral. senvuelve por el Estado o Corporaciones públicas en beneficio

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de la Comunidad y en cumplimiento de los fines que le están prende no sólo a los funcionarios permanentes y profesionales, sino
atribuidos" [STS 20-1-1978, (A. 81)]. también a los funcionarios políticos y electivos.
STS 12-6-1990 (A.5276): Los empleados de los entes públicos, in-
Concepto mixto Siguiendo la línea jurisprudencial una serie de autores defienden dependientemente de que ostenten un contrato laboral, son siempre
de función un concepto mixto de función pública formado por tres elementos: a) funcionarios a efectos penales.
pública elemento subjetivo (función pública es la llevada a cabo por un ente STS 13-3-1992 (A.2087): Un empleado de tabacalera no es funcio-
público); b) elemento objetivo (función pública es la realizada me- nario público. Se trata-de una persona física que no ostenta nombra-
diante actos sometidos al Derecho público); y c) elemento teleológico miento público y que sirve a una sociedad mercantil anónima y la
(función pública es aquélla en la que se persiguen fines públicos). El sirve en relación de contrato mercantil. El personal que presta sus
tercer elemento sería esencial, en el sentido de que su ausencia pri- servicios en una empresa pública no es por ese solo hecho funcio-
varía en todo caso del carácter público a la función y en consecuencia nario público. Además, los fondos de tabacalera no son fondos pú-
al funcionario, porque lo que convierte a un acto en relevante y pú- blicos. Tabacalera es una sociedad mercantil anónima, concesionaria
blico es que dicho acto tienda a satisfacer las necesidades generales, de un monopolio comercial adjudicado por concurso, tiene fin lucra-
) que tienda a un fin colectivo. tivo, se gestiona mercantilmente y obtiene unos beneficios de los que
parte van al Estado a cambio de la concesión exclusiva, y en sus
órganos rectores hay una representación del Estado para velar por el
2. Títulos de incorporación cumplimiento del contrato, pero ello no es suficiente para atribuir a
su género la cualidad de caudales públicos.
Título habilitante Al lado del requisito de participación en el ejercicio de las funcio- De las sentencias expuestas se deducen dos conclusiones: Conclusiones
de nes públicas, el art.24,2 CP exige que dicha participación se realice — En primer lugar, que es indiferente para ser considerado fun-
incorporación en virtud de uno de los tres siguientes títulos: por disposición inme- cionario a efectos penales que la relación del empleado a la
de funcionario diata de ley, por nombramiento de autoridad competente o por elec- Administración tenga naturaleza de contrato laboral.
ción. — En segundo lugar, que los cargos políticos son funcionarios pú-
Las dos segundas modalidades tienen también como origen la dis- blicos a efectos penales, y a partir del CP de 1995 algunos de
posición legal que regula la elección o el nombramiento, pero no se ellos van a ser considerados autoridades. Ya con el anterior CP
trata de una disposición inmediata de ley. Se discute si por ley ha de la mayoría de los cargos políticos eran considerados por la ma-
entenderse ley en sentido estricto o cabe considerar incluidas otras yoría de la doctrina "autoridades" a efectos penales, pero el CP
normas de rango inferior. De optarse por la primera interpretación, la de 1995 ha querido despejar cualquier rastro de duda y declara
más restrictiva, cabe decir que la incorporación por decreto u orden expresamente el carácter de autoridad de los mismos.
ministerial constituye una foma de nombramiento por la autoridad
competente. Un problema interesante que se puede plantear es si ostentan o Problema relativo
.Casuismo: Después de analizar someramente desde un punto de vista teórico no la condición de funcionarios a efectos penales los empleados de a los empleados
funcionario el concepto de funcionario, veamos a continuación una relación de las empresas públicas. de empresas
público en la casos jurisprudenciales en los que se discutía si el sujeto era o no Dentro de estas empresas se distinguen aquellas que funcionan públicas
Jurisprudencia funcionario a efectos penales: sometidas a un régimen de Derecho público y aquéllas que se rigen Diferencia entre
STS 15-2-1990 (A.1934): se considera funcionario público al em- por un régimen de Derecho privado. Respecto a las primeras, el TS empresas que
pleado del Registro de la Propiedad, porque la función que cumple ya se ha pronunciado a favor de considerar a todo el personal de las se rigen por D°
en el Registro es una función pública; de la misma forma considera mismas, tanto el que está sujeto a un régimen estatutario como el público y
funcionarios públicos a los empleados de las notarías. sometido al Derecho laboral, funcionario público a efectos penales, privado
STS 23-2-1990 (A.2096); Los empleados de la Cámara agraria no al considerar que si no sería sancionar de distinta manera a dos per-
son funcionarios públicos, porque las cámaras agrarias deben su exis- sonas por su régimen laboral cuando en muchas ocasiones estarían
tencia a la iniciativa de las personas privadas y tienen carácter pri- desempeñando el m i s m o trabajo (la STS 9-2-1976 atribuye la condi-
vado, pues no forman parte de los organismos del Estado. No puede ción de funcionario a un empleado del Banco de Crédito Industrial; la
considerarse función pública a una actividad por similitud a aquélla. STS de 9-12-1975 considera funcionario a un empleado del Instituto
STS 7-2-1990 (A.1287): Los concejales son, sin ningún género de Nacional de Previsión; la STS 6-3-1981 considera funcionario público
dudas, funcionario públicos. El concepto penal de funcionario com- a un corresponsal de la Obra de Previsión Social y Secretario de la

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Comisión Local de Seguridad Social; la de 5-2-1991 considera funcio- pocas veces las que la ley de creación del ente público establezca las
nario a efectos penales a un empleado de la Recaudación de Contri- relaciones entre éste y los empleados, salvo que nos c o n f o r m e m o s
buciones de Sevilla). con que la Ley exprese de manera general las relaciones, pero creo
Problema: Más problemas se pueden plantear respecto al personal no fun- que el CP exige que el título habilitante sea de carácter individual para
personal no cionario dependiente de entidades de Derecho público en régimen de cada sujeto.
funcionario de Derecho privado, es decir, para los entes constituidos como socie- No obstante, merece la pena mencionar la propuesta de REBOLLO,
entidades de D° dades mercantiles regulados por el Derecho privado que actúan en no sólo por su carácter novedoso, sino por ser de los pocos penalistas
público en régimen de libre competencia (empresas públicas). En una reciente que en España han abordado este tema.
régimen de D° monografía de REBOLLO VARGAS, el autor plantea este problema y
privado llega a la conclusión de que también dicho personal debería ser con-
siderado funcionario a efectos penales. Según este autor, a pesar de IV. CONCEPTO DE AUTORIDAD
la pretendida separación entre dos tipos de entes públicos económi-
Para terminar este apartado es necesario determinar también el Interés en
cos, ambos responden a la misma naturaleza jurídica: están consti-
concepto penal de autoridad, ya que el CP se refiere conjuntamente definir autoridad
tuidas por patrimonios públicos adscritos a un fin público que con-
al " f u n c i o n a r i o " y a la " a u t o r i d a d " en las previsiones específicas de
siste, en general, en un servicio público económico. Por consiguiente,
delitos contra la Administración, pero a veces en delitos donde la
según REBOLLO, cuando se persigan fines públicos con una función
conducta consiste en atacar a un funcionario se diferencia entre am-
social indudable y cuando su vínculo con el ente se haga por Ley o
bas figuras; por ejemplo, el art.551 CP que recoge el delito de aten-
por nombramiento de Autoridad competente, el personal que presta
tado establece distinta pena según el ataque se dirija contra una au-
sus servicios en ellos debería disponer de la condición de funcionario
toridad (pena de prisión de dos a cuatro años) o contra un funcionario
público a efectos penales. Ello llevaría, según este autor, a que el TS
(pena de prisión de uno a tres años).
en cada caso determinara si por el origen del nombramiento y por la
Es cuestión pacífica en la doctrina que toda autoridad es funcio-
participación en funciones públicas un sujeto podría ser considerado
nario público, porque es inimaginable una persona que sea autoridad
funcionario a efectos penales, con los consiguientes riesgos y fluc-
y que no participe en la función pública en virtud de un título habili-
tuaciones. Por eso, REBOLLO plantea una propuesta de lege ferenda
tador. Sin embargo, no todo funcionario público es a su vez autori-
en la que el personal laboral de las entidades del sector público, ya
dad.
esté vinculado a organismos autónomos en régimen de Derecho pú-
blico o a entidades de Derecho público en régimen de Derecho pri- Se define autoridad en el art.24,1.° CP: Definición legal
vado, disponga de la condición de funcionario a efectos penales. Eso de autoridad
"A los efectos penales se reputará autoridad al que por sí solo o como
J sí, siempre que concurra el elemento subjetivo (relativo al correspon- miembro de alguna corporación, tribunal u órgano colegiado tenga man-
7 diente nombramiento) y objetivo (o de actividad consistente en la do o ejerza jurisdicción propia. En todo caso, tendrán la consideración de
/ participación en el ejercicio de la función pública). Esta propuesta no autoridad los miembros del Congreso de los Diputados, del Senado, de
las Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas y del Parla-
plantea problemas respecto a la participación en el ejercicio de las mento Europeo. Se reputará también autoridad a los funcionarios del
funciones públicas, porque se puede considerar que el personal que Ministerio Fiscal".
presta sus servicios en un ente público sí que ejercita funciones pú-
blicas. Más problemas plantea el otro requisito: el título que lo habilite Por tanto el CP considera autoridad a aquel funcionario público Requisitos
para el ejercicio de esa función pública. REBOLLO afirma que podría que además tenga mando o ejerza jurisdicción propia.
interpretarse que si la Ley de creación del ente público es la que dis- En cuanto a la interpretación tradicional, que equipara mando con Primer requisito:
pone las relaciones entre éste y los empleados, a la vez, también poder, ha sido objeto de críticas por su amplitud e imprecisión, ade- mando
puede tener la virtualidad suficiente para ser considerado título ha- más de por sus connotaciones ideológicas y autoritarias, salvo que
bilitante para la participación en el ejercicio de la función pública, con se especifiquen las funciones asociadas a una facultad o poder le-
lo cual el personal laboral del sector público tendría la consideración galmente asignados.
de funcionario público a efectos penales. Por ello, hoy, mayoritariamente, el término mando se relaciona
Dificultades de Sin pararnos en este momento, porque ello llevaría a detenernos con la situación jerárquica de quien puede exigir " o b e d i e n c i a " a sus
la propuesta demasiado en este punto, a analizar problemas de fondo o materiales órdenes. Esta relación queda reflejada en el hecho de que el incum-
de la propuesta de REBOLLO se puede destacar una dificultad formal plimiento del mandato de una autoridad pueda dar lugar a un delito
que lleva aparejada la propuesta expuesta, y es que van a ser muy de desobediencia del art. 410 CP.

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2°: jurisdicción Por otro lado, es autoridad quien ejerza jurisdicción propia. Así PREVISIONES ESPECIFICAS EN MATERIA DE
propia serán considerados autoridades cualquier juez que actúe dentro de PENALIDAD. INHABILITACIÓN Y SUSPENSIÓN. LA
su competencia, así como los funcionarios que posean competencia
AGRAVACIÓN GENÉRICA DE PREVAÜMIENTO DE
para resolver en negocios administrativos, pero con jurisdicción pro-
pia y no delegada.
CARGO
Novedad del CP Por último, y como novedad más importante, el CP de 1995 atri- Inés Olaizola Fuentes
1995 buye expresamente el carácter de autoridad a los " m i e m b r o s del Con- Profesora Ayudante de Derecho Penal
greso de los Diputados, del Senado, de las Asambleas Legislativas de Facultad de Derecho de la Universidad Pública de Navarra
las Comunidades Autónomas y del Parlamento Europeo". No dice
nada el precepto acerca de los miembros de las Diputaciones, habrá
que entender, por tanto, que quedan excluidos por la imposibilidad
de interpretar analógicamente el Código penal cuando dicha analogía SUMARIO: I. PENAS ESPECIFICAS RELATIVAS A FUNCIONARIOS PÚ-
es contra reo (art.4,1.° CP). BLICOS: INHABILITACIÓN Y SUSPENSIÓN. 1. Su condición de penas
privativas de derechos. 2. Inhabilitación absoluta. 3. Inhabilitación es-
pecial. 4. Suspensión. 5. Penas principales y accesorias. II. LA AGRA-
V. BIBLIOGRAFÍA VACIÓN: PREVALERSE DEL CARGO PÚBLICO QUE TENGA EL CUL-
PABLE —ART. 22-7.° CP—. 1. Introducción. 2. Á m b i t o de aplicación de
COBO DEL ROSAL, "Examen crítico del párrafo 3.° del artículo 119 del la agravante. 3. Cualificaciones específicas. III. BIBLIOGRAFÍA.
Código penal español", en Revista General de Legislación y Juris-
prudencia, n.° 212, 1962, págs. 213-255.
DEL TORO MARZAL, Comentarios al Código penal, vol. II, Barcelona, I. PENAS ESPECIFICAS RELATIVAS A FUIMCIOIMARIOS PÚBLICOS:
1972, págs. 725-749. INHABILITACIÓN Y SUSPENSIÓN
DÍAZ Y GARCÍA CONLLEDO, "Autoridad y funcionario público a efec-
tos penales", en Enciclopedia Jurídica Básica, vol. I, Madrid, 1995, 1. Su condición de penas privativas de derechos
págs. 710-711.
QUERALT JIMÉNEZ, "El concepto penal de funcionario público", en
La expresión "penas privativas de derechos" se usa tradicional- Penas privativas
Cuadernos de política criminal, n.° 27, 1985, págs. 477-507.
mente en un sentido más estricto de lo que literalmente sugiere. de derechos
REBOLLO VARGAS, La revelación de secretos e informaciones por
Literalmente toda pena priva de algún derecho y, sin embargo, se
funcionario público, Barcelona, 1996.
consideran de esta clase sólo las penas que privan de ciertos dere-
chos distintos a la vida, la libertad o la propiedad. Conforme al art.
39 CP:

"Son penas privativas de derechos:


a) La Inhabilitación absoluta.
b) Las de inhabilitación especial para empleo o cargo público, profe-
sión, oficio, industria o comercio, o de los derechos de patria po-
testad, tutela, guarda o cúratela, derecho de sufragio pasivo o de
cualquier otro derecho.
c) La suspensión de empleo o cargo público.
d) La privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomo-
tores.
e) La privación del derecho a la tenencia y porte de armas.
f) La privación del derecho a residir en determinados lugares o acudir
a ellos.
g) Los trabajos en beneficio de la comunidad".

Las penas, según el nuevo CP, art. 33, se dividen en penas graves,
menos graves y leves, en función de su naturaleza y duración.

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LA PARTICIPACIÓN DEL F U N C I O N A R I O PÚBLICO E N
DELITOS C O M U N E S Y ESPECIALES. A U T O R Í A Y
C O O P E R A C I Ó N . T O M A DE D E C I S I O N E S E N
Ó R G A N O S COLEGIADOS

Norberto J. de la Mata Barranco


' Profesor Titular de Derecho Penal
Facultad de Derecho de la UPV/EHU

SUMARIO; I. INTRODUCCIÓN. EL FUNCIONARIO PÚBLICO COMO


AUTOR O PARTÍCIPE DE UN DELITO, ESPECIAL O COMÚN. II. AU-
TORÍA. 1. Concepto de autor. 2. Clases de autoría. A. Autor directo B.
Coautor. C. Autor mediato. D. Autoría en tipos plurisubjetivos: autoría
accesoria, delitos de encuentro, de convergencia y participación ne-
cesaria. E. La actuación en nombre de otro. F. El encubridor como
autor de un delito de encubrimiento. III. PARTICIPACIÓN. 1. Concepto
y fundamento de su sanción. 2. Presupuestos. 3. Clases. A. Inducción.
B. Auxilio o cooperación. C. Formas de participación intentada. D. La
participación en los delitos cometidos a través de medios que facilitan
la publicidad. IV. PARTICULAR CONSIDERACIÓN DE LA PARTICIPA-
CIÓN EN LOS DENOMINADOS DELITOS ESPECIALES. 1. Delitos es-
peciales y delitos comunes. 2. Autoría y participación en delitos es-
peciales propios. 3. Autoría y participación en delitos especiales
impropios. 4. Previsiones legales específicas. V. PARTICULAR CON-
SIDERACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD EN ÓRGANOS COLEGIA-
DOS. VI. BIBLIOGRAFÍA.

I. INTRODUCCIÓN. EL FUNCIONARIO PUBLICO COMO AUTOR O


PARTÍCIPE DE UN DELITO, ESPECIAL O COMÚN

Al abordar la responsabilidad del funcionario público en el ámbito La


del Derecho penal es obligado referirse a los denominados "delitos responsabilidad
de funcionarios", caracterizados porque su estructura típica exige que penal en los
quien los realice tenga esa condición de funcionario público, tal como "delitos de
la define el artículo 24.2 del Nuevo Código Penal de 1995 (Cp). Son funcionarios"
éstos los delitos objeto principal de estudio en este Curso. De su par-
ticular configuración, en cuanto delitos especiales, se derivan una se-
rie de problemas que, sin embargo, sólo cabe resolver desde la teoría
general de la autoría y participación, común a toda clase de delitos.
Es preciso, por ello, establecer con carácter general los principios Teoría general
básicos que delimitan la imputación de responsabilidad, sea en un de la
delito común sea en un delito especial, atendiendo al grado de par- participación en
ticipación en un delito. Con independencia, por tanto, de la condición un delito

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que pueda tener quien intervenga en él. Será a partir de entonces Sin embargo, a efectos de penalidad, el Código penal equipara a Concepto legal
cuando, sentados esos presupuestos, puedan ir resolviéndose esas quienes define c o m o autores a otros sujetos, partícipes en sentido de autor
cuestiones controvertidas relacionadas con la participación de funcio- estricto, por la importancia de su contribución a la realización del
narios y no funcionarios en delitos especiales que cada vez en mayor hecho principal. Sólo son autores, como indica el artículo 28 pfo. 1.°,
medida el legislador trata de contemplar expresamente. Teniendo en "quienes realizan el hecho por sí solos, conjuntamente o por medio
cuenta, por otra parte, que el funcionario público como cualquier otro de o t r o " , pero se impondrá la misma pena que a éstos, conforme
sujeto podrá participar además en la comisión de delitos de los de- indica el pfo. 2°, también a "Los que inducen [...y...] Los que cooperan
nominados comunes, participación que será preciso concretar y ex- [a la ejecución del hecho] con un acto sin el cual no se habría efec-
plicar también en atención a aquellos principios básicos. tuado".
Pluralidad de Autor de un delito, en un primer esbozo, es la persona que realiza Al margen de esta distinción entre concepto ontológico y concepto Criterios de
partícipes en un objetiva y subjetivamente el tipo legal correspondiente. Ocurre que legal de autor, que parte de la distinción entre autoría y participación distinción entre
delito en ocasiones quien se considere autor no interviene solo en la reali- en un hecho, es tradicional distinguir tres concepciones o teorías di- el autor y el
\ zación de la infracción penal, sino que con él actúan otras personas. ferentes sobre el concepto de autor, sostenidas en diferentes mo- mero partícipe
El ordenamiento jurídico toma en cuenta esta posible intervención de mentos y todavía hoy por diversas corrientes de Jurisprudencia y en el delito
otros sujetos estableciendo diferentes categorías y asociando a ellas Doctrina.
una pena más o menos grave atendiendo a la diferente entidad de la De un parte, lo que se denomina concepto unitario de autor no Concepto
participación. El actual Código penal de 1995 regula estas cuestiones distingue entre autoría y participación. Basada fundamentalmente en unitario de autor
en los artículos 27 a 31, 61 y 63, dentro de los Títulos II y III, dedicados, la teoría de la equivalencia de condiciones y en la idea de que toda
respectivamente, a "las personas criminalmente responsables de los contribución a la realización del hecho es causa de éste y debe repro-
delitos y faltas" y a "las penas". charse en igual medida, entiende que todo sujeto que interviene en
Particularidad En esta primera aproximación únicamente señalar que si, en prin- un hecho debe ser considerado autor o coautor del mismo. Cuestión
de los delitos de cipio, todo sujeto puede actuar como autor o como partícipe de un diferente será que sea preciso o conveniente matizar las diferentes
funcionarios delito, lo que dependerá de la importancia de su contribución al mis- responsabilidades penales en función de la importancia objetiva de
mo, la particularidad de los delitos especiales a que ya se ha aludido la contribución.
obligará a determinadas matizaciones en las que posteriormente se También el denominado concepto extensivo de autor parte de la Concepto
insistirá. teoría de la equivalencia de condiciones para entender que todos los extensivo
sujetos que intervienen en un hecho delictivo son causa del mismo,
pero reconoce que la ley puede obligar a distinguir diferentes grados
II. AUTORÍA de responsabilidad. De este m o d o , las reglas previstas para la parti-
cipación por la mayoría de textos legales serán únicamente "causas
1. Concepto de autor de restricción de la pena", sin las cuales se castigaría a todos esos
partícipes como genuinos autores.
Distinción entre El artículo 28 del Código penal establece una distinción, tradicional Por último, el concepto restrictivo de autor subraya que no todo Concepto
concepto en nuestro ordenamiento, entre quienes " s o n " autores y quienes aquél que contribuye al delito debe poder considerarse autor pues no restrictivo
ontológico y "también se consideran" autores, distinción que hace referencia a los toda persona que aporta una condición causal realiza realmente el
concepto legal denominados concepto ontológico y concepto legal de autor. No es hecho típico. No es lo mismo causación que realización del delito y
lo mismo que a efectos de pena el Código penal pueda prever idéntica ésta sólo la lleva a cabo el autor, a quien se refieren los diferentes
responsabilidad para todos los que considere autores y que realmen- delitos de la Parte especial del Código. De ahí que, al contrario que
te estos sujetos puedan considerarse conceptualmente como tales. la teoría anterior, entienda que las reglas de participación previstas
Cuestión importante como se pondrá de relieve. en las Partes generales de los Códigos son en realidad "causas de
Concepto En un sentido ontológico autor es quien realiza los hechos previs- extensión de la pena" que, de no existir, obligarían a aceptar la im-
ontológico de tos como delito en la Parte especial del Código penal, aquél a quien punidad de todo aquél que no "realizara" el hecho descrito en cada
autor se puede imputar uno de tales hechos como suyo; como se ha se- tipo penal. A la hora de distinguir entre autor y partícipe, sin embargo,
ñalado en expresión ya clásica, autor en sentido estricto es ese "el de nuevo diferentes teorías tratan de ofrecer criterios de delimitación
q u e " con el que se inicia la descripción de todos los tipos previstos diversos que únicamente esbozamos sin insistir en las críticas que
en los Libros II y III del Código. contra ellos se han formulado, aceptando en todo caso este concepto

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restrictivo de autor que en nuestra opinión debe definirse por la vin- guración del delito en cuestión, no podrá afirmarse la autoría. Así, en )
culación del sujeto con el hecho típico realizado o como indicará un determinados delitos contra la Administración pública por más que '
importante sector doctrinal por "el dominio del hecho" que el sujeto se tenga un control de la situación, sólo quien además sea funcionario
tenga o "la pertenencia del hecho" al sujeto. podrá ser autor, porque sólo a él le compete esa especial labor de
Teoría subjetiva La teoría subjetiva distingue autores y partícipes en atención al protección que pueda pretender garantizar el tipo en cuestión.
de la autoría diferente ánimo concurrente en unos y otros. Considera autor a quien
obra con ánimo de autor y partícipe a quien lo haga con ánimo de
participar en un hecho ajeno. En esta línea, que prescinde incorrec- 2. Clases de autoría
tamente de la contribución aportada, se enmarca como veremos la
reiterada "doctrina del acuerdo p r e v i o " defendida por el Tribunal su- El concepto restrictivo de autor, aceptado por el Código penal, per- Autor en sentido
premo para distinguir supuestos de coautoría y de cooperación, se- mite considerar autor tanto al autor directo, como al coautor c o m o al estricto
gún la cual para ser autor basta la resolución conjunta para ejecutar autor mediato. Son autores, dice el art. 28 pfo. 1.° Cp, quienes realizan
un hecho, con independencia de los actos materiales que se realicen. el hecho por sí solos, conjuntamente o por medio de otro del que se
Te( jbjetlvo- En un plano diferente, la teoría objetivo-formal, según la cual el sirven como instrumento. Y para ellos no hay diferencia legal de tra-
formal criterio de diferenciación entre autores y partícipes viene dado por la tamiento alguna.
realización o no de todos o algunos de los actos ejecutivos previstos
expresamente en el tipo legal, ha sido la tradicionalmente dominante A. Autor directo
en la doctrina penal española. Autor será exclusivamente quien, por
sí mismo, realice el hecho típico, concepto que no permite afrontar Autor directo es quien realiza el delito, el hecho descrito típica- Concepto
mente, de forma material, directa y personalmente, en todos sus ele-
los supuestos de autoría mediata a los que a continuación nos refe-
mentos. Es el sujeto activo del delito a quien se refiere cada tipo al
riremos ni los casos de autoría mediante organizaciones o aparatos
describir la conducta incriminada.
de poder.
Teoría objetivo- La teoría objetiva-material, más allá de la mera descripción típica,
B. Coautor
material encuentra c o m o criterio de diferenciación un tanto difuso "la impor-
tancia objetiva de la contribución" y define al autor como aquel in- La coautoría, conspiración puesta en práctica, como se ha deno- Concepto
terviente en el hecho delictivo cuya contribución es objetivamente la minado, supone la realización conjunta de un delito por varias per-
más importante atendiendo a los actos exteriores que se practican. sonas, que tienen un dominio común del hecho. Ahora bien, pueden
Teoría de la Desde esta perspectiva, aunque desarrollada a partir de una pos- ser coautores tanto quienes toman parte directa en la ejecución ma-
pertenencia del tura finalista y, por ello, subjetiva, la teoría del dominio del hecho terial del hecho incriminado realizando ellos mismos todos los actos
hecho al autor considera autor a quien tiene el poder sobre el desarrollo del hecho descritos en él —lo que se ha denominado coautoría ejecutiva di-
descrito en el tipo, su control final-subjetivo, pero desde una posición recta—, como quienes, en un reparto de tareas, realizan parte de la
objetiva de efectivo dominio, decidiendo en líneas generales el sí y descripción típica —coautoría ejecutiva parcial—, como, por último,
el cómo de su realización. Ser autor implica, por tanto, dominio real quienes contribuyen al mismo, aun sin realizar ningún acto de eje-
de una situación que en todo momento se controla. Para evitar el cución conforme a la descripción típica, siempre que en esa fase os-
posible efecto extensivo de esta teoría que pudiera permitir consi- tenten un dominio funcional del hecho. Así, en cuanto el artículo 28.
derar autor a quien únicamente es cooperador aunque pueda des- pfo. 1.° Cp define los coautores no c o m o quienes ejecutan el hecho,
baratar el hecho sin su aportación, otros autores consideran más sino como quienes lo realizan.
acertado aludir a la autoría como pertenencia del hecho a un sujeto. Es importante, aun no siendo fácil, delimitar quién es coautor de Coautor y
Otros criterios Es la postura que consideramos más acertada y que de algún un delito y quién, contribuyendo a su realización, debe ser conside- cooperador,
en delitos modo trata de reflejar el Código vigente, bien entendido que en de- rado únicamente cooperador, necesario o no, al mismo. En primer Necesidad de
específicos terminadas formas delictivas, como los tipos imprudentes, tipos de lugar, porque cuando la cooperación no sea necesaria, la pena a im- distinción
comisión por omisión o delitos especiales, el criterio del dominio del poner será menor. Además, porque en determinada clase de delitos
hecho para definir la autoría tiene que ser completado por otros cri- —los delitos especiales, por ejemplo— no toda persona podrá ser
terios específicos, como la infracción de un deber extrapenal, la po- coautor del m i s m o , por no concurrir en él la condición que dicho
sición de garante, etc., de tal modo que aunque se pueda dominar el delito exija —así, ser funcionario—, pero sí colaborador, conforme al
hecho, si no se produce ese desvalor adicional, por la propia confi- principio al que posteriormente se aludirá de unidad del título de im-

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putación de partícipe y autor. Y, por último, en relación con esta del deber objetivo de cuidado, donde sí sería posible un acuerdo m u -
idea, porque la opción por entender que en un caso concreto estemos t u o , no referido, evidentemente a la producción de un resultado, que
ante un coautor y no ante un cooperador, o viceversa, podrá implicar sí podrá ser obra conjunta de varios sujetos. Siempre cabrá, en todo
—así, en los delitos especiales impropios— la imputación a ese sujeto caso, aceptar diversos autores directos, cada uno de los cuales habría
de un tipo delictivo distinto. de responder en función de la gravedad de su imprudencia.
Criterios de Esa distinción entre coautoría y colaboración ha de relacionarse En los tipos de omisión también podrá aceptarse la coautoría Coautoría en
distinción con las teorías que tratan de distinguir la autoría de la participación, siempre que haya un deber'común de actuar o de evitar un resultado, delitos de
en cuanto el coautor es autor del delito, tanto en sentido ontológico esto es, cuando el deber sólo pueda cumplirse con la actuación de omisión
como legal, y el colaborador, en cambio, partícipe, con independencia varios sujetos. Si ese deber no fuera c o m ú n habría que acudir, en
de que a efectos de pena a ese colaborador, si es necesario, se le cambio, al concepto de autor directo. Y siempre que estemos ante
pueda equipar al autor. actuaciones y omisiones de diferentes personas será preferible con-
Teoría subjetiva El Tribunal supremo, amparado en una teoría subjetiva de la au- siderar al omitente c o m o partícipe —cooperador— del delito de co-
de ' ' "pautoría toría, ha venido entendiendo tradicionalmente que todo aquél que misión positiva que se realice.
participa en un acuerdo previo en el que se decide la ejecución del
hecho delictivo, con independencia de que realice o no parte de la C. Autor mediato
ejecución, debe ser considerado coautor. Es la tradicional teoría del
acuerdo previo, que doctrinalmente se ha venido entendiendo extien- El autor mediato, reconocido legalmente de forma expresa con Concepto
de en exceso el ámbito de la coautoría, permitiendo englobar su- carácter innovador en el nuevo Código, se diferencia del autor directo
puestos de colaboración auténticamente insignificante, pero previstos en que no realiza directa y personalmente el delito, sino que se sirve
en la adopción de ese acuerdo. Crítica que el Tribunal supremo ha de otra persona, como mero instrumento, que es quien materialmen-
tratado de paliar únicamente exigiendo que ese acuerdo que da lugar te lleva a cabo cuanto describe el tipo.
a la coautoría sea previo y concluyente, ya de modo expreso, ya de Autor directo del hecho incriminado lo será su sujeto activo, quien Autor mediato y
modo tácito; por supuesto, sin hacer responder a ese colaborador o ejecute la conducta típica, que, por diferentes razones, no responderá autor directo
coautor de un exceso respecto del plan previsto. criminalmente. El autor mediato, persona de detrás, controla una ac-
Teorías Reiteradamente la doctrina ha tratado de corregir esta tesis de la ción que sólo a él le pertenece, siendo único responsable de la mis-
objetivas Jurisprudencia desde una perspectiva que exigía en la coautoría una ma.
contribución a la realización del delito —aunque no fuera en la fase Los casos que pueden dar lugar a supuestos de autoría mediata Supuestos de
de ejecución— que pudiera estimarse eslabón importante en todo el son aquéllos en que el instrumento no pueda ser considerado autor autoría mediata
acontecer delictivo. Pero ciertamente la distinción cuando la aporta- de un hecho típicamente antijurídico, pues si éste se realizara sería él
ción no sea en fase de ejecución con los supuestos de cooperación quien dominaría el hecho y en tal caso la persona de detrás se con-
o auxilio necesario es difícil y sólo solucionable acudiendo a la idea vertiría en mero inductor. Tales supuestos pueden venir dados en-
del " d o m i n i o funcional del hecho" o "pertenencia del h e c h o " al coau- tonces: a) bien porque no se llegue a realizar siquiera una acción,
I tor. entendida como comportamiento humano socialmente relevante,
Coautoría ^ Siendo esta distinción el principal problema con que se encuentra desde una perspectiva normativa —así, en casos de hipnotismo, pér-
imprudente y la delimitación del concepto de coautor, existe, además, una impor- dida de consciencia, etc.—; b) bien porque la acción que realiza el
omisiva tante discusión doctrinal y jurisprudencial sobre si cabe o no aceptar instrumento no llega a ser típica —así si falta en el sujeto activo una
la coautoría en delitos imprudentes y en delitos de omisión. En los condición personal (por ejemplo, la de ser funcionario) que le impide
primeros, además de otras razones, porque se entiende difícil poder ser autor de un delito o simplemente si actúa sin dolo ni culpa—; o
hablar de dominio conjunto del hecho en supuestos de ausencia de c) bien porque quien realiza la acción típica actúa amparado en una
previsión del resultado que se va a producir; en los segundos, porque causa de justificación —así, por ejemplo, quien actúa cumpliendo un
los delitos de omisión se caracterizan por la existencia de un deber deber—. Podemos hablar entonces de supuestos de autoría mediata
" p e r s o n a l " de actuar (delitos de omisión pura) o de evitar la produc- en el ámbito de la responsabilidad del funcionario público, por ejem-
ción de un resultado (delitos de comisión por omisión). plo, cuando el secretario particular del funcionario destruye a solici-
Coautoría en Sin entrar en una polémica doctrinal todavía muy controvertida sí tud de éste papeles que el mismo tiene confiados por razón de su
delitos parece debe poder admitirse la coautoría en delitos imprudentes, cargo (en relación con el art. 413 Cp, y al margen de los supuestos
imprudentes pero únicamente en relación con la parte consciente de la infracción que puedan subsumirse en el art. 416 Cp), cuando un funcionario se

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sirva de un tercero como persona intermedia para recibir dinero (art. E. La actuación en nombre de otro
419 Cp), o cuando un funcionario ejecuta en cumplimiento de su de-
El art. 31 Cp hace responder personalmente a quien actúa " c o m o El nuevo art. 31
ber la orden aparentemente legal dada por un superior que conoce
administrador de hecho o de derecho de una persona j u r í d i c a " o " e n Cp
su ilicitud y da lugar a una detención ¡legal (art. 167 Cp). En estos
nombre o representación legal o voluntaria de o t r o " , aunque no con-
casos el sujeto activo de la conducta no será responsable penalmente
curran en él las condiciones que exige el tipo a aplicar y sí en el
y será la de la autoría mediata la única vía que exista, c o m o poste-
representado.
riormente se verá al exponer la problemática de la inducción, para
Se trata de un precepto cuya finalidad es evitar la i m p u n i d a d en Razón del
hacer responsable del hecho llevado a cabo al funcionario de detrás,
determinados ámbitos de actuación —particularmente en el campo precepto
que es quien en realidad lo controla.
de los delitos patrimoniales, económicos, urbanísticos o ecológicos—
Delitos que no No será posible aceptar la construcción de la autoría mediata, al
en los que el círculo de posibles autores de los mismos aparece li-
admiten autoría margen de otros supuestos (delitos de propia mano, etc.), en aquellos
mitado por diversas razones. Precepto que afectará al funcionario pú-
mediata delitos especiales en que la persona de detrás no reúna la condición
blico de modo similar que al particular en cuanto representante de
( exigida por el tipo realizado, que si ostenta quien se utiliza como
esa persona física o jurídica en quien concurra la condición necesaria
instrumento: así, en ejemplo reiterado, si consigue engañarse a un
para integrar el delito que él realiza materialmente.
juez para que dicte una sentencia injusta y se considera que no existe
dolo ni imprudencia respecto de la posible conducta de prevaricación
F. El encubridor, como autor de un delito de encubrimiento
(arts. 446 y 447 Cp), ni el juez tendrá responsabilidad, por ausencia
de elemento subjetivo, ni la persona que engaña —en principio, autor En relación con la figura del encubrimiento, es preciso subrayar El nuevo
mediato—, por no tener la condición de funcionario. que el nuevo Código penal deja de considerarla forma de participa- delito de
Autoría mediata Difícil será, por último, aceptar una autoría mediata por omisión ción criminal en un hecho ajeno—lógicamente, en cuanto difícilmen- encubrimiento
por omisión en aquellos casos en que no se impida que otro cometa un delito. La te se puede participar en un hecho ya finalizado, salvo que estemos
mayoría de supuestos serán reconducibles, no obstante, a casos de ante supuestos de participación posterior prometida de antemano
cooperación, necesaria o no, o incluso de autoría directa —en casos que puedan reconducirse a la cooperación— para convertirla en delito
de irresponsabilidad del ejecutante—, en cuanto ésta ya no exigiría autónomo, de encubrimiento en sí cuando las diversas conductas de
realizar una acción típica, sino únicamente omitir un deber de actua- favorecimiento personal y real se realicen sin ánimo de lucro, con-
ción. forme a los arts. 451 ss. Cp, o de receptación en casos de favoreci-
miento real con ánimo de lucro, conforme a los arts. 298 ss. Cp. Con
D. Autoría en tipos plurisubjetivos: delitos de encuentro, delitos de ello la realización de esta clase de conductas, por funcionario o par-
convergencia, autoría accesoria y participación necesaria ticular, han de reconducirse a la aplicación de los preceptos en cues-
tión, sin que se derive particularidad alguna por la condición de fun-
Coajjtoría En este punto, únicamente aludir a la existencia de determinados cionario de quien las realice, salvo la ampliación del c a m p o de
necesaria delitos que exigen la concurrencia de varias personas para su reali- responsabilidad que prevé el art. 451.3 b), en el delito de encubri-
zación. Son los delitos denominados plurisubjetivos, que requieren miento y la agravación de pena que contempla el art. 303 en relación
^ bien un concurso uniforme para la consecución de un m i s m o objeto con los delitos de receptación y de blanqueo de efectos del delito.
, en el caso de los delitos de convergencia —asociación ¡lícita, rebe-
lión—, bien la partic¡pac¡ón autónoma como partes de una relación
bilateral en el caso de los delitos de encuentro —algunas modalida- PARTICIPACIÓN
des de cohecho—, ambos, supuestos de coautoría necesaria.
Autoría Diferentes son los supuestos de autoría accesoria en que, gene- 1. Concepto y fundamento de su sanción
accesoria raímente en delitos imprudentes, varios sujetos producen, con inde-
pendencia los unos de los otros, el resultado típico. En sentido amplio se alude al término participación en cuanto in- Concepto de
Participación Y aquellos casos, denominados de participación necesaria, en que tervención en un delito, abarcando también los supuestos de autoría. participación
necesaria también intervienen varios sujetos en la realización de la acción, pero En sentido estricto, sin embargo, la participación es la intervención
uno de ellos permanece impune por ser precisamente el titular del en un hecho ajeno. Es pues un concepto de referencia ya que pre-
bien jurídico protegido en el tipo (por ejemplo, arts. 184 y 443, en supone la comisión por otra persona de un hecho que d o m i n a , que
relación a los abusos de un funcionario contra la libertad sexual). le pertenece, a cuya realización contribuye el partícipe.

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Fundamento de El fundamento de la sanción de las diferentes formas de partici- sólo quien tenga ese deber y no actúe pueda ser responsable, pero
su sanción pación, que ha de justificarse pues en principio los tipos penales re- a título de autor, porque tendrá el dominio del hecho, del delito en
cogidos en la Parte especial son tipos de autor que sancionan úni- cuestión. Claramente, al menos, en relación con participaciones o m i -
camente la comisión del hecho descrito, se ha tratado de explicar sivas. Posteriormente se volverá sobre ello en el ámbito concreto de
desde dos perspectivas diferentes: a) de un lado, la teoría de la cul- las dos formas posibles de participación en el delito, la inducción y
pabilidad, que explica la sanción considerando que el partícipe con- la cooperación.
tribuye a hacer culpable al autor del hecho; y b) la más acertada y Esa participación normalmente se señala que sólo es punible en Participación
hoy dominante teoría de la causación o favorecimiento, también de- su forma dolosa. Ello hay que entenderlo, sin embargo, en el siguien- imprudente
nominada teoría de la participación en lo ilícito, conforme a la cual el te sentido.
partícipe favorece la lesión no justificada de un bien jurídico por parte Evidentemente, por una parte, sólo dolosamente se puede parti-
del autor. cipar en un delito doloso. La participación imprudente en un delito
doloso, salvo que se pueda reconducir a un supuesto de autoría im-
prudente en un delito diferente, es atípica.
• ^

2. Presupuestos Por otra parte, dolosamente sólo se puede participar en un delito


doloso. Si intencionadamente —queriendo el resultado final produ-
Dos principios fundamentales informan toda la teoría de la parti- cido— se participa en un delito imprudente, en realidad estamos ante
cipación en un hecho ajeno, derivados de la vinculación del concepto un supuesto de autoría mediata de un delito doloso cometido por un
de partícipe al de autor. instrumento que actúa imprudentemente.
Unidad del título Por una parte, el principio de unidad del título de imputación, que Y, por último, otra cuestión es que se induzca o coopere dolosa-
de imputación implica que el delito por el que responden todos quienes intervienen mente a la realización de un hecho del que se deriva un resultado
en é| ha de ser el del autor. producto de una imprudencia pero realmente no querido por ese par-
Principio de Por otra, el principio de accesoriedad de la participación. Si la par- tícipe. En estos casos es teóricamente posible la sanción del partícipe
accesoriedad ticipación es accesoria, subordinada, respecto del hecho cometido —partícipe doloso de un delito i m p r u d e n t e — c o m o tal. Sin e m b a r g o ,
por el autor, será necesario que éste haya realizado un hecho injusto, la doctrina dominante opta por reconducir dicha participación a una
sin que exista causa alguna que excluya la tipicidad o la antijuricidad autoría cuando existe tanto infracción de un deber de cuidado c o m o
del mismo, pues en tales casos esa exclusión habrá de proyectarse a dominio objetivo de la acción imprudente, los dos elementos que f u n -
cuantos participan en el mismo. Se dice en este sentido que la ac- damentan la responsabilidad en los delitos imprudentes. Si alguno
cesoriedad es limitada —frente a los conceptos de accesoriedad mí- de ambos no concurre se viene entendiendo que la posible partici-
nima, máxima y extrema— en cuanto sólo se exige una acción típica pación debe permanecer impune.
y antijurídica, sin necesidad de culpabilidad y punibilidad, tal como Por otra parte, el partícipe responderá en función de esa contri- Exceso y
admite la doctrina dominante y reconoce implícitamente el Código bución consciente y querida al hecho del autor, pero sin que los ex- desistimiento
íi penal en sus arts. 300 y 453. Así, si un sujeto participa en un hecho cesos de éste puedan repercutir en él, sino sólo en la medida en que
cuyo autor actúa amparado en una causa de justificación no podrá los conozca y puedan ser abarcados por su dolo. Y siempre cabrá
responder c o m o tal partícipe —podría ser, en su caso, autor mediato desistir del hecho, siendo relevante este desistimiento en tanto en
/ del delito—; en cambio, cuando el partícipe lo sea de un hecho en cuanto, como indica el art. 16.3 Cp, "se impida o intente impedir,
cuyo autor concurre una causa de exclusión de la culpabilidad (mi- seria, firme y decididamente, la consumación, sin perjuicio de la res-
noría de edad, alteración psíquica, etc.), a dicho partícipe sí se le po- ponsabilidad en que pudiera haberse incurrido por los actos ejecu-
drá imponer una pena aun cuando ésta no sea posible para el autor tados".
de la infracción.
Participación La participación en un hecho ajeno puede ser activa u omisiva,
omisiva Ahora bien, si no ofrece ninguna peculiaridad la participación—activa 3. Clases
u omisiva, aunque sea difícil plantear supuestos de esta índole— en
un delito comisivo, más dudas ofrece la posibilidad de participar en Son partícipes tanto el inductor como el auxiliador o cooperador, Inducción y
un delito de omisión o de comisión por omisión. Parece difícil aceptar necesario o no necesario. Ninguno de ellos tiene el dominio del hecho cooperación
tal posibilidad en cuanto estos delitos se configuran en base a una típico, lo que implica que no se les pueda considerar autores en sen-
especial posición de actuar conforme a un deber, que implica que tido ontológico. Cuestión distinta es que, c o m o ocurre en el Código

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penal español, la legislación los pueda equiparar a efectos de pena a rigiéndose el dolo del inductor a que el autor realice la conducta o se
tales autores. Pero es importante esta precisión a la hora de abordar coloque en la situación de la que deriva la imprudencia que genera
la responsabilidad en determinados delitos especiales en que inter- el resultado final. En caso de que la inducción fuera imprudente, sería
vienen funcionarios y particulares. posible únicamente, si se dieran los requisitos necesarios, considerar
al inductor autor en comisión por omisión de un delito imprudente.
A. Inducción La inducción por omisión no es posible. En supuestos, por ejem- Inducción activa
plo, en que no se impide la aparición en otro de la resolución delictiva y omisiva
Inducción y El inductor, autor moral del delito, hace surgir la idea de cometer cabrá hablar de cooperación por omisión o de autoría en comisión
autoría mediata un delito en la persona inducida, mediante una fuerza compulsiva que por omisión, pero sólo si quien omite tenía obligación personal de
no anula, sin embargo, la capacidad de decisión del autor directo. evitar el peligro o lesión al bien jurídico afectado por la conducta
Quien decide, ejecuta el hecho y lo domina es la persona inducida y delictiva del otro.
si no es así estaremos, en su caso, ante supuestos de autoría mediata. Estas reflexiones se conectan con la figura del "agente provoca- Concepto de
. Si esta persona inducida actuara amparado en una causa de exclusión d o r " , que en el ámbito de actuación de determinados funcionarios agente
) de la culpabilidad, ello no obstaría a la responsabilidad del inductor, públicos ha tenido particular importancia. La conducta del agente pro- provocador
teniendo en cuenta el principio de accesoriedad limitada que exige vocador se dirige a producir la comisión de un delito, pero no con la
únicamente la presencia de un hecho injusto. Y sólo si la acción que voluntad de que se llegue a afectar un bien jurídico, sino con e l pro-
realiza el sujeto activo no puede considerarse típica y antijurídica, por pósito exclusivo de lograr que los demás intervinientes en él sean
ejemplo, por concurrir una causa de justificación, sería imposible la declarados penalmente responsables: así, por ejemplo, el funcionario
sanción de ese autor moral como inductor, aunque podría conside- que se infiltra en una organización criminal para lograr que sus in-
rársele autor mediato del delito en cuestión. tegrantes decidan cometer un delito y hacer que sean detenidos antes
Requisitos de la Los requisitos que se exigen para que la induccción pueda sancio- de que se consume el delito. Y puede ocurrir que ello se logre o que,
inducción narse son: a) conexión causal o influjo psíquico en la voluntad de la por el contrario, realmente se consuma el delito.
persona inducida, de tal modo que si ésta ya estaba resuelta a la La discusión sobre la sanción de este tipo de conductas ha de Impunidad para
ejecución del delito, únicamente cabrá hablar de una complicidad mo- discurrir del modo siguiente. Ha de partirse de que realmente no exis- el agente
ral reconducible a la cooperación o auxilio; b) eficacia, en el sentido te dolo ni una contribución real y efectiva a la afección de un bien provocador
de que la persona inducida se decida por ese influjo a cometer el jurídico. Es claro entonces que si de antemano se excluye toda po-
delito y, al menos, comience su ejecución; c) que sea directa, esto es, sibilidad de consumación por parte del agente, como ocurre con el
que exista una relación personal e inmediata entre inductor e indu- desistimiento en la tentativa, no será correcta la sanción. Ahora bien,
cido. si se produce la consumación del delito, lo acertado sería sancionarle
Comienzo de la En definitiva, la inducción ha de representar desde una perspectiva c o m o autor de un delito imprudente, salvo que esa consumación sea
ejecución ex ante y atendiendo a los especiales conocimientos del inductor, un absolutamente imprevisible, lo que debiera conducir a la impunidad.
delictiva e incremento relevante del riesgo de que el inducido adopte y ejecute
inducción en la resolución delictiva a la que se le incita. Y de esos requisitos se-
B. Auxilio o cooperación
cadena halados se deriva: a) que ha de haber un comienzo de la ejecución
' delictiva, pues de lo contrario estaremos ante las figuras de la pro- La cooperación puede definirse, en términos generales, c o m o la Concepto
posición o provocación para delinquir, sancionadas sólo cuando ex- contribución anterior o simultánea al hecho delictivo, útil para la eje-
presamente se contemple así en cada particular delito; y b) que no cución del plan del autor —no absolutamente irrelevante—, pero sin
cabe admitir la inducción en cadena, salvo que como en los arts. 428 que llegue a representar un acto ejecutivo o esencial para la realiza-
y 429 Cp, relativos al tráfico de influencias, se eleve la misma a delito ción del hecho que implique el dominio de éste por quien lo aporta,
autónomo. pues ello nos conduciría a la coautoría.
Inducción En relación con la posibilidad de aceptar la inducción imprudente El Código penal distingue en los arts. 28 pfo. 2.° b) y 29 los coo- Cooperación
imprudente e y la inducción por omisión, hay que matizar en cierta medida lo que paradores necesarios y los cooperadores no necesarios, diferencia- necesaria y no
inducción se ha señalado con carácter general en los presupuestos de la parti- ción importante en cuanto los primeros los equipara a efectos de necesaria
omisiva cipación. pena a los autores, en tanto los segundos los considera cómplices, a
Inducción dolosa La inducción claramente ha de ser dolosa, pero se puede inducir los que por aplicación del art. 63 Cp habrá de imponérseles la pena
e imprudente tanto a ejecutar un hecho doloso como imprudente, en este caso d¡- inferior en grado a la fijada por la Ley para los autores.

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Criterios de Para delimitar cuándo estamos ante una u otra clase de coopera- exige ahora que una persona incite a otros a cometer un delito, que
distinción ción se han utilizado diferentes criterios, pero, en definitiva, estamos ella no ha resuelto ejecutar; incitación dirigida a una colectividad de
ante una cuestión valorativa de difícil concreción, en la que todos personas, sin vinculación personal con quien provoca, directamente
ellos han de tenerse presentes. Tales criterios son: a) el criterio de la o a través de determinados medios que faciliten la publicidad (im-
necesidad concreta o relativa de la aportación en conexión con el plan prenta, radiodifusión o cualquier otro de eficacia semejante). Y, c o m o
del autor; b) el criterio de la necesidad abstracta o absoluta para la en los supuestos anteriores, si a la provocación sigue la perpetración
ejecución del hecho delictivo; y c) el criterio de los bienes escasos, del delito aquélla se castigará como inducción. Como forma de pro-
que atiende a la mayor o menor dificultad de obtener la aportación vocación característica, sancionada, por tanto, sólo en cuanto tal pro-
del cooperador. vocación, la apología supone la exposición de ideas o doctrinas que
Momento de la Esa aportación puede darse en la fase preparatoria del delito o en ensalzan el crimen o enaltecen a su autor, dirigida a una colectividad
aportación su fase ejecutiva, pero no cuando el mismo ya se ha realizado ple- de personas, también directamente o a través de un medio de difu-
namente, salvo que estemos ante actos posteriores prometidos con sión.
anterioridad, prestados siempre dolosamente.
Coofjeración Es posible teóricamente aceptar la cooperación omisiva, incluso D. La participación en los delitos cometidos a través de medios que
omisiva y moral meramente psíquica, siempre que tenga una mínima eficacia causal, facilitan la publicidad
pero en muchos casos estaremos en realidad ante supuestos de au-
El art. 30 Cp, en relación con los delitos y faltas cometidos utili- Restricción de la
toría en comisión por omisión.
zando medios o soportes de difusión mecánicos, como excepción al autoría
régimen general de los arts. 27 a 29 Cp, representa una restricción
C. Formas de participación intentada del círculo de sujetos responsables criminalmente, de un lado, en
cuanto no permite sancionar a quienes únicamente actúen como
Concepto y A mitad de camino entre los actos preparatorios de un delito, im-
cómplices y, de otro, en cuanto establece una responsabilidad esca-
sanción punes, y los actos de ejecución, la conspiración, la proposición y la
lonada, excluyente y subsidiaria de los autores, de tal modo que el
provocación para delinquir son los primeros actos externos que en la
procedimiento penal se dirige sólo contra parte de ellos, siendo im-
fase de desarrollo de un delito tienen consecuencias penales. Regu-
posible dirigirlo contra el resto si el primer responsable, en un orden
lados con carácter general en los arts. 17 y 18 Cp sólo se castigan en
que taxativamente se enuncia en el art. 30.2 Cp, está localizado o ha
los casos especialmente graves previstos por la Ley —por ejemplo,
extinguido su responsabilidad penal.
delitos de discriminación de los arts. 510 ss. Cp— al entenderse que
Estamos ante los clásicos delitos de prensa, delitos contra el ho- Ámbito de
de los mismos no se deriva un peligro inminente para los bienes
ñor, la intimidad, la sedición o rebeldía, en que es importante el co- aplicación
jurídicos protegidos y que sancionarlos con carácter general repre-
nocimiento generalizado de lo que alguien dice o escribe, facilitado
sentaría un peligroso riesgo para el ejercicio de la libertad personal
por la utilización de un medio o soporte de difusión mecánica.
al adelantar considerablemente la intervención penal.
ConsQiración La conspiración, como señala el art. 17.1 Cp, exige la concurrencia
de dos o más personas que conciertan sus voluntades y resuelven IV. PARTICULAR CONSIDERACIOIM DE LA PARTICIPACIÓN EN LOS
ejecutar un delito concreto conjunta y expresamente. Suele decirse DENOMINADOS DELITOS ESPECIALES
/ que es una coautoría anticipada que se convierte en tal cuando a la
resolución criminal sigue un acto de ejecución. 1. Delitos especíales y delitos comunes
Proposición La proposición, regulada en el art. 17.2 Cp, exige la resolución
criminal de un proponente que invita personalmente a otra u otras Los delitos especiales son aquéllos que sólo pueden ser cometidos Delitos
personas a tomar parte en la ejecución de un delito concreto que él por determinadas personas, con específicas cualidades o condiciones especiales
está dispuesto a cometer, con suficiente grado de persuasión delic- que expresamente exige el tipo penal; son característicos, entre ellos,
tiva. Bien entendido que si a la invitación ejecutiva sigue la comisión lo que se conoce como "delitos de funcionarios", sean contra la A d -
del hecho estaremos ya ante un supuesto de coautoría, en tanto que ministración pública, la Administración de justicia o la Constitución,
si se acepta la invitación sin llegar a la ejecución, la proposición se delitos que restringen el círculo de autores posibles a quien tenga esa
convierte en conspiración. condición de funcionario tal como éste se define en el art. 24.2 Cp.
Provocación Por último, la provocación experimenta en el art. 18.1 del nuevo Frente a ellos se entiende por delitos comunes los que pueden ser Delitos comunes
Código penal de 1995 una sustancial reinterpretación. La provocación cometidos por cualquier persona.

108- 109
Delitos Se distingue, a su vez, entre delito especial propio, cuando no exis- la conducta descrita en el art. 413 Cp (con la salvedad de la posible
especiales te un delito c o m ú n correspondiente que pueda ser cometido por la aplicación del art. 416 Cp) de destrucción de documentos encargados
propios e persona que no tenga la cualidad o condición exigida por el tipo (así, a un funcionario que le induce a hacerlo. Solución criticada por un
impropios por ejemplo, el delito de prevaricación, que nunca podrá cometer una importante sector doctrinal por entender que en realidad en estos
particular), y delito especial impropio, también denominado delito co- casos el instrumento no actúa sometido a la persona de detrás, sino
mún especialmente cualificado, que tiene un correspondiente delito que tiene libertad de decisión y, por tanto, d o m i n i o del hecho — a u n -
común que es el que cometerá la persona sin la cualidad exigida por que en realidad no puede afirmarse que el hecho no siga siendo pro-
el tipo especial (así, por ejemplo, el delito de malversación, en rela- pio del funcionario—, que ha motivado diferentes construcciones
ción al delito de apropiación indebida). para salvar la posible impunidad del funcionario, aceptándose incluso
Los Esta particularidad de los delitos especiales ha obligado a cuestio- por parte de la doctrina la posibilidad de considerar al m i s m o autor
presupuestos de narse la responsabilidad de quienes sin tener la condición exigida en directo del hecho y al particular, aunque ejecute materialmente el he-
la participación, el tipo penal concurren a la realización de los mismos conjuntamente c h o , partícipe del funcionario.
tar )i en los con quienes sí la reúnen. Frente a otras interpretaciones que preten- A la inversa, también se plantean problemas cuando un particular Ejecución del
delitos den hacer responder a cada sujeto del delito del cual pueda ser sujeto participa en un delito especial propio (induciendo o cooperando) co- hecho por un
especiales activo —el particular, del delito c o m ú n , cuando exista, y el funcio- metido por un funcionario que no pueda considerarse autor de una funcionario no
nario, del delito especial—, la doctrina dominante sigue entendiendo acción típicamente antijurídica —por ejemplo, por incurrir en un error responsable
que no hay razón para no seguir aplicando también aquí las reglas de tipo invencible—. La solución en este caso no puede ser otra que
generales de la participación delictiva, esto es, aceptar la unidad del la de la impunidad también para el partícipe.
título de imputación y el carácter accesorio de la participación, siendo
fundamental entonces determinar quién —particular o funcionario—
tiene el dominio del hecho y puede ser considerado autor, porque 3. Autoría y participación en delitos especiales impropios
ello determinará la tipificación penal para todos los sujetos. Si quien
tiene el dominio del hecho es el funcionario, el delito cometido será Cuando estemos ante delitos especiales impropios, la problemá- Supuestos de
el delito especial y todos, en la medida en que puedan, responderán tica es menos compleja, en cuanto en casos de coautoría entre f u n - coautoría
por este delito; si quien tiene el dominio del hecho es, en cambio, el cionario y particular siempre será posible hacer responder a cada uno
particular, el delito cometido será el común y el funcionario responderá por el delito, especial o c o m ú n , del que es sujeto idóneo.
por este delito c o m ú n , en su caso aplicándosele la agravante genérica Y en casos de participación, determinando quién tiene el d o m i n i o Supuestos de
de prevalimiento del cargo público recogida en el art. 22.7.° Cp. del hecho, el particular podrá ser tanto partícipe del delito especial participación
c o m o autor del delito c o m ú n y el funcionario, a la inversa, partícipe
del delito común o autor del delito especial. Es la postura dominante,
2. Autoría y participación en delitos especiales propios frente a la de quienes niegan la posibilidad de romper el título de
imputación o, en sentido totalmente opuesto, la de quienes aceptan
Ejecución del En los delitos especiales propios sólo podrá ser autor, coautor o tal posibilidad incluso en supuestos de participación. Pero en la prác-
hecho por un autor mediato quien tenga la condición de funcionario público. Quien tica a las consecuencias derivadas de la adopción de cualquiera de
funcionario o en no ostente esta condición podrá ser únicamente partícipe del mismo estas dos posturas alternativas se llega valorando la contribución al
coautoría (inductor o cooperador), de tal modo que si el particular realiza con- delito bien como contribución de un coautor, bien como contribución
juntamente con el funcionario la conducta típica descrita por el delito de un cooperador, necesario o no, dadas las dificultades de delimi-
especial propio de que se trate, o bien se transforma la coautoría en tación de ambas figuras.
una cooperación necesaria, o bien ha de proponerse su impunidad
dada su inidoneidad para ser coautor.
Ejecución del Si quien realiza esa conducta descrita por el tipo especial es ex- 4. Previsiones legales específicas
hecho por un clusivamente el particular, el funcionario podrá ser considerado úni-
particular camente autor mediato del mismo, pero nunca partícipe (inductor o Con todo, y reducida la problemática de los delitos especiales en Previsión legal
cooperador) por cuanto la participación exigiría que el particular rea- la actualidad prácticamente a los delitos considerados de funciona- de la participa-
lizara un hecho típicamente antijurídico, lo que no es posible al no rlos, frecuentemente el legislador trata de resolverla expresamente ción en delitos
ser sujeto idóneo del delito. Así, por ejemplo, si el particular realiza pues las particularidades de muchos de estos tipos desafían, como especiales

- 110 - 111
se ha señalado, todo intento de resolver estos problemas con ayuda V. PARTICULAR CONSIDERACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD EN
de teorías generales elaboradas de espaldas a la regulación de los ÓRGANOS COLEGIADOS
delitos de la Parte especial. Ello se pone particularmente de relieve
en el nuevo Código penal de 1995.
Para concluir, el comportamiento ilícito del funcionario en el ám- Individualización
Distinción de En ocasiones, el Código prevé distintas responsabilidades en un
bito penal se incluye muchas veces en una estructura de poder que de la
delitos en un mismo hecho atendiendo tanto a la contribución al m i s m o como a la
dificulta la asignación de responsabilidades individuales, que, sin em- responsabilidad
mismo hecho condición del sujeto. Suele señalarse como ejemplo característico el
bargo, por la propia concepción del Derecho penal ha de concretarse. penal
que ofrece el art. 471 Cp, relativo a la infidelidad en la custodia de
En este campo, hay que deslindar lo que es actuación enmarcada en
presos, en relación con los arts. 468 y 470, que sancionan a quien se
la toma de decisiones de órganos colegiados de lo que es simple-
evade de una prisión y a quien ayuda a hacerlo: penas distintas para
mente participación conjunta en unos hechos delictivos.
delitos también diferenciados.
Distinción de En otras infracciones se prevé únicamente una agravación de pena En este último caso lo que debe conseguirse es deslindar los di- Supuestos de
¡ jidad en un para el funcionario que comete determinados delitos, que también ferentes comportamientos penalmente relevantes unos de otros, de- mera
mismo hecho puede cometer un particular: así, por ejemplo, en el art. 167 Cp rela- terminar quién tenga el dominio del hecho injusto y, a partir de ahí, participación
tivo a la detención ilegal y secuestro. individualizar la responsabilidad atendiendo a las funciones y obli- conjunta .
Previsión de la Puede ocurrir también que se prevea expresamente la ¡nterven- gaciones de cada partícipe y a la concreta actuación llevada a cabo.
responsabilidad \ ción del particular en delitos característicos de funcionarios, como en Es significativa a este respecto, entre otras muchas, la conocida STS
del particular en el art. 418 Cp, que castiga al particular que se aprovecha de la infor- 5-11-90 (RJA 8667) sobre el caso Rueda en la que el T r i b u n a l , por-
delitos mación privilegiada que le suministra un funcionario, en el delito de menorizadamente, establece distintas responsabilidades para los f u n -
especiales cohecho, que convierte en delito autónomo de cohecho activo (art. cionarios que interrogando a un recluso, amenazaron, coaccionaron
423 Cp) la conducta del particular que intenta sobornar o soborna al y causaron las lesiones que determinaron su muerte, para los supe-
funcionario, o en el delito de tráfico de influencias del art. 429, que riores que conocían tales actuaciones y para el médico que no obligó
sanciona c o m o autor al particular que influye en un funcionario para a su traslado a un centro hospitalario cuando fue requerido para evi-
conseguir una resolución favorable. tar aquel último resultado.
Previsión de la E incluso hay delitos que elevan a la categoría de autor determi- Diferente es la actuación en el marco del órgano colegiado que, Supuestos de
responsabilidad nados comportamientos que no son sino participaciones en hechos tras muchas oscilaciones de criterio, hoy en día se soluciona haciendo participación en
del funcionario ajenos, como en el caso de la malversación del art. 432 Cp, que san- responsable del resultado ilícito producido a quien con su voto haya el marco de un
en delitos ciona al funcionario que permite la sustracción de fondos públicos contribuido a él. Como indica la STS 19-12-1994 (RJA 10231) en re- órgano
especiales por parte de un particular, o en el delito del art. 415 Cp que sanciona lación con un delito de prevaricación, "[...] es llano que todos los que colegiado
al funcionario que consiente la destrucción o inutilización de un do- han contribuido con su voto en unidad de acto al acuerdo decisorio
cumento que tenga en custodia. responden personalmente de su contenido y consecuencias". " N o
Previsión de la Por último, cada vez en mayor medida se prevé la sanción expresa sólo [dice la STS 24-6-1994 (RJA 5031)] pueden llevar a cabo la acción
responsabilidad de determinados comportamientos irregulares de funcionarios que delictiva los funcionarios en cuanto ejercientes de un órgano uniper-
del funcionario favorecen conductas ilícitas de un particular en lo que puede consi- sonal, sino también los miembros de un órgano colegiado, tanto quie-
en delitos derarse previsión de prevaricaciones específicas en determinados nes lo presiden como los que de él forman parte, siempre que con-
comunes ámbitos de delitos comunes: ambiente, urbanismo, etc. curran en cada uno de ellos las exigencias establecidas en la norma
Estamos, en definitiva, ante previsiones que tratan de solucionar penal". Se trata de asumir plenamente en el ámbito penal la norma-
por expresa regulación positiva cuestiones que afectan a la teoría de tiva consagrada en el ámbito administrativo por el art. 27.4 de la Ley
la participación criminal, bien elevando a la categoría de autor otras 30/92 de 26 de noviembre de Régimen Jurídico de las Administracio-
formas de colaboración, bien contemplando expresamente la posi- nes públicas y del Procedimiento Administrativo común q u e — y a pre-
bilidad de participación del particular en un delito de funcionario o, viamente también en el ámbito de la Administración Local—, en sen-
por el contrario, distinguiendo ambas responsabilidades, tratando de tido contrario, indica: "cuando los miembros del órgano voten en
ofrecer vías alternativas a una complicada discusión doctrinal que no contra o se abstengan, quedarán exentos de la responsabilidad que,
atiende en muchas ocasiones, como se indicaba, la diversidad de op- en su caso, pueda derivarse de los acuerdos". Preceptos concretos
ciones que han de proponerse en razón del delito al que dicha teoría asumen expresamente con el nuevo texto de 1995 esta misma pos-
pretende aplicarse. tura que, insisto, doctrina y jurisprudencia venían aceptando, conso-

112 113
lidando legalmente la interpretación que ofrecía la normativa admi- PEÑARANDA RAMOS, La participación en el delito y el principio de
nistrativa: así, los arts. 320.2 y 329.2, en relación con los delitos contra accesoriedad, Madrid, 1990.
la ordenación del territorio y el ambiente, respectivamente. — Concurso de leyes, error y participación en el delito. Un estudio
crítico sobre el principio de la unidad del título de imputación,
Madrid, 1991.
VI. BIBLIOGRAFÍA QUINTERO OLIVARES, Los delitos especiales y la teoría de la parti-
cipación, Barcelona, 1974-.
AMAYA GARCÍA, Coautoría y complicidad, Madrid, 1993. RUIZ ANTÓN, "La autoría y la participación en el Proyecto de Ley
BACIGALUPO ZAPATER, "Notas sobre el fundamento de la coautoría orgánica de Código penal de 1992", en Política criminal y reforma
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BALDO LAVILLA, "Autoría o participación en determinados supuestos
de vigilancia", en PJ, 1992, págs. 189 ss.
CEREZO MIR, "Autoría y participación en el Código penal vigente y
en el futuro Código penal", en La Reforma del Derecho penal,
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CUERDA RIEZU, "Estructura de la autoría en los delitos dolosos, im-
prudentes y de omisión en Derecho penal español", en ADPCP,
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delito especial p r o p i o " , en AP, 1995, págs. 105 ss.
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versación i m p r o p i a " , en La Ley, 1986-2, págs. 245 ss.
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mites)", en ADPCP, 1984, págs. 103 ss.
GÓMEZ RIVERO, La inducción a cometer el delito. Valencia, 1995.
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toría", en Cuadernos de Derecho Judicial, 1994, XXXIX, págs. 57
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goza, 1985.
LÓPEZ BARJA DE QUIROGA, "La participación y los delitos especia-
les", en Cuadernos de Derecho Judicial, 1994, XXXIX, págs. 135
ss.
LUZÓN PEÑA, "Participación por omisión y omisión de impedir de-
litos", en La Ley, 1986-3, págs. 535 ss.
— "La determinación objetiva del hecho. Observaciones sobre la au-
toría en delitos dolosos e imprudentes de resultado", en ADPCP,
1989, págs. 889 ss.

114- 115
ción de los delitos de tráfico de influencias, aun reconociéndole al- MALVERSACIÓN DE CAUDALES PÚBLICOS
gunas ventajas respecto de la anterior, no me parece m u y adecuada,
ni tampoco justificado sin más el endurecimiento de las penas. Tanto Xabier Etxebarria Zarrabeitia
en 1991 como en 1995 habría sido mejor seguramente tipificar los Profesor de Derecho Penal
casos más graves de tráfico de influencias por la vía de la inclusión Facultad de Derecho de la Universidad de Deusto
de alguna previsión al respecto dentro de los (más aplicados y deter-
minados y no tan anticipadores de la punición como el último tipo de
tráfico de influencias) delitos de cohecho.
SUMARIO: I. INTRODUCCIÓN GENERAL A LOS DELITOS DE MAL-
VERSACIÓN DE CAUDALES PÚBLICOS. 1. Novedades en el Código
Vil. BIBLIOGRAFÍA penal de 1995. 2. Figuras derogadas. II. OBJETO DE TUTELA. III. ELE-
MENTOS COMUNES A LOS DISTINTOS TIPOS. 1. Funcionario público
Al margen de obras generales sobre la Parte especial del Derecho o autoridad. 2. Caudales o efectos públicos. A. Caudales o efectos. B.
penal: Cualidad de públicos de los caudales o efectos. 3. Vinculación entre
el funcionario y los caudales o efectos. IV. LAS DISTINTAS CONDUC-
CABELLO MOHEDANO, Francisco: Tráfico de influencias. El nuevo Ca-
TAS TÍPICAS. 1. Sustraer o consentir que otro sustraiga (artículo 432).
pítulo XIII del Título Vil del Código Penal, en: El nuevo Código
A. Conductas típicas. B. Elemento subjetivo. C. Penalidad. 2. Destinar
Penal. La reforma necesaria (Universidad de Cádiz), 1992, 61-65.
a usos ajenos a la función pública (artículo 433). A. Conducta típica.
DÍAZ Y GARCÍA CONLLEDO, Miguel/OLAIZOLA NOGALES, Inés: La
B. Elemento subjetivo. Distinción respecto al delito del artículo 432.
evolución legislativa del delito de tráfico de influencias, en: Actua-
C. Penalidad. 3. Aplicación privada de bienes muebles o inmuebles
lidad Jurídica Aranzadi 223, 30 de noviembre de 1995, 1-5.
(artículo 434). A. Conducta típica. Problemas de delimitación con el
GARCÍA VALDÉS, Carlos: El uso de información privilegiada y el trá-
delito del artículo 433. B. Elemento subjetivo. C. Penalidad. V. BIBLIO-
fico de influencias, en: Temas de Derecho Penal (Fenología. Parte
GRAFÍA.
especial. Proyectos de reforma), 1992, 290-296.
GARCÍA PLANAS, Gabriel: El nuevo delito de tráfico de influencias,
en: Poder Judicial 29, 1993, 21-33.
PAZ RUBIO, José María: El tráfico de influencias y la información I. INTRODUCCIÓN GENERAL A LOS DELITOS DE MALVERSACIÓN
privilegiada, en: La nueva delincuencia II, Cuadernos de Derecho DE CAUDALES PÚBLICOS
Judicial, 1993, 97-188.
MORILLAS CUEVA, Lorenzo/PORTILLA CONTRERAS, Guillermo: Los Los delitos de malversación de caudales públicos son algunos de Larga tradición
delitos de revelación de secretos, uso de información privilegiada, los delitos más tradicionales en el ámbito de los delitos contra la
cohecho impropio y tráfico de influencias, en: Comentarios a la Administración Pública y, a su vez, de los más estudiados y aplicados
Legislación Penal (dirigidos por COBO DEL ROSAL, Manuel, y por los tribunales.
coordinados por BAJO FERNÁNDEZ, Miguel) XVI, 1994, 173-244. Sin embargo, a pesar de la importancia teórica y práctica de estas Escasa
SUÁREZ MONTES, Rodrigo Fabio: Consideraciones político-crimina- conductas y el amplio eco que ha hallado en los tribunales, la ela- elaboración
les sobre el delito de tráfico de influencias, en: Política criminal y boración doctrinal de estas figuras no ha encontrado en la doctrina doctrinal
reforma penal. Homenaje a la memoria del Prof. Dr. D. Juan del científica una acogida suficiente. Apenas se pueden citar unos cuan-
Rosal, 1993, 1087-1106. tos trabajos monográficos —siendo el de SUÁREZ MONTES el más
importante—.
El delito de malversación, como tipificación específica de una con- Precedentes
ducta apropiatoria de ciertos bienes públicos por parte de los funcio- remotos
narios públicos, hunde sus raíces en una dilatada tradición jurídica,
desde el Derecho penal romano hasta la etapa codificadora española.
Aunque ha conocido en este largo tránsito diferentes formas, desde
el inicial peculatus romano (hurto de ganado sagrado destinado al
sacrificio) hasta los diversos tipos recogidos en los Códigos penales
españoles, la esencia se puede entender subsistente.

178- 179
Derecho Igualmente en casi todo el Derecho comparado se puede constatar Más alejado en principio de la perspectiva patrimonial, en el pre- Despenalización
comparado la presencia de tipos penales que regulan la protección del patrimonio cedente artículo 397 se sancionaba la aplicación de fondos públicos de la frustración
público frente a la acción de los propios funcionarios públicos, salvo a fines también públicos pero diferentes de los previstos, diferencián- del fin de los
en los países del ámbito alemán en los que la incriminación de estas dose según se hubiera producido o no un daño o entorpecimiento al recursos
conductas bajo una protección específica y autónoma no existe. En servicio público. Constituía un presupuesto para la comisión del delito públicas
otros países, c o m o en Francia, la protección del patrimonio público el que los fondos públicos tuvieran asignada una precisa finalidad,
frente a la acción de particulares también se realiza a través de tipos por ley, disposiciones de rango inferior, acuerdos de las corporacio-
específicos, a diferencia de lo que ocurre en el Derecho español. nes o mandato de la autoridad competente.
A pesar de, o precisamente por razón de, la escasa atención de- Cuestionamiento
dicada por nuestra doctrina a este delito, y la ausencia de una pre- de su
1. Novedades en el Código penal de 1995 visión semejante en el Derecho comparado de nuestro ámbito cul- incriminación
tural, su incriminación se yié cuestionada desde un primer m o m e n t o .
Tip progados El nuevo Código de 1995 ha introducido algunas modificaciones Su menor gravedad desde el punto de vista de su lesividad patri-
en el nuevo de importancia en la regulación de los delitos de malversación, que monial, por no haber aplicación a usos privados, ha permitido afirmar
Código penal se irán comentando posteriormente, fundamentalmente al despena- a parte de la doctrina su irrelevancia penal, o al menos —por todos
lizar las conductas de abandono o negligencia (anterior artícúTo SSSI, SUÁREZ MONTES— la mucha menor gravedad de esta infracción.
d e ^ p l i c a c i ó n de caudales públicos a destino público diferente del Aún más, se suele argumentar que la alteración del destino de los
legalmente previsto (anterior artículo 397) y de retención indebida de caudales viene impuesta en ocasiones por las exigencias de la gestión
caudales públicos (anterior artículo 398). del servicio público, razón por la cual se considera que estamos, al
Aplicación privada Asimismo se ha introducido en el Código penal un nuevo tipo, en menos en el tipo básico, ante un delito f o r m a l . En este contexto se
de muebles o el artículo 434, en el que se incrimina la aplicación privada de bienes entiende la descripción jurisprudencial de esta figura como una "des-
inmuebles muebles e inmuebles. lealtad a la ordenanza reguladora de su aplicación [de los caudales]".
Animo de lucro La exigencia de ánimo de lucro, en los delitos de malversación En los distintos Proyectos de Código penal ya se había pretendido Anteriores
que consisten en una apropiación definitiva (artículo 432) o en una eliminar este tipo. En el Código penal vigente ya ha desaparecido, a intentos de
aplicación privada de bienes muebles o inmuebles (artículo 434), no pesar de que la enmienda 810 del Grupo Federal de lU-IC pretendía despenalización
parece añadir realmente un nuevo requisito típico que restrinja el ám- introducir un nuevo artículo 412 bis (idéntico al anterior artículo 397),
bito de conductas punibles. para recoger la "lesión de la distribución presupuestaria". A mi juicio
Penalidad Por último, el nuevo sistema de penalidad elimina el anteriormen- la decisión deMegislador puede reputarse quizás como precipitada.
menos grave te vigente sistema de cuantías del previgente artículo 394, estable- En el ámbito de la actividad de gasto público pueden producirse si-
ciendo una pena atenuada cuando la sustracción no alcance las qui- tuaciones de grave alteración de las decisiones del legislador sobre
nientas mil pesetas y una pena agravada en ciertos casos en los que la aplicación pública que ha de darse a los fondos públicos, las cuales,
' ; la malversación reviste especial gravedad. Con ello, en general se pudiendo merecer una valoración análoga a otras desviaciones de
atemperan las duras penas del Código penal derogado. fondos públicos, quedarían excluidas del elenco de conductas típicas
del nuevo Código penal. Incluso puede parecer contradictorio, a pri-
mera vista, con la incriminación en los artículos 308.2." y 306 de la
2. Figuras derogadas conducta del particular que diere una aplicación, distinta de aquélla
a que estuvieren destinados, a los fondos obtenidos para el desarrollo
Despenalización El delito del antiguo artículo 395 recogía la modalidad omisiva cui- de una actividad subvencional.
de la modalidad posa del delito de malversación por apropiación. La conducta consiste Con la derogación del artículo 397 se elimina uno de los tipos con Acentuación del
omisiva culposa en éste en una infracción "inexcusable", es decir temeraria, del deber aparentemente menor contenido patrimonial del capítulo, relegando aspecto
de vigilancia de los caudales, que diese lugar a una sustracción por al ámbito sancionatorio administrativo conductas en las que en prin- patrimonial
otra persona de caudales o efectos cuyo valor excediera de las 30.000 cipio no existe ánimo de lucro en el sujeto activo.
pesetas. Con la derogación del artículo 395 se relega este tipo de También desaparece en el nuevo Código la incriminación recogida Despenalización
conductas al ámbito disciplinario, permaneciendo la disvaloración pe- en el previgente artículo 398, que comprendía en sus párrafos primero de las conductas
nal únicamente respecto a la malversación omisiva dolosa del artículo y segundo, la no realización de " u n pago como tenedor de fondos de retención
432. del Estado" y la negativa del funcionario, "requerido por orden de la

180 - 181
autoridad competente", a "hacer entrega de una cosa puesta bajo su Por una parte constituiría una "infracción del deber de fidelidad e
custodia o administración", respectivamente, sin que se requiriese la integridad que tiene el funcionario para con la A d m i n i s t r a c i ó n " , y por
producción de perjuicio al servicio público, ni motivación apropiatoria otra se arguye que "ostenta un carácter patrimonial evidente" (MU-
alguna. ÑOZ CONDE), o en palabras de SUÁREZ MONTES, su contenido es
Carácter Su carácter subsidiario respecto al resto de los tipos del Capítulo "la violación del deber jurídico-público propio de ciertas funciones
residual o comportaba su aplicación únicamente cuando no procediese la de sociales, aunque el aspecto patrimonial también tiene importancia".
subsidiario; otro delito más grave. Se mantuvo que se trataba de una simple sos- Atendiendo a los elementos esenciales de todos los tipos del Ca- Deber del cargo
mera pecha o presunción de actos preparatorios de otros tipos. En cual- pítulo, se contempla de una parte el aspecto subjetivo —la cualidad
desobediencia quier caso parece acertado concluir, con MUÑOZ CONDE, que no era de funcionario público del sujeto activo de la infracción—y, por ende,
sino un mero delito de desobediencia de órdenes de la autoridad o los deberes que le competen. El elemento m ^ s g r n e r i Q s c o m ú n ^
de incumplimiento de normas administrativas, y por tanto suprimible, todas las conductas del Título XIX, la cualidad del sujeto activo, es la
c o m o acertadamente ha hecho el nuevo Código penal. referencia tradicional a ja hora de delFinir^el objeto_tutejadp. Así, se
Sin ):ación Con estas reformas el legislador ha simplificado sensiblemente el ha cifrado éste en el " a b u s o de las funciones públicas" (GROIZARD),
del capítulo Capítulo Vil del Título XIX del vigente Código penal, incriminándose en la "infracción del deber funcionarial" (JASO), en "la probidad y
en la actualidad —bajo el epígrafe " D e la malversación de caudales fidelidad a la función en el manejo de los caudales públicos" (DÍAZ
públicos"— únicamente conductas de apropiación y de aplicación pri- PALOS) o, más genéricamente, aludiendo al "quebrantamiento de de-
vada, o dicho de otro modo, de apropiación definitiva o temporal. beres profesionales" (MUÑOZ CONDE). Para buen número de autores
Acentuación del Como se verá más adelante, con ello se acentúa a mi juicio el —baste citar a OLESA MUÑIDO— "el principio subjetivo, basado en
aspecto aspecto patrimonial de los delitos de malversación —sin preterir otros la lealtad, es prevalente sobre el principio objetivo, basado en la tutela
patrimonial elementos—, se facilita la interpretación uniforme de los distintos su- patrimonial".
puestos típicos agrupados bajo el término de malversación y se acer- Por otra parte, se toma en consideración el objeto material afee- Dimensión
ca más la malversación al delito de apropiación indebida. tado —la naturaleza pública de los caudales objeto de la apropia- patrimonial
c i ó n — Y por tanto el perjucio patrimonial causado al Estado, Comu-
nidad Autónoma, Diputación, Ayuntamiento o Ente público en
OBJETO DE TUTELA general. De esta manera se ha definido c o m o objeto de tutela penal
"el patrimonio, como sustrato esencial de los servicios públicos"
Intento de La definición del bien jurídico cuya indemnidad trata de garantizar (CUAREZMA), ya que " e n el fondo, la malversación de caudales pú-
formulación el legislador incriminando los distintos tipos de malversación se ha blicos implica un atentado a intereses patrimoniales públicos" (FE-
uniforme pretendido formular doctrinalmente de modo uniforme, esto es, pro- RRER SAMA).
poniéndose un único objeto de protección para la totalidad de figuras El estudio global de los delitos contra la Administración Pública Delitos contra la
incluidas en el Capítulo X del Título VI del Código penal Texto refun- ha permitido establecer —sobre todo a partir de la obra de OCTAVIO Administración
> ) dido de 1973. Se int^rgreMJisLaueJa_agrLipacjón en el m i s m o Capí- DE TOLEDO sobre la prevaricación administrativa—• que en un Estado Pública
tulo debiera obedecer a la observación de una similar direccjón de social y democrático de Derecho no puede considerarse bien jurídico
ataqué en la lesividad de las conductas incriminadas. merecedor de protección, al menos penalmente, el deber de fidelidad
Divc:;᧠En la doctrina y la jurisprudencia se alude a la concurrencia de que une al funcionario con el Estado. Según sus palabras, en la con-
propuestas diversos intereses protegidos, de forma acumulativa. Así, se citan el cepción del "deber del c a r g o " se trasluce una visión autoritaria de la
patrimonio o acervo público, el correcto funcionamiento de la activi- actividad administrativa. La mera referencia a la infracción del deber
dad patrimonial de los entes públicos —como base de la actividad de del cargo se queda en un elemento puramente formal, si no se pone
servicio público a los ciudadanos—, los intereses de la Hacienda Pú- en relación con el sustrato material del que se deriva, y que legitima
blica, la confianza del público en el manejo honesto de los fondos la existencia de dicho deber.
públicos y la infracción de los deberes propios de los funcionarios Este sustrato material mencionado, que constituye el bien jurídico Deber de la
públicos en relación a la administración de los caudales públicos y la protegido por el Derecho penal, será el deber de la Administración Administración
frustración de la confianza en ellos depositada (ver por todas la STS para con los ciudadanos —cuyo funcionamiento debe redundar en el para con los
de 25 de marzo de 1996). beneficio de éstos—, en el correcto funcionamiento de la Administra- ciudadanos
Dualidad lesiva Tradicionalmente se destaca la dualidad lesiva atribuida a este de- ción y en la mejor protección de los bienes jurídicos individuales que
lito. Así, se viene propiciando un bien jurídico de doble naturaleza. de ese correcto funcionamiento se deriva en una sociedad compleja.

182 183
lo que está en la base de todos los delitos contra la Administración El bien jurídico protegido por los tipos de malversación sería por Protección
pública. tanto el patrimonio público, en cuanto que está al servicio de unos funcional del
Relevancia del El deber del funcionario ha de entenderse como un elemento esen- intereses generales, y en el marco del correcto funcionamiento de la patrimonio
deber cial, que constituye al funcionario una posición de garante respeto a Administración pública en el manejo de tales fondos. En la protección público
funcionarial la indemnidad del concreto objeto de tutela. Los deberes de los fun- del patrimonio público se otorga por tanto una mayor relevancia al
cionarios para con la Administración pueden adquirir relevancia como aspecto funcional del mismo, a los fines que está legalmente desti-
elementos integrantes del tipo penal —por su carácter instrumental nado a satisfacer, que en el ámbito privado. La agravación de la pena
al servicio del correcto funcionamiento de la Administración—, como comprendida en el actual artículo 432.2 viene a corroborar esta inter-
elementos configuradores de la infracción penal, como datos deli- pretación. Así, reconoce mayor relevancia a la naturaleza del patri-
mitadores del ámbito de protección, pero no como el propio bien monio malversado, agravando la pena cuando el hecho tuviera "es-
jurídico protegido. pecial gravedad atendiendo al valor de las cantidades sustraídas y al
Patrimonio Por tanto, en el ámbito de la malversación son preferibles for- daño o entorpecimiento producido al servicio público. Las mismas
pi p mulaciones objetivadas del bien jurídico, que atiendan principalmente penas se aplicarán si las cosas malversadas hubieran sido declaradas
al elemento de lesión patrimonial. Así, ORTS resalta la protección del de valor histórico o artístico, o si se tratara de efectos destinados a
acervo público y de los servicios prestados por los poderes públicos aliviar alguna calamidad pública". Es decir, se atiende no sólo a la
(lo cual era reconocido ya por SUÁREZ MONTES aunque no como el cuantificación patrimonial, sino también a la función a la que estuvie-
ra consignado el patrimonio público.
elemento fundamental); QUERALT destaca el aspecto patrimonial, se-
Como ya se ha dicho, esta interpretación —sustancial, aunque no Nuevo Código
ñalando que está aquí en juego la Hacienda Pública en su vertiente
únicamente, patrimonial— se acentúa en el nuevo Código penal apro- penal
del gasto público. Esta interpretación viene avalada por la regulación
bado en 1995, en el que se recogen únicamente las conductas ante-
del Código penal de 1995, que ha reducido las conductas punibles a
riormente incriminadas en los artículos 394 y 396. Ni el abandono o
las de más marcado carácter patrimonial.
negligencia inexcusable que da lugar a la sustracción de caudales o
Correcta gestión Con todo, la tipificación de la malversación de caudales públicos
efectos públicos, ni la aplicación de éstos a destino público diferente
del patrimonio no permite su entendimiento como un delito patrimonial meramente
del previsto, de los derogados artículos 395 y 397 respectivamente,
público agravado por la cualidad pública del sujeto activo. La doctrina actual
se contemplan en la redacción del vigente Código penal. Tampoco se
es unánime en señalar que la malversación, en su conjunto, no es un
hace referencia alguna a las peculiares conductas omisivas descritas
delito de apropiación indebida cualificado por la cualidad pública del
en el también derogado artículo 398.
sujeto activo, sino un delito especial propio, autónomo (así tradicio-
nalmente SUÁREZ MONTES). De ahí que el atentado contra la co-
rrecta gestión del patrimonio público, conforme a los principios cons- ELEMENTOS COMUNES A LOS DISTINTOS TIPOS
titucionales y legales que la inspiran, se erija en contenido esencial
de la lesión típica, más allá del mero perjuicio patrimonial—conforme La malversación de caudales públicos se encuentra regulada en Ubicación
a su interpretación tradicional—, que es el núcleo de la lesividad de los artículos 432 a 435 del Capítulo VIII del Título XIX del nuevo Có-
la conducta en los delitos contra el patrimonio. ¡ " digo Penal de 1995 —Título dedicado a los delitos contra la A d m i n i s -
Elt )to típico Ello se deriva del, a mi juicio, elemento típico esencial del delito tración pública—.
esencial: relación de malversación, la relación de dependencia entre los caudales y el En este Capítulo se incriminan, agrupadas bajo el mismo epígrafe Conductas
con los caudales funcionario; dependencia constituida por las funciones específicas de —^"De la malversación de caudales públicos"—, las siguientes con- punibles
administración o custodia de los caudales públicos.. ductas: la apropiación de fondos públicos por el funcionario público
Protección Si comparamos la regulación de la malversación con la protección que los tenga a su cargo (432), el consentimiento para que otra per-
esepecífica del que se otorga a la propiedad y al patrimonio en los tipos comunes sona los sutraiga (432), el destino de los fondos a usos ajenos a la
patrimonio observamos que en la malversación se da una extensión de la tutela función pública (433) y la aplicación privada de bienes muebles o
público (a conductas omisivas y de apropiación temporal) y una mayor gra- inmuebles (434).
vedad en las penas, precisamente por tratarse de actuaciones de los Las modificaciones sobre la regulación anterior son importantes. Modificaciones
funcionarios públicos, y en especial porque guardan una específica Por una parte, se ha modificado la rúbrica del Título, que ahora se en el Código de
relación con el patrimonio público por razón de las funciones que le denomina "Delitos contra la Administración pública", siguiendo las 1995
competen. directrices de la mejor doctrina, lo cual ha sido ya comentado en ca-

- 184 185-
pítulos anteriores. Por otra parte, aunque se han reducido las con- nes de este Capítulo a los que se hallaren encargados por cualquier
ductas punibles — c o m o ya se ha comentado—, se ha introducido un concepto de fondos, rentas o efectos públicos. Ello puede estar jus-
precepto nuevo que a mi entender distorsiona el entendimiento sis- tificado por la notoria importancia de los bienes, su indiscutible ca-
temático de la malversación que consiste en dar a bienes muebles o rácter público y la participación más o menos permanente o temporal
inmuebles una aplicación privada. Algunas correcciones de estilo, la en el ejercicio de funciones públicas que supone estar encargado de
exigencia de ánimo de lucro y la atenuación de las penas completan los mismos.
las reformas producidas en la malversación de caudales públicos. Esta extensión se justifica-en la jurisprudencia por la similar lesión Crítica a esta
Elementos La d o c t r i n a — s i g u i e n d o la estructura propuesta por SUÁREZ de la función a la que son adscritos los caudales. Esta llamada mal- ampliación
comunes a los MONTES— analiza los delitos de malversación a partir de la consta- versación impropia se basaría por tanto en la naturaleza pública de
distintos tipos tación de tres elementos comunes: la cualidad pública del sujeto ac- las actividades que contempla; naturaleza atribuida por la norma pe-
tivo, el carácter público de los caudales o efectos —objeto material nal para incriminar ciertas conductas de los particulares c o m o delito
del delito—, y en tercer lugar la especial relación exigida al funcio- de malversación. Con ello parece producirse una desnaturalización de
\ nario con el objeto material del delito, los caudales públicos (ver, a la esencia de la malversación, en cuanto que ésta debe suponer un
modo de ejemplo, la extensa argumentación, con adicionales citas ataque al correcto funcionamiento de la Administración Pública en el
jurisprudenciales, de la STS de 22 de febrero de 1995). manejo de los fondos públicos. De esta manera se diluye el concepto
de participación en el ejercicio de funciones públicas más allá de lo
deseado por el artículo 24.2 del Código penal.
1. Funcionario público o autoridad Esto es más evidente en uno de los supuestos de hecho calificados Bienes
c o m o malversación impropia, esto es, en el caso en que un particular embargados en
Funcionario El sujeto activo del delito de malversación debe ostentar la cuali- es designado depositario de sus propios bienes por la autoridad j u - manos de
público dad de funcionario público o autoridad, determinada a efectos pe- dicial que decreta el embargo de los mismos. Se trata sin duda de particulares
nales por el actual artículo 24, heredero del antiguo artículo 119, ya una ampliación excesiva de la figura de la malversación, que ha dado
comentado en otro apartado de este trabajo. lugar a incontables recursos de casación ante el Tribunal Supremo.
Delito especial La malversación es un delito especial, cuyo círculo de posibles De la incriminación de la conducta de quien dispone de los bienes
autores se limita aún por la exigencia de una especial vinculación con embargados sin orden, conocimiento o consentimiento de la A u t o r i -
los caudales, como posteriormente se verá. dad —incluso para satisfacer la deuda—, sólo puede desprenderse la
Extensión a no Esta característica común se rompe en la tradicional y criticada pretensión de dotar de una excesiva protección a las decisiones de la
funcionarios previsión del artículo 435, que permite la incriminación de personas Autoridad; su contenido lesivo se reduce a la falta de respeto a |a
que no son funcionarios públicos, como autores de alguno de los voluntad de la Autoridad, en ningún caso se produce una lesión pa-
delitos de malversación de los artículos anteriores. trimonial, al menos directa, ni un menoscabo de la función de gasto
Art. 435: público.

"Las disposiciones de este Capítulo son extensivas:


1.° A los que se hallaren encargados por cualquier concepto de fon- 2. Caudales o efectos públicos
dos, rentas o efectos de las Adn^inistraciones Públicas.
2.° A los particulares legalmente designados como depositarios de
caudales o efectos públicos. A. Caudales o efectos
3.° A los administradores o depositarios de dinero o bienes embar-
gados, secuestrados o depositados por autoridad pública, aunque per- Por caudal según el Diccionario ha de entenderse "hacienda, bie- Concepto
tenezcan a particulares." nes de cualquier especie, y más comúnmente dinero". El Tribunal amplio de
Supremo proporciona un concepto amplio del término, c o m o capital, caudal
Además de la interpretación amplia que el Tribunal Supremo ha hacienda, cosa o bien de cualquier condición, y con la nota funda-
venido dando al concepto de funcionario público a efectos penales mental de ser susceptible de valoración económica, es decir, como
—concepto a u t ó n o m o y propio, independiente por tanto de su cali- " e l conjunto de bienes o derechos que forman el activo de un patri-
ficación administrativa o de las definiciones contenidas en las normas m o n i o " (ver por todas la STS de 14 de marzo de 1995). Son por tanto
reguladoras de su relación con la Administración Pública—, en el ám- caudales o efectos, según doctrina y jurisprudencia mayoritarias,
bito de la malversación el artículo 435 hace extensivas las disposicio- cualquier clase de bienes, muebles y con valor económico, dinero.

186 - 187 -
efectos negociables, etc., e incluso —aunque ello sea discutible— la otra, por el carácter de funcionario, que no es quien posee la cosa
mano de obra (ver SSTS de 20 de marzo de 1992 y 18 de marzo de sino quien actúa como servidor de la posesión en nombre de la A d -
1994). ministración. Aunque los bienes o efectos no lleguen a incorporarse
Bienes muebles La doctrina por su parte es casi unánime en excluir del delito de efectiva y formalmente al erario público, con la recepción de los mis-
malversación los bienes inmuebles, ya que estamos ante un tipo de mos por el funcionario legitimado para ello y con su destino o afec-
apropiación que requiere el desplazamiento patrimonial del objeto de tación públicos se entiende que ostentan naturaleza pública.
la acción. En el mismo sentido se ha pronunciado el Tribunal Supre- La jurisprudencia ha admitido también c o m o públicos a efectos de Giros postales
mo. Así por ejemplo, la STS de 22 de mayo de 1996 al negar la cali- la malversación aquellos —como los giros postales— que, aún per-
ficación de malversación a una finca urbana embargada y "deposi- teneciendo en todo m o m e n t o al particular, gozan de la condición de
t a d a " (sic) en su propia persona en ejecución de una condena. públicos porque el Estado garantiza el pago de la cantidad girada
Además de reputarse inválido el depósito, de la argumentación del (SSTS de 26 de enero de 1945, de 12 de febrero de 1979, de 26 de
Tribunal se entiende que el dominio sobre los bienes inmuebles ob- junio de 1992, 9 de febrero de 1994 y 14 de marzo de 1995). Según
\ tiene una suficiente protección de la inscripción registral —en este ésta última, son caudales públicos los giros postales o telegráficos,
/ caso de la anotación preventiva de embargo—, por lo que no sería porque reúnen tres requisitos: la incorporación a las actividades que
necesaria la protección penal del mismo. la Administración desempeña, la vinculación a un funcionario que
Inclusión de los En el nuevo artículo 434 sin embargo se incluyen c o m o posible adquiere unos deberes de custodia y la responsabilidad de la entidad
inmuebles en el objeto susceptible de "aplicación privada" los bienes inmuebles, los pública derivada de la infracción de tales deberes.
art. 434 cuales están excluidos por el concepto de caudal o efecto según doc- No se considera bien público un diamante remitido por medio de No el correo
trina prácticamente unánime. Para el resto de los tipos del Capítulo paquete postal ordinario, en lugar de hacerlo con valor declarado o ordinario
no se altera el concepto. Ello trastoca levemente el concepto uniforme c o m o objeto asegurado. No cumple los requisitos antedichos, ya que
que existía con anterioridad, pero ha de entenderse por el peculiar se han infringido las normas reguladoras de los servicios postales al
origen del nuevo tipo, y por la delimitación de la conducta al uso o enviar un bien de alto valor por correo ordinario (STS de 14 de marzo
disfrute temporal de un bien. de 1995). Lo mismo se afirma en la STS de 31 de enero de 1991
respecto de un cheque al portador remitido por correo simplemente
B. Cualidad de públicos de los caudales o efectos certificado.
No serían caudales públicos tampoco las cantidades ingresadas Otros ejemplos
Carácter público Este elemento es fuente de alguna vacilación, resuelta por la j u - en la Caja Postal en un plan de ahorro, poque no están destinadas a
de los fondos risprudencia con la aprobación de la doctrina, al entender que son ingresar en un ente público (SSTS de 14 de marzo y 18 de febrero de
públicos los caudales o efectos pertenecientes a la Administración, 1995); sí lo serían por contra las tasas adeudadas al A y u n t a m i e n t o
en sentido lato, central, autonómica, provincial o municipal. que el Alcalde ingresa en una cuenta particular (STS de 6 de octubre
Públicos por Sin embargo, la mecánica comisiva del delito impide normalmente de 1993), los intereses generados en una cuenta bancaria particular
destino que se haya producido la incoporación formal al erario público. La por los fondos malversados e ingresados en la misma —ya que la
jurisprudencia entiende que basta con que los caudales estén desti- naturaleza de los intereses no depende de la de la cuenta bancaria,
nados al erario público, con lo que es suficiente la mera entrega al sino de la del patrimonio que los genera, por el principio de accesión
funcionario competente para que se consideren públicos cuando de- del artículo 353 Ce— (STS de 11 de febrero de 1994), y también el
bieran haberse incorporado al patrimonio de la Administración, con dinero ingresado por el cobro de multas y del servicio de grúa (SSTS
tal de que exista un derecho expectante de ésta (véase por ejemplo de 31 de enero de 1991 y de 13 de marzo de 1992).
la STS de 25 de marzo de 1996). También son caudales públicos En el ámbito de la malversación en el Derecho español no existe Fondos de la
"aquellos que, perteneciendo a particulares, quedan adscritos a la obstáculo para entender que los fondos de la Unión Europea ostentan Unión Europea
Administración, o algunos de los servicios públicos que presta a los la naturaleza de públicos, asimilándose en su protección penal a los
ciudadanos" (STS de 14 de marzo de 1995). Las personas jurídicas caudales pertenecientes a cualquier ente público, en la medida en que
públicas actúan indefectiblemente a través de personas físicas que estén a cargo del funcionario público español por razón de sus f u n -
reciben no para sí, sino actuando como mero servidores de la pose- ciones.
sión. No obstante, en el nuevo artículo 306 se incrimina —dando res- Protección penal
Recepción por Así, por ejemplo según la STS de 30 de mayo de 1994, esta cues- puesta a la recomendación contenida en el Convenio relativo a la de los intereses
funcionario tión responde, por una parte, al destino o afectación de la cosa, y por protección de los intereses financieros de las Comunidades Europeas financieros de
legitimado las Comunidades
1Í 189
(Diario Oficial de las Comunidades Europeas, 27.11.1995, serie C 316/ tórico o artístico", o a que "se tratara de efectos destinados a aliviar
48)— la defraudación, " p o r acción u omisión, a los presupuestos ge- alguna calamidad pública".
nerales de las Comunidades u otros administrados por éstas, en cuan- Con ello se comprende en el desvalor típico el elemento funcional Atención a los
tía superior a 50.000 ecus, eludiendo el pago de cantidades que se asociado al patrimonio, especialmente relevante por el carácter pú- fines públicos
deban ingresar, o dando a los fondos obtebidos una aplicación dis- blico, legalmente tasado y predeterminado de los fines a cuyo c u m -
tinta a aquella a que estuvieren destinados" —fraude que tendrá la plimiento está adscrito el patrimonio público.
consideración de falta (artículo 628) si superando los 4.000 ecus no El anteriormente transcrito artículo 435, al igual que amplía el de- Extensión a
excede de 50.000— (véanse los artículos 1.1.a y 2.1 del Convenio, y lito de malversación a sujetos activos particulares, permite la incri- caudales
el 7.2.C en relación a la aplicación del principio ne bis in idem). La minación de las conductas recogidas en los artículos 432 a 434 cuan- privados
pena correspondiente al delito es la de prisión de uno a cuatro años do recaigan sobre " d i n e r o o bienes embargados, secuestrados o
y multa del tanto al séxtuplo de la citada cuantía, idéntica a la prevista depositados, aunque pertenezcan a particulares", lo cual da lugar a
para el delito fiscal (artículo 305.1 y 3) y el fraude de subvenciones las dudas ya expresadas.
(artículos 308.1 y 2 y 309), e inferior a la prevista para la malversación
(artículo 432.1). El legislador español ha configurado en el artículo 306
un delito c o m ú n en un ámbito específico, el de los intereses financie- 3. Vinculación entre el funcionario y los caudales o efectos
ros de las Comunidades; pero "considerando que más de la mitad de
los gastos de las Comunidades son abonados a los beneficiarios por "La disponibilidad o relación de dependencia entre el caudal y el Elemento típico
intermedio de los Estados miembros; y que los Estados miembros sujeto activo es primordial en el engarce jurídico del d e l i t o " —en ex- esencial
abonan a las comunidades los ingresos que recaudan en nombre de presión de la STS de 25 de marzo de 1996)—, ya que es el que lo
la m i s m a " (Resolución legislativa del Parlamento Europeo, Diario Ofi- sitúa más allá de un entendimiento puramente patrimonial. El que
cial de las Comunidades N.° C 89/83, de 10.4.1995), será frecuente que sea el funcionario específicamente Competente para el manejo o cus-
puedan incurrir en estas conductas funcionarios públicos. La futura todia de los fondos quien los aparta de su función es lo que determina
delimitación jurisprudencial de los contornos típicos de esta figura que el correcto funcionamiento de la actividad patrimonial del Estado
habrá de solventar los posibles problemas de concurrencia con el se vea comprometida.
delito de malversación. Esta vinculación ha de consistir en que el funcionario tenga los "A su cargo"
Sanciones En el ámbito de las sanciones administrativas el Consejo de la caudales o efectos públicos "a su cargo por razón de sus f u n c i o n e s "
administrativas Unión Europea aprobó el 18 de diciembre de 1995 el Reglamento (CE, (artículos 432 y 433). En este punto divergen la interpretación doctri-
en la normativa EURATOM) N.° 2988/95, relativo a la protección de los intereses f i - nal, más estricta, y la jurisprudencial, excesivamente amplia si aten-
europea nancieros de las Comunidades Europeas (Diario Oficial de las Co- demos a lo expuesto en el párrafo anterior.
munidades Europeas, 23.12.1995, serie L 312/1). Al igual que en el La expresión a su cargo significa según SUÁREZ MONTES un po- Interpretación
Convenio, las conductas sancionables no se enmarcan directamente der del funcionario sobre el destino de los bienes. OLESA MUÑIDO, estricta
en el ámbito de la malversación, sino en el mucho más amplio de si bien con matizaciones basadas en un riguroso estudio jurispruden-
prevención del fraude a los presupuestos de las Comunidades (veáse cial, parece decantarse también por una comprensión restringida del
la descripción de las irregularidades sancionables en el artículo 1.2 t é r m i n o , que no implica por tanto equiparación con la mera posesión,
del Reglamento, y los artículos 5.2 y 6 respecto a las medidas para sino que comporta la obligación de dar cuenta o razón ante un órgano
evitar la acumulación de sanciones penales y administrativas). público.
Bienes Por otra parte, en la actualidad el artículo 432.2 concede especial Ello significa, según opinión dominante, que es penalmente relé- Detentación
especialmente importancia para agravar la pena a la naturaleza de los bienes y no vante tanto la detentación material como la jurídica, siempre que sea material o
protegidos sólo a la cantidad malversada, como ocurría con anterioridad. Afor- por razón de sus funciones. En este sentido DÍAZ PALOS, MUÑOZ jurídica
tunadamente derogado el arcaico sistema de cuantías del artículo 394 CONDE y SUÁREZ MONTES.
previgente, en la actualidad se atiende a la importancia y la naturaleza La posición jurisprudencial es vacilante, ya que la necesidad de Interpretación
de los caudales, bienes o efectos malversados. Así, en el artículo que exista una función específica es constantemente recalcada por la amplia
432.2 se valora c o m o especialmente grave la malversación atendien- jurisprudencia (SSTS de 21 de abril de 1885, de 6 de junio de 1957,
do, por supuesto "al valor de las cantidades sustraídas", pero tam- de 8 de mayo de 1961, de 16 de diciembre de 1987, de 29 de febrero
bién "al daño o entorpecimiento producido al servicio público", o a de 1988), mientras que algunas sentencias contradicen esta línea, así
que "las cosas malversadas hubieran sido declaradas de valor his- la de 17 de abril de 1966 (con ocasión de sus funciones), de 23 de

190 191 -
diciembre de 1967, de 20 de octubre de 1970, de 26 de junio de 1989 se trate de una detentación material o jurídica, en todo caso deben
(mero servidor de la posesión) y de 12 de enero de 1990. Acepta en estar a su cargo por razón de sus funciones. La expresión eliminada
ocasiones el Tribunal Supremo una interpretación extensiva admi- no viene a aportar ninguna restricción o ampliación del ámbito de
tiendo la posesión de hecho ocasional, e incluso los supuestos en aplicación del tipo.
que los caudales habían ingresado indebidamente en el patrimonio En la STS de 13 de junio de 1995 se condena por malversación de Cobro de
público, incluso cuando la recepción por parte del funcionario fuera caudales públicos al Alcalde que hace figurar en las listas de traba- peonadas no
ilegal. Así en las sentencias anteriormente citadas y en las de 18 de jadores, para la percepción jde las ayudas del Plan de Empleo Rural, realizadas
mayo de 1963, de 17 de abril de 1964, de 28 de abril de 1966, de 21 mayores peonadas de las que realmente se daban. Los fondos per-
de junio de 1993 y de 22 de abril de 1994. En esta misma dirección, tenecían al INEM y al Gobierno Civil y eran ingresados directamente
según GROIZARD la expresión " p o r razón de sus funciones" se con- en las entidades financieras de la localidad, las cuales pagaban direc-
virtió en un nuevo requisito, introducido en 1870, que podía dar lugar tamente a los obreros relacionados en las listas. Posteriormente, el
a absoluciones injustificadas de funcionarios a cuyo cargo se ponen Alcalde, concertado con los operarios, se citaba con éstos para recibir
N accidentalmente fondos públicos por autoridad competente. En su la diferencia entre las peonadas percibidas y las realmente trabajadas.
opinión, no añade ningún desvalor diferenciable, puesto que todos La sentencia entiende que la responsabilidad del Alcalde, por su car-
los empleados públicos ejercen funciones públicas. g o , en la gestión y reparto conforme a Derecho de tales fondos, im-
Competencia Más adecuada parece la opción de SUÁREZ MONTES, para quién plica que los fondos que desviaba de su finalidad específica estaban
específica no cabe entender esta expresión en sentido excesivamente amplio, a su disposición, cumpliéndose el requisito típico de la malversación.
de forma equivalente a "con ocasión d e " o " e n consideración a". No Sin embargo, no existe aquí una verdadera disponibilidad sobre los
es bastante la genérica cualidad de funcionario público, sino que i m - caudales, que no se obtiene sino a través del despliegue de una ma-
plica una competencia específica "dimanada de la inclusión del cui- niobra engañosa ilegal.
dado de caudales en las funciones encomendadas al sujeto". En el
mismo sentido, MUÑOZ CONDE insiste en la insuficiencia de la cua-
lidad de funcionario, y en la exigencia de que la tenencia se derive IV. LAS DISTINTAS CONDUCTAS TÍPICAS
de la "función y competencia específicas". Se excluye por tanto " u n
1. Sustraer o consentir que otro sustraiga
acto administrativo ilegal, engaño, abuso de oficio, etc."
Necesidad de La interpretación amplia puede llevar a la desnaturalización del
Artículo 432:
una delito. Así lo ha entendido el legislador, que en el trámite parlamen-
interpretación tario reintrodujo la expresión " p o r razón de sus funciones", al aceptar " 1 . La autoridad o funcionario público que, con ánimo de lucro, sus-
estricta una enmienda del Grupo Vasco. El abuso del cargo es un elemento trajere o consintiere que un tercero, con igual ánimo, sustraiga los cau-
esencial. Con la malversación de caudales no se pretende incriminar dales o efectos públicos que tenga a su cargo por razón de sus funciones,
la infracción de genéricos deberes de fidelidad en la custodia del pa- incurrirá en la pena de prisión de tres a seis años, e inhabilitación ab-
soluta por el tiempo de seis a diez años.
trimonio, sino la vulneración de específicos deberes —lo que nos per- 2. Se impondrá la pena de prisión de cuatro a ocho a años y la de
mite distinguir esta figura de la estafa con abuso de oficio en que no inhabilitación absoluta por tiempo de diez a veinte años si la malversa-
hay una competencia específica— por razón de su competencia di- ción revistiera especial gravedad atendiendo al valor de las cantidades
) recta respecto al manejo o custodia de los caudales públicos. Así lo sustraídas y al daño o entorpecimiento producido al servicio público. Las
mismas penas se aplicarán si las cosas malversadas hubieran sido de-
ha entendido también la STS de 22 de febrero de 1995. En este caso
claradas de valor histórico o artístico, o si se tratara de efectos destinados
el acusado no había obrado con abuso de sus funciones específicas, a aliviar alguna calamidad pública.
sino con abuso de funciones genéricas de todo funcionario, con abu- 3. Cuando la sustracción no alcanzare la cantidad de quinientas mil
so de oficio, ya que obró precisamente al margen de sus funciones, pesetas, se impondrán las penas de multa superior a dos y hasta cuatro
al solicitar e ingresar en una cuenta privada las liquidaciones de una meses, prisión de seis meses a tres años, y suspensión de empleo o
cargo público por tiempo de seis meses a un año."
Tasa Minera que en el momento de los hechos ya no existía. La no
concurrencia de este requisito típico determinaría, en su caso, la ca-
A. Conductas típicas
lificación de la conducta del funcionario como apropiación indebida
o hurto. La modalidad de conducta típica activa descrita en el 432 es la Modalidad
"A su Por otra parte, el que se haya eliminado la expresión "a su dis- "sustracción", que jurisprudencia y doctrina interpretan de forma am- activa;
disposición" posición" no altera a mi entender el ámbito de supuestos típicos. Ya plia, como comprensiva de "separar, extraer, quitar, despojar o des- apropiación

192 193
viar los caudales de las necesidades del servicio, haciéndolos suyos"; vierte en partícipe en sustracción ajena, ya que lo relevante es sola-
en expresión de QUERALT: "retirar definitivamente del acervo público mente la anuencia. Se trata de un delito a u t ó n o m o y no de una par-
el dinero u otros efectos". ticipación en un hecho ajeno.
Apropiación En realidad no estamos ante una sustracción sino una apropiación,
que "consiste en el comportamiento del sujeto que dispone de la cosa B. Elemento subjetivo
—que ya posee en virtud de otro título— como si fuera dueño, reali-
zando sobre ella actos de dominio incompatibles con el título de su El elemento subjetivo de-este tipo es el dolo, no cabe la comisión
posesión", o c o m o define OLESA MUÑIDO, significa "extraer los cau- culposa. El dolo comprende todos los elementos objetivos del tipo,
dales del ámbito público en que se hallaban situados, para colocarlos consistiendo por tanto esencialmente en el ánimo de apropiación de-
bajo el dominio privado del agente". Ello es evidente si tenemos en finitiva —ánimo de tener la cosa como propia o en expresión juris-
cuenta que el funcionario ya posee, material o jurídicamente, los cau- prudencial animus rem sibi habendi—, lo cual precisamente distingue
dales, por lo que la "sustracción" —conducta típica del hurto, que ésta de las conductas de los artículos 433 y 434.
Una novedad introducida en este artículo 432 es la exigencia del Animo de lucro
implica un desplazamiento patrimonial— no es el término adecuado.
ánimo de lucro, lo cual venía siendo reclamado por parte de la doc-
Figuras Cuando no concurre alguno de los requisitos exigidos por el delito
trina por mor del carácter patririionial de la malversación. Sin e m -
comunes de malversación (no es funcionario, no son caudales públicos o no
bargo, no será pacífica la interpretación de este elemento, máxime si
subsidiarias entra dentro de su competencia específica), en su caso, los Tribunales
tenemos en cuenta la polémica sobre el concepto de lucro. Por otro
suelen apreciar el delito de apropiación indebida, agravado por el
lado, la exigencia del m i s m o se ha incluido también en el artículo 434
artículo 438 cuando se produzca con abuso del cargo. Si los caudales
—aplicación privada de muebles e inmuebles— pero se ha omitido
no estaban en su poder por un título que comportase la obligación en el artículo 433 —destino a usos ajenos a la función pública— lo
de restituirlos los Tribunales suelen apreciar un delito de hurto, con cual sin duda complica la posibilidad de una respuesta uniforme.
la agravante de prevalerse del carácter público del culpable, en su No es posible en este momento un estudio en profundidad del Concepto de
caso. concepto de lucro en la doctrina y en la jurisprudencia. Baste decir lucro
Consentimiento Pero además, el Código español —en lo que es peculiar—contem- que el ánimo de lucro en el tipo de apropiación del artículo 432 ha
a la sustracción pla una tipificación expresa del consentimiento a que otro sustraiga de consistir en la intención de obtener una ventaja patrimonial direc-
de un tercero los caudales o efectos que el funcionario tenga a su cargo. La con- tamente de la incorporación de la cosa al propio patrimonio, es decir,
ducta puede ser omisiva, si se trata de un consentimiento tácito, o de la apropiación c o m o resultado típico. No se requiere por tanto la
activa si se aprueba, se permite o se facilita con otros actos la sus- búsqueda de un enriquecimiento posterior al resultado típico apro-
tracción por el tercero. piatorio.
Delito autónomo Obviamente, y así lo subraya MUÑOZ CONDE, de dejar tal con- Por ello, aparentemente la exigencia de este elemento subjetivo Identificación
ducta sometida a las reglas generales de la participación en un hecho adicional no produce efectos sobre el ámbito de tipicidad de esta f i - con el ánimo de
ajeno, el funcionario público que consiente, incluso facilitando, la sus- gura, pudiéndose identificar o integrar en el ánimo de apropiación apropiación
tracción de caudales públicos a su cargo, podría resultar privilegiado definitiva, es decir, en el dolo típico. definitiva
en caso de ser castigado por su participación en el delito común. Si Únicamente en el caso de que con la apropiación al autor pretenda Animo
la apropiación denominada malversación produce una respuesta pe- una compensación de cantidades a él debidas por la Administración compensatorio
nal agravada, asimismo la participación omisiva equiparable a la mis- podría excluir el ánimo de lucro.
ma, bajo las mismas circunstancias personales y objetivas, acarreará
iguales efectos. C. Penalidad
Comisión por Sin embargo, la coindencia de la figura contemplada en el artículo
Las penas imponibles a los autores de estos delitos se han redu- Reducción de
omisión 432 y la comisión por omisión no es exacta, ya que en aquélla la
cido considerablemente. La pena básica (a partir de 500.000 ptas.) es las penas en el
acción no consiste solamente en un mero no impedir la sustracción
la de prisión de 3 a 6 años e inhabilitación absoluta de 6 a 10 años, nuevo Código
que está obligado a evitar, sino que se trata de una dejación del deber
cuando antes era de PM (6 a 12 años). La pena agravada es de 4 a 8
de custodia ffna/;'sf/camenfe dirigida a la producción del resultado. años de prisión y de 10 a 20 de inhabilitación absoluta cuando antes
Favorecimiento La actividad del funcionario puede no limitarse a un simple no podía llegar a Rm (12 a 20 años) si excediere de 2.500.000 ptas. La
actuar, facilitando de cualquier m o d o la sustracción. Ello no lo con- pena atenuada prevé una pena de prisión de 6 meses a 3 años, multa

194- 195
de 2 a 4 meses y suspensión de 6 meses a 1 año cuando no se su- sus funciones. Incurrirá en la pena de multa de seis a doce meses, y
peren las 500.000 ptas. suspensión de empleo o cargo público por tiempo de seis meses a tres
años.
Sistema de En el actual artículo 432 se ha sustituido la determinación de la Si el culpable no reintegrara el importe de lo distraído dentro de los
penalidad pena mediante el sistema de cuantías, por unas causas de agravación diez días siguientes al de la incoación del proceso, se le impondrán las
referidas a la importancia o naturaleza del objeto material del delito. penas del artículo anterior."
Estas circunstancias agravantes son el valor patrimonial, el daño o
entorpecimiento al servicio público o que se trate de objetos de valor A. Conducta típica
histórico o artístico o destinados a aliviar alguna calamidad pública.
La conducta con mayor grado de similitud —desde el punto de Malversación de
En mi opinión, de forma acertada, se toma así en consideración la
vista patrimonial y del interés lesionado— al llamado peculado del uso
especial naturaleza del patrimonio público, en cuanto que se halla
artículo 432, es el denominado peculado de uso o impropio, es decir,
esencial e intrínsecamente destinado al cumplimiento de fines de in-
la aplicación a "usos ajenos a la función p ú b l i c a " de fondos públicos,
terés general.
recogida en el artículo 433.
De > La agravación por el daño o entorpecimiento del servicio público
La doctrina cifra la diferencia entre ambas figuras solamente por Diferencia con el
entuiijecimiento —que en el Código anterior se tomaba en consideración únicamente
el elemento subjetivo; según establece jurisprudencia unánime, en 432
del servicio en los tipos de distracción— viene a redundar la ratificación de esa
virtud de que se estime concurrente ánimo de apropiación definitivo
público afirmación. Definido el servicio público a efectos penales —de forma
o temporal, animus rem sibi habendi o animus rem sibi utendi (véan-
por tanto no necesariamente coincidente con el concepto administra-
se, a m o d o de ejemplo de reiterada jurisprudencia del Tribunal Su-
tivo—, el daño o entorpecimiento del mismo es cifrado por SUÁREZ
premo, las sentencias de 11 de julio de 1990, de 18 de noviembre de
MONTES en el "perjuicio al buen orden, fines y regular curso de la
1992, de 12 de julio de 1993 o de 25 de septiembre de 1993).
Administración Pública". Según el parecer de todos los comentaristas
Como se puede observar en las sentencias citadas, las conductas Identidad del
se trata de una cualificación por el resultado, no necesariamente abar-
típicas de los artículos 432 y 433 —por ejemplo al utilizar dinero pú- elemento
cada por el dolo, pero al menos previsible, ya que se necesita la con-
blico para pagar una deuda o al ingresarlo en una cuenta particular— objetivo
currencia de culpa. El daño al servicio público debe consistir según
son en la práctica difícilmente diferenciables, siendo en el plano ob-
BAJO en la lesión de la función a que estuvieren consignados los
jetivo idénticas.
caudales. En la jurisprudencia se manifiesta una cierta tendencia a no
aplicar esta agravación —prevista antes únicamente para los artículos
B. Elemento subjetivo. Distinción respecto al delito del artículo 432
396 y 397—, probablemente por la importante agravación de la pena
en conductas aparentemente poco lesivas desde una perspectiva pa- El ánimo de lucro exigido como elemento del tipo en el artículo Animo de lucro
trimonial. Así se puede ver en las SSTS de 31 de marzo de 1935 (daño 432, y entendido c o m o ánimo de apropiación definitiva, no tiene lugar
distinto del inherente a la apropiación); de 13 de diciembre de 1963 en el uso temporal de fondos públicos por parte del funcionario o
(retraso en el pago no suficiente como daño) y de 31 de marzo de autoridad que los tiene a su cargo por razón de sus funciones (STS
1994. Por contra sí se estima como daño al servicio el retraso de un de 6 de junio de 1994). Esto obviamente no significa que el sujeto
mes en el pago de un giro postal a un particular (STS de 15 de no- activo no pretenda —y consiga— una ventaja patrimonial de la apli-
viembre de 1993). cación transitoria de los fondos.
Peí ixcesivas Las graves penas previstas anteriormente para la malversación ha- La idoneidad de la conducta del sujeto activo para convertir la Dificultad de
bían alcanzado una eficacia desigual en la jurisprudencia. Así, era fre- utilización temporal en definitiva dificulta la calificación jurídico-penal prueba
cuente encontrar interpretaciones muy restrictivas de la ley, proba- de la conducta, por la complejidad de la indagación indiciaría del ele-
blemente con ese objetivo de justicia material, y propuestas de mento subjetivo.
indulto al Gobierno, como en el caso del Sr. Hormaechea por parte Lo dispuesto en el párrafo segundo del artículo 433 viene, a mi Criterio legal; el
del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (indulto de los 8 años entender, a adulterar la distinción expuesta, al establecer —peligro- reintegro
de prisión) o la STS de 25 de mayo de 1993 y otras. sámente en opinión de DÍAZ PALOS— una presunción de culpabili-
dad, hay que entender iuris et de iure, de existencia de ánimo apro-
2. Destinar a usos ajenos a la función pública piatorio cuando no se verifique el reintegro dentro de los diez días
Artículo 433: siguientes a la incoación del proceso, pero posibilitando a su vez —
"La autoridad o funcionario público que destinare a usos ajenos a la con miras utilitarias a recuperar lo sustraído— una vía de escape al
función pública los caudales o efectos puestos a su cargo por razón de funcionario para evitar las graves penas del artículo 432.

196 - 197 -
Presunción La jurisprudencia evoluciona hacia la posibilidad de desvirtuar la lugar a la impunidad de algunas conductas. Recientemente se han
desvirtuable presunción cuando existan otros nnedios probatorios del ánimo sub- planteado casos — c o m o el del pago de sobresueldos a funcionarios,
jetivo. Así lo estiman las SSTS de 4 de abril de 1964, de 17 de enero técnicos y auxiliares del Ministerio de Interior por su mayor dedica-
de 1966, de 17 de abril de 1972, de 19 de diciembre de 1981, de 18 ción horaria y razones de seguridad, o la compra con dinero proce-
de mayo de 1987, de 6 de abril de 1989 (incompatible con arrepenti- dente de fondos reservados de joyas para las esposas de altos car-
miento espontáneo), de 18 de noviembre de 1992, de 11 de mayo de gos— en los que la Fiscalía Anticorrupción sí ve indicios de delito en
1990 (destrucción de los elementos probatorios de la sustracción), de Providencia de 17 de julio de 1996, y otros —como los pagos a fa-
27 de diciembre de 1994 (compatible con arrepentimiento espontá- miliares de guardias civiles fallecidos en acto de servicio, los pagos
neo), para las cuales, aunque se produzca el reintegro en el plazo realizados como gratificaciones a los interventores delegados de Ha-
legal, si se prueba por otros medios el ánimo de apropiación defini- cienda en el Ministerio del Interior, el pago con fondos reservados de
tiva el tipo aplicable sería el del artículo 432. La restitución ulterior de la asistencia jurídica a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de
lo sustraído con intención definitiva no hace desaparecer el delito del Seguridad del Estado o el apoyo económico a los sindicatos policia-
^ artículo 432 (SSTS de 27 de mayo y de 7 de octubre de 1993, de 30
les— en los que la mencionada Fiscalía no aprecia relevancia penal
de mayo de 1994, de 3 de febrero de 1995 y los demás precedentes
tras la entrada en vigor del nuevo Código penal.
jurisprudenciales en ellas citados).
En el segundo grupo de supuestos la posible infracción de la nor- Criterios de
Remisión Cuando el ánimo del autor de la malversación es únicamente el
mativa administrativa o de la asignación presupuestaria sería penal- distinción
únicamente a de una apropiación provisional, si no se reintegra lo sustraído, la j u -
mente irrelevante, mientras que en el primero nos encontramos ante
las penas risprudencia mayoritaria entiende que "sin modificar la naturaleza del
delito previsto en el artículo 433.1.°, la remisión que hace su párrafo un posible delito de malversación de caudales. Una interpretación de
segundo, hace entrar en juego la punición prevista en el artículo 432" carácter rnaterial y no formal ha de ser posible, atendiendo a la na-
(STS de 6 de j u n i o de 1994 y en idéntico sentido la STS de 3 de turaleza de la aplicación dada a los caudales. En cualquier caso, se
febrero de 1995). podría entender que cuando el destino dado a los caudales estuviese
Plazo del El momento eficaz para reintegrar lo sustraído es el de los diez contemplado en otras partidas del presupuesto estaremos ante una
reintegro días siguientes a la incoación del proceso, es decir, la apertura de malversación no punible, cuando no lo estuviese se trataría de un uso
diligencias judiciales, ya sean estas diligencias previas o sumariales. ajeno a la función pública.
La apertura de un expediente administrativo no es óbice para la apli-
cación de este precepto.
C. Penalidad
Arrepentimiento El reintegro extemporáneo ha llevado en algunos casos a la apre-
espontáneo ciación de la atenuante de reparación del daño del vigente artículo
La pena del artículo 433 (multa de 6 a 12 meses y suspensión de
21.5.° o analógicamente conforme al artículo 21.6.°, y a la consiguien-
empleo o cargo público de 6 meses a 3 años) mantiene una gravedad
te atemperación de las penas del artículo 432 (ver SSTS de 5 de julio
similar al anterior artículo 396 (suspensión o inhabilitación especial),
de 1990 y 26 de septiembre de 1994).
En cualquier caso, tanto en el "peculado propio" como en el " p e - al menos en el tipo básico, pero, a mi entender, la confusión intro-
Lesividad
pat'-'-'pnial culado de u s o " , el sujeto activo obtiene una utilidad derivada de la ducida por el artículo 434 puede significar graves problemas de ley
'^ incorporación a su patrimonio —aún temporal— de los fondos mal- aplicable ante la inexplicable dureza de las penas previstas para éste
versados, perjudicándose, en principio, el patrimonio público. La pu- (de 1 a 3 años de prisión e inhabilitación especial de 3 a 6 años).
nición de la apropiación temporal constituye una nueva particularidad En el anterior artículo 396 estaba prevista la agravación de la pena Daño al sen/icio
de la protección del patrimonio público, un adelantamiento de barre- de la aplicación privada de caudales públicos cuando resultare daño público
ras en la protección penal del patrimonio del Estado y otros entes o entorpecimiento del servicio público. Su desaparición en el artículo
públicos, que en la del patrimonio privado sólo en muy concretos 433 ha de reputarse desacertada, ya que se ignora de esta manera un
casos se adopta. aspecto esencial de la lesividad de la apropiación temporal de ele-
Uso ajeno a la Otro aspecto problemático es la delimitación de la aplicación pri- mentos del patrimonio público, como es la lesión del correcto ejer-
función pública vada respecto de la pública, los usos ajenos a la función pública de cicio de la función de gasto público. Este ulterior resultado lesivo para
los propios de la Administración. Este extremo cobra especial rele- el servicio público habrá de tomarse en consideración ahora, a mi
vancia tras la despenalización de la aplicación a usos públicos dife- juicio, en el ámbito de discrecionalidad de la determinación judicial
rentes de los previstos del antiguo artículo 397, lo cual puede dar de la pena.

198 199
3. Aplicación p r i v a d a d e bienes m u e b l e s o i n m u e b l e s les]". Pero entonces, si el elemento objetivo de ambas figuras delic-
tivas —como se ha concluido con anterioridad— es idéntico, ¿cómo
Artículo 434: se distingue el uso temporal de la apropiación definitiva?
La conducta típica del artículo 434 parece que habrá de quedar Utilización
"La autoridad o funcionarlo público que, con ánimo de lucro propio o reducida al uso y disfrute de bienes públicos, muebles o inmue- privada de
ajeno y con grave perjuicio para la causa pública, diere una aplicación
bles —despachos, instalaciones, mano de obra, instrumentos téc- bienes públicos
privada a bienes muebles o inmuebles pertenecientes a cualquier Ad-
ministración o Entidad Estatal, Autonómica o Local u Organismos depen- nicos, medios de transport'e, etc.—, siempre con ánimo de lucro
dientes de alguna de ellas, incurrirá en la pena de prisión de uno a tres propio o ajeno y con grave perjuicio para la causa pública, aplicando
años e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo el artículo 433 solamente en el caso de que se produzca una apropia-
de tres a seis años."
ción temporal de caudales públicos, que éstos se reintegren dentro
del plazo previsto y que no se produzca un grave daño a la causa
Nueva figura Esta nueva figura delictiva, introducida por el Proyecto de Ley re- pública.
dt )a mitido por el Gobierno al Congreso, es completamente novedosa en
El tipo no exige expresamente una relación específica del f u n - Relación entre el
el ordenamiento jurídico español. Su inclusión, al parecer, responde
cionario con los caudales malversados. Sin embago, la interpre- funcionario y los
a la incapacidad del Derecho penal previgente para recoger ciertas
tación sistemática uniforme de todo el Capítulo aconseja mantener bienes
conductas consideradas merecedoras de reproche penal.
incólumes los elementos comunes a los distintos delitos de malver-
Caso Juan Se trata de uno de los preceptos " c o n nombre y apellidos" del
sación.
Guerra nuevo Código penal. La imposibilidad de encuadrar algunas de las
La exigencia de "grave perjuicio para la causa pública" es enor- Causa pública
conductas de Juan Guerra, por las que fue enjuiciado, en los tipos de
memente indeterminada. Existe ya en el delito de malversación, antes
malversación, parece estar en el origen del nuevo tipo, como de-
y ahora, el conceptp de daño o entorpecimiento del servicio público ,
muestran las actas del debate parlamentario.
a l q u e estuvieran consignados los caudales. Por tanto, el daño a la
causa pública ha de ser necesariamente un concepto más a m p l i o , que
podría incluir también elementos como el prestigio de la Administra-
A. Conducta típica. Problemas de delimitación con el delito del
ción u otros. La estimación de la gravedad del perjuicio presenta aún
artículo 433
mayor indeterminación.

La conducta típica en el artículo 434 consiste en dar una aplicación Por otro lado, uno de los objetivos de la inclusión de este precepto Punibilidad de la
Aplicación
privada a bienes públicos, lo cual plantea importantes problemas de penal fue la incriminación de la conducta del funcionario, no sólo aplicación por
privada
delimitación con el delito del artículo 433, ya que "destinar a usos cuando ios utiliza por sí m i s m o , sino cuando permite la utilización por parte del
ajenos a la función pública" y "dar uña aplicación privada" son con- parte del particular, y también la conducta de éste. El tipo propuesto particular
ductas difícilmente diferenciables. por el Gobierno, que dio lugar al actual artículo 434, no fue conside-
Solapamiento En el artículo 434 se incluyen los bienes inmuebles c o m o posible rado suficientemente comprensivo por el Partido Popular. Así lo ex-
parcial de los objeto de este t i p o de malversación, y se exige la producción de un presa su representante en el debate del proyecto: "Sí está en el artí-
arf >s 433 y gave perjuicio para la causa pública, pero con ello no se elimina la culo 434 la aplicación por una autoridad o funcionario de bienes
434 ^ posibilidad de que se plantee el concurso de leyes entre el artículo muebles o inmuebles a una actividad privada, pero se requiere más;
433 y el 434 en algunos supuestos. se requiere no ya tipificar que la autoridad o funcionario dé aplicación
Diferencia de La enorme diferencia en la gravedad de las penas—prisión de uno privada a esos bienes, sino que la autoridad o funcionario facilite o
penalidad entre a tres años e inhabilitación especial de tres a seis años en el artículo consienta que los particulares usen esos bienes para fines distintos
ambos 434 frente a multa de seis a doce meses y suspensión de 6 meses a de los que están destinados [...]."
tres años en el artículo 433—, hace difícilmente explicable que con- El artículo 434 puede permitir la incriminación de la conducta per- Punibilidad de la
ductas muy similares reciban una valoración diferente por parte del misiva del funcionario; la conducta del particular sólo podrá ser cas- participación del
legislador. tigada por las reglas de la participación en el delito del funcionario, particular
Criterio de Con un "esfuerzo interpretativo desproporcionado" (ver los Co- cuando consista en una inducción o cooperación punible. Pero no
distinción de los mentarios al Código penal coordinados por VIVES ANTÓN) se ha siempre el simple aprovechamiento por éste de la conducta malver-
tres tipos apuntado que el artículo 434 comprende una "aplicación de carácter sadora del funcionario puede calificarse como de cooperación con-
más duradero [que la del artículo 433] sin reintegrarlos [los cauda- forme a las reglas de la parte general.

200 -201
B. Elemento subjetivo de 6 de Julio de 1992 de la Audiencia Provincial de Madrid, secc.
3.=)", en R.G.D.", Ene.-Feb. 1993, pp. 121-46.
Animo de lucro La exigencia de ánimo de lucro, propio o ajeno, en el artículo 434
MIR PUIG, Carlos: "De la malversación de caudales públicos: pro-
podría constituir un elemento de distinción con el artículo 433. Sin
puesta de una nueva interpretación del artículo 397 del Código
embargo, la conducta típica a la que va referida aquél obliga a inter-
Penal", en C.P.C, Madrid, 1991, pp. 75-89.
pretar el ánimo de lucro en forma diferente a como se hacía en el
OLESA MUÑIDO, Francisco F.: "El delito de malversación por sus-
artículo 432.
tracción de caudales o efectos públicos en el vigente Código penal
Inexistencia de Aquí el lucro consiste en la obtención de una ventaja económica,
español", en Estudios jurídicos en honor de Octavio Pérez-Vitoria,
ánimo diferente de la apropiación, a través de una aplicación privada de los
T o m o I, Bosch, Barcelona, 1983, pp. 621-74.
apropiatorio bienes públicos. Con todo, no se entendería entonces porque el artí-
RODRÍGUEZ MONTAÑÉS, Teresa: "Dolo y error en un delito de mal-
culo 433 no comporta la misma exigencia, como ya se anticipó con
versación impropia (Comentario a la STS, sala 2.", de 22 de
anterioridad.
Septiembre de 1989)", La Ley, 1990-2, pp. 1074-8.
C. Penalidad SUÁREZ MONTES, Rodrigo Fabio: "La malversación de caudales pú-
blicos", en Revista General de Legislación y Jurisprudencia, 1966,
Gravedad de la El artículo 434 impone una pena de prisión menos grave —de uno pp. 831-79.
pena a tres años— y una pena de inhabilitación especial grave —de tres a
seis años—; unas penas superiores a las de la apropiación definitiva
de caudales públicos en cuantía inferior a 500.000 pesetas (artículo
432.3) y — c o m o ya se dijo— muy superiores a las del otro tipo de
distracción. La alta desvaloración del legislador ha de conducir por
tanto a una aplicación restringida del tipo; específicamente a través
de una interpretación restrictiva del elemento de "grave perjuicio para
la causa pública".

V. BIBLIOGRAFÍA
BLECUA FRAGA, Ramón: "La aplicación pública de caudales a dife-
rente destino c o m o delito de malversación", en A.D.P.C.P., vol. III,
1985, pp. 747-65.
CUAREZMA TERÁN, Sergio: "Malversación de caudales públicos pro-
pia e i m p r o p i a " en La Ley, 1992-1, pp. 437-444.
CUAREZMA TERÁN, Sergio: "La naturaleza del artículo 397 del
Código Penal y la distinción con el peculado p r o p i o " , en Poder
Judicial, 1991, pp. 197-202.
DÍAZ Y GARCÍA-CONLLEDO, Miguel: "Inducción o autoría mediata en
malversación impropia", en La Ley, vol. 4, 1986, pp. 521-31.
DÍAZ PALOS, Fernando: "Malversación de caudales públicos", en
Nueva Enciclopedia Jurídica Seix Barral, tomo XV, 1974, pp. 816-
24.
HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ, Roberto: "Malversación", en La Ley, de
27 de marzo de 1996.
DE LA MATA BARRANCO, Norberto J. - ETXEBARRIA ZARRABEITIA,
Xabier: Malversación y lesión del patrimonio público. J.M. Bosch.
Barcelona, 1995.
MAZA MARTÍN, José Manuel: "Delito de malversación de caudales
púbicos por Director de un Ente Público (Comentario a la sentencia

- 202 - - 203
FRAUDES Y EXACCIONES ILEGALES
Xabier Etxebarria Zarrabeitia
Profesor de Derecho Penal
Facultad de Derecho de la. Universidad de Deusto

SUMARIO: I. INTRODUCCIÓN GENERAL. II. FRAUDE A UN ENTE PÚ-


BLICO EN CONTRATACIONES O LIQUIDACIONES PÚBLICAS (ARTÍ-
CULO 436). 1. Rasgos fundamentales: gestión desleal del patrimonio
público. 2. Objeto de protección. 3. Elementos de la conducta típica.
A. Sujeto activo. B. Sujeto pasivo. C. Conducta típica. D. Elemento
subjetivo. 4. Penalidad. 5. Problemas concúrsales. II. EXACCIONES
ILEGALES (ARTÍCULO 437). 1. Rasgos fundamentales. 2. Objeto de
protección. 3. Elementos de la conducta típica. A. Sujeto activo. B.
Sujeto pasivo. C. Conducta típica. D. Elemento subjetivo. 4. Penalidad.
5. Problemas concúrsales. III. ESTAFA O APROPIACIÓN INDEBIDA
CON ABUSO DEL CARGO (ARTÍCULO 438). 1. Introducción: cualifi-
cación específica para la estafa y la apropiación indebida. 2. Conducta
típica. A. Elementos de los delitos de estafa o de apropiación inde-
bida. B. El abuso del cargo. 3. Penalidad. 4. Diferencia con la malver-
sación y con el fraude del artículo 436. IV. BIBLIOGRAFÍA.

I. INTRODUCCIGIM GENERAL

En el nuevo Código penal, aprobado el 23 de noviembre de 1995, Nuevo código


los fraudes y exacciones ilegales se regulan de manera similar a la
anterior en los artículos 436 a 438 del Capítulo VIH —con la misma
rúbrica, "De los fraudes y exacciones ¡legales"—, dentro del Título
XIX —"Delitos contra la Administración Pública"—.
Los comportamientos recogidos en estos tipos se caracterizan fun- Carácter
damentalmente por tratarse de conductas defraudatorias de natura- defraudatorio
leza patrimonial —bien a un ente público, bien a particulares—, co-
metidas en el ejercicio del cargo. Nos situamos por tanto en el marco
de conductas defraudatorias como las figuras comunes de estafa, de
gestión desleal de un patrimonio ajeno o de apropiación indebida.
Consisten, resumidamente, en concertarse con los interesados en Conductas
un acto de contratación pública o usar cualquier otro artificio para incriminadas
defraudar a un ente público (artículo 436), en exigir ilegalmente de-
rechos, tarifas por aranceles o minutas no debidos (artículo 437) y en
cometer un delito de estafa o apropiación indebida abusando del car-
go (artículo 438).
En estos artículos se han introducido algunas mejoras técnicas en Mejoras de la
la descripción de los elementos típicos, que luego se irán comentan- nueva
regulación
205
EL DELITO DE PREVARICACIÓN DEL FUNCIONARIO
PÚBLICO
M.'" J o s é V i r t o L a r r u s c a j n
Profesora Titular de Derecho Penal
Facultad de Derecho de la UPV/EHU

SUMARIO: I. NOVEDADES DEL NUEVO CÓDIGO. 1. Prevaricación Ju-


dicial-Prevaricación Administrativa. 2. Antecedentes Legislativos-Pre-
varicación y/o Abusos de los funcionarios y exigencia de perjuicio. A.
En el Código Penal italiano. B. El P.LO.C.P 1980 y P.A.C.P 1983. C. El
Proyecto de Ley Orgánica de Código Penal de 1992. D. Código Penal
de 1995. El art. 404. 3. Prevaricación genérica y prevaricación espe-
cífica. A. Particular que realiza un comportamiento injusto. B. Tipo
básico de prevaricación. II. BIEN JURÍDICO. 1. La infracción del deber
del cargo. A. Doctrina. B. El Tribunal Supremo. 2. Críticas a la Teoría
del deber del cargo. 3. Otras concepciones sobre el bien jurídico. A.
Doctrina. B. El bien jurídico en la Jurisprudencia. C. El bien jurídico y
la nueva definición de la prevaricación administrativa en el Código
Penal de 1995. III. ELEMENTOS OBJETIVOS DE LA CONDUCTA TÍPI-
CA. 1. Dictar Resolución. A. Informes y dictámenes. B. Los actos pre-
suntos y la inactividad de la Administración. C. El Tribunal Supremo.
2, Injusta y Arbitraria. A. Injusticia e ilegalidad en la Jurisprudencia.
B. Naturaleza objetivo/subjetiva del elemento arbitraria. C. Injusticia
manifiesta. D. Toma de postura: supuestos comprendidos. 3. Asunto
administrativo. IV. ELEMENTO SUBJETIVO. V. BIBLIOGRAFÍA.

I. NOVEDADES DEL NUEVO CÓDIGO

Tit. XIX. Delitos contra la Administración Pública.


Cap. I. De la prevaricación de los funcionarios públicos y otros
comportamientos injustos.
Art. 404. A la autoridad o funcionario público que, a sabiendas de
su injusticia, dictare una resolución arbitraria en un asunto adminis-
trativo se le castigará con la pena de la inhabilitación especial para
empleo o cargo público por tiempo de siete a diez años.

El nuevo Código penal contiene una regulación de la responsabi-


lidad penal de los funcionarios que se separa en aspectos importantes
de la situación anterior.
De entre las muchas sugerencias de mejora y de futuro que acerca
del delito de prevaricación venia formulando la doctrina científica, el
nuevo código ha atendido a algunas, zanjando así polémicas histó-
ricas, como la que se derivaba de su ordenación sistemática en el

119
anterior Tit. Vil. "Delitos de los funcionarios públicos cometidos en el el comportamiento prevaricador es único y representa un ataque al
ejercicio de su c a r g o " y de la posibilidad o dificultad de encontrar un Imperio-al dominio-del Derecho; b)la de desvincular a cualquier pre-
bien jurídico c o m ú n que aglutinase a todas las figuras delictivas com- varicación de los delitos del cargo y acentuar su caracterización c o m o
prendidas en el Titulo. Pero también ha abierto nuevos frentes de conductas que atacan al correcto ejercicio de la Función Pública, y
discrepancia, al introducir en el tipo elementos normativos, por ejem- lesionan los fines y principios (constitucionalmente determinados)
plo, la exigencia de"arbitrariedad", que añade un variable más a la que se predican de cada una de sus actividades.
nunca pacífica discusión sobre el significado del requisito de la " i n - EL recurso a la idea de lá Función Pública, como objeto de pro- Dificultad para
justicia". tección penal, no resuelve las dificultades que conlleva la distinción distinguir a
entre función judicial y administrativa, cuestión que ha de adquirir efectos del
una lógica importancia a la hora de individualizar las conductas pre- delito de
1. Prevaricación judicial-Prevaricación administrativa varicadoras del Juez y de la autoridad o funcionario público. prevaricación la
Esta dificultad tiene sus causas en la ruptura de la imagen tradi- actividad judicial
; La polémica sobre el bien jurídico genérico o categorial en los cional de identificación de los poderes en sentido orgánico, con las y la
hasta ahora llamados delitos de funcionarios, se clarifica al suprimirse funciones del Estado, dada la diversificación de los actos propios de administrativa
en la rúbrica del nuevo Tit. XIX. Delitos contra la Administración Pú- los poderes clásicos (legislativo, poder judicial, ejecutivo), más allá de
blica, toda referencia al Sujeto activo y al ejercicio del cargo, diver- los típicos o formalizados como propios de 1a función (ley, sentencia).
sificando y especificando el objeto de protección según las activida- El hecho que los órganos judiciales desarrollen funciones a d m i -
des que realiza el Estado para el cumplimiento de sus fines. nistrativas y, a la inversa, el que la Administración desempeñe f u n -
Al desaparecer los anteriores criterios aglutinadores, la prevari- ciones que reúnen las características de la función judicial, sólo pone
cación del funcionario se desgaja de la prevaricación judicial y de la en evidencia la quiebra de la concepción clásica de la división de
de abogado y procurador, que pasan a ordenarse en el Tit. XX "De- poderes y la necesidad de acomodar él funcionamiento de los po-
litos contra la Administración de Justicia". deres a lo constitucionalmente estipulado, para lo que es necesario
Autonomía de la En esta opción de política legislativa han estado presentes dos que desarrollen actividades complementarias, que ciertamente pue-
prevaricación obsesiones doctrinales: a) la de dar autonomía a la prevaricación j u - den calificarse de administrativas, pero que no integran el fin m i s m o
judicial y dicial y ubicarla entre los delitos contra la Administración de Justicia. de los organismos que lo realizan, ni siquiera el núcleo fundamental
desvinculación Una tendencia teórica que arranca con QUINTANO RIPOLLES (1963) o más significativo de su funcionamiento.
déla y que durante más de dos décadas ha defendido (1) que en el caso
La nota más genuina de la actividad judicial es ser "viva vox iuiris, Notas
prevaricación de la prevaricación no nos hallamos ante un delito dirigido contra
iuiris dictio, directamente" vinculada al derecho (GARCÍA ENTERRÍA, diferenciales
del deber del una cualidad c o m ú n a las actividades judicial y administrativa, sino
OCTAVIO DE TOLEDO), con la imparcialidad, la independencia y la
cargo ante dos figuras de delito, en las que no sólo se puede, sino que se
propiedad de la cosa juzgada de las decisiones (GARCÍA ARAN). En
deben distinguir bienes jurídicos distintos (por todos OCTAVIO DE
cambio a partir de la Constitución, lo que caracteriza a la Administra-
TOLEDO, 311).
ción Pública es el logro de los fines materiales estatales, tal y c o m o
Seguir esta línea teórica significa desmarcarse (formalmente) de
se encuentran prefigurados por el Ordenamiento. La Constitución (art.
1 la influencia de la doctrina alemana y de su configuración del delito
103.1 "La Administración sirve con objetividad los intereses genera-
de "Rechtsbeugung en el par. 336 del StGB" (2), que ha fomentado
les"), subraya como primera nota de la Administración Pública, su
la confusión entre el bien jurídico propio de la prevaricación judicial
carácter de organización servicial. Nota de servicio que significa que
y el concerniente a la prevaricación administrativa, por entender que
la Organización Administrativa es vicaria, subordinada al servicio de
la comunidad, en relación con la consecución de los intereses gene-
(1) En RODRÍGUEZ DEVESA, 1977, FERRER SAMA(1956), QUINTERO OLIVA- rales previamente definidos, que pasan a constituir el objeto y fina-
RES (1980), D. LUZÓN (1982), MAGALDI Y GARCÍA ARAN (1983), CASABÓ lidad propios de ésta.
RUIZ (1979), QUINTERO OLIVARES (1980) D. LUZÓN PEÑA (1982), VIVES AN-
Pero además de su carácter servicial, la misma Constitución extrae
TÓN (1986), J. QUERALT (1987), ROLDAN BARBERO (1994).
otra nota típica, la de subordinación o sometimiento (art. 103.1 "..con
(2) PARAGR. 336 StGB "Un juez, o cualquiera otra persona investida de cargo
público, o un juez arbitral que, en la conducción o decisión de un asunto sometimiento pleno a la Ley y al Derecho; art. 106.1 los tribunales
jurídico, tuerce culpablemente el Derecho, en beneficio o perjuicio de una controlan la., legalidad de la actuación administrativa, 2.° así como el
parte, será castigado con pena dé privación de libertad de uno a cinco años". sometimiento de ésta a los fines que la justifican").

120 - 121 -
La razón de confiar a la Organización Administrativa la realización funcionario tienen idéntica estructura y deben aplicarse a los mismos
de los intereses generales se debe, en palabra de L. PAREJO, a que casos, (un ejemplo de prevaricación de funcionario público perfecta-
"su modo de manifestación único es la aplicación objetiva" del in- mente extrapolable a la prevaricación judicial, lo brinda la Sentencia
terés general, es decir su medio de manifestación consiste sólo en la del T.S de 2 de Nov, 1978) pues el juez y el funcionario, con matices
inducción objetiva, lo que es igual a jurídica, de dicho interés general. diferenciales hacen lo mismo, por lo que se refiere a prevaricar: " a p l i -
Pues sólo este medio es capaz de otorgarle la necesaria legitimación, car incorrectamente el mismo Derecho positivo". Semejante aseve-
su actuación extrae validez y eficacia de su fidelidad al interés general ración es consecuente con la idea tradicional que éste autor mantiene
por medio del Derecho. sobre el injusto de la prevaricación según la cual, "el objeto sobre el
Los controles de El sometimiento de la Administración a la Ley y al Derecho y a los que recae la acción de prevaricar es el Derecho, que resulta traicio-
la legalidad fines que la justifican, en cuanto idea de sujetar el poder sistemáti- nado 'torcido' (gebeugt), por la acción del Juez o del Funcionario".
administrativa camente a un control por parte de los ciudadanos para exigir justifi- De la dificultad de precisar qué es lo que se castiga, c o m o dife- Dificultad de
caciones de su comportamiento sobre el Derecho y sobre el cumpli- rencial, en "la prevaricación administrativa" da cuenta también M U - precisar qué se
miento de sus objetivos, ha dado origen al autocontrol administrativo, ÑOZ CONDE al decir " q u e ésta es tanto en su elaboración teórica castiga en el
al control jurisdiccional en vía contenciosa administrativa y, en los (merced a los importantes trabajos de Octavio de Toledo, Martínez nuevo delito:
casos más graves, se generará un control jurisdiccional penal. Buján Pérez) como en su aplicación práctica (a través de importantes desviación de
Ahora bien, ha sido precisamente esa relación con la legalidad, el sentencias, 25 de Abril de 1988, 17 de Septiembre 1990) un delito poder, abusos,
control de ese sometimiento de su actuación al Ordenamiento Jurí- elaborado en los últimos años, sobre todo a partir de una concepción torcimiento del
dico lo que por una parte, constituía el núcleo de la prevaricación, y democrática del poder, en el que este pasa a ser controlado judicial- Derecho
por otra la línea divisoria difícil de precisar con la prevaricación j u - mente en sus desviaciones y excesos, llegándose incluso a la exigen-
dicial, pues en ambas actividades se da como carácter fundamental cia de responsabilidad penal cuando en el ejercicio de ese poder se
su directa vinculación al Derecho. produce 'una aplicación torcida del derecho', que es en definitiva el
El elemento de La solución que a este dilema ha dado la doctrina más cualificada, núcleo de la prevaricación". Y continua este autor, " l a desviación de
la "injusticia", no parece del todo convincente, sobre todo si se confronta con las poder y la corrupción política y administrativa no sólo son consus-
común a la alternativas arbitradas por la Jurisprudencia, porque desde ambas tanciales a la democracia sino incompatibles con ella, y con un control
prevaricación instancias, la preocupación por concretar el ámbito de aplicación del democrático de los actos administrativos".
judicial y hasta ahora único delito de prevaricación, ha llevado a deslizar el No queda claro en esta exposición si lo protegido es la violación
administrativa tema de la determinación del bien jurídico que subyace en ese delito del Derecho, en el sentido del Imperio del Derecho, bien jurídico sólo
a la interpretación del elemento típico "injusta", también común a la accesible al Juez, por su situación de intermediario entre el Derecho
prevaricación judicial y administrativa. Objetivo y los derechos Subjetivos, y sólo él puede lesionarlo, ¡dea
Precisamente en la consideración del elemento típico " i n j u s t a " es de prevaricación judicial que se ha hecho extensible a los funciona-
donde parece que OCTAVIO DE TOLEDO, quiere situar la diferencia rios públicos. O, por el contrario, se quiere castigar con los instru-
con la prevaricación judicial. Ya que según sus palabras "los términos mentos que proporciona el Derecho Penal, el Abuso o exceso y la
en que se manifiesta esa contrariedad a Derecho, que implica lo in- desviación de poder, la corrupción política y administrativa (funcio-
justo, no pueden ser puesto que nos referimos a la actividad admi- narios y autor¡dades)o la violación de alguna de las cualidades que
nistrativa, los mismos con que se presenta la actuación del Juez que según los arts. 103.1 y 106 de la Constitución se predican de los actos
no atiende a su directa vinculación al Derecho". administrativos.
Distinta forma Esos términos de la comprensión o del significado de la "injusti- En conclusión, no estamos sólo ante una discusión sobre la mejor El problema es
de vincularse al cia", no son los mismos, porque es completamente distinta la forma técnica para sistematizar estos delitos, sino que tras dicha polémica diferenciar el
Ordenamiento de vincularse al Ordenamiento Jurídico, Administración y Jueces. Di- late, en definitiva, la necesidad de delimitar los contornos de un bien bien jurídico
Jurídico de ferencia que se deduce del contenido o de las notas propias de cada jurídico institucional, difícil de aprehender, (tanto)en la prevaricación
Jueces y actividad. "Mientras que la Administración persigue la realización 'de (judicial como administrativa) y las consecuencias a efectos de la in-
Administración los diversos fines públicos' en el marco de la legalidad; los Tribunales terpretación de la norma que de su acotamiento se deriven.
tienen por objeto exclusivo de su función, la aplicación de la Ley." Necesidad de clarificación aún mayor cuando la propia Jurispru-
Prevaricar siempre Otros autores como CUELLO CONTRERAS; no encuentran justifi- dencia de la Sala 2." del Tribunal Supremo las confunde según ex-
significa aplicar cada suficientemente a esta separación, ya que frente a lo que señala presamente reconoce la Sentencia del T.S. de 14 de Julio de 1995 (RJ
incorrectamente el la doctrina antecitada, la prevaricación judicial y la prevaricación del 1995/5435) en su Fundamento de Derecho Segundo:
Derecho Positivo
- 122 123-
"Como ya dijo esta Sala en sus Sentencias de 25 de Mayo de 1992 El Proyecto de Ley Orgánica de Código Penal de 1980 y la Pro-
(RJ 1992/4336) y 25 de febrero 1994 (RJ 1994/1566) concebidas a imagen puesta de Anteproyecto de Código Penal de 1983, siguiendo la línea
y semejanza de las prevaricaciones propiamente dichas, que son las ju-
diciales, las resoluciones injustas de funcionarios en asuntos administra- del Código Penal italiano y la propuestas doctrinales (antecitadas) de
tivos integran la figura delictiva del art. 358 del C.P, que acoge su doble hacia más de dos décadas, introducen el criterio de sistematizar los
faceta o modalidad 'dolosa' o 'culposa', sancionadas ambas con la pena delitos de funcionarios según la actividad del Estado lesionada. De
de inhabilitación". tal manera que la ordenación en Títulos se hace a partir del objeto
protegido, en: Delitos contra-la Administración Pública; Delitos contra
Quizá porque, c o m o apunta CUELLO CONTRERAS, el delito de pre- la Administración de Justicia; Delitos contra la Constitución.
varicación judicial no ha sido apenas aplicado por los Tribunales de
Justicia, mientras que "aunque no sea representativo no deja de ser A. En el Código Penal italiano
sintomático", que en el primer semestre de funcionamiento de las
Salas de lo Penal de los Tribunales Superiores de Justicia, el delito Se regula el silencio administrativo como una forma de Abusos Se regula el
que más les ha ocupado ha sido el de la prevaricación de funcionarios del funcionario público, en el art. 328 con la denominación de "Rifiuto silencio, pero no
(altos cargos aforados) (3) y en las Audiencias Provinciales, y Tribunal di atti d'uficcio. Omisione". Sin embargo no se encuentra una figura, la prevaricación
Supremo, la prevaricación de Alcaldes y concejales. ni en cuanto al concepto, ni en cuanto al contenido equivalente o
pareja a la prevaricación del antiguo art. 358 o del reformado art. 404.
Lo más parecido aunque con marcadas diferencias son el Abuso
2. Antecedentes legislativos: Prevaricación y/ o Abusos de los d'ufficio (art. 323) con el fin de obtener para si o para otro una injusta
funcionarios y exigencia de perjuicio ventaja.
A m b o s preceptos, que han sido reformados por Ley 86/90 de 26
De la dificultad de precisar qué es lo que se castiga c o m o diferen- de Abril que introduce "modifiche in tema dei delitti dei p. u contro
ciador en la prevaricación administrativa y del desconcierto sobre la la P.A.", se encuentran sistematizados en el Tit. II "Dei delitti contra
elección de comportamientos reprobados como prevar¡cadores( co- la pubblica admministrazioni" y en el Cap 1. "Dei delitti dei pubblici
rrupción, abusos, desviación de poder, ilegalidades groseras) así ufficiali contro la pubblica Amministrazioni" (4).
como de las modificaciones que sufre la configuración del tipo de
prevaricación cuando se quiere delimitar su objeto jurídico, da cuenta B. El P.LO.C.P DE 1980 y P.A.C.P de 1983
la evolución de los que pueden considerarse antecedentes legales del
En estos Proyectos se intenta lograr una refundición entre lo pre- Bajo el nombre
nuevo Código Penal en esta materia.
visto en el Código Penal de 1973, (antiguo art. 358) y los Abusos de de Abusos se
Los intentos codificadores de los años 80 y el Código Penal Italia-
Oficio del Código Penal italiano. Así la P.A.P.C.P 1983 ordena siste- regula la
no, constituyen sin duda los antecedentes legales que inspiran la re-
máticamente esta materia en el prevaricación,
forma.
con exigencia
Tit. XVI: "Delitos contra la Administración Pública" de perjuicio, y el
(3) Y como también alude MUÑOZ CONDE, en el Prólogo a la obra de GARCÍA Cap. IV: "De las infidelidades y abusos en el ejercicio de la función silencio
ARAN citada, no siempre con igual suerte. Prueba de ello, la S.T.S. de 3 de pública'
Sección Segunda: De los abusos en el ejercicio de la función pública
Mayo de 1986, (R.A. 4666) absolvió del delito de prevaricación que se le im-
art. 391.-1. La autoridad o funcionario público que, a sabiendas, dictaré
putaba al magistrado que dictó un auto de libertad provisional, sin funda-
resolución manifiestamente Injusta en asunto administrativo incurrirá en
mentarlo adecuadamente, argumentando que las normas discrecionales se las penas de seis meses a dos años e inhabilitación especial de seis a
aplican siempre correctamente en tanto que no se supere el margen de dls-
crecionalidad, desentendiéndose de los móviles del acusado. En cambio la
S.T.S, de 17 de Septiembre de 1990, comentada por MARTÍNEZ PÉREZ, (4) Art. 323, II pubblico ufficiale o l'incaricato di un pubblico servizio, che, al
ADPCP, 91, pág. 375 y ss., condenó por prevaricación dolosa del art. 358, a fine di procurare a sé o ad altri un ingiusto vantaggio non patrimoniale o per
un alto cargo de la Xunta Gallega, porque de sus actuaciones se infería el arrecare ad altri un danno ingiusto, abusa del suo ufficio, é punito, se 11 fatto
móvil de beneficiar a un empresario frente a otros que podrían estar intere- non constituice piú grave reato, con la reclusione fino a due anni.; art. 328 II
sados en la misma licitación, a pesar de no constar que las vías seguidas por pubblico ufficiale o rincaricato di un pubblico servizio, che indebitamente ri-
esa autoridad fuesen administrativamente ilícitas, como así lo ha confirmado fiuta un atto del suo ufficio che, per ragione di giustizia o di sicurezza pubblica,
para un caso semejante, la S.T.S. de la Sala 3.°, Sección 6.', de 3 de mayo o di ordine pubblico o di igiene e sanitá, deve essere compiuto senza ritardo,
1994. é punito con la reclusione da sel mesi a due anni.

- 124- 125
doce años si causaré con ello un grave daño a la causa pública o a un 22.3.1994/28.3.1994/5.4.1995, entre otras). La regulación de la materia
tercero, y en la multa de doce a veinticuatro meses e inhabilitación es- es la siguiente:
pecial si no lo causaré
2. Se impondrán las penas inferiores en grado
Tit. XVI. Delitos contra la Administración Pública
... si la resolución manifiestamente injusta se hubiese dictado por ne-
Cap. I. De la prevaricación de los funcionarios públicos y de otros
gligencia o ignorancia inexcusable
comportamientos injustos
art. 392.-La autoridad o funcionario público que, maliciosamente re-
art. 384.-La autoridad o funcionario público que, a sabiendas de su
tardara o negase a cualquier persona la protección o servicios a que ésta
injusticia, dictará resolución arbitraria en un asunto administrativo y con
tenga derecho, o la resolución de las cuestiones administrativas que le
ello causara grave daño a la causa pública o a un tercero, será casti-
están encomendadas será castigado con la pena de inhabilitación para el
gado con la pena de inhabilitación absoluta por tiempo de siete a diez
cargo de seis meses a dos años.
años (5).

Completan esa Sección Segunda, otro tipo de abusos (art. 393 y D. Código Penal de 1995: art. 404
394) como la solicitud sexual del funcionario a quien tenga asunto
pendiente. Lo novedoso de este Proyecto es sin duda la calificación Puede decirse que el resultado final de esa andadura legislativa Abusos y
de Abusos del silencio administrativo y de lo que se denominaba tiene poco que ver con los que, al menos en el tiempo, han sido sus Prevaricación
prevaricación, figura que pierde su nomen propio en los delitos con- antecedentes. La prevaricación administrativa del art. 404, no contem- están en
tra la Administración Pública y sin embargo lo conserva en un Capi- pía expresamente la referencia al daño o perjuicio para tercero o la Capítulos
tulo aparte, para la prevaricación de Jueces y Abogados, en los De- cosa pública, tampoco aparece clara su delimitación respecto de la distintos, no se
litos contra la Administración de Justicia. El inmediato antecedente prevaricación judicial y por otra parte, queda separada definitivamen- requiere
de "la resolución injusta en asunto administrativo" como una forma te de los Abusos, que se articulan dentro del mismo Tit. XIX "Delitos perjuicio, y no
de Abuso del funcionario lo constituye la regulación en el P.L.O.C.P contra la Administración Pública", pero en el Cap. IX "De las negó- se regula el
1980. elaciones prohibidas a los funcionarios y de los abusos en el ejercicio silencio
de su función", aunque estos (intervención en negocios o actuaciones
art. 462.-1 El funcionario público que, a sabiendas, dictará resolución privadas, incompatibilidades, información privilegiada, abusos sexua-
injusta en asunto administrativo incurrirá en las penas de prisión de seis les ) no coincidan con esos "Abusos innominados de ufficio" o con
meses a dos años e inhabilitación especial por tiempo de seis a doce "las Omisiones ó Rechazo de Actos de Oficio", expresión penal del
años si causara con ello un grave daño a la causa pública o a un tercero,
y en las de multa de doce a veinticuatro meses y suspensión por tiempo silencio administrativo, que tras los pasos del Código Penal italiano -
de tres a seis años si no la causara. recogían los Proyectos de Código Penal de los años ochenta.
2. se impondrán las penas inferiores en grado a las señaladas en el Criterios de regulación finalmente triunfantes, no siempre bien va- La
párrafo anterior en sus respectivos casos, si la resolución injusta se hu- lorados por la doctrina y por algún grupo parlamentario. Así CUELLO denominación
biera dictado por negligencia o ignorancia inexcusables. CONTRERAS, (refiriéndose al Proyecto de Código penal de 1992) re- más adecuada
saltaba como ventajas de la separación entre la prevaricación judicial es la de Abusos
C. El Proyecto de Ley Orgánica de Código Penal de 1922 y la administrativa, el " q u e de una vez por todas, circunscribe la ge-
nuina prevaricación al ámbito de las decisiones puramente jurídicas,
Se vf-^lve al Desclasifica c o m o Abuso del Funcionario a la prevaricación, le de-
con exclusión de las actividades preferentemente administrativas o
noi, j de vuelve el nomen propio y el Capitulo separado, pero mantiene la ne-
de gestión. Con la segregación queda claro, según este autor, " q u e
prevaricación, cesidad de que exista perjuicio para la cosa pública o para un tercero,
prevarica sólo quien ha sido colocado en una posición de imparcia-
con exigencia además de incriminar únicamente la prevaricación dolosa. Tampoco
lidad e independencia para decidir asuntos jurídicos a través de cau-
de perjuicio, y contiene regulación alguna del silencio Administrativo.
ces procesales establecidos legalmente, lo que por regla general no
no se regula el Se aparta por tanto del Código Penal Italiano, pero recoge una hace el funcionario. Por ello era más claro el Anteproyecto de C.P. de
silencio línea Jurisprudencial cada vez más clara desde finales de los años 1983, que para referirse a la actual prevaricación del funcionario no
ochenta, de proclamar el principio de intervención mínima para de- utilizaba tal denominación, sino la de "Abusos en el ejercicio de la
limitar el significado del elemento "resolución injusta", y exigir un Función Pública", al estilo del Código Penal italiano.
injusto material, o un plus de antijuricidad, según expresión de la Sala
Segunda del Tribunal Supremo, como única manera de perfilar los
limites entre el control jurisdiccional penal y el previo control juris- (5) Cfr. PROYECTO DE LEY ORGÁNICA DEL CÓDIGO PENAL, Secretaría Ge-
diccional de los Tribunales de lo contencioso. (S.S.T.S.18.6.1992/ neral Técnica, Ministerio de Justicia, 1992. p. 168 y ss.

126 127 -
Lo correcto Considerando mayores las desventajas que los aciertos, el Grupo Esta enmienda y los argumentos utilizados en su defensa, reabren
hubiera sido Parlamentario de Coalición Canaria, insistió en mantener la situación otra vez la polémica que había generado en el Código penal de 1973
mantener un anterior a través de una enmienda (núm, 1043) a la rúbrica del Tit. "la diáspora y el casuismo imperante en la regulación l e g a l " de la
solo tipo de XVI del Libro Segundo del Proyecto de Ley Orgánica de Código Penal, prevaricación, obligando a distinguir entre prevaricación genérica
prevaricación que se presenta en el Congreso de los Diputados con fecha 13 de (comprendida en el art. 358. Cap. I Tit. Vil. "Delitos cometidos por los
para Jueces y septiembre de 1994, proponiendo que se sustituya por la de "Delitos funcionarios públicos en el ejercicio del cargo ) y las prevaricaciones
funcionarios de las autoridades y funcionarlos públicos en el ejercicio de sus car- específicas, las cuales creaban problemas concúrsales "enteramente
gos " . Los argumentos para justificar la propuesta, reproducen los innecesarios"y de difícil solución (7).
alegados por los que consideran la prevaricación como un delito que La propuesta de liberar al Código de esas "normas satélite" que El nuevo delito
infringe el deber del cargo y en este sentido se dice, que "bajo la constituían las prevaricaciones específicas, se enmarca en una alter- de prevaricación
rúbrica de la prevaricación se comprendan tanto los delitos cometidos nativa mas amplia. Unificar en un sólo tipo todos los c o m p o r t a m i e n - debería tener en
por la autoridad judicial como por otras autoridades y funcionarios tos (todas las hipótesis ) de la prevaricación y configurarla, tal como cuenta, el
) ya que el bien jurídico protegido no tiene relación alguna con una la Jurisprudencia venia exigiéndolo, no sólo como un delito basado desvalor de
Administración concreta sino con la rectitud que debe presidir la ac- en el desvalor de acción, sino que en él debe tomarse en cuenta tam- acción, y la
tuación de todos aquellos que ejercen funciones públicas, sea en la bién, la lesión a derechos individuales, lo que podría ayudar a una lesión de
Administración General del Estado, en las Administraciones Autonó- exégesis más exacta de ese elemento básico del (anterior) tipo de derechos
micas o Locales o en la Administración de Justicia, sin perjuicio que prevaricación, que es la injusticia, ROLDAN BARBERO, 1025. individuales
el delito cometido por quien desempeña funciones judiciales revista A pesar de las recomendaciones doctrinales y de las enmiendas
una mayor gravedad y, consecuentemente con ello, merezca mayor parlamentarias, no puede decirse que el nuevo Código penal de 1995
pena." mejore la situación anterior.

A. Particular que realiza un comportamiento injusto


3. Prevaricación genérica y Prevaricación específica
A tenor de la rúbrica del nuevo Cap. I. "De la prevaricación de los
funcionarlos públicos y otros comportamientos injustos" (del Tit. VII,
Los particulares El Grupo Parlamentario de Coalición Canaria en la enmienda n."
C.P. 1995) cabe interpretar, efectivamente, que el legislador, con du-
no pueden 167 proponía sustituir la Rúbrica del Cap. I "De la prevaricación de
doso acierto técnico, ha querido incluir en ese Cap. I, c o m o novedad
prevaricarla - los funcionarios públicos y otros comportamientos injustos" (del Tit.
reólamada por la doctrina, ROLDAN BARBERO, todos los comporta-
referencia al XVI del Proyecto de Código Penal) por el más breve texto alternativo
mientos prevaricadores, que atentan contra el correcto funcionamien-
funcionario "De la prevaricación". La justificación para el cambio de rúbrica pro-
to de la Función Pública. Ya sea entendida ésta en su acepción ob-
público es venía de la evidencia.
jetiva, a la que atacaría el delito (básico? ) de prevaricación previsto
superflua
"la prevaricación no puede ser de particulares por cuya razón basta en el art. 404. O bien referida al conjunto de funcionarios, en sentido
con hablar de la prevaricación a secas. Por otra parte, la conducta tipifi- subjetivo la Función Pública, como colectivo que conforma el empleo
cada en el art. 382 es, al igual que la descrita en el precedente, una mo- público, regido por el Estatuto de los funcionarios públicos, cuyo re-
dalidad especial de prevaricación, al igual que la que describe el art. 383,
ferente constitucional son los principios recogidos en el art. 103.3 CE
último de los tres que integran el Capitulo I, no deja de ser una forma de
coparticipación de un particular en la prevaricación" (6). (principios de acceso a la función pública conforme a los criterios de
mérito y capacidad). A este sentido subjetivo de la Función Pública
se ataca desde la prevaricación específica del art. 405 (también lla-
(6) Art. 382 La autoridad o funcionario público que a sabiendas de su ¡legali- mado delito de nombramientos ilegales).
dad propusiera, nombrara o diera posesión para el ejercicio de un determi-
nado cargo público a cualquier persona sin que concurran los requisitos le-
galmente establecidos para ello, será castigado con las penas de tres a ocho (7) Dispersas en otros Títulos y capítulos del Código, como ocurría con los
meses y suspensión de empleo o cargo público por tiempo de seis meses a nombramientos ¡legales, (art. 382), la expropiación ¡legal (art. 196), y la clau-
dos años; art. 383 La misma pena de multa se impondrá a la persona que sura o disoluc¡ón de establec¡m¡entos de enserianza, preceptos estos últimos
aceptaré la propuesta, nombramiento o toma de posesión mencionada en el que además de prevaricaciones, regulaban conductas que lesionan derechos
articulo anterior, sabiendo que carece de los requisitos legalmente exigibles. ind¡v¡duales, pero la pena prevista para ellos era la de suspensión, es dec¡r,
Proyecto de Ley Orgánica del Código Penal, 26 Junio 1995, Boletín Oficial de menos grave que la prev¡sta para la prevaricación genérica del anter¡or art.
la Cortes Generales, Congreso de los Diputados, serie A, n.° 77-9. 358.

128 129-
El Ahora bien, tanto en un supuesto, como en el otro, el Código Penal de Ayuntamiento a quien compete la obligación de asesorar legal-
comportamiento exige, como elemento típico, la cualidad de funcionario o de autori- mente al Ayuntamiento art. 92, 3 a)de la Ley de Régimen Local) cons-
injusto: una dad al sujeto activo, de manera que si no concurre dicha condición tituye un acto de trámite no asimilable a la resolución, y por tanto el
participación en la persona que realiza los comportamientos descritos en el art. funcionario interviniente en el procedimiento en esos estadios pre-
transformada en 405, no hay prevaricación, y por ello el legislador ha optado por decir, vios o simultáneos a la resolución, podrá ser en su caso, inductor,
delito autónomo que ejecuta " u n comportamiento injusto". Con esta formula se ex- cómplice o cooperador necesario de la prevaricación, pero nunca un
tiende el ámbito de lo punible (al particular que acepte el nombra- autor, según el pretendido tipo básico del art. 404.
miento art. 406) y se da categoría de delito autónomo, a lo que pu- Aunque el t é r m i n o resolución no sea unívoco, y su significado en
diera ser una problemática participación en un delito propio. el ámbito del derecho Penal no tiene porque coincidir mimeticamente
con el de su alcance en el procedimiento administrativo, implica, al
B. Tipo básico de prevaricación menos, una declaración de voluntad de la Administración con con-
tenido decisorio y con capacidad de afectación a los fines de la acti-
Según una pacífica opinión doctrinal, en el Código penal 1973, el vidad administrativa, valor del que carece un mero Informe favorable.
art. 358, constituía el paradigma general de la prevaricación, al reunir Y sólo podrá ser autor de la misma y por tanto del delito de preva-
los elementos nucleares de este tipo penal; la resolución, la injusticia, ricación, el funcionario con capacidad resolutoria o decisiva.
y el asunto administrativo en que aquélla recaiga. La etiqueta de pre- El votar a favor hace referencia no a otro estadio del procedimien-
varicaciones específicas se adjudicaba a los delitos, de nombramien- to administrativo, sino a una forma de coautoría de los órganos co-
tos ilegales (art. 382), a la expropiación ilegal del art. 196, y a la clau- legiados, que nada añade a los rasgos del acto administrativo básico,
sura o disolución de un establecimiento privado de enseñanza (art. la resolución.
197) (por todos ROLDAN BARBERO). En definitiva en estas llamadas prevaricaciones "especiales" se Se alteran las
Elementos En el N.C.P 1995, la figura contenida en el art. 404 sigue teniendo alteran las reglas de la participación, y se invieile la relación peno- reglas de la
típicos básicos vocación de tipo básico. Porque en él se contienen los elementos lógica entre el tipo básico y los tipos especiales agravados: al castigar participación y
fundamentales de una conducta, la prevaricación, que ahora exige como autor y ponerle además de la pena de inhabilitación del art. la relación
como elementos típicos, la resolución arbitraria, a sabiendas de su 404, las penas de prisión y multa previstas en los tipos del art, 320, penológica, al
injusticia y el asunto administrativo. o del art. 322 o del art. 329, a quien en virtud de los requisitos típicos castigarlos
Cuando esa conducta delictiva se proyecta sobre determinados dé la prevaricación genérica regulada en el art. 404 (esto es: que no comportamientos
ámbitos de materia, como la ordenación del territorio (art. 320), la incida en asuntos sobre medio ambienté, patrimonio artístico o reía- menos graves
conservación del patrimonio artístico (art. 322) o la protección del tivos a la ordenación del territorio) no se le podría castigar, o a los con las mayores
medio ambiente (art. 329), estos otros delitos de prevaricación se re- mas le correspondería una responsabilidad atenuada (un grado infe- penas
miten al art. 404, pero se castigan además con la pena de prisión y rior a inhabilitación de 7 a 10 años) por colaboración periférica.
la de multa. MUÑOZ CONDE. Cabe preguntarse si en estos casos quedan derogadas las normas
Ahora bien la redacción que a estas figuras de nueva creación le de la prevaricación genérica (art. 404), pues éstas sólo inciden sobre
ha dado el legislador, provoca serios problemas para mantener esa quien tiene capacidad de adoptar resoluciones arbitrarias, algo que
conexión, con trascendencia práctica en el momento de la interpre- no parece concurrir en aquellos funcionarios cuya función termina
tación, entre tipos penales básicos y tipos cualificados (agravados) o con la redacción de informes, o la realización de propuestas y dictá-
privilegiados (atenuados). menes. Por otra parte, tampoco exige el tipo de estas "específicas"
Problemática El primer problema surge de la naturaleza de la disposición o del prevaricaciones, la producción de un daño a terceros o a la cosa pú-
equiparación acto administrativo sobre el que se asienta la prevaricación en estos blica, ni tan siquiera un peligro concreto para los bienes jurídicos por
entre tipos especiales. En los textos legales de los arts. 320, 322, y 329, se ellos preservados, por lo cual no puede entenderse en qué se fun-
comportamientos equiparan las conductas típicas de emitir informes, dictar resolucio- damenta semejante agravación de la pena.
desiguales nes, o votar a favor.Comportamientos que en ningún caso pueden En segundo lugar, esta regulación de las prevaricaciones "espe- Solapamiento
considerarse iguales, ni por la clase de acto administrativo que re- cíficas" crea otro importante problema de bis in idem, y de solapa- de la normativa
presentan, ni por su capacidad de afectación al bien jurídico de la miento con la normativa administrativa al trastocar en sede penal la administrativa
prevaricación, ni por las competencias del funcionario que las emite. valoración que esas conductas merecen a efectos disciplinarios.
La emisión de un informe, de un dictamen, o de una propuesta, El art. 3 1 , d) de la Ley de Medidas, (Ley 30/1984, de 2 de agosto)
aunque tenga carácter preceptivo (, como en el caso del Secretario que tiene carácter básico califica de falta muy grave, "la adopción de

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acuerdos manifiestamente ilegales que causen perjuicio grave a la impune, (por atipicidad) ya que su tarea se reduce a informar y carece
Administración o a los ciudadanos". La aplicación del tipo implica la por ello de capacidad decisoria.
adopción de un acuerdo o decisión, su carácter evidentemente o cla- La propuesta sería la siguiente: a) derogación o reforma de tales
ramente contrario a la Ley, y el efecto o resultado de producción de preceptos en su configuración actual y armonización entre el ilícito
un daño a la Administración o a terceros, que debe ser grave y pro- penal y administrativo; b) entre tanto, el informar favorablemente
bado por la Administración. sólo puede constituir una conducta incriminada penalmente por el
Si el daño no reviste suficiente gravedad la calificación de la con- tipo agravado de los art, 32ó, 322 o 329, cuando se pueda determinar
ducta se rebaja a falta grave. Según el art. 7.1.h R.R.D aprobado por ex-ante una progresión en el peligro de llegar a una resolución arbi-
RD 33/1986, de 10 de Enero, " e s falta grave, la emisión de informes traria, de manera que ésta sea consecuencia inmediata o casi nece-
y la adopción de acuerdos manifiestamente ¡legales cuando causen saria del precedente informe manifiestamente ilegal, c) Una segunda
perjuicio a la Administración o a los ciudadanos y no constituya falta solución más restrictiva es la exigencia, con base en una Jurispru-
muy grave". Se distinguen dos supuestos; Si la conducta consiste en dencia constante, de poder atribuir al dictamen, preceptivo y vincu-
emitir un informe la falta no sube de la calificación de " g r a v e " . Si se lante el papel impulsor de una causalidad, no ciega sino final, de una
trata de acuerdos, es decir, a efectos administrativos de resoiuciones cadena de actuaciones que desemboquen en el resultado de una efec-
definitivas y vinculantes, será preciso acudir a la gravedad o entidad tiva lesión del bien jurídico protegido. Lesión manifestada en el con-
del perjuicio para calificar la falta (por todos SÁNCHEZ MORÓN, 279, creto perjuicio para los intereses o en la real frustración de los fines
281). perseguidos por la Administración o en el daño o perjuicio a los de-
¿Cuándo entran en juego, entonces, las disposiciones penales a rechos individuales, o en la creación de injustificados beneficios uni-
las que en teoría les corresponde regular algo distinto y / o algo más laterales.
grave que al ilícito administrativo? Con lo cual no podemos decir que la prevaricación del art. 404 La prevaricación
El delito Según la nueva normativa penal, al funcionario que emite un in- constituye un tipo básico de otros delitos, a los que hay que clasifi- del art. 404 es
urbanístico del forme favorable a una concesión de licencia ilegal en materia de ur- carlos de autónomos, que se remiten a la pena del citado art. 404, un delito
art. 320 castiga banismo, pero no provoca perjuicio alguno a los intereses urbanísti- pues no todos los elementos fundamentales o nucleares del tipo bá- residual
con penas muy cos de la Administración o de los particulares, se le podrá castigar sico concurren en las denominadas, impropiamente, prevaricaciones
graves compor- como autor del delito más grave del art. 320 C.P 1995 (con la pena específicas. Queda asimismo descartada la posibilidad de dar al pre-
tamientos, que establecida en el art. 404 inhabilitación especial de siete a 10 años y cepto del art. 404 la función de propoj-cionar una definición sobre lo
no constituirían además con la de prisión de 6 meses a 2 años o la de multa de 12 a que es la prevaricación administrativa. La difícil justificación de este
ni una infracción 24 meses. Sin embargo, no cabe aplicar el tipo base de la prevarica- tipo penal se reduce al de una figura subsidiaria, cajón de sastre y
administrativa, ción del art. 404 (que requiere una resolución) ni la falta disciplinaria fuente de grave inseguridad jurídica a donde reconducir aquellos
ni una grave del art. 7.1.h) R.R.D (que condiciona su apreciación a la pro- comportamientos, en ocasiones más graves, que no entran ni en los
prevaricación ducción de una daño o perjuicio), y mucho menos la falta muy grave Abusos, ni en el nuevo Titulo XVI, " D e los delitos relativos a la or-
básica del art. 31.d) de la Ley de Medidas, (que tampoco se aplica a los denación del territorio y la protección del patrimonio histórico y del
dictámenes). medio a m b i e n t e " , donde en buena técnica, únicamente debieran te-
¿Estamos sin mas ante un grave error técnico del legislador penal? ner cabida esos abusos o desviaciones del poder político y adminis-
Indudablemente sí. trativo que merecen especial reprobación social por la gravedad del
Hay que hacer Cabe por ello proponer una interpretación restrictiva, que palie la daño a concretas y legítimas expectativas de los ciudadanos o inte-
una disfuncionalidad de preceptos c o m o éstos, cuyo objetivo, probable- reses colectivos. Por último, cuando el legislador ha especificado la
interpretación mente, es establecer una responsabilidad en cadena, con el fin de protección a fines concretos (urbanísticos, ecológicos, subvencióna-
restrictiva evitar lagunas de punibilidad frente a la frecuencia de comportamien- les) no cabe hablar de concurso de delitos, pues el tipo básico (art.
tos atribuibles a técnicos, (en materia de urbanismo, medio ambiente, 484) residual, quedará consumido por aquél más específico donde se
protección del patrimonio )con conocimientos cualificados, que han concreta la protección a algunos de los fines que la Administración
servido como soporte insustituible de la resolución decisoria o de la debe cumplir.
votación posterior. Esto es, se adelantan las barreras de protección
penal a colaboraciones periféricas, incriminando a titulo de autor a
quien presta una consciente colaboración necesaria e incluso de in-
ducción a error, que según el tipo de prevaricación genérica quedaría

- 132- 133
II. BIEN J U R Í D I C O de también BACIGALUPO, D.J. 1983, 1099, al apuntar que los mismos
atentan "contra el ejercicio contrario al deber de la función pública
Con el Código anterior, el tema del bien jurídico se planteaba siem- que suponen, además, la lesión de la confianza pública en el ejercicio
pre, como una necesidad de clarificar la ambigüedad o indefinición del poder administrativo o judicial de acuerdo con los principios del
del enunciado del Tit. Vil del Lib. II "De los delitos de los funcionarios Estado de Derecho". Apunta una vía distinta en la doctrina de la épo-
públicos en el ejercicio de sus cargos". Un epígrafe que, a diferencia ca RODRÍGUEZ DEVESA, P.E 1990, para quien la peculiaridad en estos
de otros del Código, no proporcionaba un punto de partida sobre el delitos "reside en un abusó de poder en relación con el bien jurídico
ámbito de lo protegido. lesionado o puesto en peligro". Allí donde no hay abuso de poder
La falta de referencia a un bien jurídico único o c o m ú n a todas las que la Administración confiere al funcionario, debe intervenir sola-
figuras delictivas recogidas en él, se correspondía, en la estimación mente el Derecho disciplinario.
crítica de la doctrina, con la ausencia de un criterio sistemático en la La referencia al "deber del c a r g o " c o m o bien jurídico y c o m o ob- El deber del
agrupación de tales figuras que no fuera la condición de funcionario jeto de protección de los delitos de los funcionarios del antiguo Tit. cargo alude a
público, de manera que el citado Titulo Vil, tenía más bien carácter Vil, alude a una concepción subjetiva del deber, entendido desde el una concepción
residual (Rodríguez Devesa, 970), o de recogida de delitos de difícil punto de vista de la relación interna entre la Administración y el fun- subjetiva del
colocación en otros títulos del Código. clonarlo, y en consecuencia configura estos delitos en t o r n o al que- deber
La heterogeneidad de las figuras delictivas acogidas bajo ese Ti- brantamiento de deberes profesionales, o al debilitamiento de la es-
tulo Vil, sumada a los factores anteriores había llevado a la doctrina tructura administrativa o la lesión del principio de autoridad. Un perfil
mayoritaria a concluir; primero, que el único factor clasificador que que sitúa en primer plano la violación de la confianza que el Estado
guiaba la rúbrica era la cualidad de funcionario público del sujeto deposita en sus funcionarios y desplaza el contenido objetivo del de-
activo. En segundo lugar, que el criterio del bien jurídico sólo se uti- ber a cumplir. Esto es, prima la condición de funcionario del sujeto
lizaba para establecer figuras agravadas; tercero, que no todos los activo sobre la dimensión objetiva de la función que aquél deba pres-
delitos de funcionarios estaban comprendidos en ese Titulo, y que en tar.
definitiva sólo la infracción del deber del cargo , unificaba a todos los Tal concepción, que por otra parte continua siendo mayoritaria en El deber del
delitos del citado Titulo. la doctrina italiana y en la doctrina alemana sobre la "Rechtsbeugung cargo se asienta
del par. 336 del StGB", parece encontrar apoyo en la distinción pro- en la distinción
veniente del Derecho Administrativo entre relaciones de supremacía entre relaciones
1. La infracción del deber del cargo general, que unen al Estado con cualquier ciudadano y las relaciones de supremacía
de supremacía especial, de las que nacen específicas obligaciones, general y
deberes, que se consideran infringidas con la realización de las con- relaciones de
A. Doctrina
ductas descritas en los tipos de los delitos de funcionarios. supremacía
LaJnfidelidad, el Aunque la nota dominante en la mayor parte de la doctrina, du- especial
B. El Tribunal Supremo
desprestigio de rante mucho t i e m p o , fue rehuir la determinación de un bien jurídico,
la o dar nociones vagas sobre el mismo, los Comentaristas de los Có- En sintonía con esta línea doctrinal, la Jurisprudencia ha identifi-
administración, digos del S. XIX mencionan ya el criterio personal del funcionario, cado, durante mucho tiempo al bien jurídico en el delito de prevari-
la lesión de la como elemento de identidad de estos delitos. Así PACHECO (El CP T. cación con "la infracción del deber de servicio" (Sentencias del TS 22
confianza I 394), habla de Abusos de los empleados públicos en lo que deno- de septiembre 1942, 17 de Junio 1957, entre otras), o con la "integri-
pública, eslo mina "falta de o f i c i o " ; para GROIZARD (El CP IV, 91-92)la sustancia dad del funcionario público" (TS 16 de noviembre 1979), o incluso la
protegido en el determinante de la configuración de los delitos de funcionarios es, más próxima Jurisprudencia de los años ochenta se refiere a la " c o n -
delito de entre otras cosas, "el desprestigio de las leyes y de la autoridad". En ducta desleal e intencionada" (TS 15 julio 1988).
prevaricación autores más recientes como JASO (P.E 1949, 192) los delitos come-
tidos por funcionarios... son infracciones disciplinarias elevadas a la 2. Críticas a la teoría del deber del cargo
categoría de infracciones penales... sin otra diferencia que "la pura-
mente cuantitativa". QUINTANO (Curso, II, 1963, 549)se refiere a " i n - Las críticas fundamentales contra esta construcción doctrinal y ju- La nueva
fidelidades de los funcionarios a los servicios que les tienen enco- risprudencial provienen de un cambio de perspectiva, cuyo referente perspectiva la
mendados". En fechas más inmediatas, la conceptuación de estos normativo son los artículos 103 y 106 de la CE donde se consagran da la
delitos como infracción del deber por parte del funcionario lo defien- las notas o caracteres que identifican a la actividad administrativa. Constitución

134 135-
La postura anterior supone una visión del funcionario actuante so- una materia que se encuentra en un terreno no bien definido entre el
lamente en función de los intereses del Estado, de la Administración, ilícito penal y el ilícito administrativo, se impone el rechazo de una
e invirtiendo los papeles se olvida que estos son servidores sociales concepción formalista d e l bien jurídico y, como veremos más adelan-
en la medida que la Administración es una organización subordinada te, en esa búsqueda de un objeto jurídico preciso en sentido técnico,
y vicarial y justifica su existencia por la actividad que despliega en exige añadir a los contornos precisados por el bien jurídico la ope-
beneficio de los ciudadanos a los que no representa, sino que sirve. ratividad que proporciona la aplicación del principio de intervención
El deber del Si el deber del cargo existe es porque la Administración precisa mínima el cual requerirá un total respeto a los principios de fragmen-
cargo no es un de un Organización que pueda realizar y desarrollar correctamente tariedad y subsidiaridad que informan al Derecho Penal.
bien jurídico las prestaciones debidas a los administrados. El deber del cargo no
puede por ello considerarse un bien jurídico, sino un concepto que A. Doctrina
esta siempre en función de la tutela, de la protección de un bien j u -
rídico. Para la concreción del ámbito del bien jurídico, que no es otro que El bien jurídico
La conceptuación subjetiva del deber del cargo tiene, además, el el servicio que la Administración tiene que prestar a la c o m u n i d a d , es la legalidad
inconveniente de concentrar el núcleo del injusto penal en la lesión hay que determinar cuál es la cualidad más esencial de la actividad
de la autoridad del Estado (García Aran). administrativa. Ese rasgo, o cualidad esencial según OCTAVIO DE TO-
El ( /urídico Tal presupuesto demuestra la impronta de concepción autoritaria LEDO, es "la legalidad". En consecuencia el delito de prevaricación
no es una del delito que ofrece la teoría del deber del cargo, pues al asentarse administrativa protege la legalidad en el desempeño del servicio a la
categoría en una idea de bien jurídico como categoría f o r m a l , cuya lesión se sociedad que la Administración presta a través de sus funcionarios.
formal, que se agota en la violación de deberes de fidelidad, lealtad o servicio del En este sentido el art. 106.1 de la C.E. cuando señala que " l o s Tri-
agota en la funcionario a la Administración, asigna al bien jurídico una función y bunales controlan la legalidad de la actuación administrativa", se con-
violación de un contenido m u y distinto del que debe reunir. Esto es, hace desa- figura como punto de referencia y confirmación de bien jurídico de
deberes por parecer, la necesaria vinculación entre el tipo penal y el bien jurídico, la norma del art. 358.1.° del C.P/1973.
parte del "pues la vaguedad o genericidad, la desmesurada amplitud o el au- En |a dirección iniciada por OCTAVIO DE TOLEDO otros autores Bien jurídico: el
funcionario tomatismo de la conculcación de ese pretendido bien jurídico impide han aludido con términos similares o incluso manifestando su ad- ejercicio
que cumpla toda función limitadora, que es la tarea que, fundamen- hesión (MARTÍNEZ PÉREZ)a este m i s m o bien jurídico. Así BUSTOS correcto de la
talmente, tiene encomendada." OCTAVIO DE TOLEDO. RAMÍREZ, se refiere "al ejercicio debido o correcto de la función ad- función pública -
ministrativa, que resulta indispensable para el funcionamiento del sis- el deber de
t e m a " . ORS BERENGUER, al tratar del bien jurídico lo concretará "en objetividad
3. Otras concepciones sobre el Bien Jurídico la recta y justa administración pública". Descendiendo a las cualida-
des de la actividad administrativa ROLDAN BARBERO, señala como
El bien jurídico Aunque el bien jurídico y los elementos típicos de la "injusticia" bien jurídico específicamente protegido "el deber de o b j e t i v i d a d " que
y el elemento de al que se añade ahora la "arbitrariedad", no deben confundirse, están se encuentra enunciado en la propia Constitución. Por una parte en
la "injusticia" estrechamente interrelacionados, de manera que su exacta configu- el art. 103... y por otra en el art. 106 donde se vincula la actuación
estrechamente ración, sobre todo en los casos límites, sólo puede lograrse a través administrativa a "los fines que la justifican".
relacionados de un concepto de bien jurídico lo mas depurado y preciso posible. Creo importante avanzar el inconveniente o el matiz que el propio
Pero si esto constituye un principio general en la interpretación de proponente encuentra en señalar "el deber de objetividad", como
./ cualquier figura delictiva, en injustos tipificados c o m o la prevarica- bien jurídico: lo expresa de este m o d o ; "pese a su encarnación nor-
ción de funcionarios del art. 358 C.P 1973/art. 404 C.P 1995, la anti- mativa, al ser un principio ideal, no logra que el delito de prevarica-
juricidad (expresada en los términos de injusta y arbitraria) no podrá ción aparezca a primera vista como evidente: ni por los damnificados,
ser fundamentada sino en referencia a una rigurosa delimitación del ni por los operadores jurídicos. De ahí su déficit estructural".
objeto jurídico tutelado. GONZÁLEZ CUSSAC, dirá que el bien jurídico específico protegido Bien jurídico: el
El deber del Por otra parte, a los argumentos señalados para el rechazo de la en el delito de prevaricación del art. 358 C.P 1973 "es el interés pú- interés general
cargo, bien concepción subjetiva del deber del cargo, añade la doctrina, el que blico en el pleno sometimiento de las resoluciones administrativas a en el someti-
jurídico de las su aceptación precipitaría una imposible distinción entre la infraccio- la ley y al Derecho". miento de las
infracciones nes disciplinarias (que tienen aquél como verdadero bien jurídico) y El interés general, o el interés público es un concepto jurídico in- resoluciones
disciplinarias los delitos de funcionarios, GARCÍA ARAN. En suma, al tratarse de determinado, que si bien constituye, en virtud del art. 103.1 C.E, el administrativas
a la Ley y al
136- 137 Derecho
eje y definición de todos los actos administrativos; su interpretación, ciudadanos. En definitiva en un Estado de Derecho Democrático y Social
determinación o apreciación por parte de la Administración (8), pone como el nuestro es absolutamente obligado que la Administración se
ponga siempre al servicio de los fines esenciales que le dan soporte y la
el énfasis o subraya la vinculación de ese concepto con la potestad justifican".
discrecional.
Por esta razón no me parece que el interés general o el interés En el mismo sentido, las STS, 3 de febrero de 1992, La Ley 1992- El recto y
público, que es un concepto (legal indeterminado) utilizado por la 2, 470 declara: "el bien jurídico protegido por el delito de prevarica- normal
propia Constitución y por las Leyes, puedan constituir ningún bien ción del art. 358 CP lo constituye, según ha puesto de relieve la doc- funcionamiento
jurídico penal, ya que se aplica a un ámbito determinado de actua- trina, el recto y normal funcionamiento de la actividad de la de la
>» ción, perfectamente singularizada, pero su precisión concreta en cada Administración Pública, con sujeción al sistema de valores instaurado Administración
caso resta imprecisa, porque no puede ser de otro m o d o . GARCÍA por la CE, y, en definitiva, el correcto ejercicio de la potestad admi- Pública
ENTERRIA. Con esta formulación el bien jurídico sería un supra in- nistrativa". Esta misma noción genérica del bien jurídico se encuentra
terés general, de nueva creación (cuyo teórico titular serían los ciu- en las STS. 25 mayo 1992, A. 2185 y la STS, 14 julio de 1995, RJ, 1995.
dadanos )lo que entre otros inconvenientes contaría con el de poder 5435 según la cual, "El bien jurídico —recto y normal funcionamiento
entenderse lesionado siempre que la Administración no actué con- de la Administración Pública— con sujeción al sistema de valores ins-
forme a la Ley y al Derecho. Se confunden así el control penal, siem- taurados en la Constitución, obliga a tener en consideración los art.
pre subsidiario, con las otras técnicas de tutela que se supone deben 103 y 106 de dicho texto Fundamental, que sirve de plataforma esen-
entrar primero en juego para proteger este sector de la Función Pú- cial a toda actuación administrativa, estableciendo el primero la obli-
blica. gación de la Administración Pública de servir con objetividad a los
intereses generales con pleno sometimiento a la Ley y al Derecho, y
B. El Bien Jurídico en la Jurisprudencia el segundo al mismo sometimiento al principio de legalidad de la
actuación administrativa y de esta a los fines que la justifican."
La Si la doctrina del deber del cargo tenía su derivación jurispruden-
Con mucha mayor precisión sobre lo que implica lesionar el recto La prevaricación
Jurisprudencia cial, las nuevas concepciones sobre el bien jurídico, también encuen-
y normal funcionamiento de la Administración la, en mi o p i n i ó n , d a - implica
desde finales de tran eco en las Sentencias de la Sala Segunda del Tribunal Supremo,
rificadora sentencia TS. 23 noviembre 1993, la Ley, 1994-1, 684 se desviación de
los años 80, Desde finales de los años ochenta una Jurisprudencia más cui-
refiere a la desviación de poder, y a la necesidad de perjuicio, y de poder y requiere
sitúa como dadosa y preocupada por ejecutar el mandato Constitucional de ex-
rnanera excepcional no confunde la antijuricidad material (aptitud de perjuicio para
referente del tender el control penal, no sólo sobre los actos reglados, en que la
la resolución para producir lesividad social, traducida en una sitúa- los intereses de
bien jurídico, los confrontación de la actuación administrativa sólo se efectúa con la
ción de perjuicio), con el tipo subjetivo (la consciente aplicación tor- los ciudadanos
arts. 103 y 106 Ley positiva, esto es como infracción de una norma del Ordenamiento
cida del derecho).
CE. jurídico, sino también a las resoluciones que adolecen en algunos de
sus elementos reglados de la discrecionalidad, sitúa c o m o referente "En último término el bien jurídico protegido, según expresa unáni-
del bien jurídico del delito de prevaricación de los funcionarios, los memente la doctrina, constituye el recto y normal funcionamiento de la
Administración Pública con sujeción al sistema de valores instaurado en
arts 103, y 106, de la Constitución, que exigen extender ese control
la CE, cuando su ausencia determine un perjuicio para los legítimos in-
al elemento teleológico, esto es a la finalidad que justifica la inter- tereses de los ciudadanos y, en definitiva, para el correcto ejercicio de la
vención de la Administración. potestad administrativa"... una noción de bien jurídico que se termina
Especialmente emblemática la STS. 17 septiembre 1990, RJ 1990/ de concretar al interpretar el término "Injusta".
7322 críticamente comentada por MARTÍNEZ PÉREZ, dirá: "la legalidad define y atribuye potestades a la Administración que
deben ejercitarse en función del interés público, que no es sólo el interés
propio de aquélla, sino el interés de la comunidad y la desviación de la
"en cuanto al bien jurídico protegido en este tipo de delitos lo es, sin
potestad del fin para el que está preordenada puede indudablemente
duda el normal funcionamiento de la Administración Pública que ha de
entrañar una injusticia que justifique la intervención del Derecho penal,
estar siennpre e incondicionalmente al servicio de la colectividad y de los
toda vez que la resolución injusta no se equipara a la resolución ilegal".

(8) Según la definición recogida en la LJCA, Apartado, 3.° del epígrafe IV, t i -
En definitiva el TS, salvo en casos excepcionales, no desciende a
tulado " O b j e t o del recurso" "la discrecionalidad surge cuando el Ordena- matizar la noción de bien jurídico más allá del genérico —recto y
miento jurídico atribuye a algún órgano competencia para apreciar en un su- normal funcionamiento de la Administración—. La concreción del ob-
puesto dado lo que sea de interés p ú b l i c o " . Vid. BELTRÁN DE FELIPE, M., jeto protegido lo hace principalmente a través de su comprensión del
1995, 30. elemento " i n j u s t a " .

138 139
C. Bien jurídico y la nueva definición de la prevarícación de interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos que con-
administrativa en el Código Penal de 1995 sagra el art. 9, 3.° C E .
No es pues una idea estrictamente legalista, dice ENTERRÍA, la que La legalidad
Necesidad de un La creencia en que la situación actual de la democracia impone un incluye el art. 106.1 C E al encomendar (en primer lugar)a los Tribu- como
reforzamiento reforzamiento de los controles de la cosa pública, para que no deje nales (de lo contencioso), lo que se ha denominado control de lega- adecuación de
del control de la de serlo, ha supuesto que la preocupación manifestada en sede ad- lidad, sino que esa proclamación de la legalidad, como regla básica los actos
cosa pública ministrativa por someter al control judicial progresivamente la tota- de vinculación para la actividad administrativa, tiene que ser enten- administrativos
lidad de la actividad administrativa, no se contente ya con imponer dida no en un sentido estricto de pura conformidad con los requisitos, a las Leyes
el imprescindible reino de la LEY, sino que tiende a extenderse "al formales y materiales, fijados claramente en las normas, sino en el formales, a los
Fondo mismo de lo que hasta ahora han venido siendo facultades sentido material de Ley y Derecho. Lo que supone adecuación de los Derechos
discrecionales donde tan fácilmente pueden anidar las prácticas co- actos administrativos, además de a las leyes formales, a los valores Fundamentales
rruptas" (ENTERRÍA). superiores del Ordenamiento Jurídico art. 1.1 C E y marcadamente a y a los
El control de El objetivo de esa preocupación, que ha generado una viva polé- los Derechos Fundamentales art. 53.1, y a los Principios Generales Principios
legalidad que mica doctrinal, ENTERRÍA, es avanzar o ir más allá de ese control consagrados en el art. 9.3." Generales del
ejercen los mínimo, que todavía constituye la regla en nuestros Tribunales Con- El control judicial de la discrecionalidad que es siempre el control Derecho
Tr' ales de lo tenciosos y que se limita a la mera comprobación de los elementos de sus elementos reglados, en la medida que ese poder discrecional
Coiiicíicioso reglados del acto (la incompetencia, el vicio de forma o de procedi- ha tenido que ser primero atribuido por el Ordenamiento Jurídico, ,
sobre la miento )y a la averiguación de la eventual existencia de desviación se ha concretado también en la Jurisprudencia Contenciosa, en el
actividad de la de poder, (mera constatación del apartamiento de la Administración control de la existencia de potestad, o de su extensión concreta, en
Administración activa del fin específico para el que la norma habilitante otorga la el control de la realidad de los hechos que legitiman su aplicación o
es un control competencia)sin llevarlo más lejos, esto es al análisis del contenido en virtud de los cuales se pone en marcha la competencia, y en el
mínimo de la decisión por estimar que de hacerlo estarían invadiendo un ám- control del procedimiento, en el control del fin, y del fondo parcial-
bito que no esta sujeto a ningún tipo de fiscalización, de crítica o de mente reglado.
control desde fuera por ser propio y privativo de la Administración De alguna manera el legislador del Código Penal de 1995 sensible La ilegalidad
activa. Tesis que defiende últimamente BELTRÁN, 237 y ss, a pro- a esa preocupación doctrinal y atento a las pulsiones de la Adminis- administrativa
pósito de la doctrina de la unidad de la solución justa, en la aprecia- tración Contenciosa al acotar los márgenes de la ilegalidad adminis- está en la base
ción del interés público como un concepto jurídico indeterminado, trativa, referente ineludible del injusto de la prevaricación, ha susti- del injusto de la
doctrina a la que se opone tajantemente dicho autor por considerarla tuido el indeterminado requisito de la injusticia por el más limitado prevaricación
un intento de control absoluto o sustitutivo de la discrecionalidad, por vicio de ilegalidad, que constituye la "arbitrariedad".
la Administración contenciosa. Quizá porque la noción de arbitrariedad es referenciada explícita-
Avance en las Los Tribunales cuyo control de la discrecionalidad todavía es en mente por el Tribunal Constitucional al Ejecutivo y más concretamen-
técnicas de palabras de TOMAS R. FERNÁNDEZ, 38 y ss. "asimétrico, carente de te a la Administración Pública y a los actos reglados y discrecionales;
control un hilo conductor único y claro, contradictorio en sus distintas ma- STC 27/1981, de 28 de Julio de 1981, recurso de inconstitucionalidad
jurisdiccional de nifestaciones", han ido aceptando técnicas de control de la discrecio- contra la ley de las Diputaciones catalanas.
las potestades nalidad dirigidas a lograr una mayor eficacia en el enjuiciamiento de Otra razón para añadir o poner el énfasis más que en la injusticia La arbitrariedad
discrecionales los actos administrativos, de entre las cuales interesa destacar; la f i - en la arbitrariedad de la resolución administrativa puede ser, que la - rasgo
V nalidad del acto y la desviación de poder. La CE es probablemente la desviación de poder c o m o técnica reductora de la arbitrariedad ad- diferencial de la
única que a dado rango constitucional al principio de control precep- ministrativa acentúa el rasgo diferenciador entre el tipo de prevari- prevaricación
tivo y general por el Juez del fin, en el art. 106.1 "Los tribunales con- cación judicial y el delito de nueva creación de prevaricación admi- administrativa
trolan la potestad reglamentaria y la legalidad administrativa, así nistrativa del art. 404. No es posible hablar de desviación de poder
como el sometimiento de ésta a los fines que la justifican"; la des- judicial. Porque el poder judicial tiene un función constitucionalmente
mitificación de la discrecionalidad técnica mediante el recurso al con- definida que consiste en juzgar y hacer ejecutar lo juzgado (art. 117.3
trol de la aplicación por la Administración de los conceptos jurídicos CE.), de ahí su posicionamiento distinto respecto de la Ley o su ma-
indeterminados (entre los que se encuentra el interés público o el nera diferente, como indicábamos anteriormente siguiendo a OCTA-
interés general); o la contemplación o enjuiciamiento de la actividad VIO DE TOLEDO, de manifestar su contrariedad a Derecho. La finali-
discrecional a la luz de los principios generales del Derecho como el dad de la potestad judicial se agota en si misma, dice CHINCHILLA,

140 141
" a diferencia de la Administración que tiene que atender a una plu- una definición de acto administrativo y contrastar después el alcance
ralidad de fines, financieros, urbanísticos, de orden público... y que que las más importantes leyes que regulan los procedimientos a tra-
actúa para gestionar la res pública, eligiendo la forma y los medios vés de los cuales se producen los actos administrativos, otorgan al
más adecuados para servirlos con eficacia, el Juez aplica la Ley al término resolución. Transportar esas conclusiones al ámbito penal
caso concreto, sin hacer las valoraciones propias de la función ad- requerirá, el paso fundamental de comprobar, si ese producto admi-
ministrativa". nistrativo tiene capacidad o entidad para lesionar o poner en peligro
En la De los presupuestos precitados deduce esta autora la corrección el bien jurídico señalado. Esto es, si la desviación de poder o la pre-
prevaricación de la doctrina del Tribunal Supremo según la cual "la sentencia podrá sencia de arbitrariedad puede deducirse de esa resolución dictada.
ju Ino es ser injusta e incurrir el Juez en error o prevaricación, pero no parece Los actos administrativos se definen, ENTERRÍA, T.R. FERNÁN- La resolución es
posiuíe hablar correcto hablar de que se ha desviado de su fin un poder que por DEZ, c o m o declaraciones de voluntad, de juicio o de conocimiento o un acto
de desviación definición no atiende a ningún f i n , que no sea el de cumplir correc- de deseo realizadas por la Administración en ejercicio de una potes- administrativo
del fin, nota tamente su función de actuación del Derecho objetivo o del ius d¡- tad administrativa distinta de la potestad reglamentaria.
típica de la cera". Las resoluciones son actos administrativos que contienen una de-
actividad Si ésa es la nota más típica de la actividad administrativa frente a claración de voluntad y deciden una cuestión, características a las que
administrativa. las otras funciones públicas y si el delito de prevaricación no viene añade determinada Jurisprudencia STS. 7 mayo 1979, que esa decla-
Bien jurídico: es más que a reforzar el control de legalidad administrativa constitucio- ración de voluntad es por si misma, creadora o modificadora de una
el ejercicio de nalmente instaurado en el art. 106.1.° C E , y si ese control se actúa situación jurídica, con efectos decisorios o imperativos y que sólo
potestades primero por el principio de autotutela en el sistema de los recursos, ellas son recurribles por separado.
administrativas o a través de los Tribunales de lo Contencioso, y sólo en los casos
conforme a los más graves puede acudirse a la vía penal, dada la naturaleza frag- A. Informes y Dictámenes
objetivos y fines mentarla y subsidiaria que caracteriza a esta rama del Ordenamiento,
públicos, en el creo que la tutela penal sólo debe atender a las alteraciones más Los Informes, los Dictámenes y los actos que provengan de Ór- Los informes no
respeto al medulares de esa legalidad administrativa. El concreto bien jurídico ganos consultivos, ( no constituyen resoluciones), son actos de trá- son
principio de de esta nueva figura de prevaricación administrativa es la legalidad mite, de los que duda incluso determinada Jurisprudencia (conten- resoluciones
interdicción de administrativa, entendida como Ley y Derecho sólo cuando su vio- ciosa)si cabe atribuirles la condición de acto administrativo (STS. 16
arbitrariedad lación implique perversión del fin público que la norma contiene o Julio 1985, Sala 5.=, R. 4181)
lesión del principio general de prohibición de arbitrariedad y conlleve
la lesión o el perjuicio de las expectativas o intereses del ciudadano "al no tener carácter vinculante ni determinativo de la decisión, ni
o el daño de la cosa pública. Bien jurídico penal será el ejercicio de constituir actos administrativos, no podían surtir efectos invalidantes
para el acto para el que fueron emitidos".
-^ potestades administrativas conforme a los objetivos o fines públicos
j que la ley señale en cada caso, y en el respeto al principio de inter-
dicción de arbitrariedad de los poderes públicos (art. 9, 3 C E). Sin embargo la condición de actos administrativos de los Informes
y Dictámenes es afirmada por la mejor doctrina, incardinandolos en-
III. ELEMENTOS OBJETIVOS DE LA CONDUCTA TÍPICA tre las expresiones de un simple juicio, (informes ), deseo (propues-
La prevaricación Al tratarse el delito de prevaricación administrativa de un tipo pe- tas) o conocimiento.
refuerza la nal de reforzamiento del control de la legalidad administrativa, los El problema está en si esos Informes o dictámenes pueden ser
exigencia de elementos de la conducta típica —dictar resolución arbitraria en asun- objeto del delito de prevaricación del art. 404 que exige c o m o ele-
control de to administrativo— poseen elevado contenido valorativo o normativo mento típico "dictar resolución" y pretende evitar el apartamiento por
legalidad, cuya comprensión o interpretación no puede hacerse de espaldas a la Administración de los fines a los que debería servir, algo que nor-
exigido en el lo normativa administrativa, aunque siempre filtrado por la perspec- malmente se consigue a través de un acto resolutorio.
art. 106.1.° CE. tiva que proporciona el bien jurídico penal señalado. La duda surge respecto de los Informes preceptivos y sobre todo Duda respecto
de los preceptivos y vinculantes en relación con los actos de trámite, de los informes
1. Dictar resolución que excepcionalmente pueden ser recurribles por separado. Es decir preceptivos y
Para llevar a cabo la misión de conocer el significado del término aquellos que determinen la imposibilidad de continuar un procedi- vinculantes
"resolución" que no es unívoco, me parece suscribible, el camino miento, produzcan indefensión (art. 107 LPC y 37 LJ )o decidan directa
seguido por OCTAVIO DE TOLEDO, de tomar como punto de partida o indirectamente el fondo del asunto.

- 142 - 143
Cabe desviación Una determinada doctrina administrativa CHINCHILLA, entiende voluntad puedan cometer la infracción del ordenamiento jurídico en
de poder en los que es posible achacar desviación de poder al Informe preceptivo. que consiste la desviación de poder".
Informes porque su emisión constituye un requisito indispensable para que el Por ello aunque el Informe este en el iter de la resolución, siempre El informe lo da
preceptivos y acto resolutorio alcance su fin. Así mismo si el Informe es además implica un acto separado, que no contiene una declaración de volun- quien no tiene
vinculantes vinculante su contenido se f u n d e con el contenido del acto para el tad, con otro valor en el procedimiento, y dado por una persona o poder decisorio
que se ha dictado y es entonces perfectamente posible pensar en que un órgano que carece de poder decisorio sobre ese concreto asunto, sobre el asunto
pueda haber desviación de poder en él. Un problema diferente será, luego nunca puede ser objeto del delito de prevaricación.
según esta autora, el de determinar si puede anularse un dictamen Puede constituir c o m o mucho un acto preparatorio, impune si esa
aisladamente, o si, por el contrario, sólo es susceptible de servir de clase de delito no lo castiga expresamente, como así ocurre con el
instrumento al acto resolutorio para cometer la desviación mencio- art. 404.
nada". El tema en su opinión es puramente procesal y se resuelve Me parece difícil, así mismo, construir la figura del inductor, au- Los informes
acudiendo al régimen de impugnación establecido para los actos de xiliador necesario o cómplice (que mayoritariamente aceptan Doctri- son actos
trámite y los actos resolutorios en los precitados art. 107 LPC y art. na y Jurisprudencia) para quien emite un Informe injusto: Pues el atípicos, porque
37 LJ. inductor no realiza actos de ejecución, cosa que si hace el técnico u no tienen
J Suponiendo que esto es así en derecho administrativo —aunque órgano consultivo respecto del acto instrumental de dar un juicio u carácter
me parece más correcto hablar en esos casos de falsedad, pues la o p i n i ó n , pero que son diferenciables de los actos de ejecución que decisorio, ni
afectación del fin requiere que el acto administrativo constituya una conforman la resolución, los cuales sólo pueden llevarse a cabo por efecto ejecutivo
declaración de voluntad con efectos externos, algo que es imposible quien tenga competencia para decidir sobre el asunto administrativo. externo
predicar de un Informe, por muy torcida que sea la intención de quien Además la imposibilidad de ser autor no se debe únicamente a que
lo e m i t a — e l tratamiento del problema es bien diferente en el ámbito el inductor o auxiliador, no reúnan las características de la autoría del
penal por varias razones: tipo del art. 404 como delito propio, no ser funcionario, o ser un f u n -
Primero: el tipo penal del art. 404 habla expresamente de dictar cionario que carece de ese tipo de competencias resolutorias o eje-
resolución. Lo cual significa que debe contener una declaración de cutivas, sino a que los informes ilegales, al no ser resoluciones cons-
voluntad definitiva y el Informe es una expresión de un juicio o co- tituyen comportamientos "atípicos", porque no tienen carácter
nocimiento. decisorio, ni efecto ejecutivo externo y obviamente no transcienden
Los informes no Segundo: porque aceptando, como dice ENTERRIA, que existen a los ciudadanos. Carecerían de sentido las exclusiones impuestas
contienen una actos de trámite que contienen decisiones de voluntad (como dene- por el tipo, si luego puede decirse que quien realiza un acto " a t í p i c o " ,
declaración de gar una prueba, admitir la condición de interesado de un tercero, re- puede ser castigado c o m o inductor o auxiliador necesario con las
voluntad cabar un dictamen etc ) estos nunca son por definición los Informes mismas penas que al autor. De manera indirecta la citada S.T.S. 24
o los Dictámenes. de Junio 1994, RJ. 5031, reconoce esta diferencia al admitir la posi-
Tercero: tampoco los Dictámenes y los Informes que insisto con- bilidad de inducción en quien ni tan siquiera es funcionario, extra-
sisten en emitir un juicio, tienen la posibilidad de paralizar un pro- neus, al pedir una pena atenuada en aplicación de la circunstancia
cedimiento, o crear indefensión luego su recurribilidad siempre estará atenuante 9, 1.= (21, 6.° CP 1995), en relación con el art. 60 (art. 65 CP
condicionada a la existencia de un segundo acto, el acto de imperio 1995), por el principio de proporcionalidad " p o r q u e no actúa con la
o que crea estado, el acto de resolución, algo que también ocurrirá potencialidad y fuerza de antijuricidad que caracteriza a quien sí po-
' "* con aquellos dictámenes que afecten directa o indirectamente al fon- see esa condición, pues le falta el plus de tal carácter que en él no
do del asunto, pues el órgano decisorio, es decir un segundo órgano, concurre y que es determinante, del nacimiento de la figura penal..."
tendrá que hacerlo suyo y tomar la decisión, acto separado del emitir En conclusión son resolutorios los actos administrativos que con- La resolución
un informe. Pero incluso si los Informes o Dictámenes, tuviesen la llevan una declaración de voluntad y tienen un efecto ejecutivo, ex- basta con que
posibilidad de paralizar un procedimiento, o crear indefensión, ello terno, sobre el tema que se ha sometido a su decisión. La resolución sea firme
para nada afecta a su carácter de acto instrumental, que prepara la será definitiva en la instancia, que no implica por tanto que sea firme.
resolución, con independencia de que pueda ser recurrible por se- Una segunda cuestión que plantea el término resolución es si ade- Disposiciones
parado y eventualmente ser anulado por desviación de poder en la más de los actos administrativos strictu senso, pueden atacar el bien administrativas
esfera administrativa. Pues como reconoce CHINCHILLA, lo que ella jurídico protegido en el delito de prevaricación los Reglamentos o las generales
pretende demostrar es que " n o puede excluirse a priori la posibilidad disposiciones generales. La doctrina no es unánime en sus posiciones
de que actos administrativos que no contienen una manifestación de sobre el tema, aunque mayoritariamente, siguiendo la pauta del Tri-

144- 145-
bunal Supremo, rechaza la inclusión de los Reglamentos, decretos. en que esa inactividad puede ser incorporada al tipo. Una c o m o mo-
Ordenes. dalidad de comisión por omisión, u omisión impropia, que implica
La nueva y más amplia redacción dada al art. 506 C.P. "La auto- afirmar previamente, como bien insiste OCTAVIO DE TOLEDO, que el
ridad o funcionario público que careciendo de atribuciones para ello, delito de prevaricación es un delito de resultado, no de mera activi-
dictará una disposición general o suspendiera su ejecución será cas- dad. Una segunda forma de tipificar la inactividad, es c o m o delito de
tigado..." parece zanjar la polémica sobre el vacío legal que provo- omisión pura, donde lo que se sanciona es la mera inactividad, pues
caba el anterior art. 377, respecto de las disposiciones generales de el dato de la pasividad es por si sólo revelador de la intención de la
carácter a u t ó n o m o injustas, por la referencia expresa que en dicho Administración de apartarse del fin de interés público de que se trate.
precepto se hacia a la invasión de "atribuciones legislativas". Una Comparto la opinión de la doctrina que considera el delito de pre- Delito de
manera de referirse con exclusividad a las disposiciones generales varicación como un delito de resultado, donde se puede distinguir, la resultado
injustas que versaran sobre materia reservada a la Ley. Suprimida conducta de "dictar resolución" (actividad de ordenar, articular o de
I esa limitación puede entenderse que cualquier Disposición General
contraria a la ley, constituirá en todo caso un delito del nuevo art.
dar, expedir o pronunciar una decisión de voluntad) y el resultado (de
afectación del bien jurídico que en mi opinión en este delito debe ser
506. t a m b i é n naturalístico)que una vez entrada en el tráfico jurídico esa
La resolución La forma de la declaración de voluntad en que consiste la reso- resolución, se materialice en un perjuicio, en un beneficio injustifi-
puede ser lución es normalmente la escrita, art. 55.1 L.PA, y expresa, pero tam- cado o en un daño para la cosa pública.
escrita, expresa, bién caben resoluciones orales o verbales e incluso movimientos de Luego únicamente interesa la inactividad de la Administración que Sólo interesa la
u oral o verbal cabeza, utilización de señales acústicas, como las que se producen en da lugar a un acto presunto estimatorio o desestimatorio, es decir en inactividad que
las relaciones orgánicas y funcionariales y en las relaciones de policía. los que no sólo existe obligación de resolver por parte de la A d m i - da lugar a un
nistración (art. 42 L.R.J.A.P), sino una resolución ficticia que produce acto presunto
B. Los actos presuntos y la inactividad de la Administración "efectos jurídicos" art. 43.1 L.R.J.A.E).
Antes de la Ley 30/1992 de R.J.P.A, el silencio administrativo po- Antes el silencio
Prevaricación El Grupo Popular mediante una enmienda de adicción pretendió sitivo requería c o m o requisito de carácter constitutivo, la conformi- Administrativo
por omisión incorporar al P.C.P 1995, un delito de omisión donde se penalizaba la dad de lo solicitado con el Ordenamiento Jurídico, de tal manera que requería la
inactividad administrativa, con el siguiente contenido: " s e impondrán en caso de disconformidad (ilegalidad ), el acto presunto que era el conformidad de
las mismas penas de los artículos anteriores, si se cometiera injusti- silencio podía ser considerado inexistente y por consiguiente desco- lo solicitado en
cia, omitiendo a sabiendas, dictar resolución cuando proceda" (en- nocido por la Administración a todos los efectos, pues el silencio no el Ordenamiento
mienda n.° 427, 6 de marzo 1995, serie a, núm. 77-6). se había consumado (art. 242. T.R.L. Régimen del Suelo y Ordenación
Esta opción de política criminal, no fue aceptada por el legislador Urbana aprobado por R.D.L 1/1992, de 26 de Junio).
de 1995, que al igual que concreta la clase de acción típica a los actos Con la nueva técnica de los actos presuntos, por el Contrario, sur- Ahora surgen
resolutorios, también lo hace con la expresión del verbo "dictar", a gen nuevas dudas difíciles de trasladar al campo penal. El acto pre- dudas sobre los
las resoluciones expresas. sunto, en principio, produce "efectos jurídicos", desde que transcurre efectos jurídicos
La posibilidad de incluir en la conducta típica de prevaricación del el plazo para resolver expresamente, aunque su contenido sea con- de los actos
( art. 404 C.P. — c o m o desviación de poder y ejercicio de arbitrariedad— trario al ordenamiento jurídico. No obstante el nuevo art. 62.1.f) presuntos
la inactividad administrativa, ha dividido sin embargo a la doctrina. L.R.J.A.E., sitúa en "la nulidad de pleno derecho... cuando se carezca contrarios al
La Administración puede incurrir en ese vicio al dejar de ejercer de los requisitos esenciales", el limite infranqueable de los efectos ordenamiento
una potestad precisamente para servir a un fin distinto al que debía estimatorios de la falta de resolución en plazo. La determinación de jurídico
atender ejerciéndolo, o simplemente para dejar de cumplir ese fin, cuáles sean esos requisitos esenciales, cuya falta impide producir
mediante el retraso o dilación de la resolución. En principio cabe dis- efectos estimatorios, deberá resolverse en cada caso. A pesar de ello
tinguir dos categorías: la inactividad que da lugar al acto presunto, la alguna doctrina entiende, MORILLO VELARDE PÉREZ, que debe es-
que se produce dentro del procedimiento por la no contestación a perarse a los recursos para subsanar esta ilegalidad.
una petición del administrado (art. 43 L.R.J.A.P) y la inactividad como No queda pues clara la afirmación de MORALES, F., sobre que la
omisión consistente en la pasividad o el puro no hacer de la A d m i - Ley 30/1992 " n o condiciona la eficacia del efecto positivo del silencio
nistración en el campo de sus competencias. a que la solicitud o pretensión del particular sea contraria al Orde-
Comisión por Si bien ambas modalidades pueden implicar desviación de poder namiento", pues siguen vigentes preceptos como el citado art. 246.6
omisión o arbitrariedad —a efectos penales debe distinguirse las dos formas del T.R. de la Ley sobre Régimen del Suelo y Ordenación Urbana,

146- - 147
R.D.L. 1/1992. " E n ningún caso se entenderán adquiridas por silencio 1988, La ley 1988, 2, 1553, "al exigir el tipo un comportamiento activo,
administrativo licencias en contra de la legislación o del planeamiento no es posible su comisión por omisión" S.T.S. 5 de Abril 1995, A.
urbanístico". O el art. 1 R.D.L 1/1986, de 14 de marzo, "las licencias 2398: " A u n q u e el tipo penal no lo diga expresamente, se entiende
de instalación, traslado o ampliación de empresas o centros de tra- que además de la incidencia sobre el administrado, la resolución ha
bajo se entenderán otorgadas por silencio administrativo positivo... de tener una especial repercusión sobre la comunidad, atacando en
siempre... que se ajusten al ordenamiento jurídico". cierto modo los intereses generales, o lo que en otros tipo se ha dado
No existe una Tampoco puede decirse que haya una equiparación, entre acto en llamar causa pública" S.T.S 16 de Mayo 1992. La Ley, 1992-4, 194,
equiparación presunto y resolución expresa, en tanto no se de una certificación del S.T.S. 28 de Marzo 1994-A. 3020: "La propia recurrente reconoce que
entre acto acto presunto (art. 44.2 L.R.J.A.E) para su eficacia, pues la propia ley es un informe el acto cuestionado, sin que pueda prosperar su pos-
presunto y impone la obligación de resolver, art. 43.1, párrafo segundo L.R.J.P.A: tulación de que un informe es 'resolución'..." no es de recibo el ar-
r e f ' ion primero, cuando afirma "que el vencimiento del plazo no exime a la gumento de que el articulo penal al hablar de resolución no distingue,
si es ejecutiva, de puro trámite o informativa. Lo que no cabe duda
ex^.
1 Administración de la obligación de resolver", y segundo, cuando le
da la posibilidad de evitar las consecuencias de su inactividad, ac- es que al llamarse resolución supone en si misma un efecto ejecutivo,
tuando, art. 44 L.R.J.P.A., esto es condicionando la obligación de dar tiene que ser la decisión del tema que se les ha sometido"S.T.S., 17
certificación... a " q u e en dicho plazo haya dictado resolución expre- de febrero de 1995, RJ 1188; "En cuanto a la resolución viene enten-
sa". diéndose como tal un acto administrativo que supone una declara-
ción de voluntad, de contenido decisorio que afecte a los derechos
En suma, no existe una equiparación ope legis entre el no actuar
de los administrados o a la colectividad en general, quedando ex-
(acto presunto) y el actuar (dictar resoluciones)como pretende F. MO-
cluidos los actos políticos o de gobierno. S.T.S 14 de Julio de 1995.
RALES, que eximiera al control penal de entrar en la discusión sobre
R. 5435: "Debiendo además tener el funcionario funciones deciso-
la posibilidad de comisión por omisión en estos casos. De ahí que
rias"S.T.S, 31 de Marzo 1994, A. 1994, 3036", sólo los órganos deci-
tampoco se pueden considerar, sin más, incriminables penalmente
sorios y entre ellos los Alcaldes, pueden incurrir en esta especie de
los actos obtenidos por silencio por estar aprehendidos en la descrip-
prevaricación, S.T.S 10 Nov, 1989, La Ley, 1990-1, 674
ción típica, dictar resolución.
El art. 404 Por otra parte, para forzar la tipicidad penal del art. 404 que ex-
excluye la plícitamente se refiere a las resoluciones expresas, y en mi opinión
comisión por excluye la comisión por omisión, con una criticable o no pretensión 2. Injusta y Arbitraria
omisión del legislador de 1995 de restringir la intervención penal y de clarificar
en la medida de lo posible lo que está sometido a su control, no se Entre las modificaciones más relevantes, sin olvidar las estructu-
pueden oponer razones de política criminal cuya referencia básica es rales señaladas anteriormente, que afectan a los elementos nucleares
la regulación de la prevaricación judicial. del tipo de prevaricación, se cuenta la introducción del t é r m i n o arbi-
"El amparo de un bien jurídico parejo", en la prevaricación judicial traria como predicado de la resolución.
y administrativa, no se relaja, como afirma OCTAVIO DE TOLEDO, La primera crítica que provoca el añadido de esta variable nor-
cuando se sacan fuera del ámbito penal comportamientos o actuacio- mativa, es la comprobación de una deficiente técnica legislativa que
nes cuya adecuación al fin o posible arbitrariedad ha sido sucesiva- complica aún más la relación entre la prevaricación genérica y las
mente filtrada por el autocontrol administrativo, por el control juris- que apresuradamente se han denominado prevaricaciones específi-
diccional contencioso administrativo, por el régimen disciplinario y cas.
finalmente por el control penal. Garantías que pueden estimarse in- Para describir los mismos elementos típicos, la rúbrica del Cap. I Confusión
suficientes, ser utilizadas o no por sus afectados, pero que en ningún del Tit. Vil, se refiere a otros comportamientos injustos, el art. 404 a terminológica
caso se dan respecto de las actuaciones irregulares judiciales. resolución arbitraria, el art 320, a informar favorablemente proyectos
de edificación o concesión de licencias contrarias a las normas ur-
banísticas vigentes, el art. 322 a informar favorablemente proyectos
C. El Tribunal Supremo
de derribo o alteración de edificios singularmente protegidos, y el art.
Los rasgos de la La Jurisprudencia tiene muy claro cuáles son los rasgos que de- 329 a licencias manifiestamente ilegales. O con referencia al tipo sub-
resolución son finen la conducta típica de dictar resolución: de su lectura pueden jetivo el art. 320, el art. 322 y el art. 404 utilizan los términos, a sa-
claros en la extraerse las siguientes conclusiones: "El delito de prevaricación sólo biendas de su injusticia y el art. 329 a sabiendas y el art. 405 a sa-
Jurisprudencia puede cometerse mediante actuación positiva" S.T.S. 25 de Abril biendas de su ilegalidad. Un desbordamiento en el uso de elementos

- 148 149
normativos, impropio de un Código que se presume quiere ajustarse recho hay prevaricación. Otro módulo es el examen de los medios y
a los principios de taxatividad y determinación y que por ello debiera métodos científico-jurídicos utilizados por el sujeto activo. Así no exis-
haber evitado servirse de términos de multívoca significación, que ya te injusticia, cuando la resolución dictada al amparo de un Ley mul-
han dado lugar a una profusión de Teorías, provocando cuanto me- tívoca, es defendible.
nos una inseguridad jurídica al dejar totalmente en manos del intér- Con el más amplio término de injusticia se quiere comprender la La legalidad
prete la concreción de su contenido. llamada a la Ley y al Derecho —a la idea de la legalidad— que emerge material como
El TS diferencia Por anotar una muestra de la confusión creada, podemos citar la del art. 106 del texto constitucional, al reclamar el control jurisdiccio- parámetro de la
entre lo ilegal y S.T.S. 2 Nov.1995, La ley, 17. 167 R. que en su Fundamento 3.° dice nal de la actuación administrativa. Según he señalado al tratar del injusticia
lo injusto bien jurídico, ello supone adecuación de la resolución dictada, ade-
"la actuación del acusado —concesión de licencia de obras sobre te- más de a las Leyes formales, a los valores superiores del Ordena-
rrenos pendientes de calificación— es formalmente ilegal pero no ma-
terialmente injusta —en el sentido propio del delito de prevaricación— miento Jurídico, art. 1, 1.° CE y marcadamente a los Derechos Fun-
al no constituir un torcimiento del Derecho tan patente y grosero que damentales, art. 53, y a los Principios Generales consagrados en el
pueda ser apreciado por cualquiera". art. 9, 3.° El problema está en saber cuándo o con qué criterios se da
el salto del control jurisdiccional contencioso al control jurisdiccional
El art. 320, sólo Según el nuevo art. 320 los informes, resoluciones, votar a favor penal.
requiere de la concesión de licencias contrarias a las normas urbanísticas vi-
ilegalidad gentes, será castigado con pena de prisión, multa y además la pena A. Injusticia e ilegalidad en la Jurisprudencia
formal, mientras de inhabilitación del art. 404. Esto es, la concesión de licencias ile- El Tribunal Supremo ha construido una noción de injusticia ma- El principio de
que el art. 404 gales puede dar lugar a una prevaricación específica que sólo requie- ferial o plus de antijuricidad a partir del principio de intervención mí- intervención
requiere además re la ilegalidad formal o la contrariedad a las normas urbanísticas, nima que exige no identificar los conceptos de injusticia e ilegalidad, mínima requiere
injusticia pero no podrá sin embargo castigarse como prevaricación genérica, Se sirve para ello básicamente de dos criterios complementarios; el que la injusticia
porque, aunque sólo tiene una pena de inhabilitación, requiere según primero lo construye sobre la entidad o gravedad objetiva del desa- sea algo más
el T.S algo más que la mera ilegalidad o contrariedad a las normas cuerdo de la resolución con la legalidad, pues es necesario un mayor que la mera
urbanísticas, requiere la injusticia. desvalor que el de la mera ilegalidad. La injusticia precisa una con- ilegalidad
Injusticia, Si la injusticia no es una mera ilegalidad formal, y la resolución tradicción con la ley manifiesta, patente, grosera, notoria e incuestio-
ilegalidad, arbitraria es lo que se especifica del "a sabiendas de su injusticia" nable. El segundo atiende a la gravedad de la resolución ilegal desde
arbitrariedad habrá que preguntarse qué añade la injusticia a la ilegalidad y qué la perspectiva de sus consecuencias, esto es de su entidad para pro-
matiza la arbitrariedad respecto de la injusticia. ducir lesividad social que se traduce en un trato de favor o de per-
Teorías Conviene recordar, que para fijar el sentido y alcance de este ele- juicio a un tercero o de daño a la cosa pública.
mento se han desarrollado cuatro teorías en la doctrina alemana que Respecto del primer criterio, la'entidad o gravedad de la contra- Casos en que la
nuestra doctrina y el Tribunal Supremo han hecho suyas. La Teoría riedad a Derecho que encierra la resolución es entendida de una ma- ilegalidad
subjetiva, según la cual el sujeto sólo se comporta antijurídicamente ñera objetiva por el T.S, pero la superación de los limites del carácter administrativa
cuando contraviene su propia convicción de lo que es el Derecho. El fragmentario y de ultima ratio del Derecho Penal y el desbordamiento alcanza el grado
sustrato de este teoría aplicada a la prevaricación judicial es que el de la simple ilegalidad administrativa lo provocan vicios diversos de de la injusticia
Juez en la aplicación del Derecho lleva a cabo una actividad con un legalidad; como la falta absoluta de competencia del inculpado, in- déla
margen de libertad y de decisión, cuyo único criterio reside en su vadiendo atribuciones que le son extrañas STS. 10 de Diciembre 1991. prevaricación
propia conciencia. Para la teoría objetiva, el término injusticia se mide La Ley. 1992-1, 53.°; STS. 21 Mayo 1994, A, 339: o la carencia de ele-
en relación al Ordenamiento Jurídico de modo que injusta será toda mentos formales o procedimentales indispensables, esto es, grandes
resolución contraria a Derecho. La Teoría mixta además de una ob- vicios procesales, SSTS, 7 Noviembre 1986, R, 8297, /3 de Febrero
jetiva injusticia en el comportamiento del funcionario, precisa como 1992, La Ley 1992-2, 470; o un contenido sustancialmente injusto, esto
elemento subjetivo de lo injusto, la tendencia o intención subjetiva es una resolución que produzca lesión de derecho de una f o r m a que
del autor de apartarse o de torcer el Derecho. Quedaría por último la no pueda explicarse por una interpretación razonable de la ley y re-
teoría de los deberes de Rudolphi, que partiendo de postulados ob- sulte de un modo claro e indiscutible la violación de un precepto legal
jetivistas introduce módulos de valoración de la injusticia, como los y también cuando los términos en que se haya redactado un precepto
móviles, los estímulos o los intereses tenidos en cuenta por el Fun- excluyen toda posibilidad de equivocada interpretación, STS, 3 Mayo
cionario a la hora de dictar la resolución, si éstos son ajenos al de- 1986, RAJ, 4666.

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Si existieran dudas razonables, o fuera discutible su interpretación, abierta contradicción con el Ordenamiento Jurídico, sin atenerse a las
o la ilegalidad se debiese a un error o equivocación del aplicador de reglas de la intepretación jurídica aceptadas por la comunidad cien-
las normas jurídicas, habría que depurarla en el ánnbito de los co- tífica, y que persigue un fin particular".
rrespondientes procesos administrativo y contencioso-administrativo, En desacuerdo con las opiniones doctrinales avanzadas, OCTAVIO Arbitrariedad -
S.S.T.S 26.3.1992. 19923, 131/21.2.1994, 1994-2, 653/31.3.1994.A.336/ DE TOLEDO, define la arbitrariedad c o m o aquella resolución que en elemento
S.T.S.20.4.1995.R.J 3898. si o en su procedencia encierra una injusticia o contrariedad a la leyes subjetivo,
El perjuicio En otra ocasiones y como segundo criterio, la barrera o el limite y que se ha dictado con voluntad y sin fundamento razonable. Si el voluntad de
transforma la entre la ilegalidad que debe quedar relegada a la vía de la revisión género es la injusticia, la arbitrariedad es una "especie", que se dis- realizar lo que
ilegalidad contencioso-administrativo, no lo determina la entidad de la inobser- tingue por el elemento subjetivo que incorpora (la voluntad) y por la se sabe que es
administrativa vancia objetiva de la resolución con el Derecho, sino la producción o necesidad que supone de atender a la motivación o fundamento que ilegal
en INJUSTICIA no de un perjuicio para los intereses que la concreta norma vulnerada ha llevado al funcionario a emitir su decisión. La novedad que parece
proteja (intereses urbanísticos, )o la lesión de las expectativas de los suponer la reforma operada se resume en el implícito elemento sub-
sujetos afectados por la misma. S.T.S. 2.11.1995. R. 17.167. jetivo de lo injusto que contiene el término típico "arbitraria". La re-
solución arbitraria, es una resolución injusta guiada por la voluntad,
/ B. La definición de la arbitrariedad: la naturaleza objetivo-subjetiva por eso ahora cabe sostener con éxito la llamada teoría mixta sobre
^ del elemento arbitraria la injusticia-arbitrariedad. La teoría que propugnaba antes de la re-
forma GONZÁLEZ CUSSAC; su posición puede resumirse así: la in-
Esta constante interpretación Jurisprudencial de la injusticia ha justicia requerida en el delito de prevaricación —señalaba este au-
dado lugar a comprensiones distintas por parte de la Doctrina sobre tor— no consiste en una simple decisión contraria a derecho, sino
lo que el término "arbitraria", implica de novedad respecto al ele- que supone además un comportamiento arbitrario. Este comporta-
mento "injusticia". Aparentemente parecen despuntar dos líneas doc- miento arbitrario se manifiesta en un desprecio no sólo por el dere-
trinales en torno a la naturaleza objetiva (teoría objetiva) u objetivo - cho, sino también por los procedimientos científicos existentes. Pre-
subjetiva (teoría mixta) de este nuevo término de arbitraria y sobre varica, aquel sujeto que conociendo la ilegalidad de la resolución la
su relación con el elemento de la injusticia. dicta, o quien con total desprecio de las técnicas interpretativas llega
En un primer grupo puede aunarse aquel sector doctrinal que en- a una solución también ilegal. "Consecuentemente estamos conci-
tiende que el elemento "injusticia" ha sido interpretado por el TS de biendo la injusticia en dos momentos: uno objetivo, consistente en la
manera objetiva, introduciendo progresivas restricciones en su deli- contrariedad al ordenamiento positivo; y otro de carácter subjetivo,
mitación, que son las que ahora consagra el elemento "arbitraria". tendente a eludir los procedimientos técnicos conocidos, dando lugar
Arbitraria es la Así MORALES, F., aunque considera que en principio puede re- a un comportamiento arbitrario. Se trata en definitiva de dibujar el
ilegalidad sultar perturbador la inclusión del elemento arbitraria en el marco de tipo de prevaricación con un elemento subjetivo del i n j u s t o " .
grosera y esa consolidada Jurisprudencia, acepta que con dicho término se ha
evidente confirmado la interpretación restrictiva del delito de prevaricación, C. Injusticia manifiesta
que ya venia siendo ampliamente suscrito por el TS. "Resoluciones
arbitrarias serán, en términos profusamente utilizados por el Tribunal En oposición a la línea doctrinal que mantiene la tesis objetiva y La injusticia
Supremo, aquellas en que la ilegalidad, el torcimiento del derecho es criticamente respecto a las Sentencias del TS que en su o p i n i ó n , para hace referencia
grosero y evidente". "Por ello parece lógico concluir que el núcleo propiciar la reforma, se apoya esta doctrina (STS. 3 de Mayo 1986/17 a las
í ' fundamental de este delito no ha sufrido alteraciones sustanciales". de Septiembre 1990/22 de Noviembre 1990)OCTAVIO DE TOLEDO, resoluciones
Arbitraria es la Con la misma orientación, aunque de manera muy inconcreta LÓ- arremete contra la progresiva confusión jurisprudencial y doctrinal dolosas, y lo
resolución PEZ GARRIDO y GARCÍA ARAN, señalan que la relación entre la in- entre lo " i n j u s t o " y lo "manifiestamente" injusto. Pues si el primer manifiestamente
dictada con total justicia y la arbitrariedad que aparece en el art. 404 debe entenderse término era para las resoluciones dolosas (porque cuando el funcio- injusto a las
desviación de como resolución claramente opuesta a la legalidad (injusticia), que se nario sabe que actúa contra el ordenamiento y quiere hacerlo, la " e n - resoluciones
las normas castiga cuando es, además, arbitraria, es decir dictada con absoluto t i d a d " de la contravención interesa menos, puede ser una causa de imprudentes
sustantivas, apartamiento de las normas no sólo sustantivas sino también pro- nulidad administrativa que se estime menos grave) y el segundo para
procesales y cedimentales esenciales y, sobre todo, de los principios constitucio- las resoluciones imprudentes (donde hay que preguntarse por la en-
principios nales que, junto al de legalidad, dominan la actuación de la Adminis- tidad del deber de cuidado que infringe y por la cualidad de la " i n -
constitucionales tración. "Para ORS BERENGUER, la arbitrariedad será lo que está en justicia" que comete, aquella que por su notoriedad, claridad con que

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pueda representársela, por la clase de asuntos que se le encomiendan riedad o inconcreción que puede tener graves consecuencias como
resolver, cualquiera del mismo circulo de relación que el funcionario las que denuncia MARTÍNEZ PÉREZ, a propósito del Caso Barreiro,
imprudente habría advertido), la confusión entre ambas, como se está de la precitada Sentencia de 17 de Septiembre de 1990, donde la falta
haciendo por el TS y más ahora que ha sido derogado el t i p o impru- de convocatoria pública y de publicidad a la hora de otorgar la au-
dente, supone vulnerar el principio de tipicidad, originado por el de torización, fue una de las razones que llevó confesadamente a la Sala
legalidad, al exigir algo que la Ley no exige. Segunda del TS a apreciar el delito de prevaricación, mientras que
Considera este autor un camino equivocado el poner el acento en para la Sala tercera del propio TS, y en un asunto semejante, la au-
la " e n t i d a d " del desacuerdo objetivo de la resolución con el Derecho, sencia de convocatoria pública y de publicidad ni siquiera sirvieron
por el olvido o no suficiente toma de consideración que ello denota para convertir el hecho en un ¡lícito administrativo, STS, 3 de Mayo
hacia el papel que los elementos típicos subjetivos desempeñan en 1994.
la constitución del injusto.
1., .US en la Por otro lado achaca a la dificultad de determinar la concurrencia D. Toma de postura: supuestos comprendidos
injusticia del dolo, descrito en la locución a "sabiendas", ese deslizamiento en
permite deducir los juzgadores hacia la exigencia —extra legal— de un plus en el ele- Tras estas opiniones doctrinales creo se puede avanzar la t o m a de La resolución
más fácilmente mentó objetivo del que poder colegir más fácilmente la existencia del postura a favor de una comprensión objetiva del nuevo elemento "ar- injusta, es la
el dolo dolo, ya que cuando es etiquetada de manifiesta la injusticia, es mas bitraria" y de un entendimiento de la misma como especie, por tanto contraria al
fácil llegar al convencimiento de que se ha realizado con dolo. Esta más restrictiva que el género que sería la injusticia. El t é r m i n o injus- Derecho
tesis de OCTAVIO DE TOLEDO parece deducirse también de las sen- ticia hace referencia, c o m o ya se ha indicado en varias ocasiones, a Positivo, a los
tencias en que el Tribunal Supremo utiliza el término arbitrariedad, la idea de legalidad administrativa, a la que debe responder la reso- valores
refiriéndolo al elemento objetivo de la decisión. SSTS 26 Febrero lución, entendida c o m o Ley y Derecho, esto es comprensiva tanto de superiores del
1992, La ley, 470/20. abril 1995. R 3898 "la meridiana claridad del de- la legalidad formal, c o m o de los principios superiores de la Consti- Ordenamiento
ber conculcado y la radical confrontación del acuerdo adoptado con tución, y de los Principios generales del derecho. Jurídico, art.
el ordenamiento jurídico, imponen necesariamente la conclusión de Mientras que el t é r m i n o arbitraria concreta o restringe (la injusticia 1.1.° CE, a los
que los acusados actuaron con plena y clara conciencia de la ilegali- necesaria en la prevaricación ) la clase de ilegalidad de la que está Derechos
dad y de la arbitrariedad de la decisión. O la más expresiva STS. de afectada la resolución que puede ser inmersa en el delito de preva- Fundamentales,
27 Mayo 1992. La ley, 1992-4, 155, que dice "la ilegalidad de la re- ricación. Pero su significación debe conectarse con la lesión del bien art. 53.1.° CE y a
solución manifiesta ya de algún m o d o la conciencia del injusto que jurídico, que no es otro que el sometimiento de la Administración a los Principios
impulsaba al procesado". los fines que la justifican, y la protección de los derechos subjetivos Generales del
La inseguridad Ahora bien, lo criticable en mi opinión, no es, como pretende OC- nacidos de ello, con las técnicas que para su detección se han desa- Derecho art.
jurídica proviene TAVIO DE TOLEDO, que el TS deduzca el dolo de la entidad o gra- rrollado en el campo administrativo. Doctrina y Jurisprudencia ad- 9.3.° CE.
de los límites vedad objetiva de la infracción de las leyes administrativas que con- ministrativa han reconducido la comprobación de la arbitrariedad, en- La arbitrariedad
aleatorios que tiene la resolución, lo cual es un problema común de la prueba del tendida como vicio de ilegalidad que afecta fundamentalmente a los es una clase de
p ¿I TS entre dolo en todos los delitos, ni que en un afán no ocultado de restringir actos discrecionales, a la técnica de la desviación de poder, a la falta injusticia
la injusticia el alcance del tipo, limite la incriminación a las injusticias manifiestas, de motivo o razón suficiente, a la violación de los derechos funda-
manifiesta y la sino la inseguridad que genera lo aleatorios que en algunas ocasiones mentales o de principios generales como la proporcionalidad, la
mera ¡legalidad resultan los límites entre la injusticia clara y manifiesta y la mera igualdad, la necesidad, la buena fe, la apreciaciación inexacta de los
administrativa ilegalidad. Así, a veces se declara la existencia de injusticia por falta datos de hecho de que se parte. Técnicas perfectamente objetivadas
absoluta de procedimiento, en casos flagrantes, c o m o la del Alcalde por el Juez, que le obligan a una cercanía a los hechos del caso y a
que decide destruir una obra que había construido el querellante, au- un razonamiento que se descompone en valores jurídicos identifica-
torizado por el Ayuntamiento, sin acudir a expediente administrativo bles. ENTERRIA.
alguno, sin que procediera acuerdo de la Corporación Municipal, sin No parece conveniente que en el Derecho penal utilicemos para La arbitrariedad
oír al afectado, y sin contar con asesoramiento alguno. S.T.S. 3 Feb. detectar la arbitrariedad, aunque esa sea la voluntad del legislador, no es un
1992. La ley 1992-2-470, mientras en otras ocasiones la injusticia se el recurso a un elemento subjetivo dependiente de la voluntad o de elemento
apoya en supuestos vicios de procedimiento que sólo revelan discre- la actitud, pues además de incrementar la inseguridad, y de no con- subjetivo
pancia en cuanto a las posibles alternativas legales aplicables, (con- tribuir a distinguir la intervención penal de otros controles que son
cesión o autorización) S.T.S. 17 Septiembre 1990. R.J. 7322. Aleato- previos, mantiene o incrementa la dificultad de averiguar además del

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dolo, el elemento subjetivo. Otra cosa es, que sólo se eleven a la la Jurisprudencia, objetivamente el asunto tiene carácter administra-
categoría de delitos de prevaricación las resoluciones afectadas por tivo, si existe un procedimiento, en que un Órgano de la Administra-
el vicio de arbitrariedad y ejecutadas dolosamente. Desde esa pers- ción Pública (con competencia), habría de resolver, con sujeción al
pectiva hubiera sido mejor dejar las cosas como estaban o entender Derecho Administrativo, (STS. 10 Noviembre. 1989. La Ley, 1990-1,
que el elemento arbitraria no cambia nada respecto a la injusticia. 674/STS. 17 Septiembre 1990, R, 7322). A su vez concreta, que sólo
En este sentido quizá sea clarificadora la propuesta del grupo Par- los Órganos decisorios del organigrama administrativo de una deter-
lamentario de Coalición Canaria, que aportaba una enmienda de mo- minada entidad estatal, autonómica, o local pueden estar revestidos
dificación (enmienda núm. 1.045, Congreso, 6 de Marzo de 1995. - de estas facultades administrativas. (STS. 16 mayo 1992. La Ley 1992-
Serie A. Núm. 77-6) al art. 381 del Proyecto del Código Penal, con el 4, 194). El asunto debe, además de tener incidencia sobre el adminis-
siguiente texto alternativo: "La Autoridad o funcionario Público que trado, especial repercusión o afectación sobre la comunidad y atacar
dolosamente dictaré resolución contraria a Derecho en asunto admi- los intereses generales o causa pública. (STS 16 Mayo 1992/28 marzo
nistrativo será castigado con la pena de inhabilitación". La Justifica- 1994 A. 3020/22 Nov. 1994. La Ley, 1994-1808/31 Marzo 1994 R. 2680).
ción es sencilla. "Creemos es llegada la hora de que en nuestro texto El problema surge cuando el funcionario público o Autoridad fuera Actuar sin
punitivo se tipifique la prevaricación terminológica no en función de de sus atribuciones, invadiendo competencias ajenas, dicta resolu- competencia
que sea justa o injusta, ni de la arbitrariedad, sino por la contraven- ción arbitraria. La Jurisprudencia sin ninguna duda —como se ha in-
I ción de una norma jurídica de forma dolosa". dicado anteriormente—, considera un supuesto de injusticia mani-
Supuestos de La resolución arbitraria puede darse tanto en el ejercicio de potes- fiesta la falta absoluta de competencia jurídico decisoria del
resolución tades regladas c o m o en el ejercicio de potestades discrecionales. Pue- inculpado. La doctrina mayoritariamente considera correcta esta so-
arbitraria de consistir en la contravención de disposiciones comunitarias como lución, porque fuera de los casos en que el hecho constituya usur-
de normas estatales, ya sean de carácter sustantivo o de las deno- pación de atribuciones o usurpación de funciones arts. 506 y 402, no
minadas adjetivas. debe quedar impune la invasión de competencias administrativas,
El vicio de arbitrariedad puede manifestarse en la falta total de pues supone lesión del bien jurídico protegido y puede ocasionar gra-
competencia, o en la ausencia de todo procedimiento, en la utilización ves consecuencias. No obstante la resolución debe contar con un mí-
de un procedimiento distinto para lograr una finalidad diferente a la nimo de apariencia de autenticidad, pues sino no lograría ser eficaz,
prevista en la norma aplicable, en la persecución de móviles perso- de ahí que se suele limitar a los casos en que el funcionario está
nales o intereses privados ajenos al interés general, en la atención a capacitado para dictar resoluciones de la misma naturaleza. STS. 3 1 ,
fines públicos distintos de los señalados. Enero 1992, A, 1992, 1267.
Puede residir también en la violación del principio de racionalidad- En cuanto al carácter administrativo del asunto, puede delimitarse Excluidos actos
como ilogicidad manifiesta o contradicción entre motivos y resolu- negativamente, es decir lo serán todos aquellos asuntos que no ten- políticos y de
ción-como contradicción o insuficiencia en la motivación o funda- gan carácter jurisdiccional o de actos políticos o de gobierno. Pero el gobierno
mento que conduce a la resolución-o como no utilización de los tipo del art. 404 no se refiere a los funcionarios administrativos, sino
medios y técnicas jurídico científicas aceptados en doctrina y juris- a los funcionarios que dictan resoluciones en asuntos administrati-
prudencia. Que se capta sobre todo en la interpretación de leyes mul- vos, por eso quedan excluidos Jueces y Magistrados (art. 446 y
tívocas, o de conceptos jurídicos indeterminados. ss)cuando ejerzan la actividad jurisdiccional, pero no cuando inter-
En el retraso de una resolución, en la omisión de una acto nece- vengan en subastas o expedientes disciplinarios que no merecen la
sario, o en la inactividad material, que equivale a no resolver en nin- calificación estricta de asuntos judiciales. Respecto a los Secretarios
N gún sentido, siempre que haya una declaración de voluntad formal y Judiciales y miembros de la carrera Fiscal el nuevo Código les incluye
expresa. como posibles sujetos activos del tipo de retardo malicioso (art. 449,
En la resolución que se elige el precepto mas ventajoso o gravoso, 1.° y 2.°), pero no de prevaricación reservada a Jueces y Magistrados.
o no se elige ninguno, o se aplican normas derogadas, o se falsean Existe acuerdo en la doctrina sobre la posibilidad de incluir en el art.
los hechos probados. 404 la resoluciones arbitrarias que dicten estos funcionarios en asun-
tos no relacionados con la actividad judicial, pero más problemático
3. En asunto administrativo resulta etiquetar de prevaricación administrativa las resoluciones ar-
Este requisito típico sirve para acotar el espacio jurídico donde bitrarias que dicten en el ejercicio de su función propia, la vinculada
deben actuar los sujetos activos que dictan la resolución arbitraria y a la actividad judicial. OCTAVIO DE TOLEDO, propone sorprendente-
para enmarcar la naturaleza del acto a la que la misma afecta. Para mente crear un tipo equivalente a la anteriormente citada Rechtsbeu-

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gung alemana, capaz de abarcar las actuales prevaricaciones judicia- la dimensión subjetiva, basta que: "del cotejo de la resolución dictada
les y de los funcionarios públicos, así como los supuestos y la que sería procedente aparezca que la infracción era tan grosera
problemáticos mencionados. Ha hecho falta que deroguen las dis- o perceptible por cualquiera que no pueda tener otra explicación su
posiciones anteriores para que este autor magnifique las ventajas de apartamiento del Derecho, que la de ser debida a motivaciones tor-
una legislación a la que criticó profusamente, cuando él fue uno de ticeras, 'STS, 10 mayo 1993, A, 3479/22 de noviembre 1993, R 15838/
los principales impulsores de ese delito elaborado en los últimos 28 diciembre 1994. La ley, 1995-1, 731. Presunción de conocimiento
años del que habla MUÑOZ CONDE. que también guarda relación con el rango, nivel jerárquico, o for-
mación del procesado' "conocimiento que por su cargo o condición
debe concurrir en quien ha de saber y tener siempre c o n o c i m i e n t o " ,
IV. ELEMENTO SUBJETIVO STS, 9 julio 1994.
De ahí que la cuestión sobre el dolo eventual suele reconducirse Dolo eventual
i a los casos de injusticia evidente, donde el dilema sólo deja dos al-
Sóiv^ ^e La constante crítica doctrinal a la presencia de un tipo imprudente
incrimina la en la prevaricación, bien por considerar excesivo la extensión del con- ternativas, o el funcionario y autoridad sabía o conocía la ilegalidad
prevaricación trol penal a lo que nunca debió salir del ámbito administrativo, bien y entonces es claro el dolo directo; o no la conocía y entonces actúa
dolosa por que impedia apreciar el elemento subjetivo de la arbitrariedad con imprudencia o ignorancia inexcusable. Los casos interpretables
(CUSSAC) ha dado lugar a que el nuevo Código circunscriba la pre- estarían dentro de los márgenes permitidos por el Ordenamiento J u -
varicación a las resoluciones arbitrarias dolosas. La desaparición de rídico. Con el nuevo Código la imposibilidad del tipo imprudente, pue-
la cláusula general de imprudencia del anterior art. 565 impide incluso de llevar a forzar la modalidad de dolo eventual para incluir como
en casos de error aplicar la modalidad imprudente al no estar expre- dolosas ese tipo de conductas que si no quedarían impunes.
samente previsto el tipo imprudente en el art. 404. El delito de pre-
varicación sólo puede ser cometido con dolo. V. BIBLIOGRAFÍA
El requisito a Tradicionalmente el elemento subjetivo "a sabiendas" ha sido
sabiendas en el considerado c o m o el único elemento que permitía calificar de pre- BELLO LANDROVE, F. Los elementos de injusta y manifiestamente
TS varicadora a la resolución ilegal, al introducir ese plus específicamen- injusta en el delito de prevaricación en el Código Penal español.
te penal que transforma la ilegalidad (clara grosera, manifiesta) defi- RGLJ, 1977.
nitivamente en una conducta incriminable. CUELLO CONTRERAS, J . Jurisprudencia y Prevaricación. La Ley.
Según reiterada Jurisprudencia entre los requisitos del delito se 1993. 1.
cuenta, que el funcionario dicte la resolución con conciencia y volun- CHINCHILLA MARÍN, C. La desviación de poder, ed. Civitas, Madrid,
tad del acto, esto es con intención deliberada y plena conciencia de 1989.
la ilegalidad, concurriendo los elementos del dolo, SSTS, 25 mayo FERNÁNDEZ ESPINAR, G. La prevaricación judicial: de la teorización
1992, A, 2185/21 febrero 1994/25 Febrero 1994, La Ley 1994-2, 592. A a su plasmación efectiva en la tipificación sustantiva. La Ley, 1993-
veces, el acento recae en el elemento volitivo, expresado c o m o " m a - 3.
) levóla intención de torcimiento del derecho" STS, 10 mayo 1993, A. GARCÍA ARAN, M. La prevaricación judicial, Madrid 1990.
3479, en otras se añade además un particular ánimo de ocasionar GARCÍA ENTERRÍA, E. y FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, T.R. Curso de De-
perjuicio " c o n conciencia de que se actúa torcidamente para perju- recho Administrativo, T. I, 7.° ed. Madrid, 1995.
dicar efectiva o potencialmente a los intereses de los ciudadanos" GARCÍA ENTERRÍA, E. Democracia Jueces y Control de la Adminis-
STS, 16 octubre 1993, A, 1759, pero en las mayoría de las sentencias, tración, I." ed. Civitas. Madrid 1996.
sobre todo en los últimos años, se insiste en el conocimiento de la GONZÁLEZ CUSSAC, J.S. El delito de prevaricación de funcionario
ilegalidad de la decisión, STS, 24 Junio, 1994, La ley, 1994-4, 220. público. Valencia, 1994. El mismo, "Los delitos de los funcionarios
La prueba del El uso de la expresión a "sabiendas" encuentra su justificación, públicos. Cuestiones generales. La prevaricación como figura re-
dolo en opinión de PACHECO, en la finalidad de evitar que "se presuma s i d u a l " en Cuadernos de Derecho Judicial, VV.AA., Delitos de los
la malicia de toda resolución injusta". La prueba del dolo sigue siendo funcionarios públicos, Madrid, Consejo General del Poder Judicial,
sin embargo un tema polémico. El TS al exigir una injusticia " m a n i - 1995.
fiesta" introduce implícitamente una presunción del conocimiento, un JUANES PECES, A. La prevaricación de alcaldes: estudio sistemático
adelantamiento de lo subjetivo sobre lo objetivo. Así, no parece ne- del nuevo Código Penal sobre esta materia. Actualidad Jurídica
cesario probar primero los elementos objetivos para entrar luego en Aranzadi. 30 Enero 1997. n.° 279.

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LÓPEZ GARRIDO, D. GARCÍA ARAN, M. El Código Penal de 1995 y la EL DELITO DE COHECHO
voluntad del legislador. Comentario al texto y al debate parlamen-
tario, Madrid. 1996. M i g u e l Díaz y García C o n l l e d o
IVIARTÍN CANIVELL, Prevaricación, La Ley, 1996. Catedrático de Derecho Penal
MARTÍNEZ BUJÁN PÉREZ, C. Lo objetivo y lo subjetivo en el delito Universidad Pública de Navarra
de prevaricación de funcionarios, ADPCP, 1991.
— De nuevo sobre el delito de prevaricación en el "caso Barreiro" (A
propósito de la STS de 3-V-94, Sala tercera. Sección sexta), ADPCP,
1995. SUMARIO: I. INTRODUCCIÓN. II. COHECHO. 1. Novedades del Código
MESTRE DELGADO, E. "La responsabilidad penal de alcaldes y con- Penal de 1995. 2. Cohecho pasivo propio. 3. Cohecho pasivo impro-
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MORALES PRAT, F. en VV.AA. Comentarios a la Parte Especial del dádivas, presentes o regalos. 7. La magnitud de las penas. III. BIBLIO-
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Octubre 1996. hecho y tráfico de influencias (dos de los delitos que más se relacio-
ORTS BERENGUER, E. en VV.AA. Comentarios al Código Penal de nan con el concepto c o m ú n de corrupción política y administrativa)
1995, vol. II, Valencia, ed. Tirant lo Blanch, 1996. se dan por supuestos aspectos importantes para los mismos, que se
ROLDAN BARBERO, H. De la prevaricación administrativa. La Ley, abordan en otras partes de esta publicación, tales como el propio
1994-1. concepto de funcionario público (y de autoridad, cuya mención ex-
RODRÍGUEZ CASTRO, J. El delito de prevaricación judicial y su pro- presa en el nuevo Código Penal —CP— de 1995 es novedosa, a la par
blemática jurídico-penal en Actualidad Penal, n.° 17 y 18, 1988. que superflua), el encuadre de estas figuras entre los diversos delitos
SÁNCHEZ MORÓN, M. Derecho de la Función Pública, ed. Tecnos. " d e funcionarios", el bien jurídico protegido en general en los delitos
Madrid, 1995. contra la Administración Pública, las tendencias generales del CP
1995 en cuanto a éstos (simplificación, castigo de conductas dolosas
y no imprudentes, impunidad general de la conspiración, proposición
y provocación en estos delitos, tendencias penológicas, etc.), las cues-
tiones de autoría y participación que plantean como delitos especiales
que en general son o como resultantes en ocasiones de decisiones
de órganos colegiados, etc., e incluso consideraciones de política le-
gislativa y de política criminal respecto del fenómeno de la corrupción
política y administrativa y su trascendencia en la tipificación, inter-
pretación y aplicación de estos delitos, etc.

II. COHECHO

1. Novedades del Código Penal de 1995

Las principales novedades que presenta la regulación de los deli- Novedades del
tos de cohecho en el CP de 1995, además de alguna otra menor, son CP 1995
una más clara ordenación y gradación de las conductas de cohecho
pasivo propio; la introducción de una nueva figura de cohecho pasivo

- 160 161 -
impropio en el art. 425.1 CP, manteniendo lá" clásica y menos grave No se especifica la cuantía de la dádiva, por lo que habrá que Cuantía de la
del art. 426 CP; la tipificación del llamado cohecho pasivo subsiguien- exigir que la misma tenga al menos una cierta capacidad objetiva de dádiva
te; la ruptura de la anterior equiparación en penas del particular al corromper, atendiendo a las circunstancias del caso, excluyendo del
funcionario en el cohecho activo, estableciéndose ahora una pena delito los supuestos de dádivas claramente insignificantes (siempre
menor para el particular que se limite a atender las solicitudes cons- seguirán siendo problemáticos los casos fronterizos).
titutivas de cohecho de autoridades o funcionarios (art. 423.2 CP); y La persona a la que beneficia la dádiva puede ser la autoridad o Beneficiario,
la introducción de una exención de pena al particular que, en deter- funcionario público o un tercero (lo que se menciona ahora expre- momento de la
minados casos y con determinados requisitos, denuncie haber acce- samente en los arts. 419 y 420 CP, si bien es posible que se sigan percepción y
dido a la solicitud constitutiva de cohecho de una autoridad o funcio- planteando dudas en los eventuales casos de exclusividad del bene- finalidad de la
nario público (art. 427 CP). ficio para el tercero, sobre todo cuando éste es la propia institución dádiva
a la que pertenece el funcionario o está relacionado de alguno m o d o
con ésta y con el interés público que la misma persigue). El m o m e n t o
2. Cohecho pasivo propio para su percepción puede ser anterior o posterior a la realización del
hecho del funcionario a la que se preordena y este hecho ha de ser
Cohecho pasivo Se entiende por cohecho pasivo propio la conducta del funcionario un acto (de distinta especie, según las modalidades) "relativo al ejer-
propio: que solicita o acepta una dádiva (en sentido amplio) o promesa para cicio de su cargo", o sea, propio de su ámbito de competencia, aun-
definición realizar un acto en su esfera de competencia. Esta forma de cohecho que se intrepreta esta competencia c o m o genérica y no específica
se tipifica en los arts. 419, 420 y 421 CP, que distinguen tres figuras (salvo tal vez en la tercera de las modalidades, la de abstención de
—con diferentes penas—según el acto a que se preordene la solicitud un acto debido), todo lo cual implica que no comete un delito de
o aceptación de la dádiva o promesa. La parte común de la conducta cohecho el funcionario que recibe una dádiva por realizar un hecho
típica es la siguiente (aunque hay variaciones formales en la redac- totalmente fuera de su competencia (con un ejemplo claro, no comete
ción de las tres figuras): "La autoridad o funcionario público que, en cohecho el Catedrático de Derecho Penal que la recibe por destruir
provecho propio o de un tercero, solicitare o recibiere, por sí o por unos documentos relativos a un expediente sancionador tributario de
persona interpuesta, dádiva o presente o aceptare ofrecimiento o pro- un contribuyente).
mesa para realizar en el ejercicio de su cargo ... " (la conducta de que Resulta evidente en el CP 1995 (y, por diversos datos, se interpre- Delitos
se trate según la modalidad). taba así también en el de 1944/1973) que sólo cabe la comisión do- exclusivamente
Iniciativa del Por tanto se castigan conductas del funcionario a iniciativa del pro- losa, al no tipificarse expresamente conducta imprudente alguna. dolosos
funcionario o de pió funcionario (solicitar) y otras que presuponen una actividad de El delito se consuma al solicitar o recibir el funcionario la dádiva Consumación y
tercero terceros (recibir, aceptar), conductas que unas veces implican una en- o presente o aceptar el ofrecimiento o promesa, por lo que no es formas de
trega más próxima (recibir dádiva) y otras más remota (aceptar pro- necesaria en todo caso para la consumación la recepción de la dádiva imperfecta
mesa). y tampoco que se realice el acto del funcionario al que la misma se ejecución
Carácter Se discute si la dádiva, presente, ofrecimiento o promesa debe preordena (así, por ejemplo, la sentencia del Tribunal Supremo (STS)
pa Jnial o no tener contenido patrimonial o económico o puede tener otros con- de 29-4-1995, A 2881, que cita otras muchas), por lo que son difícil-
de la dádiva tenidos (por ejemplo, promesa de matrimonio, entrega sexual, etc.), mente concebibles las formas imperfectas de ejecución, salvo tal vez
existiendo argumentos en los dos sentidos, aunque me parece pre- en el supuesto en que el funcionario realiza la solicitud y ésta no llega
ferible intrepretar que la dádiva (en sentido amplio, que utilizaré des- al particular (por ejemplo, la hace por carta y ésta se intercepta o
de ahora para abreviar, comprensivo también de presente, ofreci- extravía), en que se podría calificar el hecho del funcionario de ten-
miento y promesa) ha de tener contenido patrimonial, pues ello se tativa de cohecho.
adecúa mejor al sentido tradicional del delito de cohecho y es político- El autor del delito ha de ser autoridad o funcionario público, por Autoría y
criminalmente preferible, además de permitir fijar (si se conoce la lo que se producen los problemas generales de los delitos especiales, participación y
cuantía de la dádiva) claramente la pena de multa proporcional que, a los que ya se ha hecho referencia en otros temas de esta publica- algunos
junto a otras, aparece en estos preceptos. Algunas conductas referi- ción. El art. 422 CP 1995 amplía, de manera similar a como lo hacía concursos
das a " d á d i v a s " de contenido no patrimonial encajan en ocasiones el anterior CP en su art. 388, el ámbito de posibles autores a " l o s
en otros tipos, c o m o la prevaricación, el tráfico de influencias o, más jurados, arbitros, peritos, o cualesquiera personas que participen en
clara y específicamente, cuando el contenido es sexual, en los tipos el ejercicio de la función pública" (aunque no hayan accedido a ella
de los arts. 443 y 444 CP (si la solicitud procede del funcionario). por una de las vías señaladas en el art. 24.2 CP, pues, si no, serían

- 162- 163
funcionarios a efectos penales y no haría falta la ampliación del art. cargo público por tiempo de tres a seis años, si no llega a ejecutarlo,
422 CP). Por otro lado, el particular que corrompe o intenta corromper imponiéndose además en ambos casos multa del tanto al triplo del
al funcionario o acepta su solicitud no será castigado c o m o mero valor de la dádiva. Por acto injusto hay que entender las faltas penales
partícipe en el delito del funcionario, sino que su conducta encajará, y los ilícitos propios de una rama del Derecho distinta al Derecho
como autor, en los tipos de cohecho activo a los que más adelante Penal.
nos referiremos, aunque si, además, la dádiva se preordena a la co- Por f i n , en la tercera modalidad la dádiva tiene " p o r objeto que la Dádiva
misión de un delito por el funcionario, si éste llega a cometerse, el autoridad o funcionario público se abstenga de un acto que debiera preordenada a
funcionario será autor del mismo (o si se intenta, de su tentativa), practicar en el ejercicio de su cargo" (art. 421 CP), siendo la pena la la abstención de
además de del de cohecho (como el propio art. 419 CP viene a re- de multa del tanto al duplo del valor de la dádiva e inhabilitación un acto debido
cordar en su inciso final), y el particular será, además de autor del especial para empleo o cargo público por tiempo de uno a tres años. en el ejercicio
correspondiente delito de cohecho activo, partícipe en el delito co- Parece que hay que interpretar que se trata de abstenciones de actuar de su cargo
metido (o intentado cometer) por el funcionario. El propio CP prevé no constitutivas de delito, pero sí injustas, que el CP considera menos
la posibilidad de que el funcionario solicite o reciba la dádiva por graves que los hechos injustos activos (en el CP anterior las cosas
persona interpuesta, en cuyo caso ésta resultará partícipe por coo- eran algo diferentes).
peración necesaria (art. 28, párrafo segundo b CP) en el cohecho del
funcionario, castigándosele con la misma pena que a éste.
Delito La jurisprudencia acepta, además de otras relaciones concúrsales, 3. Cohecho pasivo impropio
continuado como algunas de las señaladas, la posibilidad de delito continuado
(ahora regulado en el art. 74.1 CP) de cohecho cuando el funcionario La figura d e l l l a m a d o cohecho pasivo impropio que contenía el Cohecho pasivo
acepta o solicita varias dádivas de uno o varios sujetos en ejecución art. 390 del derogado CP 1944/1973 ha sido recogida sin variaciones impropio'
de un plan preconcebido (así, por ejemplo y entre otras, las STS 27- dignas de mención por el art. 426 CP de 1995: "La autoridad o f u n - "clásico".
21982 —A 858— y 10-11-1989 —A 8608—). cionario público que admitiere dádiva o regalo que le fueren ofrecidos
Modalidades Las modalidades de cohecho pasivo propio se distinguen por el en consideración a su función o para la consecución de un acto no
acto del funcionario en el ejercicio de su cargo al que se preordena prohibido legalmente, incurrirá en la pena de multa de tres a seis
la dádiva y se ordenan en el CP de 1995 con mayor coherencia, tam- meses". En esta forma de cohecho la dádiva o regalo o bien no se
bién en la gravedad de las penas (que, en parte, se solapan, para ofrece en atención a la realización de un hecho concreto, sino en aten-
permitir en los casos fronterizos una cierta flexibilidad al juez según ción a la función que en general desempeña el funcionario, o bien se
la gravedad de los respectivos hechos), que en el CP anterior de 1944/ preordena a un acto concreto pero que no está prohibido legalmente,
1973. habiéndose interpretado esto último por la doctrina, teniendo en
Dádiva El supuesto más grave lo supone aquel en que la dádiva se preor- cuenta el bien jurídico protegido, como hecho justo pero dentro del
preordenada a dena a "una acción u omisión constitutivas de d e l i t o " (art. 419 CP), ámbito de competencia del funcionario (no cualquier otro hecho no
acción u en cuyo caso la pena es de prisión de dos a seis años, multa del tanto prohibido). No se contempla la solicitud, sino sólo la aceptación del
omisión al triplo del valor de la dádiva e inhabilitación especial para empleo funcionario; al respecto y en relación con la figura igual del CP an-
constitutivas de o cargo público por tiempo de siete a doce años, aclarándose la duda terior, la STS 11-5-1994 (A 3687) estima que si sólo hay solicitud del
delito , que se planteaba en el CP anterior de si una abstención de un acto funcionario estaríamos ante un delito frustrado de cohecho pasivo
debido constitutiva de delito debería calificarse por esta modalidad i m p r o p i o (una tentativa de delito en el CP de 1995, en que no se
de cohecho o por la menos grave de ellas (la mención expresa de la contempla específicamente la frustración: v i d . arts. 16.1 y 62 CP); esta
omisión delictiva en este precepto indica que hay que castigar la re- apreciación es cuando menos literalmente discutible y no es común
ferida conducta por él). Hay que interpretar " d e l i t o " estrictamente, es en la jurisprudencia (así, por ejemplo, la STS 29-4-1995, A 2881, se
decir, con exclusión de las faltas (Libro III CP). limita a señalar que " n o basta solicitar", aunque no especifica si no
Dádiva La segunda modalidad se produce cuando la dádiva se preordena basta para la consumación del delito o tampoco para su tentativa). El
preordenada a a la realización por el funcionario de un "acto injusto relativo al ejer- principio de insignificancia y la adecuación o al menos la tolerancia
acto injusto cicio de su c a r g o " (art. 420 NCP), en cuyo caso la pena es de prisión social (cambiante eso sí con los tiempos) han extraído de la punición
relativo al de uno a cuatro años e inhabilitación especial para empleo o cargo por este delito ciertas conductas que encajan en su tenor literal (las
ejercicio de su público por t i e m p o de seis a nueve años, si llega a ejecutarlo, y de antiguas cestas de Navidad, cuya entrega hoy no parece tan eviden-
cargo prisión de uno a dos años e inhabilitación especial para empleo o temente amparada por la tolerancia social, los aguinaldos al basurero

164- - 165
o al cartero, el regalo de un puro a un funcionario para que se lo fume ofrecimiento o promesa ... como recompensa del (acto propio de su
en el momento, el obsequio de un décimo de lotería de Navidad antes cargo) ya realizado, incurrirá en la pena de multa del tanto al triplo
del sorteo —toque después o no, conducta distinta del regalo de un del valor de la dádiva y suspensión de empleo o cargo público por
décimo ya premiado o de la entrega de una cantidad de décimos de tiempo de seis meses a tres años. 2. En el caso de recompensa por
lotería que cuesta mucho dinero antes del sorteo—, etc.). el acto ya realizado, si éste fuera constitutivo de delito se impondrá,
La nueva figura Pero el CP de 1995 ha introducido, junto al citado tipo clásico de además, la pena de prisión de uno a tres años, multa de seis a diez
de cohecho cohecho pasivo, otro, recogido (junto con el cohecho subsiguiente, meses e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiem-
pasivo del art. cuya mención o m i t o de momento) en su art. 425.1: "La autoridad o po de diez a quince años". Por tanto, el acto recompensado puede
425.1 CP funcionario público que solicitare dádiva o presente o admitiere ofre- ser en principio cualquiera ya realizado, siempre que entre dentro de
cimiento o promesa para realizar un acto propio de su cargo ..., in- los propios del cargo, que, de ser constitutivo de delito, hará que sea
currirá en la pena de multa del tanto al triplo del valor de la dádiva y de aplicación la disposición agravatoria del número 2. Naturalmente,
suspensión de empleo o cargo público por tiempo de seis meses a la recompensa por el acto ya realizado no ha de haber sido solicitada,
I ) tres años", es decir una pena distinta y en definitiva más grave que aceptada o pactada antes de la realización del acto, pues en tal caso
las del tipo clásico de cohecho pasivo impropio. Una diferencia con nos hallaríamos ante una de las modalidades más de cohecho pasivo
el clásico delito de cohecho pasivo impropio es que en éste la auto- propio o bien ante el otro delito de cohecho del art. 425.1 CP. ORTS/
ridad o funcionario ha de admitir la dádiva o regalo, mientras que en VALEIJE manifiestan que la conducta de cohecho subsiguiente no
el nuevo delito ha de solicitarlos (sin que sea necesario que llegue afecta a la objetividad e imparcialidad en la actuación administrativa
realmente a recibirlos) o admita el ofrecimiento o promesa. De todas —en el momento en que se realizó el acto— (aunque sí da una mala
imagen de la Administración), por lo que su punición no está del todo
formas, la dificultad principal que plantea el nuevo tipo y su deslinde
justificada desde el punto de vista del bien jurídico, y se debe segu-
con el clásico de cohecho pasivo impropio, es la distinción " u n acto
ramente a una razón políticocriminal: la sospecha de que hubo un
propio de su c a r g o " en el nuevo tipo, que desde luego no podrá ser
pacto previo de pago por el servicio, pacto cuya difícil prueba se es-
un acto delictivo ni injusto (pues entonces nos hallaríamos ante los
taría obviando de este (por tanto cuestionable) modo.
correspondientes delitos de cohecho pasivo propio), del "acto no pro-
hibido legalmente" en el cohecho impropio clásico, pues, como sa-
bemos, esto último se interpretaba doctrinalmente c o m o acto justo
en el ejercicio de su cargo. Probablemente, y aunque ello sea políti- 5. Cohecho activo
cocriminalmente indeseable, el nuevo tipo obligará a reinterpretar la
expresión "actos no prohibidos legalmente" para distinguirla de los Se denomina cohecho activo a la conducta de "los que con dádi- Cohecho activo:
"propios de su c a r g o " , pudiendo tal vez sostenerse que los actos no vas, presentes, ofrecimientos o promesas corrompieren o intentaren definición y
prohibidos legalmente del cohecho pasivo impropio clásico son actos corromper a las autoridades o funcionarios públicos" o "atendieren modalidades
lícitos no propios de la esfera de competencias del funcionario, pero las solicitudes de los funcionarios públicos" (art. 423 CP), suponiendo
relacionados de alguna manera con su trabajo (por ejemplo, la agili- una novedad fundamental del CP de 1995, frente al de 1944/1973 (que
zación o tramitación de un papel en otra dependencia del Ministerio castigaba igual que las de los funcionarios ambas conductas), el que
•/ ""- donde trabaja el funcionario) o, como sugieren ORTS/VALEIJE, que en el primer caso se imponen las mismas penas de prisión y multa
••' son actos menores, manuales, auxiliares y de apoyo al órgano ad- que a los funcionarios (naturalmente no las de inhabilitación), mien-
ministrativo y que suelen ser discrecionales. No obstante, el tema es tras que en el segundo (he aquí la novedad) se impone la pena in-
complicado y hay que dejar abierta la posibilidad de otras soluciones ferior en un grado a la acabada de señalar. El legislador ha pensado
más satisfactorias. seguramente que el particular que se limita a atender las solicitudes
de los funcionarios desempeña un papel menor en la afectación de
la imparcialidad y atención a los intereses generales por parte del
4. Cohecho subsiguiente funcionario (que en definitiva estaba ya corrompido) que cuando co-
rrompe o intenta corromper al mismo (lo cual probablemente resulte
Cohecho También novedosa es la tipificación en el art. 425 CP de 1995 (jun- en buena medida cierto, aunque plantea dudas por comparación con
subsiguiente to con la nueva figura de cohecho impropio que acabamos de exa- la igualación que con carácter general realiza el CP de la inducción y
minar) del llamado cohecho subsiguiente: " 1 . La autoridad o funcio- la cooperación necesaria como formas de participación en el delito
nario público que solicitare dádiva o presente o admitiere en el art. 28, segundo párrafo, a) y b). Por otro lado, la ubicación de

- 166 167
este delito justo detrás de los de cohecho pasivo propio parece con- lito de cohecho el particular que haya accedido ocasionalmente a la
firmar (junto con argumentos referidos a las penas) la interpretación solicitud de dádiva o presente realizada por autoridad o funcionario
de que sólo se pena el cohecho activo cuando es el reverso de esos público y denunciare el hecho a la autoridad que tenga el deber de
delitos de cohecho pasivo propio y no de los de cohecho subsiguiente proceder a su averiguación, antes de la apertura del correspondiente
y pasivo impropio de los arts. 425 y 426 CP (no obstante, aunque procedimiento, siempre que no hayan transcurrido más de diez días
consideramos válida esta interpretación con carácter general, un aná- desde la fecha de los hechos". Probablemente son varias las razones
lisis detallado del posible castigo del particular conforme a las reglas políticocriminales de utilidad que han conducido al legislador a ofre-
generales de la participación en los delitos de cohecho activo propio cer esta exención de pena, como la posibilidad de evitar la realización
e impropio, incluido el subsiguiente, podría plantear algunas cuestio- por el funcionario del hecho comprometido, la consecución de que
nes interesantes y dudosas, en las que ahora no nos podemos dete- quien ha accedido de manera ocasional a la solicitud de la autoridad
ner). o funcionario (no quien corrompe o intenta corromper a éstos) se vea
Delito Se trata de un delito doloso, en el que se castiga igual, en su alentado a realizar un comportamiento postdelictivo positivo y así no
exclusivamente primera modalidad, la corrupción que el intento de corromper (con- se vea envuelto en una especie de chantaje o dilema irresoluble (pro-
dolo'-'^. sumación anticipada), por lo que parece difícil concebir formas de movido por la autoridad o funcionario en su caso), y en definitiva el
Coi. .;iación. imperfecta ejecución (así, por ejemplo, la STS 11-5-1994, A 3687). Se fomento del descubrimiento de casos de cohecho. Sin embargo (cosa
Autoría y trata de un delito común y no especial, por lo que rigen las reglas que a veces los medios de comunicación han omitido explicar en
participación generales sobre autoría y participación; si la dádiva, presente, ofre- ocasiones cuando han anunciado la posibilidad de aplicación retroac-
cimiento o promesa tiene por objeto la comisión de un delito por tiva del precepto) el CP sólo ofrece la exención (que puede resultar
parte del funcionario y el mismo se comete, el particular es, además al menos discutible, c o m o toda medida de fomento de la delación)
de autor del cohecho activo, inductor del delito correspondiente, si para la modalidad menos grave de cohecho activo y para quien lo
de él partió la ¡dea de su comisión; si, por el contrario, el funcionario cometa ocasionalmente y se decida pronto a denunciarlo y sin que
se ofreció a cometer el delito a cambio de la dádiva, no habrá induc- se haya abierto el correspondiente procedimiento, evitando así se-
ción por parte del particular, pero sí al menos cooperación necesaria guramente los efectos rebote indeseados de particulares que podrían
o complicidad moral (aunque hay autores que rechazan estas posi- "probar suerte" intentando corromper a un funcionario, sabiendo
bilidades). que, de no tener éxito, podrían volverse atrás sin castigo, o incluso
La atenuación El art. 424 CP describe una modalidad atenuada de cohecho activo de potentes (hasta profesionales) corruptores que podrían jugar la
del art. 424 CP (prácticamente igual que la contenida en el art. 392 del CP derogado), baza de la amenaza (expresa o implícita) de denuncia como elemento
castigando al sobornador con pena de multa de tres a seis meses, de chantaje para el futuro al funcionario que se ha dejado corromper
"cuando el soborno mediare en causa criminal en favor del reo por una o varias veces. En cualquier caso, la aplicación retroactiva de la
parte de su cónyuge u otra persona a la que se halle ligado de forma medida durante los primeros diez días de vigencia del CP de 1996
estable por análoga relación de afectividad, o de algún ascendiente, ciertamente podría plantearse, por tratarse de una norma beneficiosa
descendiente o hermano, por naturaleza, por adopción o afines en los para el delincuente denunciante, pero posee también aspectos dis-
mismos grados". La naturaleza de la atenuación es dicutida y discu- cutibles, que en nuestra opinión la hacen dudosamente defendible,
tible, pero parece deberse a razones de índole familiar en un supuesto pues desvirtúa en parte la propia concepción de la figura, en que es
extremo (causa criminal), en que tal vez el legislador estime más com- un elemento relevante la inmediatez de la denuncia a la comisión de
prensible el comportamiento (o, dicho de otra forma, menos exigible los hechos (hasta diez días después de acaecidos éstos).
el comportamiento conforme a Derecho). Subsiste la cuestión de por
qué no se extiende este privilegio al propio reo en causa criminal
cuando él m i s m o sea el sobornador, sosteniéndose diversas posicio- 6. Decomiso de las dádivas, presentes o regalos
nes, en las que no nos podemos detener, en la doctrina en cuanto al
tratamiento de este caso. El art. 431 CP señala que en todos los supuestos de tráfico de Comiso de las
La exención de Por fin, una de las grandes novedades del CP de 1995 en relación influencias y cohecho "las dádivas, presentes o regalos caerán en dádivas
pena al con la regulación del cohecho activo (y que afecta necesariamente a decomiso". La novedad respecto del art. 393 del CP derogado es que
particular por la persecución de los correspondientes delitos de cohecho pasivo) es en éste la referencia al comiso se limitaba a los supuestos de cohe-
denunciar el la que introduce el art. 427 CP (cuya naturaleza parece la de una ex- cho, mientras que el nuevo CP ya vigente la amplía al tráfico de in-
cohecho; art. cusa absolutoria), según el cual: "Quedará exento de pena por el de- fluencias.
427 CP
1f 169
7. La magnitud de las penas EL DELITO DE TRAFICO DE INFLUENCIAS
Reflexión Respecto de la magnitud de las penas en los delitos de cohecho M i g u e l Díaz y García C o n l l e d o
general sobre la en comparación con las del CP derogado hay que señalar, junto a la Catedrático de Derecho Penal
magnitud de las aparición de nuevas conductas punibles, como hemos visto, y la re- Universidad Pública de Navarra
peñas baja de pena en el cohecho activo cuando la solicitud procede del
funcionario, que en general la penalidad es similar a la del CP dero-
gado, aumentando en ocasiones el límite inferior de las penas y man-
teniéndose o sólo rebajándose ligeramente el superior, lo que mate- SUMARIO: 1. NOVEDADES DEL CÓDIGO PENAL DE 1995. II. EJERCI-
rialmente significa incluso un cierto endurecimiento, sobre todo si se CIO DE INFLUENCIA SOBRE FUNCIONARIO O AUTORIDAD. III. OFRE-
tiene en cuenta la tendencia del CP 1995 a acercar el cumplimiento CIMIENTO PARA EJERCER INFLUENCIA. IV. DECOMISO DE LAS DÁ-
efectivo de la pena privativa de libertad a la impuesta en la condena DIVAS, PRESENTES O REGALOS. V. ENDURECIMIENTO DE LAS
(lo que se refleja sobre todo en la desaparición del beneficio de re- PENAS. VI. REFLEXIÓN CRÍTICA. Vil. BIBLIOGRAFÍA.
dención de penas por el trabajo).

I. NOVEDADES DEL CÓDIGO PENAL DE 1995


III. BIBLIOGRAFÍA
Las principales novedades de la regulación de los delitos de tráfico Novedades del
Al margen de obras generales sobre la Parte especial del Derecho de influencias en el CP de 1995 radican en la no exigencia de produc- CP 1995
penal: ción de producción efectiva de un beneficio económico en los tipos de
ejercicio de influencia sobre funcionario público o autoridad, que de
BACIGALUPO, Enrique: Sobre la reforma de los delitos de funciona-
darse cualifica el delito y agrava la pena; la mayor concreción de la
rios, en: Documentación Jurídica 37/40, col. 1, 1983, 1093-1105.
conducta típica del ofrecimiento para ejercer influencia por referencia
CASAS BARQUERO, Enrique: Observaciones técnico-jurídicas sobre
a los tipos anteriores, así como la supresión en este delito de la men-
la incriminación del cohecho en el Código Penal español, en: Do-
ción expresa a la pena de inhabilitación especial como accesoria para
cumentación Jurídica 19, 1978, 855-921.
el profesional titulado que lo cometa; la previsión del decomiso de
CÓRDOBA RODA, Juan: El cohecho de funcionarios públicos, en: Es-
dádivas, presentes o regalos también para los supuestos de tráfico de
tudios jurídicos en honor del profesor O. Pérez Vitoria, 1983,
influencias (antes sólo mencionado para el cohecho); y el endureci-
175-190.
miento de las penas con las que se conminan las conductas típicas.
DÍAZ Y GARCÍA CONLLEDO, Miguel: Cohecho y malversación, en: En-
ciclopedia Jurídica Básica (Civitas) I, 1995, 1086-1092.
MORILLAS CUEVA, Lorenzo/PORTILLA CONTRERAS, Guillermo: Los
delitos de revelación de secretos, uso de información privilegiada, II. EJERCICIO DE INFLUENCIA SOBRE FUNCIONARIO O AUTORIDAD
cohecho impropio y tráfico de influencias, en: Comentarios a la
Legislación Penal (dirigidos por COBO DEL ROSAL, Manuel, y En los arts. 428 y 429 CP se recogen dos tipos (cada uno con su Delitos de
coordinados por BAJO FERNANDEZ, Miguel) XVI, 1994, 173-244. respectiva cualificación) de ejercicio de influencia sobre funcionario ejercicio de
VALEIJE ÁLVAREZ, Inmaculada: El tratamiento penal de la corrupción público o autoridad, que se diferencian en que en el primero el autor influencia sobre
del funcionario: el delito de cohecho, 1996. ha de ser un funcionario público o autoridad (planteándose por tanto funcionario
los problemas de autoría y participación inherentes a los delitos es- público o
pedales), mientras que en el segundo ha de tratarse de un particular, autoridad: tipo
El art. 428 CP reza: "El funcionario público o autoridad que influyere de funcionario o
en otro funcionario público o autoridad prevaliéndose del ejercicio de autoridad y tipo
su cargo o de cualquier otra situación derivada de su relación per- de particular
sonal o jerárquica con éste o con otro funcionario o autoridad para
conseguir una resolución que le pueda generar directa o indirecta-
mente un beneficio económico para sí o para un tercero, incurrirá en
las penas de prisión de seis meses a un año, multa del tanto al duplo

170 171
del beneficio perseguido u obtenido, e inhabilitación especial para tuviera sentido afirmar que el resultado era obra de la acción), que si
empleo o cargo público por tiempo de tres a seis años. Si obtuviere faltaban impedían la apreciación de la consumación del delito.
el beneficio perseguido se impondrán las penas en su mitad supe- Pues bien, en los arts. 428 y 429 CP 1995 la consumación del delito No exigencia de
rior", mientras que el art. 429 CP dispone: "El particular que influyere no requiere ya la efectiva consecución de la resolución, sino simple- consecución de
en un funcionario público o autoridad prevaliéndose de cualquier si- mente que la influencia se ejerza para conseguir la resolución. Aun- la resolución en
tuación derivada de su relación personal con éste o con otro funcio- que este requisito podría interpretarse de manera puramente subje- el CP 1995
nario público o autoridad para conseguir una resolución que le pueda tiva, estimo que además debe exigirse que el ejercicio de influencia
generar, directa o indirectamente, un beneficio económico para sí o posea la capacidad objetiva de mover al funcionario a dictar la reso-
para un tercero, será castigado con las penas de prisión de seis meses lución (lo consiga efectivamente o no); así se limita algo la extensión
a un año, y multa del tanto al duplo del beneficio perseguido u ob- de los preceptos (mayor que en sus antecesores).
tenido. Si obtuviere el beneficio perseguido se impondrán las penas La efectiva producción del beneficio económico no es ya otro re- El beneficio
en su mitad superior". sultado del delito exigible para su consumación, como sucedía en los económico. La
Elementos de la Por lo tanto, son elementos básicos de la parte objetiva de ambos tipos prácticamente idénticos a los que analizamos de los arts. 404 determinación
parte objetiva delitos el ejercicio de influencia sobre funcionario o autoridad y la ob- bis a) y 404 bis b) del derogado CP 1944/1973, sino que simplemente de la pena de
de ; jpos tención de una resolución que pueda generar un beneficio económico. es un elemento que, de concurrir, cualifica el delito, agravando la multa cuando
Ejercicio de La influencia, en el caso del particular (art. 428 CP), ha de suponer pena. Esta no exigencia del beneficio para la consumación del delito no consta su
influencia prevalimiento de cualquier situación derivada de su relación personal supone una ampliación del tipo respecto de la situación anterior, pero cuantía
con el funcionario o autoridad sobre los que se ejerce influencia o parece lógica (si se cree que el tipo debe existir) por no parecer esen-
con cualquier otro, mientras que, en el caso del funcionario o auto- cial, desde el punto de vista del bien jurídico protegido, la efectiva
ridad (art. 429 CP), el prevalimiento puede proceder además del ejer- producción del beneficio. Como los dos preceptos estudiados esta-
cicio de las facultades de su cargo o de otra situación derivada de su blecen, junto a otras penas, una multa del tanto al duplo del beneficio
relación jerárquica con el funcionario o autoridad objeto de la influen- perseguido u obtenido, se plantea el problema de qué hacer cuando
cia o con otro. Se ha subrayado que la influencia no supone una no consta la cuantía de éste (aunque sí, naturalmente, su persecución
simple recomendación o consejo, una inducción sin más, sino que la o consecución), siendo pensables dos soluciones: bien no imponer
exigencia de prevalimiento significa una mayor presión sobre la vo- pena alguna de multa o bien imponer la cuantía mínima de ésta se-
luntad del funcionario o autoridad, de manera que se afecta en cierta gún la escala del CP (así opina la SAB 28-7-1996, refiriéndose a la
medida la libertad en la formación de esa voluntad (sin que sea ne- multa de 100.000 a un millón de pesetas del derogado CP 1944/1973),
cesaria una anulación de la misma ni una fuerte coacción sobre ella) solución esta última tal vez preferible, pero que plantea un problema
(en similar sentido, además de diversos pronunciamientos doctrina- de determinación en el vigente CP de 1995 (tal vez haya que entender
les, la STS 24-6-1994, A 5031, y la Sentencia de la Audiencia de Bar- qué, como la multa proporcional es siempre una pena menos grave,
celona 28-7-1995). habrá que determinar su cuantía mínima en relación con la multa por
Exigencia en el Para que se consumara el delito, en los arts. 404 bis a y 404 bis b cuotas mínima que también sea pena menos grave, es decir la de dos
CP 1944/1973 de CP 1944/1973, antecedentes de los que ahora analizamos, era preciso meses y un día: vid. art. 33.3 h y g CP, cuya cuantía concreta a su vez
la consecución que se consiguiera del funcionario o autoridad una resolución gene- habría que determinar conforme a las reglas del art. 50 CP).
de una raradora directa o indirectamente de un beneficio económico para Los tipos estudiados requieren dolo (no se prevé la comisión im- Delitos
resolución quien ejercía la influencia o para un tercero, debiéndose entender prudente y, además, en cualquier caso, parece difícil compatibilizarla exclusivamente
generadora de entonces que la consecución de la resolución era el resultado del de- con las exigencia de ejercicio de influencia y prevalimiento —así, en dolosos.
un beneficio lito y no una mera condición objetiva de punibilidad, c o m o alguna la jurisprudencia, la SAB 28-7-1995— y la pretensión de consecución Consumación y
económico vez se pretendió (en el sentido correcto, la SAB 28-7-1995). La reso- de beneficio económico). formas de
lución obtenida podía ser justa o injusta o arbitraria (con la conse- Al no exigirse para la consumación la consecución de la resolu- imperfecta
cuencia que veremos en este caso), siempre y cuando generara efec- ción, parece difícil imaginar supuestos de tentativa (si acaso, de ten- ejecución.
tivamente el beneficio económico. Entre el ejercicio de influencia y el tativa inidónea, figura ésta de discutido aunque en mi opinión posible Cuestiones
resultado de consecución de la resolución debía existir una relación de encaje en el art. 16.1 CP 1995), que era posible en el CP 1944/1973 concúrsales
causalidad (que la segunda fuera efecto de la primera o, expresado a cuando se ejercía la influencia sin conseguir la resolución, o cuando
la inversa, que la primera fuera causa de la segunda) y de imputación ésta no tenía su causa en la influencia o no era objetivamente im-
objetiva (que también desde un punto de vista valorativo jurídico-penal putable a ella. En materia concursal, las posibilidades son múltiples.

172- 173
Destacaré sólo algunas: si la influencia se ejerce ofreciendo además se trata de ofrecer cualquier tipo de influencias, sino de ofrecerse a
una dádiva o promesa, se aplicará, en virtud de las reglas del con- realizar las conductas de tráfico de influencias precisamente de los
curso de leyes, el correspondiente tipo de cohecho activo del art. arts. 428 y 429 CP. Pero parte de la crítica que se realizaba al anterior
423.1 CP (más específico y grave), siempre que se den los requisitos tipo subsiste.
de éste (el supuesto más problemático, por tener penas menos gra- Así, resulta muy relativa la afectación por este delito del buen f u n - Muy relativa o
ves, el del cohecho activo que sea reverso del pasivo del art. 421 CP, cionamiento (entendido como imparcialidad, legalidad y objetividad, nula afectación
no se producirá, pues la abstención de la realización de un acto de- o atención a los intereses generales de la sociedad en la actuación del bien jurídico
bido no va a suponer una resolución; si concurriera el tráfico de in- administrativa: arts. 103 y 106 de la Constitución española —CE—) de del buen
fluencias con este tipo de cohecho en alguna ocasión, la solución la Administración pública. O, dicho de otro m o d o , estamos ni más ni funcionamiento
apuntada ya sería más discutible); si, mediante el tráfico de influen- menos que ante un acto preparatorio de los delitos de influencia de de la
cias, se consigue que el funcionario o autoridad dicte una resolución los artículos anteriores (al margen de que, en su caso, pueda consti- Administración,
arbitraria constitutiva de prevaricación punible, entonces quien ejerció tuir un acto preparatorio de otros delitos, c o m o el de cohecho), con Excesiva
la influencia será (al menos) autor de un delito de tráfico de influencias lo que el peligro para el bien jurídico es todavía remoto. Teniendo en anticipación de
y normalmente inductor (art. 28, segundo párrafo b CP, castigado con cuenta que la intervención del Derecho Penal sólo se justifica cuando la punición
la misma pena del autor) de un delito de prevaricación (menos penado existe una lesión o puesta en peligro relevante de bienes jurídicos
—por no estar conminado con pena de prisión— que el de tráfico de importantes y cuando es insuficiente la intervención de otras ramas
influencias), debiendo castigársele por los dos delitos (vid. al respecto del ordenamiento jurídico (principios de exclusiva protección de bie-
STS 24-61994, A 5031, y SAB 28-7-1995). Curiosamente, la conducta nes jurídicos, subsidiariedad, intervención mínima o carácter de ulti-
del funcionario que se deja influir, si no es constitutiva de otro delito ma ratio, y carácter fragmentario del Derecho penal). La decisión de
(cohecho, prevaricación o algún otro), resulta impune. anticipar tanto el castigo que el CP 1995 toma en el artículo que co-
mentamos, contrasta además (lo que la hace especialmente llamati-
va) con la opción general del CP 1995 de castigar sólo excepcional y
OFRECIMIENTO PARA EJERCER INFLUENCIA selectivamente los actos preparatorios, pues no se ve por qué este
caso debe ser una excepción, cuando además no se refiere a ninguno
Delito de El art. 430 CP se refiere al delito de ofrecimiento para ejercer in- de los actos preparatorios excepcionalmente punibles (no se trata ni
ofrecimiento fluencia del siguiente modo: "Los que, ofreciéndose a realizar las con- de conspiración, ni de proposición ni de provocación).
para ejercer ductas descritas en los artículos anteriores, solicitaren de terceros dá- En definitiva, lo anterior, junto a otras reflexiones, como las reía- Dificultades
influencia divas, presentes o cualquier otra remuneración, o aceptaren tivas a las graves dificultades en la prueba de la existencia de estas probatorias
ofrecimiento o promesa, serán castigados con la pena de prisión de conductas (piénsese en las ofertas de " m e d i a c i ó n " que se realizan en
seis meses a un año. En cualquiera de los supuestos a que se refiere algunos despachos de abogado, hacia los que el precepto siente sin
este artículo, la autoridad judicial podrá imponer también la suspen- duda gran desconfianza, pues, si no, no se entiende muy bien la men-
sión de las actividades de la sociedad, empresa, organización o des- ción del "despacho" de su último párrafo; en la misma línea iba la
pacho y la clausura de sus dependencias abiertas al público por tiem- mención del "profesional t i t u l a d o " en el segundo párrafo del art. 404
po de seis meses a tres años". bis c del derogado CP 1944/1973, al que más adelante me refiero),
Mayor No nos detendremos aquí en un análisis pormenorizado de los hace que no me parezca justificada la existencia de este delito que
concreción de la elementos de la figura, sino más bien en una valoración de la misma. tanto anticipa el castigo, y cuya pena además se ha endurecido en el
conducta típica Ciertamente, el CP de 1995 supone una mejora sustancial en la des- CP de 1995. Sobre esta reflexión volveré enseguida.
en el CP 1995 cripción de la conducta respecto de su antecesor en el CP 1944/1973
en comparación (art. 404 bis c), que se refería a " l o s que ofreciendo hacer uso de
con el CP 1944/ influencias cerca de las autoridades o funcionarios públicos, solicita-
IV. DECOMISO DE LAS DADIVAS, PRESENTES O REGALOS
1973 ren ...", en un ejemplo de pésima tipificación, por su amplitud, va-
guedad (su adecuación al mandato de precisión o concreción de los
tipos, derivado del principio constitucional de legalidad, era más que Como ya hemos señalado, el art. 431 CP 1995 extiende al tráfico Comiso de
discutible) y por la remota distancia de la conducta respecto del bien de influencias lo que en el art. 393 CP 1944/1973 sólo se refería al dádivas
jurídico supuestamente protegido). El avance en la concreción de la cohecho: "En todos los casos ... las dádivas, presentes o regalos cae-
conducta típica en el delito del art. 430 CP es indudable, pues ya no rán en decomiso".

174- 175-
V. ENDURECIMIENTO DE LAS PENAS no podían ser aplicados los nuevos tipos, en virtud del principio de
irretroactividad de la ley penal, que sólo se exceptúa en los casos en
Endurecimiento Se observa un endurecimiento de las penas de los delitos de trá- que favorezca al reo: arts. 23 y 24 CP 1944/1973 y 2 CP 1995, además
de las penas fico de influencias en el CP de 1995, en comparación con las del de- del art. 9,3 CE), fue ya discutida en su momento. Sin duda su incor-
rogado CP de 1944/1973. Así, en el derogado, las penas de los delitos poración en esa fecha y su mantenimiento y agravación en el vigente
de efectivo ejercicio de influencia (exigiéndose siempre beneficio eco- CP de 1995 son plasmación de la preocupación del legislador por el
nómico) eran, para el funcionario, arresto mayor (de un mes y un día fenómeno de la corrupción administrativa y política, bien por sí mis-
a seis meses), inhabilitación especial (de seis años y un día a doce m o , bien por el alto grado de atención y crítica que suscita en los
años) y multa por el valor del importe obtenido (art. 404 bis a CP medios de comunicación y, en definitiva, por el alto grado de alarma
1944/1973), y, para el particular, las mismas exceptuada la inhabili- y repudio social que despierta.
tación (art. 404 bis b CP 1944/1973), frente a las de prisión de seis Sin embargo, lo anterior no debe llevar a pensar que el Derecho Escasísima
meses a un año, multa del tanto al duplo del beneficio e inhabilitación penal es ni el único, ni el primero ni el más adecuado de los medios aplicación
especial para empleo o cargo público por tiempo de tres a seis años, de lucha contra la corrupción, sino que debe medirse bien, desde los práctica y
para el funcionario, y las mismas excepto la de inhabilitación, para el principios más arriba enunciados y desde otros, como los de propor- posibles
( particular, aplicándose las penas en su mitad superior si se obtiene cionalidad y eficacia, cuáles son los casos en que el Derecho penal consecuencias
el beneficio (arts. 428 y 429 CP 1995). La pena del ofrecimiento para debe intervenir y qué penas debe imponer, porque, si no, se corre el
ejercer influencias era de arresto mayor en el art. 404 bis c CP 1944/ riesgo de una inaplicación del Derecho penal, convirtiéndose éste en
1973, mientras que es de prisión de seis meses a un año en el art. un Derecho penal meramente simbólico (lo cual es rechazable). Tal
430 CP 1995, previéndose en ambos preceptos la posibilidad de im- era el peligro de los delitos de tráfico de influencias, como parece ir
j posición de las consecuencias accesorias conocidas para sociedad, demostrando la historia judicial de su existencia. Que yo sepa, el Tri-
empresa, etc., por tiempo de seis meses a tres años; ciertamente, bunal Supremo — T S — s ó l o se ha pronunciado una vez, y sin poder
desaparece del art. 430 CP 1995 la previsión que el segundo párrafo aplicarlos, sobre los delitos de tráfico de influencias; se trata de la
del art. 404 bis c CP 1944/1973 realizaba: "Si los hechos a que se STS 24-6-1994 (A 5031), en relación con uno de los episodios del caso
refiere el párrafo anterior fueren realizados por profesional titulado, Juan Guerra, en concreto el de la recalificación de terrenos en Alcalá
se impondrá, además, como accesoria la pena de inhabilitación es- de Guadaira: la Sala de instancia había absuelto de inducción y coo-
pecial", pero tal pena es una de las que vienen previstas en el art. 56 peración necesaria a la prevaricación, con el incorrecto argumento de
del vigente CP 1995: "En las penas de prisión de hasta diez años, los que, por tratarse éste de un delito especial, los extranei no pueden
Jueces o Tribunales impondrán, atendiendo a la gravedad del delito, responder ni siquiera por participación en él; la STS citada corrige lo
como penas accesorias alguna de las siguientes: suspensión de em- anterior, añadiendo que hubo tráfico de influencias, pero que no se
pleo o cargo público, inhabilitación especial para el derecho de sufra- pueden aplicar retroactivamente los preceptos relativos a estos deli-
gio pasivo durante el tiempo de la condena, o inhabilitación especial tos por ser los hechos anteriores a la existencia de los mismos. Pero,
para empleo o cargo público, profesión, oficio, industria o comercio dada la novedad de los tipos, podría considerarse poco extraño que
o cualquier otro derecho, si éstos hubieran tenido relación directa con no hayan llegado casos al TS; lo más llamativo es que, salvo que
el delito cometido, debiendo determinarse expresamente en la sen- hayan escapado a mi control, tampoco los Tribunales inferiores han
tencia esta vinculación". aplicado con frecuencia esos tipos (lo que, si es cierta la proliferación
de casos de tráfico de influencias que se anunciaba, ha de explicarse
en buena medida por la inidoneidad de la tipificación penal para per-
VI. REFLEXIÓN CRITICA seguirlos); sólo conocemos la (muy interesante) Sentencia de la A u -
diencia de Barcelona de 28-7-1995, relacionada con la conducta del
Dudas sobre la La introducción de los delitos de tráfico de influencias en nuestro entonces alcalde de L'Hospitalet de Llobregat respecto de la conce-
conveniencia de Derecho penal es reciente (de su evolución legislativa ya me he ocu- sión de obras de un aparcamiento, supuesto en que los delitos en
la tipificación pado, con OLAIZOLA NOGALES, en otra publicación), pues se incor- cuestión y por los que se condena son varios y, entre otros, los de
específica del poran al anterior CP mediante Ley Orgánica 9/1991, de 22 de marzo. ejercicio efectivo de tráfico de influencias. Escasa aplicación, que se
tráfico de La necesidad y conveniencia de tal incorporación, impulsada por el convierte en nula en relación con el tipo de ofrecimiento para ejercer
influencias surgimiento de varios escándalos de matiz poítico, sobre todo varios influencia, respecto del que creo no ser muy osado augurándole tam-
episodios del llamado caso Juan Guerra (a los que, evidentemente, bién una escasa o nula aplicación futura. Por tanto, la nueva regula-

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