Sei sulla pagina 1di 1

La explosión Marvel (1968-1977)[editar]

Entre 1957 y hasta 1968, Marvel Comics había sido una empresa con escasa organización
interna. Stan Lee funcionaba como principal guionista, editor literario y artístico, mientras que
el dibujante Sol Brodsky (sustituido posteriormente por John Verpoorten) se ocupaba de los
aspectos más técnicos, como la redacción de contratos, control de las fechas de entrega y los
contactos con la imprenta.32 No obstante, el aumento de la carga de trabajo de Lee y la mejora
de las ventas permitió contratar a nuevos guionistas, dejando algunas de las series en manos
de los jóvenes escritores Roy Thomas, Denny O'Neil y Gary Friedrich.33
El éxito de Marvel acabó llamando la atención de Perfect Film & Chemical Corporation
(posteriormente conocida como Cadence Industries), que compró la compañía a Martin
Goodman en 1968, aunque lo mantuvo como presidente hasta 1972.34 Los nuevos dueños
pronto mostraron interés en convertir a Marvel en la principal editorial de cómics
estadounidense, invirtiendo en una nueva distribuidora, aumentado la plantilla y el número de
títulos publicados; para evitar la dependencia de los superhéroes se apostó por géneros como
el terror, el humor adolescente, el salvaje oeste y la ciencia ficción.35 El objetivo era saturar el
mercado y acabar con las pequeñas y medianas editoriales, pero una serie de factores como
la inflación, la crisis del petróleo y la aparición de otras aficiones entre los más jóvenes
condujeron a una caída de ventas que amenazaba con acabar con la propia industria del
cómic.36
A pesar del espectacular crecimiento de Marvel, los ejecutivos fueron reticentes tanto a
aumentar el equipo editorial como a mejorar la remuneración de escritores y artistas. 37 Eso
llevó a una sucesión de redactores jefe: Roy Thomas, Len Wein, Marv Wolfman, Gerry
Conway y Archie Goodwin tomaron y abandonaron el puesto a lo largo de seis años,
generalmente por el volumen excesivo de trabajo, la presión de los ejecutivos y la negativa de
estos a modificar el sistema de trabajo.38 Además, Stan Lee fue abandonando los guiones en
favor de un puesto más ejecutivo, mientras que Jack Kirby dejó de dibujar para la compañía y
saltó a DC Comics, si bien volvería brevemente entre 1976 y 1978; otros autores como Steve
Gerber, Jim Steranko o Neal Adams también fueron abandonando Marvel e incluso el campo
de los cómics, convencidos de que el medio iba a colapsarse debido a la crisis económica y
las bajas ventas.39
Curiosamente, el caos editorial y la marcha de los grandes autores que habían marcado la
década anterior favoreció la llegada de una nueva generación de guionistas y dibujantes que
dieron rienda suelta a su creatividad, con grandes etapas como La tumba de Drácula de Marv
Wolfman, Gene Colan y Tom Palmer; Howard el pato de Steve Gerber; el Capitán América
de Steve Englehart; los X-Men de Chris Claremont, Dave Cockrum y John Byrne; y otras
muchas que marcaron a una generación de lectores.40
Hacia 1978 la situación comenzó a mejorar. El mercado directo supuso una nueva forma de
vender cómics y reducir costes,41 la llegada de Jim Galton al sillón de presidente de Marvel42 y
el nombramiento de Jim Shooter al puesto de redactor jefe trajo estabilidad a la editorial,43 una
racionalización de las publicaciones y la promesa de un cambio radical en las relaciones entre
los autores y la empresa.44

Potrebbero piacerti anche