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Confusiones semánticas en el uso de

los términos técnicos de la


metodología de la investigación

Autor: Sandy Rafael Tucci(*)


sandytucci@hotmail.com; cijumaca2016@hotmail.com

(*) Artículo de investigación. Licenciado en letras por la Universidad Central de


Venezuela (UCV), licenciado en biología, UCV; maestría en educación mención
planificación (finalizando), Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA), Maracay,
Venezuela; investigador, director del Centro de Investigación Juan Manuel Cajigal
(Cijumaca), San José de Guanipa, Venezuela; profesor de metodología, lenguaje y
literatura en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Extensión El Tigre,
Venezuela; escritor.
RESUMEN

En el lenguaje de la metodología de la investigación existen numerosas


confusiones, las cuales se dan cuando los conceptos no son bien comprendidos, lo
que trae como consecuencia conflictos y escaso entendimiento entre estudiantes y
docentes. La finalidad de este trabajo fue comprobar la existencia de dichas
confusiones en un grupo de estudiantes de educación, en el Instituto Universitario
Pedagógico Monseñor Rafael Arias Blanco (Iupma), ubicado en El Tigre, estado
Anzoátegui, Venezuela. La investigación fue de tipo confirmatorio, con un diseño de
campo y un enfoque cuantitativo. Para la recolección de los datos, se utilizó un
cuestionario de 30 preguntas de selección múltiple, que fue validado por tres
expertos en el área y para la confiabilidad se empleó la técnica del test-retest y
luego se hizo una correlación, aplicando la fórmula del coeficiente de correlación de
Pearson. Para el análisis se utilizaron técnicas cuantitativas, con parámetros de
estadística básica sencilla; los resultados confirmaron que hay un grado variable de
confusión dependiente del término utilizado y diferentes modalidades de confusión
semántica en el uso de los términos técnicos de la metodología de la investigación.

Palabras clave: confusión semántica, sociolecto, términos técnicos,


metodología de la investigación, lenguaje socio profesional.
1. INTRODUCCIÓN

El lenguaje empleado en el medio de la investigación, en general, responde a


lo que se llama en lingüística un lenguaje socio profesional, vale decir un lenguaje
técnico. Desde este punto de vista, éste debería ser un lenguaje unificado, pero en
la realidad no sucede así.

Se ha observado que, en general, existen muchos usos incorrectos,


confusiones, sustituciones o conceptos mal comprendidos en el uso de los términos
propios de la investigación. Esto ha originado un interés por conocer con mayor
profundidad el tema y es precisamente de lo que se ocupa la presente investigación.

1.2. Descripción del problema

En cuanto a Venezuela, no se han encontrado estudios referidos a las


confusiones semánticas. En virtud de ello, acá se hace referencia a casos
particulares, producto de la experiencia profesional docente y comunicacional,
durante años de trabajo.

En experiencias de aula, cuando a los estudiantes se les pidió analizar un


texto, lo que hicieron, en su mayoría, fue resumirlo, lo que indica que en la práctica
ése es uno de los significados del verbo analizar; y cuando se les pidió que
analizaran una serie de dibujos, el 100 por ciento lo que hizo fue describirlos, lo que
revela que analizar es entendido como describir en la acción en ese caso.

Para realizar un estudio al respecto, se enfocó el trabajo en los estudiantes


de profesorado del Instituto Universitario Pedagógico Monseñor Rafael Arias Blanco
(Iupma), sede El Tigre, en 2017, donde se cursan asignaturas metodológicas en la
carrera de la docencia, con la mira puesta en la formación de un docente-
investigador.

En la práctica profesional, se ha observado que los estudiantes, al redactar o


exponer sus trabajos de investigación, muestran confusiones conceptuales,
definiciones vagas o expresiones equivocadas al usar diferentes términos comunes
correspondientes a la terminología investigativa.
Por mencionar algunos casos puntuales, suelen llamar proyecto al informe;
análisis a un resumen; no saben definir conceptos como los de indicio, variable,
conclusiones, en lo que se presenta como un fenómeno que llama la atención desde
el punto de vista de la lingüística.

Estudiar dicho fenómeno, describirlo resulta de interés y es importante, tanto


para los estudiantes como para los profesores, para saber su magnitud y conocer
las fallas, así como los puntos débiles en relación con la comprensión del proceso
de investigación. Como pregunta de investigación, fue planteada la siguiente: ¿es
posible comprobar la existencia de confusiones semánticas utilizando para ello un
instrumento de selección múltiple con ítemes conformados por los términos técnicos
de uso general en los estudiantes de profesorado del Iupma, sede El Tigre, en el
año 2017? Fue tarea de la presente investigación dar respuesta a esta pregunta
fundamental.

1.3. Objetivo general: comprobar la existencia de confusiones semánticas


relacionadas con el uso de los términos técnicos utilizados en investigación por los
estudiantes que cursan la carrera de profesorado del Iupma, sede El Tigre, durante
el período académico 2017-III. Como objetivos específicos están: 1) identificar
cuáles son los términos técnicos de investigación, utilizados por los estudiantes de
profesorado que responden a una confusión semántica; 2) caracterizar los
diferentes tipos de confusiones semánticas; 3) analizar los diferentes tipos de
confusiones semánticas.

2. MARCO TEÓRICO

La confusión semántica se inscribe dentro de la semántica lingüística


(semalingüística en Venezuela; semiolingüística en Colombia). El desarrollo de esta
ciencia del lenguaje se produjo, especialmente, en la segunda mitad del siglo XX. El
primero en usar el término semántica fue Michel Bréal en 1897 (Mayo 1973), pero
según Jaén (2007), la semántica estructural histórica surge en 1964 con la
publicación de un artículo del lingüista rumano Eugenio Coseriu, titulado Pour una
sémantique diachronique structural, traducido al español en 1977, donde surgen
nuevas ideas relativas al significado de las palabras.
La mayoría de los estudiosos del lenguaje y la gramática no se refieren a esta
rama de la lingüística como una ciencia (Martínez 1974; Hjelmslev 1976; Menéndez
Pidal 1977; Sapir 1977; Saussure 1980, entre otros), hasta que Lyons (1997 [1995])
se refirió a ella como semántica lingüística, ciencia dedicada al estudio del
significado de las palabras. El cambio semántico, fenómeno lingüístico complejo, ha
sido estudiado por diversos autores en las últimas décadas (Geeraerts 1993;
Jiménez Ruiz 1997; Llamas Saíz 2005; Fernández Jaén 2007, entre otros
destacados semantistas). Sin embargo, no se han encontrado estudios sobre las
confusiones semánticas en la literatura revisada.

¿Cómo apreciar la confusión semántica? Una confusión es producto de un


error, de una equivocación, y si de confusión semántica se trata, se hablaría de una
equivocación en la comprensión del significado de un término. La palabra
confusión (latín confusĭo, confusiōnis) deriva del verbo confundir, “acción y efecto
de confundir” y entre sus acepciones están la de “error, equivocación”. Por su parte,
el verbo confundir (latín confundĕre) significa “mezclar, fundir cosas diversas de
manera que no puedan reconocerse o distinguirse”, (Diccionario de la Real
Academia, 2001: 622). Al añadirle al término otro de carácter específico como
semántica, tendríamos que la confusión semántica vendría a ser como “una
mezcla o fusión de significados”.

Confundir significa relacionar una cosa con otra o un objeto con otro que no
es el que se cree que es. En el campo de la semántica significa creer que algo tiene
un significado y este significado podría tener una relación con el significado real del
término que pudiera ser aproximada, cercana o lejana, pero no exacta.

Se determina que hay confusión semántica cuando el hablante usa el


significado de un término con la imagen léxica de otro, es decir, usa el mismo signo
lingüístico con el significante de otro el cual no le corresponde según la norma y que
al usarlo, el investigador (en el caso que nos ocupa) cree o piensa que lo está
haciendo correctamente; valdría decir una “fusión de significados”.

El lenguaje de la investigación corresponde a un área llamada por los


lingüistas lenguaje socio profesional o sociolecto, el cual no es sino un lenguaje
específico de un grupo profesional o de un gremio (Todorov y Ducrot, 1975;
Hjemslev, 1976, entre otros).

En relación con la confusión semántica, de todos los autores revisados, tan


sólo Weinreich (1974) utiliza la expresión aludida: “en todos estos casos de
confusión semántica es posible que una de las formas se establezca como
expresión de los contenidos combinados y que la otra desaparezca…” (p. 122); sin
embargo, él se refiere al préstamo lingüístico entre lenguas en contacto.

3. METODOLOGIA
El evento de estudio o problema a trabajar estuvo constituido por las
confusiones semánticas en el uso de los términos técnicos de la metodología de la
investigación.

La población a estudiar estuvo conformada por los estudiantes de


profesorado del Instituto Universitario Pedagógico Monseñor Rafael Arias Blanco
(Iupma), ubicado en El Tigre, estado Anzoátegui, durante el periodo 2017-III, vale
decir el tercer lapso académico del año 2017. Ellos pertenecían a los cursos de
investigación educativa, fase de ejecución de proyectos educativos, fase de
docencia administrativa (FIDA) I y II, en ese orden de prelación. En todas ellas, los
estudiantes deben manejar una terminología de la investigación bastante amplia
que, como es de esperarse, involucra los vocablos técnicos, bajo el supuesto de que
se trabaja el tipo de investigación interactiva, en su modalidad de investigación
acción. El número ascendió a 97 estudiantes; se trabajó con todo el grupo, de modo
que no hubo muestra poblacional.

Cuadro 1. Población

Grupo Nº de estudiantes Proporción (%)

Investigación educativa 32 32,98

Fase de proyectos 29 29,89

FIDA I 36 37,11

TOTALES 97 100
De los aspectos demográficos de la población se puede decir lo siguiente: la
mayor parte de la población fue femenina (95%), con edades promedio entre los 25
y 30 años, y en su mayoría con grado de instrucción técnico superior universitario.

La técnica utilizada fue la encuesta. Para la recolección de los datos se aplicó


un cuestionario denominado Prueba de confusión semántica para términos técnicos
en investigación. Constó de 30 de preguntas cerradas. Cada pregunta estuvo
conformada por una premisa y la respuesta estuvo distribuida entre las letras a, b, c
y d de las cuales tan solo una fue considerada correcta.

Como la intención inicial era comprobar la existencia de confusiones


semánticas en la comprensión de los términos propios del lenguaje socio profesional
de la metodología de la investigación, se formuló una hipótesis, la cual fue la
siguiente: si un estudiante de profesorado posee confusiones semánticas, deberá
tener un porcentaje elevado de respuestas erradas; si no presenta dichas
confusiones, su número de respuestas erradas deberá ser bajo; de manera que
deberá demostrar un dominio aceptable en el manejo de los conceptos y
definiciones propios de la metodología de la investigación y será capaz de
responder un cuestionario referido a los términos técnicos básicos del lenguaje de la
investigación. Se entiende por dominio aceptable, que sea capaz de responder
correctamente el 70% o más de las preguntas del mencionado cuestionario.

El diseño de esta investigación se considera que fue de campo. La


información se obtuvo de fuentes vivas en su contexto natural (Arias, 2012). En este
sentido, los estudiantes participantes estuvieron en sus respectivas aulas de clase,
no tuvieron que alterar para nada su situación de estudio para aportar la información
requerida. El investigador fue hasta donde ellos estaban y les pidió su colaboración.
Igualmente, no hubo control de variables.

Para la validación, se sometió el cuestionario al juicio de tres expertos en


metodología, quienes dieron su aprobación al cuestionario, donde se les pidió que
respondieran si la pregunta correspondiente a cada ítem estaba relacionada con el
tema, medianamente relacionada o no estaba relacionada. Se elaboró una tabla
para cada juez validador con las indicaciones respectivas, donde se anexó el
instrumento con sus opciones de respuesta. Luego, el investigador vació la
información en una tabla de donde luego se sacó el índice de acuerdos o
desacuerdos para la validación del instrumento. Esta validación dio una relación
entre acuerdos y desacuerdos de 0,97, a favor de los acuerdos.

Para la realización del instrumento, previamente, se elaboró una tabla de


operacionalización del evento de estudio, a partir de las observaciones previas,
donde se percibía que las confusiones semánticas no eran uniformes, sino que
había variaciones en sus diversas expresiones, a las cuales se les ha denominado
subeventos (variaciones del evento de estudio).

Posteriormente, se sometió el instrumento a la prueba de confiabilidad en el


tiempo, donde se utilizó la técnica de test-retest, para lo cual se aplicó el
instrumento al grupo saliente de FIDA II, el cual no formó parte de la población; fue
una prueba piloto aplicada a 18 estudiantes de profesorado en la semana novena
del período académico 2017-II del Iupma sede El Tigre, y luego se volvió a aplicar
en la semana undécima al mismo grupo. Una vez obtenidos los resultados de las
dos aplicaciones, se procedió a correlacionar los puntajes obtenidos, para lo cual se
utilizó el coeficiente de correlación de Pearson. Estos cálculos dieron como
resultado el siguiente valor: rxy = 0,89. Esto indicó que el instrumento tiene
confiabilidad en el curso del tiempo, según la fórmula aplicada y según el coeficiente
de correlación de Pearson.

La aplicación del instrumento se hizo en horas de clase. No se avisó


previamente, pues, ello permitió el logro de unos resultados más fidedignos. Se
usaron técnicas de análisis cuantitativas. Se elaboró una tabla general en términos
de porcentajes de las respuestas correctas e incorrectas. El instrumento fue de
selección múltiple. Cada pregunta correspondió a un ítem. Posteriormente, se le
asignó 1 punto a cada respuesta correcta, se calculó el porcentaje de respuestas
por cada una de las opciones (a, b, c, d) de cada ítem, lo cual permitió elaborar el
Cuadro 2, y de este modo visualizar de manera directa hasta dónde llega el grado
de confusión. Es de anotar, que trabajar con los porcentajes da una idea más
directa acerca del grado de confusión semántica presentado en la población.

4. RESULTADOS
Seguidamente, se muestran los resultados obtenidos (Cuadro 2)
Nº 2. Porcentajes de respuestas en cada opción, por ítem
Ítem Premisa Opción a Opción b Opción c Opción d

Respuesta % Respuesta % Respuesta % Respuesta %


Sinónimo de
1 investigación búsqueda 91,75 ciencia 2,06 conocimiento 5,15 interpretación 1,03
Estudio del
2 conjunto de los método 37,11 metódica 3,09 metodología 58,76 técnica de 1,03
métodos científico investigación
Ambientar un
3 aula de clases objetivo de 51,54 meta 3,09 actividad 24,74 finalidad 20,61
puede ser un investigación
(una):
Leer la
4 bibliografía es revisión 70,10 diseño 12,37 análisis de 2,06 fichaje 15,46
hacer:: bibliográfica documental documentos
Al finalizar la
5 investigación se anteproyecto 1,03 proyecto 43,29 posproyecto 0 informe 55,67
redacta el:
Leer un capítulo
6 de libro o texto y análisis 34,02 síntesis 35,05 resumen 30,92 investigación 0
escribirlo en analítica
pocos párrafos
En un proyecto
7 de investigación definiciones 15,46 resultados 39,18 gráficos 16,49 ninguno 28,86
no aparecen:
Cuando Ud.
8 hace fichaje en estrategia 17,52 tarea 5,15 técnica 77,32 variable 0
la revisión
bibliográf está
usando una:
El escrito final
9 de un trabajo de proyecto 59,79 informe 29,90 monografía 10,30 ensayo 0
investigación es:
Cuadro Nº 3 (Cont.).
En
10 investigación, en relacionar 18,55 desglosar 53,60 descomponer 25,77 concluir 2,06
un primer paso,
analizar
significa:
Justificar una
11 investigación hablar de los 2,06 resolver 12,37 argumentar 85,57 predecir el futuro 0
significa: aportes
Un indicio en
12 investigación es evento 31,95 variable 46,39 característica 17,52 argumento 4,12
un (una) observable
Cuando se
13 habla de fuentes personas 45,36 seres vivos 42,27 objetos diversos 2,06 documento 10,30
vivas, se refiere
a:
Factor que
14 favorece unos perturbación 30,92 alteración 54,64 valoración 1,03 sesgo 13,40
resultados
Un documento
15 es un (una): libro 21,15 texto legal 37,11 película 1,03 todos ellos 40,20
Revisión
16 bibliográfica es diseño 2,06 arqueo 16,49 investigación 0 lectura del 81,44
lo mismo que: documental bibliográfico analítica material
bibliográfico
El objetivo
17 general es un objetivo de 38,14 meta 21,65 actividad 1,03 actividad 39,17
(una): investigación principal del
proyecto

18 Evaluar valorar 3,09 determinar la 20,62 determinar si se 46,39 analizar 29,89


significa: resultados efectividad del lograron los resultados
procedimiento objetivos
Las el cierre del
conclusiones trabajo
19 46,39 afirmaciones 47,42 reflexiones 0 recomendaciones 6,18
son:

20 Una variable es: fija 23,71 constante 23,71 un indicio 3,09 cambiante 49,48
Cuadro Nº 3 (Cont.).
Después del
21 análisis se conclusiones 59,79 reflexiones 2,06 pregunta de 3,09 recomendaciones 35,05
pueden extraer investigación
las:

22 Conjunto de trabajo de 23,71 soluciones 3,09 problema 2,06 problemática 71,13


problemas investigación
Referencia a los
23 temas de un tema 2,06 pénsum de la 43,09 temática 51,55 materia 3,09
área de carrera
estudios:
Varios asuntos
24 relacionados tesis 46,39 tema 17,52 problema 3,09 problemática 32,98
Un asunto en
25 particular para tema 41,24 temática 9,28 problema 40,20 problemática 9,28
investigar
Búsqueda de
26 títulos y autores revisión bibliográfica 22,68 fichaje 41,24 documentación 16,49 arqueo bibliográfico 19,58
en el fichero:
Fase
27 documental de documentación 48,45 arqueo bibliográfico 7,21 diseño documental 43,09 técnica documental 1,03
toda
investigación:
Actividad del
28 método cuya técnica 29,89 estrategia 67,01 taller 1,03 cronograma 2,06
finalidad no se
revela
Conjunto de
29 pasos para documentación 12,37 diseño 10,30 revisión bibliográfica 6,18 método 71,13
desarrollar toda
investigación
Diversas
30 maneras de diseños 25,27 técnicas 48,45 tareas asignadas 7,21 fases 18,55
lograr los
objetivos de una
investigación
En relación con los vocablos involucrados en la presente investigación, y
tomando en cuenta el instrumento aplicado, se elaboró la siguiente tabla, que surge
de la anterior, al restar el número de respuestas correctas de 100. Por ejemplo, en
el caso de sesgo, el 13,4% respondió correctamente, lo que dejó para la confusión
el 86,6% de respuestas confusas.

Cuadro 3
Vocablos involucrados en la investigación, tipo de subevento en el cual se ubica, frecuencia
(Fr) y porcentaje de confusión en la población estudiada

Vocablos Subevento Fr %
Sesgo Imprecisión del término 84 86,60
Indicio Imprecisión del término 80 82,50
Tema Aglomeración 80 82,50
Analizar Fragmentación 79 81,44
Arqueo bibliográfico Aglomeración 78 80,41
Evaluar Fragmentación 77 79,38
Informe Sustitución 68 70,10
Resumen Igualación 67 69,07
Objetivo general Fragmentación 60 61,85
Proyecto de investigación Sustitución 59 60,82
Problema Igualación 58 59,80
Documento Transferencia 58 59,80
Fuentes vivas Transferencia 53 54,64
Conclusiones Transferencia 51 52,57
Fase documental Igualación 50 51,55
Técnicas Igualación 50 51,55
Objetivo de investigación Fragmentación 50 51,55
Variable Contradicción 49 50,51
Temática Aglomeración 47 48,45
Pénsum de la carrera Igualación 42 43,30
Metodología Igualación 40 41,24
Método científico Igualación 36 37,11
Recomendaciones Igualación 34 35,05
Estrategia Sustitución 32 32,99
Revisión bibliográfica Aglomeración 29 29,90
Problemática Aglomeración 28 28,86
Método Igualación 28 28,86
Fichaje Igualación 22 22,68
Justificación Fragmentación 14 14,43
Investigación Igualación 8 8,25
4.1. Discusión de los resultados

El instrumento aplicado arrojó resultados muy interesantes. Se aprecia que


hay un grado de confusión que va a depender del término utilizado en una
circunstancia determinada. Por razones de espacio, no se va a describir acá, ítem
por ítem, lo que refleja el Cuadro 2. Los aspectos descriptivos de los resultados
obtenidos se pueden apreciar directamente en los cuadros. Sin embargo, se puede
decir que el grado de confusión demostrado por el grupo de encuestados es
considerable, como se revela en los resultados.

Para los efectos del desarrollo de este trabajo, centrado en las confusiones
de significados que se puedan encontrar en el momento de utilizar los términos del
lenguaje técnico de la investigación se ha observado que no todas las confusiones
son del mismo tenor y que hay modalidades distintas, como ya se ha dicho.

Se tiene que hay sustitución cuando se usa un término en lugar de otro, y el


término nuevo desplaza al original, por ejemplo, se suele utilizar la expresión
“investigación documental” en sustitución de la expresión original diseño
documental, algo muy común al revisar cualquier proyecto o informe de
investigación de los estudiantes.

También existe el uso de un término con el significado equivalente de otro, es


decir igualación, por ejemplo, cuando los estudiantes expresan que resumen y
síntesis son sinónimos y en la redacción de sus trabajos los utilizan indistinta o
alternadamente. Cuando un término se iguala con otro como producto de una
confusión, no es una sinonimia sino una igualación, o lo que es lo mismo, una
sinonimia errada.

En muchos casos es propicio utilizar algún término y el estudiante no sabe


cómo decirlo, por ejemplo, cuando hay resultados afectados por algún factor
externo, tal vez una variable no controlada, y debe explicarlo, no encuentra el
término apropiado, en cuyo caso sería sesgo. Este término, común en la estadística,
es desconocido o inusual en el medio educativo estudiado en relación con la
investigación. Esta situación se ha denominado aquí imprecisión del término.
Por otro lado, se puede decir que hay aglomeración, cuando el estudiante
incluye dos o más significados en uno solo, por ejemplo, cuando incluye arqueo
bibliográfico y revisión bibliográfica en una sola expresión, en cuyo caso no hay
sinonimia, sino que el estudiante cree que ambas expresiones son una sola, cuando
en realidad significan dos cosas distintas. Se podría decir que es una forma de
hiperonimia. La fase documental de una investigación abarca: arqueo bibliográfico,
revisión bibliográfica, fichaje y documentación, cada uno responde a un concepto
diferente. Jerarquizando, documentación viene a ser un hiperónimo, que incluye:
arqueo bibliográfico, fichaje y revisión bibliográfica, cada uno hipónimo de
documentación.

Igualmente, se puede hablar de fragmentación, cuando el estudiante


entiende una parte del significado, pero no su totalidad. Por ejemplo, en el caso de
la expresión objetivo de investigación, se comprende que implica un logro o algo
que se desea alcanzar, pero no se completa el significado de la expresión que
incluye la generación de conocimiento nuevo, cuya es la finalidad del mismo.

Hay transferencia cuando se traslada el significado de un término hacia otro


debido, en muchos casos, a su parecido en la grafía o en la definición (Weinreich,
1974; Tucci, 1989). Esto sucede cuando se usa el concepto de conclusión como
cierre del trabajo (ítem 19), en cuyo caso conclusión sería sinónimo de
“terminación”, por ejemplo. Las conclusiones son afirmaciones producto de la
discusión de los resultados, del análisis e interpretación de los mismos. En la
práctica profesional se observa en muchos trabajos que el estudiante escribe:
“conclusión” y con ello cierra el trabajo sin formular ninguna conclusión que le dé
solidez al trabajo realizado.

Se puede asumir que lo opuesto a confusión es claridad. Cuando una


persona está clara en el significado de un término, se entiende que la confusión no
existe; no hay lugar a dudas. Por ejemplo, en el ítem 11 del cuestionario, cuando al
encuestado se le pregunta si justificar una investigación es predecir el futuro (opción
de ese ítem), el 100% estuvo claro en que ésa no era la opción correcta, lo que
indica claridad en algún grado, o lo que es lo mismo, no hay confusión en relación
con esa opción. Se podría llamar a esto claridad por oposición o claridad por
descarte, al decir con propiedad: “eso no es”.
Esto lleva a comprender que la confusión semántica entre los diferentes
términos es muy específica. Valdría decir que A se puede confundir con B o con C,
pero nunca con D.

En el caso de la pregunta 1, donde se dice que un sinónimo de investigación


es búsqueda, el 91,75% de la población estudiada considera que ambos términos
son sinónimos, lo que indica que la proporción de confusión en relación con el uso
del término es de apenas 8,25%.

En los ítemes 1, 8, 11 y 16, los porcentajes de confusión fueron bajos. En el


8, cuando se está haciendo fichaje, el 77,32% considera que está usando una
técnica, lo cual se considera correcto; y en el ítem 16, al hacer revisión bibliográfica,
el 81,44% considera que está haciendo lectura del material bibliográfico, lo cual se
considera correcto (porcentaje de confusión de 18,56).

Cuando los índices de confusión son bajos, el mismo medio académico


regula la corrección del término, pues, las personas que tienen la confusión son
pocas y sus mismos compañeros las corrigen en la primera oportunidad que se
presente, uniformando el conocimiento grupal (cultura general).

Similarmente, hay muchos otros conceptos que se confunden en el medio


académico. Los resultados del trabajo presente revelan que los encuestados no
tienen claras las diferencias en el significado de términos como informe, monografía
y proyecto. Por ejemplo, en el ítem 9, referido al escrito final de un proceso de
investigación, se consideró como correcta la respuesta informe (29,9%), lo que deja
para la confusión 70,1%. Se corrobora que el significado de proyecto sustituye al de
informe en casi el doble de los casos (59,79%). He ahí otro ejemplo de confusión
semántica del tipo que se ha denominado en este trabajo como sustitución.

Con el uso de un mismo término se pueden dar dos tipos de confusión, por
ejemplo, cuando el significado de conclusión se traslada a conclusiones, se tiene
una transferencia, pero cuando conclusiones se confunde con recomendaciones, se
tiene una igualación, lo cual se aprecia en el ítem número 21, donde el 35,05% de
los encuestados seleccionó la opción recomendaciones para referirse a las
conclusiones. Todo esto revela que el significado del término conclusiones no está
siendo manejado correctamente en el medio estudiantil (y tal vez entre los
docentes).

La relación mayor se da en el conjunto total y está definida por una relación


inversamente proporcional, es decir, cuanto mayor es la situación 1 menor es la
situación 2 y viceversa. En este asunto de las confusiones semánticas hay una
relación de oposición entre lo claro y lo confuso, a mayor claridad, menor confusión
y viceversa.

Para ser más precisos, como se ha mencionado antes, lo opuesto a


confusión es claridad y el cuestionario mide las dos cosas al mismo tiempo; cuando
en una respuesta hay 60% de claridad, quiere decir que hay 40% de confusión; a
mayor claridad, menor confusión; a mayor confusión, menor claridad. Esto conduce
a observar que la confusión entre los vocablos usados en el medio investigativo
puede ser polar o errática (multipolar), es decir, cuando se da entre dos términos,
tendríamos el primer caso y cuando se da entre varios términos, tendríamos el
segundo caso.

60

50

40

30 Escrito final de un trabajo de


investigación

20

10

0
Anteproyecto Proyecto Posproyecto Informe

Gráfico 1. Ejemplo de confusión polar. El gráfico corresponde al ítem 5. Se aprecia una


competencia entre dos de las opciones de respuesta

Yendo más lejos, se podría decir que cuando el usuario involucra dos
términos, por ejemplo, al confundir proyecto con informe (ver gráfico 1), sería un
ejemplo claro de confusión polar; en tanto que, por otro lado, cuando el usuario
confunde los cuatro términos o tres de ellos, al responder, y las respuestas son
equivalentes o aproximadamente equivalentes, tendríamos lo que llamaríamos una
confusión errática.

La confusión errática (Gráfico 2) puede involucrar algo más que confusión en


sí misma; puede involucrar respuestas al azar, donde el participante responde
cualquiera de las opciones, sin tener idea de si la respuesta es correcta o no, vale
decir, responde por responder y cualquier opción le da igual; todo esto se mezcla
(se confunde) con otro participante que tiene una confusión polar, valdría decir que
confunde A con C, pero no con B; ambas opciones se solapan y es imposible para
el investigador saber en qué posición está el participante al responder.

45

40

35

30

25

20

15

10

0
Revisión Labor de fichaje Documentación Arqueo bibliográfico
bibliográfica

Gráfico 2. Ejemplo de confusión errática. El gráfico corresponde al ítem 26, “la búsqueda de
títulos y autores en el fichero de una biblioteca”, las cuatro opciones de respuesta compiten
en la comunidad lingüística, siendo la correcta “arqueo bibliográfico”. No hay polaridad

Por su parte, en la confusión polar se aprecia claramente que el participante


se maneja entre dos opciones nada más, como B y D, por ejemplo, en tanto que A y
C son descartadas, como se observa en el Gráfico 1.

La confusión polar se puede apreciar con un instrumento de selección


múltiple de cuatro o más opciones; si fuere de dos opciones, no se apreciaría, pues,
el participante no tendría más remedio que manejarse dentro de esas dos opciones.
En tal caso no se podría hablar de confusión polar.

Un factor que vale la pena resaltar está vinculado con el pénsum de la


carrera, cuya estructuración no es, tal vez, la más adecuada, ya que cuando los
estudiantes llegan a cursar la asignatura de investigación educativa (IE), no han
recibido formación en estadística. En consecuencia, como es de suponer,
desconocen conceptos tales como el de variable, sesgo, indicio, mediana, moda,
media aritmética; no conocen aún las medidas de tendencia central ni las medidas
de dispersión ni ningún otro parámetro estadístico básico, conocimiento
indispensable para desarrollar cualquier trabajo de investigación. Esto se revela al
apreciar en los resultados obtenidos que no manejan los conceptos de sesgo,
indicio o variable.

En este caso, el medio académico no regula la corrección del significado del


término, pues predomina la confusión (o el desconocimiento) en la población
estudiada, en cuyo caso se hace necesaria la intervención del docente, del
investigador experto que alerte sobre el uso generalizado de un término que no se
corresponde con el significado que debería tener. Es muy común que tanto
docentes como estudiantes confundan los objetivos de investigación con objetivos
instruccionales o con actividades. Son aspectos a considerar en la futura
planificación de la carrera de educación y la estructuración de asignaturas
metodológicas necesarias para lograr convertir la tesis del docente-investigador, en
boga en la actualidad, en una realidad.

Hay igualación en el caso de síntesis (35,05% de los casos) que es usado


como sinónimo de resumen (30,92%). Ambos términos son usados indistintamente,
lo cual puede ser apreciado tanto en el discurso oral como en el escrito. Esto se
refleja claramente en los resultados, en el ítem 6, donde ambos términos, en los
diferentes grupos obtuvieron porcentajes aproximadamente iguales.

Hay aglomeración cuando se usa un conjunto de términos, tales como tema


por problema; problemática por problema; temática por tema; los cuales son
relacionados de tal manera que forman una trama semántica, una especie de
encadenamiento cuya verdadera estructura no es fácil de desentrañar. Esto se
aprecia en los resultados de los ítemes 22, 23, 24 y 25, especialmente en este
último, donde un asunto particular de investigación, es decir, un problema, se
confunde con tema (que puede tener varios asuntos particulares de investigación);
ejemplificando: tema de investigación, la lectura; problema a investigar, la falta de
fluidez lectora. Dentro del mismo tema, la lectura, puede haber diferentes
problemas: dislexia, silabeo, falta de comprensión lectora o incapacidad, etc.

Varios asuntos particulares de investigación, en consecuencia, se pueden


incluir dentro de un mismo tema, lo cual significa que tema y problema tienen
significados diferentes. Tener un tema de investigación no significa tener un
problema, sin embargo, lo contrario sí es posible.

Problema y problemática tampoco son sinónimos, como tampoco lo son tema


y temática. Vale acotar que en la construcción del instrumento, cada ítem tenía una
sola opción correcta en las respuestas, en oposición a tres incorrectas. Para un
investigador avieso, no debía haber confusión alguna, salvo que también tuviera
confusiones en relación con el uso de algunos términos propios del lenguaje de la
investigación. Problemática y temática son plurales, lo cual no se está manejando.

45

40

35

30

25
Un asunto particular de
20 investigación es:

15

10

0
Tema Temática Problema Problemática

Gráfico 3. Corresponde al ítem 25. Se aprecia la competencia entre los términos tema y
problema mayormente, pero las opciones tema y temática también tuvieron considerable
respuesta. Es otro ejemplo de confusión errática. La respuesta correcta es: problema (40,2%)
El ítem 25 proporciona otro ejemplo de confusión errática, como se puede
apreciar en el Gráfico 3, donde las cuatro opciones tuvieron respuesta y se
consideró correcta problema (40,2%), para un asunto particular de investigación,
quedando para la confusión 59,8%, bastante notable. Se aprecia que tema y
problema se confunden en el uso acentuadamente.

La fragmentación se observa en el caso de la expresión objetivo de


investigación, lo cual ya se mencionó antes. De modo similar, es sorprendente la
fragmentación presentada en el caso de los verbos analizar y evaluar, cuyos
significados son comprendidos tan solo en parte. Por ejemplo, evaluar los resultados
de un trabajo de investigación, para algunos, se resume en comprobar si se lograron
o no los objetivos (ítem 18), siendo que este verbo encierra un concepto más amplio
y profundo.

En la práctica profesional, se ha observado que en muchos trabajos de


investigación, los estudiantes suelen colocar evaluar los resultados de su trabajo
como un objetivo específico. Realmente, no se debe considerar que evaluar los
resultados de un trabajo de investigación sea un objetivo específico, pues esto es
parte del proceso de investigación y todos los trabajos de investigación deben llevar
este paso, tal como identificar el problema, formular los objetivos, etc. Igualmente,
es común en la literatura observar que a la discusión de los resultados se le llama
también evaluar los resultados.

En los resultados obtenidos, se revela que los encuestados confundieron el


significado de los verbos evaluar y analizar, tal como lo revela el ítem 18, donde el
29,89% considera que ambos verbos significan lo mismo. Cuando se determina la
efectividad de un procedimiento de investigación, el análisis de resultados está
incluido dentro de la evaluación que del mismo se haga.

Algunos términos no encuentran ubicación en los subeventos previamente


definidos en el presente trabajo. En ese caso está, por ejemplo, el vocablo tesis,
cuya verdadera definición pareciera desconocerse. Según la Real Academia, una
tesis es una “conclusión o una proposición que se mantiene con razonamientos”
(2002); igualmente es una “opinión de alguien sobre algo”.
Sin embargo, en el uso parece privar otro concepto; en este trabajo, como lo
revelan los resultados del ítem 24, la premisa dice: “cuando se han identificado
varios asuntos relacionados de interés para un investigador, se puede hablar de”: el
46,39% respondió tesis (término no incluido en las premisas del instrumento). Tesis
no es sinónimo de tema (opción que obtuvo el 17,52%). En el ítem, se partió de una
definición transmitida en la premisa, pero como en la comunidad lingüística no se
manejan bien los conceptos de tema y tesis, el encuestado busca el descarte para
responder. Dentro de un tema se pueden trabajar todas las tesis distintas que sea
posible, pero en una tesis se maneja un problema en particular, generalmente de
naturaleza filosófica y el cual debe sostenerse con la debida argumentación, y, a su
vez, el problema está incluido dentro del tema.

En la comunidad lingüística estudiada, el vocablo tesis es asociado con


trabajo de grado. Existe la creencia generalizada de que todo trabajo de grado es
una tesis y la realidad es que la mayoría de los trabajos de grado no son tesis. En
definitiva, lo que arrojan los resultados de este trabajo en relación con el vocablo
tesis es que no se conoce su significado real.

También resulta sorprendente el desconocimiento apreciado en cuanto al


vocablo indicio, que presentó uno de los más altos porcentajes en grado de
confusión, el cual se puede ubicar en imprecisión del término.

Otro aspecto interesante lo dio el término variable, el cual arrojó una


contradicción, subevento no contemplado inicialmente; variable es todo lo que
cambia de valor de un elemento a otro o de un individuo a otro en un proceso de
investigación; pero, al juzgar por las respuestas, el 23,71% considera que una
variable es “constante” y 23,71% considera que es “fija”. Esto es una contradicción.

En cuanto a los aportes de la investigación, sus resultados permiten conocer


con mayor precisión las confusiones semánticas existentes y estimar las
consecuencias en términos de la calidad de los trabajos de investigación. A partir de
esta información, se podrán desarrollar propuestas y acciones que contribuyan a
mejorar la cultura investigativa de la región.

Se piensa que las confusiones semánticas se pueden dar en todas las áreas
del conocimiento humano. Por ello, esta investigación también constituye un punto
de partida que generará conceptos de interés para el desarrollo de líneas de
investigación transdisciplinarias que vinculen la lingüística con la epistemología y la
metodología, y para el surgimiento de estudios similares en otras regiones y en
otros países, pues las confusiones semánticas reveladas acá, desde luego, no se
cree que sean las únicas existentes; este trabajo representa, en todo caso, la punta
de un icerberg. De igual modo, es un problema que deberá tomarse en cuenta en
los procesos formadores de los docentes, en la planificación educativa y en los
diseños curriculares.

3. CONCLUSIONES

A partir de los resultados obtenidos en el presente trabajo y su posterior


análisis, se extrajeron las siguientes conclusiones:

1.- Los términos técnicos propios de la metodología de la investigación que


los estudiantes del Iupma, sede El Tigre, utilizan de manera imprecisa, revelando
diversos grados de confusión, son los siguientes: proyecto, informe, síntesis,
monografía, tesis, objetivo de investigación (objetivo general y objetivos
específicos), variable, indicio, conclusiones, recomendaciones, diseño documental,
documentación, documento, fase documental, revisión bibliográfica, arqueo
bibliográfico, tema, temática, problema, problemática, analizar, evaluar, técnica,
estrategia, diseño de investigación, tipo de investigación, técnica de investigación,
sesgo, fuentes vivas, entre los más notables.

2. Los términos con más elevados porcentajes de confusión son: sesgo,


indicio, tema, analizar, arqueo bibliográfico, evaluar, informe, resumen, objetivo
general, proyecto de investigación, en ese orden, todos por encima del 60%.

3. Entre 40 y 60% de confusión, se encuentran los vocablos: problema


documento, fuentes vivas, conclusiones, fase documental, técnica, objetivo de
investigación, variable, temática, pénsum de la carrera y metodología.

4.- La confusión semántica es específica para cada término y el grado de


confusión varía de un término a otro.
5.- La confusión semántica en el uso de los términos técnicos de la
metodología de la investigación es considerablemente alta en el medio académico y
es muy acentuada entre el estudiantado de profesorado del Iupma, sede El Tigre.

6.- La confusión polar se da sólo entre dos términos técnicos de la


metodología de la investigación, en el presente trabajo.

7.- La confusión errática se da entre tres o más términos técnicos.

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