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El tema que nos ocupa nace en la vida y obra de San Agustín de Hipona. La
pregunta y el interés por buscar algo fundamental que plenifique la vida terminan
siempre en un encuentro. En la existencia del Santo la verdad es una persona,
que no solo carga de sentido su vida sino que además es capaz de iluminar la
oscuridad de su pensamiento.
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Estudiante de VI semestre de Bachillerato Canónico de Filosofía en la UPB. Actualmente cursa el 4 año en
el Seminario Diocesano de Girardota.
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Desarrollaré las distintas influencias que tuvo el Santo -Helenismo, maniqueísmo, escepticismo,
Platonismo, neoplatonismo y el cristianismo-
1. CONOCIMIENTO
Sergio Palacio dice que el “Conocimiento es un ideal del ser que se confronta con
el remordimiento y provoca el arrepentimiento y la tentación, todo en la misma
bolsa, con la misma intensidad. Se trata de fenómenos morales que mueven a la
conciencia a la introspección […]” (159). Agustín por el estilo de vida pagano que
llevaba, vio una ruta para salir de su estado de inquietud, esa ruta era conocer
para creer. Todo empieza por el no estar satisfecho con la vida que llevaba, una
vida llena de defensas retoricas cargadas de mentira y engaño, una vida pagana y
cargada de placeres insaciables que no daban razones para vivir. Todo era un sin
sentido. Su estado de insatisfacción lo obligó a buscar medios para llenar su
vacío; de los caminos que decidió recorrer, muchos no eran los más bonitos y
deseados en términos cristianos, pero de una u otra manera le ayudaron a
encontrar la verdad y el saber, pasando por pruebas difíciles, pero con el sentido
de arrepentimiento y de cambio desde una mirada interior de sí mismo.
En los niveles de conocimiento podemos decir -José Gajate Montes- que existen Commented [GPNR1]: ¿Qué función cumple este nombre
aquí?
tres tipos: el sensible, el racional y racional superior. Estos dan a conocer una
clara influencia de Platón en el libro VII de la República 3 donde el filósofo va Formatted: Font: Not Italic
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ascendiendo hacia la verdad, hacia la ciencia, pero primero tiene que pasar por el
mundo de las opiniones -doxa- hasta el mundo de la contemplación de la verdad o
del sumo bien.
1. El conocimiento sensible
Por los sentidos se hallan también guardadas de modo distinto y por sus
géneros todas las cosas que entraron por su propia puerta, como la luz, los
colores y las formas de los cuerpos, por la vista; por el oído, toda clase de
sonidos; y todos los olores por la puerta de las narices; y todos los sabores
por la de la boca; y por el sentido que se extiende por todo el cuerpo (tacto),
lo duro y lo blando, lo caliente y lo frío, lo suave y lo áspero, lo pesado y lo
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Alegoría de la caverna
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Vista, tacto, olfato, gusto y oído.
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Son simple parecer de lo momentáneo y lo perecedero.
ligero, ya sea extrínseco, ya intrínseco al cuerpo. Todas estas cosas
reciben, para recordarlas cuando fuere menester y volver sobre ellas, el
gran receptáculo de la memoria, y no sé qué secretos e inefables senos
suyos. Todas las cuales cosas entran en ella, cada una por su propia
puerta, siendo almacenadas allí. (Conf. X, 10)
Los sentidos no son un fin en sí mismos sino un modo o una manera de conocer,
ya que para el pensador que estamos tratando lo fundamental no solo es lo que se
logre captar sino trascenderlo hacia lo uno, hacia el principio, hacia el fundamento.
El conocimiento sensible ofrece solo una ruta para alcanzar la verdad donde la
cárcel del alma6 -en palabras de Platón- si ayudan para la contemplación del sumo
bien, donde se goza y se disfruta de Dios. Commented [GPNR2]: Revisar redacción y sentido de la frase.
Es confusa.
2. El conocimiento racional
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Platón acuña este término en el dialogo del Ffedón hablando del dualismo antropológico.
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Realidad de la cosa en sí -Platón-
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El tema de la reminiscencia platónica.
imágenes que están en el mundo porque son reflejos, sino lo que está en la idea
suprema.
El proceso del saber racional se pregunta por las realidades del mundo, que están
como ya se ha mencionado no solo en la realidad palpable sino donde está la
razón misma de la verdad en los géneros que señala el Santo “Mas cuando oigo
que hay tres géneros de cuestiones: si tal cosa es, qué es y cuál es […] lo que
recorrí en la memoria fueron, no las imágenes de estas cosas, sino las cosas
mismas” (Conf. X, 10).
No es un dualismo de que Dios va por un lado y la filosofía por otro, los dos vienen
a ser una unidad inseparable. Un solo amor: Dios y sabiduría.
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Agustín lo describe en el libro VIII de La Ciudad de Dios.
última hora, el bien es la realidad suprema, y será siempre triunfante”. La sabiduría Commented [GPNR3]: ¿En qué página se encuentra esta cita?
2. VERDAD
El encuentro con los neoplatónicos brinda la ayuda para encontrar la verdad, ella
está enraizada en el interior de cada hombre; fuera de los sentidos engañosos; la
verdad está en el corazón, en la profundidad de estar consigo mismo, en volver la
mirada no hacia afuera sino hacía adentro. Allí está Dios, la verdad por excelencia,
la verdad creadora y que da lo que nadie ni nada puede dar; esa verdad tiene una
dimensión cognoscible por medio de la fe y la razón. La certeza de la verdad está
en la interiorización.
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Los cuales daré a conocer más adelante durante la lectura del texto realizado
mis bienes” (Conf. VII, 12). Agustín reconoce la grandeza de Dios que habita en el
corazón, en el interior; reconoce el Santo que Dios no necesita de él pero que él si
necesita de Dios para ir del sin sentido al sentido. Ahora el filosofar y Dios para
San Agustín serán una sola verdad que se manifiesta por un estilo de vida.
Dios es la verdad indiscutible porque se sostiene por sí misma, las cosas existen
porque existe la verdad, en ella no existe lo falso y hay un deseo de darla a
conocer. “He aquí que amaste la verdad, porque el que la obra viene a la luz.
Quiérola yo obrar en mi corazón, delante de ti por esta mi confesión y delante de
muchos testigos por este mi escrito” (Conf. X, 1)
Uno de los pensamientos que muchos han puesto como negativo en la vida de
San Agustín ha sido su falta de compromiso por los lugares donde pasó, la
inestabilidad. Agustín como un peregrino que busca la verdad pasa por momentos
de desesperación, de vacíios y angustias existenciales, y en medio de esos
instantes donde no se sabe que rumbos coger tomar, él desea llenar su interior,
quiere darle sentido a su vida. El paso por el Maniqueísmo lo logró captar como
una victoria de Cristo sobre él, que quizá de alguna manera dio libertad de
elección para que finalizando el camino se pudiera combatir y dar testimonio o
confesar por dónde estuvo y Dios cómo lo ha rescatado cuando lo encuentra en sí
mismo.
Agustín quería encontrar el problema del mal y que la razón diera cuenta de la fe,
éste fue uno de los primeros intereses para participar de la secta de Manes; lo
segundo que buscaba el Santo es sobre el problema que nos hemos estado
interrogando: la verdad; que más adelante San Agustín manifestará “Así, pues,
buscaba aquélla, mas estando seguro y cierto de que no era verdad lo que decían
los maniqueos, de quienes huía con toda el alma, porque los veía buscando el
origen del mal repletos de malicia, a causa de la cual creían antes a tu sustancia
capaz de padecer el mal, que no a la suya capaz de obrarle” (Conf. VII, 3).
Lógicamente es una mirada después de su conversión que lo llevó a reflexionar,
ya no veía este lugar de Manes como el lugar donde habita la verdad, sino que ya
hubo un encuentro, una conversión, un retorno a sí mismo.
En estos nueve años escasos en que les oí con ánimo vagabundo, esperé con
muy prolongado deseo la llegada de aquel anunciado Fausto. Porque los demás
maniqueos con quienes yo por casualidad topaba, no sabiendo responder a las
cuestiones que les proponía, me remitían a él, quien a su llegada y una sencilla
entrevista resolvería facilísimamente todas aquellas mis dificultades y aun otras
mayores que se me ocurrieran de modo clarísimo. (Conf. V, 6)
Los maniqueos decepcionaron de tal forma a Agustín que ya él veía más ciertas
las fabulas antiguas que el mismo pensamiento de elloslas fábulas antiguas
llegaron a parecerle más ciertas que aquella doctrina misteriosa que aquellos
predicaban ; él ya verá a los maniqueos como personas sin argumentos
suficientes para justificar sus creencias; cuestionaba constantemente y se seguía
decepcionando por la ignorancia que abundaba allí
Una de las épocas más duras para el pensador en cuestión fue su paso por la
autosuficiencia de su pensamiento, el creer que la verdad no es posible, solo es
posible la posibilidad, dio paso para que su corazón inquieto asentara sobre sí y
reflexionará el trascurso de su vida por varios caminos escogidos; la búsqueda
característica fundamental del pensador dio paso para que manifestara con sus
actos y palabras que nada es verdad, nada es mentira
El escepticismo fue solo una estación del tren para encontrar respuesta a lo que
deseaba, fue solo una transición para encontrar la verdad
Por este tiempo se me vino también a la mente la idea de que los filósofos
que llaman académicos habían sido los más prudentes, por tener como
principio que se debe dudar de todas las cosas y que ninguna verdad puede
ser comprendida por el hombre. Así me pareció entonces que habían
claramente sentido, según se cree vulgarmente, por no haber todavía
entendido su intención. (Conf. V, 10)
Los académicos facilitaron que él entrara en ese estado, estado de duda sobre
todo y sobre todos, ¿fue quizá un pensamiento débil de San Agustín?, ¿acaso su Commented [GPNR4]: Interesante intuición. Sería valiosa una
relación con el pensamiento posmoderno y su condición escéptica.
corazón en búsqueda de respuestas lo llevó al refugio con los académicos? Sí, el ¿Qué le dice san Agustín a este contexto de escepticismo y
relativismo?
pensamiento agustiniano estaba marcado por la inquietud del corazón, por el
vacío interior y éste solo se podía llenar buscando lugares donde satisfacerse,
donde jactarse y pueda hacer lo que más le encantaba: hablar sin tapujos. Dice el
mismo Santo:
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La católica. Aunque él pensaba que “no por eso me parecía que debía seguir el partido de los católicos,
porque también el catolicismo podía tener sus defensores doctos, quienes elocuentemente, y no de modo
absurdo, refutasen las objeciones, ni tampoco por esto me parecía que debía condenar lo que antes tenía
porque las defensas fuesen iguales. Y así, si por una parte la católica no me parecía vencida, todavía aún no
me parecía vencedora”. (Conf. V, 14)
el cultivo del alma era fundamental para tener fundamentos de persuasión, pero
más adelante en las confesiones el mismo Agustín manifestará que:
Vemos, más que una influencia platónica, una conversión que tocó el corazón y el
interior agustiniano, por eso, el filósofo antiguo Platón será un referente donde
Agustín acogió las ideas de Arjé, ser, uno, mundo de las ideas, verdad, idea del
dualismo alma y cuerpo12 entre otras.
La lectura de las Enéadas de Plotino dio paso para que los interrogantes acerca
de la verdad tuvieran alguna respuesta. En el encuentro con los neoplatónicos
también influyó mucho la conversión de Mario Victorino, un gran retórico que
encuentra la plenitud de una manera académica pero también experimental. Commented [GPNR5]: ¿o experiencial?
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Que todavía es muy discutido en la filosofía y en la teología de hoy.
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Marcado por la multiplicidad ya hay un deseo de encontrar la unidad.
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Es el mismo acto del permanecer, donde la verdad habita y donde se desprende la multiplicidad sin perder
la esencia de la unidad.
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Estas son reflejos de lo que hay verdaderamente en la realidad.
hecho nada. Lo que se ha hecho es vida en él; y la vida era luz de los
hombres, y la luz luce en las tinieblas, mas las tinieblas no la
comprendieron. Y que el alma del hombre, aunque da testimonio de la luz,
no es la luz, sino el Verbo, Dios; ése es la luz verdadera que ilumina a todo
hombre que viene a este mundo. Y que en este mundo estaba, y que el
mundo es hechura suya, y que el mundo no le reconoció. (Conf. VII, 9)
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Imperturbabilidad el alma
por la verdad; muchas cosas acumuladas en sí y las diferentes teofanías ya no
eran esquivas para el Hiponense.
El sentido del volver al origen se daba a conocer cuando Dios que siempre ha
amado y esperado, deseaba el regreso de su hijo; es el volver al padre, es
encontrarse con la propia persona; es el sí en mi que tiene su naturaleza en el
interior de cada ser. Después de estar alienado, lejos de sí y por lo tanto lejos de
Dios llega el retorno al principio a la verdad, y por lo tanto, a la felicidad.
Agustín acepta el llamado de Dios, de la misma verdad, del mismo Cristo y como
respuesta él emprende una vida de gracia como grito de su “sí” al amor; pero allí si
encontró lo que busco largos años de su vida: felicidad; allí encontró a Cristo vivo,
al hombre que posee la verdad en sí misma.
Caminos son los que se recorren para encontrar la verdad, pero esta solo está en
una persona y en una doctrina: en Cristo y en el catolicismo. La doctrina da
razones mismas para creer, pero no es solo un acto de razón sino de la misma
experiencia. El conocimiento es la ruta para hallar la verdad, se da en niveles de
búsqueda de sentido.
BIBLIOGRAFÍA