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Pausa Ignaciana

La pausa ignaciana o también conocido como el Examen de conciencia o de


la Jornada General, tiene su origen y base en los Ejercicios Espirituales fruto
de las vivencias de San Ignacio de Loyola.
Una de las grandes gracias que San Ignacio de Loyola recibió durante su
conversión fue ser llevado a comprender que Dios está continuamente
ocupado en nuestras vidas. Él diría que Dios está continuamente ‘trabajando’
en nosotros – laborando en los eventos ordinarios de nuestra vida cotidiana
para llevarnos a la plenitud de la vida para la cual Dios nos crea.
La respuesta de San Ignacio a esta acción continua de Dios en su vida fue
volverse frecuentemente a Dios en oración, abrirse a Dios y buscar ser guiado
por Dios. Era una oración que hoy conocemos como el examen de conciencia,
pausa ignaciana, examen de la jornada. Esto no debe confundirse con el
examen de conciencia que se centra en la moralidad de nuestras acciones
y a menudo es usado como preparación para la confesión sacramental[iii].
La Pausa Ignacia es una oración de simple atención a Dios para discernir la
acción de Dios en nuestras vidas para que podamos llegar a comprender cómo
Dios está ‘trabajando’ en nosotros, a lo que Dios nos apremia, y qué, dentro
de nosotros, pueda estar resistiéndose a la acción de Dios.
Es hacer un alto en nuestras actividades cotidianas, de tal manera que nos
regalamos un espacio para tranquilizarnos, interiorizar y hacer consiente
algunas de nuestras vivencias y al paso de Dios en ellas.
San Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales sugiere cinco pasos:
1.- ME DETENGO Y RESPIRO (Transición)[iv]
Tranquilizo mi cuerpo y mi mente y pido Luz.
Me pongo delante de Dios que me ama y me da la bienvenida.
PETICIÓN: ¿Señor que es lo que deseas mostrarme hoy?
2.- RECUERDO LO QUE HE VIVIDO AYER EN LA TARDE Y LO QUE VA
DEL DÍA DE HOY. (Revisión)
¿Qué he vivido?, ¿Qué siento?, ¿Qué he hecho?, ¿Cuáles han sido mis
pensamientos?…
3.- ME PREGUNTO (Gratitud)
¿Qué me hizo sentir amado?
4.- ME RECONOZCO MIS ERRORES (Contrición)
¿En dónde me falto dar amor?
Pido a Dios me guíe para poder corregir lo que hace daño a mi o a los demás.
5.-DOY GRACIAS (Renovación)
Agradezco a Dios este día y todo lo vivido y veo que es lo que puedo cambiar
de acuerdo al deseo amoroso de Dios para mí.
Bibliografía:
[i] Ignacio de Loyola, SJ
Ejercicios Espirituales
Introducción, texto, notas y vocabulario por Cándido de Dalmases, SJ
Santander, Cantabria: Editorial Sal Terrae, 1990.
Páginas 66-67.
[ii] https://sites.google.com/site/amdg1540/docs/ee_ex_gral
[iii] “Más en las Obras que en las Palabras” James Martin, sj. 2012 ed
Mensajero / Salterrae. páginasp 89 -99
[iv] Documento de la PAUSA IGNCIANA. Loyola.org

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