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CENTRO DE INVESTIGACION PARA EL DESARROLLO HUMANO

LICENCIATURA EN PSICOLOGIA FAMILIAR

MATERIA:

PSICOPATOLOGÌA II

TEMA:

TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD

TITULAR DE LA MATERIA:

LIC. FIDEL GONZÁLEZ GÓMEZ

ALUMNA:

NORMA ANDREA VILLARREAL PÈREZ

SÀBADO 11 DE AGOSTO DEL 2018


Contenido
Antecedentes historicos ............................................................................................................................... 3

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, el DSM IV, CIE-10 ........................................................ 5

¿Qué es el TDAH?.......................................................................................................................................... 5

Heterogeneidad del TDAH en todos los niveles de análisis .......................................................................... 6

Evaluación diagnostica .................................................................................................................................. 7

Escalas de evaluación utilizadas con más frecuencia ................................................................................... 9

Intervención para el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad ..................................................... 9

Abordaje psicoeducacional: ........................................................................................................................ 10

Terapia cognitivo-conductual: .................................................................................................................... 10

Terapia de modificación de conducta: ........................................................................................................ 10

Entrenamiento en habilidades sociales: ..................................................................................................... 11

Técnicas de relajación y control del estrés y la ansiedad: .......................................................................... 11

Tratamiento farmacológico ........................................................................................................................ 11

Conclusión ................................................................................................................................................... 12

Terminología ............................................................................................................................................... 13

Bibliografía .................................................................................................................................................. 16

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Antecedentes historicos

Para poder hablar de una de las patologías con más prevalencia en el desarrollo infantil
y vida adulta el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad es importante explorar
los antecedentes de dicha patología.
Las posiciones de los primeros clínicos de la psiquiatría como Esquirol darían una
escasa cabida al trastorno mental entre los niños, De forma excepcional para la época,
Sir Alexander Crichton (1763-1856), un médico escocés, escribió sobre una “inquietud
mental” muy similar al subtipo inatento del TDAH. Crichton describe las características
de este trastorno, que incluían la falta de atención y la inquietud en los niños, afirmando
que “los movía en exceso”.
En 1901 Still describe en las conferencias Goulstonianas un grupo de 43 niños con lo
que se ha denominado la primera descripción clínica moderna del TDAH.
George Still, un pediatra británico, describe una condición que provoca un
comportamiento impulsivo, hiperactivo, desafiante y una falta de atención en
numerosos pacientes.
El trastorno con síntomas similares al TDAH apareció por primera vez en la (APA) de la
American Psychiatric Association “Manual de Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales (DSM)” en 1968. Se llama “reacción hipercinético de la infancia”,
que se consideraba el principal síntoma de hiperactividad.
A finales de 1980, los investigadores cambiaron su enfoque lejos de la falta de atención
e introdujeron la teoría de que el TDA concluyendo que estaba causada por el cerebro
o por la `traducción` incorrecta de recibir la información que recibía el niño. La APA
cambió el nombre del trastorno `de déficit de atención con hiperactividad` (TDAH), y
define tres subtipos principales: el subtipo predominantemente inatento,
predominantemente hiperactivo-impulsivo y el subtipo de un subtipo combinado.
Aunque la Asociación Médica Americana (AMA) ha declarado que el TDAH es el
trastorno más ampliamente investigado de la conducta y que la causa exacta del TDAH
sigue siendo desconocida.
Es importante definir los distintos procesos que se encuentran implicados en este
trastorno y que suelen tener afectaciones en dicha patología.
Atención: La psicología cognitiva señala que la atención debe ser entendida al menos
en tres dimensiones o clases: atención selectiva, dividida y sostenida.
Atención selectiva: Entendemos la capacidad de un organismo para concentrarse en
una sola fuente de información y en la realización de una única tarea, excluyendo
aquellas otras fuentes que puedan interferir en ella.
La atención dividida se refiere a los mecanismos que una persona pone en
funcionamiento para atender simultáneamente varias demandas del ambiente. Para
actuar correctamente en esta situación, la persona tendrá que distribuir recursos de
atención hacia cada actividad.
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La atención sostenida. Esta se puede entender como el tiempo que una persona es
capaz de concentrarse en un estimulo simple o en una representación antes de que
empiece a cometer errores.
Además la capacidad de la atención está influida por varios factores:
1. Evaluación de esfuerzo que requiere la tarea.
2. Disposición estable orientada a la supervivencia
3. Orientación a objetivos transitorios dependientes de las necesidades del
momento.
4. El nivel de activación emocional.

Funciones Ejecutivas: Las funciones ejecutivas incluyen un grupo de habilidades


cognoscitivas cuyo objetivo principal es facilitar la adaptación del individuo a
situaciones nuevas y complejas yendo más allá de conductas habituales y automáticas.
(Collette, Hogge, Salmon, & van der Linden, 2006). Una gran variedad de destrezas
han sido incluidas dentro de las llamadas funciones ejecutivas tales como la capacidad
para establecer metas, el desarrollo de planes de acción, la flexibilidad de
pensamiento, la inhibición de respuestas automáticas, la autorregulación del
comportamiento, y la fluidez verbal.

Memoria de trabajo: Baddeley describe un mecanismo de almacenamiento temporal


que permite retener a la vez algunos datos de información en la mente, compararlos,
contrastarlos, o en su lugar, relacionarlos entre sí. Se responsabiliza del
almacenamiento a corto plazo, a la vez que manipula la información necesaria para los
procesos cognitivos de alta complejidad. La Memoria de Trabajo participa en por lo
menos dos tipos de procesos:
– Control ejecutivo: hace referencia al mecanismo de procesamiento de la información.
– Sostenimiento activo: constituye el concepto de almacenamiento temporal.

Habla autodirigida o encubierta: es la que permite de forma autónoma regular el


comportamiento, seguir reglas e instrucciones, cuestionarse la resolución de un
problema y conseguir “meta-reglas”.

El control de la motivación , las emociones y el estado de alerta: capacidad para


autoregular los impulsos, la motivación y las emociones.

El proceso de reconstrucción: que consta a través de dos subprocesos, la


fragmentación de las conductas observadas y la recombinación de sus partes para el
diseño de nuevas acciones.

Afectividad: La afectividad es un aspecto de la adaptación del individuo con funciones


propias que orienta y matiza las acciones del sujeto; abarca todos los estados anímicos
y todas las reacciones que se enraízan en el instinto y en el inconsciente.

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Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, el DSM IV, CIE-10

En la actualidad, las dos clasificaciones de los trastornos mentales más utilizadas son
la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) de la Organización mundial de
la salud (OMS), y la clasificación de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) en su
Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales, ambas describen el
trastorno de forma similar, con algunas variaciones sobre los criterios exigidos para el
diagnostico.
El DSM-5 se ha modificado y ahora tanto adultos como adolescentes pueden ser
diagnosticados formalmente con el trastorno. Los criterios diagnósticos hacen mención
y proveen ejemplos de cómo el trastorno se presenta en los adultos y adolescentes.En
el diagnóstico del TDAH en los adultos, los profesionales clínicos actualmente
examinan la infancia media (12 años de edad) y durante todo el transcurso de la
adolescencia para trazar el momento de aparición de los síntomas, sin llegar hasta la
niñez temprana (7 años de edad).
En la edición anterior, el DSM-IV TR, al TDAH se le subclasificaba en tres “subtipos”.
Esto se ha modificado y a los subtipos ahora se les denomina “presentaciones
clínicas”. Además, las “presentaciones clínicas” de la persona pueden variar en el
transcurso de su vida. Esta modificación describe de mejor manera el efecto del
trastorno en el individuo durante las diferentes etapas del ciclo vital.
Un individuo con TDAH ahora puede padecer TDAH en grado leve, moderado o severo.
Esto se basa en el número de síntomas que la persona experimenta y cuán dificultosos
dichos síntomas hacen la vida cotidiana.
El cambio significativo entre en DSM-IV y el DSM-V es que a la persona se le puede
diagnosticar TDAH y el Trastorno del Espectro Autista.
La CIE-10 los incluye bajo el epígrafe “trastornos del comportamiento y las emociones
de comienzo habitualmente en la infancia y adolescencia” como los trastornos
hipercinèticos (F90) y trastornos disóciales (F91), la sintomatología se prescenta
conjuntamente (comorbilidad) con otro Trastorno Negativista Desafiante o Trastorno
Disocial.

¿Qué es el TDAH?

El TDAH es una trastorno neurobiológico que aqueja tanto a adultos como a niños. Es
descrito como un patrón persistente o continuo de inatención y-o hiperactividad e
impulsividad que impide las actividades diarias o el desarrollo típico. Los individuos con
TDAH también pueden experimentar dificultades para mantener la atención, la función
ejecutiva (o la habilidad del cerebro para comenzar una actividad, organizarse y llevar a
cabo tareas) y la memoria de trabajo.

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Heterogeneidad del TDAH en todos los niveles de análisis

El TDAH tiene un fuerte componente genético, como así lo indican los estudios de
niños adoptados y los estudios de gemelos (Albert, López-Martín, Fernández-Jaén y
Carretié, 2009). Los primeros han observado que la prevalencia del trastorno es
claramente mayor entre los familiares biológicos que entre los familiares adoptivos
(Sprich, Biederman, Crawford, Mundy y Faraone, 2000). Los segundos estiman que el
índice heredabilidad del trastorno es de 0,77 (Faraone et al., 2005), una cifra elevada si
se compara con la de otros trastornos neuropsquiátricos. Por otro lado, datos
convergentes de estudios neuropsicológicos, neuroquímicos y de neuroimagen
estructural y funcional han mostrado que el TDAH está caracterizado por anomalías en
una amplia variedad de regiones cerebrales, entre las que destacan aquellas que
forman el circuito fronto-estriado: corteza prefrontal dorsolateral y regiones dorsales de
la corteza cingulada anterior y el estriado (Bush, Valera y Seidman, 2005; Seidman,
Valera y Makris, 2005; Willcutt, Doyle, Nigg, Faraone y Pennington, 2005; Zimmer,
2009). La disfunción de este circuito parece ser la responsable del déficit ejecutivo, y
especialmente del pobre control inhibitorio, mostrados por muchos niños, adolescentes
y adultos con TDAH.
El desarrollo en la última década de modernas técnicas de estudio del cerebro, tanto a
nivel anatómico como funcional, ha permitido conocer las importantes diferencias entre
el cerebro con TDAH y el cerebro sano. Por un lado, un amplio número de estudios que
han empleado diversas técnicas anatómicas muestran que, como grupo, el volumen
cerebral de los niños con TDAH es menor que el de los niños control, tanto si se
compara el volumen de todo el cerebro (la reducción es de aproximadamente un 3-5%:
Seidman et al., 2005) como si se tienen en cuenta determinadas regiones cerebrales,
No obstante, aunque la evidencia científica que apoya la disfunción del circuito fronto-
estriado en el TDAH es extensa y robusta, cada vez es más evidente que las
alteraciones de este circuito no son suficientes para explicar la enorme heterogeneidad
del trastorno.
El TDAH no sólo se pone de manifiesto a nivel neurobiológico, con la implicación de
distintos circuitos neurales, sino también en otros niveles de análisis: desde las causas
que lo originan (genéticas, ambientales) y la implicación de múltiples genes (ADRA2A,
SLC6A2, DRD4, DRD5, DAT) y neurotransmisores (dopamina, noradrenalina,
serotonina), hasta las diferencias en la expresión de los síntomas (inatención,
hiperactividad, impulsividad) y la comorbilidad con otros trastornos neuropsiquiátricos
(trastornos de conducta, trastornos de aprendizaje, ansiedad, depresión). A nivel
neuropsicológico, esta heterogeneidad se refleja en la alteración de una amplia
variedad de procesos psicológicos, tanto cognitivos (atención, inhibición de respuesta,
memoria de trabajo, procesamiento temporal) como afectivos (procesamiento de la
recompensa, aversión a la demora, procesamiento emocional, regulación emocional).
Sin embargo, mientras que las deficiencias cognitivas, y especialmente las ejecutivas,
han sido ampliamente estudiadas, apenas se dispone de información sobre las
disfunciones afectivas del TDAH.

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Evaluación diagnostica

Criterios diagnósticos DSM-5


A. Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el
funcionamiento o el desarrollo, que se caracteriza por (1) y/o (2):
1. Inatención: Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al
menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta
directamente las actividades sociales y académicas/laborales.
a. Con frecuencia falla en prestar la debida atención a detalles o por descuido se
cometen errores en las tareas escolares, en el trabajo o durante otras actividades (p.
ej., se pasan por alto o se pierden detalles, el trabajo no se lleva a cabo con precisión).
b. Con frecuencia tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades
recreativas (p. ej., tiene dificultad para mantener la atención en clases, conversaciones
o la lectura prolongada).
c. Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente (p. ej., parece
tener la mente en otras cosas, incluso en ausencia de cualquier distracción aparente).
d. Con frecuencia no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares, los
quehaceres o los deberes laborales (p. ej., inicia tareas pero se distrae rápidamente y
se evade con facilidad).
e. Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades (p. ej., dificultad
para gestionar tareas secuenciales; dificultad para poner los materiales y pertenencias
en orden; descuido y desorganización en el trabajo; mala gestión del tiempo; no cumple
los plazos).

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f. Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar tareas que
requieren un esfuerzo mental sostenido (p. ej., tareas escolares o quehaceres
domésticos; en adolescentes mayores y adultos, preparación de informes, completar
formularios, revisar artículos largos).
g. Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades (p. ej., materiales
escolares, lápices, libros, instrumentos, billetero, llaves, papeles del trabajo, gafas,
móvil).
h. Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos (para adolescentes
mayores y adultos, puede incluir pensamientos no relacionados).
i. Con frecuencia olvida las actividades cotidianas (p. ej., hacer las tareas, hacer las
diligencias; en adolescentes mayores y adultos, devolver las llamadas, pagar las
facturas, acudir a las citas).
2. Hiperactividad e impulsividad: Seis (o más) de los siguientes síntomas se han
mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de
desarrollo y que afecta directamente a las actividades sociales y académicas/laborales:
a. Con frecuencia juguetea con o golpea las manos o los pies o se retuerce en el
asiento.
b. Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que permanezca sentado
(p. ej., se levanta en la clase, en la oficina o en otro lugar de trabajo, o en otras
situaciones que requieren mantenerse en su lugar).
c. Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado.
(Nota: En adolescentes o adultos, puede limitarse a estar inquieto.)
d. Con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en actividades
recreativas.
e. Con frecuencia está “ocupado,” actuando como si “lo impulsara un motor” (p. ej., es
incapaz de estar o se siente incómodo estando quieto durante un tiempo prolongado,
como en restaurantes, reuniones; los otros pueden pensar que está intranquilo o que le
resulta difícil seguirlos).
f. Con frecuencia habla excesivamente.
g. Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una
pregunta (p. ej., termina las frases de otros; no respeta el turno de conversación).
h. Con frecuencia le es difícil esperar su turno (p. ej., mientras espera en una cola).
i. Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros (p. ej., se mete en las
conversaciones, juegos o actividades; puede empezar a utilizar las cosas de otras
personas sin esperar o recibir permiso; en adolescentes y adultos, puede inmiscuirse o
adelantarse a lo que hacen otros).

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El diagnostico está basado principalmente en la evaluación clínica, tomando encuentra
los criterios diagnósticos descritos previamente y el sistema de multiinformantes, que
incluye entrevista con los padres (antecedentes familiares, personales, patológicos e
historia del desarrollo) sobre las diferentes etapas del desarrollo del niño o adolescente
y su comportamiento, un examen directo con el menor, una revisión con la información
que proviene del profesor de la escuela.

Escalas de evaluación utilizadas con más frecuencia

CEPO es un instrumento que valora exclusivamente los síntomas de la inatención,


hiperactividad e impulsividad, para adolescentes y es autoaplicable.
Escala de Conners aunque la escala fue creada para evaluar los cambios en la
conducta de niños hiperactivos que reciben tratamiento con medicamento estimulante,
su uso se ha extendido como instrumento para recoger información de padres y
profesores.
Es importante mantener un tratamiento multimodal es decir un trabajo en conjunto
neurólogo, psicólogos, trabajadores sociales, psiquiatras, paidopsiquiatras, familiares,
profesores, médico general, cada uno aporta su experiencia para abordar problemas
específicos.
Actualmente los tratamientos más efectivos están enfocados a reducir los síntomas
clave. Los tratamientos para el TDAH son prolongados, solo controlan. Hasta el
momento, las intervenciones que han demostrado ser más efectivas son:
farmacoterapia, psicoeducacion, modificación conductual, tratamiento cognitivo-
conductual y orientación para padres y profesores.

Intervención para el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad

La intervención psicológica en el Trastorno por déficit de atención e Hiperactividad


(TDAH) es una terapia para ayudar a los niños y adolescentes a desarrollar su
capacidad de autocontrol, a manejar la sintomatología nuclear del trastorno, a gestionar
y controlar la frustración, a mejorar y entrenar la socialización, usando procedimientos
conductuales, de autocontrol, autoinstrucciones, pensamientos reflexivos, modificación
de conductas disruptivas, relajación,
La intervención psicológica en los niños y adolescentes TDAH debe incluir dominios en
los que el afectado manifiesta algún problema como cognitivo, emocional,
comportamental:

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Abordaje psicoeducacional:

La Psicoeducaciòn consiste en un abordaje que enseña al afectado y su familia en qué


consiste el trastorno de TDAH, qué características tiene y qué se puede hacer para
mejorarlo.

Aspectos que trabaja:

 Explicación del TDAH al afectado


 Posibles problemas o riesgos asociados al trastorno
 Las diferentes vías de intervención y tratamiento que existen
 Aceptación activa del diagnóstico por parte del afectado
 Acuerdos de compromiso y cumplimiento terapéutico

Terapia cognitivo-conductual:

El enfoque terapéutico cognitivo-conductal ha demostrado ser la herramienta más


eficaz de que disponemos para reducir los comportamientos perturbadores de los/as
niños/as con Trastorno por déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y aumentar los
comportamientos autocontrolados (Soutullo y Díez, 2007.) Para su aplicación, es
imprescindible la implicación de las personas responsables de la educación del niño/a,
pues son ellos/as quienes aplican las pautas en casa. Aspectos que trabaja:

 Desarrollo y orientación personal


 Resolución de conflictos
 Entrenamiento en auto-instrucciones
 Organización y planificación de la conducta en función de objetivos y metas
 Autorregulación emocional
 Entrenamiento en habilidades y estrategias internas

Terapia de modificación de conducta:

La terapia de modificación de conducta, se basa en los condicionamientos operantes,


el uso de reforzadores y castigos y favorece la extinción de conductas disruptivas y la
implantación y aparición de conductas positivas. Aspectos que trabaja:

 Normas y limites
 Entrenamientos en hábitos positivos
 Modificación de conductas disruptivas y problemas de conducta
 Entrenamiento en conductas positivas

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Entrenamiento en habilidades sociales:

El área social es una de las áreas donde mayores dificultades tienen los niños y
adolescentes con TDAH. La adquisición de pautas, estrategias y habilidades para
relacionarse de manera adecuada mediante un proceso de entrenamiento favorecerá la
interacción social de los afectados con TDAH con sus iguales y evitará problemas de
rechazo social, asilamiento y baja autoestima. Aspectos que trabaja:

 Autoestima, comunicación emocional


 Entrenamiento asertivo
 Reglas de sociabilización
 Entrenamiento en conductas prosociales
 Habilidades de competencia social

Técnicas de relajación y control del estrés y la ansiedad:

Las técnicas de relajación y trabajo corporal ayudan a controlar y canalizar el exceso


de actividad, los estados de agitación, nerviosismo y ansiedad y favorecen las
emociones positivas y mejoran la comunicación y el ambiente familiar.

También favorecer la práctica de actividades físicas o culturales, o de tipo social,


ayudan a mejorar la autoestima de estos niños y a desarrollar y potenciar otras
capacidades y habilidades que presentan. Aspectos que trabaja:

 Relajación y respiración
 Expresión corporal
 Realización de actividades externas como actividades deportivas, hobbies,
actividades socio-culturales
 Psicomotricidad

El lenguaje interno o las autoinstrucciones son las que facilitan esta interiorización de
las reglas e instrucciones, ya que fomentan el pensamiento organizado y reflexivo. Los
procedimientos autoinstruccionales y las técnicas de resolución de problemas tienen
como objetivo que el sujeto interiorice pautas de actuación generalizables a distintas
situaciones con el fin de alcanzar los objetivos propuestos.

Tratamiento farmacológico

La corteza prefrontal tiene una disfunción están encaminados a mejorar los neurotransmisores

 Meltifenidato inhibe la recaptura de dopamina.


 Atomoxetina recaptura la noradrenalina.

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 Guanfacina activan los receptores noradrenalina.
 Clonidina Liberando neurotranmisores a la corteza prefontal

Conclusión

En la actualidad este trastorno del neurodesarrollo ha causado una gran polémica y


desconfianza por parte de los padres de aquellos menores que han sido
diagnosticados, la realidad es que los casos han aumentado en los últimos años
porque se detecta mejor. El avance en las técnicas de estudio cerebrales permite
evidenciar que hay diferencias importantes a nivel anatómico y funcional, en
comparación con las personas sin TDAH. Estas investigaciones ponen de relieve las
indudables disfunciones cognitivas de la atención, del control inhibitorio, de la
motivación o de la memoria de trabajo, entre otras, que se manifiestan a la hora de
planificar, priorizar, resolver problemas, analizar, organizar, ejecutar, manejar el tiempo,
regular las emociones y las recompensas, manifestando además una ineludible
aversión a la demora, por otra parte es importante realizar las intervenciones
adecuadas para un diagnostico acertado e indagar de manera objetiva sobre los
síntomas que se están presentando así mismo realizar una revicio9n sistémica en la
estructura y dinámica familiar, no dejando de lado el aspecto cultural y socioeconómico
de cada paciente.

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Terminología

Afectividad negativa: es un factor de distrés subjetivo y engloba un amplio rango de


estados de ánimo negativos, incluyendo miedo, ansiedad, hostilidad y disgusto. Pero,
además, indicaría una amplia predisposición a experimentar emociones negativas que
tienen influencia en los procesos cognitivos, en el nivel de autoconcepto y, por
supuesto, en la tendencia a la depresión y la baja satisfacción en la vida
Afectividad restringida: afectividad aplanada, embotamiento afectivo, demencia
esquizofrénica, afectividad restringida, anestesia sentimental, vaciamiento afectivo,
pobreza afectiva, deterioro emocional, esquizosis, Esta afectividad es propia de los
cuadros residuales de las psicosis esquizofrénicas.
Alucinación: Engaño perceptivo en el que se percibe un estímulo que no existe en el
medio externo, generalmente estando convencido el sujeto que lo percibe de su
veracidad. Pueden ser de cualquier modalidad sensorial e ir vinculadas o no a
determinados estímulos.
Agnosia Fallo o alteración en el reconocimiento de algún tipo de estimulación. Se
percibe el estímulo a través de los sentidos, pero no se reconoce o la totalidad del
estímulo una parte o aspecto concreto de éste. Puede darse en cualquier modalidad
sensorial.

Anhedonia: es la incapacidad para experimentar placer, la pérdida de interés o


satisfacción en casi todas las actividades. Se considera una falta de reactividad a los
estímulos habitualmente placenteros.
Anosognosia Se refiere a la falta de conciencia de los déficits en funciones
sensoriales, motoras y cambios cognitivos que se producen como una consecuencia
directa de un daño cerebral adquirido, No es simplemente una negación; se trata de un
déficit neurológico real.
Antagonismo: Oposición o rivalidad entre ideas, doctrinas u opiniones
Características psicóticas. Los trastornos psicóticos son trastornos mentales graves
que causan ideas y percepciones anormales. Las personas con psicosis pierden el
contacto con la realidad. Dos de los síntomas principales son delirios y alucinaciones.
Los delirios son falsas creencias, tales como la idea de que alguien está en su contra o
que la televisión les envía mensajes secretos. Las alucinaciones son percepciones
falsas, como escuchar, ver o sentir algo que no existe.
Compulsión: El concepto de compulsión se utilizaba mucho en el ámbito del
psicoanálisis, y desde este enfoque se entendía que su significado era el de un
comportamiento repetitivo que se utiliza para dar salida a la frustración de no poder
satisfacer deseos que nacen en la parte más inconsciente y pasional de la mente.

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Desinhibición: Desaparición de la función inhibitoria del córtex frontal sobre el sistema
límbico que puede ocurrir en lesiones cerebrales orgánicas o como consecuencia de
drogas de abuso.
Distimia: Se considera a la distimia como a una depresión crónica de más de dos años
de evolución, con síntomas menos severos que la depresión mayor, pero a menudo
acompañada de episodios sobreañadidos de esta depresión (depresión doble).
Corresponde a lo que antes se denominaba depresión neurótica, neurosis depresiva,
depresión endovivencial, depresión endosituativa, disforia crónica, depresión menor
crónica o depresión reactiva.
Discinesia: . Son movimientos de tipo distónico que aparecen precozmente como
efecto secundario extrapiramidad de los neurolépticos, fundamentalmente los clásicos
e incisivos. Se puede manifestar en forma de crisis oculogiras, blefaroespasmo,
tortícolis, retrocolis, anterocolis, elevación del hombro, lordosis, opistótonos, posturas
distónicas de brazos y piernas, afectación de la lengua, faringe, etc. Es más frecuente
en personas jóvenes. Responde muy bien a los anticolinérgicos.
Fase residual: La fase de una enfermedad que ocurre tras la remisión de los síntomas
floridos o del síndrome completo.
Incoherencia: Lenguaje o pensamiento que resulta esencialmente incomprensible a
los demás porque las palabras o las frases se unen sin una conexión lógica o
significativa.
Impulsividad: Se aplica a las conductas rápidas, no planificadas, que no tienen en
cuenta sus consecuencias.
Obsesión: es un estilo de pensamiento en el que la persona está atrapada por una
idea fija, que con mucha frecuencia asalta la mente. La obsesión tiene muchas formas
de expresión: el orden o limpieza, el dinero, el cuerpo, una relación de pareja.
Pensamiento mágico: El pensamiento mágico o conocimiento mágico consiste en
una forma de pensar y razonar, basada en supuestos informales, erróneos o no
justificados y, frecuentemente, sobrenaturales, que genera opiniones o ideas carentes
de fundamentación empírica robusta.
Pensamiento acelerado: trastorno que genera hiperactividad, falta de atención y la
incapacidad para controlar los pensamientos.
Personalidad: Para R.C. Cloninger la personalidad se puede definir como la
organización dinámica de los sistemas psicobiológicos que modulan la adaptación a la
experiencia. Los dos dominios principales de la personalidad serían el temperamento y
el carácter.
Síndrome: Conjunto de síntomas que caracterizan una enfermedad.
Grupo de síntomas y signos que revelan la alteración de una función somática,
relacionados unos con otros por medio de alguna peculiaridad anatómica, fisiológica o

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bioquímica del organismo. Implica una hipótesis sobre el trastorno funcional de un
órgano, un sistema orgánico o un tejido.
Signo: son los gestos, manifestaciones, señales, marca, símbolo o alteración de la
salud que presenta algún individuo, es un indicador para ver si hay una alteración en la
persona, se puede observar.
Síntoma: es un indicador de alguna perturbación ya que se puede presentar como un
cambio de conducta, y se acompaña de signos.
Sumisión: es una actitud, un comportamiento que puede desarrollar una persona y
que implica sometimiento, subordinación y acatamiento en todo nivel y sentido a otra
persona o grupo y que resulta normalmente de estar ese individuo en un escalón o
altura menor, o en su defecto por encontrarse amenazado o haber sufrido
Tolerancia: es cuando uno tiene la capacidad de aceptar a otras personas que no
piensan de la misma manera o que tienen otros valores o reglas para su accionar en la
vida. Se trata básicamente de respetar los pensamientos, ideas y comportamientos de
los demás.
Disforia: Disminución del tono del humor acompañada de desconsuelo, ansiedad,
irritabilidad y excesiva reactividad a los estímulos. Se inicia con una crisis y se
manifiesta en personalidades de humor frágil. Difiere de la depresión verdadera porque
es más sensible a las modificaciones causadas por los acontecimientos externos.
Trastorno: como un patrón de síntomas psicológicos o de comportamiento que afectan
a varias áreas de la vida y/o crean alguna clase de malestar emocional en la persona
que lo padece.
Enfermedad: es el cambio más o menos grave de la salud de un ser vivo. Esta alteración
o afección de la salud de un individuo puede ser de tipo físico, mental o social, es decir,
una persona puede estar enferma si ha sufrido alguna pérdida de su salud en el ámbito
físico (del cuerpo), mental (en la psiquis o cerebro) y/o social (por la sociedad).

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Bibliografía

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