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Firma
Cuando comenzó la Guerra Civil Española en julio de 1936, Ortega se hallaba enfermo en su
domicilio; apenas tres días tras el comienzo de la contienda, se presentaron en su domicilio
varios comunistas armados de pistolas que exigieron su firma al pie de un manifiesto contra el
Golpe de Estado y en favor del Gobierno republicano. Ortega se negó a recibirlos y fue su hija
la que en una conversación con ellos —conversación que, como ella misma relató más tarde,
llegó a ser muy tensa—, consiguió convencerlos de redactar otro texto muy corto y menos
politizado y que, efectivamente, acabó siendo firmado por Ortega, junto con Gregorio
Marañón, Ramón Pérez de Ayala y otros intelectuales. En su artículo En cuanto al pacifismo,
escrito ya en el exilio, se refiere Ortega a este episodio. En ese mismo mes de julio y a pesar
de su grave enfermedad, huyó de España (lo que consiguió gracias a la protección de su
hermano Eduardo, persona de valimiento cerca de diversos grupos políticos de izquierda) y se
exilió; primero en París, luego en los Países Bajos y Argentina, hasta que en 1942 fijó su
residencia en Lisboa. A partir de 1945 su presencia en España fue frecuente, pero
habiéndosele impedido recuperar su cátedra (aunque al parecer consiguió cobrar sus sueldos
atrasados), optó por fundar un «Instituto de Humanidades» donde impartía sus lecciones.
Durante estos años, y hasta su muerte en 1955, fue fuera de España —sobre todo en
Alemania—, donde recibió el crédito y las oportunidades de expresión que correspondían a su
prestigio.
Ortega y Gasset ejerció una gran influencia en la filosofía española del siglo XX no solo por la
temática de su obra filosófica, sino también por su estilo literario ágil, descrito por algunos
como próximo al Quijote, que le permitió llegar fácilmente al público general.
Falleció el 18 de octubre de 1955 en su domicilio del número 28 de la madrileña calle del
Monte Esquinza,7. Según se sugiere en una carta de la catedrática y escritora Carmen Castro
al padre Donostia.8, murió reconciliado con la Iglesia, aunque esta versión de los últimos
momentos del filósofo ha sido desmentida de forma rotunda por su familia, como su
nieto Andrés Ortega Klein, quien la considera un «bulo» propagado «por la prensa nacional-
católica».9
El mundo del siglo XX se caracteriza por caminar entre progresos tecnológicos, concentración
de capitales, distintos apetitos imperialistas y sus consecuencias bélicas, contradicciones
entre los regímenes aparentemente liberales y parlamentarios y la resistencia de las ya
desfasadas estructuras sociales, políticas e ideológicas del Antiguo Régimen.
Durante este siglo nace el cine, el cubismo de Picasso. Las grandes empresas alemanas
comienzan a barrer varios sectores de mercado europeos mientras que en América los
estadounidenses desbordan a Francia en la producción del automóvil.
Crece el movimiento obrero, y como consecuencia nacen el Partido Socialdemócrata de
Alemania y el Partido Laborista británico. Francia ya se ha convertido definitivamente en el
modelo de estado burgués, democrático y laico, mientras que en Rusia estalla la Revolución
de Octubre.
El pensamiento científico da pasos agigantados que presagian la nueva era: Max Planck
desarrolla su teoría cuántica, Einstein su teoría de la relatividad, Landsteiner descubre los
grupos sanguíneos humanos, Ramón y Cajal demuestra en 1901 la estructura del tejido
nervioso y las neuronas, y en el mismo año Freud publica su obra Psicopatología de la vida
cotidiana.
Como hemos dicho, se trata de una época de ansia imperialista. Aparecen numerosos
imperios coloniales. Las grandes potencias se anexionan más de diecisiete millones de
kilómetros cuadrados de otros continentes, con millones de habitantes.
En España
Pero España no queda al mismo nivel que estas potencias. De hecho, más que ganar
territorios, los pierde, en el desastre del 98, comenzando así una nueva época de crisis
política e ideológica.
Desde el nacimiento de Ortega en 1883 hasta su muerte en 1955 se suceden en España
diferentes formas de Estado. Nace durante el reinado de Alfonso XII en plena restauración
borbónica. Dos años después, en 1885, muere el rey y comienza la etapa de regencia de su
segunda esposa María Cristina. En este periodo se mantiene el sistema turnista propuesto
por Cánovas del Castillo años atrás. Este sistema trajo una etapa de crecimiento y desarrollo
al país, pero significaba una gran corrupción política que aceleró la crisis. Como hemos dicho,
en 1898 se produce el llamado desastre del 98, la pérdida de las colonias españolas en Cuba,
Puerto Rico y Filipinas. Esto, junto a la crisis política, pondrá en marcha un movimiento,
el regeneracionismo que propone un renacer ideológico y político del país para una posterior
reforma económica.
Pero Ortega no es propiamente regeneracionista, sino que perteneció a la generación del 14o
novecentista, generación con un punto de vista más positivo que el de sus antecedentes del
98.
En 1923 el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera se subleva contra el gobierno
y da un golpe de estado respaldado por la corona. Este golpe pretendía, oficialmente, poner
fin a la guerra de Marruecos, que ya se había convertido en un problema considerable. Sin
embargo, no perseguía únicamente este fin, el desastre de Annual, o derrota de Annual, en
términos más impersonales, fue objeto de investigación por parte del gobierno, con el fin de
aclarar las causas del suceso, las causas apuntaron directamente al ejército y la monarquía,
se sustancia en esto, junto a posibles intereses ideológicos en contra del auge del socialismo
tras la Revolución de 1917, que Primo de Rivera efectuara el golpe de Estado en 1923.
Tras la crisis económica de 1927, acentuada en 1929, la violenta represión de obreros e
intelectuales y la falta de sintonía entre la burguesía y la dictadura será el objeto en cuestión a
partir del cual se une toda la oposición en agosto de 1930 en el llamado Pacto de San
Sebastián. Tras la dimisión de Primo de Rivera, los gobiernos de Dámaso Berenguer (la
denominada «dictablanda») y de Juan Bautista Aznar-Cabañas no harán otra cosa que
prolongar momentáneamente la decadencia, hasta que en las elecciones municipales de 1931
el rey, aun habiendo salido victorioso, decide marchar, proclamándose el 14 de abril
la Segunda República Española.
Ésta pasará por distintas formaciones de gobierno. Comienza con la etapa del bienio social-
azañista, un periodo de numerosas reformas de toda índole; tras esta etapa llega el bienio
radical-cedista, caracterizado por la anulación de las reformas anteriores y una serie de
medidas de represión para las distintas revoluciones, entre ellas la Revolución de 1934.
Siguiendo las pautas de la Komintern, varios partidos de izquierdas se unen en el
denominado Frente Popular, que se concibe como un frente antifascista. Gobernará,
oficialmente, desde el 1936 hasta el 1939. Pero el 17 de julio de 1936 se produce el golpe de
Estado que dará lugar a la Guerra Civil Española.
Esta fue un preámbulo de la Segunda Guerra Mundial que poco después se produciría en el
resto de Europa, dada la confrontación entre las dos principales ideologías que convivían en el
momento. Aparte del drama que supuso el conflicto civil, el triunfo de las fuerzas sublevadas
dirigidas por el general Franco supuso el establecimiento de una dictadura militar que duraría
treinta y seis años.
Filosófico
En el siglo XX Europa se debatía entre dos corrientes de pensamiento: el vitalismo y
el historicismo. Desde el vitalismo se considera que la esencia de la realidad no se reduce a la
razón pura, sino a un principio originario fundamental, que es la vida. El historicismo, surgido
en Alemania, sostiene que la historia es el elemento más importante para los seres humanos,
el devenir de las cosas referidas al ser individual o a la comunidad en general. El ser humano
es historia, y se va constituyendo a lo largo del tiempo. Como consecuencia de estas
tendencias surgieron en la filosofía orteguiana los conceptos de razón vital y razón histórica.
En España cobró especial importancia el krausismo, movimiento de renovación cultural
promovido por Giner de los Ríos y la Institución Libre de Enseñanza. A este le siguió
la generación del 98, caracterizada por su preocupación por España. A este respecto, partían
de una visión pesimista del presente español, provocada por su profunda crisis moral. De esta
generación destaca un pensador original, asistemático y solitario, Miguel de Unamuno, que
recoge en sus obras temas de Kierkegaard cuando este era prácticamente desconocido en
Europa. Entre 1906 y 1912 mantuvo una amarga polémica con Ortega sobre el tema de la
«europeización de España o la españolización de Europa», de la que se ha difundido sobre
todo la lapidaria expresión unamuniana: «¡Que inventen ellos!», que Ortega percibía como una
«desviación africanista del maestro y morabito salmantino».
Artículo principal: Filosofía de José Ortega y Gasset
El objetivo de la filosofía es encontrar el ser fundamental del mundo. Este «ser fundamental»
es radicalmente distinto a cualquier ser contingente o intramundano; y también es diferente a
«lo dado» (expresión con la que Ortega se refería a los contenidos de nuestra conciencia = «lo
dado» en nuestra conciencia). Todo contenido de conciencia es, por definición, fragmentario, y
no sirve para ofrecer el sentido del mundo y de la existencia. Este sentido solo se encuentra
en el «ser fundamental» o «el todo». La Filosofía es el saber que se encarga de aproximarnos
a esta cuestión.
«Filosofía» en Ortega se encuentra unida a la palabra «circunstancia», que Ortega hace
famosa en su expresión: «Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo.»
(Meditaciones del Quijote, 1914).10 Mantiene los principios esenciales de su perspectivismo en
periodos posteriores de su pensamiento.
A partir de El tema de nuestro tiempo desarrolla el «raciovitalismo», teoría que funda el
conocimiento en la vida humana como la realidad radical, uno de cuyos componentes
esenciales es la propia razón.
Para Ortega, la vida humana es la realidad radical, es decir, aquella en la que aparece y surge
toda otra realidad, incluyendo cualquier sistema filosófico, real o posible. Para cada ser
humano la vida toma una forma concreta.
Denomina «razón vital» a un nuevo tipo de razón —en rigor, el más antiguo y primario—, y
«raciovitalismo» al modo de pensar que se apoya en su nuevo concepto de razón. La razón
vital es una razón que se va realizando constantemente en la vida a la cual es inherente.
Etapas del pensamiento orteguiano
El pensamiento de Ortega se suele dividir en tres etapas:
Obras principales
Meditaciones del Quijote (1914)
Vieja y nueva política (1914)
Investigaciones psicológicas (curso explicado entre 1915-1916 y
publicado en 1982)
Personas, obras, cosas (artículos y ensayos escritos entre 1904
y 1912: «Renan», «Adán en el Paraíso», «La pedagogía social
como programa político», «Problemas culturales», etc.) (1916)
El Espectador (8 tomos publicados entre 1916 y 1934)
España invertebrada (1921)
El tema de nuestro tiempo (1923)
Las Atlántidas (1924)
La deshumanización del arte e ideas sobre la novela (1925)
Espíritu de la letra • Mirabeau o el político (1927, 1928-1929)
¿Qué es filosofía? (1928–1929, curso publicado póstumamente
en 1957)
Kant (1929–1931)
¿Qué es conocimiento? (publicado en 1984, recoge tres cursos
explicados en 1929, 1930 y 1931, titulados, respectivamente:
«Vida como ejecución (el ser ejecutivo)», «Sobre la realidad
radical» y «¿Qué es la vida?»)
La rebelión de las masas (1929)
Misión de la Universidad (1930)
Rectificación de la República. La redención de las provincias y la
decencia nacional(1931)
Goethe desde dentro (1932)
Viva la República (1933)
Unas lecciones de metafísica (curso dado entre 1932 y 1933 y
publicado en 1966)
En torno a Galileo (curso explicado en 1933 del que se
publicaron algunas lecciones en 1942 bajo el título Esquema de
las crisis) (1933–1934)
«Prólogo para alemanes» (prólogo a la tercera edición alemana
de El tema de nuestro tiempo. El propio Ortega prohibió su
publicación «por los sucesos de Múnich de 1934». Finalmente
se publicó en español en 1958)
Historia como sistema (1ª edición en inglés: 1935. La versión
española es de 1941 e incluye su ensayo Del Imperio romano)
Ensimismamiento y alteración. Meditación de la técnica (1939)
Ideas y creencias • Sobre la razón histórica (curso dado en
Buenos Aires y publicado en 1979 junto a otro dado en Lisboa
sobre el mismo asunto) (1940)
Teoría de Andalucía y otros ensayos • Guillermo Dilthey y la idea
de vida (1942)
Sobre la razón histórica (curso dado en Lisboa, vid. supra)
(1944)
Idea del teatro. Una abreviatura (conferencia dada en Lisboa,
abril, y en Madrid, mayo de 1946; publicada en 1958, aunque en
el número 62 de la Revista Nacional de educación ofreció una
versión de la pronunciada en Madrid)
La idea de principio en Leibniz y la evolución de la teoría
deductiva (1947, pero publicado en 1958)
Una interpretación de la historia universal. En torno a
Toynbee (1948, pero publicado en 1960)
Meditación de Europa (conferencia pronunciada en Berlín en
1949 con el título: «De Europa meditatio quaedam». Se publica
en 1960 junto a otros textos inéditos afines)
El hombre y la gente (curso explicado en 1949-1950 en el
Instituto de Humanidades; se publica en 1957)
Papeles sobre Velázquez y Goya (1950)
Pasado y porvenir para el hombre actual (título publicado en
1962 que reúne una serie de conferencias que Ortega pronunció
en Alemania, Suiza e Inglaterra en 1951–1954 y se publicaron
junto a un «Comentario al Banquete» de Platón)
Goya (1958)
Velázquez (1959)
Origen y epílogo de la filosofía (1960)
La caza y los toros (1960)
El origen deportivo del estado (1966)
Además de estas obras sugirió la idea de crear una enciclopedia taurina a la editorial Espasa-
Calpe y propuso encargárselo a Cossío, de la que apareció el primer volumen en 1943.11
Novecentismo
Perspectivismo
Razón vital
Filosofía de José Ortega y Gasset
José Ortega y Gasset
(Madrid, 1883 - 1955) Filósofo y ensayista español. Su pensamiento,
plasmado en numerosos ensayos, ejerció una gran influencia en varias
generaciones de intelectuales.
Hijo del periodista José Ortega Munilla, cursó sus estudios secundarios en el
colegio de Miraflores del Palo (Málaga) y los universitarios en Deusto y
Madrid, en cuya universidad se doctoró en Filosofía y Letras con una tesis
sobre Los terrores del año mil (1904), subtitulada Crítica de una leyenda. Entre 1905
y 1908 completó sus estudios en Leipzig, Berlín y Marburgo, donde asistió a
los cursos del neokantiano Hermann Cohen.
Fue catedrático de metafísica (su titular anterior había sido Nicolás Salmerón)
de la Universidad de Madrid entre 1910 y 1936. En 1916 fue designado
académico de la de Ciencias Morales y Políticas. Fundó la Revista de
Occidente (1923-1936), la publicación intelectual más abierta al pensamiento
europeo del siglo XX español. Aneja a ella funcionó una editorial (así como
su salón de tertulias) que representaría la más selecta modernidad intelectual
de su época.
Elegido diputado al proclamarse la república, fundó con Gregorio
Marañón y Ramón Pérez de Ayala la Agrupación al Servicio de la República. A
partir de 1936 vivió en Francia, Holanda, Argentina y Portugal. Regresó a
España en 1945 y residió (salvo viajes al extranjero, especialmente a
Alemania) en Madrid. En 1948 fundó con su discípulo, el prestigioso Julián
Marías, el Instituto de Humanidades.
La obra de José Ortega y Gasset