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Onicofagia “cuando comerse las uñas calma la

ansiedad”

Muchos niños, niñas y adolescentes están en los exámenes trimestrales, algunos


de ellos comiéndose las uñas, mientras esperan saber si pasan o no… ¿cuántas
uñas hay que comerse, para calmar la ansiedad?

Con el transcurso de los años he observado que hay diferente tipos de comerse
las uña: el que se las traga, el que se las arranca, el que dice que no se las come,
que son solo los pellejitos. Hay algunos que se han llegado hasta comer las uñas
de los pies “mientras estudio y no puedo con un problema de matemáticas, miro
no tengo que morder en mis manos y me como la de los pies” (Adolescente- 16
años).

La onicofagia es un hábito oral compulsivo que consiste en comerse las uñas.


Este hábito se liga mucho con los cuadros de ansiedad, inseguridad, temores y
angustia. Al ser muy frecuente es un síntoma de un posible trastorno de tipo
emocional.

Desde la perspectiva psicoanalítica el comerse las uñas esta muy asociado a una
crisis de carencia afectiva no resuelta y se recurre al acto de comerse o morder el
borde de las uñas, para calmar esa carencia.

En la primera etapa de la vida, cuando somos bebés chupar del biberón o del
pecho materno nos produce calma y tranquilad, según Sigmund Freud es una
etapa oral donde la fuente de placer es la boca. Entonces el morderse las uñas es
una regresión a esta etapa que nos da la sensación de tranquilidad.

Puede empezar como una respuesta espontanea ante una situación y luego poco
a poco, se va estableciendo como una respuesta automática ante un momento
que produce ansiedad. Algunas personas no se dan de cuenta que se están
comiendo las uñas, hasta el preciso instante que dicen me falta algo para morder
o comer.

Frecuentemente, los padres llegan a consulta diciendo, es que no tiene voluntad,


pero señores “a veces no es falta de voluntad, si no falta de serotonina”.
La serotonina es un neurotransmisor encargado de la sensación de bienestar,
regula los niveles de agresión, humor, sueño, sexualidad y apetito. Vale la pena
mencionar que las manifestaciones de tipo emocional obedecen a las funciones
que tienen que ver con el sistema límbico (encargado de dirigir emociones y
comportamientos).

¿QUÉ PODEMOS HACER?


Los remedios de la abuela como: “el ají chombo”, “ajo” y “las curitas” pueden ser
efectivos, pero recordemos comerse las uñas tiene un componente
psicológico “así que este síntoma, se puede cambiar por otro”, por ejemplo: fumar,
atracones de comida, entre otras. Entonces recomiendo:

 Primero reconocer que se comen las uñas.

 Anotar los momento que se come las uñas, puede ayudar para el tratamiento.

 Buscar formas alternativas de canalizar la ansiedad, puede ser ejercicios, algún


deporte, entre otros.

 Puede llamar la atención, pero sin darle mucha importancia.

No olvidemos, que el comerse las uñas es un acto que expresa un síntoma


psicológico, por eso debemos buscar un psicólogo que pueda desde su corriente
profesional acompañar en el proceso de dejar de morder o comerse las uñas y
decirle adiós al buen provecho de la onicofagia.

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