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Muchos no entienden cómo una esposa que ha sido engañada por su marido logra
reconstruir su relación con él, que una familia distanciada por peleas de dinero se
reencuentre o que un niño abusado físicamente por sus padres sea un adulto sin
rencores. Este tipo de actos absolutorios hacia el agresor se ven hoy como una
falta de carácter o una exagerada generosidad que solo poseen ciertas almas
iluminadas. Pero los casos de personas que nunca pensaron aprender a perdonar
y lo han hecho son cada vez más frecuentes e incluso se dan en situaciones
donde las agresiones eran tan graves que parecían difíciles de absolver.
Esto no lo dicen ni la religión ni la filosofía, que por siglos se han ocupado del
tema. Lo aseveran científicos sociales y psicólogos que desde hace dos décadas
se dieron a la tarea de investigar las repercusiones de perdonar en la salud física,
emocional y mental de las personas. Los resultados de dichas investigaciones
muestran que hacerlo “no solo es una práctica religiosa sino un componente
relevante dentro de una visión amplia de salud”, dice el psicólogo Fred Luskin,
director del proyecto Forgiveness, de la Universidad de Stanford. En ese sentido,
no solo trae beneficios para el agresor sino principalmente para quien lo otorga.
En otro trabajo que revisó la evidencia científica sobre perdón y dolor se observó
que las personas que perdonan reportan menos dolor. Se ha visto que los
pacientes con cáncer dicen tener más esperanza y mayor calidad de vida cuando
perdonan. Y gracias a estudios sobre perdón y parejas se evidenció que la clave
para mantenerse unidas no es la comunicación ni la habilidad para solucionar
conflictos sino la capacidad de reparar los daños. “Y el perdón ayuda a sanar las
heridas de este vínculo íntimo”, dice Worthington.
Los expertos señalan que hay varios tipos de perdón. Uno de ellos implica no
ejercer ninguna revancha contra el agresor sino tratarlo con dignidad. Este
elemento ha sido incorporado al perdón por expertos de la Universidad de Harvard
quienes sostienen que es crucial en el proceso ver al agresor como una persona
vulnerable, que a pesar de lo que hizo, tiene un valor como ser humano. “La
conciencia de esa dignidad requiere restaurar la empatía hacia el ofensor y
reconocer que todos tenemos instintos tanto agresivos como nobles”, dijo a
SEMANA Donna Hicks, psicóloga que ha trabajado ampliamente el concepto.
También existe el perdón emocional, que consiste en cambiar poco a poco los
sentimientos negativos de resentimiento, rabia y odio por otros más positivos
como compasión, simpatía e incluso amor. Esto no significa que el perdón venga
necesariamente de la mano de la reconciliación. La psicoterapeuta Lucero Vargas,
creadora de los centros de reconciliación en Colombia, dice que es posible que el
perdón requiera apenas de un pacto de coexistencia, como podría suceder en el
caso de colegas de trabajo que a pesar de la agresión deben seguir colaborando
juntos. También se puede perdonar con un pacto de convivencia, con el cual el
perdón ayuda a que las partes se respeten para atender asuntos en común, como
por ejemplo, un hijo. Así mismo puede haber perdón con un pacto, en cuyo caso la
reconciliación se daría a partir de un nuevo acuerdo.
Estas ofensas menores curiosamente son las que más problemas generan en el
país. Según Forensis, la revista del Instituto Nacional de Medicina Legal, el 75 por
ciento de la violencia en el país es cotidiana y se da por riñas, problemas
intrafamiliares, venganzas, y no por el conflicto armado. De esta forma, para lograr
un clima de paz necesariamente habría que empezar por perdonar en casa. No se
trata de ser pasivo ante una injusticia ni de responder violentamente sino de darse
cuenta de que albergar ese rencor por ofensas menores o graves y desearle el
mal a la gente, como diría William Shakespeare, equivale a tomar un veneno
esperando que el otro sea el que muera.
https://www.semana.com/vida-moderna/articulo/los-beneficios-de-perdonar/402613-3
RodolfoPlataLopez
Libre pensador, no es el crédulo que todo lo cree o el escéptico que nada cree, acríticamente. Sino el que
utiliza el discernimiento para indagar la verdad o la mentira que hay en las creencias de crédulos y
escépticos, para después seguirlas o desecharlas. Algunos libres pensadores, podrían poner en duda la
existencia humana de Cristo, a causa de las contradicciones entre los redactores de los Evangelios, pero
sobre todo a causa de los postulados fantásticos de las Epístolas y de las interpretaciones fantásticas de
los teólogos, elevados a dogmas; pero de lo no pueden dudar, sin comprobar científicamente su certeza o
falsedad, es de la doctrina de la trascendencia humana que Cristo predicó e ilustró con su vida y ejemplo.
Doctrina enmarcada en el fenómeno de la transformación humana, abordado por místicos y teóricos de
todos los tiempos, a fin de aplicarla para sanar a los que padecen enfermedades del alma, la mente y el
cuerpo, utilizando técnicas y disciplinas psico-terapéuticas y místicas. Doctrina fundamental del
cristianismo, que la iglesia primitiva judeo cristiana abrogó de su enseñanza por no comprenderla,
separando la fe de la razón y la ciencia de la religión, al dejar de seguir la cátedra racional de Cristo
hombre enmarcada en el fenómeno espiritual de la transformación humana, para seguir la cátedra
fantástica de Cristo divinizado predicada por Sn Pablo; convirtiendo al judeo cristianismo en religión
basura, potentísima incubadora de generaciones de estultos en gran escala
http://www.scribd.com/doc/33094675/breve-juicio-sumario-al-judeo-cristianismo-en-defensa-de-las-
raices-greco-romanas-del-cristianismo-laico-y-la-democracia
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silviorav
Las instituciones de drogadictos, las reclusiones de jóvenes calificados como futuros delincuentes y las
cárceles han dictaminado que una de las principales razones de la delincuencia es debida a una sociedad,
o a unos padres permisivos. Cuando el perdón se ofrece de manera gratuita, ese perdonado mantendrá
arrodillado por siempre a su perdonador.
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comentador
Por cuestion de salud y de calidad de vida es muy importante que las personas que puedan perdonar lo
hagan, consederandolo como dicen los psicologos un acto de triunfo. Pero de todas maneras el agresor
innato tendría a su favor la impunidad y además contar con la anuencia de la bvictima concediendole el
perdón. lo mejor es educar a los niños para que no sean victimas ni victimarios.
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hectorreynaldo.atehortuacastro
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irreversible
mueren mas personas por "riñas, problemas intrafamiliares y venganzas" esto es un dato categórico y
palmario de nuestra verdadera esencia pirata y terrorista, de ahí que les sea tan difícil perdonar a la
mayoría de locombianos pues llevan el mal, que critican en otros, en sus propios genes y cultura
malhadada!!!
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edeco
no puede haber paz sin impunidad; es ridiculo pensar que los guerrilleros van a dejar las armas para irse
para las carceles; eso sucedio con los paramilitares porque lo que se hizon con ellos no fue un proceso de
paz, pues nunca fueron enemigos del estado, pero si queremos paz con la guerrilla tendremos que
perdonarles lo que hicieron a cambio de que se desmovilicen y entreguen las armas, si no no habra paz,
no existe un solo proceso de paz verdadero en que lo combatientes hayan terminado en la carcel, siempre
se les tiene que pedonar, es el precio que paga la sociedad a cambio de la paz.
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roberto
lógico perdonar es sano, a quien pide perdón, muestra propósito de enmienda y contrición de corazón, si
los narcogerrilleros piden perdón se arrepienten y prometen no volver a mutilar reclutar esclavizar
ejecutar a niños y a jóvenes campesinos lo sano es perdonar una vez paguen, como dice el sermón de la
iglesia católica de este fin de semana.
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fernandohenao
el perdón por decreto político, color santista en este caso, ja, ja ja !!! ya nos lo están vendiendo y nada es
gratis en la colombia política. nos lo presentan en muchos colores y hasta sabores, es la última moda: el
perdón. lo destrozado que esté el corazón y el alma de las víctimas de las farc-cochinas, para-mafiosas,
del aparato judicial y lo políticos y en general del hombre colombiano (la mujer es otra víctima más con
sus excepciones) no tiene importancia. hay que perdonar casi que obligado y no es así. hay que ir al
fondo de las víctimas, con todo tipo de ayuda: espiritual, psicológica y social. se me olvida: perdón sí lo
hay pero para el rufián de clase alta, el político y militar, y es gratis: leemos en otra noticia de semana
que tomás jaramillo y otros de invercolsa no pagarán ni un día de cácel, ni un "yo pecador me
confieso..."
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silviorav
“Yo no soy capaz”. no soy capaz de aceptar pagar impuestos para lavar las manos ensangrentadas de los
crímenes que yo nunca cometí, no soy capaz de cohonestar con un gobierno claudicante, no soy capaz de
financiar la corrupción con el fruto de mi trabajo, no soy capaz de aceptar que mi país arrodille su
democracia y entregue su dignidad a los gobiernos tiránicos, no soy capaz de entender que después de
200 años de independencia, dependamos ahora de 6700 maleantes, no soy capaz de entender que
mientras se les cobran impuestos a los buenos para financiar a los malos se gasten billonarios
presupuestos en campañas publicitarias que bien podrían haber servido para solucionar esos faltantes. no
soy capaz de digerir que quien deba pedir perdón sean las propias víctimas del conflicto no soy capaz de
aceptar de buenas a primeras que los delincuentes hayan derrotado al estado "no, defintivamente no soy
capaz"
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edeco
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mefistofeles
Yo vivo y trabajo en un pais civilizado desde hace algunos años y no he tenido que perdonar a nadie por
la sencilla razon que el respeto por las personas es maximo y como cosa rara a los unicos que tengo que
perdonar es a Colombianos y todo tiene que ver con la deshonestidad....yo perdono pero jamas vuelven a
ser mis amigos por la sencilla razon que lo que hicieron fue con premeditacion y no por accidente, por lo
tanto tuvieron tiempo de saber si era bueno o malo lo que estaban haciendo y todo tiene que ver con la
cultura Colombiana: Ventajosos y abusivos
https://www.semana.com/vida-moderna/articulo/los-beneficios-de-perdonar/402613-3