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Artículo.

71- Las leyes darán protección especial a las mujeres y a los menores de edad
en su trabajo.

La Constitución Política establece la igualdad de todas las personas ante la ley y la prohibición
de toda discriminación contraria a la dignidad humana (artículo 33), así como la obligación del
Estado de impedir que, por causa del empleo, se establezcan condiciones que en alguna
forma menoscaben la libertad o la dignidad de la persona o degraden su trabajo a la condición
de simple mercancía (artículo 56). El artículo constitucional 71 establece la protección especial
para las mujeres y los menores de edad en su trabajo, grupos de la población que, sin duda,
sufren mayores riesgos de ser víctimas de hostigamiento. Por último, en el artículo 41 de la
Constitución se establece el derecho de toda persona a la reparación de todo daño que haya
recibido, mediante el derecho a la justicia pronta, cumplida y en apego a las leyes, disposición
general que da sustento a la promulgación de normativa protectora de las víctimas de
hostigamiento. Sentencia 1764-02.

En cuanto a la protección especial para las personas de la tercera edad, de ninguna manera es
posible olvidar los alcances del derecho protegido en el párrafo final del artículo 51 de la
Constitución Política, en cuanto a que: "Igualmente tendrán derecho a esa protección la
madre, el niño, el anciano y el enfermo desvalido." En virtud de lo dispuesto en la norma
transcrita, queda claro que la protección especial por parte del Estado para esos grupos de
personas se constituye en un verdadero derecho fundamental, exigible en las correspondientes
dependencias administrativas y tribunales de justicia. Es así, como a partir del concepto del
Estado Social de Derecho, es posible derivar obligaciones para las autoridades públicas,
precisamente en aras a la búsqueda del mayor bienestar de "todos los habitantes del país",
dentro de los cuales, el Derecho de la Constitución señala de manera especial a los niños, a las
madres, al anciano y personas desvalidas. Es a partir del establecimiento de un de Estado
Social, derivable de las disposiciones contenidas en los artículos 50 y siguientes de la Carta
Fundamental, que de manera inmediata se genera la obligada intervención estatal en materia
social, en la que ha de obrar en determinado sentido y orientación: a favor de aquellos sectores
especiales de la población que, por su condición, así lo requieren; y tal es el caso –sin duda
alguna- de los ancianos, denominados como personas de la tercera edad, o personas adultas
mayores. Sentencia 14004-08.

El Derecho de la Constitución le prodiga una protección especial a la maternidad. Así, los


artículos 51 y 71 de la Carta Fundamental tutelan la función social de la maternidad, que
comprende la protección de los derechos de las trabajadoras que se encuentren en estado de
gravidez y del puerperio. La tutela de la maternidad beneficia, fundamentalmente, al
conglomerado social, por lo que, las condiciones en las que sea colocada la mujer trabajadora,
deben garantizar sus derechos fundamentales. La mujer actual ya no solo desempeña las
funciones relacionadas a la crianza de los hijos e hijas y al cuido del hogar, sino que hoy
constituye una fuerza activa y ascendente en todos los campos de la actividad económica. Esta
realidad, aunada a las luchas de las mujeres por la exigencia y defensa de sus derechos, ha
sido determinante para que las legislaciones laborales, internacionales y nacionales, tomen
medidas tendientes a eliminar las normas discriminatorias para las mujeres en este campo y
adecuar las relacionadas con la protección a la maternidad. Sentencia 10278-09.

La Administración tiene la obligación de proteger con máximo recelo a quienes se encuentren


en una situación de mayor vulnerabilidad como es el caso de las mujeres embarazadas, a
quienes además de los derechos estipulados en el artículo 66 constitucional, se les da una
especie de fuero de protección, por lo que les asiste una protección especial derivada de la
propia Constitución, que conlleva la obligación para los patronos de velar de manera preferente
por la estabilidad y seguridad a su favor. Así las cosas, la actuación de la autoridad recurrida
de dejar sin efecto el nombramiento interino de la recurrente como profesora de biología en el
Liceo El Carmen de Alajuela, con 3 lecciones, en la plaza No. 71843 va en detrimento de su
derecho constitucional al trabajo, así como a la protección especial que como madre goza en
atención a lo dispuesto por el artículo 51 constitucional, motivo por el cual, lo procedente es
acoger el recurso planteado, anulando el cese del nombramiento de la tutelada y restituyéndola
en el pleno goce de sus derechos fundamentales. Sentencia 12453-10.

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