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Par ee Omer On E-leegacbab =| 1 bol boleck MENTIRAS HACE LIBRES IO ao Aba ae DION Cee La mision de Editorial Portavoz consiste en proporcionar productos de calidad —con | incegridad y excelencia—, desde una perspectiva biblica y confiable, que animen 2 las | | personas a conocer y servir a Jesuctisto. Titulo del original: Lies Women Believe and the Truth that Sets Them Free, © 2001 por Nancy Leigh DeMoss y publicado por Moody Publishers, Chicago, Ilinois Edicién en castellano: Mentinas que las mujeres ereeny la verdad que las hace libres, © 2004 por Nancy Leigh DeMoss publicado por Editorial Portavor, filial de Kregel Publications, Grand Rapids, Michigan 495 Todor lor derechos reservedor. Los tesimonios y la historias de mujeres presentados en este libro son veridicos. Excepto si el nombre y apellide son mencionados, Jos nombres que se citan fueron cambiados, asf como algunos detalles de ls historias afin de proteger a confidencialidad Ninguna parte de esta publicacién podri reproducirse de ninguna forma sin permiso escrito previo de los editores, con la excepcién de porciones breves en revistas 0 resefias. A menos que se indique lo contrario, todas las citas biblicas han sido tomadas de la versién Reina-Valera 1960, © Sociedades Biblicas Unidas. Todos los derechos reservados. ‘Traduccién: Nohra Bernal Edicién: José L. Riverén EDITORIAL PORTAVOZ PO. Box 2607 Grand Rapids, Michigan 49501 USA Visitenos en: www.portavoz.com ISBN 978-0-8254-1160-1 45 6 Tedicién / aio 11 10 09 08 Impreso en los Estados Unidos de América Printed he United States of America ke CONTENIDO o€ Agradecimientos Preémbulo Introduccién Seo PRIMERA PARTE: FUNDAMENTOS Prélogo Capivulo unu: La veudad... v lay wonsecucucias > SEGUNDA PARTE: MENTIRAS QUE L MUJERES CREEN . Capitulo dos: Acerca de Dios 1. En realidad Dios no es bueno 2. Dios no me ama 3. Dios es idéntico a mi padre 4. Dios no es suficiente 5. Los designios de Dios son demasiado restrictives 6. Dios deberia solucionar mis problemas Capitulo tres: Acerca de si mismas 7. No soy valiosa 8. Necesito aprender a amarme a mi misma 9. No puedo cambiar mi manera de ser 10. Tengo mis derechos 13 15 17 29 31 45 61 11. La belleza fisica es mds importante que la interior 12. Tengo derecho a satisfacer todos mis anhelos Capitulo cuatro: Acerca del pecado 85 13. Puedo pecar y quedar impune 14. En realidad mi pecado no es tan malo 15. Dios no puede perdonarme 16. No soy del todo responsable de mis acciones y reacciones 17. Soy incapaz de vencer con firmeza el pecado Capitulo cinco: Acerca de las prioridades 107 18. No tengo tiempo para cumplir con todas mis obligaciones 19. Puedo arreglirmelas sin consagrar tiempo a la oracién y el estudio de la Palabra 20. Una carrera fuera del hogar es mas valiosa y satisfactoria que ser esposa y madre Capitulo seis: Acerca del matrimonio 125 21. Necesito casarme para ser feliz 22. Es mi obligacién cambiar a mi esposo 23. Mi esposo debe servirme 24. Sime someto a mi esposo seré infeliz 25. Simi esposo es apatico debo tomar la iniciativao nada se hari 26. Algunas veces el divorcio es mejor opcién que soportar un matrimo- nio infeliz Capitulo siete: Acerca de los hijos 153 27. Nosotras decidimos cudntos hijos tener 28. Los hijos necesitan exponerse al “mundo real” a fin de aprender a funcionar en él 29. Es inevitable que los hijos pasen por una etapa de rebeldia 30. Tengo la certeza de que mi hijo es cristiano porque hizo una oracién para recibir a Cristo siendo pequefio 31. No somos responsables de lo que hagan nuestros hijos Capitulo ocho: Acerca de las emociones 175 32. 3 34. 35. Si siento algo debe ser cierto No puedo controlar mis emociones Nada puedo hacer cada vez que mis hormonas estin fuera de control (algunas veces ¢s comprensible portarse mal) La solucién para la depresién se encuentra ante todo en la medicacién o en la psicoterapia Capitulo nueve: Acerca de las circunstancias 195 ._ Si mis circunstancias fueran diferentes yo seria diferente . Es i . Mis circunstancias nunca cambiar, as{ ser para siempre .. Ya no aguanto més .. Lo que importa soy yo justo que yo sufra Yes TERCERA PARTE: CAMINAR EN LA VERDAD Capitulo diez: Mentiras frente a la verdad 221 Capitulo once: La verdad que nos hace libres 231 Eptlogo 243 Recursos que le servirin de ayuda 245 Notas 249 xs AGRADECIMIENTOS o€ (©) ome sucede con cualquier empresa importante, este libro es el resulado del trabajo en equipo. Soy deudora a muchos amigos y colegas que tra- bajaron conmigo para dar origen a este mensaje. Quisiera expresarles a algu- nos mi gratitud especial: El equipo de Moody Press, pues ha sido un gran gozo trabajar juntos. Fue su idea la publicacién de este mensaje. Sin su alicnto este libro jamés sc hubic: ra escrito. Y gracias a Anne Scherich por su ayuda con los retoques de tiltimo minuto. Lela Gilbert, eres un alma gemela. Gracias por darme ejemplo en tu com- promiso esforzado para caminar en la verdad y por ayudarme a meditar y expresar algunos delicados asuntos que estn en tu corazén y en el mio. Dr. Bruce Ware, su amor por Ia verdad es contagioso. Estoy agradecida por su respaldo espiritual y Ia proteccién que Dios me concedié a través de stu supervisién teoldgica cuidadosa y su aporte invaluable A Becca Craven, Del y Debra Fehsenfeld, Sandra Hawkins, Janet Johnson y Ménica Vaught, gracias por levantar mis manos de tantas formas, incluso con su ayuda en Ia investigacién o mediante sugerencias para el manuscrito Su ayuda fue esencial. Las esposas del equipo de Ministerios Life Action, niimero de veces que me enviaron notas de énimo o mensajes telefénicos, se ya perdi la cuenta del detuvieron a preguntarme cémo iba mi trabajo, o me enviaron comidas he- chas en casa mientras escribia aislada de mi entomo. La vida de cada una de cllas engalanan el evangclio y reflejan la belleza de la verdad. : Me siento bendecida por la manera Mis queridas “compafieras de oracién MENTIRAS QUE LAS MUJERES CREEN como han “velado” sobre mi alma. Gracias por rodearme y sostenerme en medio de la batalla. Sus oraciones avivaron mi empefio y me ayudaron a per- manecer fiel a la verdad. Por ultimo, quiero decir que la eternidad no bastarfa para expresarte mi gratitud, Sefior Jestis. Eres la verdad que me hizo libre jy te amo con todo mi corazén! 14 LA MENTIRA 39. YA NO AGUANTO MAS. 40. LO QUEIMPORTA SOYYO. Dios LAVERDAD + A pesar de cualquier ciscunstancia 0 situaci en mi vida, la gracia de Dios cs suficiente para mi. * Dios nunca pondré sobre mi una carga para la cual El me niegue su gracia para llevarla * Dios es el principio, el fin y el centro de todas las cosas. Todas las cosas fueron creadas por El y para El. jE es el més importante! + Mivvida no es lo esencial. Fui creada para su gloria y solaz PREAMBULO <# ancy Leigh DeMoss, una mujer con un coraz6n compasivo y una aguda perspicacia, ha tenido el valor de inquirir en las profundas ilusiones y decepciones, esperanzas, temores, fracasos y penas de las mujeres, muchos de los cuales podrian haberse evitado si no fuera por las mentiras propagadas desde hace treinta afios o més. Mentiras como: “Debes tenerlo todo”. “No caigas en la trampa de la compasién” 0 “No importa lo que hagan los hom- bres, nosotras podemos hacerlo mejor” y mas. Por supuesto, las mentiras comenzaron mucho antes. La mujer que Dios le entregé al primer hombre, Adan, presté su oido al susurro: Conque Dios os ha dicho...? Eva escuché a la serpiente en el huerto. Luego, en vez de prote- gerla de las mentiras, su esposo prefirié decir: “Si eso es lo que la sefiora desea, pues lo tendra”. En consecuencia, el pecado entr6 al mundo y por medio de é1 la muerte. Eva no quiso recibir lo que Dios les habia dado y a cambio tomé lo prohibido, con lo cual dijo en realidad: “Que se haga mi voluntad”. Gracias a Dios que existe la reden la visita de un dngel que le comunicé un mensaje asombroso. Maria se convertiria en la madre del Hijo de Dios. Aunque el mensaje la turbé, ella lo acept6. Y su respuesta fue: “He aqui la sierva del Sefior; hégase conmigo con- forme atu palabra” Es mioracién que el Espiritu de Dios te guie en la lectura de este imperioso necesario. “La esencia de la verdadera salvaci6n”, declara la autora, “no ¢s un asunto de profesi6n o de logros, sino més bien de transformacién: ‘De modo que si alguno estd en Cristo, nueva criatura es; las cosas vicjas pasaron; he aqui n. Una jovencita humilde de Nazaret rec todas son hechas nuevas EuisageTy Ewiot te INTRODUCCION <# F._ ¥2 debi sentirse may abatida. Haba sido expulsada del huerto con ropas de picl de animales, su esposo estaba muy enojado con ella y legs a ser la madre del primer hijo asesinado, y del primer asesino. Estaba sola Vencida. Su vida era un fracaso. Debié ser muy dificil caminar junto con Adan hacia el este del Edén aun mundo en el que la supervivencia misma estaba en vilo. Debié ser muy dificil haber conocido un paraiso y lucgo tener que dejarlo. :Cual pudo ser el mayor deseo de Eva en ese momento? {Cudl hubiera sido el tuyo? Creo que el anhelo del corazén de Eva era retroceder el tiempo al preciso instante en el que probé el fruto prohibido tras haber alargado su brazo al 4rbol del conocimiento del bien y del mal. En ese momento ain podia evitar el desastre. Ansiaba arreglar las cosas y hacerlas bien desde el principio. Somos como Eva. Hemos enfrentado derrotas y fracasos, dificultades y confusién. Hemos dado lugar a un coraz6n egoista, a un espiritu malhumorado, a la la envidi y Iaamargura Es probable que algunos de nuestros fracasos no sean tan graves como lo que Eva experiment6, No son sucesos catastréficos que perjudiquen a muchas personas. Quiz solo se trata de “pequefios” deslices. Con todo, revelan lo lejos que esta nuestro corazén del lugar en el que deberfa estar. Y ansiamos corregir- lo todo y vivir en armonia y paz. MENTIRAS QU Cada vez que dicto una conferencia para mujeres les pido que escriban una peticién en una tarjeta para que un grupo de oracién interceda por ellas du- rante el fin de semana. Después de la conferencia me llevo las tarjetas a casa y las leo. En més de una ocasién he terminado en llanto sobre las tarjetas con una pesada carga en mi corazén debido a tantas mujeres cristianas cuya vida esté sumida en la confusién. yo matrimonio pende de un hilo corazén sufre por sus hijos batidas por fracasos y heridas del p: sado Mujeres que enfrentan profundas luchas personales Mujeres que abrigan tanta duda y confusién en su vida espiritual Son mujeres de carne y hucso. Sus historias son reales. Muchas de ellas han pasado toda su vida en la iglesia. Algunas asisten a tu iglesia. Una de ellas podria ser la maestra de la escuela dominical. Algunas asisten cada semana a grupos de estudio biblico o son lideres de esos grupos. En la mayoria de los cares jamds imaginarlas lo que mucede en nt interline, Cada vex que las saludas y les preguntas cémo estén ellas sonrien y dicen: “Bien”. Son mujeres cuyas historias me han impulsado a escribir este libro. ‘Cabe anotar que no se trata de testimonios aislados. No menciono unas pocas mujeres cuya vida cae en los extremos o son “disfuncionales”. He leido y escuchado suficientes historias como estas para completar este libro. Nuestra cultura enfrenta una enfermedad del alma de proporciones epidé- micas, no solo entre las mujeres que estén “afuera” en el mundo, sino las que estan en la iglesia En efecto, si tuviera que describir a un amplio porcentaje de mujeres cris- tianas que he conocido y con quienes he hablado en los tiltimos afios, escoge- rfa uno o més de los siguientes calificativos: Agotadas Derrotadas Exhaustas Deprimidas Disminuidas Avergonzadas Agobiadas Volubles Confiundidas Tensas Enojadas Inseguras 18 INTRODUCCION Frustradas Solitarias Desanimadas Temerosas Y, st, aun suicidas Tal vez te sorprenderfa saber cudntas mujeres cristianas han pensado en quitarse la vida, y que lo han hecho en las iltimas semanas 0 meses. Y no dudo que alguna lectora de estas lineas haya llegado al limite. Quizd seas tt. O tal vez sientes que ya no vale la pena seguit. Querida, déjame decirte que jsi hay esperanza! La lectura de este libro no hard que tus problemas desaparezcan, pero créeme que te guiard hacia alguien que puede ayudarte. Te ruego pues que no abandones tu lectura. Esclavitud es otra palabra que viene a mi mente cada vez que pienso en las mujeres cristianas de esta época. En su gran mayoria viven en esclavitud, no son libres y con frecuencia esto sucede porque ellas mismas lo permiten. Por cjemplo, muchas mujeres viven bajo una nube de culpa y condenacién. No son libres para gozar de la gracia y del amor de Dios. Muchas son esclavas de su pasado. Eso ocurre por sus fracasos personales 0 de otras personas. Cargan por doquier su pasado como un peso enorme en una marcha penosa por la vida Otras son esclavas de lo que la Biblia llama el “temor del hombre”, atadas por el miedo al rechazo, a la opinién de las personas y a la buisqueda de acep- tacién. Otras son esclavas de sus emociones, como la preocupacién, el temor, Ia ira, la depresién y la léstima de si mismas. Un érea de esclavitud para las mujeres tiene que ver con la comids. He escuchado acerca de estos problemas en mujeres de todo tipo. Algunas comen sin poder detenerse y otras se sienten incapaces de probar los alimentos. Am- bas se encuentran en esclavitud. No es mi intencién sugerir que las mujeres sean incapaces (jsi bien en algdn momento todas nos hemos visto Lo que quiero decir es que por regla general las mujeres cristianas enfrentan problemas tan serios que requieren una solucién o remedio profundos. Al volvernos a las Escrituras vemos que ese no fue el plan original de Dios. Leemos las palabras de Jestis en el Evangelio de Juan y tenemos la certeza de que Dios tiene algo mejor para nosotros: 19 MENTIRAS c “yo he venido para que tengan vida, Juan 10:10 Si examinas tu propia vida, podrias afirmar que gozas de la vida abundante que Jestis oftece? O soportas apenasla existencia, aguantas, luchas y sobrevives No te pregunto si llevas una vida libre de problemas. De hecho, algunas de las mujeres més felices y radiantes que conozco suften por un matrimonio muy conflictivo, han llorado junto a la tumba de un hijo una hija, se Jes ha diagnost ado cancer o curidan de uno de sus padres que padece la enfermedad de Alzheimer. No obstante, de algtin modo y en medio de las dificultades y de! dolor, han descubierto una fuente de vida que les permite atravesar el valle con paz, confianza y entereza. 2Cémo es tu vida? {Tal vez tu historia se parece a las que acabo de mencio- nar? ;Existen dreas de esclavitud en tu vida? {Qué pensarias si te dijera que en vez de vivir infeliz, frustrada y en esclavi- tud, tii podrias cer: gLibre? :Radiante? oEeliz? Segura? sAgradecida? lena de gracia y de paz? eAmorosa? Estable? :Describen estas palabras el tipo de mujer que anhelarias ser? Quizés experimentes en tu propia vida la gracia y la paz de Dios. Con todo, -s muy probable que conozcas a otras mujeres que viven en esclavitud aunque afirmen tener una relacién con Cristo. {Te gustaria saber cémo guiarlas al camino de la libertad? No aludoa una formula magica que hard d poco offezco atajos para una vida ficil o la promesa de que no habri dolor ni dificultad. La vida es dura y eso es inevitable. Hablo mis bien de vivir en parecer los problemas. Tam: libertad y gozo a pesar de todo lo que la vida conlleva, incluso el recharo, la pérdida, la decepcién, las heridas y aun la muerte. Tal vez exclames: “jEso es justo lo que quiero! Lo quiero para mi y para otras mujeres que conozco. ;Por dénde comienzo?” 20 INTRODUCCION Después de muchos afios de sufrir junto a tantas mujeres por sus cargas y problemas y de buscar en la Palabra de Dios las verdaderas respuestas, he llega- do a una conclusién sencilla pero profunda sobre la raiz de la mayoria de nuestras luchas: NOS HAN MENTIDO. HEMOS SIDO ENGANADAS. En las paginas que vienen a continuacién te invito a regresar conmigo al lugar donde comenzaron todos los problemas: El Huerto del Edén. Este fue el primer hogar de Adan y Eva y un medio perfecto ¢ ideal. Lo que sucedié alli pesa de manera inevitable sobre nucstra vida como mujeres hoy dia. Quiero que observes cémo una mentira se convirtié en el punto de partida de todos los problemas en la historia del universo. Eva escuché esa mentita, la crey6, y actué conforme a ella. Cada problema, cada guerra, cada herida, cada relacidn rota, cada afliccién se remonta a esa sola y simple mentira Ya que las mentiras siguen su curso, aquella primera mentira crecié y dio origen a muchas més. Eva crey6 la mentira y nosotras, como hijas de Eva, hemos seguido sus pasos al escuchar, creer y actuar una mentira tras otra. (A lo largo de este libro vas a encontrar algunos apartes imaginarios del “diario de Eva’. El objetivo es evocar algunas de las mentiras que Eva consintié en diferentes mo- mentos de su vida. Es posible que su “diario” se parezca un poco al tuyo.) Las mentiras que han atado a las mujeres en todas las épocas son innumera- bles. Sin embargo, algunas parecen arormentar en especial a las mujeres cris- tianas de hoy. Lo que me propongo con este libro es exponer dichas mentiras tal como son. Algunas han sido tan aceptadas que te resultard dificil identifi- carlas como mentiras. Sin embargo, las “mejores” mentiras son las que mds se parecen a la verdad. Las mentiras més “novedosas” son las més antiguas. ‘Ademas de exponer algunas de las mentiras que més admiten las mujeres cristianas, mi objetivo es desenmascarar al autor de todas ellas. Satands se dis- fraza como “Angel de luz” (2 Co. 11:14). El promete felicidad y aparenta una gran preocupacién por nuestro bienestar. No obstante, es en realidad un enga- fiador, su propésito es destruir y ademds destronar a Dios al arrastrarnos de stu lado para oponernos a El. Quiero que veas cémo Satands ha utilizado algunas MENTIRAS QUE LAS MUJERES CREEN de las mentiras mis sutiles (o verdades a medias) para engafiarte y destruirte a tiya los que amas. Con todo, es necesario hacer algo mis que identificar al engafiador y sus mentiras. Mi propésito es presentarte el poder de la verdad y mostrarte el camino para ser libre al creer y actuar conforme a ella. No se trata de sobrevivir 6 escapar, sino de alcanzar una libertad verdadera y gloriosa en medio de este mundo caido, corrompido y nocivo. Al comienzo de esta semana caminaba y meditaba en varios pasajes de las Escrituras y el Sefior trajo a mi mente los dos ultimos versiculos del libro de Santiago: “Hermanos si alguno de entre vosottos se ha extraviado de la verdad, y algun Io hace volver sepa que el que haga volver al pecador dal eroe de sa cassino, salvack de niuerte un alia, y cobviré multitud de pocadon’ Santiago 5:19-20 De inmediato sent{ que este pasaje sefialada por el Sefior constitufa el pro pésito y la misién de este libro. Millones de mujeres cristianas han sido enga- fiadas y se han extraviado de la verdad. Le he pedido al Sefior que use este libro para restaurar la vida de algunas de ellas, para liberarlas de la esclavitud y de sa forma caminar en su gracia, su perdén y su vida abundante. Algunas de las cosas que tengo para decir van a resultar perturbadoras. No me propuse ser diplomética o limitarme a anotar algunas ideas agradables por complacer a todo el mundo. Estoy convencida de que solo una cirugia radical que consiste en un cambio radical en nuestro modo de pensar llegaré al fondo de nuestro corazén enfermo y permitird la restauracién. Algunas veces la ver- dad lastima y no ¢s acogida por la mayor‘a. No obstante, faltaria al amor 0 a la bondad si dejara de comunicarte la verdad que puede hacerte libre. Hay dos historias que dan testimonio del poder de la verdad. yo of Soy libre! Ya me habia dado por vencida, pero Dios me liberé por com- ppleto después de afis de esclavitud. He of 22 INTRODUCCION Estas fueron las palabras de una joven esposa que conoci en una reunién informal en la que me conté la obra de Dios en su vida. Me comenté que habia sido esclava de un habito inmoral desde que tenia trece aos: Ye of Intenté acabar con eso incontables veces, probé todo lo que tenia a mi aleance, incluso estudios biblicos, oracin y rendirle cuentas a una amiga Con todo, no lograba vencer. Cada vez que aia confisaba mi pecado y le pedia perdon a Dios, pero en lo profundo de mi corazon sabia que volve- réa a hacerlo. Era incapaz de evitarlo. Ye ot Esta mujer habia sido cristiana durante muchos afios, ella y su esposo par- ticipaban en el ministerio cristiano de manera activa, tenfa un corazén sincero y hambre por el Sefior y estaba comprometida en la predicacién del evangelio y el servicio a otros. Sin embargo, nunca habia logrado liberarse de la frustra- ny la culpa en su interior Su gozo revivié al comentar el proceso que la llevé a la libertad tan anhelada: Yo ot Por fin tuve el valor de pedirle ayuda a una mujer de Dios. Ella me animé a pedirle que me revelara las mentiras que habta creido. Para ser ‘franca, jamds pens que habla ereido mentira alguna, hasta que comencé «a orar y Dios abrié mis ojos mostrandome dos grandes dreas en las que habia sido engaiiada. ;Esas mentiras me hablan sometido a la esclavitud por mds de diez afos! Tan pronto pude ver la verdad me arrepentt de haber creido las mentiras y le pedi a Dios que me ayudara a recuperar esa érea de mi vida en la que di lugar a Satands. Yo of Con serenidad comenté lo que sucedié después. “A partir de ese momen- t0”, dijo, “he sido libre por completo de ese pecado que me tenfa cautiva. ‘Ademds, Dios me da la victoria en otras drcas de mi vida en las cuales fui tentada en el pasado. Es imposible describir el gozo y la libertad que he expe- 23 MENTIRAS QUE LAS MUJERES CREEN rimentado. ;La verdad tiene un poder asombroso!” También pude corroborar el poder de la verdad al conversar con una mujer que habia consentido senti mientos hacia uno de los pastores de su iglesia. Apenas supe lo que ocurrfa la llamé a su trabajo pues ignoraba si su esposo estaba al tanto de la situacién Ella trabajaba como recepcionista para una compafiia y yo sabia que no podia hablar por mucho tiempo. Después de presentarme fui directo al grano ha- ciendo referencia a una ilustracién: “Si yo mirara por mi ventana en medio de la noche y viera que la casa de mis vecinos se incendia, correrfa hacia ellos para avisarles por todos los medios a fin de que huyan del peligro. Si fuera necesario también gritaria y golpearia su puerta, No me preocuparfa en lo absoluto por causarles molestias al desper- tarlos en plena noche. No me inquietaria por herir sus sentimientos”. Luego afiadf: “Debo decirte que estés en una casa en llamas y en grave peligro. Puesto quese trata de una situacién desesperada no me preocupa lo que pienses 0 site sientes agredida. Voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para advertirte acerca del peligro en el que te encuentras y para ayudarte a salir de esa casa en llamas antes de que sea demasiado tarde”. Con muchas ligrimas le rogué a aquella mujer que abriera sus ojos a la verdad de lo que ocurria en su vida. Le supliqué tomar medidas drasticas e inmediatas para salir de la terrible situacién que habia consentido. Alo largo de nuestra conversacién Dios ilumins el corazén de aquella mujer. No puedo recibir mérito alguno por lo que sucedié después, “porque Dios es el que en vosotros produce asi el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Fil. 2:13). Me gocé al verla abrazar la verdad respecto a sus decisiones y a la voluntad de Dios para su vida, su matrimonio y sus relacione A medida que avanzaba en ese dificil proceso, la gracia de Dios le permitié seguir adelante y vencer sus emociones, sus habitos pasados y sus ideas equivocadas tan arraiga- das en su vida. Comenz6 a caminar en la luz. Y en la luz hallé un modo de vivir totalmente nuevo, un camino de libertad y de bendicién. Asi es como funciona la verdad, y eso es lo que anhelo para ti querida lectora. Elvi plicado y hasta doloroso identificar y erradicar todas las mentiras que te han esclavizado. Sin embargo, conozco a un “Buen Pastor” que te ama profunda- mente, entregé su vida por ti y te llevard de la mano para guiarte hacia delica- dos pastos y aguas de reposo, si se lo permites. je que estamos a punto de emprender no ¢s facil. Puede tornarse com- 24 nos hizo libres, ibertad con que C y no estéis otra vez sujetos al yugo de e Gélatas 5:1 “Venid a mi tod é descansar. Llevad mi yu 10 y humilde de coraz6n; y hi Mateo 11:28-30 so PRIMERA PARTE o€ FUNDAMENTOS fare Sirece: Mi cabeza da vueltas. No sé cémo comenzar. El dia tuvo un comienzo perfecto, al igual que todos los dias vividos hasta abora. Como siempre, ‘Adan y yo nos levantamos temprano para salir a caminar con Dios. Esos paseas siempre han sido lo mejor del dia. Esta manana todos guardamos stlencto por un momento. Disfrutéba- mos el simple hecho de estar juntos. Luego Dios comenzé a cantar. Era una cancién de amor. Al llegar al coro comenzamos a cantar con El. Primero Adén, con su voz grave, y luego yo me uni al core. Cantamos y cantamos y cantamos... canciones sobre el amor, las estrellas, el gozo y Dios. Por tiltimo, todos nos sentamos bajo la sombra de un érbol cerca del centro del huerto. Le dimos gracias a Dios por ser tan bueno, le dijimos que nuestro tinico anhelo era hacerlo feliz y encontrar toda nuestra dicha en El. Fue un momento muy grato. Siempre era asi al reunirnos los tres. No sé cémo explicar lo que ocurrié después. De repente escuchamos una voz desconocida. Me volvi y observé a la criatura mds hermosa que jamds haya visto, y tenia su mirada puesta en mi. Me hablo, Me hizo sentir importante, y surgié en mi el deseo de escucharla No estoy segura de lo que ocurrié con Dios en ese momento. No es que se hubiera ido. Creo que simplemente olvidé su presencia. De hecho, por un momento también me olvidé de Adan. Senti como si estuviera sola con esta criatura deslumbrante y misteriosa La conversacién que sostuvimes quedé grabada para siempre en mi mente. La criatura me hizo preguntas que jamds se me habian ocurride Luego me ofrecié cosas que nunca habia tenido, y que nunca imaginé como una necesidad en mi. Me ofrecié independencia, de Diosy de Addn. Una posicién. Aunque siempre habia venerado a Dios y a Addn, esta criatura dijo que ahora ellos me darian el lugar que merecia. También me ofvecié conocimienso, de los misterios exclusivos de Dios. Ademds, el consentimiento para comer del fruro del drbol plantado en medio del huerto, Al principio solo escuché y miré. En mi corazén reflexionaba, cuestio- naba y argiita. Adén me recordé muchas veces que no debiamos comer del fruto de exe drbol, segiin nos lo advirt ‘mirada y hablé con una voz seductora. Descubri que le creia. Se veta tan bien. Lo tomé. Comi. Le oftect a Adin. Elcomié. Comimos, Primero yo, luego él Dios. La criatura clavé en mi su Lo que siguié fue muy confuse. Experimenté sensaciones profundas en ‘mi interior que nunca antes habia sentido. Un nuevo conocimiento, como si supiera un secreto que no debia conocer. Jiibilo y depresion al mismo tiempo. Liberacin. Eiclavitud, Exaltacién. Caida. Segura. Temerosa. Avergonzada, Sucia. Con deseos de exconderme. No podia permitir que me vera Sola. Tan sola. Perdida. Enganada. 30 xe CAPITULO UNO o€ LAVERDAD...O LAS CONSECUENCIAS >) | engato azora nuestra sociedad. Estd en todas partes, como bien lo demuestran las declaraciones extravagantes de la publicidad. Algunas veces es ficil detectar la falsedad (como pretender que es posible convertirse en un violinista de fama mundial en un instante). Sin embargo, es lamentable que la mayorfa de las mentiras no sean tan ficiles de detectar. El engafio publicitario apela a nuestros deseos humanos naturales. Desea- mos creer que de alguna manera misteriosa, los fastidiosos kilos de més pudie- ran derretirse en solo diez minutos sin sudor, sin disciplina, sin costo, sin esfuerzo, sin dolor. Es por eso que compramos pastillas, polvos dietéticos para preparar bebidas y equipos para hacer ejercicios que vemos en los anuncios publicitarios. Un vendedor sagaz y avisado cuya intencién fue cambiar en Addn y Eva su concepto acerca de Dios y sus designios ideé la primera campafia publicitaria. E] objetivo de Satands fue crear un abismo entre Dios y sus criaturas. Supuso que el hombre y la mujer no aceprarfan algo que pareciera un ataque directo contra Dios, y en eso tenia razén. Sabia que debia mas bien embaucarlos de manera sutil. Era necesario engafiarlos y seducirlos mediante una oferta que pareciera razonable, deseable y no del todo contraria a Dios. Satands engafié a Eva con una astuta combinacién de mentiras completas, verdades a medias y falsedades disfrazadas de verdad. Comenzé a plantar se- millas de duda en su mente acerca de lo que Dios habfa dicho en realidad (“gConque Dios os ha dicho...?” (Gn. 3:1]). Luego la llevé a desatender la Palabra de Dios y sugitié que en realidad MENTIRAS Q $ MUJERES C Dios no habia dicho lo que dijo. Respecto al drbol de la ciencia del bien y del mal Dios habia dicho: “no comerds”. Sin embargo, Eva afirmé que Dios habia dicho: “ni le rocaréis” (v. 3, cursivas afiadidas). ands engafié a Eva al impulsarla a dudar de la bondad, el amor y las motivaciones de Dios. Le pregunt6: “;Conque Dios os ha dicho: No comais de todo arbol del huerto?” Lo que le sugirié fue: "Dios ha coartado tu liber- tad? Parece que Dios no desea que scas feliz’ La verdad es que Dios habia dicho: “Puedes comer de cualquier érbol del huerto’ (2:16, cursivas afiadidas), a excepcién de uno” La verdad es que Dios es un Dios generoso. En todo ese inmenso huerto Dios habia prescrito una sola salvedad: “del Arbol dela ciencia del bien y del mal no comers”. Ademds, la nica restriccién que Dios habia decretado tenia el propésito de guardar el bienestar de la pareja gatantizar la bendicién y felicidad duraderas. Dios sabia que al comer del rbol ellos moririan, su relacién con El se romperia y se convert vos de Satanis, del pecado y de su propia naturaleza. Por otro lado, la serpiente engafié a Eva al mentirle acerca de las consecuen- Sie doled decease de’ bedacer 5 Dine Dies babts’alehins “poeiue al Hea que de dl comieres, ciertamente morirés” (2:17). En cambio, Satands replicé: “No moriréis” (3:4, cursivas afiadidas). Con esas palabras rebatié de plano lo que Dios habia dicho. EI maligno sedujo a Eva al offecerle todo tipo de beneficios bajo la condi- cién de que comiera del fruto prohibido (3:5). Le prometié un caudal de conocimientos y experiencias (“seran abiertos vuestros ojos”). Le prometié que seria igual a Dios, es decir, que ella seria su propio dios, in en escla- ‘seréis como Dios”). Por iiltimo, le prometié que serfa capaz de decidir por si misma lo que era bueno y lo que era malo (“sabiendo el bien y el mal”). Dios ya les habfa dicho a Adan y a Eva lo que era bueno y lo que cra malo. En pocas palabras, esto es Jo que Satands declaré: “Esa es la opinién de Dios, ustedes tienen derecho a tener su propia opinién y pueden tomar sus propias decisiones acerca de lo que es bueno o malo”. Satanis engafié a Eva para que decidiera por lo que veian sus ojos y lo que dictaban sus emociones y razonamientos en cuanto alo correcto, aunque en realidad era conttario a la advertencia de Dios: “Y vio la mujer que el arbol era bus no para comer, yque era agradable a los ojos y sebol codicable para alcanzar la sabiduria; y tomé de su fruto, y comis’ Ginesis 3:6 Eva probé el fruto. habian prometido descubrié qu za, culpa, temor y enajenacién. Cayé en la mentira, fue engaftada. El pastor puritano Thomas Brooks lo expresa de la siguiente manera: embargo, en ver de recibir las recompensas que le su boca estaba lena de gusanos de vergtien. Satands promete dar lo mejor y paga con lo peor, promete honra y paga con oprobio, promete placer y paga con sufrimiento, promete ganancias y paga con pérdida, promete la vida y paga con la muerte.! A partir de ese momento Satands ha utilizado el engafio para ganarse nues- tra simpatia, afectar nuestras decisiones y destruir nuestra vida. De un modo u otro cada problema que enfrentamos en este mundo es fruto del engano, es el resultado de creer algo que simplemente no es verdad. Aunque Satands persiste en su brillante promesa de “vida verdadera’, sabe bien que quienes atienden a su ofrecimiento sin duda morirén (Pr. 14:12). Entonces, spor qué caemos en el engafio? ;Por qué nos agrada la tentacién? Una razén es que por regla general Satands no se muestra como una serpiente, sino que aparece disfrazado como un éxito de libreria del Nueva York Times, una revista popular, una pelicula, un programa de televisién o una cancién que esté en la cima de popularidad. También puede hacerse pasar por un ami- go o un familiar que oftece consejos sinceros, por un terapeuta, un escritor cristiano, un predicador o un consejero, Sin importar ct . cada vez que nos enteramos de algo que no se conforma a la Palabra de Dios tenemos la certeza de que Satanis intenta engafiamos y destruirnos. Lo que leemos o escuchamos puede sonar bien, sentirsc bien y parccer correcto, pero si cs contrario a la Palabra de Dios no esti bien. Debemos comprender que ese fruto prohibido tan provocativo y dclicioso al principio, siempre nos conduce a la muerte y la destruccién. 33 MENTIRAS ESTRATEGIA DEL ENGANO. El engafto fue y es todavia la estrategia principal de Satands. Jestis dijo que el engafio es la esencia misma del diablo: “El [diablo] ha sido homicida desde do en la verdad, porque no hay verdad en principio, Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira’ Juan 8:44 Por razones que rebasan nuestra comprensién, Satands escogié a la mujer pata utilizar su estrategia del engafio. En el Nuevo Testamento el apéstol Pablo declara en dos ocasiones que la mujer fue engafiada: “la serpiente con su astu cia engafié a Eva (2 Co. 11:3), “Adan no fue engafiado, sino que la mujer, siendo engafada...” (1 Ti, 2:14). Algunos teélogos creen que hay algo en la naturaleza de Eva al ser creada que la hacia més susceptible al engafio, que de manera intrinseca estaba més inclinada a la tentacién y a la seduccién. Otros sugieren que debido a la dispo ada con mayor facilidad divina de sometersea su esposo, Eva seria eng al salirse de esa proteccién espiritul. En cualquier caso, el asunto es que como mujer pensas a caer victimas del engaho de Satands. Recordemos que él no se acercé s “caidas” somos més pro- primero al hombre, sino que de manera intencional se acercé y engafié a la mujer. Fue la mujer que arrastr6 a su esposo a pecar, y juntos llevaron a toda la humanidad al pecado (aunque Adin como cabeza es el responsable tiktimo). Creo que hay algo significativo en este orden de los hechos y que hasta hoy dia Hace fiada vamos a influir sobre los existe una raz6n por la cual Satands se propone «1 parte de su estrategia. El sabe que si nos eng hombres que nos rodean para hacetlos pecar, y nuestras decisiones pecamino- sas marcarén la pauta en las generaciones futuras. Algunas veces Satands nos engafia de manera directa, como le sucedié a Eva. Sin embargo, algunas veces utiliza a otras personas como instrumentos del engafio. gafiar a las mujeres En el capitulo cinco de Efesios, Pablo advierte: “Nadie os engafte con pala- 34 AVERDAD __OLASCONSECUI bras vanas” (v. 6). En repetidas ocasiones Pablo anima al pueblo de Dios a hablar la verdad entre los hermanos. Si no decimos la verdad a los demas en realidad hacemo: la obra del diablo y actuamos como sus representantes al engafiar y destruir a otros. De acuerdo con las Escrituras es posible ser engafiado por ideres espiritua- les que son los encargados de pastorear al rebafio de Dios y de comunicarle la verdad asu pueblo. Es lamentable que muchos lideres abusen de su llamado y de sus seguidores al no decirla verdad. Dios habla por medio del profeta Ezequiel para denunciar a estos lideres que engafian al pueblo: “Por cuanto entristeci el corazén de justo... yfortalecisteis las manos del impio quiel 13:22 En mi opinion, esta es una descripcién exacta de lo tanto se ve en el medio cristiano actual. Echa un vistazo a casi cualquier librer cristiana, hojea algu- nos periédicos cristianos, sintoniza las numerosas estaciones de radio y de televisién religiosas, escucha a algunos profesionales cristianos de la salud men- tal, y descubrirds que muchos “lideres cristiano” respetables engafian a sus seguidores. En la mayoria de los casos pienso que no es su intencién engafar a las personas. De hecho, tal ver ni siquiera sean conscientes de su obra. Sin embargo, ¢s0 es justo lo que hacen. En muchos casos “fortalecen las manos del impio” al s cesitan arrepentirse. Prometen las bendi que no cumplen con los requisitos por causa de su desobed les que no ne- nes y la gracia de Dios a personas ncia voluntaria y de su corazén no arrepentido. Dichas enscfianzas llevan a las personas a justi- ficar su... * Ira (“expresin saludable de sentimientos verdaderos") * Egoismo (“es necesario que le pongas limites a quien exija algo de tw parte”) * Irresponsabilidad ‘res incapaz de actuar de forma apropiada debido a que otros te causaron heridas profundas”) 35 + Infidelidad (“eres libre para divorciarte y casarte con otra persona pues Dios es el Dios de la segunda oportunidad”) Por otro lado, hacen “entristecer” o sentir culpable al “justo’ * Por asumir su responsabilidad (“eres dependiente”) * Por tener un corazén servicial (“no deberias dejar que otros se aprovechen dei”) * Por permanecer fiel a sus votos (“Dios no te obliga a seguir con ese matri monio”) ABRE TUS OJOS Es iste que la mayor de las personas, incluso cristianas, se expongan a tantos engafios de forma desprevenida yn siquiera son conscientes del engafio. Esa es Ia esencia misma del engafio, pues nos impide ver nuestra condicién Uno de los objetivos que me he trazado con este libro es exhortar 0 tes mujeres cristianas a abrir sus ojos y a examinar lo que ocurre a su alrededor, a velar por causa del engafio que tanto ha impregnado nuestra cultura secular y cristiana. Gran parte de nuestro estilo de vida se basa en ideas falsas. El resul- tado es una casa edificada sobre la arena. Una mentira conduce a otra y luego a otra en una cadena que no tiene fin Resulta desafortunado que la mayoria de las personas aceptan sin pensar lo que oyen y lo que ven. Escuchamos misica, leemos libros y revistas, peliculas, atendemos consejos y reaccionamos a la publicidad sin hacernos interrogantes cruciales como: + :Cual es el mensaje que transmiten? + :Es cierto lo que dicen? + :Estoy siendo engafiada por alguna idea contraria a la verdad? La promesa de Satands para Eva era muy tentadora: “serin abiertos vuestros sabiendo el bien y el ma 3:5). Quién podri ojos, y seréis como Dios resistirse a semejante oftecimiento? La Biblia dice que el fruto prohibido era “bueno para comer, y que era 36 LAVERDAD _ OLASCONSECL agradable a los ojos, y arbol codiciable para alcanzar la sabiduria”(v. 6, cursivas aiiadidas). Si no hubiera sido atractivo ;crees que Eva habria caido en la tram- pa? Si cl fruto hubicra cstado podrido y con gusanos, jerces que sc le hubicra ocurrido siquiera desobedecer a Dios? Por supuesto que no. El offecimiento de Satands resulta en extremo apetecible y engafioso porque tiene una aparien- cia agradable. El problema es que Eva no tomé un minuto para pensar en lo que suced en realidad. No se tomé la molestia de discernir la verdad del error. No se detuvo a considerar el costo y las implicaciones de lo que estaba a punto de hacer. Si Eva hul a imaginado las consecuencias devastadoras, dolorosas y horrendas de su decisin en su propia vida, en su relacién con Dios, en st matrimonio, en sus hijos y en los hijos de sus hijos, asi como en cada ser humano que viviria sobre el planeta (por el pecado de su esposo que la siguié), gerees que hubiera atendido a la mentira de Satands y desobedecido a Dios? Lo dudo. Sin embargo, todos suftimos del mismo problema. He llegado a la conclu- sién de que muy pocos cristianos en realidad miden las consecuencias de sus decisiones. Por lo general somos pasivas ante las personas y las circunstancias que ejercen algtin influjo en nuestra vida. Por ejemplo, comemos lo que nos apet en ha television, adoptamos la ultima moda y estilo de vida, asi como los valo- res y las prioridades de nuestros amigos. Todo eso se ve tan bien, se siente tan bien y parece tan inocuo. No obstante, en el momento, compramos el mas reciente artefacto promocionado emos como resultado una vida al revés por causa de las deudas, los sentimientos de ira y frustracién, las relacio- nes abusivas, la esclavitud y el agotamiento. Fuimos engafadas. Caimos en alguna mentira. Recuerdo con claridad un ejemplo de este tipo de engafio. Era una madre de siete hijos que sostenia una relacién con un hombre que conocié a través de la red informatica. Pensaba con seriedad abandonar a sti esposo para irse con aquel hombre. Después de reunirnos una noche, ella reconocié que sus accio- nes cran incorrectas. A pesar de cso afirmé: “El cs tan bucno conmigo y con mis hijos” Durante dos horas la insté a ver que ese hombre en realidad no se interesaba por ella ni por sus hijos, porque si asi fuera no osaria destruir su matrimonio. Si en realidad la amaba no la impulsai a violar la ley de Dios. Le adverti que tan atrayente, la llevaria a una destruccién irreme- su camino, aunque pari diable. Traté de ayudarla a ver que habia sido engafiada y que su tinica espe- ranza radi aba en creer y abrazar la verdad. DEL ENGANO A LA ESCLAVITUL En los capitulos que presento a continuacién estudiaremos algunas de las jentiras mas comunes y destructivas que las mujeres creen, pero antes vamos a echar un vistazo a la manera como el engafio entra y lleva a la escavitud. En términos generales, las personas no caen en el engaio de la noche a la mafana, Nose levantan una mafiana y descubren que son esclavas de la comi- dao quet en un carécter incontrolable. Hay un proceso que llevaa la escla. vitud, y siempre comienza cada vez que. 7 ESCUCHAM S UNA MENTIRA Asi es come comenz6 toda en el Huerta del Edén. Eva escuché las mentiras de Satands. Creo que ella no tenia idea de lo que esas mentiras harian en su vida y en su familia. Quiz tampoco parecia tan peligroso escuchar a la serpiente y avcriguar lo que tenia para decir. El simple hecho de escuchar no significaba desobediencia. Sin embargo, la cave del asunto esti en que al escuchar un punto de vista contratio a la Palabra de Dios, Eva Ilev6 a la desobediencia. Esto, a su vez, la condujo a la muerte fisica y espiritual. ntr6 en un terreno resbaloso que la Prestar ofdo a las mentiras es el primer paso a la esclavinud y la muerte, Es por eso que considero tan esencial tener cuidado con las cosas que permitimos entrar en nuestra mente 0 en nuestro coraz6n. Soy la mayor de siete hijos, y le doy gracias al Sefior por darles a mis padres la conviccién de controlar el tipo de influencia que permitirian en nuestro hogar durante nuestros afios de crecimiento. Mis padres fueron la primera generacién de cristianos en mi familia, pues solo conocieron al Sefior en su edad adulta. En lo concerniente a la crianza de los hijos ellos no contaban con la gran cantidad de recursos maravillosos ni las ensefianzas que estan al alcance de los padres hoy dia. Sin embargo, Dios les dio sabiduria y valor para “criar” a sus hijos en un “invernadero” espiritual. Se esforzaron para protegernos de las influencias dafinas y nos rodearon de otras 38 LA VERDAD __OLASCONSECUENCIAS que enriquecieran nuestra vida en un sentido espiritual. Como resultado, cre- cimos con un corazén protegido. Desde una tierna edad nuestro corazén era sensible al pecado y aprendimos a discernir entre lo bueno y lo malo. Como nifios, este estilo de crianza no siempre nos pare ante, hoy dia le doy gracias al Sefior porque mis padres tuvieron el valor de decir: “Basados en nuestro conocimiento no vamos a permitir que nuestros hijos se crien bajo el influjo de las mentiras que este mundo fomenta”. Con todas sus fuerzas anhelaron que creciéramos en el amor por la Palabra y los caminos de Dios, y que nuestro corazén fuera avivado por la verdad hasta abrazarla como algo nuestro. Después de soltarnos de ese ambi nadero para salir al mundo, su deseo es que perseveremos en la verdad y que identifiquemos y rechacemos cualquier cosa engafiosa y falsa. En mi vida adulta atin considero vital guardar mi mente y seleccionar con idado lo que admito en mi vida, asi como rechazar lo que suscita cualquier légico. No obs- pensamiento contrario a Dios. Las ideas engafiosas del mundo vienen a noso- tros de formas muy diversas: La televisién, las revistas, las peliculas, la miisica, los amigos, los centros comerciales, los catdlogos, solo por nombrar unos po- cos. Limitar con firmeza esas influencias mundanas hard que se ajuste nuestra visién de lo que ¢s valioso, hermoso ¢ importante en la vida Las mentiras inofensivas no existen. Es imposible salir sano y salvo de la exposicién a las ideas engafiosas y falsas del mundo. El primer error de Eva no fue comer del fruto, sino escuchar a la serpiente Asi pues, escuchar el consejo o las ideas que no se conforman a la verdad cl primer paso hacia las creencias falsas y por tiltimo la esclavitud. Una vez que hemos prestado ofdo a la mentira, el siguiente paso hacia la esclavitud es. MEDITAR EN LA MENTIRA Primero la escuchamos, luego meditamos en ella. Comenzamos a reflexio- nar en lo que Satands dijo. Lo rumiamos en nuestra mente. Iniciamos una conversacién con Satands. Consideramos que después de todo podria tener raz6n. El proceso puede compararse con la agricultura o la jardineria, En primer lugar, se prepara el terreno, lo cual equivale a admitir lo que es con- trario a la Palabra de Dios. Luego, se siembra la semilla, que es escuchar la 39 MENTIRAS QUE AS MUJERES CREEN mentira. Luego, la semillaes regada y abonada, lo cual equivale a meditar en ella Si permitimos que nuestra mente y nuestro coraz6n mediten en las cosas falsas, tarde o temprano llegaremos a. CRE! R LA MENTIRA a eché rafces y comienza a crecer. En este punto la semilla que se sembré y Primero Eva escuché la propaganda de la serpiente. Luego la consider y me- dito. No tardé en llegar a creer lo que le decia, a pesar de que contradecia de forma tan evidente la verdad de lo que Dios habia dicho. Después de haber creido la mentira, el siguiente paso resulté muy fic dita en ella, créela, y tarde o temprano llegaris a. |. Escucha la mentira, me- OBRAR CONFORME A LA MENTIRA Ahora que la semilla ha sido sembrada, regada, abonada y que ha echado raices, comienza a dar fruto, y su fruto es el engafio. Las creencias resultan en conductas. Creer algo falso resulta en una conducta pecaminosa. Lo que cree- mos se reflejard en nuestra manera de vivir. A la inversa, nuestra conducta se basa en lo que consideramos verdadero. No me refiero a lo que decimos que no a lo que creemos en realidad. “Porque cu su coraz6n, tal es él” (Pr. 23:7, cursivas afiadidas) Algo esencial que debemos recordar es que cada acto pecaminoso en nues- €s su pensamiento en tra vida comienza con una mentira. Escuchamos una mentira, la meditamos hasta que Ilegamos a creerla y por iltimo, obramos segiin la mentira. Ahora, observa lo que sucede después. En una ocasién rechazamos la verdad e infringimos la Palabra de Dios respecto a algtin asunto que parece minimo. Sin embargo, en la siguiente tentacién nos resulta més ficil pecar y asi en lo sucesivo. No solo pecamos una vez, sino vez tras vez hasta que un hdbito persiste en nuestro corazén y se convierte en una pauta pecaminosa. Antes de darnos cuenta de lo sucedido, ya somos esclavas. Se instaura una fortaleza pecaminosa, Satands lanzé el anzuelo, lo agarramos y ahora l nos atrapa y nos convertimos en su botin. 40 Recuerda cémo comenié todo: EL ORIGEN DE CUALQUIER ESCLAVITUD LA VIDA ES UNA MENTIRA Se siembra tuna semnilla, se riega y se abona. Entonces echa raices y produce fruto, no solo un fruto, sino una cosecha completa. Es una cosecha de esclavi- tud, de destruccién y de muerte. DE LA ESCLAVITUD A LA LIBERTAD Por regla general, hay dreas en nuestra vida sometidas a esclavitud porque hemos escuchado, creido y obrado segiin alguna mentira. Como podemos escapar de la esclavitud y dirigirnos hacia la libertad en los aspectos précticos de nuestra vida? Voy a presentar tres pasos que debemos tener en cuenta antes de estudiar las mentiras que nos esclavizan y la verdad que nos hace libres. 1. Identifica una 0 més dreas de esclavitud 0 una conducta pecaminosa. Es muy probable que ya puedas reconocer algunas. Sin embargo, es posible que haya otras menos evidentes. Pidele a Dios que te revele las dreas de esclavitud en tu vida. Las Escrituras dicen: “Porque el que es vencido por alguno es he- cho esclavo del que lo vencis” (2 P. 2:19). 2En qué asuntos de tu vida no experimentas la libertad como hija de Dios? Padeces algiin tipo de cios, uso de sustancias)? ;Vives en esclavitud emocional (ansiedad, miedo, de- -sclavitud ca (glotoneria o desérdenes alimenti- presién, desérdenes emocionales crénicos)? ;Vives en esclavitud sexual (masturbacién, pornografia, Iujuria, fornicacién, homosexualidad)? ;Sufres de esclavitud financiera (derroche, avaricia, mezquindad)? {Hay habitos pecami- nosos que te dominan (ira, mentira)? Eres exclava de la necesidad de aproba- cién, la timidez excesiva, la charlataneria, la adiccién a la televisidn o a las novelas rominticas? Dios puede revelarte cualquier area de esclavitud. Después de identificar las dreas de esclavitud, no te conformes con elim narlas. De hecho, tal vez ya has intentado exterminar esas conductas, has sts a punto de darte por vencida. Si quieres deshacerte de ciertas casado y MENTIRAS AS MUJER frutas venenosas que crecen en tu huerto no basta con salir y quitar las frutas del drbol. Volverin a crecer tarde 0 temprano. La tinica manera de destruir para la cual el siguiente paso es tan importante. iempre cl fruto venenoso es arrancar al drbol de raiz. Esa es la razén por 2. Identifi Qué mentiras has escuchado, creido y segtin las cuales has obrado para termi naren esclavitud? La respuesta a esta pregunta podria no ser tan obvia, pues las raices se esconden bajo la superficie y las mentiras son por lo general engafio- sas, Necesitamos al Sefior para revelarnos las creencias falsas que hemos con- sentido en nuestra vida ca las mentiras que estin a la raiz de cada esclavitud 0 conducta. En las paginas siguientes vamos a identificar cuarenta mentiras que muchas mujeres han admitido hasta el punto de echar rafces y dar fruto en la vida de cada una de ellas. Pidele a Dios que te mu has aceptado como ya sea las que presento en este libro u otras que El te revele, Pidele ademés que te ayude a arrepentirte por haber creido esas men- tiras. Después de haber identificado las mentiras especificas que has creido, stre las mentiras del enemigo que zcuil es el siguiente pas 3. Sustituye las mentinas por la verdad, Satands es un enemigo poderoso. Su principal arma es el engafio. Sus mentiras son poderosas. No obstante, hay algo atin mas poderoso que las mentiras de Satands, y ¢s la verdad. Después de identificar las mentiras que nos han esclavizado y de artepentirnos por haberlas creido, tenemos un arma eficaz para vencer el engafio. Esa arma ¢s la verdad. Es necesario confrontar cada mentira con la verdad correspondiente. Si hemos escuchado, meditado, creido y obrado conforme a alguna mentira, de- bemos escuchar, meditar, creer y obrar conforme a la verdad. De esa forma pasaremos de la esclavitud a la libertad por el poder del Espiritu de Dios. Asi lo declaré Jestis: “la verdad os hard libres” (Jn. 8:32). Ye SEGUNDA PARTE MENTIRAS QUE LAS MUJERES CREEN ye CAPITULO DOS a MENTIRAS QUE LAS MUJERES CREEN.... ACERCA DE DIOS faado Sis: Estoy tan confindida. Ayer en la mariana me sentia segura respecto a muchas cosas. Ahora no sé qué creer ni a quién creerle. No tenia razén alguna para dudar del amor de Dios por mi. Tenta miles de razones para creer que era buena Nunca dudé que sus palabras fueran la verdad. Con- fiaba en El. Creia en sus palabras Ahora, por alguna razin, El no parece ser el mismo que se paseaba con nosotros, con quien hablabamos y cantébamos cada manana. Si Elles tan bueno,

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