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Para saber si estamos en buen camino hemos de estar alerta a las señales de lo que puede
llegar a ser una relación tóxica. Muchas veces las personas no se dan cuenta y una vez que
están adentro, les cuesta mucho salir.
Sentirse desvalorizado o poco útil son algunas de las características de quienes se encuentran
en esta situación. La persona violenta visto desde afuera suele ser un ser encantador y del cual
nadie podría sospechar nada. Puertas adentro todo cambia, todo se derrumba y esta
pantomima que se monta para los amigos o familiares desaparece.
Beatriz Goldberg (n°), psicóloga y especialista en crisis de pareja, explicó que esta situación se
da en aquellas personas que tuvieron muchas relaciones tóxicas. "Les pasa mucho porque les
resulta conocido. A veces han tenido historias familiares similares y por eso lo naturalizan. El
miedo y la autoestima baja hace que busquen este que primero te hacen sentir bien y después
te van cercando".
De todas formas, siempre hay una solución, difícil de detectar en un comienzo, pero realmente
sanadora: la inteligencia emocional. Gracias a ella uno puede tener vínculos saludables y elegir
bien.
(n°)
“Se adquiere el poder de resiliencia el cual nos fortalece y nos otorga este tipo de sabiduría.
Ser positivo o mantenerse en un estado así contribuye a la creatividad, una herramienta
sumamente necesaria para poder adaptarnos al mundo", dice Goldberg.
Y agrega: "No podemos cambiar lo que nos pasa, pero si la perspectiva. La clave es mitigar las
emociones negativas y potenciar las positivas, aprender a dominarlas y alinearlas para afrontar
satisfactoriamente los desafíos que nos impone la vida diaria"
– No aislarse
– Descreer de aquel que quiere convencer a su pareja de que se sufre en nombre del amor
Sin embargo, Mireia Sánchez (n°), psicóloga sanitaria y terapeuta familiar, afirma que hay que
tener en cuenta muchos más detalles para prevenir esta situación:
“Primero de todo: empezar por tener la mirada en nosotros mismos: saber qué es lo que
quiero, lo que me gusta, lo que me hace sentir bien, cuáles son mis valores y creencias y que es
lo que no voy a cambiar por nadie. Dejar de lado los mitos que tenemos sobre el amor y lo que
debería hacer y/o sentir y empezar a construir tu relación desde lo que sientes y al ritmo que
tú necesitas. Ser coherente con lo que sientes y haces. Siendo sincero/a primero contigo
mismo/a. Añade tu misma/o las reglas internas que desees para iniciar una relación
satisfactoria.
En segundo lugar: fijarnos qué nos ofrece la otra persona: Observar si lo que él/ella me ofrece
es lo yo deseo para mi vida. Darnos cuenta de: cómo nos habla, cómo se relaciona con él/ella
mismo y con las personas de su entorno
En tercer lugar: Observar si esa relación nos compensa y/o nos genera satisfacción y bienestar
personal, social…Preguntarte si con esta relación estás construyendo un proyecto en común
que te beneficia y enriquece tu vida. Si esta relación te aproxima a tus opciones de vida. Si la
relación me ayuda a evolucionar como persona.”
Asimismo después existen indicadores más prácticos y concretos que nos pueden ayudar a
reconocer lo que no nos conviene. A continuación voy a esponer algunos de ellos: Primeros
indicadores de una posible relación tóxica…