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LIDER CRISTIANO

1. ¿QUÉ ES EL LIDERAZGO? ¿QUÉ ES UN LÍDER?

Liderazgo
Es el arte de influir en la gente para que trabaje con entusiasmo en la consecución de un bien
común.
LIDER BIEN COMÚN

Líder
Es aquella persona que dueña de sí mismo. Que ejerce un liderazgo que está fundamentado en
la coherencia de vida, que se fundamenta en el conocimiento y en la aceptación personal de
los demás buscando su bien; un liderazgo que está fundamentado en la autoridad y no en el
poder. Características del líder:
 Dueño de sí mismo. Nadie puede vivir un proceso de superación, sino es
dueño de sus propias emociones, de sus propias acciones, cuando uno se
entiende como un líder, puede construir su proyecto de vida y dirigir a los
demás.
 Coherencia de vida: vive como piensa y como predica.
 Conocimiento y aceptación personal de los demás buscando el bien del otro y
el bien común: amor al prójimo.
 Que ha generado y ganado autoridad.

El líder, en primer lugar debe influenciarse a sí mismo con mucho entusiasmo y fuerza; pero
además es gestor y promotor en los grupos humanos en los que está inmerso del bien común.

Todos podemos ser líderes.


No todos vamos a acceder a tener poder, porque es una capacidad que tal vez no se nos dé o
no la recibamos.

Pero todos, absolutamente todos, podemos ser líderes en alguna medida, porque se trata de
un arte que podemos cultivar, el arte de la autoridad.

Este liderazgo, su autoridad, tiene que ver con lo que tú eres como persona, con tu carácter y
con la influencia que has ido forjando sobre la gente.

Aquí carácter significa aquellas personas que tienen las cosas definidas, que tiene claro qué
es lo que quieren y son capaces de lograrlo porque son dueñas de sí.

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AUTORIDAD Y LIDERAZGO1

Lo primero para entender que es el liderazgo hay diferenciar poder de autoridad. Esto debido
a que mucha gente cree que poder es lo que define el liderazgo y no es así.

Poder. Es la capacidad forzar, coaccionar u obligar a alguien para que éste, aunque no
quisiera, haga lo que tú quieres debido a tu voluntad o a tu fuerza. La gente dice si tengo
poder seré líder.

Autoridad. Es un arte. Es el arte de conseguir que la gente haga lo que tú quieres debido a tu
influencia personal. Tiene que ver con capacidad de seducción, tiene que ver con capacidad
de influir en el otro de manera existencial.

¿Cuándo hay autoridad?


Cuando tú se la reconoces a la persona. Si la persona ejerce influencia en uno, es porque esa
persona tiene autoridad sobre uno. Si la persona usa del poder para influenciar en uno, se
fundamenta en el poder y no en la autoridad.

Ejemplos:
 De poder: el general que ordena a sus soldados atacar al enemigo por uno de
sus flancos, quedándose él mismo en la retaguardia.
 De autoridad: en la antigua Grecia y mayoría de pueblos del antiguo oriente
el general en mando decía a sus soldados “tras de mí, ¡síganme!”
 De Jesucristo: cuando nuestro Señor iba a dar su batalla final y salvar al
mundo: «Iban de camino subiendo a Jerusalén, y Jesús marchaba delante de ellos;
ellos estaban sorprendidos y los que le seguían tenían miedo» (Mc10, 32)
«…tomó aparte a los Doce, y les dijo por el camino: “Mirad que subimos a
Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y
escribas; le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles, para burlarse
de él, azotarle y crucificarle, y al tercer día resucitará”» (Mt 20, 17-19) « Y
habiendo dicho esto, marchaba por delante subiendo a Jerusalén» (Lc 19, 28).

Un buen tiempo antes había manifestado lo mismo, e invitaba a seguirlo


claramente:

Lc 9:22: Dijo: «El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado
por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y
resucitar al tercer día.»

Lc 9,23-24: Decía a todos: «Si alguno quiere venir en pos de mí,


niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque quien
quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése
la salvará».

1
Confrontar lo contenido en este punto a P. Alberto Molinero, en El Liderazgo - Padre Alberto Molinero
(Predicas Catolicas); minutos 2 al 5. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=eoRyLf1O-Pk

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Es como si dijera: “tras de mí, con su cruz, síganme” . Pero al ver
que tenemos miedo, se acera a nosotros con expresiones como:
 Pero al instante les habló Jesús diciendo: «¡Animo!, que soy yo; no
temáis.» (Mt 14, 27)
 Pero él les dijo: «Soy yo. No temáis.» (Jn 6, 20)

2. SER CRISTIANO ES SER LÍDER.

Cuando uno piensa en la palabra líder, fácilmente la identifica con los grandes líderes de la
historia y de la humanidad. En el caso del cristianismo el recurso es a los grandes apóstoles y
a los santos; y ciertamente cualquiera de ellos podría servirnos de modelo como líder en
alguna medida.

Si alguno, se siente llamado por Dios a un liderazgo de esas características, será bueno lo
discierna bien, se asesore y se prepare mucho, pues sepa que está advertido: «No os hagáis
maestros muchos de vosotros, hermanos míos, sabiendo que nosotros tendremos un juicio
más severo, pues todos caemos muchas veces» (St 3,1-2).

Al liderazgo que nos vamos a referir es al liderazgo que estamos llamados todos los
cristianos, y EL MODELO DE LÍDER QUE VAMOS A TOMAR PARA ELLO ES AL
HIJO DE DIOS HECHO HOMBRE, JESUCRISTO, por ser el Maestro y Señor.

2.1. Vocación del cristiano a ser líder.

Jesús es el Señor. Y la palabra señor denota dominio; es decir, ser dueño, amo, que tiene
absoluto poder sobre algo. Y Jesús, es Señor de todo el Universo, pero además es también
Señor de sí mismo. Él por ser Dios, es perfectísimo y su obrar también es perfectísimo:

“HAY PLENA COHERENCIA ENTRE LO QUE PIENSA, DICE Y HACE”.

Es por eso que, haciéndose semejante a nosotros, menos en el pecado, y haciéndonos


semejantes a Él por el bautismo, nos llama (“nos manda” en imperativo):

“Vosotros, pues, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto” (Mt 5, 48).

(“Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado” (Mt 28,
19.20).)

Por ser hijos de Dios, desde el bautismo, estamos llamados a ser perfectos como nuestro
Padre Dios. Estamos llamados a ser señores de nosotros mismos. Estamos llamados a realizar
la misma obra que el Padre encomendó a su Hijo: dar a conocer el amor de su Padre por los
hombres y su salvación por medio del sacrificio de su Hijo en la cruz.

“Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar”


(Jn 17,4).

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Y así como nos llama a ser perfectos, también Jesús, les dice a todos sus discípulos que están
llamados a ser líderes por su estilo de vida cristiana, como hijos de Dios que buscan la
gloria de su Padre, para que con su ejemplo enseñen a los demás este modo de vida:

«Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no
sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres. Vosotros sois
la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni
tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero,
para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los
hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en
los cielos» (Mt 5, 13-16)

Sal de la tierra, luz del mundo: por nuestras ideas, valores evangélicos, por nuestros
principios y criterios con que tomamos decisiones, por nuestro decir; pero por sobre todo
por nuestras acciones, que exigen COHERENCIA con nuestra condición de hijos de
Dios.

«Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y
glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos».

3. MISIÓN Y VISIÓN DEL LÍDER CRISTIANO.

El término “líder” proviene del inglés leader, y hace referencia a conducir, guiar, dirigir,
dirigente o jefe. Un líder es el individuo de un grupo que ejerce una mayor influencia en los
demás, se le considera jefe u orientador, éste presenta la habilidad de convencer a otros de
que trabajen con entusiasmo para lograr los objetivos definidos.

a) Misión: “lo que va hacer”

Objetivo definido: Guiar a los hombres a Dios por Jesucristo (máximo bien común).
(Esto es: llevarlos a la salvación).

“Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de
la verdad” (1 Tt 2, 4).

SALVACIÓN DE LOS HOMBRES


VIDA ETERNA
CONOCIMIENTO DE LA VERDAD

“Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que
tú has enviado, Jesucristo” (Jn 17, 3).

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b) Visión: “lo que espera lograr”

Que algunas personas de su entorno se acerquen a Dios, se conviertan, o al menos inicien el


camino de la conversión, sabiendo que este resultado no depende en nada de él, que es pura
gracia de Dios y, que, además, debe respetar los tiempos de Dios y la libertad de los hombres.

4. CUALIDADES DEL LÍDER CRISTIANO (“CÓMO SER LÍDER”).

4.1. Cualidades naturales.

Son aquellas que podemos desarrollar, adquirir, con la práctica y esfuerzo diarios.
Ciertamente que con la gracia divina que recibimos desde nuestro bautismo, estas cualidades
naturales se verán potenciadas, perfeccionadas con la ayuda divina.

 Realismo:
El cristiano enfrenta los mismos problemas que la vida da a todos los hombres. Pero su
postura es distinta, pues ama la Verdad, y acondiciona su mente a la realidad, anda en verdad.
La realidad es ajena a las emociones, es objetiva no subjetiva. No está plagada de
suposiciones, de rencores, de maledicencias (“chismes”), de odios, pendencias, mal humor,
superficialidad, de supersticiones, de prejuicios, venganzas, etc. Por eso, para ser realista y
objetivo frente a las situaciones de la vida diaria, es necesario tener dominio, señorío de sí
mismo, para juzgar la realidad sin que mis emociones la alteren.

 Iniciativa:
Algo muy común que pasa con las personas, es que “la gente se queda esperando que otros le
resuelvan los problemas; la gente espera que del cielo caigan soluciones. ¡Cuidado con eso!”
(P. Alberto Molinero)2. Uno puede llegar a decir: estoy orando para saber que quiere Dios
que haga en este asunto. Pues bien, fijate hermano, que muchas veces te toparás con el
silencio de Dios; y tal vez para la mayoría de cosas. Pues, también Dios ya te dio desde tu
nacimiento una inteligencia poderosa y una voluntad férrea para hacer las cosas en este
mundo: «Y dijo Dios: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza
nuestra”» (Gn 1, 26). Es decir, nos dio una inteligencia poderosa como la suya para darnos
cuenta del bien, del mal, y del camino a seguir –ahora con las enseñanzas de Cristo, todavía
es más fácil darnos cuenta- frente a los problemas; y nos dio fuerza interior para seguir ese
camino y hacer las obras buenas. Así que la mayoría de soluciones no me vendrán del cielo,
yo solo tendré que tomar las decisiones guiado por mi razón iluminada por la fe y el
evangelio. Las inspiraciones divinas que me vienen en la oración me ayudarán a darme
cuenta de la voluntad de Dios.

 Simpatía:
En el cristiano brota de su vida interior; de ninguna manera es superficial, simulada o
forzada. Brota de la paz de conciencia y tranquilidad del alma que le viene de la fe y la
esperanza en la misericordia de Dios. Brota de la alegría de estar con Dios, de ser su hijo, de
saberse amado por Él, de experimentar su increíble bondad, su ternura y su protección. Una
persona que experimenta ello se sabe importante para su Padre Dios, es segura, es feliz y
2
El Liderazgo - Padre Alberto Molinero (Predicas Catolicas); segundos 30 y siguientes.
Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=eoRyLf1O-Pk

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aprende amar como Él. Y como el amor es difusivo de sí quiere contagiarlo a todo el
mundo. Y ese amor transforma nuestro decir, nuestro trato que se hace más afable, agradable,
simpático, atrayente hacia su origen, o sea, hacia Dios. La gente, generalmente no entiende
por qué, pero sabe que hay algo en esa persona que es como un imán poderoso, y poco a poco
son conducidas hacia Dios.

(“Tres cualidades del amor cristiano”)

 Empatía: La empatía (del griego ἐμπαθής, «emocionado») es la capacidad de percibir,


compartir y comprender (en un contexto común) lo que otro ser puede sentir o estar
experimentando. Ahora bien, la empatía puede darse en distintos niveles o áreas: a nivel de
emociones, de pensamientos, de las relaciones que tiene la otra persona y de su
comportamiento. Generalmente estos niveles van juntos y se interrelacionan, porque tratamos
con la unidad de la persona.

Para que se dé la empatía es necesario que el cristiano viva dos cualidades de la caridad
evangélica:

1a Conocer al otro:

“Nadie ama a quien no conoce”, “no amamos a los extraños, sino a los de casa”. Por
eso si quiero ser empático con alguien, para tener una comprensión aproximada de lo
que le pasa, debo procurar conocer y valorar su realidad, sus problemas, sus
capacidades de solución, sus posibilidades, parte de su pasado que pueda influir en la
actual situación, su grado de educación y cultura, las costumbres con que fue criado,
sus vicios, su arrepentimiento, su grado de fe y conversión, etc., etc. Y, todo ello, sin
juzgar en lo más mínimo la situación o el proceder del otro.

Y si no puedo o no podré conocer estas cosas y, tal vez, no deba o ni siquiera me


corresponda, entonces, al menos, debo tener en consideración que la persona con la
que quiero ser empático se ve influenciada por un montón de factores que
ayudan a explicar lo que vive y lo que le pasa; al punto que ello, incluso, ayudará a
excusarla, justificarla y disculparla ante uno y los demás; cosa importante cuando se
trabaja sobre el perdón.

La empatía no queda allí, sino que me lleva a tratar de “sentir o vivir de alguna
manera” lo que el otro vive, sino no ocurre esto ¡no se puede hablar de empatía!
Es más fácil cuando yo he pasado una experiencia similar. Es “ponerse en los zapatos
del otro”; ver la situación no desde mi posición, sino como si yo fuera él: con su
educación, su cultura, sus costumbres, sus vicios o pecados, etc., etc.

No es tarea fácil lograr ese tipo de empatía, porque, primero, implica mucho esfuerzo
y una continua praxis con todos; y, en segundo lugar, porque siempre tenderé a
creerme mejor que la otra persona juzgándola. Los santos lucharon mucho contra sí
mismos para evitar esto. No ayudaban a los demás como cuando uno da limosna: de
arriba hacia abajo. Los santos se acostumbraron a servir a los demás como sus
esclavos: “esclavos de amor”; según lo que está escrito: “Nada hagáis por rivalidad, ni

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por vanagloria, sino con humildad, considerando cada cual a los demás como
superiores a sí mismo, buscando cada cual no su propio interés sino el de los demás.
Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo” (Flp 2, 3-5). Para verlos
como superiores ellos “se sabían” capaces, incluso, de cometer pecados más atroces
de los mismos que veían en otros; y por eso se humillaban ante Dios, y ante aquél
pecador que tenían delante, considerándolo mejor que ellos mismos.

Sólo así, cumpliendo esas condiciones, podemos acercarnos al otro generando un


conocimiento íntimo, interno, de su persona. Y eso facilita el amor.

De los primeros cristianos se decía: “Se aman incluso antes de conocerse”. Mucho se
debe esta frase, a esta disposición de la empatía que tenían en sí mismos; que los
llevaba a estar dispuestos a amar a quien sea sin importar la carga de su realidad o
pasado que traían encima.

2a Escuchar al otro:

Un buen líder escucha. ¿A quién?, ¡a todos!

¿Qué sucede si adelanto mi juicio sobre una situación o proceder de alguien antes
de saber lo que pasó? ¡¡Muy probablemente “erraré”!!

Es algo que puede pasarnos muy fácilmente en la vida diaria. La esposa que supone
que sabe lo que piensa su marido: “…ya sé lo que va a decir”. Esta mujer muchas
veces prejuzgará a su marido y será motivo de disgustos, desilusiones y frustraciones
para él. Y lo mismo sucede del marido hacia la mujer. Y es tan común que tratemos
así a nuestros hijos. Al final, esto fomenta muchas divisiones en la familia.

Y esto que ocurre tan a menudo en casa, sucede en todas partes. Adelantamos nuestro
juicio. No escuchamos a los demás. Juzgamos y echamos la culpa antes de tiempo. Y
en los peores casos, cuando los otros quieren hacer sus descargos, “ya ni siquiera
queremos escucharlos”. Así de cerrado puede llegar a ser nuestro corazón y nuestro
entendimiento con los demás. ¡Qué terrible! ¡Y ocurre a diario!

Y si en esto tan casero erramos… ¿Cómo podremos ser verdaderamente empáticos?

Sólo si aprenderemos a escuchar podremos conocer la opinión, pensamiento,


necesidades, sentimientos, vivencias, quejas, reclamos, etc. de parte de los que nos
rodean; y en consecuencia sabremos qué hacer para ayudarlos en el camino de la
salvación y conducirlos hacia Dios.

Muchas veces tendré que escuchar lo que los demás dicen de mí. ¿Estaré en la
capacidad de “escuchar la verdad” que dicen de mí, aunque me disguste?
¿Reaccionaré bien en esas circunstancias? El líder debe estar preparado también
para ello. Como Jesús ante Pilato: “Tú lo has dicho, soy Rey” (Jn 18, 37), así el líder

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debe ser capaz de reconocer sus errores cada vez que hace falta diciendo: “tú lo has
dicho, soy esto y esto otro”.

 Voluntad y entrega:

Se puede traducir en una característica principal de la caridad cristiana: el servicio.

3a Espíritu de servicio.

Es lo mejor que podemos hacer. Es la mejor manera de predicar. Las palabras se las
lleva el tiempo, los ejemplos arrastran.

Es estar atentos a las necesidades de los demás. Es ganarlos haciéndoles el bien,


incluso a los enemigos: «Antes, al contrario: si tu enemigo tiene hambre, dale de
comer; y si tiene sed, dale de beber; haciéndolo así, amontonarás ascuas sobre su
cabeza. No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el bien» (Rm 12,
20-21).

Es lo que hizo María en las bodas de Caná. Ella, sin que nadie le diga nada, ni por
obligación alguna, estuvo atenta a las necesidades de los demás; y así obtuvo un gran
beneficio para esos esposos y toda la humanidad.

Y todos, absolutamente todos, podemos y debemos servir. ¡¡No hace falta que nos
lo pidan!! Podemos ayudar y hacer el bien; esto es amar, en todo momento, a todos;
como Dios, que hace salir su sol sobre buenos y malos.

«Que cada uno, con el don que ha recibido, se ponga al servicio de los demás, como
buenos administradores de la múltiple gracia de Dios…. Así, Dios será glorificado en
todo, por medio de Jesucristo» (1 Pe 4,10.11). Todos hemos recibido dones para
servir al prójimo: desde servir un tecito libremente, dar una sonrisa, una mirada
amable, ayudar en los quehaceres de la casa que el otro está haciendo, hacerle favores
a escondidas, etc. Hay un libro muy hermoso, “La sombra del Padre” de Jan
Dobraczynski, el autor imagina el hogar de José y María, lleno de por menores y
atenciones silenciosas y constantes en el que uno atendía al otro sin que se lo pidiese;
eso hace que Jesús viva en ese tipo de hogares siempre: «Porque donde dos o tres se
hallan congregados en mi nombre, allí me hallo yo en medio de ellos» (Mt 18, 20).

Y no se trata sólo de servir, sino de no hundir al otro; por el contrario, muchas veces tendré
que levantar al hermano caído, ayudar a caminar al que va lento, al que ya no puede con su
carga; tendré que ayudar al crecimiento del hermano. “Liderar desde la entrega, la
validación del otro, el creer en sus posibilidades y el evocar sus mejores cualidades es dar
oportunidades al desarrollo, la evolución y el vuelo propio. También implica otorgar
confianza, delegar apropiadamente y alentar el uso de los recursos personales” (Andrea
Truchi3).

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Recuperado de: https://apartirdeunafrase-wordpress-
com.cdn.ampproject.org/v/s/apartirdeunafrase.wordpress.com/2017/04/16/una-vela-no-pierde-nada-por-
encender-otra-vela-frase-de-james-keller-1900-1977sacerdote-consejero-espiritual-escritor-productor-de-

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4.2. Cualidades sobrenaturales.

a) Fe contagiosa.
El ejemplo, el testimonio de vida es el mejor modo de incentivar la fe. No tanto las palabras.

Hablar, predicar y no vivir esa fe es lo más nefasto para la evangelización y para ser
auténtico líder. Sin embargo, ES EL ERROR MÁS COMÚN EN LOS QUE RECIEN SE
INICIAN EN LA VIDA CRISTIANA Y SUELE DURAR MUCHO TIEMPO HASTA QUE
CAEN EN CUENTA DEL MISMO.

Por ejemplo: mamá o hermano que hacen su retiro de iniciación y se da cuenta de que su vida
no era lo que Dios esperaba. Y decide comenzar a cambiar. Pero llega a casa y quiere que
todos de la noche a la mañana tengan los mismos deseos que él o ella. Quiere, por ejemplo,
que todos vayan a misa los domingos cuando él o ella ni siquiera ha ido un año seguido a
misa. Quiere que todos recen al menos en las comidas, cuando nunca se hizo antes y cuando
él mismo aún ha pasado largos ratos de oración al mes o a la semana. Incluso, a veces,
comienzan a señalar los errores y pecados de otros, pues claro, como ahora él o ella leen la
biblia, y saben lo que Dios prohíbe y castiga se creen los portavoces de Dios; y, así por el
estilo, abundan las maneras y ejemplos en los que recién retoman su vida de fe apartan del
Camino a los que podrían llegar a salvarse si verdaderamente encontrasen a alguien que les
dé testimonio de fe en su vida diaria y los tratase con verdadera caridad evangélica.

PARA EL LIDER CRISTIANO ES IMPRESCINDIBLE


LA COHERENCIA DE VIDA, PERO DE VIDA CRISTIANA.

“QUE SU DECIR SEA ACORDE CON SU OBRAR”

b) Amor ardiente.
Ya se explicó en las tres cualidades arriba dichas y en lo de simpatía.

c) Esperanza confiada.
El líder esta llamado dirigir, a guiar, a conducir a los demás a un determinado objetivo.

En el caso del líder cristiano, ese llamado es, ya lo hemos visto, “GUIAR A LOS HOMBRES
A DIOS”, “AL CONOCIMIENTO DE DIOS, DE LA VERDAD”, “LLEVARLOS A
JESUCRISTO EN QUIEN ESTÁ LA VIDA ETERNA”.

Pero, ¿qué pasaría si el líder cristiano pierde rumbo, si se desorienta y no va tras el objetivo?

Sería una desgracia tremenda, pues no sólo se perdería él; son que también conduciría al error
a todos los que está guiando, a todos los que de alguna manera le siguen.

Es por eso que:

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De%20%251%24s&ampshare=https%3A%2F%2Fapartirdeunafrase.wordpress.com%2F2017%2F04%2F16%2Fu
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“ES VITAL PARA EL LIDER CRISTIANO MANTENERSE ENFOCADO
EN LA VIDA ETERNA, EN LA ESPERANZA DE ALCANZARLA,
DE ESTAR EN CONSTANTE TENSIÓN HACIA ELLA”.

Y tal vez esta cualidad, sea la más difícil de adquirir de todas; a la vez, su ausencia la más
peligrosa tanto para él como para los demás por la ya dicho.

¿Cómo adquirir y acrecentar la esperanza?

1º Pedirla cada día en oración ferviente. Es una virtud teologal. Sólo Dios la concede.
2º Disponer nuestra mente, nuestro corazón, nuestros deseos, acciones e intenciones
para desear el objeto propio de esta virtud; es decir, que:

“con todo nuestras fuerzas, con todo nuestro deseos y acciones vivamos
buscando alcanzar la vida eterna, el cielo prometido, llegar a ver a Dios cara a
cara en su Reino”.

Para el ser humano su máximo enemigo es la muerte. Por eso le teme tanto, por eso
le huye, ni quiere pensar en ella. Sabiendo esto, el demonio se vale de este miedo
para hacer que el hombre se aferre a esta vida y deje de pensar en el cielo, en otras
palabras en su deseo de estar con Dios. ¿En que termina ello? En que el hombre
quiere que Dios viva para él en este mundo, poniéndolo a su servicio; es decir: es
más lo que le pide para su vida en la tierra que lo que le pide para irse al cielo,
incluso si hiciese falta que le mande una enfermedad o sufrimientos o privaciones
que aceleren su tránsito de esta vida a la otra o al menos eviten que uno la pierda la
vida eterna.

Mc 9, 43: si tu mano te hace pecar, córtala: mas te vale entrar manco en la vida
eterna, que tener dos manos e ir al infierno, al fuego inextinguible, en donde el
gusano que les roe, nunca muere, y el fuego nunca se apaga.
Mar 9, 45: Y si tu pie te hace pecar, córtalo: Más te vale entrar cojo en la vida
eterna, que tener dos pies y ser arrojado al infierno, al fuego inextinguible, donde
el gusano que les roe nunca muere, y el fuego nunca se apaga.

Mar 9, 47: Y si tu ojo te sirve de escándalo, arráncalo: más te vale entrar tuerto
en el reino de Dios, que tener dos ojos y ser arrojado al fuego del infierno, donde
el gusano que les roe nunca muere, y el fuego jamás se apaga.

Si el líder cristiano pierde rumbo y no enfoca continuamente en dirigir su obrar


hacia el cielo, teniéndolo por meta constante, entonces se dirigirá hacia otros fines
u objetivos y se convertirá en un líder más de este mundo, sin trascendencia, sin
verticalidad, profano, cuando no mundano, de horizonte terreno.

El líder cristiano cada día debe reorientar su mente, sus deseos, su corazón hacia la
vida eterna; en pensar que la vida es corta, que pronto todo acabará. Debe vivir
para lo que fue llamado, para conducir los hombres al Reino de Dios; y Jesús
enseñó claramente: “Mi Reino no es de este mundo” (Jn 18, 36).

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«Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde
está Cristo sentado a la diestra de Dios» (Col 3, 1).

El demonio, el mundo y sus máximas gritan lo contrario: “vivamos y comamos que


mañana moriremos”, “hay que disfrutar en la vida todo lo que se pueda”, “el
infierno es en esta vida, después ya no hay infierno”. En pocas palabras: buscar
SOBRETODO la felicidad en la tierra y pedirle a Dios que nos evite los
sufrimientos y dolores en la tierra. ¡¡Esto señores: no es cristiano!!

Todo cristiano debería estar gozoso que cada día que pasa es un día menos para el
encuentro con el Señor. Que cada peligro o enfermedad mortal es una oportunidad
para irse ya al cielo. Que partir de este mundo significa ir al encuentro del Amado,
de quien más me ama, y por tanto, abandonar a los seres queridos en la tierra es
poco en comparación a con Quién estaré (no significa que no sea triste y doloroso,
pero la Esperanza del encuentro con Dios confortará a ellos y a uno mismo).

SOLO ESTA ESPERANZA,


ESTA TENSIÓN CONTÍNUA HACIA LA ETERNIDAD
ME HARÁ VIVIR CRISTIANAMENTE, ME HARÁ VIVIR LOS
PRINCIPIOS EVANGÉLICOS, ME HARÁ –en palabras de Jesucristo-
“UN ISRAELITA DE VERDAD”, UN CRISTIANO DE VERDAD.
un auténtico líder.

SI PIENSO Y CREO Y ESPERO FIRMEMENTE QUE HAY UNA


FELICIDAD INFINITA, INIMAGINABLEMENTE SUPERIOR A
CUALQUIERA QUE SE DA EN LA TIERRA –san Pedro decía al ver un reflejo
de esa felicidad en el Tabor: “Maestro, que bien se está aquí”; y san Pablo: “Ni ojo
vio, ni oreja oyó, ni pasó a hombre por pensamiento cuáles cosas tiene Dios
preparadas para aquellos que le aman”-, ENTONCES SERÉ CAPAZ DE VIVIR
SEGÚN EL EVANGELIO COMO LÍDER CRISTIANO:

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Líder de este mundo: Líder cristiano:

Busca la prosperidad, la riqueza, los Busca la bienaventuranza eterna: “Bienaventurados


beneficios económicos. los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de
los cielos” (Mt 5, 3). Esta pobreza espiritual, cuando
es material, es más creíble por causa de la debilidad
del hombre hacia la riqueza.
Busca alcanzar el poder para el grupo, Se acuerda del Siervo de Dios que tomó la condición
la fama si es posible. de esclavo.
«Jesús les llamó y les dijo: “Sabéis que los que
gobiernan las naciones las oprimen y los poderosos
las avasallan. No tiene que ser así entre vosotros; al
contrario: quien entre vosotros quiera llegar a ser
grande, que sea vuestro servidor; y quien entre
vosotros quiera ser el primero, que sea vuestro
esclavo”» (Mt 20, 25-27).
Evita las pesadumbres, el dolor, el En su libre elección, al menos de modo personal, y si
sufrimiento innecesarios para el grupo. el grupo lo acompaña, puede elegir alguna
penitencia ante Dios a cambio de algún beneficio
espiritual y/o eterno. «para que tu ayuno sea visto,
no por los hombres, sino por tu Padre que está allí,
en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te
recompensará» (Mt 6, 18).
Frente a adversidades como robos o Se fija en las palabras de Jesús: «al que te quite el
injusticias busca el auxilio de la justicia manto, no le niegues la túnica. A todo el que te pida,
humana. da, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames» (Lc 6,
29-30).
Frente a las difamaciones y Pudiendo optar por una defensa, no olvida las
maledicencias hace denuncias y palabras de Jesús: «bendecid a los que os maldigan,
declaraciones defendiendo la imagen. rogad por los que os difamen» (Lc 6, 28).
Frente a los pleitos, discusiones u otro Se acuerda que Jesús era sumamente manso.
tipo de agresiones, reacciona con el «Al que te hiera en una mejilla, preséntale también
espíritu de venganza que el mundo la otra» (Mt 6, 29).
pregona: “ojo por ojo, diente por «Pero yo os digo a los que me escucháis: Amad a
diente” vuestros enemigos, haced bien a los que os odien»
(p.e. Trump, Theresa May, Macron (Mt 6, 27).
cuando atacaron Siria).
Se ajusta a las leyes y máximas de Se ajusta a la Palabra de Dios, y según ella dirige al
mundo, y según eso dirige al grupo. grupo.
«Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi
Padre le amará, y vendremos a él, y haremos
morada en él»
«El que no me ama no guarda mis palabras. Y la
palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que
me ha enviado» (Jn 14, 23-24).

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CONCLUSIÓNES:

Todos estamos llamados a ser líderes en nuestro lugar donde vivimos, siendo la sal y luz del
mundo, respondiendo al mandato de Jesús de ser perfectos como nuestro Padre Celestial es
perfecto y buscando su gloria y la conversión de los hermanos mediante nuestras buenas
obras que serán el mejor testimonio y ayuda para su conversión.

Son necesarias desarrollar en nuestra propia vida ciertas cualidades básicas del líder, en
especial no podemos olvidar:

 La empatía, que mediante el conocimiento íntimo del prójimo, busca acercarse a él desde su
propia vivencia y realidad para desde allí poder servirlo, ayudarlo y amarlo.

 La escucha, que es básica para poder conocer los pensamientos, necesidades y vivencias de
los que nos rodean. Si no escuchamos no conoceremos a los demás, lo que hace imposible el
amor y el servicio.

 El servicio (caridad o amor cristiano), es la herramienta principal con la que manifestamos


nuestra caridad hacia el prójimo. Mediante ella podemos hacer el bien incluso a nuestros
enemigos. Es el modo que mejor podemos expresar nuestra fe y el modo de glorificar a Dios,
logrando que los hombres se salven y cumpliendo nuestra labor de líderes cristianos.

«Amarás al Señor Dios tuyo con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu
mente, y con todas tus fuerzas; éste es el mandamiento primero;
el segundo, semejante al primero, es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay
otro mandamiento que sea mayor que éstos» (Mc 12, 30-31).

«Que cada uno, con el don que ha recibido, se ponga al servicio de los demás, como
buenos administradores de la múltiple gracia de Dios…. Así, Dios será glorificado en
todo, por medio de Jesucristo» (1 Pe 4,10.11).

 La fe contagiosa, referida al testimonio de vida. Predicar con el ejemplo y no tanto con las
palabras. Si mis acciones contradicen mis palabras será nefasto para los que me escuchan y se
alejarán de Dios.

«La noticia de esto llegó a oídos de la Iglesia de Jerusalén y enviaron a Bernabé a Antioquía.
Cuando llegó y vio la gracia de Dios se alegró y exhortaba a todos a permanecer, con corazón
firme, unidos al Señor, porque era un hombre de bien, lleno de Espíritu Santo y de fe. Y
una considerable multitud se agregó al Señor» (Hch 11, 22-24).

 La esperanza constante. Es vital y necesaria cada día, para que el líder no pierda rumbo y
sepa hacia donde guiar a los demás. Es fruto de la fe e impulsa el amor. Se trata de un
esfuerzo constante por tender siempre hacia los bienes de arriba, hacia la vida eterna, hacia el
encuentro definitivo con Dios, dejando de lado todo lo que estorba y valorando en la justa
medida los bienes de este mundo, que ante Dios son nada.

«Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo
sentado a la diestra de Dios» (Col 3, 1).

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