La escolástica es una corriente filosófica que buscó relacionar e integrar de la
mejor manera posible la razón con la fe pero, colocando siempre la fe por encima de la razón. Se llama «Escolástica» a la filosofía y la teología que se enseñó durante el período de la Edad Media, a la denominada filosofía medieval; propiamente, la «ciencia que se enseñaba en la escuela»: primero las artes liberales y luego la filosofía y la teología. El nombre proviene del término latino schola, escuela, y de aquí scholasticus, aplicado en un principio a los que frecuentaban determinado tipo de escuela, como maestros o como alumnos, y luego a los que se caracterizaban definidamente por utilizar en sus enseñanzas e investigaciones el método con que se desarrollaba la filosofía medieval.
Toda la filosofía Escolástica se caracteriza por un doble, y problemático, recurso a
la autoridad, representada por los textos sagrados de la Biblia y la tradición de los Padres de la Iglesia (a la fe, en definitiva), y a la razón, que de manera creciente se aplica a la interpretación de la autoridad y hasta al libre juego de la reflexión propia. La escolástica asimiló la filosofía pagana al cristianismo y preparó el camino para la autonomía que la filosofía y la ciencia conquistarían a partir del Renacimiento. Los instrumentos fundamentales eran la lectio (lectura de textos) y la disputatio (discusión pública).
La lectio (es decir, la lección, que consistía en un comentario de texto o "de
autoridades" como entonces se decía). En Teología se comentaban las sentencias de Pedro Lombardo, en filosofía las obras de Aristóteles, a las cuales se unían también los trabajos de Boecio y libros pseudo-aristotélicos.
La disputatio, el debate sobre alguna cuestión abierta entre dos maestros
reputados. Dos o tres veces al año los maestros realizaban una "disputatio de quodlibet (literalmente "de lo que quieras"), en que respondían a cualquier cosa que se les preguntase. Al principio las disputas eran públicas, aunque al final del período se desarrollaron por escrito. Mientras en la lectio hablaba sólo el profesor, la disputatio se desarrollaba en disertación y contradisertación.
A Santo Tomás de Aquino (1225-1274) se le conoce también con el nombre de
Doctor Angélico. Estudió las artes liberales en Nápoles y en esta misma ciudad tomó el hábito de Santo Domingo. Escribió un gran número de obras entre las que destacan: Suma teológica, Suma contra los gentiles, Compendio de Teología.
Su filosofía, que se convirtió en la doctrina oficial (tomismo), está apoyada en San
Agustín y muy influida por el aristotelismo, representa una conciliación entre el cristianismo y el aristotelismo. – Relación entre razón y fe Para Santo Tomás hay una neta distinción entre razón y fe, cada una tiene objetos, métodos y criterios distintos y por tanto es autónoma y autosuficiente en su campo: la razón lo es en la Filosofía, y la fe, en la Teología. Santo Tomás afirma que la contradicción entre razón y fe no puede existir puesto que tanto la verdad adquirida por la razón como la verdad revelada tienen su origen en Dios, y Dios no puede contradecirse a sí mismo. En caso de que la razón contradiga a la fe, es la razón la que debe quedar en entredicho.